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TALLER
DE
COACHING
ESTUDIANTIL


































AFIRMACIONES1


Las
 Afirmaciones
 corresponden
 a
 lo
 que
 normalmente
 llamamos
 descripciones.
 Sin

embargo,
 se
 trata
 de
 proposiciones
 acerca
 de
 nuestras
 observaciones,
 ya
 que
 nunca

podemos
saber
cómo
las
cosas
SON,
sino
sólo
podemos
saber
cómo
las
OBSERVAMOS.
Por

lo
tanto,
al
afirmar,
estamos
describiendo
lo
que
observamos,
no
estamos
describiendo
LA

realidad
(todo
lo
observado
es
observado
por
alguien).


Al
hacer
afirmaciones,
estamos
hablando
del
estado
del
mundo,
un
mundo
que
ya
existe.

Las
afirmaciones
tienen
que
ver
con
el
mundo
de
los
“hechos”.


Sólo
 podemos
 observar
 aquello
 que
 distinguimos.
 Por
 lo
 tanto,
 sólo
 podemos
 compartir

observaciones
si
compartimos
las
mismas
distinciones.



Basándonos
en
esta
capacidad
común
de
los
seres
humanos
que
comparten
un
espacio
de

distinciones
en
común,
podemos
distinguir
entre:


• Afirmaciones
Verdaderas


• Afirmaciones
Falsas

• Afirmaciones
Indecisas


Recordemos
que
no
estamos
hablando
de
LA
“verdad”
absoluta,
sobre
el
SER
inmutable

de
las
cosas,
que
como
ya
vimos,
nunca
podemos
conocer.
La
distinción
entre
verdadero
o

falso,
es
una
convención
social
que
permite
que
vivamos
en
comunidad.


Una
 Afirmación
 Verdadera
 es
 una
 proposición
 para
 la
 cual
 podemos
 proporcionar
 un

testigo.
 Un
 testigo
 es
 un
 miembro
 de
 nuestra
 comunidad
 que
 comparte
 las
 mismas

distinciones
y
que
concuerda
con
nuestra
observación.



Una
Afirmación
Falsa
es
una
proposición
que
es
refutada
por
al
menos
un
testigo.


Una
Afirmación
Indecisa
es
una
proposición
que
no
podemos
confirmar
si
es
verdadera
o

falsa
 porque
 no
 existen
 las
 condiciones
 necesarias
 para
 corroborarlas.
 Las
 afirmaciones

sobre
el
futuro
siempre
son
afirmaciones
indecisas.
Hay
que
esperar
a
que
ocurran
 para

saber
si
son
verdaderas
o
falsas.


1

Basado
en
‘Ontología
del
Lenguaje’,
R.
Echeverría
(2004)


 1


CARRERA
PSICOLOGÍA
2011
–
SEDE
PUERTO
MONTT





TALLER
DE
COACHING
ESTUDIANTIL
































Al
efectuar
una
afirmación,
el
compromiso
social
que
adquirimos
es
el
de
proporcionar
a

la
comunidad
que
nos
escucha,
lo
que
la
comunidad
considera
como
una
evidencia
válida

para
 comprobar
 su
 veracidad.
 Por
 ejemplo:
 un
 testigo
 que
 observa
 lo
 mismo
 que
 yo

afirmo.


Las
 afirmaciones
 nos
 permiten
 generar
 un
 “contexto
 de
 obviedad”
 para
 vivir
 en

comunidad
 y
 saber
 a
 qué
 nos
 estamos
 refiriendo
 cuando
 afirmamos
 algo.
 Hacemos
 un

acuerdo
 con
 la
 comunidad
 de
 que
 cuando
 afirmemos
 que
 algo
 es
 rojo,
 nos
 estaremos

refiriendo
a
un
rango
del
espectro
de
colores
determinado
y
cualquiera
que
observe
este

algo
 puede
 verificar
 que
 su
 color
 corresponde
 al
 rojo.
 ¿Es
 verdad
 que
 es
 rojo?
 No

podemos
saberlo.
El
color
rojo
existe
como
una
distinción
en
el
lenguaje;
existe
“dentro”

de
aquellos
observadores
que
poseen
la
distinción
de
rojo
en
su
lenguaje
y
sobre
la
cual
se

ponen
de
acuerdo
en
su
comunidad:
“A
este
color,
le
llamaremos
rojo”.

Contar
con
esta

distinción
 nos
 abre
 posibilidades
 que
 no
 estarían
 disponibles
 si
 no
 hiciéramos
 este

acuerdo:
El
uso
de
semáforos,
por
ejemplo.


¿A
 cuántos
 grados
 Centígrados
 (o
 Celsius)
 corresponderá
 la
 temperatura
 de
 esta

habitación
ahora?
En
Chile,
la
mayoría
diremos
un
rango
de
grados
parecido.


¿A
cuántos
grados
Farenheit
corresponderá
la
temperatura
de
esta
habitación
ahora?
En

Chile,
 la
 mayoría
 no
 sabremos
 qué
 decir.
 Los
 grados
 Farenheit
 no
 son
 una
 distinción
 de

temperatura
que
compartamos
habitualmente
en
nuestra
comunidad.


Sin
 embargo,
 tanto
 afirmar
 que
 hay
 24
 grados
 Centígrados
 como
 afirmar
 que
 hay
 75

grados
Farenheit
de
temperatura
en
esta
habitación,
ambas
corresponden
a
afirmaciones,

sobre
las
cuales
podemos
comprobar
su
veracidad
con
un
termómetro.



 2


CARRERA
PSICOLOGÍA
2011
–
SEDE
PUERTO
MONTT




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