¿Qué Puede Aportar La Investigación Científica

Copyright © by Aranda Fraga, Fernando “¿Qué puede aportar la investigación científica a la misión y contextualización de la iglesia?
”, en
Klingbeil, Gerald, ed., Misión y contextualización. Llevar el mensaje bíblico a un mundo multicultural. Libertador San Martín: Universidad
Adventista del Plata, 2005, 37-68. ISBN: 987-98248-7-3.
¿Qué puede aportar la investigación científica a la

misión y contextualización de la Iglesia?
Fernando Aranda Fraga 1
Durante casi un siglo y medio nuestra Iglesia ha venido desarrollando su misión, mediante la
Gracia y bendición divinas, bastante intuitivamente, capitalizando los logros de la
experiencia, a partir de lo cual se fue sistematizando, también intuitivamente, el conocimiento
obtenido de la praxis. Hasta pocas décadas atrás, quizás, no se requerían otro tipo de
procedimientos para captar y atraer nuevos creyentes, y lo que es tanto o más importante,
confirmarlos dentro de la Iglesia. Desde el advenimiento e instauración del Postmodernismo
la sociedad ha cambiado profundamente; estamos en la era del conocimiento, de los analistas
simbólicos y de la idolatría tecnológica. El secularismo –fenómeno que no es nuevo, hace más
de cinco siglos que convivimos con él— nos ha conducido a un mundo de carácter
básicamente agnóstico y desconfiado de todo lo que no esté probado y fundamentado, y hacia
cualquier forma de religiosidad que no apunte a la exaltación y divinización del hombre (New
Age; “The Liquid Church”, en Europa, dentro de la propia Iglesia Adventista). Semejante
situación requiere un aggiornamiento de los métodos tradicionales en función de renovados
procedimientos, capaces de brindar diagnósticos más precisos sobre la sociedad y efectivas
técnicas de intervención, coadyuvando en la tarea de siembra y cosecha de la proclamación
del Evangelio, siempre bajo la guía e inspiración divinas.
El propósito de esta comunicación es examinar las múltiples posibilidades que brinda la
investigación científica, sus alcances y limitaciones, en relación con la gran tarea perenne que
nuestro Señor Jesús le encomendó a nuestra Iglesia: crecer, fortalecerse y contextualizar
adecuadamente su misión, al mismo tiempo que confirmar continuamente a la hermandad, en
pos de su más cara meta: la salvación de la persona en Cristo, nuestro fiel y único abogado
defensor ante el tribunal del juicio investigador. Al mismo tiempo, deseo mostrar a quienes no
están directamente familiarizados con el tema ni con el aporte –en este aspecto— de la
Facultad de Teología de la UAP, tanto de sus alumnos como de sus profesores, una parte de lo
que están haciendo hoy quienes tienen la gran responsabilidad de formar a los futuros
ministros y qué han hecho y logrado algunos de nuestros ex alumnos y quienes aún lo son,
antes de egresar de las puertas de esta institución universitaria que nos cobija, motiva e
impulsa a investigar; en este caso específico de dicha Facultad, a investigar pura y
exclusivamente en función de las necesidades de nuestra Iglesia.
Intentaré llevar a cabo mi propósito, primeramente, definiendo y delimitando algunos
conceptos claves, como lo son “universidad”, “investigación”, “metodología científica”,
“misión” y “contextualización”. Luego trabajaré brevemente este último aspecto, a partir de lo
que aquí denominaré “diagnóstico de situación”, terreno que nos conducirá a la razón de ser
que tiene hoy, para cubrir más cabalmente las necesidades de nuestra Iglesia, la formación
científica del teólogo futuro pastor, pero actualmente alumno que se está educando
integralmente en una institución confesional de estudios universitarios. También comentaré, a
modo de muestra, parte de la producción científica que la UAP viene desarrollando en materia
de teología básica y aplicada, como así también un esbozo de sus actividades en esta línea,
dentro del marco local, regional e internacional de su esfera de influencia. Finalmente, gracias
1
Doctor, licenciado y profesor en Filosofía (Universidad Católica de Santa Fe, Argentina, 2002). Secretario de Ciencia y
Técnica de la Universidad Adventista del Plata (Libertador San Martín, Entre Ríos, Argentina). Director de Enfoques.
Investigador y Profesor Titular de Metodología de la Investigación en el Doctorado en Teología de la Universidad Adventista
del Plata. Ha publicado más de 50 artículos en revistas con referato, sobre Filosofía de la Religión, Metodología de la
Investigación, Epistemología, Ética, Filosofía Política y del Derecho. E-mail: arandafw@lsmartin.com.ar
1
Copyright © by Aranda Fraga, Fernando “¿Qué puede aportar la investigación científica a la misión y contextualización de la iglesia?”, en
al aporte de mis colegas profesores de la Facultad, intentaré trasmitirles su opinión sobre

algunos aspectos relacionados con la investigación en la Facultad, en el sentido de su
orientación hacia la misión de la Iglesia y su contextualización. Para concluir, presentaré
algunas líneas actuales de investigación de la Iglesia en el marco de su “Misión Global”, con
fines meramente ejemplificadores, a fin que mediante su desarrollo y profundización estemos
cada mejor preparados para encarar la misión que nos compete como embajadores de Cristo y
su Evangelio en este mundo. Con ello también estaremos cumpliendo con la misión de
nuestra Iglesia y su más caro anhelo: el pronto regreso de Jesucristo en gloria y majestad, y la
purificación de este mundo cada vez más oscuro y complejo en que nos toca vivir.
El principal límite del trabajo consiste en que me restringiré al aporte que la investigación
científica puede efectuar directamente en la formación del pastor. Otro tema sería abordar un
aspecto colateral, pero que no comparte el foco mismo de esta investigación, como lo es la
investigación que se realiza en diversas disciplinas y campos del conocimiento en nuestra
Universidad, también con la finalidad de servir a la misión de la Iglesia, verbigracia, los
estudios en los campos de la salud, y también podríamos abundar en ejemplos de la salud
mental, con innumerables investigaciones hechas por psicólogos y alumnos de la carrera,
muchas de las cuales son hoy utilizadas en cursos de estrés, de relaciones familiares; o las de
ciencias de la educación, y de modo especial las que atañen a integración entre fe-enseñanza,
teoría del diseño inteligente en ciencia y religión, estudios de geología en relación con el
creacionismo, investigaciones en el campo de la ética, el derecho, la nutrición y un largo
etcétera que no hay aquí tiempo ni lugar para reseñar. Definidamente, también los
profesionales de todas éstas y otras áreas no mencionadas están colaborando abundantemente
con la tarea de la misión de la iglesia y sus aportes son hoy muy buscados y utilizados por
parte de la membresía y el pastorado, no sólo en estas latitudes, sino en diversas partes del
planeta.
BREVE NOTA ACLARATORIA ACERCA DEL MÉTODO

No quisiera entrar en tema sin antes hacer una importante y elemental digresión. Siempre
que me refiero a la formación en metodología de investigación científica, y cuando hablo de
publicaciones en revistas científicas, en este caso del ámbito teológico y/o religioso, no estoy
sosteniendo que la búsqueda de la Verdad, el contenido del discurso teológico (concepto de
Dios, doctrina, teología bíblica) se obtiene mediante la investigación científica, nada de eso.
La Verdad en este último caso al que me refiero es la “Verdad” con mayúsculas, la Verdad
última, por tanto accesible sólo a través de la Revelación bíblica –ocasionalmente también a
través de la naturaleza— y asentida mediante la fe. El principio de “Sola Scriptura”
permanece intacto, inconmovible por metodología científica alguna, pues el contenido del
mensaje es siempre el que procede por Revelación. Cuando me refiero al método, siempre lo
haré en el sentido de utilización de una herramienta mediante la cual se pretende transmitir la
Verdad, en el sentido amplio de lo que significa transmisión, comenzando por la mayor
capacidad que provee una correcta metodología científica para diagnosticar y contextualizar el
mensaje y continuando por los diversos canales de acceso que la ciencia pone en nuestras
manos para llegar a la infinita diversidad de contextos culturales, sociales, religiosos, sistemas
de pensamiento tan diferentes y personas dotadas de psiquis también infinitamente diversas y
complejas. Sin fe, en última instancia, no existe 2 ni se da transmisión alguna de contenido
teológico. 3 Pero aunque la mente de Dios es infinitamente superior a la nuestra (Is. 55:8, 9),
2
“Sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios, crea que él existe y recompensa a
quienes le buscan” (Heb. 11:6).
3
Humberto M. Rasi, en un artículo reciente, afirma que “si no fuera por la influencia del Espíritu Santo sobre la conciencia
humana, nadie llegaría a ser cristiano. En nuestra condición natural, no buscamos a Dios (Rom. 3:10, 11), no reconocemos
2
se nos revela inteligiblemente, ya sea mediante la Biblia (2 Ped. 1:20, 21), la vida de Cristo
(Juan 14:6), y la naturaleza (Sal. 19:1). 4 Jesús mismo usó argumentos racionales en su
ministerio terrenal (Nicodemo, la mujer samaritana), y los cristianos bereanos recibieron
elogios porque “escudriñaron las Escrituras para ver si estas cosas eran así” (Hechos 17:11).
El apóstol Pedro también nos exhorta a estar preparados para defender nuestra fe ante quien
nos demande la razón de nuestra esperanza (1 Ped. 3:15), y nos impele a que agreguemos
conocimiento a la virtud (2 Ped. 1:5). Finalmente, recordemos que el apóstol Pablo afirmó
que incluso la aceptación de Cristo como nuestro Salvador ha de basarse en una comprensión
racional del Evangelio, puesto que “la fe viene por el oír, y el oír por medio de la Palabra de
Dios” (Rom. 10:17). 5 Hecha esta aclaración, pasaré en lo que sigue al entorno de la
contextualización, descripción que ni por asomo pretendo agotar aquí.
DEFINICIONES TERMINOLÓGICAS Y PRESUPUESTOS

Entiendo por “misión” el propósito, blanco o meta que una entidad posee y que a la vez se
constituye en la verdadera y única razón de su existencia. En este caso, la “misión de la
Iglesia” no es otra que dar la noticia de Cristo como Salvador universal, proclamar la Verdad
del Evangelio, pues ciertamente Cristo viene en breve y es necesario prepararse con
diligencia. Nuestra misión es conducir personas6 a los pies de Cristo. Así, en cumplimiento de
su misión, “contextualizar” la Verdad que tenemos como Iglesia de Cristo ha de ser llevar el
mensaje evangélico, sin alteraciones de ninguna especie en su contenido ni en su esencia,
aunque sí usando el lenguaje adecuado y apropiado o, mejor dicho, un sistema de signos
capaz de ser decodificado sin “ruido” alguno, es decir, sin pérdida de lo medular –léase
principios y leyes— por la enorme diversidad de grupos, etnias, clases, y temperamentos
diferentes que pueblan nuestro planeta, cuidando de llegar a todos y cada uno de ellos; tal es
nuestra gran responsabilidad. Por “investigación” entiendo un procedimiento racional y
deliberado, metódicamente orientado, dotado de la mayor seriedad y no improvisado, con la
finalidad de lograr un conocimiento cierto o al menos probable, luego de haberlo templado y
purificado bajo el crisol de la duda, logrado no sin esfuerzo a través del ensayo, el error y la
posterior superación de éste. Luego, “metodología científica” será la serie de herramientas y
“caminos”, etimológicamente hablando, que nos brindan la seguridad de conducirnos por la
ruta adecuada, según la naturaleza de nuestro objeto, para acceder a la meta que la
investigación propone. Finalmente, defino como “universidad” a una institución de alto nivel
científico que ejerce una acción intencional sobre sus alumnos, a través de la capacitación
cognoscitiva disciplinar de su cuerpo de profesores, quienes tienen la responsabilidad de
transmitirles, crítica, reflexiva y creativamente, el conocimiento a sus alumnos, al mismo
tiempo que las mejores herramientas que les permita capacitarse para descubrir por sí mismos
la verdad, razonando y evaluando constantemente su calibre, a fin de convertirse en
nuestra necesidad de su gracia (Juan 16:7-11), ni comprendemos las cosas espirituales (1 Cor. 2:14). Es el Espíritu Santo
quien nos lleva a aceptar, creer y confiar en Dios (Juan 16:14). Una vez que hemos experimentado esta transformación (Rom.
12:1, 2), el Espíritu nos guía ‘a toda la verdad’ (Juan 16:13) y nos ayuda a discernir la verdad del error (1 Juan 4:1-3). “El
cristiano ante la fe y la razón”, Diálogo Universitario 15, 3 (2003): 7.
4
“El observador sin prejuicios percibe en el universo manifestaciones del poder creativo y sustentador de Dios (Is. 40:26).
‘Los atributos invisibles de Dios, su eterno poder y su divinidad, se ven claramente desde la creación del mundo, y se
entienden por las cosas que han sido creadas’. Por eso los que niegan su existencia, a pesar de las evidencias, ‘no tienen
excusa’ (Rom. 1:20, NRV). Sin embargo, cuando Tomás expresó dudas acerca de la resurrección, Cristo le ofreció evidencias
físicas y le dijo: ‘No seas incrédulo, sino creyente’ (Juan 20:27-29). Al hacer frente a cuestiones sobre el origen del universo,
nuestro punto de partida debe ser la fe basada en la revelación de Dios: ‘Por la fe entendemos haber sido constituido el
unicerso por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía’ (Heb. 11:3)”. Ibid.
5
Ibid., 7-8.
6
No “almas”, sino seres vivientes integrales, bio-psico-sociales-espirituales, que tienen múltiples necesidades, tales como las
que demanda la diversidad integrada de su ser.
3
profesionales en el área que han elegido. Por esencia y etimología, la misión de una
universidad consiste en una formación disciplinar específica desde una perspectiva universal,
caso contrario dejaría de serlo. La misión de una universidad de índole confesional ha de ser,
además de convertir alumnos en profesionales competentes y hábiles, formarlos en los valores
cristianos que constituyen la razón de su existencia y su más firme y último fundamento. En
este sentido, una universidad adventista también es parte, y por demás crucial, de la misión de
la Iglesia.
DIAGNÓSTICO DE LA SITUACIÓN CONTEMPORÁNEA

En una brevísima historia sinóptica del secularismo moderno y su continuación en la
Postmodernidad, diremos que el carácter secular del humanismo pretende fundarse en el auge
que adquiere la ciencia natural en dicha época. Durante la Modernidad, la razón humana llega
a ser la máxima autoridad, por lo cual “verdad” será todo aquello que proviene de la
investigación científica. Ésta sigue un modelo o patrón, cuya base es el método hipotético-
deductivo, modalidad triunfante desde Galileo, a partir de sus innegables éxitos en las ciencias
llamadas “duras”. Ha quedado atrás la época en que toda verdad debía estar fundada en la
autoridad de la Iglesia e incluso en la Revelación, su instrumento y fundamento último.
Junto a este monumental cambio paradigmático ocurre otro, que no es sino un subproducto
simultáneo de aquél: la creación de utopías o paraísos terrenales que aparecen como
alternativas a los sistemas políticos tradicionales. Las primeras utopías surgieron de un
entramado socio-religioso, aunque en contextos plenamente humanistas. Paulatinamente el
pensamiento utópico moderno pierde su referencia religiosa y adquiere marcos de referencia
cada vez más apartados de la trascendencia, hasta arraigarse en un total y absoluto suelo
nutricio inmanente y materialista.
Ahora bien, ¿qué podemos decir, entonces, de la escatología secular contemporánea, desde
el momento en que la corriente postmodernista, como bien sabemos, rechazando el proyecto
moderno, se declara por sobre todas las cosas antiutópico, importándole apenas el “aquí y
ahora”? Sin duda alguna se trata de un movimiento que aparece como antítesis del proyecto
de la Modernidad. Esto, sin embargo, no significa que haya abandonado sus tradicionales
aspiraciones escatológicas, ahora, dado el carácter que lo define, inmanentes en sumo grado.
En efecto, el poder que está detrás del movimiento contemporáneo que ha dado en llamarse
“postmodernista” lleva a cabo sus fines mediante dos frentes superpuestos y
complementarios: por un lado se ejecuta la unificación de la política, cuyo más eficaz y
característico instrumento es la globalización y, por otro, se avanza en pos de la unificación de
la religión o, dicho de otro modo, en la negación de ésta, puesto que en la base de semejante
unificación late fuertemente la intención de disolverla en una mera e inofensiva religiosidad
light, a la medida de las demandas de una época que ya no reclama la existencia de relaciones
profundas ni durables.
La Postmodernidad se caracteriza por las siguientes notas: nihilismo y escepticismo,
reivindicación de lo plural y lo particular, deconstrucción, relación entre hombres y cosas
cada vez más mediatizada, lo que implica una desmaterialización de la realidad (Lyotard).7
Con respecto a esto Jean Baudrillard habla de un “asesinato de la realidad”. En su libro El
crimen perfecto presenta metafóricamente cómo se produce, en las postrimerías de siglo, esta
desaparición de la realidad mediante la proliferación de pantallas e imágenes, transformándola
en una realidad meramente virtual: “El mundo es una ilusión radical. Es una hipótesis como
otra cualquiera... La ilusión del mundo es la manera que tienen las cosas de ofrecerse para lo
7
Marta López Gil, Filosofía, Modernidad, Posmodernidad (Buenos Aires: Biblos, 1992), 31.
4
que son, cuando no son en absoluto”. Vivimos en un mundo en el que la más elevada función
del signo es hacer desaparecer la realidad, y enmascarar al mismo tiempo esa desaparición.8
Jean-Francois Lyotard explica la “condición postmoderna” de nuestra cultura como una
emancipación de la razón y de la libertad de la influencia ejercida por los “grandes relatos”, 9
los cuales, siendo totalitarios, resultaban nocivos para el ser humano, porque buscan una
homogeneización que elimina toda diversidad y pluralidad: “Por eso, la Postmodernidad se
presenta como una reivindicación de lo individual y local frente a lo universal”. Imaginemos
el lugar que pasará a ocupar la religión cuando los profetas del Postmodernismo nos hablan
del decreto del fin de los “grandes relatos”. “La fragmentación, la babelización, no es ya
considerada un mal sino un estado positivo”, porque “permite la liberación del individuo,
quien despojado de las ilusiones de las utopías centradas en la lucha por un futuro utópico,
puede vivir libremente y gozar el presente siguiendo sus inclinaciones y sus gustos”. 10 La
Postmodernidad, prosigue Lyotard, es una edad de la cultura. 11 Es la era del conocimiento y la
información, los cuales se constituyen en medios de poder; época de desencanto y declinación
de los ideales modernos; es el fin, la muerte anunciada de la idea de progreso. El
postmodernismo tiene en Internet uno de sus signos representativos, porque mediante esta red
de comunicación informática intermundial es posible la unión de dos fenómenos opuestos y
complementarios, como el “globalismo” y la “fragmentación”. 12
La Postmodernidad se presenta también como un vivir estetizante. La consigna es
mantenerse siempre joven, se valoriza el cuerpo y adquieren auge las dietas, la gimnasia y la
cirugía estética, se persigue la finalidad de mejorar la superficie, el envase, con el propósito
de lucirlo. Lo que verdaderamente importa es el momento presente. Consumo, confort, lujo,
dinero, poder, fama, son los valores predominantes. Es la plena vigencia, y nunca mejor que
ahora, del viejo adagio de Protágoras: “el hombre es la medida de todas las cosas”. 13 Se
produce una redefinición de la ética y de sus postulados. Fenece la ética del deber y de la
obligación y comienza una época en la cual el deseo personal, el interés y la autogratificación
están legitimados como principios morales. 14 Hedonismo, subjetivismo y relativismo absoluto
son los principios que rigen la época, el sexo libre una de sus consecuencias. Todo aquello
que emane de la libre creatividad del hombre es lo que realmente vale. Junto con la razón se
ha perdido el verdadero significado de la libertad. Los sucesos pasan, se deslizan. No hay
ídolos ni tabúes, tragedias ni apocalipsis, “no hay drama” expresará la versión adolescente
8
Jean Baudrillard, El crimen perfecto (Buenos Aires: Anagrama, 1996), 30-34.
9
“Los ‘metarrelatos’ a que se refiere La condición posmoderna son aquellos que han marcado la modernidad: emancipación
progresiva de la razón y de la libertad, emancipación progresiva del trabajo (fuente de valor alienado en el capitalismo),
enriquecimiento de toda la humanidad a través del progreso de la tecnociencia capitalista, e incluso, si se cuenta al
cristianismo dentro de la modernidad (opuesto, por lo tanto, al clasicismo antiguo), salvación de las creaturas por medio de la
conversión de las almas vía el relato crístico del amor mártir. La filosofía de Hegel totaliza todos estos relatos y, en este
sentido, concentra en sí misma la modernidad especulativa...¿Cómo pueden seguir siendo creíbles los grandes relatos de
legitimación?... Por metarrelato o gran relato, entiendo precisamente las narraciones que tienen función legitimante o
legitimatoria”. Jean-Francois Lyotard, La posmodernidad explicada a los niños (Barcelona: Gedisa, 1995), 29-31.
10
Oscar Nudler, “Homogeneidad versus babelización: un falso dilema”, Novedades Educativas 68 (1997): 9.
11
Jean-Francois Lyotard, La condición postmoderna (Buenos Aires: REI, 1989), 13.
12
Nudler, “Homogeneidad versus babelización: un falso dilema”, 9.
13
“[...] en todas las cosas hay dos razones contrarias entre sí [...]. El hombre es la medida de todas las cosas: de las que
existen, como no existentes [...] el alma no es otra cosa que los sentidos... y todas las cosas son verdaderas”. Protágoras,
citado en Diógenes Laercio, Vidas de los más ilustres filósofos griegos (Madrid: Hyspamérica, 1985), II: 155.
14
Gilles Lipovetsky, El crepúsculo del deber (Barcelona: Anagrama, 1994), 154.
5
postmoderna. “La cultura tiene rasgos mucho más difusos que en el período moderno. Las
formas modernas han sido heredadas por la cultura de masas”. 15
Habermas señala que el Postmodernismo no propone solución alguna a los problemas que
plantea, se presenta como anarquista y nihilista y su abandono de la universalidad resulta
sumamente peligroso. “Sin unos principios o éticas mínimas no hay posibilidad de ser críticos
y resistir al status quo. Por eso, en el fondo del Postmodernismo anida el neo-
conservadurismo”. 16 No hay más lugar para la revolución; la sociedad es como es, no
cambiará ni nadie quiere hacerlo. El Postmodernismo acepta las aplicaciones utilitarias y
tecnológicas de la ciencia, pero no sus ideales de verdad y progreso.
Breve digresión acerca del proceso de la “muerte de Dios”
Según la cosmovisión teísta medieval, Dios es una persona trina, en unidad de propósito y
pensamiento, es creador y quien ejerce el gobierno sobre el mundo; se admiten con plenitud
su providencia y revelación. La verdad revelada es irreductible a una verdad racional,
conocida por todos los seres humanos. Por el contrario, la cosmovisión moderna es
básicamente deísta. Dios queda admitido como principio y causa del mundo. El hombre
moderno no está dispuesto a admitir que Dios se ocupa de los hombres, de su historia y
destino; de lo contrario no podría explicarse la existencia del mal. En los epígonos de la
Modernidad ya será otra la cosmovisión, y será también muy diferente la índole de las
utopías. En esta radical distinción, y como producto del vaciamiento de sentido de la idea de
Dios operado en la conciencia postmoderna, podemos encontrar parte del fundamento de la
muerte de las utopías.
El proceso de la muerte de Dios y el advenimiento de una cultura secularizada se inicia con
el antropocentrismo renacentista, pasando por el subjetivismo, el iluminismo y su
endiosamiento de la razón, el positivismo, el materialismo en sus diversas formas, humanismo
y nihilismo; ya no queda en la vida actual lugar alguno para Dios. Los momentos culminantes
de tal proceso quedan constituidos por las filosofías de Hegel (un panteísmo encubierto tras la
ambigüedad de una deificación del hombre racional: el universal concreto); Comte, quien
liquidó la vida religiosa y metafísica al interpretarlas como dos estadios primitivos de un
desarrollo que ha llegado al definitivo estadio positivo y la “religión de la Humanidad”, con
mayúsculas, por la cual se rinde culto racional al “Gran Ser”; el Marxismo, con su absoluta
materialización de la existencia y su concepción de la religión como narcótico del que es
preciso liberarse; finalmente, el nihilismo, representado por Nietzsche a partir de su negación
de la metafísica, la moral del superhombre y el radical trastocamiento de todos los valores.
Situado entre Hegel y Marx está Ludwig Feuerbach, quien apuntó sus dardos hacia el Dios
trascendente del cristianismo, señalando que la idea de Dios no es más que una proyección del
hombre. No le resultaría nada complicado a Marx, poco más adelante y a partir de los
argumentos de Feuerbach, elaborar su crítica a la religión y al Dios del cristianismo. Notemos,
por otra parte, qué simple puede resultarle a un ser humano postmoderno, y portador de las
notas esenciales de su época, retocar apenas el conjunto de la argumentación de Comte y
Feuerbach, y desembocar en la autodivinización de sí mismo y del mundo.
Los nuevos íconos de lo sagrado
La sociedad postmoderna deambula entre un agnosticismo heredero del ateísmo con que se
cerró la Modernidad y un neopanteísmo que rebrota como base de una nueva religiosidad. Es
agnóstica, decimos, porque tiene un fuerte barniz de tolerancia religiosa que se asienta en la
15
Fredric Jameson, “Los sucios tiempos posmodernos”, Clarín: Cultura y Nación (18 de julio de 1996): 2.
16
José María Mardones, El desafío de la posmodernidad al cristianismo (Santander: Sal Terrae, 1988), 17.
6
indiferencia; para el ateo de alguna manera Dios debe seguir existiendo, al menos como
enemigo. Neopanteísta, porque en ciertos aspectos hay en la conciencia postmoderna una
búsqueda de lo sagrado, que se encuentra en la sacralización de sí. Los valores de la
Postmodernidad están anclados en una absoluta inmanencia; el Dios trascendente ha llegado a
ser un objeto pintoresco abandonado en el desván. El agnosticismo de nuestra época es el
legado postmoderno del ateísmo con que concluyó la Modernidad. Nuestra indiferencia ante
Dios es la peor condena a la que podíamos someterlo; en rigor de verdad, es la forma en que
terminamos por condenarnos a nosotros mismos.
La Modernidad, analizada en el contexto de la utopía, muestra una radical oposición con la
Postmodernidad, que a partir de tal matiz representa una total ruptura con la época que la
precedió. Bajo la perspectiva del análisis de lo acontecido con la idea de Dios y su puesto en
el mundo, no pasa de ser una evidente continuidad. Tal vez la justificación de esta diferencia
radique en que la “liquidación” postmoderna de las utopías sea, simplemente, un efecto de
que el proceso de secularización ha llegado a su fin; en otras palabras, que el hombre ha
puesto toda la carga del peso escatológico de su existencia en su radical creencia de que lo
único sagrado en este mundo, y en el universo entero, es su propia conciencia. En otras
palabras, este mix de valores postmodernos, entrecruzados y yuxtapuestos, ha terminado
dejando al hombre solo en el universo; tan solo como para autoconstituirse en una nueva
iconografía de lo sagrado, tan solo como para sentirse dueño y señor de la eternidad, una
soledad que se asienta en la negación de la trascendencia divina. El hombre ha llegado a
autoerigirse en el arquitecto, no solamente de su propio destino, sino también de su salvación.
¿Quedará alguna posibilidad de retorno?
EL GRAN DESAFÍO PARA UNA UNIVERSIDAD QUE DEBE FORMAR MINISTROS

Este intento de diagnóstico que he esbozado no es nada alentador, por cierto, para la
propagación del mensaje evangélico y se convierte en el gran desafío de hoy para la misión de
la Iglesia. ¿Cómo competir con semejante ideologización de la vida y del mundo? ¿Cómo
llegar a la mente y el corazón de quien no cree ni desea creer? ¿Cómo revertir ese frenético
interés exclusivo hacia el mero presente en una búsqueda de una salvación trascendente,
puesta en el tiempo futuro? ¿Cómo explicar el gran conflicto cósmico a una mente secular y
agnóstica que apenas si cree en algo del pasado y menos aún en profecía alguna, porque la
historia ya no tiene lugar en este mundo? Es indudable que semejante situación con la que le
toca lidiar a nuestra Iglesia, en la persona de sus ministros y laicos, es por demás compleja,
inédita, harto difícil e impredecible.
La realidad a la que debe responder el flamante pastor y reciente egresado universitario no
es nada fácil y requiere que disponga, y por tanto haya sido dotado, de las mejoras y más
variadas herramientas para encarar la complejidad del ser humano que le aguarda en el mundo
exterior a su alma mater, a las puertas de su distrito. ¿Qué puede hacer la universidad para
dotarlo suficientemente, para entrenarlo, para que esté capacitado para enfrentar la realidad
que se le presentará de inmediato en sus múltiples y fragmentadas formas y variantes?
Asumido el hecho de que el mensaje evangélico es inmutable, éste deberá ser enseñado en
su sentido prístino, sin ambigüedades ni concesiones, tanto en sus aspectos teóricos (teología
sistemática) como en los prácticos (teología aplicada). La teología jamás puede dejarse a un
lado, debe dotarse a los futuros ministros de la formación más amplia y profunda en este
sentido, a fin que estén fuertemente preparados para presentar el mensaje de la segunda
venida de Cristo, la doctrina y sus fundamentos, es decir, la cosmovisión que les da sostén y
coherencia conformando un todo completo. Para ello, una parte importante de esta formación
será enseñarle al alumno a descubrir la verdad, a investigarla por sí mismo; eso sí,
brindándole las herramientas que la metodología científica posee, los caminos comprobados
7
que nos conducen hacia el conocimiento y la verdad. En esto, así como nadie aprende a nadar
leyendo ni observando gráficos de movimientos de brazos y piernas en una pizarra (o una
pantalla de Power Point), sino sólo tirándose al agua, también la investigación se aprende
investigando. Es en la universidad donde el futuro pastor, que en el mañana tendrá que
diagnosticar la realidad en que se ha de mover para intervenir prudente y eficazmente en ella,
comienza a hacer sus primeras armas en la investigación, probando diversas metodologías,
según sus metas y contenidos gnoseológicos. Para ello se necesita algo sumamente importante
y por demás relevante: que quien le enseñe semejantes formas de abordaje de la realidad
también haya incursionado en ellas. Esto parece obvio, pero no siempre ha sido así.
Siendo más concretos, la Facultad de Teología, hoy por hoy, cuenta en su plantel docente
con pastores-investigadores, que no sólo trasmiten a sus alumnos el contenido de su
conocimiento, sino que también les dan herramientas para que lo obtengan por sí mismos, les
enseñan a adquirir sentido crítico frente al mismo y, lo que es más importante, lo hacen
mediante su ejemplo, ya que además de haber realizado sus propias tesis, ejercen como
legítimos docentes universitarios la investigación a nivel profesional, habiendo ya
perfeccionado en la praxis las herramientas que hoy comparten con sus discípulos.
A continuación comentaré algunas investigaciones que en años pasados han hecho nuestros
profesores y que han servido como hitos paradigmáticos, a la vez que fuentes de nuevas
búsquedas indagatorias por parte de nuestros alumnos. El listado no pretende ser exhaustivo,
de modo alguno, sino que constituye simplemente una pequeña muestra, entre las que
conozco, de disertaciones doctorales. Trataré de clasificarlas desde el punto de vista clásico,
en investigación básica y aplicada.
Investigación básica: En el año 1987 un ex profesor y teólogo del Colegio Adventista del
Plata, hoy UAP 17 , que actualmente se desempeña como profesor del Seminario Teológico de
Andrews, publicó su tesis doctoral, defendida allí mismo pocos años antes.18 La menciono
como uno de los ejemplos que tenemos de investigación básica, no sólo por su valor
intrínseco, sino por lo que generó posteriormente, ya que hasta hace pocos meses se
desarrollaron en la UAP proyectos formales de investigación que derivaron de aquella tesis, y
de los cuales ya se publicaron recientemente algunos artículos y hay aún otros en vías de
publicación. 19 Me refiero al pastor y Dr. Fernando L. Canale, en cuyo monumental trabajo de
investigación indagó acerca de las presuposiciones subyacentes al concepto de Dios en toda la
teología y la filosofía clásica, hasta la actualidad, desenmascarando la dependencia metafísica
y epistemológica de toda la teología católica de la filosofía griega, ya vigente desde los
albores del S. VI a.C., con los primeros presocráticos, y transmitida, apenas con leves
variantes, en solución de continuidad a la teología natural formalizada sistemáticamente por
Tomás de Aquino en el S. XIII. De manera similar, aunque con leves variantes conceptuales y
de nombres, muestra el autor lo acontecido entre los siglos XVIII al XX con la teología
protestante. Sin duda, aunque no sea directamente una investigación aplicada, este encomiable
estudio constituye y lo sigue haciendo una cantera de posteriores investigaciones.
17
Sigla por la que se conoce a la Universidad Adventista del Plata, ubicada en la localidad de Libertador San Martín,
provincia de Entre Ríos, Argentina. El Colegio Adventista del Plata, fundado en 1898 por un grupo de pioneros adventistas,
dio paso a la Universidad a fines de 1990, al obtener la autorización provisoria de funcionamiento por parte del gobierno de
entonces; más adelante, en mayo de 2002, el entonces Presidente de la Nación, Eduardo Duhalde, firmó el decreto por el cual
la UAP quedó definitivamente autorizada.
18
Fernando Luis Canale, Toward a Criticism of Theological Reason: Time and Timelessness as Primordial Presupositions
(Berrien Springs, Michigan: Andrews University Press, 1987).
19
Véanse los artículos publicados por el Dr. Raúl Kerbs (citados en el Apéndice 2 de este trabajo), derivados de la siguiente
investigación financiada por la Facultad de Teología de la UAP: “El método histórico-crítico en teología: un análisis
epistemológico (Fases A y B)”, 1999-2000, desarrollada por Kerbs y dirigida por el Dr. Fernando L. Canale.
8
Investigación básico-aplicada: En 1994, en el Seminario Teológico Fuller, de California,

el pastor y ahora Dr. Daniel J. Rode realizó el quizás mayor de los aportes locales a la
investigación sobre la misiología eclesiástica. 20 En este estudio, su autor describe de qué
modo los signos vitales de Wagner, analizados primero bíblicamente y luego desde la
perspectiva de los factores adventistas de crecimiento, aparecen en seis iglesias adventistas
hispanas ubicadas en el Sur del estado de California. En la primera parte efectúa un abordaje
teológico del tema, mostrando la relación divino-humana de la obra de Dios a través de su
Revelación bíblica, ejemplificados mediante la historia de la misión. Asimismo, se muestra el
aspecto divino-humano en el contexto argentino, relacionando los signos con las
manifestaciones del Espíritu en Lucas y Hechos. Luego se analiza la relación existente entre
los signos vitales de Wagner con los ya antes detectados factores adventistas de crecimiento.
En la sección aplicada de la tesis se efectúa una descripción de los siete signos vitales y demás
factores de crecimiento adventista en tres de las iglesias adventistas hispanas californianas en
crecimiento y otras tres recién fundadas –por entonces— en la misma región del SO
estadounidense. Para hacer esto se presenta el contexto histórico y étnico de cada iglesia
estudiada y se analizan en éstas los diversos tipos de crecimiento y factores que lo promueven
y lo perjudican. Finalmente, se extraen las conclusiones teológicas implicadas en el estudio,
discriminado entre conclusiones de las iglesias que crecen y de las recién establecidas,
analizando cómo y con qué intensidad se da en todas ellas cada uno de los signos vitales. De
todo esto se deriva como corolario, sobre el final de la tesis, un “programa integral de
evangelismo y asimilación de miembros”. Hoy tenemos a nuestra disposición, impreso hace
poco menos de dos meses, un libro recientemente publicado por el pastor Rode y su esposa,
extraído de la investigación de su tesis, muy recomendable debido a la candente temática que
en él se aborda. 21
Investigación aplicada: 1997, el pastor Ricardo Zambelli defiende en el SALT, subsede
UAP, su tesis doctoral titulada “Implicaciones de la duración de los pastorados en Argentina”,
dirigido por el doctor en Misiología Daniel J. Rode. Como podemos ver, los flamantes
investigadores comienzan a formar a los que llegan detrás, constituyéndose en sus mentores.
En su trabajo, el pastor Zambelli analiza la relación entre la duración del pastorado con el
desarrollo de ciertas aspectos que comprende el ministerio, a fin de descubrir cuál sería la
duración ideal del pastorado. Para ello indagó la percepción de los miembros de iglesia,
pastores, administradores y departamentales, efectuando una triangulación metodológica
mediante un chequeo de datos registrados en asociaciones y misiones. La investigación
comienza con el abordaje del pastorado de Pablo en la comunidad cristiana de Asia y Europa,
concluyendo que el promedio de influencia directa de Pablo en sus iglesias alcanzó los ocho
años. Seguidamente se exploró la actualidad pastoral, descubriendo que existe una marcada
tendencia a favorecer los pastorados largos basado en un mejor rendimiento ministerial. La
tesis, obviamente, describe en una de sus partes el diseño de la investigación, el tipo de
estudio, el universo y la población muestral, los instrumentos utilizados, datos recolectados y
su procedimiento estadístico para extraer de los mismos la información pretendida. Luego de
su tratamiento y descripción de hallazgos, se interpretan los resultados, comparándolos con
los supuestos de la investigación, el conocimiento revelado y la revisión bibliográfica.
Finalmente se concluye que: “1º: existe una diferencia de más de dos años entre la duración
real y la duración ideal del pastorado. La duración ideal del pastorado es de cuatro a seis años,
y 2º: el pastorado largo influye favorablemente en el 93,75% de las áreas del ministerio
pastoral analizadas.
20
Daniel J. Rode, Los siete signos vitales de crecimiento de Wagner en seis iglesias adventistas hispanas del Sur de
California. Seminario Teológico Fuller, Escuela de Misión Mundial, D. Miss., 316 pp.
21
Isabel y Daniel J. Rode, Crecimiento. Claves para revolucionar su iglesia (Buenos Aires: ACES, 2003).
9
Investigación aplicada: Año 2000, el pastor y hoy Dr. Rubén René Otto, también bajo la
dirección del Dr. Rode, concluye su tesis doctoral titulada: “Una aproximación al estudio de
factores percibidos como asociados al abandono de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, por
parte de algunos de sus miembros en Argentina, Paraguay y Uruguay”. Como puede notarse –
el título ya lo está indicando— esta investigación no sólo es fundamental por su objeto en sí,
sino por el ámbito donde se hizo el estudio y por lo candente del tema en dicho ámbito.
Nuestro colega, para alcanzar su propósito expresado en el título, realizó un estudio de campo
previamente respaldado en su correspondiente revisión bibliográfica de publicaciones sobre el
tema. Así, documentó adecuadamente, según la descripción del AT, cómo el pueblo de Dios
desertó por terminar constituyéndose en una nación rebelde, cuya idolatría fue la nota
sobresaliente de su infidelidad. Luego da cuenta de cómo en el NT se alude a la obstinación
humana que conduce al alejamiento de Cristo, incluyendo la rebelión contra Dios,
contrayendo la huida de la fe, pérdida de la gracia debido a la seducción por el pecado y una
ausencia relacional y vital con Cristo y su doctrina. Seguidamente, nuestro tesista e
investigador presentó los resultados de una encuesta aplicada a pastores con más de quince
años de experiencia, preguntándoles por los factores de pérdida de miembros, encuesta que
permitió la construcción y diseño del instrumento que permitió obtener la información. Se
trata de un diseño descriptivo ex-post-facto. Los datos obtenidos de la aplicación de una
encuesta a 420 ex miembros, y otro tanto de miembros de iglesia, fue sometida a un análisis
factorial que permitiera detectar o no la asociación entre la variable dependiente “abandono de
iglesia” con otras variables independientes. En las conclusiones, el Dr. Otto afirma que
permanecen en la iglesia quienes: (1) reciben mayor grado de instrucción eclesiástica
posterior al bautismo; (2) participan más frecuentemente en actividades devocionales y
misioneras; (3) son asiduamente visitados; (4) más asisten a los cultos y reuniones de iglesia;
(5) son apoyados por una especie de tutor espiritual cuando ingresan a la iglesia; (6)
desempeñan cargos eclesiásticos; (7) provienen de hogares adventistas y, finalmente, (8)
reciben o recibieron educación en instituciones adventistas.
Investigaciones básicas en teología sistemática: I. Año 2001, como primer egresado del
doctorado en Teología de la UAP, el pastor y hoy Dr. Daniel Plenc culmina su tesis que lleva
como título: “Hacia un criterio teológico para la adoración adventista: elementos para su
evaluación litúrgica”. Allí aborda el siguiente problema: “La experimentación con estilos
alternativos de culto genera tensiones en el adventismo contemporáneo y muestra la necesidad
de pensar en un criterio teológico para evaluar las prácticas y propuestas litúrgicas. La
problemática es triple: (1) determinar el concepto de adoración, (2) analizar la interrelación
entre teología y adoración y (3) identificar los elementos teológicos básicos que sirvan de
criterio orientador para la liturgia”. Así, el autor buscó a través de su investigación “(1) las
raíces bíblicas del concepto de adoración, (2) las presuposiciones teológicas de la adoración
congregacional en importantes expresiones del cristianismo y (3) los elementos teológicos
normativos de las realidades litúrgicas a partir del estudio de la adoración en su relación con
cinco áreas de la teología sistemática”. Al cabo de la misma, concluyó proponiendo algunos
elementos evaluativos de la problemática litúrgica que conforman una estructura teológica
equilibrada con relevantes consecuencias cúlticas. En relación con la doctrina de Dios, el
teogenetismo, el teocentrismo y la orientación revelada; respecto de la antropología, la
respuesta dinámica, dependencia de la gracia e integridad de su naturaleza y entorno; en
cuanto a la soteriología, el cristocentrismo, la respuesta de fe y la sumisión a Dios; acerca de
la eclesiología, la libertad disciplinada y el objetivo evangelizador; y finalmente, en términos
de escatología, “la proyección eterna, la centralidad del conflicto espiritual y la fidelidad del
pueblo de Dios”. II. Año 2002, el último egresado de dicho plan doctoral de la UAP, el pastor
y hoy Dr. Carmelo L. Martines se ocupó de investigar “El concepto de remanente en la Iglesia
Adventista del Séptimo Día: razones subyacentes en el debate contemporáneo”. La
10
importancia de este tema está dada porque, al considerarse a sí misma la IASD como la iglesia
remanente del tiempo del fin, cualquier discusión sobre este concepto afectará necesariamente
su naturaleza, identidad y misión. En el trabajo se analiza el concepto bíblico de remanente,
luego se presenta la comprensión del mismo que tuvieron los pioneros del adventismo, en
primer lugar; se evalúan, en segundo lugar, las razones teológicas sobre el remanente
sostenidas por la posición tradicional y de desarrollo; en tercer lugar se evalúan las razones
teológicas que se desprenden del debate en las posiciones de cambio y rechazo, para,
finalmente, sistematizar todos los hallazgos obtenidos. Como resultado, el investigador
concluye que todo el debate sobre el remanente gira en torno de una razón teológica
fundamental, como lo es el uso de un paradigma hermenéutico. Este paradigma, al considerar
que la Biblia es inspirada y confiable, está basado en el método histórico-gramatical y en la
literatura profética historicista, en tanto que las posiciones de cambio y de rechazo se
fundaron sobre paradigmas distintos al anterior, debido al uso del método histórico-crítico y
de los resultados socio-históricos y políticos que terminaron por condicionar sus énfasis y
resultados.
Hasta aquí ha llegado nuestro somero repaso de algunas tesis doctorales relevantes.
Muchas otras tesinas, aunque de grado, como así también algunas tesis de maestría,
constituyen aportes valiosos a la investigación relacionada con la misión de la iglesia y su
contextualización. En un anexo (1) a este trabajo presentamos un extracto de los datos
fundamentales de las tesinas defendidas hasta el momento, desde 1997 hasta el 2003. En otro
anexo (2) consignamos un listado importante de artículos eruditos de profesores y ex
profesores de teología publicados en los últimos cinco años en revistas eruditas y libros
colectivos de la UAP y en otras, generalmente extranjeras, también acerca de asuntos
relacionados directa o indirectamente con la misión de la Iglesia y su contextualización.22
Finalmente, en el último anexo (3), transcribimos los resultados de una encuesta aplicada
recientemente (febrero de 2004) a los pastores docentes de la Facultad de Teología, profesores
de las carreras de grado, instrumento mediante el cual se pretendió evaluar la relación que
ellos ven, favorable o no, entre la investigación y la preparación del pastor para la misión. La
opinión en esto es algo que personalmente considero por demás importante, y muy superior a
la que yo mismo puedo formarme al respecto, debido a que se trata de docentes-
investigadores que no sólo están a diario con sus alumnos, futuros pastores del mañana, sino
que han experimentado la tarea pastoral a cargo de distritos en el propio campo de batalla, y
con gran éxito, siendo muy bendecidos por Dios en su tarea. En otras palabras, se trata de la
opinión del práctico que luego se eleva hacia la teoría para buscar la fundamentación de su
praxis anterior, e incluso a veces también simultánea a la tarea docente.
EPÍLOGO Y APLICACIÓN FINAL

La Iglesia Adventista mundial no ha dejado de tomar conciencia de que, siempre bajo la
irrenunciable intervención del Espíritu Santo, hoy se ha tornado más que necesaria la
investigación y el conocimiento para el desarrollo de su misión, en su doble propósito de
ganar nuevos adeptos y confirmar a quienes son sus miembros. Podemos mencionar dos
ejemplos patentes y evidentes de esta inquietud:
22
No es posible, por falta de espacio, agregar otro anexo listando las ponencias y conferencias presentadas en diversos
eventos académicos en esta área, mediante las cuales también se trabaja en pro de la misión y contextualización de la Iglesia.
Entre éstas podemos mencionar un par de ellas, presentadas en el exterior: Gerald A. Klingbeil, “Cultural Criticism and
Biblical Hermeneutics: Origins, Definition, Benefits, and Challenges”, Congreso anual de la Adventist Theological Society y
Evangelical Theological Society, Atlanta, GA, USA, 20 de noviembre, 2003 y “‘Man’s Other Best Friend’: The Interaction of
Equids and Man in Daily Life in Iron Age II Palestine as Seen in Texts, Artifacts, and Images”, Congreso anual de la Society
of Biblical Literature, sección Biblical Lands and Peoples in Archaeology and Text, Atlanta, GA, USA, 24 de noviembre,
2003.
11
En primer término, desde hace unos pocos años, básicamente desde que asumió el Pr.
Clifford Goldstein en adelante, la comisión dedicada a la planificación del estudio mundial de
la Escuela Sabática intenta dar respuesta, con el producto de la investigación de distintos
eruditos de la teología, al diagnóstico de nuestro mundo postmoderno, mediante estudios
monotemáticos o monográficos, profundos, logrados gracias al aporte de eruditos
investigadores, generalmente profesores de teología de universidades adventistas. Así,
estudiamos los libros de Hebreos, Daniel y Apocalipsis, Amós, más recientemente Jonás, Juan
e Isaías, y temáticas tan caras a nuestra historia eclesiástica como lo son el perdón, la
esperanza y el pacto. Esto señala, por parte de la Iglesia, un claro interés en que su membresía
no descuide la doctrina y se forme teológicamente.
En segundo lugar, pudo leerse en mensaje enviado por ANN 23 , del 10 de febrero de 2004,
un informe que nos llega desde Bangkok, Tailandia, sobre la importancia de la investigación
aplicada a la contextualización del Evangelio. Allí se señala que la Iglesia tiene en esa región
el enorme desafío de responder a la pregunta sobre cómo dar a conocer a Jesús a un pueblo
cuya cultura y religión no hace referencia alguna a una deidad personal. Desde hace dos años
el actual director del “Centro de Estudios Budistas de Misión Global”, de Bangkok, investiga
la cultura budista, la cual posee caracteres propios del típico panteísmo oriental, con una
cosmovisión absolutamente diferente a la nuestra, creyentes en la reencarnación y
transmigración de las almas. Investigando algunas de sus más diversas variantes ha llegado a
conocer sus peculiaridades. Actualmente investiga en profundidad la versión más
conservadora y estricta del budismo, buscando hallar elementos afines entre éste y el
cristianismo, y preparando con el conocimiento sistematizado un manual y otros materiales
que le permitan explicar el cristianismo a los budistas, sabiendo que sólo de este modo podrá
comenzar el diálogo con ellos.
Concluyendo, no hay muchas misiones para diferentes instituciones y distintos agentes,
sino una sola y misma misión para toda la Iglesia, aunque es y está diversificada en sus
métodos de abordaje y alcances. La Universidad, al igual que cualquier universidad
adventista, y quizás hasta con más imperiosidad y responsabilidad, cumple hoy y colabora
activamente con la misión de la Iglesia; al menos es lo que hemos tratado de mostrar en
estas páginas. Pero la Universidad no puede hacer sola la tarea que le compete, en este caso
formar investigadores para salir al campo de trabajo, dotados de las herramientas técnicas
necesarias para ello. Es imprescindible una tarea mancomunada, donde el feedback entre los
campos eclesiásticos, los distritos y la universidad permita que la información basada en las
necesidades circule fluidamente. Así, en una tarea asociativa a partir de las necesidades reales
de la misión y su contextualización, podrán surgir ideas y sugerencias sobre cómo llevarlas a
la práctica, de manera de asegurar su efectividad en la aplicación, siempre bajo la guía
absoluta y perenne del Maestro de maestros.
23
Liliana Henao/ANN Staff, “Buddhism a Mission Challenge, But Also a Missions Success for Adventists”, Adventist News
Network Bulletin in English, February 10, 2004, “adventistnews”, adventistnews@lists.gc.adventist.org.
12
ANEXO 1
Tesis de licenciatura en Teología y

en Teología Pastoral 24
Administración eclesiástica y mayordomía

Bazán, Ricardo Rodolfo. Causas que motivan la retención del diezmo por parte de los miembros de la iglesia
adventista del séptimo día de la Asociación Argentina Central, 2001.
Currículum y formación pastoral

Córdoba, Oscar Raúl Ramón. Estudio exploratorio de la percepción de los estudiantes de teología de la UAP
acerca del pastorado y las modificaciones que se producen en el transcurso de la carrera, 2002.
Peto, Adrián. Un estudio de los factores que influyen en la vida del hijo/a del pastor en el momento de decidir su
carrera universitaria, 2003.
Estilo de vida y salud

Paredes, Rafael Osvaldo. Los jóvenes adventistas y las normas de la iglesia: estudio de la relación existente entre
el nivel de conocimiento de las normas y el grado de aceptación y vivencia de las mismas, 2001.
León, Ángel E. Los ejercicios y las actividades físicas, ¿son necesarios en los ministros adventistas de la
Asociación Argentina Central?, 2002.
Evangelismo y crecimiento de iglesia

Camacho, César. Factores de crecimiento en bautismos de las iglesias mediante la capacitación de ancianos,
1998.
Caviglione, Darío. La edad y el sexo de los niños y jóvenes que se bautizan en el distrito eclesiástico de Gral.
Roca, Río Negro, y su relación con el abandono de la iglesia, 1998.
Moreyra, Hugo. Posibles efectos de las relaciones interpersonales sobre la asistencia a los cultos en la iglesia de
El Colmenar, San Miguel de Tucumán, 1998.
Vázquez, Daniel. La relación entre el tamaño de la iglesia y la cantidad de bautismos por miembro en la
Asociación Bonaerense, 1998.
Rizzo, Cristian Maximiliano. Elementos que inciden positiva o negativamente en la motivación misionera de los
estudiantes de la UAP, 2000.
Sierra Arocas, Iván. Plan evangelístico en internados adventistas, 2000.
Pontvik Marcus, Krister. La evangelización personal desde un enfoque cristocéntrico que responda a las
necesidades del catecúmeno, 2001.
Historia de la Iglesia
Pérez, Darío Rogelio. Un estudio de la historia de la Iglesia Adventista en la provincia de Misiones desde sus
comienzos hasta mediados del siglo XX, 2000.
Velardo, Eduardo. Braulio Pérez Marcio y la evangelización radial adventista en lengua española, 2001.
Zuliani Pivetta, Adelar Alberto. Origen, desarrollo y aporte del Instituto Adventista del Uruguay, 2001.
Rosales, Luis Iván. Crecimiento Histórico de la IASD “La Aurora”, Santa Fe, y su perfil, según los principios de
Christian Schwarz, 2003.
Sifuentes, César. Historia de la Misión Estudiantil del Plata y de misioneros que le sirvieron de inspiración,
2003.
Stoll, Nelson. Origen, desarrollo e influencia del Sanatorio Adventista del Plata, 2003.
Zárate, Raúl Fernando. Origen y desarrollo del Instituto Juan Bautista Alberdi, 2003.
24
La lista no incluye la totalidad de tesis de grado defendidas hasta el momento en la Facultad, sino sólo aquellas que por su
título han sido consideradas como investigaciones relacionadas con la misión y contextualización de la Iglesia, ya sea que se
trate de investigación básica o aplicada.
13
Misión de la iglesia
Ayala Santos, Iván. Influencia de la programación de “Radio Estudiantil F.M 106" en el municipio de Libertador
San Martín y su receptividad en los municipios de Crespo y Diamante, 1997.
Cerda, Carlos Humberto. Relación entre posmodernismo e indiferencia misional y eclesiástica en la Iglesia
Adventista Central de Mendoza, 1999.
Giqueaux, Juan Pablo. ¿Cuál es la hermenéutica bíblica que utilizan los grupos independientes originados dentro
de la Iglesia Adventista de América Latina entre las décadas de 1980 a 1990?, 2001.
Girard, Francisco José. Importancia del Servicio Social en el mensaje del 3er. Ángel a la luz de Santiago 2:14-
17, 2002.
Orientación profética
Centurión Techera, Carlos. Un análisis comparativo de las enseñanzas de José Smith y Elena G. de White con
respecto a la autoridad de la Biblia, 1998.
Graff, Roy. Supuestos antropológicos en Elena de White e implicaciones educacionales, 1999.
Brizuela, David Miguel. ¿Los adventistas del séptimo día podemos esperar más profetas?, 2000.
Gallardo, Javier Gerardo. La vida devocional de Jesús según San Lucas y Elena G. de White, 2002.
Manzur, Miguel A. Evolución del concepto del don de sanidad en Elena G. de White, 2002.
Cabrera, Rafael. Principios de fundación de iglesias en los escritos de Elena G. de White, 2003.
Teología Pastoral
Guardia, Alberto Iván. ¿Cuál es el abordaje pastoral para un enfermo terminal con sentimiento de culpa?, 2003.
Teología Sistemática
Orosco Robles, Remigio M. Las expresiones arquitectónicas como componentes “semánticos” del testimonio de
la iglesia, 1998.
Giordana, Roberto. Un análisis de la tensión entre el “ya” y el “todavía no” en la experiencia de la salvación,
1999.
Arias Riquelme, Martín Rodrigo. Concepto paulino de oración intercesora según 2 Corintios 1:11, 2000.
Cansina, Roberto Enrique. 1 Corintios 5:1-5 “A fin de que el espíritu sea salvo”: una exégesis en contexto, 2000.
Ostuni, Pablo Daniel. La comprensión adventista del concepto de verdad presente, 2000.
Barreiro, Diego Ezequiel. En busca de una teología paulina de los dones a la luz de la terminología utilizada en 1
Corintios 12:31 y 14:1, 2001.
Peralta Padín, Rafael Alberto. El pacto davídico: su origen, desarrollo y cumplimiento, 2001.
Zafra, Rafael. Contribución a la identidad de Miguel según el testimonio de las Sagradas Escrituras y otras
fuentes relevantes, 2001.
Bernis, Maximiliano. Una evaluación crítica del concepto antropológico del movimiento de la nueva era, 2002.
Quiñones, Marcelo. Hacia una teología Adventista del ayuno: elementos exegéticos para su fundamento
doctrinal, 2003.
Álvarez Rocchi, Carlos Esteban. La inminencia de la Parusía. Análisis, comparación y evaluación de 2
interpretaciones aparentemente contradictorias de declaraciones de Elena G de White sobre el tema:
Herbert Douglas y Arnold Wallenkampf, 2003.
Pérez, Marcelo Hernán. El templo de Dios en 1 Corintios 3:17: una exégesis en contexto, 2003.
Vida espiritual
Callorda, Ricardo. Estudio de la vida devocional y su posible incidencia en la apostasía juvenil, 1998.
Femopase, Gastón. La vivencia religiosa de los empleados adventistas del SAP en comparación con otros
adventistas, 1998.
Gigliotti, Rolando. Incidencia de las lecturas devocionales en la permanencia o abandono de la iglesia en el
distrito de San Justo, Provincia de Buenos Aires, 1998.
Torrez, Daniel A. Un estudio y sistematización del culto espiritual y su incidencia favorable en la prevención y
disminución de la apostasía en la IASD, 2001.
14
ANEXO 2
Artículos publicados por docentes de la Universidad Adventista

del Plata en revistas científicas especializadas, nacionales y
extranjeras, libros colectivos y actas oficiales de
congresos, durante el quinquenio 1998-2002 25
Ciencia y Religión
Caïrus, Aecio. “La relación entre fe y ciencia”, Enfoques X, 1 (1998): 4-6. (LSM, Argentina).
Leggitt, V.L., H.P. Buchheim & Biaggi, Roberto E. “The stratigraphic setting of three Presbyornis nesting sites:
Eocene Fossil Lake, Lincoln County, Wyoming”, National Park Service Paleontological Research 98,
1 (October 1998): 61-68. (California, EE.UU.).
Buchheim, Paul H., Leggitt, V. Leroy, Biaggi, Roberto E. y Loewen, M.A. “Paleoenvironments of avian
trackway sites within the ‘Olla member’”, Palm Spring Formation, Anza-Orrego Desert State Park.
Fossil Footprints 46, 2 (1999): 47-52. (California, EE.UU.).
Cremades, Antonio. “Importancia del estudio de la naturaleza en la educación cristiana”, en Actas del III
Congreso Iberoamericano de la Educación Adventista. Ñaña: Universidad Peruana Unión, 2001, 34-49.
Espinosa Cifuentes, Enrique. “Saber y creer: reflexiones acerca de la relación entre la ciencia y la fe”, Enfoques
XIII, 1-2 (2001): 33-40.
Cremades, Antonio. “El valor de la naturaleza para la iglesia”, en Klingbeil, G., Klingbeil, M. y Núñez, M. A.
eds., Pensar la Iglesia hoy. Hacia una eclesiología adventista. Libertador San Martín: Universidad
Adventista del Plata, 2002, 465-479.
Eclesiología
Cerdá, Carlos H. “Relación entre Laodicea y la sociedad posmoderna: efectos en la iglesia”, Pensar la Iglesia
hoy, 377-388.
Gullón, David. “Exposición y evaluación crítica del concepto de iglesia, Israel y de su papel escatológico en la
concepción teológica del dispensacionalismo”, Pensar la Iglesia hoy, 251-268.
Klingbeil, Chantal J. de. “Iglesia y cultura: ¿amigas o enemigas?”, Pensar la Iglesia hoy, 351-368.
Klingbeil, Gerald A. “Entre individualismo y colectivismo: hacia una perspectiva bíblica de la naturaleza de la
iglesia”, Pensar la Iglesia hoy, 3-24.
Kerbs, Raúl. “¿Cuál es el logos de la eclesiología?”, Pensar la Iglesia hoy, 177-187.
Núñez, Miguel Ángel. “Cristo, cabeza de la iglesia: ¿jefe, caudillo u otro significado?”, Pensar la Iglesia hoy,
237-250.
Pereyra, Mario. “La iglesia y el mundo en la escatología apocalíptica, desde el contexto posmoderno”, Pensar la
Iglesia hoy, 389-400.
Pereyra, Roberto. “La autoridad de la Escritura y la autoridad de la iglesia organizada: ¿absoluta / relativa?”,
Pensar la Iglesia hoy, 189-198.
Scholtus, Silvia Cristina. “Las posiciones teológicas extremas y su incidencia en la misión de la IASD”, Pensar
la Iglesia hoy, 303-318.
Treiyer, Humberto R. “La autoridad de la iglesia: el dilema de la sucesión apostólica. Aportes de E. G. de White
y Hans Küng”, Pensar la Iglesia hoy, 319-329.
Filosofía de la Educación
Smith, René. “El agotamiento de los fines de la educación en occidente. Una observación desde la perspectiva
del tiempo”, Enfoques X, 2 (1998): 18-22.
Bentancor, Milton H. “Cultura, contracultura y educación cristiana”, Enfoques XI, 1-2 (1999): 195-204.
25
Sólo se consignan aquellos artículos que de un modo u otro se relacionan con la misión de la Iglesia y su contextualización,
ya sea a nivel teórico o aplicado, ordenados temática y cronológicamente. La lista no es exhaustiva y se refiere a docentes
que trabajan actualmente en la UAP o que estuvieron en el pasado.
15
Aranda Fraga, Fernando. “¿Repetir o producir? Los desafíos que presenta la investigación a una universidad
adventista”, Logos. División de Posgrado e Investigación 10 (Abril 1999): 57-65. (Montemorelos,
México).
________. “La educación posmoderna: crisis y fin de las utopías”, Revista del Departamento de Ciencias de la
Educación VIII, 9 (Abril 2000): 141-152. (Tucumán, Argentina).
Gutiérrez, Daniel y González, Jorge. “Educación para la salud: en búsqueda de un espacio curricular”,
Perspectivas de la comunicación y el desarrollo 1, 1 (2000): 9. (Temuco, Chile).
Steger, Carlos A. “Cristianismo y Cultura: el dilema de las instituciones educativas adventistas”, en Actas del III
Congreso Iberoamericano de la Educación Adventista. Ñaña: Universidad Peruana Unión, 2001, 50-56.
Vyhmeister, Shawna. “La ubicuidad de la ambigüedad: una investigadora cristiana en busca de lo blanco y lo
negro en un mundo sumamente gris”, Enfoques XII, 1 (Otoño 2000): 49-58.
Smith, René R. “Educación y Apocalipsis en la eclesiología adventista”, Pensar la Iglesia hoy, 481-487.
Filosofía de la Religión
Kerbs, Raúl. “El silencio y la existencia discursiva de Dios en la hermenéutica del discurso religiosos de Paul
Ricoeur”, Areté. Revista de Filosofía, XII, 2 (2000): 51-62. (Lima, Perú).
________. “La raíz Kantiana de la articulación de la hermenéutica textual con los métodos de exégesis bíblica en
Paul Ricoeur”, Convivium, Segunda Serie 13 (2000): 166-198. (Barcelona, España).
________. “Las parábolas bíblicas en la hermenéutica filosófica de Paul Ricoeur”, Ideas y Valores 113 (Agosto
de 2000): 3-27. (Bogotá, Colombia).
Aranda Fraga, Fernando. “La Nueva Era: una típica religión postmoderna”, Anámnesis X, 1 (Enero-junio de
2000): 169-182. (México, D.F.).
________. “La influencia de la New Age en la educación posmoderna”, Theologika XV, 1 (2000): 34-75.
Kerbs, Raúl. “Sobre la estructura kantiana de la hermenéutica del discurso religioso de Paul Ricoeur”, Estudios
Filosóficos. Revista de Investigación y Crítica 144 (Mayo-Agosto 2001): 292-328. (Valladolid,
España).
________. “Una interpretación sobre el origen de la articulación de la desmitologización (interna y externa) y la
restauración de los mitos en Paul Ricoeur”, Logos. Revista de Filosofía 86 (Mayo-Agosto 2001): 57-84.
(México, D.F.).
________. “El problema de la referencia ontológica del discurso bíblico en la hermenéutica de Paul Ricoeur”,
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17
ANEXO 3
Encuesta sobre investigación aplicada a docentes de la Facultad de

Teología de la Universidad Adventista del Plata (Febrero 2004)
PREGUNTA 1 ¿Considera útil que los alumnos de teología estén científicamente formados antes de salir a
desarrollar la misión de la Iglesia? Fundamentar por qué.
RESPUESTAS
Docente 1: “Sí, por dos motivos. Primero porque el mundo en el cual nos desempeñamos así lo requiere y luego
porque el status de Universidad lo exige”.
Docente 2: “No sólo es útil, sino necesario. Hoy no se puede esperar menos de un pastor. El contexto secular y
eclesial en el que se moverán es mucho más exigente ahora que 20 años atrás”.
Docente 3: “Sí, la formación científica en la investigación teológica –y creo que no son contradictorias como algunos
sostienen— es esencial en la formación de un futuro pastor porque enseña un manejo cuidadoso y
adecuado de la Palabra de Dios, herramienta principal en el ejercicio profesional de un pastor. Con esto
quiero decir que la investigación teológica no debe ser un ejercicio heurístico sino que debe contribuir a la
misión de la iglesia en todas sus ramificaciones”.
Docente 4: “Sí, por la naturaleza del título que se les otorga y por la necesidad de entrenamiento en la reflexión, el
análisis crítico y el pensamiento propio dentro de su tarea futura”.
Docente 5: “Me parece que una formación profesional equilibrada es de rigor, pero creo que sería bueno definir
previamente qué se entiende por formación científica. Si por ello entendemos estar capacitados para la
investigación, dominando los instrumentos para el estudio de las Escrituras, creo que es bueno, en la
medida que esto no se transforme en un fin en sí mismo”.
Docente 6: “Sí, entiendo ‘científicamente formados’ por capacitados en un nivel de excelencia académica para
defenderse en su profesión. El trabajo mismo se ve elevado por el desempeño de quien entiende el por qué
de lo que se está haciendo, y no es simplemente un técnico que sabe hacer y punto”.
PREGUNTA 2 ¿Es útil que los alumnos de teología (futuros pastores de iglesia) hagan una tesis (tesina) antes
de graduarse? Fundamentar por qué sí o por qué no.
RESPUESTAS
Docente 1: “Sí, porque puede ayudarles en varios aspectos de su profesión: objetividad, precisión, sistematización,
expresión, etc.”.
Docente 2: “Me parece inconcebible que un estudiante de licenciatura en Teología no haga una tesis. Toda opción a
lograr el título sin tesis es un camino corto que no conduce a nada”.
Docente 3: “Veo la utilidad de hacer una tesis o tesina antes de graduarse porque realmente significa un esfuerzo
concentrado de investigación y representa un punto culminante en la formación del futuro pastor. En la
tesis se implementa y aplica el conocimiento teórico sobre investigación adquirido durante los años de
estudio y se integra con los contenidos de las materias teológicas cursadas. Un problema puede existir si el
proceso y el mecanismo administrativo de la tesis comienza demasiado tarde y aquélla se extiende mucho
más allá de los cinco años de estudio”.
Docente 4: “Creo que hacer una tesis es muy útil, aunque también creo que debe existir una salida para quienes no
están en condiciones de hacerla y de todas maneras podrían ser buenos pastores”.
Docente 5: “Me parece útil, siempre que la tesina no se limite a una única modalidad y forma. Un conjunto de trabajos
podría cumplir el mismo rol, en la medida en que deban ser defendidos y mostrarse la seriedad de los
estudios. Creo que la Facultad se está abriendo en este último sentido”.
Docente 6: “Sí, creo que es útil sugerirles terminar con una tesina. Sucede que en los ejercicios previos de las materias
de investigación no se les exige terminar ningún trabajo completo de investigación, sólo se llega hasta el
anteproyecto y un capítulo, cuando mucho. El hecho de tener que encuadernar un trabajo final, luego de
una defensa oral, y ver las letras de su título con el nombre del autor debajo, necesariamente produce un
efecto altamente motivador y de satisfacción personal por el logro alcanzado, mayor que el de un mero
“cartón” colgado de la pared. Por otra parte, el efecto de obtener por sí mismo ciertas conclusiones acerca
de algo, añade contenidos altamente calificados al investigador”.
PREGUNTA 3 ¿Percibe Ud. un mejor posicionamiento académico de la Facultad y sus docentes durante los
últimos años, o considera que estamos en retroceso? Fundamentar y, en caso afirmativo,
ejemplificar acerca de los beneficios que esto pudo haberle dado a la Facultad.
RESPUESTAS
Docente 1: “Definidamente ha sido positivo. El sólo hecho de que se hayan publicado trabajos de investigación provee
una fuente de información que antes no existía. Además desarrolla destrezas y abre nuevos horizontes en
los egresados. También permite contactos con organismos e instituciones que antes no existían. Se logra
18
prestigio y reconocimiento”.
Docente 2: “Hay un avance, que se percibe a partir de la existencia de un Instituto de Investigación Teológica de la
Facultad, su Comisión de Investigación, la Sociedad Adventista de Honor de Investigación Teológica
(formada y manejada por los alumnos), la revista Davar-Logos, el desarrollo de jornadas de
investigación”.
Docente 3: No responde.
Docente 4: “En los últimos años hay un crecimiento en investigación y extensión. Se han producido buenas
investigaciones y ponencias en eventos académicos por parte de profesores y de alumnos. Se publicaron
buenos trabajos, se inició una revista teológica y una serie monográfica. Actualmente percibo una reacción
contra lo académico y lo teórico, sobrevalorando, en desmedro de esto, el trabajo pastoral y misional. Creo
que semejante polarización no es adecuada para una unidad académica universitaria y se hace necesario
lograr un equilibrio”.
Docente 5: “Creo que en general la formación académica de los alumnos ha mejorado, pero temo que la imagen de los
mismos se ha degradado entre los dirigentes de la Iglesia Adventista. Quizás se está proyectando la imagen
de una formación académica que no capacita necesariamente para el trabajo pastoral. Esto es grave, porque
se trata de los futuros empleadores de nuestros alumnos. Creo que la Facultad debe seguir haciendo el
esfuerzo por mostrar que se interesa en brindar un perfil profesional adecuado a las necesidades de la
Iglesia, de sus alumnos. Debiéramos evitar dar la impresión de que formamos teólogos y no pastores. Pero
no estoy en contra de la idea de formar pastores que sepan hacer teología”.
Docente 6: “Debemos separar posicionamiento académico según en qué frente. Si hablamos de que los pastores
profesores de teología se conviertan en verdaderos profesores de nivel universitario, estamos muchísimo
mejor. Actualmente se trabaja el último de los ámbitos que no se tuvo en cuenta antes, la investigación y la
publicación, sumados a la enseñanza y la extensión. Beneficios: la acreditación universitaria para la
Facultad y los profesores. Mayor apoyo y mejor informado para la misión y contextualización que debe
llevar adelante la iglesia. El otro frente es el de la misma iglesia, que a veces no afirma no recibir los
beneficios que aquí sí vemos. Tenemos un problema de formación/transmisión de imagen, una asignatura
adicional que tenemos pendiente y que para lograrlo necesitaremos aplicar nuevamente investigación”.
19

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Copyright © by Aranda Fraga, Fernando “¿Qué puede aportar la investigación científica a la misión y contextualización de la iglesia?

¿Qué puede aportar la investigación científica a la

al aporte de mis colegas profesores de la Facultad, intentaré trasmitirles su opinión sobre

BREVE NOTA ACLARATORIA ACERCA DEL MÉTODO

DEFINICIONES TERMINOLÓGICAS Y PRESUPUESTOS

DIAGNÓSTICO DE LA SITUACIÓN CONTEMPORÁNEA

EL GRAN DESAFÍO PARA UNA UNIVERSIDAD QUE DEBE FORMAR MINISTROS

Investigación básico-aplicada: En 1994, en el Seminario Teológico Fuller, de California,

EPÍLOGO Y APLICACIÓN FINAL

Tesis de licenciatura en Teología y

Administración eclesiástica y mayordomía

Currículum y formación pastoral

Estilo de vida y salud

Evangelismo y crecimiento de iglesia

Artículos publicados por docentes de la Universidad Adventista

Iglesia, Sociedad y Estado

Teología del Antiguo Testamento

Teología del Nuevo Testamento

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