El teatro neoclásico francés hasta Corneille

1-Con el Cid de Corneille, tragedia estrenada en 1636, se abre una curiosa etapa del
teatro francés que se cierra con el siglo (Racine muere en 1699), en la que la literatura
escénica reviste unos caracteres que se denominan clásicos. Los autores teatrales
franceses de las seis últimas décadas del siglo XVII se imponen La razón, y se sujetan a
rígidas normas formales, desde el empleo casi exclusivo del verso Alejandrino, hasta
condensar la acción dramática en las tres unidades seudoclásicas (acción, tiempo y
lugar).

2-El mal venía de lejos. Cuando el 17 de noviembre de 1548 el Parlamento de París

prohibió la representación de misterios sagrados y toleró las representaciones profanas
siempre que fueran honestas y lícitas, se cerró el paso a una normal evolución del teatro.

3-También la muerte diez años antes de un comediógrafo, Gringote, quien había

marcado un camino renovador con su San Luís, rey de Francia, por personajes, etc.

4-La tradición teatral, muerta por el parlamento de París, fue sustituida por una pedante
imitación de la tragedia clásica.

5-Con el éxito de Cleopatra cautiva de Jodelle, cuyos amigos incluso sacrificaron un

macho cabrío a los dioses en su honor, podemos ver perfectamente los efectos de estas
reglas.

6-Se abre el siglo XVII con un teatro francés lleno de tragedias basadas en la historia,
sea esta bíblica, clásica, etiópica, contemporánea, etc. Piezas en las que tienen gran
importancia los sueños, las apariciones y los presagios, los interminables monólogos y
los discursos retóricos.

7-Alexandre Hardy. Hizo desaparecer el coro en las tragedias y dio agilidad a la acción,
equilibró el número de versos en los actos e hizo más vivo el diálogo. Gusto por la
violencia. Destacan sus tragicomedias de asuntos de la literatura española,
especialmente de Cervantes como son La fuerza de la sangre, Cornelia y La Gitanilla.

8-de Viau. Los amores de Píramo y Tisbe.

9-de Bueil. Las locuras de Cardenio (Quijote)

10-La transición entre Hardy y Corneille está en la obra dramática de Jean de Mairet.
Éste en su tragedia Sofonisba se decanta por la unidad de tiempo que ajusta en 24 horas.
de 10 a 10.