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com/noticia/2008/02/11/coro-escolar-2786/

El coro escolar
Alfonso Elorriaga Llor. Profesor de música del IES nº 2 de Ciempozuelos (Madrid), donde dirige el
proyecto coral "Voces para la convivencia”.

Resumen:

El canto coral escolar es una actividad que necesita de una implicación y una entrega personal
considerable y es difícil que ambas se produzcan sin una buena dosis de motivación. Sin embargo, es
frecuente que los alumnos carezcan la mayoría de las veces de la sensibilización necesaria que les
permita apreciar y disfrutar del canto colectivo. En este caso sería conveniente comenzar nuestra tarea
educativa creando un clima motivador en el grupo a través del cual los alumnos disfruten cantando y
con el resto de las actividades musicales de la clase. Sobre esta base de trabajo los alumnos podrán ir
adquiriendo paulatinamente las habilidades técnicas (vocales y auditivas) necesarias para percibir y
valorar su evolución como grupo vocal.

Cuando las habilidades vocales de un grupo de alumnos son aún limitadas es cuando más se vuelve
necesario el ejercicio de la didáctica. Didáctica para motivar, para variar, para mantener la atención,
para no aburrir, para aprender con lo mínimo. A través de otros medios y recursos artísticos y
educativos es posible acompañar la experiencia del canto en grupo para que esta resulte atrayente e
interesante desde las primeras clases. Cantar de diversas formas es en sí mismo un camino muy rico
que amplía las posibilidades educativas y artísticas del canto colectivo.

Contexto inicial: La educación musical a través del cuerpo

Hoy en día, se puede observar que la idea general del uso del movimiento en la enseñanza de la
música está ya bastante extendida y de alguna u otra manera, una amplia mayoría de profesores han
comenzado a aplicarla de manera incipiente en las clases generales de educación musical. Esta idea
se suele concretar en la consideración global del cuerpo como un instrumento y el uso de la percusión
corporal, además de un determinado repertorio de danzas didácticas de autor, tradicionales, e
históricas. Sin embargo, el campo del movimiento es aún más amplio, y otros aspectos se desconocen
por falta de formación en ellos.

Por otra parte, es muy común que se piense que la principal aplicación del movimiento en el aula es,
sobretodo, la de asistir al aprendizaje musical, como si de un mero recurso auxiliar se tratase,
considerando al movimiento como una herramienta que nos permite interiorizar y experimentar
corporalmente los aspectos rítmicos y aquellos otros parámetros que tienen en común el movimiento y
la música. (Dinámica, tempo, la fluidez en el fraseo, aspectos formales, articulación, etc.). A mi
parecer, esta visión minimiza el amplio abanico que ofrece la enseñanza del movimiento, y puede
conllevar el riesgo de reducirla a una serie de ejercicios rítmico-corporales ejecutados de una manera
puramente mecánica. Además, las diferentes aplicaciones de los fundamentos del movimiento en el
aprendizaje de un instrumento o en las distintas agrupaciones vocales o instrumentales son, por lo
general, mucho más desconocidas.

Recursos utilizados: Movimiento y Voz

Desde Centroeuropa, varios autores concibieron la pedagogía de la música y el movimiento como la


unión indivisible de ambas disciplinas en una sola, la vivencia y aprendizaje común de ambos aspectos
formando una unidad en el sentido didáctico, estético y artístico. A través de una didáctica basada en
la exploración, la improvisación y la composición, centrada en la propia actividad del alumno, se le
invita a que él mismo construya sus propias experiencias al respecto, haga su propia música, baile,
explore y aprenda a usar creativamente su propio cuerpo a través de sus propias soluciones.

"Este trabajo está orientado hacia el concepto de la educación para la danza y el movimiento del Orff-
Schulwerk y se fundamenta en la integración de la música, el lenguaje y el movimiento” (Elisa Roche,
2001: Revista Orff-Schulwerk Informationen nº 60, pag. 54)

Esto es lo que significa el término "elemental”, término que se suele interpretar erróneamente como
"sencillo o básico”, pero que significa algo más profundo: el proceso por el cual el niño crea y construye
desde su interior, con la ayuda y guía del profesor, sus propias realizaciones en el terreno de la música
y el movimiento.

Estas ideas pedagógicas han sido ya ampliamente estudiadas, y llevadas a cabo en diversos campos,
entre ellos, al del Coro Escolar. Aquí la noción de "Coro” se diluye, y yo prefiero hablar de
agrupaciones vocales de distintas edades, de cantar en grupo, puesto que refleja más fielmente el fin
pedagógico de la actividad. Un profesional especializado en la pedagogía vocal en grupo debe estar
bien formado sobretodo didácticamente, debe hacer cantar a los alumnos con una voz natural sin
recurrir a tediosas explicaciones teóricas e infinitas vocalizaciones, planificar actividades prácticas
basadas en la propia actividad de los alumnos, y es conveniente que exista cierta interdisciplinariedad,
por ejemplo con el uso de objetos o con ciertas conexiones con las artes plásticas y el teatro, y
sobretodo donde la práctica del movimiento forme parte sustancial de la clase.

Este modelo didáctico conlleva una metodología activa basada en la vivencia, con un concepto de
clase que predomina sobre el de ensayo, y donde se usa el movimiento en sus acepciones más
comunes, como son la inclusión de danzas en la clase, coreografiar y dramatizar canciones y cánones,
diversos calentamientos corporales, y el uso de distintas formas de gestos y locomoción mientras se
canta para expresar con el cuerpo todos los Matices vocales, (fonética, dicción, frase, dinámica,
articulación, etc.).

También es muy útil hacer un buen uso del espacio (tanto personal como general) para realizar
múltiples cambios de formación, (cambios de pareja, de pequeños grupos, cantar solo, tutti, etc.), así
como la realización de distintos patrones y ostinatos de movimiento, juegos de imitación corporal, y
una infinidad de variaciones didácticas en esta línea de trabajo. Con todo ello se logra, en mi opinión,
sobretodo una positiva reorientación auditiva constante, una captación de la atención y la
concentración del grupo, una desinhibición corporal y mental, y la mayoría de las veces una calidad
vocal que no hubiésemos conseguido con los alumnos sentados en las sillas, precisamente por falta de
actividad corporal, por falta de flujo de la energía necesaria para hacer cantar a una persona con todo
su cuerpo, con toda su alma, con toda su concentración y afecto.

Descripción de la propuesta: La integración entre el canto colectivo y el movimiento corporal

Dentro de la Pedagogía de la enseñanza del Movimiento elemental, hay muchos campos distintos, que
cualquier persona que haya estudiado algo al respecto sin duda conoce. Para mí los más interesantes
son aquellos que ahondan en la enseñanza creativa del movimiento con un fin didáctico, estético y
artístico, sin tener que recurrir a la enseñanza de la música para justificar su existencia, es decir,
donde el aprendizaje del movimiento es una disciplina en si misma y no un mero recurso para aprender
música.

Este es un campo en principio más propio de la educación para la danza, y esto es justamente lo que
le hace más valioso, ya que de este modo los alumnos reciben una formación integral en el
aprendizaje real de temas de movimiento y danza, y a la vez en música, donde además ambas
disciplinas se relacionan e ínterpenetran y ambas se favorecen y refuerzan mutuamente como una
consecuencia natural de su enseñanza conjunta.

La enseñanza de la danza educativa moderna y la danza creativa han creado un espacio propio ideal
para la enseñanza del movimiento en general. En base a ellas se ha desarrollado una metodología
basada en la exploración, la improvisación y la creación, donde los alumnos pueden aprender a
componer coreografías básicas, realizar formas coreográficas sencillas, improvisar y crear secuencias
de movimiento, acompañar el propio movimiento o el de otros con medios musicales, reconocer y
experimentar de un modo directo la interrelación existente entre música y movimiento, y un largo
etcétera. Todo esto es posible sobre la base de un estudio sistemático y secuenciado de diferentes
temas de movimiento realizado por Rudolf von Laban -entre otros pedagogos de la danza-, y que
diversos autores han desarrollado en su aplicación didáctica en el aula.

Por lo tanto, ¿Por qué no se puede crear un grupo donde se enseña a la vez un currículo de
movimiento y otro de canto colectivo de un modo interdisciplinar y realmente interrelacionadas entre
sí?. En un grupo vocal y de movimiento de estas características, lo interesante sería relacionar los
temas vocales con los de movimiento, de tal modo que ambos se trabajen conjuntamente y el
resultado se plasme en piezas vocales y de movimiento unificadas, creadas con y por los propios
alumnos, donde el profesor no es el director, sino un guía que introduce las ideas iniciales que habrá
que explorar, y a partir de las cuales se estructurará una forma, y finalmente se llegará a la
composición de una pieza de voz y movimiento.

Evaluación del trabajo realizado con los alumnos: Algunos ejemplos didácticos

Por último y para ilustrar un poco mi idea, paso a detallar algunas relaciones posibles que pudieran
darse entre voz y movimiento, sin menoscabo de muchas otras que no se citan aquí.

- Imitación: Se produce cuando los alumnos copian el modelo ofrecido por el profesor o por otros
alumnos, ya sea en actividades vocales o de movimiento. Un exceso de imitación ahoga la creatividad
del grupo, pero por otra parte se vuelve necesaria a la hora de enseñar algo concreto de una manera
directa y rápida, o cuando el profesor pretende corregir algo ofreciéndose el mismo como modelo.

- Variación: Se produce cuando somos invitados a modificar un elemento o varios dentro de una
secuencia de movimiento o una línea vocal. A diferencia de la imitación donde el modelo es siempre el
mismo, la Variación tiene como peculiaridad que una vez efectuada puede alterar la relación previa
existente entre la voz y el movimiento, y por lo tanto modificar el resultado final de la composición.

- Acompañamiento: Se produce cuando uno de los dos aspectos se subordina al otro, actuando uno
como líder y el otro como observador que reacciona a los impulsos del primero. O bien la Voz
acompaña al movimiento o el movimiento a la voz. Suele conllevar el cambio de roles y de formaciones
(parejas, pequeños grupos, solo contra el grupo y viceversa, Etc.) Cuando se tiene más experiencia
también es posible establecer un dialogo equilibrado entre ambos. Esta relación se basa en la
improvisación fundamentalmente.

- Transferencia: Se produce cuando una experiencia realizada en el ámbito del movimiento es llevada
y extrapolada al de la voz, o viceversa. Es esencial que este proceso lo realice el alumno encontrando
su propia solución al respecto, para que así vivencie las cercanas relaciones que existen entre voz y
movimiento.

- Exploración: Este es el primer paso hacia un trabajo creativo con nuestros estudiantes y se basa en
el principio de que cada alumno debe encontrar su propia solución a la actividad inicial ofrecida por el
profesor. Es importante descubrir cuantas posibilidades nos ofrece el material para ir tomando
decisiones y de este modo comenzar a ser responsables del resultado final. A modo de ejemplo, sería
posible comenzar con una pieza coral cualquiera y tras cantarla, explorar las diferentes ideas de
movimiento que nos ofrece en base a su letra, o la melodía, o el ritmo, etc.

- Improvisación: En este caso los alumnos no solo exploran las posibilidades de un material, sino que
se encuentran en la situación de crear en tiempo real algo artístico y completo en sí mismo, con cierta
forma interna. Bajo este punto de vista, es relativamente fácil conectar la voz y el movimiento ya que
los alumnos pueden improvisar en uno de los dos aspectos mientras el otro ofrece el marco previo
donde la improvisación va a tener lugar.
- Composición: En mi opinión esta es la manera más creativa de combinar la voz y el movimiento ya
que nos permite trabajar inicialmente en ambos campos de manera independiente, para más tarde
llegar a una composición final como resultado de la unión de los trabajos anteriores. Por ejemplo, sería
posible organizar a los alumnos en pequeños grupos según algunas ideas iniciales y aplicando sus
propios criterios de belleza, originalidad, forma, etc. El profesor debe controlar el proceso para que
funcione según la edad y el grado de conocimientos previos del grupo. Particularmente opino que la
música no tonal ofrece un campo de experimentación para la voz y el movimiento fantástico, ya que
nos posibilita dejar momentáneamente a un lado las diferentes relaciones interválicas y armónicas para
centrarnos más en otros aspectos como la dinámica, la articulación, el fraseo, etc; y si se quiere
trabajar sobre un modo o tono concreto este deberá ser aportado mediante algún instrumento o grupo
de voces que a través de un ostinato, por ejemplo, situé sonoramente al oído del grupo en el paisaje
sonoro elegido.

Bibliografía :

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E. MUÑOZ RUBIO (2007): La comprensión musical de las estéticas del S. XX en el niño. Madrid. UAM
http://www.tribunaeducacio.cat/canto-coral-y-movimiento/

Canto coral y movimiento


23 d'abril de 2016
El Canto Coral es un excelente medio de expresión musical colectiva que fundamenta la
práctica de la educación musical en las escuelas y, además, ayuda a trabajar aspectos
personales y sociales de los niños y los jóvenes, tanto desde la vertiente del desarrollo personal,
como de habilidades sociales y relaciones interpersonales, ayudando así en la adquisición de
unas competencias básicas sólidas.

El canto coral infantil y juvenil actualmente cuenta con una larga experiencia en Cataluña que ya,
desde mediados del siglo XX estuvo impulsado por grandes músicos y pedagogos. Antes se
podían encontrar pequeñas y esporádicas experiencias en cuanto al hecho de hacer cantar niños
pero, actualmente, el canto coral forma parte del día a día de nuestras escuelas y, desde
diversos ámbitos, se han creado muchos proyectos donde estos coros escolares pueden participar
e implicarse.

Dos ejemplos de proyectos de gran formato que llevan más de diez años en funcionamiento son el
conocidísimo Cantània, que se celebra anualmente en el Auditorio de Barcelona y los Encuentros
de Corales de Educación Infantil y Primaria impulsadas por el Consorcio de Educación de
Barcelona, pero no son los únicos encuentros de canto coral que se celebran enfocados al ámbito
escolar, sino que existen muchas más de formato más reducido, incluso, en el ámbito local y / o
municipal de cada escuela.

Estos encuentros facilitan la interacción de los centros participantes, proporcionando un espacio


donde se visualiza el trabajo que las escuelas hacen durante todo el curso, pero de otro modo,
también promueven la interacción entre alumnos de centros de toda Cataluña, ayudando a crear
vínculos entre ellos.

La práctica del canto coral en Cataluña ha sufrido en los últimos treinta años unos cambios muy
importantes derivados, fundamentalmente, de los cambios políticos que posibilitaron la
recuperación del autogobierno catalán. Una consecuencia inmediata de este hecho es la relativa
normalización de la actividad cultural: hace sólo treinta años, cantar en catalán era un acto
reivindicativo que se justificaba por sí solo, más allá de cualquier criterio estético o musical. En
este momento, con algunas excepciones, se puede afirmar que el aspecto estrictamente
musical ha ganado protagonismo y que, en general, los coros tienden cada vez a ser más
exigentes. El nivel medio técnico artístico ha mejorado en el curso de estos años (aún habiendo
el peligro de hacer generalizaciones). Algunos de los factores que han incidido en esta sensible
mejora son:

 La proliferación de los cursos de formación para directores de coro, promocionados tanto por
las federaciones corales como por las entidades que las integran.
 Un nivel más alto de preparación de los directores, ya que en estos momentos hay una
generación de directores/as con un buen nivel de preparación, ya sea por la misma tradición coral,
o por la enorme cantidad de escuelas de música municipales y privadas, como por la inclusión de
la educación musical en el ámbito escolar que han posibilitado una mejora en la preparación
técnica de los estudiantes.
 La gran cantidad de intercambios que se han producido y se producen tanto en el ámbito
nacional como internacional.
 La profesionalización cada vez más amplia de los directores de coros: este hecho representa
un cambio muy importante porque potencia la mejora del individuo y, por extensión, del colectivo.
 La enorme influencia de la música reproducida, en muchos casos de un gran nivel técnico,
tanto en lo que se refiere a la diversidad de repertorios como referentes de estilo y calidad y la
facilidad de acceder a esta música, sobre todo con el uso de las nuevas tecnologías e internet.

El objetivo de gran parte de las corales actuales ha dejado de recaer en los aspectos más
reivindicativos para pasar a unos aspectos que buscan más la calidad y el gusto o placer del canto
colectivo.

Los coros infantiles y juveniles se convierten en este aspecto en las canteras de las agrupaciones
corales adultas y, por este motivo, existe una preocupación especial para potenciarlos,
ofreciéndoles la máxima calidad.

Con este propósito diferentes federaciones se han puesto al frente para realizar tareas que
ayuden a impulsar corales infantiles y juveniles, como la actualización de repertorio coral, la
edición de libros con piezas de nueva creación, ofertar cursos de pedagogía y dirección de coros
infantiles que trabajen el repertorio, la técnica vocal, las técnicas de ensayo, la psicología y
pedagogía del canto y, en los últimos años, haciendo mucho énfasis en la expresión corporal.

Una buena formación tanto pedagógica como musical del director de coros (sobre todo
infantiles) es actualmente uno de los factores más importantes a la hora de ponerse al
frente de una agrupación coral. El director del coro vasco Orereta, Imanol Elizasu, citado por
Ibarretxe y Díaz (Ibarretxe; Díaz, 2008: 11) lo expresa de la siguiente manera:

“Puede haber una creencia de que todo lo que sea trabajar con niños es inferior “¿Tú que eres?
Director de coros infantiles, ah”. Yo tengo la carrera de piano y creo que lo más difícil es darle la
primera lección de piano a un niño, no la lección de carrera. La iniciación musical a todos los
niveles – vocal, instrumental, coral – de un niño es clave, y requiere de unos profesionales… En
mi opinión, para trabajar con niños toda la formación es poca a todos los niveles.”

En esta búsqueda de la calidad, gusto o placer a la hora de trabajar con coros infantiles y
juveniles, el gesto o expresión corporal en el repertorio coral ha ganado protagonismo,
hasta el punto de que muchos compositores de obras corales incorporan la expresión corporal que
hacer durante la interpretación de la pieza en la misma partitura.

La incorporación de la expresión corporal en las interpretaciones de canto coral ha hecho que los
cantores vivan la música coral de una manera diferente a la manera que se había entendido hasta
hace relativamente pocos años.

El uso de la expresión corporal y coreografías parece ser una práctica cada vez más extendida en
los encuentros que se llevan a cabo. Este uso del movimiento corporal en los conciertos de canto
coral provoca en los directores de coros, cantantes y en el público asistente una nueva manera de
entender y enfocar el canto coral que, hasta ahora, no era lo más habitual, pero que tiene mucho
que ver con la evolución de la sociedad y con el que ésta espera.

Hay que valorar pues, cómo afecta la incorporación de coreografías en el canto coral infantil y
juvenil y su aceptación por parte de los directores, cantantes y del público que asiste a los
conciertos.
En un estudio realizado sobre la figura del director de coros infantiles llevado a cabo por Gotzon
Ibarretxe y Maravillas Díaz (2008), el director de coros infantiles y juvenil vasco Imanol Elizasu, del
coro Orereta, ve en la expresión corporal recurso para aportar una formación musical
completa y para mejorar la expresión y calidad vocal.

“(…) la formación ideal, en mi opinión, sería una formación musical completa, y dentro, ahí,
incluiría, por supuesto, una formación musical y vocal, no sólo de lectura a todos los niveles y
análisis, sino también la interrelación con todo lo que es la danza, el teatro, la expresión
corporal.” Imanol Elizasu, citado por Ibarretxe y Díaz (2008:10)

Pero hay quien busca la parte más estética de la interpretación. En este caso, existe el concepto
americano show choir, (originariamente swing choir) que aparece durante la década de los años
70 como actividad coral en los institutos de las regiones de la parte norte central de los Estados
Unidos. En este caso, las interpretaciones corales cuentan con unas coreografías muy trabajadas
y muy vistosas, combinando el aspecto más expresivo del propio movimiento con la estética del
vestuario y del maquillaje. Generalmente, estas agrupaciones cuentan con el asesoramiento de la
figura de un coreógrafo o director escénico que toma un papel capital.

En una entrevista de Melinda Russell y Ken Crossley a Marilyn Mertz, la coordinadora de música y
directora de coros de la Escuela Pública de Dacatur – Illinois (Decatur Public School), defiende la
postura del show choir frente el canto coral tradicional haciendo énfasis en los valores extra
musicales que este tipo de coro aporta al individuo (Ahlquist, 2006: 60):

“Exactly, they don’t want to see it as a medium of expression… You’re building a lot of poise and
self-confidence in students …more so than in traditional choir, because each performer has to be
an individual, where in choir you’re kind of one of fifty, you know? In show choir, you’re as
important as the next guy, even more so than in traditional choir. It’s a visual and an aural
expression.”

El investigador musical José Gallardo expone que en los montajes corales actuales se pueden
apreciar dos posturas claramente diferenciadas, la llamada performance dinámica y la perfomance
tradicional (Gallardo, 2011). El punto de convergencia entre estos dos tipos de interpretación es
precisamente el gesto musical o expresión musical.

La perfomance tradicional es la manera como se ha entendido tradicionalmente la interpretación


del canto coral, donde el intérprete canta sin incorporar ningún movimiento o gesto voluntario.
Simplemente forma parte de una masa coral que únicamente usa su voz para expresarse y llegar
al público.

La performance dinámica, en cambio, utiliza otros elementos para expresar. En este caso utilizan
la expresión corporal y el gesto ensayado para interpretar.

Cabe decir, sin embargo, que a pesar de que el uso de la performance dinámica está cada vez
más en alza, ésta no siempre es favorable para lograr una buena calidad vocal. Hay que tener
una buena preparación y adquirir una técnica vocal precisa para que el gesto o movimiento
corporal no tenga afectación en la emisión vocal y, a menudo, es una de las carencias de
los coros escolares e, incluso, de los maestros que se encuentran al frente de estas
formaciones. Es obvio que es una de las asignaturas pendientes de la formación del docente.
Sin embargo, la gran aceptación del uso del gesto y las coreografías en las interpretaciones
corales por parte de los cantantes (y del público que asiste a los conciertos), hace que se haga
difícil limitar el uso de expresión corporal en los conciertos de canto coral sólo a aquellas corales
bien preparadas vocalmente hablando.

Lo realmente importante es que las corales escolares continúen existiendo y cantando, llenando
de música auditorios, escuelas y salas de conciertos. Si el uso de expresión corporal hace que el
canto coral tenga más aceptación entre los niños y los jóvenes, hay que apoyar estas iniciativas
y modos de enfocar el canto coral. Aun así, intentemos no descuidar la esencia fundamental de
un coro, que es su voz e intentemos, dentro de nuestras posibilidades, seguir dando una buena
formación y de calidad del principal instrumento del canto coral a los que están al frente de
las formaciones corales, sobre todo de las escolares.

Glòria Prats i Rins, Area de educación musical

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