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UN BREVE ANÁLISIS DEL ARMINIANISMO Y EL DISPENSACIONALISMO EN LOS SIGLOS XIX Y XX.

Por: Rafael Alcántara

Introducción
Nos encontramos en este momento en la recta final de lo que ha sido nuestro estudio de la Historia de la Iglesia
Protestante. En nuestros últimos tres estudios hemos mencionados eventos importantes sucedidos, principalmente
en los siglos XVIII y parte del siglo XIX. Recordemos que no ha sido nuestro propósito hacer un estudio exhaustivo de
la historia, sino concentrarnos en algunos de sus aspectos más relevantes. Hay otros temas como el de la abolición
de la esclavitud, el origen de las sectas modernas, etc., que no trataremos en este contexto.

Cualquiera que quiera adentrarse más de lleno en la historia o en algunos hechos específicos, puede tomar estas
clases como base para ir a los libros que le pueden ayudar al respecto. Mi propósito en el resto de las clases es
hablar de algunos de los movimientos de mayor incidencia y relevancia en el Protestantismo de los últimos dos
siglos. Nuestro foco principal de atención se concentrará de nuevo en Inglaterra y Estado Unidos. Y esto por dos
razones: Por un lado, porque éstas dos naciones fueron las que jugaron un papel más estelar en la historia del
cristianismo en los últimos dos siglos. Ya vimos cómo la mayoría de los misioneros que llevaron el evangelio a otras
partes del mundo, en los últimos siglos vienen de estas dos naciones.

Por otro lado, los movimientos surgidos en esas naciones en los últimos dos siglos han afectado de una forma u otra
el cristianismo protestante en el resto del mundo, incluyendo nuestro país. Antes de comenzar, es importante
señalar que estos movimientos de los que hablaremos, han ocurrido dentro de las diferentes denominaciones
protestantes. No necesariamente son denominaciones en sí. De modo que quiero que veamos en primer lugar:

I- El Arminianismo

Sabemos que el arminianismo como movimiento tuvo su origen en Holanda a principios del año 1600. Eso lo vimos
en una clase anterior. Sin embargo, el impacto de este movimiento ha sido notable en los últimos dos siglos.
Recuerden que el arminianismo enseña primero, que el hombre es depravado pero no de una manera total, y por lo
tanto tiene la capacidad de escoger el bien; segundo, que Dios eligió en la eternidad a aquellos que Él sabía que se
iban a convertir; tercero, que Cristo murió por todo el mundo sin excepción; cuarto, que cuando Dios hace el
llamado salvífico para salvación, el hombre lo puede resistir; y quinto, el hombre que es salvo, puede caer de ese
estado de gracia.

Para el siglo XVIII había una división muy clara en Inglaterra entre calvinistas y arminianos, debido a que Whitefield
se identificó con la primera posición, pero Wesley lo hizo con la segunda. En el mismo siglo XVIII, en el caso de
Norteamérica, el calvinismo fue más fuerte ya que los líderes del Gran Despertar fueron calvinistas. Sin embargo,
con la inmigración metodista a Norteamérica y la expansión misionera que tuvieron a muchos otros lugares también,
contribuyó al avance del arminianismo. En el Segundo Gran Avivamiento de Norteamérica se expandió todavía más.

Con el arminianismo se extendieron en las iglesias, prácticas cada vez más pragmáticas, ya que si la salvación está
en las manos del hombre, entonces el énfasis de muchos arminianos era conseguir una decisión del pecador. De ahí
la práctica del llamado al frente (originada por Charles Finney), a repetir la oración del pecador, a impresionar al
oyente por medio de la música, el drama, y otras cosas más. Algunos cristianos, entre los que se destacan muchos
bautistas, hicieron una mezcla entre elementos del calvinismo y el arminianismo. Un ejemplo lo tenemos con D. L.
Moody. Este fue el más famoso evangelista norteamericano de los últimos años del siglo XIX. Predicó el evangelio a
grandes multitudes y fue un instrumento de mucho bien. Sin embargo, su teología a veces era un tanto confusa y
tenía al parecer, una mezcla de arminianismo con calvinismo.

Lo mismo podemos decir de otros famosos evangelistas del siglo XX, como por ejemplo Billy Graham. Gracias al uso
de los medios electrónicos y las facilidades de viajes, es asombrosa la cantidad de personas que lo han oído
predicar. Pero, fruto de la influencia del arminianismo, el énfasis del mensaje de este y otros evangelistas es que
el pecador tome una decisión, pase al frente, repita la oración del pecador, etc. Y cuando la persona hace esto, se
le dice que ya es cristiano. Y si tiene alguna duda, frecuentemente se le dice que eso es del diablo y que debe
rechazar tal sugerencia. Ese aminianismo pragmático ha producido una gran cantidad de falsas conversiones en todo
lugar.

Y ese es el tipo de doctrina que ha imperado mayormente en las iglesias protestantes, sobre todo a partir del siglo
XX. Y sorprende saber que la mayoría de los evangélicos que son arminianos o tienen una fuerte influencia
Arminiana, ni siquiera saben que lo son. Esto se debe a que en muchos casos, el crecimiento del arminianismo ha
ido acompañado de un descuido del estudio profundo de las Escrituras, la Teología y la Historia de la Iglesia.

Uno de los principales instrumentos de Dios para la preservación del calvinismo en el siglo XIX fue el pastor bautista
inglés Charles Spurgeon. Este ejerció gran influencia a través de sus sermones, de su iglesia de 6,000 miembros, así
como de su Colegio Pastoral. Fue llamado el Príncipe de los Predicadores y sus sermones son posiblemente los que
más se han impreso y leído en el mundo. En la Norteamérica del siglo XIX, también defendieron la fe calvinista
diversos hombres e instituciones. Es digno de mencionarse el Seminario Teológico de Princenton, donde hombres
como Charles Hodge, Archibal A. Hodge, etc., hicieron grandes contribuciones a la fe Reformada en general.

A principios del siglo XX la influencia arminiana era tan generalizada que el calvinismo parecía una doctrina muerta.
Pero a través de la influencia del Dr. Martín Lloyd-Jones, el calvinismo volvió a resucitar en Inglaterra. En Estados
Unidos, el Seminario de Westminster jugó también un papel muy importante, principalmente a través del profesor
John Murray, quien por sus escritos e influencia, la fe reformada también resurgió. También podemos mencionar a
J. I. Packer de la Iglesia Anglicana, R. C. Sproul, un famoso conferencista y teólogo presbiteriano, etc. A esto hay
que añadir la editora de Estandarte de la Verdad, que comenzó a republicar muchos de esos libros del cristianismo
histórico y que hasta el día de hoy, han ayudado a muchos a entender las verdades calvinistas y sus implicaciones.
Por medio de John Murray y otros más, un joven predicador bautista llamado Albert Martin llegó a convicciones
calvinistas en los 1960. Y fue a través de los poderosos sermones de este hombre, y de otros más como Walter
Chantry y Ernest Reisenger, que resurgieron de manera providencial los Bautistas Reformados, descendientes de los
antiguos Bautistas Particulares. Nuestra iglesia comenzó a recibir esa influencia del calvinismo histórico, a
mediados de 1980. Esto a través de un mayor estudio de las Escrituras y de la literatura puritana y reformada, así
como por el ministerio de la Iglesia de la Comunidad de la Gracia, en California, y su pastor principal llamado John
MacArthur y del mismo pastor Albert Martín y su congregación llamada Iglesia Bautista de la Trinidad en New
Jersey.
El segundo movimiento de importancia que quiero considerar con ustedes es este:

II- El Dispensacionalismo

Antes de hablar de este tema, quiero dar crédito al Pastor David Merck por el material que él preparó al respecto. Y
vamos a ver este punto bajo tres preguntas:

A- ¿Qué es el Dispensacionalismo?

El Dispensacionalismo es un sistema de interpretación que establece que Dios ha trabajado con el hombre de
manera diferente en varios periodos o dispensaciones, totalmente diferentes entre sí. Cada dispensación (se habla
de 7) es un periodo de prueba de Dios para el hombre, dándole una revelación en particular, pero al final el hombre
falla dando Dios por terminada esa dispensación y comenzando con una nueva. El hombre está obligado a obedecer
solo lo que dice esa revelación, quedando completamente abolida las revelaciones anteriores.

Ellos enfatizan un excesivo literalismo en la interpretación bíblica y afirman que Dios tiene dos pueblos al mismo
tiempo con dos planes diferentes: uno terrenal con Israel, y uno celestial con la Iglesia. La iglesia, según muchos de
ellos, es un paréntesis en el plan profético de Dios con Israel. Después que la iglesia sea arrebatada, Dios volverá a
trabajar con Israel más directamente. En ese aspecto ellos hablan de dos venidas de Cristo. Una a buscar a su
iglesia para estar con ella 7 años en el cielo, (el rapto secreto) mientras que en la tierra se manifestará la Gran
Tribulación y el Anticristo.

En esa Gran Tribulación, los judíos llevarán el mensaje del reino y los que no se dejen poner el sello del anticristo
serán perseguidos a muerte. Después de los siete años de Tribulación, Cristo volverá con su Iglesia a destruir al
Anticristo e inaugurar un reino de mil años con la Iglesia y con los que sobrevivan a la Gran Tribulación. El trono de
Cristo estará en Jerusalén y los judíos recibirán las bendiciones terrenales. En ese milenio los cristianos estarán con
cuerpos glorificados y los demás hombres, judíos y gentiles que se conviertan durante la gran Tribulación y la
sobrevivan, estarán con cuerpos naturales.

Estos que van a entrar al milenio con cuerpos naturales se reproducirán y de esta descendencia la mayoría servirá a
Cristo de corazón, pero otros no. Al terminar los mil años habrá una batalla final con Satanás, en la que este será
vencido, y entonces entraremos al estado eterno. Para que el sistema premilenialista dispensacional cuadre, tienen
que haber varias resurrecciones y varios juicios en diferentes periodos. No puedo hablar de esto con más detalle,
así que pasemos a la siguiente pregunta.

B- ¿Cómo aparece y se expande el Dispensacionalismo?


Hay diferentes versiones de su origen. Pero podemos señalar que en el siglo XVIII, un jesuita de Sudamérica llamado
Manuel DeLacunza escribió en español un libro llamado “La Venida del Mesías en Gloria y Majestad”. En el mismo
atacaba la corrupción que había entre los sacerdotes católicos romanos y planteó ciertos postulados escatológicos
muy similares a los desarrollados luego por el dispensacionalismo. Este libro fue traducido y publicado alrededor del
1826, por un predicador de mucha influencia en las Islas Británicas llamado Edward Irving. (1792-1834) Este
hombre, que ya era premilenialista, adoptó muchas ideas del libro, e influenció a muchos con sus convicciones,
incluyendo a los hermanos escoceses Andrew y Horacio Bonar.
Irving murió con tan solo 42 años de edad, pero en una conferencia de profecía en 1831, había hecho un impacto en
otro hombre llamado John Nelson Darby (1800-1882). Darby puede ser llamado propiamente el padre del
dispensacionalismo. Darby era originalmente un sacerdote de la Iglesia Anglicana, pero luego se separó de esta
iglesia y no quiso unirse a ninguna otra por entender que se habían apartado del patrón Escritural.

Él, junto con otras personas, levantó una denominación conocida como Los Hermanos, de donde vienen a nuestro
país los Templos Bíblicos. Aunque el grupo como tal no tuvo tanto impacto, si lo tuvo sus ideas escatológicas. Darby
aceptó las enseñanzas que se impartieron e la conferencia de profecía de 1831, y luego estableció cambios dándole
la forma de lo que se conoce como el sistema dispensacionalista tradicional. Viajó por todas las Islas Británicas, por
parte de Europa y varias veces a Estados Unidos, logrando con gran éxito la aceptación de su sistema de
interpretación bíblica. Dos de esas personas que aceptaron este sistema fueron Henry Moorhouse y James Brookes.
El primero, Henry Moorhouse, logró convencer de este sistema al famoso evangelista Moody, quien a través de su
influencia, sus viajes evangelísticos y de su Instituto Bíblico, hizo que el dispensacionalismo se extendiera todavía
más. El segundo, James Brookes, convenció de este sistema a un hombre llamado C. I. Scofield (1843-1921). Este
era un pastor congregacionalista de Dallas, Texas, que se hizo luego famoso al publicar en 1909 su Biblia Anotada,
la cual fue luego ampliada en 1919.

La obra fue tomada como referencia por la gran mayoría de los cristianos en el siglo XX, y en ella se plasmaron las
ideas dispensacionalistas de Darby. Esta Biblia se hizo tan popular, que lo normal era que casi todo el mundo la
tuviera y como consecuencia, el dispensacionalismo se convirtió en una creencia normalmente aceptada por los
evangélicos del siglo XX. La fundación del Seminario Teológico de Dallas en el 1924, por el teólogo Lewis S. Chafer,
contribuyó mucho también al avance del Dispensacionalismo. Entre sus más recientes proponentes están Charles
Ryrie, Billy Graham, Pat Robertson (del Club 700), y el mismo John MacArthur, entre otros. Este sistema se ha
generalizado también a través de libros, novelas, películas (Ladrón en la Noche, Dejados Atrás) etc.

En los últimos años también ha habido un número creciente de cristianos y de iglesias como la nuestra, que han
renunciado al sistema de interpretación dispensacional por considerarlo contrario a las Escrituras.

C- ¿Cuáles han sido los Resultados de la expansión del Dispensacionalismo?

1. El dispensacionalismo ha contribuido al rechazo de muchas partes de las Escrituras por no ser consideradas
como parte de la dispensación en la que estamos. (Ej. La Ley Moral, El Sermón del Monte, Proverbios, etc.)

2. El dispensacionalismo tiende a menoscabar las doctrinas de la gracia.

Esto al decir que Dios está probando al hombre en diferentes periodos, terminando en el fracaso. Hasta el mismo
milenio termina en fracaso según este sistema. Por eso es que no siempre, pero frecuentemente, hay una relación
entre el arminianismo y el dispensacionalismo.
Como dice el teólogo Louis Berkhof:

“Esta explicación es contraria a la Escritura la cual no presenta al hombre caído como si todavía estuviera a
prueba, sino como un manifiesto fracaso totalmente incapaz de ser obediente a Dios, y por completo dependiente
de la gracia de Dios para salvación... Suponer que todavía (el hombre está) a prueba es una falacia popular que
hiere de raíz a las doctrinas de la gracia.”

3. El dispensacionalismo ha contribuido con el avance del antinomianismo.

Al enfatizar con una perspectiva equivocada de que estamos bajo la gracia y no bajo la ley, ha habido un descuido
de la necesidad de vivir en obediencia a la ley de Dios. De este sistema fue que salió la enseñanza de que Cristo
puede ser Salvador pero no el Señor de un cristiano. Si no es el Señor, entonces es un cristiano carnal. Después que
sea Señor de esa persona es entonces un cristiano espiritual. Todo eso porque estamos en la era de la Iglesia y no en
la del reino, según ellos.

Algunos han dicho que las personas en el Antiguo Testamento se salvaban de manera diferente como se salvan ahora
en el Nuevo Testamento. Es bueno aclarar que un número cada vez más creciente de dispensacionalistas han
rechazado este antinomianismo peligroso. En ese aspecto la influencia de John MacArthur, y otros más, en contra
de estas tendencias peligrosas han sido saludables para la iglesia. El libro de MacArthur, “El Evangelio según
Jesucristo” es digno de que sea leído respecto a este tema.

4. La escatología dispensacionalista ha levantado un sensacionalismo mal sano por las cosas del futuro,
elevándolo como verdad básica de la fe, generalmente aceptada.

Muchas personas han sido atraídas a las iglesias, pero no por el mensaje del evangelio, sino porque no quieren
quedarse en la gran Tribulación. Para algunos dispensacionalistas, cada noticia que se ve tiene alguna relación con
el esquema y calendario profético. Hay una explicación dogmática o casi dogmática a cada símbolo de Daniel y
Apocalipsis. Dan la impresión de que su sistema de interpretación es el único aceptado por los evangélicos y le dan
tanta importancia y a veces hasta más, que a las doctrinas fundamentales de la Biblia.

Cuando oyen que un cristiano cree algo diferente a esto, lo ven como si estuviera negando algo que es de vida o
muerte y hablan de nuestras creencias como de una novedad de la que debemos de cuidarnos. La realidad es, sin
embargo, que el dispensacionalismo es lo novedoso ya que comenzó en el siglo XIX, y que no guarda ninguna
relación con el cristianismo histórico.

5. El dispensacionalismo tiende a mirar con escapismo las pruebas de la vida y con pesimismo el futuro de la
iglesia, ya que cada dispensación termina en fracaso.

Cualquier idea que tengamos de una tribulación futura y del anticristo, no debe excluir de ningún modo la presencia
de la iglesia enfrentando estas cosas. No podemos tampoco, ver con pesimismo el futuro de la iglesia. Tampoco con
excesivo optimismo. La enseñanza bíblica es que habrá un crecimiento del bien y del mal hasta la Segunda Venida
de Cristo.

Conclusión
1. Debemos recordar que entre los arminianos y dispensacionalistas han habido y hay, creyentes en Cristo que son
dignos de nuestro respeto.

2. Debemos cuidarnos tanto del arminianismo como del dispensacionalismo, ya que son sistemas contrarios a las
Escrituras, y que han traído funestas consecuencias a la vida de la iglesia. La mejor forma de hacerlo es
esforzándonos en el estudio profundo de las Escrituras, de la Teología y de la Historia de la Iglesia. Si buscas un
cristiano o una iglesia que descuide estas cosas, en la mayoría de los casos, encontrarás ahí al arminianismo y al
dispensacionalismo.

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