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INFORME SOBRE:

CONSTITUCIÓN APOSTÓLICA
EX CORDE ECCLESIAE
DEL SUMO PONTÍFICE
JUAN PABLO II
SOBRE LAS UNIVERSIDADES CATÓLICAS

DOCENTE: RAMÍREZ GARCÍA JESSICA PATRICIA


CURSO: METODOLOGÍA DEL TRABAJO INTELECTUAL
FACULTAD: DERECHO
GRUPO: B
INTEGRANTES: VALDERRAMA PUICÓN KEYLA
HUAMANCHUMO ALAMO YUNIT
INFORME SOBRE:

CONSTITUCIÓN APOSTÓLICA
EX CORDE ECCLESIAE
DEL SUMO PONTÍFICE
JUAN PABLO II
SOBRE LAS UNIVERSIDADES CATÓLICAS

Nacida del corazón de la Iglesia, la Universidad Católica se ha revelado siempre como un centro
de creatividad y de saber para el bien de la humanidad. Por su vocación la Universitas
magistrorum et schilarium se consagra a la investigación, enseñanza y formación de los
estudiantes, animados todos por el veritae, tienen el gozo de buscar la verdad, descubrirla y
comunicarla en todos los campos del conocimiento. Su tarea es la de <<unificar la búsqueda de
la verdad y la certeza de conocer ya la fuente de la verdad >>.

Juan Pablo II, mediante sus diversos viajes apostólicos, dio fe que la Universidad Católica es el
signo vivo y prometedor de la fecundidad de la inteligencia cristiana en el corazón de cada
cultura, siendo símbolo de esperanza en nuestro tiempo cambiante, convirtiéndose así en
portador de grandes promesas, bajo la acción del Espíritu de verdad y amor.

La Universidad Católica teniendo como convicción de que <<la verdad es su verdadera aliada …
y que el saber y la razón son fieles servidores de la fe >>, se consagra a la causa de la verdad,
siendo esta, su manera de servir.

Nuestra época, tiene la necesidad urgente de proclamar el sentido de la verdad y se dedica a la


búsqueda de la misma en sus relaciones esenciales, es decir, con la verdad suprema, que es
Dios, aquel que es <<camino, verdad y vida>> y el único capaz de dar sabiduría, pues el hombre
vive dignamente gracias a la cultura, y si se encuentra en su plenitud en Cristo, el Evangelio es
fecundo para esta.

Es en el contexto de la búsqueda de la verdad, que la relación entre fe y cultura encuentra


significado. <<Intellege ut credas; crede ut intellegas >>, este llama a que el esfuerzo conjunto de
la inteligencia y la fe, permita a los hombres alcanzar la medida plena de su humanidad, creada
a imagen y semejanza de Dios.

El mundo de hoy, está caracterizado por los rápidos progresos en la ciencia y de la tecnología,
los que conllevan al crecimiento económico e industrial, así como a la búsqueda del significado
para garantizar el bien de cada persona y aunque es responsabilidad de cada Universidad
buscar esto, la Universidad Católica está llamada de modo especial a valorar las conquistas de
la ciencia y la tecnología en la perspectiva de la persona humana, pues <<está en juego el
significado de la investigación científica y de la tecnología, de la convivencia social, de la
cultura, pero, más profundamente todavía, está en juego el significado del mismo hombre >>.

A. IDENTIDAD DE LA UNIVERSIDAD CATÓLICA:


1. Naturaleza y objetivos:

La Universidad Católica es una comunidad que contribuye al desarrollo cultural mediante la


investigación y al desarrollo de la dignidad humana. Esta, goza de autonomía institucional
para garantizar libertad académica, salvaguardando los derechos de la persona dentro de la
verdad y del bien común, puesto que su objetivo es el de garantizar la presencia cristiana
en el mundo universitario.
Esta debe poseer, en cuanto a católica, ciertas características, como:
1. Inspiración cristiana de cada miembro y de la Comunidad Universitaria como tal.
2. Reflexión continua de la fe católica.
3. Fidelidad al mensaje cristiano presentado por la Iglesia.
4. Esfuerzo institucional al servicio del pueblo de Dios.

Teniendo conocimiento de estas cuatro características, sabemos que, una Universidad


Católica, por compromiso institucional, aporta la inspiración y la luz del mensaje cristiano,
por tanto, los principios católicos conforman las actividades universitarias, pues, siendo
Universidad y Católica al mismo tiempo debe ser una comunidad de estudiosos, en la que
el catolicismo está presente de manera vital, debe ser el lugar donde se examina a fondo la
realidad, contribuyendo al enriquecimiento del ser humano, además de ayudar al hombre
en la búsqueda de la verdad, ofreciendo la confianza que le tiene la Iglesia a la ciencia y a la
investigación.

Una universidad católica, debe ser “unidad viva” de organismos, dedicados a la


investigación de la verdad, guiada por las aportaciones de la filosofía y la teología, en el
marco de una visión de la persona humana y del mundo iluminado por el Evangelio. Para
promover dicha integración, es vital, el diálogo entre fe y razón, lográndose así el
encuentro en la única verdad, conservando cada una su identidad y métodos, pues la
interacción de dos distintos conocimientos de la única verdad conduce a un amor mayor de
la verdad misma y a una mejor compresión de la vida humana.

En una Universidad Católica, la investigación se debe realizar priorizando la ética y la moral,


principalmente en el campo científico y tecnológico, ya que, es esencial primar lo ético
ante lo técnico, reconocer la superioridad del espíritu sobre la materia.

La teología desempeña un papel fundamental en la búsqueda de una síntesis del saber,


como en el diálogo entre fe y razón, ayudando a examinar qué descubrimientos influyen
sobre las personas y la sociedad, dándoles una perspectiva y orientación, que da pie a la
mejor comprensión del mundo de hoy, es por esto, que toda Universidad Católica debe
tener una Facultad o cátedra de teología.

2. La comunidad universitaria:

La universidad católica, forma una comunidad animada por el espíritu de Cristo. Cada
miembro promueve la unidad y contribuye en las decisiones para mantener y reforzar el
carácter católico de la institución.

Juan Pablo II, llama a los docentes a mejorar su competencia y a dar fe de la lograda
integración, entre competencia profesional y sabiduría cristiana. Asimismo, los estudiantes,
tienen el deber de poder ser el día de mañana, líderes calificados y testigos de Cristo.

El futuro de las Universidades Católicas depende, en gran parte, del empeño de los laicos
católicos, tanto así, que la Iglesia los ve con esperanza y confianza en el ejercicio de su
misión.

3. La Universidad Católica en la Iglesia:

Toda Universidad Católica mantiene vínculos con la Iglesia por su identidad institucional.
Además, de los miembros no católicos se espera el respeto al carácter de la institución,
mientras que la Universidad a su vez, respeta su libertad religiosa.
Los obispos tienen la legítima autonomía de la cultura humana y especialmente de las
ciencias, es decir, reconoce la libertad académica de cada estudioso dentro de las
exigencias de la verdad y del bien común.

También la teología, como ciencia, tiene un puesto legítimo, pues los teólogos sirven a la
Iglesia mediante la investigación llevada a cabo respetando el método teológico. Ellos
estudian también los caminos a través de los cuales la teología puede proyectar luz a la
cultura actual, la cual busca compresión total de la verdad revelada.

B. LA MISIÓN DE SERVICIO DE LA UNIVERSIDAD CATÓLICA:

La misión fundamental de la Universidad es la constante búsqueda de la verdad mediante la


investigación para el bien de la sociedad

1. Servicio a la Iglesia y a la Sociedad:

Mediante la enseñanza y la investigación, la Universidad Católica, prepara al hombre en


base a principios cristianos y motivados a vivir su vocación cristiana, siendo capaces de
asumir puestos importantes en la Iglesia.

La Universidad Católica está llamada a ser instrumento eficaz de progreso cultural para las
personas y la sociedad, por tanto, sus actividades de investigación incluyen los graves
problemas contemporáneos, prestando especial atención a las dimensiones éticas y
religiosas.

En su esfuerzo por ofrecer respuestas a problemas, que atañen a tantos aspectos de la


vida humana y de la sociedad, la Universidad Católica debe buscar la cooperación, puesto
que los recursos de cada institución son limitados, por esto, son esenciales los proyectos
comunes de investigación entre Universidades Católicas, también como instituciones
privadas y estatales, entre estas, se encuentran la Federación Internacional de las
Universidades Católicas, constituida por la Santa Sede.

2. Pastoral universitaria:

La pastoral universitaria es aquella que ofrece la ocasión de coordinar el estudio


académico y las actividades paraacadémicas con los principios religiosos y morales,
además, concretiza la misión de la Iglesia en la Universidad, es decir, se preocupa por
promover el carácter católico de la institución.

La comunidad universitaria debe encarnar la fe en sus actividades diarias, de esta manera,


ofrece oportunidades para asimilar prácticas católicas, como la celebración de los
sacramentos.

Cuantos se ocupan de la pastoral universitaria, invitan a los demás a ser conscientes de su


responsabilidad hacia aquellos que sufren y siguiendo el ejemplo de Cristo se ocuparán de
los más pobres y de los que pasan por injusticias.

La pastoral universitaria es una actividad indispensable para participar activamente de la


vida de la Iglesia y estimular el compromiso cristiano de los laicos.

3. Diálogo cultural:

La Universidad promueve la cultura mediante la investigación, ayudando a transmitirla a


generaciones futuras, por medio de la enseñanza.
Esta institución es el lugar primario y privilegiado para un fructuoso diálogo entre el
Evangelio y la cultura.

La Universidad Católica ayuda a la Iglesia a alcanzar un mejor conocimiento de las diversas


culturas y a desarrollar los medios con los cuales pueda hacer la fe más comprensible a los
hombres. Esta institución debe estar cada vez más atenta a las culturas de mundo de hoy,
así como a las diversas tradiciones culturales existentes dentro de la Iglesia, para así
promover el diálogo entre el Evangelio y la sociedad actual.

Las Universidades Católicas se esfuerzan en las aspiraciones de la cultura moderna, para


hacerla apta para el desarrollo integral de las personas y de los pueblos. Un campo que
concierne a esta, es el diálogo entre pensamiento cristiano y ciencias modernas. Esta tarea
exige personas capaces de afrontar las cuestiones epistemológicas a nivel de relaciones
entre fe y razón.

4. Evangelización:

La misión primaria de la Iglesia es anunciar el Evangelio, garantizando así la relación entre


fe y vida, pues no se trata solo de predicar el Evangelio en zonas geográficas, sino de
alcanzar mediante la fuerza del Evangelio los criterios del juicio.

Toda Universidad Católica tiene un papel importante en la misión evangelizadora de la


Iglesia, pues brinda un testimonio de orden institucional de Cristo y su mensaje. Además la
investigación que esta institución realiza se da a la luz del mensaje cristiano, pues el
diálogo con cultura favorece a una mejor compresión de la fe.

NORMAS GENERALES:

Artículo 1. La naturaleza de estas Normas Generales:

Las presentes Normas Generales están basadas en el Código de Derecho Canónico y en la


legislación complementaria de la Iglesia, permaneciendo el derecho de la Santa Sede de
intervenir cuando sea necesario. Son válidas para todas las Universidades Católicas e Institutos
Católicos de Estudios Superiores de todo el mundo. Son aplicadas mediante las Conferencias
Episcopales y las Asambleas de la Jerarquía Católica, teniendo en cuenta los Estatutos de cada
Universidad o Instituto, además del Derecho Civil, siendo también exceptuadas las
Universidades y Facultades Eclesiásticas, pues estas se rigen por la Constitución Apostólica
Sapientia Christiana.

Una universidad aprobada por la Santa Sede, por una Conferencia Episcopal o por alguna
Asamblea de la Jerarquía Católica, debe incorporar las presentes Normas Generales en los
documentos relativos a su gobierno y someterlos a aprobación de la Autoridad eclesiástica
competente.

Artículo 2. La naturaleza de una Universidad Católica:

Una Universidad Católica se dedica a la investigación, enseñanza y formas de servicios


correspondientes con su misión cultural. En cuanto a católica, realiza su investigación y todas
las demás actividades según los ideales, principios y actitudes católicos. Está vinculada a la
Iglesia por un formal vínculo constitutivo o estatutario.
Toda Universidad Católica debe manifestar su propia identidad católica declarando su misión o
con algún otro documento público apropiado. Ella debe proveerse de los medios necesarios
para garantizar la expresión y conservación de la tal identidad.

La enseñanza católica debe influir en todas las actividades de la Universidad, respetando


plenamente la libertad de conciencia de cada persona. Además una Universidad Católica posee
la autonomía necesaria para desarrollar su identidad específica y realizar su misión propia,
siempre que sea salvaguardando los derechos de las personas y dentro de las exigencias de la
verdad y del bien común.

Artículo 3. Erección de una Universidad Católica:

Puede ser aprobada por la Santa Sede, por una Conferencia Episcopal o por otra Asamblea de
la Jerarquía Católica. Con el consentimiento necesario, una Universidad Católica puede ser
eregida por un Instituto Religioso o por otra persona jurídica pública.

Artículo 4. La Comunidad Universidad:

La responsabilidad de mantener la identidad católica de la Universidad compete a la


Universidad misma, así como también a los miembros de su comunidad, por tanto, se exige la
contratación del personal adecuado.

Al momento del nombramiento, todo el personal debe ser informado sobre la identidad
católica de la institución. Además todos los profesores deben respetar la doctrina y moral
católicas en su investigación y enseñanza. Todo el personal tiene la obligación de reconocer y
respetar el carácter católico de la Universidad. La educación de los estudiantes debe integrar la
dimensión académica y profesional con la formación necesaria en moral y religión.

Artículo 5. La Universidad Católica en la Iglesia.

Toda Universidad Católica debe mantener la comunicación con la Iglesia universal con la Santa
Sede. Esta institución contribuye a la acción evangelizadora de la Iglesia. Así como, todo Obispo
tiene la responsabilidad de velar por la buena marcha de las Universidades Católicas en su
diócesis para que mantengan su carácter católico. Así también se sabe que cada Universidad
Católica debe enviar periódicamente un informe de sus actividades a la autoridad.

Artículo 6. Pastoral Universitaria:

Debe promover la atención pastoral de los miembros de la comunidad, así como el desarrollo
espiritual de los que profesen la fe católica.

Artículo 7. Colaboración:

Con el fin de afrontar los problemas de la sociedad moderna y de fortalecer la identidad


católica de las instituciones, se promueve la colaboración universitaria. Además se solicita la
participación en programas de los gobiernos y en proyectos a favor de la justicia y del
desarrollo.

CONCLUSIÓN:

La misión que la iglesia confía en las Universidades Católicas reviste un significado cultural y
religioso de vital importancia, pues concierne al futuro mismo de la humanidad, la tarea de
llevar el mensaje de cristo al hombre, a la sociedad y a las culturas. La acción salvífica de la
iglesia sobre las culturas se cumple ante todo mediante las personas las familias y los
educadores pues Jesucristo nuestro salvador ofrece su luz y su esperanza a todos aquellos que
se cultiven. Todos debemos tomar conciencia de su misión y descubrir cómo la fuerza del
Evangelio puede penetrar y regenerar las mentalidades y los valores que inspiran a las culturas.

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