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El temor a que la batalla

arancelaria detone una guerra de


divisas entre EE UU y China
provocó caídas en las Bolsas de
todo el mundo y que Wall Street
sufriera la peor jornada del año. El
Dow Jones cerró con una caída
del 2,9% y el S&P 500 de un
2,98%. La caída del yuan hundió
primero las Bolsas asiáticas,
después las europeas y más tarde
las norteamericanas. La
confrontación entre Washington y
Pekín provocó una caída en la
Bolsa japonesa del 1,74%. Pero
eso era solo el principio. A las
pocas horas, Londres y París se
dejaban más del 2%; Fráncfort, el
1,8%, y Madrid y Milán, el 1,3%.

El cóctel que amenaza a la economía global ya tiene todos los ingredientes: ataques y
contraataques comerciales; fuertes caídas en Bolsa, que el lunes se reprodujeron en los
mercados asiáticos, europeos y americanos; un volumen creciente de deuda que ofrece
rentabilidades negativas —es decir, los inversores se ven obligados a pagar por adquirir
bonos soberanos—; medidas de emergencia por parte de los bancos centrales para
llenar de liquidez el sistema... Y ahora se unen los fuertes movimientos en los mercados
de divisas que vuelven a despertar la ira del presidente Trump. “Las implicaciones de
sobrepasar la barrera de los siete yuanes son tremendas. Parece como si un tsunami
se estuviera acercando”, aseguró al Financial Times el analista de Commerzbank Hao
Zhou.
La debilidad del yuan hace que, de un día para otro, las exportaciones chinas sean más
competitivas, aliviando así el efecto negativo de las barreras comerciales de EE UU. El
Banco Popular de China (BPC) no hizo demasiados esfuerzos por negar el vínculo entre
las tensiones comerciales y las turbulencias en el mercado de divisas. En un
comunicado, el banco central chino explicó el debilitamiento del yuan por las prácticas
proteccionistas y la aprobación de aranceles. El banco, añadió, tiene “la experiencia, la
confianza y la capacidad de mantener el tipo de cambio del renminbi [nombre oficial de
la divisa china] estable y en un nivel de equilibrio razonable”. Pese a todo, el gobernador
del BPC, Yi Gang, añadió que su país no entrará “en una devaluación competitiva y que
no usará el tipo de cambio del yuan” para aumentar su competitividad.
“La devaluación del yuan era un arma muy poderosa que China tenía sobre la mesa. Y
que se decida a usarla ahora, precisamente cuando la Reserva Federal ha accedido a
bajar los tipos de interés, hace pensar a los inversores que lo que era una guerra
comercial se empieza a convertir también en una guerra de divisas”, asegura en una
nota el analista de IG Aitor Méndez.
El tipo onshore —el que opera en los mercados locales— cayó el lunes a su nivel más
bajo desde 2008, en lo peor de la crisis financiera. Superaba así la franja de un
dólar/siete yuanes que las autoridades no han dejado sobrepasar en otras ocasiones.
La versión offshore de la moneda —creada en Hong Kong en 2010 para cotizar en los
mercados internacionales— cayó un 1,6%, su mayor descenso diario en cuatro años y
superó por primera vez en este mercado la barrera psicológica de los siete yuanes.

EEUU ve ¨Manipulación¨

Tras el cierre de los mercados asiáticos,


cuando EE UU empezaba a despertarse,
Trump reaccionó con un doble ataque:
contra China por debilitar su moneda y
contra Jerome Powell, el presidente de la
Reserva Federal (Fed) que él mismo
nombró. “China ha reducido el precio de
su divisa hasta alcanzar casi un mínimo
histórico. A esto se le llama manipulación
de la divisa. ¿Estás escuchando, Reserva
Federal? Esta es una grave violación que
va a debilitar mucho a China”, tuiteó.
Además de cargar contra los gobernantes
chinos, el presidente de EE UU reaviva así
sus ataques a la Fed, que la semana
pasada bajó los tipos de interés por
primera vez desde 2008. Pero esa
decisión supo a poco a Trump, que
reclama a Powell nuevas rebajas que
sirvan de apoyo a la economía de EE UU
en su lucha sin cuartel contra el país que
ya no oculta su condición de rival por la
hegemonía económica mundial.
Hace ya tiempo que el Gobierno
estadounidense denuncia las supuestas
manipulaciones de divisas por parte de
Pekín, movimientos con los que trataría de
evitar que el yuan se aprecie demasiado y
que, por tanto, las exportaciones chinas pierdan competitividad. En mayo, el
Departamento del Tesoro estadounidense mantuvo a China en su lista de economías
que merecen “atención” por sus prácticas cambiarias, y manifestó que continuaba
teniendo “preocupaciones significativas” en este aspecto.
Nick Wall, cogestor del fondo Merian Strategic Absolute Return, detecta varias
consecuencias en el movimiento del yuan. Primero, que la perspectiva de un acuerdo
comercial con EE UU se aleja. Segundo, que la fortaleza del dólar va a hacer daño a los
países en vías de desarrollo que se han endeudado en esta divisa. Y tercero, añade
más presión a la Fed para que baje más rápido los tipos de interés.
2015
La devaluación tuvo su impacto en los mercados internacionales, las materias primas y
el resto de divisas.
Se trata de una conocida táctica financiera: cuando la economía del país se tambalea,
los bancos centrales invierten. Lo que sucedió con la expansión cuantitativa de Estados
Unidos, Japón y la zona euro no es muy diferente de lo que ha pasado en China. Así
que, ¿por qué la devaluación del yuan repercutió en todo el mundo del modo en que lo
hizo?
CAUSAS Y CONSECUENCIAS
La decisión del pasado martes de China de devaluar su moneda en un dos por ciento
dejó al yuan en su nivel más bajo de los últimos 20 años. Una noticia sorprendente que
fue seguida por un descenso del 1,6 el miércoles y otro del 1,11 por ciento el jueves.
Una combinación de factores empujaron a Pekín a tomar esta decisión. La intención con
este movimiento no es otra que la de apoyar las exportaciones, que el pasado mes de
julio experimentaban una caída del 8,3 por ciento. La previsión de crecimiento chino, por
su parte, se había visto reducida por el Banco Mundial a menos del siete por ciento.
A lo largo de los últimos años la moneda china ha sido una de las más estables del
mundo pero la creciente fuerza del yuan acabó perjudicando a las exportaciones de este
país, debido al alto coste de sus productos.
Una semana después de la acción del banco chino, el yuan aparece claramente
devaluado con respecto a la cesta de divisas del FMI. Cae un 2,92 por ciento con
respecto al dólar y un 3,89 en relación al euro.
Por otra parte, no creemos que el yuan vaya a experimentar un descenso notable a
partir de ahora. El Banco Popular de China dejó bien claro que las conversaciones
acerca de una depreciación de su moneda del 10% no tienen sentido. El propio banco
espera que la moneda suba.
El FMI fue el primero en celebrar el movimiento del Banco Popular de China. Esta es
otra prueba de que China está haciendo lo correcto y de que esta intervención es
necesaria y saludable. Por otra parte, sin duda se trata de un factor positivo de cara a
la solicitud de este país de unirse a la cesta de divisas. Las medidas de China fueron un
claro mensaje al FMI y al mundo de que está lista para unirse a la cesta.
26-08-19
“Este movimiento es por un lado una represalia y, por otro, una manera de reducir el
impacto de las sanciones”, apunta Julian Evans-Pritchard, economista sénior de Capital
Economics. “De esta manera, China aumenta los beneficios de sus exportaciones y su
riqueza neta al ser un país acreedor de divisas extranjeras”. “La depreciación también
conlleva efectos negativos, como un aumento de los costes de consumo y producción”,
añade, “pero en general sigue jugando a su favor”.
El gobierno chino dio el primer paso en esta dirección hace tres semanas, cuando
permitió que su divisa superara por primera vez la barrera de los siete yuanes por dólar,
la cual había defendido por largo tiempo. Una cotización, aun así, que sigue siendo
superior a la que las estimaciones de los expertos le otorgan: en opinión de Evans-
Pritchard, “lo más probable es que su valor real oscile alrededor de los ocho yuanes, y
con cada ronda de sanciones la presión es mayor”. La caída se aprecia en perspectiva:
en abril de este año el yuan cotizaba a 6,67 por dólar. Como respuesta a ese
movimiento, el gobierno americano incluyó a China en la lista de países “manipuladores
de divisas”, una resolución sin consecuencias efectivas, pero de gran calado simbólico.
Con esta nueva depreciación, China se prepara para resistir el impacto de nuevos
aranceles impuestos por la administración estadounidense este fin de semana. Esta
última subida cubrió casi la totalidad de los bienes que la primera economía del mundo
importa del gigante asiático, y fue acompañado de una llamada del presidente Trump a
que las empresas de norteamericanas abandonaran el país.
La guerra comercial ya dura un año y medio y no parece que las relaciones entre las
dos superpotencias económicas tengan visos de mejorar a corto plazo. De todas
maneras, la ronda de negociaciones prevista para septiembre no se ha cancelado. Liu
He, líder del equipo negociador chino y mano derecha del presidente Xi Jinping en
materia económica, declaró esta mañana “estar dispuesto a resolver la cuestión por
medio de consultas y cooperación con una actitud calmada”. También este lunes Trump
ha asegurado haber recibido una llamada desde Pekín el domingo por la noche para
seguir buscando un acuerdo, según ha informado Reuters.
A estas declaraciones se suman las palabras de Trump ayer tras la reunión del G7
celebrada en Biarritz. Preguntado si se arrepentía de la agresividad de escalada de
tensiones de este fin de semana, el presidente contestó: “Sí, por qué no, siempre tengo
dudas sobre cualquier cosa”. Un comunicado posterior de la Casa Blanca aclaraba que
Trump cuestionaba si debería haber sido los aranceles a productos chinos aún más.
La caída en el valor del yuan sigue a una reducción de la tasa de interés del banco
central chino la semana pasada. La autoridad monetaria fijó la nueva tasa preferencial
para préstamos a un año en 4,25 desde el 4,35. Muchos analistas apuntan a esta
decisión como un impulso para apuntalar el crecimiento económico. Evans-Pritchard
cree que solo es el principio: “El motivo por el que la economía se ha mantenido inmune
hasta ahora ha sido un repunte en materia de construcción, pero eso no es sostenible y
de hecho ya parece estar normalizándose. Pronto habrá presión para reducir aún más
los tipos de interés y el gobierno se verá forzado a actuar”.
27-08-19
El oro subía el martes debido a que la incertidumbre sobre la disputa comercial
entre Estados Unidos y China mantenía a los inversores inquietos y los llevaba a
buscar la seguridad del metal.
Washington anunció la semana pasada aranceles adicionales de un 5% sobre bienes
chinos con un valor de US$ 550,000 millones, horas después de que China dijo que
aplicaría gravámenes como represalia a productos estadounidenses valorados en US$
75,000 millones.
El dólar caía un 0.2% el martes, favoreciendo al lingote al volverlo más económico para
los tenedores de otras monedas. En tanto, el yuan chino bajaba en los mercados
internacionales luego de que en la víspera tocó un mínimo récord frente al billete verde
de 7.1870 unidades por dólar.

Aumentando la incertidumbre sobre la salud de la economía global, datos mostraron


que la economía de Alemania se contrajo en el segundo trimestre por exportaciones
más débiles.
26-08-19
La compañía de electrónica de consumo más influyente del mundo perdió US$ 44,000
millones de valor de mercado el viernes (23-08) cuando un par de pronunciamientos de
Pekín y Washington resaltaron la operación de su enorme base de producción china, en
donde se fabrican casi todos los iPhone del mundo.
El principal socio de ensamblaje de Apple, Foxconn Technology Group, afirmó que tiene
la capacidad de construir todos los iPhone con destino a EE.UU. de la compañía
Cupertino fuera de China; sin embargo, todo indica que desplegarlo requeriría una gran
cantidad de tiempo y dinero. El precio de las acciones de Apple recibió dos grandes
golpes el viernes a raíz de los últimos anuncios de aranceles.
Personas familiarizadas con la producción de iPhone han dicho que es casi imposible
reubicar la fabricación del dispositivo icónico de Apple de forma mayorista debido a la
dificultad de contratar una fuerza laboral calificada en otro lugar, un punto que el director
ejecutivo de Apple, Tim Cook, también ha resaltado en público. El reto que significa
replicar las complejas líneas de producción y la infraestructura necesaria también es un
obstáculo importante.
También habría razones menos económicas para seguir con la economía número 2 del
mundo. Apple y su ejército de fabricantes por contrato, liderados por Foxconn, son
colectivamente el mayor empleador privado de China, y proporcionan trabajo a millones
de personas Una presencia reducida de Apple podría tener implicaciones significativas
para el mercado laboral local y afectar a Pekín de la manera incorrecta en un momento
en que los funcionarios chinos perciben una desaceleración de la economía como un
riesgo significativo para la estabilidad. El gobierno ha mostrado una inclinación por tomar
medidas drásticas contra empresas extranjeras que le desagradan.
Además, Apple necesita defenderse del líder del mercado de teléfonos inteligentes
Huawei Technologies Co. y recuperar a los consumidores en China, su mercado más
grande después de EE.UU.
En las próximas semanas, se pondrá a prueba la capacidad de lobby que tiene Cook en
Washington para reducir los aranceles. Hasta ahora, ha podido obtener un aplazamiento
temporal para iPhones, iPads y computadores portátiles Apple, que no estarán sujetos
a los aranceles estadounidenses hasta el 15 de diciembre. Pero en el futuro, a menos
que se llegue a una resolución rápida poco probable de la guerra comercial, parece que
Apple tendrá que elaborar planes integrales para construir iPhones fuera de China, por
muy costoso que sea.
26-08-19
Lo primero que hay que mencionar es una nueva devaluación del yuan. La divisa china
alcanzó el valor de 7,14 por dólar, un nuevo récord desde la crisis de 2008.
Esto hace que las exportaciones chinas sean más baratas y compensa, en parte, el
aumento de los aranceles estadounidenses. Se trata de un retroceso de 0,69% respecto
del cierre del viernes.
El yuan no se mueve libremente. Todos los días hábiles, un grupo de 14 entidades
financieras presentan sus tasas al banco central chino y con esos parámetros se
establece un valor promedio oficial. Luego se permite que el yuan se mueva 2% hacia
arriba o hacia abajo.
Las tasas se calculan con fórmulas que tienen en cuenta factores como el cierre oficial
del día anterior, el movimiento del yuan contra una canasta de monedas y los
movimientos de otros tipos de cambio importantes.
El yuan superó la barrera de los 7 yuanes por dólar a comienzos de agosto, fue después
de que Estados Unidos anunciara nuevos aranceles desde septiembre. Eso motivó que
Washington dijera que Pekín estaba “manipulando la divisa”.
Apoyar las exportaciones
Una de las más estables del mundo
Algunos creen que causa impacto negativo, otros que es natural.
La guerra de divisas no es algo nuevo y siempre trae nuevas oportunidades. Reacción
que consideramos normal. Tuvo impacto negativo porque cayeron las acciones del
medio oriente.
FMI se alegro de la decisión de China,
https://www.youtube.com/watch?v=odQ20ykmlME

https://www.youtube.com/watch?v=eAis_zuvwDU

https://www.youtube.com/watch?v=X1HA6i92AsM

https://www.youtube.com/watch?v=B7nklfEAKd0

https://www.youtube.com/watch?v=G6iWCtJACy4

Una guerra comercial se produce cuando un país decide imponer aranceles, cuotas a la
importación o cualquier otro tipo barrera arancelaria, o no arancelaria en algunos casos, a un
producto o a un grupo determinado de productos para proteger y desarrollar la industria
nacional.

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