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INTEGRANTES:

Bernabe Castañeda, Sheyla Gianella

Huaman Naupay, Diana

Felicidad y libertad

Introducción

Desde los inicios de la humanidad y aun en la actualidad, la ética posee gran


relevancia, ya impulsa el pensamiento crítico y la reflexión de los comportamientos,
actitudes y toma de decisiones. Asimismo, la ética se fundamenta en la preocupación
por los demás, es decir, que las relaciones interpersonales son el punto de partida de
esta disciplina filosófica. Otra característica de la ética es no dañar los intereses de los
demás, por esta razón la sociedad en muchas ocasiones limita y juzga la conducta del
individuo. Pues el ser humano, constantemente ordena sus acciones hacia el máximo
bien, en otras palabras, la felicidad.

En las siguientes líneas de este ensayo se explicará que se entiende por ética como
disciplina filosófica, como se vincula el individuo y la sociedad, finalmente se expondrán
ideas referentes a la felicidad.

Desarrollo

El ser humano constantemente toma decisiones transcendentales o simples


basándose en cuestionamientos que lo acompañan desde la niñez hasta adultez con la
finalidad de proceder del mejor modo. En este sentido, según Droit, 2010 “la ética es
ante todo el conjunto de reflexiones derivadas de estas dos cuestiones: ¿Qué debo
hacer? ¿Cómo debo actuar?” (p. 25). Es decir, todas las personas buscan el bien a
través de sus acciones, aunque no todas estas conlleven al bien anhelado, pues muchas
veces parece que se escoge hacer el mal, pero realmente se quiere hacer el bien. Esto
debido, a que el concepto de bien varía de acuerdo con la persona, el tiempo, el lugar y
las circunstancias. Un claro ejemplo de esta situación es cuando el expresidente Alberto
Fujimori planteo un programa de planificación familiar con la finalidad de combatir la
pobreza, sin embargo, esta situación desencadeno la esterilización forzada de 370 000
peruanos y peruanas, que en su mayoría fueron de comunidades indígenas y rurales
(De La Cruz, 2018).Otra postura de Droit, 2010, menciona que “la ética no es una
actividad practica donde basta con aplicar unas reglas de manera mecánica”, ya que es
necesario reflexionar acerca los criterios y los valores que justifican el uso de dichas
normas, porque todas las elecciones individuales no solo afectan a la persona en sí,
sino que indirectamente influyen en los demás proponiendo un modelo de conducta. Del
mismo modo, el filósofo Droit, 2010, afirma que “la ética es, en primer lugar, la
preocupación por los demás “es decir; es el respeto a sus expectativas, sus deseos, su
dignidad y su libertad, ya que gracias a la existencia de los otros y a las múltiples
relaciones se constituyen el inicio de todas las formas de ética.

Por otra parte, es evidente que la sociedad en su búsqueda de una convivencia


pacífica limita el comportamiento de las personas, restringiendo algunas de sus
libertades. Referente a ello, J.S Mill, s.f, sostiene que desde el momento en que la
conducta de una persona se torna perjudicial para los intereses de otra, la sociedad
tiene la facultad de juzgarla e incluso de imponer reglas legales y acuerdos tácitos en
aras de proteger a la sociedad y sus miembros de cualquier daño o transgresión. No
obstante, si las decisiones del individuo no afectan más que sus propios intereses, este
tiene el derecho de gozar de una libertada completa, legal y social que le permita realizar
acciones y hacerse responsable de las consecuencias. Sin embargo, ningún ser
humano es totalmente indiferente, ni esta desligado completamente de los demás
miembros de la sociedad, pues hasta sus acciones más personales pueden resultar
dañinas para los otros, ya que puede ser perjudicial por su ejemplo, es decir que al
mostrar en su comportamiento signos de vicios o locuras puede servir de referente para
la corrupción de otros.

Las personas como seres libres y autónomos tienen el poder de expresar


opiniones y desacuerdos respecto a cierta actitud de sus semejantes, es ello no significa
oprimir la individualidad del otro, sino que es ejercer la suya propia. En ese sentido, las
personas pueden elegir entre evitar o asociarse con alguien en particular, hasta tiene la
libertad de advertir a otros sobre algún comportamiento que ellos consideren pernicioso
por parte de determinado individuo. Pero, en muchas ocasiones esto hace que la
sociedad castigue y juzgue por faltas que solo que solo le competen a la persona en sí,
obviando que cuando cierta conducta o carácter solo atañe al propio bien de la persona
no debe darse una reprobación moral, ya que este solo ocurre cuando la situación
implica el olvido de los deberes en relación a nuestros semejantes. Tomando en cuenta
lo anterior es importante distinguir entre el descredito y la reprobación social, puesto que
malentender estos conceptos llevaría a la utilización equivoca de los límites de la
libertad. El primero se refiere a la justa exposición de una persona por falta de prudencia,
dignidad personal o falta de respeto a sí misma, en este caso los miembros de la
sociedad tiene la opción de mostrar su disgusto o simplemente mantenerse a alejados
de dicho individuo, mas no tratarla como un enemigo de la sociedad, hacerle la vida
insoportable, ni mucho menos convertirla en objeto de irritación o de resentimiento, al
contrario se debe pensar que ella enfrenta o enfrentara todas las consecuencias de su
equivocación y en vez de querer castigarla se debe tratar de aliviar el castigo que lleva
mostrándole los medios para evitar o curar los males que su conducta le causa. La
segunda, es resultado del daño o el ataque a los derechos de los otros miembros de la
sociedad, ya sea por la violación de los derechos, la irrogación de una perdida, la
disposición a la crueldad, la pasión de dominar a los demás, el deseo de acaparar más
de lo que le pertenece, el egoísmo, etc. Esta situación al contrario de la anterior si
requiere que la persona que ha infringido las normas establecidas para la protección
individual y colectiva sea castigada de forma severa, viéndose obligado a comparecer
delante del tribunal, no solo para juzgarle sino también para darle la sentencia que se
establezca (J.S. Mill, s.f.).

Según Aristóteles , IV a. C “Toda actividad humana tiene un fin ”,en otras


palabras , el hombre mediante la praxis ( actividad cotidiana ) quiere llegar a algún fin ,
y cuando lo hace ,se propone otro fin ,y así la vida de un individuo se convierte en una
cadena para conseguir el llamado fin último o la felicidad ,para que de esta manera el
ser humano pueda sentirse completo y feliz en su mundo ( comunidad o sociedad
),entonces ,la felicidad es como el propósito u objetivo final de la existencia humana,
es el bien supremo que se elige siempre por encima de todo y todas las acciones que
se realizan son medios para alcanzar el deseado bien .Por consiguiente ,una manera
de entender la felicidad según Aristóteles es “ que vivir bien y obrar bien es lo mismo
que ser feliz” ,porque el hombre mediante el uso de la razón puede distinguir lo bueno
de lo malo ,lo adecuado de lo inadecuado y en consecuencia ,puede tomar decisiones
que le generan el vivir bien y asimismo ,mediante la capacidad de razonar el hombre
puede juzgar con una actitud crítica y lógica que le llevan a obrar bien, puesto que no
solo procurara su propio bienestar , sino que también procurará el bien del pueblo y
ciudades, el cual es más hermoso y divino . Sin embargo, Aristóteles también afirma
que tanto sabios y vulgos están de acuerdo que fin último es la felicidad, pero no todos
conciben el mismo concepto de felicidad; es decir, no todos los hombres ni todas las
culturas, han tenido y tienen la misma idea de felicidad, puesto que en ocasiones unos
piensan que la felicidad es la posición de un bien externo (objetos tangibles, riqueza),
placer y honores. Otra manera de entender la felicidad es ejecutar una serie de
actividades utilizando el raciocinio, pero siempre guiándose por virtudes, es decir; obrar
de acuerdo con determinados ideales como la verdad, la justicia, el bien, la belleza;
entonces, el actuar será bueno, y estas acciones influenciaran de forma positiva en los
demás, Aristóteles (IV a. C).
Conclusiones

En conclusión, la ética es importante para la toma de una serie de decisiones


que guían el actuar de las personas, las cuales siempre quieren proceder de la mejor
forma, aunque en el camino consigan todo lo contrario. Asimismo, la ética ayuda a
reflexionar sobre reglas, criterios y valores que intervienen en las elecciones de los
individuos, con la finalidad de no causar daño a sus semejantes. Por ende, se restringe
la libertad individual, cuando este perjudica los intereses de los miembros de la sociedad
imponiendo reglas que de ser infringidas conllevan a sanciones severas, pero si el único
afectado es el mismo individuo este no se somete a reprobación social. Finalmente, se
puede afirmar que todas las acciones que el hombre realiza tanto individual y
socialmente, mediante el uso de la razón, guiándose de las virtudes y planteándose
constantemente objetivos que se convierten en medios logra alcanzar el bien supremo
al cual se le denomina felicidad.

Bibliografía

Aristóteles, (IV a. C). Ética a Nicómaco, Sobre la felicidad.

Roger-Pol Droit. (2010). La ética explicada a todo el mundo.

Mill, John Stuart. (2001). Sobre la libertad.

De La Cruz Huamán, R. (2018). Análisis de las esterilizaciones forzadas en el Perú


desde una perspectiva de interculturalidad crítica. Recuperado de:
http://revistas.lamolina.edu.pe/index.php/tnu/article/download/1272/1322

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