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CRISTIANA
La fundanre~taciónde la ética cristiana segun
el pensamiento de Hans Urs von Balthmr
B.EL #SER-PERSONASDEL HoMI3RE eN-C:RZSTO*
~aidea~tiene~iosd~mdoesladelmir&~~ndeza~~ra-
ciapqu~elb~seasan~oeinmsteuladopordamorante~@f 1,4)).h
inclusión del hombre <<ea-C&w constituye el modo m& intimo de la urri6n
de aiosmn el hombre, porque implica tanto laparticipaci6nen la vida divina
intmiridtaria camo Ja pmfundización del aeahmi distinf,~de-Dios en d In-
d o distinba-~i&(m el a j o ) y,por tanto, el p a n m e h t r o de que-
Uadistanciab l a n t e q u e b e posible el m. La divinkmi6ndei hombre no
desfmyela d o g b W i m . Ciertamate, con lammuni~i6nen Jesucristo
~mm~~vinoalminido,sekn~~aalItombrelam8sintimoacercadel
s e r y ~ s u c i h & l a s c o s a s y d e : s i ~ s m o ~~(En-CristmsefundaIap
~~.
sibiiW de que el hombre en cuanto asujeto espintutil*pueda sa elevadoado&l
ambits de su aalurdmw al h b i t o ~~B &m n a , Siuembargo,
g& e&lit,pe&ir, nora h t m i t rtatwzm1~. El sujeto elevadopor la gracia,
a quienDios le concede una particirnonen la midi& &Jesucristo y lo eIeva
a& condicidn hijo adoptivo 4, no ss otro (m&r) que el & ¡a m ~ m -
i&, sibien hq Ueg& a ser m e& de otm m& (diter)rm,Bie nuevo modo
de m [difer;, rwfialterli) d que el sujeto humano ha sido elevado por ia gni-
274 EL SUJETO MORAL CRISTIANO
cia, eI ser-«<en€risto>>,
donde le es otorgada su identidad cualitativa,pmarpo-
m, desde elpmfod& vistapositivo, ala condici6n de imugm~( a k g o * ) &l
espfrituc d en rebci6n a Dios y, d&de io1p"to & visia ~ga3s~v0, su &-
$ciencia y SU capacidad de ser c m & en la asemej- (ñsIdi&oa)
con Dos, que sókopwde ser otorga& por Dws (crin Chrisfe#)ia. hombre
en cuanto creado ica itnagew>de Dios es mumidon gmtwtamente por Dios en
Cristo, Lmagen quetipica, a ñn de que pueda conseguir una <csemejanza>>
completa con É i 1 ~Este
. hecho no i m P h para el sujeto espiritualningún tip
de autodier1&6n, sino el retorno mis intimo a sí mismo, a su pmmalidad es-
condida con.Cristo en Dioslo7, pues 6imt6 pdestinad~a mtrar y a volver, en
el Hijo de Dios, aDios como patria y a su autenticidad ucr&wddQ.
2& r n n n i o p v
La f r a f u m i b n del Utdividwprh ~ p e m queoDios~k dirige
d igdquepurla vecaeidraymnid~quekcu@[+,.], ife&unareestruc-
turacidnmkzilrambidn m lamsrrta coñuuzidadrW;p q u e i u e k c i á n e@&
a m p e m o & m ) t almismo iíemp, a mtzqmpiacidn & la persona en
$mor &los otro$lo. Aqueilos que reciben a Cristoen la fe priicipan, ~n€ris-
tw, no s61o de su condición única @ersonalidad),sino también de su entrega
singuiar en pro de los ñmuchm (m 2,7), desde donde se ediñm el
híw y total de Csisto (la IgIesia)l*1.Ei sujeto +tuai humano m a s t o » d
-it que se mmiefiet e o 1 6 ~ c ~ nenpermm
te 8rach.sa um vomctday
mhidn dnkq que& a hpar desprivatiza&, s ~y tra&& l en es-~
p 0 y en age& portador de cmwidadII\ pues to& persona tml6gkade-
ne = p a r f e se~&& m lapma-btmch,m el ser-pura&s-oms &Jem- .
crisfo, s e c h r i a en c m t o tpe esfa propiekd no ¡es camp& que en
v i d & su *pm# @onanibus~) primario y zhicrra~u.ia~ n a t i d a teuI6gica
d
del hombre ni se deriva de la m n i d a d ni la recibe mediante eUa, sino que se
la otorga diwtmente Dios en Cristo con Ia vocacii6n-misi6ndivinas; pero la
-didad tedgicale es dada p r Dios a1h o m b en~ funcidn del todo, coríio
105. Td3,lW-195.
106. Cfr. Td 3,205nota 50.
107. Cfr.Td5,82;Td4,62;TdS,3W.
108. CkG7.321.
109. Td2,385-386.
110. Cc,88.
111. Cj%.Td2,3$7.
112. Td3,251.
113. Td3,252.
I*
~ N SUJETO... *,mn.~-WR_o&
C ~ S T T ~ U C IDEL
119. Td3,ZSI.
120. Td 4,380.
121. Td3,260.
122. Td 3.322. Cfr. S.35-37.6145. La iglesia es la verdadera crcomniunio personnnm. Por la comu-
n i h delas personas k d ó g i c ~p~i.a s a la realizacidnde d a una de las misionesparticulw, +$dadcuerpo
...
recibe t n M n y oohesi6n realizandoasl el cmimiwiio del cuwpo para su edificaciónen el a m m w 4,14).
esta ~o~nnriiiiios, sin embargo, no se fundnmentaprimariamente en la relacióninterhumana sino en la Tri-
ni& Dios es el arquetipo de fa coniirtribii de los santos (Td 5,W.Cfr. Td S. 467). La comunióndivina
inhatrinihria,trasmitida pwC* y el Espiritu al sujetoespiritualh u m o , es la fuenk de h que brota libre-
mente h dommunio Snncrorrur~(cfr. Td 3,412-415; Td4-382-384: Cd,81 -83; C,23). Yes en la amplitud
de la CorPuniviio Smctonun donde el hombre puedeparlicipar en las relacionahinim'as(cfr. Td 5,417).
123. HC246.
t
Con la parficipacibnen lanaturaleza divina, el cristianoadquiere la catege
da de hijo adoptivo de Dios, el ser-m-las-de~-~r~0nas-teo16gi.cas (corn-
neuraw pem-) y el eclaial ser-para-- el pm rwbhic de Cris-
to). Todo esto está indic& que el iaombre, que h a aquí era un individuo
n a t w d & m pam & m especie, eentm, ale ahora en &kmte, en m re-
huüri ' ' s o b ~ d direch-z
7 ' m Dios y recibe ma vocacBonprsonalyla ca-
pai& de serjel ca la naispna. [...]Algo del resptambrdk este carácter hito
de la diviPtU sep q e c t a sube el sery la& delelegido, Le elevapor emimu
de SU especie natural y le qvlar~apara un cara a w a c m Dios, situación que,
por otra-, rw le a r m a del 4, sulo que le capacitapara d i u z r la ta-
I
I
ma conjkdapor Dios en medw de sus hemnos Eas konabm'. En efecto, el
II
hombre ~en-Cristmes constituidocomo persona teo16gica por la v d 6 n y la
, misidn divinas; pero esa <(identicidcualitativa>iinica e irrepetible le es dada
siempre en favor de Iosdemás, para que k ponga al servicio del prújimo~~. En
la v m i 6 n y misi6n del hombre enCristo» tienen su raíz todas lasrelaciones
y todos Ios cornphmientos cristianos de la W n a teológica con sus brma-
nos los hombres126.aSi la misi611hace la persona, no $e ve como e1 cristiano,
comtituido por su pertenencia a Cristo, pueda concebir su moralidad m& que
como un ser tomado a1 servicio de la Iglesia por el mundo»l*7.
Tantod sujeto moral crístiano como la6ticacrístíanaestán en htimy esen-
cíal conexión con e1mishio de h &giapemondi#afis. Jesucristo es Ia M-
sona total y arquetipica dentro & la cual todos los hombres pueden ser califi-
cados como personas, en cuanto son constituidos por gracia de Dios como
portadores de una misión participada de la rnisi6n principal de Cristo, que re
present6 en su cruz d amor perfecto del Padre al rnundol28. Es la +fa sin-
g & W kipsbática &[ H@ Ea qnre, alserdivhamente &i&, es c m & sin-
g h r i m r a to&perscma fonraadapor elEal29, pues en úItímo tkmiino hay tan
solo una Únicamhsw (idhtica con lapmessio): la del Hijo. En el origen y en
'
la acepiacidn, toda misi6n perconalkadom ulterior vive de la misión-persona
de Cristo. El Hijo concede a t d o el que vive en su rnisi6n-persona (cen-Cris-
) participación en la sustancia divina, en la misma direcci6n y w h e r
t o ~ una
I
124. Td 2,374.
125. Cfr. Td 2,386; SV, 458459.
126. Cfr.Td3,170*
127. A. SCOLA, Hms Urs van Bdihmx.., 125.
128. Cfr. Td 2,247-248.
129. Td5 248.
ilimitadode su misi6n etema)a, Y mm htlEr se a m a ihprsom que sigue
7 t y i a tantom&s&tgudar&gaaser
i d Q I ~ ~ H ~ r a e ~ e s r s p m a penelHija,
ellal3l.Desde h perspectiva teo16gica se puede afirmar diWcamente -no
u n í v ~quet si~más~%fiellega a ser la midh enbre D w y~el hmbre,
mt~tola~alabra&Odossele~ep~s~ernsugmia, imtumdsclarn
llega a $erh ~~ e@&ZIega a scrrlasubjesividady el m&-
rerpersondl~. Portanto, si el ser qersonak016gim estáen íabasr:de la <&-
~ dInmi&w,
e iaqemm ~16gicm se despliega y perfecciona comotal en
ladización &e la e6timáe la mrsibn». También benm &lMito de k sobre-
naturalezaes cierto el binomio agere s q w itur &SS&, imze sequifarragem».
to y a virtuddela p g m í a I 3 S .
' ~a~~~~~,queeacuan~talesta~i~o~esiempen~ap
Iia de Cristo, ha quedado abierto paca el, hombre mediante IA muerte y w-
~ ó n & b ~ ~ y l a ~ t i n & l ~ ~ S ~ ~ ~ V r V
ChhtOia, el hombre cofl~ctado con el C W @e sigue wftland0 den k
Me, que m e$otrv que d J M ~mcijkah"ymwi-
tado. L& "e@dritUm b v&& e¿&&W y p? &&W G Oh ~W~E-
s i h "mCkWHmmpdeLpuesx
i', tanto al Je& Wrbcamo al CPisU
&la -y& hfe q~ Ea&mm!Y @nefectorel
Jesucristo gIoriososigue dendo el Jesiis bistdrica,y en &mto Mor pneum$
tímsigueviviendo a #Y& -&los tikmpos, no @e n c h de1ti* o *m-
i podm~hástaqiee~~~~mel~stocke~apanisIa,Ci~fi~m1i9
vi& &l c h W w k m ~ u r w i ó m n mp~.dmimt&sigw &&parte
delm&&13; sinq&~~~dc~stiaiuldestar&@~>nCrtstoy
haber resucitadown Él son d&emkdes que marcan simultáoeae h e p m
blementesu existencia (unidad p n e u d de ~ c my remm&&)1@. PQrw
el hombre x e d ~ n s e~ ns t á ~ ~ ~ l n c o n ~&,,pnm p ~ ~ c ~ n
. ~ g u e mci&
h @&cb o a&# en la qw d &mmb mstmWpbw
I
wsfrcz . C Pw~ ~tmc-b~l'II, cm otras palabra3para el amor
comoentregal i b y de s i (<~dar-m),
Las f6mulas paulinas e s en y «&E0 en ~~rnotmm'se a
m ' p o n d e n e n ~ t o d t I d o ; p I a ~ i n h h ~ y l a ~
d efecto. El ser-en de Cristo en e1hombm signiñcaque e1hombreexiste ~ S I
mismo, p m nr,como 6imis- sino que m h bien es Crisio elque vive eti dL
1 El alarganien@de Cristo a 11existencia del hombre deja intacto a &te en
EL S U J F M MORAL C R I M
"-
pma & mdo~E'WTSQ; "Porqwrtinglww &msdmsplm sfmbrw v k y nh-
guno par& sínnismo muere; pws si vivirPlas, paru d S&r vivimas;y m-
M s , mPunaspara el $&E En& se@que vivmus, sm que muramos, del
S&r somos". Y ahora lajusbficmirín (ensentido inverso): "'Quepura es&
m u d Crtstoy M S M Cpara ~ ~ ~dumimr
~ sobre w r & s y vivos".Esta domina-
cidny & e m i W n s i p B a concnmmme: utea cukk & contpiacer
alprójim para su bien,para su i*rüfiuci6rt,que Crixto m buscó su propia
m ~ c m i a (Rm " 15,2-3); m f W f om alya&sedtac m h m& meva
por b que vivhwsy m o r k m , s h como elproto@oy el a@po áe =tm
mc o m t i c a o ~ 4 3 .
,SoJameritem-Cristw,e1hambre en wn&&n&& mmmrse cmw
dg~qwhas~~genriradoenlag~~j~coiaelHijoaErsd
f d 4 , millodguiefi a quien "hasido PCW* tener va'& en sftnhtw", para
quien expresar a g ~ c h i m i o p osu r propio ser rw e$ m obligacidfidte-
mrúe!sino m apcW qm mrge espom&mwn& dk la trtqkmc& He si
r n i ~ m 3 * ~Porque
5. ~cen-C&tma la vez que nos es revelada nu&m vedadera
identidad, nos les d&da la gracia& Dius pará que p b mresponderposi-
tivamente ala vocación-misi6n divina, y asi t e n b m eficazmente a nuestra
destinacih corno v a s teoIdgicasl%La gracia no sólo da origen a la triw
tendencia de k raatriralezai, sino que la apoyacontinuamente en su tensi611ha-
cia su cunsmci6n1fl Si por un Ida, nuestro &ve& tmpo~mlesta insertado
enhvida~aen%uantom-&~enCnm;poromI~o,esenelp +
rihiSantocomosenosdonanlasdosrdidah:~ s r i p m y e c t o m ~ o d e ~ m
g i l e c o ~ a w s t m r m i s i b ~ I p l am s ~e yl l a a ~ p e r s o m , y l a
I i b e~Mmn e s p o ~ h h i p a r cwnplir
a 33rcmby seguir esteptvycto*~,
En conciusidn. & Chtfst61n significa para el hombre ser-mistianocomo
m ~ & m f o o p & p r C&, a c o n t e c h i ~ que incltrye objetivarm&y
que m h subjetivmente una&cm& mpuesba u Cristop o r m He los
c*hs!". Como en el espacio v-entano, aunque ahora plenamen-
b«ebl~,,d«sujetomorsrI&mo>>estdm~&porka~deDios
y por laobdencia a es& 1 M (Hb11,8)1% Toda&:a b1'bEKclase- m km
lkmuh del Dios persod y sobz la mspuest~&&que el hombre le da's.
152. Ibident.
163, Td 3,228.
164. Ni,94.
í65. Ibideni.
166. Cfr.MP,732-734.
167. Cfr.G 1.497.
I6& Td 2.386.
1ó9. Cfr.TdZ2R3. Cfr. Td 3.322.326327;Td5.477.
170. Cfr. SV,175-183.
171. G 1,497.
172. Cft G 7,79;SV,32-33.
173. Td2;260.
EL SUJETO MORAL CRISTIANO
~ ~ ~w nai f i >
c a d, a en Marf* que frente d ~ e s p o s o whace del «muchos
hermanos>> u ~ ~ O S O ~ T femenino
OS» mgiobantel74.
La prioridad de la Iglesia sobre las personas teol0gi.c~~ no sigrrificaque la
Iglesia sea un universd abstracto.E h d o existe como tal a m a d a en los sin-
guiara (una~sniversdebz mbusl~,esta e4 4npersornAr*I75).Aun existiendo una
prioridad de la «naturaieztt,>(<ser cuerpm de Cristo) y de la c<permalidad»
(*ser esposa» de Cristo) de lalglesia respecto a las pewnas teo16gicas que Ia
integran, lo universal y lo concreto no son separables ea Ella Lea LgEesEa no d-
te nunca en $6 sino siempre enpersoms gurr &ben recibirsu eckskikM& la
Iglesh (en e& unu & los sacrumenttos)y ratificarla en l i h ~ t a d l 7 6 Como .
acueqm la Iglesia no existe sino como «organismo»vivo en muchos míem-
bros~(sin miembros no hay cuerpo); como ~(esposm la Iglesia no existe sino
personificada en aqueIIos sujetos que se entregan esponsalmente al mor de
Cristo (ia pmmificación prototípica & la XgIesia es Marfa). Por eso la Iglesia
es una realidad bidirnensiond:a la vez objetiva y subjetiva EI fundamento de
la Iglesia se e m m c m igual esertcialidad que en la vida espináual comu-
m¿& de Dios, en la subjefriridady prsomlidad de bs mjetos =des 4wfir-
m la Iglesh'n.
Jesucristo ha impreso en la Iglesia su propia identidad, La IgIesia en su a p r -
sonalidatiobjetiva>>est6 con@umh por la pmnalidd de su uEspom}y d a -
b>, o sea, tiene como forma propia h santidad & Cristo. EsiaIglesia obje-
tivamenteperfasa subs'iste subjetivamente en unapersonacmcre@a saber:en
Marh. Eit MartLa la Iglesia es "iPPzmacuEarun(Ef5,27), y debe serle, no solo
en rmdn de la encumación, sino &ikn en razdn de In k e ~ i ó &l n H m -
nmb en su "cuerpo') que es la Iglesia hta &be ser pe$ecta efi m pmtu, si
la I g l s i n hd & ser en general "cupo" ck la "cabew"y "esposa" del "es-
poso": &te es el presttpms& &l kecb ale qw t& los d e m h cqerúespue-
h n crecer como miembros era infrnfrm campmtraciún hasta "el ho)íBbmper-
feco,Q lu lade de mugnítd&l fcpldmmaw & C&O. ..y hagamos alque
todo crezca hacia & que es la cabeza, CMo" (Ef4,13.15)178. En 10s &más
c<yoes~expropiadosteo16gicamente (<<yoes»eclesides), que forman conjunta-
mente un nosot otros>> corniln en la inteqenetraci6nde sus misiones personales
(c~co&personcam>), subsistela IgIesia de un m& irn@ecto y en de-
venir. Ello se debe a cierforepliegue sobre el propio yo, dopide éste, segYn la
179. T13,270.
180. Cfr. G 1,497-498.
IBt. Td2.283.Cfr.Td3,325-330;TI1,156;SV,W1,
182, Td 3,392,
183. Td 5,133.
184. Td3,327.
EL SUJETO MORAL CRlSTlANO
185. Td 3,327-328.
186, Cfr Td 5,126-127.
187. Td 3,327.En esta d&e m que como taidb&6em la Iglesia catóiion,mtm k san-
tídudmnrinno-sub$etivay la sanfiiailpetRatw&jdimd i c a su drmndtiea tntern~insmIayabk, en
virtud & la cud e&, en c~uantopmfongaci4n ("pkhitd', "cuetpo"] ypartenaienainz l "eqw"IrZe Ois-
to, pa~ticihcsr~criimlntewen su mhih salv@cay. Qltnfo t ~ n n u ien ~ ,su ~ n s t i ~ f l l c ktrbiitaria
h
Vd 3,329). Según el pensamientoeclesiofSgicode B d k , la Iglesia una y dnica posee en eI p m m e6n ~
unseshueairad t u k h par dos dimimes i ~ M e 8 ~biunimha, ~ 1 a3s a~ k una dimensiúnob-
jetiva-instiaielm& que a h d n s las acoajetivi* dela Iglesia (fnsti~icih.Sacrumentos,Esuitum,Tm-
dícih, Ministerio, Decechohy una dimensi6n ~sub5etivaexi~ial. Bdthasarfiutdanieniadicha p l d d p d
tanto cristolBgimmente(enia rensión enae laqisiencia prepascuat-caducay La pocgascud-inml de Je&x
como pmtol6gicamente (en la doble fmmnorigioaldel Espintu Santoen Dios: Espfiihi &oto objdvo y
subjetivo) ( c k n 3,I5&157,343 mita 35.244-245, MI-3&, 305-316).La W n ,en cuanto *espíritu obje-
t i v o ~fundado prJ& y su Espfritu Santo, configunda, eonfomnda y viviti& p r e l i3pIritu Sanlo
de =sto p a guiar y 1f c w el espfrim mibjettvoy c m & de fos myentes,n través de la a u t t x n t w , 2 ta per-
fecctdnobjetivadel amor (cfr. Ti 3,1!%). Ln twa.en ~~nt&&jdvarnente santnes madre para h mistia-
m el tn tiene la funcidn & garantizar la p i b i tidad de paticiparen todo fiempo del amw de Dios mifes-
t d a en Jesucnslo. y de educar U sus miembros imperfecfosy pecadom prn Ilw~tlag nl dilcleo perfecto de la
iglesia: el encuenwó~apoawtentre Dipsy el hambre(cfr. Td 3,327-328; Td4,3ü3; SV, 194-195).
188. Td 3,392. Ck Td 3,414-417.
189. CPr.Td2,381;Td4.363-380.
190. Td 2,260.
191. CftTd2.381-3
..
CONSTITUCI~N DEL SUJETO #EN CHRlST&
I
199. Td 4,393.
209. Td4,389.
201. Td4,394.
202. HC.153.