El Espíritu de Dios está trayendo un hambre sobrenatural por la Presencia de Dios

Por: Josué Peláez – josue@unciondeloalto.net

Ministerio Unción de lo Alto – http://www.unciondeloalto.net

1. Hambre y Sed

El Espíritu Santo está trayendo sobre los verdaderos adoradores (Juan 4.23-24) un hambre sobrenatural
de la presencia de Dios cual nunca la ha habido. Dios ha prometido saciar esta hambre de sus
adoradores.

Mateo 5:6 “Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados”.

Jesús es la Justicia, nuestro Sol de Justicia

Malaquías 4:2 “Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas
traerá salvación; y saldréis, y saltaréis como becerros de la manada”.

2. Deseando ver la Gloria de Dios

Moisés no se contento con ver las maravillas de Dios y sus obras, Él quería ver la Gloria de Dios en toda
su plenitud, Moisés tenía hambre y sed de Dios mismo, no tanto así de sus obras, dones o ministerios.

Éxodo 33:18-23 “El entonces dijo: Te ruego que me muestres tu gloria. Y le respondió: Yo haré pasar
todo mi bien delante de tu rostro, y proclamaré el nombre de Jehová delante de ti; y tendré
misericordia del que tendré misericordia, y seré clemente para con el que seré clemente. Dijo más:
No podrás ver mi rostro; porque no me verá hombre, y vivirá. Y dijo aún Jehová: He aquí un lugar
junto a mí, y tú estarás sobre la peña; y cuando pase mi gloria, yo te pondré en una hendidura de la
peña, y te cubriré con mi mano hasta que haya pasado. Después apartaré mi mano, y verás mis
espaldas; mas no se verá mi rostro.

No deseo decir que pedir dones y ministerio este mal, sólo que si la presencia de Dios está en nuestras
vidas, así mismo estarán con Él todas las cosas de su reino.

3. Sólo los Muertos ven a Dios

No hay otra forma de ver la Presencia de Dios, sino la muerte. La muerte de nuestro orgullo, de nuestra
naturaleza humana, de todos nuestros intereses incluyendo la fama y la vanagloria humana.

Mateo 16:24 “Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí
mismo, y tome su cruz, y sígame”.

Éxodo 33:20 “Dijo más: No podrás ver mi rostro; porque no me verá hombre, y vivirá”.

4. Si no hay Presencia de Dios en nuestra vidas, que le daremos al perdido

Leía en el libro En la Búsqueda de Dios de Tommy Tenney que nuestras estanterías están vacías de Pan,
no hay pan en la casa del Pan. Estoy de acuerdo, sino hay Presencia de Dios en nosotros, no podemos
dar nada al necesitado. La gente necesita más de Dios que de nosotros.

Mat 26:26 “Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió, y dio a sus discípulos, y
dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo”.

El hombre está cansado de los espectáculos humanos, y los cristianos aún más. Es tiempo de dejar la
arrogancia y dejar que la Presencia de Dios inunde nuestras vidas, nuestras familias, nuestras
congregaciones, nuestras ciudades y naciones.
 5. Sólo la Presencia de Dios traerá un avivamiento

Por mucho tiempo he estado escuchando que en mi nación Colombia hay un avivamiento y he visto
como pastores y líderes han hecho grandes despliegues publicitarios acerca de este tema. Lo que no
hemos comprendido es que un avivamiento no viene por atraer los medios publicitarios como la
televisión y sus noticiarios, sino únicamente por atraer la Presencia de Dios a nuestras vidas. Un
Avivamiento no es sólo moverse en los dones o es exclusivo de unos cuantos pastores. Un avivamiento
es Dios en nuestras vidas, en las calles, conduciendo su misericordia por todo lugar. Cuando el pueblo de
Dios busque y adore a Dios de todo corazón, sin esperar nada a cambio conoceremos lo que realmente
es un avivamiento.

1 Corintios 4:20 “Porque el reino de Dios no consiste en palabras, sino en poder”.

Mateo 6:33 “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán
añadidas”.

Dios está buscando adoradores de ÉL, no se sus dones o Ministerios. Inicia hoy su búsqueda, Dios se
dejará hallar. Sólo muere.

Juan 4:23-24 “Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en
espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es Espíritu; y
los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren”.