Explora Libros electrónicos
Categorías
Explora Audiolibros
Categorías
Explora Revistas
Categorías
Explora Documentos
Categorías
Por otra parte, consultar por un hijo implica generalmente una herida narcisista. Aquel en el
que se depositaron los sueños y se centraron las expectativas ¿tiene dificultades? Y, además,
los padres ¿no son suficientes para resolver sus problemas? La primera entrevista en la
consulta con un niño es generalmente con los padres. Los padres también son consultantes y
habrá que escucharlos psicoanalíticamente. Una cuestión clave es, desde el comienzo,
ubicarse como psicoanalista. Renunciar a un lugar de juez y de maestro, de aquel que
conoce los secretos del “niño perfecto” y de la crianza ideal.
Cada suceso cobra sentido en tanto recuerdo ligado a otros recuerdos. La historia que armen
los padres será fundamental. También hay que tener en cuenta que el padre y la madre
suelen relatar historias distintas, acompañadas de diferentes matices afectivos. En estos
primeros encuentros va apareciendo el funcionamiento psíquico de cada uno de los padres,
las fantasías respecto del hijo así como las esperanzas, proyectos y expectativas. Una
cuestión importante es ver cómo se presentan los padres, si pueden o no percibir el
sufrimiento del hijo, si llegan angustiados o enojados, si el acento esta puesto en lo que el
niño siente o en el efecto que su accionar provoca en los otros.
El escuchar a los padres como consultantes implica ubicarlos como otros con los que iremos
descubriendo deseos, identificaciones, repeticiones… esto es diferente a pensarlos como
informantes objetivos de los avatares del niño.
Los padres son el primer espejo, dándole la imagen de lo que ese niño es para ellos, de lo
que querrían que fuese. El niño se constituye por esos otros, armando como puede, cuando
puede, una historia propia. En el vínculo padres-hijos se ponen en juego los ideales del ideal
del yo, los proyectos inconclusos. Se espera que el niño cumpla lo que los padres no
pudieron hacer. En otros se espera que el hijo cubra el agujero dejado por la propia
insatisfacción.
● “Él no tiene problemas. La culpa la tiene la maestra que no tiene paciencia”. “La
dificultad es de los otros chicos. Mi hijo es diferente pero es el mejor”.
Llegan a consulta en plena desmentida, atribuyendo las dificultades a terceros. Los padres
no tienen conciencia de las dificultades del niño y se las atribuyen a un mundo que lo ataca.
El riesgo en estas consultas es que el analista sea ubicado en ese mismo lugar, el de aquel
que señala las dificultades, muestra lo que no se quiere ver y sanciona.
Otro modo en el que aparece esta problemática es “Él es igual que yo y yo no tengo
problemas. A mí me fue bien”, también se trata de un funcionamiento narcisista, en el que
aceptar las dificultades del niño puede ser insoportable. La desmentida es una defensa
frente al registro de lo intolerable.
● “Es un sol, pero no puede dejar de hacerse pis de noche, y sufre mucho por eso”. O:
“Es inteligente y simpático, pero queda paralizado por algunos miedos que no
podemos entender”.
Hay un registro del niño como sujeto sufriente, contradictorio, con conflictos y posibilidades.
En los padres aparece angustia, pero también esperanza.
En cada uno de estos casos, el trabajo psicoanalítico con los padres será diferente. El modo
en que encaremos las primeras entrevistas va a determinar en gran medida el curso de las
posteriores.
ENTREVISTAS “ABIERTAS”: Son los consultantes los que van marcando los hilos de la historia
por los que podemos ir viendo la trama que se fue armando.
En cuanto al diagnóstico, hacerlo es algo muy diferente a colgar rótulos. Ningún sujeto
puede ser pensado solamente desde una descripción de síntomas, sino que lo que le ocurre
es efecto de la complejidad de todo el funcionamiento psíquico, cuestión imposible de
abarcar en una denominación.
Así como es fundamental escuchar a los padres, también lo es escuchar al niño. Muchas
veces los niños se sorprenden frente a un adulto que los tiene en cuenta, dándoles la
palabra, otorgando valor a lo que dicen y hacen. Escuchar, posibilitar el juego, dibujo o
modelado, permiten dejar traslucir aquello que insiste. Es fundamental diferenciar lo que se
repite, en qué tipo de estructuración se da esa repetición, cuáles son las defensas y el tipo
de pensamiento que prevalecen, y si hay o no juego. Quizás una de las cuestiones
fundamentales no se trata de develar una historia, sino de posibilitar que se arme una.
LAS PRIMERAS ENTREVISTAS CON EL NIÑO: Deberemos pensar cuáles son los mecanismos
predominantes, qué posibilidades representacionales tiene un niño, cómo se expresa y
cómo recibe nuestras interpretaciones. La posibilidad de ligar se da desde momentos muy
tempranos de la vida, pero también, muy tempranamente se puede “agujerear” la trama
representacional o inscribirse vacíos, en la medida en que predomine el rechazo a toda
inscripción.
Cuando el niño llega es necesario decirle quién somos, cómo nos llamamos, que vamos a
intentar ayudarlo, que sus padres han hablado con nosotros y nos han contado lo que les
preocupa, pero también es importante que él/ella nos cuente en qué le gustaría que
nosotros los ayudemos, si hay algo que le molesta o hace sufrir y quisiera que cambie. Es
importante este punto, porque permite diferenciar la demanda del niño de la de sus pa res,
e implica darle la palabra al niño, ubicarlo a él como protagonista de su historia y su análisis.
Les aclaramos que vamos a “trabajar” juntos, para enmarcar una situación en la que no se
viene a jugar, sino que el juego es un modo de relatar y elaborar.
Es habitual que los niños expresen cosas muy diferentes a las que nos habían contado sus
padres, que sus angustias, temores y motivos de sufrimiento sean otros y que algo de ellos
nos pueden decir a su modo. Me parece fundamental que también los niños organicen las
primeras entrevistas. El niño expresa lo que le molesta y habla de sus sufrimientos en tanto
hay otro que esté dispuesto a oír.
Los enunciados de los niños están determinados por la complejidad de su historia, las
inscripciones que dejaron las vivencias y los vínculos, así como de la relación con aquél a
quien van dirigidos. Tanto pensarlo como sujeto en estructuración como suponerlo
construyendo modos de apropiación de la realidad y de metabolización de sus propias
pulsiones, marca el territorio de los primeros acercamientos a un niño.
EL LUGAR DEL ANALISTA: El psicoanalista cuando trabaja con niños pone en juego: 1) su
capacidad lúdica (como despliegue de un espacio transicional), 2) su capacidad para
ofrecerse al otro como objeto maleable (flexible y seguro simultáneamente), 3) su conexión
empática, 4) su capacidad de contención y sostén, 5) su posibilidad de permitir la fusión y la
diferenciación, 6) su disponibilidad creativa.
Ser neutral no quiere decir que el analista no se comprometa con la cura. Ser prescindente
es no poner en juego los propios ideales y prejuicios. No educamos ni adaptamos a un niño a
lo que los otros esperan. Pero sí estamos interesados en que nuestro trabajo opere
modificaciones en las repeticiones que llevan a un sufrimiento reiterado.
Nos encontramos con dos tipos de problemas, 1) ¿Quién determina que el análisis ha
terminado, cuando son varios los protagonistas? ¿Qué considera cada uno como meta del
análisis?; y 2) ¿Cómo pensar la cura en psicoanálisis con niños? De lo que se trata es de ir
deconstruyendo y construyendo modos de funcionamiento en los que predomina el
sufrimiento, por otros más creativos y placenteros. Curar no es hacer que el otro responda al
modelo propio, tampoco al de los padres, ni al de los maestros, ni implica obturar o tapar
conflictos. Implica que cada uno arme su propio camino. Por consiguiente, curar será
construir, estructurar, instaurar diferencias, transformar en recuerdo, “ligar” lo innombrable.
Concluimos que se dará por finalizado un análisis cuando el niño haya realizado los cambios
necesarios, no sólo a nivel sintomático, sino en su funcionamiento psíquico.
Según Silvia Bleichmar, el proceso diagnóstico implica una exploración del aparato psíquico
en constitución, en un corte que dé cuenta de su funcionamiento y que posibilite la lectura
de indicios (síntomas o trastornos). Un sujeto en estructuración está definido por las
condiciones particulares que la estructura del Edipo otorga para la instauración de su
singularidad. Plantea un aparato psíquico clivado, definido por la represión originaria y por el
enfrentamiento y colaboración de los sistemas psíquicos.
Es posible indicar un análisis cuando opera un conflicto intrasubjetivo, por el hecho de que
un sistema sufre a costa de la conservación del goce en otro. El primer indicador de las
posibilidades de analizabilidad es el sufrimiento psíquico por la emergencia de angustia o
subrogados sintomales que de ella derivan.
Utiliza las entrevistas con padres o binomio, además de entrevistas con el niño. Plantea que
es posible elegir estrategias terapéuticas avaladas por una perspectiva psicoanalítica,
fundadas en el diagnóstico y pronóstico y dado que el aparato tiende a soldar aquello que
no puede reestructurar, el analista debe preverse a los posibles movimientos
reestructurantes entre las pulsiones y las modalidades defensivas.
Si la teoría de la represión es la piedra angular sobre la que reposa la teoría de las neurosis,
lo es a partir de marcar su correlación con el concepto de inconsciente y de lo escindido del
sujeto en el conflicto.
Freud propone en el caso del pequeño Hans un modelo de análisis de la neurosis. Primero,
definición del síntoma. Luego búsqueda de la satisfacción prohibida. Por último, motivo de la
prohibición. En este caso el conflicto posee un carácter intrapsíquico, aun cuando puede
tener consecuencias en el mundo exterior y recibir influencias de este. El síntoma sería un
signo y un sustituto de una no-lograda satisfacción pulsional, resultado del proceso de la
represión. Si todo síntoma se manifiesta como un signo, no todo signo es un síntoma.
Manifestaciones conductuales de los niños no puede ser entendidas en sí mismas como
síntomas en el sentido psicoanalítico.
Sustitutivo remite al carácter simbólico del síntoma, en tanto representación indirecta y
figurada de una idea, un conflicto, un deseo inconsciente. Y si es simbólico, sustitutivo,
marca la aparición deformada de un deseo estamos frente al desplazamiento como
mecanismo de funcionamiento del inconsciente.
Nos ubicaremos de entrada en una concepción del sujeto psíquico cuya tópica se presenta,
desde el comienzo, intersubjetiva. En el marco se dará un proceso de constitución del
aparato psíquico que en el momento de abordar el diagnóstico debe tenerse en cuenta a fin
de precisar un corte, en qué momento de esta constitución se encuentra.
El hecho de que el sujeto psíquico que se ofrece al conocimiento psicoanalítico sea un sujeto
en conflicto, marcado por la escisión, no implica que esto sea con las mismas características
a lo largo de su procesamiento. Melanie Klein se da cuenta de ello, de ahí que inaugure una
indagación en relación con las defensas precoces, anteriores a la represión originaria. Desde
la perspectiva que proponemos estos movimientos pulsionales, estas defensas precoces,
sufren una reestructuración no solo cuantitativa, sino integrativa, en el momento en que el
aparato logra su constitución definitiva.
Hay entonces dos grandes problemáticas: por un lado la diferencia entre inconsciente
originario e inconsciente desde los orígenes; y por otra parte, el papel del otro en la
constitución del sujeto y el problema de la constitución de la tópica psíquica en el marco de
una tópica intersubjetiva.
Mannoni marcó, en nuestra formación, una revolución al brindar una nueva herramienta
técnica: la entrevista binomio o madre-hijo, que permitió poner en correlación el deseo
materno con la patología infantil. Un punto nodal es la posición del niño en relación con el
deseo materno. ¿De qué se trata en realidad? “De una insatisfacción de la madre como hija”.
¿Por qué una insatisfacción de la madre como hija puede producir una fobia, una
sintomatología obsesiva, un cuadro de agresividad, etc.? Y aún más, ¿cuál es la madre que
no está insatisfecha como hija?
¿Cuál es la especificidad del conflicto que pone en marcha al síntoma? ¿Por dónde debemos
explorar para encontrar el rumbo que nos permita entender el motivo de consulta? La
matriz teórica de la cual parte Mannoni es que si “el inconsciente es el discurso del Otro”,
cuando la madre habla encontramos en su propio discurso la explicación de la significación
sintomática.
Si el aparato implica dos sistemas, dos modos de funcionamiento y dos contenidos, y esta
signado por relaciones de conflicto; y si el preconsciente no se funda a partir del
inconsciente, sino que cada sistema está en correlación con el otro, no hay análisis del
inconsciente, no hay formación de síntomas en sentido psicoanalítico, antes de la
constitución de este aparato.
Tomaremos el planteo de Lacan acerca de los tres tiempos del Edipo. Estos marcan los
grandes movimientos por los cuales debe pasar el sujeto psíquico en estructuración a partir
de la tarea fundamental a afrontar en los primeros años de vida: el desprendimiento de la
madre y la constitución de una estructura singular que le permita ubicarse en el mundo en
tanto sujeto. La identificación primaria y secundaria, y la represión originaria son parámetros
de esta constitución.
Las psicosis infantiles son como movimientos fallidos, no logrados, en la constitución del
sujeto. Pero a la vez, si pensamos en que el sujeto está en el momento de su constitución, la
intervención terapéutica aun puede modificar el curso de los acontecimientos y ser
productora de salud.
Separación de la madre, castración del segundo tiempo del Edipo, son movimientos
definitorios en la organización de las identificaciones secundarias, de la elección de objeto y
de la instauración del superyó como forma definitoria de constitución del aparato psíquico.
Hasta que el síntoma se desencadena, un largo recorrido ha de ser transitado por el sujeto:
constitución de los fantasmas originarios, instauración de la represión, constitución del
lenguaje, aparición de los procesos de condensación y desplazamiento en las formaciones
del inconsciente. Lo que me interesa señalar, en relación con esta formulación, es la
precisión de un tiempo, primer nivel de simbolización, que solo encontrará destino definitivo
cuando mediante la fijación de la pulsión a través de la represión, ésta quede prendida en
ciertas redes que limiten su oscilación indefinida.
Para encarar la situación diagnóstica desde esta perspectiva tomamos tres elementos que
serán los parámetros de definición del nudo patógeno: 1) El modelo del aparato psíquico y
su constitución; 2) La ubicación del paciente en la tópica intersubjetiva; y 3) Las
determinaciones de la historia.
Mediante los dibujos o el juego espontáneo los niños elaboran muchas situaciones
dificultosas, incluso traumáticas, y el lugar del analista es alentar sus producciones sin
abrumarlos con interpretaciones.
La llegada del niño a análisis traído por los padres plantea una cuestión de orden práctico.
Melanie Klein fundamentaba que la hostilidad y la desconfianza son signos de transferencia.
Aunque una vez iniciado, el análisis se desarrolle bajo la transferencia positiva, es necesario
para generarla, analizar el rechazo, la desconfianza, la resistencia inicial, como signos de
transferencia negativa. Por consiguiente deben ser interpretados para tener acceso al
inconsciente del niño.
Anna Freud en el período de entrevistas preliminares no sólo alude al goce del síntoma, o a
sus beneficios secundarios, sino también a su beneficio primario en la economía psíquica, es
decir a la solución de compromiso entre las fuerzas de la represión y lo reprimido.
Para Melanie Klein la desconfianza u hostilidad contra el analista, es signo de que el niño
está bajo el influjo de un superyó severo, un objeto interno que lo está dominando y
castigando. Para Anna Freud, en cambio, no es natural que el niño confíe, por qué habría de
confiar si no tiene idea de qué es la enfermedad, si está gozando con su síntoma, si la pasa
bien. Decía que es necesario demostrarle al niño que sufre, que hay un padecimiento, una
inhibición y un excesivo desgaste para poder mantener él su lucha interna contra sus
demonios.
ASOCIACIÓN LIBRE: Para Anna el pacto analítico no sólo consiste en la libre decisión de
analizarse, sino en que ciertas cosas que en la vida cotidiana no son interpretables, el
analizante acepta que se le interpreten. A partir del momento en que decide analizarse,
haga lo que haga y diga lo que diga, es responsable de sus palabras, de sus gestos, incluso de
sus sueños. En la asociación libre, Anna parece estar apuntando al tema de la
responsabilidad. Hay una aceptación libre de una regla de juego que es, justamente, la regla
fundamental del análisis “todo lo que digas, puede ser interpretable”.
SUPERYÓ: Para Anna Freud el superyó es una instancia con la que se puede negociar, es
accesible a la razón analítica. En el adulto, cuando el superyó es excesivamente severo, el
análisis tiene que apuntar a su desintegración histórica, llegar a las raíces de las
identificaciones con la persona amada/odiada, en relación a la cual se instauró. En el niño el
superyó no es independiente del mundo exterior, depende, fluctúa, cambia, de acuerdo a la
relación con la persona amada. Es un superyó de baja influencia. Para Anna Freud el superyó
severo en la infancia es una consecuencia de la neurosis del niño, no una causa.
Para Melanie Klein el superyó no es una consecuencia, es una causa, el superyó es el que
causa el padecimiento neurótico y no tiene nada que ver con los padres reales. La diferencia
entre causa y consecuencia es fundamental. Si un niño enferma a causa de su superyó,
ningún cambio de actitud de los padres podría incidir en sus síntomas, ya que estos no
serían permeables a la influencia “exterior”.
Para Anna la transferencia, por esclarecedora que sea, hay que eliminarla cuanto antes. La
solución que encontró Anna para convencer al niño de las virtudes del análisis fue
representarse ante él como una figura poderosa, más fuerte, más inteligente, más sabia, y
por supuesto más benévola que los padres. El analista debe representar el lugar del gran
Otro desde el inicio y a lo largo de toda la cura.
CAPÍTULO III - EL JUEGO. EXPOSICIÓN TEÓRICA: El juego debe ser estudiado como
complementario del concepto de sublimación del instinto. Cuando un niño juega, si la
excitación física o el compromiso instintivo resultan evidentes, el juego se detiene.
Para dominar lo que está afuera es preciso hacer cosas, no sólo pensar o desear, y hacer
cosas lleva tiempo. Jugar es hacer. Para asignar un lugar al juego Winnicott postula la
existencia de un espacio potencial entre el bebé y la madre. El juego es universal y
corresponde a la salud, facilita el crecimiento, conduce a las relaciones de grupo, es una
forma de comunicación. Secuencia de relaciones vinculadas con el proceso de desarrollo y
dónde comienza el juego:
Primero, es la madre quien juega con el bebé, pero cuida de encajar en sus actividades de
juego. Tarde o temprano introduce su propio modo de jugar. Así queda allanado el camino
para el jugar juntos.
La zona de juego no es una realidad psíquica interna, se encuentra fuera del individuo pero
no es el mundo exterior. En ella el niño reúne objetos o fenómenos de la realidad y los usa al
servicio de una muestra derivada de la realidad interna. Hay un desarrollo que va de los
fenómenos transicionales al juego.
CASO DICK (MELANIE KLEIN): La angustia, la ansiedad, los síntomas, las inhibiciones de los
niños, son una consecuencia del sadismo y no de la libido reprimida. El sadismo es el ataque,
por todos los medios que la organización pregenital brinda, al coito de sus padres. El
sadismo oral, anal y uretral serán los medios con los que en su fantasía va a atacar a los
padres en coito.
La pulsión de saber, el deseo de saber, la curiosidad sexual, la escena primaria, el interior del
cuerpo materno, son equivalencias entre el interior del cuerpo materno y el mundo exterior.
EL TREN DICK: Dick no puede jugar porque la lucha del yo contra el sadismo ha fracasado, y
lo llevó a la detención de la construcción de fantasías y a su desconexión de la realidad. Solo
le quedó recurrir a una defensa extrema: bloquear toda elaboración simbólica de su sadismo
y, correlativamente, detener el desarrollo de su capacidad simbólica.
Klein, en relación a Dick, formula una primera interpretación aproximando dos trenes de
distinto tamaño y llamando “Dick” al pequeño tren y “papá” al grande. Para su sorpresa el
niño inesperadamente agarra el tren “Dick” y lo arrastra hasta una ventana balbuceando la
palabra estación. Klein no pierde tiempo e interpreta: “la estación es mamita”, “Dick está
entrando en mamita”. A continuación Dick se esconde en un pequeño pasillo y pronuncia la
palabra “oscuro” y Klein interpreta “Dick entra en mamita oscura”. La secuencia se repite y
en pocas sesiones aparecen los primeros signos de angustia. Se han sentado las bases para
el mecanismo de la formación de auténticos símbolos cuyo impedimento era una gran
angustia latente, pero sin signos visibles. Dick empieza a jugar y a incluir a Melanie Klein en
sus juegos. Basándose en el principio de que un monto excesivo y precoz de sadismo, como
producto de una genitalidad precoz, había sido la causa de su repliegue “autista”, Klein
irrumpe en la realidad del pequeño Dick y pone en marcha la vida de fantasía, la relación
con la realidad, y el desarrollo del yo.
EL ANÁLISIS COMO BIEN UNIVERSAL: Klein no tenía dudas, cuando algo va mal dice que es
porque está incompleto, no se había terminado. Si el análisis llega a su fin tiene que estar
todo bien. El rechazo, el malestar, la resistencia, todo lo que aparece como una reacción
bastante común de cualquier niño que de repente se ve frente a un analista que le dice
“jugá”, ella lo va a ubicar como un signo de transferencia negativa. No existe la posibilidad de
pensar que una reacción negativa no sea transferencial, no proviene por lo tanto de la
relación con los padres reales sino con los objetos internos.
Por otra parte, piensa al igual que Freud, que la transferencia positiva es el motor del
análisis, pero considera que para obtenerla hay que interpretar rápidamente, lo antes
posible, la transferencia negativa. Esta es la manera kleiniana de llegar al inconsciente del
niño. El comprobar que con su sadismo no destruyen al analista, tranquiliza enormemente a
los niños. Saber que tiene una capacidad reparadora, que el adulto no es destruido por sus
ataques, va a estar dentro de la concepción kleiniana.
El niño tiene que saber, tarde o temprano, que esos ataques están dirigidos contra sus
padres reales, porque ésta es la única posibilidad de modificar su relación con ellos, dado
que la relación con los padres reales termina por quedar afectada por los ataques sádicos
dirigidos a sus objetos internos. El análisis llega a su fin cuando el niño se da cuenta de que
sus padres reales -vía la transferencia que elabora con el analista- no quedaron ni quedarán
dañados por los ataques sádicos. Hay una interioridad del objeto, no sin que ésta se refleje
en una exterioridad. Así, no deja de estar en el pensamiento de Melanie Klein la realidad
como realidad externa, no exclusivamente intrapsíquica.
COMPLICACIONES DEL SADISMO: Una de las famosas fórmulas de Klein dice que el pecho
idealizado es el corolario del pecho persecutorio, o sea su revés perfecto. Se tratará
entonces de lograr un espacio donde pueda construirse el objeto bueno, a través de la
elaboración del sadismo, de la disminución de la paranoia y de la disociación extrema entre
el objeto idealizado y el objeto persecutorio. Una estabilización alrededor de un objeto
bueno, reparador y protector que le permitirá al sujeto tener fe en sus posibilidades de
reparación. El pensamiento kleiniano se vuelve muy religioso, cercano al pecado original, a la
lucha entre el bien y el mal, a la fe, a la reparación y a todos los componentes de una
concepción cristiana.
Pulsión de muerte y sadismo extremo, vienen con la persona, son irreductibles los
componentes constitucionales de cada individuo. Serán los pacientes niños los que tendrán
que explicarle a Klein que no es a su mamá de verdad a quienes quieren matar, que a su
mamá la quieren. De esta forma, son los niños los que le van dando forma a lo que sería el
objeto bueno como límite, son los niños los que le enseñarán a Klein que ni su papá ni su
mamá “de verdad” están afectados por su sadismo.
PRÁCTICO No 3
¿Qué diferencia existe entre el niño que construye su casa y el adulto que nos habla de
casas? Esta pregunta se refiere a la forma de transmisión del material psicológico y no a los
contenidos. Tanto el niño como el adulto están transmitiendo algo y uno puede inferir que la
información transmitida va a depender, en una buena medida, de las características
específicas del medio de expresión adoptado.
El material infantil permite inferir con mayor claridad la naturaleza espacial de las fantasías
inconscientes, mientras que el adulto nos informa de un modo más inmediato acerca de las
relaciones temporales. El niño puede presentar en una forma dramática y convincente
ciertos procesos inconscientes. La comunicación no-verbal está relacionada con la pluralidad
de medios para expresar un mismo contenido. Así, el niño puede construir, dibujar, pintar,
modelar, recordar; y el dibujo puede ser hecho con tinta, tiza o lápiz.
En el análisis con adultos, por lo general, sólo se interpreta la patología del gesto, ya sea
cuando este deja de ser usado como un lenguaje auxiliar y pasa a imponerse bajo la forma
de manierismos, etc. o cuando el lenguaje auxiliar mímico no trasmite los mismos
contenidos emocionales que el verbal. El niño es más poliglota que el adulto. La palabra que
aquí se impone es polimorfo: la diversidad de medios a que él puede apelar corresponde al
carácter multifacético de sus impulsos.
Los cambios de medios son útiles al analista por dos motivos: 1) El material expresivo y sus
cambios dan pautas contratransferenciales que permiten determinar el sentido; 2) El cambio
de medio coincide con un trueque similar entre situaciones paranoides y depresivas.
La comunicación del niño no es lineal. Por lo general, en un mismo espacio temporal, nos
está transmitiendo distintos mensajes a través de distintos medios. La atención flotante no
es útil con niños. El analista de niños adopta inconscientemente otro tipo de estado de
ánimo y de disposición perceptiva que se denomina atención lúdica. Es un estado más activo
por parte del analista. Este tiene más presente las diferentes áreas desde donde emana el
material y está continuamente yendo de un campo al otro. Puede describirse como una
disposición a jugar. Esto no quiere decir que el analista este jugando, sino que se acerca al
material como si lo estuviera haciendo.
La interpretación lúdica comienza con una toma de contacto, directa y sensorial del material
empleado por el niño, por parte del terapeuta. Puede decirse que consta de dos tiempos:
primero el terapeuta remeda el juego del niño; y segundo, trasmite su impresión
verbalmente.
El material no-verbal es básicamente similar al verbal, aduciendo que ambos trasportan los
mismos contenidos psicológicos, la misma fantasía básica. El niño sueña en su juego. El niño
impone al analista su aquí y ahora a-histórico.
Toda situación terapéutica requiere una técnica adecuada que se amolde de los medios de
expresión empleados. Salirse de esos medios equivale a salirse del marco de transferencia. El
niño, al expresar, elaborar y luego resolver su conflicto en nuestra presencia, completa un
clico, cierra una Gestalt, provocando en nosotros la sensación de una acto plenamente
consumado.
Tres tipos de interpretación, la lúdica, la dialéctica y la sociodramática, que serían las que
funcionalmente regarían con el niño, el adulto y el grupo.
Que la palabra, en sí “el hablar”, para evitar confusiones adquiere significados emocionales
específicos y concretos, más allá de su importe semántico habitual. Por debajo del nivel
consciente, la actividad verbal tiene el valor de actos concretos, orales, anales, fálicos y
genitales, que el analizado realiza sobre el analista, o sobre sus propias palabras, palabras
que, en este nivel, tiene valor de objetos concretos. El lenguaje funciona como un tercer
objeto que, simultáneamente, media y separa la relación bipersonal. El discurso, en cierto
modo, es tratado como un juguete. Cuanto más indiferentes y estéril sea el símbolo mayor
su poder semántico.
CAPÍTULO I - FUNDAMENTOS PSICOLÓGICOS DEL ANÁLISIS DEL NIÑO: Los hallazgos del
psicoanálisis han conducido a la creación de una nueva psicología del niño. Los niños, aún en
los primeros años, no sólo experimentan impulsos sexuales y ansiedad, sino que sufren
también grandes desilusiones.
En niños de corta edad, la relación con la realidad es débil, aparentemente no hay ningún
atractivo que los lleve a soportar las pruebas de un análisis, ya que no se sienten enfermos y
todavía no pueden ofrecer en grado suficiente asociaciones verbales que son el instrumento
fundamental en el tratamiento de adultos.
El niño expresa sus fantasías, deseos y experiencias de un modo simbólico por medio de
juegos y juguetes. Al hacerlo, utiliza los mismos medios de expresión arcaicos, filogenéticos,
de los sueños. Si deseamos comprender el juego del niño en relación con su conducta
durante la hora de análisis, debemos no sólo desentrañar el significado de cada símbolo
separadamente, por claros que sean, sino tener en cuenta todos los mecanismos y formas
de representación, sin perder de vista la relación de cada factor con la situación total.
El análisis de niños puede llegar a ser tan profundo y extensivo como el del adulto, y aún
más, porque el niño puede recobrar y mostrarnos de un modo directo ciertas experiencias y
fijaciones que el adulto puede sólo producir como reconstrucciones.
Cuando la ansiedad del pequeño ha sido resuelta por interpretación, el niño experimenta un
gran alivio que le ayudará a continuar con el trabajo. Hasta entonces le faltaba el incentivo
para analizarse, mientras que ahora comprende el uso y el valor de este procedimiento y
adquiere la conciencia de enfermedad. A medida que el trabajo analítico prosigue, la
relación con la realidad gana plenitud y fuerza.
Los niños neuróticos no pueden tolerar bien la realidad debido a su incapacidad de aceptar
frustraciones. Buscan protegerse negando la realidad. Lo más importante y decisivo para su
futura adaptabilidad a la realidad es la mayor o menor facilidad con que toleran estas
frustraciones surgidas de la relación edípica. Uno de los resultados de los análisis tempranos
es capacitar al niño para adaptarse a la realidad. Si esto se logra, disminuirán las dificultades
educativas, porque será capaza de tolerar las frustraciones impuestas.
Tanto para el niño como para el adulto, los principios fundamentales para el análisis son los
mismos: interpretación acertada, constante resolución de resistencias, referencia de la
transferencia a las situaciones, ya sea esta positiva o negativa. Todo esto crea y mantiene
una correcta situación analítica. Una condición necesaria para llegar a estos resultados es
abstenerse de toda influencia educacional.
Viendo que los niños toman y asimilan los nuevos conocimientos de una manera
inconsciente, este cambio al principio, será más bien un cambio de sentimientos. El
conocimiento gradual es un gran alivio para el niño y mejora las relaciones con sus padres,
de modo que se hace adaptable socialmente y más fácil para educar. Habiendo moderado
las exigencias del superyó, su yo es menos oprimido y más fuerte.
La técnica del análisis temprano es el sostén de los métodos analíticos adoptados para todas
las edades. El yo del niño mayor está más completamente desarrollado, de modo que la
técnica tiene que sufrir ciertas modificaciones cuando sea aplicada a niños en período de
latencia o pubertad.
Los niños y jóvenes sufren una ansiedad más aguda que el adulto y debemos ganar acceso a
su ansiedad y sentimiento de culpa inconsciente y establecer la situación analítica tan
rápidamente como sea posible. En los niños pequeños esta ansiedad generalmente
encuentra escape en las crisis de ansiedad, en el período de latencia se manifiesta más a
menudo bajo la forma de desconfianza y reserva, mientras que en la edad intensamente
emotiva de la pubertad conduce a una aguda liberación de ansiedad que se expresa bajo la
forma de una resistencia obstinada y violenta.
El modo de resolver algo de esta ansiedad rápidamente en los niños de todas las edades, es
el tratar inmediata y sistemáticamente la transferencia negativa. Con el objeto de ganar
acceso a las fantasías y al inconsciente del niño, debemos dirigir nuestra atención a aquellos
métodos de representación simbólica indirecta que presenta en cada edad. Una vez que la
imaginación del niño se ha hecho más libre como consecuencia de su ansiedad disminuida,
no solo hemos ganado acceso a su inconsciente, sino que también hemos puesto en
movimiento los medios de que dispone para la representación de sus fantasías.
La naturaleza primitiva de la mente del niño hizo necesario encontrar una técnica analítica
más adaptada, y la encontramos en el juego. Mediante su análisis tenemos acceso a las
fijaciones y experiencias más profundamente reprimidas, y estamos en condiciones de
ejercer una influencia sobre su desarrollo. La diferencia entre nuestros métodos de análisis y
el análisis de un adulto es puramente técnica y no de principios. El análisis del juego permite
el análisis de la situación de transferencia y de resistencia, la supresión de la amnesia infantil
y de los efectos de la represión así como el descubrimiento de la escena primaria, llegando a
los mismos resultados que en el análisis de los adultos.
Para que una acción tenga carácter de juego debe estar ligada al placer. El niño obtiene el
placer a través de una producción creativa, el jugar es algo serio. El predominio es de placer
autoerótico. Se puede diferenciar el jugar de las actividades autoeróticas y de las
auto-calmantes. En las primeras la satisfacción se encuentra en el propio cuerpo. En las
segundas predomina el intento de bajar el nivel de tensión y no están regidas por el placer
sino por el principio de constancia, ya que se busca un equilibrio. El jugar implica, por el
contrario, una búsqueda de placer pero mediatizado.
Freud define el juego como alucinación motora. En Más allá del principio de placer, tomando
el juego del carretel, plantea que al escenificar la partida de la madre el niño repite una
impresión desagradable. La repetición de lo displacentero, para tornarlo placentero,
repetición de lo placentero como intento de reencuentro, e irrupción de desarrollos de
afecto y actividad motriz desordenada cuando no es posible dominar el trauma, el juego
supone la realización deformada del deseo.
Se conjugan en el jugar la pulsión de dominio y el principio de placer. No solo hay placer, sino
también la posibilidad de apropiación y dominio de lo que en la realidad no puede ser
dominado.
TIPOS DE JUEGO: Determinados por el grado de estructuración psíquica, existen tres tipos de
juego:
Dominique ha repetido tres veces el noveno curso. Su ocupación favorita es dibujar y hace
también modelados estereotipados. Tiene la apariencia de su edad, es alargado, sin ser
falco, moreno, tiene pelo corto y muy espeso. No se para derecho, tiene una sonrisa
estereotipada y una voz “dulzona”, muy aguda. Se encuentra completamente desorientado
en tiempo y espacio. Es incapaz de vivir solo, es muy distraído. Si bien habla, no responde a
las preguntas. Ha llegado a leer pero en cuanto al cálculo, no comprende absolutamente
nada y está obsesionado por ello. No tiene amigos. Es el segundo de tres hermanos. El
primogénito es Paul, dos años y medio mayor que él y la tercera es una niña, Sylvie, dos años
y tres cuartos más joven.
La madre declara que Dominique tiene una excelente salud física. Tolera cualquier alimento
y soporta todas las intemperies. Las notas de la escuela dicen que el niño era sano psíquica y
caracterológicamente hasta el nacimiento de su hermanita, y que entonces tuvo reacciones
muy fuertes de celos. Dominique al volver de su estancia con los abuelos al nacer su
hermanita, encontró ocupado su lugar en su propia cuna, donde había dormido hasta su
partida. Tuvo una fuerte reacción de angustia al ver mamar a su hermanita. Volvió a
ensuciarse. La enuresis no había cesado, pero además hubo encopresis nocturna y durante
el día. Es esto lo que determinó que lo devolvieran de la escuela infantil. A su vuelta,
ensuciaba todo, era insoportable, agresivo. Así el niño se quedó en el hogar familiar.
El verano siguiente en la casa de sus abuelos, fue abominable: crisis continúas de oposición,
cólera y rabia. Periodo de mutismo y de insomnio. Las cosas mejoraron al volver al domicilio
de los padres. A los seis años llegó el momento de meterlo obligatoriamente en la escuela
primaria. Allí se muestra extremadamente inestable y sin contacto con los otros, volviendo a
ensuciarse en los pantalones. Es a causa de esta inadaptación por lo que la maestra lo envió
a consulta.
Pasó a la escuela primaria los dos primeros años, de 6 a 8 años, sin llegar a aprender a leer y
sin tener muchos contactos. En casa era muy “afectuoso” con su hermanita y la admiraba.
Seguía siendo enurético y no se ocupaba de nada. Soñador y pasivo, rehusaba los contactos,
sin molestar a nadie. Después de seis meses de psicoterapia que no aportó mejora alguna, la
psicoanalista había decidido cesar el tratamiento: que las cosas cambiarían poco a poco, que
se le asegurara que lo querían tanto como a su hermanita.
Su carácter no ha cambiado desde los 8 años. Sigue siendo un niño fácil, salvo por el hecho
de que hay que hacerlo todo por él, que es distraído y no cuida de sí en modo alguno. No
tiene memoria y sigue siendo enurético. Juega solo contándose historias que no se oyen,
pero que parecen divertirle mucho. Le gusta provocar miedo, se disfraza de fantasma con
sábanas. Duerme bien.
Su madre dice también que tiene “fobias”, miedos, pánicos. Por ejemplo, a las bicicletas y
también a los caballos. Cuando es presa del pánico, se aferra a su madre y no se atreve a
moverse. La madre dice también que tiene tics, gestos siempre iguales, sin sentido, o manías
y comportamientos extravagantes. Ciertas cosas no deben cambiar de lugar, por ejemplo, le
horroriza que pasen por el agua sus calcetines y su ropa interior. Tiene un miedo pánico a
bañarse, pero no a lavarse las manos y la cara.
Todo el mundo dice lo mismo a la madre: no se comprende este caso. Se preveía que “se
arreglaría” hacia los 11 o 12 años, solo la enuresis cedió durante el verano entre los 12 y 13.
Jamás se ha masturbado, su madre nunca le vio hacerlo. El chico no tiene sentido del pudor
y ella está muy satisfecha de esto.
Dominique, según ella, está fijado a su padre. Esta es la primera vez que su madre lo nombra
y no dice mas nada sobre el asunto. Rehúye los contactos físicos con ella y con todo el
mundo.
La madre se encuentra muy culpabilizada por su propia madre, le turba haber cumplido mal
con su papel. Además ha sido también culpabilizada por no haber advertido los celos
dolorosos de su hijo. La madre duda de un nuevo tratamiento, también teme que su marido
no acepte, porque no cree mucho en la “medicina”. Ya se ha hecho la idea de que su hijo sea
un retrasado. La razón por la cual ella vino al centro psicopedagógico, no fue la de someterlo
a un tratamiento sino para encontrar una solución escolar para el año que viene “¿Qué
hacer?”, ya que el hermano mayor es quien acompaña a Dominique al colegio ya no lo podrá
llevar porque ya abandona la escuela. La señora Bel espera de Dolto una indicación sobre la
ubicación escolar en un internado especializado.
Se le pide información más detallada a la madre sobre ella misma y su marido. La madre es
hija única de un matrimonio que vivió en África. Tuvo una existencia extremadamente triste.
Dice que el único periodo que fue feliz lo pasó en el Congo, cuando estuvo de interna con
unas religiosas. A los 18 años se aburría de tal manera que quería morirse y se puso a
engordar. Era muy desdichada, no sabía vestirse ni peinarse y era de una gran timidez.
Ella piensa que ha tenido suerte al encontrar a su marido y que ambos eran “gemelos de
miseria juvenil”. Dio a luz a Paul Marie, que no ha planteado ningún problema, y luego a
Dominique que fue un niño muy deseado, aunque más bien esperaban una niña. La madre
confiesa que lo encontró muy feo, porque era velludo y moreno, como su padre. Lo alimentó
al pecho durante un año, caminó al año, tuvo muy pronto sus dientes, habló normalmente,
aunque quizá un poco pronto.
Dice que Dominique “volvió a ensuciarse” cuando nació su hermanita, a los dos años y
medio, lo que quiere decir que ya era limpio antes. La madre habla de un periodo transitorio
de “suciedad”. Reflexionando, puntualiza que fue cuando comenzó a estar encinta de la
pequeña. Añade que Dominique volvió a ser limpio cuando lo puso en la escuela y lo siguió
siendo mientras estuvo en casa de la abuela paterna. Pero desde que Dominique volvió a
casa, encontrando a su hermanita, exigió que le pusieran pañales, quería mamar como su
hermanita, cosa que su madre satisfizo. Pero esto no arregló nada, además perdió casi la
palabra.
Acerca de su marido la señora Bel dice que se dedica a la “exportación industrial” desde el
nacimiento de Dominique. Ella se encuentra sola desde que su marido tiene esta ocupación,
“es el padre y la madre a la vez”. No les falta nada, aun cuando el padre no esté presente. El
marido quiere a los niños cuando son bebés, pero dice que no le gustan mucho los niños,
son más bien molestos. La madre, durante las usencias del padre, cuenta que se encuentra
muy ocupada, tiene a los tres niños y lo hace todo ella misma, Sylvie la necesita mucho, y
además está la casa. Los tres niños admiran mucho a su padre, les gusta tomar parte en sus
actividades del barco durante las vacaciones, salvo Dominique que le tiene miedo al agua.
Dolto le pregunta sobre sus padres y su carácter. No dice nada de su madre, sí de su padre,
que era extremadamente severo con ella cuando era joven. Su padre y su madre han
acogido a su marido, el padre de Dominique, mejor que a un hijo, que siempre lamentaron
no haber tenido. Sus padres no hubieran querido tener una niña.
Cuenta que su suegro es un oficial superior retirado con el que no hay que discutir, y que no
se entiende bien con su marido. Su marido, Georges, es el primogénito y tiene actualmente
42 años. En su familia hubo varios dramas, el hermano siguiente a su marido murió
accidentalmente cuando tenía año y medio. El bebé se trago una pieza del tren con el que
jugaba su marido, que tenía 5 años. Su marido le ha dicho que se acuerda muy bien de todo
ello, y que esa cuna vacía le había sacudido terriblemente.
Después de este hermano muerto por accidente tuvo una hermana, siete años más joven, a
la que llaman Monette casi el mismo sobrenombre que tiene la señora Bel. Se casó y tiene
cinco niños. Un niño que nació con el “mal azul” murió a los 6 meses, cuando Dominique
estaba allá, y como su madre tiene por principio decir siempre la verdad a sus hijos, quiso
que Dominique viera a su primito muerto, le explico cómo lo enterrarían y la transformación
de los cuerpos en la tierra, cuando tenía 8 años. El señor Bel tuvo también un hermano doce
años más joven que él, pero desapareció en la montaña cuando tenía 17 años, el mismo año
del nacimiento de Dominique. Se le buscó durante tres años, sus padres albergaban
esperanzas.
De Paul cuenta que “no le gustan las muchachas, no puede comprender que los muchachos
filtren con las chicas y le resulta impensable que un hombre y una mujer puedan acostarse
juntos”. Es demasiado mojigato, pero muy maduro para su edad, y piensa que esto se debe a
que están mucho tiempo juntos. Emplea muy a menudo la palabra “nosotros”, ella y su hijo
mayor forman una pareja.
Dominique hoy estaba ansioso, se le dijo que iba a ver una doctora y tiene miedo de que sea
un “doctor para locos” y de que se le retenga y se le encierre. Dominique le dice a su madre
“yo soy inteligente, pero no me he cultivado y me han metido en una escuela con niños
retrasados” y ella añade: “esto prueba que no comprende el sentido de las frases que
repite”.
De su hija dice que se parece mucho a su marido, le gustan los estudios y tiene muchas
amigas. ¿Tiene la madre también amigas? No, no tiene tiempo, según cuenta y ha vivido
demasiado en las colonias y todas las amigas que tenían se dispersaron.
La señora Bel, le previene a Dolto de que no tomará ninguna decisión antes de haber visto a
su marido.
PARTE II - ENTREVISTA CON DOMINIQUE: Entra Dominique con el modelado que ha hecho.
No mira de frente. Dolto se presenta y le pregunta si tiene algo que decirle para explicarle
como se siente. Dice con una sonrisa angustiada y helada: Bueno, yo no soy como todo el
mundo, a veces al despertar pienso que he experimentado una historia de veras.
Dolto le hace una intervención y él se sorprende preguntándole como es que ella se las sabe
todas, a lo que Dolto responde que ella no sabe nada, que es él el que sabe. Dominique
busca que es lo que marcha mal en su vida. Dice que le gustaría ser como todo el mundo,
pero delira. Dolto le dice que es verdad que el delira, pero que se da cuenta. Ella le dice que
él se ha disfrazado de loco o de idiota cuando no lo es, puesto que se da cuenta y quiere
cambiar.
Dolto explica que la presencia del padre es indispensable. Lo repite enfrente de Dominique
delante de su madre que aunque el padre no esté en casa, a menudo eso no quiere decir
que no cuente, que la madre ha actuado siempre de acuerdo a una decisión tomada en
común.
Su presentación da la impresión de francamente psicótico, al mismo tiempo que inteligente.
Dolto le explica a la señora Bel lo que piensa: “no se trata en absoluto de un débil simple,
sino de un niño psicótico inteligente. No es la escolaridad lo que constituye la dificultad, es
su equilibrio mental y sus nulas posibilidades sociales en el porvenir”. Es la falta de contacto,
lo que constituye el verdadero problema y loq que lo hace inadaptable, por más que sea
inteligente.
Ocho días después de esta consulta reciben una carta de la señora Bel, donde confiesa que
la sacudió el hecho de que ella le haya declarado que Dominique estaba loco. Le cuenta que
desde que la vio, Dominique está transformado en su comportamiento. Hasta ahora vivía
como extraño en la casa, pero ahora pasa su tiempo dedicado a hacerse útil sin que se le
pida cosa alguna, es servicial y gentil.
SEGUNDA SESIÓN – PARTE I – ENTREVISTA CON EL PADRE: Dolto ve al padre solo y lo deja
hablar. Él cuenta que nunca está en casa y describe su profesión, repite lo mismo que dijo su
mujer. Le dice que Dominique, ya de antes del nacimiento de su hermana era un niño difícil,
se golpeaba la cabeza contra su cunita para hacer venir a su madre y se hacía moretones que
causaban tal lástima que había que ceder.
Dice que su esposa no es solamente mujer, sino 150% madre. Hace todo lo que quieren.
Dolto preguntó: “¿No tiene defectos?”, él dice: “a veces es un poco colérica pero sin
consecuencias. Se enerva y grita”.
De su hijo mayor, dice: “es como yo, tímido, aunque sociable cuando conoce a la gente”. ¿Y
Dominique? “No es fácil decir, es de otro planeta. No es como nosotros”. ¿Es afectuoso con
usted? “Al que más afecto le tiene es a su tío Bobbi, el marido de mi hermana”. Dice de su
hermana, que ha sido la primera mujer de la rama de los Bel después de 150 años y por eso
muy mimada, también su hija fue acogida con gran alegría.
Cuenta que desde hace quince días Dominique está extraordinariamente cambiado. Su
esposa ha encontrado una conexión con la consulta, pero no sabe si eso estará en relación
con la visita a Dolto o es debido al azar. Todo el tiempo se lo pasa preguntando si hay algo
que hacer, si puede servir en algo. El padre no se hace ilusiones sobre las posibilidades de
Dominique, pero parece ganar confianza.
Cuenta que su suegra tiene un gran corazón, que ha sido educada como campesina y tiene
supersticiones. Tiene rudo carácter, crío sola a sus hermanos porque su madre murió joven.
Es una mujer que no ha sido mimada por la vida. Conoció a su mujer cuando todavía
disputaba sin cesar con ella, pero desde su matrimonio, su presencia ha calmado las cosas.
Su suegro es muy buena gente, aunque un poco rudo.
Luego de esta entrevista, el señor Bel se muestra de acuerdo con que Dominique, haga un
ensayo de tratamiento psicoterapéutico. Se deduce que el señor Bel es un hombre muy
ocupado, que es fácil vivir con él y que no parece tener mucho sentido de la intimidad con
los suyos, pero que es bueno y trabajador.
Dolto le dice a la madre que será el tratamiento y no el tipo más perfecto de pedagogía el
que permitirá quizá “la asimilación” escolar. La prueba está en el fracaso de estos dos
últimos años en una excelente escuela de pedagogía especializada.
La madre le cuenta que Dominique ha empezado la escuela desde hace algunos días y que la
maestra no ha visto jamás un niño tan aplicado como él. El comportamiento del muchacho
no solo ha cambiado en el seno familiar, ahora también juega con camaradas. En la casa no
solo se ha mostrado afectuoso y servicial con su madre, sino también con su hermana. Al
recibir estas noticias, Dolto explica que el muchacho ha sentido que iban a tocar estructuras
profundas y ahora se defiende de otras maneras.
TERCERA SESIÓN: No hay contacto previo con la madre. Dolto tiene que tomar de la mano a
Dominique para que le siga. En esta sesión Dolto no hace más que escuchar, comprendiendo
cuanto le es posible. Dominique expresa su miedo a los representantes femeninos de la
familia, la preocupación fascinada que hace mucho le ocasiona su prima, preocupación que
experimenta hacia Dolto, la fobia de los animales y toda agresividad combativa. Expresa algo
de la sexualidad, pero completamente percluido (mecanismo psíquico emparentado pero
distinto de la represión y que consistiría en la exclusión de la simbolización de algo que debía
haber sido simbolizado).
DÉCIMA SESIÓN: Dominique entra y la ventana está abierta y el ruido exterior les molesta.
Entonces Dolto le pide que la cierre. Es difícil de cerrar, él trata de hacerlo, pero no lo logra.
Dolto lo ayuda y hace que palpe con los dedos el perfil de la hoja izquierda y el perfil
cóncavo correspondiente de la derecha que debe encajar la una en la otra. Se le ve
encantado de haber comprendió la complementariedad de las formas que había que ajustar
y cierra él mismo la ventana.
Vuelve a sentarse y Dolto le verbaliza este cierre de ventanas, con el auxilio de las conocidas
expresiones del lado macho y el lado hembra de la cerradura. La experiencia práctica
sensorial y la verbalización del concepto de complementariedad genital lo han iluminado.
Expresa: yo, ahora, ya no quiero que se burlen de mí siempre porque no comprendo las cosas
inmediatamente.
A medida que transcurre la sesión Dolto le dice que hoy no le está contando gran cosa. A lo
que Dominique responde que con su hermano las cosas no están bien. Dice que es su mamá
la que no está contenta porque su hermano es muy snob y siempre tiene pequeños líos.
Siempre le dice cómo debe vestirse, quiere mandar a su madre.
Dos partes interesantes de esta sesión son los momentos en que habla del Papa y se
identifica con él, esbozando un gesto de bendición que vio en la tv, y en el que dice su
admiración por la estatua de César.
La penetración en la madre para depositar allí el semen que ha dado una hermanita es
verdaderamente lo que hace explorar en el niño la primera estructura: la del hombre salvaje
que se había vuelto amo de su madre esclava frente al padre.
Al nacer esta hermanita, pasó algo muy importante para el hermano mayor, Paul Marie.
También él fue traumatizado por el nacimiento y por sus consecuencias en la dinámica del
grupo familiar. Paul Marie se vio confirmado en su ilusión edípica fantaseada de tener un
hijo de su madre. Se ha visto traumáticamente comprometido en una estructura
homosexual pasiva que ha mantenido con cierto éxito hasta ahora, a pesar de algunas
inhibición escolares. A los 18 años dice que no comprende que se pueda tener placer con las
chicas ni acostarse con ellas. Sólo se valoriza un deseo: el de la amistad masculina en la
escucha admirativa de discursos filosóficos y en cuanto al erotismo, el voyerismo de la
belleza impersonal del “chasis hembra”. Paul Marie está enamorado de los niños
extrafamiliares. El erotismo no oculto de esta atracción se ve confirmado por el rechazo
obligatorio de sus hermanos. Los mantiene a distancia, vive en casa replegado sobre sí
mismo. El nacimiento de la hermanita le otorgaba todas las facilidades y autorrealizaciones
parentales para creer mágicamente realizados sus deseos imaginarios. Su madre se la
confiaba, podía actual como un hermano mayor poderoso y compartía con su mamá, al no
estar nunca el padre en casa, tanto la cama como las alegrías y los cuidados de la
paternidad.
Para Dominique, durante este mismo periodo en que su hermano mayor se congelaba en
posiciones estructurales preedípicas pasivas, se derrumbó todo lo que constituía su mando y
aseguraba su cohesión. Al defecto del padre pocas veces presente, estaba allí Paul Marie,
pero esto no podía ser el soporte de un pre-yo ideal. La condición necesaria para la persona
imago de esta instancia es que sea genitalmente dinámica y genitalmente engendradora del
hijo qua acaba de nacer. Dominique que buscaba un soporte para su identidad masculina en
estructuración, no encontraba más que peligros de desestructuración. En lugar de un
modelo que lo sostenga en el genio de su sexo, no encontró más que a Paul Marie.
Dominique debía garantizar a su libido un valor dinámico mínimo. Su hermano, el modelo,
rival y complemento afectivo de la madre, se había detenido en el falismo anal. El padre se
volvió menos importante también para Dominique, regresado a posiciones de libido oral por
el hecho de que la madre, con sus dos pezones fálicos, alimentaba a esta bebita que le
encantaba.
Para Paul Marie, Dominique era una complicación en la vida en la familia y en la vida pública
en sociedad. Dominique explicitaba en solo su comportamiento la revolución familiar y la
modificación dinámica del grupo. Él era el que deshonraba a los dos linajes, por sus pedidas
de excrementos, por sus rebeliones y sus rabietas, que desvalorizaban la función del
hermano.
El marido, cuando está en casa, es un hombre maternal y considerado por su mujer por un
remedio a sus fobias de contactos sociales. Estas fobias se derivan de la relación mutilada de
esta mujer con su madre que la rechazaba y con su padre que la desconoció completamente
hasta el día de su boda, a partir del cual será a su yerno a quien preferirá y no a su hija.
La ley que encontró Dominique no era en absoluto la prohibición del incesto, ley social. Así,
el coito de los padres, al que había asistido visual y auditivamente, podía ser interpretado
como juegos “a horcajadas” y de hostigaciones de la madre. Sin embargo, no habría podido
establecer una relación entre las sensaciones que experimentaba ante este espectáculo y la
alegría de la madre por ser mejor “calentada” en la cama por su marido, que por sus hijos y
por llevar en sí el valioso fruto recibido de él en el coito.
La señora Bel desempeñaba en el comportamiento familiar el papel de padre y de la madre,
sus hijos no veían diferencia entre su padre y ella, entre la presencia o la ausencia de su
padre. Al menos es eso lo que ella quiere que piensen. El papel del padre ha sido totalmente
precluido para Dominique.
Del habla no conserva más que un poder de verbigeración de estilo masturbatorio con el
que chapurrea y delira, sin intercambio con otro, sin formular preguntas, lenguaje destinado
a producir efectos mágicos en los oídos de otros. Ignora cada vez más dirección, espacio y
tiempo. No situado en su cuerpo, tiene de él una imagen fantaseado abstracta y extraña.
Las sesiones sexta y séptima han planteado el problema del ideal del yo en relación con el
comportamiento preedípico que se orienta a la vez hacia la negación de la castración
primaria y hacia la evitación del conflicto edípico genital ligado a la prohibición del incesto y
a la castración del fruto deseado del incesto. Es en la octavo sesión cuando puede verse
reconquistada la imagen del cuerpo humano masculino en su integridad y las instancias de la
personalidad de Dominique, progresivamente aceptadas después de una larga dubitación
entre la ética homosexual y la ética heterosexual.
Las secuelas de los traumatismos psíquicos no adquiere su aspecto específico sino en cuanto
resultante dialéctica de las intervenciones constantes de cada uno de los miembros. Las
modificaciones narcisísticas del sujeto en cura psicoterapéutica, son también fuentes de
cuestiones planteadas al narcisismo de las personas en contacto con él. Cuando un niño está
en tratamiento, toda su familia presenta frente al terapeuta reacciones transferenciales.
El psicoanálisis de niños impone una formación mucho más larga que la formación para
psicoanalistas de adultos. La escucha no difiere, pero el papel de los padres, terceros que
pagan y son responsables de su hijo frente a la sociedad, es decisiva en el desarrollo de la
cura. Su papel afectivo desempeña para el niño el papel de soporte del yo-ideal, que hay que
respetar. El papel del psicoanalista, mediante la transferencia, es libertar el ideal del yo del
sujeto de su dependencia del yo-ideal neurotizante, pero no sustituirse a los padres. Su
papel es también analizar el superyó arcaico preedípico pero no inmiscuirse a través de los
componentes del Edipo en curso de evolución.
La liquidación del Edipo, en el caso de Dominique exige que las etapas previas y la angustia
de castración impuesta por el padre sean efectivamente vividas. Esto no puede suceder sino
con una estructura libidinal oral reconquistada, con la dimensión del espacio-tiempo real,
distinto del imaginario. Es necesario que la libido anal y uretral se orienten hacia la primacía
de la genitalidad, pero también que sean, con su autonomía, utilizables en “sublimaciones”
culturales.
La situación edípica particular de cada niño es la única que desempeña el papel determinista
y humanizante. En la familia, las relaciones entre hermanos y hermanas permiten el
desplazamiento de las relaciones con los progenitores, compensaciones emocionales de
incestos fantaseados, ligados a relaciones fraternas falsamente asegurantes, pero
traumatizantes.
Vemos en Paul y Dominique el deseo de eclipsarse mutuamente para quedar cada uno como
único vencedor y contemplado en el campo visual de la madre. Este deseo es precluido
porque nunca fue reconocido como válido. La preclusión en cada uno del deseo de
eclipsarse recíprocamente ha resultado del hecho de que la madre nunca valorizó el sentido
amoroso que significaba esa ambición. Este deseo causó que ambos fueran el rival del otro.
Para Paul-Marie, el nacer de Sylvie le cede un lugar todavía mejor que al nacer Dominique,
porque una bebita es algo gratificante para un hermano mayor, que puede sentirse el padre
fijándose en posiciones libidinales anales. Mientras que Dominique, abandonado por todos,
mal visto, pierde todas sus adquisiciones culturales, anales y orales, sufre a través de
comportamientos histéricos de fragmentación.
Esta teoría ha gestado una idea equívoca sobre este periodo que aparece como superficial,
mera suspensión preordenada hasta la continuidad retomada en la pubertad. Urribarri
plantea que la fisiología y endocrinología no dan cuenta de este fenómeno (por ejemplo, no
se registra una disminución de los niveles hormonales o los ritmos de crecimiento). Además,
esta interpretación no da cuenta de los notables cambios psicológicos y sociales de este
periodo.
Urribarri afirma que este periodo está definido por el nuevo ordenamiento intrapsíquico,
producido por la resolución edípica y con la compañía de la operancia del Superyó, e
incitado culturalmente, lo que promueve al Yo a buscar nuevas maneras de canalizar el
impulso en su labor mediatizadora.
SUB-PERÍODOS:
El coartar la acción implica una parcial vuelta hacia adentro del niño que lo torna más
reflexivo, incrementándose el diálogo interiorizado y el fantasear; se nota la ampliación de lo
verbal en el funcionamiento psíquico. Este logro también se produce gracias a la
interiorización de una figura aseguradora y permisiva que posibilita un acompañamiento de
esa reflexividad, que se liga con la capacidad de estar a solas (Winnicott).
Los niños de esta edad comienzan a establecer las prohibiciones, a veces, a hermanos o
niños menores, donde es claro hacer activo lo sufrido pasivamente.
Al principio vivencian al Superyó como un cuerpo extraño, por lo que por momentos dudan
si la “voz que ordena” viene de adentro o de afuera. Es notable la ambivalencia frente a los
mandatos del superyó, que se traducen en una oscilación entre acatamiento y rebeldía (con
sentimientos de culpa). El latente temprano tiene escasa tolerancia a la crítica interna y
externa, que le provoca angustia, pérdida de la autoestima y desborde afectivo.
El desenlace edípico inaugura un nuevo orden intrapsíquico, y esos primeros años sumen al
latente en el trabajo psíquico de tratar de lograr ese delicado equilibrio entre lo prohibido y
lo permitido.
● Latencia tardía (8 años aprox.): se caracteriza por una mayor fluidez, autonomía,
continuidad y equilibrio de la conducta, un menor sufrimiento consciente del temor al
desborde y del surgimiento de angustia, así como una progresiva operancia del principio de
realidad en la determinación de la conducta. Se incrementa el fantasear, aparece con mayor
nitidez el sueño diurno, se amplía el distanciamiento de los padres y lo familiar, adquiere
gradual importancia el grupo de pares.
Durante la latencia esta actividad se ve acrecentada por las características del desenlace
edípico y son reprocesadas y ampliadas a diversos ámbitos, situaciones y personas. Por
ejemplo, así surge la novela familiar derivada de las frustraciones de la vida infantil y de la
comparación con otros padres y familias.
La actividad de pensar es a la vez fuente de nuevos conflictos en tanto “descubre”
situaciones o relaciones hasta entonces ocultas para él, vividos como engaños que si no
pueden ser procesados con nuevos pensamientos promueven el establecimiento de rígidas
defensas que sofocan la capacidad intelectual y de pensamiento. Esto sólo será posible si los
padres han previamente narcisizado el pensar del niño como una actividad que para ellos es
fuente de placer y puedan aceptar y promover el inicio del camino exogámico.
El antiguo interés por el cuerpo y su funcionamiento se desplaza hacia los objetos y sus
mecanismos de acción y/o el mundo, los fenómenos naturales y sus leyes. En este periodo
se pasaría de la acción y lo concreto a la utilización del pensamiento y el lenguaje como
herramientas para investigar este objeto más abstracto. La curiosidad sexual se sublima
cargando el interés general y el del Yo. Se va produciendo una paulatina ampliación de los
horizontes del saber y el comparar, que van confluyendo en una marcada tendencia a la
generalización y predominio del juicio de realidad.
Al comienzo predomina la actividad motriz gruesa, como correr, patear la pelota, patinar,
trepar, donde gravita más la fortaleza que la habilidad; ejercitándose de una manera rítmica
y repetitiva. Actividades características de este período son:
- Equilibrios y balanceos: pareciera escenificar en el espacio, mediante lo corporal, ese
riesgoso y precario equilibrio intrapsíquico.
- Escondidas: alude al ser “descubierto” por el Superyó y poder “liberarse” (evadir la
prohibición).
Al principio la actividad, aunque compartida, es tumultosa y desordenada. Recién con la
posibilidad de interiorizar los roles aprenden a diferenciar lugares y funciones para poder
realizar tareas de equipo.
Ambos sexos tienen actividades y juegos compartidos, pero hay diferencias en la forma en
que se entregan a la misma. Las niñas tienden a elegir juegos en los que lo placentero está
ligado a lo armónico, cadencioso y al desplazamiento, mientras que los varones están más
centrados en la velocidad y la habilidad. Además, se observan juegos típicamente
practicados por intensidad por un sexo y no por el otro.
Por ejemplo, los niños juegan a usar la pelota siendo evidentes los contenidos genitales, así
como la importancia de la competitividad y el triunfo sobre el rival. El juego del elástico y la
soga, consiste en entrar a una cavidad y salir de la misma. Es una representación
especializada de la vagina y útero, así como de su funcionalidad. Entonces de manera
simbólica y desplazada, “explora y prueba” sus genitales.
En general en los varones se observan actividades más ligadas con la penetración, la fuerza,
la competitividad y el mayor desplazamiento en el espacio, mientras que en las niñas con la
receptividad, lo rítmico armónico y los espacios más reducidos o cerrados. Estas diferencias
en las configuraciones lúdicas más frecuentes para cada sexo parecen representar la
funcionalidad de los genitales y corresponder con una elaboración y ejercitación
preparatoria del rol sexual a desempeñar.
El sentimiento de vergüenza, tiene que ver con otro que percibe algo inadecuado del niño
frente a lo cual éste se siente como “descubierto” en algo que no debería ser “visto”. Surge
ante una sensación de pérdida del control pulsional o un equivalente desplazado del mismo.
El pudor es una formación reactiva frente a las tendencias exhibicionistas.
Los sentimientos de culpa aparecen frente a daños u hostilidad hacia otro y su emergencia
es de origen interno. Es frecuente que el latente se defienda de este sentimiento mediante
el mecanismo de proyección de la culpa. La culpa también puede aparecer frente a un
mandato no cumplido en relación al Superyó.
La vergüenza moral proviene de una idea o fantasía que el niño ha tenido y frente a la cual
se siente avergonzado, aunque nadie lo haya percibido o visto, pero está sintiéndose
descubierto por el Superyó.
La identidad y la autoestima, además de vincularse con las actividades realizadas y los logros
acumulados, están condicionadas por el sentimiento de pertenencia y la aprobación
obtenida por el grupo de pares.
AGRESIÓN: En este periodo es más frecuente que se enfaticen los destinos libidinales que
los agresivos. Hay ciertas formas en que aparece la agresión con las características propias
de este periodo. Por ejemplo: las mentiras, los insultos, las faltas a la escuela, el molestar a
otros desde el anonimato, trampas en los juegos, crueldad en los animales. Se destaca en
este periodo una forma agresiva hacia el otro (en especial a las figuras de autoridad) pero
muy encubiertas y bajo estilos socialmente aceptables: la utilización de la agresión pasiva
como modo de desafío, y la ironía al hablar.
PATOLOGÍA: En esta etapa, los problemas primordiales de consulta son los problemas de
ajuste social a la escuela y los de aprendizaje, así como la persistencia de trastornos
pre-latentes (tics, pesadillas, desbordes emocionales y enuresis), ligados a una insuficiente
elaboración edípica. El riesgo de este período es el desarrollo de un sentimiento de
inadecuación e incapacidad ante el logro de las metas esperadas y el reconocimiento de sus
pares.
LA TÉCNICA DEL ANÁLISIS TEMPRANO: El niño inhibido en el juego mirará o tocará los
juguetes, y permite vislumbrar algo, ya sea por cómo comienza a jugar, los deja de lado, o
por su actitud general frente a ellos. La capacidad del niño para hacer su transferencia es
espontánea. El mayor trabajo psíquico que debe llevar a cabo, y que toma la mayor parte de
su energía mental, es dominar su ansiedad. Por lo tanto, su inconsciente esta primeramente
interesado en aquellos objetos que alivian o excitan su ansiedad, y de acuerdo con esto
producirá hacia ellos una transferencia positiva o negativa.
Una de las condiciones necesarias para decidir que un análisis está terminado con éxito, aun
en niños de corta edad, es haber logrado que utilicen el lenguaje durante el análisis en la
medida de sus posibilidades.
Los pacientes de esta edad no juegan como los niños pequeños, ni proporcionan
asociaciones verbales como los adultos, de modo que el analista no encuentra un camino de
acceso franco. Sin embargo, es posible establecer la situación analítica tomando contacto
con su inconsciente como con los niños de corta edad, pero desde un ángulo de
acercamiento adaptado. El niño de corta edad está aún bajo la influencia de sus fantasías y
experiencias instintivas y las pone en frente desde el primer momento, mientras que el niño
en la latencia ya ha desexualizado esas experiencias y fantasías, y por eso las expresa de otro
modo. Si en el análisis se ve la curiosidad reprimida y se hace una primera interpretación
sobre esto, no como explicaciones intelectuales sino sólo interpretaciones del material a
medida que surge bajo la forma de dudas, temores, conocimientos inconscientes o teorías
sexuales, pronto se encuentra el sentimiento de culpa y ansiedad en el niño, y de este modo
se habrá establecido la situación analítica.
Es el periodo con más intensa represión de la imaginación, y con un yo más desarrollado, los
juegos se adaptan más a la realidad. El yo trata de fortificar su posición colocando todas sus
energías al servicio de las tendencias represoras y manteniéndose unido a la realidad, por lo
cual hay que tratar de establecer comunicación con su sistema inconsciente y de ahí
gradualmente ganar la cooperación del yo.
Como contraste con los niños pequeños, quienes tienden a jugar con juguetes, al comienzo
del análisis los niños en periodo de latencia comienzan a representar roles. Es esencial
establecer contactos con sus fantasías, y esto se hace al interpretar el contenido simbólico
de su material en relación a su ansiedad y sentimiento de culpa. Pero tenemos que buscar
acceso al inconsciente a través de representaciones que en apariencia están desprovista de
fantasías, y estar preparados a que sólo es posible resolver las represiones del niño y liberar
su imaginación, paso a paso y con mucho trabajo. Mientras el analista es capaz de establecer
una correcta interpretación, una conexión con la ansiedad latente, y suprimir las
represiones, los interese del yo del niño y las sublimaciones comenzaran a progresar.
Con el fin de que el analista pueda realizar su trabajo, debe haber una cierta relación de
confianza con los padres. El niño depende de ellos, y de este modo ellos están incluidos en el
análisis, pero no son ellos los analizados. La relación de los padres con el analista implica
dificultades, ya que toca muy de cerca sus propios complejos. La neurosis de su hijo pesa
mucho sobre el sentimiento de culpa y responsabilidad. A esto debe agregarse los celos de
la relación confidencial que se establece entre el niño y el analista.
Estos y otros factores, que permanecen la mayor parte inconscientes, dan lugar a una
actitud ambivalente hacia el analista. Por la misma razón cualquier explicación teórica a los
padres antes del comienzo del análisis es innecesaria y está fuera de lugar. Klein se contenta
con dar unas pocas ideas, y mencionar el hecho de que el niño recibirá información sobre
asuntos sexuales. Lo que debemos tratar de conseguir es que ayuden de un modo pasivo,
evitando tanto como sea posible cualquier interferencia. Si tenemos éxito en establecer una
buena relación y estamos seguros de su cooperación inconsciente, podremos obtener
información útil sobre el comportamiento fuera del análisis, como cualquier cambio,
aparición o desaparición de síntomas.
A menos que los errores cometidos por los padres sean muy graves, no me interpongo en su
sistema educativo, ya que estos errores están tan ligados a los complejos de los padres, y los
consejos no sólo no son útiles, sino que aumentan los sentimientos de culpa y ansiedad, lo
que obstaculiza el análisis y tiene un efecto desfavorable en su relación con los hijos. La
situación total mejora después de que el análisis ha terminado o cuando está muy avanzado.
La disminución o desaparición de la neurosis en el niño tiene un efecto favorable sobre los
padres.
TEÓRICO No 5
LA PACIENTE – PRIMERA CARTE DE LOS PADRES: Piggle tiene dos años y cuatro meses. Tiene
problemas que la mantienen despierta por las noches. Parece en muchos aspectos una
persona adulta, y da la impresión de poseer grandes recursos interiores. Fue amamantada
hasta los nueve meses. Tiene sentimientos muy apasionados hacia su padre, y es, en cierto
sentido, despótica con su madre. Tuvo una hermana a los veintiún meses. Se aburre y
deprime con facilidad. Gran conciencia de sus relaciones y de su identidad. Fuerte angustia y
abiertos celos de su hermana. Tiene fantasías que la llevan a llamarnos a gritos hasta bien
entrada la noche. Hubo una época en que se arañaba el rostro gravemente.
Tiene una mamá y un papá negros. La mamá negra se le presenta por la noche y dice:
“¿Dónde están mis yams? La mamá negra vive en su vientre. El segundo producto de la
fantasía es el “babacar”. Cada noche grita: “háblame del babacar”.
Comenzó a decir una y otra vez: “aquí hay otro uno y aquí hay otro uno”. Le dije: “otro bebé,
el bebé Sush”. Empezó hablarme de la época en que había llegado el Sush: “yo era un bebé,
estaba en una cuna. Estaba dormida, solo tenía el biberón”. Insistí: “y entonces hubo otro
bebé” incitándola a proseguir con la historia del nacimiento. Cogió un objeto redondo con
una porción central saliente y preguntó: “¿De dónde viene esto?”, contesté: “¿y de donde
vino el bebé?”. Replicó: “la cuna”.
Dijo algo acerca del hombre poniendo algo dentro de la mujer para hacer un bebé. En este
punto quiso ver a su madre y abrió la puerta. Mencionó algo referido a hablar con el osito.
Había cierta ansiedad a la que tenía que hacer frente. Hice la tentativa de verbalizarla: “Estás
asustada. ¿Tienes sueños que asusten?”. Respondió: “sueño con el babacar”. Le comenté:
“estás haciendo bebés como si cocinases, mezclándolo todo”. Su observación fue: “debo
poner orden. No debo dejar el lugar desordenado”.
Con bastante posición aludí a la mamá negra: “¿alguna vez te enfadaste con la mamá
negra?”. Dijo: “me gustaría ir a buscar a papá y a mamá, he puesto orden”.
ENTREVISTA CON LA MADRE: La salud de la niña se había resentido en los últimos tiempos.
No era traviesa y se portaba amablemente, pero no era ella misma. Decía: “soy la mamá, soy
el bebé”. Al nacer Susan la madre tomo conciencia de inmediato de que Piggle necesitaba
mucha más atención. Esta niña no había sido preparada para controlar los esfínteres, pero al
llegar el nuevo bebé aprendió sola en una semana.
COMENTARIOS: La paciente estaba en el proceso de elaboración de una nueva relación con
la madre. El cambio vinculado al nacimiento de la nueva niña, trajo consigo ansiedad y una
falta de libertad en el juego, así como también pesadillas.
CARTA DE LOS PADRES: El día siguiente a aquel que le vi, la niña lo paso en el cochecito,
succionando el biberón. Ahora es alternativamente, la Gran Mamá y el bebé, pero nunca ella
misma, no nos permite siquiera llamarla por su nombre. La hora de acostarse sigue siendo
muy difícil. Los últimos tres dos o tres días me pidió con mucha insistencia que la llevase al
Dr. W. Sigue mostrándose apática y triste, pero ha estado jugando más y ha recobrado cierto
interés por las cosas. Parece ser que sólo puede manifestar ternura cuando es un bebé.
Cuando era bebé daba la impresión de ser sosegada y segura de sí, de tener autoridad
dentro de su mundo. Cuando nació Susan, Gabrielle se vio de algún modo arrojada fuera de
su molde y separada de sus fuentes de nutrición. Si bien no se las arregla del todo mal, no
parece haber hallado realmente el camino de regreso a sí misma.
Constituye un gran alivio para nosotros el que usted la vea. Creo que el saber que usted se
ocupa del problema ha tenido por efecto el que nuestra conducta se hiciese más natural,
menos forzadamente tolerante con ella, lo cual parece haber sido bueno.
SEGUNDA CONSULTA (2 años y 5 meses): Llegó a la puerta con su padre y tomo posesión de
inmediato. Quería pasar al consultorio, pero eso hubo que ser pospuesto, de modo que
entró con su padre a la sala de espera. Allí el padre y ella trabaron conversación.
Cuando estuve en situación de atenderla, entro con absoluta displicencia y se dirigió sin
vacilar al lugar en que se hallaban los juguetes. Cogió un pequeño tren y lo nombró. “Vine en
tren”. Luego cogió una bombilla eléctrica amarrilla con la que habíamos jugado la vez
anterior. Tomó un cubo lleno de juguetes y lo vació. Alzó una pieza redonda con el centro
perforado. “¿Qué es esto? Yo no tengo uno así” cogió un pequeño camión y pregunto: “¿Qué
es esto? ¿Sabes algo sobre el babacar?” interpreté, asumí el riesgo: “es el interior de la
madre, de donde salió el bebé” se mostró aliviada y dijo: “si, es el interior negro”.
Winnicott afirmó: “Winnicott es el bebé de Piggle; es muy goloso porque quiere a Piggle, su
madre, mucho y ha comido tanto que está mareado”. Piggle respondió: “el bebé de Piggle ha
comido demasiado”. Ahora había que jugar con la cara, se pasó la lengua por los labios, la
imité, de modo de comunicarnos respecto del hambre y el gusto y los ruidos hechos con la
boca. Le pregunté acerca de su miedo por lo oscuro, y confesó estar asustada.
Me dio la bombilla eléctrica, y pidió que le ponga más ojos y cejas. Volví a hablarle de
Winnicott como bebé de Piggle, y pregunté: “¿eres la mamá o el papá?”, a lo que respondió:
“soy el papá y la mamá también”. Luego regresó con su padre a la sala de espera. Entró con
su abrigo y dijo: “vamos a irnos pronto”. Volvió a la sala de espera. Al cabo de cinco minutos
se atrevió a entrar en la habitación y me encontró todavía sentado entre los juguetes.
“Puedo coger un juguete”, a lo que respondí: “Winnicott es un bebé muy goloso; quiere
todos los juguetes”. Afirma que ahora que el bebé Winnicott tiene todos los juguetes, irá
donde papá. Interpreto: “Temes al goloso bebé Winnicott, que nació de Piggle, la ama y que
quiere comérsela”.
Hice pasar al padre a la habitación y Piggle entró con él. Ella sabía que había que hacer, se
subió a sus rodillas y dijo: “soy tímida”. Winnicott afirma que quiere ser el único bebé y
tener todos los juguetes. Piggle dice ella también ser el bebé. Winnicott dice: “yo quiero ser
el único bebé. ¿Tendré que enfadarme?” “Sí, yo también quiero ser el bebé”.
Todo ese rato lo paso succionándose el pulgar. Cada vez que era el bebé, nacía por entre las
piernas de su padre hacia el suelo. “No vas a ser el único bebé” protestó, “acabo de nacer, y
no estaba negro adentro”. Sentí que había sido recompensado por la interpretación hecha
en la sección anterior en el sentido de que el interior negro tenía que ver con el odio al
nuevo bebé que estaba en el interior del vientre de la madre. Hubo un avance, estaba
naciendo de un modo diferente, desde la parte superior de la cabeza de su padre.
CARTA DE LA MADRE: Percibimos que se había sentido mucho más libre desde la última
visita que le hizo a usted. En medio de la noche gritó, su pequeñito se había lastimado y dijo
tener que ir al doctor. Dije que se veía un poco rojo, por el pañal o porque lo había frotado.
Su principal queja respecto de la mamá negra es que ennegrece a Piggle, y entonces Piggle
ennegrece a todo el mundo, incluso al papá.
NUEVA CARTA DE LA MADRE: Piggle pidió verle, aparentemente con bastante urgencia.
Cuando le dije que no habría tiempo antes de marchar a Francia, aseveró con gran violencia
que lo había.
CARTA DEL PADRE: Ha pasado los últimos días en un estado de gran tensión y ansiedad. Casi
todas las mañanas quiere meterse dentro de la bata de su madre, o ser envuelta en una
alfombra. Ayer no fue un día típico, estaba peor que de costumbre y pasó todo el día con
nosotros. La ida a la cama dio lugar a una gran escena. Dice que teme que la mamá negra
venga tras ella.
TERCER CONSULTA (2 años y medio): Parecía menos tensa que antes. Fui a la sala de espera y
la encontré con su bebé, una muñequita con pañal. Me mostró un saco en el cual había
puesto arena y una piedra. Pregunté por la piedra y la arena. Ella respondió: “viene del mar”.
“Vine en un tren a Londres a ver a Winnicott. Quiero saber por qué la mamá negra y el
babacar”, a lo que respondí “tratemos de averiguarlo”.
Piggle pregunta: “¿qué es esto?, ¿tienes alguna embarcación?, no encuentro lugar para
sentarlo” (una figura de plástico). Se acercó a mí y trató de poner al hombrecito y a la mujer
dentro del vagón. “Demasiado grande para entrar, un día debo hallar un hombre pequeño”.
Winnicott responde: “¿un bebé varón en vez de un papá?”. Se aproximó al papá y comenzó a
utilizarlo. Se trepó al padre y él se quitó el abrigo. Ella se subió a su cabeza mientras él la
sostenía.
“Soy un bebé, quiero ser bryyyyh” y poco a poco comenzó a ser parida hacia el suelo entre
las piernas de su papá. Le pregunta a Winnicott: “¿por qué estás enfadado?”, a lo que
responde que él quería ser el único bebé, y mamá tuvo un bebé bryyyyh. Responde que
mamá no tuvo bryyyyh, solo pequeñito-pequeñito, y afirma que, en la cama, por la noche se
asustó mucho por un sueño de una mamá negra y un babacar detrás suyo. Winnicott
pregunta: “cuando tuviste el sueño, ¿qué estaban haciendo mamá y papá?” A lo que
responde que estaban abajo con Renata (la nueva muchacha au pair).
Winnicott pregunta si han descubierto algo acerca de la mamá negra y el babacar. Piggle
responde que no, que quiere volver a su bebé. Winnicott insiste y ella responde: “el babacar
está en orden”.
COMENTARIOS: 1) Recuperación del juego de la vez anterior, pero demora asociada con
ansiedad; 2) Nueva capacidad para jugar a más que estar en la fantasía temible; 3) Fantasía
de la experiencia de la avidez oral de la madre por el pene del padre; 4) Ahora su bebe le
daba cierto lugar como niña con identificación materna = self; 5) Resolución parcial sobre la
base de la vinculación negro con el odio relacionado con el tema de papá dando un bebé a
mamá, pero un tanto intelectualizada; 6) Lo oscuro fue apartado; 7) No-comprensión de
aquello cuyas claves aún no habían sido capaz de proporcionarme.
CARTA DE LA MADRE: Volvió de la sesión de un humor horrible, y los días que siguieron
estuvieron llenos de escenas, especialmente a la hora de ir a la cama. Durante unos días
quiso ser el bebé de Susan y estuvo muy agresiva con otros niños. Se quejó porque tenía el
“pequeño” irritado. Le pregunté: ¿te frotaste o fue el pañal? “Froté, es negro, dame crema
blanca para que mejore”.
CARTA DE LA MADRE, TRAS EL REGRESO: De algún modo que no logro definir, siento que
está mejor. Ahora da la impresión de estar viviendo su vida y es menos amanerada y
afectada. La conversación sobre cosas muertas ha cobrado gran importancia últimamente.
OCTAVA CONSULTA (3 años y 3 meses): Gabrielle entró y dijo: “primero jugaré con estos
juguetes, después con este lindo juguetito”, “podría haber venido por la tarde ¿no?, hubiese
estado bien visitarle”. Winnicott pregunta dónde vive el tren Winnicott, si aquí o dentro de
Gabrielle. Ella responde: “allí adentro, ¿qué va en este tren?, ¿y en este?, cuando pongo un
tren… ay, ay, ay… casi me aprieto al soldado y lo hago llorar”. “Susan es una gran molestia.
Se acerca y desordena. Cuando es una Susan más grande será capaz de hacer lo que yo
hago. Me gustaría un nuevo bebé que no se acercara y se llevara las cosas”.
Hizo un comentario referente a la madre negra, y prosigue: “la hace llorar, entonces grito
muy fuerte, me enfado mucho y grito más fuerte, y ella vuelve a llorar y luego mamá y papá
están enfadados”. Se estaba comiendo el hombrecito de plástico. Dije que se lo estaba
comiendo porque quería comerme a mí, y si me comiera me llevaría dentro suyo.
“¿Sabes que Susan estaba enfadada?, realmente está enfadada y grita. Cuando estoy un
poco enfadada grito un poco, grito por la noche, con los dedos en la boca. Tengo que gritar
con la boca abierta”. “Estoy haciendo una casita para el perro. Todas las cosas son para los
perros. Se pelean en la casa. Otro perro entra. Aquí hay otra casa”.
CARTA DEL PADRE: Al llegar a casa, quiso ver a Susan y estuvo al borde de las lágrimas al
encontrarla dormida. Luego insistió en armar un rompecabezas antes de prepararse para
comer.
CARTA DE LOS PADRES: Hace pocos días dijo, y lo ha repetido: “he pagado a la mamá negra”
(he pagado significa haber dejado todo, haces, confusión). El pagar a la mamá negra siempre
me ha preocupado.
CARTA DE LA MADRE: Ha seguido pidiendo que la llamásemos Susan. También habló de que
quería que yo muriera y de dormir con su padre.
CARTA DE LOS PADRES: Gabrielle ha estado pidiendo verle de un modo urgente y parece
estar tan deprimida últimamente que pensamos en hacérselo saber. Se succiona el pulgar
constantemente, y por lo general, se la ve triste y tensa.
CARTA DE LOS PADRES: Nos ha hecho sentir muy aliviados el que pudiese que haya tiempo
para Gabrielle. Las cosas parecieron cambiar muchísimo para ella cuando le dijimos que iría
a verle. Parece tener dificultades con su identidad. Se desconoce, negando haber mordido a
Susan en el culo. O es Susan negándose a ser llamada por su propio nombre, haciendo
charcos en el suelo y gimoteando.
NOVENA CONSULTA (3 años y 4 meses): Gabrielle entró sin vacilar a la habitación y se dirigió
a los juguetes, dejando ir a su padre a la sala de espera.
“A veces Susan se irrita por las mañana”. “Hemos decidido que Susan es realmente una
pequeña monstruo, y la llamamos Sr. Hickabout”. “Sobre la mamá negra, viene cada noche,
no pude hacer nada, es muy difícil, se mete en mi cama, no se la puede tocar”. “Papá y
mamá están en la cama en otra habitación”. “Alguien hace sonar la orquesta, dos tunantes”.
“Papá va a decir que soy vile”. Winnicott le pregunta qué significa, a lo que responde: “gente
traviesa como yo”.
“Susan estaba triste porque Gabrielle se iba a Londres, necesita mi ayuda para usar el
orinal”. Winnicott le interpreta que está hablando de su madre y de cómo no sabe cuidar de
ella. La niña responde “no sabe mamá, es la mamá con una cara negra muy horrible”.
Winnicott le pregunta si la odia, y ella responde: “no sé qué me sucede, estoy siendo
obligada a salir de la cama por la mamá negra y tengo una cama tan linda. La mamá negra
me quiere. Cree que estoy muerta. Horrible”.
Winnicott le dice que su mamá no sabía de bebés cuando la tuvo a ella, pero que ella le
enseñó a ser una buena madre para Susan. Gabrielle responde: “Susan se pone
terriblemente triste si salgo y feliz cuando vuelvo”. “Durante mucho tiempo mamá no quiso
un bebé, y luego un niño, pero tuvo una niña. Vamos a tener un niño cuando seamos adultos.
Yo y Susan. Tendremos que encontrar un hombre papá para casarnos”. “Estuve mintiendo
sobre mi arma. Traté de dispararle. Se apartó a tiempo. No podía hablar. Era sólo un sueño”.
Winnicott pregunta si quiere que la mama mala fuese una persona real o un sueño, a lo que
Gabrielle dijo: “gaggaagur”. La gran ansiedad de Gabrielle, hacía imposible la comunicación
clara. Ciertamente, la ansiedad tenía que ver con el sueño de la mamá negra: “soñé que ella
estaba muerta, no estaba allí”. La cualidad de la sesión se vio alterada sustancialmente.
Cogió la copa azul del baño de ojoso y la puso dentro y fuera de su boca, haciendo ruidos de
succión y se puede decir que experimentó algo muy cercano a un orgasmo generalizado.
La niña pregunta: “¿Quién mató a mamó? Teddy tenía un arma y está rota. La mamá negra
es mi mamá mala. Me gustaba la mamá negra”. Esa noche los padres me telefonearon para
pedirme información sobre lo que podía querer hacer y yo les dije que la hora había sido
difícil de comprender, pero que todo había llevado al punto en que mamá estaba muerta. He
aquí un recuerdo de una madre real, devorada orgiásticamente y también muerta, en la
ambivalencia que reemplaza la más primitiva división entre madre buena y madre mala,
relacionadas entre sí a causa de la división entre lo subjetivo y aquello que es objetivamente
percibido.
Unos días más tarde los padres llamaron para informar de un cambio muy grande en la niña.
Se había convertido en un una persona más rica y una pequeña llena de entusiasmo. Jugaba
con su hermanita y se sentía menos perseguida. Afirmó: “dejé mis preocupaciones en casa
del Dr. Winnicott y cogí buenas”. Esa mejora duró tres semanas. Luego comenzó a
preocuparse nuevamente por la mamá negra.
En los niños deprimidos vemos un pseudojuego que tiende a ser mecánico, repetitivo,
abandona por anhedonia o se interrumpe por provocar angustia. Un maníaco, en cambio,
usa indiscriminadamente todos los materiales de canasto de juego, reemplazando de forma
rápida y superficial la temática de un juego por otro, como una descarga desorganizada.
DUELO Y DEPRESIÓN EN EL NIÑO: Las delimitaciones entre duelo y depresión son menos
claras para el niño, ya que está en plena tarea de construcción de su psiquismo y es
necesario de la dependencia del sostén familiar para la posibilidad de elaboración del duelo.
El niño debe lograr adquisiciones cognitivas para realizar un proceso de duelo: la
aprehensión del concepto de muerte, adquisición y dominio de la palabra, simbolizaciones,
noción de tiempo, duración infinita, pasado y futuro y relaciones de causalidad.
SUICIDIOS: Los suicidios en niños no son tan frecuentes como entre los adolescentes. Si
incluimos los intentos de suicidios podría incrementarse la cifra, pero esto requiere un
avanzado desarrollo cognitivo y con cierta autonomía. Cuando nos encontramos con
“intoxicaciones accidentales” pensamos en una patología del vínculo materno-filial más que
en una tendencia autodestructiva. Hay que tener en cuenta que hasta los 5 años el concepto
de muerte no se ha logrado, más allá que como estado temporal.
Se han descrito como factores de riesgo: la falta de escolaridad, desocupación de los padres
y falta de vivienda. El medio más utilizado son las armas de fuego, el ahorcamiento y la
intoxicación. También, la mitad de los suicidas han dado señales y un tercio ha tenido
intentos previos.
Los suicidios por contagio nos interpelan como profesionales en lo que hace a nuestra
responsabilidad social. Debemos investigar el efecto de la publicación y del cómo se informa
una noticia de esta envergadura. La proyección del propio ideal en un líder que se “anima al
suicidio”, constituye la base de los procesos de identificación en los grupos adolescentes.
O. KENBERG – CONSIDERACIONES DIAGNÓSTICAS
La concentración del entrevistador sobre los principales conflictos del paciente creará
suficiente tensión, de modo que surja la organización estructural y defensiva del
funcionamiento mental del paciente.
Se trata de una entrevista que combina el examen tradicional del estado mental, con una
entrevista orientada psicoanalíticamente que se centra en la interacción paciente-terapeuta
y en la clarificación, confrontación e interpretación de los conflictos de identidad,
mecanismos defensivos y distorsión de la realidad, que el paciente revela en esta
interacción, particularmente al expresar estos elementos identificables en la transferencia.
FALTA DE INTEGRACIÓN DEL SUPERYÓ: Un superyó bien integrado aunque muy severo,
caracteriza los tipos neuróticos de organización de la personalidad. Las organizaciones límite
y psicótica reflejan deterioro en la integración del superyó y se caracterizan por precursores
no integrados del mismo, particularmente representaciones primitivas de los objetos,
sádicas e idealizadas. La utilidad pronóstica del grado de integración del superyó la convierte
en un criterio estructural muy importante para la indicación o contraindicación de
psicoterapia.
Tercero, los conflictos con los padres, hermanos, autoridades pueden malinterpretarse.
Puede reflejar necesidades neuróticas de dependencia y rebelión, a patología grave en el
área de las relaciones objetales y una manifestación del síndrome de difusión de identidad.
Lo que aparece como control omnipotente, identificación proyectiva y devaluación, puede
hacerse manifiesto en ciertas relaciones objetales de algunos pacientes no límite.
Finalmente, los trastornos psicóticos de desarrollo más lento, pueden hacerse pasar por
trastornos límite por la predominancia de patología grave de las relaciones objetales,
retraimiento social y grave patología del carácter. También, la formación perniciosa de
delirios puede interpretarse al principio como tendencias hipocondríacas o preocupación
excesiva por la apariencia física.
PATOLOGÍA NARCISISTA EN LA ADOLESCENCIA: Probablemente sólo son los tipos más graves
de personalidad narcisista los que llegan a nosotros para tratamiento en la adolescencia.
Muchas fe las personalidades narcisistas con mejor funcionamiento vienen a consulta sólo
mucho más adelante en su vida, en conexión con otros síntomas o cuando el principio del
proceso de envejecimiento amenaza las defensas. Algunos adolescentes con personalidad
narcisista también consultan por otros síntomas. Por lo tanto, el diagnóstico de patología
narcisista en la adolescencia usualmente indica que la patología es grave.
La patología narcisista del carácter por lo general se refuerza en algún punto por algunos
rasgos narcisistas adaptativos en la familia. El problema de desenredar la patología del
paciente de la familia a menudo presenta dificultad. Una atención cuidadosa sobre la calidad
de las relaciones objetales y la integración de su superyó, junto con una evaluación familiar e
individual, por lo general da la respuesta. Sin embargo, es preciso considerar que la
verdadera patología narcisista se origina, por lo general, en la temprana infancia, y no es una
consecuencia de la estructura y dinámica familiar observable al presente.
SILVIA BLEICHMAR - INDICACIONES Y CONTRAINDICACIONES EN EL TRATAMIENTO
PSICOANALÍTICO DE NIÑOS (MESA REDONDA)
CASO DICK
Melanie Klein en su postulado “La importancia de la formación de símbolos en el desarrollo
del yo” (1930), plantea que hay una etapa temprana del desarrollo mental en el que se
activa el sadismo en cada una de las fuentes de placer libidinoso.
El sadismo se inicia con el deseo oral sádico de devorar el pecho de la madre (o toda ella) y
desaparece con el advenimiento de la primera etapa anal. El fin predominante en el sujeto,
es apoderarse del contenido del cuerpo de la madre y destruirla. Esta fase constituye la
introducción al Complejo de Edipo. El conflicto edípico comienza en un periodo en que
predomina el sadismo.
El niño espera que en el interior del cuerpo de su madre encontrará: el pene del padre,
excrementos, niños, y homologa todas estas cosas con sustancias comestibles. De este
modo, los ataques sádicos del niño tienen por objeto a ambos padres a la vez, a quienes
muerde, despedaza, o tritura en sus fantasías. Esos ataques despiertan angustia porque el
niño teme ser castigado por los padres unidos y esta angustia también es internalizada a
consecuencia de la introyección oral sádica de los objetos y así se dirige ya hacia el superyó
temprano.
En la fantasía, los excrementos son transformados en armas peligrosas: orinar es para el niño
lo mismo que lastimar, herir, quemar, ahogar, mientras que las materias fecales son
homologadas con armas y proyectiles.
El exceso de sadismo despierta angustia y moviliza los mecanismos de defensa más
primitivos del yo. El sadismo se convierte en una fuente de peligro porque ofrece ocasión
para la liberación de angustia y también porque el sujeto siente que las armas empleadas
para destruir al objeto apuntan a su propio yo. El objeto atacado se convierte en una fuente
de peligro, porque el sujeto teme de él ataques similares.
En cuanto al simbolismo Melanie Klein plantea que no solo constituye el fundamento de
toda fantasía y sublimación, sino que sobre él se constituye también la relación del sujeto
con el mundo exterior y con la realidad en general.
Las fantasías sádicas dirigidas contra el interior del cuerpo materno constituyen la relación
primera y básica con el mundo exterior y con la realidad.
El desarrollo del yo y la relación con la realidad dependerán del grado de capacidad del yo,
en una etapa muy temprana, para tolerar la presión de las primeras situaciones de angustia.
Una cantidad suficiente de angustia es una base necesaria para la formación de símbolos y
fantasías.
Estas conclusiones, a las que llega Melanie Klein son confirmadas mediante el Caso Dick.
Este caso es el de un niño de 4 años, quien presentaba gran pobreza en su vocabulario y
desarrollo intelectual a un nivel de un niño de 15 o 18 meses. Había en él falta de adaptación
a la realidad y relaciones emocionales con su ambiente.
Carecía de afecto y era indiferente a la presencia o ausencia de la madre o la niñera. Rara vez
había manifestado angustia.
Dick, no tenía casi intereses, no jugaba y no tenía contacto con su medio. Articulaba sonidos
ininteligibles y repetía constantemente ciertos ruidos. Cuando hablaba, utilizaba
incorrectamente su escaso vocabulario.
La madre de Dick advertía a veces claramente en él una actitud fuertemente negativa. Por
ejemplo: si la madre lograba hacerlo repetir junto con ella algunas palabras, con frecuencia
Dick las alteraba completamente, aunque otras veces podía pronunciar perfectamente esas
mismas palabras.
Cuando se lastimaba, demostraba gran insensibilidad al dolor y no experimentaba para nada
el deseo universal en niños pequeños de ser consolado y mimado. Su torpeza física era
también muy notable. No era capaz de tomar cuchillos ni tijeras, en cambio era llamativo
que manipulara normalmente la cuchara con que comía.
La primera visita de Dick le causó a Melanie Klein una impresión muy diferente del que se
observa en niños neuróticos. El niño dejó que su niñera se retirara sin manifestar ninguna
emoción, y siguió a Klein al consultorio con absoluta indiferencia.
Sus movimientos parecían carecer de coordinación. Y la expresión de sus ojos y su rostro era
fija, ausente y con falta de interés. El comportamiento de Dick carecía de sentido y
propósito, y no tenía relación con ningún afecto o angustia.
Historia previa de Dick:
Su lactancia había sido excepcionalmente insatisfactoria y perturbada porque durante varias
semanas la madre había insistido en una infructuosa tentativa de amamantarlo, y el niño
había estado a punto de morir de inanición. Se había recurrido entonces a la alimentación
artificial.
A las siete semanas, se le procuró una nodriza, pero ya no pudo mejorar en sus mamadas.
Padeció de trastornos digestivos, prolapso anal, y, más tarde, de hemorroides.
Nunca se le prodigó verdadero amor a Dick; la actitud de la madre hacia él había sido, desde
el principio, de excesiva angustia.
Ni su padre ni su niñera le demostraban mucho afecto, Dick creció en un ambiente
sumamente pobre de amor.
A los dos años de edad, Dick tuvo una nueva niñera, hábil y afectuosa; poco después, pasó
una larga temporada con su abuela, que era muy cariñosa con él. La influencia de estos
cambios pudo notarse en su desarrollo. Había aprendido a caminar a edad normal, pero
hubo dificultades para enseñarle el control esfinteriano. Bajo la influencia de la nueva
niñera, adquirió hábitos de limpieza mucho más rápidamente.
A los tres años ya se controlaba y, en este punto demostraba realmente cierto grado de
ambición y celo.
En otro aspecto, se manifestaba a los cuatro años sensible a los reproches. Su niñera había
descubierto que practicaba la masturbación y le había dicho que eso era "malvado" y que no
debía hacerlo. Esta prohibición dio origen a temores y sentimientos de culpa. A esta edad,
Dick habría manifestado un intento de adaptación, aunque relacionado especialmente con el
aprendizaje mecánico de una serie de palabras nuevas.
Otro efecto favorable de la influencia de la nueva niñera, fue un iteres un poco mayo por la
comida, pero de igual manera, las dificultades principales subsistieron. Sin embargo,
tampoco con ella, ni con la abuela, logró establecer un vínculo emocional.
Análisis:
El niño era indiferente a la mayor parte de los objetos circundantes, sin embargo, mostraba
interés particular por los trenes, estaciones, puertas, picaportes y abrir y cerrar puertas.
Esto, según M. Klein, se relacionaba con la penetración del pene en el cuerpo materno. Las
puertas y cerraduras representaban los orificios de entrada y salida del cuerpo de la madre,
mientras que los picaportes representaban el pene del padre y el suyo propio. Se cree que lo
que había producido la detención de la actividad de formación de símbolos era el temor al
castigo que recibiría (en especial por parte del pene del padre) cuando hubiese penetrado
en el cuerpo de la madre.
Además, sus defensas contra sus propios impulsos destructivos resultaron un impedimento
fundamental de su desarrollo. Era absolutamente incapaz de cualquier agresión, y la base de
dicha incapacidad estaba señalada en un período muy temprano en su rechazo a morder los
alimentos.
En la primera sesión, Klein tomó un tren grande, lo colocó junto a uno más pequeño y los
designó como "Tren papito" y "Tren Dick". Entonces el niño tomó el tren que había llamado
Dick, lo hizo rodar hasta la ventana y dijo: "Estación". Ella explicó: "La estación es mamita;
Dick está entrando en mamita". Dejó entonces el tren, fue corriendo hacia el espacio
formado por las puertas exterior e interior del cuarto y se encerró en él diciendo: "oscuro", y
volvió a salir corriendo. Repitió esto varias veces. Entonces, Klein explicó: "Dentro de mamita
está oscuro. Dick está dentro de mamita oscura". Entretanto, él tomó nuevamente el tren,
pero pronto corrió otra vez al lugar entre las puertas. Mientras ella le decía que él estaba
entrando en la mamita oscura, él habla dicho dos veces en tono interrogativo: "¿Niñera?"
Ella contestó: "Niñera viene pronto", cosa que él repitió, utilizando luego las palabras
correctamente, y reteniéndolas en su mente.
En la segunda sesión, Dick se comportó de idéntica manera; pero esta vez escapó corriendo
de la habitación hacia el oscuro vestíbulo. Colocó allí el tren "Dick" e insistió en dejarlo allí.
Preguntaba repetidamente: "¿Viene niñera?".
En la tercera sesión se comportó de la misma manera, sólo que además de correr al
vestíbulo y entre las puertas, se escondió también detrás de la cómoda. Entonces se
angustió y llamó a su analista por primera vez.
Se evidenció que simultáneamente con la aparición de la angustia había surgido un
sentimiento de dependencia, primero hacia Melanie Klein y luego hacia la niñera, y al mismo
tiempo empezó a interesarse por las palabras tranquilizadoras: "Niñera viene en seguida".
Así también, Dick observó por primera vez los juguetes con interés, en el que se evidenciaba
una tendencia agresiva. Entonces, Dick señaló un carrito de carbón y dijo: "Corta". Melanie
Klein le dio un par de tijeras, pero el niño no logró manejarlas. Entonces ella corta los
pedazos de madera del carrito, que él arrojó en seguida, junto con su contenido, dentro del
cajón; diciendo: "Se fue". Le dijo que eso significaba que él estaba sacando heces del cuerpo
de su madre. Fue entonces corriendo al espacio entre las puertas, y las arañó un poco,
expresando de este modo que identificaba el espacio entre ambas puertas con el carrito y a
ambos con el cuerpo de la madre, al que estaba atacando. En seguida regresó corriendo
desde el espacio entre las puertas, vio el armario y se deslizó en su interior.
En la cuarta sesión, lloró cuando la niñera se fue, pero pronto se calmó. Dick evitó el espacio
entre las puertas, el armario y el rincón; se interesó por los juguetes y así encontró el carrito
que había destrozado durante la sesión anterior. Le explicó que el carrito roto representaba
a la madre, y lo buscó nuevamente, lo mismo que los pedacitos de carbón sueltos, y se los
llevó al espacio entre las puertas.
En el transcurso de su análisis, se vio que al arrojarlos fuera de la habitación en esa forma
estaba expresando su expulsión, tanto del objeto dañado como de su propio sadismo, que
de este modo era proyectado al mundo exterior.
Por otra parte, Dick descubrió el lavatorio, el cual simbolizaba el cuerpo de su madre, y
manifestaba un extraordinario temor a mojarse con agua. También manifestaba idéntica
angustia al orinar.
Durante el análisis de Dick llega a ver en muy diversas formas ese pene fantaseado, así como
también un sentimiento de agresividad cada vez mayor contra él, predominando
especialmente los deseos de devorarlo y destruirlo.
Esto puede visualizarse cuando Dick se llevó a la boca un hombrecito de juguete y,
rechinando los dientes, dijo: "Tea Daddy", lo cual significaba "Eat Daddy" ("Comer papito").
En seguida pidió un vaso con agua. La introyección del pene del padre demostró estar
conectada a la vez con dos temores: el temor al pene como superyó primitivo y dañino, por
un lado y, por el otro, el temor al castigo por la madre así robada, es decir, el temor al objeto
externo y al objeto introyectado.
A partir de lo mencionado, quedo plasmado que la fase genital había comenzado
prematuramente.
La temprana actuación de las reacciones provenientes del plano genital era el resultado de
un desarrollo prematuro del yo. Esta temprana identificación con el objeto no podía ser aún
relacionada con la realidad. Simultáneamente con su incapacidad para tolerar la angustia, su
prematura empatía había sido un factor decisivo en la represión de sus impulsos
destructivos.
Dick había roto sus lazos con la realidad y había detenido su vida de fantasía, refugiándose
en las fantasías del cuerpo oscuro y vacío de su madre. De este modo había logrado,
también, apartar su atención de los diversos objetos del mundo externo que representaban
el contenido del cuerpo de la madre, el pene del padre, heces y niños. Porque eran
peligrosos y agresivos, tenía que deshacerse (o negar) de su propio pene -órgano del
sadismo- y de sus excrementos.
En el análisis de Dick, Klein logró llegar hasta su inconsciente a través de los rudimentos de
vida de fantasía y de formaciones simbólicas que manifestaba. El resultado obtenido fue una
disminución de la angustia latente, de modo que cierto monto de angustia quedó
manifiesta.
Todo progreso era seguido por la liberación de nuevas cantidades de angustia, y lo llevaba a
apartarse en cierta medida de las cosas con las que había establecido ya relaciones afectivas,
y que, se habían convertido en objetos de angustia. Al apartarse de ellos, se dirigía hacia
nuevos objetos, y éstos también llegaban a convertirse en el objetivo de sus impulsos
epistemofilicas y agresivos.
A medida que iban aumentando sus intereses, fue enriqueciendo simultáneamente su
vocabulario, porque había comenzado a demostrar un interés cada vez mayor no sólo por las
cosas en sí, sino también por sus nombres. Palabras que antes había oído sin ningún interés,
las recordaba y aplicaba ahora correctamente.
Junto con el aumento de intereses y el establecimiento de una transferencia cada vez más
intensa hacia su analista, había aparecido la relación de objeto que hasta entonces faltaba.
Durante esos meses su actitud hacia la madre y la niñera se había tornado afectuosa y
normal. También con su padre su relación muestra indicios cada vez más claros de una
actitud edipica normal.
Dick trataba de hacerse entender por medio de su vocabulario, que era aún pobre, pero en
aumento, y que él mismo se empeñaba en enriquecer. Una vez que la angustia se hizo
manifiesta se logró resolver gracias a la interpretación.
En el caso de Dick el problema consiste, según Melanie Klein, en modificar mediante el
análisis, un factor fundamental de su desarrollo.
En el análisis de dicho niño, lo único que se podía hacer era tratar de llegar hasta su
inconsciente, y disminuyendo las dificultades inconscientes, abrir camino para el desarrollo
del yo.
Desde el punto de vista teórico, la autora menciona, que es importante advertir que aun en
este caso se logró hacer evolucionar a la vez al yo y a la libido, sólo por el análisis de los
conflictos inconscientes, y sin que fuese necesario imponer al yo ninguna influencia
educacional.
Por otra parte, hace hincapié en que la influencia educacional que anteriormente habían
ejercido sobre el niño las personas de su ambiente, había resbalado sobre Dick sin dejar
ninguna huella. En cambio, hoy, que su yo se encuentra, gracias al análisis, en plena
evolución, el niño se muestra cada vez más dócil a dicha influencia.
Diagnóstico:
El Doctor Forsyth había diagnosticado una demencia precoz en Dick; éste pensó que valía la
pena intentar el análisis. El cuadro clínico coincidía en muchos aspectos con el de la
demencia precoz avanzada de los adultos.
En contra del diagnóstico de demencia precoz, Klein sostiene que el rasgo fundamental en el
caso Dick era una inhibición del desarrollo, y no una regresión.
Finalmente, podemos decir que se trataban de un caso caracterizado por una ausencia casi
total de afectividad y de angustia, gran alejamiento de la realidad y falta de accesibilidad, así
como de rapport emocional, conducta negativista alternando con indicios de obediencia
automática, indiferencia ante el dolor, perseveración.
CASO PIGGLE
Gabrielle es una paciente de 2 años y 4 meses de edad, cuya familia está compuesta por su madre, su
padre y Susan, su hermana menor.
La consulta fue realizada por los padres de la niña mediante cartas ya que vivían en Austria. El motivo
fue que la niña tiene problemas que la mantiene despierta por la noche. Estos problemas se
resumirían a un sueño que tiene la niña donde se encuentran una mamá y un papá negro.
En este caso, Winnicott utiliza lo que denomino tratamiento a pedido en el cual se adapta la clínica al
paciente, siendo la recurrencia de las sesiones según la necesidad del mismo, este fue puesto marcha
debido a que la familia de la niña no vivía en la misma ciudad donde él se encontraba.
También utiliza como material para las interpretaciones e intervenciones las cartas mantenidas con
los padres y con la niña al igual que las llamadas telefónicas.
Lo más importante tuvo lugar cuando Piggle responde a la interpretación de Winnicott, a cerca de
otro bebe y prosigue con preguntas referidas al origen de los bebes. En el juego puede observarse
que comenzó a decir “aquí hay uno… aquí hay otro uno”, la frase aludía a los camiones y
locomotoras, W lo tomo como mensaje e hizo una intervención “otro bebe” “él bebe sush”. Por lo
que la niña toma un carruaje y pregunta ¿de dónde viene esto? A lo que W responde ¿de dónde vino
él bebe? Y replico “la cuna”.
Otro aspecto central gira en torno a el babacar. W sin dar rodeos le pregunta ¿Te enojaste con mama
negra? Vinculaba la idea de la mama negra con su rivalidad con su madre debida a que ambas
amaban al mismo hombre, papa. También en otra oportunidad manifiesta “el babacar lleva negrura
desde mi hasta ti, entonces me asusto de ti”, dirigiéndose a la madre. “Estoy asustada de la piggah
negra y soy mala”, afirma que le tiene miedo a la piggah y a mama negra por que la ponen negra.
La madre manifiesta a W que la niña pasa gran parte del tiempo ordenando, limpiando y lavando
bajo el sol y que no juega mucho, suele estar sin hacer nada y un tanto triste. Parece actuar de una
manera muy adulta, manifestando que es lo que piensa en todo momento. W destaca que hay una
facilidad de comunicación por parte de la niña hacia él. Pide por ver al Dr. W, habla de ir a verlo, de
contarle algo a cerca del babacar y que este último traslada negrura de una persona a otra.
Winnicott observa que hay una solución temporaria por regresión al bebe en la cuna, esto se podía
ver cuando se negaba a ser ella misma y decía “soy la mama, soy él bebe” y no quería que se
dirigiesen a ella como tal, parloteaba en voz alta como si se tratara de ora persona. De jugar todo el
tiempo paso a tirarse en su cuna y succionarse el pulgar sin jugar. Por medio de una conversación
telefónica después de la primer consulta W supo que por primera vez después del nacimiento de la
hermana Gabrielle pudo ser un bebe, en vez de protestar constantemente. La madre cuenta que se
había acostado en el cochecito y había tomado innumerables biberones y no toleraba que nadie la
llamase Piggle, era bebe o la madre. Decía que las Piggles eran malas y negras. W piensa que parece
ser que solo puede manifestar ternura cuando es un bebe. Un hecho de relevancia para Gabrielle fue
que cuando nació Susan, se vio de algún modo separada de sus fuentes de nutrición
(aproximadamente a los 9 meses de edad)
Entró con su padre a la sala de espera, conversaron y luego entró Piggle al consultorio sin vacilar al
lugar donde se hallaban los juguetes…
Ella llena el cubo nuevamente de juguetes. La interpretación es que quería llenar el estómago de
Winnicott (recordé que en la sesión anterior yo había hablado en términos de hacer un bebé
mediante el trámite de llenar el cubo), interpreté que ese era el significado de estar mareado.
Winnicott hace de bebé de Piggle y dice que es muy goloso y que comió tanto que está mareado.
“Aquí estoy yo el bebé Winnicott saliendo del interior de Piggle, naciendo, muy hambriento”.
P: Sí
P: Se ve asustada
P: se sentó en el suelo y
P: Sí
Nos miramos un largo rato y luego comenzó a poner más juguetes en la caja, sacó dos pequeños
animales suaves y hacía que estaban comiendo. Tuvo lugar una suerte de objeto transicional,
entre ella y yo estaban los animales.
Luego se dirigió al extremo de la habitación y estuvo a punto de sentarse en la silla que asociaba
a la madre, pero al final se sentó en la del padre.
7. Ser concebido por ej, como en la mente. La mente localizada en la cabeza como si se
tratase del cerebro.
Estaba naciendo de un modo más de la parte superior de la cabeza de su padre, estaba naciendo
de un modo diferente.
Otra carta de la madre: Piggle está muy perseguida por la Mamá negra. Le pregunto si le habló a
Winnicott de la Mamá negra. No le hablé porque era un bebé y estaba muy enfadado y ocupado,
me dio miedo de hablarle de la Mamá negra, era un bebé y yo también. Me hubiese dado
vergüenza hablar de la Mamá negra.
Tiene mayor tendencia a ser ella misma. Se queja de la Mamá negra porque ennegrece a Piggle y
a todo el mundo y también a su papá. El Sush Baba negro viene con frecuencia (Susan). Piggle
quiere ver a Winnicott. Me preguntó cómo era el nacer.
Carta del padre: Estos días son de gran tensión para ella. Está asustada por el bebé Sush “La
ennegrecí” y también la mamá negra pregunta donde está sus yams, un a mañana pidió beber de los
pechos de su madre. Quiere también que la envuelvan en forma de arrollado.
Dijo que podía usar ropa negra puesto que era negra y mala.
Se la pasa pidiendo cosas como si fuera una batalla, aunque por lo general no nos negamos. Pidió
que quería casarse, que era una muchacha grande ahora. Dice que ahora ella es negra porque rompí
en pedazos a la mamá negra (culpa relacionada con la destrucción compulsiva).
1. Recuperación del juego de la vez anterior, pero demora asociado con ansiedad.
P: Agarró el cubo y otros objetos y los recordó a todos. Dice “Vine en tren a Londres a ver a
Winnicott” Quiero saber por qué la mamá negra y el Babacar
P: Saca los juguetes y los dispone en forma ordenada. Me asusté con Winnicott bebé. Winnicott
no debe ser un bebé otra vez (quisiera repetir el juego anterior). Ella saca y juega con los
juguetes, encontró los dos animalitos suaves de la última vez, los empujó para que quedaran
tirados en el suelo, luego agarró el tren y los pasó por encima sin piedad.
2. Nueva capacidad para jugar a (arreglárselas así) más que estar en la fantasía temible(a) alivio
y alcance más amplio (b) pérdida de experiencia directa.
P: Muestra los vagones al padre y los deja caer (interpreto defecación). Se dirige al padre y otra
vez regresa al juego anterior. Quiere ser un bebé Bryyyyy (significa sucio).
Comenzó a ser parida, le dice a Winnicott que no puede ser un bebé por que la asusta. Se las
ingenia para controlar la situación que le permitiera jugar en ella, más que estar en ella (del
proceso primario al secundario).
Piggle habla de su bebé Gaddy-gaddy-gaddy (puede ser que sea Gabrielle) su bebé muñeca.
3. Al salir al encuentro de la ansiedad por medio del peligroso eje aguzado en su boca, sugería
una fantasía de la experiencia oral de la madre por el pene del padre.
P: Por la noche en la cama me asusté mucho, era un sueño de una mamá negra y un Babacar
detrás de mí.
4. Ahora su bebé (la muñeca) le daba cierto lugar como niña, con identificación materna: self.
P: No, voy a buscar la muñeca, volvió y jugó mucho con la muñeca y con las palabras
abierto-cerrado, referidos al pañal de la muñeca.
5. Resolución parcial sobre la base de la vinculación del negro con el odio relacionado con el
tema de papá dando un bebé a mamá pero un tanto intelectualizada.
P: Antes de irse de la consulta dice “el Babacar está en orden” (daba la impresión que tenía que
ver con el Bryyy. Y la Mamá negra con su pequeño-pequeño, es negra por que ha sido odiada
porque papá le dio un bebé)
Carta de la madre: Le comento que volvió de la sesión de un humor horrible, especialmente a la hora
de ir a la cama, está llena de escenas.
También estuvo agresiva con los otros niños. Dice, debo ir a lo del Dr. Winnicott por la Mamá negra,
sólo le hablé del Babacar. Le tengo miedo a la oscuridad y el Dr. Winnicott no sabe. Ha estado muy
enojada conmigo.
Carta de la madre escrita durante las vacaciones en el extranjero: Estamos muy preocupados por
Piggle, nos gustaría la posibilidad de un tratamiento completo.
Parece estar atrapada en su propio mundo. Su discurso es cada vez y con mayor constancia en una
vocecita falsa, inauténtica, a veces hace escenas dramáticas. Sigue con miedos en la noche.
Llora porque lo oscura quiere hacerla negra. Tiende a actos de agresión como tirarme una piedra en
la cabeza o agredir a Susan.
Carta de la madre tras el regreso al hogar: Quisiera contarle que de algún modo que no logro definir,
siento que está mejor. No comprendo hasta qué punto la obsesiona la culpa y la responsabilidad por
su destructividad. Conversa sobre cosas muertas.
Carta de la madre: Confirmo para verlo con su padre. Hace unos días me pide succionar mis yams
(pechos) cuando se va a la cama por las noches. Fue tan insistente que lo permití. Le dije que iba a ir
a lo del Dr Winnicott y me respondió “Al otro día y al otro y al otro” Cuando salgo de la habitación
llora porque quiere a su bebé Galli-galli-bebé.
1. El viaje en tren acurrucada sobre las rodillas de su padre, succionándole el pulgar (esto
sucede camino a la consulta con Winnicott).
2. Dramatización del acto sexual masculino sádico. En la sesión Piggle jugando con locomotoras
y vagones, agarra una vara de madera, la quiebra y la mete a la fuerza dentro del salón
comedor por la ventana. A lo que Winnicott dice algo acerca de papa tratando de hacer
bebes con mama que sería el vagón. Seguido a esto Piggle arrancó dos trozos de madera.
3. Idea de crecimiento natural, maduración. En la consulta Piggle cuenta que en vacaciones
hacía calor, nos tostamos, él bebe estaba tostado, bebe Susan tostado, mi hermana. Sube
escaleras gateando. Orina en el orinal ahora.
4. Sentido de la distancia entre nosotros en los intervalos entre sesiones (fin de la negación) en
un momento Piggle le dice a Winnicott: es una lástima que te hayas mudado tan lejos.
5. Idea de evolución de mama enfadada con Gabrielle por ser la niña de papa, superpuesta a la
idea de la cólera de Gabrielle ante los nuevos bebes nacidos de papa. Piggle comienza a
subirse a las rodillas del padre y juega a que de entre sus piernas nacían bebes, lo cual repitió
varias veces. También solía succionarle el dedo, por lo que el padre era utilizado como madre
(succionaba el pecho de mama).
Por teléfono, esa noche supe que, tras la sesión, se convirtió en una niña más adulta, estuvo más feliz
y de buen humor. Se había puesto positiva con su padre y perdió la conducta regresiva. Había
generado un sentimiento de seguridad en cuanto a sus padres reales, y había desarrollado zonas más
amplias para la experiencia de juego.
Carta de la madre: Piggle ha pedido verlo en varias oportunidades. Durante algunas noches no me
permitió besarla por si la ponía negra, pero ha estado mucho más afectuosa conmigo. La otra noche
me dijo que era una linda mama y luego me araño diciendo que me estaba rascando lo negro. En
general, por lo que a su humor respecta, ha estado muy deprimida en ocasiones, y también
desenfrenadamente destructiva y sucia. Eso se alterna con periodos razonablemente buenos, por
encima de su edad y situación, y dosis considerables de limpieza y orden (lo cual llama la atención en
nuestra muy descuidada familia.
1- Calor y su consecuencia. Debido al calor y la somnolencia que tenía Winnicott ese día sus
notas son relativamente oscuras, confusas y Piggle se distraía con los ruidos del exterior.
2- La observación sobre el rizo y mi interpretación. Parecía ser el punto clave de la sesión. Su
propio embarazo en fantasía pre genital. Piggle jugueteo con su cabello perfectamente
estirado y dijo: mi cabello es rizado, para lo que Winnicott hace una interpretación diciendo:
¿quieres tener un bebe tu misma?
P: pero tengo un bebe, girlie girlie
W: no, no sush baba.
P: un bebe para tener en mi cama.
W: ¿En tus rizos?
P: sí.
3- Hacer niños con comida. Ansiedades asociadas a ello. Piggle fue a mostrarle a su papa dos
barcos, vuelve con Winnicott le dice que estaban comiendo los dos barcos. Winnicott dice:
estaban comiendo para hacer bebes. Piggle Aparto todos los juguetes y fue a buscar a su
padre. Interprete tienes miedo de que quieran que hagas bebes comiéndote los barcos.
4- Progreso (en cuanto a la maduración) desde los pechos de mama al pene de papa.
5- Sra. Winnicott en el esquema de las cosas. Puso unas casas en fila y dijo Piggle: ¿quien vive
aquí? Un hombrecito y una mujer también, una señora Winnicott. Lo cual le despierta cierta
ansiedad que hace que Piggle quisiera irse de la sesión, pero al decir voy a volver con mi
mama Winnicott le responde con que vas a volver donde tu mama y tu papa, esto hizo
desaparecer su ansiedad y continuo como si nada.
Llamada de la madre: Piggle estuvo mejor durante un tiempo, pero luego volvió a caer en la
depresión y la apatía, sin dormir por las noches y preocupada por la idea de la muerte. Tuvo un
sueño: ninguna semilla crece, o solo un poco, por las cosas malas que llevan dentro.
1- Palabra clave de la sesión: lindo. Winnicott lo ubica como un presagio de suciedad (fusión de
expulsión agresiva con dación de amor, el cual va a depender según la manera que fue
recibido).
Al comenzar la sesión Gabrielle entra y dice: “primero jugare con estos juguetes, luego con
este lindo juguetito. Lindo. Hagámoslos entrar a todos a este lindo pueblo”.
Aquí Winnicott hace referencia a cierta suciedad a lo que Gabrielle respondió agarrando un
tractor y diciendo “lindo”.
2- Enfrentamiento con perdida por incorporación y sus consecuencias: ansiedad y apoyo en
relación a objetos interiores.
Durante la sesión Gabrielle se estaba comiendo un hombrecito de plástico, entonces
Winnicott le dijo que se lo estaba comiendo porque se lo quería comer a él mismo. “Si me
comieras, me llevarías dentro tuyo y entonces no te importaría irte”.
3- Suelta algunos objetos interiores por disparidad.
4- Ambivalencia y lodo.
Gabrielle dice que odia a Susan, pero solo cuando le quita los juguetes, pero que también es
bonita cuando está bien vestida. También le cuenta a Winnicott que cuando la quiere se
inclina y le da besos por lo que es muy amable.
5- Por primera vez deja desorden.
Según Winnicott esto mostraba mayor confianza en que él podía tolerar el desorden, la
suciedad, las cosas interiores.
Se observa durante la sesión cierta ambivalencia respecto a su hermana Susan, y en un momento ella
expresa que su mama quiere más a Susan que a ella.
Luego de esta sesión, Piggle sueña con Susan negra y en el mismo dice que le ha pagado a mama
negra.
Sobre la palabra pagado, W interpreta: dejar todo, heces, confusión, lo cual fue aceptado.
Carta de la madre: luego de la sesión dice que quiere que la llamen Susan y no por su nombre. Se
chupa mucho el dedo.
Piggle: “Susan tiene un resfriado muy fuerte” (en realidad ella estaba resfriada).
W: “había cosas separadas dentro de ella, pero no era capaz de reunirlas en una sola”.
Respecto a la mama negra Piggle dice que se presenta todas las noches, que se mete en la cama y no
se la puede tocar.
P: “la mama negra me quiere, cree que estoy muerta. Horrible. No sabe nada de niños y bebes”.
Ante esto Winnicott interpreta que es una experiencia de contacto entre ella y la mama buena (antes
de Susan) ahora perdida.
El intercepta una posición de varón de Gabrielle frente a Susan en el triángulo edípico. “vamos a
tener un niño Susan y yo cuando seamos grandes”.
Piggle hablo de la mama negra como un sueño y W le explico que la mama negra era un sueño y que
cuando se despertaba contrastaba las ideas de mama negra con las personas reales.
En esta entrevista también se percibe ansiedad cuando W le pregunta por sus sueños y dijo que soñó
que estaba muerta.
Ellos le hacen saber a Winnicott que notaron cambios buenos en Gabrielle ya que ahora jugaba con
su hermanita. “dejé mis preocupaciones en la casa del Dr. Winnicott y cogí buenas” (nueva
separación de la identidad).
Temas importantes:
-W: yo en la silla por primera vez.(esta vez yo estaba sentado en la silla por primera vez tomando
nota, fue asombroso el modo de confianza de inmediato hacia mi).
1-El tema de recipiente objeto internalizado.( Dispuso 4 grandes casas en un cuadrado y coloco otra
en el medio. Comprendí que esto representaba su capacidad de ser un recipiente, lo asocie con que
ahora llevase un bolso).
2-Ella misma como niña con faldas (tomó la bombilla eléctrica y le dijo a W ponle una falda, W: rodeo
la bombilla con un trozo de papel y se convirtió en una señora. W preguntó: es mamá? , G: No. W: es
quien Gabriel desea ser? G: Si, presencia de ansiedad.
3- Actividad onanista clitorial femenina. (W. Notó un contacto más estrecho y percibió ansiedad. Vio
que frotaba un cochecito con el dedo “masturbación”.
4-El negro como negación de ausencia.(mirada como negativa al no ver, cubriendo el recuerdo del
objeto ausente, surge una nueva versión del negro, aquí el negro es en parte una defensa).En lugar
de recordar ve negro.
5-El cierre de su bolso. Llave en la puerta. Rojo en las faldas (menstruación, idea del erotismo genital
femenino-bulbar, vaginal).
7-Atencion re-ataque sádico sobre el vientre del fauno (o perro). ( G: ¿qué sucedió con el perro que
estaba en la bolsa?- W:la última vez le quitaste todo lo que tenía adentro-G: si ).
8-Bebes surgidos de los hombres. Inmadurez para ser tolerado. Ahora a jugaba con un tren y mostró
cierta ansiedad. G. dijo: dejamos a Susan en casa, debe estar enfadada porque nos fuimos lejos. W:
entonces empezó a asustarte la idea de tener a tu papa para vos sola en el tren al pensar en lo q
querías hacerle, porque vos querés hacerle a papa lo mismo q muestras al quitar el relleno al perro.
El quererme te lleva a querer comerme el wee-wee (esto había parecido antes en el temor a la
mordedura de la serpiente).W: te asusta pensar q si me quieres arrancas el relleno de mi wee-wee.
G: sí. W: si es el pecho de la madre, sacas lo q lleva dentro para engordar y crecer, pero cuando se
trata de un wee-wee, lo q deseas es tener dentro algo con q hacer bebes. G: Si. W: te asusta tenerme
para vos sola. Cuando me tenés a mí o a papa a solas tenés el wee-wee entrando y haciendo bebes.
Pero sentís q Susan se pondrá celosa.
9-Tema la cuarta persona: no hay lugar para su hermana. Jugo con 2, luego 3 y luego 4 objetos. W
interpreto q le estaba mostrando q podía juntar 2 personas, y podía meterse entre papa y mama
para unirlos o separarlos, y así ser 3. Pero incluir a Susan excedía sus posibilidades, un cuarto no
cabía. Eso parecía correcto.
Carta de la madre: diciendo q la niña se encontraba más serena desde la última entrevista, menos
succión del pulgar y menos destructividad. La madre en esta carta le cuenta a W q sus ansiedades
eran muy intensas por la época del nacimiento de Susan, cuenta q ella tiene un hermano, del cual
esta distanciadas, q nació cuando ella tenía exactamente la misma edad de Gabrielle al nacer Susan.
Carta de Gabrielle (dictada): te enviaremos un cuchillo para q cortes tus sueños y mandaremos
nuestros dedos para coger las cosas, y te enviaremos unas bolas de nieve para arrojar cuando viene
la nieve, y te enviaremos unos lápices para q dibujes un hombre. Te enviaremos un traje para q te
pongas al ir al colegio. Con los mejores deseos para tus flores y tus árboles y tu pez en tu pecera.
Carta de la madre: Gabrielle ha estado muy triste, se succiona el pulgar, es incapaz de dormir. Es muy
dura consigo misma, quiere q Susan la abofetee y se golpea ella misma.
Temas importantes:
1-Asignación de adultos a los niños-reservarme solo para ella.( W: Susan no ha venido a verme “ yo
sabía q había planeado en traer a Susan pero es muy importante no hacerlo y tenerme solo para
ella”).
3-El tren (análisis), había marchado con lentitud, pero había cubierto todo el camino a Londres: su
destino.
4-Tristeza ante la perspectiva de finalizar. (Le pidió al Dr. si podía quedarse hasta más tarde)
7-Diferentes roles W en q se ha valido de él. (W que cocina, w que repara cuando ella lo necesita, W
que la ayuda a desprenderse de aquello con lo que ha terminado.
Carta de los padres (escrita durante las vacaciones en el extranjero): diciendo q la niña se encuentra
animada y creativa. A veces se la ve triste y celosa. Está en buena relación con ella misma, que llama”
la niña toro”. Está muy próxima a Susan.
1-En armonía con el superego. G: “jugando”…Es este el modo de hacerlo o no?(exhibía un superego
con el cual se identifica sin dificultad).
2-Evidencia de capacidad potencial para el goce genital (tomó un tren lo acaricio, lo beso, se lo paso
por los muslos y por la cabeza todo eso se convirtió en un juego y cayó al suelo con un ruido que tuvo
su clímax).
3-Exploracion de las relaciones ante las separaciones prolongadas y la preparación para terminar.(G:
donde esta eso q rueda?. Era la regla cilíndrica de otro paciente. Hace rodar la regla hacia mí y eso
me mata. Muero y se esconde.
Luego vivo y no logro encontrarla. Ello se vinculaba con lo que ocurría cuando no veía a W durante
un tiempo prolongado. Luego el juego fue variando especializándose en su escondite.
4-El tema del nacimiento.( a la larga quedo claro que su juego derivaba de su idea de nacimiento.
Finalmente debí repetir una aparición súbita desde debajo de las cortinas, como si fuese un parto.
Tuve que convertirme en una casa, y ella entro con cuidado, y se fue haciendo cada vez más grande
hasta q la casa no pudo más y estallo expulsándola, le dije: te odio en el momento de expulsarla. El
clímax lo constituyo la puesta en contacto con la necesidad de la madre de expulsar al bebe cuando
es demasiado grande. Con eso se asocia la tristeza por ser mayor.
El caso comienza con una carta de los padres diciendo que Gabrielle era una niña muy madura pero
que tenía fantasías con una mama negra, un papa negro y un babacar que la atormentaban por las
noches por lo cual solicitan la atención de Winnicott además, la notaban aburrida y a veces
deprimida.
Winnicott acepta tratar a la niña y comienza con su tratamiento a pedido, en el cual la niña visitaba al
doctor a demanda. Además, se sustentaba de la información recibida de las cartas de los padres de la
niña que a veces eran esperanzadoras y otras veces no.
Desde la primera sesión, el autor observa que uno de los problemas es la llegada de su nueva
hermanita, como solución temporaria a esto la niña encuéntra la regresión en ser un bebe de cuna
por eso ella a veces actúa de esta manera y otras veces de manera muy madura. Es por esto que
muchas veces no dejaba que la llamen Gabrielle. Esto deja ver, por otro lado, algunos problemas de
identificación que tenía la niña “Susan está muy resfriada”.
Por otra parte la paciente se encontraba en el proceso de elaboración de una nueva relación con su
madre en la cual depositaba el odio debido al amor a su padre. Respecto a esta nueva relación
podemos ubicar también la perdida de la mama buena (perdida al llegar su hermana Susan).
Mediante la comunicación de los padres con Winnicott (cartas y llamadas) comienza a notar los
cambios que se producen a lo largo de las sesiones.
En el transcurso del análisis se logra interpretar que la mama y el papa negro son producto de un
odio hacia sus padres (ya que se encontraba en un proceso de reelaboración de la relación con ellos)
lo cual le genera culpa ya que estaba transitando el complejo de Edipo. Este miedo radicaba en
convertir a las personas odiadas en negras lo cual llevaría a la muerte de las mismas, lo que a su vez
indicaba la separación definitiva.
Otro punto tratado en muchas sesiones era la postura adoptada por Gabrielle donde muchas veces
se ubicaba como bebe, tomando la identidad de su hermana (querer tomar la teta de su mama
aunque ya no lo hacía desde los 9 meses por propia voluntad) y otras veces ubicándose en el lugar de
madre de la misma.
Un tema recurrente tratado en el análisis es el complejo de Edipo el cual se puede visualizar a través
de las diferentes escenas por ejemplo la introducción de un palo en un pequeño vagón
representando el acto sexual entre sus padres, también su propio embarazo en fantasía pregenital
(rizos) y el nacimiento de bebes a través de las piernas de su padre.
- Sentir y ejercer el odio sin que esto signifique la destrucción del propio análisis.
- Lograr una reorganización de su vida.
- Poder enfrenarse con la separación teniendo conciencia de la posibilidad de reunión.
- Desarrollar una madurez acorde a su edad y aceptar su propia identidad.
- Finalizar el complejo de Edipo.
CASO JUANITO
Análisis de la fobia de un niño de cinco años: Caso Juanito
Desde muy temprana edad, a los 3 años, manifiesta una gran curiosidad por su órgano
genita, un vivísimo interés a la vida sexual, el cual el niño lo describe como su “cosita para
hacer pipí”, también comienza a preguntarle a sus padres si poseían una cosita como la de
él y observa que los animales también poseían su “cosita”. Esto da comienzo al proceso de
investigación sexual infantil descripta por Freud en “Tres ensayos para una teoría sexual”,
que se da en los niños generalmente entre 3 y 5 años, donde inicia la actividad que
responde al instinto de saber, él supone que todos poseen un genital como el suyo, lo que el
autor denomina como el enigma del esfinge. El presupone la existencia de este órgano
importantísimo en todos aquellos seres que juzga semejantes a su propia persona, lo
estudia en los animales de gran tamaño y lo atribuye tanto a su padre como a su madre e
incluso a su hermanita recién nacida. Para el niño todos poseen el mismo órgano genital,
que varía según el tamaño, lo que puede relacionarse con la conceptualización de “falo”, es
decir, el valor que se le adjudica al pene, como todo valor puede trasladarse a otros objetos,
por eso mismo, Juanito busca el pene también en los objetos inanimados. Hasta que unos
meses más tarde logra diferenciar que una mesa o una silla no tienen genitales y un animal
sí, logrando diferenciar lo animado de lo inanimado.
El autoerotismo es otra parte esencial de este caso, que muestra la necesidad de Juanito a
tocarse el miembro, la cual podría ser su pulsión parcial, un estímulo psíquico, o también su
zona erógena, es decir el sector de la piel que al ser estimulado le provoca una sensación
placentera y la meta sexual de la pulsión infantil consiste en producir esa satisfacción
mediante una estimulación apropiada de su zona erógena. La madre al observar esta
situación, amenaza al niño con que si seguía tocándose, llamaría a un médico para que se
lo corte, esto en el momento no provoca nada en el niño, su respuesta es que haría pipi con
el popo (el ano), pero más adelante sería una de las partes causantes de su fobia e iniciaría
el complejo de castración. La amenaza de la madre, consistente nada menos que en la
pérdida de la cosita es rápidamente reprimida.
Desarrolla una intensa curiosidad sexual, procura ver la cosita de otras personas y gusta de
mostrar la suya. Cuando repetidamente manifiesta tanto a su padre como a su madre su
disgusto por no haberles visto aún nunca la cosita, le impulsa a ello, la necesidad de
comparar. Cree que su madre deberá tener una cosita “como la de un caballo” y para
consolarse de su inferioridad actual piensa que la suya irá creciendo conforme él mismo
crezca.
A los 4 años, Juanito, presenta una atracción por las niñas mayores, aunque también,
aparecen rasgos de homosexualidad, una erotización por el sexo opuesto, debido a la falta
de diferenciación de los mismos. Esto genera una prevención de la inversión, no se invierte
su sexualidad totalmente, se da una atracción reciproca de los caracteres sexuales
opuestos a pesar de las apasionadas amistades con los de su mismo sexo.
Esta proyección hacia los caballos puede deberse a que en esta misma edad presencia una
escena donde ve a este animal caer del carro y desplomarse en la calle, a partir de ese
momento padece una grave fobia hacia los mismos, y más específicamente a aquellos con
algo negro en la boca lo muerdan. Freud guía el análisis y lo asocia al padre a ese caballo
que se desploma y muere, que puede morderlo, que tiene una gran cosita de hacer pipí, por
su tamaño, y tiene algo negro en la boca, lo que podría tomarse como el bigote de su padre.
Juanito desea la muerte de su padre para poder estar más tiempo a solas con su madre. Al
mismo tiempo, tales deseos le producen sentimientos de culpa y vergüenza que se
resuelven en la angustia hacia los caballos. Los niños de esta edad, conducen una
dependencia hacia las personas que los cuidan, y lo que echar de menos a esa persona o
el temor a perderla provoca la llamada angustia infantil, por eso manifiestan miedos, y
buscan a una persona que lo tranquilice, en este caso Juanito toma a su madre como este
objeto de deseo. Podríamos, pues, sospechar que el caballo no es más que un sustitutivo
de la madre. Juanito enferma un día de miedo en la calle. Para las fobias como esta de
Juanito, las denominamos “histeria de angustia”. En efecto, la libido desligada del material
patógeno por la represión no es utilizada para una inervación somática, sino que se queda
libre en calidad de angustia. La histeria de angustia es la neurosis de la época infantil que
evoluciona cada vez más hacia la “fobia”.
La fobia de Juanito, también, podría relacionarse con el complejo de castración, los celos
hacia su hermana menor quien le quita tiempo con su madre, y otro punto importante sobre
lo que el habla es de ver a los caballos hacer popo, Freud asocia esto con las dudas del
niño de como vienen los bebes al mundo, miedo a que su madre “defeque” otro bebe, su
teoría sobre el nacimiento de los niños. Respecto al miedo a los caballos, no solo a ellos les
tiene miedos y a que lo muerdan, sino también a los carros de aspecto corpulento y pesado
y los que pasan muy deprisa. Tiene miedo de que los caballos se caigan, e integran así en
su fobia todo aquello que puede provocar un tal accidente.
Más tarde muestra miedo a ser bañado en la bañera grande, confesando su deseo de que
la madre suelte a Hanna durante el baño para que la pequeña caiga al agua y muera. Su
propio miedo a ser bañado, es el temor al castigo por aquel mal deseo. Hanna es
considerada para el niño como un excremento, así como todos los niños lo son. Todos los
carros de mudanzas, ómnibus y camiones sean para Juanito están cargados con aquellos
“cajones en los que la cigüeña guarda a los niños”, representaciones simbólicas del
embarazo. El caballo caído no era solo el padre en trance de muerte, sino también la madre
en el parto.
Una vez que le explican a Juanito como vienen los niños al mundo, su fobia se alivia. Se
termina de completar el proceso de eliminar la fobia cuando al verse a él mismo como el
padre y a su madre como su mujer, en el complejo de Edipo, no elimina al padre, sino que le
concede el papel de “abuelo”. Con respecto a la castración, lo repara pensando que si es
castrado, le instalaran una cosita de hacer pipí más grande.
CASO DOMINIQUE
En octubre de 1967, Maud Mannoni organiza en París un coloquio sobre las
psicosis infantiles, donde por primera vez Dolto expone el trabajo que realizó en las
12 sesiones con Dominique.
En las siguientes páginas se realizará una breve síntesis del tratamiento sobre el
caso Dominique desarrollado por Francois Doltó quien es una pediatra y
psicoanalista de la escuela francesa y publica un libro sobre este caso y las
sesiones que tuvo con el niño, las cuales duraban poco más de una hora.
Se trata de un paciente de 14 años clasificado por otros profesionales como débil
mental que concurre a este tratamiento por primera vez junto a su madre, quién
además en el curso del mismo se comunicaba con Doltó a través de cartas ya que,
no residían en la misma ciudad.
En el presente trabajo se hará hincapié en las intervenciones llevadas a cabo por
dicha psicoanalista y la forma de interpretar lo que ocurre como consecuencia de
ellas, además de todos los datos relevantes que da para la compresión de este
caso.
Primera sesión:
Posee dos partes; la primera que consta de la entrevista solamente con la madre
y la segunda con Dominique.
Segunda Sesión:
Posee dos partes, una primera que consta de la entrevista al padre de Dominique
y, la segunda, es la entrevista al paciente propiamente dicho. Cabe destacar que
acudieron el padre, la madre y el niño.
En la entrevista con el padre, lo primero que dice es que nunca está en su casa.
Habla acerca de su trabajo: se lleva muy bien con su patrón, lo considera su amigo
y no tiene tiempo para sí mismo dado que “hay que estar siempre a su disposición”.
A Dominique lo describe como un niño que incluso antes del nacimiento de su
hermanita era difícil, solía golpearse la cabeza con la cuna para hacer ir a su mamá.
Sobre su mujer dice que se ocupa de todo, que es mujer y 150% madre, lo único
negativo que ve en ella (y lo verbaliza a pedido de Dolto), es que a veces se enoja,
se enerva y grita pero que pronto se olvida. Más adelante, agrega que hace todo
cuanto quieren los hijos y a veces “la vuelven loca”.
Acerca de su juventud cuenta el fallecimiento de su hermano de un año y medio
cuando él tenía cinco, deceso que fue provocado porque ingirió una pieza del tren
de Georges (padre de Dominique). Su otro hermano, desapareció a los diecisiete
años y nunca se supo más nada de él (Georges tenía 29), lo describe como
simpático y tacaño (lo opuesto a él). También tiene una hermana siete años menor
que él y el mismo carácter que su hija (audaz y con gran confianza en sí misma). De
su hijo mayor, Paul-Marie lo describe como igual que él, tímido pero sociable y
agrega que adora a los niños, pero es holgazán y pasivo, pero que su mujer le dice
que cuando él no está no es de esa forma; su hija, al contrario, es buena alumna y
tiene muchas amigas. Finalmente, sobre Dominique dice que es “de otro planeta,
que no es uno de nosotros”, a la persona que le demuestra más afecto es a Bobbi
(el marido de su hermana), además no hace amigos fácilmente, pero juega con
niños menores de entre 7 y 8 años, aunque prefiere estar solo, evitar a los otros y
tampoco nadie lo busca. Relata que, hace 2 o 3 semanas ha notado un gran cambio
positivo en Dominique, pero no está seguro de si tiene relación o no con este nuevo
espacio terapéutico y no se hace grandes ilusiones sobre el progreso de su hijo y
sin embargo estos cambios parecen renovarlas.
El asistió a todos los partos de sus hijos, al de Dominique lo recuerda como si
fuera ayer, no llegaron a la sala de partos y él y su suegra tuvieron que asistirlo, él
nació cubierto de vello, con apariencia de mono, a su mujer le pareció un bebé tan
feo que tuvo que subirle el ánimo. A su suegra la describe como: una gran persona
que fue educada como campesina, la relación con su única hija fue mala hasta que
contrajo matrimonio con él. Su suegro también es bueno, pero de carácter rudo ya
que estuvo en colonias.
Preguntado por la sexualidad de su hijo mayor, comenta que está satisfecho con
la decisión de no ver mujeres antes de su boda ya que él hizo lo mismo.
Luego de la entrevista el padre da su aval para que Dominique continúe el
tratamiento psicoterapéutico, quiere hacer todo lo posible para su mejoría.
Preguntado sobre el sexo del camarada dice que es un muchacho, que sus ojos
no tienen color ¡Están vivos!, hace silencio, luego dice: Una vez, en la casa mis
abuelos, yo estaba en una habitación con mi prima y luego había ruido en el
granero. Mi abuelo me había dicho que era un gato, que se peleaba, o que había
ratas. Es un viejo recuerdo (dice), en 1960, pero es de nuestra época, no es
prehistórico.
Su prima, dice: “Creo que es la hija de mi la hermana de mi padre. Se llama
Babette, tiene 7 años” (su prima tenía en efecto 7 años, cuando él tenía 8).
Continúa: “No tenía miedo pero se preguntaba, bueno yo también, uno se
preguntaba, yo, qué tenía encima de mi cabeza –y en voz baja- Bueno, muchas
veces veo ratones, no sé dónde los veo, pero los veo; pero cuando lo he subido
todo a mi campo de batalla de mi cabeza, entonces camufle mi camión militar y
luego los soldados y entonces, si un ratón atraviesa, revuelve todos los soldados”.
(Recuerdo en relación a una persona de su realidad, la única que parece conocer, la
de las relaciones genéticas, con ello describe alucinaciones).
Silencio. Rehace otro modelado (Segunda versión de Fifí Varita de Acero):
Y en voz alta dice: “Mi maestra nos ha dicho que cuando una rata atraviesa una
habitación siempre se cree que son varias. Parece que si se pisa con el pie una
víbora, ah, pero las víboras se esconden en los árboles (lo mismo dijo de los autos).
Mire, vea, ella tiene trenzas pero no posee nudos, porque las he embobinado; sabe
usted, Babette, bueno, vale más estar a bien con ella que mal. Dos chicos se
burlaron de su pelo rojo y entonces ella los ató a la rama de un árbol y luego se
puso los tacones de madre”. Babette, su prima al que el padre de Dominique
describió con el mismo carácter de su hermana pero más audaz.
Y continúa: “En ese momento, yo hice una colección de soldados de la Edad
Media y después una colección de cajas de fósforos y luego una colección de
escudos de armas de Gringoire (Dolto comprueba con esto el intento de
estructuración de las defensas obsesivas, porque alude a las “Historias del padre
Gringoire”), y luego en casa tengo toda una granja… Con mi primo, decimos que
somos traficantes de ganado”. Preguntado por el primo, comenta que se llama
Bruno y es el hijo de la hermana del padre. Y agrega que su abuela mimaba mucho
a su prima y que ahora ha cambiado. Dice además: “Es mi madre de mi padre,
porque la otra se llama Memé. Lleva un pony bajo el brazo, su padre se lo dio, un
caballo chiquito más fuerte que un potro.”
En esta sesión, la analista presta su escucha, Dominique despliega sus miedos a
los representantes femeninos de la familia, la fobia a los animales y la agresividad
belicosa. Expresa también algo de la sexualidad pero precluido (proceso que
consiste en la exclusión de la simbolización de algo que debía haber sido
simbolizado), en las víboras, las trenzas de su prima (alias la hermana, se parecen
mucho).
Es un lenguaje psicótico pero también de un niño menor de tres años. Habla de sí
mismo en tercera persona, aunque lo alterna con un “yo” o su nombre como
comienzo del descubrimiento de éstos.
¿Son éstas las expresiones de un débil mental tal como lo habían clasificado
antes? Dolto asegura que no puesto que, ningún nene de esa edad, desorientado
en tiempo y espacio, podría estar tan seguro de los lugares geográficos y las
relaciones genéticas familiares de las que, Dominique, no muestra confusión alguna.
Quinta Sesión
En esta sesión le es devuelto el sexo precluido de Dominique (a partir de otra
sesión que ha traído a análisis no por azar.
Octava Sesión
Pueden verse reconquistadas: la imagen (íntegra) del cuerpo humano masculino
y las instancias de la personalidad (ello, yo e ideal del yo), centradas en posiciones
edípicas progresivamente aceptadas.
Doltó dice que la modificación dinámica es obtenida en un número de sesiones
reducido. Pero resalta que es la escucha del analista la que llama al discurso
verídico y que: no es la interpretación del analista la que libera el lenguaje verídico,
sino que las resistencias siempre están del lado del psicoanalista cuando las del
paciente no pueden ser superadas.
En este caso, las sesiones fueron de al menos una hora (o un poco más).
Dominique colaboró mucho, comprometido con su análisis. A pesar de que le haya
quedado una trasferencia negativa respecto de aquel tratamiento de los 6 años, y de
las distintas condiciones sociales, temporales y climáticas que a veces justificaban
las resistencias de los padres. La ventaja indiscutible para Doltó, fue la importancia
que se le otorga a cada sesión y su carácter libidinalmente específico de etapa en la
que el discurso y los gestos circunscriben la cuestión planteada. Es decir, la
densidad emocional y significante de cada sesión (en tratamientos de ritmo
espaciado) es mucho más patente. Otra ventaja es la menor sujeción de los padres
al tratamiento (que conlleva una disminución de los beneficios secundarios
regresivos). La interpretación parece hacerse más necesaria en cada sesión.
Finalmente, se abordan puntos nodales de los conflictos cuando el tempo es mucho
más lento.
Decima Sesión
Esta vez la Sra Bell no tiene nada para decirle, le hace un signo amable a Doltó y
Dominique entra con ella. Aquí tiene lugar una escena en relación con la ventana, la
cual estaba abierta: Doltó le pide a Dominique que la cierre. Como observa que
intenta, pero no lo logra, se acerca a ayudarlo; de modo que con sus manos le hace
palpar la parte en la que encajan ambas hojas. En efecto, Dominique se muestra
encantado de haber comprendido la Complementariedad de las formas.
Vuelve a sentarse y ella le verbaliza ese cierre de ventanas con los términos
corrientes de macho y hembra. Porque lo que “se ha iluminado” responde a la
experiencia práctica sensorial y la verbalización del concepto de
Complementariedad formal genital. Por eso la explicación era necesaria, para que
ese cuerpo a cuerpo no sea sentido como una tentativa de seducción.
Dominique se muestra muy agitado por la muerte del Papa. Le pregunta si ha
visto al Papa (porque cree que Doltó fue a Roma), respuesta que la analista elude; y
luego, le pregunta si vio una estatua de César (“una en que está muy bonito”).
- Doltó: ¿cómo es?
- Dominique: está a horcajadas sobre su caballo.
Acá, Doltó destaca cómo empalma esta sesión con la precedente: cercanía a la
escena primaria, fantasía edípica quizás, sexuales fálicas y genitales sin duda.
Con respecto al tema del Papa, resultó que sus hermanos le dijeron que murió y
resucitó, y luego se burlaron de él porque se “cree las cosas”. Y Dominique dice “no
sabía si tenía que creerles”. La analista le explica la realidad (mejoría de aquél,
recaída y muerte). Así, Dominique dice “ahora comprendo”, “ya no quiero que se
burlen de mí”; y a continuación, pronuncia todo un discurso sobre los papas y que
conocía Italia. Doltó dice que ahora le interesan cosas que antes le aburrían.
Después de un silencio, Dominique dice: “A mí me gustaría mucho ser granjero”.
Doltó le señala que le cambió de tema fácilmente y, entonces, él explica que Italia lo
llevó a pensar en el calor que hace y las moscas que hay allí; se acuerda de las
cortinas en los almacenes para que no entren, “y luego que hay moscas que
molestan a las vacas”. Acá se calla y vuelve a cambiar de tema.
A continuación, cuenta que irán a Saint Raphael, que antes no podía nadar, pero
sabe que ahora sí podrá y le muestra, por medio de un croquis que hace, adónde
irán. [Tiran de la caravana con un Buick, descapotable].
Luego, le cuenta que Paul Marie le dice a Sylvie cómo vestirse y que quiere
mandar a la madre. Pero le pregunta a la analista si pensaba que No tenía razón,
por lo que Doltó interviene diciendo: “desde luego... no es cosa del hijo ordenar a su
madre... La madre no está hecha para sus hijos, sino para complacer a su marido...
hombres de su edad. Pero tú me hablabas de tu hermano”. A partir de la palabra
hermano, Dominique cuenta que Paul Marie tiene un aparato toca discos, una
guitarra y todo lo que necesita “pero yo no”, dice, a diferencia de su padre que
también tiene uno.
En el transcurso de esta sesión, le dice a Doltó que quiere contarle un sueño,
donde parece confundir las abuelas materna y paterna; pero acaba por distinguirlas
ya que ahora no está confuso ni delirante, sino que cuenta con los recuerdos
pudiendo precisar de qué ascendiente se trata, de qué lugar geográfico, etc.
- Dominique: “Bueno, el papá de mi papá es general retirado y en el granero
hay maletas con sus trajes de militar, y yo, junto con mi hermano y mi
hermana, estaba prohibido, mi abuela no quería, y se puso la capa de mi
abuelo”.
- Doltó: ¿quién es “se”?
Entonces, Dominique relata que fue su hermano, que hacía de general y él era su
soldado. El trato era que no se enteren. Pero Dominique dice que era chico y sin
pensarlo le dijo a su memé “en el granero se divierte uno de lo lindo ¡y encuentra
uno cada cosa!”; por lo que Paul Marie se disgustó con él. Luego, cuenta que su
abuela era general “de dos estrellas”. Entonces, Doltó le trae un recuerdo de una
vez que jugó con su primo Bruno. Dominique asiente y agrega que eran sheriffs, que
su abuelo era un jefe de resistencia (de veras, no como los sheriffs) y que no había
que frecuentar a la gente porque alguno podía “ser un espía que podía contar las
cosas” (esto último se asocia a él mismo, ya que contó las cosas hechas en el
granero).
Habiendo contado que su abuelo era dueño de una cartuchería, más adelante
dice que el mismo una vez fue perseguido por los alemanes que “pusieron precio a
su cabeza” y quienes resultaron burlados por su ascendiente. Aquí la bicicleta del
abuelo cobra importancia, porque para pasar “a la resistencia” tenían que decir color
y marca de esta. Esto es para que se tenga confianza en su identidad -dice Doltó-,
es el fundamento del Símbolo (y él lo estaba comprendiendo).
Posteriormente, habiendo contado que tiene un disco con la marcha militar
francesa, tiene un lapsus en el que dice “magnetofón” en lugar de electrofón; y dice
que lo escucha en el electrofón de su papá (Paul no lo presta).
Undécima Sesión
Última sesión del año escolar
15 años pasados
Entrevista con la madre
● Escuela: la madre comenta que el director está contento con los
enormes progresos de Dominique. Este manifiesta la conveniencia de que
permanezca un año más en la escuela de perfeccionamiento, no cambiarse a
la de aprendizaje, para así llenarse completamente el retraso escolar.
Más allá de lo académico, el director está contento con su carácter,
aunque a veces se dispersa pero basta con reprenderle para que predomine
su actitud aplicada.
● Familia: la madre manifiesta que el gran cambio es que “vive en el
mismo plan que ellos”, es decir, se interesa en todo, escucha, pregunta,
responde, se mezcla en la conversación, se interesa en la tele aunque a
veces no comprenda, les hace observar cosas que no han advertido. En la
calle forma parte de la familia, ya no camina solo, delante o detrás.
Ya no se deja molestar por sus hermanos, critica lo que se le dice.
La madre manifiesta que su marido no está de acuerdo con continuar el
tratamiento, que pierden el tiempo y el dinero inútilmente, y esto le molesta a ella. El
marido dice que deberían meterlo en una escuela de retrasados, que no ve ningún
cambio o que es cuestión de la edad. Para el Dominique es anormal y hay que
aceptarlo y ya.
La madre le pregunta a Dolto si debería seguir con el tratamiento, a lo que dice
que sí y la madre le responde que ella también piensa lo mismo. Retoma que en la
casa ya no molesta pero que sigue siendo demasiado “buenazo”, que en la escuela
lo molestan porque es muy atento y tiene buenas notas, lo que genera celos en los
compañeros. Ante uno de estos eventos Dominique dice que no era nada, ante lo
que la madre le dice que le había mentido, él responde: “eso no es mentir, las cosas
malas no se deben repetir”. Según la mama, esta fue la primera vez que Dominique
se preocupaba del porvenir.
El padre quiere que aprenda un oficio, pero la madre cuenta que la maestra dijo
que se quedara en la escuela para tener un certificado o poder entrar en una clase
de aprendizaje en mejores condiciones por haber aprendido mucho.
Ante este comentario Dolto le pregunta a la madre que prefiere Dominique, y esta
última responde que a él le gusta la clase y que si a su padre le gustaría el quisiera
tratar de obtener su certificado –a esto la madre agrega que él siempre se creyó
incapaz, que no cree que pueda creerlo para él mismo.
Termina esta entrevista con la madre sin llegar a ninguna solución.
Conclusión
Aunque el lenguaje de Dominique sea psicótico, es interesante destacar que todo
es lenguaje, más allá de la comprensión o no de la literalidad. Articulado al texto de
Lacan “Nota sobre un niño”, se puede ver claramente la posición que mantuvo
Dominique en relación al deseo de la madre, el derrumbe de su estructuración se
dio por el nacimiento de su hermanita que al regresar de un periodo de vacaciones
con sus abuelos ocupaba su cuna, lo que provocó que ya no supiera qué lugar le
correspondía. Además, se pudo detectar cómo Dolto intentó que se instaure la Ley,
haciendo varios comentarios acerca de que era necesaria “la autorización del padre”
y comentándole a Dominique que se ocupaba de él.
Luego de la última sesión, en el posfacio, Dolto concluye que Dominique sólo fue
curado de su regresión psicótica, está en curso una elaboración tardía de los
componentes del Edipo, su sexo ha sido rehabilitado para su narcisismo y también
su propio cuerpo en cuanto humano, se expresa su sentido crítico, su afectividad
está en comunicación son los otros, ha recobrado la confianza en su porvenir,
asume su deseo de liberación con el que admite contemporizar, aunque fastidiado,
en nombre de la autoridad paterna, si la analista no se siente frustrada, su estado
–todavía insatisfactorio para él- lo llama su “todavía tímido”. Una madre como la de
Dominique lo único que puede darle es el derecho efectivo (por la edad de la
mayoría legal) a disponer de la propia autonomía. Mediante la conquista personal de
los medios pecuniarios de subsistencia –resultantes de sublimaciones culturales-
Dominique podrá escapar a las prohibiciones de desarrollo, impuestas por su propia
dependencia pecuniaria respecto de su padre –este no fue válidamente reconocido
por su padre, con el que, no pudo entenderse y fue traumatizado de infancia y
juventud. Un padre desnarcisizado y esposo maternamente de una esposa infantil,
así concluye Dolto.
Caso Sylvie
Presentación del caso:
Sylvie tenía 3 años en el momento de la primer consulta. La terapia continua hasta sus 11 años
donde es enviada al exterior a un instituto pagado por el abuelo paterno.
Anny Cordié enumera ciertos comportamientos que surgen a lo largo de los primeros encuentros
con la paciente:
El comportamiento denota trastornos profundos, no tolera ningún contacto que provenga del otro,
lavarla o peinarla es casi imposible, no soporta estar desnuda, no camina ni habla y la queja de sus
padres se refiere sobre todo al problema de la alimentación, ya que se reúsa a comer sola y exige
que el adulto deba sostenerla apretada entre sus rodillas, hacerla abrir la boca a la fuerza y con la
cucharita “zamparle” la comida.
Se reúsa a defecar en la escupidera, ya que exige hacer en los pañales y guardar con ella sus
excrementos; verlo desaparecer la hunde en angustia.
Lo más penoso para todos son los gritos, y decidieron aislarla en una parte de la casa, ya que sus
aullidos perturbaban el sueño de la familia.
La angustia de Sylvie es provocada también por los objetos que la aterrorizan: la voz que sale del
toca disco, la masa de tarta que manipula su madre, el agua, y un especial terror a los objetos
esféricos.
Por otra parte, Sylvie rechina los dientes, llegara con ello a desgastar los dientes de su primera
dentición.
Por último, parece estar siempre a la defensiva, como si todo acercamiento de otro constituyera
una violencia penetrante, destructora.
Motivo de consulta:
Los padres ya habían consultado a numerosos especialistas, el cuerpo médico es unánime:
“Sylvie necesita atención de por vida en un hospital psiquiátrico”. Frente a esto los padres no
renuncian a toda esperanza acercándose a la psicoanalista. Para el Señor H, Sylvie tenía algunas
dificultades que se le pasarían al crecer, pero sobre todo “una vocación de jorobar a su madre”.
Análisis de Sylvie
Primer encuentro con la niña:
Se observa que la niña tiene reacciones de retraimiento cuando su madre se acerca y que parece
preferir el contacto del padre, junto al cual se apacigua.
Al momento de que la profesional se queda a solas con la niña, ella grita y la golpea, le araña las
piernas, a pesar de todo, le dice su nombre y que es una medica que cura con palabras. La analista
pone en duda que la niña sea idiota, sino al contrario, muy inteligente.
Al finalizar el encuentro con la niña, se reúne con los padres, planteando que esta lista para volver
a verlos, así como a su hija, antes de decidir emprender o no un psicoanálisis.
Segundo encuentro con la niña:
Llega la Señora H con Sylvie, pero sin su marido. Esta expresa el deseo de no ver más a su hija:
“¡esto no puede durar más, es ella o yo!”. La Señora H se preocupa por saber si durante el
tratamiento no podría tener a la niña junto a Cordié.
Frente a esta situación Cordié expresa que se sintió perpleja y molesta ante esta violencia en la
relación madre e hija. Es así que esto le genera dudas sobre tomar o no el caso de Sylvie.
Finalmente decide que es preciso comenzar de inmediato un trabajo y dejar para mas adelante la
posibilidad de encontrar una institución.
Un elemento de buen augurio es que la madre tenia un lenguaje directo frente a su hija, sus
pulsiones no estaban disfrazadas y si bien su enfrentamiento era a veces intolerable, esto era
preferible a lo no dicho.
1
La Señora H confunde todas las fechas relacionadas con la primer infancia de Sylvie.
Reseña cronológica del análisis de Sylvie:2
1. En los primeros tiempos del análisis, Cordié sostenía en los brazos una “pequeña bola
aullante”, pero pronto encontró la manera de calmarla.
2. La analista observo que Sylvie se desviaba frente al espejo.
3. A través de juegos en el espejo, la niña tomaba poco a poco posesión de su cuerpo, por
intermedio de la mano del analista en un primer lugar y luego progresivamente con la punta de sus
dedos.
4. Luego de progresivos acercamientos al pecho de la analista, el terror a los objetos redondos
se iba atenuando.
5. Comenzó a pronunciar nuevas palabras además de “mama” y “papa”, como “pies Cordié” y
“arena”. A partir de ese hito, el lenguaje se desarrolló rápidamente en la niña.
6. Hay una ausencia de la estructuración de la imagen del cuerpo.
7. Durante esta evolución la madre estaba convencida de que la niña hacia teatro y de que sus
exigencias eran de orden caracterial. El enfrentamiento madre – hija tomo un cariz de relación
sadomasoquista.
8. Comenzaron las sesiones frente al espejo y de juegos de las escondidas, acercamientos
agresivos de los cuerpos.
9. Sylvie durante mucho tiempo se niega a tocar las plastilinas, pero les atribuía roles.
Progresivamente comienza a jugar con estas, y en paralelo las angustias por las pérdidas de sus
excrementos se atenuaban.
10. A los 7 años, después de un episodio agudo de despersonalización con alucinaciones, Sylvie
debió concurrir 3 veces por semana a un hospital de día en París, quien la retiraba era su abuela
paterna.
11. A los 9 años ingreso a otra institución, a la que concurría toda la semana, y los fines de
semana también la retiraba su abuela paterna.
12. A los 11 años Sylvie ingresa a una institución apreciada por sus trabajos con los psicóticos,
en el extranjero.
2
Dicho apartado fue pensado para orientar la lectura del caso Sylvie.
sabe todo? ¿Entonces no lo puede todo?”. Este rumbo constituye el primer paso para salir del
estatuto de puro objeto, entregado al goce del otro y comenzar un recorrido de sujeto. Es decir, la
apelación a un tercero que es la demanda de análisis de los padres para su hijo subtiende el
renunciamiento a su omnipotencia y cobra para el niño el valor de la castración.
Respecto a los avances que nombraremos en las conductas de Sylvie, cabe destacar que cada
uno de estos avances la angustiaba: la niña retomaba de inmediato sus frenéticos estereotipos. La
analista dice que “cada adquisición se “pagaba” con un recrudecimiento de la angustia, y por lo tanto
de los síntomas”.
La analista se dejaba llevar por lo que la niña traía a cada encuentro, improvisando nuevas
maneras de abordar el material dejando para mas adelante el momento de la reflexión.
Fijación
Uno de los acontecimientos importantes se da durante las primeras 6 semanas de vida en las que
Sylvie fue amamantada por su madre. Ella va a conocer una satisfacción social de la necesidad, ya
que su hambre es calmada de inmediato en un clima de dulce calor, de contacto estrecho de piel a
piel en los brazos de su madre y con su olor. Esta primera red de percepciones podría construir un
principio de construcción del cuerpo, sin embargo, Sylvie no conoce las miradas intercambiadas
durante el amamantamiento, el placer de los juegos que le siguen a la alimentación, los diálogos con
la madre, y toda esa red de significantes que se constituyen alrededor del objeto. Aun así, se
conformó la boca como zona del cuerpo sobre investida. Cuando la madre la abandona, Sylvie pierde
el único lugar de goce que la unía a ella, y este pasa a ser un lugar de sufrimiento, dolor y alaridos.
Lo nombrado anteriormente sumado a la falta del nombre del padre, ubica a la niña como objeto A en
el fantasma de la madre, y no como sujeto.
La autora dice que un episodio traumático que parece determinante en la eclosión de la psicosis
es la crianza que Georgette hace de Sylvie: “escuche unos aullidos espantosos, Sylvie estaba
atrapada sobre las rodillas de esa muchacha que le apretaba la nariz para hacerle abrir la boca y
hundirle en ella la cuchara de papilla. La pequeña se sofocaba, trataba de debatirse. Fue claramente
a partir de ese momento cuando la beba cambio, se puso triste… va a apagarse, va a quedarse
horas en el suelo golpeteando los flecos de la alfombra… ya no sonríe y no se lleva nada a la boca…
tiene una mirada gris, habriase dicho que ya no tenía ganas de vivir…”3 (relato desde la abuela
paterna). A partir de este suceso se generarán cambios en la relación entre la Señora H y la niña,
comprometiendo el futuro de esta última.
“La semana siguiente, en el momento de despedirse, mientras Sylvie estaba sobre sus rodillas,
me dijo “recordé el nombre de esa muchacha, se llamaba Georgette”. En ese preciso instante Sylvie,
presa de terror, se lanzó hacia atrás y cayo de las rodillas de su madre. Quedamos estupefactas
tanto una como la otra. Sin ninguna duda el nombre de Georgette había desencadenado este ataque
de pánico, cuando probablemente no había sido pronunciado desde la época del trauma. Era
evidente que ese significante había conservado todo su impacto angustiante a través del tiempo”4.
Esta cita justifica la influencia de dicha persona en la estructuración psiquica de la niña.
3
“Un niño psicótico” Anny Cordié. Pág. 22
4
“Un niño psicótico” Anny Cordié. Pág. 201-202
El encuentro de Sylvie frente al espejo
Lacan en 1949 propone que “la asunción de la imagen especular como de una matriz simbólica en
la que el yo se precipita en una forma primordial”
Hasta los 4 años Sylvie se desviaba al acercarse a un espejo y le daba miedo ponerse enfrente.
Un día se planta frente a el y hace con los brazos como gestos de nadadora. Se acerca, se mira y se
aleja sin que se angustie. Hace que se siente la analista en el piso, pone su cabeza frente al analista,
con sus cabellos tocándose, mira a ambas en el espejo y luego se acerca lentamente a su imagen.
Luego le toca el pecho y la boca y se arroja sobre ella diciéndole “mala, mala”. Esto produce una
regresión y agravamiento de los síntomas: otitis, pierde sus adquisiciones, no hace nada sola, no
duerme y grita durante la noche, no va mas al retrete y se niega a que llamen al médico.
El niño psicótico no conoció nunca una relación satisfactoria con el Otro que fundara su ser
primero, por lo que no encuentra entonces mas que un espejo ciego, reflejo de vacío de significación
que no lo mira en absoluto. La violencia, en efecto, desempeña un papel de primer nivel en la
psicosis, los pasajes al acto, agresivos indiscutiblemente, alivian a ese sujeto inmovilizado,
maniatado, bloqueado en su impotencia y su contradicción.
Tres meses después vuelve a acercarse al espejo, hace sentar en el suelo a la analista, pero esta
vez la obliga a que se tape la cara entre las rodillas. Empieza a intentar aprehender su imagen en
referencia al cuerpo de Cordié. Mas adelante exigió que las dos estuvieran de pie y realizaran juegos
en el espejo (saltos, muecas). Pretendía que haga lo mismo que ella frente al espejo y ante la
negativa del analista se provoca la colera de la niña.
La mirada que siempre conoció Sylvie es la de la madre, mirada que se desvía, que elude la
interrogación de la niña, mirada cargada de colera, asociada a una voz que grita imperativos, mirada
que fascina y aterroriza a la vez. El reconocimiento de su imagen lo hace sin la mirada, pero en
presencia del cuerpo de Cordié, y así va a hacer la experiencia de su autonomía en cuanto al cuerpo
en movimiento. Se enfrenta con la imagen que tanto le costo aprehender, a saber, se enfrenta la
separación de su cuerpo y el del analista, y a la vez lo que constituye su reunión: pareja madre – hija.
Se queda fascinada por la imagen de una boca y un pecho, visión insostenible.
Alrededor de los 5 años de vida, Sylvie empezó a utilizar el “yo”.
Este caso permite captar este imposible del cuerpo de la psicosis, donde lo real, lo simbólico y lo
imaginario no logran hacer nudo.
Angustia por la pérdida de heces
Al comienzo del análisis, Sylvie se reusaba a defecar en la escupidera, ya que exige hacer en los
pañales y guardar con ella sus excrementos, porque verlos desaparecer la hunde en angustia.
Anny Cordié presento juegos con plastilinas y durante mucho tiempo, la niña se negó a tocar la
plastilina, si bien aceptaba atribuir roles a los personajes que la analista modelaba bastamente. Esta
repugnancia obedecía, según la autora, al contacto y a los cambios de forma, así como no soportaba
ver a su madre manipulando la masa de tarta. Poco a poco, llego a poner sus manos sobre las de
Cordié cuando ella modelaba y por fin, comenzó a hacerlo ella misma, al mismo tiempo que
emprendía el dibujo. Paralelamente, las angustias concernientes a la perdida de sus excrementos se
atenuaban.
El lenguaje loco
Otro acontecimiento importante en el análisis de Sylvie es su lenguaje. El lenguaje apareció
bastante tarde en la niña, pero muy pronto si se considerase la gravedad de su psicosis. Las
primeras palabras pronunciadas en sesión fueron: “arena” y “pies Cordié”. “Papá” y “Mamá” ya
formaban parte de su vocabulario. Comenzó a hablar después de 7 meses de análisis, e hizo rápidos
progresos.
En el lenguaje psicótico aparecen ciertos significantes que se repiten e invaden el campo
psíquico, por ejemplo, en Sylvie había ciertas palabras que volvían con insistencia como el
significante “delantal”. Alrededor de los 10 años solo habla del delantal, quiere ser envuelta en los
delantales de su madre, cuando llega a la casa de la analista se precipita sobre la empleada
domestica para levantarle el delantal y le pregunta porque no tiene uno. Golpetea un pedazo de
plástico llamándolo delantal.
En este periodo, Anny Cordié menciona que durante la sesión “fabricaba con la plastilina unos
monigotes bastantes sumarios y le pedía que imaginara una historia. Todavía no tocaba el material,
pero aceptaba verme manipularlo. Ese día hice dos personajes, uno grande y otro pequeño, y le
pregunté que podía pasar verdaderamente entre ellos. Me conto entonces una historia de la que no
entendí nada, pero en la que advertía la aparición de ciertos significantes inhabituales en ella. Se
trataba de una galería, un sillón, una mama, un bebe, de música, de un delantal para sus nalgas”5.
Frente a esta historia narrada por la niña, la analista decide ir a consultarle a la Señora H acerca de
que galería hacía referencia Sylvie. Frente a esta consulta la madre de la niña se asombra ya que
todo esto correspondía a los tres meses de vida de la niña.
En el texto, Cordié menciona: “era verano y, en efecto, se había instalado en la galería, donde
había puesto sillones y un tocadiscos. En cuanto al delantal, me explica, que “por higiene”, usaba uno
grande, especial para cuidar a las niñas. Cuando cambiaba a Sylvie, la acostaba sobre él. Le gustaba
escuchar música mientras se ocupaba de las hijas. Había olvidado todo esto, y repite que es
imposible que su hija se acuerde de cosas tan antiguas.” 6
Todo lo nombrado anteriormente, confirma la precocidad de la fijación de ciertos significantes que
escapan a la represión, que, por lo tanto, no son sustituibles ni movilizables y reaparecen en lo real.
Fin del tratamiento
Sylvie abandonaba la infancia, y al parecer, por motivos particulares de cada uno de los
integrantes de la familia, la angustia por el porvenir se había apoderado de todos.
Cuando llego a los 11 años y entro en la fase prepuberal, el concurso de diversas circunstancias
cristalizo la inquietud de sus padres respecto a su futuro. La analista asistía a una repetición de lo
que había pasado ocho años antes, pero esta vez, el padre parecía el más preocupado y también el
mas decepcionado, en la medida en que, sin duda, había esperado una total normalización.
Fue en ese momento cuando se decidió la separación y la partida de la niña al extranjero.
Por último, en relación con lugar que ocupa la niña en la dinámica familiar, “va a tener su lugar en
el corazón de la vida pulsional y fantasmatica y de las figuras edípicas del deseo de su madre. Este
5
“Un niño psicótico” Anny Cordié. Pág. 200
6
“Un niño psicótico” Anny Cordié. Pág. 201
lugar designado va a revelarse inmutable, sin escapatoria, marcado por una verdad absoluta, que la
Señora H hereda de su padre y tal vez de la generación que lo precede. Con Sylvie va a retomar una
partida jugada con su propio padre, en una relación que excluía toda intervención de tercero”7.
7
“Un niño psicótico” Anny Cordié. Pág. 23
POWERS DIAGNOSTICO DE NIÑOS
UNIDAD I
LA ESPECIFICIDAD DEL DIAGNOSTICO Y TRATAMIENTO DE NIÑOS Y ADOLESCENTES
INACABAMIENTO ESTRUCTURAL:
- Es hablar de la personalidad como un proceso de construcción que se da durante todo el
ciclo vital.
- Sigue pautas ordenadas y previsibles
- Sucede de manera automática e involuntaria
- Contratransferencia que deberá verse en el analisisdel profesional, para atender a los puntos
ciegos que se le abren de su propia historia.
- MELANIE KLEIN: Niño enfermo, No hay niño sano- psicosis y neurosis son experiencias
inevitables- ansiedad, posiciones- objeto parcial bueno – malo. De las ansiedades psicóticas
la neurosis seria el primer grado de cura. Cuando el niño nace tiene un yo incipiente, lábil
con mecanismos de defensa y puede establecer relaciones de objeto. El quantum de pulsión
de muerte debe ser tramitado para que no destruya la organización del niño y por eso se
proyecta afuera, el bebe pasa de un equilibrio absoluto a la desetabilizacion total en el
momento del nacimiento, que irrumpe con esa armonía que se tenia dentro del útero.
Posición esquizoparanoide objeto parcial frangmentado escindido y posición depresiva
objeto total. CLINICA el jugar como mejor tratamiento para la elaboración de la angustia. El
jugar es via regia de acceso al icc. Super yo precoz que se activa por medio del sadismo. El
super yo precoz amenaza con el aniquilamiento y la devoración (no con la castración)y es el
principal factor etiologico de las perturbaciones psicóticas y neuróticas. Los elementos
básicos del proceso analítico son la TRASNFERENCIA E INTERPRETACION, LA transferencia es
inmediata en niños pequeños , privilegia el concepto de fantasía icc. Descentra el campo del
Edipo como estructurante a favor de la angustia. Trabajo con el niño y padres afuera.
- J BOWLBY: teoría del apego : vínculos estables con un adulto protector.la observación de las
diferentes perturbaciones emocionales en niños separados de sus familias lo llevo a
investigar y SOTENER LA NECESIDAD PRIMARIA DE LA ESPECIE HUMANA DE ENTABLAR
VINCULOS ESTABLES CON LOS CUIDADORES O PERSONAS SIGNIFICATIVAS. Concluyo que el
mantenimiento de la proximidad de un individuo inmaduro con un adulto de su especie
caso siempre es la madre, tiene gran valor para la supervivencia, brinda protección contra
los deporedadores. LA SALUD esta relacionada con la capacidad del individuo de reconocer
figuras adecuadas que permitirán darle una base segura y le darán su capacidad de colaborar
con el establecimiento de una relación mutuamente gratificante.
- RENÉ SPITZ: vínculos tempranos evaluación de lactantes angustia del 8vo mes, hospitalismo.
- WILLIAM BION :función de reviere materno elementos beta y alfa, función alfa.
- Sentirse disponible para el y que nos sienta disponibles, podemos agacharnos para q
estemos a su altura o en caso de adolescentes usar códigos de los adolescentes.
UNIDAD II
EL DIAGNOSTICOS DE NIÑOS Y ADOLESCENTES
CRITERIO DIAGNOSTICO: SINTOMAS Y TRASTORNOS
- LA INCOMPLETUD DEL APARATO PSIQUICO del niño nos lleva a estudiar la modalidad de
funcionamiento psíquico y el grado de organización mental, para arribar a un diagnostico
infantil
SINTOMAS:
- Producto psíquico complejo, que implica que la represión ha operado generando una
división topica y que implica la existencia de representaciones conscientes e inconscientes.
- EL CONFLICTO entre las instancias psíquicas (yo- ello-super yo) se resuelve por medio de la
represión y se hace presente en la consciencia bajo la forma de RETORNO DE LO
REPRIMIDO. ( propio de organizaciones neuróticas)
TRASTORNOS:
- Designa fallas en la organización temprana del psiquismo, e involucra directamente a la
interacción del niño con sus objetos significativos, especialmente con el objeto materno. (
propio de organizaciones psicóticas y limites)
Trastornos que desarrolla BEATRIZ JANIN:
- Trastornos en la diferenciación adentro afuera: no diferenciación de estimulo y pulsión
- Trastorno de la erogenizacion: considerar al niño solo como un cuerpo a ser atendido
- Trastorno en la constitución de ligaduras: función materna como espejo
- Trastornos en la atribución de significados: mama que no puede decodificar y dar sentido
- Trastornos en la constitución de una imagen unificada de si: niño que no ocupa el lugar de
objeto amado, por lo general tienen dificultad motriz, torpeza. No ven a su mano como
extensión de su propio cuerpo, no pueden delimitar las partes de su cuerpos.
- Fallas en la salida del narcisismo: no puede abandonar el lugar de ideal para la madre.
- Efectos de identificación masiva: es igual a mi
PREORGANIZACIONES NEUROTICAS
- CONFLICTO
- SINTOMA
- DEFENSAS
PSICOSIS INFANTIL U ORGANIZACIONES PSICOTICAS
Anclaje en el estadio oral, defensa desestimación de la realidad, conflicto con la realidad externa.
- CONFLICTO
- SINTOMAS
- DEFENSAS
PATOLOGIAS LIMITE, ACTUALES, DE DEFICIT O DESVALIMIENTO
- CONFLICTO
- SINTOMAS
- DEFENSAS
- Fallas en la constitución del narcisismo secundario
- Desestimación del afecto
- Dando como resultado un yo restrictivo
ENTREVISTA A PADRES
- Instrumento fundamental (BLEGER)
- Diferencia anamnesis medica
- Estilo dirigida- semi pautada- motivo de consulta
- Historia del niño- relaciones familiares
- Un día en la vida del niño ( ABERASTURY)
- Padres separados
- Se nos pide que clasifiquemos a este niño, lo que se busca con ello es calmar la angustia
parental “El niño inmovilizado a veces en una especie de pánico , tambien espera la palabra
del psicólogo , para que le diga que hacer, lo que tiene que desear hacer, esta trampa es
precisamente la que se debe evitar hacer.
- Se debe ayudar al niño a reconocerse, es importante evitar manifestar nuestra opinión sobre
lo que el debe hacer, para no perpetuar una historia familiar de la que el niño no puede
despegarse. ESCUCHAR, PREGUNTAR,SOPORTAR SUS SILENCIOS.
- LOS ANALISTAS debemos poder ESCLARECER EL SENTIDO DEL SUFRIMIENTO DEL NIÑO o de
su trastorno, en la historia misma de los dos padres. El niño sensible a todo LO NO DICHO
POR SUS PADRES , logra a través de esta confrontación la POSIBILIDAD DE UN NUEVO
COMIENZO ….. COMO SER AUTONOMO, NO ALIENADO EN EL DESEO DE LOS PADRES.
ADOLESCENCIA MEDIA
15 p 18 AÑOS
- Su finalización coincide con el egreso del colegio secundario. Conducta mas ordenada en
cuanto a cumplimiento de sus obligaciones escolares.
- ESTABILIZA el proceso de crecimiento para salir en busca del otro, mediante desplazamiento
de investiduras libidinales desde el propio cuerpo hacia el objeto (homo o heterosexual)
- Se busca un vinculo de intimidad
- VINCULOS CARACTERIZADOS POR EL AMOR Y LA IDENTIDICACION FRATERNA , con fidelidad a
un líder idealizado
- Cuando rompe LOS VINCULOS DE MASA , propios del contexto de la escuela secundaria que
le daban una pertenencia a la manera de un limite corporal y constituido como cuerpo social,
EL ADOLEXCENTE COMIENZA SU PASAJE HACIA LA ADOLESCENCIA TARDIA.
ADOLESCENCIA TARDIA
18 a 28 años
- Las problemáticas que debe resolver en esta etapa lo encuentran con mayores y mejores
herramientas para enfrentarlas.
- LOS CONFLICTOS DE ESTA ETAPA SON:
- Discriminación entre quienes son los padres y quien soy yo
- Desasimiento de la autoridad de los padres, que se da no como lucha generacional (como en
la adolescencia media) sino como delimitación de subjetividades
- Deseo de establecimiento de vivienda independiente
- Deseo de independencia económica
- Deseo de constituir una pareja estable
- Logro de la orientación vocacional y o profesional
ERIKSON
- Impacto de la cultura , la sociedad,y la historia en el desarrollo de la personalidad
- Cada etapa del desarrollo se caracteriza por una CRISIS que debe resolverse, un CONFLICTO
QUE PERMITE EL DESARRROLLO INDIVIDUAL
- CRISIS: momento criticodel desarrollo, de decisión entre avance y retroceso, de
INTEGRACION O DESINTEGRACION
- En la resolución de esos conflictos encontramos potencial para el fracaso si no logra superar
el conflicto propio de esa etapa vital
- Estado de la identidad de yo : se modifican a medida que la persona se desarrolla. Se definen
en función de dos dimensiones: CRISIS Y COMPROMISO
- Logro de IDENTIDAD
- Acepta asumir los planes de otra persona. EXCLUSION
- MORATORIA: aun esta en crisis. Se dirige al compromiso
- DIFUSION DE IDENTIDAD : evita a toda costa el compromiso
UNIDAD III
ABORDAJES TERAPEUTICOS
- Los abordajes terapéuticos deben responder a la valoración diagnostica del caso
- MOTIVO DE CONSULTA: determinara el modelo de abordaje, en función del nivel de
urgencia, riesgo para el niño o adolescente, daño presente, o futuro posible.
ABORDAJE CONSTRUCTIVO-DECONSTRUCTIVO
- LA TERAPIA DECONSTRUCTIVA: en cambio será de uso con los pacientes que presenten
SINTOMAS , un aparato psiquico mas desarrollado pero con sus instancias YO-
ELLO-SUPERYO en conflicto, donde ese SINTOMA ES LA FORMACION DE COMPROMISOque
supone lo libera pero a un costo muy alto
UNIDAD IV
MALTRATO INFANTIL:
- Es toda conducta que por acción u omisión produzca un daño físico o psíquico en una
persona menor de 18 años, afectando el desarrollo de su personalidad. Es una CONDUCTA
INTENCIONAL Y REITERADA.
TIPOS DE MALTRATO
- FISICO: implica el uso de la fuerza física que va desde una cachetada (aceptada
culturalmente como forma de corrección de conductas), seguida de distintos tipos de
golpes, empujones y hasta lesiones graves que pueden provocar hasta la muerte del niño o
joven.
- EMOCIONAL: conductas de desvalorización, humillación, que crean miedos y culpas en los
niños o jóvenes. No respetarlos como personas, insultarlos, encerrarlos en sus habitaciones ,
lastimar o matar a sus mascotas, ser indiferentes a sus demandas de sueño, juego o
alimentación, hacerlos participar en las peleas de adultos, sobreexigirlos, hacerles realizar
trabajos que impliquen un riesgo para sus vidas , obstruir su desarrollo, (sobreproteccion)
- ABUSO SEXUAL situaciones en las que un adulto utiliza con un nuño o joven para satisfacción
sexual. Puede implicar o no contacto físico. Violación, toqueteo de zonas erógenas, o el
pedido de realizar actividades sexuales como pornografía infantil, exhibicionismo.
INDICADORES FISICOS
- Marcas de castigos corporales
- Accidentes frecuentes
- Alteración de patrones normales de crecimiento y desarrollo
- Persistente falta de higiene y cuidado personal , porque los padres no los atienden eso es
maltrato
INDICADORES EN LA CONDUCTA
- Temor al contacto con adultos
- Comportamientos agresivos o retraimientos no propios de la edad
- Cambios en el rendimiento escolar y social , desde distracción hasta falta de interés por el
juego
- Frecuentes quejas somáticas , dolor de cabeza, estomago
- Falta en la atención de cuidado de su salud en general
INDICADORES EMOCIONALES
- Pasividad, timidez, problemas de aprendizaje
- Inhibiciones en los juegos
- Comportamientos regresivos como succión del pulgar , perdida del aprendizaje del control
de esfínteres, hacerse encima
- Comportamientos autodestructivos, intentos de suicidio, fugas del hogar
INDICADORES DE ABUSO SEXUAL
- Solo lo comentan en caso de poder a una persona de suma confianza, el 99 % de los casos
suceden de forma intrafamiliar o allegados a la familia
- Posee conocimientos sexuales inusuales para su edad
- Presenta lastimadura en sus genitales
- Dificultad para caminar o sentarse
- Pobre relación con los niños de su edad
- Fugas frecuentes
- Grave desestructuración de la personalidad
- Embarazo precoz
- DADO QUE TODO TRAUMA DESBORDA AL APARATO PSIQUICO , toda SITUACION DE
VIOLENCIA que un niño o adolescente padece a manos de adultos provoca una serie de
síntomas asociados al estrés postraumatico_ con reexperimentación del hecho traumático,
temores y evitación, entumecimiento emocional, alteraciones en la memoria, terrores
nocturnos , comportamientos desorganizados , síntomas físicos varios.
ESTRATEGIA DIAGNOSTICA
- Se entrevista al que denuncia, maestros , pediatra, psicólogo
- Entrevista con el adulto útil, quien le otorga credibilidad al menor y ayuda en la investigación,
abuelos hermanos, tios vecinos, etc
- Entrevista niño o adolescente abusado individualmente, darle mayor confianza y tranquilidad
de una escucha atenta y no generadora de culpas. Ayudao por hora de juego según la edad
con materiales apropiados y técnicas que lo ayuden y nos ayuden a comprender la situación
denunciada
- Estrategias para la protección del menor
- Entrevista familar, en caso de ser posible con co terapeuta
- Examen físico según el caso, trabajo intercisciplinario generalmente en hospitalkes o
instituciones medicas
- Entrevistas con el abusador
- Indicación terapéutica para el menor y resto de la familia
AFECCIONES PSICOSOMATICAS
- EL DIAGNOSTICO diferencial en psicosomática es necesario pirque proporciona conocimiento
sobre el funcionamiento psíquico que privilegia la via de decarga.
- La enfermedad somática puede insertarse en cualquier estructura o funcionamiento psíquico
en cualquier momento de la vida
- Los factores herediarios genéticos constitucionales papel importante en lo q es el órgano de
choque es decir la función de vulnerabilidad o no somática
- El fenómeno PSICOSOMATICO es la expresión muda de fallas representacionales
- LA AFECCION SOMATICA ES UN TRASTORNO, trastorno da cuenta de una insuficiencia en la
cap simbiolica,implica la enferm somática que HAN REBASADOLAS POSIBILIDADES DE
SIMBOLIZACION DEL SUJETO. FALLAS EN LOS PROCESOS DE SIMBOLIZACION, EL LUGARC DE
LA SIMBOLIZACION FUE OCUPADO POR SOMATIZACIONES
● Para que una acción tenga carácter de juego debe estar ligada al placer.
● Tipos de juego: