CANTO PARA EL NOVENARIO
¡Qué linda viene la virgen!
1.Qué linda viene la Virgen siendo que
ha llorado tanto. Con su manto de
claveles, que le dio su padre Santo.
/Ah, qué gloria y a quien canto, qué
linda viene la virgen/
2.A Teresa le mandaron, a su manto de
claveles. Por ser esposa de Cristo y la
virgen su madrina.
3.En aquel cerrito azul hay una piedra
redonda, donde se paró el Señor a
ponerse su corona.
María de Nazaret
María de Nazaret, María me cautivó,
hizo más fuerte mi fe, y por hijo me
adoptó. A veces cuando me pongo a
rezar, en mis pensamientos vuelvo a
soñar, y con sentimiento empiezo a
cantar, María de Nazaret.
La Virgen a quien Dios Padre eligió por
Madre del Hijo Santo de Dios María que
nos conduce el amor, María de mi
Señor.
Ave María, Ave María, Ave María
madre de Dios
Junto a ti María
Junto a ti, María, como un niño quiero
estar, tómame en tus brazos, guíame en
mi caminar. Quiero que me eduques,
que me enseñes a rezar hazme
transparente, lléname de paz.
Madre, madre, madre, madre.
Madre, madre, madre, madre.
Gracias, madre mía, por llevarnos a
Jesús, haznos más humildes, tan
sencillos como tú. Gracias, madre mía,
por abrir tu corazón, porque nos
congregas y nos das tu amor.
Madre, madre, madre, madre.
Madre, madre, madre, madre.
Una madre no se cansa de
esperar
1. Cuántas veces siendo niño te recé,
con mis besos te decía que te amaba,
poco a poco, con el tiempo,
olvidándome de ti, /por caminos que se
alejan, me perdí/
Hoy he vuelto, madre a recordar,
cuantas cosas dije ante tu altar, y al
rezarte puedo comprender, /que una
madre no se cansa de esperar/
2. Al regreso me encendías una luz,
sonriendo desde lejos me esperabas, en
la mesa la comida aún caliente y el
mantel, /y tu abrazo en la alegría de
volver/
3. Aunque el hijo se alejara del hogar,
una madre siempre espera su regreso,
que el regalo más hermoso que a los
hijos da el Señor /es su madre y el
regalo de su amor/
El trece de mayo
El trece de mayo, la Virgen María, bajó
de los cielos a Cova da Iria
/Ave, Ave, Ave María/
2.A tres pastorcitos la madre de Dios,
descubre el misterio de su corazón
3.Vestida de blanco más bella que el
sol, con dulces palabras la virgen habló.
3.El Santo Rosario constante rezar y la
paz del mundo el Señor dará.
4.Con dulces palabras, nos mandas
rezar, la Virgen María nos quiere salvar.
5.Haced penitencia, haced oración, por
los pecadores implora perdón.
6. La Virgen María cercada de luz, con
todo cariño nos lleva a Jesús
Recibe estas flores
Recibe estas flores con gusto y anhelo
que son escalones que llevan al cielo.
Recibe estas flores con gusto infinito va
representando la pasión de Cristo.
Vuela palomitas te traigo estas flores de
la casa santa cubierta de amores.
Recibe estas flores con gusto honorario
que la virgencita te trae al santuario.
Recibe estas flores con gusto y amor
que hoy te las trae nuestro celador.
A Dios hermanitos que ahora estás
llorando a Dios me despido ya voy
caminando.
Qué es esto que veo que anda y que
canta las flores que vienen e la casa
santa.
A Dios que venimos con mucho dolor de
ver que festejan nuestro salvador.
Estribillo, Oh, María madre mía
¡Oh. María, Madre mía, oh consuelo
del mortal! Amparadme y guiadme a
la patria celestial.
1.Con el ángel de María las grandezas
celebrad; transportados de alegría sus
finezas publicad.
2.Salve, júbilo del cielo del Excelso
dulce imán; salve, hechizo de este
suelo, vencedora de Satán.
3.Quien a ti ferviente clama halla alivio
en el pesar, pues tu nombre luz derrama
gozo y bálsamo sin par.
Oh, María, madre mía...
4.De sus gracias tesorera te ha
nombrado el redentor, con tal madre y
medianera nada temas, pecador.
5.Pues te llamo con fe viva muestra,
madre, tu bondad; a mí vuelve
compasiva esos ojos de piedad.
6.Hijo fiel, quiera amarte y por ti sólo
vivir y por premio de ensalzarte
ensalzándote morir.
Hermosa niña
Hermosa niña hermoso cielo, hermosa
luz del mundo entero.
Hija del Padre, Madre del Hijo, divina
esposa del Espíritu Santo.
Esposa santa, más que los santos, más
reluciente es que los astros.
Es peregrina, bella y sagrada llega a
este balle toda agraciada