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Unidad Curricular

Psicología Clínica
2016

Curso: Conceptualizaciones teóricas y técnicas


de las intervenciones clínicas.

Alianza terapéutica
Transferencia y Contratransferencia
Prof. Agda. Rosa Zytner
Docente responsable del curso:
Prof. Tit. Joaquín Rodríguez
Prof. Adj. Laura de Souza
Docentes referentes por franjas horarias:
Prof. Agda. Rosa Zytner
Prof. Adj. Julia Tabó
Alianza Terapéutica
o
Alianza de Trabajo
Orígenes...
●Ya Sigmund Freud (1913) plantea que "el primer objetivo
del tratamiento es ligar al paciente a la cura y a la persona
del médico".

● Sandor Ferenczi (1932) fue el primero en sugerir que era


esencial que los pacientes no sólo recordaran sino
revivieran el pasado problemático en la relación terapéutica).

● También el primero en considerar el rol de la personalidad y


la experiencia del analista en el proceso de tratamiento.

● Subrayó la importancia del analista como persona real y


reconoció el impacto del analista en la puesta en escena de
la transferencia-contratransferencia.

● Énfasis en la simpatía y en el rol del analista como persona


real.
Greenson R., Wexler M. (1969); Greenson, 1967, 1971.

● Greenson (1967) plantea la alianza de trabajo como un


fenómeno más racional que se daría entre ambos
componentes del vínculo facilitado por el encuadre.

● Describía la relación tereapéutica como consistente en


una configuración de transferencia y una relación real
(reconociendo que el límite es algo artificial).

● Sigue la tradición de la atención de la psicología del yo


sobre los aspectos reales de la relación terapéutica, que
desarrolla la noción del trabajo o la relación terapéutica.

● Interacción entre el analista y el paciente.

● Relación no neurótica, racional y razonable que el


paciente tiene con su analista y que le permite trabajar
intencionadamente en la situación analítica.
● Basada en el deseo conciente e inconciente de
cooperación y de aceptación de ayuda.

● Permitía modificaciones en la postura analítica tradicional


y el uso de medidas no interpretativas.

● Animaba a una mayor flexibilidad técnica.

● Permitía también la adaptación de las técnicas analíticas a


una mayor gama de pacientes.

● Greenson la conceptualiza como la capacidad del


paciente y del terapeuta para trabajar intencionadamente
juntos en el tratamiento que ellos habían aceptado.

● Aunque las reacciones de transferencia del paciente


podrían reforzar la alianza de trabajo, el núcleo esencial
de la alianza es la relación real, subrayando la
importancia de la racionalidad y la objetividad en terapia.
La alianza terapéutica supone:

● La posibilidad de verse a sí mismo como uno vería a otro.

● La capacidad de tolerar la frustración.

● La confianza básica.

● La identificación con las metas del tratamiento.

Concepto que puede ser extendido fuera del psicoanálisis.

Sandler J., Dare Ch., Holder H. (1973) El paciente y el analista. Bs. As.: Paidós.
Otras consideraciones....
● Henry y Strupp (1994) plantean que dentro del vínculo se
diluyen los límites entre lo que corresponde a la relación
real, al efecto de la transferencia y al de otros
componentes inconcientes de la alianza que pueden ser
entendidos como patrimonio de la sugestión.

● Hougaard (1994) diferencia la "relación personal" (que


incluye los sentimientos de confianza, esperanza, etc.) de
la "relación colaborativa", señalando que la primera
determinará la calidad de la alianza por encima de los
aspectos más racionales.

● Hartley (1985) divide la alianza en "relación real" (que


incluye distorsiones y también confianza y respeto
auténtico) y la "alianza de trabajo" como capacidad de
trabajar juntos en pos de un objetivo.
● Bordin (1979) organiza conceptualmente la noción de
alianza terapéutica, incluyendo tres aspectos:

a) establecimiento y desarrollo de vínculo,

b) acuerdo sobre metas u objetivos del proceso


terapéutico,

c) acuerdos sobre tareas y responsabilidades para


alcanzar esas metas.

● Estos tres niveles están hoy en día jerarquizados en los


estudios sobre alianza terapéutica e inclusive fueron
operacionalizados en escalas (Pinsoff, 1986; Bernal et
al., 1995).
Todos estos investigadores intentan siempre diferenciar en la
Alianza terapéutica:

a) elementos más racionales ("colaboración", "trabajo",


"acuerdo", "experiencia", etc., que atribuye al aspecto
realista de la relación.

b) otros elementos menos racionales ("apoyo", "vínculo


afectivo", "confianza", etc.), que se incluyen más como
fenómeno transferencial. A éste se le atribuye, a su vez,
mayor poder de producir adherencia y cambio
(comprobado en una investigación de Martínez, Araos y
Lobos (1997).
Alianza psicoterapéutica y cambio...
● La calidad de la alianza terapéutica es el predictor más
robusto del éxito del tratamiento.

● Elizabeth Zetzel (1956. 1966) defendió formalmente por


primera vez que era esencial para la efectividad de
cualquier intervención terapéutica. Planteó que la alianza
depende de la capacidad fundamental del paciente para
establecer una relación estable de confianza, basada en
sus experiencias evolutivas tempranas.

● Si bien el concepto de alianza terapéutica no es unívoco,


su valor predictivo de cambio psíquico y evolución
aparece claramente en las investigaciones, que la
identifican como factor curativo específico (Luborsky,
1988; Bergin, 1966).
● Lester Luborsky (1970) y Edward Bordin (1979) realizan
una reformulacion transteórica del concepto de alianza.
Bordin (1979) sugiere que una buena alianza es el
prerrequisito para el cambio en todas las formas de
psicoterapia, conceptualizándola como compuesta por tres
componentes independientes: tareas, objetivos y
vínculos. Esto subraya la naturaleza compleja,
dinámica y multidimensional de la alianza.

● Safran y Muran (1998) enfatizan el valor del vínculo: "De


hecho, se puede afirmar que el desarrollo y resolución de
problemas a través de la alianza no es un simple requisito
para el cambio sino más bien la esencia del proceso de
cambio".
● Binder (1998) remarca que la interiorización de la
experiencia que se da en el vínculo funciona como agente
directo de cambio, junto con otros elementos que surgen
a partir del mismo.

● Desde la perspectiva intersubjetiva y relacional, la vivencia


de una experiencia relacional constructiva con el terapeuta
se considera como un componente crítico del cambio.
De hecho, se podría decir que el proceso de desarrollo y
la resolución de problemas en la alianza no son los
prerrequisitos del cambio, sino que constituyen la esencia
misma del proceso de cambio.
● Jessica Benjamín (1990) fue pionera al manifestar que el
proceso de negociación entre dos subjetividades
diferentes se halla en el núcleo del proceso de cambio.

● Las rupturas en la alianza terapéutica constituyen el


camino real hacia la comprensión de los principios
organizativos centrales del paciente.

● Frank (1982) describe los llamados factores comunes a


toda psicoterapia que incluyen decisivamente la fuerza
del vínculo y del encuadre para promover el cambio.

● Tanto la descripción de estos factores como toda la


terminología utilizada para caracterizarlos (rapport,
"confianza básica", "efecto empático", etc.) conduce a
incluir el concepto de sugestión que Freud trabaja en
toda su obra -a veces como sinónimo de transferencia
positiva sublimada y otras como efecto del ideal.
Problemas planteados...
● Carece de sentido distinguir entre alianza y transferencia
porque todos los aspectos de la relación están
determinados por las experiencias pasadas. (Charles
Brenner,1979).

● Peligro del concepto de alianza: podría llevar a los


terapeutas a dejar sin analizar algunos aspectos de la
transferencia y promover un mayor énfasis en el cambio a
través de la sugestión en lugar de hacerlo mediante la
comprensión. (Charles Brenner,1979).

● Jacques Lacan (1973) consideraba que la idea de la


alianza entre el terapeuta y una parte racional de la psique
del paciente como algo que promueve un tipo de
conformidad con el deseo del otro.
● Charles Hanly (1992) planteaba que el concepto de
alianza podría conducir a una sobreevaluación del rol
desempeñado por los procesos concientes, racionales y a
pasar por alto la importancia de los procesos inconcientes.

● Las rupturas de la alianza constituyen un problema, pero


a su vez se convierten en un camino real hacia la
comprensión de los principios organizativos centrales del
paciente, lo que permite generar intervenciones útiles para
enfrentarlas.

● Las rupturas están constituidas o por desacuerdos sobre


las tareas y objetivos de la terapia o por problemas en la
dimensión del vínculo (si bien los desacuerdos sobre las
tareas u objetivos terapéuticos reflejan, a menudo,
tensiones en la dimensión del vínculo, y vice versa).
Desde la perspectiva relacional...
● Avances recientes han extendido el énfasis interpersonal
en la participación y subjetividad del terapeuta, influidos
por la teoría feminista, el discurso constructivista social y
la noción de intersubjetividad ( Aron, 1996).

● El pensamiento relacional se opone a la demarcación


rígida entre sujeto y objeto, entre observador y observado,
con énfasis en la razòn y la racionalidad.

● Lo real o irreal, la verdad o la no-verdad es sustituida por


el reconocimiento de la existencia de verdades múltiples
que se construyen socialmente.
● El énfasis psicoanalítico clásico en la neutralidad y
abstinencia ha dado paso a uno en la "interacción, puesta
en escena, espontaneidad, mutualidad y autenticidad"
(Mitchell, 1997).

● El concepto de alianza se ha extendido a otras tradiciones


terapéuticas, en las que ha adquirido un estatus central
(perspectiva cognitivo-conductual, teóricos experienciales,
terapia de pareja, de grupo, terapia estratégica, etc.

● La alianza terapéutica es la "variable integrativa


quintaesencial" (Wolfe y Goldfried, 1988).

● Con el creciente predominio del pensamiento relacional, el


psicoanálisis se aleja de la postura idealizada de
abstinencia y relacional del terapeuta, ofreciendo una
gama más amplia para la flexibilidad técnica.
Transferencia
Sigmund Freud

Pilar del tratamiento psicoanalítico.
● Fenómeno constante y regular en la terapia

● Relación entre médico-paciente. Falso enlace.


● Coerción asociativa, fracaso del método. Resistencia
Externa.

● Desplazamiento del afecto de una representación a otra.


Paciente: no recuerdo / deseo en relación al terapeuta en
tiempo presente.

● La transferencia y el proceso de elaboración onírica:


similitudes y conexiones.
Freud, S. (1985). Estudios sobre la histeria. En S, Freud. Obras Completas. (Vol. 2, pp. 1-151)
( 1893-95).
Freud, S. (1984c). Sobre la psicología de los procesos oníricos. En S, Freud. Obras Completas.
(Vol.5, pp. 504-598). (1900).
●Teoría más amplia y comprensiva de la transferencia, donde
define la transferencia.

“…Son reediciones, recreaciones de las mociones y


fantasías que a medida que el análisis avanza no pueden
menos que despertarse y hacerse concientes, pero lo
característico... es la sustitución de una persona anterior por
la persona del médico... toda una serie de vivencias psíquicas
anteriores no es revivida como algo pasado, sino como
vínculo actual con la persona del médico. (Freud, 1905, p.
101).

Freud, S. (1983). Fragmento de análisis de un caso de histeria. En S, Freud. Obras


Completas. (Vol.7, pp. 1-98).(1905).
● Transferencia y resistencia.

● Señala cercanía al conflicto inconciente.

● Terminación prematura / falla en la interpretación de la


transferencia.

● Herramienta fundamental para la cura y obstáculo.


● Existe fuera y dentro del tratamiento.

● En el tratamiento se la hace conciente.


● Origen y función de la transferencia: fenómeno erótico
(influencia del descubrimiento del Complejo de Edipo).

● Modelos, estereotipos o clisés. Surgen de la disposición


innata y las experiencias de los primeros años, que se
repiten en el curso de la vida.

● Libido insatisfecha (conciente e inconciente) se dirigirá


hacia al analista u otra persona. Continua actitud de
búsqueda.

● Neurosis de transferencia reemplaza a la neurosis


corriente.

Freud, S. (1986f). Sobre la dinámica de la transferencia. En S, Freud. Obras Completas. (Vol. 12,
pp. 95-105).(1912).
.


Tratamiento psicoanalítico: libido-proceso regresivo
(imagos infantiles)-acceso a la conciencia-análisis de la
resistencia.

● Transferencia positiva y transferencia negativa.

● Fenómeno repetitivo.

● Estrategia del paciente para resistirse (no recordar).


Transformar el recuerdo en algo actual, presente.

Freud, S. (1986e). Recordar, repetir y reelaborar (Nuevos consejos sobre la técnica del
psicoanálisis, II). En S, Freud. Obras Completas. (Vol. 12, pp. 145-157). (1914).
● Transferencia: gobernada por la repetición (principio
explicativo y genético) y la pulsión de muerte.

● Impulso-repetición de situaciones del pasado más allá del


principio de placer.

● Resistencia a la transferencia- movilizada por el principio


de placer.

● Luego de 1920 no hay más modificaciones a su teoría de la


transferencia.

Freud, S. (1984b). Mas allá del principio de placer. En S, Freud. Obras Completas. (Vol. 18, pp. 1-
62). (1920)
Principales características de la transferencia


Relación de objeto peculiar de origen infantil, inconciente
(proceso primario), entremezcla pasado y presente.

• Corresponde a la fantasía, a la realidad psíquica.

• Deseos, sentimientos e impulsos que aparecen en la


situación actual deben explicarse en referencia al pasado.

• Se actualiza lo esencial del conflicto infantil.


Laplanche J., Pontalis J. (1971).

"Designa en psicoanálisis el proceso en virtud del cual los deseos


inconscientes se actualizan sobre ciertos objetos, dentro de un
determinado tipo de relación establecida con ellos y, de un modo
especial, dentro de la relación analítica. Se trata de una repetición
de prototipos infantiles, vivida con un marcado sentimiento de
actualidad. Casi siempre lo que los psicoanalistas denominan
transferencia, sin otro calificativo, es la transferencia en la cura. La
transferencia se reconoce clásicamente como el terreno en el que
se desrrolla la problemática de una cura psicoanalítica,
caracterizándose ésta por la instauración, modalidades,
interpretación y resolución de la transferencia".

Laplanche, P y Pontalis, B.J. (1971). Diccionario de Psicoanálisis. Barcelona: Labor, S.A.


Otros aportes....
● Elemento inherente al hombre en relación con otros.

● En la cura: neurosis de transferencia, neurosis artificial o


nueva edición de la neurosis clínica.

● Neurosis de transferencia, Transferencia psicótica


(regresión a la dependencia)

● En la consulta o intervención psicológica: Se trabaja en


transferencia. Es un instrumento de diagnóstico.
Estrada, M. (2004). Diagnóstico por Transferencia. Disertación doctoral no publicada,
Universidad Nacional de Córdoba. Córdoba.)

Estrada M., Rampulla M. (2012) Psicoterapia Psicoanalítica: Efectos de la transferencia y


de la contratransferencia en el Diagnóstico Psicológico a los fines de la Psicoterapia En:
Anuario de Investigaciones de la Facultad de Psicología, 1-1, 407-418 Recuperado:
www.revistas.unc.edu.ar/index.php/aifp
Contratransferencia
Sigmund Freud (1910):
● “Respuesta emocional del analista a los estímulos que
provienen del paciente, como el resultado de la influencia
del analizado sobre los sentimientos inconscientes del
médico”.

● La introduce como concepto técnico, por primera vez en


1910, y la menciona expresamente sólo tres veces en su
obra, aunque hay indicios de que la sigue pensando. No
elaboró una teoría de la contratransferencia.
La define en función del analizado y la conceptualiza como
obstáculo: es un riesgo; algo a “dominar”, “reducir”,
“eliminar”.
● Si bien la plantea como un obstáculo que debe ser
removido, dice que la experiencia prueba claramente que
nadie puede ir más allá de sus puntos ciegos, por lo cual,
se halla inclinado a exigir al analista, como norma general,
el conocimiento de su contratransferencia y su vencimiento
como un requisito indispensable para ser analista.

● Advierte que cada analista llega sólo hasta donde le


permiten sus propios complejos y resistencias interiores y,
por lo tanto enfatiza la importancia del análisis propio
(primero, en 1910, del autoanálisis y luego, en 1912, del
análisis didáctico), y que éste se profundice de manera
ininterrumpida a medida que trabaje con los pacientes.
● Jerarquiza la función del analista como espejo: “El médico
no debe ser transparente para el analizado, sino como la
luna de un espejo mostrar sólo lo que le es mostrado”.

Introduce la metáfora del teléfono, donde “...(el analista)
debe volver hacia el inconsciente emisor del enfermo su
propio inconsciente como órgano receptor, acomodarse al
analizado como el auricular del teléfono se acomoda al
micrófono. “...lo inconsciente del médico se habilita para
reestablecer, desde los retoños a él comunicados de lo
inconsciente, este inconsciente mismo que ha determinado
las ocurrencias del enfermo...” “ha de” (...) “servirse así de
su inconsciente como instrumento del análisis...”.
Paula Heimann (1950).
● Abarca todos los sentimientos que “experimenta” el analista hacia
su paciente. Su tesis es que la respuesta emocional del analista hacia
su paciente, dentro de la situación analítica, representa uno de los
instrumentos más importantes para su trabajo. Es un instrumento de
investigación acerca del inconsciente de su paciente.

● Intenta erradicar la idea de un analista “sin sentimientos”, inhumano, y


mostrar el significado operacional de la contratransferencia.

● Hace hincapié en que la situación analítica es una relación entre dos


personas, que la diferencia de otros no por la presencia de
sentimientos en uno y la ausencia en el otro, sino por la intensidad de
sentimientos que experimenta el analista y el uso que hace de ellos,
siendo factores interdependientes. Lo crucial es el aspecto
cuantitativo.

La respuesta emocional inmediata del analista hacia su paciente
es una indicación significativa de los procesos inconscientes del
paciente, y le llevan a una mayor comprensión.

● La exigencia freudiana de que el analista “reconozca y


controle” su contratransferencia no lleva a la conclusión de que
esta es un factor molesto y que el analista debe volverse
insensible y distante, sino que debe usar su respuesta
emocional como clave de acceso al inconsciente del paciente.

● La contratransferencia incluye las reacciones del analista hacia:

- las transferencias del paciente,


- el material que trae el paciente,
- las reacciones del paciente hacia el analista como
persona.

● La sensibilidad del analista debe ser extensiva, más que


intensiva, móvil y con capacidad de diferenciación.
● La contratransferencia del analista no es sólo parte esencial de
la relación analítica, sino también creación del paciente; es
parte de la personalidad del paciente.

● Señala la resistencia a la contratransferencia, indicio de la


existencia de los residuos neuróticos del analista, que aparece
siempre que éste sienta la tendencia de alejarse de la situación
analítica hacia una relación interpersonal normal.

● Advierte del peligro de que su enfoque no represente una


pantalla para los deficiencias del analista, ya que no debe
imputarle a su paciente lo que a él le pertenece. Importancia
del auto-análisis y autoformación continuos para mejorar la
“percepción”.

● Plantea que no está de acuerdo con comunicar al paciente


aspectos de la contratransferencia, ya que considera tal
honestidad parecida a una confesión, que es una carga para el
paciente, y se apartaría del análisis.

El uso de la contratransferencia no es incompatible con la actitud
de neutralidad y abstinencia para el desempeño de la función
analítica.

● En el Congreso XVI Congreso Internacional Psicoanalítico (Zurich,


1949) plantea: "La contratransferencia del analista es un
instrumento de investigación para el inconsciente del paciente"
"Este entendimiento en el nivel más profundo, viene a la superficie
en forma de sentimientos, los cuales el analista nota en las
respuestas de sus pacientes, en su contrnalista nota en las
respuestas de sus pacientes, en su contratransferencia".

●Pretente erradicar la idea del analista “sin sentimientos" (1950).


La contratransferencia abarca todos los sentimientos que el analista
experimenta hacia el paciente.
● La contratransferencia es para trabajarla y aumenta las
exigencias del analista.

● Propone criticar al “ideal de analista distante”: un analista sin


sentimientos, “objetivo” que resulta producto de una “deformación”
de la interpretación de la propuesta realizada por Freud en
Recomendaciones para médicos que ejercen el psicoanálisis"
“El cirujano, que pone a un lado todos sus propios sentimientos,
incluso su compasión humana, y concentra sus esfuerzos
mentales en el único objetivo en realizar la operación lo más
hábilmente posible" (Freud 1912)
Heinrich Racker (1948).

La contratransferencia abarca los impulsos y sentimientos
hacia el analizado; es, en buena parte, una respuesta
emocional a la transferencia del paciente y puede, como
tal, indicar al analista qué es lo que sucede en el analizado
en su relación con el analista. No es solamente
obstáculo, sino instrumento de la cura, y tiene también la
cualidad de dar un destino distinto a la antigua relación de
objeto que tiende a repetirse.

● La contratransferencia ya no se ve sólo como un peligro


sino también como un instrumento sensible, que puede ser
muy útil para el desarrollo del proceso psicoanalítico.
● Conceptualiza la dinámica de la
contratransferencia, diciendo que opera en tres
formas:

- como obstáculo, con el peligro de escotomas o


puntos ciegos,

- como instrumento, para detectar qué es lo que está


pasando en el paciente,

- como campo en el que el analizado puede realmente


adquirir una experiencia viva y distinta de la que tuvo
originariamente (mejor dicho, de la que cree haber
tenido).

Según estos tres factores, el analista es no sólo el


intérprete sino también el objeto de la transferencia.
Donald Winnicott (1960).

"… se describe como las características neuróticas del


analista que malogran la actitud profesional y perturban el
curso del proceso analítico, tal como es determinado por el
paciente".

Laplanche y Pontalis (1974).

"Conjunto de las reacciones inconscientes del analista frent


a la persona del analizado y, especialmente, frente a la
transferencia de éste".
Tomás Bedó ( 1992).
● Plantea que existe una ambigüedad terminológica que acaso le
corresponda una ambigüedad conceptual, ya que el prefijo
“contra” puede ser entendido en dos sentidos: como “opuesto
a”, como en contrahecho, o “enfrente a”, como contrapunto.
Obstáculo e instrumento del trabajo analítico.

● La contratransferencia está en un cono de sombra, es la oveja


negra de la teoría de la técnica. Cuanto más se profundiza
sobre ella, menos se la quiere. Destrona al terapeuta de su sitial
de privilegio, horizontaliza la relación terapéutica, y el peso de la
psicopatología ya no recae enteramente sobre el paciente.

● Señala que la contratransferencia positiva sublimada,


respuesta a la transferencia positiva sublimada, será el
instrumento útil y valioso.
Bedó, T. (1992). La contratransferencia. Revista de la Asociación Uruguaya de
Psicoterapia Psicoanalítica, 3(4). 375-379.

Se refiere a las perturbaciones de la contratransferencia. Menciona
la contraidentificación proyectiva, donde el terapeuta puede
reaccionar frente a las identificaciones proyectivas del paciente como
si real y concretamente hubiera adquirido y asimilado aspectos que se
le proyectaron, como si dejara de ser él para transformarse en lo que
el paciente quiso que se convirtiera.

● Otras contratransferencias resistenciales aparecen como diversas


estrategias del analista, algunas educativas, otras conductoras o de
raigambre ético-moral, pero siempre emparentadas con el
ocultamiento represivo. O como transgresiones analíticas, o mejor
dicho para-analíticas: actuaciones, complicidades defensivas o
existenciales frente a situaciones diversas. Por ej., una sugerencia
ética puede filtrarse sigilosamente en el campo, vehiculizada bajo
formas no verbales: miradas, tono de voz, mímica o gestos.

● Todas las variantes de la contratransferencia obstáculo o negativa


citadas podrían englobarse bajo el rótulo de contratransferencia
narcisista en un sentido general del término.
● En el momento en que dos zonas de resistencia terapeuta-paciente
entran en resonancia mutua, se producen complicidades, ya sea
masoquistas o sádicas, simbióticas o narcisistas, que pueden
sostenerse indefinidamente, y hasta extenderse a la vida del analista,
a circunstancias fuera del encuadre analítico. Narcisismo del analista
y compensaciones.

● Confundiendo deseo del analista con deseo personal del analista, a


veces la contratransferencia se instrumenta abusivamente y desde
ahí se le entiende como material del paciente, con el agravante de la
frecuente proyección que el paciente hace en el analista.

● La contratransferencia debe ser discriminada de la transferencia del


analista hacia su paciente, especialmente en algunos aspectos
poco reconocidos. A veces se desarrollan neurosis de transferencia,
que pueden o no ser resueltas analíticamente. La transferencia del
analista hace a su paciente. Estos aspectos poco reconocidos son,
por ej., la contratransferencia, pero esta vez del paciente,
particularmente en su deseo de ubicarse como objeto de deseo del
analista.
Algunas consideraciones....

El prefijo “contra” puede entenderse con dos significados
distintos, acepciones que operan continuamente y a veces
contradictoriamente en las definiciones. Parecerían apuntar a
dos procesos psíquicos distintos, si no a dos teorías acerca de
la contratransferencia:

- opuesto, lo que se opone, por ej., dicho y contradicho;


ataque y contraataque.
- paralelo, se emplea como lo que hace balance en
busca de equilibrio; por ej., punto y contrapunto.

En el primer sentido, contratransferencia significa que así como


el analizado tiene su transferencia, el analista tiene también la
suya; de esta forma la contratransferencia se define por la
dirección, de aquí para allá. La otra acepción establece un
balance, un contrapunto, que surge del comprender que la
reacción de uno no es independiente de lo que viene del otro.

Aquí comienza una gran controversia para definir la
contratransferencia y delimitarla de la transferencia.

● La mayoría de los analistas piensa, como Freud, que los


sentimientos y las pulsiones de la contratransferencia
surgen en el inconsciente del analista como resultado de la
transferencia del paciente. Para Lacan está planteado
como lo contrario.

● Para resolver el dilema hay que fijar una arbitraria dirección


del proceso, pero deja de ser arbitrario, cuando se funda
por entero en las constantes del encuadre. El encuadre, y
dentro de él la reserva analítica justifican que llamemos por
definición transferencia a lo que proviene del paciente y
contratransferencia a la respuesta del analista y no al
revés. Esta decisión define el campo, el área del trabajo
analítico.
● El encuadre opera como una referencia contextual que
permite que se de este juego de transferencia y
contratransferencia; es la estructura sintáctica donde los
significados de ambo s conceptos van a adquirir su
significación. Ordena una relación distinta y particular, no
convencional y asimétrica, entre el analista y el paciente.

● Llamar a un fenómeno transferencia y al otro


contratransferencia denota que el proceso analítico se inicia con
la transferencia, como el contrapunto musical, donde hay
primero un canto al que responde el contracanto. El término
contratransferencia implica, pues, que el punto de partida es la
transferencia del paciente.

● A la transferencia, desencadenada pero no creada por la


situación de la cura, responderá el analista con su
contratransferencia, ambas motores y obstáculos del
proceso analítico.

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