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Cómo lograr el amor de un hombre o una mujer -

católico
Vela altar 1 Figura Vela altar 2
Incensario
Vela roja 1
Vela roja 2
Vela consultante
Vela astral
Vela dorada

Procedimiento:

- Encienda las velas del Altar 1 y 2.


- Encienda el incienso.
- Medite.
- Encienda la vela del Consultante pensando en él.
- Encienda la vela roja 1, pensando en el amor y la fuerza del Consultante.
- Encienda la vela dorada, pensando en la inmensa atracción del
Consultante; en cómo atrae hacia él a la gente.
- Encienda la vela Astral para conseguir los deseos del Consultante, piense
en él y visualícelo.
- Encienda la vela roja 2, pensando en el amor de la otra persona hacia el
Consultante.
- Si el Consultante es varón, tendrá que decir:

(Canto de Salomón, Ca. 6)

“A dónde se ha ido tu amado,


¡oh tu!, la más hermosa entre las mujeres?
Hacia dónde se ha vuelto tu amado?
Porque le buscaremos en ti.
Mi amado ha bajado a su jardín,
al cauce de los aromas,
a alimentarse en los jardines y a recoger las azucenas.
Yo soy de mi amado y mi amado es mío;
se alimenta entre las azucenas.
Tu arte, mi amado, es bello como Tirzah,
bien venido como Jerusalén,
temible como una armada con estandartes.
Desvía tu mirada de mí,
porque me sobrecoge:
tus cabellos son como rebaños
de machos cabríos que apareció en Gilead:
Tus dientes son como un rebaño
que acaban de ser lavadas;
todas parirán mellizos, ninguna es estéril.
Tus templos de rebaños son
como un trozo de granada.
Allí moran sesenta reinas y
cuarenta concubinas y un sinfín de vírgenes.
Paloma mía, mi inmaculada es única;
es la única hija de su madre;
es la elección de aquella que la desnuda;
cuando la ven las vírgenes le rinden culto; si,
y las concubinas le rezan plegarias.
¿Quién eres tú,
que pareces fuerte como el amanecer,
hermosa como la luna,
clara como el sol y temible
como una armada con estandartes?
Bajé hasta el jardín de los nogales
para ver los frutos del valle,
y ver como florecían las viñas
y los brotes de granada.
Mi alma estaba siempre consciente,
cabalgaba como los carros de Ammi— nadib.
Regresa, regresa, Shulamite;
regresa, regresa para que podamos ver en ti.
¿Qué es lo que veremos en ti, Shulamite?
Como si viniera la compañía de las dos armadas”.

Si el Consultante es mujer, entonces tiene que decir:

(Canto de Salomón, Ca.8)

“¡Que seas como mi hermano,


que se amamanta de los pechos de mi madre!
Cuando te encuentre, te besaré; no te desdeñaré.
Te recogeré y te llevaré a casa de mi madre,
que me dirá lo que tengo que hacer:
haré que bebas el vino aromático
del zumo de mi granada.
Su mano izquierda estará debajo de mi cabeza
y con su mano derecha me abrazará.
Os encomiendo, hijas de Jerusalén,
que no excitéis ni despertéis mi amor
hasta que a él le plazca.
¿Qué es lo que surge de la maleza
y asoma por encima de su amado?
Sube por el manzano:
entonces la madre se lleva adelante;
entonces la lleva adelante hasta descubrirle.
Soy como un sello sobre el corazón;
como un sello sobre un brazo delgado:
porque el amor es tan fuerte como la muerte;
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64 Rituales Prácticos con Velas
y los celos tan fuertes como el sepulcro;
por tanto las brazas son brasas
de fuego que aún llamean.
Mucha agua, pero por mucha que sea,
no puede apagar el amor,
ni tampoco puede llevárselo la corriente:
si un hombre entrega toda la esencia
de su templo de amor,
será recompensado con creces.
Tenemos una hermana pequeña
y no tiene pechos:
qué podremos hacer con nuestra hermana
cuando llegue el día en que pregunte?
Si fuera una pared,
construiríamos un castillo de plata sobre ella;
y si fuera una puerta,
la enmarcaríamos con bordes de cedro.
Soy una pared y mis pechos son como torres;
así era yo para sus ojos,
como alguien que otorga favores.
Salomón posee un viñedo en Baal— hamon;
dejó el viñedo en manos de unos encargados;
cada uno por cada fruto,
tenía que darle mil monedas de plata.
Mi viñedo está ante mí; así pues,
Salomón debe recibir mil
y los que cuidan el fruto, doscientas.
Entonces desde la moradas de los jardines,
los compañeros atienden a la voz;
¡o que me obliga a escucharla.
Date prisa, amado mío, y sube como un corzo,
o un joven ciervo por el monte de los aromas”.

Repita el ritual al día siguiente, moviendo unos centímetros la vela Roja y la


Astral hacia la izquierda. Hágalo a diario hasta que ambas velas toquen la
vela del Consultante.

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