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Cada uno es responsable de disciplinarse para estar a tiempo y cumplir con las
obligaciones en el trabajo. En estos días muchas personas se olvidaron poner en
práctica el valor de la puntualidad, y prefieren tirar la culpa de sus retrasos a los
problemas que no son responsabilidad de ellos y prefieren culpar a hechos externos y
no decir la verdad sobre el tema. Por ejemplo al tráfico en las calles, o a un problema
mecánico de último momento, o bien decir que su medio de transporte público se
retrasó. Estas eventuales circunstancia son propicias para poder dejar su nombre
“limpio” frente a los demás, sin tener que reconocer que lo que realmente sucede es
que carecen de carácter, orden y eficiencia para cumplir sus deberes laborales.
Sin embargo, en lo que menos se piensa es que la impuntualidad habla mucho de uno
mismo, ya que habla sobre la nula o escasa organización que tener tiempo de
planificar las actividades y de una agenda laboral determinada, pero, ¿qué hay detrás
de todo esto?
La falta de coordinación en las actividades para poder estar a tiempo donde tenemos
que estar, solo demuestra la importancia que tiene para algunas personas un
determinado evento.
En este caso, si debemos asistir a una reunión para cerrar un negocio, una entrevista
para buscar a empleo, una cita con el director del centro de estudios, hacemos todo
por estar a tiempo, pero si esa reunión donde estarán personas que no frecuentamos y
conocemos poco, el amigo de siempre, o una persona nos representa una menor
importancia, hacemos todo lo necesario para no estar a tiempo.
Para ser puntual debemos de estar consciente que todos los eventos, reuniones,
personas, actividades o citas son importantes.
Nuestra palabra debería de ser la garantía para contar con nuestra presencia en el
momento preciso y necesario.
Así se ganará el respeto de sus compañeros de trabajo porque ellos consideran que
es una persona puntual y máxime si es un líder del grupo.
Lo que se comunica
La puntualidad transmite cosas positivas a nuestros compañeros, empleador y a los
que están a nuestro alrededor. Demuestra que la persona esta interesada y dedicada
a su labor, que es capaz de manejar la responsabilidad. Si se llega a tiempo a las
actividades relacionadas al trabajo y a se prueba que uno es capaz de respetar a los
demás. La puntualidad proyecta compromiso y sentido de profesionalismo.
Cuando los empleados son puntuales, el lugar de trabajo funciona mucho más como
un todo. Por ejemplo, cuando todo el mundo llega a tiempo a una reunión, ésta puede
comenzar en su plena capacidad. La puntualidad ayuda a lograr un avance.
Puede conducir a que los compañeros de trabajo que llegan a tiempo se resientan si
se comienzan a realizar comparaciones con los que llegan tarde. Si se llega tarde
puedes perder información valiosa y provocar divisiones perjudiciales entre los
empleados.
Los líderes, que son quienes influyen en el lugar de trabajo, si llegan retrasados,
enviarán un mensaje de irresponsabilidad a los que ellos dirigen, lo que puede llevar a
que disminuyan la confianza que había depositada en él.
En cambio, si los líderes son puntuales, exhiben una ética de trabajo a la cual aspirar y
disminuye la impuntualidad en ellos.
Efectos personales
Este es el momento en que se debe cambiar de . No quiere decir que de un día para el
otro se logre ser la persona más puntual del mundo, sin embargo, puedes ir
modificando algunos patrones para, al menos, llegar con más holgura a tus
compromisos.
Comunicación
Para ser puntual, primero debemos ser conscientes de que toda persona, evento,
reunión, actividad o cita, tiene un grado particular de importancia para respetar el
horario programado.
Una persona que llega tarde, resulta una molestia para el resto. La primera razón por
la que hay llegar a tiempo, es por una cuestión de educación y respeto.
Datos
Una persona que llega tarde, resulta una molestia para el resto. La primera
razón por la que hay llegar a tiempo, es por una cuestión de educación y
respeto.
Si se tiene el mal hábito de la impuntualidad, primero se debe reconocer que
no es lo correcto, se debe ser consciente del tiempo de los demás y
responsabilízate por llegar temprano. No se debe dejar flaquear con la
conocida frase “solo hoy” o “5 minutos más” porque entonces incurrimos en el
mismo error.
Por eso la puntualidad, aunque no sea manifestada de manera directa como un factor
adicional a las capacidades de las personas, sí trae consigo beneficios como la
percepción de disposición y condición de realizar más actividades, tener un mejor
desempeño en nuestras labores, y sobre todo, ser merecedores de confianza.
Debido a esto, tener en cuenta que toda persona, evento, reunión, compromiso o cita,
tiene un grado particular de importancia, permite interiorizar el valor de la puntualidad y
convertirlo en un eje principal para tu desempeño.
Según los expertos en selección de Adecco, uno de los factores que impide el
crecimiento profesional de los trabajadores está relacionado con la pérdida de
credibilidad y confianza, y entre los elementos que la pueden generar están los
pretextos, justificaciones e ineficiencia que, frecuentemente, están relacionados con la
impuntualidad y el incumplimiento de las metas establecidas.
La puntualidad es una actitud que se adquiere desde los primeros años de vida
mediante la formación de hábitos en la familia, donde las normas y costumbres
establecen horarios para cada una de nuestras actividades.
La puntualidad es una disciplina, que se adquiere con la práctica y con más o menos
sacrificio según el temperamento de cada persona.
+Ayuda a una mejor distribución del tiempo e impide vacilar acerca de lo que se va a
hacer.
HORARIO DE ESTUDIO:
Priorizar:
Fecha de entrega
Actividades no académicas
Actividades extra-académicas
NO SE DEBE HACER
Mover la cabeza
Oír radio
Ver TV
Comer
POR EJEMPLO
MEDITA. . .
Importante y urgente
Importante y no urgente
No importante y urgente
No importante y no urgente
ACTIVIDAD