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La ética sería una gran tarea para nosotros los ecuatorianos ya que estamos propensos
a varios factores los cuales no nos hacen poder atestiguar a un verdadero y autónomo
sentido de la justicia y la razón, por así decirlo nuestras leyes están basadas en más ayudar
a las personas con mucho poder económico, los cuales por así decirlo son los que mueven
los hilos casi siempre de la justicia haciendo inclinar a su favor de acuerdo a sus
intenciones o ajustándolo a sus necesidades.
“Hay un millón de cosas por hacer”. Esa es la conclusión del relator especial de Naciones
Unidas sobre libertad de expresión, David Kaye, luego de su visita a Ecuador. Para él,
el gran reto del país es eliminar la regulación de los contenidos en los medios de
comunicación.
Tu vida o la de algún delincuente que te puede hacer un daño, tu por defenderte lo mata,
solo por defenderte te vas a prisión, pero si tu hubieses muerto el delincuente va sin
ninguna pena y campante de la vida como si nada hubiese pasado.
A nuestro país le falta demasiado para poder poner a la ética como un concepto bien
fundamentado ya que este se basa en ningún favoritismo a ninguna de las partes afectadas
siempre ser recto y justo en ambos lados en espera de pruebas contundentes es más o
menos como la doctrina de la ética del discurso de Jürgen Habermas.
Habermas intenta mostrar que es tarea racional el probar la posibilidad del acuerdo
racional sobre cuestiones de rectitud normativa las decisiones morales encaminadas a
realizar acuerdos; en esto consiste toda la cuestión de la fundamentación en el contexto
de los actos comunicativos.
Sin una buena moralidad proveniente del hogar los intentos de propiciar un buen
seguimiento del ya antes mencionado, seria en vano sin la aceptación de la persona.
A la luz de las necesidades de las próximas generaciones y con conciencia de que los
recursos económicos son parte de la viabilidad de los acuerdos sociales, cabe discutir:
¿Es moral que recursos generados en el país salgan para fortalecer a otros países?
¿Es moral evitar pagar lo que se debe al país ocultando el patrimonio en otros países?
¿Es moral esperar confianza ciudadana cuando se desconfía de sus acuerdos y decisiones?
Las acciones y decisiones de figuras que aspiran al poder son conocidas, tras su nombre
está el pensamiento que guía el poder y la acción social hacia propósitos definidos.
Ecuador debe fundamentar sus juicios de valor en sus referentes éticos sociales
constituidos y vigentes. Concluimos con Milan Kundera “La lucha del hombre contra el
poder es la lucha de la memoria contra el olvido.”
Gracias al contacto directo con grupos focales bien escogidos y social y geográficamente
equilibrados, gracias a entrevistas en profundidad con personas conocidas en nuestro
desierto democrático, gracias a estos camellos portadores de agua, el estudio
cualitativo producido por estas indagaciones de carne y hueso, ha hecho aflorar los
afectos, desesperanzas, frustraciones, ira, búsqueda de líderes, sentimientos fascistoides,
rabia, cólera, violencia que el ralo aire de la democracia ecuatoriana produce en un pueblo
asfixiado por una gran mentira.
Si el estudio cualitativo iba a indagar los pensamientos de los ecuatorianos cuando oyen
la palabra democracia, era del todo necesario que el estudio partiera de una definición de
democracia como término de referencia con el cual comparar los pensamientos y
percepciones de los ecuatorianos cuando oyen pronunciar esta mágica palabra que
caracterizaba la madurez a la que ha llegado Occidente en sus mejores paraísos políticos,
hasta ayer idealmente modélicos, desde hoy en crisis y cuestionamientos.
Conclusiones