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MANUAL DE ACTUALIZACIÓN

tributaria

primera Edición
octubre 2010
5280 ejemplares

© Gaceta Jurídica S.A.

Prohibida su reproducción
total o parcial
DERECHOS RESERVADOS
D.Leg. Nº 822

HECHO EL DEPÓSITO LEGAL EN LA


BIBLIOTECA NACIONAL DEL PERÚ
2010-13299

LEY Nº 26905 / D.S. Nº 017-98-ED


ISBN: 978-612-4081-15-6

REGISTRO DE PROYECTO EDITORIAL


11501221000897

diagramación de carÁtula
Martha Hidalgo Rivero
diagramación de interiores
Autores
Henry Marquezado Negrini Sandra Rivas Loayza
Joy Millones Sánchez Santos
Gaceta Jurídica S.A. Viviana Cossío Carrasco
Iván Mannucci Prochazka
Angamos Oeste 526 - Miraflores Carlos Chirinos Sota
Lima 18 - Perú Darío Paredes Bermúdez
Central Telefónica: (01)710-8900 Gustavo López-Amerí Cáceres
Fax: 241-2323
E-mail: ventas@gacetajuridica.com.pe Director
Manuel A. Torres Carrasco
Impreso en:
Imprenta Editorial El Búho E.I.R.L. Coordinadora
San Alberto 201 - Surquillo Kelly del Rocío Sánchez Manyari
Lima 34 - Perú
PRESENTACIóN

Las normas tributarias suelen modificarse continuamente debido a las nece-


sidades que se presentan en la coyuntura económica de nuestro país. El pro-
pósito de esta obra es precisamente analizar las recientes modificaciones de
estas normas, por lo que en el presente Manual de Actualización Tributaria se
desarrollarán las recientes reformas e innovaciones a la Ley del Impuesto a
la Renta, Código Tributario e incluso precedentes de observancia obligatoria
emitidos por el Tribunal Fiscal.

Así, respecto a los cambios normativos, tenemos que a finales del año pa-
sado, mediante la publicación de la Ley Nº 29492, se dictaron normas modi-
ficatorias principalmente en el ámbito de las exoneraciones e inafectaciones
del sistema financiero, contemplado en el TUO de la Ley del Impuesto a la
Renta, cambiando el tratamiento tributario de los intereses provenientes de
depósitos bancarios; mientras que a mediados de este año la Ley Nº 29566
efectuó diversas modificaciones al TUO del Código Tributario, incrementando
las facultades de fiscalización de la Administración Tributaria.

De esta manera, destacados especialistas desarrollan y analizan puntual-


mente las innovaciones de la Ley N° 29492. Así, la doctora Viviana Cossío
examina las implicancias tributarias en la enajenación de inmuebles por per-
sonas naturales; el doctor Iván Mannucci analiza el tratamiento tributario de
las ganancias de capital obtenidas por sujetos domiciliados como corolario
de operaciones con valores mobiliarios; el doctor Carlos Chirinos opina sobre
las innovaciones en los intereses por depósitos bancarios, gastos financieros
de acuerdo al sistema de prorrata, instrumentos financieros derivados y los
fondos mutuos de inversión en valores; el doctor Darío Paredes elabora un
análisis concreto acerca de la regulación sobre operaciones con instrumentos
financieros derivados; y, finalmente, el doctor Gustavo López-Amerí aborda
el nuevo Régimen de Ganancias de Capital proveniente de no domiciliados.

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presentación

Asimismo, el 28 de julio de 2010 se publicó la Ley Nº 29566, la cual fue deno-


minada Ley que modifica diversas disposiciones con el objeto de mejorar el
clima de inversión y facilitar el cumplimiento de obligaciones tributarias. De-
bemos resaltar que estas normas son parte de un proceso de actualización y
simplificación que la Administración Tributaria viene ejecutando, al implemen-
tar programas electrónicos que no solo ayudarán a agilizar los procedimien-
tos ante la Sunat sino también a reducir los costos asumidos por los deudores
tributarios para el cumplimiento de estos fines. En tal sentido, la doctora San-
dra Rivas elabora un amplio informe sobre este proceso, el cual tiene como
objetivo implementar de manera eficiente los sistemas electrónicos que vie-
ne utilizando la Sunat para la presentación de libros, registros y documentos
electrónicos, resaltando la verdadera importancia de los cambios normativos
que la Ley Nº 29566 ha realizado.

Por otro lado, en el ámbito municipal, el Tribunal Fiscal, que constituye la


máxima autoridad resolutiva en materia tributaria, emitió la Resolución de
Observancia Obligatoria RTF Nº 11231-7-2009, donde se pronunció sobre la
incompetencia de los centros poblados para administrar el impuesto predial
que corresponda a los predios que se encuentren ubicados dentro del ámbito
territorial de su competencia, exponiendo sus argumentos constitucionales
y sociales en el Acta de Sala Plena Nº 2009-20. Así, el doctor Joy Sánchez
expone el origen de este tema y estructura un análisis completo sobre las
consecuencias constitucionales y sociales de este pronunciamiento.

Como puede apreciarse, el presente trabajo recopila ensayos inéditos de reco-


nocidos especialistas en Derecho Tributario, por lo cual estamos seguros que
será de enorme utilidad para una aproximación crítica a la nueva normativa.

Kelly del Rocío Sánchez Manyari


Coordinadora de la obra

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Sandra Rivas Loayza

La facultad de fiscalización de la
Administración Tributaria y los
mecanismos que posibilitan llevar
libros y registros electrónicos
La facultad de fiscalización de la Administración Tributaria

La facultad de fiscalización de la
Administración Tributaria y los
mecanismos que posibilitan llevar
libros y registros electrónicos

Sandra Rivas Loayza(*)

Desde hace varios años atrás la Administración Tributaria se encuentra im-


plementando los libros y registros electrónicos a efectos de permitir el al-
macenamiento de información y, además, facilitar su labor de recaudación
y fiscalización mediante la expedición de diversas normas. De este modo,
la Ley N°  29566, publicada el 28 de julio último, que modifica diversas
disposiciones con el objeto de mejorar el clima de inversión y facilitar el
cumplimiento de obligaciones tributarias, es una de estas expresiones nor-
mativas. Sobre el particular, la autora desarrolla y analiza las implicancias
de las facultades conferidas a la Administración Tributaria mediante esta
norma, como la posibilidad de establecer quiénes deben y quiénes pueden
llevar libros y registros contables.

INTRODUCCIÓN
El 28 de julio de 2010 fue publicada la Ley N° 29566, Ley que modi-
fica diversas disposiciones con el objeto de mejorar el clima de inversión
y facilitar el cumplimiento de obligaciones tributarias, mediante la cual,
entre otros cambios legislativos, se dispuso la modificación del artículo
62 del Texto Único Ordenado del Código Tributario, aprobado por Decre-
to Supremo N° 135-99-EF, en adelante Código Tributario, que regula la
facultad de fiscalización conferida a la Administración Tributaria.

(*) Abogada asociada del Estudio Ferrero. Ex funcionaria de la Sunat y del Tribunal Fiscal.

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Sandra Rivas LOAYZA

Cabe indicar que el origen de la Ley N° 29566 es el Proyecto de Ley


N° 3742-2009-PE presentado por el Ejecutivo el 7 de diciembre de 2009.
Este proyecto buscaba, entre otros objetivos, adecuar la facultad de fisca-
lización de la Administración Tributaria a los mecanismos que permiten a
los contribuyentes llevar los libros y registros vinculados a asuntos tribu-
tarios de manera electrónica y de esta manera, facilitar el cumplimiento
de las obligaciones tributarias.

Así, en virtud de las modificaciones efectuadas al artículo 62 del Có-


digo Tributario, se faculta a la Sunat a establecer los deudores tributarios
que están obligados a llevar los libros y registros contables electrónicos y
aquellos para los cuales este sistema resulta opcional, y la habilita a utili-
zar la información contenida en los libros, registros y documentos de los
deudores tributarios que almacene, archive y conserve.

Asimismo, se establece que cuando el deudor tributario haya optado


por llevar de manera electrónica los libros, registros o comprobantes de
pago, la Sunat podrá sustituirlo en el almacenamiento, archivo y conser-
vación de los mismos, así como a los demás sujetos que participan en las
operaciones por las que se emiten los mencionados documentos, pudien-
do adicionalmente regular el plazo por el cual almacenará, conservará y
archivará los libros, registros y documentos antes mencionados.

A efectos de comprender las razones que llevaron a efectuar las modi-


ficaciones antes señaladas, consideramos pertinente desarrollar brevemen-
te el marco legal existente que regula la facultad de llevar determinados
libros y registros vinculados a asuntos tributarios de manera electrónica.

I. MARCO LEGAL DEL LLEVADO DE LIBROS Y REGISTROS


VINCULADOS A ASUNTOS TRIBUTARIOS
Sobre el particular, debemos indicar que el artículo 62 del Código
Tributario regula la facultad de fiscalización de la Administración Tribu-
taria, la cual se ejerce en forma discrecional, de acuerdo a lo establecido
en el último párrafo de la norma IV del Título Preliminar de la misma
norma. Añade dicho artículo que el ejercicio de la función fiscalizadora
de la Administración Tributaria incluye la inspección, investigación y el
control del cumplimiento de obligaciones tributarias, incluso de aquellos
sujetos que gocen de inafectación, exoneración o beneficios tributarios.

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La facultad de fiscalización de la Administración Tributaria

Ahora bien, el numeral 16 del referido artículo 62, según el texto vi-
gente, antes de las modificaciones efectuadas por la Ley N° 29566, esta-
blece que la Administración Tributaria cuenta, entre otras, con la siguien-
te facultad discrecional:

“16. La Sunat podrá autorizar los libros de actas, los libros y re-
gistros contables u otros libros y registros exigidos por las leyes,
reglamentos o Resolución de Superintendencia, vinculados a
asuntos tributarios.

El procedimiento para su autorización será establecido por la


Sunat mediante Resolución de Superintendencia. A tal efecto,
podrá delegarse en terceros la legalización de los libros y regis-
tros antes mencionados.

Asimismo, la Sunat mediante Resolución de Superintendencia


señalará los requisitos, formas, condiciones y demás aspectos en
que deberán ser llevados los libros y registros mencionados en el
primer párrafo, salvo en el caso del libro de actas, así como esta-
blecer los plazos máximos de atraso en los que deberán registrar
sus operaciones.

Tratándose de los libros y registros a que se refiere el primer pá-


rrafo del presente numeral, la Sunat establecerá los deudores tri-
butarios obligados a llevarlos de manera electrónica así como los
requisitos, formas, plazos, condiciones y demás aspectos en que
estos serán autorizados, almacenados, archivados y conservados,
así como los plazos máximos de atraso de los referidos libros”.

Como se puede apreciar de la norma antes citada, la Administración


Tributaria se encuentra facultada a establecer qué deudores tributarios se
encuentran obligados a llevar los libros y registros vinculados a asuntos
tributarios, así como las condiciones en las que estos deben ser llevados.

Con relación a la obligación de llevar libros y registros contables, el


numeral 4 del artículo 87 del Código Tributario establece que los deu-
dores tributarios deben llevar libros de contabilidad u otros libros y re-
gistros exigidos por las leyes, reglamentos o por Resolución de Superin-
tendencia de la Sunat, registrando las actividades u operaciones que

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Sandra Rivas LOAYZA

se vinculen con la tributación conforme a lo establecido en las normas


pertinentes.

Asimismo, el numeral 7 del artículo 87 del Código Tributario,


según el texto vigente antes de las modificaciones efectuadas por la Ley
N° 29566, establece como obligación del deudor tributario conservar los
libros y registros, llevados en sistema manual, mecanizado o electrónico,
así como los documentos y antecedentes de las operaciones o situaciones
que constituyan hechos susceptibles de generar obligaciones tributarias
o  que estén relacionadas con ellas mientras el tributo no esté prescrito.
Indica además que el deudor tributario deberá comunicar a la Adminis-
tración Tributaria, en un plazo de quince días hábiles, la pérdida, destruc-
ción por siniestro, asaltos y otros, de los libros, registros, documentos y
antecedentes.

Pues bien, la Administración Tributaria emitió las Resoluciones de


Superintendencia N° 077-98/SUNAT, 078-98/SUNAT, 106-99/SUNAT y
132-2001/SUNAT, mediante las que reguló, entre otros rubros, el uso de
libros y registros contables por sociedades que modifiquen su denomina-
ción o razón social, los plazos máximos de atraso con los que los deudo-
res tributarios pueden llevar libros de contabilidad u otros registros; dictó
normas referidas a la pérdida o destrucción de libros y otros antecedentes
de operaciones que constituyan hechos generadores de obligaciones tri-
butarias, así como el procedimiento para autorizar libros de actas, regis-
tros y libros contables vinculados a asuntos tributarios, respectivamente.

En este contexto, con la finalidad de establecer en un solo cuerpo


legal las normas vinculadas a los libros y registros contables y simpli-
ficar el adecuado cumplimiento de las obligaciones tributarias por parte
de los contribuyentes, la Administración Tributaria derogó las resolucio-
nes mencionadas en el párrafo precedente y emitió la Resolución de Su-
perintendencia N°  234-2006/SUNAT, mediante la cual se regularon las
siguientes materias:

• El procedimiento de autorización de los libros y registros vincu-


lados a asuntos tributarios.

• Las normas referidas a los plazos máximos de atraso.

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La facultad de fiscalización de la Administración Tributaria

• La pérdida o destrucción de estos.

• La forma en que deberán ser llevados los referidos libros y


registros.

• La información mínima y formatos que los integran.

• Las normas que regulen los libros y registros exigidos por la Ley
del Impuesto a la Renta.

• Requisitos de los registros de consignaciones, de ventas e ingre-


sos y de compras.

No obstante, la primera disposición final de la mencionada resolu-


ción reconoce la facultad de la Administración Tributaria de establecer
nuevas formas para llevar los libros y registros vinculados a asuntos tri-
butarios, entre ellas, mediante la utilización de medios electrónicos.

Sobre la base de dicha facultad, la Administración Tributaria, me-


diante la Resolución de Superintendencia N°  238-2009/SUNAT, dictó
normas que permiten implementar el llevado de determinados libros y re-
gistros vinculados a asuntos tributarios de manera electrónica y aprobó el
sistema de llevado de libros y registros electrónicos.

En efecto, teniendo en cuenta el avance en las tecnologías de la


información y comunicaciones, la Administración Tributaria consideró
conveniente su aprovechamiento a fin de facilitar el cumplimiento de las
obligaciones tributarias y reducir los costos que representa para los con-
tribuyentes la conservación de papel, por lo que mediante la Resolución
de Superintendencia N° 238-2009/SUNAT dictó las normas que permiten
implementar el llevado de determinados libros y registros vinculados a
asuntos tributarios de manera electrónica.

Así, la Administración Tributaria aprobó el sistema de llevado de li-


bros y registros electrónicos, el cual puede definirse como el mecanismo
desarrollado por la Sunat para generar los libros o registros electrónicos y
registrar en ellos las actividades y operaciones de los contribuyentes.

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Sandra Rivas LOAYZA

En este contexto, aprobó el Programa de Libros Electrónicos (en ade-


lante, PLE) el cual consiste en un aplicativo desarrollado por la Sunat que
permite efectuar las validaciones necesarias de los libros y/o registros
elaborados por el generador(1), a fin de generar el resumen(2) respectivo; y
obtener la constancia de recepción(3) de la Sunat.

Para dicho fin aprobó el PLE versión 1.0, el cual se encuentra a dis-
posición de los contribuyentes en Sunat Virtual desde el 1 de julio de
2010. Añade que la referida versión podrá ser utilizada a partir del 1 de
agosto de 2010. Para tal efecto, los deudores tributarios deberán seguir
las instrucciones establecidas tanto en el PLE como en Sunat Virtual.

Asimismo, el PLE permite que tanto el generador como un tercero


puedan contrastar si la información de los libros y/o registros es aquella
por la que se generó la constancia de recepción respectiva.

Ahora bien, en el artículo 4 de la referida Resolución de Superinten-


dencia la Administración Tributaria señala que:

“Artículo 4.- DE LAS CONDICIONES PARA LA AFILIA-


CIÓN AL SISTEMA

La afiliación al Sistema es opcional y podrá ser realizada por el


sujeto perceptor de rentas de tercera categoría que cuente con
Código de Usuario y Clave SOL, siempre que cumpla con las si-
guientes condiciones:

a) Esté en el Régimen General del Impuesto a la Renta o en el


Régimen Especial del Impuesto a la Renta.

b) Tenga en el RUC la condición de domicilio fiscal habido.

(1) Se denomina generador a los deudores tributarios que han optado por afiliarse al sistema.
(2) Resumen es el documento electrónico generado por el PLE, que contiene determinada información según
el tipo de libro o registro y que es enviado a la Sunat. Dicho Resumen además contiene el hash.
(3) Se llama constancia de recepción al documento electrónico con el cual la Sunat confirma la recepción del
resumen y que cuenta con un mecanismo de seguridad.

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La facultad de fiscalización de la Administración Tributaria

c) No se encuentre en estado de suspensión temporal de activida-


des o de baja de inscripción en el RUC”.

Ahora bien, de acuerdo a lo señalado por la propia Sunat, los contri-


buyentes que se afilien al Sistema, deben obtener el software Programa
de Libros Electrónicos - PLE desde Sunat Virtual, e instalarlo en su com-
putadora. El contribuyente genera, en sus propios sistemas de contabili-
dad, los libros y/o registros en archivos de formato de texto, de acuerdo
a las estructuras señaladas en el anexo N° 2 y con los parámetros seña-
lados en las tablas del anexo N° 3 de la Resolución de Superintendencia
N° 286-2009/SUNAT.

El PLE ya instalado en la PC del contribuyente, valida la informa-


ción de los libros y registros elaborados por los sistemas de contabilidad
de los contribuyentes en base a las estructuras a las que hace referencia el
punto anterior, y genera automáticamente un archivo denominado resu-
men, el cual debe ser enviado por el contribuyente a la Sunat, a través del
PLE haciendo uso de su clave SOL.

La Sunat recibe dicho resumen y genera la constancia de recepción


respectiva, la cual incluye la fecha y hora de recepción así como la firma
electrónica de la Sunat. El contribuyente recibe la referida constancia y
procede a almacenarla junto con el archivo validado de formato de texto
que contiene la información del libro electrónico correspondiente, en
su domicilio fiscal. Los principales contribuyentes deben almacenar un
ejemplar adicional en otro domicilio, el cual deberán comunicar al mo-
mento de su afiliación.

Debemos destacar que el sistema de llevado de libros y registros


electrónicos es opcional, pudiendo los contribuyentes que así lo deseen
acogerse por cada libro que quieran llevar mediante este sistema a par-
tir del 1 de julio de 2010. No obstante, a partir del 1 de enero de 2011,
quienes hubieran optado por llevar algún libro de manera electrónica, se
encontrarán obligados a llevar contabilidad completa por este sistema.

De esta manera, los libros que pueden ser llevados de manera elec-
trónica son los siguientes:

• Libro de caja y bancos

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Sandra Rivas LOAYZA

• Libro de inventarios y balances

• Libro de retenciones, incisos e) y f) del artículo 34 de la Ley del


Impuesto a la Renta

• Libro diario

• Libro diario de formato simplificado

• Libro mayor

• Registro de activos fijos

• Registro de consignaciones

• Registro de costos

• Registro de inventario permanente en unidades físicas

• Registro de inventario permanente valorizado

• Registro de ventas e ingresos

En este orden de ideas, el libro electrónico está constituido por los


archivos de formato de texto validados por el PLE más la “Constancia de
Recepción” correspondiente.

Ahora bien, una vez descrito el sistema de llevado de libros electró-


nicos procederemos a analizar las razones que motivaron las modificacio-
nes al Código Tributario efectuadas por la Ley N° 29566 y a desarrollar
algunas ideas sobre sus implicancias jurídicas.

II. MODIFICACIÓN DEL NUMERAL 16 DEL ARTÍCULO 62


DEL CÓDIGO TRIBUTARIO
Tal como hemos indicado en los párrafos precedentes, el texto del
cuarto párrafo del numeral 16 del artículo 62 del Código Tributario, antes
de su modificación por la Ley N° 29566, establecía que en lo relativo a
libros y registros contables vinculados a asuntos tributarios, la Admi-
nistración Tributaria se encontraba únicamente facultada a establecer

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La facultad de fiscalización de la Administración Tributaria

qué deudores tributarios se encontraban obligados a llevarlos de manera


electrónica.

No obstante, mediante la Resolución de Superintendencia N°  238-


2009/SUNAT la Administración Tributaria aprobó el Sistema de lleva-
do de libros y registros electrónicos y estableció que los contribuyentes
podrán acogerse voluntaria y opcionalmente al referido sistema. En este
orden de ideas, la Administración Tributaria ha establecido que los con-
tribuyentes pueden llevar libros electrónicos de manera opcional.

Es así que, a pesar que la Administración Tributaria, al momento de


la emisión de la Resolución de Superintendencia N°  238-2009/SUNAT
únicamente se encontraba facultada a establecer qué deudores tributarios
debían llevar obligatoriamente los libros y registros contables vinculados
a asuntos tributarios de manera electrónica, la mencionada resolución de
superintendencia ha establecido qué deudores tributarios se encuentran
facultados de forma opcional a llevarlos electrónicamente, lo cual exce-
día las facultades otorgadas por el texto anterior del artículo 62 del Códi-
go Tributario.

En este orden de ideas, la Resolución de Superintendencia N°  238-


2009/SUNAT vulnera el principio de legalidad al no encontrarse faculta-
da la Administración Tributaria a regular el llevado de libros electrónicos
voluntariamente.

A efectos de dotar a la Administración Tributaria de la facultad de


regular qué deudores tributarios se encuentran obligados a llevar los li-
bros mediante dicho sistema, así como los que podrán llevarlo de manera
opcional, el nuevo texto del cuarto párrafo del numeral 16 del artículo 62
del Código Tributario establece que:

“16. Tratándose de los libros y registros a que se refiere el primer


párrafo del presente numeral, la Sunat establecerá los deudores
tributarios obligados a llevarlos de manera electrónica o los que
podrán llevarse de esa manera.

En cualquiera de los dos casos señalados en el párrafo preceden-


te, la Sunat, mediante resolución de superintendencia, señalará
los requisitos, formas, plazos, condiciones y demás aspectos que

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Sandra Rivas LOAYZA

deberán cumplirse para la autorización, almacenamiento, archi-


vo y conservación, así como los plazos máximos de atraso de los
mismos”.

Debemos indicar que en tanto no se hubiera facultado expresamen-


te a la Administración Tributaria a regular el llevado de libros electró-
nicos de manera voluntaria, la Resolución de Superintendencia N°  238-
2009/SUNAT vulneraba el principio de legalidad, por lo que resultaba
procedente presentar una demanda de acción popular contra la referida
resolución.

Al respecto, cabe indicar que la demanda de acción popular procede


contra los reglamentos, normas administrativas, resoluciones y decretos
de carácter general, que infringen la Constitución o la Ley de manera di-
recta o indirecta, de carácter total o parcial, por la forma o por el fondo, o
que no han sido expedidas o publicadas en la forma prescrita por la Cons-
titución o la Ley, cualquiera sea la autoridad de la que emanen.

En el presente caso, la Resolución de Superintendencia N° 238-2009/


SUNAT vulneraba de manera directa el texto anterior del numeral 16 del
artículo 62 del Código Tributario. Así, al calificar como una resolución de
carácter general, se cumplía con los requisitos que permitían su cuestio-
namiento mediante la demanda de acción popular.

Es importante mencionar que si una demanda de acción popular es


amparada, se declarará la nulidad de la norma cuestionada, por inconsti-
tucional o por ilegal, debiéndose determinar en la sentencia cuáles deben
ser los alcances de la norma en el tiempo. Los efectos de la sentencia son
generales y se publicarán en el diario oficinal El Peruano.

III. LOS LIBROS ELECTRÓNICOS Y LA FACULTAD DE FIS-


CALIZACIÓN DE LA ADMINISTRACIÓN TRIBUTARIA
Para poder realizar de una manera eficiente y adecuada el ejerci-
cio de la función fiscalizadora la Administración Tributaria dispone
de una serie de facultades discrecionales, entre las cuales se encuen-
tra la posibilidad de exigir a los deudores tributarios la exhibición de
sus libros y registros contables y de la correspondiente documentación

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La facultad de fiscalización de la Administración Tributaria

sustentatoria, los mismos que deberán ser llevados de acuerdo con las
normas correspondientes.

Sobre el particular, con relación a los deberes de información tribu-


taria, consideramos necesario señalar que en opinión de María Esther
Sánchez:

“El deber de aportar información con trascendencia tributaria


cabe referirlo tanto al propio contribuyente afectado por el cum-
plimiento del deber de contribuir y titular de los datos solicita-
dos por parte de la Administración Tributaria como a aquellos
que poseen información relevante en orden a la aplicación de los
tributos referida a terceras personas, en virtud de sus ‘relaciones
económicas, profesionales o financieras’ con las mismas”(4).

En este sentido, la referida autora considera que “la aportación de


datos con trascendencia tributaria se articula, de este modo, como uno de
los instrumentos que permite a la Administración el conocimiento de la
verdad material que posibilita la contribución de todos al sostenimiento
de los gastos públicos con arreglo a la verdadera capacidad económica
coadyuvando así a la realización de los principios de igualdad y justicia
que informan el ordenamiento tributario”(5).

Tal como hemos indicado, la Administración Tributaria se encuentra


facultada a solicitar la exhibición de información que sustente el adecua-
do cumplimiento de las obligaciones tributarias de los contribuyentes,
para lo cual debe darse inicio a un procedimiento de fiscalización, me-
diante el cual se solicita la exhibición de la documentación antes indica-
da con la finalidad que sea materia de revisión para verificar o compro-
bar el cumplimiento de las obligaciones tributarias que corresponden al
contribuyente.

(4) SÁNCHEZ LÓPEZ, María Esther. “El suministro de información como medio de realización de la jus-
ticia tributaria”. En: Revista Peruana de Derecho Tributario. Universidad de San Martín de Porres Tax
Law Review. Editada por el Centro de Estudios Tributarios de la Facultad de Derecho de la Universidad
de San Martín de Porres. Año 3, número 13, Lima, 2009.
(5) SÁNCHEZ LÓPEZ, María Esther. Los deberes de información desde la perspectiva constitucional. Cen-
tro de Estudios Políticos y Constitucionales. Madrid, 2001, p. 46.

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Sandra Rivas LOAYZA

Así, tal como lo reconoce la propia Administración Tributaria en el


Informe N°  21-2001-SUNAT, el procedimiento de fiscalización se con-
sidera iniciado en la fecha en la que se produce la notificación del docu-
mento denominado “requerimiento”, mediante el cual la Administración
Tributaria pone en conocimiento del deudor tributario su solicitud para
que este exhiba los libros y demás documentación pertinente, con la fina-
lidad que se revise un periodo o ejercicio tributario determinado.

Por su parte, el Reglamento del Procedimiento de Fiscalización apro-


bado mediante Decreto Supremo N° 085-2007-EF establece que el referi-
do procedimiento se inicia en la fecha en que surte efectos la notificación
al sujeto fiscalizado de la carta que presenta el agente fiscalizador y del
primer requerimiento, indicando además que mediante el requerimiento
se podrá solicitar al sujeto la exhibición y/o presentación de documentos
y/o información, o solicitar la sustentación legal y/o documentaria res-
pecto de las observaciones surgidas en el procedimiento, así como comu-
nicar las conclusiones del procedimiento indicando las observaciones e
infracciones detectadas.

Ahora bien, en el caso del llevado de libros por medios electrónicos


tenemos que de acuerdo a lo dispuesto por la Resolución de Superinten-
dencia N° 238-2009/SUNAT, la Administración Tributaria no tendría ac-
ceso a la totalidad de la información consignada por los contribuyentes
en los libros y registros llevados de manera electrónica, sino que única-
mente tendría acceso al resumen generado por el PLE, el cual sería vali-
dado por la Administración Tributaria.

En este orden de ideas, partiendo de la premisa que la validación


de los libros electrónicos efectuada por la Administración Tributaria no
le permite acceder a la información contenida en los libros llevados de
forma electrónica, si la Administración Tributaria quisiera tener acceso a
ellos a efecto de verificar el adecuado cumplimiento de las obligaciones
tributarias de los contribuyentes, deberá necesariamente emitir un reque-
rimiento de fiscalización.

No obstante, mediante el artículo 12 de la Ley N°  29566 se incor-


pora el numeral 20 al artículo 62 del Código Tributario, el cual señala lo
siguiente:

20
La facultad de fiscalización de la Administración Tributaria

“20. La Sunat podrá utilizar para el cumplimiento de sus funcio-


nes, la información contenida en los libros, registros y documen-
tos de los deudores tributarios que almacene, archive y conserve”.

Asimismo, mediante el artículo 13 de la Ley N° 29566 se ha modifi-


cado el numeral 7 del artículo 87 de Código Tributario el cual establece
lo siguiente:

“7. Almacenar, archivar y conservar los libros y registros, lleva-


dos de manera manual, mecanizada o electrónica, así como los
documentos y antecedentes de las operaciones o situaciones que
constituyan hechos susceptibles de generar obligaciones tributa-
rias o que estén relacionadas con ellas, mientras el tributo no esté
prescrito.

El deudor tributario deberá comunicar a la Administración Tribu-


taria, en un plazo de quince (15) días hábiles, la pérdida, destruc-
ción por siniestro, asaltos y otros, de los libros, registros, docu-
mentos y antecedentes mencionados en el párrafo anterior.

El plazo para rehacer los libros y registros será fijado por Sunat
mediante Resolución de Superintendencia, sin perjuicio de la fa-
cultad de la Administración Tributaria para aplicar los procedi-
mientos de determinación sobre base presunta a que se refiere el
artículo 64.

Cuando el deudor tributario haya optado por llevar de manera


electrónica los libros, registros o por emitir de la manera referida
los documentos que regulan las normas sobre comprobantes de
pago o aquellos emitidos por disposición de otras normas tribu-
tarias, la Sunat podrá sustituirlo en el almacenamiento, archivo y
conservación de los mismos. La Sunat también podrá sustituir a
los demás sujetos que participan en las operaciones por las que se
emitan los mencionados documentos.

La Sunat mediante resolución de superintendencia regulará


el plazo por el cual almacenará, conservará y archivará los li-
bros, registros y documentos referidos en el párrafo anterior, la
forma de acceso a los mismos por el deudor tributario respecto

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Sandra Rivas LOAYZA

de quien opera la sustitución, su reconstrucción en caso de pérdi-


da o destrucción y la comunicación al deudor tributario de tales
situaciones”.

Las modificaciones antes detalladas llaman nuestra atención en tanto


implicarían que la Administración Tributaria tenga acceso a la informa-
ción consignada en los libros y registros llevados de manera electrónica
de manera permanente, lo cual a nuestro criterio excede los alcances del
deber de información tributaria de los contribuyentes.

En efecto, el objetivo de desarrollar un sistema de llevado de libros


electrónicos es el de ahorrar a los contribuyentes los costos que implica
el llevado de manera manual o física de los referidos libros, y de ninguna
manera el que la Administración Tributaria pueda contar de manera per-
manente con la información que ellos contienen sin necesidad de iniciar
un procedimiento de fiscalización.

Si bien entendemos que de acuerdo a la actual regulación del Códi-


go Tributario, si la Administración Tributaria quisiera emitir valores exi-
giendo el cobro de una deuda tributaria deberá necesariamente iniciar un
procedimiento de fiscalización, ello no impediría que se tenga acceso de
manera permanente a los libros de contabilidad llevados de manera elec-
trónica por los contribuyentes, lo cual a nuestro criterio excede los alcan-
ces de la facultad de fiscalización de la Administración Tributaria.

Otro punto que nos causa preocupación es si se han tomado las pre-
visiones necesarias para que el sistema de libros electrónicos, así como la
sustitución que puede realizar la Administración Tributaria en el almace-
namiento, archivo y conservación de los libros electrónicos respecto de
los contribuyentes que se acojan al sistema, cuente con mecanismos que
garanticen el derecho a la intimidad de los contribuyentes.

Al respecto, consideramos pertinente citar el criterio adoptado por


el Tribunal Constitucional al analizar un caso en el cual se alegaba una
supuesta vulneración al derecho a la intimidad por parte de la Admi-
nistración Tributaria dentro de un procedimiento de fiscalización. Así,
se sostiene que el Estado ejerce su actividad fiscalizadora a través de la
Sunat, la cual está regulada en el artículo 62 del Código Tributario, que

22
La facultad de fiscalización de la Administración Tributaria

establece las facultades discrecionales concedidas a la Administración


Tributaria para que pueda cumplir con su labor recaudatoria.

Por otro lado, con relación al derecho a la intimidad, el Tribunal


Constitucional considera que:

“Respecto a la supuesta lesión del derecho a la intimidad, debe


recordarse que la intimidad es una manifestación de la vida pri-
vada, que tiene parte de su concreción de carácter económico en
el secreto bancario y la reserva tributaria. En este caso, no obs-
tante, se cuestiona la intervención de la Administración en ám-
bitos que supuestamente no tendrían relevancia tributaria, por lo
que se estaría vulnerando la intimidad del recurrente. El derecho
a la intimidad reconocido en el artículo 2, inciso 7, implica: ‘(…)
la posibilidad de excluir a los demás en la medida que protege un
ámbito estrictamente personal, y que, como tal, resulta indispen-
sable para la realización del ser humano, a través del libre desa-
rrollo de su personalidad, de conformidad con el artículo 2 inciso
1 de la Constitución. De esta manera, no solo se hace hincapié en
un ámbito negativo de su configuración, sino también en el posi-
tivo’” [STC N° 6712-2005-HC/TC, fundamento 38].

En este orden de ideas, el Tribunal Constitucional ha considerado que


para que un requerimiento de información no vulnere el principio de in-
timidad debe estar debidamente motivado para determinar si se trata de
un acto arbitrario o un acto discrecional y los requerimientos efectua-
dos deben ser proporcionales con la finalidad que persigue la actividad
de fiscalización. Asimismo, la información proporcionada dentro de un
procedimiento de fiscalización se encuentra protegida por la reserva tri-
butaria, por lo que no pueden ser de conocimiento de terceros ajenos a la
Administración Tributaria, resguardándose de esta manera el derecho a la
intimidad.

En este orden de ideas, para que el derecho a la intimidad de los con-


tribuyentes no se vea vulnerado, la Administración Tributaria debe brin-
dar las medidas de seguridad necesarias que permitan que la información
contenida en los libros llevados de manera electrónica, así como en aque-
llos que almacene, archive y conserve, no puedan ser de conocimiento de
terceros.

23
Sandra Rivas LOAYZA

Debemos destacar que en el caso de los libros llevados de manera


electrónica la única medida de seguridad otorgada a los contribuyen-
tes para poder crear los PLE o acceder a la información consignada es
la clave SOL. Al respecto, consideramos que esta clave no otorga a los
contribuyentes un nivel de seguridad idóneo que asegure que terceros no
puedan acceder a la información, con lo cual el derecho a la intimidad
podría verse vulnerado.

En efecto, en tanto el Sistema de llevado de libros de manera electró-


nica utiliza como mecanismo de seguridad una clave secreta o password,
siendo que este dispositivo no otorga la fe pública o una certeza de reser-
va de la información idónea, mas aún teniendo en cuenta la importancia
de la información contenida en los libros y registros contables vinculados
a asuntos tributarios.

A efecto de otorgar un mayor nivel de seguridad a este sistema, podría


optarse por emplear los certificados de firmas digitales, emitidos por enti-
dades certificadoras previamente acreditadas o autorizadas para dicho fin.

Ello debido a que si se pretende implementar un sistema de llevado


de libros electrónicos se debe buscar garantizar el respeto de los dere-
chos fundamentales, y en especial los relacionados con la intimidad y la
protección de datos de carácter personal, por medio de una garantía de la
seguridad de los sistemas.

De lo antes expuesto, podemos concluir que al haberse facultado a la


Administración Tributaria a sustituir a los contribuyentes en el almacena-
miento, conservación y archivo de la información registrada en los libros
electrónicos, se busca que se tenga acceso de una manera permanente a
información a la que antes únicamente se podía acceder mediante el ini-
cio de un procedimiento de fiscalización, lo cual a nuestro entender exce-
de los alcances del deber de información tributaria de los contribuyentes.

Finalmente, esperamos que la Administración Tributaria haga un


uso adecuado y controlado de la información consignada en los libros y
registros llevados de forma electrónica, a la cual en determinados casos
tendría acceso de forma permanente, y que en un futuro no nos encontre-
mos frente excesos que impliquen una vulneración de los derechos de los
contribuyentes.

24
2
Joy Millones Sánchez Santos

¿Ni acreedor tributario, ni


Administración Tributaria?
Competencias fiscales de las
municipalidades de centros poblados
¿Ni acreedor tributario, ni
Administración Tributaria?
Competencias fiscales de las
municipalidades de centros poblados

Joy Millones Sánchez Santos(*)

La potestad tributaria es la facultad de crear, modificar, extinguir y exone-


rar tributos, la cual es otorgada constitucionalmente a determinados orga-
nismos del Estado. Así, el artículo 74 de la Constitución Política concede
esta facultad a los gobiernos locales (municipalidades provinciales y distri-
tales) para la creación de contribuciones y tasas dentro de su jurisdicción y
con los límites que la ley establece. Sin embargo, desde hace unos años, las
municipalidades de centros poblados buscan ser titulares de esta potestad
con el fin de lograr una mejor distribución de los ingresos estatales entre
sus pobladores. De esta manera, el presente artículo se analiza y expone la
problemática que podría implicar su aceptación.

INTRODUCCIÓN
El tema que abordaremos en esta oportunidad es uno que resulta ser
antiguo como la discusión sobre la autonomía municipal, ello porque,
como lo recuerda el maestro Rodolfo Spisso(1), “en lo relativo a las po-
testades fiscales de los municipios ha existido un criterio generalizado de
correlacionar el concepto autarquía municipal con el carácter derivado o

(*) Abogado. Maestrista en Tributación y Asesoría Fiscal de Empresas. Especialización en Mejores Prácticas
en la Administración Tributaria por el Instituto de Estudios Fiscales de España. Docente de pregrado.
(1) Idea extraída del artículo que forma parte de la obra colectiva coordinada por CASADO OLLERO, Ga-
briel. La financiación de los municipios. Experiencias comparadas. Primera Edición, Editorial Dykinson
SL, Madrid - España, año 2005, p. 85.

27
Joy Millones Sánchez Santos

delegado de sus facultades tributarias y el de autonomía de los munici-


pios con el carácter originario de tales facultades”.

Precisamente, hace algunos años con la entrada en vigencia de la


Ley N°  27680 del 7 de marzo de 2002 que modificó el artículo 194 de
la Constitución Política, se abrió un debate muy tenso sobre la exclusión
de las municipalidades de centros poblados como parte de los gobiernos
locales.

En aquella oportunidad, cierto sector político argumentaba que, con-


solidándose la autonomía de las municipalidades de centros poblados, se
fortalecería la institucionalidad del país generándose, además, una verda-
dera estrategia de integración al Estado(2).

Sin embargo, el análisis técnico de la situación explicaba que pese a


las necesidades propias y urgentes de las zonas más deprimidas del país,
otorgar autonomía a las municipalidades de centros poblados no era la
mejor forma de distribuir y administrar los escasos recursos públicos
hacia el nivel local(3), porque implicaba, en ese entonces, el aumento de la
burocracia estatal con 1,861 municipalidades de centros poblados(4), con
el evidente incremento de los gastos corrientes.

También para el bienio 2006-2007 se presentó ante la Comisión de


Descentralización, Regionalización, Gobiernos Locales y Moderniza-
ción de la Gestión del Estado, el Proyecto de Ley N° 620/2006-CR con
la misma finalidad de “reconocimiento” a las municipalidades de centros
poblados.

Ese proyecto fue archivado en Comisión considerando tres impedi-


mentos notorios: 1) Constitucionales, dado que la existencia y recono-
cimiento de los niveles de Gobierno Provincial y Distrital corresponde

(2) Como puede observarse en el dictamen de Comisión recaído en los Proyectos de Ley N°s 4047/2002-
CR; 10424/2003-CR; 10508/2003-CR; 10569/2003-CR; 10627/2003 y 12836/2004 que propusieron la
modificación constitucional que brindaba autonomía política, económica y administrativa a las Munici-
palidades de Centros Poblados.
(3) Puede leerse sobre este tema en la dirección electrónica: <http://www.ser.org.pe/index.php?Itemid=
111&id=204&option=com_content&task=view>.
(4) Puede leerse sobre este tema en la dirección electrónica: <http://www.propuestaciudadana.org.pe/n-edi-
torial.shtml?x=32559>.

28
¿Ni acreedor tributario, ni Administración Tributaria?

a la fragmentación territorial que se les ha reconocido en nuestra Carta


Magna; 2) Económicos, pues la creación de un nivel más de gobierno
local generaría complicaciones en la redistribución de los recursos del
Tesoro Público, y, por ende, un mayor índice de pobreza; y, 3) Políticos,
dado que la fragmentación de mayores espacios políticos de representa-
ción motiva la pérdida del orden en el manejo del gobierno al atomizarse
la toma de decisiones.

No puede negarse la realidad que constituye para las municipalida-


des de centros poblados atender los servicios necesarios y urgentes de
la población ubicada en la comprensión territorial que les reconocen sus
ordenanzas de creación. Esa realidad ha generado que los municipios de
centros poblados invoquen una idea particular de “justicia redistributiva”,
entendida como que los ingresos por conceptos tributarios creados por
los municipios provinciales o puestos a disposición de ellos por la ley,
también les corresponden.

Sin embargo, esa realidad no puede implicar el quebrantamiento del


sistema tributario motivado, inclusive, por las mismas municipalidades
provinciales cuando, como veremos, delegan en los municipios de centros
poblados facultades tributarias que son inherentes solo a las primeras.

Por ello, consideramos de suma importancia la revisión del pronun-


ciamiento del Tribunal Fiscal recaído en la RTF N°  11231-7-2009, que
constituye precedente de observancia obligatoria, conforme al cual se
descarta rotundamente que las municipalidades de centros poblados pue-
dan “administrar” el impuesto predial.

I. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA


No es nuevo el ejercicio de facultades tributarias por parte de las
municipalidades de centros poblados; por el contrario, se condice con la
continua necesidad de ingresos y el también continuo aval de los munici-
pios provinciales que las crean.

Durante los años 2007 y 2008, el Tribunal Fiscal tuvo la oportunidad


de revisar, por ejemplo, dos casos vinculados a la Municipalidad del Cen-
tro Poblado de Santa María de Huachipa, que venía cobrando el impuesto

29
Joy Millones Sánchez Santos

predial correspondiente a los predios ubicados dentro de su “jurisdicción”


territorial.

En la primera oportunidad, el Tribunal Fiscal hizo preva-


lecer el derecho de defensa del contribuyente a quien la mu-
nicipalidad no le brindó la oportunidad de subsanar el re-
quisito del pago previo de la deuda reclamada en forma
extemporánea, conforme se observa en la RTF N°  03365-2-2007;
a saber:

“Que al haber el recurrente interpuesto recurso de reclamación


contra el citado valor cuando el plazo legal establecido por el ar-
tículo 137 del Código Tributario había vencido, de conformidad
con lo dispuesto por el artículo 140 del código citado, la Admi-
nistración debió requerir al recurrente que acreditara el pago
previo de la totalidad de la deuda reclamada, (…)” [La cita en
negritas es nuestra].

Luego, siguiendo su enraizado criterio en virtud del cual solo pueden


ser objeto del procedimiento contencioso-tributario aquellos actos admi-
nistrativos que el Código Tributario denomina “reclamables”, en la se-
gunda oportunidad el Tribunal Fiscal declaró improcedente una impugna-
ción contra una “liquidación de tributos” realizada por la municipalidad
ya referida, conforme se observa en la RTF N° 03872-7-2008; a saber:

“Como se puede apreciar, no cabía que la administración emitie-


ra pronunciamiento sobre el fondo del asunto, dado que confor-
me con lo dispuesto por los artículos 132 y 135 del Código Tri-
butario, la vía idónea para cuestionar la determinación de deuda
tributaria es el recurso de reclamación, siempre que dicha deter-
minación se encuentre sustentada en un acto administrativo
que califique como acto reclamable (…)” [La cita en negritas
es nuestra].

Nótese que en ninguno de los pronunciamientos antes citados el


Tribunal Fiscal entró en el análisis de la competencia o incompetencia
de la municipalidad del centro poblado para actuar como acreedor tri-
butario o Administración Tributaria. Ante ello, ¿Era necesario dicho
pronunciamiento?

30
¿Ni acreedor tributario, ni Administración Tributaria?

La respuesta es afirmativa, atendiendo a que en el año 2005 el mismo


Tribunal diferenció el ejercicio de competencias recaudadoras del im-
puesto predial entre una municipalidad distrital y una municipalidad de-
legada, designación anterior de las municipalidades de centro poblado,
estableciendo en la RTF N° 02309-6-2005 lo siguiente:

“Que en tal sentido, resulta arreglado a ley que la municipali-


dad distrital le acote a la recurrente por concepto de impues-
to predial por el predio materia de autos y le imponga las multas
correspondientes por la no presentación de las declaraciones res-
pectivas, sin perjuicio del derecho de la recurrente de solicitar
a la municipalidad delegada la devolución de lo indebidamente
pagado (…)” [La cita en negritas es nuestra].

Esta diferencia de criterio en el seno del Tribunal Fiscal ha sido acla-


rada con la entrada en vigencia del precedente de observancia obligatoria
contenido en la RTF N° 11231-7-2009 que dispone:

“Las municipalidades de centros poblados no tienen competen-


cia para administrar el impuesto predial que corresponda a los
predios que se encuentren ubicados dentro de su ámbito territo-
rial” [La cita en negritas es nuestra].

Planteamos, entonces, la siguiente cuestión: Más allá de la legisla-


ción aplicable a las municipalidades de centros poblados en materia de
descentralización, ¿el Sistema Tributario ha guardado alguna posibilidad
para calificar a esas municipalidades como acreedores tributarios o Ad-
ministraciones Tributarias?

II. LAS MUNICIPALIDADES DE CENTROS POBLADOS


(MCP) Y EL SISTEMA TRIBUTARIO
1. ¿Las mcp ejercen potestad tributaria?
Cuando nos referimos a la atribución constitucional en virtud de
la cual los diferentes niveles del Estado con capacidad normativa pue-
den crear, modificar, o extinguir tributos, queda claro que nos referi-
mos al ejercicio de la potestad tributaria que el artículo 74 de nuestra

31
Joy Millones Sánchez Santos

Constitución ha otorgado al Congreso, al Poder Ejecutivo, y a los gobier-


nos locales.

Así, encuentra sentido la clasificación tripartita de tributos contenida


en la norma II del Título Preliminar del Código Tributario. Los impuestos
solo pueden ser creados por ley formal del Congreso o por Decreto Le-
gislativo emitido por el Poder Ejecutivo, previa autorización congresal;
salvo el caso de los aranceles que pueden ser creados por Decreto Supre-
mo atendiendo a la autorización constitucional brindada al Presidente de
la República.

De otro lado, las contribuciones y tasas aplicables en las jurisdiccio-


nes territoriales de los gobiernos locales solo pueden crearse mediante su
norma legislativa originaria, la ordenanza municipal.

Centrándonos en las municipalidades de centros poblados, ¿pueden


ellas ejercer potestad tributaria? De forma contundente debe decirse no,
por dos razones. La primera, congruencia constitucional: El artículo 194
de la Constitución solo ha comprendido en el término gobierno local a
las municipalidades distritales y a las provinciales, limitándose a decir
que las de centros poblados se crean “conforme a Ley”. Precisamente esa
congruencia legal constituye la segunda razón: El artículo 40 de la Ley
N°  27972, Ley Orgánica de Municipalidades, reconoce a la ordenanza
municipal como la norma de carácter general de mayor jerarquía en la es-
tructura normativa municipal, y que solo tienen doble origen, provincial
o distrital.

Es decir, existe una asignación de roles para la generación de tribu-


tos, o, como dice Enrique Jiménez-Reyna Rodríguez(5), una “división de
roles” que encuentra su sustento en la necesaria intervención del legis-
lador en la ordenación del sistema tributario, el local en especial, vincu-
lada no solo con la reserva de ley, sino también con otros temas como “la
preservación de la unidad del ordenamiento tributario y la igualdad de
posición de los contribuyentes”.

(5) Idea extraída del artículo que forma parte de la obra colectiva coordinada por CASADO OLLERO, Ga-
briel. Ob. cit., p. 258.

32
¿Ni acreedor tributario, ni Administración Tributaria?

Sin ser prolijos en esta revisión inicial, la conclusión es importante:


Las municipalidades de centros poblados distan mucho de ser conside-
radas como un gobierno local desde el punto de vista constitucional de
ejercicio de la potestad tributaria.

Nos insertamos, así, en la siguiente inquietud: Quien ejerce la potes-


tad tributaria, ¿tiene la condición de acreedor tributario o, designa a otros
sujetos para asumir esa condición? Veamos.

2. ¿Las mcp pueden ser acreedores tributarios?


El ejercicio de la potestad tributaria, como sabemos, no debe ser an-
tojadizo, discrecional o arbitrario por parte de los órganos a quienes se
les ha otorgado(6). Su control de validez se realiza a partir de los prin-
cipios regulados en el mismo artículo 74 de la Constitución, reserva de
la ley, igualdad, respeto de los derechos fundamentales de la persona, y
prohibición de la confiscatoriedad. La falta de respeto a esos principios,
por ende, determina la nulidad de la disposición tributaria.

No es nuestra intención abordar todos los principios tributarios, pero


sí aquel vinculado a la génesis formal del tributo, la reserva de ley. Si
bien es cierto su denominación no se condice con la relatividad de su
contenido –debido a que este principio también se cumple cuando
mediante “decretos supremos” se aprueban aranceles–; la pregunta
central es: ¿cuál es el alcance de este principio como límite a la libertad
de configuración del legislador en materia tributaria?

El Tribunal Constitucional, sobre la base de la doctrina tributaria na-


cional y extranjera, nos ha brindado un alcance concreto del principio al
expresar en la STC N° 3303-2003-AA/TC lo siguiente:

“(…) 7. (…). Asimismo, ha declarado que el grado de concre-


ción de los elementos esenciales del tributo en la Ley, es máximo

(6) Fundamento 5 de la STC N° 0033-2004-AI/TC: “La potestad tributaria constituye el poder que tiene el
Estado para imponer a los particulares el pago de los tributos, el cual no puede ser ejercido de manera
discrecional o, dado el caso, de forma arbitraria, sino que se encuentra sujeto a una serie de límites que le
son impuestos por el ordenamiento jurídico, sean estos de orden constitucional o legal”.

33
Joy Millones Sánchez Santos

cuando regula el hecho imponible y menor cuando se trata de


otros elementos; (…)

La regulación del hecho imponible en abstracto –que requiere


la máxima observancia del principio de legalidad–, comprende
la descripción del hecho gravado (aspecto material), el sujeto
acreedor y deudor del tributo (aspecto personal), el momento
del nacimiento de la obligación tributaria (aspecto temporal), y
el lugar de su acaecimiento (aspecto espacial). (…)” [La cita en
negritas es nuestra].

Dicho de otro modo, y sin perjuicio de los otros principios tributa-


rios, el respeto del principio de reserva de ley compele al órgano creador
del tributo a señalar expresamente no solo el concepto gravado que gene-
ra la obligación (el qué), sino también el lugar de ocurrencia (el dónde),
el momento exacto del nacimiento de la obligación (el cuándo), y, claro
está, los sujetos entre los cuales se establece la obligación (el quién).

Así, la norma IV del Título Preliminar del Código Tributario, preci-


samente, es congruente con el principio de reserva de ley y con la in-
terpretación del Tribunal Constitucional, cuando establece que tanto el
deudor como el acreedor tributario son designados por Ley o Decreto
Legislativo.

Para ir acercándonos al análisis de quién es acreedor tributario, re-


sulta oportuno indicar que en la legislación civil, ese concepto es claro:
acreedor es el titular del crédito(7), esto es, aquel sujeto de derecho, pú-
blico o privado, a quien se le “debe” entregar la prestación objeto de la
relación jurídica obligatoria.

Regresando al ámbito tributario, entonces, surge una inquietud,


¿quien ejerce la potestad tributaria es quien tiene la condición de acree-
dor tributario?

La respuesta es, no necesariamente. Si tratamos sobre impuestos


como el extraordinario de solidaridad, el IGV, el ITF o el impuesto a la

(7) RAMÍREZ CRUZ, Eugenio María. Curso de obligaciones. Editorial San Marcos, Lima, 1997, p. 36.

34
¿Ni acreedor tributario, ni Administración Tributaria?

renta, denominados tributos del Tesoro Público, debemos recordar que


constituyen tributos creados por el Congreso, pero no para ser exigibles
por él o solo a favor de él, sino que deben ser pagados a favor del Gobier-
no central encargado de ejecutar el gasto público necesario para la satis-
facción de las necesidades básicas de los peruanos.

De otro lado, si tratamos sobre impuestos como el predial, a los es-


pectáculos públicos no deportivos al patrimonio vehicular, o los denomi-
nados tributos municipales, caemos en cuenta que también fueron crea-
dos por el congreso para ser pagados a favor de los gobiernos locales,
con similar cometido que los anteriores pero dentro de la circunscripción
territorial específica de cada uno de ellos.

Finalmente, tratándose de contribuciones y tasas, es evidente que


sí podríamos decir que quien ejerció la potestad tributaria, el gobierno
local, sea provincial o distrital, resulta ser el acreedor tributario pues está
en condiciones de exigir el pago oportuno de la prestación, poniendo en
operatividad su propia organización gubernamental.

Entonces, ¿quien ejerce la potestad tributaria podría designar a otros


sujetos como acreedores tributarios? La explicación anterior permite ob-
servar que quien ejerce potestad tributaria no siempre resulta ser el acree-
dor tributario, más bien, quien la ejerce está en la posibilidad jurídica de
designar a otros entes o sujetos de derecho como acreedores tributarios,
sea en forma originaria –cuando se señala en la misma norma creado-
ra–; o en forma sucesiva –cuando se señala en una norma posterior
del mismo nivel jerárquico–.

Siguiendo ese orden de ideas, nuestro Código Tributario llama acree-


dor tributario a aquel en favor del cual debe realizarse la prestación tri-
butaria, precisando que solo tienen tal calificación jurídica el Gobierno
central(8), los gobiernos regionales, los gobiernos locales, y las entidades
de Derecho Público con personería jurídica propia, cuando la ley les asig-
ne esa calidad en forma expresa.

(8) Denominado como Gobierno nacional por la Ley N° 27783, Ley de Bases de la Descentralización.

35
Joy Millones Sánchez Santos

Antes de entrar en el caso de los gobiernos locales, que es el tema


que interesa, un claro ejemplo sobre el ejercicio de la potestad tributaria
para designar un acreedor tributario distinto al Estado en sus diferentes
niveles de Gobierno, lo encontramos en la Ley N° 27332, Ley Marco de
los Organismos Reguladores de la Inversión Privada en los Servicios Pú-
blicos, cuyo artículo 10 prescribe:

“Los organismos reguladores recaudarán de las empresas y


entidades bajo su ámbito, un aporte por regulación, el cual no
podrá exceder del 1% del valor de facturación anual, deducido el
Impuesto General a las Ventas y el Impuesto de Promoción Mu-
nicipal, de las empresas bajo su ámbito. (…)” [La cita en negritas
es nuestra].

El Tribunal Constitucional ha ratificado el carácter tributario de ese


aporte en la STC N°  3303-2003-AA/TC al verificar que reúne los ele-
mentos esenciales de un tributo(9); a saber:

“(…) 5. Estos elementos del tributo pueden identificarse en el ar-


tículo 10 de la Ley N° 27332, (…). En efecto, los denominados
“aportes por regulación”, recaudados a favor de los Organismos
Reguladores –adscritos a la Presidencia del Consejo de Minis-
tros– para el mejor cumplimiento de sus fines, son obligaciones
de pago nacidas en virtud de la ley, las cuales tienen naturaleza
coactiva pues no media para su establecimiento la voluntad de
las empresas obligadas al pago. Debe enfatizarse que la falta de
pago oportuno de este aporte se encuentra sujeta a la aplicación
de sanciones e intereses previstos en el Código Tributario, (…)”
[La cita en negritas es nuestra].

La autora Carmen Robles Moreno, sobre la designación del acree-


dor tributario, considera que debe evaluarse la posibilidad de que en el
Código Tributario se plasme la diferencia entre el acreedor financiero
y el tributario, dejándose en claro que “el acreedor tributario es aquel
sujeto o entidad a quien se le paga el tributo y el acreedor financiero es

(9) En el fundamento 4 de la misma sentencia el Tribunal señala los elementos del tributo: a) su creación
por ley; b) la obligación pecuniaria basada en el ius imperium del Estado; y, c) su carácter coactivo, pero
distinto a la sanción por acto ilícito.

36
¿Ni acreedor tributario, ni Administración Tributaria?

el destinatario final del tributo recaudado generalmente por el acreedor


tributario” (10).

Por nuestra parte, consideramos que el Código Tributario no debiera


llegar a esa diferenciación en detalle porque cuando los diferentes niveles
de gobierno del Estado terminan de ejercer su potestad tributaria, seña-
lándose a los acreedores tributarios (que como hemos visto pueden ser
ellos mismos u otros designados), solo estos pueden exigir el pago de la
prestación tributaria una vez ejecutado el hecho previsto en la ley como
generador de la obligación tributaria.

En pocas palabras, si la obligación tributaria se instaura entre un su-


jeto deudor y un sujeto acreedor, resulta que solo este es quien está facul-
tado para ejercer las acciones de recaudación, fiscalización, sanción y co-
branza coactiva, propias del control del cumplimiento de esa obligación
tributaria.

De ello, la previsión legal sobre la participación o intervención del


destinatario final de los ingresos que se recauden, no es tan necesaria.
Nótese del ejemplo vinculado a los Organismos Reguladores que al ser
los entes competentes para “recibir” la prestación tributaria (el aporte por
regulación), serán los encargados de vigilar el cumplimiento de la obliga-
ción instaurada, independientemente que ellos mismos sean los destinata-
rios finales o beneficiarios del ingreso recaudado.

Así las cosas, y volviendo al tema municipal, el artículo 5 del Texto


Único Ordenado de la Ley de Tributación Municipal, aprobado por De-
creto Supremo N° 156-2004-EF y normas modificatorias, prescribe taxa-
tivamente lo siguiente:

“Los impuestos municipales son los tributos mencionados por el


presente Título a favor de los Gobiernos Locales cuyo cumpli-
miento no origina una contraprestación directa de la Municipali-
dad al contribuyente (…)” [la cita en negritas es nuestra].

(10) Robles Moreno, Ruiz de Castilla Ponce de Leon, Villanueva Gutierrez, Bravo Cucci: “Codigo Tributario.
Doctrina y Comentarios”; Instituto Pacífico S.A.C., 2ª edición, Lima-Perú, 2009, p. 196.

37
Joy Millones Sánchez Santos

La disposición citada excluye a las municipalidades de centros po-


blados en congruencia perfecta con la Constitución y las normas sobre
descentralización, al no constituir un nivel más de Gobierno.

Sin embargo, para que las municipalidades de centro poblados pue-


dan ser calificadas como acreedores tributarios deberían ser designadas
así en virtud de una ley, como lo dispone el Código Tributario. En efecto,
atendiendo a que ellas son creadas por ordenanza municipal provincial,
tienen la condición de entes de Derecho Público interno susceptibles de
tal designación, la cual, en aras del respeto a la reserva de ley, debe pro-
venir de quien tiene potestad tributaria legítima.

Resta un tema por verificar: las municipalidades de centros poblados


¿pueden recibir, vía delegación, las facultades propias de las municipali-
dades distritales y provinciales, para administrar tributos? Lo revisamos a
continuación.

3. ¿Las mcp pueden administrar tributos?


Creado el tributo, la actividad estatal no se agota allí porque luego
los acreedores tributarios (Gobierno nacional, regional, local y otros
entes de Derecho Público), tendrán que exigir el pago de la prestación
tributaria y, ciertamente, controlar el cumplimiento de los deberes admi-
nistrativos(11) propios del tributo instaurado.

Así, los acreedores tributarios designados por la ley, deberán, como


mínimo, ejercer las siguientes funciones:

1. Recaudar los tributos vigentes, sean ellos de administración na-


cional, como la renta, Senati, ONP, entre otros; o de administra-
ción municipal, como el predial, vehicular, arbitrios, derechos,
entre otros. La finalidad es generar los fondos necesarios para cu-
brir el denominado gasto público.

(11) La única obligación tributaria es el pago del tributo. Las demás “obligaciones” previstas en el Código
Tributario son deberes jurídicos o administrativos, pues no tienen contenido patrimonial (llevar libros
contables, presentar declaraciones juradas, inscribirse en el RUC, entre otros). Idea extraída de Robles
Moreno, Ruiz de Castilla Ponce de Leon, Villanueva Gutierrez, Bravo Cucci. Ob. cit., p. 111.

38
¿Ni acreedor tributario, ni Administración Tributaria?

2. Exigir coactivamente los tributos(12), que aún cuando es una


forma de recaudación, constituye su expresión más compulsiva
atendiendo a que puede informarse el nombre de los deudores a
las centrales de riesgo, adoptar o variar embargos en sus diferen-
tes formas, rematar los bienes del deudor, colocar carteles, entre
otros.

3. Fiscalizar, de modo discrecional(13), el cumplimiento de los debe-


res administrativos propios del tributo instaurado vía la ejecución
de acciones de inspección, investigación y control; luego, de ser
el caso, deberá determinarse la existencia de importes no declara-
dos o dejados de pagar.

4. Identificar la comisión de infracciones a los deberes administrati-


vos, asignando las sanciones(14) que correspondan.

La conjunción de todas las funciones descritas, como se observa, son


parte del “poder” que otorga ser titular del crédito tributario.

Una correcta y adecuada ejecución de esas funciones dependerá ex-


clusivamente de la capacidad que tenga el acreedor tributario para man-
tener una organización e ingeniería procedimental cuya cohesión con
elementos de carácter técnico y jurídico, permita el cumplimiento de las
finalidades del sistema tributario.

Surge a partir de ello, el concepto Administración Tributaria para re-


ferirnos a la cara de la moneda que representa al Estado en la gestión efi-
ciente de los tributos vigentes, esto es, un lado cuya organización jurídica

(12) Esta es la expresión de la potestad de autotutela administrativa que tiene el Estado para satisfacer sus
acreencias, es decir, no necesita dirigirse a un tercero (Juez) para tal fin. Idea extraída de Chil Chang,
María del Rosario: “Procedimiento de Cobranza Coactiva”. Gaceta Jurídica S.A., 1ª edición, Lima-Perú,
agosto del 2007, pp. 10-11.
(13) Discrecionalidad no significa libertad absoluta o irrestricta, sino más bien un delimitado margen dentro
del cual debe adoptarse una decisión o ejecutar una acción que no resulte excesiva o exorbitante para
el deudor tributario, y que guarde coherencia con la consecución del interés general. Idea extraída de
Moron Urbina, Juan Carlos. “Comentarios a la Ley del Procedimiento Administrativo General”.
Lima-Perú, Gaceta Jurídica S.A., 4ª edición, mayo 2005, p. 135.
(14) Las “sanciones tributarias” constituyen el lado administrativo de la potestad punitiva única que tiene el
Estado. Idea extraída de Peña Cabrera, Raúl. “Tratado de Derecho Penal. Todo sobre lo ilícito tribu-
tario”. Lima-Perú; Editora Jurídica Grijley, Tomo VI, 1ª edición, junio 1996, p. 226.

39
Joy Millones Sánchez Santos

y jerárquica permite el ejercicio de las funciones de recaudación, fiscali-


zación, sanción y cobranza coactiva, que les son inherentes al acreedor
tributario.

La Administración Tributaria es, pues, la organización que siempre


representa al acreedor tributario, al Estado en sus diferentes niveles de
gobierno. Por ese motivo, coincidimos con el Centro Interamericano de
Administraciones Tributarias-CIAT, cuando expresa que “la administra-
ción tributaria, responsable de la aplicación del sistema tributario, es pues
una organización estratégica del Estado”(15).

Ahora, lo interesante es que la Administración Tributaria o Fiscal,


como la llama Alejandro Rodríguez Álvarez, “puede ofrecer en su actua-
ción distintos grados de autonomía respecto a la Administración general
del Estado, desde la autonomía plena representada por las denominadas
Agencias hasta la integración y subordinación completa a la estructura
administrativa de un Estado”(16).

Caemos en cuenta, entonces, del acierto contenido en los artículos 50


y 52 del Código Tributario, en virtud de los cuales las entidades conside-
radas como Administraciones Tributarias son(17):

1. La Sunat(18), encargada de los tributos de recaudación nacional


propios del Gobierno central, denominados “internos”, así como
de los tributos aduaneros.

(15) Cita de Yubero Diaz, Fernando y Junquera Valera, Raúl-Félix. En: “Modelos organizativos de las admi-
nistraciones tributarias y estrategia de las organizaciones avanzadas”, pg. 11, correspondiente al material
de lectura del Curso de Especialización Internacional “Mejores Prácticas en la Administración Tribu-
taria” (7ª edición). Organizado por el Instituto de Estudios Fiscales del Ministerio de Economía y Ha-
cienda de España, la Agencia Estatal de Administración Tributaria de España, la Agencia Española de
Cooperación Internacional para el Desarrollo y la Fundación Ceddet.
(16) En: “Código Tributario y procedimiento de gestión”, pg. 8, correspondiente al material de lectura del
Curso de Especialización Internacional “Mejores Prácticas en la Administración Tributaria” (7ª edición),
ya referido.
(17) Tema de otro ensayo será la competencia de los gobiernos regionales en materia tributaria.
(18) Inicialmente los tributos internos eran competencia de Sunat y los aduaneros de Sunad, creadas por la
Ley N°  24829. Luego ambas instituciones se fusionaron por disposición del D.S. N°  061-2002-PCM
emitido en concordancia con la Ley N° 27658, Ley Marco de Modernización de la Gestión del Estado.

40
¿Ni acreedor tributario, ni Administración Tributaria?

2. Los gobiernos locales, encargados de la recaudación de los tribu-


tos creados por ellos o por el Congreso a favor de ellos.

¿Y las municipalidades de centros poblados? Pues en modo con-


gruente con el ordenamiento jurídico, no constituyen entidades que pue-
dan considerarse como Administración Tributaria, esto es, no pueden
ejercer las funciones de recaudación, fiscalización, sanción y cobranza
coactiva.

Una verificación rápida del sistema tributario demuestra que el ejer-


cicio de las funciones de administración de los tributos del Tesoro, como
el IGV, el ISC, el Impuesto a la Renta, el ITF, entre otros, ha sido delega-
do ha Sunat, entidad que además ha asumido la competencia para admi-
nistrar las aportaciones a EsSalud y ONP en virtud de la Ley N° 27334.

Respecto de los gobiernos locales, que es el tema de interés, el TUO


de la Ley de Tributación Municipal dispone que:

a) El impuesto predial y el impuesto a los espectáculos públicos no


deportivos son administrados por las municipalidades distritales
(artículos 8 y 59, respectivamente).

b) El impuesto al patrimonio vehicular y el impuesto a las apuestas


son administrados por las municipalidades provinciales (artículos
30-A y 43, respectivamente).

c) El impuesto a los juegos es administrado por las municipalidades


distritales o provinciales, según sea el caso (artículo 52).

d) El impuesto de alcabala es administrado por la municipalidad


distrital, o por la municipalidad provincial que tenga constituido
un Fondo de Inversión Municipal (artículo 29).

e) Las tasas y contribuciones que pueden crear las municipalidades


distritales y provinciales, evidentemente, son administradas por
ellas mismas.

Las funciones descritas, que como Administración Tributaria corres-


ponden a los gobiernos locales, son ejercidas a través de sus gerencias

41
Joy Millones Sánchez Santos

o subgerencias de rentas, y de los servicios de Administración Tributaria


que pudieran haberse creado.

Nótese del listado anterior, además, que tratándose de impuestos, en


ningún caso la designación ha recaído sobre las municipalidades de cen-
tros poblados. Sin embargo, dado que el ejercicio de la potestad tributaria
por parte de los gobiernos locales permite no solo la creación de tasas y
contribuciones, sino también la designación de quien pueda considerarse
como acreedor tributario, resulta evidente que el mismo gobierno local
puede designar quien “administre” ese tipo de tributos.

Esa es la razón de que, nuevamente en forma congruente, el artículo


133 de la Ley Orgánica de Municipalidades haya dispuesto que la dele-
gación de la prestación de servicios públicos en la jurisdicción de la mu-
nicipalidad de centro poblado, pueda implicar también la facultad para
cobrar los arbitrios que correspondan.

Dos temas a precisar. El primero, no se trata de que la municipali-


dad de un centro poblado pueda crear arbitrios, situación que implica la
emisión de una ordenanza municipal que contenga la determinación de
la estructura de costos de los servicios a prestarse así como los criterios
para su distribución entre los contribuyentes; sino que simplemente debe
recaudarlos.

Un segundo tema, de todo el conjunto de funciones que pueden eje-


cutar las Administraciones Tributarias respecto a los arbitrios, solo la de
recaudación es la que se ha conferido a las municipalidades de centros
poblados, es decir, ellas no pueden ni fiscalizar, ni sancionar, ni cobrar en
forma coactiva los importes correspondientes a ese tipo de tributo.

A pesar de lo expuesto, son las municipalidades provinciales quienes


fomentan el “desorden” del sistema tributario al momento de crear muni-
cipios de centros poblados, pues, con la finalidad de estar “políticamente”
bien con la población o simplemente “deshacerse” de ciertas funciones,
en las ordenanzas de creación bajo el rubro “delegación” les otorgan
competencias que no corresponden al estatus jurídico de la municipalidad
del centro poblado.

42
¿Ni acreedor tributario, ni Administración Tributaria?

Verifiquemos este tema en el ítem siguiente, desde el punto de vista


de la responsabilidad funcionarial.

III. RESPONSABILIDAD LEGAL POR DELEGACIÓN NO AU-


TORIZADA DE FACULTADES TRIBUTARIAS
Alguna vez se dijo que los centros poblados son “órganos descon-
certados” de las municipalidades y que se crean a petición de un grupo
de ciudadanos de una circunscripción distrital. Esa es la razón “orgánica”
por la cual las municipalidades de centros poblados se vean apartadas de
ser consideradas siquiera como Administración Tributaria, al menos res-
pecto de impuestos.

Sin embargo, en nuestro ordenamiento jurídico reciente existen


sendos ejemplos que se apartan del sistema tributario y que anotamos a
continuación.

Mediante la Ordenanza Municipal N° 014-2009-MPC/CM, publicada


en el diario oficial El Peruano del 31 de diciembre de 2009, la Munici-
palidad Provincial de Cangallo aprueba la creación de la Municipalidad
de Centro Poblado de San Cristóbal de Putica, confiriéndole una serie de
funciones dentro de las cuales se encuentra la siguiente:

“Artículo 5.- Las funciones que se delega a la Municipalidad del


Centro Poblado de San Cristóbal de Putica, son las siguientes:

5.1. Cobrar por los aranceles de Terrenos Urbanos del centro


poblado, conforme determine el Consejo Nacional de Tasaciones
Conata. (…)” [la cita en negritas es nuestra].

En principio, la ordenanza no ha cuidado el tema técnico que implica


conocer que la Conata se encuentra en liquidación al haber sido absor-
bida íntegramente por el Ministerio de Vivienda, Construcción y Sanea-
miento, en virtud de la Ley N° 27792.

Luego, aun cuando la función delegada consiste en “cobrar aran-


celes”, resulta evidente que dicha cobranza no está vinculada a tasas.
Se trata pues, de un artificio empleado por la misma municipalidad

43
Joy Millones Sánchez Santos

provincial para otorgar a la de centro poblado una función de “adminis-


tración” de un tributo generado a partir de la valorización arancelaria en
materia de inmuebles considerados terrenos (propio de la ex Conata), y
que resulta ser el “impuesto predial”.

Otro caso es el que encontramos, muy cerca en términos de tiempo,


en el diario oficial El Peruano del 13 de marzo de 2010 donde aparece
publicada la Ordenanza Municipal N°  006-2010-CM/MPH-M, en vir-
tud de la cual, la Municipalidad Provincial de Huarochirí delega a todas
las municipalidades de centros poblados de su jurisdicción la siguiente
facultad:

“Artículo Tercero: señalar que mediante procedimiento de


ejecución coactiva las municipalidades de centros pobla-
dos podrán ejecutar sus acreencias y obligaciones de hacer y no
hacer, por concepto de arbitrios, tasas, derechos, contribuciones,
multas de índole tributario y de naturaleza administrativa, im-
puestos, otros servicios públicos delegados y demás recursos
económicos, (…)” [la cita en negritas es nuestra].

Se trata, a nuestro entender, de un caso de mayor gravedad y respon-


sabilidad legal, pues se está confiriendo a una municipalidad de centro
poblado no solo la facultad de exigir coactivamente sus acreencias tribu-
tarias vinculadas a arbitrios, que constituye una posibilidad no prevista
en el ordenamiento jurídico municipal y tributario; sino que, además, esa
facultad se está otorgando también para la cobranza general de los “im-
puestos”, posibilidad que genera mayor inseguridad jurídica se entendería
que abarca todos los impuestos creados a favor de las municipalidades
reconocidas como gobiernos locales.

No pretendemos minimizar la labor, y menos la jerarquía de las mu-


nicipalidades, pero valga decir que tal vez por errores, desconocimien-
tos o simple separación de la normativa como se plasma en estos casos,
nuestra Constitución ha evitado reconocer a los centros poblados un esta-
tus jurídico diferente.

En efecto, tal como se recoge en la RTF N° 11231-7-2009, el Máxi-


mo Intérprete de la Constitución al resolver un caso vinculado a la

44
¿Ni acreedor tributario, ni Administración Tributaria?

Municipalidad del Centro Poblado de Uchubamba, estableció en la STC


N° 0003-2005-PC/TC lo siguiente:

“(…) 3. (…). Es útil precisar que, en el caso de la Constitución,


su artículo 194 hace referencia a que las municipalidades de los
centros poblados menores deben ser creadas conforme a ley, pero
en modo alguno considera a estas corporaciones como poseedo-
ras de las mismas atribuciones o competencias que las municipa-
lidades provinciales o distritales, a las que expresamente se les
reconoce como órganos de gobierno local” [la cita en negritas
es nuestra].

Una primera consecuencia contra las municipalidades de centros po-


blados, si llegaran a ejercer las facultades que inconstitucionalmente se
les delega, es que sus procedimientos no tendrán aval del Tribunal Fiscal,
ni siquiera en vía de queja, como ha sucedido respecto de la Municipali-
dad del Centro Poblado de Cascajal en un reciente pronunciamiento con-
tenido en la RTF N° 01730-5-2010; a saber:

“(…) Que en tal sentido, dado que conforme con el citado cri-
terio, el impuesto predial es un tributo creado y regulado por el
Gobierno central en favor de los gobiernos locales, siendo que la
calidad de acreedor tributario y administrador de dicho impues-
to corresponde a la municipalidad distrital (…), no habiéndose
atribuido dicha condición ni conferido la administración de ese
tributo a las municipalidades de centros poblados, la Municipa-
lidad del Centro Poblado de Cascajal y Anexos no tenía com-
petencia para administrar el impuesto predial y, por tanto,
cobrar coactivamente deuda por tal concepto (…)” [la cita en
negritas es nuestra].

De forma contundente, entonces, podemos afirmar que en los casos


anteriores citados como ejemplo, que importan una tergiversación del sis-
tema tributario, es posible la asignación de responsabilidades administra-
tivas, civiles y hasta penales.

Sobre las administrativas, y atendiendo a la claridad de los artículos


50 y 52 del Código Tributario, que designan a los órganos considerados
como Administración Tributaria, resulta de aplicación el artículo 54 de la

45
Joy Millones Sánchez Santos

misma norma conforme a la cual ninguna otra autoridad, organismo, ni


institución diferente a la Sunat o a los gobiernos locales puede ejercer las
facultades de recaudación, fiscalización, sanción y cobranza coactiva.

Además, si la actuación de las municipalidades de centros poblados


conlleva perjuicio no solo para los contribuyentes sobre los que recai-
gan las funciones inconstitucionalmente delegadas, sino también para la
misma municipalidad al asumir sus funcionarios la responsabilidad ge-
nerada por esos actos; resulta perfectamente posible la asignación de las
responsabilidades civiles (por los daños y perjuicios causados) y penales
(usurpación de funciones), previstas en la Ley.

CONCLUSIÓN
Latente es la necesidad de recursos financieros que tienen las munici-
palidades de centros poblados. De seguro, la clase política está en posibi-
lidad de otorgarles medios suficientes para que atiendan a la población de
cada circunscripción territorial. Sin embargo, bajo ninguna circunstancia
se puede permitir que con esa finalidad, se quiebre el ordenamiento cons-
titucional en general, o el sistema tributario en particular.

El ordenamiento constitucional no ha reconocido a las municipalida-


des de centros poblados la categoría de gobierno local, y, por ende, no
pueden ser ni acreedores ni administradores tributarios. La única excep-
ción es el ejercicio de función de recaudación de arbitrios, que depende
de la delegación que el municipio provincial considere oportuno entregar.

Resulta evidente, entonces, por qué en la RTF N°  11231-7-2009, el


Tribunal Fiscal ratifica que es jurídicamente imposible la “administra-
ción” del impuesto predial por parte de las municipalidades de centros
poblados.

Nuestra consideración adicional radica en el carácter técnico que


toda Administración Tributaria debe tener tanto en su organización como
en su proyección a la colectividad.

En efecto, la tendencia actual es que la Administración Tributaria


no solo se limita a recaudar, fiscalizar, sancionar y cobrar coactivamen-
te, sino que está llamada a una adecuada, oportuna y cualificada gestión

46
¿Ni acreedor tributario, ni Administración Tributaria?

vinculada a la prestación de un “servicio” integral de información y


orientación al contribuyente, facilitándole el cumplimiento voluntario
tanto de la prestación tributaria como de sus deberes administrativos. Sin
embargo, ni las gerencias o subgerencias de rentas de los municipios o
los servicios de administración tributaria locales, han podido llegar al
convencimiento de que parte de nuestra obligación es brindar un servicio
real y facilitador del cumplimiento tributario.

Por ello, considerando que tanto las municipalidades distritales como


provinciales no cuentan con organizaciones eficientes y estructuradas, ni
aun con personal suficientemente capacitado para atender a los contribu-
yentes, las municipalidades de centros poblados tendrían aún mucho más
camino por recorrer.

Un apunte final. La aceptación social del sistema tributario en gene-


ral y de la Administración Tributaria en particular, depende del apoyo po-
lítico que el Estado esté comprometido a brindar y de nuestra conciencia
ciudadana sobre el deber de contribuir. Todos tenemos trabajo pendiente.

47
3
Viviana Cossío Carrasco

Implicancias tributarias en la
enajenación de inmuebles
por persona natural
Implicancias tributarias en la
enajenación de inmuebles
por persona natural

Viviana Cossío Carrasco(*)

El tratamiento tributario de la enajenación de bienes inmuebles realizada


por personas naturales ha sufrido importantes modificaciones en los úl-
timos años, las cuales son expuestas y analizadas en el presente artículo.
De esta manera, la autora explica las implicancias y consecuencias de los
cambios normativos a las ganancias de capital, así como las características
que contemplan actualmente las enajenaciones de inmuebles por parte de
personas naturales.

INTRODUCCIÓN
En vista al reciente dinamismo que el mercado inmobiliario ha pre-
sentado en los últimos años en nuestro país, no resulta extraño pasar por
las calles y avenidas de la ciudad y ver no solo los nuevos edificios que
se construyen en cada esquina, sino también antiguas casas puestas en
venta como terreno, o siendo modificadas o transformadas en pequeños
edificios. Así, las personas naturales han observado que parece resultar
un buen negocio vender sus inmuebles o invertir en la construcción de
inmuebles para su venta o simplemente en la actividad inmobiliaria de
comprar inmuebles para después venderlos.

Siendo múltiples las opciones que presenta el mercado, tenemos


a la par un complejo tratamiento tributario que se aplica a las personas

(*) Abogada por la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP). Especialista en Tributación. Primer
puesto en el orden de méritos en el Posgrado en Tributación por la Universidad de Lima. Jefa del Área
Tributaria de Contadores & Empresas y asesora tributaria de Gaceta Consultores.

51
Viviana Cossío Carrasco

naturales que enajenan sus inmuebles, el cual distingue desde la fecha de


adquisición del inmueble, la clase de inmueble de que se trate, la inten-
ción con la que se vende, las veces que dicha operación ha sido efectuada
por la misma persona y el valor de venta del inmueble en cuestión.

En efecto, la enajenación de inmuebles realizada por una persona na-


tural puede ser objeto de gravamen tanto del Impuesto a la Renta como
respecto del IGV, así como también puede que se encuentre inafecto de
ambos tributos, pues todo dependerá de las características concretas de
cada operación, siendo materia del presente informe el análisis de dichos
supuestos y la actual normativa aplicable que como veremos presenta
algunos vacíos.

I. TRATAMIENTO EN EL IMPUESTO A LA RENTA


El tratamiento que la Ley del Impuesto a la Renta (en adelante, LIR)
otorga a la enajenación de inmuebles por parte de una persona natural ha
sufrido varias modificaciones en los últimos años, siendo que en un co-
mienzo solo podría –en casos muy particulares– generar rentas de tercera
categoría para posteriormente, esto es a partir del ejercicio 2004, generar
en otros casos rentas de segunda categoría.

Ahora bien, cabe señalar que el artículo 5 de la LIR establece la


definición de enajenación a efectos de dicho impuesto, siendo que este
concepto comprende a la venta, permuta, cesión definitiva, expropiación,
aporte a sociedades y, en general, todo acto de disposición por el que se
transmita el dominio a título oneroso.

1. Ganancias de capital por rentas de segunda categoría


Recordemos que de conformidad con el artículo 1 de la LIR, el im-
puesto a la renta grava a las ganancias de capital, y que el artículo 3 de
dicha norma precisa que constituye ganancia de capital cualquier ingre-
so que provenga de la enajenación de bienes de capital, entendidos como
aquellos que no están destinados a ser comercializados en el ámbito de
un giro de negocio o de empresa. Asimismo, dicho artículo dispone que
no constituye ganancia de capital gravable por esa Ley, el resultado
de la enajenación de los siguientes bienes, efectuada por una persona

52
Implicancias tributarias en la enajenación de inmuebles por persona natural

natural, sucesión indivisa o sociedad conyugal que optó por tributar


como tal, que no genere rentas de tercera categoría:

i) Inmuebles ocupados como casa-habitación del enajenante.

ii) Bienes muebles, distintos a la acciones y participaciones repre-


sentativas del capital, acciones de inversión, certificados, títulos,
bonos y papeles comerciales, valores representativos de cédulas
hipotecarias, obligaciones al portador u otros valores al portador
y otros valores mobiliarios.

Se aprecia que los únicos supuestos que generan ganancia de capi-


tal para una persona natural serán las ganancias producidas por enaje-
nación de inmuebles que no constituyan casa-habitación, acciones y
participaciones.

Posteriormente, mediante el Decreto Legislativo N° 945(1) se incluyó


el inciso j) al artículo 24 del TUO de la LIR, estableciendo a las ganan-
cias de capital como rentas de segunda categoría. Así, a partir del 1 de
enero de 2004 la enajenación de inmuebles distintos a casa-habitación
por parte de persona natural genera rentas de segunda categoría gravadas.

1.1. Inmuebles susceptibles de generar rentas de segunda catego-


ría por su enajenación
De conformidad con lo establecido por la Primera Disposición Tran-
sitoria y Final del señalado Decreto, recogida por la Trigésimo Quinta
Disposición Transitoria y Final del TUO de la LIR “las ganancias de ca-
pital provenientes de la enajenación de inmuebles distintos a la casa ha-
bitación, efectuadas por personas naturales, sucesiones indivisas o socie-
dades conyugales que optaron por tributar como tales, constituirán rentas
gravadas de la segunda categoría, siempre que la adquisición y enajena-
ción de tales bienes se produzca a partir del 01/01/2004”.

Por lo tanto, se encontrará gravada la enajenación de inmueble


siempre que:

(1) Publicado en el diario oficial El Peruano del 23/10/2003.

53
Viviana Cossío Carrasco

• El inmueble haya sido adquirido por enajenante con posteriori-


dad al 1 de enero de 2004; y

• El inmueble no califique como casa-habitación.

Observamos que a efectos de analizar si la operación está o no gra-


vada con el impuesto será necesario identificar el año de adquisición del
inmueble, puesto que si este fue adquirido por el enajenante con anterio-
ridad al ejercicio 2004, la operación no se encontrará gravada aun cuando
esta sea efectuada con posterioridad a dicho ejercicio.

1.2. Calificación de casa-habitación


Hasta aquí tenemos que una vez identificado el año de adquisición
del inmueble y si este es a partir del 1 de enero de 2004, lo gravitante
recae en establecer bajo qué condiciones un inmueble califica como casa-
habitación. Al respecto, el artículo 1-A del Reglamento de la LIR estable-
ce los siguientes requisitos:

• El inmueble debe permanecer en su propiedad por lo menos dos


(2) años.

• El inmueble no debe estar destinado exclusivamente al comercio,


industria, oficina, almacén, cochera o similares.

Por lo tanto, aun cuando el inmueble que venda una persona sea efec-
tivamente usado como vivienda familiar por todo el tiempo en que se
tuvo en propiedad, si este lapso no fue mayor a dos (2) años no calificaría
como casa-habitación y, por ende, su enajenación se encontrará gravada
con el impuesto a la renta de segunda categoría.

Asimismo, un inmueble destinado a fines comerciales exclusivamen-


te no podría calificar como casa-habitación. Sin embargo, sobre el par-
ticular debemos señalar que aun cuando sea el único inmueble que posea
una persona y que en la realidad no se haya dado un uso comercial, si las
características del inmueble hacen evidente que se encuentra destinado a
perseguir estos fines como, por ejemplo, una tienda en una galería; este
no podría calificar como casa-habitación por lo que su venta producirá
renta gravada de segunda categoría.

54
Implicancias tributarias en la enajenación de inmuebles por persona natural

De otro lado, puede presentarse el caso en que el enajenante tenga en


propiedad más de un inmueble que cumpla con las condiciones para ser
calificado como casa-habitación, lo cual evidencia que solo uno de ellos
podrá ser efectivamente su casa-habitación. En ese caso, de conformidad
con lo dispuesto por el segundo párrafo del artículo 1-A del Reglamento
de la LIR, tendrá dicha calidad aquel que, luego de la enajenación de los
demás inmuebles, resulte como el único inmueble de su propiedad.

Asimismo, agrega que si la persona decide vender todos sus inmue-


bles en un solo acto que se traducirá en un único contrato o cuando no
fuera posible determinar las fechas en las que dichas operaciones se rea-
lizaron, se reputará como casa-habitación del enajenante al inmueble de
menor valor, con lo cual se termina gravando siempre las operaciones de
mayor valor.

A. Casos especiales para la determinación de casa-habitación


i) Sociedades conyugales

Si la sociedad conyugal optó por tributar como tal, de conformidad


con lo dispuesto por el artículo 16 de la LIR, se deberá considerar los in-
muebles de propiedad de la sociedad conyugal y de los cónyuges.

En consecuencia, se reputará como casa-habitación de la sociedad


conyugal al inmueble de su propiedad, en la parte que corresponda al
cónyuge que no sea propietario de otro inmueble.

Debe tenerse en cuenta que en el régimen de sociedad de gananciales


coexisten tres patrimonios totalmente diferentes: a) el patrimonio de cada
cónyuge; y, b) el patrimonio social.

Este último constituye un patrimonio autónomo sobre el cual tributa-


rá la sociedad conyugal de haber optado por ello, lo cual no quiere decir
que sea un sujeto del impuesto distinto de los sujetos que la conforman.

Así, puede darse el caso de la enajenación del inmueble adquirido


por la sociedad conyugal con posterioridad al 1 de enero de 2004 y que
al haber permanecido en su propiedad por más de 2 años y reunido las
condiciones para ser considerado casa-habitación su venta se encuentre

55
Viviana Cossío Carrasco

gravada. En efecto, la norma establece el tener que considerar si este


inmueble califica como casa-habitación para ambos cónyuges a efectos
de no gravar la misma, puesto que de lo contrario la operación se encon-
trará gravada con el impuesto a la renta de segunda categoría por la parte
en que no califique como casa-habitación para uno de ellos.

Por ejemplo, si la Sra. Paredes es dueña de un departamento y al ca-


sarse la sociedad conyugal de la que forma parte adquiere una casa, su
eventual venta estaría gravada con el impuesto a la renta de segunda
categoría en la proporción de participación de la sra. Paredes dado que
para ella no constituye casa-habitación. En efecto, al tener esta más de
una propiedad con las características de casa-habitación (el departamento
que adquirió soltera y la casa que adquirió la sociedad conyugal de la que
forma parte) se entenderá que solo el último inmueble que enajene será
considerado como casa-habitación. En consecuencia, si decide vender el
inmueble de la sociedad conyugal, la operación se encontraría gravada
en un 50% (la proporción de participación de la señora en ella) dado que
para uno de los cónyuges dicho inmueble no califica como casa-habita-
ción, por lo que la sociedad conyugal deberá tributar, tomando como re-
ferencia el 50% de la base imponible.

Respecto a lo que debe entenderse por enajenación en el caso de una


sociedad conyugal que optó por tributar como tal, Sunat se ha pronuncia-
do mediante el Informe N° 134-2006-SUNAT/2B0000, en el cual seña-
la que la transferencia de un inmueble al producirse entre los cónyuges
la partición de los derechos de propiedad sobre bienes inmuebles, como
consecuencia del cambio de régimen patrimonial de sociedad de ganan-
ciales a régimen patrimonial de separación de patrimonios, no genera una
renta gravada como ganancia de capital de segunda categoría.

ii) Sucesiones indivisas

A diferencia de la sociedad conyugal las sucesiones indivisas sí son


un sujeto del Impuesto distinto a sus integrantes, por lo tanto se deberá
considerar únicamente los inmuebles de propiedad de la sucesión y no los
de sus miembros.

Ahora bien, no interesa si el inmueble adquirido por la sucesión indi-


visa con motivo del fallecimiento del causante fue adquirido por este con

56
Implicancias tributarias en la enajenación de inmuebles por persona natural

anterioridad al 1 de enero de 2004 a efectos de considerar su enajenación


como renta gravada de segunda categoría sino que lo relevantes es que la
sucesión lo haya adquirido con posterioridad a dicha fecha.

Al respecto, los numerales 2 y 3 de la Primera Disposición Transito-


ria del Decreto Supremo N° 086-2004-EF (4 de julio de 2004) establece
que tratándose de sucesiones indivisas en las que no se ha dictado de-
claratoria de herederos o inscrito el testamento en Registros Públicos, se
reputará como fecha de adquisición del inmueble a la fecha de falleci-
miento del causante. Dictada la declaratoria de herederos o inscrito el tes-
tamento en Registros Públicos, se considerará como fecha de adquisición
a la fecha en que se dicte la sucesión intestada o se inscriba el testamento
respectivamente.

iii) Copropiedad

Al igual que en la sociedad conyugal, se deberá considerar en forma


independiente si cada copropietario es propietario a su vez de otro inmue-
ble. En tal sentido, se reputará como casa-habitación solo en la parte
que corresponda a los copropietarios que no sean propietarios de otros
inmuebles.

1.3. Determinación del impuesto


Como se sabe, en el caso de rentas de segunda categoría por ganan-
cias de capital, la renta bruta estará conformada por la diferencia entre el
ingreso neto total (valor total de la enajenación) y el costo computable
del inmueble.

A tal efecto, el artículo 21 de la LIR establece la determinación del


referido costo computable, dependiendo de si la adquisición fue a título
oneroso o gratuito.

Si la adquisición fue a título oneroso, el costo computable será el


valor de adquisición o construcción reajustado por los índices de correc-
ción monetaria que establece el Ministerio de Economía y Finanzas en
base a los Índices de Precios al por Mayor proporcionados por el Instituto
Nacional de Estadística e Informática (INEI).

57
Viviana Cossío Carrasco

Sobre este punto es preciso tener en cuenta que las normas referidas a
la bancarización también son aplicables a las personas naturales. En efec-
to, de acuerdo con el artículo 8 del Decreto Supremo N° 150-2007-EF,
para efectos tributarios, los pagos que efectúen sin utilizar medios de
pago no darán derechos a deducir gastos, costos o créditos, siendo que
la norma no distingue por tipo de contribuyente. Bajo dicho escenario,
si la persona natural que desea enajenar su inmueble lo adquirió sin uti-
lizar alguno de los medios de pago que dicha norma contempla en su ar-
tículo 5, no podría sustentar el costo computable a efectos de determinar
la renta bruta, por estar constituida por el íntegro del ingreso obtenido por
la enajenación.

Si la adquisición fue a título gratuito, el costo computable esta-


rá dado por el valor de ingreso al patrimonio, entendiéndose por tal el
que resulta de aplicar las normas de autoavalúo para el Impuesto Predial,
reajustado por los índices de corrección monetaria que establece el Mi-
nisterio de Economía y Finanzas en base a los Índices de Precios al por
Mayor proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística e Informá-
tica (INEI), salvo prueba en contrario constituida por contrato de fecha
cierta inscrito en Registros Públicos y otros que señale el reglamento.

Sobre el particular, en virtud a la modificación introducida reciente-


mente por el Decreto Supremo N° 011-2010-EF(2) a la norma reglamen-
taria(3) se establece que los referidos índices serán fijados mensualmente
por Resolución Ministerial del Ministerio de Economía y Finanzas, la
cual será publicada dentro de los primeros cinco (5) días hábiles de cada
mes. Como se recordará, hasta antes de la modificación señalada, dichos
índices eran fijados anualmente, toda vez que el tratamiento anterior im-
plicaba un pago a cuenta sobre el valor de la venta, teniendo actualmente
carácter de pago definitivo conforme se desarrollará seguidamente.

Debemos señalar que los reajustes se aplican también a las mejoras


de acuerdo a los índices que correspondan a la fecha en que se realizaron.

(2) Publicado en el diario oficial El Peruano del 21/01/2010.


(3) Es pacíficamente al segundo párrafo del acápite ii) del numeral 5 del inciso b) del artículo 11 del Regla-
mento de la LIR

58
Implicancias tributarias en la enajenación de inmuebles por persona natural

En el caso de enajenación de bienes a plazo tenemos que el inciso c)


del artículo 11 del Reglamento de la LIR, señala que el costo computable
de los bienes enajenados que corresponda a cada cuota, se determinará de
acuerdo al siguiente procedimiento:

1. Se dividirá el ingreso percibido en cada cuota por concepto de la


enajenación, entre los ingresos totales provenientes de esta.

2. El coeficiente obtenido como resultado de la división indica-


da en el numeral anterior será redondeado considerando cuatro
(4) decimales y se multiplicará por el costo computable del bien
enajenado.

Una vez determinada la renta bruta, la norma establece una deduc-


ción del 20% a efectos de determinar la renta neta sobre la cual se aplica
la tasa del 6,25% del impuesto a la renta, ello de acuerdo a lo dispuesto
por los artículos 36 y 52-A de la LIR. Se aprecia entonces que la tasa
efectiva sobre las rentas brutas de segunda categoría es la del 5%.

Ahora bien, en caso de que el valor de venta no supere el valor de


adquisición del inmueble no habría renta neta sobre la cual aplicar la tasa
efectiva del 5%, sino por el contrario, una pérdida de capital que hasta el
31 de diciembre de 2008 podía deducirse de la renta neta global determi-
nada con motivo de la declaración jurada anual. Sin embargo, con motivo
del nuevo tratamiento de determinación por separado de las rentas de ca-
pital y las rentas de trabajo, se modificó el artículo 36 de la LIR, median-
te la Ley N° 29491, eliminándose dicha posibilidad.

1.4. Forma y oportunidad de pago del impuesto


Hasta el 31 de diciembre de 2008 el artículo 84-A del TUO de la LIR
establecía que en los casos de enajenación de inmuebles el enajenante
debía abonar con carácter de pago a cuenta el impuesto que en definiti-
va le corresponda por el ejercicio gravable y dentro del mes siguiente de
suscrita la minuta de compraventa o del negocio jurídico que correspon-
da, un importe equivalente al 0.5% del valor de venta.

Posteriormente, el referido artículo fue modificado a efectos de esta-


blecer el carácter de pago definitivo de dicho impuesto en aplicación con

59
Viviana Cossío Carrasco

la nueva tasa del 6,25% establecida para las rentas de capital. Así, a partir
de 2009, el enajenante abona con carácter de pago definitivo el monto
que resulte de aplicar la tasa del seis coma veinticinco por ciento (6,25%)
sobre el importe que resulte de deducir el veinte por ciento (20%) de la
renta bruta (lo que, como hemos señalado, da una tasa efectiva del 5%).

Sin embargo, a raíz de la modificación al artículo 53-A de la norma


reglamentaria, introducida por el Decreto Supremo N° 313-2009-EF y
aplicable a partir del ejercicio 2010 tenemos que dichos pagos son de ca-
rácter definitivo.

Así, las personas naturales tendrán que pagar el impuesto en el mes


siguiente de percepción de la renta y dentro de los plazos establecidos
por el Código Tributario para las obligaciones de periodicidad mensual.

Es por ello, que en la actualidad dichos pagos se efectuarán en el


mes siguiente al de la percepción de la renta siendo irrelevante la fecha
de suscripción de la minuta para dichos efectos. Por lo tanto, el pago del
impuesto tendrá como base imponible el importe percibido por la ena-
jenación, por lo que en cada oportunidad que se perciba un pago parcial
deberá cumplirse con el pago del impuesto en dicha proporción.

Por otro lado, se mantiene la obligación dispuesta por el artículo


53-B de la norma reglamentaria para el enajenante de presentar ante el
notario público el comprobante o el formulario de pago que acredite el
pago del Impuesto como requisito previo a la elevación de la Escritura
Pública de la minuta respectiva.

No obstante, hemos visto que no toda enajenación de inmuebles ge-


nera rentas gravadas de segunda categoría, por lo que a efectos de que
proceda la elevación de la Escritura Pública, será necesario acreditar di-
chos supuestos ante el notario, mediante los siguientes mecanismos:

En efecto, el dispone que el enajenante deberá presentar ante el


notario:

- Una comunicación con carácter de declaración jurada en el senti-


do que:

60
Implicancias tributarias en la enajenación de inmuebles por persona natural

(i) La ganancia de capital proveniente de dicha enajenación


constituye renta de la tercera categoría (conforme lo veremos
en el punto 2); o,

(ii) El inmueble enajenado es su casa habitación, para lo cual de-


berá adjuntar el título de propiedad que acredite su condición
de propietario del inmueble objeto de enajenación por un pe-
riodo no menor de dos (2) años; o,

(iii) No existe impuesto por pagar. Este supuesto puede presentar-


se cuando la enajenación no produce renta gravable sino pér-
dida, pues se enajenó a un menor valor del de su adquisición.
Igualmente, se presenta cuando el inmueble fue adquirido
con anterioridad al 1 de enero de 2004, en cuyo caso deberá
presentar el documento de fecha cierta en que conste la ad-
quisición del inmueble, el documento donde conste la suce-
sión intestada o la constancia de inscripción en los registros
públicos del testamento o el formulario registral respectivos,
según corresponda.

Tratándose de enajenación efectuada por la sociedad conyugal o co-


propietarios, la obligación de presentar la comunicación corresponde a
cada cónyuge o copropietario respecto del cual se configure alguno de los
supuestos por los cuales no se encontrará gravada la operación respecto
de este. Si ninguno de ellos está obligado a efectuar el pago del impuesto,
bastará la presentación de una sola comunicación en la que se indicará
dicha situación.

Finalmente, mediante Resolución de Superintendencia N° 036-2010/


SUNAT(4) la Administración Tributaria aprobó el Formulario Virtual
N° 1665 para la declaración y pago de renta de segunda categoría a efec-
tos de que los contribuyentes procedan a la declaración y pago definitivo
(originados de la enajenación de inmuebles).

(4) Publicada en el diario oficial El Peruano del 31/01/2010.

61
Viviana Cossío Carrasco

Determinación del costo computable de inmueble enajenado por una persona


natural
Caso
El Sr. Anthony Suárez Ortiz es propietario de un inmueble (casa de playa) adquirido
el 20 de agosto de 2004 por el valor de S/. 500,000. Por motivo de viaje, realiza la
venta al contado del mencionado inmueble con fecha 26 de febrero de 2010, por el
importe de S/. 800,000. ¿Cuál es el procedimiento a seguir para realizar el pago del
impuesto a la renta por esta operación comercial?
Solución:
De acuerdo con el artículo 2 de la Ley del Impuesto a la Renta se define como ganan-
cia de capital cualquier ingreso que provenga de la enajenación de bienes de capital,
como es el caso planteado.
Ahora bien, es importante señalar que las ganancias de capital provenientes de la
enajenación de inmuebles (distinta a la casa-habitación) solo se encontrarán gravadas
siempre que la adquisición y enajenación de tales bienes se produzcan a partir del 1
de enero de 2004, tal como lo establece la trigésima quinta Disposición Transitoria y
Final de la Ley del Impuesto a la Renta, situación que también se cumple en el caso.
Asimismo, dado que no corresponde a una situación de habitualidad, se debe enten-
der que la ganancia obtenida constituirá rentas gravadas de la segunda categoría, res-
pecto de la cual, acorde con la actual Ley del Impuesto a la Renta, deberá liquidarse
el impuesto con carácter de pago definitivo, de conformidad con el primer párrafo del
artículo 84-A de la Ley del Impuesto a la Renta.
Dado que la venta se produce al contado, el Sr. Suárez deberá determinar la renta
neta por esta operación, para lo cual deberá determinar la renta bruta, y luego de ello
deducir el 20% de la misma y finalmente aplicar la tasa del 6.25%.
De esta manera, para determinar la renta bruta deberá disminuirse al ingreso el costo
computable del bien enajenado, que de conformidad con el artículo 21 de la Ley del
Impuesto a la Renta deberá determinarse ajustando el costo computable del bien con
el índice de corrección monetaria que establezca el Ministerio de Economía y Finan-
zas en base a los IPM.
Determinación del Costo Computable
Considerando que mediante Resolución Ministerial N° 065-2010-EF-15, publicada
el 5 de febrero de 2010, se han fijado los índices de corrección monetaria para deter-
minar el costo computable de los inmuebles enajenados por las personas naturales,
sucesiones indivisas o sociedades conyugales, el Sr. Suárez deberá considerar lo si-
guiente:
Datos:
Fecha de la operación 26/02/2010
Fecha de la adquisición del bien 20/08/2004
Valor de adquisición 500,000
Factor (Anexo 1 aplicable de la Resolución Ministerial N° 065-2010-EF-15) 1.15*

62
Implicancias tributarias en la enajenación de inmuebles por persona natural

*Según el Anexo 1 el factor a aplicar a un inmueble adquirido en agosto 2004 es 1.15,


de ello el costo computable actualizado será:

Costo computable ajustado = Costo computable x factor


Costo computable ajustado = 500,000 x 1.15
Costo computable ajustado = 575,000
Determinación de la renta neta
Al importe de la venta se deduce el costo de adquisición (ajustado) y obtenemos la
“renta bruta”, la misma que será deducida en un 20%, obteniendo en esa forma la
“renta neta”:

Detalle S/.
- Valor de venta 800,000
Menos:
- Costo ajustado 575,000
Renta bruta 225,000
- Deducción, 20% 45,000
Renta neta 180,000
De acuerdo a la reciente modificación, en los casos de enajenación de inmuebles, el
enajenante abonará con “carácter de pago definitivo” el monto que resulte de aplicar
la tasa del 6,25% sobre el importe que resulte de deducir el 20% de la renta bruta.
Cálculo del pago del Impuesto a la Renta
El enajenante abonará con “carácter de pago definitivo” el monto que resulte de apli-
car la tasa del 6,25% sobre el importe de la renta neta:

Impuesto a la Renta = Renta Neta x % IR


Impuesto a la Renta = 180,000 x 6.25%
Impuesto a la Renta = 11,250

2. Rentas de tercera categoría


A diferencia con el tratamiento establecido para las rentas de segun-
da categoría, aplicable a partir del 1 de enero de 2004, desde antes las
personas naturales pueden generar rentas de tercera categoría por dicha
operación en determinados casos.

En efecto, la LIR contempla básicamente tres supuestos en los que


la enajenación de inmueble por parte de persona natural genera rentas de
tercera categoría, esto es, cuando se consigue habitualidad en la realiza-
ción de dichas operaciones, cuando se adquiera o construya un inmueble

63
Viviana Cossío Carrasco

con el ánimo de enajenarlo, cuando se trate de la enajenación de terrenos


rústicos o urbanos por el sistema de urbanización o lotización.

2.1. Habitualidad en la enajenación de inmuebles


Si bien no es una novedad que la habitualidad en la enajenación de
inmuebles por parte de una persona natural genera rentas de tercera ca-
tegoría para el enajenante, las últimas modificaciones introducidas por la
Ley N° 29492(5) hacen necesaria una nueva revisión sobre el tema pues
las reglas para su determinación han variado sustancialmente.

En efecto, dichas modificaciones están dirigidas a establecer los nue-


vos supuestos por los que se mantiene la habitualidad, por los que esta se
pierde una vez ganada; así como las enajenaciones que no deberán tomar-
se en cuenta para dichos efectos.

Así, en el caso de que una persona natural realice de manera habitual


estas enajenaciones se considerarán sujeto generador de rentas de tercera
categoría por lo que la renta obtenida de estas operaciones tributará con-
forme a las reglas de la referida categoría. En ese sentido, ya no interesa
qué tipo de inmueble se venda sino únicamente si la persona natural re-
sulta habitual en el desarrollo de estas operaciones.

Al respecto, tenemos que según el artículo 4 de la LIR, la habituali-


dad se configura a partir de la tercera enajenación, incluso en el supuesto
de que se produzca en el ejercicio gravable.

Cabe anotar que en estos casos, tampoco importa la fecha de adqui-


sición del inmueble, es decir, si esta se produjo antes o después del 1 de
enero de 2004, dado que dicha condición es únicamente requerida a efec-
tos de determinar si la renta es de segunda categoría.

Ahora bien, la condición de habitual no es permanente, por lo que


eventualmente podría perderse y con ello el tratamiento de rentas de
tercera categoría. Así, hasta el 31 de diciembre de 2009 se tenía que la
condición de habitualidad se perdía si en los dos ejercicios gravables

(5) Publicada en la Edición Extraordinaria del diario oficial El Peruano del 31/12/2009.

64
Implicancias tributarias en la enajenación de inmuebles por persona natural

siguientes de ganada dicha condición no se realizaba ninguna enajena-


ción. Dicho tratamiento ha sufrido un cambio importante, pues a partir
del ejercicio 2010 se tiene las siguientes reglas:

a) La condición de habitualidad se verificará en cada ejercicio gra-


vable. Por lo tanto, en cada ejercicio se deberá verificar si el con-
tribuyente realizó tres enajenaciones.

b) Una vez adquirida la habitualidad, esta dura por los dos ejerci-
cios siguientes. En tal sentido, independientemente de si el con-
tribuyente realice alguna enajenación o no, continuará siendo
habitual por los dos ejercicios siguientes luego de adquirir dicha
condición.

c) Si en alguno de los dos ejercicios siguientes, al haber adquirido


la habitualidad, el contribuyente adquiere de nuevo esta condi-
ción, esto es, realizando tres enajenaciones en un ejercicio, la ha-
bitualidad volverá a extenderse por los dos ejercicios siguientes.
Ejercicio Enajenaciones Hasta el 31/12/2009 Desde el 01/01/2010
1 3 Habitual (3era cat) Habitual (3era cat)
2 1 Habitual (3era cat) Habitual (3era cat)
3 2 Habitual (3era cat) Habitual (3era cat)
4 2 Habitual (3era cat) No habitual (2da cat)
5 2 Habitual (3era cat) No habitual (2da cat)

A. Enajenaciones que no se computan a efectos de determinar


la habitualidad ni son consideradas operaciones habituales.
Si bien la regla señalada es la de computar tres enajenaciones de in-
muebles en un ejercicio, lo cierto es que la norma ha considerado con-
veniente excluir a ciertas enajenaciones del cómputo mencionado, por lo
que, aun cuando estas se efectúen en un mismo ejercicio, no se sumarán
a las otras que en dicho ejercicio pudiera hacer el enajenante a efectos de
sumar las tres enajenaciones que se requieren para considerarlo habitual.
Asimismo, tampoco podrán ser consideradas operaciones habituales (esto
es, una vez ganada la habitualidad) las siguientes enajenaciones:

i. Las transferencias fiduciarias que, conforme con lo previsto en el


artículo 14–A de la LIR, no constituyen enajenaciones.

65
Viviana Cossío Carrasco

ii. Las enajenaciones de inmuebles efectuadas a través de Fondos de


Inversión y Patrimonios Fideicometidos de Sociedades Tituliza-
doras y de Fideicomisos Bancarios, sin perjuicio de la categoría
de renta que sean atribuidas por dichas enajenaciones.

iii. Las enajenaciones de bienes adquiridos por causa de muerte.

iv. La enajenación de la casa-habitación de la persona natural, suce-


sión indivisa o sociedad conyugal que optó por tributar como tal.

Así, por ejemplo, si una persona natural hereda en el 2010 cinco in-
muebles y decide venderlos, solo tributara por todos ellos rentas de se-
gunda categoría, aun cuando en el ejercicio haya efectuado más de tres
enajenaciones.

Del mismo modo, las cesiones de derechos realizadas entre los here-
deros de un mismo inmueble con ocasión de la división y partición de la
masa hereditaria, tampoco se considerarán operaciones habituales ni se
computarán para determinar la habitualidad.

De igual forma, si el enajenante ha vendido dos inmuebles y en el


mismo ejercicio enajena su casa-habitación, dicha operación no generará
rentas de segunda ni de tercera categoría.

Ejemplo:

Ventas realizadas por el Sr. Rodríguez:

Inmueble Mes de enajenación Tributo


Local comercial 01/2010 Renta de segunda categoría
Casa-habitación 04/2010 Inafecto al IR
Terreno 06/2010 Renta de segunda categoría
Oficina 08/2010 Renta de tercera categoría

- Enajenación de estacionamientos y depósitos

Asimismo, la norma modificatoria establece como supuestos que no


se toman en cuenta para determinar la habitualidad a la enajenación
de inmuebles destinados exclusivamente a estacionamiento vehicular y/o

66
Implicancias tributarias en la enajenación de inmuebles por persona natural

a cuarto de depósito, siempre que el enajenante haya sido o sea, al mo-


mento de la enajenación, propietario de un inmueble destinado a un fin
distinto a los anteriores, y que junto con estos se encuentren ubicados en
una misma edificación y estén comprendidos en el Régimen de Unidades
Inmobiliarias de Propiedad Exclusiva y de Propiedad Común(6)

Dicha exclusión opera incluso cuando la enajenación del estaciona-


miento y/o depósito se efectúen por separado, a uno o varios adquirentes
e incluso, cuando el inmueble destinado a un fin distinto no se enajene.

No obstante, observamos que la norma no excluye a estas enajena-


ciones como operaciones habituales, por lo que si el enajenante obtuvo
en el ejercicio la condición de habitual, la enajenación de los estaciona-
mientos y/o depósito que realice posteriormente en dicho ejercicio o en
los dos siguientes tributará como rentas de tercera categoría.

2.2. Adquisición o construcción de un inmueble con el ánimo de


enajenarlo
Al respecto, el acápite ii) del numeral 2 del artículo 1 de la LIR in-
cluye como rentas gravadas con el impuesto a la renta a los resultados de
la enajenación de inmuebles, comprendidos o no en el régimen de pro-
piedad horizontal, cuando hubieran sido adquiridos o edificados, total o
parcialmente, a efectos de la enajenación.

En consecuencia, tenemos que en este supuesto tampoco importa ni


la calificación del inmueble como casa-habitación ni la fecha de adqui-
sición de este, ni el número de enajenaciones de inmuebles que realiza el
sujeto en un ejercicio, siendo únicamente relevante el propósito con que
se adquirió el bien, el cual debe estar construido con la intención de su
posterior venta.

Sin perjuicio de lo anterior, debemos tener en cuenta que para estos


casos la LIR no ha establecido los criterios que permitan determinar
cuando un inmueble ha sido adquirido para su enajenación, por lo que

(6) Ley N° 27157 publicada en el diario oficial El Peruano del 20/07/1999.

67
Viviana Cossío Carrasco

en nuestra opinión, dicha determinación dependerá de cada caso en


concreto.

2.3. Enajenación de terrenos rústicos o urbanos por el sistema de


urbanización o lotización
De acuerdo al acápite i) del numeral 2 del artículo 1 del la LIR se
encontrarán gravados los resultados de la enajenación de terrenos rústicos
o urbanos por el sistema de urbanización o lotización.

Por lo tanto, en caso de que la persona natural sea dueña de un terre-


no rústico o urbano y decida lotizarlo o urbanizarlo, todas las enajenacio-
nes que efectúe de dichos terrenos generarán rentas gravadas de tercera
categoría, esto es, desde la primera enajenación que efectúe de aquellos.
En cambio, si el terreno vendido no fuese urbanizado o lotizado por el
enajenante, su venta constituiría renta de segunda categoría si este fuese
adquirido después del 1 de enero de 2004.

3. Personas naturales no domiciliadas


Dado que las personas naturales no domiciliadas tributan únicamente
por sus rentas de fuente peruana, es necesario establecer si le son aplica-
bles las reglas hasta ahora desarrolladas.

3.1. Enajenaciones efectuadas con anterioridad al 1 de enero de


2004
Antes de la modificación introducida por el Decreto Legislativo
N° 945, el inciso a) del artículo 9 de la LIR señalaba que constituían ren-
tas de fuente peruana “las producidas por predios situados en el territo-
rio de la República”. Como vemos, no había una referencia expresa a la
operación de enajenación, lo que a nuestro entender no debería significar
una exclusión a dicha operación del ámbito de aplicación del impuesto,
al haber una referencia general de todas las rentas que pueda producir un
inmueble.

En todo caso, si bien la enajenación de inmuebles realizada por una


persona natural no domiciliada con anterioridad al 1 de enero de 2004 se
encontraba gravada con el impuesto, la cual estaba sujeta a las reglas de
la tercera categoría.

68
Implicancias tributarias en la enajenación de inmuebles por persona natural

En efecto, como ya lo hemos señalado, es con la incorporación del


inciso j) del artículo 24 del TUO de la LIR, que se considera renta de se-
gunda categoría a las ganancias de capital.

Asimismo, el inciso d) del artículo 28 señalaba que constituía rentas


de tercera categoría el resultado de la enajenación de bienes en los casos
contemplados en los artículos 3 y 4 de la ley. Los mencionados artículos
hacían referencia a los siguientes supuestos:

a) Enajenación de terrenos rústicos o urbanos por el sistema de ur-


banización o lotización;

b) Enajenación de inmuebles, comprendidos o no bajo el régimen


de propiedad horizontal, cuando hubieren sido adquiridos o edifi-
cados, total o parcialmente, para efectos de la enajenación.

c) Enajenación habitual de inmuebles, la misma que se configuraba


cuando el enajenante hubiera efectuado en el curso del ejercicio,
en el ejercicio precedente o en ambos, por lo menos dos compras
y dos ventas de inmuebles, de acuerdo con lo dispuesto por el
artículo 4 de la LIR antes de su reciente modificación.

En consecuencia, solo en los tres supuestos mencionados la venta de


un inmueble o terreno realizada antes del 1 de enero de 2004 se encon-
traba gravada como renta de fuente peruana de tercera categoría para el
sujeto no domiciliado.

3.2. Enajenaciones efectuadas a partir del 1 de enero de 2004


De acuerdo al inciso a) del artículo 9 del TUO de la LIR constituye
renta de fuente peruana la producida por predios y los derechos relativos
a estos, incluyendo los que provienen de su enajenación, cuando los pre-
dios estén situados en el territorio de la República.

Así, la citada disposición fue introducida con la modificación efec-


tuada mediante el Decreto Legislativo N° 945 (23 de diciembre de 2003)
aplicable desde el ejercicio 2004, con lo cual se tiene que las enajena-
ciones de inmuebles que realicen las personas naturales no domiciliadas

69
Viviana Cossío Carrasco

a partir del 1 de enero de 2004 se encuentran gravadas como rentas de


fuente peruana de segunda categoría.

En ese sentido, tenemos que también es de aplicación lo dispuesto en


la Trigésimoquinta Disposición Transitoria y Final de la LIR que como
ya hemos visto establece que las ganancias de capital provenientes de la
enajenación de inmuebles distintos a la casa habitación, efectuados por
personas naturales, sucesiones indivisas o sociedades conyugales que op-
taron por tributar como tales, constituirán rentas gravadas de la segun-
da categoría, siempre que la adquisición y enajenación de tales bienes se
produzca a partir del 1 de enero de 2004. En efecto, en tal sentido se ha
pronunciado la Sunat mediante el Informe N° 075-2009-SUNAT/2B0000.

3.3. Determinación del Impuesto


En el caso de la enajenación de inmuebles situados en el territorio
nacional efectuada por personas naturales y sucesiones indivisas no do-
miciliadas en el país, la tasa del impuesto es mucho más alta que la esta-
blecida para los sujetos domiciliados, pues en este caso asciende al 30%.

Ahora bien, dicha tasa será aplicada sobre la totalidad de ingresos


que perciba el sujeto no domiciliado, salvo que pueda deducir el costo
computable del inmueble y con ello determinar la renta neta, para lo cual
requerirá del certificado de capital invertido emitido por la Sunat.

En efecto, de acuerdo al inciso g) del artículo 76 de la mencionada


norma se consideran rentas netas el importe que resulte de deducir la re-
cuperación del capital invertido, en los casos de rentas provenientes de
la enajenación de bienes o derechos o de la explotación de bienes que
sufran desgaste.

Así, los sujetos no domiciliados tributarán únicamente por la diferen-


cia entre el valor de la venta y la recuperación del capital invertido, siem-
pre que cuenten con el certificado de recuperación de capital invertido, de
lo contrario el impuesto será de aplicación sobre el total del valor de la
operación.

El trámite para la obtención de dicho certificado deberá realizarse


ante la Sunat quien con la información proporcionada sobre los bienes

70
Implicancias tributarias en la enajenación de inmuebles por persona natural

que se enajenen emitirá una certificación dentro de los 30 días de presen-


tada la solicitud. No obstante, si vencido dicho plazo la Sunat no se hu-
biera pronunciado la certificación se entenderá otorgada en los términos
expresados por el contribuyente.

En ese sentido, el artículo 57 del Reglamento de la LIR establece que


el trámite ante la Sunat podrá realizarse efectuada la enajenación o antes
de que esta se realice.

Si el trámite es realizado con anterioridad a la enajenación:

• La certificación tendrá validez por un plazo de 45 días calendario


desde su emisión y en tanto, a la fecha de enajenación, no varíe
el costo computable del bien o derecho.

• En el caso que a la fecha de la enajenación varíe el costo compu-


table a que se refiere el acápite anterior, se deberá requerir la
emisión de un nuevo certificado; excepto en los supuestos en que
la variación se deba a diferencias de cambio de moneda extran-
jera, en cuyo caso procederá la actualización por parte del enaje-
nante a dicha fecha.

• El enajenante y el adquirente deberán comunicar a la Sunat la


fecha de enajenación del bien o derecho, dentro de los 30 días
siguientes de producida esta.

Situación especial es la que se produce cuando una vez realizada la


operación se producen pagos parciales sin que se haya emitido el referido
certificado dado que el mencionado artículo señala que no procederá la
deducción del capital invertido respecto de los pagos o abonos anteriores
a la expedición de la certificación.

En efecto, si bien los sujetos no domiciliados son contribuyentes del


impuesto a la renta, el pago del mismo es realizado mediante la retención
de la renta que realicen los agentes de retención.

Recordemos que el artículo 71 de la LIR designa como agente de re-


tención a las personas o entidades que paguen o acrediten rentas de cual-
quier naturaleza a beneficiarios no domiciliados. Debemos precisar que

71
Viviana Cossío Carrasco

la retención deberá realizarse en el momento en que se pague la renta y


abonarse al fisco con carácter definitivo de acuerdo al cronograma esta-
blecido para las obligaciones de carácter mensual.

Es por ello, que se genera la necesidad de contar con el certificado


antes de la realización del pago a efectos de que la retención se efectué
tomando en cuenta la deducción por el capital invertido, resultando ab-
surda la posibilidad de realizar el trámite después de la enajenación.

No obstante, podría darse el supuesto de un pago parcial realizado


con anterioridad a la emisión del certificado de recuperación del capi-
tal invertido, en cuyo caso la retención se podría hacer sobre el total de
lo pagado parcialmente, y que a la fecha de realización del pago final
se cuente con el referido certificado, con lo cual la retención del segun-
do pago se podría realizar, tomando en cuenta la deducción del capital
invertido.

Ejemplo:

Valor de la enajenación : 100,000

Pago parcial al 01/07/2010 : 20,000

Retención : S/. 6,000 (20,000 x 30%)

Certificación de recuperación
del capital invertido al 02/08/2010 : S/. 50, 000

Pago final : S/. 80, 000

Retención : S/. 9,000

En el ejemplo expuesto, creemos que dado que a la fecha del pago


final se cuenta con la certificación de la recuperación del capital invertido
podrá deducirse del valor de la enajenación (100,000 - 50,000 = 50,000).
Al calcular la retención tenemos que el 30% de 50,000 da como resultado
15,000 por lo que habiendo retenido previamente 6,000 podría efectuarse
la retención por el saldo restante de 9,000.

72
Implicancias tributarias en la enajenación de inmuebles por persona natural

II. Tratamiento en el Impuesto General a las


Ventas
En principio, la venta de inmuebles realizada por una persona natu-
ral no se encuentra afecta al IGV, salvo que la persona natural califique
como constructora y por lo tanto realice la primera venta del inmueble o
cuando se configure la habitualidad en la realización de esta operación de
acuerdo a los términos de la Ley del IGV.

De acuerdo al inciso d) del artículo 1 de la Ley del IGV se encuentra


gravada con el Impuesto la primera venta que realicen los constructores
de inmuebles ubicados en el territorio nacional.

Bajo este supuesto tenemos que lo determinante es la calificación no


solo como constructor de la persona natural sino como primera venta del
inmueble a efectos de que la operación se encuentre gravada con el IGV.

1. Constructor
El numeral e) del artículo 3 de la referida norma establece que califi-
ca como constructor cualquier persona que se dedique en forma habitual
a la venta de inmuebles construidos totalmente por ella o que hayan sido
construidos total o parcialmente por un tercero para ella.

Para este efecto se entenderá que el inmueble ha sido construido par-


cialmente por un tercero cuando este último construya alguna parte del
inmueble y/o asuma cualquiera de los componentes del valor agregado de
la construcción.

De esta forma, si la persona natural adquirió el inmueble ya construi-


do por él o los antiguos propietarios, la enajenación que haga de este no
se considerará gravada con el IGV pues no calificaría como constructor.
Así, aquellas personas dedicadas a la compra y venta de inmuebles solo
tributarán por dichas operaciones con el impuesto a la renta de tercera
categoría, mas no con el IGV.

2. Configuración de habitualidad
Las normas del IGV tienen una regulación propia respecto al tema de
la habitualidad que difiere de lo establecido para el impuesto a la renta.

73
Viviana Cossío Carrasco

Ciertamente, una persona natural puede ser habitual en la enajenación de


inmuebles para efectos del impuesto a la renta y no serlo para efectos del
IGV y viceversa.

Al respecto, tenemos que el quinto párrafo del numeral 1 del artículo


4 del Reglamento de la Ley del IGV dispone que se presume la habitua-
lidad, cuando el enajenante realice la venta de, por lo menos, dos inmue-
bles dentro de un periodo de doce meses, debiéndose aplicar a partir de la
segunda transferencia del inmueble. Asimismo, precisa que de realizarse
en un solo contrato la venta de dos o más inmuebles, se entenderá que la
primera transferencia es la del inmueble de menor valor.

Como vemos, en este caso no importa si la persona natural constru-


yó o mandó a construir el inmueble para venderlo sino que el inmueble
haya sido construido totalmente por ella o haya sido construido total o
parcialmente por un tercero para ella, independientemente de la intención
de venta, dado que en esos supuestos la persona natural calificaría como
constructora.

En ese sentido, si por ejemplo el segundo inmueble que vende una


persona natural fue adquirido ya construido, su venta no podría estar
afecta al IGV en la medida que no califica como constructor del mismo.

Asimismo, cabe resaltar que el periodo, materia de análisis, compren-


de 12 meses seguidos, pudiendo este comprender incluso 2 ejercicios.

3. Construcción con ánimo de venta


Ahora, si bien la norma hace referencia a una habitualidad, tenemos
que basta con que el inmueble vendido hubiese sido mandado a edificar o
edificado, total o parcialmente para su enajenación. En efecto, de ser ese
el caso, la venta de dicho inmueble se encontrará afecta al IGV sin im-
portar que la persona natural sea habitual o no en la realización de estas
operaciones, tal como se desprende del sexto párrafo del numeral 1 del
artículo 4 del Reglamento de la Ley del IGV.

En consecuencia, la primera venta de un inmueble que realice una


persona natural se encontrará gravada con el IGV siempre que esta
lo haya edificado o mandado a edificar, total o parcialmente para su

74
Implicancias tributarias en la enajenación de inmuebles por persona natural

enajenación, asimismo se encontrará sujeta al impuesto a la renta de ter-


cera categoría sin importar el número de enajenaciones que haya efectua-
do con anterioridad en el ejercicio.

Por lo tanto, lo determinante para calificar como constructor es


la intención del sujeto de construir para su enajenación, sin interesar si
antes ha vendido, efectivamente, algún inmueble, y solo en el caso que
no se pueda constatar esta intención (por ejemplo, la venta de una casa-
habitación construida por su propietario y vendida después de 10 años de
habitarla) se recurrirá a la presunción de habitualidad establecida en el
artículo citado, siempre que estemos hablando de inmuebles construidos
o mandados a construir por él.

4. Primera venta
Además del caso en que el constructor vende por primera vez un
inmueble construido o mandado a construir por él, existen otros supues-
tos que también son considerados como primera venta.

En efecto, se debe tener en cuenta que se considera primera venta y


consecuentemente operación gravada, la que se realice con posterioridad
a la resolución, rescisión, nulidad o anulación de la venta gravada. Así,
por ejemplo, si el constructor vende un inmueble gravando esta operación
con IGV y posteriormente dicha operación es anulada, la venta que rea-
lice posteriormente también se encontrará gravada. Obviamente, el IGV
pagado en un principio puede ser recuperado ajustando el impuesto bruto
con la correspondiente emisión de la nota de crédito.

Asimismo, cabe anotar que de acuerdo con lo dispuesto en el inci-


so d) del numeral 1 del artículo 2 del Reglamento de la Ley del IGV no
constituye primera venta para efectos del Impuesto, la transferencia de
las alícuotas entre copropietarios constructores.

5. Venta de inmueble ampliado, remodelado o restaurado


Existen situaciones en las que aún cuando el inmueble no haya
sido construido o mandado a construir para su enajenación su venta
podría estar afecta al IGV. Estos casos se presentan cuando la persona
natural haya realizado (o mandado a realizar) trabajos de ampliación

75
Viviana Cossío Carrasco

remodelación o restauración a un inmueble ya construido para su


enajenación.

Sin embargo, en dichos casos, será considerado primera venta del


inmueble en la parte correspondiente a la ampliación, remodelación o
restauración del mismo, aplicado el IGV únicamente respecto de la parte
referida a dichas obras.

Al respecto el cuarto párrafo del inciso d) del numeral 1 del artículo


2 del Reglamento de la Ley del IGV señala que “tratándose de inmue-
bles en los que se efectúen trabajos de ampliación, la venta de la misma
se encontrará gravada con el Impuesto, aún cuando se realice conjunta-
mente con el inmueble del cual forma parte, por el valor de la amplia-
ción. Se considera ampliación a toda área nueva construida”.

Seguidamente, el quinto párrafo señala que “también se encuentra


gravada la venta de inmuebles respecto de los cuales se hubiera efectua-
do trabajos de, por el valor de los mismos”.

6. Determinación del Impuesto


En el caso de venta de inmuebles la tasa del 19% del IGV se aplica-
rá sobre una base imponible que no es el valor de la venta. En efecto, a
diferencia de la venta de bienes muebles, cuando lo que se enajena son
inmuebles se considera como base imponible la constituida por el ingreso
percibido con exclusión del correspondiente valor del terreno, de acuerdo
con lo dispuesto por el artículo 13 de la Ley del IGV.

Ahora bien, independientemente de a cuánto ascienda el valor del te-


rreno para efectos del IGV siempre se considerará que representa el 50%
del valor total de la transferencia del inmueble, tal como lo dispone el
numeral 9 del artículo 5 del Reglamento de la Ley del IGV.

6.1. Venta de inmueble ampliado, remodelado o restaurado


Caso particular resulta la venta de inmuebles ampliados o con tra-
bajos de remodelación o restauración en cuyo caso se deberá establecer
la proporción existente entre el costo de la ampliación, remodelación o
restauración y el valor de adquisición del inmueble actualizado con la

76
Implicancias tributarias en la enajenación de inmuebles por persona natural

variación del Índice de Precios al Por Mayor hasta el último día del mes
precedente al del inicio de cualquiera de los trabajos señalados anterior-
mente, más el referido costo de la ampliación, remodelación o restaura-
ción. El resultado de la proporción se multiplicará por cien (100).

El porcentaje resultante se expresará hasta con dos decimales y se


aplicará al valor de venta del bien, resultando así la base imponible de
la ampliación, remodelación o restauración. Cabe recordar que a dicho
monto se le deberá deducir el 50% correspondiente al valor del terreno.

La fórmula sería la siguiente:

Para hallar el valor actualizado del inmueble se multiplicará el


valor original por el Factor del IPM, el mismo que se obtiene de forma
siguiente:

IPM del mes precedente al inicio de la


Factor del IPM = ampliación / remodelación / restauración
IPM del mes de la adquisición

Valor actualizado del inmueble = Valor original del inmueble × Factor del IPM

Costo de ampliación / remodelación / restauración


× 100 = x.xx%
Valor actualizado del inmueble + costo de
ampliación / remodelación / restauración

Base imponible = Valor de venta (x.xx%)

7. Enajenación exonerada del IGV


No siempre la primera venta del inmueble realizada por el construc-
tor de este se encontrará gravada con el IGV. En efecto, la operación
puede encontrarse exonerada de presentarse las siguientes condiciones:

1. El inmueble sea destinado exclusivamente a vivienda.

2. El valor de venta no supere las 35 UITs.

77
Viviana Cossío Carrasco

3. Se cuente con la presentación de la solicitud de Licencia de


Construcción admitida por la municipalidad correspondiente.

Si el inmueble no reúne los tres requisitos se encontrará gravado


indefectiblemente.

Con ello se tiene que si el inmueble está destinado exclusivamente


a vivienda, cuenta con la respectiva licencia; pero sí el valor de opera-
ción es de 36 UITs se encontrará gravado con el IGV tomando como base
imponible el 50% de las 36 UITs.

78
4
Iván Mannucci Prochazka

Ganancias de capital obtenidas


por sujetos domiciliados como
corolario de operaciones con
valores mobiliarios
Ganancias de capital obtenidas por
sujetos domiciliados como corolario de
operaciones con valores mobiliarios
Comentarios a propósito de las modificaciones
efectuadas por la Ley Nº 29492
a la Ley del Impuesto a la Renta

Iván Mannucci Prochazka(*)

Las ganancias de capital obtenidas por las personas naturales domiciliadas,


producto de la transferencia de valores mobiliarios se caracterizaba, como
regla general, por calificar como renta de segunda categoría (renta del ca-
pital) o como renta de tercera categoría (renta empresarial) cuando se con-
figuraba un escenario en que la persona natural era habitual. Sin embargo,
la Ley N° 29492 del 31 de diciembre de 2009 modificó dicho tratamiento,
estableciendo que la totalidad de estas rentas se deberán considerar como
rentas de segunda categoría. Por ello, en el presente artículo se pretende
exponer los principales aspectos que trae consigo la reciente actuación le-
gislativa incidiendo particularmente en dos puntos: i) el alcance de la nueva
exoneración a la ganancia de capital producto de la enajenación de valores
mobiliarios y ii) la categorización de la renta obtenida por las personas na-
turales que son habituales en la venta de los precitados valores.

INTRODUCCIÓN
Es menester iniciar recordando que, con fecha 10 de marzo de 2007, el
legislador dio a conocer oficialmente el nuevo derrotero que, en el marco

(*) Abogado por la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas - UPC. Postítulo en Derecho Tributario de
la Pontificia Universidad Católica del Perú. PADE en Finanzas y Derecho Corporativo de la Universidad
ESAN. Alumno de la Maestría en Finanzas y Derecho Corporativo de Esan. Asociado de Picón & Asocia-
dos S.A.C. La opinión vertida en el presente artículo corresponde a una interpretación exclusiva del autor.

81
IvÁn Mannucci Prochazka

del impuesto a la renta, seguiría en lo que al tratamiento fiscal de las ga-


nancias de capital provenientes de la transferencia de valores mobiliarios
se refiere; así, en primer lugar y a través de la Única Disposición Com-
plementaria Derogatoria del Decreto Legislativo N° 972 (modificada por el
artículo 2 de la Ley N° 29308, publicada el 31 de diciembre de 2008), dejó
sentado el destino de la exoneración contenida en el acápite l) del artículo
19 de la Ley del Impuesto a la Renta (en adelante, LIR) al establecer que
solo se extenderá su vigencia hasta el 31 de diciembre del ejercicio 2009.

En segundo lugar, si bien el tratamiento de las ganancias de capital


no varía en cabeza de las empresas domiciliadas(1) (se continúa aplican-
do la tasa corporativa y las demás reglas propias de la tercera categoría
como corolario de que la renta obtenida por la enajenación, redención
o rescate de valores mobiliarios se incorpora como parte de sus rentas
de tercera categoría), no se puede perder de vista que sí se plasmó un
cambio radical en relación con aquellas obtenidas por las personas na-
turales, sociedades conyugales que optaron por tributar como tales y las
sucesiones indivisas domiciliadas (en adelante, persona natural) como
consecuencia de un enfoque sustentado en una tesis de corte económico y
político-fiscal(2) en relación al tratamiento de las renta del capital (rentas
de primera y segunda categoría) que conlleva la aplicación de la denomi-
nada “imposición dual sobre la renta”, vale decir, el gravamen uniforme
de las rentas del capital (intereses, dividendos(3), arrendamientos, ganan-
cias de capital y otros) con una tasa moderada y de manera separada a las
rentas del trabajo que son incididas con una tasa progresiva-acumulativa.

A título referencial, cabe agregar lo señalado en la Exposición de


Motivos del Decreto Legislativo N° 972:

“Eliminar las exoneraciones supondría además, lograr un mayor


grado de equidad en el sistema tributario y la posibilidad de

(1) Salvo por la derogación de la exoneración antes comentada.


(2) No es objeto del presente artículo analizar la conveniencia o no de tal medida (vale decir, si se presenta
una evolución o involución en el tratamiento normativo). Sin embargo, se tiene a bien mencionar que el
legislador está dejando de lado un esquema basado en la renta global para combinarlo con uno cedular
como el que existió hace ya varios años.
(3) En nuestra legislación, se mantiene un tratamiento separado de los dividendos respecto al resto de rentas
del capital: Tasa de 4.1%.

82
Ganancias de capital por operaciones con valores mobiliarios

aumentar las políticas redistributivas del Estado ya que la elimi-


nación de la exoneración supondría una mayor recaudación. Pero
como lo que importa en la imposición sobre el capital es el aná-
lisis intertemporal, la simple eliminación de las exoneraciones
no asegura que los efectos en el tiempo sean los mismos tanto
en eficiencia como en equidad. En ese sentido, es necesario in-
troducir adicionalmente mejoras estructurales en el diseño de la
imposición directa de las personas naturales (…) para promover
el ahorro de largo plazo y en un contexto de gran movilidad del
capital y constantes innovaciones financieras”(4).

Por tanto, en el marco del Decreto Legislativo N° 972, las rentas ob-
tenidas, producto de la enajenación, redención o rescate de valores mobi-
liarios se encontrarían gravadas sin exoneración alguna que sea aplicable,
desde el 1 de enero del ejercicio 2010, con una alícuota de 30% y 6.25%
(tasa efectiva de 5%) para el caso de las empresas (se incluyen las per-
sonas naturales que son habituales) y personas naturales, respectivamen-
te. Sin embargo, el Congreso, mediante la Ley N° 29492, publicada con
fecha 31 de diciembre de 2009 en una edición extraordinaria de El Pe-
ruano, realiza algunos ajustes antes de la entrada en vigencia de la dero-
gación del acápite l) del artículo 19 de la LIR postulado por el Ejecutivo
a través del Decreto Legislativo antes aludido.

En dicho contexto normativo, lo que pretende el presente documento


es exponer los principales aspectos que trae consigo la actuación legisla-
tiva del Congreso, incidiendo particularmente en dos puntos: i) el alcance
de la nueva exoneración a la ganancia de capital, producto de la enaje-
nación de valores mobiliarios y ii) la categorización de la renta obtenida
por las personas naturales que son habituales en la venta de los precitados
valores.

I. TRANSACCIONES CON VALORES MOBILIARIOS REALI-


ZADAS POR UNA PERSONA JURÍDICA DOMICILIADA
A partir de la lectura concordada de los acápites a) y b) del artículo
1, el acápite a) del artículo 2, el acápite l) del artículo 19, el artículo 20,

(4) Exposición de Motivos del Decreto Legislativo N° 972, pp. 8 y 9.

83
IvÁn Mannucci Prochazka

el artículo 28, el acápite h) del artículo 56 y el acápite g) del artículo 76,


todos de la Ley del Impuesto a la Renta (en adelante, LIR), se colige que
el ingreso obtenido por una persona jurídica como corolario de la transfe-
rencia, redención y rescate de valores mobiliarios se encuentra dentro del
ámbito de aplicación del Impuesto a la Renta peruano y, consiguiente-
mente, gravado como renta de tercera categoría en cualquiera de los dos
escenarios siguientes:

- Ganancia de capital: Aquellos supuestos en los que el valor mo-


biliario, objeto de transferencia, ha sido previamente adquirido
no con la finalidad de ser comercializado, sino para emplearlo
en el desarrollo del negocio, vale decir, cuando nos encontramos
ante lo que contablemente se denomina inversión en valores.

Es el caso de aquellas personas jurídicas que adquieren acciones


de otra empresa con la finalidad de obtener control, consolidar
alianzas estratégicas, generar sinergias, entre otros supuestos
similares.

- Giro del negocio: Aquellas hipótesis en que el valor mobiliario,


objeto de transferencia, ha sido previamente adquirido con la fi-
nalidad de ser comercializado en el ámbito del giro del negocio,
vale decir, aquellos supuestos que contablemente son denomina-
dos como valores negociables.

Sobre el particular, es importante traer a colación que, tal como se


recordará, las rentas por la enajenación se encontraban exoneradas en la
medida que las ganancias de capital derivaran de la venta de los valores
mobiliarios inscritos en el Registro Público del Mercado de Valores (Re-
gistro manejado por la Conasev) y la transacción sea efectuada a través
de un mecanismo centralizado de negociación a los que se refiere la Ley
del Mercado de Valores (en el Perú, la BVL).

Asimismo, es adecuado precisar que los ingresos obtenidos por la


venta de acciones propias del giro del negocio también se encontraron
dentro de la exoneración bajo comentario aún cuando técnicamente no
califican como ganancia de capital, ya que así lo establece expresamente
la Décima Disposición Final del Decreto Supremo N° 134-2004-EF:

84
Ganancias de capital por operaciones con valores mobiliarios

“10 DF.- Precísase que para efecto de lo dispuesto en el inciso l)


del artículo 19 de la Ley, los valores mobiliarios inscritos en el
Registro Público del Mercado de Valores a través de mecanismos
centralizados de negociación a los que se refiere la Ley del Mer-
cado de Valores, no se consideran como bienes destinados a ser
comercializados en el ámbito de un giro de negocio o empresa.

Para efecto de lo dispuesto en el párrafo precedente no será de


aplicación las disposiciones sobre habitualidad”.

Por su parte, también se encontraba exonerada la ganancia de capital


proveniente de la redención o rescate de los valores mobiliarios que hu-
bieran sido emitidos mediante oferta pública por personas jurídicas cons-
tituidas en el Perú, así como de los certificados de participación y otros
valores mobiliarios emitidos por oferta pública (en nombre de los fondos
mutuos de inversión en valores, fondos de inversión o patrimonios fidei-
cometidos constituidos en el Perú).

Sin embargo, dicho tratamiento preferencial estuvo vigente solo


hasta el 31 de diciembre de 2009 debido a que justamente la Ley
N° 29492, mediante su Segunda Disposición Complementaria Modifica-
toria, fue aquella que dio el paso final(5) en aquel camino polémico que
inició el Decreto Legislativo N° 972 a través de su acápite a) de la Única
Disposición Complementaria Derogatoria y que finaliza con la deroga-
ción del acápite l) del artículo 19 de la LIR(6).

Por tanto, a partir del 1 de enero de 2010, todas las rentas que obtengan
las personas jurídicas domiciliadas producto de la transferencia, redención
y rescate de valores mobiliarios (emitidos por empresas constituidas en el
Perú o en el exterior) se encontrarán gravadas con la tasa de 30% aún cuan-
do sean enajenadas empleando la BVL; salvo por las ganancias de capital
que provengan i) de bonos emitidos por la República del Perú (ya sea en el

(5) Manteniendo la redacción del acápite a) de la Única Disposición Complementaria Derogatoria del De-
creto Legislativo N° 972.
(6) El acápite bajo comentario fue derogado por el acápite a) de la única disposición complementaria de-
rogatoria del Decreto Legislativo N° 972, publicado el 10 de marzo de 2007 y vigente a partir del 1 de
enero de 2010, según la modificación establecida en la Segunda Disposición Complementaria Modifi-
catoria de la Ley N° 29492 (publicada el 31 de diciembre de 2009 y vigente a partir del 1 de enero de
2010).

85
IvÁn Mannucci Prochazka

marco del Decreto Supremo N° 007-2002-EF, bajo el Programa de Crea-


dores de Mercado o el mecanismo que lo sustituya, o en el mercado inter-
nacional a partir del año 2002), ii) de obligaciones del Banco Central de
Reserva del Perú (salvo los originados por los depósitos de encaje que rea-
licen las instituciones de crédito) y, iii) de la enajenación directa o indirec-
ta de valores que conforman o subyacen los Exchange Traded Fund (ETF)
que repliquen índices construidos teniendo como referencia instrumentos
de inversión nacionales, cuando dicha enajenación se efectúe para la cons-
titución (entrega de valores a cambio de recibir unidades de los ETF), can-
celación (entrega de unidades de los ETF a cambio de recibir valores de
los ETF) o gestión de la cartera de inversiones de los ETF; ya que estas se
encuentran inafectas por aplicación del acápite h) del artículo 18 de la LIR,
sustituido por el artículo 4 de la Ley N° 29492.

Asimismo, se encontrarán inafectas las ganancias de capital prove-


nientes de bonos que hayan sido emitidos con anterioridad al día siguien-
te de la fecha de publicación del Decreto Legislativo N° 972; no obstan-
te, la Segunda Disposición Complementaria Final del Decreto Supremo
N° 011-2010-EF (norma que modifica el Reglamento de la Ley del Im-
puesto a la Renta en el marco de los cambios incorporados por la Ley
N° 29492) restringe lo dispuesto por una norma con rango de ley, al dis-
poner que solo estarán inafectas las ganancias de capital derivadas de
bonos que al 9 de marzo de 2007 gozaban de alguna exoneración.

II. TRANSACCIONES CON VALORES MOBILIARIOS REALI-


ZADA POR UNA PERSONA NATURAL DOMICILIADA
Ø Categorización de la renta generada
Antes de la entrada en vigencia de las modificaciones incorporadas
por la Ley N°  29492, las ganancias obtenidas por las personas natura-
les domiciliadas producto de la transferencia de valores mobiliarios se
caracterizaba, como regla general, por calificar como renta de segunda
categoría (renta del capital) o como renta de tercera categoría (renta em-
presarial) cuando se configuraba un escenario en que la persona natural
era habitual(7), tal como se desprende de la lectura conjunta del acápite j)

(7) La legislación estableció una regla objetiva, a través del artículo 4 de la LIR, que consideraba habitual a
quien realice 10 operaciones de compra y 10 operaciones de venta en un mismo ejercicio.

86
Ganancias de capital por operaciones con valores mobiliarios

del artículo 24 y el acápite d) del artículo 28, ambos de la LIR (vigentes


antes de la modificación precitada):

“Artículo 24.- Son rentas de segunda categoría: (…)

j) Las ganancias de capital.

(…)”(8) (resaltado agregado)

“Artículo 28.- Son rentas de tercera categoría: (…)

d) Las ganancias de capital y los ingresos por operaciones


habituales a que se refieren los artículos 2 y 4 de esta Ley,
respectivamente.

En el supuesto a que se refiere el inciso a) del artículo 4 de la


Ley, constituye renta de tercera categoría, la que se origina a par-
tir de la tercera enajenación, inclusive, mientras no se pierda la
condición de habitualidad.

En el supuesto a que se refiere el inciso b) del artículo 4 de la


Ley, constituye renta de tercera categoría, la que se origina
a partir de la undécima operación de enajenación, inclusive,
que se produzca en el ejercicio gravable”(9) (resaltado agregado).

Sin embargo, la Ley N° 29492 trajo consigo una redacción muy pe-
culiar de ambos artículos que, desde un punto de vista particular, conlle-
va a concluir que la transferencia de valores mobiliarios realizada por una
persona natural nunca generará rentas de tercera categoría aun cuando se
produzca en un contexto de habitualidad; ello por cuanto el legislador, en
primer lugar, la ha calificado expresamente como de segunda categoría
y, en segundo lugar, le otorga un blindaje al establecer que solo podrá

(8) Esta redacción continúa vigente debido a que no ha sido modificada ni por el Decreto Legislativo N° 972
ni por la Ley N° 29492.
(9) Segundo y Tercer párrafo incluidos por el artículo 9 del Decreto Legislativo N°  972, publicado el 10
marzo de 2007, los que de conformidad con su Única Disposición Complementaria Final, entraron en
vigencia a partir del 1 enero de 2009.

87
IvÁn Mannucci Prochazka

calificar como renta de tercera categoría si la transacción es realizada por


una persona jurídica, conforme se detalla a continuación:

“Artículo 24.- Son rentas de segunda categoría: (…)

j) Las ganancias de capital.

(…)

l) Las rentas producidas por la enajenación, redención o res-


cate, según sea el caso, que se realice de manera habitual, de
acciones y participaciones representativas del capital, acciones de
inversión, certificados, títulos, bonos y papeles comerciales, va-
lores representativos de cédulas hipotecarias, obligaciones al por-
tador u otros al portador y otros valores mobiliarios”(10) (resaltado
agregado).

“Artículo 28.- Son rentas de tercera categoría: (…)

d) Las ganancias de capital y los ingresos por operaciones


habituales a que se refieren los artículos 2 y 4 de esta Ley,
respectivamente.

En el supuesto a que se refiere el artículo 4 de la Ley, constituye


renta de tercera categoría la que se origina a partir de la tercera
enajenación, inclusive.

(…)

Las rentas y ganancias de capital previstas en los incisos a) y


d) de este artículo, producidas por la enajenación, redención
o rescate de los bienes a que se refiere el inciso l) del artículo
24 de esta Ley, solo calificarán como de la tercera categoría

(10) El Acápite l) fue incorporado por el artículo 7 de la Ley N° 29492, publicada el 31 diciembre de 2009 y
vigente desde el 1 de enero de 2010.

88
Ganancias de capital por operaciones con valores mobiliarios

cuando quien las genere sea una persona jurídica. (…)”(11) (re-
saltado agregado).

Como se aprecia de la redacción del artículo 24 de la LIR, el legisla-


dor ha optado por mantener su acápite j) y solo se ha limitado a incorpo-
rarle el acápite l). En dicho sentido, cabe preguntarse ¿Cuál es la razón de
ello? ¿Tiene sentido que el acápite l) bajo comentario aluda a las rentas
producidas por la enajenación, redención o rescate “que se realice de ma-
nera habitual”?

Justamente, la lectura conjunta de ambos acápites es lo que le da sen-


tido a la inclusión de la frase “que se realice de manera habitual”, ya que
el primero alude a “ganancia de capital” y, por lo tanto, es el que subsu-
me a toda transferencia, redención o rescate de valores mobiliarios que
no forman parte de un giro o negocio (supuesto en que no existe habitua-
lidad), mientras que el segundo incorpora a aquellos escenarios antagóni-
cos, es decir, supuestos en que sí existe habitualidad.

Por su parte, la redacción del acápite d) del artículo 28 de la LIR ya


no posee un tercer párrafo que se refiera a la generación de rentas de ter-
cera categoría realizada por una persona natural a partir de la undécima
operación de transferencia de valores mobiliarios, lo que va de la mano
con: i) la paralela modificación del artículo 4 de la LIR que, en la actua-
lidad, ya no establece una presunción de habitualidad en las transferencia
de valores mobiliarios; y ii) la incorporación de un penúltimo párrafo al
artículo 28 antes citado que dispone que la renta de tercera categoría en
relación a la transferencia de los bienes objeto de análisis está restringida
a las personas jurídicas; aspectos legislativos que llevan a ratificar lo in-
dicado en el párrafo inmediato anterior.

Finalmente, y solo a título referencial, es de agregar que la exposi-


ción de motivos del proyecto de Ley N° 3687/2009 (aquel que luego se
plasmó en la Ley N°  29492) evidencia que el objetivo de la modifica-
ción es eliminar la habitualidad a fin de calificar permanentemente como
rentas de segunda categoría al resultado obtenido por la transferencia de

(11) El acápite d) y el penúltimo párrafo, ambos del artículo 28 de la LIR, fueron sustituidos e incorporados,
respectivamente, por el artículo 8 de la Ley N° 29492, publicada el 31 diciembre de 2009.

89
IvÁn Mannucci Prochazka

acciones realizada por una persona natural, como se puede observar del
texto citado a continuación:

“Problemática: El número de operaciones requeridas para el


cómputo de la habitualidad en la enajenación de valores mobilia-
rios (10 enajenaciones y 10 adquisiciones en un año) no toma en
cuenta que el mercado de valores justamente se caracteriza por su
elevada liquidez, siendo un aspecto central el de realizar sucesi-
vas compras y ventas buscando la ganancia de manera permanen-
te. En tal sentido, en este caso la variable número de operaciones
no permite distinguir adecuadamente el ánimo empresarial con
que hubieran sido realizadas.

Debe tenerse en cuenta que en un contexto de alza bursátil, baja


inflación, bajo riesgo país y crecimiento económico, la inversión
en valores mobiliarios (acciones, bonos, etc.) se ha incrementado
como mecanismo alternativo al ahorro bancario lo que ha aumen-
tado la frecuencia de las transacciones en la Bolsa de Valores sin
que ello signifique la realización de una actividad empresarial.

De otro lado, esta regla genera que pequeños inversionistas que


ganaron la habitualidad, deban asumir costos de cumplimien-
to elevados no acorde con su actividad. Al tributar como rentas
empresariales, se les obliga a presentar declaraciones anuales y
llevar registros contables básicos.

Propuesta: Teniendo en cuenta la problemática descrita anterior-


mente se propone eliminar la habitualidad en la enajenación de
los valores mobiliarios, y calificar como rentas de segunda cate-
goría todas aquellas que obtenga una persona natural o una suce-
sión indivisa por la enajenación de dichos valores.

En consecuencia, solo se consideraría como renta de la tercera


categoría la proveniente de la enajenación de valores mobiliarios
realizada por las personas jurídicas (…)”(12).

(12) Proyecto de Ley N° 3687/2009, pp. 16 y 17.

90
Ganancias de capital por operaciones con valores mobiliarios

Por lo tanto, a este punto se concluye que uno de los principales cam-
bios que ha generado la Ley N° 29492, en el marco de las inversiones en
valores mobiliarios realizadas por las personas naturales (domiciliadas o
no), es la restricción de que la renta obtenida califique como empresa-
rial aun cuando exista habitualidad; en otras palabras, la renta comenta-
da siempre calificará como de capital (gravada con una tasa efectiva de
5%(13)) mientras no la realice a través de una persona jurídica en los tér-
minos definidos por el artículo 14 de la LIR o que los valores mobiliarios
se erijan como bienes de capital asignados por una persona natural con
negocio a su actividad(14).

RETENCIÓN Y PAGO DEFINITIVO


De la lectura concordada del acápite a) del artículo 2 y el artículo
72 (sustituido por el artículo 15 de la Ley N° 29492), ambos de la LIR,
con el artículo 28-A (incorporado por el artículo 13 del Decreto Supremo
N° 011-2010-EF) y el acápite c) del numeral 1 del artículo 39-A (incor-
porado por el artículo 19 del Decreto Supremo N° 011-2010-EF), ambos
del Reglamento de la Ley del Impuesto a la Renta (en adelante, RIR), se
colige que la ganancia de capital que obtienen las persona naturales por
las transacciones con valores mobiliarios no se encuentra sujeta a reten-
ción del impuesto a la renta(15) (salvo que se genere y sea atribuida en el
marco de un fondo mutuo de inversión en valores, un fondo de inversión,
un fideicomiso de titulización, un fideicomiso bancario o un fondo cons-
tituido por aportes voluntario sin fines previsionales) ni genera la obli-
gación de realizar pagos mensuales con carácter definitivo(16) o a cuenta,
ya que la persona natural determinará y abonará su impuesto de fuente

(13) En caso la renta de capital sea de fuente extranjera, se aplicará la tasa progresiva acumulativa.
(14) El acápite h) del artículo 1 del Reglamento del Impuesto a la Renta, sustituido por el artículo 2 del De-
creto Supremo N° 011-2010-EF, dispone que “la persona natural con negocio que enajene bienes de capi-
tal a que se refiere el inciso a) del artículo 2 de la Ley, asignados a la explotación de su negocio, generará
ganancia de capital que tributará de acuerdo a lo previsto en el inciso e) del artículo 28 de la Ley”, en
otras palabras, tributará como renta de tercera categoría.
(15) La retención es obligatoria cuando la ganancia de capital proviene de la transferencia de bienes distintos
a valores mobiliarios e inmuebles.
(16) Esto último sí ocurre, por ejemplo, cuando una persona natural procede a transferir un inmueble gravado
con el impuesto a la renta.

91
IvÁn Mannucci Prochazka

peruana(17) y extranjera(18) a través de su Declaración Jurada Anual del IR


correspondiente al ejercicio en que percibió el ingreso(19).

Al respecto, cabe hacer una precisión: Se ha indicado que, en el su-


puesto que la renta sea atribuida en el marco de un fondo mutuo de in-
versión en valores, un fondo de inversión, un fideicomiso de titulización,
un fideicomiso bancario o un fondo constituido por aportes voluntario sin
fines previsionales, sí procede la retención. Entonces, ¿sobre qué monto
se retiene? ¿o se deducen 5 UIT? ¿Qué tasa aplica? El legislador se dio
cuenta del vacio que generaría su no regulación expresa, motivo por el
que decidió que: i) las Sociedades Administradoras de los Fondos Mu-
tuos de Inversión en Valores y de los Fondos de Inversión, así como las
Sociedades Titulizadoras de Patrimonios Fideicometidos, los fiduciarios
de fideicomisos bancarios y las Administradoras Privadas de Fondos de
Pensiones –por los aportes voluntarios sin fines previsionales retengan
con carácter de pago a cuenta, aplicando la tasa efectiva de 5% y sin con-
siderar la existencia de las 5 UITS–, ii) la persona natural (poseedora de
los valores emitidos a nombre de estos fondos o patrimonios; fideicomi-
tente en el fideicomiso bancario o afiliada en el fondo de pensiones) la
aplique en su determinación anual del IR de segunda categoría y iii) soli-
cite la devolución en caso exista un pago en exceso.

En dicho contexto, la Ley N°  29492 ha traído consigo un esquema


sin retenciones (salvo que la inversión se realice a través de alguno de los
fondos o patrimonios autónomos precitados) en el que la renta de segun-
da categoría debe ser determinada y declarada directamente por la perso-
na natural de manera anual.

(17) Es el caso de la transferencia de acciones emitidas por empresas locales, así como de ADR(s) o GDR(s)
que las tienen como subyacente.
(18) Se alude a la transferencia de acciones emitidas por empresas no residentes, así como de ADR(s) o
GDR(s) que las tienen como subyacente.
(19) Ello se colige de la lectura concordada del artículo 72 de la Ley del IR con el artículo 28-A y el acápite
ii) del artículo 39-A, ambos del RIR.

92
Ganancias de capital por operaciones con valores mobiliarios

EXONERACIÓN A LA ENAJENACIÓN DE VALORES MO-


BILIARIOS REALIZADA POR UNA PERSONA NATURAL
DOMICILIADA
Es menester traer a colación que, antes de la derogación del acápite
l) del artículo 19 de la LIR, las rentas antes aludidas se encontraban exo-
neradas en la medida que las ganancias de capital sean generadas por una
persona natural sin importar si los valores mobiliarios estaban inscritos
en el Registro Público del Mercado de Valores (Registro manejado por la
Conasev) y la transacción sea efectuada a través de un mecanismo centra-
lizado de negociación a los que se refiere la Ley del Mercado de Valores
(en el Perú, la BVL).

“Artículo 19.- Están exonerados del impuesto hasta el 31 de di-


ciembre del año 2011: (…)

l) La ganancia de capital proveniente de:

1. La enajenación de valores mobiliarios inscritos en el Registro


Público del Mercado de Valores a través de mecanismos centrali-
zados de negociación a los que se refiere la Ley del Mercado de
Valores; así como la que proviene de la enajenación de valores
mobiliarios fuera de mecanismos centralizados de negocia-
ción siempre que el enajenante sea una persona natural, una
sucesión indivisa o una sociedad conyugal que optó por tributar
como tal.

2. (…)” (resaltado agregado)

Asimismo, se encontraban exentas aquellas rentas que no provinieran


de una ganancia de capital por ser una operación habitual. Esto se des-
prendería de lo establecido en la Décima Disposición Final del Decreto
Supremo N° 134-2004-EF:

“10 DF.- Precísase que para efecto de lo dispuesto en el inciso


l) del artículo 19 de la ley, los valores mobiliarios inscritos en
el Registro Público del Mercado de Valores a través de meca-
nismos centralizados de negociación a los que se refiere la Ley

93
IvÁn Mannucci Prochazka

del Mercado de Valores, no se consideran como bienes destina-


dos a ser comercializados en el ámbito de un giro de negocio o
empresa.

Para efecto de lo dispuesto en el párrafo precedente no será de


aplicación las disposiciones sobre habitualidad”.

Por su parte, también se encontraba exonerada la ganancia de capital


proveniente de la redención o rescate de los valores mobiliarios que han
sido emitidos mediante oferta pública por personas jurídicas constituidas
en el Perú, así como de los certificados de participación y otros valores
mobiliarios emitidos por oferta pública (en nombre de los fondos mutuos
de inversión en valores, fondos de inversión o patrimonios fideicometi-
dos constituidos en el Perú).

Al respecto, es importante señalar que si bien este tratamiento prefe-


rencial estuvo vigente solo hasta el 31 de diciembre del 2009 como resul-
tado de su derogatoria, no se puede perder de vista que la Ley N° 29492
trajo consigo una nueva exoneración a las ganancias de capital prove-
nientes de valores mobiliarios que han sido obtenidas por personas na-
turales, pero sujeta a un límite de 5 UITs; tal como se desprende de la
incorporación del acápite p) del artículo 19 de la LIR realizada por el ar-
tículo 5 de la ley que nos ocupa:

“Artículo 19.- Están exonerados del impuesto hasta el 31 de di-


ciembre del año 2011: (…)

p) Las ganancias de capital provenientes de la enajenación de


los bienes a que se refiere el inciso a) del artículo 2 de esta ley,
o derechos sobre estos, efectuada por una persona natural, su-
cesión indivisa o sociedad conyugal que optó por tributar como
tal, hasta por las primeras cinco (5) Unidades Impositivas Tribu-
tarias (UITs) en cada ejercicio gravable” (resaltado agregado).

En dicho contexto y tomando como premisa la conclusión abordada


en la sección inmediata anterior (vale decir, que la “ganancia de capi-
tal” y la “renta por transferencia habitual” de valores mobiliarios califica
siempre como renta de segunda categoría) surgen dos interrogantes rela-
cionadas a su alcance:

94
Ganancias de capital por operaciones con valores mobiliarios

¿La exoneración es solo aplicable a la “ganancia de capital” o tam-


bién cuando la renta es producto de operaciones habituales? ¿La exonera-
ción se aplica solo a la renta de fuente peruana o también a la extranjera?

Ø Respecto a la primera interrogante, aparentemente, la exone-


ración sería aplicable solo a la venta de valores mobiliarios que
realiza una persona natural no habitual, ya que, en estricto, este
sería el único supuesto en que nos ubicaríamos ante una ganancia
de capital; no obstante, no se puede perder de vista que el nume-
ral 4 del acápite b) del artículo 13 de la RIR (incorporado por
el artículo 9 del Decreto Supremo N° 011-2010-EF) ha señalado
expresamente que la renta derivada de la transferencia habitual
de valores califica como ganancia de capital.

“Artículo 13.- (…)

b) Renta Bruta de segunda categoría

(…)

4. La renta prevista en el inciso l) del artículo 24 de la ley


constituye ganancia de capital”.

Por ende, la exoneración bajo comentario resulta extensible a


ambos supuestos (salvo, bajo consideración personal, a aquel
aludido en la sección inmediata anterior en que genera renta de
tercera categoría).

Ø Respecto al segundo cuestionamiento, el análisis se debe iniciar


exponiendo que el acápite p) del artículo 19 de la LIR dispone
que la exoneración de 5 UITs se aplica a las ganancias de capital
(por la venta de valores mobiliarios realizada por una persona na-
tural) sin realizar distinción alguna; como se aprecia de la redac-
ción normativa, existe una alusión genérica al concepto “ganan-
cia de capital” sin condicionarla ni circunscribirla a que califique
como renta de fuente peruana o extranjera.

Por su parte, el artículo 28-A del RIR (incorporado mediante


el artículo 13 del Decreto Supremo N°  011-2010-EF) establece

95
IvÁn Mannucci Prochazka

concretamente la forma de determinar anualmente la renta neta


de segunda categoría derivada de la ganancia de capital prove-
niente de valores mobiliarios, siendo que en su procedimiento
dispone que de la renta bruta de segunda categoría (por ende,
renta de fuente peruana) se restarán las 5 UIT y luego de quedar
un saldo se sustraerá el 20% (deducción ficta) para así obtener la
renta neta de segunda categoría derivada de valores mobiliarios.
Ello genera dos interpretaciones:

- Primera: la exoneración de 5 UIT se aplica a la ganancia de


capital de fuente mundial (renta de fuente peruana y extran-
jera). Esta línea interpretativa se respalda en que la misma
ley no hace distinción alguna ni la restringe a que califique
como renta de segunda categoría.

- Segunda: la exoneración de 5 UIT se aplica solo a la renta


de fuente peruana. Esta tendría respaldo en la norma regla-
mentaria que establece expresamente su resta a la ganancia
de capital que califica como segunda categoría y, por tanto,
quedaría excluida la renta de fuente extranjera por no ser
categorizable. A esta postura, basada exclusivamente en la
norma reglamentaria, se ha adscrito la Sunat en su Informe
N° 055-2010, señalando lo siguiente:

“La exoneración de 5 UIT a que se refiere el inciso p) del


artículo 19 del TUO de la Ley del Impuesto a la Renta no se
aplica a las ganancias de capital provenientes de la enajena-
ción de los bienes contenidos en el inciso a) del artículo 2 del
citado TUO que constituyan rentas de fuente extranjera”.

Al respecto, se considera que la interpretación adecuada es la pri-


mera y que el RIR debe ser interpretado restrictivamente porque,
de lo contrario, el artículo 28-A sería ilegal (estaría restringiendo
los alcances de la exoneración cuando la misma ley no lo hace).
Sin embargo, desde un punto de vista pragmático, las personas
naturales deberán tener presente que, en una eventual fiscaliza-
ción y posterior etapa de reclamo, existe un riesgo alto de aco-
tación y de mantenimiento del reparo como corolario de que la
Sunat no se adscribe a tal interpretación. En etapa de apelación,

96
Ganancias de capital por operaciones con valores mobiliarios

se considera que el riesgo es medio, teniendo presente que el Tri-


bunal Fiscal ya, en ocasiones anteriores, ha inaplicado el RIR por
ilegalidad.

En este punto y bajo la primera interpretación (en que el RIR


excede a la LIR), surgen nuevas interrogantes(20): ¿qué ocurre si,
en un mismo ejercicio, se generan rentas de fuente peruana y ex-
tranjera? o ¿cómo se dividen las 5 UIT? En este caso, teniendo
en cuenta que la exoneración no se aplica por separado sino en
conjunto sobre las ganancias equivalentes a 5 UIT, lo lógico sería
que se vaya aplicando en orden de prelación conforme se vayan
realizando las transferencias hasta agotarse el saldo. Tal como el
legislador lo ha establecido para el caso de personas naturales no
domiciliadas que generan una ganancia de capital (provenien-
te de transacciones con valores mobiliarios) que no es objeto de
retención conforme al último párrafo del numeral 1 del artículo
39-A de la RIR (incorporado por el artículo 19 del Decreto Su-
premo N° 011-2010-EF),

“Artículo 39-A.- (…)

Tratándose de sujetos no domiciliados, en el caso que con-


forme a la Ley y/o el Reglamento no proceda realizar la re-
tención respectiva, el contribuyente deberá efectuar direc-
tamente el pago del Impuesto con carácter definitivo dentro
de los doce (12) días hábiles del mes siguiente de percibida
la renta. Para tal efecto, en el caso de personas naturales o
sucesiones indivisas no domiciliadas en el país, el valor de
las cinco Unidades Impositivas Tributarias (5 UIT) anua-
les, a que se refiere el inciso p) del artículo 19 de la Ley,
se deducirá de la renta bruta que perciban en el ejercicio
como consecuencia de la enajenación de los bienes a que
se refiere el inciso a) del artículo 2 de la Ley, en el orden

(20) La discusión se torna más interesante si se toma en cuenta que las ganancias de capital por la venta de
valores emitidos por empresas no constituidas en el Perú (renta de fuente extranjera) se grava con la
tasa progresiva acumulativa (15%, 21% y 30%) y no con la tasa efectiva de 5%. En este contexto, es
importante definir cómo se aplicarán las 5 UIT debido a que el gravamen de la renta de fuente extranjera
resulta más fuerte que el de fuente peruana (a los contribuyentes les convendrá que se aplique primero
contra aquellas y luego contra estas).

97
IvÁn Mannucci Prochazka

que tales rentas sean percibidas y hasta agotar las cinco


(5) UIT” (resaltado agregado).

Sin embargo, resulta necesario que se modifique el artículo 28-A del


RIR a fin de armonizarlo con la LIR y establecer expresamente el correc-
to procedimiento a seguir.

III. DETERMINACIÓN DEL COSTO COMPUTABLE DE VA-


LORES MOBILIARIOS ADQUIRIDOS EN MOMENTOS
DISTINTOS
No es poco usual que un inversionista adquiera una misma clase de
acciones emitida por una empresa en distintos momentos y a valores
disímiles. En este escenario, cabe preguntarse ¿cuál es el costo compu-
table de cada una de las acciones que, posteriormente, son objeto de
transferencia?

La respuesta la daba el derogado segundo párrafo del acápite c) del


numeral 21.2 del numeral 21 de la LIR(21) al disponer que se aplique el
“costo promedio”. No obstante, surgía la duda de si se debía aplicar un
promedio simple o uno ponderado(22).

Al respecto, la referida norma señalaba:

“Artículo 21.- Tratándose de la enajenación, redención o resca-


te cuando corresponda, el costo computable se determinará en la
forma establecida a continuación:

21.2 Acciones y participaciones:

(…)

(21) La Ley N° 29492, a través de su Única Disposición Complementaria Derogatoria, deja sin efecto el se-
gundo párrafo del acápite c) del numeral 21.2 del artículo 21 de la LIR y, paralelamente, incorpora el
acápite e) del numeral 21.2 y sustituye el numeral 21.3 del artículo 21 de la LIR mediante su artículo 6.
(22) Al respecto se generaban dos posibles interpretaciones: i) podía aplicarse cualquier promedio debido a
que no ha sido establecido ninguno en particular; o, ii) por defecto debía entenderse que es el simple.

98
Ganancias de capital por operaciones con valores mobiliarios

c) Acciones recibidas y participaciones reconocidas por capitali-


zación de utilidades y reservas por reexpresión del capital, como
consecuencia del ajuste integral, el costo computable será su
valor nominal.

Tratándose de acciones de una sociedad, todas con iguales


derechos, que fueron adquiridas o recibidas por el contribu-
yente en diversas formas u oportunidades, el costo computa-
ble estará dado por el costo promedio de las mismas”(23) (re-
saltado agregado).

En dicho contexto es que el legislador, mediante el artículo 6 de la


Ley N° 29492, incorpora el acápite e) al numeral 21.2 del artículo 21 de
la LIR y deja sentada expresamente la regla aplicable al disponer que
en la hipótesis bajo comentario resultará aplicable el costo “promedio
ponderado”.

“Artículo 21.- Tratándose de la enajenación, redención o resca-


te cuando corresponda, el costo computable se determinará en la
forma establecida a continuación:

21.2 Acciones y participaciones:

(…)

e) Tratándose de acciones o participaciones de una sociedad,


todas con iguales derechos, que fueron adquiridas o recibidas
por el contribuyente en diversas formas u oportunidades, el
costo computable estará dado por su costo promedio ponde-
rado. El Reglamento establecerá la forma de determinar el costo
promedio ponderado” (resaltado agregado).

Sobre el particular, es de indicar que el costo promedio ponderado


genera un resultado que teóricamente se acerca con mayor certeza al
costo real que se pagó por el íntegro de las acciones; ello a diferencia del
costo que se obtendría de un promedio simple que conlleva un resultado

(23) Segundo párrafo actualmente derogado.

99
IvÁn Mannucci Prochazka

que tiende a favorecer al transferente al arrojar un costo computable su-


perior (al efectivamente pagado) que deviene en un menor pago del Im-
puesto a la Renta. Por tanto, la Ley N° 29492 ha traído consigo un esque-
ma de determinación del costo computable que potencialmente devendrá
en un mayor pago del IR.

IV. SUMARIO
1. En el marco de las personas jurídicas domiciliadas, el tratamiento
preferencial que se le otorgaba a las rentas que obtenían produc-
to de transacciones con valores mobiliarios estuvo vigente solo
hasta el 31 de diciembre del 2009 debido a que la Ley N° 29492,
mediante su Segunda Disposición Complementaria Modificato-
ria, fue aquella que dio el paso final(24) en aquel camino polémico
que inició el Decreto Legislativo N° 972 a través de su acápite a)
de la Única Disposición Complementaria Derogatoria y que fi-
naliza con la derogación del acápite l) del artículo 19 de la LIR.
Por tanto, a partir del 1 de enero del 2010, todas las rentas que
obtengan las personas jurídicas domiciliadas como corolario de
la transferencia, redención y rescate de valores mobiliarios (emi-
tidos por empresas constituidas en el Perú o en el exterior) se
encontrarán gravadas con la tasa de 30% aún cuando sean ena-
jenadas empleando la BVL; salvo por las ganancias de capital
que provengan i) de bonos emitidos por la República del Perú,
ii) de obligaciones del Banco Central de Reserva del Perú (salvo
los originados por los depósitos de encaje que realicen las insti-
tuciones de crédito) y, iii) de la enajenación directa o indirecta
de valores que conforman o subyacen los Exchange Traded Fund
(ETF) que repliquen índices construidos teniendo como referen-
cia instrumentos de inversión nacionales, cuando dicha enajena-
ción se efectúe para la constitución, cancelación o gestión de la
cartera de inversiones de los ETF; ya que las mismas se encuen-
tran inafectas por aplicación del acápite h) del artículo 18 de la
LIR, sustituido por el artículo 4 de la Ley N° 29492. En adición,
se encontrarán inafectas las ganancias de capital provenientes de

(24) Manteniendo la redacción del acápite a) de la Única Disposición Complementaria Derogatoria del De-
creto Legislativo N° 972.

100
Ganancias de capital por operaciones con valores mobiliarios

bonos que hayan sido emitidos con anterioridad al día siguiente


a la fecha de publicación del Decreto Legislativo N° 972; no obs-
tante, la Segunda Disposición Complementaria Final del Decre-
to Supremo N°  011-2010-EF (norma que modifica el RIR en el
marco de los cambios incorporados por la Ley N° 29492) nueva-
mente restringe lo dispuesto por una norma con rango de ley al
disponer que solo estarán inafectas las ganancias de capital de-
rivadas de bonos que al 9 de marzo del 2007 gozaban de alguna
exoneración.

2. En el marco de las personas naturales domiciliadas, antes de la


entrada en vigencia de las modificaciones incorporadas por la
Ley N° 29492, las ganancias obtenidas producto de la transferen-
cia de valores mobiliarios se caracterizaban, como regla general,
por calificar como renta de segunda categoría (renta del capital)
o como renta de tercera categoría (renta empresarial) cuando se
configuraba un escenario en que la persona natural era habitual.
Sin embargo, la Ley N° 29492 trajo consigo una redacción muy
peculiar de ambos artículos que, desde un punto de vista particu-
lar, conlleva a concluir que la transferencia de valores mobilia-
rios realizada por una persona natural nunca generará rentas de
tercera categoría aún cuando se de en un contexto de habituali-
dad; ello por cuanto el legislador la ha calificado expresamente
como de segunda categoría y le otorga un blindaje al establecer
que solo podrá calificar como renta de tercera categoría si la tran-
sacción es realizada por una persona jurídica. Por ende, uno de
los principales cambios que ha generado la Ley N°  29492 es la
restricción de que la renta obtenida califique como empresarial
aún cuando exista habitualidad; en otras palabras, la renta co-
mentada siempre calificará como de capital (gravada con una tasa
efectiva de 5%)(25) mientras no la realice a través de una persona
jurídica en los términos definidos por el artículo 14 de la LIR o
que los valores mobiliarios se erijan como bienes de capital asig-
nados por una persona natural con negocio a su actividad(26).

(25) Salvo cuando la renta sea de fuente extranjera debido a que, en tal supuesto, se aplica la tasa progresiva
acumulativa.
(26) El acápite h) del artículo 1 del Reglamento del Impuesto a la Renta (en adelante, RIR), sustituido por
el artículo 2 del Decreto Supremo N°  011-2010-EF, dispone que “la persona natural con negocio que

101
IvÁn Mannucci Prochazka

3. En el marco de las personas naturales domiciliadas, si bien este


tratamiento preferencial contenido en el acápite l) del artículo 19
de la LIR estuvo vigente solo hasta el 31 de diciembre del 2009
como consecuencia de su derogatoria, no se puede perder de
vista que la Ley N° 29492 trajo consigo una nueva exoneración
a las ganancias de capital provenientes de la enajenación de va-
lores mobiliarios, pero sujeta a un límite de 5 UIT; tal como se
desprende del incorporado acápite p) del artículo 19 de la LIR.
En dicho contexto, surgen dos interrogantes relacionadas a su
alcance:

¿La exoneración es solo aplicable a la “ganancia de capital” o


también cuando la renta es corolario de operaciones habituales?

Aparentemente, la exoneración sería aplicable solo a la venta de


valores mobiliarios que realiza una persona natural no habitual,
ya que, en estricto, este sería el único supuesto en que nos ubi-
caríamos ante una ganancia de capital; no obstante, no se puede
perder de vista que el numeral 4 del acápite b) del artículo 13
de la RIR ha señalado expresamente que la renta derivada de la
transferencia habitual de valores califica como ganancia de capi-
tal. Por ende, la exoneración bajo comentario resulta extensible a
ambos supuestos.

¿La exoneración se aplica solo a la renta de fuente peruana o


también a la extranjera?

A partir del contraste del acápite p) del artículo 19 de la LIR y


el artículo 28-A del RIR se generan dos interpretaciones: i) la
exoneración de 5 UIT se aplica a la ganancia de capital de fuen-
te mundial (renta de fuente peruana y extranjera) debido a que
la ley no hace distinción alguna ni la restringe a que califique
como renta de segunda categoría y; ii) la exoneración de 5 UIT
se aplica solo a la renta de fuente peruana, porque la norma re-
glamentaria que establece expresamente su resta a la ganancia de

enajene bienes de capital a que se refiere el inciso a) del artículo 2 de la Ley, asignados a la explota-
ción de su negocio, generará ganancia de capital que tributará de acuerdo a lo previsto en el inciso e)
del artículo 28 de la Ley”, en otras palabras, tributará como renta de tercera categoría.

102
Ganancias de capital por operaciones con valores mobiliarios

capital que califica como segunda categoría (por lo tanto, que-


daría excluida la renta de fuente extranjera por no ser categori-
zable). Al respecto, se considera que la interpretación adecuada
es la primera y que el RIR debe ser interpretado restrictivamente
porque, de lo contrario, el artículo 28-A sería ilegal (estaría res-
tringiendo los alcances de la exoneración cuando la misma ley no
lo hace). Sin embargo, es de mencionar que la Sunat se adscribió
a la segunda línea interpretativa como lo evidencia en su Informe
N° 055-2010. Por lo tanto, resulta necesario que se modifique o
precise el artículo 28-A del RIR a fin de armonizarlo con la LIR
y establecer expresamente el correcto procedimiento a seguir que
evite interpretaciones pro recaudatorias (recuérdese que la renta
de fuente extranjera tributa con una tasa progresiva acumulativa
y no con la tasa efectiva de 5%).

4. En el marco de una persona natural domiciliada, se colige que la


ganancia de capital que obtienen por las transacciones con valo-
res mobiliarios no se encuentra sujeta a retención del impuesto
a la renta(27) (salvo que se genere y sea atribuida en el marco de
un fondo mutuo de inversión en valores, un fondo de inversión,
un fideicomiso de titulización, un fideicomiso bancario o un
fondo constituido por aportes voluntarios sin fines previsionales)
ni genera la obligación de realizar pagos mensuales con carác-
ter definitivo(28) o a cuenta, ya que la persona natural determina-
rá y abonará su impuesto de fuente peruana(29) y extranjera(30) a
través de su declaración jurada anual del IR correspondiente al
ejercicio en que percibió el ingreso(31). Consiguientemente, la Ley
N° 29492 establece un esquema sin retenciones (salvo que la in-
versión se realice a través de alguno de los fondos o patrimonios

(27) La retención es obligatoria cuando la ganancia de capital proviene de la transferencia de bienes distintos
a valores mobiliarios e inmuebles.
(28) Esto último sí ocurre, por ejemplo, cuando una persona natural procede a transferir un inmueble gravado
con el Impuesto a la Renta.
(29) Es el caso de la transferencia de acciones emitidas por empresas locales, así como de ADR(s) o GDR(s)
que las tienen como subyacente.
(30) Se alude a la transferencia de acciones emitidas por empresas no residentes, así como de ADR(s) o
GDR(s) que las tienen como subyacente.
(31) Ello se colige de la lectura concordada del artículo 72 de la Ley del IR con el artículo 28-A y el acápite
ii) del artículo 39-A, ambos del Reglamento de la Ley del IR.

103
IvÁn Mannucci Prochazka

autónomos precitados) en el que la renta de segunda categoría


debe ser determinada y declarada directamente por la persona na-
tural de manera anual.

5. Por ello, en escenarios en los que un inversionista adquiera una


misma clase de acciones emitida por una empresa en distintos
momentos y a valores disímiles surge como incógnita ¿cuál es
el costo computable de cada una de las acciones que, posterior-
mente, son objeto de transferencia? Con la legislación anterior se
disponía que se aplique el “costo promedio”. No obstante, surgía
la duda de si se debía aplicar un promedio simple o uno pondera-
do(32). En dicho contexto es que el legislador, mediante el artículo
6 de la Ley N° 29492, incorpora el acápite e) al numeral 21.2 del
artículo 21 e la LIR y deja sentada expresamente la regla aplica-
ble al disponer que en la hipótesis bajo comentario resultará apli-
cable el costo “promedio ponderado”. Por ende, la Ley N° 29492
ha traído consigo un esquema de determinación del costo compu-
table que potencialmente devendrá en un mayor pago del IR.

(32) Al respecto se generaban dos posibles interpretaciones: i) podía aplicarse cualquier promedio debido a
que no ha sido establecido ninguno en particular; o, ii) por defecto debía entenderse que es el simple.

104
5
Carlos Chirinos Sota
La nueva regulación de los
intereses, gastos financieros,
instrumentos financieros derivados
y fondos mutuos de inversión en
valores en la Ley del Impuesto a la Renta
La nueva regulación de los intereses,
gastos financieros, instrumentos
financieros derivados y fondos
mutuos de inversión en valores en
la Ley del Impuesto a la Renta

Carlos Chirinos Sota(*)

Los intereses por depósitos en entidades bancarias locales que obtenían las
personas jurídicas habían sido materia de exoneración desde hace varios
años, sin embargo, ello se modificó a partir del 1 de enero de 2010 con la
reciente modificación contemplada en la Ley N°  29492, ocasionando dos
consideraciones que las empresas deben tener en cuenta. Por un lado, res-
pecto al cálculo del exceso del gasto financiero aceptado para fines fiscales;
y por otro lado, sobre el cálculo del gasto inherente a la renta no grava-
da. Así, en el presente artículo el autor desarrolla no solo las modificacio-
nes que se han producido sobre el tratamiento tributario de los intereses
provenientes de depósitos en bancos locales de las personas jurídicas sino
también analiza las modificaciones a la Ley del Impuesto a la Renta sobre
gastos financieros de acuerdo al sistema de prorrata, instrumentos finan-
cieros derivados y los fondos mutuos de inversión en valores.

INTRODUCCIÓN
Como se sabe, mediante Ley N° 29492, publicada mediante Edición
Extraordinaria de fecha 31 de diciembre de 2009, se modificó la Ley del
Impuesto a la Renta en diversos aspectos relacionados con la exoneración

(*) Abogado. Especialista en tributación. Estudios de Tributación Internacional en la Universidad de Santiago


de Compostela (España) y en la Universidad Austral (Argentina). Estudios de Posgrado en Tributación por
la Pontificia Universidad Católica del Perú. Adjunto de docencia en el curso de Derecho Tributario en la
Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

107
Carlos Chirinos Sota

de las ganancias derivadas de la enajenación de acciones y su costo


computable, habitualidad en la transferencia de inmuebles, inversiones
permanentes y diferencia en cambio, aportes voluntarios sin fines previ-
sionales, entre otros de actual importancia.

Hasta la fecha, muchos y variados han sido los foros en los que fue-
ron discutidos los mencionados cambios, quedando aún muchas pregun-
tas sin respuesta, por lo que dada la extensión de este documento y los
temas asignados, enfocaremos nuestro análisis únicamente en cuatro de
los temas modificados que siguen. El primero de ellos está relacionado
con los intereses generados, ya sea por depósitos en entidades financie-
ras o bancarias locales, aquellos provenientes de valores mobiliarios, o
los originados por financiamientos al sector público, lo cual tiene en este
ejercicio implicancias en relación al cálculo de los gastos relacionados a
los ingresos no gravados.

Otro aspecto importante que abordaremos, se relaciona con los efec-


tos de las modificaciones citadas en cuanto al cálculo de los gastos finan-
cieros destinados a la generación de ingresos financieros no gravados, así
como en el reconocimiento de inafectaciones en el caso del Impuesto a la
Renta de entidades financieras. Finalmente, revisaremos las implicancias
de la modificación introducida en el supuesto de instrumentos financieros
derivados y en lo referido a los Fondos Mutuos de Inversión en Valores,
específicamente.

I. LOS INTERESES Y SU NUEVO ESQUEMA


Como se sabe, hasta el 31 de diciembre de 2009, los intereses que se
generaban por depósitos en entidades financieras y bancarias locales se
encontraban exonerados cuando estos eran efectuados por personas na-
turales o personas jurídicas, indistintamente(1). Asimismo, se encontraban

(1) La exoneración era aplicable cuando se trataba de depósitos en entidades bancarias y financieras del en-
torno local. Cuando el interés era (y es) efectuado en una entidad del exterior, este se encontraba (y se
encuentra) gravado como renta de fuente extranjera. Esto (la distinción) tiene su razón y fundamento en
un criterio de política económica, consistente en el favorecimiento de la consolidación de la masa mone-
taria disponible internamente para la actividad económica nacional. En este sentido se ha expresado la
doctrina argentina respecto de un tratamiento similar en su legislación. Vide RAIMONDI, Carlos y AT-
CHABAIAN, Adolfo. El Impuesto a las Ganancias. Tercera Edición, Ediciones Depalma, Buenos Aires,
2000, p. 314.

108
Intereses y gastos financieros

exonerados los intereses provenientes de valores mobiliarios emitidos


por personas jurídicas constituidas o establecidas en el país, siempre que
su colocación se haya efectuado por oferta pública o privada, cumplien-
do con los requisitos que señalaba la Ley del Impuesto a la Renta (en
adelante, LIR)(2). Finalmente, se encontraban exonerados los intereses y
demás ganancias provenientes de financiamientos al Sector Público.

Ahora bien, con los cambios introducidos a partir del 1 de enero de


2010, únicamente los intereses por depósitos en entidades del sistema fi-
nanciero local que sean recibidos por personas naturales se encuentran
exonerados, por lo menos hasta el 31 de diciembre de 2011. Asimismo,
los intereses provenientes de valores mobiliarios a través de su coloca-
ción por oferta pública o privada, cumpliendo determinados requisitos,
se encuentran gravados (la exoneración ha sido dejada sin efecto); y fi-
nalmente, los intereses provenientes de financiamientos al Estado fueron
trasladados a la lista de ingresos inafectos, pero únicamente en determi-
nados supuestos expresamente señalados(3). Veamos este nuevo escenario.

1. Los intereses por depósitos efectuados por sujetos que ge-


neren renta de tercera categoría se encuentran gravados
Como se ha mencionado, los intereses devengados y que provengan
de depósitos en entidades financieras y bancarias locales realizados por
sujetos que generan renta de tercera categoría se encuentran gravados con

(2) El inciso i) del artículo 19 de la LIR, vigente hasta el 31 de diciembre de 2009, en la parte que nos inte-
resa, señalaba que se encontraba exonerado: “Cualquier tipo de interés de tasa fija o variable, en moneda
nacional o extranjera, que se pague con ocasión de un depósito conforme a la Ley General del Siste-
ma Financiero y del Sistema de Seguros y Orgánica de la Superintendencia de Banca y Seguros, Ley
N°  26702, así como los incrementos de capital de los depósitos e imposiciones en moneda nacional o
extranjera. Asimismo, cualquier tipo de interés de tasa fija o variable, en moneda nacional o extranjera,
así como los incrementos o reajustes de capital provenientes de valores mobiliarios, emitidos por perso-
nas jurídicas, constituidas o establecidas en el país, siempre que su colocación se efectúe mediante oferta
pública, al amparo de la Ley del Mercado de Valores. Igualmente, cualquier tipo de interés de tasa fija o
variable, en moneda nacional o extranjera, e incrementos de capital, provenientes de cédulas hipotecarias
y títulos de crédito hipotecario negociable. Los valores mobiliarios, nominativos o a la orden, emitidos
mediante oferta privada podrán gozar de la exoneración, cuando reúnan los requisitos a que se refieren
los incisos a) y b) del artículo 5 de la Ley del Mercado de Valores”.
(3) El inciso i) del artículo 19 de la LIR, con el nuevo texto para el ejercicio 2010, es el siguiente: “Cual-
quier tipo de interés de tasa fija o variable, en moneda nacional o extranjera, que se pague con ocasión de
un depósito o imposición conforme con la Ley General del Sistema Financiero y del Sistema de Seguros
y Orgánica de la Superintendencia de Banca y Seguros, Ley N° 26702, así como los incrementos de ca-
pital de los depósitos e imposiciones en moneda nacional o extranjera, excepto cuando dichos ingresos
constituyan rentas de tercera categoría”.

109
Carlos Chirinos Sota

el impuesto a la renta desde el 1 de enero de 2010. Podemos indicar que


la consecuencia se traduce, en el mayor caso de las empresas, en dos cir-
cunstancias para el presente ejercicio: i) Respecto del cálculo del exceso
del gasto financiero aceptado para fines fiscales, procedimiento que se
encuentra regulado en el segundo párrafo del inciso a) del artículo 37 de
la LIR(4); y ii) Respecto del cálculo del gasto inherente a la renta no gra-
vada, el cual se regula en el inciso p) del artículo 21 del Reglamento de la
LIR(5).

Dentro del primer supuesto, las empresas incluían como ingreso fi-
nanciero exonerado el importe de los intereses que proviene de depósitos
en el sistema financiero y bancario local, lo cual originaba que se compa-
re el total de gastos financieros (como aquellos que se originan por prés-
tamos solicitados a terceros o a entidades financieras y bancarias) con los
mencionados intereses por depósitos bancarios, debiendo ser aceptado
únicamente el importe que como gasto exceda los intereses exonerados.
A partir del presente ejercicio, al no existir intereses financieros exone-
rados (por este concepto, al menos, y siempre que la empresa no tenga
otros ingresos financieros no gravados), el total del gasto financiero será
aceptado tributariamente.

Por otro lado, dentro del segundo supuesto, el inciso p) del artículo
21 del Reglamento de la LIR, que ya hemos citado, señala que cuando
los gastos necesarios para producir la renta y mantener la fuente incidan
conjuntamente en rentas gravadas, exoneradas o inafectas, y no sean im-
putables directamente a unas u otras, la deducción se efectuará en forma

(4) Respecto de intereses, el segundo párrafo del inciso a) del artículo 37 de la LIR vigente señala que:
“Sólo son deducibles los intereses a que se refiere el párrafo anterior, en la parte que excedan el monto
de los ingresos por intereses exonerados e inafectos. Para tal efecto no se computarán los intereses exo-
nerados e inafectos generados por valores cuya adquisición haya sido efectuada en cumplimiento de una
norma legal o disposiciones del Banco Central de Reserva del Perú, ni los generados por valores que
reditúen una tasa de interés, en moneda nacional, no superior al cincuenta por ciento (50%) de la tasa
activa de mercado promedio mensual en moneda nacional (TAMN) que publique la Superintendencia de
Banca, Seguros y Administradoras Privadas de Fondos de Pensiones”.
(5) El inciso p) del artículo 21 del Reglamento de la LIR vigente establece que: “Cuando los gastos necesa-
rios para producir la renta y mantener la fuente incidan conjuntamente en rentas gravadas, exoneradas o
inafectas, y no sean imputables directamente a unas u otras, la deducción se efectuará en forma propor-
cional al gasto directo imputable a las rentas gravadas. En los casos en que no se pudiera establecer la
proporcionalidad indicada, se considerará como gasto inherente a la renta gravada el importe que resulte
de aplicar al total de los gastos comunes el porcentaje que se obtenga de dividir la renta bruta gravada
entre el total de rentas brutas gravadas, exoneradas e inafectas”.

110
Intereses y gastos financieros

proporcional al gasto directo imputable a las rentas gravadas. Agrega que


en los casos en que no se pudiera establecer la proporcionalidad indica-
da, se considerará como gasto inherente a la renta gravada el importe que
resulte de aplicar al total de los gastos comunes el porcentaje que se ob-
tenga de dividir la renta bruta gravada entre el total de rentas brutas gra-
vadas, exoneradas e inafectas.

La cita recoge lo que se conoce como el procedimiento de prorrata de


gastos comunes(6), el cual se refiere a rentas brutas gravadas, exoneradas
e inafectas. Ahora bien, según este procedimiento, ante la imposibilidad
de efectuar el cálculo del gasto que se encuentre directamente relaciona-
do a la renta no gravada (sea como exonerada o inafecta)(7), se procede a
calcular el gasto no aceptado ya sea de acuerdo al criterio proporcional
(primer párrafo del artículo citado), o en su defecto, conforme a un coefi-
ciente que se arroje de relacionar la renta bruta gravada entre el total de
las rentas brutas gravadas, exoneradas e inafectas (segundo párrafo del
artículo citado).

Pues bien, este cálculo, dependiendo de la situación de la empresa,


incluía muchas veces como exonerado el interés que provenía de depó-
sitos en entidades financieras locales, lo cual, aún cuando no existan más
intereses exonerados, obligaba a las empresas a efectuar el cálculo de la
prorrata (siempre que no puedan clara y fehacientemente identificar la
porción de los gastos totales que se vinculan con la renta no gravada).
A partir de este ejercicio, al no considerarse el mencionado interés como
exonerado, no se realizará el citado cálculo. Naturalmente, cada empre-
sa deberá evaluar si registra otros ingresos que podrían ser considerados
como exonerados de acuerdo al artículo 19 de la LIR, o inafectos, como
podría ser en este último caso –aunque con expresados cuestionamien-
tos–, por ejemplo, el ingreso por drawback(8). Un supuesto interesante
es el de las sucursales domiciliadas en nuestro país que, como se sabe,

(6) A diferencia del procedimiento de prorrata de gastos financieros, que es aplicable únicamente a empresas
del sector financiero y bancario local, y que repasamos más adelante.
(7) Para fines de este documento, como técnicamente corresponde, al referirnos al concepto “no gravado”
nos referimos a la exoneración e inafectación.
(8) Es ilustrativo sobre este aspecto la consideración del Informe de Sunat N° 068-2010/SUNAT del pasado
18 de mayo de 2010, en el cual se ha señalado que “Para efecto del cálculo de la prorrata del gasto
a que se refiere el segundo párrafo del inciso p) del artículo 21 del Reglamento de la LIR, el ingreso
por concepto de restitución de derechos arancelarios debe considerarse como parte de las “rentas brutas

111
Carlos Chirinos Sota

se encuentran gravadas únicamente por sus rentas de fuente peruana(9).


Estas entidades, en caso de que obtengan rentas de fuente extranjera,
consideran el mencionado ingreso como inafecto, lo cual origina que, en
el supuesto de no poder distinguir el gasto vinculado directamente a la
renta no gravada (renta de fuente extranjera), deberán calcular el gasto no
aceptado tributariamente de acuerdo a cualquiera de los dos procedimien-
tos señalados en el inciso p) del artículo 21 del Reglamento de la LIR(10).

Como se observa, la eliminación de la exoneración a los intereses


por depósitos en entidades financieras y bancarias locales a partir de este
ejercicio provoca la consideración de los aspectos señalados en cuanto
a los generadores de rentas de tercera categoría. Tratándose de personas
naturales que no generan rentas de tercera categoría, la exoneración aún
se encontrará vigente hasta el 31 de diciembre de 2011.

2. Los intereses provenientes de valores mobiliarios ofre-


cidos mediante oferta pública o privada se encuentran
gravados
Como se citó anteriormente, el inciso i) del artículo 19 de la LIR vi-
gente hasta el 31 de diciembre de 2009 señalaba que los intereses prove-
nientes de valores mobiliarios cuando estos se hayan emitido mediante
oferta pública, se encuentran exonerados, en tanto se hayan emitido de
conformidad a la Ley de Mercado de Valores, actualmente aprobada me-
diante el Decreto Legislativo N°  861 (en adelante, Ley del Mercado de
Valores). Asimismo, se señalaba que los intereses mencionados también
se encontraban exonerados cuando los valores que los originan se hayan
emitido mediante oferta privada, siempre que se cumplan los requisitos
señalados en los incisos a) y b) del artículo 5 de la Ley de Mercado de
Valores.

inafectas”. Este pronunciamiento de la Administración Tributaria ha recibido las más encendidas críticas
de la Cámara de Comercio de Lima (Ver opinión de fecha 10 de junio de 2010).
(9) El segundo párrafo del artículo 6 de la LIR señala que en caso de contribuyentes no domiciliados en el
país, de sus sucursales, agencias o establecimientos permanentes, el impuesto recae solo sobre las rentas
gravadas de fuente peruana.
(10) Este podría ser el caso, por ejemplo, en que una sucursal domiciliada en nuestro país preste un servicio
que se ejecutará íntegramente en el exterior. Se entenderá que el ingreso calificará como renta de fuente
extranjera, en tanto el inciso e) del artículo 9 de la LIR establece que generan rentas de fuente peruana
las derivadas de actividades civiles, comerciales, empresariales o de cualquier índole, que se lleven a
cabo en territorio nacional.

112
Intereses y gastos financieros

Ahora bien, de acuerdo a lo señalado por la citada ley, se entiende


por oferta pública de valores mobiliarios a la invitación, adecuadamente
difundida, que una o más personas naturales o jurídicas dirigen al público
en general, o a determinados segmentos de este, para realizar cualquier
acto jurídico referido a la colocación, adquisición o disposición de valo-
res mobiliarios(11). Hasta el ejercicio 2009, cualquier empresa que haya
adquirido un valor bajo este procedimiento y se haya encontrado obte-
niendo intereses, los dejará de considerar exonerados a partir del 1 de
enero de 2010. Veremos que esto aplica en todos los supuestos de valores
mobiliarios distintos a bonos.

Respecto de los intereses originados por valores mobiliarios adquiri-


dos mediante oferta privada(12), la LIR exigía que:

a) La oferta sea dirigida exclusivamente a inversionistas institu-


cionales. Se agrega que los valores mobiliarios adquiridos por
estos inversionistas no podrán ser transferidos a terceros durante
un plazo de doce (12) meses desde su adquisición, salvo que lo
hagan a otro inversionista institucional o se inscriba el valor pre-
viamente en el Registro Público del Mercado de Valores; y,

b) El valor nominal o valor de colocación unitario más bajo,


sea igual o superior a doscientos cincuenta mil nuevos soles
(S/. 250,000). Se agrega que en este caso, los valores no podrán
ser transferidos por el adquirente original a terceros, con valores
nominales o precios de colocación inferiores.

Siendo así, siempre que los intereses se originen de la adquisición


de valores mobiliarios por oferta privada, cumpliendo los dos requisitos
mencionados, estos eran considerados como exonerados hasta el 31 de
diciembre de 2009. A partir del 1 de enero de 2010, serán considerados
gravados, con la excepción de los bonos, cuyos intereses aún gozarán del
no gravamen, aunque ya no como exonerados, sino como inafectos, siem-
pre que hayan sido emitidos hasta el 10 de marzo de 2007.

(11) Según lo dispuesto por el artículo 4 del Decreto Legislativo N° 861.


(12) De acuerdo a los citados incisos a) y b) del artículo 5 de la Ley del Mercado de Valores.

113
Carlos Chirinos Sota

Sobre esto último, el Decreto Supremo N° 011-2010-EF, publicado el


pasado 21 de enero de 2010, señaló que los intereses y ganancias de capi-
tal provenientes de bonos que al 9 de marzo de 2007 gozaban de alguna
exoneración son los que se encuentran comprendidos en la inafectación a
partir del 1 de enero de 2010.

Con esto, nótese que si fuera el caso, y alguna empresa estuviese go-
zando de los intereses exonerados con motivo de valores mobiliarios, ya
sea por oferta pública o privada, a partir de este ejercicio no lo conside-
rará así, debiendo evaluar las adicionales consecuencias en el cálculo del
gasto financiero relacionado a intereses no gravados, conforme al segun-
do párrafo del inciso a) del artículo 37 de la LIR; así como en el cálculo
del gasto inherente a renta no gravada, de acuerdo al inciso p) del artículo
21 del Reglamento de la LIR anteriormente citado.

3. Intereses provenientes de financiamientos al Sector Pú-


blico se encuentran inafectos en determinados y específi-
cos supuestos
Finalmente, el inciso h) del artículo 19 de la LIR, vigente hasta el 31
de diciembre de 2009, señalaba que se encontraban exonerados los inte-
reses y demás ganancias provenientes de créditos concedidos al Sector
Público Nacional. A partir del 1 de enero de 2010, este inciso es deroga-
do, y es incorporado como inciso h) del artículo 18 de la LIR el siguiente
texto, señalando que se encuentran inafectos:

“Los intereses y ganancias de capital provenientes de bonos emi-


tidos por la República del Perú (i) en el marco del Decreto Su-
premo N° 007-2002-EF(13), (ii) bajo el programa de Creadores de
Mercado o el mecanismo que lo sustituya(14), o (iii) en el mercado
internacional a partir del año 2002; así como los intereses y ga-
nancias de capital provenientes de obligaciones del Banco Central

(13) Decreto Supremo N° 007-2002-EF: “Autorizan emitir bonos soberanos a fin de promover el mercado de
capitales y contribuir con el fortalecimiento de la economía nacional”.
(14) El Programa de Creadores del Mercado fue aprobado mediante Decreto Supremo N°  137-2005-EF, y
beneficia fundamentalmente a las entidades bancarias y financiera locales que hayan adquirido bonos
soberanos a través del cumplimiento de ciertos requisitos.

114
Intereses y gastos financieros

de Reserva del Perú, salvo los originados por los depósitos de en-
caje que realicen las instituciones de crédito (…)”.

Además de la ya mencionada recalificación del ingreso de exonerado


a inafecto, es importante anotar que la disposición anterior era sumamen-
te amplia, incluyendo cualquier ingreso proveniente de créditos que se
otorguen al sector público nacional. Ahora, la nueva redacción se encuen-
tra referida únicamente a tres supuestos de intereses o ganancias de capi-
tal, provenientes de: i) Bonos del Estado emitidos en el marco del Decre-
to Supremo N° 007-2002-EF; ii) Bonos del Estado emitidos de acuerdo
al Programa de Creadores de Mercado; y iii) Bonos del Estado emitidos
en el mercado internacional a partir del año 2002. Se incluyen los intere-
ses y ganancias de capital provenientes de obligaciones del Banco Cen-
tral de Reserva del Perú.

Ahora bien, ni los intereses o ganancias de capital provenientes de


bonos estatales emitidos por programas distintos a los mencionados, ni
los intereses de cualquier financiamiento al Estado, distintos de los ex-
presamente citados, podrá gozar de la inafectación. Nótese que muchas
empresas han adquirido bonos soberanos bajo supuestos distintos a los
citados en el transcurso de diversos ejercicios, por lo que, de ser el caso,
a partir del 1 de enero de 2010, estas empresas deberán considerar los
ingresos como gravados, debiendo ser conscientes de su nueva función
en el cálculo que efectúen de acuerdo al ya mencionado tantas veces pro-
cedimiento de prorrata según el inciso p) del artículo 21 del Reglamento
de la LIR.

Tratándose de los supuestos expresamente señalados en el párrafo


precedente al anterior, si bien hasta el 2009 estos ingresos eran considera-
dos exonerados, su consideración como inafectos a partir de este ejercicio
no implica una modificación en el cálculo de la prorrata, sino simplemen-
te en su función dentro del citado cálculo, pues siempre se ha considera-
do como no gravado (sólo que hasta el 2009 como exonerados y ahora
como inafectos).

II. GASTOS FINANCIEROS


Como hemos adelantado, tratándose de gastos financieros (aquellos
que incluyen, por ejemplo, los intereses que son pagados por préstamos

115
Carlos Chirinos Sota

solicitados), existe un procedimiento regulado en el segundo párrafo del


inciso a) del artículo 37 de la LIR. Así, conviene recordar el principio de
causalidad con el propósito de precisar este cálculo.

Para que un gasto se considere deducible a fin de poder determinar


la renta neta de tercera categoría, necesariamente deberá cumplir con el
denominado “Principio de Causalidad”, el cual se encuentra regulado en
el primer párrafo del artículo 37 de la LIR. Se señala que para establecer
la renta neta de tercera categoría se deducirá de la renta bruta los gastos
necesarios para producirla y mantener su fuente, en tanto la deducción
no esté expresamente prohibida por la Ley. Como señala García Mullín,
“(…) en forma genérica, se puede afirmar que todas las deducciones
están en principio regidas por el principio de causalidad, o sea que solo
son admisibles aquellas que guarden una relación causal directa con la
generación de la renta o con el mantenimiento de la fuente en condicio-
nes de productividad(15).

Es así que, el ya citado segundo párrafo del inciso a) del artículo 37


de la LIR es finalmente una derivación específica del mencionado princi-
pio, permitiendo a las empresas la deducción del gasto financiero única-
mente en cuanto exceda el total de ingresos financieros que una empresa
ubicada en nuestro país pueda obtener. Se entiende que los gastos finan-
cieros, por debajo del importe de los intereses financieros (exonerados e
inafectos), se encuentran destinados a la generación de estos últimos.

En cualquier caso, la modificación introducida a partir de este ejer-


cicio está dada por la inclusión de los ingresos financieros inafectos y no
solo los exonerados, como hasta el ejercicio anterior. Aquí deberán ser
incluidos, por ejemplo, los comentados intereses que generen los bonos
del Estado emitidos en los específicos supuestos regulados en el inciso h)
del artículo 18 de la LIR vigente.

Prorrata de Bancos y Entidades Financieras


Por otro lado, es de suma importancia explicar brevemente el cam-
bio introducido en el cálculo del gasto financiero relacionado a ingresos

(15) GARCIA MULLIN, Juan Roque. Manual del Impuesto a la Renta. Santo Domingo, 1980; p. 122.

116
Intereses y gastos financieros

financieros no gravados en el caso de empresas bancarias. El texto vigen-


te hasta el ejercicio 2009 señalaba lo siguiente (tercer párrafo del inciso
a) del artículo 37 de la LIR):

“Tratándose de bancos y empresas financieras, deberá establecer-


se la proporción existente entre los ingresos financieros gravados
e ingresos financieros exonerados y deducir como gasto, única-
mente, los cargos en la proporción antes establecida para los in-
gresos financieros gravados”.

Ahora bien, la redacción del mismo inciso a partir del presente ejer-
cicio es la siguiente:

“Tratándose de bancos y empresas financieras, deberá establecer-


se la proporción existente entre los ingresos financieros gravados
e ingresos financieros exonerados e inafectos y deducir como
gasto, únicamente, los cargos en la proporción antes establecida
para los ingresos financieros gravados”.

Esto es coherente con la consideración de conceptos relacionados por


intereses por bonos del Estado como inafectos, pues las entidades banca-
rias concentran una parte importante de sus ingresos financieros precisa-
mente en los intereses por financiamientos al sector público, ya sea como
rendimientos de bonos emitidos por el Estado o a través de los Certifi-
cados que emite el Banco Central de Reserva (BCR). En la práctica, el
cálculo que efectúan los bancos no se modificará sustancialmente, salvo
en lo que se relacione directamente a la consideración de los ingresos no
incluidos en el inciso h) del artículo 18 de la LIR vigente.

Resulta ilustrativo lo señalado en la exposición de motivos respecto


de la inclusión de la regla de prorrata citada y su modificación, para in-
cluir los ingresos inafectos:

“(…) dado que la eliminación del tercer párrafo del inciso a) del
artículo 37 de la LIR no tuvo en cuenta qué parte de los ingresos
financieros generados por los bancos y otras entidades financieras
pasaban de exoneradas e inafectas, resulta conveniente mantener
la regla de prorrata prevista y, en todo caso, ajustar la norma para
incluir los ingresos inafectos”.

117
Carlos Chirinos Sota

Esta cita de la exposición de motivos tiene sentido en tanto se había


proyectado inicialmente la eliminación del cálculo de gastos financieros
deducibles para los bancos, pero luego se incluyó la prorrata sin la refe-
rencia a los ingresos inafectos. En la redacción final se incluyó la referen-
cia a los ingresos inafectos, haciendo posible que sean considerados en el
cálculo los intereses, por ejemplo, provenientes de bonos emitidos por el
Estado en el marco del Programa de Creadores del Mercado.

Es así que, la modificación y referencia expresa a los ingresos inafec-


tos concilia adecuadamente el cálculo de la prorrata de gastos financieros
y la consideración de los intereses por bonos estatales, por ejemplo, como
inafectos. De no haberse incluido a los ingresos inafectos, el coeficiente
que arroje el cálculo sería mayor y mayor sería también el importe del
gasto financiero que sea aceptado. Esto último no hubiese sido conve-
niente para las arcas fiscales.

III. INSTRUMENTOS DERIVADOS


Como se sabe, hasta el ejercicio 2006 no existía regulación respec-
to del tratamiento tributario de los instrumentos derivados. A partir del
ejercicio 2007, entró en vigencia el Decreto Legislativo N° 970, el cual
incorporó el artículo 5-A a la LIR, desarrollándose el esquema a aplicar a
los derivados desde dicha oportunidad.

No es el objetivo de estas líneas explicar los diversos aspectos prácti-


cos que se pueden desprender del mencionado tratamiento, en tanto úni-
camente es nuestra tarea resaltar las modificaciones incorporadas en este
tema a partir del 2010. En ese contexto, podemos señalar que los instru-
mentos financieros derivados son contratos que involucran a contratantes
que ocupan posiciones de compra o de venta y cuyo valor deriva del mo-
vimiento en el precio o valor de un elemento subyacente que le da origen.
Corresponden a los que, conforme a las prácticas financieras generalmen-
te aceptadas, se efectúan bajo el nombre de: contratos forward, futuros,
opciones, swaps financieros y la combinación que resulte de los antes
mencionados y otros híbridos financieros.

A decir de Asiaín, la definición “derivaties” se identifica con un tér-


mino genérico usado para mencionar una amplia gama de instrumentos
financieros cuyo valor depende o deriva del valor de los bienes en que se

118
Intereses y gastos financieros

ha pactado la operación financiera. Calgano, por su parte, dice que prin-


cipalmente están dirigidos al desplazamiento del riesgo incluyendo a los
contratos a futuro y forwards, las opciones y los contratos dobles de com-
pensación, swaps, caps, floors, y los bienes sobre los cuales se operan
acciones, bonos, divisas, commodities, dinero, etcétera(16).

En este sentido, si una empresa para realizar las operaciones com-


prendidas dentro de su giro de negocio, requiere de una gran inversión y
como tal necesita adquirir en un plazo determinado un número de activos
susceptibles de generarle posteriores ingresos, como por ejemplo, barriles
de petróleo (commodities), puede efectuarlo a través de un instrumento
financiero derivado, bajo los términos explicados(17).

Asimismo, es necesario recordar que un instrumento financiero deri-


vado tiene fines de cobertura cuando contribuye razonablemente a elimi-
nar, atenuar o evitar el riesgo debido a la variación del precio de determi-
nado activo, bien, obligación o pasivo de una operación(18). Ahora bien,
cabe recordar el tratamiento vigente hasta el 31 de diciembre de 2009:

(16) Estas citas han sido efectuadas por Giuliani Fonrouge. Ver: GIULIANI FONROUGE, Carlos M. y CA-
MILA NAVARRINE, Susana. Impuesto a las Ganancias. Análisis de Doctrina y Jurisprudencia. Cuarta
edición, Lexis Nexis, 2007. p. 117.
(17) De acuerdo a lo explicado por Gastañadui Espinoza, “un Derivado es un instrumento financiero origi-
nado en una relación contractual, cuyo contenido es una obligación o un derecho respecto a un flujo
de dinero, con un contenido de valor que se encuentra estructurado sobre la base de la evolución de
la cotización de mercado de un referente denominado elemento subyacente (bienes, servicios, valores
mobiliarios o índices determinados); de él deriva, y es por ello que se le denomina contrato derivado. El
resultado de la evolución de los precios de este elemento subyacente, especificado en calidad y cantidad,
deberá ser entregado (es decir, un monto en efectivo, no el subyacente ya que este solo cumple la función
de referente de valor) en una fecha prefijada y de acuerdo a un sistema de cálculo de la suma a pagar,
determinado en el mismo contrato derivado”. Citado por MANINI CHUNG, Jorge. “Instrumentos Finan-
cieros Derivados”. En: Revista N° 33. Instituto Peruano de Derecho Tributario, p. 7.
(18) El inciso b) del artículo 5-A de la LIR señala que: “Los Instrumentos Financieros Derivados celebrados
con fines de cobertura son aquellos contratados en el curso ordinario del negocio, empresa o actividad
con el objeto de evitar, atenuar o eliminar el riesgo, por el efecto de futuras fluctuaciones en precios de
mercaderías, commodities, tipos de cambios, tasas de intereses o cualquier otro índice de referencia, que
pueda recaer sobre:
b.1. Activos y bienes destinados a generar rentas o ingresos gravados con el Impuesto y que sean propios
del giro del negocio.
b.2. Obligaciones y otros pasivos incurridos para ser destinados al giro del negocio, empresa o actividad.
También se consideran celebrados con fines de cobertura los Instrumentos Financieros Derivados que las
personas o entidades exoneradas o inafectas del impuesto contratan sobre sus activos, bienes u obliga-
ciones y otros pasivos, cuando los mismos están destinados al cumplimiento de sus fines o al desarrollo
de sus funciones. Un Instrumento Financiero Derivado tiene fines de cobertura cuando se cumplen los
siguientes requisitos:

119
Carlos Chirinos Sota

ü Sujetos domiciliados en el país:


- Tratándose de instrumentos con fines de cobertura (no de es-
peculación), los resultados generarán renta de fuente peruana
siempre que los activos o pasivos que reciben la cobertura
generen renta de fuente peruana. Si los activos o pasivos ge-
neran renta de fuente extranjera, entonces el resultado segui-
rá la suerte de dicho subyacente.
- Tratándose de instrumentos con fines de especulación, los re-
sultados siempre generarán renta de fuente peruana.
ü Sujetos no domiciliados en el país:
- Los resultados obtenidos por no domiciliados en cualquier
caso generan renta de fuente extranjera. Esto suponía, hasta
el ejercicio 2009, que los no domiciliados no efectúan pago
de impuesto a la renta alguno en nuestro país, sea cual sea
el resultado que obtengan y aun cuando el derivado sea de
especulación.
Ahora bien, con vigencia desde el 1 de enero de 2010, se ha inclui-
do un párrafo al inciso d) del artículo 10 de la LIR, el cual señala lo
siguiente:

“También se considerarán de fuente peruana, los resultados obte-


nidos por sujetos no domiciliados provenientes de la contratación
de Instrumentos Financieros Derivados con sujetos domiciliados,

1) Se celebra entre partes independientes. Excepcionalmente, un Instrumento Financiero Derivado se


considerará de cobertura aun cuando se celebre entre partes vinculadas si su contratación se efectúa a
través de un mercado reconocido.
2) Los riesgos que cubre deben ser claramente identificables y no simplemente riesgos generales del
negocio, empresa o actividad y su ocurrencia debe afectar los resultados de dicho negocio, empresa o
actividad.
3) El deudor tributario debe contar con documentación que permita identificar lo siguiente:
I. El instrumento Financiero Derivado celebrado, cómo opera y sus características.
II. El contratante del Instrumento Financiero Derivado, el que deberá coincidir con la empresa, persona
o entidad que busca la cobertura.
III. Los activos, bienes y obligaciones específicos que reciben la cobertura, detallando la cantidad, mon-
tos, plazos, precios y demás características a ser cubiertas.
IV. El riesgo que se busca eliminar, atenuar o evitar, tales como la variación de precios, fluctuación del
tipo de cambio, variaciones en el mercado con relación a los activos o bienes que reciben la co-
bertura o de la tasa de interés con relación a obligaciones y otros pasivos incurridos que reciben la
cobertura”.

120
Intereses y gastos financieros

cuyo subyacente esté referido al tipo de cambio de la moneda


nacional con alguna moneda extranjera y siempre que su plazo
efectivo sea menor al que establece el Reglamento, el que no
podrá exceder de ciento ochenta días”.

Como se puede apreciar, se quiebra con la regla por la cual los no


domiciliados no se encontraban sujetos al Impuesto a la Renta peruano
en ningún caso, estableciéndose ahora que únicamente se encontrará gra-
vado con este impuesto el resultado que obtenga un no domiciliado pro-
ducto de un derivado que tenga como subyacente el tipo de cambio. La
exposición de motivos no señala las razones que inspiraron al legislador
a incluir una regla como la antedicha, sin embargo, es posible considerar
que se busca de algún modo promover el uso de la moneda nacional en
operaciones de esta naturaleza.

Se debe agregar que se encuentra pendiente la norma reglamentaria a


que se hace referencia en la norma legal citada, de tal forma que sea apli-
cable a partir de su entrada en vigencia, a los contratos que se celebren
con posterioridad a esta fecha, conforme a lo dispuesto en la Primera Dis-
posición Complementaria Final de la Ley N° 29492.

Un aspecto que no es desarrollado expresamente es que la retención,


de ser el caso, deberá ser efectuada en el periodo que se efectúe el pago
al sujeto no domiciliado del diferencial producto de la liquidación del
instrumento, tratándose de empresas, con la tasa de 30%.

IV. FONDOS MUTUOS DE INVERSIÓN EN VALORES


Los Fondos Mutuos de Inversión en Valores (en adelante, los Fon-
dos) son una herramienta de inversión, en la que una empresa, denomi-
nada Administradora, utiliza los recursos de terceros que le fueron entre-
gados invirtiéndolos en un grupo de acciones (portafolio) y los vende o
explota en un paquete, correspondiéndole a cada participante (real inver-
sionista) su parte debida (valor cuota) según su nivel de inversión(19).

(19) De acuerdo a la Ley del Mercado de Valores (artículo 238), un fondo mutuo de inversión en valores
es un patrimonio integrado por aportes de personas naturales y jurídicas para su inversión predomi-
nantemente en valores de oferta pública. El fondo mutuo es administrado por una sociedad anónima

121
Carlos Chirinos Sota

Hasta el 31 de diciembre de 2002, los fondos eran considerados


como personas jurídicas para efectos del Impuesto a la Renta, debiendo
tributar por la renta generada, como cualquier empresa. Asimismo, la dis-
tribución de beneficios o ganancias provenientes de certificados de par-
ticipación en dichos fondos, no se computaban para la determinación de
la renta neta imponible de sus partícipes. Posteriormente, a través de la
Primera Disposición Transitoria y Final de la Ley N° 27804, la cual entró
en vigencia el 1 de enero de 2003, se derogó el inciso j) del artículo 14
de la LIR, Decreto Legislativo N°  774, el cual incluía a los fondos de
inversión bajo la categoría de personas jurídicas. En ese sentido, a partir
del ejercicio 2003, los Fondos son “transparentes” para efectos del im-
puesto, siendo que la calidad de contribuyente recae en sus partícipes o
inversionistas.

En efecto, constituyen para todo efecto tributario, instrumentos finan-


cieros transparentes, esto es, la renta que generen estas inversiones son
atribuidas directamente a los partícipes e inversionistas, debiendo el Ad-
ministrador efectuar la retención del Impuesto a la Renta en la medida
que se cumplan los supuestos que señala la LIR.

En ese contexto, un aspecto que es importante en materia de los fon-


dos es el perfeccionamiento del esquema de atribución, considerando si
el beneficiario es un sujeto domiciliado que obtiene rentas de tercera ca-
tegoría o de segunda, y si el beneficiario es un sujeto no domiciliado. En
cada supuesto se regula el preciso momento en que se debe efectuar la
atribución por parte de Administrador del Fondo, a partir del 2010.

La ley vigente hasta el 31 de diciembre de 2009 señalaba que el mo-


mento de la atribución debe efectuarse al cierre del ejercicio (devenga-
do), situación que no es aplicable, tratándose de rentas de segunda ca-
tegoría. Ahora el esquema se detalla, señalándose que en caso de rentas
de segunda categoría y rentas y pérdidas netas de fuente extranjera, se
considerará la atribución en el momento en que se produzca la redención

denominada sociedad administradora de fondos mutuos de inversión en valores, quien actúa por cuenta y
riesgo de los partícipes del fondo.
Asimismo, de acuerdo al artículo 239, el patrimonio del fondo mutuo está dividido en cuotas de caracte-
rísticas iguales representadas por certificados de participación emitidos por la sociedad administradora en
nombre del fondo, los que pueden adoptar la forma de títulos o anotaciones en cuenta.

122
Intereses y gastos financieros

o el rescate parcial o total de valores mobiliarios o cuando las rentas sean


percibidas por el beneficiario. Tratándose de rentas y pérdidas de la ter-
cera categoría y de fuente extranjera, la atribución se realizará al cierre
de cada ejercicio o cuando se produzca la redención o el rescate parcial
o total de los valores mobiliarios. Finalmente, tratándose de sujetos no
domiciliados, la atribución se realizará cuando se produzca la redención
o el rescate parcial o total de los valores mobiliarios, o cuando las rentas
les sean pagadas o acreditadas.

Este esquema es mucho más preciso y además, algo importante que


es necesario mencionar, es que se permite la compensación de pérdidas, y
adicionalmente, el impuesto que sea retenido será aplicado como crédito
contra el Impuesto a la Renta anual. Es así que el perfeccionamiento del
esquema de este instrumento financiero resulta positivo.

Por excepción, entre el 1 de enero y el 30 de junio de 2010 se per-


mitió que los Fondos no efectúen retención alguna, en tanto procedía un
periodo de adaptación al nuevo esquema. Es así que las personas natura-
les que hayan generado ganancia en el periodo mencionado no habrán su-
frido retención pero debieron regularizar el impuesto en el mes de agosto,
de acuerdo al cronograma de vencimientos mensuales que publica la Ad-
ministración Tributaria(20).

CONCLUSIONES
Ha sido nuestro objetivo resaltar algunos aspectos de las modificacio-
nes a la LIR vigente en el ejercicio 2010, y únicamente sobre los cuatro
temas explicados. Sin lugar a dudas, el esquema de la LIR promueve in-
teresantes puntos de vista y seguramente la práctica aperturará un espacio
amplio para la discusión de los nuevos temas que trae el impuesto para el
2010. Nuestra intención solamente ha sido mostrar lo relevante de cuatro
de los varios temas que han implicado modificaciones para este ejercicio.

(20) Con fecha 23 de julio de 2010 se publicó la Resolución de Superintendencia N° 211-2010/SUNAT, que
estableció las normas para facilitar el pago del Impuesto a la Renta por rentas percibidas de enero a junio
de 2010 originadas en la redención o rescate de valores mobiliarios emitidos por fondos mutuos de inver-
sión en valores o el retiro de aportes.

123
Carlos Chirinos Sota

La determinación del Impuesto a la Renta por parte de las empresas


(y, por qué no, de las personas naturales) tendrá un conjunto de aspec-
tos importantes y novedosos a ser tratados hacia finales de este ejercicio,
proponiendo en cada caso, de acuerdo al sector que se trate, un amplio
espacio para la discusión e incluso para cuestiones que no han sido debi-
damente enfocadas hasta el momento. Los temas que estas líneas nos han
permitido explicar brevemente tienen una importancia de alto grado en el
conjunto de todos los sectores; salvo claro está, lo referente a la prorra-
ta de los bancos y entidades financieras, que es un tema puntual de este
sector.

124
6
Darío Paredes Bermúdez

La regulación sobre operaciones


con instrumentos financieros derivados
La regulación sobre operaciones con
instrumentos financieros derivados
Reflexiones a propósito de la normativa
vigente y las últimas modificaciones
incorporadas al impuesto a la renta

Darío Paredes Bermúdez(*)(**)

El uso de los Instrumentos Financieros Derivados (IFD) ha ido incremen-


tándose en el mercado nacional, por los beneficios que conllevan en las
transacciones actuales. Sin embargo, su regulación específica en materia
tributaria puede decirse que es reciente, pues es a partir del Decreto Legis-
lativo N° 970, publicado en diciembre de 2006, que se incorporó una legis-
lación específica sobre estos instrumentos en las normas del impuesto a la
renta. Así, en el presente artículo, el autor no solo explica el funcionamien-
to de las distintas modalidades de los IFD que se encuentran reguladas
en nuestra legislación, sino también analiza el régimen del impuesto a la
renta surgido a partir del uso de estos instrumentos. Asimismo, se analizan
las recientes modificaciones sobre el tema que se dieran mediante la Ley
N° 29492, publicada el 31 de diciembre de 2009.

INTRODUCCIÓN
En ocasiones, las operaciones realizadas en el mercado son situa-
ciones específicas o transacciones poco comunes, cuya posibilidad de
repetirse en la práctica –dadas las particulares condiciones en que se

(*) Abogado egresado de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Actualmente se desempeña como gerente
de la práctica de Impuestos de Ernst & Young en el Perú.
(**) Los comentarios y/u opiniones vertidos en el presente artículo son de exclusiva y personal responsabi-
lidad del autor como parte de un encargo académico y de carácter general. El autor desea agradecer la
valiosa colaboración de Alexandra Campos en la elaboración de este artículo.

127
Darío Paredes Bermúdez

ejecutaron– es bastante limitada. Es por ello, que la regulación de la ma-


teria –comercial, financiera o fiscal– no establece disposiciones especí-
ficas para determinar el tratamiento de este tipo de situaciones, siendo
necesario que los actores del correspondiente negocio deban integrar nor-
mas generales, jurisprudencia, doctrina, entre otras, para realizar un aná-
lisis razonable del mismo y así establecer las respectivas reglas de juego.

Visto de esta manera, cuando el legislador establece regulaciones es-


peciales para determinadas operaciones, con tal acción muestra claramen-
te que estas han tomado –o van tomando– una singular importancia en
el mercado, haciendo necesaria la activa participación del máximo ente
regulador (el Estado) para establecer reglas claras o directrices sobre sus
consecuencias jurídicas y fiscales. Tal es el caso de los Instrumentos Fi-
nancieros Derivados (IFD), como veremos en el presente artículo.

En efecto, es común observar de la lectura de estadísticas, ar-


tículos y comentarios de especialistas que aun cuando los IFD se en-
cuentran lejos de poder ser considerados como operaciones nuevas
en el mercado internacional(1), la negociación de dichos instrumentos

(1) Al respecto, el Mercado Mexicano de Derivados (Mexder) en su página web <www.mexder.com.mx>


hace una breve síntesis del origen de estas operaciones, que es bastante interesante.
Así, entre otras operaciones de derivados, los contratos de futuros se pactaban ya a principios del siglo
XIX, entre agricultores y comerciantes de granos de Chicago. En tanto la producción de las granjas a ori-
llas del lago Michigan estaba expuesta a bruscas fluctuaciones de precios, los productores y comerciantes
comenzaron a celebrar acuerdos de entrega a fecha futura, a un precio predeterminado.
Este tipo de operaciones, llevó en 1848 a que se estableciera el Chicago Board of Trade (CBOT), para
estandarizar la cantidad y calidad del grano de referencia. En 1865 se negociaron en el CBOT los prime-
ros contratos de futuro estandarizados.
Por otro lado, el mercado de futuros financieros surgió formalmente en 1972, cuando el Chicago Mer-
cantile Exchange (CME) creó el International Monetary Market (IMM), una división destinada a operar
futuros sobre divisas. Otro avance importante se produjo en 1982, cuando se comenzaron a negociar
contratos de futuro sobre el índice de Standard & Poor’s y otros índices bursátiles, casi simultáneamente
en Kansas City, Nueva York y Chicago.
A su vez, el mercado de opciones habría tenido sus inicios a principios del siglo XX. El mercado formal
de opciones se originó en abril de 1973, cuando el CBOT creó una bolsa especializada en este tipo de
operaciones, el The Chicago Board Options Exchange (CBOE).
A mediados de la década de los años 80, que el mercado de futuros, opciones, warrants y otros produc-
tos derivados tuvo un desarrollo considerable y, en la actualidad, los principales centros financieros del
mundo negocian con este tipo de instrumentos. A finales de esa década, el volumen de acciones de refe-
rencia en los contratos de opciones vendidos cada día, superaba al volumen de acciones negociadas en el
New York Stock Exchange (NYSE).
Es a partir de 1972 cuando comenzaron a desarrollarse los instrumentos derivados financieros, cuyos ac-
tivos de referencia son títulos representativos de capital o de deuda, índices, tasas y otros instrumentos fi-
nancieros. Los principales derivados financieros son: futuros, opciones, opciones sobre futuros, warrants
y swaps. Sobre este tipo de operaciones, volveremos más adelante.

128
La regulación sobre operaciones con instrumentos financieros derivados

ha venido creciendo a nivel mundial en los últimos años, en forma


exponencial(2).

El Perú no ha sido ajeno a dicha tendencia, pues el mercado de estos


productos se ha ido expandiendo significativamente, desligándose de
aquellos sectores de la economía donde anteriormente su uso era más tra-
dicional (i.e. petróleo o minería) y abarcando entidades de otros rubros,
que ven igualmente en estos productos una excelente oportunidad para
administrar riesgos y proteger sus operaciones.

De esta manera, en el mercado peruano actual encontramos el uso de


IFD en sus estructuras “tradicionales” (i.e. forward, swaps) o más com-
plejas si así lo requieren los usuarios (i.e. swapoptions, collars), donde la
intervención de contrapartes del exterior es también común.

En este contexto, a partir del año 2007, a través del Decreto Legis-
lativo N°  970 se incorpora una legislación específica sobre IFD en las
normas del Impuesto a la Renta, la cual a la fecha ya ha sufrido diversos
cambios a pesar del corto tiempo que tiene en aplicación.

Es así que, recientemente, la Ley N° 29492 y la norma que modifica


el Reglamento del TUO de la Ley del Impuesto a la Renta, el Decreto
Supremo N°  011-2010-EF, establecieron un nuevo supuesto de renta de
fuente peruana, al incluir un gravamen a los resultados obtenidos por su-
jetos no domiciliados por IFD, cuyo subyacente es el tipo de cambio de
moneda nacional. Tales disposiciones se encuentran en vigencia a partir
del 2010 y las comentaremos a detalle más adelante.

Atendiendo a la complejidad del tema, hemos considerado conve-


niente situar al lector en el marco general de los IFD, en qué consisten
y cuáles son las modalidades más comunes, para luego pasar a revisar

(2) En 1997 se operaban en el mundo 27 trillones de dólares en productos derivados, en tanto el valor de
capitalización de las bolsas de valores alcanzaba los 17 trillones de dólares. Es decir, la negociación de
derivados equivalía a 1.6 veces el valor de los subyacentes listados en las bolsas del mundo. Actualmen-
te, según información estimada por José Viñals, director del Departamento de Mercados Monetarios y
Capital del FMI, en noticia de la Agencia Reuters del 20 de abril de 2010, el monto de operaciones con
derivados se estima en US$ 600 trillones de dólares.
En la publicación ISDA (International Swaps and Derivatives Association) Research Notes, Number 2,
2009, dicha entidad señala que aproximadamente el 94% de las empresas más grandes del mundo utili-
zan operaciones de derivados, de manera “rutinaria”.

129
Darío Paredes Bermúdez

conjuntamente su regulación en las normas del Impuesto a la Renta, así


como las modificaciones incorporadas a partir de este año.

I. ¿QUÉ SON LAS OPERACIONES CON INSTRUMENTOS


FINANCIEROS DERIVADOS?
• Definición
1. La Asociación Internacional de Swaps y Derivados (ISDA, por
sus siglas en inglés) define a los contratos de derivados, como acuerdos
de transferencia de riesgo donde el valor de estos se origina en un activo
subyacente, este puede ser un commodity, una tasa de interés, acciones de
una empresa, acciones indexadas, moneda o virtualmente cualquier otro
concepto negociable que dos partes puedan acordar(3).

Estos contratos no requieren de una inversión neta inicial (o


en todo caso dicha inversión es mínima) y se liquidan en una fecha
determinada(4).

Debemos resaltar que los contratos de derivados llevan implícita


una incertidumbre en cuanto a la variación del precio del activo, llamado
“riesgo de precio”, que todo inversor asume bien cuando posee ya ese ac-
tivo y una caída de su valor le produce pérdidas, o bien cuando en lugar
de realizar su compra hoy, prefiere esperar un tiempo confiando que su
precio va a caer y finalmente evoluciona al alza, teniendo que pagar más
que si lo hubiera adquirido al principio.

En ese sentido, las partes involucradas en los contratos de deriva-


dos deciden asumir estos riesgos de precios al momento de celebrar sus
acuerdos, con la expectativa de obtener una ganancia en la liquidación de
la transacción. Sin embargo, como veremos más adelante, esto no debe
ser entendido como una intención puramente especulativa de los IFD,

(3) Información obtenida de la página web oficial de la ISDA: <www.isda.org>.


(4) Elementos recogidos en la NIC 39: Instrumentos Financieros, Reconocimiento y Valoración.

130
La regulación sobre operaciones con instrumentos financieros derivados

puesto que solo el contexto en que lo adquiere un usuario podrá determi-


nar dicho carácter especulativo o no(5).

Es importante indicar que, además del riesgo de precio mencionado,


las operaciones con derivados tienen otros riesgos implícitos, como es el
“riesgo de contraparte”, el cual supone que durante la vigencia del de-
rivado, si bien se puede generar una pérdida o una ganancia para cual-
quiera de las partes, si por alguna razón la parte perdedora no cumple su
obligación contractual, tal acción le generaría igualmente una pérdida a
quien debió obtener un beneficio en la transacción.

También existe el denominado “riesgo operativo”, como es la posi-


bilidad de incurrir en pérdidas por deficiencias, fallas o inadecuaciones,
en el recurso humano, los procesos, la tecnología, la infraestructura o por
la ocurrencia de acontecimientos externos, entre otros. Lo expuesto sirve
para graficar, en forma general, la existencia de un riesgo en toda opera-
ción con IFD, característica que es ciertamente intrínseca a su naturaleza.

2. Ahora, es importante diferenciar entre el mercado del activo sub-


yacente y el de los contratos derivados, pues ambos no se transan en el
mismo mercado y la transferencia de uno no va ligado indefectiblemen-
te con la transferencia del otro como ocurre, por ejemplo, cuando en un
contrato de arrendamiento financiero el arrendador cede su posición con-
tractual a un tercero, pues la citada cesión implica que este se desprenda
también de la propiedad del bien materia de dicho arrendamiento.

Así, el mercado del activo subyacente es también conocido como


mercado spot, o mercado real o físico, donde los citados activos son tran-
sados y entregados en forma inmediata al pago del precio respectivo,
según sea el caso.

En oposición, en el mercado de los derivados puede o no llegarse a


hacer efectiva la entrega del activo subyacente y solo realizarse la liqui-
dación financiera del contrato sobre las diferencias resultantes entre las
posiciones asumidas en este y la fluctuación de los precios, sea en forma

(5) Como veremos más adelante, este elemento resulta de suma importancia para determinar las implican-
cias fiscales de la operación de derivados.

131
Darío Paredes Bermúdez

efectiva al vencimiento o mediante el cierre de posiciones antes del


mismo(6).

Siguiendo con los mercados de derivados, es generalmente aceptado


que estos se dividen en dos categorías: en primer lugar, los “mercados de
mutuo acuerdo” o “sobre la mesa” (“over the counter”) donde los térmi-
nos de las operaciones son determinadas por el acuerdo privado de las
partes y las necesidades de estas, donde los contratos no son materia de
transferencia a terceros (i.e. operaciones de swap).

Por otro lado, encontramos a los “mercados organizados”, general-


mente negociados en bolsas de valores debidamente registradas y re-
guladas, donde se cumplen una serie de características tales como la
tipificación o normalización de los contratos, la transparencia de las coti-
zaciones, el régimen de garantías, la liquidación gradual y final por dife-
rencias. Adicionalmente, cuenta con la cámara de compensación, la cual
sirve como comprador ante todos los vendedores y viceversa, rompiendo
así el vínculo entre comprador y vendedor individual. La intervención de
la cámara de compensación garantiza que en caso de incumplimiento de
cualquier participante, la contraparte no dejará de recibir lo acordado.

Según se observa, la diferencia entre ambos mercados radica, final-


mente, en la existencia de productos previamente determinados –o estan-
darizados–, mientras que en el mercado independiente, las partes tienen
posibilidades de adecuarlos a sus necesidades específicas. Nótese que la
cobertura de riesgos pactada en los términos no estandarizados podría
resultar más costosa, no solo implícita en su diseño y negociación, sino
en las posibles contingencias que pudieran suscitarse en su ejecución,
pues en este no habría un agente garante como si ocurre en los mercados
organizados.

(6) Así, en una operación de forward de divisas –transacción de cambio a futuro mediante la cual una insti-
tución se compromete a comprar o vender divisas a un tipo de cambio específico, siendo obligatorio para
ambas partes–, se puede acordar que este se liquide por compensación (non delivery forward) siendo que
al vencimiento del contrato se compara el tipo de cambio spot (cash) contra el tipo de cambio forward y
el diferencial en contra es pagado por la parte correspondiente.

132
La regulación sobre operaciones con instrumentos financieros derivados

En nuestro medio, el uso de estos contratos estandarizados no se en-


cuentra aún muy difundido, más allá de algunos intentos para comerciali-
zar este tipo de productos (i.e. Bolsa de Productos de Lima).

• Objetivo de las operaciones de IFD


Sin embargo, la pregunta que puede surgir en el lector hasta el mo-
mento es ¿qué ventaja aporta una operación de IFD para las partes in-
volucradas en aquella? ¿No resultaría más conveniente efectuar la ad-
quisición de los bienes en forma directa e inmediata? ¿Para qué, a una
empresa, que ya cuenta con suficientes obligaciones con terceros, podría
interesarle contratar sobre este tipo de operaciones? La respuesta depen-
derá de cuál sea la finalidad por la cual se contrate el IFD.

Como idea general, los derivados se utilizan fundamentalmente con


los siguientes propósitos:

a) Cobertura: que implica cubrirse frente a los riesgos de mercado


(se transfiere el riesgo), lo que también se conoce como hedge. De esta
manera, las empresas pueden reducir o incrementar el riesgo de tener en
propiedad bienes que se comercializan en el mercado spot y cuyos pre-
cios fluctúan(7).

En ese sentido, la principal función de los derivados es servir de


cobertura ante fluctuaciones de precio de los subyacentes, por lo que se
aplican preferentemente a:

• Portafolios accionarios, para evitar que se vean afectados como


consecuencia de la volatilidad de estos.

• Obligaciones contraídas a tasa variable (i.e. créditos a tasa


flo-tante).

(7) Tal es el caso de un importador que debe hacer un pago en dólares a un proveedor extranjero en 60 días
y quiere evitar el riesgo de subida del precio del dólar en dicho espacio de tiempo, puede comprar desde
hoy a través de un contrato derivado (i.e. forward) las divisas que necesitará en el futuro, asegurando y
conociendo de antemano el costo de dicha importación.

133
Darío Paredes Bermúdez

• Pagos o cobranzas en moneda extranjera a un determinado plazo


(i.e. importadores que requieran dar cobertura a sus compromisos
de pago en divisas).

• Planeamiento de flujos de efectivo.

Nótese que las actividades descritas previamente consisten en pro-


teger a las actividades propias del giro del negocio, de cualquier riesgo
de posible ocurrencia en la realización de estas. Como veremos más ade-
lante, determinar claramente cuál es el riesgo que se está cubriendo tiene
una importancia fundamental en las implicancias fiscales de las citadas
transacciones en nuestro país.

b) Especulativa: que busca obtener beneficios con base en el com-


portamiento de los precios de los subyacentes (se asume o amplifica un
riesgo). En estos casos, el interés de los inversionistas radica en nego-
ciar exclusivamente con derivados antes que con bienes físicos, buscando
obtener beneficios de dicha negociación. En otras palabras, a diferencia
de la cobertura, en la especulación se busca lucrar con el derivado en sí
mismo, pues no hay un riesgo preexistente(8).

Según se observa de lo expuesto, la función de los instrumentos deri-


vados dependerá finalmente, de la intención del usuario y de la aversión
al riesgo o de la propensión al mismo que este tenga. El mercado local
ofrece ambos tipos de operaciones (cobertura o no), siendo lo usual en el
medio es que se celebre estos contratos con la finalidad de proteger deter-
minados riesgos de negocio.

• Clases de derivados
Los derivados más comunes son los contratos de forwards, futuros,
opciones y swaps. Ahora, dada la complejidad de las necesidades de los
usuarios, existen otros contratos derivados que son producto de la combi-
nación de aquellos mencionados previamente (i.e. caps, floors y collars).

(8) Un ejemplo de este último uso de los instrumentos derivados es si un agente del mercado espera que el
precio del dólar suba dentro de 180 días, puede comprar dólares a futuro para obtener una utilidad, si su
expectativa se cumple. Nótese que en este caso, a diferencia del anterior, la citada compra no se encuen-
tra relacionada a otra operación realizada por el usuario, lo cual evidencia su intención especulativa.

134
La regulación sobre operaciones con instrumentos financieros derivados

En cualquiera de estos casos, los elementos subyacentes pueden com-


prender tanto a elementos financieros como no financieros.

Al respecto, y según indicamos previamente, los mercados de de-


rivados se clasifican en organizados y OTC. Entre las operaciones que
se negocian en mercados organizados, se encuentran principalmente los
contratos de futuros.

En los mercados OTC se negocian principalmente los swaps u opera-


ciones de permuta financiera, que es en este caso, el instrumento financie-
ro a desarrollar en el presente trabajo, las operaciones a plazo (contratos
forwards ) y las opciones OTC, entre las que se incluyen los caps, floors,
collars y swaptions.

Al respecto, las características más saltantes de este tipo de contratos


son las siguientes:

Ø Un contrato de futuros es un acuerdo, negociado en una bolsa o


mercado organizado, que obliga a las partes contratantes a com-
prar o vender un número de bienes o valores en una fecha futura,
pero con un precio establecido de antemano.

Así, quien compra contratos de futuros, adopta una posición


“larga”, por lo que tiene el derecho a recibir en la fecha de ven-
cimiento del contrato el activo subyacente objeto de la negocia-
ción. Por su parte, quien vende contratos adopta una posición
“corta” ante el mercado, por lo que al llegar la fecha de venci-
miento del contrato deberá entregar el correspondiente activo
subyacente, recibiendo a cambio el pago de la cantidad acordada
en la fecha de negociación del contrato de futuros.

En estos casos, ingresar a un contrato de futuros implica cumplir


con el pago de un depósito de garantía al momento de establecer-
se una posición inicial –larga o corta– en el mercado de futuros;
así como depósitos adicionales para no estar por debajo del mar-
gen de mantenimiento o límite mínimo al cual puede reducirse la
cuenta del inversor.

135
Darío Paredes Bermúdez

Cabe indicar, sin embargo, que a los inversores podría no inte-


resarles efectuar la entrega de los bienes subyacentes, por lo que
prefieren cerrar sus posiciones en los contratos antes que ocurra
su vencimiento.

Ø Un contrato forward es un contrato que establece en el momen-


to de suscribirse la cantidad y precio de un activo subyacente
que será intercambiado en una fecha posterior. A diferencia de
un contrato de futuro, las condiciones pactadas se establecen de
acuerdo a las necesidades específicas de las partes. Este tipo de
operación es bastante común en nuestro medio.

Ø Una opción, es un contrato entre dos partes por el cual una de


ellas adquiere sobre la otra el derecho, pero no la obligación, de
comprarle o de venderle una cantidad determinada de un activo a
un cierto precio y en un momento futuro.

Nótese que a diferencia del caso de los contratos de forwards


y futuros, el tenedor del contrato puede decidir ejecutar o no el
contrato. De otro lado, si bien en el caso de los forwards y futu-
ros se trata de contratos sin costo, en las opciones este si lo tiene,
representado por el valor de la prima que se paga para acceder al
derecho respectivo.

En este tipo de operaciones, el tomador o tenedor de la opción


es quien tiene el derecho de comprar (call option) o vender (put
option) el subyacente.

Ø En los contratos caps, el comprador se protege de todos los au-


mentos de precio por encima de un límite dado (cap), durante el
periodo de vigencia del contrato mediante el pago de comisiones.
Si el precio de mercado sobrepasa el límite establecido, el vende-
dor paga la diferencia entre ambos al comprador. Generalmente,
el subyacente es un tipo de interés.

Ø Los swaps son contratos financieros entre dos partes que acuer-
dan intercambiar flujos de caja futuros de acuerdo a una fórmula
preestablecida. Se trata de contratos hechos “a medida”, es decir,
con el objetivo de satisfacer necesidades específicas de quienes

136
La regulación sobre operaciones con instrumentos financieros derivados

firman dicho contrato. Debido a esto último, se trata de instru-


mentos similares a los forwards, en el sentido de que no se tran-
san en bolsas organizadas.

Respecto de su configuración, los contratos de swaps contienen


especificaciones sobre las monedas en que se harán los intercam-
bios de flujos, las tasas de interés aplicables, así como una de-
finición de las fechas en las que se hará cada intercambio y la
fórmula que se utilizará para ese efecto.

El tipo de swap más común es el de tasas de interés, mediante el


cual se intercambian flujos de intereses de una misma moneda en
ciertas fechas previamente convenidas: Una parte paga flujos de
intereses aplicando una tasa de interés fija sobre un cierto monto
nocional y recibe flujos de intereses aplicando una tasa fluctuante
sobre ese mismo monto nocional. La contraparte recibe los in-
tereses calculados de acuerdo a la tasa fija y paga los intereses a
la tasa fluctuante, sobre el mismo monto y en las mismas fechas.
Normalmente, este tipo de swap se utiliza para transformar flujos
de caja a tasa fija en flujos de caja a tasa fluctuante o viceversa.

Ø Floors se refiere a un instrumento de gestión de riesgo a mediano


y largo plazo, que permite protegerse contra bajas en las tasas de
interés flotantes.

Ø Collar es un producto financiero que al combinar caps y floors,


limita los pagos de un préstamo a tipo de interés flotante, tanto si
este asciende (cap) como si desciende (floor). El collar se forma
comprando un cap y vendiendo un floor, o al contrario.

Ø Los Swapoptions se refieren a una opción sobre un swap, en la


que una de las partes recibirá una prima por estar de acuerdo en
realizar un swap si se produce alguna contingencia.

Es importante mencionar que los contratos explicados previamente


son solo algunos de los que existen en el mercado, puesto que son final-
mente las situaciones y necesidades de los usuarios las que determinan
las estructuras de estos.

137
Darío Paredes Bermúdez

Así, descritos los elementos principales de los IFD, pasemos a desa-


rrollar a continuación cuál es el régimen vigente del Impuesto a la Renta
aplicable a este tipo de instrumentos.

II. EL RÉGIMEN DEL IMPUESTO A LA RENTA APLICABLE


A LOS DERIVADOS EN EL PERÚ
Como un tema previo, es importante mencionar que los contratos
derivados ya contaban con una regulación financiera en la NIC 39: Ins-
trumentos Financieros: Reconocimiento y Medición, la cual se ocupa del
reconocimiento y medición de los títulos financieros, debiendo aplicarse
para el tratamiento contable de operaciones con instrumentos financieros,
así como para la revelación de información de pérdidas contables asocia-
das a dichas partidas. Similar criterio ha sido recogido por la Conasev y
por otras entidades como la Superintendencia de Banca y Seguros - SBS.

En el caso de la legislación del Impuesto a la Renta en el Perú esta


tardó más en establecer disposiciones específicas, pues hasta antes de la
dación del Decreto Legislativo N°  970 –vigente desde el 1 de enero de
2007– no existía regla alguna que regulase los efectos tributarios de los
citados contratos.

Bajo dicha premisa, la determinación del tratamiento tributario de los


contratos derivados celebrados antes de dicha fecha se regía por las nor-
mas generales del citado impuesto lo cual, dada la especialización y com-
plejidad de este tipo de negocios, dio lugar a diversas interrogantes sobre
su correcta aplicación e interpretación (i.e. si se podían generar rentas de
fuente peruana en estas transacciones para las contrapartes no domicilia-
das, tratamiento de las pérdidas provenientes de dichas operaciones).

De este modo, aun cuando no es este el lugar para ahondar en los


vacíos en la legislación del Impuesto a la Renta indicados en el párrafo
precedente –lo cual nos apartaría de los alcances planteados al inicio de
este artículo– basta señalar que el legislador tributario consideró necesa-
rio incorporar una legislación especial para los instrumentos financieros
derivados a partir de dicha fecha, cuyo inicio fue el referido Decreto Le-
gislativo N° 970.

138
La regulación sobre operaciones con instrumentos financieros derivados

Si bien dicha regulación ha sufrido algunos cambios a la fecha –como


aquellos incorporados por la Ley N°  29492 a los cuales nos referiremos
específicamente en el punto siguiente–, el régimen del Impuesto a la Renta
vigente recoge los siguientes elementos principales sobre los IFD:

• Concepto de IFD
El artículo 5-A de la Ley del Impuesto a la Renta establece que los
IFD son contratos que involucran a contratantes que ocupan posiciones
de compra o venta y cuyo valor deriva del movimiento en el precio o
valor de un elemento subyacente que le da origen(9). No requieren de una
inversión neta inicial, o en todo caso dicha inversión suele ser mínima y
se liquida en una fecha predeterminada.

Dicha norma también señala que los instrumentos financieros deriva-


dos a los que se refiere esta disposición son aquellos a los que las prácti-
cas financieras generalmente aceptadas efectúan bajo el nombre de con-
tratos forwards, contratos futuros, contratos de opción, swaps, así como
las combinaciones que resulten de los antes mencionados y otros híbridos
financieros.

Nótese que dicha definición no es otra que aquella comercialmente


aceptada para describir los IFD y a la que hemos aludido en las páginas
previas, lo cual evidencia la intención del legislador de no crear concep-
tos distintos sobre estas operaciones a aquellos generalmente aceptados
por la doctrina financiera, lo cual facilita su entendimiento y análisis a la
generalidad de los usuarios.

• Operaciones con fines de cobertura y sin fines de


cobertura
La Ley del Impuesto a la Renta distingue entre los IFD con fines de
cobertura y sin fines de cobertura. La diferencia es básicamente relevante

(9) Cabe indicar que la disposición transitoria y final quincuagésimo segunda de la Ley del Impuesto a la
Renta, recoge un glosario de términos a efectos de los instrumentos financieros derivados.
En tal sentido, por elemento subyacente se entiende el elemento referencial sobre el cual se estructura
el instrumento financiero derivado y que puede ser financiero (tasa de interés, tipos de cambio, bonos,
índices bursátiles, entre otros), no financiero (productos agrícolas, metales, petróleo, entre otros) u otro
derivado; que tiene existencia actual o de cuya existencia futura existe certeza.

139
Darío Paredes Bermúdez

para determinar si las pérdidas pueden compensar cualquier tipo de renta


o solamente un tipo de renta en particular, según veremos más adelante.

Al respecto, la Ley del Impuesto a la Renta define como instrumen-


tos financieros de cobertura a aquellos contratados en el curso ordinario
del negocio, con el objeto de evitar, atenuar o eliminar el riesgo, por el
efecto de futuras fluctuaciones en precios de mercaderías, commodities,
tipos de cambio, tasas de interés o cualquier otro índice de referencia que
puede recaer sobre (i) activos y bienes destinados a generar rentas o in-
gresos gravados con el impuesto y que sean propios del giro de negocio;
u (ii) obligaciones u otros pasivos incurridos para ser destinados al giro
del negocio, empresa o actividad.

Como se aprecia en la citada definición, tienen finalidad de cobertura


aquellos instrumentos con las siguientes características:

ü Tienen por objeto evitar, atenuar o eliminar el riesgo generado


por el efecto de futuras fluctuaciones de –entre otros índices–
tasas de interés.

ü Contratados respecto de activos o pasivos incurridos para ser


destinados al giro de negocio, empresa o actividad.

Nótese, entonces, en el contribuyente la importancia de poder identi-


ficar adecuadamente los riesgos y/o conceptos que está cubriendo con el
derivado, que no podrán ser riesgos generales de negocio.

Así, por ejemplo, si se toma como referencia para establecer la co-


bertura eventuales fluctuaciones en los valores de la generalidad de los
activos en moneda extranjera que posee la empresa, ello parecería enten-
derse más bien como una protección sobre riesgos generales del negocio,
supuesto que no permitiría calificar el IFD como de cobertura para fines
fiscales.

Adicionalmente, la Ley del Impuesto a la Renta requiere que se cum-


plan los siguientes requisitos para calificar a un IFD como con fines de
cobertura:

140
La regulación sobre operaciones con instrumentos financieros derivados

ü Se celebra entre partes independientes. Excepcionalmente un IFD


se considerará de cobertura cuando sea celebrado entre partes
vinculadas si su contratación se efectúa a través de un mercado
reconocido.

ü Sean celebrados con entidades no residentes en paraísos fiscales.


Nótese que en este supuesto queda en evidencia la opción asumi-
da por el legislador fiscal de limitar las posibilidades de los con-
tribuyentes –o de sus grupos económicos– de obtener algún tipo
de beneficio por la realización de este tipo de operaciones(10).

ü Sean celebrados en un mercado reconocido. Para estos efectos,


el glosario de términos para efectos de los IFD, mencionado
previamente, señala que el instrumento ha sido celebrado en un
mercado reconocido entre otros supuestos, cuando se contrata
a precios, tasas de interés, tipos de cambio u otro indicador que
sea de conocimiento público y publicado en un medio impreso o
electrónico de amplia difusión, cuya fuente sea una autoridad pú-
blica o una institución reconocida y/o supervisada en el mercado
correspondiente (i.e. Bloomberg, Standard & Poors, Reuters).

Asimismo, el Reglamento de la Ley del Impuesto a la Renta ha


precisado que se consideran celebrados en mercados reconocidos
los IFD pactados con empresas del sistema financiero reguladas
por la Ley General del Sistema Financiero y del Sistema de Se-
guros y Orgánica de la Superintendencia de Banca y Seguros,
cuyo valor sea fijado tomando como referencia los precios o in-
dicadores que sean de conocimiento público y publicados en un
medio impreso o electrónico de amplia difusión, cuya fuente sea
una autoridad pública o una institución reconocida y/o supervisa-
da en el mercado correspondiente.

(10) Sin embargo, cabría preguntarse si en tanto los proveedores (contrapartes) de contratos derivados suelen
ser entidades bancarias –que pueden estar domiciliadas en los países o territorios considerados como
paraísos fiscales–, y ya existe un antecedente en la normativa del Impuesto a la Renta para aceptar los
gastos por operaciones de crédito con empresas ubicadas en dichos países (inciso m del artículo 44 de la
Ley del Impuesto), existe algún criterio técnico u económico para no aceptar que en estos casos también
se puedan tomar derivados de cobertura con estas entidades, previo cumplimiento de los demás requisi-
tos establecidos en las normas de la materia.

141
Darío Paredes Bermúdez

ü Los riesgos que se cubran sean identificables y específicos. A este


tema ya nos hemos referido previamente.

ü Contar con información que permita identificar (i) el IFD (i.e.


modo de operar, características del mismo), (ii) los activos y pa-
sivos específicos que reciben cobertura, detallando la cantidad,
montos, plazo, precios y demás características a ser cubiertas,
(iii) el contratante coincida con la persona o empresa que busca
la cobertura, (iv) el tipo de riesgo que se busca coberturar.

En caso de no cumplirse con alguno de los requisitos mencionados


previamente, los IFD serán considerados sin fines de cobertura(11).

• Resultados provenientes de los instrumentos financieros


derivados
Como regla general, las ganancias que obtenga la entidad domicilia-
da por una transacción celebrada respecto de IFD con una entidad domi-
ciliada o no domiciliada –y sea que este se considere como una operación
de cobertura o no– será considerada como renta gravable para fines de la
determinación de la renta neta del ejercicio.

Ahora, en el caso de los IFD que califiquen como “sin fines de cober-
tura” existe una restricción al cómputo de las pérdidas originadas en este
tipo de operaciones. En efecto, las pérdidas originadas en operaciones sin
fines de cobertura solamente podrán ser compensadas contra las rentas
generadas por instrumentos financieros sin fines de cobertura y no contra
las demás rentas obtenidas por el contribuyente.

Nótese, sin embargo, que tal restricción resulta aplicable únicamen-


te a las pérdidas generadas por instrumentos financieros sin fines de co-
bertura. Es decir, las ganancias obtenidas por instrumentos sin fines de
cobertura son computables para la determinación de la renta sujeta a
imposición y pueden ser compensadas contra cualquier tipo de gastos o

(11) Cabe mencionar que en el caso de entidades bancarias, estas se rigen por las disposiciones de la SBS res-
pecto a la calificación de cobertura o no de los instrumentos financieros derivados celebrados con fines
de intermediación financiera.

142
La regulación sobre operaciones con instrumentos financieros derivados

pérdidas determinadas por el contribuyente, incluso con aquellas genera-


das en instrumentos financieros con fines de cobertura.

A manera de síntesis, podemos decir que las pérdidas resultantes de


un instrumento con fines de cobertura pueden ser compensadas –como
regla general– contra cualquier tipo de renta obtenida por el contribuyen-
te. Por el contrario, las pérdidas resultantes de un instrumento sin fines de
cobertura pueden ser compensadas únicamente contra rentas generadas
por este mismo tipo de instrumento(12).

En el caso de los gastos, vinculados a operaciones con fines de cober-


tura o no, en cualquier caso estos son deducibles en la determinación de
la renta neta del ejercicio.

• Reconocimiento de resultados para fines tributarios


Cabe indicar que, dependiendo de la naturaleza del instrumento fi-
nanciero derivado que sea celebrado por el contribuyente (i.e. cobertura,
negociación), este podría tener distintas formas de valorización y registro
contable.

Sin embargo, para fines fiscales, y como regla general, las ganancias
y pérdidas provenientes de estos serán reconocidas en el ejercicio en que
ocurra alguna de las siguientes situaciones:

ü Entrega física del elemento subyacente.

ü Liquidación en efectivo.

ü Cierre de posiciones.

(12) Las pérdidas pueden ser arrastradas a los ejercicios futuros para la aplicación contra las rentas generadas
por instrumentos financieros derivados sin fines de cobertura, bajo alguno de los siguientes sistemas: i) 4
años contados desde el año siguiente de su generación; o, ii) hasta que se agoten, pero solamente hasta el
50 % de las rentas generadas por instrumentos financieros sin fines de cobertura.
Es importante indicar que la aplicación de uno u otro sistema de pérdidas por estas operaciones (100%
o 50%) también debe coincidir con el sistema de arrastre de pérdidas aplicado por el contribuyente para
sus pérdidas regulares de tercera categoría, de corresponder.

143
Darío Paredes Bermúdez

ü Abandono de la opción en la fecha en que la opción expira, sin


ejercerla.

ü Cesión de la posición contractual.

ü Fecha fijada en el contrato de swap financiero para la realización


del intercambio periódico de flujos financieros.

De esta manera, de no llegar a ocurrir alguno de estos hechos en


el ejercicio, las rentas o pérdidas provenientes de los instrumentos fi-
nancieros derivados (i.e. provenientes de la valorización de los instru-
mentos) no tendrán incidencia en la determinación de la renta de los
contribuyentes(13).

• Calificación como rentas de fuente peruana


De acuerdo al inciso d) del artículo 10 de la Ley del Impuesto a la
Renta, antes de la modificación incorporada por la Ley N° 29492, califi-
can como rentas de fuente peruana, entre otras, aquellas provenientes de
los resultados originados de la contratación de instrumentos financieros
derivados obtenidos por sujetos domiciliados en el país.

Agrega que tratándose de instrumentos financieros derivados celebra-


dos con fines de cobertura, solo se considerarán de fuente peruana los re-
sultados obtenidos por sujetos domiciliado en el país, cuando los activos,
bienes, obligaciones o pasivos incurridos que recibirán la cobertura estén
afectados a la generación de rentas de fuente peruana.

Según se observa, y hasta antes de la dación de la Ley N° 29492, los


resultados provenientes de instrumentos financieros derivados solo tenían
incidencia fiscal para las personas domiciliadas en el Perú. En el caso de
entidades en el exterior, los citados resultados no se encontraban grava-
dos con el impuesto a la renta peruano en algún caso.

(13) Cabe mencionar que en el caso de entidades bancarias, estas se rigen por las disposiciones de la SBS
respecto al reconocimiento de ingresos o pérdidas por sus instrumentos financieros derivados celebrados
con fines de intermediación financiera.

144
La regulación sobre operaciones con instrumentos financieros derivados

Dicha posición asumida por el legislador resultaba congruente con las


posiciones asumidas por otras legislaciones, como es el caso de Argenti-
na, donde los resultados de tales operaciones solo se encontrarán gravadas
para los sujetos residentes, esto es, tomando un criterio de conexión de re-
sidencia lo cual podría explicarse por la complejidad de determinar en este
tipo de operaciones, cuál es la fuente de las ganancias que se obtengan en
la transacción, sobre todo en el caso de entidades del exterior.

En efecto, si bien en nuestra opinión es claro que de obtenerse una


ganancia en la operación nos encontraríamos ante una renta proveniente
de un negocio, en tanto las transacciones con los IFD no suponen propia-
mente el desarrollo de una actividad comercial en el país –afirmación que
no se ve afectada por el hecho que la contraparte sea una entidad domi-
ciliada en Perú–, no es posible asignarle un gravamen a una entidad del
exterior sobre la base del criterio de fuente, como generalmente ocurre(14).
Tal habría sido la intención del legislador fiscal, al menos en un primer
momento, según veremos más adelante.

Asimismo, cabe indicar que en principio los citados resultados cali-


ficarán como renta de fuente peruana para los contribuyentes domicilia-
dos, pero cuando el pasivo o activo materia de cobertura no se encuentre
destinado a la generación de rentas de fuente peruana –y el instrumen-
to tenga fines de cobertura– el resultado podrá calificar como de fuente
extranjera.

En este último supuesto, las eventuales pérdidas obtenidas en el


derivado solamente podrían ser compensadas contra rentas de fuente

(14) Al respecto, existen varios criterios de conexión para determinar las rentas sujetas al Impuesto a la
Renta, utilizadas por distintos sistemas jurídicos. Entre los más importantes se encuentran:
a) Criterio de domicilio, que se basa en gravar a todos aquellos sujetos que se encuentren domiciliados
dentro del territorio del Estado y que, produzcan, un hecho generador dentro o fuera de este. De esta
forma, el Estado grava a los sujetos que tengan la condición de domiciliados por las rentas de fuente
mundial.
b) Criterio de residencia, que somete a gravamen a todas aquellas personas que tienen un lugar de resi-
dencia en un determinado Estado.
c) Criterio de territorialidad, o de la fuente productora, que grava el capital por la ubicación física de este
y la renta derivada o producida por fuentes instaladas dentro de los límites del territorio del país que apli-
ca la ley, cualquiera fuere la nacionalidad, la ciudadanía, el domicilio o el lugar de residencia del titular
de ese capital o de esa renta, en calidad de sujeto pasivo.
d) Criterio de nacionalidad, que grava el capital o la renta en función a la nacionalidad del dueño o de
quien la obtenga, aunque no domicilie en su país de origen.

145
Darío Paredes Bermúdez

extranjera y no contra otras rentas de fuente peruana obtenidas por el


contribuyente.

Así, descritos los elementos principales del régimen del Impuesto a


la Renta aplicable a los derivados, a continuación pasaremos a desarrollar
las modificaciones incorporadas al citado régimen por la Ley N° 29492 y
su norma reglamentaria, el Decreto Supremo N° 011-2010-EF.

III. LAS RECIENTES MODIFICACIONES EN EL RÉGIMEN


DEL IMPUESTO A LA RENTA
• Antecedentes económicos
Como un tema previo, resulta importante referirnos al contexto
económico que habría originado la modificación introducida por la Ley
N°  29492 a las normas del Impuesto a la Renta sobre operaciones con
IFD.

En un interesante artículo de Miguel Ángel Martín, “Balance del sis-


tema financiero peruano 2008”, publicado en la Revista Economía y So-
ciedad, N°  71, CIES, abril de 2009, este señala que antes que estallara
la crisis internacional en el mercado de valores se vivía un contexto de
abun­dante liquidez a nivel mundial que generó que muchos inversionistas
internacionales incrementasen su participación en economías emergentes
como la peruana, lo cual supuso una abundancia de dólares en el mer­
cado doméstico, generando una caída del tipo de cambio y la consecuente
apreciación del nuevo sol.

Durante el último trimestre del año 2007 y el primer trimes­tre de


2008 la economía peruana, que se encontraba creciendo a niveles cerca-
nos al 10%, fue objeto de fuertes ataques especulativos.

Así, durante los primeros meses de 2008 el contrato forward cotizaba


de forma atípica por debajo del contado o spot. Se dice que es atípico
porque la coti­zación en teoría debería ser por encima, cuando la tasa de
interés del sol es mayor que la del dólar.

En el mes de abril, si el tipo de cambio spot cotizaba en 2,70 soles/


US$  7, el forward a un año se situaba en 2,62 soles/US$. Estos 0,08

146
La regulación sobre operaciones con instrumentos financieros derivados

soles/US$ implican una diferencia porcentual de 3% (exactamente


2,962%).

En ese contexto, un inversionista cuya moneda base de inversión


fueran los dólares americanos, tendría como alternativa invertir en letras
del tesoro americano al 3% en Estados Uni­dos, o ganar más rentabili-
dad haciendo arbitraje con la cotización de los forwards que plantean los
bancos. Por ejemplo, si un inversor tiene US$ 1,000,000 podría hacer lo
siguiente:

1. Vender los dólares en Perú y cambiarlos a soles al tipo de cambio


de 2,70 soles/US$. De esta forma obtendría S/. 2,700,000.

2. Pactar la recompra con un forward a un año que cotiza en el mer-


cado a 2,62 nuevos soles por US$. Esto obliga al inversor a com-
prar el millón de dólares por S/. 2,620,000.

La diferencia de vender el millón de dólares y acordar recomprarlo


a un precio menor hace que el inver­sor obtenga una plusvalía de 80,000
soles, que es aproximadamente un 3% sobre el capital invertido. Es decir,
el inversor ganaría lo mismo que en Estados Unidos invirtiendo en Letras
del Tesoro.

De otro lado, durante un año entero el inversor dispondrá de 2,7 mi-


llones de nuevos soles (equivalente a US$ 1 millón), que podrán invertir
en instrumentos del Tesoro peruano, ganando una rentabilidad mayor.

En ese contexto, durante la primera quincena de enero de 2008 se


produjo un influjo de capitales especulativos hacia el Perú sin preceden-
tes, registrándose un promedio de US$ 500 millones diarios.

El Banco Central de Reserva del Perú - BCRP intervino en el merca-


do monetario cambiario, tomando entre otras acciones, la de comprar US$
3.270 millones en enero de 2008 para disminuir la volatilidad del precio
del dólar estadounidense. La compra de tan masivo volumen de dólares
requería la aplicación de intervenciones de esterilización, que consistieron
en la venta de Certificado de Depósito de dicha entidad (CDBCRP) a la
banca que, a su vez, eran ofrecidos a inversionistas no residentes.

147
Darío Paredes Bermúdez

La posición en CDBCRP de inversionistas extranjeros llegó a tota-


lizar S/.7,170 millones, que equivalía a US$ 2,400 millones. Al final de
los primeros cuatro meses de 2008 el BCRP había comprado un total de
US$ 8,728 millones de dólares(15).

Asimismo, el BCRP tomó otras medidas para controlar la movilidad


de capitales en el mercado peruano, como aplicar una comisión elevada
por transfe­rencia de CDBCRP, encareciendo la posición larga en soles, de
manera que se desincentivase la liquidación de posiciones en CDBCRP
para luego cambiarlo por dólares.

En este contexto, es que el Gobierno peruano habría procurado en-


carecer estas operaciones de derivados a través de medidas fiscales, al
detectar que estaban siendo utilizadas por agentes no domiciliados para
obtener ganancias especulativas en el corto plazo, especialmente las ope-
raciones forward. Es así que se incorporan las modificaciones estableci-
das por la Ley N° 29492 y el Decreto Supremo N° 011-2010-EF, como
veremos a continuación.

• Las modificaciones incorporadas por la Ley N° 29492


Específicamente, la Ley N° 29492 agregó un último párrafo al inciso
d) del artículo 10 de la Ley del Impuesto a la Renta –que regula la cali-
ficación como renta de fuente peruana de las ganancias provenientes de
operaciones con derivados–, incorporando los resultados obtenidos por
sujetos no domiciliados cuyo subyacente esté referido al tipo de cambio
de la moneda nacional con alguna moneda extranjera.

Así, el texto vigente del citado inciso de la Ley quedó como sigue:

“Artículo 10.- Sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo ante-


rior, también se consideran rentas de fuente peruana: (…)

(15) Con la Nota Informativa N° 013-2008 del 5 de febrero de 2008, el BCRP anunció el reemplazo de los
CDB­CRP por depósitos a plazo, que no pueden ser vendi­dos a inversionistas especuladores no residen-
tes, de la misma manera que los Certificados de Depósito de Negociación Restringida.

148
La regulación sobre operaciones con instrumentos financieros derivados

Los resultados provenientes de la contratación de instrumentos


financieros derivados obtenidos por sujetos domiciliados en el
país.

Tratándose de instrumentos financieros derivados celebrados con


fines de cobertura, solo se considerarán de fuente peruana los re-
sultados obtenidos por sujetos domiciliados en el país, cuando los
activos, bienes, obligaciones o pasivos incurridos que recibirán
la cobertura estén afectados a la generación de rentas de fuente
peruana.

También se considerarán de fuente peruana, los resultados


obtenidos por sujetos no domiciliados provenientes de la con-
tratación de instrumentos financieros derivados con sujetos
domiciliados, cuyo subyacente esté referido al tipo de cam-
bio de la moneda nacional con alguna moneda extranjera y
siempre que su plazo efectivo sea menor al que establezca el
Reglamento, el que no podrá exceder de ciento ochenta (180)
días” (el resaltado es nuestro).

En la exposición de motivos del Proyecto de Ley N° 3687-2009-PE,


antecedente de la citada ley, el legislador señala que es necesario pro-
poner una nueva regla de fuente, a efectos de considerar como renta de
fuente peruana los resultados obtenidos por sujetos no domiciliados que,
sin necesidad de desplazarse físicamente al territorio peruano, obtienen
rentas por la contratación de los IFD con personas jurídicas constituidas o
establecidas en el país, o con personas naturales ubicadas físicamente en
el país; es decir, se trata de rentas que serán satisfechas por sujetos que se
encuentran en el país.

Así, a efectos de no distorsionar la normal celebración de estos con-


tratos financieros en el mercado interno, es que se incorpora el texto men-
cionado. Cabe indicar que, si bien la citada exposición de motivos no
desarrolla con mayor detalle los motivos que originan esta modificación,
permite razonablemente inferir que estos no son otros que los de generar
una carga fiscal a las operaciones de derivados que se venían realizando
en el mercado y que estaban distorsionando el tipo de cambio de la mo-
neda peruana, propósito que no por ello sería inválido, sino simplemente

149
Darío Paredes Bermúdez

atípico respecto a nuestras reglas de imputación de fuente en los casos de


las entidades del exterior.

Si nos remitimos a las disposiciones de la Ley del Impuesto a la


Renta, podremos observar que esta recoge como supuestos de renta de
fuente peruana básicamente transacciones que se desarrollan –al menos
en forma parcial– en el país, situación que es de especial relevancia para
las entidades no domiciliadas que solo se encuentran gravadas con el ci-
tado tributo por aquellas rentas que califiquen como de fuente nacional.

Ahora bien, según mencionamos previamente, en el caso de las ope-


raciones con IFD determinar cuál es la fuente generadora de la renta es
difícil, por tratarse de un contrato que no supone propiamente el desarro-
llo de una actividad comercial en un país, la colocación de un capital o de
una cobertura similar a la de un seguro. Sin embargo, en el caso peruano,
el legislador habría optado por considerar –en dicho caso específico– que
las ganancias obtenidas por el sujeto no domiciliado se deberán conside-
rar como de fuente peruana y, por ende, sujetarlas al Impuesto a la Renta.

Nótese que la citada disposición se encuentra limitada a:

(i) Aquellos casos donde las operaciones de derivados se encuen-


tren vinculadas a la moneda peruana con una moneda extranjera
(i.e. forward de moneda).

Bajo dicha premisa, las operaciones de derivados que se rea-


licen con entidades no domiciliadas y que se relacionen a ele-
mentos/activos distintos a la moneda, no se encontrarán sujetas
al Impuesto a la Renta para dichas entidades, cualesquiera sea el
monto que se obtenga por estas.

Cabe observar también que, si la operación de derivados se re-


laciona exclusivamente a moneda extranjera (i.e. un forward
de moneda, que suponga el cambio de dólares americanos por
euros) aun cuando dicha transacción sea realizada por una enti-
dad domiciliada y una no domiciliada, no cumplirá con el requi-
sito para calificar como renta de fuente peruana. Ello tiene senti-
do, toda vez que según lo expuesto, se busca limitar el ingreso de

150
La regulación sobre operaciones con instrumentos financieros derivados

moneda extranjera al país, pero solo aquella vinculada a la mone-


da nacional, por las consecuencias expuestas previamente.

Se trate de operaciones de corto plazo, precisado, posteriormente,


por la norma reglamentaria.

En efecto, el último párrafo del artículo 4-A, incorporado por el


artículo 3 del Decreto Supremo N° 011-2010-EF, publicado el 21
de enero de 2010, dispone lo siguiente:

“Para efecto de lo previsto en el tercer párrafo del inciso d)


del artículo 10 de la Ley, el plazo efectivo de los Instrumen-
tos Financieros derivados contratados con sujetos domici-
liados, cuyo subyacente esté referido al tipo de cambio de la
moneda nacional con alguna moneda, es de 60 días calenda-
rio” (el resaltado es nuestro).

Según se observa, el legislador ha intentado definir el corto plazo


sobre la base de operaciones que sean contratadas a plazos efec-
tivos menores a los 60 días calendario, donde se podría apreciar
con mayor claridad esta intención de las partes –especialmente
del no domiciliado– de ingresar al Perú su capital y luego retirar-
lo rápidamente.

Cabe indicar que la norma no define qué se debe entender por


“plazo efectivo” del IFD, ello es, si se refiere al plazo de vigen-
cia del contrato en sí o a la oportunidad de las liquidaciones del
derivado.

Si bien resulta evidente que la intención original del legislador


se orientó hacia las operaciones de forward de moneda, dado que
en el texto final de la norma se hace referencia a transacciones
con derivados en general, en nuestra opinión, esto implica que
se podría comprender otras operaciones de IFD distintas, cuyos
plazos de contratación son mayores a los 60 días, si bien no sus
liquidaciones.

Así, podría darse el caso de un contrato de swap de moneda na-


cional, donde las compensaciones entre las partes se realizan

151
Darío Paredes Bermúdez

cada 50 días, por tres años. Resulta claro que el plazo del ins-
trumento supera los 60 días, ¿pero el plazo de cada compensa-
ción y, por ende, el eventual ingreso de moneda no es menor? En
consecuencia, cabría cuestionarse si en este segundo supuesto no
sería entonces de aplicación la regla mencionada y, por lo tanto,
el gravamen del Impuesto a la Renta a las ganancias obtenidas
por el sujeto no domiciliado.

Cabe indicar que, la Ley N° 29492, estableció en su Primera Dispo-


sición Complementaria Final que las disposiciones relacionadas a ope-
raciones con derivados entrarían en vigencia a partir del día siguiente
a la publicación de la norma reglamentaria que estableciera el plazo de
las transacciones comprendidas en su ámbito y se aplicará a los contra-
tos que se celebren con posterioridad a su entrada en vigencia. Cualquier
modificación que se efectúe a dicho plazo se aplicará a los contratos que
se celebren con posterioridad a su vigencia.

Siendo ello así, en tanto la norma reglamentaria, el Decreto Supremo


N° 011-2010-EF, fue publicada el 21 de enero de 2010, esto implica que
los referidos dispositivos se encuentran vigentes para las operaciones de
derivados que hayan sido celebradas desde el 22 de enero de 2010.

Dicha precisión resulta importante en la medida que podrían existir


operaciones celebradas en forma previa a la vigencia de esta norma, pero
cuyas liquidaciones se hayan realizado en forma posterior a esta; sin em-
bargo, no por ello se encontrarían sujetas al Impuesto a la Renta, para los
no domiciliados.

Finalmente, al no existir una tasa específica para este tipo de opera-


ciones, consideramos que se le aplicará la tasa general del Impuesto a la
Renta del 30%, lo cual supone un fuerte encarecimiento a estas operacio-
nes y un desincentivo al libre ingreso de capitales por parte de los inver-
sionistas del exterior para realizar estas operaciones a corto plazo.

Debe observarse que, desde la perspectiva de los contratantes domi-


ciliados, esto también origina un desincentivo a contratar con entidades
del exterior, pues dado que es corriente que en este tipo de transacciones
se deba asumir el Impuesto a la Renta del no domiciliado, esto supondría

152
La regulación sobre operaciones con instrumentos financieros derivados

incrementar los costos de la transacción en un 30%, el cual se convertiría


además en un gasto no deducible para el contribuyente local(16).

(16) Cabe indicar que tenemos conocimiento que a la fecha se han remitido al Congreso peruano proyectos
relacionados a la modificación a la normativa del Impuesto a la Renta.
Tal es el caso del Proyecto de Ley N° 3092/2008-PE, el cual modifica el texto de la ley del citado im-
puesto, entre otros aspectos, en lo que corresponde a las rentas de fuente peruana originadas en opera-
ciones con instrumentos financieros derivados celebrados con entidades no domiciliadas (inciso d) del
artículo 10 de la Ley del Impuesto a la Renta), en los siguientes términos:
“d) Los resultados provenientes de la contratación de instrumentos financieros derivados obtenidos por
sujetos domiciliados en el país.
Tratándose de instrumentos financieros derivados celebrados con fines de cobertura, se considerarán de
fuente peruana los resultados obtenidos por un sujeto domiciliado cuando los activos, bienes, obligacio-
nes o pasivos incurridos que recibirán la cobertura estén afectados a la generación de rentas de fuente
peruana.
También se considerarán de fuente peruana, los resultados obtenidos por sujetos no domiciliados
provenientes de la contratación de instrumentos financieros derivados que utilicen un mercado
centralizado o no, ubicado en el país, de acuerdo con lo que establezca el Reglamento” (el resaltado
es nuestro).
La exposición de motivos del citado Proyecto de Ley indica que, para que un ingreso sea gravado con el
impuesto a la renta, es necesario que se tenga algún tipo de conexión o vinculación con el país, reiteran-
do luego el texto del inciso d) del artículo 10 de la Ley del Impuesto, vigente antes de la modificación
introducida por la citada Ley N° 29492.
También señala la citada exposición que el Proyecto de Ley tiene por finalidad establecer que también
se consideran rentas de fuente peruana, los resultados obtenidos por los sujetos no domiciliados en estas
operaciones, en los términos mencionados previamente.
Ahora bien, de la lectura de la citada exposición de motivos se observa lo siguiente:
• A diferencia de la Ley N° 29492, no se establece claramente los argumentos para incluir dentro de
los alcances del impuesto a la renta a las ganancias obtenidas por sujetos no domiciliados por estas
operaciones.
Es importante observar que las operaciones con IFD no suponen la prestación de un servicio de la
contraparte del exterior y/o tampoco la realización de una transacción en el Perú, supuestos generales
que han sido incluidos, con algunos matices, entre aquellos generadores de rentas de fuente peruana
y, por ende, sujetos al impuesto a la renta.
En efecto, en las operaciones con instrumentos financieros derivados, lo que existe es un acuerdo por
el que las partes deciden asumir un riesgo con relación a un activo subyacente, en ciertos términos.
Bajo dicha premisa, no debería entenderse que por el solo hecho que el contratante peruano pudiese
resultar pagador de una ganancia a la parte no domiciliada por estas operaciones, por ello se genera
una renta de fuente peruana per se para esta última. No es entonces razón suficiente asumir que, por
obtener una ganancia en un negocio con una empresa peruana, las entidades del exterior deban en-
contrarse automáticamente sujetas al impuesto a la renta.
• El nuevo texto propuesto en el Proyecto de Ley requeriría tener en consideración aspectos adiciona-
les, como son:
ü El hecho de que las compañías peruanas verían reducida –sino excluida– la posibilidad de contra-
tar instrumentos financieros derivados con entidades del exterior, pues no le resultaría rentable a
dichas empresas ser materia de retención del impuesto a la renta en el país.
En efecto, según mencionamos previamente, la tasa de retención del impuesto a la renta aplicable
en estos supuestos sería del 30%, la cual –al ser tan alta– desincentivará a la generalidad de los
proveedores financieros del exterior de contratar con empresas peruanas.
Nótese que aun si el citado impuesto fuera asumido por el usuario local, al tratarse este de un
gasto no deducible para fines fiscales –que deberá a su vez tributar con la tasa empresarial del
30%–, el desincentivo será para las empresas locales, por los sobrecostos que la contratación de
este tipo de operaciones vendría a significar.
ü Dada la magnitud de las operaciones que vienen desarrollando las empresas peruanas en los
últimos años, los proveedores financieros locales (i.e. bancos) podrían no siempre estar en la

153
Darío Paredes Bermúdez

CONCLUSIONES
• El régimen del Impuesto a la Renta aplicable a las operaciones
con instrumentos financieros derivados es de reciente data, pues
se encuentra vigente a partir del ejercicio 2007.

• El citado régimen tributario no habría pretendido alejarse de los


conceptos financieros en lo que se refiere a los elementos princi-
pales que constituyen operaciones con IFD.

• Para fines del Impuesto a la Renta lo relevante resulta ser dife-


renciar entre las operaciones que califican como de cobertura o
no, para así determinar la posibilidad de aplicar las pérdidas pro-
venientes de dichas transacciones a los resultados regulares del
negocio o contra aquellos provenientes de las mismas operacio-
nes (i.e. cuando no son IFD de cobertura).

• En la normativa vigente, la regla general es que las ganancias


obtenidas por operaciones de derivados celebrados con sujetos
no domiciliados, no se encuentran sujetas al Impuesto a la Renta
para estos.

posibilidad de contratar estos instrumentos con las compañías peruanas, en forma alternativa a los
proveedores financieros del exterior.
ü El tratamiento dado por nuestro actual régimen tributario es el que le concede la mayoría de or-
denamientos tributarios de los países de la región y con los que el Perú desarrolla sus negocios o
compite en el mercado global.
Nótese que el comentario expuesto no tiene por objeto desconocer la facultad del legislativo de aumentar
la base de imposición, sino solo observar que ello debe tener por finalidad un criterio técnico específico
y no solo un supuesto aumento de la recaudación que podría resultar siendo irreal, pues al generarse un
desincentivo fiscal a la realización de estas transacciones, las operaciones de instrumentos financieros de-
rivados con no domiciliados se verían reducidas sustancialmente y, por ende, el efecto en la recaudación
sería muy reducido.
Asimismo, por el lado de las empresas peruanas, el no poder contratar operaciones con entidades del ex-
terior, podría ver limitada la posibilidad de utilizar estos instrumentos como una forma de protección o
cobertura a las variaciones en los precios de sus bienes, a las materias primas utilizadas en su producción,
entre otros aspectos relevantes.
Dicha conclusión resultaría de aplicación incluso para los proveedores locales de Instrumentos Financie-
ros Derivados, esto es, de las entidades bancarias, que a su vez también celebran operaciones de cobertura
para proteger sus operaciones de intermediación. Al no existir dichas coberturas, los costos de sus opera-
ciones se podrían ver incrementados, afectando finalmente a los usuarios.
En síntesis, una norma en los términos expuestos podría no suponer un incremento en la recaudación fis-
cal del Estado sino una afectación importante al desarrollo de estas transacciones, en un mercado pequeño
y que recién en los últimos años venía siendo objeto de un incremento en la regularidad y volumen de sus
transacciones.

154
La regulación sobre operaciones con instrumentos financieros derivados

• Como excepción a la regla mencionada previamente, la Ley


N° 29492 incorporó entre los supuestos gravados con el impues-
to, los resultados obtenidos por sujetos no domiciliados como
consecuencia de las operaciones de IFD de corto plazo, relacio-
nados al tipo de cambio de moneda nacional.

Dicha modificación se habría originado porque el uso de este


tipo de instrumentos en los últimos años, en operaciones a corto
plazo, generó distorsiones en el tipo de cambio del nuevo sol, por
lo que el legislador consideró conveniente establecer desincenti-
vos, amparándose en disposiciones fiscales.

Sin embargo, resulta un supuesto atípico para fines de la tributa-


ción del Impuesto a la Renta de los sujetos no domiciliados, pues
las operaciones con los IFD –aun cuando la contraparte sea una
entidad domiciliada– no suponen propiamente el desarrollo de
una actividad comercial en el país por parte de dichos sujetos.

• Actualmente, se viene evaluando la posibilidad de incorporar


cualquier ganancia obtenida por sujetos no domiciliados en los
alcances de las normas del Impuesto a la Renta. Sin embargo,
una modificación de dicho tipo podría originar desincentivos in-
útiles al desarrollo del mercado de IFD en el Perú.

155
7
Gustavo López-Amerí Cáceres

Nuevo régimen de ganancias


de capital en la enajenación
de acciones efectuadas
por sujetos no domiciliados
Nuevo régimen de ganancias de
capital en la enajenación de acciones
efectuadas por sujetos no domiciliados

Gustavo López-Amerí Cáceres(*)

El régimen tributario de las ganancias de capital en la enajenación de accio-


nes, en el que se encuentran involucrados sujetos no domiciliados, ha sufri-
do diversas modificaciones a lo largo de los últimos años. Así, las modifica-
ciones de la Ley Nº 29492, publicada el 31 de diciembre de 2009, tuvieron
como objetivo superar algunos problemas de constitucionalidad que pre-
sentaban las normas que regulaban este supuesto, debido a la posible vul-
neración al principio de capacidad contributiva y al de no confiscatoriedad.
De este modo, el autor desarrolla y expone el tratamiento actual de la ena-
jenación de acciones por sujetos no domiciliados y la determinación del
costo computable para estos efectos.

INTRODUCCIÓN
Mediante Decreto Legislativo Nº 945 se introdujeron una serie de im-
portantes modificaciones en el impuesto a la renta, siendo una de las más
importantes el gravamen a la renta sobre las ganancias de capital.

En efecto, a partir del ejercicio 2004, las ganancias de capital queda-


ron comprendidas dentro del campo de aplicación del impuesto. Estas son
definidas como las que provienen de la enajenación de bienes de capital,
entendiéndose como tales a aquellos que no están destinados a ser comer-
cializados en el ámbito de un giro de negocio o empresa.

(*) Abogado, socio director de impuestos de Deloitte y profesor de Derecho Tributario en la Universidad de
Lima y en la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas.

159
Gustavo López-Amerí cáceres

La ley especifica que entre las operaciones que generan ganancias de


capital se encuentra la enajenación de acciones representativas del capital
de sociedades.

Como sabemos, los sujetos no domiciliados solo tributan el impues-


to a la renta por sus rentas de fuente peruana. El inciso h) del artículo 9
de la Ley del Impuesto a la Renta establece que califican como rentas
de fuente peruana las ganancias producto de la enajenación de acciones
y participaciones representativas del capital social de empresas o socie-
dades constituidas en el Perú; así como la enajenación de las ADR(1) o
GDR(2) que tengan como subyacente acciones emitidas por sociedades
peruanas.

En este sentido, tratándose de sujetos no domiciliados, no están gra-


vados con el impuesto los resultados provenientes de la enajenación de
acciones o valores emitidos por sociedades constituidas en el exterior,
por calificar dichas rentas como de fuente extranjera.

Hasta el ejercicio 2003, las personas naturales y jurídicas no domici-


liadas solo se encontraban sujetas al impuesto en la medida que eran ha-
bituales en tales operaciones. Las reglas de la habitualidad para personas
naturales no domiciliadas estaban establecidas, pero la falta de regulación
del concepto de habitualidad para las personas jurídicas no domiciliadas
impedía la aplicación del impuesto.

A partir de 2004, se eliminó dicho requisito para las operaciones rea-


lizadas por personas jurídicas no domiciliadas, por lo tanto, tales transac-
ciones pasaron a ser susceptibles de gravamen.

Es importante recordar que hasta el ejercicio 2009 estuvo vigente la


exoneración(3) a las ganancias de capital provenientes de la enajenación
de acciones inscritas en el Registro Público del Mercado de Valores a tra-
vés de mecanismos centralizados de negociación a los que se refiere la
Ley del Mercado de Valores; así como la que proviene de la enajenación

(1) American Depositary Receipts


(2) Global Depositary Receipts
(3) Artículo 19 inciso l numeral 1 de la Ley del Impuesto a la Renta.

160
ganancias de capital en la enajenación de acciones

de acciones u otros valores mobiliarios fuera de mecanismos centraliza-


dos de negociación siempre que el enajenante sea una persona natural.
Dicha exoneración resultaba aplicable tanto a sujetos domiciliados como
no domiciliados.

De este modo, en el caso de una persona natural no domiciliada, en


tanto no sea habitual en la enajenación de acciones, la ganancia de capital
generada por la enajenación de acciones, aun cuando dichos valores no se
encontraban cotizados en bolsa ni se transfieran a través de mecanismos
centralizados de negociación, se encontraba exonerada del impuesto.

En el caso de personas jurídicas no domiciliadas, la exoneración solo


se aplicaba en la medida en que se trate de ganancias de capital generadas
por la enajenación de acciones cotizadas en bolsa y se negocien a través
de mecanismos centralizados de negociación, caso contrario la ganancia
de capital se encontraba gravada con el Impuesto.

Así, mediante Decreto Legislativo Nº 972 publicado en marzo de


2007 se dictaron normas que introducen un cambio importante en el es-
quema de imposición a la renta de las personas naturales, dado que aban-
donamos el esquema de imposición global para aplicar un sistema de im-
posición dual a la renta.

Dicho decreto legislativo dejaba sin efecto, a partir del año 2009, la
exoneración a las ganancias de capital antes indicada y establecía el régi-
men de imposición al que iban a quedar sujetas dichas ganancias de capi-
tal, ya sea percibida por personas naturales o jurídicas, a partir de dicho
ejercicio. En lo que respecta a sujetos no domiciliados, principalmente,
estableció que la ganancia de capital proveniente de la enajenación de
valores mobiliarios, realizada fuera del país, estaría sujeta a una tasa de
30%; mientras que si la enajenación se realizaba dentro del país la tasa
aplicable era de 5%.

Por Ley Nº 29308 publicada a finales de diciembre de 2008, se pro-


rrogó un año más la exoneración a las ganancias de capital debido a los
serios cuestionamientos constitucionales al Decreto Legislativo Nº 972,
principalmente, por la afectación al Principio de Capacidad Contributi-
va y al Principio de No Confiscatoriedad en razón de que en el caso de
personas naturales el impuesto a la renta sobre las ganancias de capital

161
Gustavo López-Amerí cáceres

dejaba de ser un impuesto anual para convertirse en un impuesto de rea-


lización inmediata que no permitía la compensación de las pérdidas de
capital sufridas por el contribuyente.

En este contexto se publicó, el 31 de diciembre de 2009, la Ley


Nº 29492 con vigencia a partir del ejercicio 2010, por la cual se modi-
ficaba el régimen de imposición a las ganancias de capital para sujetos
domiciliados y no domiciliados con el objetivo de superar los problemas
de constitucionalidad antes indicados.

Las disposiciones reglamentarias correspondientes a los cambios nor-


mativos dispuestos por el Decreto Legislativo Nº 972 y la Ley Nº 29492
se aprobaron por Decreto Supremo N° 011-2010-EF publicado el 21 de
enero de 2010.

En términos generales, se eliminó la regla de habitualidad respecto


de la enajenación de acciones para las personas naturales domiciliadas
o no domiciliadas, de tal manera que siempre serán rentas de segunda
categoría.

Solo se considerará como renta de tercera categoría la proveniente


de la enajenación de acciones realizada por empresas. El impuesto a la
renta sobre ganancias de capital proveniente de la enajenación de accio-
nes se determinará de manera anual; mientras que la generada por la ena-
jenación de inmuebles continuaría siendo de realización inmediata. Adi-
cionalmente, se estableció un tramo exonerado de 5 UIT, el mismo que
se encontrará vigente hasta el ejercicio 2011. Por otro lado, se permite
la compensación de pérdidas de capital sufridas en el ejercicio, pero el
monto no compensado no podrá arrastrarse a ejercicios futuros.

Asimismo, para el caso de personas naturales domiciliadas, se esta-


bleció que la tasa aplicable será de 6.25% en la medida en que se enaje-
nen acciones de sociedades peruanas, mientras que aplicará la escala pro-
gresiva en el caso de que se trate de la enajenación de acciones emitidas
por sociedades extranjeras por calificar como rentas de fuente extranjera.
En el caso de personas jurídicas domiciliadas en el país, las ganancias de
capital se sumarán a las demás rentas y tributarán al 30%. Serán dedu-
cibles los gastos incurridos en la obtención de tal ganancia y en caso de
sufrir pérdidas serán deducibles de la renta imponible. Al formar parte de

162
ganancias de capital en la enajenación de acciones

los ingresos normales que obtenga la empresa, las ganancias de capital


serán incluidas en la declaración jurada anual y serán base de cálculo de
pagos a cuenta mensuales.

En el caso de contribuyentes no domiciliados, en términos generales,


el tipo impositivo será de 5% cuando la enajenación se realice dentro del
país o de 30% si se realiza fuera del territorio nacional que se aplicará
sobre la ganancia de capital bruta (ingreso menos costo computable). No
tendrán derecho a deducir las pérdidas de capital sufridas, salvo que in-
viertan a través de un Fondo Mutuo de Inversión en valores, de un Fondo
de Inversión o de un Fideicomiso.

Finalmente, no tienen derecho a ninguna deducción especial, salvo


en el caso de personas naturales no domiciliadas que podrán deducir el
monto exonerado de 5 UIT antes indicado sobre la ganancia de capital
anual.

Como se ha indicado, la determinación de la ganancia de capital bruta,


ya sea que se trate de contribuyentes domiciliados o no domiciliados, re-
sulta de la diferencia entre el ingreso proveniente de la enajenación y el
costo computable. En tal sentido, analicemos la forma en la que sujetos no
domiciliados deben determinar la ganancia de capital gravada generada por
la enajenación de acciones emitidas por sociedades peruanas.

I. TRATAMIENTO DE LAS GANANCIAS DE CAPITAL DE


PERSONAS NO DOMICILIADAS
Respecto al precio de venta debemos recordar que conforme a lo es-
tablecido en el artículo 32 de la Ley del Impuesto a la Renta, a efectos
del impuesto, el valor asignado a los bienes será el de mercado.

En este sentido, el indicado artículo establece que cuando dichas


acciones o valores se coticen en el mercado bursátil el valor de mercado
será el precio de cotización bursátil.

Por su parte, el artículo 19 del Reglamento precisa que tratándose de


acciones cotizadas y transadas en Bolsa, ya sea que esté ubicada local-
mente o en el exterior, el valor de mercado será el precio de dicho mer-
cado. El precio es equivalente al valor de cotización de dichos valores en

163
Gustavo López-Amerí cáceres

los citados mercados, a la fecha de la enajenación. De no existir valor de


cotización en la fecha de la enajenación, se tomará el valor de cotización
inmediato anterior a dicha fecha. El valor de cotización en enajenaciones
bursátiles será el valor de cotización que se registre en el momento de la
enajenación.

En el caso de acciones o valores cotizadas pero negociadas fuera del


mercado bursátil; es decir, en el caso de enajenaciones extrabursátiles, el
valor de cotización será el valor promedio de apertura y cierre registrado
en la referida Bolsa o mecanismo centralizado de negociación.

En el caso de la enajenación de acciones o de las ADR y GDR, cuyos


subyacentes sean acciones emitidas por sociedades domiciliadas en el
Perú, y que coticen en bolsa local y una bolsa del exterior, el valor de
mercado será el mayor valor de cotización. Por otro lado, a efectos de
determinar el ingreso en el caso de que la cotización esté expresada en
moneda extranjera deberán ser convertidas a dólares de los Estados Uni-
dos de América, de ser el caso, y luego expresada en moneda nacional.
Debemos tener presente que para la conversión de la moneda extranjera
a dólares se utilizará el tipo de cambio compra del país en donde se ubica
la bolsa de donde se haya obtenido el valor de cotización. Para la con-
versión de dólares a moneda nacional se deberá utilizar el tipo de cambio
compra publicado por la Superintendencia de Banca y Seguros (SBS).
Ambos tipos de cambio serán los vigentes a la fecha de la enajenación o,
en su defecto, los inmediatos anteriores a dicha fecha.

Es importante tener presente que de tratarse de acciones no cotizadas


en Bolsa y que hubieran sido emitidas por sociedades que cotizan otras
acciones en dichos mercados, el valor de mercado de las primeras será el
valor de cotización de estas últimas. Para ello, el valor de cotización se
calculará de acuerdo a lo dispuesto en el inciso anterior.

Por otro lado, en el caso de acciones que no coticen en bolsa o en


algún mecanismo centralizado de negociación, el valor de mercado será
el valor de la transacción el cual no podrá ser inferior al valor de partici-
pación patrimonial de la acción o participación que se enajena.

El valor de participación patrimonial deberá ser calculado sobre la


base del último balance de la empresa emisora cerrado con anterioridad a

164
ganancias de capital en la enajenación de acciones

la fecha de la enajenación, el cual no podrá tener una antigüedad mayor a


doce meses. De no contar con dicho balance, el valor de mercado será el
valor de tasación.

En estos casos, es importante tener presente que la Sunat en el Infor-


me N° 100-2008-SUNAT/2B0000 ha indicado que se pueden tomar ba-
lances formulados a una fecha distinta a la del fin del ejercicio gravable,
siempre y cuando no tengan una antigüedad mayor de doce meses y que
estos hayan sido formulados por el directorio de la empresa emisora.

El valor de participación patrimonial se calculará dividiendo el valor


de todo el patrimonio de la sociedad emisora entre el número de accio-
nes emitidas. Así, en el caso de que el Estatuto de la sociedad emisora
disponga que determinadas acciones tendrán una participación porcen-
tual en el patrimonio de la sociedad, distinta a la del resto de acciones, el
valor de participación patrimonial de aquellas deberá ser calculado apli-
cando dichos porcentajes especiales sobre el patrimonio de la empresa,
dividiendo el resultado obtenido entre el número de acciones emitidas. El
valor patrimonial del resto de acciones se calculará bajo el procedimiento
indicado pero tomando como referencia el patrimonio sin considerar la
participación de las acciones preferenciales.

En el caso de que la transferencia de acciones se realice entre par-


tes vinculadas económicamente, o se realicen desde, hacia o a través de
países o territorios de baja o nula imposición, el valor de mercado será el
que hubieran acordado entre partes independientes en transacciones com-
parables, en condiciones iguales o similares, de acuerdo a lo establecido
en el inciso d) del artículo 32-A.

Al respecto, el artículo antes indicado señala que para determinar si


las transacciones son comparables se tomarán en cuenta aquellos elemen-
tos o circunstancias que reflejen en mayor medida la realidad económica
de las transacciones. Por su parte, el numeral 1 del artículo 110 del Re-
glamento señala que en el caso de enajenación de acciones, para efec-
tos del análisis de comparabilidad, se deben considerar elementos tales
como:

(i) El valor de participación patrimonial de los valores que se enaje-


nen, el que será calculado sobre la base del último balance de la

165
Gustavo López-Amerí cáceres

empresa emisora cerrado con anterioridad a la fecha de enajena-


ción o, en su defecto, el valor de tasación.

(ii) El valor presente de las utilidades o flujos de efectivo


proyectados.

(iii) El valor de cotización que se registre en el momento de la enaje-


nación, tratándose de enajenaciones bursátiles.

(iv) El valor promedio de apertura y cierre registrado en la bolsa de


valores o mecanismo centralizado de negociación, tratándose de
enajenaciones extrabursátiles de acciones u otros valores que co-
ticen en bolsa.

De lo expuesto, podemos resumir que si la enajenación de acciones


ocurre entre no domiciliados sin vinculación económica, el valor de mer-
cado será el valor de transacción, el que no podrá ser inferior al valor
patrimonial de la empresa; mientras que si entre ellos existe vinculación
económica el valor de mercado será determinado conforme a las reglas
de precios de transferencia.

Sin embargo, debemos tener presente que la propia normativa del im-
puesto a la renta señala que los ajustes por aplicación de las reglas de
valor de mercado surtirán efecto tanto para el transferente como para el
adquiriente, siempre y cuando estos sean domiciliados o constituidos en
el país. Así, en caso de que el enajenante y el adquiriente sean sujetos
no domiciliados, la Administración tributaria no podría efectuar ajustes
al valor pactado, aplicando reglas de precios de transferencia; mientras
que si una de las partes fuera domiciliada, podría ajustar dichas reglas a
aquel sujeto. Por otro lado, en caso de enajenación de acciones entre par-
tes vinculadas, no es aplicable la regla del valor participación patrimonial
como el valor mínimo que deben aplicar partes no relacionadas; con lo
que podría ocurrir que el valor pactado entre partes vinculadas no domi-
ciliadas se encuentre dentro del rango de valor de mercado según reglas
de precios, pero resultando menor que el valor patrimonial, con lo que las
partes vinculadas terminarían pagando menos impuesto del que resultaría
entre partes no relacionadas.

166
ganancias de capital en la enajenación de acciones

II. COSTO COMPUTABLE EN LA ENAJENACIÓN DE


ACCIONES
Respecto al costo computable, debemos indicar que para acciones
adquiridas antes del 1 de enero de 2010 se aplica la regla del “mayor
valor” que desarrollaremos mas adelante; mientras que para las acciones
adquiridas después de la fecha indicada, la regla general es que será el
costo de adquisición(4) o el valor de ingreso al patrimonio en caso de ad-
quisiciones gratuitas. En este caso, si las acciones cotizan en bolsa, será
el valor de cotización y si no cotizan, será el valor nominal. Finalmente,
en el caso de acciones liberadas será el valor nominal.

Por la regla del “mayor valor” la determinación del costo computa-


ble resultará de comparar el costo de adquisición o el valor de ingreso
al patrimonio versus el valor al cierre del ejercicio 2009, considerándose
como costo computable al mayor de ambos.

Para ello, en términos generales, se ha establecido que por valor al


cierre del ejercicio 2009 se debe considerar en el caso de acciones lista-
das en un mercado centralizado de negociación del Perú:

1. En la última cotización registrada durante el ejercicio gravable


2009, se efectuaron una o más operaciones que establecieron una
cotización.

2. El valor de participación patrimonial según balance anual audi-


tado al cierre del ejercicio 2009 y presentado a la Conasep, en
el caso de que durante el ejercicio 2009 no se hubiera efectuado
operación alguna que estableciera cotización.

3. El valor de participación patrimonial, en defecto de los casos


antes indicados. Se ha precisado que si la enajenación se realiza

(4) El costo de adquisición será el costo promedio ponderado que se calculará según la formula señalada
en el inciso e) del artículo 11 del Reglamento, el que constituirá el costo de todas las acciones que se
tomaron en cuenta para determinar dicho costo, de tal manera que si quedase un saldo no enajenado de
este paquete de acciones mantendrán el costo promedio ponderado ya determinado. Si se adquirieran
nuevas acciones, al momento de realizar una posterior enajenación, tendrá que determinarse un nuevo
costo promedio ponderado para lo cual debe considerarse como costo computable del paquete de accio-
nes que quedaron en poder luego de la anterior enajenación, el costo promedio ponderado determinado
originalmente.

167
Gustavo López-Amerí cáceres

entre el 1 de enero de 2010 y el 14 de febrero de 2010 se utilizará


el balance trimestral no auditado al 30 de setiembre de 2009. Si
la enajenación se realiza del 15 de febrero de 2010 al 15 de abril
de 2010 se utilizará el balance trimestral no auditado al cierre del
ejercicio 2009; y si la enajenación se realiza con posterioridad al
15 de abril de 2010 se utilizará el balance anual al cierre del ejer-
cicio 2009.

En caso de acciones no listadas en un mercado centralizado de ne-


gociación del Perú, el valor de cierre del ejercicio 2009 será el valor de
participación patrimonial según el balance general al cierre de dicho ejer-
cicio, o en su defecto, se utilizará el balance general más cercano al 31 de
diciembre de 2009 presentado a la Sunat, o sino el balance general al 31
de diciembre de 2008.

Las acciones comprendidas en esta regla del “mayor valor” son las
emitidas por sociedades peruanas y las emitidas por sociedades del ex-
terior que generan rentas de fuente peruana a sus tenedores domiciliados
en el país. Los sujetos que tienen derecho a aplicar esta regla son las per-
sonas naturales domiciliadas o no que al cierre del ejercicio 2009 no eran
habituales en la enajenación de acciones o que siéndolo lo eran respecto
de acciones listadas en el Registro Público del Mercado de Valores; así
como las empresas, domiciliadas o no, que al cierre del ejercicio 2009 te-
nían acciones listadas en el Registro Público del Mercado de Valores, aun
cuando posteriormente efectúen la venta en un mercado extrabursátil. Por
lo tanto, se encuentran fuera de esta regla las personas jurídicas, domi-
ciliadas o no, que al cierre del ejercicio 2009 tenían acciones no listadas
en el Registro Público del Mercado de Valores; o las personas naturales,
domiciliadas o no, que al cierre del ejercicio 2009 eran consideradas ha-
bituales y no tenían acciones no listadas en bolsa.

A efectos de poder deducir el costo computable del precio obtenido


en la enajenación de acciones efectuada por un sujeto no domiciliado,
será necesario gestionar, previamente a cualquier pago o abono, ante la
Sunat la certificación del capital invertido al que se refiere el inciso g) del
artículo 76 de la Ley del Impuesto a la Renta. Si bien de la lectura de la
norma se desprendería que el procedimiento de la certificación del capital
invertido está previsto con la finalidad de efectuar la retención al no do-
miciliado, consideramos que aun cuando no exista un agente de retención

168
ganancias de capital en la enajenación de acciones

local (por ejemplo, adquiriente domiciliado) será necesario que el enaje-


nante no domiciliado que hubiere generado una ganancia de capital gra-
vada en el país obtenga la certificación del costo invertido a efectos de
que no sea posteriormente cuestionado por la Administración Tributaria,
sobre todo con el régimen actual en el cual determinados casos deberá
liquidar directamente el impuesto.

En efecto, conforme al régimen vigente solo en el caso de que la


venta de las acciones se realice a través de la Bolsa de Valores de Lima
no será exigible la certificación del capital invertido. El vendedor no do-
miciliado podrá deducir el costo computable según su propio cálculo.
Pero si la venta se realiza fuera de la Bolsa de Valores de Lima corres-
ponderá al vendedor no domiciliado solicitar ante la Sunat la certificación
del capital invertido de las acciones; caso contrario el íntegro del precio
obtenido por el vendedor se considerará como ganancia de capital grava-
da con el impuesto.

Acá se ha generado un problema con los ADR y acciones que listan


en bolsas de valores en el exterior dado que si venden a través de estos
mecanismos de negociación la posibilidad de obtener un certificación
antes de recibir el pago del precio resulta por demás difícil de lograr, te-
niendo en consideración la dinámica con la que se transan en estos mer-
cados. Consideramos que el legislador también debiera exceptuar de la
obtención del indicado certificado a las acciones, ADR y GDR, que listan
y se transan en bolsas del exterior.

Antes de pasar a analizar las tasas aplicables, es importante tener en


claro que los sujetos no domiciliados no tienen derecho a deducir las pér-
didas de capital sufridas, salvo que inviertan a través de un vehículo de
inversión, como un Fondo Mutuo, Fondo de Inversión o Fideicomiso.

Por otro lado, en el caso de personas naturales no domiciliadas se


les permite la posibilidad de deducir el monto exonerado de 5 UIT de
la ganancia de capital por la venta de acciones generada en el ejercicio
anual. La deducción de dicho monto exonerado está sujeta al siguiente
tratamiento:

1. Si la venta de las acciones se realiza a través de Bolsa local las


5 UIT se deducirán directamente por el vendedor, en el orden en

169
Gustavo López-Amerí cáceres

que la ganancia de capital se vaya percibiendo y hasta agotar su


importe.

2. Si la venta se realiza fuera de Bolsa el comprador deberá efectuar


la retención correspondiente sin considerar el monto exonerado
de 5 UIT. Aún no se ha publicado la norma que regule el procedi-
miento para solicitar la devolución de la retención en exceso.

Una vez determinada la ganancia de capital bruta que estará gravada


con el impuesto deberá procederse a aplicar el tipo de gravamen corres-
pondiente. Al efecto como ya se ha indicado, se ha señalado en la norma-
tiva vigente que tratándose de la enajenación de acciones emitidas por
sociedades peruanas la tasa aplicable será de 5% si se trata de acciones
listadas en el Registro Público del Mercado de Valores y seran vendidas
a través de un mecanismo centralizado de negociación del Perú (Bolsa
de Valores de Lima); mientras que será de 30% en el caso de que se tra-
ten de acciones no listadas en el indicado registro público; o que, estando
inscritas sean negociadas fuera de un mecanismo centralizado de nego-
ciación del Perú.

Finalmente, respecto del pago del impuesto que corresponda se ha


dispuesto que si se tratan de acciones listadas que se negocian en la Bolsa
de Valores de Lima el vendedor no domiciliado deberá efectuar el pago
directo del impuesto a la ganancia de capital dentro de los doce días há-
biles siguientes de percibida la renta. Si se trata de acciones que no se
negocian en la Bolsa de Valores de Lima, el adquiriente domiciliado de-
berá retener el impuesto correspondiente. Si el adquiriente también es un
sujeto no domiciliado, corresponderá al vendedor no domiciliado proce-
der al pago directo del impuesto en el plazo antes señalado. En cualquie-
ra de los dos casos de pago directo deberá utilizarse el Formulario 1073
consignando el código del tributo 3061 –Renta No Domiciliados– Cuenta
Propia indicando el periodo correspondiente al mes en que hubiesen per-
cibido la renta, conforme lo dispone por la Resolución de Superintenden-
cia N° 037-2010/SUNAT del 31 de enero de 2010.

170
Anexos
LEY N° 29492
Ley que modifica el Texto Único Ordenado de la Ley
del Impuesto a la Renta, aprobado mediante Decreto
Supremo Nº 179-2004-EF, y normas modificatorias

Artículo 1.- Norma general


Para efecto de la presente Ley se entiende por “Ley” al Texto Único Ordenado de
la Ley del Impuesto a la Renta, aprobado por el Decreto Supremo N° 179-2004-EF, y
normas modificatorias, incluyendo el Decreto Legislativo N° 972, y por “Impuesto” al
Impuesto a la Renta.
Artículo 2.- Habitualidad en la enajenación de Inmuebles
Sustitúyese el artículo 4 de la Ley por el siguiente texto:
“Artículo 4.- Se presumirá que existe habitualidad en la enajenación de inmuebles
efectuada por una persona natural, sucesión indivisa o sociedad conyugal que optó por
tributar como tal, a partir de la tercera enajenación, inclusive, que se produzca en el
ejercicio gravable.
No se computará para los efectos de la determinación de la habitualidad la enajena-
ción de inmuebles destinados exclusivamente a estacionamiento vehicular y/o a cuarto
de depósito, siempre que el enajenante haya sido o sea, al momento de la enajenación,
propietario de un inmueble destinado a un fin distinto a los anteriores, y que junto con
los destinados a estacionamiento vehicular y/o cuarto de depósito se encuentren ubica-
dos en una misma edificación y estén comprendidos en el Régimen de Unidades Inmo-
biliarias de Propiedad Exclusiva y de Propiedad Común regulado por el Título III de la
Ley Nº 27157, Ley de Regularización de Edificaciones, del Procedimiento para la De-
claratoria de Fábrica y del Régimen de Unidades Inmobiliarias de Propiedad Exclusiva
y de Propiedad Común.
Lo dispuesto en el segundo párrafo de este artículo se aplicará aun cuando los
inmuebles se enajenen por separado, a uno o varios adquirentes e incluso, cuando el
inmueble destinado a un fin distinto no se enajene.
La condición de habitualidad deberá verificarse en cada ejercicio gravable.
Alcanzada la condición de habitualidad en un ejercicio, esta continuará durante los
dos (2) ejercicios siguientes. Si en alguno de ellos se adquiriera nuevamente esa misma
condición, esta se extenderá por los dos (2) ejercicios siguientes.

173
ANEXOS

En ningún caso se considerarán operaciones habituales ni se computarán para los


efectos de este artículo:
i) Las transferencias fiduciarias que, conforme con lo previsto en el artículo
14-A de esta Ley, no constituyen enajenaciones.
ii) Las enajenaciones de inmuebles efectuadas a través de Fondos de Inversión
y Patrimonios Fideicometidos de Sociedades Titulizadoras y de Fideicomisos
Bancarios, sin perjuicio de la categoría de renta que sean atribuidas por dichas
enajenaciones.
iii) Las enajenaciones de bienes adquiridos por causa de muerte.
iv) La enajenación de la casa habitación de la persona natural, sucesión indivisa o
sociedad conyugal que optó por tributar como tal”.
Artículo 3.- Otras rentas de fuente peruana
Modifícase el inciso d) del artículo 10 de la Ley por el siguiente texto:
“Artículo 10. Sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo anterior, también se consi-
deran rentas de fuente peruana:
(...)
d) Los resultados provenientes de la contratación de Instrumentos Financieros De-
rivados obtenidos por sujetos domiciliados en el país.
Tratándose de Instrumentos Financieros Derivados celebrados con fines de
cobertura, se considerarán de fuente peruana los resultados obtenidos por sujetos
domiciliados cuando los activos, bienes, obligaciones o pasivos incurridos que re-
cibirán la cobertura estén afectados a la generación de rentas de fuente peruana.
También se considerarán de fuente peruana, los resultados obtenidos por sujetos no do-
miciliados provenientes de la contratación de Instrumentos Financieros Derivados con
sujetos domiciliados, cuyo subyacente esté referido al tipo de cambio de la moneda na-
cional con alguna moneda extranjera y siempre que su plazo efectivo sea menor al que
establezca el Reglamento, el que no podrá exceder de ciento ochenta (180) días”.
Artículo 4.- Inafectación de Intereses y ganancias de capital
Sustitúyese el inciso h) del tercer párrafo del artículo 18 de la Ley por el siguiente
texto:
“Artículo 18: No son sujetos pasivos del impuesto:
(...)
h) Los intereses y ganancias de capital provenientes de bonos emitidos por la Re-
pública del Perú (i) en el marco del Decreto Supremo Nº 007-2002-EF, (ii) bajo el Pro-
grama de Creadores de Mercado o el mecanismo que lo sustituya, o (iii) en el mercado
internacional a partir del año 2002; así como los intereses y ganancias de capital prove-
nientes de obligaciones del Banco Central de Reserva del Perú, salvo los originados por

174
mANUAL DE ACTUALIZACIÓN TRIBUTARIA

los depósitos de encaje que realicen las instituciones de crédito; y las provenientes de la
enajenación directa o indirecta de valores que conforman o subyacen los Exchange Tra-
ded Fund (ETF) que repliquen índices construidos teniendo como referencia instrumen-
tos de inversión nacionales, cuando dicha enajenación se efectúe para la constitución
–entrega de valores a cambio de recibir unidades de los ETF–, cancelación –entrega de
unidades de los ETF a cambio de recibir valores de los ETF– o gestión de la cartera de
inversiones de los ETF”.
Artículo 5.- Exoneraciones en el caso de valores mobiliarios
Incorpórase como inciso p) del artículo 19 de la Ley el siguiente texto:
“Artículo 19: Están exonerados del impuesto hasta el 31 de diciembre de 2011:
(...)
p) Las ganancias de capital provenientes de la enajenación de los bienes a que se
refiere el inciso a) del artículo 2 de esta Ley, o derechos sobre estos, efectuada por una
persona natural, sucesión indivisa o sociedad conyugal que optó por tributar como tal,
hasta por las primeras cinco (5) Unidades impositivas Tributarias (UIT) en cada ejerci-
cio gravable”.
Artículo 6.- Costo computable
Incorpórase como inciso e) del numeral 21.2 y sustitúyese el numeral 21.3 del ar-
tículo 21 de la Ley, de acuerdo con lo siguiente:
“Artículo 21.- Tratándose de la enajenación, redención o rescate cuando corres-
ponda, el costo computable se determinará en la forma establecida a continuación:
(...)
21.2 Acciones y participaciones:
(...)
e) Tratándose de acciones o participaciones de una sociedad, todas con iguales
derechos, que fueron adquiridas o recibidas por el contribuyente en diversas formas u
oportunidades, el costo computable estará dado por su costo promedio ponderado. El
Reglamento establecerá la forma de determinar el costo promedio ponderado.
21.3 Otros valores mobiliarios.
El costo computable será el costo de adquisición. Sin embargo, si hubieren sido
adquiridos a título gratuito por causa de muerte o por actos entre vivos, el costo compu-
table será su valor nominal. Tratándose de valores mobiliarios del mismo tipo, todos
con iguales derechos, que fueron adquiridos o recibidos por el contribuyente en diversas
formas u oportunidades, el costo computable se determinará aplicando lo dispuesto en el
inciso e) del numeral anterior”.
Artículo 7.- Rentas de segunda categoría
Incorpórase como inciso l) del artículo 24 de la Ley el siguiente texto:

175
ANEXOS

“Artículo 24.- Son rentas de segunda categoría:


(...)
l) Las rentas producidas por la enajenación, redención o rescate, según sea el
caso, que se realice de manera habitual, de acciones y participaciones representativas
del capital, acciones de inversión, certificados, títulos, bonos y papeles comerciales, va-
lores representativos de cédulas hipotecarias, obligaciones al portador u otros al porta-
dor y otros valores mobiliarios”.
Artículo 8.- Rentas de tercera categoría
Sustitúyese el inciso d) e incorpórase como segundo párrafo del artículo 28 de la
Ley, de acuerdo a lo siguiente:
“Artículo 28.- Son rentas de tercera categoría:
(...)
d) Las ganancias de capital y los ingresos por operaciones habituales a que se re-
fieren los artículos 2 y 4 de esta Ley, respectivamente. En el supuesto a que se refiere el
artículo 4 de la Ley, constituye renta de tercera categoría la que se origina a partir de la
tercera enajenación, inclusive.
(...)
Las rentas y ganancias de capital previstas en los incisos a) y d) de este artículo,
producidas por la enajenación, redención o rescate de los bienes a que se refiere el in-
ciso l) del artículo 24 de esta Ley, solo calificarán como de la tercera categoría cuando
quien las genere sea una persona jurídica”.
Artículo 9.- Atribución de rentas
Sustitúyese el artículo 29-A de la Ley por el siguiente texto:
“Artículo 29-A.- Las utilidades, rentas, ganancias de capital provenientes de Fon-
dos Mutuos de Inversión en Valores, Fondos de Inversión, Patrimonios Fideicometidos
de Sociedades Titulizadoras, Fondos de Pensiones –en la parte que corresponda a los
aportes voluntarios sin fines previsionales– y de Fideicomisos Bancarios, incluyendo las
que resulten de la redención o rescate de valores mobiliarios emitidos en nombre de los
citados fondos o patrimonios, o del retiro de aportes efectuados al Fondo de Pensiones,
se atribuirán a los respectivos contribuyentes del Impuesto, luego de las deducciones
admitidas para determinar las rentas netas de segunda y de tercera categorías o de fuente
extranjera según corresponda, conforme con esta Ley.
Asimismo, se atribuirán las pérdidas netas de segunda y tercera categorías y/o de
fuente extranjera, así como el Impuesto a la Renta abonado en el exterior por rentas
de fuente extranjera. Cada contribuyente determinará el crédito que le corresponda por
Impuesto a la Renta abonado en el exterior de acuerdo con el inciso e) del artículo 88 de
la Ley.

176
mANUAL DE ACTUALIZACIÓN TRIBUTARIA

La Sociedad Titulizadora, Sociedad Administradora, el Fiduciario Bancario y la


Administradora Privada de Fondos de Pensiones deberán distinguir la naturaleza de los
ingresos que componen la atribución, los cuales conservarán el carácter de gravado,
inafecto o exonerado que corresponda de acuerdo con esta Ley. La atribución a que se
refiere el presente artículo se efectuará:
a) En el caso de los sujetos domiciliados en el país:
i) Tratándose de rentas de segunda categoría y rentas y pérdidas netas de fuente
extranjera distintas a las que se señala en el acápite siguiente, cuando se pro-
duzca la redención o el rescate parcial o total de los valores mobiliarios emiti-
dos por los citados fondos o patrimonios, el retiro parcial o total de aportes o,
en general, cuando las rentas sean percibidas por el contribuyente.
ii) Tratándose de rentas y pérdidas de tercera categoría y de fuente extranjera a
que se refiere el inciso c) del artículo 57 de esta Ley:
ii.1) Cuando se produzca la redención o el rescate parcial o total de los valores
mobiliarios emitidos por los citados fondos o patrimonios, o el retiro par-
cial o total de aportes.
ii.2) Al cierre de cada ejercicio.
b) Tratándose de sujetos no domiciliados en el país, cuando se produzca la re-
dención o el rescate parcial o total de los valores mobiliarios emitidos por los fondos o
patrimonios, el retiro parcial o total de aportes o, en general, cuando las rentas les sean
pagadas o acreditadas.
Para la determinación de las rentas y pérdidas netas atribuibles en el caso de rentas
de segunda categoría, rentas y pérdidas de tercera categoría, rentas y pérdidas de fuente
extranjera a que se refieren los acápites i) y (HM del literal a) del párrafo anterior y
rentas de sujetos no domiciliados, se considerarán las utilidades, rentas y ganancias de
capital percibidas o devengadas, según corresponda, por los fondos o patrimonios, así
como las rentas adicionales que el contribuyente perciba o genere como consecuencia
de la redención o rescate de valores mobiliarios emitidos por los fondos y patrimonios,
o del retiro de aportes. En el caso de rentas y pérdidas netas a que se refiere el acápite
12) del literal a) del párrafo anterior, se considerarán las utilidades, rentas y ganancias
de capital devengadas por los fondos y patrimonios durante el ejercicio, excluyendo
aquellas que hubieran sido tomadas en cuenta para la determinación de la renta o pérdi-
da neta atribuible al momento de las redenciones, rescates o retiros antes indicados.
A efecto de determinar las rentas de segunda categoría a atribuir, se admitirá la
compensación de pérdidas que se señalan a continuación, contra las rentas netas de se-
gunda categoría a que se refiere el segundo párrafo del artículo 36 de la Ley:
(i) Pérdidas de capital provenientes de la enajenación de bienes a que se refiere
el inciso a) del artículo 2 de esta Ley, siempre que estuviera gravada con el
Impuesto.

177
ANEXOS

(ii) Pérdidas provenientes de contratos de Instrumentos Financieros Derivados


con fines de cobertura, siempre que estén vinculadas a operaciones gravadas
con el Impuesto.
Para la determinación de la renta neta atribuible a un sujeto no domiciliado, se
admitirá la compensación de pérdidas a que se refiere el párrafo anterior, así como
las pérdidas vinculadas a las rentas de tercera categoría. El Reglamento establecerá el
orden en la compensación de pérdidas para la determinación de la renta neta de segunda
categoría.
Las pérdidas a que se refieren los párrafos anteriores, así como las pérdidas vincu-
ladas a las rentas de tercera categoría, antes de ser deducidas de las rentas netas respec-
tivas, deberán ser reducidas en la parte que correspondan a rentas netas exoneradas o
inafectas”.
Artículo 10.- Renta neta de la primera y segunda categorías
Incorpórase como segundo párrafo del artículo 36 de la Ley el siguiente texto:
“Artículo 36.-
(...)
Las pérdidas de capital originadas en la enajenación de los bienes a que se refiere
el inciso a) del artículo 2 de esta Ley se compensarán contra la renta neta anual origina-
da por la enajenación de los bienes antes mencionados. Las referidas pérdidas se com-
pensarán en el ejercicio y no podrán utilizarse en los ejercicios siguientes”.
Artículo 11.- Intereses y gastos financieros deducibles
Sustitúyense los párrafos segundo y tercero del inciso a) del artículo 37 de la Ley
por el siguiente texto:
“Artículo 37.-
a)
(...)
Solo son deducibles los intereses a que se refiere el párrafo anterior en la parte que
excedan el monto de los ingresos por intereses exonerados e inafectos. Para tal efecto
no se computarán los intereses exonerados e inafectos generados por valores cuya ad-
quisición haya sido efectuada en cumplimiento de una norma legal o disposiciones del
Banco Central de Reserva del Perú, ni los generados por valores que reditúen una tasa
de interés, en moneda nacional, no superior al cincuenta por ciento (50%) de la tasa
activa de mercado promedio mensual en moneda nacional (TAMN) que publique la Su-
perintendencia de Banca, Seguros y Administradoras Privadas de Fondos de Pensiones.
Tratándose de bancos y empresas financieras, deberá establecerse la proporción existen-
te entre los ingresos financieros gravados e ingresos financieros exonerados e inafectos
y deducir como gasto, únicamente, los cargos en la proporción antes establecida para los
ingresos financieros gravados”.

178
mANUAL DE ACTUALIZACIÓN TRIBUTARIA

Artículo 12.- Consolidación de resultados de personas naturales


Sustitúyense el primer y último párrafos del artículo 49 de la Ley, por el siguiente
texto:
“Artículo 49: Las rentas netas previstas en el artículo 36 de la Ley se denominarán
rentas netas del capital; la renta neta de tercera categoría se denominará renta neta em-
presarial; y la suma de las rentas netas de cuarta y quinta categorías se denominará renta
neta del trabajo. La renta neta de primera categoría y la renta neta de segunda categoría
a que se refiere el segundo párrafo del artículo 36 de esta Ley, se determinarán anual-
mente por separado. No serán susceptibles de compensación entre sí los resultados que
arrojen las distintas rentas netas de un mismo contribuyente, determinándose el impues-
to correspondiente a cada una de estas en forma independiente.
(...)
Contra las rentas netas distintas a la renta neta de segunda categoría a que se refiere
el segundo párrafo del artículo 36 de esta Ley, la renta neta empresarial y la renta de
fuente extranjera no podrán deducirse pérdidas”.
Artículo 13.- Inversiones permanentes y diferencias de cambio
Sustitúyese el inciso g) del artículo 61 de la Ley por el siguiente texto:
“Artículo 61.-
(...)
g) Las inversiones permanentes en valores en moneda extranjera se registrarán y
mantendrán al tipo de cambio vigente de la fecha de su adquisición, cuando califiquen
como partidas no monetarias”.
Artículo 14.- Agentes de retención
Sustitúyense los incisos a), d) y e) del artículo 71 de la Ley por los siguientes
textos:
“Artículo 71.- Son agentes de retención:
a) Las personas que paguen o acrediten rentas consideradas de:
i) Segunda categoría; y,
ii) Quinta categoría.
(...)
d) Las personas jurídicas que paguen o acrediten rentas de obligaciones al portador
u otros valores al portador.
e) Las Sociedades Administradoras de los Fondos Mutuos de Inversión en Valo-
res y de los Fondos de Inversión, así como las Sociedades Titulizadoras de Patrimo-
nios Fideicometidos, los Fiduciarios de Fideicomisos Bancarios y las Administradoras

179
ANEXOS

Privadas de Fondos de Pensiones –por los aportes voluntarios sin fines previsionales–,
respecto de las utilidades, rentas o ganancias de capital que paguen o generen en favor
de los poseedores de los valores emitidos a nombre de estos fondos o patrimonios,
de los fideicomitentes en el Fideicomiso Bancario, o de los afiliados en el Fondo de
Pensiones”.
Artículo 15.- Retenciones por rentas de segunda categoría
Sustitúyese el artículo 72 de la Ley por el siguiente texto:
“Artículo 72.- Las personas que abonen rentas de segunda categoría distintas de
las originadas por la enajenación, redención o rescate de los bienes a que se refiere el in-
ciso a) del artículo 2 de esta Ley retendrán el impuesto correspondiente con carácter de-
finitivo aplicando la tasa de seis coma veinticinco por ciento (6,25%) sobre la renta neta.
En el caso de rentas de segunda categoría originadas por la enajenación, redención
o rescate de los bienes antes mencionados solo procederá la retención del Impuesto
correspondiente cuando sean atribuidas por las Sociedades Administradoras de los Fon-
dos Mutuos de Inversión en Valores y de los Fondos de Inversión, las Sociedades Tituli-
zadoras de Patrimonios Fideicometidos, los Fiduciarios de Fideicomisos Bancarios y las
Administradoras Privadas de Fondos de Pensiones –por los aportes voluntarios sin fines
previsionales–, para lo cual estas no deberán considerar la exoneración a que se refiere
el inciso p del artículo 19 de la Ley. Esta retención se efectuará con carácter de pago a
cuenta del Impuesto que en definitiva le corresponderá por el ejercicio gravable aplican-
do la tasa de seis coma veinticinco por ciento (6,25%) sobre la renta neta.
Tratándose de dividendos o cualquier otra forma de distribución de utilidades, la
retención se efectuará conforme con lo señalado por el artículo 73-A.
Las retenciones previstas en este artículo deberán abonarse al Fisco dentro de
los plazos establecidos por el Código Tributario para las obligaciones de periodicidad
mensual”.
Artículo 16.- Retenciones a sujetos no domiciliados
Sustitúyese el primer párrafo del artículo 76 de la Ley por el siguiente texto:
“Artículo 76.- Las personas o entidades que paguen o acrediten a beneficiarios
no domiciliados rentas de fuente peruana de cualquier naturaleza, deberán retener
y abonar al fisco con carácter definitivo dentro de los plazos previstos por el Código
Tributario para las obligaciones de periodicidad mensual, los impuestos a que se refie-
ren los artículos 54 y 56 de esta Ley, según sea el caso. Tratándose de rentas de se-
gunda categoría originadas por la enajenación, redención o rescate de los bienes a
que se refiere el inciso a) del artículo 2 de esta Ley, se tendrá en cuenta lo siguiente:
a) Cuando sean atribuidas por las Sociedades Administradoras de los Fondos Mutuos
de Inversión en Valores y de los Fondos de Inversión, las Sociedades Titulizadoras de
Patrimonios Fideicometidos, los Fiduciarios de Fideicomisos Bancarios y las Adminis-
tradoras Privadas de Fondos de Pensiones –por los aportes voluntarios sin fines previ-
sionales–, estas no deberán considerar la exoneración a que se refiere el inciso p) del

180
mANUAL DE ACTUALIZACIÓN TRIBUTARIA

artículo, b) Tratándose de operaciones efectuadas a través de mecanismos centralizados


de negociación en el Perú en supuestos distintos al previsto en el literal anterior, no
procederá la retención y la obligación de pagar el Impuesto corresponderá al sujeto no
domiciliado”.

DISPOSICIONES COMPLEMENTARIAS FINALES

PRIMERA: Vigencia
La presente Ley entrará en vigencia a partir del 1 de enero de 2010, con excepción
de la modificación introducida en el inciso d) del artículo 10 de la Ley que entrará en
vigencia a partir del día siguiente de la publicación de la norma reglamentaria que esta-
blezca el plazo a que se refiere su tercer párrafo y se aplicará a los contratos que se cele-
bren con posterioridad a su entrada en vigencia. Cualquier modificación que se efectúe
a dicho plazo se aplicará a los contratos que se celebren con posterioridad a su vigencia.

SEGUNDA.- Reserva de identidad


La información a que se refiere el inciso e) del artículo 47 del Texto Único Ordena-
do de la Ley del Mercado de Valores, aprobado por el Decreto Supremo N° 093-2002-
EF, y normas modificatorias, así como la de las operaciones realizadas en el mercado de
valores que generen rentas o pérdidas, podrá ser solicitada en el curso de un proceso de
fiscalización o en forma periódica en la forma, plazo y condiciones que la Superinten-
dencia Nacional de Administración Tributaria (Sunat) establezca mediante resolución de
superintendencia.

TERCERA.- Modificación de la tercera disposición complementaria tran-


sitoria del Decreto Legislativo N° 972
Sustitúyese la tercera disposición complementaria transitoria del Decreto Legislati-
vo N° 972 por el siguiente texto:
“TERCERA.- Costo computable de valores mobiliarios adquiridos con ante-
rioridad al 1 de enero de 2010
Para establecer la renta bruta producida por la enajenación de valores mobiliarios
con anterioridad a la vigencia del presente Decreto Legislativo y que al 31 de diciem-
bre de 2009 se hubiera encontrado exonerada del Impuesto, se considerará como costo
computable el valor de dichos valores mobiliarios al cierre del ejercicio gravable 2009
o el costo de adquisición o el valor de ingreso al Patrimonio, el que resulte mayor, salvo
las excepciones que señale el Reglamento.
Para tal efecto, mediante decreto supremo se establecerá el referido procedimiento
para determinar dicho valor, atendiendo a criterios tales como el valor de cotización, el
valor patrimonial y/u otro que responda a la naturaleza y características de los referidos
valores.

181
ANEXOS

En el caso de las personas jurídicas, a fin de establecer el costo computable apli-


cable en la enajenación de valores mobiliarios que al 31 de diciembre de 2009 se en-
contraran inscritos en el Registro Público del Mercado de Valores y se enajenarán pos-
teriormente a través de mecanismos centralizados de negociación, se tomará en cuenta
el valor de dichos valores mobiliarios al cierre del ejercicio gravable 2009, conforme
al procedimiento que se establezca mediante el decreto supremo señalado en el párrafo
anterior”.

CUARTA.- Aportes voluntarios sin fines provisionales


Para efectos del Impuesto, las rentas provenientes de los Fondos de Pensiones por
la parte que corresponde a los aportes voluntarios sin fines provisionales se sujetarán a
las siguientes disposiciones:
a) Las utilidades, rentas y ganancias de capital serán atribuidas a los afiliados. La
atribución se sujetará a lo dispuesto en el artículo 29-A de la Ley:
b) Para efecto de lo dispuesto en los incisos c) y d) del artículo 90 de la Ley se
tendrá en cuenta lo siguiente:
i. La Administradora Privada de Fondos de Pensiones será considerada
como pagador para efectos del inciso c) del artículo 9.
ii. Serán de fuente peruana los dividendos y cualquier otra forma de distri-
bución de utilidades que los Fondos de Pensiones constituidos o estable-
cidos en el país distribuyan, paguen o acrediten a sus afiliados.
c) Las utilidades, rentas y ganancias de capital de fuente peruana atribuidas cons-
tituyen rentas de segunda categoría.
d) Las Administradoras Privadas de Fondos de Pensiones son agentes de reten-
ción del Impuesto respecto de las utilidades, rentas y ganancias de capital ge-
neradas por los aportes voluntarios sin fines provisionales, que paguen a los
afiliados. Las retenciones del Impuesto se efectuarán aplicando, según corres-
ponda, las tasas previstas en los artículos 54, 72 y 73-A de la Ley, cuando el
afiliado perciba la renta. Las retenciones efectuadas se pagarán al fisco dentro
de los plazos establecidos por el Código Tributario para las obligaciones de
periodicidad mensual.

DISPOSICIONES COMPLEMENTARIAS MODIFICATORIAS


PRIMERA.- Modificación de la única disposición complementaria final del
Decreto Legislativo N° 972, modificada por el artículo 2 de la Ley N° 29308, Ley
que Prorroga las Exoneraciones Contenidas en el Artículo 19 de la Ley del Impues-
to a la Renta y Posterga la Entrada en Vigencia de Varios Artículos y Disposiciones
del Decreto Legislativo N° 972.

182
mANUAL DE ACTUALIZACIÓN TRIBUTARIA

Modifícase la única disposición complementaria final del Decreto Legislativo


N° 972, modificada por el artículo 2 de la Ley N° 29308, Ley que Prorroga las Exo-
neraciones Contenidas en el artículo 19 de la Ley del Impuesto a la Renta y Posterga
la Entrada en Vigencia de Varios Artículos y Disposiciones del Decreto Legislativo N°
972, por el siguiente texto:
“ÚNICA.- Vigencia
El presente Decreto Legislativo entra en vigencia a partir del 1 de enero de 2009,
con excepción de los artículos 5, 6, 16, 17 y 20; las disposiciones complementarias tran-
sitorias segunda y tercera; y el inciso a) de la disposición complementaria derogatoria
única, los que entran en vigencia el 1 de enero de 2010”.
SEGUNDA.- Modificación de la única disposición complementarla derogato-
ria del Decreto Legislativo N° 972
Modifícase la única disposición complementaria derogatoria del Decreto Legislati-
vo N° 972, por el siguiente texto:
“ÚNICA.- Derogatorias
Deróganse las siguientes disposiciones contenidas en la Ley:
a) Los incisos h), l) y II) del artículo 19 de la Ley.
b) El artículo 25-A de la Ley.
c) El artículo 35 de la Ley”.

DISPOSICIÓN COMPLEMENTARIA DEROGATORIA


ÚNICA.- Disposición derogatoria
Derógase el segundo párrafo del inciso c) del numeral 21.2 del artículo 21 de la
Ley.

DISPOSICIÓN COMPLEMENTARIA TRANSITORIA


ÚNICA: Obligación de atribución y retención por parte de las Sociedades Admi-
nistradoras de los Fondos Mutuos de Inversión en Valores y Administradoras Privadas
de Fondos de Pensiones.
Excepcionalmente, las Sociedades Administradoras de los Fondos Mutuos de In-
versión en Valores y las Administradoras Privadas de Fondos de Pensiones no estarán
obligadas a efectuar las retenciones del Impuesto por las rentas que generen o perciban
los partícipes, inversionistas o afiliados como consecuencia de las redenciones o resca-
tes de los valores mobiliarios emitidos por los citados fondos o por el retiro de aportes,
según corresponda, que se efectúen entre el 1 de enero y el 30 de junio de 2010.

183
ANEXOS

Los contribuyentes deberán pagar el Impuesto por las rentas a que se refiere el
párrafo anterior dentro de los plazos establecidos en el calendario de vencimientos de
las obligaciones tributarias mensuales correspondientes al periodo de julio de 2010. Lo
previsto en el presente párrafo no se aplicará a los sujetos domiciliados en el país por
las rentas de la tercera categoría generadas por los rescates o redenciones antes mencio-
nados, los que deberán incluir tales rentas en su declaración jurada anual respectiva. Las
Sociedades Administradoras de los Fondos Mutuos de inversión en Valores y las Admi-
nistradoras Privadas de Fondos de Pensiones, pondrán a disposición durante el mes de
julio la información que establezca el Reglamento.
Comunícase al señor Presidente de la República para su promulgación.
En Lima, a los veintitrés días del mes de diciembre de dos mil nueve.
LUIS ALVA CASTRO
Presidente del Congreso de la República
CECILIA CHACÓN DE VETTORI
Primera Vicepresidenta del Congreso de la República
AL SEÑOR PRESIDENTE CONSTITUCIONAL DE LA REPÚBLICA
POR TANTO:
Mando se publique y cumpla.
Dado en la Casa de Gobierno, en Lima, a los treinta y un días del mes de diciembre
del año dos mil nueve.
ALAN GARCÍA PÉREZ
Presidente Constitucional de la República
JAVIER VELÁSQUEZ QUESQUÉN
Presidente del Consejo de Ministros

LEY Nº 29566
Ley que modifica diversas disposiciones con el
objeto de mejorar el clima de inversión y facilitar
el cumplimiento de obligaciones tributarias

EL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA
POR CUANTO:

184
mANUAL DE ACTUALIZACIÓN TRIBUTARIA

El Congreso de la República
Ha dado la Ley siguiente:
EL CONGRESO DE LA REPÚBLICA
Ha dado la Ley siguiente:
LEY QUE MODIFICA DIVERSAS DISPOSICIONES CON EL OBJETO DE
MEJORAR EL CLIMA DE INVERSIÓN Y FACILITAR EL CUMPLIMIENTO
DE OBLIGACIONES TRIBUTARIAS
Artículo 1.- Objeto de la Ley
La presente Ley tiene por objeto modificar diversas disposiciones con rango de
ley a fin de mejorar el clima de inversión y facilitar el cumplimiento de obligaciones
tributarias.
Artículo 2.- Derecho del accionista a información fuera de junta
Incorpórase el artículo 52-A a la Ley Nº 26887, Ley General de Sociedades, con el
texto siguiente:
“Artículo 52-A.- Derecho del accionista a información fuera de junta
Las sociedades anónimas deberán proporcionar en cualquier oportunidad, a solici-
tud escrita de accionistas que representen al menos el cinco por ciento (5%) del capital
pagado de la sociedad, información respecto de la sociedad y sus operaciones, siempre
que no se trate de hechos reservados o de asuntos cuya divulgación pueda causar daños
a la sociedad.
En caso de discrepancia sobre el carácter reservado o confidencial de la informa-
ción, resuelve el juez del domicilio de la sociedad”.
Artículo 3.- Sustitución del artículo 9 del Texto Único Ordenado de la Ley de
Promoción de la Competitividad, Formalización y Desarrollo de la Micro y Peque-
ña Empresa y del Acceso al Empleo Decente, Ley Mype
Sustitúyese el texto del artículo 9 del Texto Único Ordenado de la Ley de Promo-
ción de la Competitividad, Formalización y Desarrollo de la Micro y Pequeña Empresa
y del Acceso al Empleo Decente, Ley Mype, aprobado por Decreto Supremo Nº 007-
2008-TR, por el siguiente:
“Artículo 9.- Simplificación de trámites y régimen de ventanilla única
Las Mype que se constituyan como persona jurídica lo realizan mediante escritura pú-
blica sin exigir la presentación de la minuta, conforme a lo establecido en el inciso i) del
artículo 58 del Decreto Legislativo Nº 1049.
Para constituirse como persona jurídica, las Mype no requieren del pago de un
porcentaje mínimo de capital suscrito. En caso de efectuarse aportes dinerarios al mo-
mento de la constitución como persona jurídica, el monto que figura como pagado será

185
ANEXOS

acreditado con una declaración jurada del gerente de la Mype, lo que quedará consigna-
do en la respectiva escritura pública.
El Codemype para la formalización de las Mype promueve la reducción de los cos-
tos registrales y notariales ante la Sunarp y colegios de notarios”.
Artículo 4.- Sustitución de los párrafos primero y segundo del artículo 14 de la
Ley Nº 29090, Ley de Regulación de Habilitaciones Urbanas y de Edificaciones
Sustitúyense los párrafos primero y segundo del artículo 14 de la Ley Nº 29090,
Ley de Regulación de Habilitaciones Urbanas y de Edificaciones, con los siguientes
textos:
“Artículo 14. - Información o documentos previos
Se entiende por información o documentos previos aquellos que regulan el diseño
o las condiciones técnicas que afectarán el proceso de habilitación urbana o de edifica-
ción de un predio y que, por lo tanto, es necesario recabar o tramitar ante una entidad,
con anterioridad al trámite de licencias de habilitación urbana y de edificación.
El contenido de la información o documentos previos, señalados en el presente ar-
tículo, implica su cumplimiento obligatorio por parte de las entidades otorgantes y de los
solicitantes, por cuanto genera deberes y derechos. La municipalidad distrital o provin-
cial o la Municipalidad Metropolitana de Lima, según corresponda, se encuentran obliga-
das a poner a disposición, de manera gratuita y de libre o fácil acceso o en el portal web
de la municipalidad, toda la información referida a la normativa urbanística, en particular
los parámetros urbanísticos y edificatorios, quedando a opción del interesado tramitar
el respectivo certificado. Los Registros Públicos inscribirán, a solicitud del propietario,
cualquiera de los documentos establecidos en el presente artículo para su respectiva pu-
blicidad. El contenido del asiento de inscripción debe resaltar las condiciones estableci-
das para el aprovechamiento del predio, por lo que este será oponible frente a terceros”.
Artículo 5.- Eliminación de requisitos para solicitar licencias de edificación y
de funcionamiento
En la tramitación de cualquiera de las modalidades de licencias de edificación, con-
templadas en el artículo 25 de la Ley Nº 29090, Ley de Regulación de Habilitaciones
Urbanas y de Edificaciones, y de funcionamiento, no será exigible la presentación de los
siguientes documentos:
a) Copia literal de dominio, correspondiendo a la municipalidad respectiva efec-
tuar la verificación a través del portal web de la Superintendencia Nacional de
los Registros Públicos (Sunarp).
b) Certificado de parámetros urbanísticos y edificatorios.
c) Boletas de habilitación de los profesionales que intervienen en el trámite.
d) Documentos que por su naturaleza municipal se encuentren en los archivos del
gobierno local.

186
mANUAL DE ACTUALIZACIÓN TRIBUTARIA

Artículo 6.- Habilitación de profesionales y de proyectos


La habilitación de los profesionales ingenieros y arquitectos que intervienen en
proyectos, obras de habilitación urbana o edificación, conformidad de obra y, en gene-
ral, cualquier trámite regulado en la Ley Nº 29090, Ley de Regulación de Habilitaciones
Urbanas y de Edificaciones, se acredita mediante una declaración jurada de dichos pro-
fesionales, la que deberá ser verificada a través del padrón en el portal web del colegio
profesional respectivo, quedando eliminada y prohibida la exigencia de boletas y cons-
tancias de habilidad o habilitación profesional, así como de habilitación de proyectos.
Artículo 7.- Comunicación de transferencias de dominio
A efectos del Impuesto Predial, al que se refiere el Texto Único Ordenado de la Ley
de Tributación Municipal, aprobado por Decreto Supremo Nº 156-2004-EF, los notarios
se encuentran facultados para comunicar a la municipalidad respectiva, previa solicitud
de las partes, las transferencias de dominio de predios con el fin de que la autoridad
tributaria de dicha municipalidad realice la correspondiente alta y baja de los contribu-
yentes del impuesto.
La comunicación deberá ser efectuada por el notario dentro del plazo establecido
en el literal b) del artículo 14 de la referida Ley, computado a partir de la recepción de la
respectiva minuta, y sustituye la declaración jurada exigida por el citado artículo.
Artículo 8.- Sustitución del párrafo final del artículo 547 del Código Procesal
Civil
Sustitúyese el párrafo final del artículo 547 del Código Procesal Civil por el si-
guiente texto:
“Artículo 547.- Competencia
(…)
En el caso del inciso 7) del artículo 546, cuando la pretensión sea hasta treinta (30)
Unidades de Referencia Procesal (URP), es competente el Juez de Paz; cuando la pre-
tensión sea a partir de ese monto y hasta cincuenta y cinco (55) URP, el Juez de Paz
Letrado; y cuando supere las cincuenta y cinco (55) URP, el Juez Civil”.
Artículo 9.- Precisión acerca de la función registral
La función registral de calificación se encuentra sujeta a lo dispuesto en el artículo
2011 del Código Civil, así como a las reglas y límites establecidos en los reglamen-
tos y directivas aprobados por la Superintendencia Nacional de los Registros Públicos
(Sunarp). No constituye parte ni responsabilidad de la función registral la fiscalización
del pago de tributos, ni de los insertos correspondientes que efectúe el notario.
Artículo 10.- Presentación de títulos por vía telemática
La Superintendencia Nacional de los Registros Públicos (Sunarp) establecerá el
sistema de presentación de títulos por vía telemática y dictará las medidas de seguridad

187
ANEXOS

para garantizar la autenticidad de los títulos, las mismas que deberán respetar y ser con-
cordantes con la legislación sobre la materia.
Artículo 11.- Regulación de los aspectos vinculados a los libros y registros lle-
vados de manera electrónica
Sustitúyese el cuarto párrafo e incorpórase el quinto párrafo en el numeral 16 del
artículo 62 del Texto Único Ordenado del Código Tributario, aprobado por Decreto Su-
premo Nº 135-99- EF, por los siguientes textos:
“Artículo 62. - FACULTAD DE FISCALIZACIÓN
(…)
16. (…)
Tratándose de los libros y registros a que se refiere el primer párrafo del presente
numeral, la Sunat establecerá los deudores tributarios obligados a llevarlos de manera
electrónica o los que podrán llevarlos de esa manera. En cualquiera de los dos casos
señalados en el párrafo precedente, la Sunat, mediante resolución de superintendencia,
señalará los requisitos, formas, plazos, condiciones y demás aspectos que deberán cum-
plirse para la autorización, almacenamiento, archivo y conservación, así como los pla-
zos máximos de atraso de los mismos”.
Artículo 12.- Uso de la información almacenada, archivada y conservada por
la Sunat
Incorpórase el numeral 20 en el artículo 62 del Texto Único Ordenado del Código
Tributario, aprobado por Decreto Supremo Nº 135-99-EF, con el siguiente texto:
“Artículo 62. - FACULTAD DE FISCALIZACIÓN
(…)
20. La Sunat podrá utilizar para el cumplimiento de sus funciones la información
contenida en los libros, registros y documentos de los deudores tributarios que almace-
ne, archive y conserve”.
Artículo 13.- Conservación de libros, registros y documentos electrónicos del
deudor tributario
Sustitúyese el numeral 7 del artículo 87 del Texto Único Ordenado del Código Tri-
butario, aprobado por Decreto Supremo Nº 135-99-EF, por el siguiente texto:
“Artículo 87. - OBLIGACIONES DE LOS ADMINISTRADOS
(…)
7. Almacenar, archivar y conservar los libros y registros, llevados de manera ma-
nual, mecanizada o electrónica, así como los documentos y antecedentes de las opera-
ciones o situaciones que constituyan hechos susceptibles de generar obligaciones tribu-
tarias o que estén relacionadas con ellas, mientras el tributo no esté prescrito.

188
mANUAL DE ACTUALIZACIÓN TRIBUTARIA

El deudor tributario deberá comunicar a la administración tributaria, en un plazo de


quince (15) días hábiles, la pérdida, destrucción por siniestro, asaltos y otros, de los li-
bros, registros, documentos y antecedentes mencionados en el párrafo anterior. El plazo
para rehacer los libros y registros será fijado por la Sunat mediante resolución de su-
perintendencia, sin perjuicio de la facultad de la administración tributaria para aplicar
los procedimientos de determinación sobre base presunta a que se refiere el artículo 64.
Cuando el deudor tributario haya optado por llevar de manera electrónica los li-
bros, registros o por emitir de la manera referida los documentos que regulan las nor-
mas sobre comprobantes de pago o aquellos emitidos por disposición de otras normas
tributarias, la Sunat podrá sustituirlo en el almacenamiento, archivo y conservación de
los mismos. La Sunat también podrá sustituir a los demás sujetos que participan en las
operaciones por las que se emitan los mencionados documentos.
La Sunat, mediante resolución de superintendencia, regulará el plazo por el cual
almacenará, conservará y archivará los libros, registros y documentos referidos en el
párrafo anterior, la forma de acceso a los mismos por el deudor tributario respecto de
quien opera la sustitución, su reconstrucción en caso de pérdida o destrucción y la co-
municación al deudor tributario de tales situaciones”.
Artículo 14.- Sustitución del literal f) del artículo 3 del Decreto Ley Nº 25632
Sustitúyese el literal f) del artículo 3 del Decreto Ley Nº 25632, Ley que establece
la obligación de emitir comprobantes de pago en las transferencias de bienes, en propie-
dad o en uso, o en prestaciones de servicios de cualquier naturaleza, y normas modifica-
torias, por el siguiente texto:
“Artículo 3.- Para efectos de lo dispuesto en la presente Ley, la Sunat señalará:
(…)
f) Los mecanismos de control para la emisión o utilización de comprobantes de
pago, incluyendo la determinación de los sujetos que deberán o podrán utilizar la emi-
sión electrónica”.
Artículo 15.- No exigibilidad de la legalización tratándose del Registro de
Compras llevado de manera electrónica
Incorpórase el último párrafo en el literal c) del artículo 19 del Texto Único Or-
denado de la Ley del Impuesto General a las Ventas e Impuesto Selectivo al Consumo,
aprobado mediante Decreto Supremo Nº 055-99-EF y normas modificatorias, con el si-
guiente texto:
“Artículo 19. - REQUISITOS FORMALES
(…)
c) (…)
Tratándose del Registro de Compras llevado de manera electrónica no será exigible
la legalización prevista en el primer párrafo del presente inciso”.

189
ANEXOS

DISPOSICIÓN COMPLEMENTARIA
ÚNICA.- Intercambio gratuito de información
Las entidades de la administración pública que de cualquier manera intervienen
o participan en los trámites de constitución de empresas, otorgamiento de licencias de
funcionamiento, licencias de habilitación urbana y de edificación, y transferencia de
propiedad, se encuentran obligadas a proporcionar e intercambiar entre ellas informa-
ción que obra en su poder a solo requerimiento de la entidad solicitante y en forma gra-
tuita, mediante el acceso inmediato al respectivo portal web o dentro de las 24 horas de
recibida la solicitud, quedando prohibido el cobro de suma alguna por dicho concepto.

DISPOSICIÓN MODIFICATORIA
ÚNICA.- Modificación del artículo 7 del Texto Único Ordenado de la Ley
de Tributación Municipal
Modifícase el artículo 7 del Texto Único Ordenado de la Ley de Tributación Muni-
cipal, aprobado mediante Decreto Supremo Nº 156-2004-EF, el cual queda redactado de
la siguiente manera:
“Artículo 7.- Los notarios públicos deberán requerir que se acredite el pago de los
impuestos señalados en los incisos a), b) y c) del artículo 6, en el caso de que se trans-
fieran los bienes gravados con dichos impuestos, para la inscripción o formalización de
actos jurídicos. La exigencia de la acreditación del pago se limita al ejercicio fiscal en
que se efectuó el acto que se pretende inscribir o formalizar, aun cuando los periodos de
vencimiento no se hubieran producido”.

DISPOSICIÓN TRANSITORIA
ÚNICA.- Plazo de adecuación para el cumplimiento de lo dispuesto en el
artículo 6 de la presente Ley
Los colegios profesionales a los que se hace referencia en el artículo 6 de la pre-
sente norma tendrán un plazo de cuarenta y cinco (45) días para poner a disposición en
sus portales web la información referida a los profesionales miembros de dichos cole-
gios que se encuentran hábiles.

DISPOSICIÓN DEROGATORIA
ÚNICA.- Derogatoria
Deróganse o déjanse sin efecto, según corresponda, todas las normas que se opon-
gan o resulten incompatibles con la presente Ley.

190
mANUAL DE ACTUALIZACIÓN TRIBUTARIA

DISPOSICIÓN FINAL
ÚNICA.- Vigencia
La presente Ley entra en vigencia el día siguiente de su publicación en el Diario
Oficial El Peruano.
Comuníquese al señor Presidente de la República para su promulgación.
En Lima, a los nueve días del mes de julio de dos mil diez.
LUIS ALVA CASTRO
Presidente del Congreso de la República
ANTONIO LEÓN ZAPATA
Tercer Vicepresidente del Congreso de la República
AL SEÑOR PRESIDENTE CONSTITUCIONAL DE LA REPÚBLICA
POR TANTO:
Mando se publique y cumpla.
Dado en la Casa de Gobierno, en Lima, a los veintisiete días del mes de julio del
año dos mil diez.
ALAN GARCÍA PÉREZ
Presidente Constitucional de la República
JAVIER VELASQUEZ QUESQUÉN
Presidente del Consejo de Ministros

TRIBUNAL FISCAL N° 11231-7-2009

EXPEDIENTE N° : 6058-2005
INTERESADO : SOCIEDAD MINERA REFINERÍA DE ZINC CAJAMAR-
QUILLA S.A.
ASUNTO : Impuesto Predial
PROCEDENCIA : Centro Poblado Nicolás de Piérola - San Antonio
- Huarochirí
FECHA : 29 de octubre de 2009
VISTA la apelación interpuesta por Sociedad Minera Refinería De Zinc Cajamar-
quilla S.A., contra la Resolución de Alcaldía N° 011-2005-ALC-MCPNP de fecha 9 de
marzo de 2005, emitida por la Municipalidad del Centro Poblado Nicolás de Piérola,
Distrito de San Antonio, Provincia de Huarochirí, que declaró improcedente el recurso

191
ANEXOS

de reclamación formulado contra la Resolución de Determinación Deuda Tributaria


N° 001-2005-MDCHB-PFT y la Resolución de Multa Tributaria N° 001-2005-GMR-
MCPNP, giradas por concepto de Impuesto Predial correspondiente a los años 2003 y
2004 y por la comisión de la infracción prevista en el numeral 1 del artículo 178 del
Código Tributario.
CONSIDERANDO:
Que la recurrente señala que la Municipalidad del Centro Poblado Nicolás de Pié-
rola no tiene jurisdicción respecto de los predios de su propiedad y, asimismo, carece de
competencia para administrar el Impuesto Predial, teniendo en cuenta lo dispuesto por
la Constitución, la Ley Orgánica de Municipalidades y la Ley de Tributación Munici-
pal, siendo la acreedora tributaria de dicho impuesto la municipalidad distrital donde se
encuentra ubicado el predio. Por ello, los Requerimientos N° 01-001-2003-MCPMNP y
N° 01-002-2003-MCPMNP emitidos por esta son nulos de acuerdo con lo señalado por
el artículo 109 del Código Tributario.
Que agrega que los predios donde se encuentra ubicada la refinería tienen la condi-
ción de rústicos, al no haberse llevado a cabo respecto de los mismos el proceso de ha-
bilitación urbana, aún cuando mediante la Ordenanza N° 015-99-CM-MPH-M se haya
declarado a dichos predios como zonas de expansión urbana; por lo que al ser titular de
una concesión minera y tener sus predios la condición de rústicos, le corresponde gozar
del régimen de inafectación establecido por el artículo 76 del Texto Único Ordenado de
la Ley General de Minería y el artículo 9 de su reglamento, beneficio que se mantiene
vigente por 15 años conforme se ha señalado en el Contrato de Garantías y Medidas de
Promoción a la Inversión (D.S. Nº 014-94-EF). En tal sentido, no cabe que pueda ser
objeto de fiscalizaciones respecto del citado tributo, siendo nulos los valores emitidos
por la citada municipalidad al respecto.
Que la Municipalidad del Centro Poblado Nicolás de Piérola manifiesta que los
predios de la recurrente se encuentran en su jurisdicción, añadiendo que fue creada me-
diante el Decreto de Alcadía N° 04-CPH-86, modificado por la Resolución de Alcaldía
N° 238-CPM-M-90, siendo delimitada su jurisdicción mediante la Resolución de Al-
caldía N° 497-99/ALC-MPH-M. Asimismo, agrega que como órgano de gobierno local
tiene facultades para administrar los tributos a su cargo conforme a ley, por lo que lo
alegado por la recurrente carece de sustento.
Que adicionalmente señala que no le alcanza a la recurrente la inafectación del Im-
puesto Predial dispuesta por la Ley General de Minería, aplicable a los titulares de acti-
vidades mineras en zonas no urbanas, en tanto tal beneficio no fue incluido en la Ley de
Tributación Municipal, y adicionalmente, por encontrarse los predios de la recurrente en
zonas de expansión urbana, declarada mediante la Ordenanza N° 015-99-C-MPH-M en
la que se aprobó la respectiva habilitación urbana.
Que la controversia materia de autos consiste en determinar si se encuentra co-
rrecta la determinación de deuda efectuada por la Municipalidad del Centro Poblado

192
mANUAL DE ACTUALIZACIÓN TRIBUTARIA

Nicolás de Piérola, así como la multa impuesta, por lo que previamente se requiere de-
terminar si dicha municipalidad es competente para administrar el Impuesto Predial.
Que al respecto, según el Acuerdo de Sala Plena contenido en el Acta de Reunión
de Sala Plena N° 2009-20 del 27 de octubre de 2009, este Tribunal ha establecido que:
“Las municipalidades de centros poblados no tienen competencia para administrar el
Impuesto Predial que corresponda a los predios que se encuentren ubicados dentro de su
ámbito territorial”.
Que el referido criterio ha sido adoptado por este Tribunal por los fundamentos
siguientes:
El primer párrafo del artículo 194 de la Constitución Política de 1993 establece
que: “Las municipalidades provinciales y distritales son los órganos de gobierno local.
Tienen autonomía política, económica y administrativa en los asuntos de su competen-
cia. Las municipalidades de los centros poblados son creadas conforme a ley”(1). Su ar-
tículo 196 dispone que forman parte de las rentas municipales los tributos creados por
ley a su favor así como las contribuciones, tasas, arbitrios, licencias y derechos creados
por ordenanzas municipales, conforme a ley.
A su vez, el artículo 74 de la mencionada Carta Magna establece que los tributos
se crean, modifican o derogan, o se establece una exoneración, exclusivamente por ley
o decreto legislativo en caso de delegación de facultades, salvo los aranceles y tasas, los
cuales se regulan mediante decreto supremo. Agrega el citado artículo que los gobiernos
regionales y los gobiernos locales pueden crear, modificar y suprimir contribuciones y
tasas, o exonerar de estas, dentro de su jurisdicción, y con los límites que señala la ley(2).
Por su parte, el artículo 40 de la Ley de Bases de la Descentralización, Ley
N° 27783(3), cuando define a las municipalidades señala que son órganos de gobierno local
que se ejercen en las circunscripciones provinciales y distritales de cada una de las regio-
nes del país, con las atribuciones, competencias y funciones que les asigna la Constitución
Política, la Ley Orgánica de Municipalidades y la citada ley. Agrega la misma norma que
en la capital de la República el gobierno local lo ejerce la Municipalidad Metropolitana
de Lima y que en los centros poblados funcionan municipalidades conforme a ley(4).

(1) Este artículo fue modificado por la Ley N° 28607, publicada el 4 de octubre de 2005, sin embargo su
primer párrafo mantuvo el mismo texto que tenía antes de dicha modificación.
(2) Antes de la modificación dispuesta por la Ley N° 28390, publicada el 17 de noviembre de 2004, el ar-
tículo 74 de la Constitución contenía una similar redacción sin incluir mención alguna a los gobiernos
regionales: “Los tributos se crean, modifican o derogan, o se establece una exoneración, exclusivamente
por ley o decreto legislativo en caso de delegación de facultades, salvo los aranceles y tasas, los cuales se
regulan mediante decreto supremo.
Los gobiernos locales pueden crear, modificar y suprimir contribuciones y tasas, o exonerar de estas,
dentro de su jurisdicción y con los límites que señala la ley”.
(3) Publicada el 20 de julio de 2002.
(4) El artículo 41 de la citada ley dispone que las competencias que se asignan a las municipalidades
son: competencias exclusivas comunes a todas las municipalidades distritales y provinciales, sin

193
ANEXOS

El artículo 46 de la mencionada ley refiere que constituyen rentas municipales,


entre otros, los tributos creados por ley a su favor y las contribuciones, tasas, arbitrios,
licencias y derechos creados por los concejos municipales, los que constituyen sus in-
gresos propios(5).
Asimismo, el artículo 48 de la misma ley establece que las municipalidades de los
centros poblados se rigen por las normas que establezca la Ley Orgánica de Municipa-
lidades, para su creación, ámbito, competencias y funciones delegadas, elección de sus
autoridades y rentas para su operación y funcionamiento, agregándose que las munici-
palidades provinciales y distritales están obligadas a entregarles a las municipalidades
de centros poblados de su jurisdicción un porcentaje de sus recursos propios y/o trans-
feridos por el Estado, para cumplir con las funciones delegadas y la prestación de los
servicios municipales.
La Ley Orgánica de Municipalidades, Ley N° 27972(6), dispone en su artículo III
que las municipalidades provinciales y distritales se originan en la respectiva demarca-
ción territorial que aprueba el Congreso de la República, a propuesta del Poder Ejecuti-
vo, y que las municipalidades de centros poblados son creadas por ordenanza municipal
provincial(7). En su artículo 3 añade que en función de su jurisdicción, las municipali-
dades se clasifican en: la municipalidad provincial, sobre el territorio de la respectiva
provincia y el distrito del cercado, la municipalidad distrital, sobre el territorio del dis-
trito, y la municipalidad de centro poblado, cuya jurisdicción la determina el respectivo
concejo provincial, a propuesta del concejo distrital, siendo que de acuerdo con el ar-
tículo 4 de la anotada ley, son órganos de gobierno local las municipalidades provincia-
les y distritales, cuya estructura orgánica está compuesta por el concejo municipal y las
alcaldías(8).

diferenciación de su ubicación, población, capacidad de gestión o recursos; competencias claramen-


te diferenciadas entre las municipalidades distritales y provinciales; competencias exclusivas para las
municipalidades provinciales; competencias diferenciadas para las municipalidades con regímenes es-
peciales; competencias delegadas del gobierno central que pueden irse transfiriendo gradualmente me-
diante convenio; funciones de competencias ejercidas en mancomunidades de municipalidades; y dele-
gación de competencias y funciones a las municipalidades de centros poblados, incluyendo los recursos
correspondientes.
(5) La Ley Orgánica de Municipalidades, Ley N° 27972, prevé similar disposición en su artículo 69.
(6) Publicada el 27 de mayo de 2003.
(7) El artículo 2 de la ley en mención al regular los tipos de municipalidades indica que: “Las municipali-
dades son provinciales o distritales. Están sujetas a régimen especial las municipalidades de frontera y la
Municipalidad Metropolitana de Lima. Las municipalidades de centros poblados son creadas conforme a
la presente ley”.
(8) La ley anotada define a los gobiernos locales como entidades básicas de la organización territorial del
Estado y canales inmediatos de participación vecinal en los asuntos públicos, que institucionalizan y ges-
tionan con autonomía los intereses propios de las correspondientes colectividades, los cuales gozan de
autonomía política, económica y administrativa en los asuntos de su competencia. Al respecto, véase sus
artículos 1 y II.

194
mANUAL DE ACTUALIZACIÓN TRIBUTARIA

En cuanto a las municipalidades de centros poblados, el artículo 128 de la ley en


referencia reitera que son creadas a través de ordenanzas de la municipalidad provin-
cial, agregando que mediante estas además se determina la delimitación territorial, el
régimen de organización interior, las funciones que se les delegan, los recursos que se
les asignan y sus atribuciones administrativas y económico-tributarias, debiendo cum-
plirse para su creación los requisitos previstos por el artículo 129 de la citada ley. Este
último artículo establece que para la creación de municipalidades de centros poblados se
requiere la aprobación mayoritaria de los regidores que integran el concejo provincial
correspondiente y la comprobación previa del cumplimiento de los siguientes requisitos:
1. Solicitud de un comité de gestión suscrita por un mínimo de mil habitantes mayores
de edad domiciliados en dicho centro poblado y registrados debidamente y acreditar dos
delegados; 2. Que el centro poblado no se halle dentro del área urbana del distrito al
cual pertenece; 3. Que exista comprobada necesidad de servicios locales en el centro
poblado y su eventual sostenimiento; 4. Que exista opinión favorable del concejo mu-
nicipal distrital, sustentada en informes de las gerencias de planificación y presupues-
to, de desarrollo urbano y de asesoría jurídica, o sus equivalentes, de la municipalidad
distrital respectiva; y, 5. Que la ordenanza municipal de creación quede consentida y
ejecutoriada(9).
A su vez, el artículo 133 de la citada ley establece que las municipalidades provin-
ciales y distritales están obligadas a entregar a las municipalidades de centros poblados
de su jurisdicción, en proporción a su población y los servicios públicos delegados, un
porcentaje de sus recursos propios y los transferidos por el gobierno nacional, para el
cumplimiento de la prestación de los servicios públicos delegados(10). Agrega el citado
artículo que la ordenanza de creación o de adecuación, según sea el caso, podrá contem-
plar otros ingresos, y que: “la delegación de los servicios públicos locales que asuman
las municipalidades de centro poblado puede implicar la facultad de cobrar directamente
a la población los recursos que por concepto de arbitrio se encuentren estimados perci-
bir como contraprestación de los respectivos servicios”.
De igual forma, la derogada Ley Orgánica de Municipalidades, Ley N° 23853,
previó la existencia de municipalidades delegadas, a las que en virtud de la Ley
N° 23854(11) se les cambió de denominación por la de municipalidades de centro po-
blado menor, las cuales eran creadas igualmente por la municipalidad provincial(12).

(9) Agrega esta norma que: “Es nula la ordenanza de creación que no cumple con los requisitos antes señala-
dos, bajo responsabilidad exclusiva del alcalde provincial”.
(10) El citado artículo precisa que la entrega o transferencia de recursos se efectuará en forma mensual, bajo
responsabilidad del alcalde y del gerente municipal correspondiente, y añade que las municipalidades
provinciales y distritales pueden incrementar las transferencias de recursos a las municipalidades de cen-
tros poblados, previo acuerdo de sus concejos municipales.
(11) Publicada el 9 de junio de 1984.
(12) El artículo 4 de la Ley N° 23853 señalaba que existían municipalidades en la capital de la República,
que tenían el régimen especial que se establecía en dicha ley, en las capitales de provincia, en las capi-
tales de distrito, y en los pueblos, centros poblados, caseríos, comunidades campesinas y nativas, que

195
ANEXOS

Asimismo, en su artículo 162 dispuso que en los distritos en que existiesen dichas muni-
cipalidades las rentas recaudadas se distribuirían en proporción de los servicios públicos
delegados(13).
La Constitución, al igual que las leyes citadas, diferencia a las municipalidades de
centros poblados de las municipales provinciales y distritales, a las cuales se les atribu-
ye la calidad de órganos de gobierno local con autonomía política, económica y admi-
nistrativa en los asuntos de su competencia, siendo las primeras creadas por la munici-
palidad provincial bajo el cumplimiento de ciertos requisitos previstos por ley, ante la
comprobada necesidad de servicios públicos locales cuya prestación le son delegados
en su ámbito territorial, no ostentando las mismas atribuciones y competencias de las
últimas. Para el cumplimiento de dicha función, las municipalidades provinciales y dis-
tritales deben entregar a las municipalidades de centros poblados de su jurisdicción un
porcentaje de sus recursos propios y los transferidos por el gobierno nacional, pudién-
dosele otorgar la facultad de cobrar directamente la contraprestación por los servicios
delegados.
El Tribunal Constitucional ha dado cuenta de dicha diferencia en la Sentencia del
20 de febrero de 2006 recaída en el Exp. N° 0003-2005-PC/TC, en la que señala que:
“Es útil precisar que, en el caso de la Constitución, su artículo 194 hace referencia a que
las municipalidades de los centros poblados menores deben ser creadas conforme a ley,
pero en modo alguno considera a estas corporaciones como poseedoras de las mismas
atribuciones o competencias que las municipalidades provinciales o distritales, a las que
expresamente se les reconoce como órganos de gobierno local”.
Ahora bien, el artículo 5 de la Ley de Tributación Municipal, aprobada por De-
creto Legislativo N° 776(14), establece que los impuestos municipales son los tributos
mencionados por el Título II de dicha ley en favor de los gobiernos locales, cuyo cum-
plimiento no origina una contraprestación directa de la municipalidad al contribuyente,

determinase el concejo municipal provincial, precisándose que en este último caso su denominación era
municipalidad delegada.
De acuerdo con el numeral 10) del artículo 70 de dicha ley, esta última municipalidad era creada por
la municipalidad provincial, encargándosele los servicios públicos que debía atender. Para su creación,
según lo previsto por el artículo 5 de la misma ley, se requería la comprobada necesidad de servicios
locales, que su territorio no se hallase comprendido dentro de los límites de la capital de la provincia o
en el núcleo poblacional central de su distrito, que contara con más de 50 personas mayores de edad, que
poseyera medios económicos suficientes para organizar y sostener los servicios municipales esenciales,
que fuese solicitado por la mayoría de los habitantes mayores de edad de la localidad, y que fuese apro-
bada por el concejo provincial previo conocimiento del concejo distrital respectivo.
(13) Esta norma agregaba que la asamblea distrital de alcaldes de municipalidad delegada acordaría el pro-
cedimiento para la consolidación mensual de la recaudación y la determinación de la cuota de cada mu-
nicipalidad, y que la municipalidad delegada que hubiese recaudado por encima de su cuota remitiría
el excedente a la distrital y esta remitiría el faltante a la que hubiese recaudado por debajo de su cuota,
dentro de los 30 días del mes siguiente, bajo responsabilidad del alcalde respectivo.
(14) Su Texto Único Ordenado fue aprobado por Decreto Supremo N° 156-2004-EF, publicado el 15 de no-
viembre de 2004.

196
mANUAL DE ACTUALIZACIÓN TRIBUTARIA

correspondiendo la recaudación y fiscalización de su cumplimiento a tales órganos. De


acuerdo con su artículo 6, dichos impuestos comprenden al Impuesto Predial.
El Impuesto Predial grava el valor de los predios urbanos y rústicos, y su recauda-
ción, administración y fiscalización corresponde a la municipalidad distrital donde se
encuentre ubicado el predio, según lo previsto en el artículo 8 de la ley en mención,
siendo que de acuerdo con lo dispuesto por sus artículos 11 y 20, la base imponible para
determinar el impuesto está constituida por el valor total de los predios del contribuyen-
te ubicados en cada jurisdicción distrital, constituyendo el rendimiento de dicho tributo
renta de la municipalidad distrital respectiva en cuya jurisdicción se encuentren ubica-
dos los predios materia del impuesto, estando a su cargo la administración del mismo(15).
El artículo 4 del Texto Único Ordenado del Código Tributario aprobado por De-
creto Supremo N° 135-99-EF, define al acreedor tributario como aquel en favor del cual
debe realizarse la prestación tributaria, precisando que el gobierno central, los gobiernos
regionales y los gobiernos locales son acreedores de la obligación tributaria, así como
las entidades de derecho público con personería jurídica propia, cuando la ley les asigne
esa calidad expresamente.
Por otro lado, el artículo 52 del citado Código dispone que los gobiernos locales
administrarán exclusivamente las contribuciones y tasas municipales, sean estas últi-
mas, derechos, licencias o arbitrios, y por excepción los impuestos que la ley les asigne,
mientras que su artículo 54 que: “Ninguna otra autoridad, organismo, ni institución, dis-
tinto a los señalados en los artículos precedentes, podrá ejercer las facultades conferidas
a los órganos administradores de tributos, bajo responsabilidad”.
La administración del tributo es una atribución de la que goza en principio el acree-
dor tributario, la cual comprende facultades referidas a la aplicación y cobro de los tri-
butos, como son las de fiscalización y determinación, recaudación, sancionatoria y de
cobranza coactiva, siendo que en algunos casos la calidad de administrador tributario
no la ostenta el propio acreedor tributario, sino un ente distinto a quien se le otorga la
administración del tributo(16).
El Impuesto Predial es un tributo creado y regulado por el gobierno central en
favor de los gobiernos locales, siendo que la calidad de acreedor tributario y adminis-
trador de dicho impuesto corresponde a la municipalidad distrital(17) en cuya jurisdicción

(15) Si bien estas disposiciones han sido modificadas por la Ley N° 27305, publicada el 14 de julio de 2000, y
el Decreto Legislativo N° 952, publicado el 3 de febrero de 2004, han mantenido el mismo tenor.
(16) Al respecto, vide: TALLEDO MAZÚ, César. Manual del Código Tributario. Tomo 1, Editorial Econo-
mía y Finanzas, Lima, 2009, p. 20. El citado autor precisa que: “Las funciones que ejerce la Administra-
ción Tributaria son las de fiscalización y determinación, sancionatoria, de recaudación, de resolución de
asuntos contenciosos y no contenciosos, de cobranza coactiva y de denuncia”.
(17) Debe considerarse que de acuerdo con el artículo 3 de la Ley N° 27972, la jurisdicción de la municipali-
dad provincial comprende el territorio de la respectiva provincia y el distrito del cercado.

197
ANEXOS

se encuentren ubicados los predios gravados con aquel(18), no habiéndose atribuido dicha
condición ni conferido la administración de este tributo a las municipalidades de centros
poblados.
Si bien de acuerdo con el artículo 128 de la Ley Orgánica de Municipalidades, Ley
N° 27972, la ordenanza de la municipalidad provincial que crea la municipalidad de
centro poblado determina, entre otros, sus atribuciones administrativas y económico-tri-
butarias, estas no pueden estar referidas a la calidad de acreedor tributario del Impuesto
Predial ni a su administración, pues les corresponde a las municipalidades distritales,
interpretación que es acorde con lo previsto por la Carta Magna.
En efecto, conforme con el artículo 74 de la Constitución la potestad tributaria de
los gobiernos locales está referida a la creación, modificación, supresión o exoneración
de contribuciones y tasas, dentro de su jurisdicción, y con los límites que señala la ley,
esto es, la Ley Orgánica de Municipalidades y la Ley de Tributación Municipal, que
integran el bloque de la constitucionalidad como parámetro de control de la producción
normativa municipal(19). Como se aprecia, respecto de los impuestos los gobiernos loca-
les no cuentan con potestad tributaria y, por lo tanto, no pueden, sin infringir la norma
constitucional, modificar a través de sus ordenanzas la regulación que acerca de ellos
prevé la Ley de Tributación Municipal, lo que está fuera de su alcance en aplicación del
principio de competencia.
En ese sentido, si las atribuciones que pueden otorgarse a las municipalidades de
centros poblados son las previstas por la ordenanza municipal de su creación y la po-
testad tributaria de los gobiernos locales excluye la posibilidad de regular aspectos re-
lacionados con los tributos del tipo impuestos, dicha ordenanza no podrá válidamente
conferir a tales municipalidades la calidad de acreedor del Impuesto Predial ni su admi-
nistración, pues ello implicaría una modificación a lo establecido por la Ley de Tributa-
ción Municipal, respecto de lo cual no tiene competencia.
Ello es concordante con lo establecido por los citados artículos 52 y 54 del Có-
digo Tributario en el sentido que los gobiernos locales administran por excepción los
impuestos que la ley les asigna y que ninguna otra autoridad, organismo, ni institución,

(18) PÉREZ Royo señala que el sujeto activo de la relación jurídico-tributaria suele ser identificado con el de
acreedor de la deuda, y que puede distinguirse entre el ente público que tiene poder tributario o potestad
normativa para crear tributos y aquel que es titular del crédito en la relación jurídica que se origina con
el hecho imponible. Al respecto, vide: PÉREZ Royo, Fernando. Derecho Financiero y Tributario. Parte
General, Civitas, Madrid, 2000, p. 139.
(19) De acuerdo con la sentencia del Tribunal Constitucional del 16 de mayo de 2005 recaída en el Exp.
N° 0053-2004-AI/TC, “... la Constitución ha dispuesto que sea por ley como se desarrollen las reglas
de contenido material o de producción jurídica que sirvan para determinar la validez o invalidez de las
normas municipales que crean tributos. En este caso, dicho contenido se encuentra previsto en las dispo-
siciones de la Ley de Tributación Municipal y en la Ley Orgánica de Municipalidades”. Según el citado
Tribunal, el bloque de la constitucionalidad está integrado tanto por la Ley Orgánica de Municipalidades
como por la Ley de Tributación Municipal que, con arreglo a la Constitución, regulan la producción nor-
mativa municipal en materia tributaria.

198
mANUAL DE ACTUALIZACIÓN TRIBUTARIA

distinto a los señalados por el citado Código, podrá ejercer las facultades conferidas a
los órganos administradores de tributos, bajo responsabilidad.
Por otro lado, una ordenanza provincial que contenga una disposición de tal natu-
raleza, esto es, que otorgue a las municipalidades de centros poblados las atribuciones
mencionadas respecto del Impuesto Predial, implicaría además la afectación de los re-
cursos que constituyen rentas de las municipalidades distritales y, por lo tanto, una vul-
neración a la dimensión económica de su autonomía municipal definida por el numeral
9.3) del artículo 9 de la Ley de Bases de la Descentralización(20).
En esta línea interpretativa se explica que el artículo 133 de la Ley Orgánica de
Municipalidades prevea expresamente la posibilidad de que se atribuya a las munici-
palidades de centros poblados la facultad de cobrar los arbitrios que correspondan por
la prestación de los servicios públicos que realicen, pues estos constituyen tasas locales
que se pagan por la prestación o mantenimiento de un servicio público individualizado
en el contribuyente.
Por lo expuesto, cabe concluir que las municipalidades de centros poblados no son
competentes para administrar el Impuesto Predial que corresponda a los predios que se
encuentren ubicados dentro de su ámbito territorial”.
Que es preciso indicar que el mencionado criterio tiene carácter vinculante para
todos los vocales del Tribunal Fiscal, conforme con lo establecido por el Acta de Reu-
nión de Sala Plena N° 2002-10 del 17 de setiembre de 2002, en base a la cual se emite
la presente resolución.
Que de acuerdo al criterio antes expuesto, la Municipalidad del Centro Poblado
Nicolás de Piérola no tiene competencia para administrar el Impuesto Predial que co-
rresponda a los predios que se encuentren ubicados dentro de su ámbito territorial, así
como tampoco para imponer multas por la comisión de infracciones vinculadas al citado
impuesto, por lo que corresponde declarar nula la apelada y nulas la Resolución de De-
terminación Deuda Tributaria N° 001-2005-MDCHB-PFT y la Resolución de Multa Tri-
butaria N° 001-2005-GMR-MCPNP(21), al haber sido dictadas por órgano incompetente,
en virtud del numeral 1 del artículo 109 del Código Tributario.
Que estando a lo expuesto carece de objeto emitir pronunciamiento respecto de los
demás argumentos vertidos por la recurrente.
Que asimismo, siendo que a la fecha existe dualidad de criterio al respecto entre la
Resolución N° 2309-6-2005 del 14 de abril de 2005 y las Resoluciones N° 3365-2-2007

(20) Esta norma la define como la facultad de crear, recaudar y administrar sus rentas e ingresos propios y
aprobar sus presupuestos institucionales conforme a la Ley de Gestión Presupuestaria del Estado y las
Leyes Anuales de Presupuesto, siendo que su ejercicio supone reconocer el derecho a percibir los recur-
sos que les asigne el Estado para el cumplimiento de sus funciones y competencias.
(21) Cabe precisar que la multa impuesta se emitió por la comisión de la infracción prevista en el numeral 1
del artículo 178 del Código Tributario, vinculada con las omisiones determinadas por la Municipalidad
del Centro Poblado Nicolás de Piérola por concepto del Impuesto Predial de los años 2003 y 2004.

199
ANEXOS

del 12 de abril de 2007 y N° 3872-7-2008 del 27 de marzo de 2008, procede que la pre-
sente resolución se emita con el carácter de observancia obligatoria y que se disponga
su publicación en el diario oficial El Peruano, en aplicación del artículo 154 del Texto
Único Ordenado del Código Tributario, aprobado por Decreto Supremo N° 135-99-EF,
que establece que de presentarse nuevos casos o resoluciones con fallos contradictorios
entre sí, el Presidente del Tribunal deberá someter a debate en Sala Plena para decidir el
criterio que debe prevalecer, constituyendo este precedente de observancia obligatoria,
en las posteriores resoluciones emitidas por el Tribunal.
Con las vocales Muñoz García, Zúñiga Dulanto e interviniendo como ponente la
vocal León Pinedo. RESUELVE:
1. Declarar NULAS la Resolución de Alcaldía N° 011-2005-ALC-MCPNP del 9
de marzo de 2005, la Resolución de Determinación Deuda Tributaria N° 001-2005-MD-
CHB-PFT y la Resolución de Multa Tributaria N° 001-2005-GMR-MCPNP.
2. DECLARAR que de conformidad con lo dispuesto por el artículo 154 del Texto
Único Ordenado del Código Tributario, aprobado por Decreto Supremo N° 135-99-EF,
la presente Resolución constituye precedente de observancia obligatoria, disponiéndose
su publicación en el diario oficial El Peruano en cuanto establece el siguiente criterio:
“Las municipalidades de centros poblados no tienen competencia para administrar
el Impuesto Predial que corresponda a los predios que se encuentren ubicados dentro de
su ámbito territorial”.
Regístrese, comuníquese y remítase a la Municipalidad del Centro Poblado Nicolás
de Piérola - San Antonio - Huarochirí, para sus efectos.

LEÓN PINEDO
Vocal Presidenta

MUÑOZ GARCÍA
Vocal

ZUÑIGA DULANTO
Vocal

Ruiz Abarca
Secretaria Relatora

200
Índice general
Índice
general
Presentación............................................................................................... 5

1
Sandra Rivas Loayza
La facultad de fiscalización de la Administración
Tributaria y los mecanismos que posibilitan
llevar libros y registros electrónicos

Introducción................................................................................................. 9
I. Marco legal del llevado de libros y registros vinculados a asuntos tributa-
rios............................................................................................................... 10
II. Modificación del numeral 16 del artículo 62 del Código Tributario............. 16
III. Los libros electrónicos y la facultad de fiscalización de la Administración
Tributaria..................................................................................................... 18

2
Joy Millones Sánchez Santos
¿Ni acreedor tributario, ni Administración Tributaria?
Competencias fiscales de las municipalidades
de centros poblados

Introducción................................................................................................. 27
I. Planteamiento del problema....................................................................... 29

203
índice GENERAL

II. Las municipalidades de centros poblados (mcp) y el sistema tributario.... 31


1. ¿Las mcp ejercen potestad tributaria?............................................... 31
2. ¿Las mcp pueden ser acreedores tributarios?................................... 33
3. ¿Las mcp pueden administrar tributos?............................................. 38
III. Responsabilidad legal por delegación no autorizada de facultades
tributarias.................................................................................................... 43
Conclusión.................................................................................................. 46

3
Viviana Cossío Carrasco
Implicancias tributarias en la enajenación
de inmuebles por persona natural

Introducción................................................................................................. 51
I. Tratamiento en el impuesto a la renta......................................................... 52
1. Ganancias de capital por rentas de segunda categoría...................... 52
2. Rentas de tercera categoría................................................................ 63
3. Personas naturales no domiciliadas.................................................... 68
II. Tratamiento en el Impuesto General a las Ventas...................................... 73
1. Constructor.......................................................................................... 73
2. Configuración de habitualidad............................................................. 73
3. Construcción con ánimo de venta........................................................ 74
4. Primera venta....................................................................................... 75
5. Venta de inmueble ampliado, remodelado o restaurado..................... 75
6. Determinación del Impuesto................................................................ 76
7. Enajenación exonerada del IGV.......................................................... 77

4
Iván Mannucci Prochazka
Ganancias de capital obtenidas por sujetos domiciliados como
corolario de operaciones con valores mobiliarios.
Comentarios a propósito de las modificaciones efectuadas
por la Ley Nº 29492 a la Ley del Impuesto a la Renta
Introducción................................................................................................. 81
I. Transacciones con valores mobiliarios realizadas por una persona jurídi-
ca domiciliada............................................................................................. 83

204
índice GENERAL

II. Transacciones con valores mobiliarios realizada por una persona natural
domiciliada.................................................................................................. 86
Retención y pago definitivo......................................................................... 91
Exoneración a la enajenación de valores mobiliarios realizada por una
persona natural domiciliada........................................................................ 93
III. Determinación del costo computable de valores mobiliarios adquiridos en
momentos distintos..................................................................................... 98
IV. Sumario....................................................................................................... 100

5
Carlos Chirinos Sota
La nueva regulación de los intereses, gastos financieros,
instrumentos financieros derivados y fondos mutuos de
inversión en valores en la Ley del Impuesto a la Renta

Introducción................................................................................................. 107
I. Los intereses y su nuevo esquema............................................................. 108
1. Los intereses por depósitos efectuados por sujetos que generen ren-
ta de tercera categoría se encuentran gravados................................. 109
2. Los intereses provenientes de valores mobiliarios ofrecidos mediante
oferta pública o privada se encuentran gravados................................ 112
3. Intereses provenientes de financiamientos al Sector Público se en-
cuentran inafectos en determinados y específicos supuestos............. 114
II. Gastos financieros...................................................................................... 115
Prorrata de Bancos y Entidades Financieras.............................................. 116
III. Instrumentos derivados............................................................................... 118
IV. Fondos mutuos de inversión en valores..................................................... 121
Conclusiones............................................................................................... 123

205
índice GENERAL

6
Darío Paredes Bermúdez
La regulación sobre operaciones con instrumentos financieros
derivados
Reflexiones a propósito de la normativa vigente y las últimas
modificaciones incorporadas al impuesto a la renta

Introducción................................................................................................. 127
I. ¿Qué son las operaciones con instrumentos financieros derivados?......... 130
• Definición............................................................................................. 130
• Objetivo de las operaciones de IFD..................................................... 133
• Clases de derivados............................................................................ 134
II. El régimen del impuesto a la renta aplicable a los derivados en el Perú.... 138
• Concepto de IFD.................................................................................. 139
• Operaciones con fines de cobertura y sin fines de cobertura.............. 139
• Resultados provenientes de los instrumentos financieros derivados.. 142
• Reconocimiento de resultados para fines tributarios........................... 143
• Calificación como rentas de fuente peruana........................................ 144
III. Las recientes modificaciones en el régimen del impuesto a la renta.......... 146
• Antecedentes económicos................................................................... 146
• Las modificaciones incorporadas por la Ley N° 29492........................ 148
Conclusiones....................................................................................... 154

7
Gustavo López-Amerí Cáceres
Nuevo régimen de ganancias de capital en la enajenación
de acciones efectuadas por sujetos no domiciliados

Introducción................................................................................................. 159
I. Tratamiento de las ganancias de capital de personas no domiciliadas...... 163
II. Costo computable en la enajenación de acciones...................................... 167

Anexos............................................................................................................... 171

206

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