Éxtasis Revelado
Título original: Ecstasy Unveiled
Serie Demoniaca: Libro 4
Autor: Larissa Ione
Un Demonio Esclavizado
Lore es un demonio seminus mestizo que se ha visto obligado a actuar como el asesino de su maestro
oscuro. Ahora, para ganar su libertad y salvar la vida de su hermana, él debe completar una última
matanza. Poderoso y despiadado, no se detendrá ante nada para llevar a cabo esta misión mortal.
Un Angel Tentado
Idess es un ángel terrenal con un lado salvaje, que ha jurado proteger al humano que Lore tiene
como objetivo. Ella está determinada a frustrar a su Malvado y hermoso adversario por cualquier
medio necesario, incluso si eso significa arriesgar su voto de castidad eterna. Pero lo que comienza como
una simple seducción pronto se convierte en una pasión que deja a ambos ángel y demonio con ancias de
una rendición completa.
Desgarrados entre el deber y el deseo, Lore y IDess deben unir sus fuerzas en su lucha de atracción
mutua. Debido a un enemigo del pasado que está de vuelta, un temerario de la venganza y la destrucción
inimaginable.
Índice
Argumento .................................................................................................2
Dedicatoria .................................................................................................5
Agradecimientos ........................................................................................ 6
Glosario.......................................................................................................7
Capítulo Uno ............................................................................................ 10
Capítulo Dos ............................................................................................ 25
Capítulo Tres ............................................................................................35
Capítulo Cuatro .........................................................................................53
Capítulo Cinco .......................................................................................... 74
Capítulo Seis ............................................................................................. 91
Capítulo Siete .......................................................................................... 109
Capítulo Ocho .......................................................................................... 116
Capítulo Nueve ........................................................................................137
Capítulo Diez .......................................................................................... 154
Capítulo Once.......................................................................................... 169
Capítulo Doce .......................................................................................... 179
Capítulo Trece ......................................................................................... 193
Capítulo Catorce ...................................................................................... 199
Capítulo Quince........................................................................................ 211
Capítulo Dieciséis .................................................................................... 222
Capítulo Diecisiete .................................................................................. 248
Capítulo Dieciocho.................................................................................. 258
Capítulo Diecinueve ................................................................................ 266
Capítulo Veinte ...................................................................................... 278
Capítulo Veintiuno ................................................................................. 299
Capítulo Veintidós ................................................................................... 316
Capítulo Veintitres ..................................................................................334
Capítulo Veinticuatro ............................................................................. 349
Capítulo Veinticinco ............................................................................... 368
Capítulo Veintiséis .................................................................................. 380
Capítulo Veintisiete ................................................................................ 389
Capítulo Veintiocho ................................................................................ 398
Agradecimientos .................................................................................... 402
Dedicatoria
Para mi madre, que me enseñó a ser fuerte, a creer que podía ser cualquier cosa que
quisiera ser. Te amo.
Y para todos mis compañeros cónyuges militares por ahí — que se encargan y lidian
con tanto, mientras que su otra mitad está fuera, tiene que tratar con los traslados, las
funciones y los constantes cambios que ejercen presión sobre sus familias. Sus sacrificios
merecen reconocimiento y agradecimiento.
Y los reconocimientos para Ayla y Fenton Ilona, Soufan Fatin, Tibbs Valerie,
Manter Kristin, Charlotte Johnson, Klatte Maureen, Franczak Lea, Ing. Cruz,
Wheeler Greta, Joy Harris, Melissa Bradley, Hilda Oquendo, Lillie Applegarth... por
su apoyo y amistad que han ido más allá de lo sorprendente.
Reino: Animal.
Clase: Demonio.
Familia: Demonio sexual.
Género: Terrestre.
Especie: Incubo.
Raza: Seminus.
Capítulo Uno
Traducido por MJ
Corregido por Kitty, Estivali10 y Mir
Lore siempre había creído que cuando se trata de sexo, cuanto más,
mejor. Lástima para él que "más " significaba sólo que más gente tendría
que morir.
Nada.
Todavía nada.
El sudor corría por su rostro, y sus pulmones quemaban por la fuerza
de su jadeante respiración.
Era bonita, no tan bonita como Gem, pero ahora nadie lo era. Lore
sacudió la imagen de la Gótica Doctora medio Soulshredder de su cabeza,
porque ella estaba enamorada de un idiota humano llamado Kynan, y Lore
no había tenido realmente una oportunidad con ella de todos modos.
Pero Gem parece haber abierto una vena en él, que terminó con los
sentimientos de pensar en su culo en lugar de su sangre. Y en verdad,
había una razón por la que no había tenido relaciones sexuales en las
últimas décadas, aunque su raza Seminus le daba la necesidad abrumadora
de fecundar a cada mujer que se cruzaba en su camino. Afortunadamente
para él, su lado humano le permitía manejar esos momentos y a sí mismo,
a diferencia de la raza pura Sem que tenía que tener una pareja femenina
o morir.
1
N de T: April, May y June son nombres comunes en USA. En este caso Lore no recuerda el nombre
de la mujer con la que está entonces se refiere a ella como AprilMayJune (AbrilMayoJunio).
Lore tenía que irse. No más entretenimiento. Después de tres semanas
de evasión, sobre todo después de mandar a la mierda a su jefe, era hora
de afrontar el castigo como un hombre. Bueno, medio hombre, medio
incubus.
Ella suspiró y volvió a caer sobre las almohadas. —¿Entonces por qué
está todo tu esperma por todo el piso? ¿Y por qué llevas todavía esos
guantes?
Con gracia, ella se puso de pie, que ahora estaban inclinados por
garras curvas, justo como sus manos. ¿Qué clase de demonio era ella? —
Polla arrogante—. Su pronunciación era pesada ahora, las palabras
pronunciadas a través de una fila adicional de dientes que no habían estado
allí antes.
Lore puso una mano sobre los cortes que le provocaron escozor. —
Jesús. Eres una maldita Mantis—Dire—. Imaginó que, después de sesenta
años de celibato, la primera hembra que tomara sería una que se come la
cabeza de los hombres demonios con los que folla.
***
Pero todo ese dolor era menor en comparación con las torturas que
había sufrido, un castigo que se había ganado cuando había usado su don
de la resurrección. Antes de que Lore entregara su alma a Deth, Lore
pasaba veinticuatro horas en agonía sangrienta después de traer a alguien
de entre los muertos. Pero ahora, debido a su vínculo de esclavos, era su
maestro, Detharu, quien experimentaba el precio agonizante que Lore
tenía que pagar por traer a un ser de vuelta a la vida. Y Deth se aseguraría
que Lore pagara en grande por su sufrimiento.
—Bueno—, arrastró las palabras, por último, con una calma que no
sentía—, soy tu asesino más guapo, y sin mí, tendrías que mirar a la gente
como Adriano Maggotface todo el día.
—¡Has dado la vida a alguien para que yo pasara dos puestas de sol
en agonía!
Sólo Deth podría pensar que la resurrección de Kynan había por él. —
Sí, pero…
Esa era una gran mentira. No había manera en el Hades que pudiera
reunir los veinte millones que habría recibido del beneficiario del
testamento de Roag a la prueba de que Wraith, Eidolon, y Shade estaban
muertos. La mitad de eso, tal vez, pero no la cantidad completa.
—Sí, eso no funciona para mí—. Lore metió la mano enguantada por
el pelo, pero eso no calmó la tensión de su cabeza. —Dame un respiro
¿quieres? Ellos son mis hermanos.
—Naturalmente.
Mierda. Lo sabía. —¿Y cuáles son los términos del nuevo acuerdo? —
puso de nuevo los pies en la tierra.
Detharu se puso en pie, y lo siguiente que supo Lore, fue que el puño
enguantado de Deth estaba en su cara. La cabeza de Lore se echó hacia
atrás y el dolor estalló en el cráneo. La furia retorcida apareció en la
expresión de Detharu, con los dientes afilados entre sus labios,
ennegrecidos.
Y gracias a Dios Deth hacía tiempo que había decidido que a Lore no
le sería permitido tocar. Pocos de los asesinos de Deth eran tan
afortunados.
La tierra se movió bajo los pies de Lore. ¡Oh, santos infiernos! A pesar
de que Lore había salvado la vida de Kynan, lo odiaba y realmente no le
importaría ponerlo bajo tierra. Pero Jesús... si él mataba al humano, Lore
pasaría el resto de su vida mirando sobre su hombro. Tendría a cada tutor
Aegis que hubiera con el objetivo de matarlo a él, que sería agradable en
comparación con lo que Gem y sus hermanos le harían.
Deth se inclinó cerca, tan cerca que Lore podía sentir el calor del feo
demonio en la cara. —Tienes la misión de matar a Morgan —utilizando tu
toque de la muerte— y recuperar su amuleto dentro de noventa y seis
horas. Y si te niegas o no lo logras, Sin va a morir.
***
Sí, Rariel había tenido curiosidad sobre esta persona, Sin que
Detharu había colgado sobre la cabeza de Lore. —¿Es su compañera?
—Hermana.
Oh, esto era perfecto. Poético, incluso. —Entonces quiero a Sin para
otro trabajo.
—¿Durante el mismo tiempo? —preguntó Deth.
—Sí.
Detharu sonrió, sus labios pálidos, sin forma, hicieron una fisura
profunda que reveló dientes pequeños y puntiagudos. —Dime, ¿por qué
este amuleto de Morgan es importante para ti?
—Es una chuchería. Sin valor, excepto como trofeo—. La verdad era
que era una moneda de cambio que no tenía precio ya que con ella Rariel
conseguiría todo lo que quería, y no era algo que iba a compartir con
nadie, y mucho menos con una escoria asesina.
El único contacto que tenía con la gente era cuando salía de compras,
su pasatiempo favorito, y cuando se alimentaba, un mal necesario que
despreciaba. —La alimentación es la maldición de nuestro padre—, decía
Rami. —Nos recuerda que nadie es perfecto, y que todos debemos resistir
a las tentaciones de la carne, para no permitir que la corrupción ensucie
nuestras almas.
Rami temía que ella disfrutara del contacto físico que requería
alimentarse de un Primori, y que poco a poco sucumbiera al pecado.
Tenía razón en preocuparse. Tomar sangre era más que entregar una
breve infusión de poder Memitim necesarios para mantener su capacidad
de destellarse. Temporalmente esto también los mantenía conectados
psíquicamente a su anfitrión, lo que obligaba a un Memitim, durante
horas, a sentir lo que sentía el Primori, ya sea ira, tristeza, lujuria...
¡Oh!, Idess no podía esperar hasta el día en que sería una de los
Ascendidos y ya no fuera necesario participar en tales intimidades nunca
más. Por lo que, ella despreciaba tanto la alimentación que siempre tendía
a ignorar su hambre, manteniendo apagada su necesidad hasta el último
momento posible.
Sin embargo, ella estaba a punto de serlo. Ahora sólo tenía dos
Primori que cuidar, y uno de ellos era la joya de su corona.
Pero ella no lo creía. Su otro Primori, un hombre lobo, tenía una larga
vida, pero no era inmortal, por lo que una vez que muriera o cumpliera lo
que el destino le tenía deparado, ella sólo se quedaría con Kynan... y todo
el mundo sabía que un Memitim no vigilaba únicamente a un Primori.
***
El Aegis al rescate.
Vaya panda de idiotas, y tú el más santo de los hipócritas. A Lore
nunca le habían gustado los Guardianes, pero el disgusto se había
convertido en franco odio hacía dos décadas, cuando uno de sus contratos
había sido un Guardián que había cabreado al demonio equivocado. El
Guardián había sido tan bueno en su trabajo que estuvo cerca de dejar a
Lore fuera de combate.
Lore no sentía una gran simpatía por los demonios, pero había
algunas cosas que simplemente no hacía. Er... sí. El interruptor del Lore
hipócrita había hecho clic, debido a las muchas cosas que había tenido
que hacer durante sus años de infierno como un asesino. Le echó un
vistazo a Kynan, y estaba bien, Lore no tenía reparos en matar a ese tipo.
Habían sido enemigos desde que se habían reconocido entre sí como
competencia por la misma mujer. Desde aquel entonces, Lore esperaba
una oportunidad para arrancarle la cabeza al tipo, por eso el hecho de
que Lore hubiera traído a Kynan de vuelta a la vida después de que él
había sido desangrado era tan irónico. Por otra parte, había resucitado a
Kynan sólo porque no había podido soportar el inmenso dolor de Gem.
Que tipo más gracioso. Lore casi lamentó tener que matarlo. Casi. —
Cierto. Me imagino que cuanto más me relacione con mis hermanos, más
tendremos que vernos tú y yo, y estoy pensando que las peleas en las
comidas campestres familiares serían mal vistas.
***
—¿Quién carajo eres tú?— los ojos de ébano del macho, enmarcados
por largas y exuberantes pestañas, por las que cualquier mujer mataría,
brillaban con reflejos de oro y un poco ira.
¿Qué… mierda?
Aunque para ser justos, no era tan pesada. Sólo… alta. Y curvilínea.
Y sólidamente atlética. Infiernos, parecía que había entrenado con
bastante peso.
Aunque contestadora… maldita sea, tenía una linda boca. Amplia, con
labios carnosos creados para hacer rogar a un hombre. Sus rasgos eran
perfectos, finamente labrados, delicados y femeninos de una manera que
estaba totalmente fuera de sincronía con el peligroso poder que ejercía.
Y olía como si hubiera bañado en azúcar con canela. Exótica. Sexy.
Comestible.
Pero ¿qué diablos era ella, por qué estaba detrás de él, y por qué
carajo él de repente anhelaba galletas en una cama?
¿Quién te envió?
Dios.
Hablando de incómodo.
—¿Lo crees?
Ella lo señaló con su pluma. —Con esa actitud lo único que obtendrá
serán un par de patadas en el culo, señor.
Eidolon bajó la voz para que nadie, sólo Lore pudiera oír. —Ky sólo
pueden ser herido por ángeles, y sólo los caídos querrían hacerle daño.
Un baño de sanación sonaba muy bien para Lore, lo que con la forma
en que su intestino estaba haciendo gimnasia y la habitación daba
vueltas. —Eh, uh… ¿podría conseguir un poco de ayuda aquí? Snicker-
doodle2 no es la única sangrado a muerte.
—Dios, eres tan malo como Wraith—. Eidolon hizo un gesto con la
barbilla hacia la cama mientras se lavaba las manos en el fregadero. —
Siéntate. Y sácate la ropa si puedes.
2
Snicker-doodle: tipo de galletita: http://thebakingpan.com/recipes/cookies/Images/Snickerdoodle-
Cookies.jpg
montón de armas que Lore había colocado al lado de su ropa, pero no dijo
nada.
Lore dirigió sus ojos al techo. —¿Así que estás diciendo que el edificio
podría caerse encima de nosotros?
—No lo sé—, dijo Lore, que le valió una mirada sucia. Delicada. —
Entonces, ¿no son los ángeles, incluso los caídos, una especie de
inmortales?
—Sí.
Lore frunció el ceño. —¿Por qué Tayla está en posesión de algo que
puede acabar con un ángel caído?
—Porque es uno de los guardaespaldas de Kynan.
—¿Por qué los ángeles caídos son una amenaza para él?— Cuando
Eidolon no dijo nada, Lore maldijo. —¿Puedes decirme al menos por qué
sólo ángeles pueden hacerle daño?
—Así que tú estás diciendo que esto no tiene nada que ver con Gem—
. Eidolon pellizcó la carne de Lore cerca de su hombro. —No te muevas.
Esto va a doler.
—Te lo advertí.
—Eres un idiota.
—Responde la pregunta.
Ya en el borde de la onda malévola y todo lo que había pasado hoy,
Lore empujó sus pies, a través de la mierda de Shade. —No es un puto
asunto tuyo.
—La última vez que chequeé—, Lore se tensó, —no eras mi jefe.
—Lo que yo crea no importa, pero sí, lo creo. Lore luchó contra el
ángel, lo que pudo haber salvado la vida de Kynan. Así que déjalo.
—Yo creía que todo estaba jodido porque soy mitad humano, y los
Seminus y los humanos no se mezclan.
3
Buffies: se refiere a la serie Buffy la Cazavampiros.
Pero una vez que pasara de ellos, tenía un problema mucho más grande
para hacer frente si sólo los ángeles podían liquidar a Kynan.
La pregunta tocó un poco demasiado cerca, pero Lore rodó con ella,
feliz de aguijonear a Shade. —Sí.
Eidolon cruzó los brazos sobre su pecho amplio. —¿No vas a esperar
a que nuestro ángel herido despierte? No es como que el que tengas que
matar va a conseguir estar más vivo. Mátalo más tarde. Tal vez mientras
está esperando, consiga ser golpeado por un rayo o algo así. Ahorrarte
un poco de trabajo—. Sí, Eidolon era un comediante.
La falsa amabilidad de Shade hizo Lore quisiera evitar decir algo por
despecho. —¿Qué es lo que piensan hacer con Idess?
***
—¿Quién te envió?
4
Juego de palabras. Ella pregunta si la fue a buscar y él usa el mismo verbo para
pensar que se correría con ella, en referencia a un orgasmo.
—Dios.
¡Oh, Jesús!, ella estaba realmente hablando acerca del Cielo. El Cielo.
No era un ángel caído. Era un ángel.
No es que importara. Ella era una amenaza para él sólo por el hecho
de querer proteger a Kynan.
― ¿Qué está mal?― Pero incluso mientras hablaba, ella lo sabía. Dos
de sus cuatro Heraldi brillaban con ira. ¿Dos? Eso era más que raro
―hasta el punto de que ella nunca había oído hablar de que esto
ocurriera. Cuando un solo Primori estaba en problemas, el dolor era
insoportable. Ella no podía imaginar dos en peligro, al mismo tiempo. ―
¿Qué puedo hacer?
―Ayuda... al Vikingo.
Lo que significaba que podía quedarse con Idess. Tal vez incluso el
tiempo suficiente para que pudieran Ascender juntos.
Pero ella había visto los horrores que los hombres infringían a las
mujeres. La evidencia estaba sembrada a su alrededor.
Y no hizo nada.
―Lo intentaste. Eso es todo lo que puedo pedir―. Rami deslizó sus
brazos alrededor de ella y la abrazó. ―Estoy tan orgulloso de ti, hermana.
Has venido en mi ayuda, ¿cuántas veces hasta ahora? Eres un mérito para
todos los Memitim, y sé que nuestro Señor te recompensará bien.
Eso había sido hace quinientos años, y aún así, los dolores de la
traición corrían en ella. Agarrándose el vientre con una mano y frotándose
los ojos con la otra, quiso salir del pasado. El presente era mejor. Mucho,
mucho mejor. Los seres humanos tenían café ahora. Y helado. Ella podría
usar un galón de los dos...
Haciéndosele agua en la boca, ella abrió los ojos, haciendo una
mueca a la textura de papel de lija del interior de sus párpados, y a la luz
rojiza que llenaba su visión. ¿Dónde estaba? Entrecerrando los ojos,
distinguió los equipos de hospital forrando las paredes grises, que estaban
salpicadas con lo que parecían ser hechizos de protección escritos en
sangre. Cráneos y cosas espeluznantes en frascos se sentaban en filas
perfectas en altos estantes. Ella bajó la mirada hacia sí misma, hacia la
delgada bata de algodón de hospital que cubría su cuerpo vendado.
Ella era una paciente en el Underworld General. Este tenía que ser el
infame hospital de demonios. ¿Cómo había llegado hasta aquí?
Él está de vuelta. ¡De vuelta! ¡Date prisa! La voz del hombre era
metálica, aguda, y goteaba pánico.
¡Apúrattttttte!
La grieta se amplió en una grieta profunda debajo de sus puños. El
terror que emanaba de los fantasmas era un zumbido de bajo nivel de
electricidad sobre la piel de Idess. ¿Qué podría asustar a los muertos de
esa manera? Y aún más misterioso era el hecho de que eran humanos.
¿Cómo habían llegado aquí? ¿Estaban atrapados porque la luz no podía
penetrar en el centro construido por demonios?
―Luchar es inútil, mujer. Esas son Bracken Cuffs5, utilizadas por los
carceleros demonio y Distribuidores de Justicia para anular las facultades
que pudieras tener.
5
Bracken Cuffs: Esposas Bracken. Usadas para anular los poderes que pudiera tener el detenido.
―No te diré nada―. Los fantasmas que golpeaban la pared se
deslizaron a través de esta y desaparecieron. Otro entró desde la pared
de enfrente. ― ¿Por qué tienen fantasmas humanos?
― ¿Discúlpame?
― ¿Ángel Caído? ¿Eso es lo que creen que soy?― Ella soltó un bufido.
―Por favor. Esas escorias no levantarían un dedo para proteger a sus
propias madres. Si las tuvieran.
―Entonces ¿qué eres, y por qué demandas velar por Kynan?― Gem
hizo un gesto al demonio rubio. ―Wraith no pudo entrar en tu cabeza
para conseguir algo de información, así que sabemos que eres una
especie maligna poderoso.
―No soy maligna―, dijo apretando los dientes, pero eso era todo lo
que iba a decir, porque no había manera de que ella dejara saber a los
demonios el estatus de Centinela Marcado de Kynan.
― ¿Qué es un Memitim?
La sala quedó en silencio mientras Eidolon se pasaba las manos por
el pelo un par de veces. ―Según algunos estudiosos de la religión,
Memitim son ángeles que presiden a humanos moribundos que no están
siendo vigilados por sus ángeles de la guarda.
Oh, esto no era bueno. Kynan no sólo era un Elder, parte superior
del nivel de Guardianes, sino un Centinela Marcado, que estaba en
posesión de algo tan importante para la supervivencia de la raza humana
que había sido hechizado por los ángeles con la inmortalidad con el fin de
proteger el ítem ―un elemento que los demonios podrían utilizar contra
los humanos para esclavizarlos, destruirlos, o algo peor.
― ¿Cómo te llamas?
―Shade.
― ¿Quién está detrás de mí? ¿Un ángel caído? Como has visto, estoy
preparado.
―No es un ángel caído. El demonio que llaman Lore.
―Eso es imposible.
―Sep.
―Un ángel.
6
ER: Emergency Room: Sala de Emergencias
Una luz brillante inundó el lote, cegando con su intensidad. Idess hizo
una mueca de dolor, cubriendo sus ojos hasta que desapareció. Y allí, de
pie delante de Kynan, estaba un hermoso ángel macho, con el pelo de oro
que flotaba en una cortina imposiblemente perfecta alrededor de sus
anchos hombros. Su ropa era moderna, casual de negocios... pantalones
negros y una camisa azul oscuro que hacía juego con sus ojos, y de
ninguna manera este era un ángel caído.
Idess abrió la boca como una idiota. Como los verdaderos ángeles
completos, tendían a pasar el rato en el cielo, había visto muy pocos, y
habían sido sólo de pasada y desde lejos.
―Hey, hombre―, dijo Kynan con una sonrisa. ―Me alegro de verte.
Reaver metió las manos en los bolsillos y les dio a todos una ojeada,
su mirada se prolongó un segundo extra en Idess.
―Más o menos.
―Déjame ver tus alas―, dijo, y cuando Reaver niveló una mirada
vacía con él, Wraith puso los ojos en blanco. ―Oh, vamos. Salvé el
mundo. Debo al menos poder ver tus alas.
¿Él había salvado al mundo? Sin duda, este demonio sexual insolente
no era el rumoreado de haber evitado el Armagedón. Durante las últimas
semanas, la historia se había extendido como fuego del infierno a través
de las filas terrestres Memitim, pero la información que ella había recogido
de sus hermanos habían sido todas especulaciones. Y el demonio que
supuestamente luchó del lado del bien contra el ángel caído, Byzamoth,
se decía que era de seis metros de altura, humilde, y un siervo de Dios.
―Malditos.
Idess resistió el impulso infantil de decir: “Se los dije”, a todos ellos.
En cambio, ella dio un paso adelante.
***
―Sí.
― ¿Loca?― Ella resopló. ―Voy a dar un paseo. Que tengas una buena
ducha.
Pero Idess... ella era diferente, y en esta fantasía caliente, ella era la
mujer sexy de rodillas delante de él. Él podía imaginar su mirada hacia
él, con los ojos somnolientos, los labios hinchados, el pequeño aro
pendiente en la parte superior de su oreja derecha brillando a la luz. Se
tragó un gemido cuando levantó su palma arriba y abajo de su eje,
imaginó que era la boca húmeda de Idess haciendo el trabajo. Mierda, sí,
ella era buena... malditamente buena que no podía aguantar, y cuando
se corrió fue el mejor maldito orgasmo que había tenido en las últimas
décadas.
―Uh-Huh.
―En serio.
― ¿La mataste?
―Un poco―. Puso sus pies sobre la mesa de café. ―Pero no fue culpa
mía. Era una mantis religiosa. Trató de comerme.
―No.
― ¡Oh, Dios mío! Pensé que habías dicho que no. Es tu número cien
Lore. ¡Estamos casi libres!― Ella salpicó de licor el vaso con una mano
temblorosa.
―Sí.
Mierda. ―Lo estoy. Hemos querido esto desde hace décadas, ¿no?―
Se sentía como siglos, sin embargo, desde el día en que había convenido
en un centenar de muertes a cambio de su libertad y la de Sin.
Él parpadeó.
― ¿Cómo lo sabes?
―Tú tienes tu propio objetivo con quien tratar.― Ella probó el filo de
la cuchilla con el pulgar. ― ¿Qué pasa si pierdes tu fecha límite?
―Nada.
―Sandeces. Dime.
―Ahora eso lo creo―, dijo con ironía. ―Entonces, ¿quién es? ¿Tu
objetivo?
―Sí. Está bien. Lo voy a manejar para que nunca sepan que fui yo―.
La duda apretó su mandíbula en una línea terca, por lo que dirigió la
conversación lejos de Kynan y el problema potencial en el que Lore
estaba. ― ¿Y tú? ¿Quién es tu objetivo?
Su sonrisa pícara hacía brillar sus ojos. —Quieres saber cuánto saben
tus hermanos de tu intento de matar a Kynan.
7
Juego de palabras.
¿Y de que iba eso de los azotes? Porque para él cualquier clase de
azote era bueno. Si ella lo iba a amenazar, tenía mucho por aprender.
Idess, pequeña rata. —Mira lo que sea que Galletita te haya dicho,
es mentira. No quiero hacerle nada a Kynan…
8
Doctorado
entre sí. Por fin, con un empujón, soltó a Lore. —Estoy hablando en serio.
Esto no va de proteger a un amigo. Esto va de salvar a un hermano.
—Él no estaba intentado irse—, dijo Idess. —Él iba a por Kynan—.
Ella se frotó el antebrazo como si le doliera. —Todavía planea matarlo.
Los ojos de Eidolon pasaron del color dorado al rojo, empujó lejos a
Wraith y a Shade, agarró la camisa de Lore otra vez, y lo colocó nariz con
nariz, su cuerpo entero temblando. —Dijiste que ya habías terminado con
Gem—. Había tanta rabia en su voz que sus palabras sonaban
distorsionadas, difíciles de entender—¿Por qué estás haciendo esto?
Respóndeme, ¡maldita sea!
Y libre.
Lore barajó sus opciones. Podía matar a Idess… pero una vez muerta,
dudaba seriamente que pudiera pasar a través de la barrera de demonios
que constituían sus hermanos, para llegar a Kynan.
***
Haciendo una mueca de dolor, entrecerró sus ojos contra la luz que
acuchillaba sus terminaciones nerviosas, levantó su cabeza y se quedó
sin aliento. Lore estaba allí, de pie, rodeado por sus desconcertados
hermanos, con la mirada vacía debido al dominio del gusano. Eso era de
esperarse. Lo que fue totalmente inesperado - y que conllevaba un
montón de problemas - era el hecho de que Lore estaba rodeado por una
leve luz azul.
Miró un arma en particular que cayó al suelo, una fina y rara daga,
la Gargantua de hueso. Estas bellezas invaluables eran prácticamente
indestructibles, y una vez impregnada con la sangre de su posible víctima,
la daga guiaba virtualmente a su dueño con el fin de acertar con un ataque
mortalmente preciso sobre su objetivo. Wow, Lore era un asesino
extraordinariamente equipado.
Ella frunció el ceño, sus ojos fijos en una marca singular con forma
de mano sobre su corazón. ¿Un vínculo asesino?
—Estalila enalt.
Idess cayó y rodó lejos de la otra mujer, que de alguna manera había
logrado apoderarse de la daga. La Seminus la apuñaló, e Idess siseó por
la irrupción del metal sobre la piel de su brazo izquierdo. Ahora que su
sangre había tocado la hoja de la daga, ésta no fallaría en la próxima
embestida.
Ella se echó hacia atrás, por fuera del alcance de la mujer, esta era
una batalla perdida, Chase ya debería de estar muerto, de todas maneras.
***
9
HQ: Cuarteles
tiempo. Eidolon había hecho lo que tenía que hacer para mantener a su
familia intacta. —¿Quieres explicar por qué Idess tuvo que avisarnos
sobre tu pequeña reunión?
—Al diablo con eso—, gruñó Shade. —Yo digo que la dejemos.
Dioses, estaba tan harto de hablar sobre lo que había pasado con
Roag. Sí, Eidolon la había jodido esa vez. Pero él sólo podía rogar por
perdón muchas veces. —Nunca lo vas a superar, ¿no es verdad?
—¡Basta!— Tayla los apartó, empujando a Shade tan duro que salió
rodando hacia atrás hasta caer sobre un sofá. Luego ella dirigió su mirada
hacia Wraith, que estaba apoyado contra la puerta, con los brazos
cruzados sobre su pecho y los tobillos relajadamente juntos.
—Gracias por ayudar, imbécil. ¿No pudiste parar todo esto antes que
yo?
Shade nunca había estado tan enojado como para no permitir que
Eidolon atendiera sus heridas.
—Shade, escúchame…
Los ojos de Shade destellaron con violencia. —Has lo que tengas que
hacer. Pero entiende, que si todo se reduce a una elección, yo elijo a
Kynan.
—Pero si…
Tayla era muy joven -comparada con Eidolon- pero ella había tenido
su tiempo en las calles, y entendía a las personas. Y a los demonios… en
parte porque ella era medio Soulshredder, lo que le permitía percibir
cicatrices que la mayoría no podía notar.
***
Su ingle latía, joder, si tan sólo pudiera llegar hasta su polla, podría
terminar con esto antes de que fuese demasiado tarde…
Por lo menos estaba atado, así que era incapaz de correr por ahí
como un sádico. Incapaz de matar a inocentes.
O, aparentemente, la muerte.
—Lore…
Él se volvió loco, sus movimientos eran tan violentos que una grieta
sonó en el armazón de la cama hasta que se rompió. Manchas de color
rojo bailaban en sus ojos, los que se habían tornado completamente
negros, hasta tragar el blanco de ellos, el demonio detrás del hermoso
rostro pasaba a través de él como una especie de capa transparente.
Frotando su pecho dolorido, volvió con él, esta vez junto a sus
hombros y fuera del alcance de esos enormes pies con botas. Sin
embargo, él metió sus rodillas hacia atrás y estuvo a punto de golpearla.
El muchacho era sorprendentemente flexible.
—¿Sexo?— Ella se echó a reír. —Si crees que voy a caer en eso, eres
más que estúpido.
Empujando la cabeza hacia atrás con tal fuerza que dejó un hueco
en el yeso, él soltó un rugido de agonía que sacudió a través de su interior.
Una ráfaga de calor salió de él, ella sintió una ola de necesidad como un
aflojamiento de los músculos y una oleada repentina de líquido salió de
entre sus piernas. Una fragancia pecaminosamente oscura la envolvió,
llenando sus pulmones y haciéndola balancearse hacia él. Se contuvo, dio
un paso torpe, tambaleándose para atrás. Había vivido lo suficiente como
para saber que los íncubos podrían sacudir feromonas para atraer parejas,
pero ella nunca lo había experimentado… hasta ahora.
Interesante. Muy bien, así que tal vez hacerle frente a su excitación
era la única manera de ayudarlo. Ella miró el enorme bulto en sus
pantalones. ¡Oh, mi Dios! ¿Cuánto tiempo había pasado desde que ella
había tocado a un hombre íntimamente? La respuesta a esa pregunta era,
demasiado tiempo. Ella había vivido los primeros diecinueve años de su
vida creyendo que era humana, y aunque había conocido el sexo sólo los
dos últimos años de su existencia humana, recordaba exactamente lo
bueno que la piel de un hombre se sentía contra la suya.
No seas tentada por los placeres de la carne, Idess. Había oído eso de
Rami con una frecuencia molesta cada vez que él la atrapaba admirando
hombres. Había sido tan fácil para su hermano decirlo, ya que él nunca
había tenido relaciones sexuales, él había sido célibe, incluso durante sus
años humanos. Pero ella había tenido un lado salvaje como ser humano,
y durante siglos después, y él había sido implacable en su búsqueda para
domar su lado salvaje.
Dejó escapar un suspiro largo y lento. —No te dejes tentar por los
placeres de la carne—, susurró. Diciéndose a sí misma que no tenía
elección y que no era gran cosa, le palmeó la longitud gruesa que
presionaba con tanta fuerza contra el cuero que ella podía distinguir forma
de su eje. La gruesa cabeza. Él gritó y se puso rígido, pero al menos había
dejado de golpear. El blanco había regresado a sus ojos, y ahora eran
salvajes, amplios, como los de un caballo asustado. Estaba jadeando,
pero permanecía inmóvil, como esperando a ver qué iba a hacer a
continuación.
Ella frunció el ceño. ¿Era esta una especie de prueba final? Rami se
había enfrentado a algo similar, justo antes de su Ascensión, cuando se
había enamorado de una mujer humana que encontró herida por la flecha
de un arquero y que había cuidado hasta que sanó. Cuando, después de
una gran lucha interna, había resistido su invitación a su cama, le habían
dado su recompensa final.
—Mmm mmm.
Ella le apretó el eje, maravillándose de la piel satinada que se
extendía sobre una barra gruesa de hierro. Ella no recordaba a los
hombres de su tiempo fueran así de grandes, tampoco. —Acerca de
Kynan…
—Si eso fuera cierto —, arrastrando las palabras, —me abrías follado
en lugar de masturbarme—. Su sonrisa torcida y el pelo revuelto le daba
un aspecto de muchacho encantador, que entraba en conflicto con las
palabras crudas y la increíble masculinidad que el emanaba. —Y sé que
deseabas follarme, pero no lo hiciste. ¿Así que la cosa de esclavo sexual?
No la creo.
—A pesar de que le dijiste a Eidolon que Kynan era una misión, podría
creerte si no hubiera encontrado a otro de mis subordinados sacrificado
por una asesina.
—Primori son los que estoy asignada proteger—, dijo ella vagamente.
—Y tú estás mintiendo.
—¿Crees que los maestros asesinos comparten algo con sus esclavos
asesinos? Nos dan un trabajo que hacer y no nos importa por qué.
—Encantador.
—No hay mujeres Sem—, dijo Lore. —Los machos Sem usan mujeres
de otras razas para que sean huéspedes de sus hijos, los que nacen son
todos machos.
***
Lore mantuvo un ojo curioso en Idess, notando cómo ella pareció
enfermar repentinamente después de preguntar si Sin era su pareja. De
ninguna manera ella estaba celosa. Tal vez la idea de que ella podría
haber tenido intimidad con un macho comprometido, perturbaba a la
santurrona.
Gracioso.
—¡Alto!
—Oh, por amor de Dios. Para ser un gran demonio asesino, eres igual
a un bebé—. Mirándolo, ella dejó caer la toalla, y él dejó escapar un
suspiro de alivio. Y entonces, para su horror, ella puso su mano
suavemente sobre el antebrazo.
—¡Idess!
—¿Orgásmico?
—Yo también.
—Si quieres saber la edad que tengo—, dijo, —sólo tienes que
preguntar.
—¿Sí?— Él meneó las cejas. —Siempre he tenido una cosa con las
mujeres mayores.
Hubo más murmullos sobre íncubos mientras ella dejó caer el paño
en el cesto de ropa sucia. —Yo nací día que Julio César murió. Eso es
mucho tiempo.
10
Idus de marzo: En el calendario romano los idus de marzo caían en el 15 del mes de Martius. Los
idus eran días de buenos augurios que tenían lugar los días 15 de marzo, mayo, julio y octubre y los días 13
del resto de los meses.
Él se encogió de hombros, reacio a contarle sobre su toque de
muerte. —Supongo que hay anomalías en todas las especies.
—Viendo qué eres un demonio sexual que mata, yo diría que eso es
cierto.
—Hay íncubos que usan el sexo para matar. Pero no es que quiera
matar a nadie—, añadió, y si bien era cierto que él estaba jugando con su
lado suave, también era… cierto. Él no era un asesino porque quería serlo.
—Sí.
Ella secó su frente, que brillaba con una fina capa sudor. —Puedo
manejar esto por mi cuenta.
Necesito alimentarme.
Cálmate… cálmate…
—Luchar contigo, por una parte—, dijo con ironía. —El que me hayan
disparado y perder la Primori de tu compañera mató tomó mucho de mí,
también.
—Toma mi sangre.
Tenía que hacerlo. Tenía que tomar de Lore, aunque sólo fuera para
garantizar la seguridad de Kynan. Pero la idea de beber de él, de tomar
sangre de su cuerpo poderoso… era peligroso. ¿Qué tipo de emociones se
quedarían con ella si bebía de un íncubo? Ya, la idea le había calentando
todo el cuerpo, sus muslos se apretaron y la humedad floreció entre sus
piernas.
Ella no pudo contener una sonrisa. —Sí… ¿cómo era ese viejo
comercial?— Ella lo lamió. —Uno—. Ella lo lamió otra vez, y él gimió. —
Dos—. Ella lo lamió una vez más, y sus caderas se salieron de la cama.
—Tres.12
***
11
Golosina: http://www.imprintitems.com/sitewide/images/prod/0_foodandedibles_suckers_-
_candy_-_pops_tootsie_-_pop_sm.jpg
12
Comercial al que Idess y Lore hacen referencia: http://www.youtube.com/watch?v=LZ0epRjfGLw
Los colmillos de Idess se deslizaron por la garganta de Lore tan
suavemente que él sólo sintió una mínima sensación de hormigueo, y
luego su boca se prendió en él.
—Oh… sí.
Nadie nunca lo había mordido antes, pero wow, esto era increíble.
Todavía no estaba seguro de por qué se había ofrecido para jugar a ser
un bote de zumo, pero definitivamente no lo lamentaba. El calor fluía de
su boca a través de su cuerpo, aflojándole los músculos y la mente. Él se
imaginó en un lugar feliz mientras ella le chupaba el cuello, su lengua y
sus labios le acariciaban la piel tan suavemente que casi le pidió que
succionara con más fuerza, para darle aún más para sentir.
Underworld General era el último lugar donde Sin quería estar. Pero
Lore estaba desaparecido, y el hecho de que la chica interrumpiera su
intento de asesinato tratando de matar a Sin con la daga de él era una
señal escalofriante de que estaba en problemas. La ventaja era que la
hoja había probado la sangre de la mujer, lo que significaba que quería
más.
Y por qué la idea de que podría estar saliendo con ellos la ponía
terriblemente incómoda, inclusive celosa, no tenía ni idea.
—¿Qué quieres?
No era bueno.
Después de unos minutos, los médicos salieron. Uno salió por las
puertas, mientras el otro, el vampiro rubio, se detuvo fuera haciendo
apuntes en su portapapeles.
Esto nunca había ocurrido antes, que una víctima de ella sobreviviera
incluso minutos después de haber sido infectada por su toque y un
pensamiento horrible apuñaló en su cerebro, ¿y si él había infectado a
alguien más? A pesar de que su corazón se había convertido en azufre
hacía décadas, y en su mayor parte no le importaba nada la vida y la
muerte de las personas que ni siquiera conocía, ella no mataba por
diversión. Cuando mataba, era deliberado y rápido. Controlado. Matar era
lo único en lo que ella tenía algún control, el único aspecto de su vida que
no era caótico, y no podía soportar la idea de que podría ser responsable
de muertes que no podía evitar o hacer que sucedieran en la forma en
que deberían.
Pero bueno, la conmoción hizo era una gran distracción, y Sin podía
transformar cualquier situación en una que la beneficiara.
Apretó los dientes con tanta fuerza que hizo crujir su mandíbula, no
pudo contener un grito de dolor. La sangre salió a borbotones, pero ella
no se molestó en detenerla. No, se trataba de una clase de limpieza, algo
que sucedía después de cada muerte, como si su cuerpo se estuviera
purgando de la culpa que no podía permitirse sentir.
—¡No me toques!— Ella rodó lejos, pero él se movía como Lore, con
una increíble velocidad y gracia, y en un instante ella estaba de espaldas
en la cama, el brazo extendido, con una palma ejerciendo presión sobre
sus bíceps.
Él le mantuvo las muñecas fijas con una de sus manos y con la otra
arrancó de su hombro la tira de la camiseta, revelando su dermoire desde
el brazo hasta el cuello. —¿Tú te has hecho esto? ¿Cómo? ¿Magia?— El
frotó el pulgar sobre uno de los símbolos. —¿Tinta permanente? ¿Tatuaje?
—Sí—, dijo ella, sintiendo asco ante la sola idea de estar vinculada
de cualquier otra forma que no fuera por nacimiento a Lore. —Nos
preguntábamos qué pasó con eso.
—Es más que un rasguño, y soy un médico. Así que, imagínate, tengo
este deseo loco de ayudar a la gente—. Con mucho cuidado, él la soltó.
—¿Vas a ser agradable para que pueda cerrar esa herida?— Él exploró su
cuerpo. —¿Y la que tienes en la pierna?
Maldito seas, Lore. Sólo tenías que encontrar a estos chicos, ¿verdad?
—Bien—, gruñó ella—. Pero no te atrevas a usar esa cosilla estúpida
de curación que Lore dice que haces. Quiero puntos. En mi brazo. Puedes
eliminar el rasguño de la pierna.
—Duh.
13
N de T: juego de palabras. Grilling significa tanto interrogatorio severo, como
asado. Por eso luego dice que se sentía como un calor de baja intensidad.
—Sí. Estoy preocupada.
***
—Eso intento.
—Lo que sea—. Ella rodó sus ojos. —Te equivocas. Y no pongas esa
mierda en mí. Puedo soportar el dolor—. Ella alejó su mano cuando él
intentó inyectar la anestesia.
—No.
—Sin.
— ¿Abreviatura de?
—Sinead.
14
N de T: Sin significa pecado.
—Sí—, replicó ella—. Lore es mi hermano gemelo. Debes haber sido
el primero en tu clase online.
Ella soltó un bufido. —Le dije que no dijera nada sobre mí.
Por primera vez, algo más que la ira brilló en su expresión. Miedo. —
¿Qué hiciste con él? Te lo juro, si le haces daño…
Ella pareció considerarlo, y aunque entornó los ojos hacía él, asintió
con la cabeza lentamente.
Ella se echó a reír con amargura. —No, pero aún así es jodido. Al
parecer, sólo los purasangres consiguen las cosas buenas.
—Al parecer—. Esperó a que ella respondiera a su pregunta, pero no
lo hizo, él rechinó los dientes. —Así que… ¿tu habilidad? ¿Cuál es?
Ella se sacudió. —No es nada. Tengo que irme—. Sin lo empujó, pero
él la agarró del brazo y la levantó hasta que quedó apoyada en sus dedos
del pie, desequilibrándola, y no habría manera de equivocarse en que él
no estaba jugando.
—El Huargo que entró—, gruñó él. —Su muerte fue obra tuya, ¿no?
—Vete a la mierda.
Ella se rió y puso distancia entre ellos. —¿Ayuda? Sí, está bien. Si
realmente quieres ayudar, cortarás la cabeza del Huargo y me lo traerás
en una bolsa. Eso sería una gran ayuda.
—¿O qué?— Cuando ella no dijo nada, él repitió, su voz rajaba aún
el aire. —¿O qué?
Oh, ella era graciosa. —¿Pueden aceptar algo más que su cabeza?
Sin golpeó sus puños sobre las caderas. —Eso no me dice nada, ¿Y
no estás emparejado?
Eidolon parpadeó ante eso. Aquellas dagas eran más raras que los
duendecillos mana ácidos e iguales de invaluables. —¿Probó su sangre?
***
—Mmm.
—Son casi las 3:00 a.m. en Nueva York, lo que significa que en unos
quince minutos, tu novia, probablemente, va a cazarme con tu daga
Gargantúa.
—¿Me la robaste?
—Nada —le espetó ella con irritación. —Me destellaré cerca y la haré
perseguirme, pero no la mataré.
—¿Por qué no? Ella te hizo daño y mató a tu Primori. ¿Por qué no
tomar venganza?
—¿Así que estás diciendo que nunca dejas que tus emociones
gobiernen tus acciones? ¿Nunca le has hecho nada jodido a alguien en
toda tu vida? No me lo trago—. Él se movió contra sus cadenas, y el
corazón de ella dio un tirón en respuesta. —¿Qué vas a hacer con ella,
Idess?— Él tiró de sus cadenas de nuevo, con más violencia, y las chispas
doradas atravesaron el carbón en sus ojos.
—¡Dime!
—Ya dije que no le haré daño—, dijo ella, pero su duda gritaba en su
mente tan fuerte que ella quiso cubrir sus oídos. —Tratamos de no
desordenar las vidas de los Primori si podemos evitarlo.
Ella dio un paso atrás cuando él se puso en pie sin problemas, con
un poco de rigidez. En lugar ir directamente al cuarto de baño, él se dirigió
hacia ella. Más exactamente, él la acechó. Y ahora que él estaba de pie,
era mucho más grande de lo que ella recordaba, una pared del músculo
y carne masculina que llenaba su visión por lo que no había nada más que
Lore. Cada paso hacía que su corazón saltara de un golpe, como si el ruido
sordo de cada pisada le hiciera sobresaltar el ritmo.
—Tal vez no tenemos que vencer a nadie—, dijo ella, esperando que
su voz no sonara para él tan atragantada con lujuria como lo hacía para
ella. —Podemos ayudarnos el uno al otro.
Así que si esta reunión no era acerca de él, tenía la sensación de que
sería acerca de Lore.
—Se trata de Lore—, dijo E en voz baja. —Pero sobre todo se trata
de su hermana.
—Él sí tiene una hermana, y ella no va a estar muy feliz con nosotros
si le ocurre algo a Lore.
—¿Y qué?
Wraith se puso de pie. —Ah… mira. E tiene una fijación con Lore,
pero no es un mentiroso—. Dioses, ¿cuándo se había él convertido en la
voz de la razón de la familia?
Shade ladró una risa. —¿Así que tú crees que sólo debemos darnos
la vuelta y dejar que Lore mate a Kynan para que esta hermana no quede
con sus pequeños sentimientos lastimados?
—Al diablo con eso—, dijo Wraith—. Lore no tocará a Kynan. Pero
esa no es la cuestión en este momento, desde que el ángel se lo llevó. Él
podría estar muerto.
—¿Sí?
***
Las tres A.M. hora de Nueva York tomaron una eternidad en llegar.
Idess debía saber que ella estaba siendo cazada, y haría esto lo más
difícil posible. Furiosa, Sin golpeó los mapas hasta que salió en Sheoul,
en la puerta cerca de la guarida de asesino. Corrió a su cuarto, se cambió
a su equipo de clima frío, y golpeó el Harrowgate a la carrera. A medida
que golpeaba el mapa para volver a Canadá, miró su reloj.
—No te creo.
—No me importa.
—Eso no es posible.
—Entonces te mataré.
—Nada que vale la pena jamás lo es—. Sin dio otro paso hacia
adelante. Idess dio otro atrás—.¡Maldita seas! Lore no puede ser
prisionero. Él necesita… él tiene necesidades.
Sin respiró fuerte y casi se atragantó con el aire helado. —No puedo
—jadeó. Jesús, aunque supiera quién los contrató, decirle rompería el
código de asesino y ganaría un destino mucho peor que la muerte.
***
Idess se había ido por casi veinte horas. Veinte malditas horas . Ella
sólo necesitaba una hora para eludir a Sin, y escenarios de lo que podría
haber salido mal mantuvieron zumbando la cabeza de Lore. La
preocupación, la impotencia y el hambre roían en él, y tenía que
encargarse de sus necesidades físicas con una frecuencia molesta.
Él había estado aquí por casi dos días. Casi dos días más cerca de la
muerte de Sin. Suponiendo que todavía estaba con vida, ¿dónde creía ella
que él estaba? Tenía que estar preocupada. Por lo menos, tan preocupada
como Sin se podía preocupar sobre cualquier cosa.
Luego ella sonrió, y su boca se secó. Esa era una sonrisa muy mala.
Aliviado de que Sin estaba bien, Lore se relajó y puso una sonrisa
despreocupada. —A Sin le gusta viajar.
—Bien. A mí también—. Ella levantó la mano, y bendijo su pequeño
corazón de ángel, ella tenía una bolsa con comida rápida. El olor de las
hamburguesas y papas fritas le hicieron agua la boca.
—¿Tienes hambre?
—Lo siento, por haberme ido por tanto tiempo. Lo creas o no, estoy
tratando de encontrar una salida a esto.
—Eso es un no.
—Yo no estaba segura de qué te gusta, así que conseguí una Coca-
Cola, hamburguesas, papas fritas, tots15, y un sándwich de pollo—. Ella
le lanzó una mirada de cachorro-que-hizo-algo-bueno- que hizo que algo
en su interior se derritiera cuando nada debería derretirse por esta mujer.
Su polla tembló, y por lo visto no todo se estaba derritiendo.
15
Fritura de patatas. http://dailyhighfive.com/wp-content/uploads/2011/02/Tater-Tots.jpg
16
El Síndrome de Estocolmo es una reacción psíquica en la cual la víctima de un secuestro, o persona
retenida contra su propia voluntad, desarrolla una relación de complicidad o afecto con quien la ha secuestrado.
—¿Así que creciste pensando que eras humana?
—Sí.
—No del todo—. Ella se estaba torciendo una de las bandas de oro
sobre su cabello de la misma manera que había torcido antes su mano
sobre su pene—. Me sentí como en casa hasta el día de mi cumpleaños
diecinueve.
—Pero, ¿no tenías que ser de una cuna noble o algo así para casarte?
—El dolor poco a poco va a empeorar, hasta que tenga que ir o sufrir
en agonía.
Él golpeó la cabeza hacia atrás contra la pared y la miró con los ojos
medio cerrados. —Acércate.
Ella lo miró como si sus palabras fueran un truco, pero sus sentidos
incubus recogieron el sonido de su corazón latiendo más rápido, su
respiración tambaleándose, y él sabía que ella estaba imaginando lo que
él había dicho. —Eres un cerdo—, dijo, con mucho menos convicción de
lo que él sabía que era capaz.
Ella tragó con fuerza suficiente para que él escuchara. —No, pero…
En su lugar, la golpeó.
Capítulo Diez
Traducido por Araceli
Corregido por Dyanna, Kitty y Mir
—Sí, sí—. Él sonrió, y ella sabía que había encontrado la llave de las
esposas. —No puedes matar a Kynan. Lore malo, malo.
Por primera vez, ella deseaba poder sentir sus emociones, podría
utilizar el conocimiento para salir de esto. En su lugar, ella había perdido
horas manteniendo el vínculo de sangre a distancia, sintiendo lo que él
sentía mientras estaba segura lejos de él. Le gustaba pensar que era
fuerte, pero cada vez que el deseo que él sentía, latía a través de ella,
caía de rodillas y rezaba que la fuerza de voluntad no fuera hacia él.
—¡Vas a pagar por esto! —Ella tiró todo lo que tenía en un asalto a
las cadenas, gritando y tirando hasta que estuvo segura de que sus brazos
iban a salirse de sus articulaciones.
—Para el mundo.
En realidad, tal vez no, pero ella había encontrado que los demonios
rara vez se preocupaban por el destino de la humanidad, por lo que
cambió de rumbo. —No es sólo acerca del mundo. Tengo un interés
personal en su vida.
Él rodó los ojos, pero cuando ella se quedó mirando, él se puso rígido.
—Hablas en serio.
Ella cerró los ojos. —¿Es malo que me alegre de que lo odies?
¿Por qué tenía que ser tan comprensivo? Ella quería cercarlo, luchar
contra él, pero él capturó su boca con la suya en un sorprendente beso
suave, a pesar de lo tenso que estaba su cuerpo, y de lo rápida que era
su respiración. La lengua de él se burlaba de las arrugas de sus labios,
con golpecitos minúsculos y húmedos. Ella dijo a sí misma que no la
estaba afectando, que él no la estaba relajando, que abrirse a él era para
seducirlo.
Pero cuando separó los labios, lo único que podía pensar era en lo
bien que se sentía al ser tocada así, no importaba cuáles fueran las
circunstancias.
Ella tenía suficiente juego en las cadenas para enhebrar los dedos
por el pelo de él, y en el momento en que lo hizo, él se sacudió como si
hubiera sentido una descarga eléctrica.
—Dime—. Ella no tenía ni idea de por qué quería saberlo, dado que
la había encarcelado y hecho llorar.
Sí, lo estaba. Más o menos. Esto no tenía nada que ver con su voto
de castidad. Se trataba de ella, y lo que ser íntima de cualquier manera
con este hombre le haría.
Tenía los dientes tan apretados que era demasiado difícil hablar. Se
retorcía, tratando de conseguir su pulgar en el lugar correcto, tratando de
alejarlo del lugar correcto, ambos, ninguno, porque ya no sabía lo que
quería en este punto.
—Dilo—, murmuró.
—Yo… Tengo que… —Tragó, y cuando volvió a hablar, su voz era tan
profunda y grave que ella lo sentía por dentro, casi como si ese tono
estaba destinado a preparar a una mujer para la penetración. —Necesito…
privacidad—. Él se apartó con sus manos y se arrodilló por encima de ella.
***
Sin conexión.
Esto… esto sería una conexión. Él no sabía por qué o cómo, pero lo
sería. Él sólo lo sentía. Y sentir algo por esta mujer sería malo. Eso lo
sabía.
El hecho de que ella estuviera siendo tan amable con él, que
estuviera tan preocupada por sus sentimientos, lo hicieron enojar.
Acababa de cambiar las posiciones en el tablero con ella, la encadenó,
podía hacer lo que quisiera con ella… Mordiendo una maldición
desagradable, se ajustó la erección, aún cuando la presión se acumulada
bajo la piel y en sus bolas. —¿Por qué? ¿Por qué quieres ver?
—Y grande.
17
Juego de palabras. Hard puede traducirse como duro o difícil.
El enojo flameó en esas increíbles profundidades color ron, y con el,
la luz de la batalla.
Anormalmente caliente.
—¿Cómo está?
—Más rápido.
A Lore le encantó.
—Frótalas—, dijo ella sin aliento—. Finge que yo… una mujer lo
estuviera haciendo.
Cerrando los ojos, maldijo, porque era muy fácil de fingir que era su
mano cálida tomándolos, rodando sus bolas suavemente entre los dedos
como lo había hecho antes. Ella le hizo jugar un minuto, y justo cuando
estaba a punto de pedirle que le permitiera hacer más, dijo—, Ahora.
Hazte correr—. Su voz bajó peligrosamente. Seductoramente. —Sobre
mí.
La sorpresa se disparó a través de él y el clímax llegó en sus talones,
sus palabras provocaron una reacción en cadena que era nuclear. Apenas
tuvo tiempo de caer y abrazarse a sí mismo con su brazo derecho,
manteniéndolo así fuera del alcance de su toque cuando bombeó su
semilla en el abdomen duro y plano de ella. Su visión quedó totalmente
fuera de línea cuando el placer hizo corto circuito en un par de sus
sentidos, incluyendo su audición, porque oía a Idess hablando, pero no
tenía idea de lo que ella estaba diciendo. Sólo quería que siguiera
hablando, porque su voz era un afrodisíaco, y su orgasmo seguía y
seguía…
—¿De qué?
Ahogó una risa loca, porque todo eso era un sueño, y nunca había
sido un soñador. Además, una vez que Kynan estuviera muerto, Lore
imaginaba que sus hermanos, o Idess, se asegurarían de que él nunca
soñara otra vez.
***
Esta sería la sexta vez que había estado allí, aunque las primeras
cinco veces no había salido siquiera de la Harrowgate. Él simplemente lo
había abierto, dejado a Roag fuera o adentro, y continuado. Al parecer,
la maldición que el hermano del Roag le había cargado había dejado al
demonio no sólo invisible para la mayoría, pero sin la capacidad de
manipular objetos como el Harrowgate o las puertas, lo que hacía difícil
viajar.
18
UGH: Underworld General Hospital: Hospital General del Inframundo.
Pobre tipo. Ser traicionado por un hermano era el peor dolor que
podía experimentar, y Rariel lo sabía de primera mano.
—Sí.
Rariel pulsó el símbolo del hospital con anticipación. Esta vez, iba a
entregar a su viajero y pasar un rato. Observar. Maquinar.
Para Kynan Morgan era difícil negarle algo a su esposa, pero él había
sido un soldado en el ejército y para El Aegis la mayor parte de su vida,
y no estaba en su naturaleza el esconderse del enemigo.
Gem tiró de una trenza violeta con rayas. ―Ya lo sé, pero que si…
―Shh―. Él apretó dos dedos en los labios de ella. ―Te prometo que
voy a estar bien. Tengo un ángel velando por mí, también.
Pero para tener su gran familia, él tenía que hacer frente a lo que la
amenazaba.
Lore.
Más le valía a Eidolon que rezara por encontrar a Lore antes de que
Kynan lo hiciera.
***
―E―, dijo Shade, con la voz ahogada por el sonido del motor de la
ambulancia, ―esto es raro. Espero que nuestro querido y viejo padre no
nos tenga más sorpresas en espera para nosotros. Mitad―cabras,
chicos―perro…
―Ya lo sé. ―Eidolon miró Tayla, que justo acababa de unirse. ―Mira,
me tengo que ir. Runa te está esperando. Wraith estará aquí en cualquier
momento con un exorcista.
Tendría que haber previsto esto hace mucho tiempo, a pesar de que
debía preguntarse por qué estaba sucediendo ahora.
―Bien. Voy a estar allí en cinco. ―Shade hizo una pausa. ―Estoy
llevando otra huargo.
―Parece que sí. Los mismos síntomas que los dos primeros.
―Dile a Runa que vaya a mi oficina, ―dijo Shade. ―No quiero a ella
y a los niños en cualquier lugar cerca de este paciente.
Tayla le dio una ojeada al informe. ―¿Qué está jodido? ¿La Pitufina?
―¿La qué?
―Pitufina. ―Tayla rodó los ojos. ―Nunca has visto los dibujos
animados, ¿verdad?
―¡El tiene tres semanas! ―Tayla boquiabierta miró con enojo hacia
Wraith.
―Casi cuatro.
19
Triaje: Triaje es un método de la Medicina de emergencias y desastres para la selección y clasificación de
los pacientes basándose en las prioridades de atención privilegiando la posibilidad de supervivencia, de acuerdo
a las necesidades terapéuticas y los recursos disponibles
necesitaba tiempo para convertirse en Talon, así que por ahora, era
Stewie. En cualquier caso, esta conversación estaba muy por encima de
Eidolon, o por debajo de él. Él iba a ir con la segunda.
Wraith giró a su gran cuerpo para estudiar a Sin con los ojos azules
que eran muy diferentes de los de Shade, de los de E, y los de Lore. Los
de Sin, también. ―No. Pitufina es mucho más caliente.
―Por supuesto que no, tonto. Sólo digo que es una Pitufina. Una
única mujer entre los varones.
―No hay problema. ―Wraith hizo un gesto con la barbilla hacia Sin.
―¿Encontró a Lore?
―Ten cuidado.
―Tú sabes―, Wraith murmuró, ―que la vida era mucho más fácil
cuando nosotros odiábamos a todos los humanos y no nos importaba una
mierda lo que le pasaba a una gran cantidad de ellos―. Se echó a reír.
―Bueno, yo no podría decir eso con una cara seria. Todavía no me
importa una mierda.
―¿Dónde está el fuego? ―Shade gritó tras él, pero Wraith siguió su
camino. Sacudiendo la cabeza, Shade se detuvo delante de Eidolon.
―¿Qué está pasando?
―No está bien. Shakvhan está trabajando en él, pero tendrá suerte
de sobrevivir otros cinco minutos.
Shade miró. ―Voy a hacer lo que tenga que hacer para proteger a
Ky, lo entiendas o no.
Shade había sido muy apegado a todas sus hermanas Umber, pero
como el único sobreviviente de una masacre que había matado a los otros,
Skulk había sido especial para él. Ahora había un agujero en el interior de
Shade que E temía que fuera a tratar de llenar con esta nueva mujer, y
Sin parecía no querer tener nada que ver con sus hermanos recién
descubiertos.
Sin oscilaba sus pies hacia atrás y adelante sobre el borde de la cama
como un niño esperando a sus padres en la oficina del director. No es que
ella supiera cómo se sentía estar en esa situación. Ella y Lore habían sido
educados en casa por sus abuelos quienes pusieron más énfasis en el
trabajo físico que en las tres Rs20.
¿Y qué diablos estaba tomando tanto tiempo a Eidolon? Ella había ido
por las cosas de la autopsia, y él la había hecho esperar —miró su reloj—
una maldita hora. Ella prácticamente había memorizado todo el volumen
de Parasitología Médica, y… Eew.
No tenía tiempo para esto. Ella tenía un plan, y tenía que ponerlo en
marcha.
Deth aún sentía la fuerza vital de Lore, lo que significaba que Idess
no había estado mintiendo. Lore aun estaba vivo. Así que en lugar de
tratar de herir al ángel con la daga Gargantúa, ella iba a marcarla con el
arma secreta de un asesino. Una granada indicadora, una vez detonada,
contaminaba todo dentro de unas veinte yardas con una sustancia que
dejaba un rastro fácil de seguir. Existían limitaciones y trampas que a
veces las hacían inestables, peligrosas y poco fiables en manos no
capacitadas, pero Sin era una experta, y nada había ido nunca mal con
una de sus granadas. No, el mayor desafío era la localización de los
ingredientes y el montaje de la cosa.
20 Rs: The three Rs are the foundations of a basic skills-orientated education program within schools:
Reading, writing and arithmetic.
Las tres R: son las bases de una educación orientada en habilidades básicas dentro de las escuelas:
Lectura, Escritura, y Aritmética...
Después de terminar, ella tendría que esperar hasta la hora del
diablo, lo que era más fácil de decir que hacer. A diferencia de Lore, Sin
nunca había sido paciente. Su hermano sería un buen francotirador, podía
esperar durante días para conseguir el tiro perfecto, quirúrgico; Sin
prefería arremeter contra las situaciones con todas las armas de fuego,
acribillando a todo el mundo, y dejando que Dios y Satanás pusieran en
orden las almas.
—Shade.
Él le devolvió la mirada.
—¿Y bien? —le espetó. —¿Te vas a quedar allí todo el día? ¿No hay
algún lugar donde tienes que estar?
Dios, ¿qué sucedía con estos tipos? —Porque yo sólo quiero estar
sola, ¿de acuerdo? ¿Es eso tan difícil de entender?
Él arqueó una ceja. —No, en realidad. Pero tal vez si nos conocieras…
—¡No quiero! —Ella lo empujó fuera del camino y abrió la puerta, con
necesidad de alejarse de la aplastante presión de la súbita familia. —Sólo
manténgase alejados de mí. He vivido más de cien años sin ustedes, y
desde luego no los necesito ahora.
Excepto, que eso en realidad ya no era del todo cierto, ¿verdad? Ella
había estado a punto de confiar en Lore de nuevo, más cerca de lo que
había creído posible. Y ahora él se había ido. Claro, no era lógico echarle
la culpa esta vez, más de lo que debía culpar a sus abuelos por morir.
Pero la lógica nunca había sido su punto fuerte.
Ella se alejó de Shade, con el corazón palpitante y la esperanza de
que no la siguiera. El problema era que no sabía hacía dónde iba. Había
llegado a través un Harrowgate, pero no recordaba el camino y cuando
ella estaba asustada, se entorpecían sus sentidos. No podía percibir la
puerta en absoluto.
Los eventos de los pasados dos días había hecho mella en ella, y
aunque ella podía utilizar un cuarto en la casa mata ratas de Lore y tomar
una siesta de una semana, se dio cuenta que lo mejor que conseguiría en
este momento serían unos pocos minutos para ocultarse. Exhausta, ella
se dejó caer sobre el pavimento junto a una ambulancia de color negro.
—Ah… sí.
Sin abrió la boca, pero nada salió. Ella finalmente la cerró para evitar
el aspecto de un pez jadeando en la orilla de un río.
Oh, ella le mostraría quién iba a conseguir una paliza. Cuando se dio
la vuelta, despidiéndose de ella con nada más que una sacudida brusca
de la cabeza, ella barrió la pierna hacia fuera, cogiéndolo por las rodillas,
y cuando perdió el equilibrio, ella se giró y le golpeó en la espalda con su
otro pie. Él cayó, pero ella ni siquiera tuvo tiempo de sonreír por su
victoria, porque él se paró en un flash, y en un instante ella quedó
atrapada a un lado de la ambulancia. La cara de Conall era una máscara
de furia fría, con los ojos vidriosos como hielo. —Con esas marcas,
supongo que estás aquí por un asunto relacionado con los hermanos Sem,
así que sólo por eso no voy a drenarte aquí mismo, ahora. Pero jode
conmigo otra vez, y voy conseguir mi primera probada de sangre
Seminus. —Con su antebrazo en la garganta, y con la otra mano
capturaba su brazo contra su costado, y su cuerpo de seis pies la sostenía
para que ella no pudiera moverse.
Puede que no quisiera ver a sus hermanos, pero mejor ellos que un
vampiro con signos de vida cuestionables quien, por alguna razón, la
hacía sentir viva cuando lo único que quería era permanecer muerta.
***
—Sí.
Luc enarcó una ceja. —No sabía que había mujeres Sem.
—No sé. —El Huargo de cien años de edad, nunca decía mucho, y
cuando lo hacía, gruñía en su mayoría. —¿Alguna vez lo has hecho con
una súcubo?
—Diablos espero que no, —dijo Luc. —Dado que hasta hoy creía que
todos eran machos.
—Si está relacionada con los hermanos Sem, yo arriesgaré mis bolas
por cien dólares.
—Hecho. —Con le dio una sonrisa. Este iba a ser el dinero más fácil
que había hecho nunca.
***
—¿Vas a volver?
—¿Nos abandonas tan pronto? —La voz profunda vino detrás de ella,
alarmándola. Ella giró, quedando cara—con—pecho con un macho alto, y
rubio que ella asumió era el hermano que ella no había conocido aún.
Wraith.
¿Pitufina? —Muévete.
—No.
21
Alcohólicos Anónimos
Eidolon juntó los largos dedos delante de él. —Yo creo que sí.
—¡Tengo que encontrar a Lore! —Sin golpeó las palmas de sus manos
en el pecho de Wraith. —¡Muévete! —Una vez más. —Tengo que salvarlo.
—Una vez más, más duro. El tipo era una pared sólida de músculo. —No
tienes idea de lo que es ser prisionero, torturado…
***
—¿Qué quiere decir, con no puede ser limpiado? ¿Por qué no?
—No lo sé. Pero no seré yo. —Él se estremeció. —Un gran mal. El
odio como nunca lo he sentido. —Él se escurrió hacia el Harrowgate. —Le
enviaré mi factura.
—¿Qué pasa si todo se reduce a una elección? —la voz de Gem llegó
a él por detrás, y él maldijo en silencio. No hay nada como una emboscada
para hacer un día de mierda, aún más apestoso.
—Entiendo lo difícil que es para ti. —La voz de Gem era tensa, dadas
las circunstancias, era totalmente comprensible. —Tienes un nuevo
hermano y hermana que deseas proteger. Pero yo te digo ahora que si
algo le pasa a Kynan, ni siquiera Tayla los podrá proteger de mi ira.
Capítulo Trece
Traducido por MJ
Corregido por Dyanna y Mir
Lore no pensó jamás que él había disfrutado más de una ducha. Por
supuesto, no había sido encadenado por tanto tiempo, pero en general,
se duchaba dos o más veces al día, y no hacerlo lo ponía de mal humor.
22
Comida de Angel.
Joder. El no matar a Kynan ya disparaba a través de su cerebro. No
es que no lo fuera a hacer. Lo haría. Pero tal vez podría posponerlo,
mientras que Idess trataba de averiguar quién había ordenado el golpe.
Siempre.
Pero…
Siempre.
¡Maldita sea! Arrojando las maldiciones más viles que se le ocurrían,
cortó el agua y se secó con una toalla. Apestaba tener que vestirse con la
misma ropa, pero era mejor que nada, y mientras se ajustaba los
pantalones, Idess hizo un ruido extraño.
—Está bien. Está bien. Sólo estate quieto—. El hecho de que Sin
aceptara de buena gana significaba que era peor de lo que pensaba.
Él no tenía fuerzas para contestar. La vida que ella le había dicho que
tenía se estaba drenando en el asfalto. Probablemente no debería haberle
importado demasiado, pero a pesar de que no merecía que sus hermanos
lo salvaran, él realmente esperaba que lo hicieran.
***
Idess corrió hacia las puertas correderas de urgencias tan rápido que
tropezó con sus propios pies en dos ocasiones. El dolor en su hombro no
era nada comparado con la agonía que llegaba a ramalazos por el heraldi
de Lore. Se estaba muriendo.
Por otra parte, todo lo que tenía que hacer era mirar a la piel
cenicienta de Lore y los ojos vidriosos mientras era llevado en una sala
de trauma para saberlo.
Por favor, Dios, déjalo vivir. Una oración inútil, sin duda, dado que él
era un demonio, pero la impotencia y el terror la habían desesperado a
intentar cualquier cosa. Por favor no me dejes perder otro Primori. Debido a
que era su principal preocupación. Él era un Primori, y si lo perdía, ella
nunca llegaría al Cielo y ganaría sus alas.
23
BDU : abreviatura de Battle Dress Uniform: Uniforme de combate.
—¿Por qué estás aquí? —preguntó, sin molestarse en absoluto en la
irritación de su temperamento.
—Aquí—, dijo él, tirándola al interior con él. —Nadie mira por aquí.
En un santiamén la había apoyado contra la pared, su boca sobre la
de ella y su muslo entre las piernas. Sus labios eran suaves, pero su beso
duro, y él sabía a brandy y a café exótico y oscuro. Besar no era su acto
favorito, pero Conall blandía su lengua y colmillos como armas eróticas
que penetraban sus defensas con una facilidad notable.
—Pendejos.
—¿Qué? ¿Eres del tipo amoroso y tierno? —Él resopló. —No lo creo.
Ella nunca había tenido sexo tierno, ni amoroso, por lo que no, ella
no era de aquel tipo. Incluso el más agradable de sus maestros nunca
había sido demasiado suave, y los compañeros sexuales que ella escogía
nunca le hicieron daño, pero ellos tampoco fingían que ella era nada más
que una cogida. Y ella no quería que ellos pensaran diferente, porque ellos
no eran nada más que para una cogida para ella también.
—No soy definitivamente de ese tipo—, dijo ella. —Así que vamos a
hacer la cosa animal. ¿O eres demasiado gallina?
—Cocococo.
—Te lo advertí—, dijo con voz áspera al oído. —Sabé esto, no voy a
tener sexo contigo porque te burlaste de mi con insultos infantiles—. Oyó
24
Huargo (Warg): Son una especie de lobos, más grandes que los normales y con
cierta inteligencia (creados en la imaginación del autor del señor de los anillos; aquí
también la autora los refiere a una clase de raza de hombres lobos)
el roce inconfundible y suave de una cremallera, y luego sintió el calor
abrasador de su polla en la piel desnuda de su culo. —Voy a follarte
porque necesitas una buena paliza.
—No puedo… no puedo… hasta que… —¡Oh, Dios, esto era bueno! —
Hasta que tú lo hagas.
Él le dio una sonrisa lobuna. —Cada vez que pueda—. Con eso, él se
había ido, y una vez más, estaba sola con sus pensamientos, y locamente,
se sintió más sola que nunca.
***
—Sí. Shade quiere que todos los médicos Huargo se retiren de las
llamadas de emergencias huargo.
25
Medic Two: Nombre de la ambulancia.
26
Blasfemia
—¿Y? ¿Qué pasó con Sin? —Luc arqueó una ceja, y luego la otra
cuando Conall sacó la tanga de Sin de su bolsillo y le dio vueltas en un
dedo. —Que me condenen—, dijo. —Te la clavaste.
Por alguna razón, la forma que Luc habló con tanta indiferencia, como
si Sin fuera algún cisne que Conall había recogido en un bar de vampiros,
lo crisparon. Probablemente debido a que respetaba los hermanos Sem,
y él no podía desestimar a su hermana como una mamada y follada
barata, a pesar de que así fue como él la había tratado.
—Sí, bueno, podrás reír al último una vez que los hermanos Sem se
enteren y se pongan al día conmigo—. Con corrió su dedo pulgar sobre
los billetes. —Parece que ella es su hermana.
Ni con nadie.
—Ah…
—Sí—. Con sonrió. —Sí, acaba de pasar. Creo que podría estar
enamorado.
27
Con: estafa.
Cierto. Pero las mujeres así eran también la clase que hacían la vida,
un desafío, y había pasado mucho tiempo desde que Con había sido
desafiado.
Capítulo Quince
Traducido por Vapino
Corregido por Kitty y Mir
—¿Lo logró?
—Sé que no que estás insinuando que debería haber dejado morir a
Lore. Porque ya estoy harto de esta discusión, Shade. Ya he terminado.
Él es nuestro hermano, y no dejamos que nuestros hermanos mueran.
Las palabras de Shade sonaron tan afiladas como una hoja de bisturí,
que cortaron en rodajas el corazón de Eidolon, drenado su ira con la
laceración.
Dioses, esto había sucedido realmente. Algo los había roto. Sintió un
dolor opresivo irradiando hacia fuera desde el centro de su pecho, casi
con la misma intensidad que cuando un hermano moría, cortando la
conexión que permitía a todos los hermanos Seminus de raza pura la
capacidad de sentir el estado de salud y la ubicación de cada hermano. Él
se quedó atónito, demasiado asustado para hablar. Aún cuando Shade se
dio la vuelta y se alejó, Eidolon no podía reunir las palabras mientras el
abismo que se había formado entre ellos se hacía más grande.
***
Había otro peligro que los acechaba de cerca, también. Una figura
encapuchada había visto a los dos hermanos discutir, y aunque había
estado de pie junto a ellos, no se habían dado cuenta. Pero entonces,
ellos no podrían, si no eran capaces de ver fantasmas. Excepto que si la
criatura encapuchada era un fantasma, era el más inusual que Idess había
conocido. Su forma había sido trasparente en lugar de sólida,
pareciéndole del modo que los fantasmas se les aparecían a los humanos.
¿Quién eres?
—Mi nombre es Idess—, dijo, todavía un poco inestable por el fracaso
de su sensor del mal.
Un parque tranquilo.
Bueno, eso no sonaba tan mal. —Tenemos que pasar por el
estacionamiento. —Llevó al fantasma demonio-cosa fuera de la sala de
emergencia, se apoderó de su hombro, que bajo su tacto era solido. Él le
dijo donde ir, y ella se materializó con él en un barrio residencial.
—Esto no es un parque…
Sin estrechó los ojos. —Para con la mierda. ¿Qué está pasando? Sé
que estás protegiendo a Kynan, entonces ¿Por qué simplemente no matas
a Lore?
—No entiendo esta cosa Primori—, dijo Sin. —Pero en este momento,
no me importa. Tengo que verlo—. Ella comenzó a pasar por delante de
Eidolon, pero él la cogió por el brazo, e Idess se preguntó si el poder
28
Actividad sexual que implica la inmovilización o restricción de uno de los participantes.
Seminus de Sin mataría como la enfermera había dicho que el de Lore lo
hacía.
—Ellos van a tenerlo aquí—, dijo Idess, hablándole a Sin, pero sin
apartar la mirada de Eidolon. —Contenido. Y tú no puedes verlo porque
tienen miedo de que lo puedas poner en libertad. ¿No es así, doctor?
—Yo no tengo opción, Sin. —Eidolon se frotó los ojos con una mano,
trabajando con los dedos y el pulgar tan fuerte, que Idess esperaba ver
sangre. —Vamos a resolverlo. Sólo dame un día para hablar con él.
Pensarlo bien. Vamos a llegar a un plan que funcione para todos.
—Bien—, gruñó Sin—. Pero al final del día, será mejor que sea puesto
en libertad. —Ella alejó de Idess de un tirón y se salió fuera de la
habitación, dejando a solas a Idess con Eidolon, quien se quedó mirando
fijo la puerta.
Sí, lo sabía. Si Wraith se ponía del lado de Shade, Lore sería todo lo
que le quedaría a Eidolon. Perderlo significaba que había pasado por todo
este infierno con sus otros hermanos para nada.
Mientras se alejaba, todo lo que Idess podía hacer era rezar que él
no estaba bien, porque si él lo estaba, sólo podía imaginar lo que 500
años de infección podrían haber hecho con Rami.
***
Lore no podía recordar la última vez que había tenido una. Él sanaba
rápido, lo que significaba que rara vez conseguía excederse con el
consumo hasta el punto de estar cercano a la muerte. Pero él siempre se
acordaba de su borrachera, y al abrir sus ojos se encontró con que no
tenía absolutamente ningún recuerdo de tomar algunos tragos o beberse
cervezas.
—Hola.
Él giró la cabeza para ver a Idess, que estaba de pie junto a su cama,
luciendo como si no hubiera tenido una daga Gargantúa de hueso
atravesando su hombro. —Estás bien—. Su alivio ni siquiera parecía
extraño. Debían ser enemigos, pero algo había cambiado, y a indiferencia
de Sin, sabía cuándo dejar de luchar y seguir la corriente.
—Sí—, dijo ella. —Creo que tienen razón para estar preocupado.
—¿Así que me estás diciendo que sólo vas a dejarme correr suelto?
¿No estás preocupada por tu precioso Kynan?
—Ah… es un hospital.
Muy bien, así que sabía que no estarían felices con su plan de matar
a su amigo, ¿Pero matarlo? —Si eso fuera cierto, ¿por qué me salvaron?
—Eidolon es el que quiere que sigas con vida. Él piensa que si estás
contenido, los otros dos se aplacaran lo suficiente como para no matarte.
—¿Pero tú no crees eso?
Ella soltó un largo aliento, como si alargar esto disuadiría lo que ella
estaba claramente poco dispuesta a decir. —Vi asesinato en los ojos de
Shade.
Pero si su plan funcionaba (gran si), Idess ganaría sus alas y Sin
viviría. Y también Kynan, esa rata bastarda.
A pesar de que perdió un poco del color en su cara, ella esbozó una
sonrisa. —Bueno, entonces, creo que voy a darles algo que valga la pena.
Vamos, y tú me vas a llevar. —Él Habría protestado, pero ella desabrochó
el brazalete en su muñeca izquierda, y él se prometió que la llevaría todo
el camino hasta Marte si le liberaba el otro brazo, también. —Ah, y tú
podrías haber mencionado tu pequeño problema de muerte.
—¿Problema de muerte?
—Lo es.
Pero ponerse en contacto con los Asesinos del Gremio iba a ser
mucho más difícil. Su sede estaba localizada en Sheoul, un lugar
extremadamente peligroso para los ángeles, especialmente los pre-
Ascendidos que eran más fáciles de matar y más vulnerables a la
corrupción.
Haciendo caso omiso del picor leve en sus omóplatos, Idess convocó
una guadaña y la sostuvo con fuerza mientras se abrían camino entre las
rocas y enredaderas espinosas que se enroscaban alrededor de sus
tobillos si se acercaban demasiado.
—¿Estás segura que quieres hacer esto?— Lore habló fuerte para que
ella pudiera escucharle por encima de los sonidos furiosos de la tierra. —
No hay un ser en Sheoul que no le gustaría poner una cabeza de ángel en
su chimenea. Aquí abajo, tú destacas como, bueno, un ángel en el
infierno. Eres una especie de… radiación de bondad. Todo lo que necesitas
ahora es una jodida aureola para asegurarle incluso al más tonto de los
demonios lo que eres.
Oh, ella sabía de primera mano lo bien que podía cuidar de ella. Su
cuerpo se calentó no deseando recordar sus dedos mágicos tocándola
entre sus piernas. Se aclaró la garganta. —Dime lo que esperar en el
gremio.
29
Juego de palabras de doble sentido, refiriéndose a la masturbación.
—Oh—. Ella pasó por encima de la criatura muerta que todavía
temblaba, un poco conmocionada por haber visto de primera mano el
poder de Lore. Ella no esperaba que fuera así… de rápido. —Así que, uh…
¿naciste con este asunto?
—¿Enloquecido?
Tal vez, pero era, evidentemente, todavía doloroso. —¿Qué pasó con
Sin? Quiero decir, si te volviste loco ¿ella también?
—Lo sé.
—No es lo mismo.
—¿Cómo?
30
“blood galery”: Llaman así a los burdeles demoníacos en donde tienen sexo, drogas y sangre.
—No entiendo.
—Es por ella que tengo que cargarme a Kynan—. Su voz se hizo tan
profunda y ominosa que vibraba. —Si lo hago, ambos seremos libres. Si
no lo hago, ella muere.
Idess apretó su mano tan fuerte sobre su arma que sus nudillos se
pusieron blancos y de alguna manera se las arregló para hablar sin el
nudo de pánico que le inflamaba la garganta. —¿Lore? Si tu amo no
tuviera la vida de Sin, ¿todavía querrías matar a Kynan?
Él miró a lo lejos, su mirada fija que en algún lugar que ella no podía
seguir. —Debido a que mis hermanos podrían ser unos imbéciles, pero
serán buenos para Sin. Y yo esperaba… quiero decir, ellos son inmunes a
mi tacto… pero lo que sea. Matar a Kynan acabará con el mundo. Ya lo ha
hecho.
—No es eso—, dijo ella. —Escucha… todo el tiempo he creído que los
ataques de mis Primori eran por mí. Pero ¿y si no se trata de mí en
absoluto? ¿Qué pasa si se trata de ti?
Lore silbó entre dientes. —No sería la primera vez. Fui contratado
originalmente para matarlos por nuestro propio hermano. Pero ¿porque
encargarle a Sin uno de tus otros Primori? El Huargo no tenía nada que
ver conmigo ni con mis hermanos.
Ella dejó escapar un suspiro. —Bien, así que tiene que haber otra
respuesta. Tu participación en algo que está poniendo a tus hermanos en
conflicto, es demasiado conveniente.
—¡Abajo!— gritó él, Idess se agachó, evitando por poco una escama
Frisbee mientras convocaba otra guadaña. Dos escamas más silbaron en
el aire, y oyó un gruñido cuando una alcanzó a Lore.
Una mano con garras salió de la nada y golpeó los pies de debajo de
ella. El aire salió de sus pulmones y sus oídos pitaron mientras ella
luchaba para orientarse. Otro demonio, un recién llegado, se abalanzó
sobre ella. Ella rodó, barriendo su arma en un arco violento. Carne se
rasgó a medida que ella hundía su arma en la cosa en medio de su
entrepierna hasta su cuello. Vísceras y sangre se derramaron como una
espantosa lluvia.
Idess se puso de pie para evitar ser aplastada por el demonio cuando
cayó muerto. Lore, que sangraba por una horrible herida que tenía en el
pecho, peleaba con la criatura sin brazos, deslizando su hoja mientras
trataba de acercarse. El demonio había ganado terreno, moviéndose en
borrosos movimientos, evitando el brazo mortal de Lore.
Idess balanceó su guadaña, pero la hoja sólo golpeó el aire. La cosa
bailaba alrededor de ellos, emitiendo un ruido extraño, estridente desde
su pecho.
—Está llamando a otros—, jadeó Lore. —Tenemos que acabar con él.
Ahora.
Jadeando, Lore se inclinó, reforzó sus manos sobre sus rodillas, pero
él levantó la mirada hacia Idess, una sonrisa que resplandecía en su
hermoso rostro. —Eres increíble, nena—. Se enderezó y la tomó de la
mano. —Vamos. Tenemos que salir de aquí antes de que más de esas
cosas vengan por nosotros.
—Estás herido…
Había estado tan equivocado cuando dijo que era una mala persona.
—Está hecho—. Con cuidado, Lore ejerció presión contra el corte con
la palma de su mano. —Me gustaría tener el don de Eidolon. Me gustaría
poderte sanar.
—Veré al Gremio.
—Eso no es posible.
—He oído el nombre, pero pensé que era algún jefe militar regional
malo de Sheoul.
—No lo hagas, Idess—, gruñó Lore con una voz tan baja que ella
dudaba que los otros pudieran oír.
***
Mierda, mierda, mierda. Lore realmente había intervenido esta vez.
Salió corriendo a través del Guild Hall31, Idess en sus brazos, después de
dejarla fría con un modificado toque para dormirla. Los furiosos gritos de
Deth lo siguieron. El demonio iba a torturarlo como la mierda por esto.
Estimulado por las pisadas detrás de él, pateó la puerta exterior con
tanta fuerza que se astilló, saltó a través de ella, y golpeó el portal a la
carrera. Cuando salió en lo que se sentía como en cámara lenta al KillBox,
no se detuvo. Y cuando su vínculo de esclavo se iluminó como si estuviera
prendido fuego, respiró a través de la agonía y corrió más fuerte, hasta
que estaba encerrado de forma segura en un Harrowgate. Jadeando y
maldiciendo, dio unos golpecitos en el mapa hasta que llegó a la puerta
más cercana a su casa.
Ella volvió a parpadear, y luego se puso de pie tan rápido que él tuvo
que dar un paso atrás. —Tú ¿qué?
31
Ayuntamiento
Él levantó las manos. —Despertaste de mal humor. No eres una
persona de la mañana, ¿verdad?
Había estado preparado para eso, sin embargo, y él dio un paso atrás
y se retorció, evitando lo que hubiera sido un golpe doloroso.
—¡Hijo de puta!
Se echó a reír. —¿En serio? ¿Tienes alguna idea de para que ibas a
ser utilizada? Adelante e imagínatelo desnudo. Porque utiliza sus asesinos
para algo más que sólo matar.
—Oh… Dios mío—. Su mano voló hasta la garganta. —¿Ha él… te ha…
—He tenido suerte—. Tomó un vaso de un armario. —Creo que me
tiene miedo. Ninguno de sus asesinos le puede hacerle daño
intencionalmente, pero como tocar mi brazo puede matar… él no toma
ningún riesgo.
—Él iba a marcarte. Cuando llegó hasta ti, eso es lo que iba a hacer.
Habrías tenido una huella de una mano en el pecho que coincidiría con la
mía y hubiera sido demasiado tarde para negociar.
—¿Dónde?
—Voy contigo.
—No, no lo harás.
—¿Qué hiciste?— Él debería haber sabido mejor que esperar que Sin
lo dejara.
—Él me golpeó y me tiró por encima del hombro como una especie
de hombre de las cavernas—, dijo Idess, y sí, eso era bastante cierto. —
Dice que si él no lo hubiera hecho, habría sido marcada como ustedes
dos.
—Pero Sin está aquí—, señaló Idess. —No tienes ninguna razón para
ir a la guarida.
Los ojos negros chispearon, Sin plantó la jarra entre sus muslos. —
Oh, ¿él no te ha dicho?
—Sin…
***
—¿Lore? Dime que lo que dijo Sin sobre que serás torturado no era
cierto.
—Estás mintiendo.
—Sí, ¿está bien? ¿Tienes alguna idea de lo que se siente al ver caer
muerta a tu pareja porque te corriste? No—, dijo groseramente. —
Supongo que no.
—¿La amabas?
Él soltó un bufido. —No sabía su nombre. Ella me la chupó en un
callejón mientras apuntalaba mis brazos por encima de mi cabeza contra
un edificio.
—Tengo curiosidad.
—Estoy a punto de ser torturado—, dijo, sin mirar atrás, —lo que
probablemente me va a hacer montar en cólera. Si no dejo un poco de
vapor antes de irme… podría ser malo.
Él llegó a un punto muerto en la puerta. —No creo que eso sea una
buena idea. De hecho, es una idea terrible.
Manteniendo contacto con los ojos, ella deslizó su palma hacia abajo
por el brazo hacia su mano enguantada. Sus dedos se cerraron alrededor
de los de ella.
—Idess, esto es estúpido—. Pero él dio un paso hacia ella, tan cerca
que podía sentir el calor saliendo de él.
—Lore…
—Puedo ver que no estás con el mejor de los ánimos—, dijo Lore,
dando marcha atrás. —Voy a volver más tarde.
—No sé.
—Estás mintiendo.
—¡Vete a la mierda!
—No puedes hacer eso—. Lore cruzó los brazos sobre el pecho, siguió
jugando al indiferente. —Estoy dentro del plazo.
Deth estaba justo en su cara. Una vez más con el aliento podrido. —
No puedo esperar a que falles la misión. Yo te haré ver como mato a Sin.
Sus gritos serán la música que llene este lugar durante semanas.
La piel de Lore se puso apretada, sus músculos se tensaron, él estaba
a punto de estallar. Un gruñido escapó como si a través de él diera con
una válvula de escape. —Te voy a matar algún día. Te lo juro.
***
—Añade un latigazo extra por mí—, dijo a Deth. Lore había jodido en
serio algo que Rariel habría pagado por ver; Idess como esclava asesina.
—Y asegúrate que su vida no sea puesta en peligro por esto.
Que Idess hubiera aparecido para proteger a Lore, ahora que era su
Primori —lo que era una sorpresa desagradable— sin duda sería una cosa
mala. Ella no podría destellarse aquí bajo circunstancias normales, pero
Rariel no quería poner a prueba su capacidad de hacerlo si su Primori se
estuviera enfrentando a la muerte. A pesar de que podría valer la pena
para verla forzada a la esclavitud como asesina…
Seguro, Rariel había oído eso antes. —Ten cuidado. Y quiero su daga.
Tengo un uso especial para ella.
***
—¿Lo averiguaste?
—Por desgracia, no. Pero tengo una idea. ¿Es posible que todo esto
sea sobre ti en vez de mí o Kynan?
—¿Qué, crees que Lore fue contratado para matar a Kynan sólo para
que mi familia fuera separada?
—Roag. Él se ha ido.
—¿Ido? ¿Cómo?
—¿Quemado?
—Sí.
—La antigua casa de Shade. Pero ¿por qué iría él allí? —Eidolon
hablaba para sí mismo, lo cual era bueno, porque ella no sabía la
respuesta. Ella se sentía realmente culpable, pese a todo.
***
No la mates, dijo Roag. Quiero que viva. Que sufra por el resto de su vida,
que escuche para siempre los gritos de sus hijos y sabiendo que murieron
padeciendo un dolor insoportable.
—¡Runa!— El grito de Shade llegó por las escaleras, al igual que los
golpes de pies. Mierda.
Vete, dijo Roag. Voy a deslizarme en el Harrowgate con ellos. Quiero ver
la miseria de Shade.
—Que te diviertas—. Rariel echó una última mirada a los dos recién
nacidos en las cunas, y se destelló con el tercero.
Idess. Deshonrada.
Del niño.
***
Idiota.
—Yo, Sin.
—¿Rade?
32
Rugrat: Chavito, chaval, chavillo, güerco, güerquillo, pulga, chiquitín, crío, chaparro, chilpayate,
chamaco, mocoso, etc.
Furia envolvió los ojos verdes de Tayla como un bosque en llamas.
—Uno de los trillizos.
—No, pero si le ocurre algo… —Ella se calmó, y Sin llenó los espacios
en blanco. El secuestrador puede darse por muerto. Probablemente lo
estaba si importar si el niño estuviera herido o no.
—¿Shh… Shade? —La voz de Runa era aflautada y débil, pero ambos,
Eidolon y Shade parecían aliviados de haberla oído.
—Runa, cálmate…
***
—Contesta la pregunta.
Sus ojos brillaron con fastidio, pero olía a ansiedad.
—¿Dónde está?
—¿Dónde-está-él?
—Escúchame…
—¿Dónde?
—Él está siendo torturado ahora mismo, ¿de acuerdo?— Ella niveló
su mirada con desafío. —No podría haberlo hecho debido a que está
siendo torturado.
—Hay un montón de cosas que lamento—, dijo, sin apartar los ojos
de Eidolon —pero confía en mí, nada de lo que diga aquí, será una de
ellas—. Se volvió a Wraith, que parecía tan molesto como si su propio hijo
hubiera sido tomado. —No puedo dejar a Runa o a los bebés, y no me fío
de que Sin hiciera nada más que decirle a Lore que corra. Encuéntralo,
Wraith. Encuéntralo, mátalo, y trae de vuelta a mi hijo.
Capítulo Diecinueve
Traducido por Estivali10
Corregido por Kitty y Mir
¡Oh, Dios!
Comenzó a correr descontroladamente, violentamente a través de la
sala, rebotando en las paredes y derribando a un Sunil, un cambiador de
formas tigre con carácter inusualmente dócil. Él ni siquiera le maldijo
cuando ella tumbó de un golpe. El lyco, sin embargo, lo hizo. El macho
huargo siempre la había despreciado, y su desagradable promesa de
venganza quedo suspendida en el aire helado mientras corría.
—Eres un dolor en el culo. —Él hizo una onda con su mano. —Vete.
***
—¿Lore?
Lore gimió ante el sonido de la voz de Sin, y gimió más cuando ella
cortó el cable de la viga de la que había estado colgando. —¿Dónde está
Idess? —graznó él. Tenía la garganta en carne viva como si hubiera
estado gritando durante días, y le dolían las mandíbulas por evitar hacer
precisamente eso. —¿Dónde?
Sí… eso era correcto. Él la había dejado en su casa. Ella quería estar
con él, y él la había rechazado. Había arriesgado la rabia en lugar de
despojarla de sus ropas, desnudarla y tomarla como debería.
—Un poquito. —Ella golpeó sus labios con la taza. —No te preocupes
por eso ahora. Nos vamos.
—¿Por qué? —Él bebió el agua fresca con gratitud, pero escupió un
sorbo cuando un horrible pensamiento vino a él. —¿Qué tipo de acuerdo
hiciste con él?
—Ninguno.
—Uh… ¿Te has perdido cuando dije que has sido culpado? Pienso que
deberías evitar a tus hermanos en este momento. Por lo menos hasta que
tengamos pruebas de que no eres responsable.
—Te Necesito que más que nunca, Sin. —Y vaya, nunca pensó que
diría eso.
—Sí.
Hijo de puta. Sabía que ese imbécil tramaba algo. —Hay que decirles
a nuestros hermanos.
—Ya lo creo. Te veré en tu casa en una hora. Debería tener una pista
para entonces. —Ella sonrió tristemente. —Mientras tanto, afila tus
armas.
—Está cerca, ¿verdad? —Sin preguntó en voz baja, y Lore asintió con
la cabeza.
***
La rabia todavía ardía en él, pero lo que Tavin había hecho durante
la curación le había aliviado un poco. El hecho de que él ya no tuviera
dolor ayudaba mucho, también.
Tenía que encontrar a este tipo Rariel y traer de regreso a Rade. Por
loco que pareciera, no era siquiera porque el niño era su sobrino. Era
solamente lo que había que hacer. Se rió de eso a medida que se acercaba
a su casa. Idess se estaba frotando sobre él, infectándole con sus
vibraciones de ángel de bienhechor o algo así.
Entró en su vivienda por la puerta trasera, y antes de haber dado
cinco pasos, Idess estaba en su cara. —¡Maldito seas! ¡Cómo te atreves a
escabullirse así! Te he estado buscando por todas partes. Y… —Hizo una
pausa en su diatriba para examinarlo. —No has sido torturado. Estás bien.
—Ella voló a sus brazos, haciéndolo tambalearse hacia atrás sorprendido
como el infierno. —Gracias al Señor, que estás bien. La culpa me estaba
matando.
—Sí—, dijo él, esperando que ella no se diera cuenta de que había
tenido que hablar con un nudo en la garganta. O que ahora tenía una
furiosa erección. —Estoy bien.
Quería vincularse con ella para que ella fuera suya para siempre.
Quería correrse dentro de ella una y otra vez, de modo que su semen
actuara como una droga, convirtiéndose en algo que ella anhelara cuando
sus orgasmos se hicieran más fuertes y más duraderos. Pero él no era un
Sem de raza pura, por lo que ¿podría suceder algo de eso?
—Un ángel que cocina. —Su voz era áspera por el esfuerzo que hacía
para no saltar sobre ella. —¿Quién diría que había esto en ti?
—Sí. —Él maldijo. —Quiero decir, no. No has hecho nada malo—. Has
hecho todo bien, Demonios. —Galletita, tenemos un enorme nuevo
problema. —Olvidando la comida, y anulando temporalmente sus
impulsos corporales, se volvió hacia ella. Ella estaba quieta allí, con las
manos cruzadas delante de ella, lo miraba con preocupación. Deseaba
que ella dejara de hacer eso, porque él no lo quería, no lo merecía.
—No… pero eso suena como un nombre de ángel. Podría ser caído.
33
BDU: (battle dress uniform): pantalones de camuflaje
—No sé—, dijo Idess, —pero la razón por la que pregunté sobre
Shade es porque puede que yo tenga otra pieza del rompecabezas. Tu
hermano, Roag, acecha el hospital.
—Lo he visto. Los ángeles son capaces de ver aquellos que existen
en dimensiones que su vista limitada no puede recoger. Le ayude a salir
del hospital, —dijo con voz ronca. —Yo no sabía quién era, y al parecer,
lo llevé al antiguo apartamento de Shade. Lo busqué después de que
Eidolon me dijo, pero… —Ella negó con la cabeza. —¿Y si él tuvo algo que
ver con el ataque?
—Ángel.
—¿Sí?
—No tú—. Lore sonrió un poco a eso, pero se puso serio rápidamente.
—Ten paciencia conmigo, aquí. Me encontré con Rariel cuando Roag me
contrató. Ellos se conocían entre sí. Si él es un ángel caído…
Eso era totalmente lo peor que pudo haber dicho. Un gruñido sacudió
en su pecho al mismo tiempo que restregaba su erección contra ella. —
Tienes que luchar contra mí, ángel. Porque no me detendría allí. —Aspiró
profundamente, recogiendo su picante aroma natural que se mezclaba
ahora con un olor aún más sabroso de excitación. —Antes de que puedas
respirar, estaría dentro de ti, te follaría hasta llenarte tanto de mí que me
sentirías durante semanas.
Antes que puedas tomar una respiración, estaré dentro de ti, follándote
hasta que te llene tanto de mí que me sentirías por semanas.
Más imágenes. Más calor. Más excitación líquida.
Abrió los ojos. La sangre se había ido del pico del ave, y ladeaba la
cabeza para mirarla con lo que ella juraría era gratitud. Y luego se fue
volando, desapareciendo en las copas de los árboles.
―No fue nada―, dijo ella esperando que él no notara que tan
cansada sonaba.
― ¿Qué?― Él saltó hacia atrás muy rápido que chocó con un lado de
la casa. ―Mantente alejada de mí.
―Idess―, gimió.
―Nunca me han tocado así―. Era una declaración que ella no debió
haber hecho, una que la dejaba vulnerable, pero justo ahora no le
importaba.
Ella colocó dos dedos en sus labios. ―No es eso. He tomado un voto
de celibato.
***
Lore no podía creer esto. Estaba tocando a Idess de una manera que
nunca había tocado a ninguna mujer. Aún mejor, cuando ella había puesto
su mano sobre él, ella de alguna manera había drenado algo de su
embravecida necesidad. Oh, él aún la necesitaba, pero la rabia había sido
diluida, permitiéndole tomar el control.
Ella dudó sólo el tiempo que le tomó exhalar, antes de que abriera
sus piernas y se moviera para que su hendidura estuviera al nivel de su
boca. Ladeando la cabeza, cerró sus labios sobre ella. Su respiración se
detuvo, y él escuchó sus palmas golpear contra la pared de la casa
mientras se apuntalaba.
Lore quería esto, más que cualquier otra cosa que hubiese querido
en el pasado, pero no se apresuraría. Dejó que su lengua barriera hacia
delante y atrás suavemente sobre su sexo hinchado, saboreando su
creciente anticipación.
Más lento de lo que creyó que sería capaz, deslizó su lengua dentro
de su valle sedoso. Ella gimió ante su contacto y luego quedó en silencio
cuando él puso su atención en su núcleo. Facilitando sus dedos hacia
arriba, la penetró mientas chupaba y lamía cada pulgada de su piel
rosada. Trabajando con lentitud despiadada, aprendió sus respuestas y
se dirigió a todas sus zonas erógenas.
―Ruega.
―Ruega.
***
―Sí―, dijo él, cogió una de sus rodillas y colocó sus brazos sobre
ella. ―Es una pregunta loca.
Ella soltó una risa. ―Vivir en la Tierra significa poco para los ángeles,
porque nosotros estamos concentrados en las almas, no el cuerpo. El alma
es la verdadera esencia de una apersona o un animal. La vida del otro
lado, en el Heaven, es la verdadera existencia. De hecho, los que están
en el Heaven ven a las personas que son terrestres como los fantasmas.
De la manera que los humanos ven espíritus, como seres transparentes,
es como nos ven en el Heaven―. Ella alzó las manos. ― ¿Todo esto? Es
el infierno en comparación. Pero los humanos no lo saben hasta que
“mueren”. Lo que ustedes llaman morir, para nosotros, es nacer.
Una brisa se hizo presente, levantando las hojas, Lore giró su cabeza
hacia ella, cerrando sus ojos mientras hablaba. ―Entonces… ¿cómo es
que el Grim Reaper y un ángel se mezclaron? ¿Hay alguna clase de bar
de levante donde ellos se conocieron, coquetearon, y bebieron hasta que
terminaron en la casa del otro, o qué?
Idess rió ante la peculiar imagen. ―No estoy segura de los detalles,
pero Rami me dijo que un puñado de ángeles se ofrecieron
voluntariamente para ser madres de nacimiento, así como Azagoth se
ofreció voluntario para caer por el bien del mundo. Él no puede dejar su
reino, sin embargo, entonces ellas van a él.
―Exacto. El número vino de algún lado, y Rami cree que está basado
en las madres Memitim. Él cree también que “virgen” es de hecho un
anagrama y debería leerse como “ángeles”―. Ella bufó. ―Como si
cualquier hombre tuviera 72 ángeles como recompensa.
― ¿Qué tal un ángel? ―la voz de Lore era ronca y gruesa, una caricia
que la hizo estremecerse con apreciación.
―Está bien. Mejor nos alistamos para ir de cacería. Sin estará aquí
en un minuto.
***
―Debe ser bonito―. Bonito no tener que matar a gente por él. Ah,
Vaya modo asesino. Dios, Idess era el infierno para su disciplina.
Ella asistió con vehemencia. ―Lo es.
―Llámame así una vez más―. Sonriendo Wraith tronó sus dedos.
―En serio.
Kynan se movió hacia él. Lore orientó su brazo derecho hacia un lado,
no listo para matarlo aún, y su movimiento le costó. Le costó un puñetazo
en la cara. El dolor apareció en sus ojos, y se dio la vuelta, demasiado
enojado para pensar, y cogió al humano con su mano derecha, con lo que
consiguió un codazo en las costillas. ¿Qué carajo? ¿Por qué el tipo no
había caído muerto?
― ¡Suficiente!
―Lo drené.
Ella puso los ojos en blanco. ―No así―. Habría sido creíble, también,
si no se hubiera sonrojado, porque ella lo había drenado así.
Wraith dio un dudoso bufido, e Idess sacudió su cabeza. ―Aún no
puedo creer que tú salvaste el mundo.
―Lo sé, ¿no?― Wraith se giró hacia Lore. ―Entonces ¿dónde está
Rade?
―Él… y Roag.
¿Bebé?
―Fue atacada―, dijo Wraith. ―Fue atacada dentro del hospital.
Capítulo Veintiuno
Traducido por Tsubasa14
Corregido por Kitty, Estivali10 y Mir
—No.
—¿Dónde está?
¿Huargos enfermos?
—Él debería estar a salvo entonces. Me largo de aquí—. Wraith bajó
corriendo al recibidor, tropezando con uno de los espíritus, que lloraba
fuerte como para llamar la atención de Idess.
Eidolon pasó una mano por su cara y se dirigió a Lore. —¿Dónde has
estado?
***
Lore atrapó a Idess cuando colapsó. Ella estaba blanca como los
fantasmas de los que habían hablado, y aunque puso su máximo esfuerzo
para permanecer de pie, no apartaba los ojos de Rariel.
—Lo que hice—, dijo Idess—, fue terrible. Haré lo que sea necesario
para compensarte. Sólo no lastimes al niño.
Matar.
Matar.
Corre.
—Lo sé Sin. Tengo que manejar esto—. Lore cruzó una mirada con
Con. —Cuida de ella.
—No te preocupes.
—Hey—, dijo él, jalándola hacia sus brazos. Dios, se sentía bien
contra él. Como si perteneciera. Mientras permanecieran así, todo estaría
bien.
34
TMI: Too much information: demasiada información.
suceder esto? ¿Cómo permití que esto pasara?
Ella agitó la cabeza tan fuerte que su cabellera chocó con sus brazos,
—Pero, Rade. Oh, Lore… si él lastima a Rade…
—Estabas equivocado.
—Sí.
—No podemos dejar que nada de eso pase—. El tono de Shade era
mortal. Plano. Pero al menos había visto la verdad de la situación y quería
ayudar a salvar a su hermana.
—¡Runa…!
—Todo.
Shade, suspiró. —E dice que es Roag. Él tiene que ver con todo esto.
Runa perdió el poco color que había tenido su cara, pero su voz era
estática y mortal cuando sentenció, —lo quiero muerto. Una muerte
dolorosa.
—Considéralo hecho.
Cerrando sus ojos, Idess tragó. Antes de que ella pudiera decir algo
en defensa de Rami, que Shade y Runa no apreciaran, Lore le tomó la
mano —Vamos, Galletita. Transpórtame a casa. Tenemos que
prepararnos para una batalla.
***
—¡Oye! No es tu…
—Maldito —bramó.
Ella asintió ante lo apropiada que era la maldición. —¿El Aegis sabe
lo que está pasando?
—El Concejo sabe que estoy en peligro… —Kynan miró a Lore —pero
estamos considerando la amenaza de un ángel caído. Porque si este
maldito muere, no tengo nada de qué preocuparme ¿cierto?
—No—, dijo Lore, dirigiendo su mirada a Idess con tal posesión que
hizo que su respiración se atorara en su garganta. —Tengo a la única que
quiero.
—Como he dicho siempre, ella tiene una cabeza dura —dijo Kynan,
con afecto indiscutible en su voz grave. —Al parecer, cuando ella se inclinó
para recoger algo del suelo, la cafetera se cayó de la mesa y la golpeó.
—No me cabe duda de que ella amará eso—, dijo Lore irónicamente.
—Esto va a ser peligroso—, dijo Idess—. Incluso con las armas qeres,
Rami tiene una ventaja, Lore. Como ángel caído, él utiliza poder de
Sheoul. No soy un ángel verdadero, y soy mucho más débil que él.
—¿Es por esto que te viste tan afectada por el disparo de la ballesta?
Ella asintió. —Un vino, hecho en una cámara secreta en una abadía
de Inglaterra, bendecido y deshidratado por monjes. Una vez que esta
pulverizado puede ser utilizado temporalmente como un arma antimateria
en contra de los ángeles caídos—. Y Ángeles. Que es la razón por la que
lo guardaban bajo llave. Si alguna vez llegara a caer en las manos
equivocadas, podría ser utilizado para inmovilizar al ejército de Ángeles
de Dios durante la Batalla Final.
—Es conocido como “El patio de los carniceros”. —Su voz era
sombría. —Se dice que nada está prohibido ahí. No hay reglas excepto
que nadie puede morir rápidamente.
Era también uno de los pocos lugares del Sheoul donde los ángeles
no podían entrar en absoluto. Algunos afirman que al mismo Satanás le
gusta pasar el tiempo allí. Sin duda era un gran lugar vacacional para
alguien como él.
—Es por eso que sé que él estará allí. Él nunca hizo las cosas a
medias, y si se volvió malo, se volvió malo.
Ella miró al demonio que está de pie delante de ella, un demonio que
tenía más honor y amor en su corazón que muchos de los humanos que
ella había tenido que cuidar durante siglos. El destino le había jugado una
mala pasada, y él había estado pagando por ello durante más de ciento
treinta años.
—¿Lore?
—¿Sí?
Lamiendo sus labios, colocó sus palmas sobre el pecho de él, sobre
su marca de asesino, y luego las arrastró hacia abajo. Suavemente.
Cuando ella alcanzó el cinturón de sus pantalones, las fosas nasales de él
estaban llameando, con la esencia de la excitación que se había encendido
en ella en el momento lo tocó.
—Hazme el amor.
Capítulo Veintidós
Traducido por Tsubasa14
Corregido por Kitty, Mavi y Mir
—Por favor.
Retroceder fue lo más difícil que alguna vez hubiera hecho. —No es
el momento. —¿Qué estaba diciendo? Cualquier momento era el
momento. Especialmente desde que ambos podrían morir y esta podría
ser la última oportunidad de tener sexo con alguien.
Ella avanzó hacia él. —Sólo algo de penitencia. Nada que no pueda
manejar.
La miró, a sus ojos inocentes que incluso ahora brillaban con una
desesperada honestidad. Ella se había resignado a algo —probablemente
la muerte de ambos— y estaba preparada para enfrentarlo.
Mía.
Incapaz de soportar sentir la ropa en lugar de su piel por un segundo
más, la recostó en la cama y se quitó la camiseta, pero antes de que
pudiera desabrochar sus pantalones, ella estaba de rodillas sobre el
colchón, sacando sus manos fuera del camino.
—Idess—, gruñó.
Ella lo tomó profundo, tan profundo que podía sentir la parte trasera
de su garganta… y luego ella tragó. Jesús, lo tragó, creando un torbellino
de sensaciones que se asentaban en la punta de su polla, mientras su
dedo y su pulgar hacían un círculo alrededor de su base y bombeaban
hacia arriba y hacia abajo, y la otra mano masajeaba sus testículos.
—Detente, oh, carajo… detente… —No podía aguantar, no podía
resistir las sensaciones que lo daban vuelta. Llevó sus manos hacia su
cabello, pero mientras su clímax estaba cerca, al filo de la navaja, él alejó
su mano derecha. Sabía que no la afectaría, pero cien años de paranoia
no iban a desaparecer de la noche a la mañana.
—¿Qué cosa?
***
Idess nunca había conocido que algo fuera tan perfecto. Lore la
besaba mientras se empujaba dentro de ella, llevándola a nuevas alturas,
que aplastaban el alma, y finalmente entendió lo bello que era entregarse
a otro.
Ella sonrío sobre su pecho, amando como, por primera vez en siglos,
podía ser ella misma, podría romper todas las restricciones que la habían
mantenido tan contenida. Quería hacer locuras, bailar en un club, nadar
desnuda en el océano, beber una margarita, y después intentar un
montón de exóticas cosas sexuales con Lore —Estamos muy a la par ¿no?
Un largo y profundo silencio se instaló entre ellos. Al principio Idess
lo disfrutó, contenta y saciada. Pero gradualmente, comenzó a sentir la
creciente tensión.
—Sí. —Él la apretó con tanta fuerza que sus articulaciones hicieron
ruido. —¿Cuánto tiempo tienes? En la Tierra, quiero decir.
—Honestamente no lo sé.
Las lágrimas quemaban sus ojos. Horribles, lágrimas ácidas que ella
merecía. Sabía que lo que le había hecho a Rami era imperdonable, pero
escuchar a Lore —un demonio— decir cuan horrible era esto con tanta
pasión, oh, dulce, dulce Señor, ella merecía cualquier cosa que Rami le
hiciera.
—Lo sé. —Él tomó su mentón y la hizo mirarlo. —Quiero esto, Idess.
Te he estado diciendo que soy egoísta, y esto lo prueba. No puedo unirme
con alguien más, porque estoy unido con Deth, pero tan pronto como nos
encarguemos de tu hermano, seré libre. Regresaremos aquí, y te haré
mía. Para siempre. No digas que no.
Tal vez ella no mereciera esto, pero él sí. Y ella no podía negarle
nada. —Sí —susurró ella. —Me vincularé a ti. —Sonrió esperando que él
no notara el temblor en sus labios, porque esto definitivamente no sería
para siempre.
***
—No del todo. —Ella se colgó la pequeña bolsa que contenía el polvo
de vino de los monjes. Se había transportado dentro y fuera de la abadía
sin ningún problema, y le había admitido a Lore que se alegraba que
hubiera podido probar sus poderes. Rami le había contado que los
Memitim arruinados retenían sus habilidades hasta que eran oficialmente
juzgados por el Consejo, sin embargo ella había estado nerviosa acerca
de eso.
Por él.
—¿Idess?
—Sí— murmuró ella. —Sí. Puedo hacerlo. —Ella ajustó su agarre a la
ballesta, y tomó la mano de él que sujetaba la daga, y luego de repente
estaban en una cueva dentro de Sheoul. Las paredes estaban tapizadas
con demonios vivos que estaban crucificados en cruces de madera,
algunos estaban siendo devorados por criaturas infernales.
—¿Cómo…?
—No tienes idea. —Rami los rodeó, sus movimientos eran tan
cautelosos como los de una serpiente, a pesar del agujero en su
estómago. —Me enteré de tu traición días después de mi Ascensión.
¿Sabías, hermana, una vez que la amargura echa raíces en un ángel,
crece como la mala hierba? Crece hasta que el alma se marchita y
contamina con odio, lo cual no es bienvenido en el Cielo. Es tu culpa que
me expulsaran.
—No. —Idess quería cubrir sus oídos, para no oír la terrible verdad.
—¡No!
—No necesitas hacer nada, más que sufrir. —Los ojos de Rami se
abrieron, y de ellos vino un terrorífico y segador resplandor. En una ráfaga
de fuego y sangre, se expulsó fuera de su hermosa piel, y se convirtió en
una negra criatura como un espectro empapado con tiras de carne. El aire
se agitaba con furia, y los demonios crucificados se retorcieron como
papel arrugado. Sus almas dejaron sus cuerpos y gatearon fuera de la
habitación, más aterrorizados ahora que cuando estaban crucificados a la
pared.
—¡No lo hagas! —Ella se acercó aún más, deseando que sus rodillas
no temblaran y que su voz no hiciera lo mismo. —Te mataré.
Lore gruñó, y con una eficacia brutal, llevó su puño a las heridas de
Rami. Rami gritó, y se sacudió como si estuviera siendo electrocutado, y
cayó al suelo. Contorsionándose, permaneció sobre su espalda, tenía los
ojos bien abiertos y problemas para respirar, cuando Lore le quitó la
espada de las manos.
Querido Señor, ella sabía que Rami era corrupto, ya no era la persona
cálida, el hermano que ella había amado, pero mientas él estaba herido y
sangrando, sus ojos líquidos bañados de dolor, ella solamente veía al
hermano que la consoló cuando sus padres humanos murieron, el
hermano que había combatido demonios a su lado.
Ella no tenía que decir nada. Lore la colocó dentro de sus brazos y la
abrazó cuando colapsó en sollozos.
Capítulo Veintitres
Traducido por Mir
Corregido por Kitty y Estivali
―Los voy a obtener tan pronto como termine aquí―. Lore dijo con
gravedad.
Idess se dejó caer junto a Lore cuando el localizador del doctor sonó.
Lo chequeó, maldijo sonoramente.
―No, ¿por qué?― Pero Idess tenía la sensación de que sabía, y ella
vio en la cara de Lore que él lo sabía, también. ―Oh, Dios. Sin. Ella lo
empezó, ¿verdad?
―Sí.
―En realidad―, dijo Idess en voz baja, ―creo que puedo hacer algo
al respecto.
***
Idess fue casi cegada por las brillantes luces que explotaron a través
de la abertura. El reino entero estaba establecido en un telón de tristeza,
pero a Azagoth le gustaba su color, y, ella notó con una mueca de dolor,
que al parecer le gustaba su música de los Beatles.
―Hija―, dijo, con una sonrisa que haría que cualquier mujer humana
se desmayara, pero que sólo parecía fría para Idess. ―Han pasado
siglos―. Lanzó una mirada a Roag, que, una vez dentro de la habitación,
se había convertido en sólido. ―Y trajiste un invitado.
35
Grim Raper uno de los tantos nombres que se le da a la personificación de la muerte.
Roag se burló de ella. ―Así que me trajiste aquí para matarme.
¿Crees que me da miedo? ¿Crees que me estoy meando en mis
pantalones? La muerte es bienvenida.
Echó un vistazo a Roag, que estaba cerca del arco del túnel. Sus ojos
brillaban como fuego del infierno carmesí, y la malevolencia emanaba de
él con tanta fuerza que el alma de un demonio que estaba más cerca de
él seguía tratando de distanciarse una pulgada, sólo era mantenido
estable por su escolta griminions.
―Sé quién eres―, susurró Azagoth. ―Vi todas las almas que
torturaste y mataste cuando pasaban a través de mi arco. Sentí su
sufrimiento. Mi hija tiene razón sobre ti, y aunque ella no me hubiera
pedido poner fin a tu existencia de forma permanente, lo habría hecho de
todos modos. Ya ves, Dios exige lo mismo y lo opuesto. Ojo por ojo. Y un
mal tan grande como el tuyo no tiene su contraparte pura y buena en el
mundo humano. Tú desequilibras el universo. Así que debes desaparecer.
Por alguna razón, la canción de Blue Oyster Cult “Don't Fear The
Reaper” resonó en su cabeza cuando él se volvió hacia ella. ― ¿Algo más?
―Idess―. Su voz era suave, pero urgente. ―Vienen por ti. La luz. Y
sea lo que sea que hagas, no corras.
***
Lore se dirigió a la cámara de Deth, con la mente centrada en un solo
objetivo. Él recuperaría los restos de Rade. Eidolon había jurado no decir
nada a Shade y Runa hasta que Lore volviera al UG, aunque Lore no
estaba seguro de cuanto más fácil sería la noticia con un cuerpo para
corroborarlo.
―No maté a Kynan―, dijo Lore. ―Maté al titular del contrato. Rariel
es una mancha. El contrato es nulo.
― ¡Deth, ahora!
Sin aspiró aire entre los dientes apretados. ―Hijo de puta―, soltó.
Y Deth había arrancado justo todo eso de debajo de él. Lore no podría
vincularse con ella ahora. Maldición, no creía que pudieran estar juntos
en absoluto. ¿Cómo se suponía que iba a volver a casa con ella por las
noches y contarle sobre su día?
Ella resopló con amargura. ― ¿Normal? ¿Crees que puedo ser normal
de alguna forma? Hola, Lore, soy un maldito fenómeno de la naturaleza.―
Ella agitó su mano derecha frente a él, como si él no supiera cuánto dolor
sus dermoires le habían causado.
―Sí… ―el vaciló, sin querer caminar por el camino que terminaba en
la puerta de Sin. Entonces Tavin gritó, golpeado con fuerza en la cara por
Detharu, recordándole a Lore que algunas situaciones de mierda no se
podían evitar. ― ¿Qué sabes sobre hombres lobo enfermos?
Ella soltó una maldición. ―Sí. Está bien. Más tarde. Tenemos que
resolver esto primero―. Lanzó una mirada oscura a Deth. ―Mira, yo sé
que quieres hacer esto, pero no puedo aceptar.
El demonio juntó los dedos y los miraba con feroz interés. Estaba
disfrutando de esto demasiado. A sus pies, Tavin estaba mirando
fijamente a Sin, su jadeante respiración agónica llenaba el silencio. Lore
sentía pena por el hombre, pero si él se soltaba, Lore lo mataría. De
ninguna manera Lore permitiría que Tavin hiciera con Sin lo que su
naturaleza le obligaría a hacer.
―Si ella no quiere ser liberada―, dijo Deth por último, ―Yo no la
forzaré.
Alejarse fue lo más difícil que Lore había hecho nunca, y mientras lo
hacía, no podía dejar de sentir como si, una vez más, le había fallado a
su gemela.
Capítulo Veinticuatro
Traducido por Lety MacKeltar
Corregido por Kitty y Mir
Nada.
Todavía nada.
¡Oh, no! Esto era malo. Muy, muy malo. Rápidamente, ella se
destelló a casa de Lore, pero él no estaba dentro. Se precipitó fuera de la
cubierta. No había rastro de él, pero los cabellos en la parte posterior de
su cuello se erizaron. A su alrededor, el aire era calmado y los animales
del bosque se quedaron en silencio. Agachándose en una posición
defensiva, observó a su alrededor, esperando… ¿qué? La sensación que
sentía no era maligna. De hecho, su piel comenzó a sentir un hormigueo
agradable.
Ven a casa.
La voz musical no sólo cantó en su cabeza, sino en todo su cuerpo.
Ha llegado el momento.
No. Ella tropezó al final, los dedos extendidos y casi tocando la
corriente de luz. Había soñado con este día, ahora que estaba aquí, ella
sólo quería correr. Este debería haber sido el día más feliz de su vida,
pero esto no era una citación para Ascender. Esta era una llamada para
responder por sus acciones. Había perdido un Primori y dormido con un
demonio.
Lo que sentía por Lore era mil veces más fuerte. Vivir sin él la
mataría.
El portal de los vehículos se cerró, dejando una pared sólida, una vez
más.
No corras.
***
Lore fue directo al UG. Al segundo que salió del Harrowgate, Eidolon
estaba allí. Su sorpresa y alegría al ver que Rade estaba vivo fue seguido
de inmediato por la preocupación por su estado.
Lore ayudó a envolver a Rade, y una vez que estaba momificado por
completo, Lore se sentó en la cama y sostuvo el niño en su pecho,
imaginando que el exceso de calor no le haría daño, y Eidolon no le dijo
lo contrario.
Shade había dicho a Lore que los Sem de descendencia humana eran
estériles, pero si Idess quería niños, Lore movería el sol para asegurarse
de que ella los tuviera. ―¿Idess regresó?
Hacía casi un mes desde que había visto por última vez a la
compañera de Wraith, cuando ella había estado acostada en una cama,
sólo a horas de distancia de la muerte. Ahora, la alta y magnífica rubia
estaba sosteniendo a un bebé muy joven.
De pie, Lore entregó a Rade a Runa, que lloraba tan fuerte que no
podía entender nada de lo que le decía. Hizo su mejor intento de pasar
desapercibido retrocediendo para apartarse de la multitud, sólo se detuvo
cuando se encontró con un cuerpo sólido. Él sabía quién era antes de que
incluso se diera la vuelta.
―Bueno―, dijo Gem, ―eso es mejor que lo que dijo Wraith―. Ella
bajó la voz e hizo una imitación de Wraith. ―Que genial lo del bastardo.
Kynan puso los ojos en blanco. ―El demonio tiene una especial
habilidad con las palabras―. Tomó la mano de Gem y palmearon la
espalda de Lore. ―Gracias, hombre.
―Sí. Rade estaba vivo―. El dejó que sus pies tocaran el suelo otra
vez. ―Va a estar bien.
―¿Ah… sí?
Shade se adelantó. ―Runa y yo estamos en deuda contigo―. Respiró
hondo, echó su mirada hacia el techo. ―No sé qué demonios ha estado
mal en mí estos últimos días. Te quería muerto, me volví contra mi
hermano, y no sé por qué.
―Yo sé―, dijo Idess, y cinco pares de ojos se centraron en ella. ―Fue
Roag. Él no sólo estaba incitando a los fantasmas. Su esencia misma
estaba afectándolos a todos ustedes. Cuando estaba cerca, ustedes
estaban más enojados. Más agresivos. Era lo que él quería.
Wraith y Kynan se fueron con Shade, y una vez que se habían ido,
Lore se envolvió alrededor de Idess, porque ella no iba a ir a ninguna
parte durante un tiempo. ―Hablando de la plaga, ¿Qué está pasando con
eso?
―A la morgue.
36
ME: Medical Examiner: Médico Forense
Lore se sacó su guante, abrió uno de los cajones, y puso su mano
desnuda en el interior de una rígida femenina. ―Ésta murió de causas
naturales. Por lo menos, ella no murió de causas místicas.
***
―¿Qué es?― Lore la agarró por los hombros. ―Maldita sea, ¿qué
pasa? Me estás asustando.
―¿Podemos ir a otro lugar para hablar de esto? ¿Algún lugar donde
no haya un montón de muertos que nos miren?― Lo que incluía los
fantasmas, ya que varios los habían seguido hasta aquí a pesar de que
tenían tendencia a evitar los lugares que les recordaran que estaban
muertos.
―No sé cómo.
―No hay nada que puedas decir que me haga enojar o molestar
contigo. Tú lo sabes, ¿verdad? ¿Por qué no nos vamos? Salgamos de este
lugar. ¿Vamos a una agradable isla tropical a beber ron con Coca Cola y
a rodar en la playa? Olvidarnos de todo esto. Dios sabe que podría tomar
unas vacaciones.
Las lágrimas picaban en sus ojos. ―No puedo salir de aquí, Lore.
Bueno, puedo, pero sólo para ir al Sheoul―. Ella se abrazó, de repente
hacía frío. ―He sido convocada, y si voy arriba, me llevarán.
―¿Llevarán?
―Al cielo.
―Lo correcto que hay que decir es felicitaciones, ¿no? Se supone que
debo decir que estoy feliz por ti, ¿verdad?― Inclinó la cabeza, y la voz le
falló. ―¿Qué clase de imbécil soy que no estoy feliz? ¿Qué tipo de cabrón
egoísta soy que quiero agarrarte y rogarte que no te vayas?
―No quiero que esto termine―, murmuró él contra sus labios. ―Tal
vez podamos hacer esto para siempre. Mis hermanos nos pueden traer
comida, y nosotros podemos estar así como ahora.
―¿Sí?
¡Como si ella lo quisiera! Ella quería más. Más fuerte. Más rápido.
Ella quería estar adolorida e irritada, de modo que cada paso que diera
en el Otro Lado le recordaran a él.
Vincúlate a mí.
Él había mencionado que quería hacerlo antes de que se hubieran ido
a la batalla con Rami.
Vincúlate a mí.
Oh, ella quería eso. Pero cuando el Consejo Memitim la destruyera,
él lo sabría cuando sintiera la ruptura de su lazo.
―¡Únete a mí!
Para empezar, se dio cuenta de que él estaba hablando en voz alta.
Sus palabras no eran en su cabeza. Un rayo de la tormenta destrozó la
fortaleza de ella, transformando su sangre en combustible y cubriendo su
cuerpo en llamas. Ella estaba borracha con la esencia de Lore, y su orden
de enlace se convirtió en una compulsión con la que no podía luchar.
―¿Lore?
―¿Mmm?
―Mi brazo.
―No sé―. Sus dedos recorrieron el sombreado patrón que latía justo
debajo de su piel, ella tragó aire. Wow. Zona erógena. En grande. ―El
instinto, supongo. Simplemente… se hizo cargo―. Se puso tenso, y ella
sintió el miedo de él directo en su corazón. ―No deberíamos haberlo
hecho. ¿Y si tus amigos ángeles lo ven? Estar unido a un demonio tiene
que ser algún tipo de descalificación para el trabajo.
Le tocó la cara, ampliando cada ángulo, cada curva, cada poro para
recordar. ―Ya es hora.
***
―¿Qué va a suceder?
¿En serio?
―Sí, pero sólo porque es algo nuevo. Pero también es algo
maravilloso. ¿Echas de menos a tu familia?― En un gesto hosco, ella tomó
su mano. ―Van a estar en el otro lado de la luz, esperando por ti.
Y mi hermana.
―Oh, cariño, no te preocupes. Tu familia te ama. Hay perdón eterno
en la luz―. Se volvió hacia el resplandor, donde varios adultos y una niña
de pie esperaban, todos sonriendo. ―¿Ves? Están esperando.
Cuando se volvió a Lore, sus ojos eran tan grandes como habían sido
los del muchacho. ―Idess. Mi… Dios.
―¿Viste?
Él asintió con la cabeza aturdida. ―Debe ser el lazo o algo así, pero
sí. Wow. Eso fue… hermoso.
―Sé bueno―, dijo ella, aún cuando su corazón se abría. Ella no tenía
miedo, pero le dolía.
Gritó hasta que los médicos llegaron. Luego Eidolon. Luego hubo un
pinchazo en el bíceps, y gracias a Dios, el mundo se volvió negro.
Capítulo Veinticinco
Traducido por Lety MacKeltar
Corregido por Kitty y Mir
—No la he visto.
Un escalofrío latió en las venas de Lore. —¿Qué quieres decir con que
no la has visto? ¿Cómo supiste que soy libre?
Ese enfermo hijo de puta. Lore tomaría venganza por Tavin, así como
por Sin. —¿Puedes meterme en la guarida?
Sunil dio un trago a su cerveza. —Al diablo con eso. —Se limpió la
boca con el dorso de su mano. —Me gusta mi cabeza sobre mis hombros,
muchas gracias.
Deth estaba casi muerto. Todo lo que Lore tenía que hacer ahora era
visitar a Eidolon.
***
Esa era exactamente la razón por la que Lore había evitado a Eidolon.
No quería hablar de nada de esto. No quería hablar de ello, pensar en
ello, no quería estar aquí, porque había hecho el amor con Idess por
última vez en este mismo hospital.
Eidolon asintió con la cabeza. —No deberías haberte ido tan pronto.
—Yo no quería estar aquí y ver que todo el mundo me tuviera lástima.
—Miró hacia abajo a la mano de Eidolon. —Un poco a la derecha. La
cicatriz tiene que parecer de verdad si me voy a tener que hacer pasar
por uno del escuadrón de matones de Deth.
—No puedo esperar. Necesito hacer algo. —No veía ninguna manera
de que sus hermanos le ayudaran a sacar a Sin fuera del contrato de Deth
de todos modos. Este era su mejor tiro.
—Una vez más, lo que sea. —No había nada allí que lastimar.
***
Agradable para visitar, pero yo no querría vivir aquí. No, ella quería los
vaporosos bosques del Norte de Carolina, McDonald’s, y al hombre
demonio que vestía de cuero.
Idess frunció el ceño. —Pero Lore. Tuve relaciones con él—. Estoy
vinculada a él. En realidad, no podía sentirlo. Ella lanzó una mirada
encubierta a su mano, donde las marcas todavía coloreaban su piel. Así
que tal vez todavía estaban vinculados, ¿pero su conexión se había caído
como una llamada en una red de teléfonos celulares de mierda?
—Él lo hizo—, dijo el hombre. —¿Por qué crees que salió corriendo
de la luz convocatoria durante tanto tiempo?
—Él vino a nosotros con una mancha en su alma. —La mujer castaña
miró al hombre rubio, e Idess sabía que él había jugado un papel
importante en esto de alguna manera. —Rami nos rogó para quedarse,
en lugar de regresar a la Tierra, y debido a que había fallado su prueba
sin amor, le dimos otra oportunidad. Pero su propia culpa es lo que
ennegreció su alma. Cuando se enteró de lo que habías hecho, eso
simplemente aceleró lo que estaba destinado a ser de todos modos.
Ella no lo negó. —Por favor. Sé que voy a ser humana. Mortal. Pero
lo amo.
—Si eres mortal, —dijo Reaver gravemente, —su don podría matarte,
lo sabes, ¿verdad?
37
Consola de juegos de video.
38
La peste negra o bubónica fue una devastadora pandemia que asoló Europa en el siglo XIV,
causando la muerte de una tercera parte de la población del continente en el año 1348.
—Sí—, suspiró ella—, ¡oh, sí!
—Así sea. —La mujer agitó la mano, y al instante, el vínculo con Lore
estaba de vuelta.
—Tengo que ir con él. —Captó vislumbres de él… no, no era él… sino
lo que él estaba viendo. Sangre. Armas. Detharu. —Está en la guarida.
Tengo que ir. ¡Envíenme allí!
—Gracias, Reaver.
¡Oh, por favor, no! Idess irrumpió a través de las puertas… y patinó
hasta detenerse. Su corazón se estrelló contra su caja torácica y
permaneció allí, pegado a los huesos y sin latir.
Lore estaba furioso, era un caos sangriento que luchaba contra varios
demonios. Sin estaba en el suelo, luchando contra el dominio feroz de
tres Ramreels. Las heridas sangrantes y las armas esparcidas alrededor
de Sin, hablaban de su valiente intento por matarlos antes de que la
derribaran.
¡Mátalo!
Idess se balanceó. La pérdida de su fuerza Memitim hacía parecer el
arma más pesada y sus movimientos más lentos, pero ella decapitó la
cabeza del demonio más cercano.
¡Oh!, qué no daría por una guadaña Memitim ligera como una pluma
en este momento. Con el corazón latiendo en su garganta, saltó y giró,
balanceando la pesada hoja con práctica habilidad. Los demonios se
dispersaron, pero se las arregló para cortar a uno de ellos abriéndolo a
través de su abdomen. El otro cayó hacia atrás con una mano cortada.
Ella fue por Deth, pero Lore ya estaba allí, cortando al demonio más
grande, los golpes húmedos del metal golpeando la carne hacían eco a
través de la cámara. Las heridas masivas del maestro asesino no le
impidieron golpear con su puño enguantado a Lore, que se sacudió hacia
atrás con un siseo de dolor.
Idess lo golpeó con su espada, y él gritó con furia y dolor. Ella golpeó
de nuevo. Y otra vez. El Ramreel sin brazo se disparó contra ella por la
espalda, y ella tropezó, momentáneamente fuera del juego.
Él fue hacia ella. Sin le gritó, sin ningún efecto. Tacleó a Idess,
descendió sobre ella y empujó la punta de su espada en su garganta.
Sin corrió hacia ellos, y la cabeza de Lore se giró. Siseó hacia ella,
tensándose para el ataque.
—¡Sin! ¡Alto! —Idess tragó, haciendo una mueca por el pinchazo del
metal en su cuello. —¡Mantente atrás!
Sin obedeció, pero sus ojos negros eran salvajes por el miedo.
—Pero…
—Ámame, Lore.
Todavía blandía una espada, pero había encontrado ropa, una túnica
tosca y gruesa hecha para alguien de dos veces su tamaño. El crudo alivio
puso un brillo en su cara y una sonrisa en sus labios mientras corría hacia
Lore y lo envolvía en un fuerte abrazo. —Gracias a Dios que estás bien.
—Ella deslizó un vistazo hacia Idess. —Y que no mataste a mi nuevo jefe.
Sin miró a Deth con tal malicia que Idess pensó que tenía suerte de
estar muerto. —No. Sus contratos son vinculantes y deben cumplirse. Si
rompen los términos, puedes modificar los contratos, pero eso es todo.
—¿Está bien?— Lore se echó a reír y tiró el anillo en el aire hacia ella.
—Eso fue fácil.
—Te dije que esto es todo lo que sé, —dijo, y un destello de tristeza
cruzó la cara de Lore. —Así que bien podría ser la jefa. —Se puso el anillo
en su dedo índice. —¡Hey, yo sé todo sobre los contratos de todos!—
Sonriendo, miró a Idess. —El tuyo esta cumplido.
Lore sonrió. —No puedes retenerme aquí. Si no tengo que ver este
lugar de mierda otra vez… bueno, se hacen una idea. —Él se puso serio
entonces, como si tal vez lo que había dicho no fuera cierto. Con un
movimiento espasmódico, metió la mano debajo de su chaqueta y sacó
su daga Gargantúa de hueso. —Sin, esto es tuyo ahora.
—Pero yo te la di a ti.
—Y no hay regalo que haya significado más—, dijo Lore en voz baja.
—Pero ya no la necesito más. Tú sí.
—Pero…
—Te diré algo, —dijo, cortándola. —Me la puedes dar de nuevo una
vez que estés libre de esta vida.
El brillo feroz en los ojos de Sin decía que nunca sería libre de ella,
algo de lo que Lore tenía que haberse dado cuenta, pero su expresión no
vaciló. Sostuvo el arma, y después de un momento, Sin la tomó.
—Yo también—, dijo Idess. —Ahora que estoy de vuelta, puedo jugar
al exterminador de fantasmas a tiempo completo, después de todo.
Lore se echó a reír. —Él quiere que yo juegue con sus pacientes
muertos.
—Sin…
—Sin. Entra.
Ella dudó. Todos los problemas que había causado, junto con el hecho
de que Eidolon era uno de los hombres más intimidantes que había
conocido, la hacían sentir un poco insegura, cuando ella nunca había sido
así. Nunca.
—La plaga —dijo en voz baja. Le importaban una mierda las razones
detrás de su existencia. Ella estaba viva, y eso era lo único que importaba.
—No tengo nada —admitió Eidolon. —Tu sangre no ha revelado
ninguna pista. Y esta enfermedad no es como nada que haya visto nunca.
Es una mierda de proporciones Sheoulic.
Oh, sorpresa, había causado una mierda de plaga. Lore siempre decía
que cuando ella hacía algo, lo hacía bien. Ella había usado sus palabras
como una insignia de honor, pero no podía sentir orgullo en lo que había
hecho esta vez.
—Por lo general todos los que infecto desarrollan algo único… nadie
se muere de la misma cosa. ¿Los huargos que has visto tenían síntomas
diferentes?
Ella frunció el ceño. —Conall entró en contacto con él, ¿por qué no
se ha enfermado?
—¿Tal vez haya algo en su sangre que pueda ayudar a crear una
vacuna?
Eso fue una broma y media. —Yo mato, hermano. Ahí es donde mis
talentos están.
—No tiene que ser así —dijo, con una voz que destilaba superioridad
moral y juicio.
—¿Es eso cierto? —La profunda y resonante voz hizo tanto que Sin
como Eidolon giraran su cabeza hacia la puerta, donde Conall y otro
hombre más viejo estaban de pie.
Eidolon se volvió hacia ella. —Sin, ¿por qué no vuelves más tarde?
— No era una petición.
Eidolon saltó fuera de su silla, con sus ojos dorados, y mostrando los
dientes. Así que su hermano no era siempre el fresco, tipo sereno que
probablemente le gustaba pensar que era. Era bueno saberlo.
—Déjela ir. Ahora. —Su voz era un gruñido letal, y en ese momento,
sabía que había subestimado seriamente a Eidolon. Él era tan peligroso
como cualquiera de sus otros hermanos o tal vez el más peligroso, porque
con él, no veías el hacha hasta que estaba en tu garganta.
—¿No has oído? He comenzado una plaga que parece que va a acabar
con todo el lote, lo siento mucho por ti.
—¿Por qué?
—Estás muy indignado para ser un tipo que apostó quinientos dólares
a que podría meterse en mis pantaletas.
***
Conall observó a Sin irse, con el estómago revuelto con una mezcla
de emociones. Ira, lujuria, decepción. Él la deseaba, infiernos, todavía lo
hacía, pero ella era claramente mucho más que una mujer que lo había
fascinado con su confianza y humor.
Esperó hasta que ella hubo tomado una esquina y desaparecido antes
de entrar en la oficina de E, donde el médico seguía en pie, su cuerpo
enroscándose como si hubiera estado listo para arrancar la cabeza de
Conall. Tomó un total de treinta segundos para que Eidolon volviera su
atención a Valko, quien estaba prácticamente hirviendo de rabia.
Conall maldijo. Esta cosa se movía tan rápido que no creía que su
especie tuviera años. —¿Qué podemos hacer para ayudar?
—Está bien.
Valko quería decir algo sobre Sin; Conall lo sabía. Pero en una inusual
muestra de moderación, agradeció a Eidolon y salió de la oficina. Cuando
Conall lo seguía, el médico se aclaró la garganta.
—Espera, dhampir.
La duda puso líneas alrededor de los ojos de Eidolon, pero asintió con
la cabeza. —Mantenlo de esa manera.
***
Tan pronto como Conall y Valko se habían ido, Eidolon apoyó los
codos en la mesa y hundió la cara entre sus manos. Esto se había salido
de control y más allá de su capacidad de manejarlo por sí mismo.
Por mucho que odiaba hacerlo, ya era hora de llamar a las tropas.
39
USAMRIID: The United States Army Medical Research Institute for infectious diseases. Instituto de
Investigación Médica de enfermedades infecciosas del Ejército de Estados Unidos.
Ellos definitivamente trabajan con alguien dentro del Instituto de
Enfermedades Infecciosas del Ejército.
Kynan intoxicó el aire con maldiciones. —Sí. Muy bien. Voy a ponerte
en contacto con Arik.
¿Y eso se suponía que era una amenaza? —¿Cuándo? Si… —dijo ella.
—Te lo advertí —Su voz estaba sin aliento por la carrera y por la
necesidad, la última ella la podía sentir por todo el camino hasta su alma.
—¿Sin bragas?
—Bien. —Hizo un pecador giro con los dedos, y ella se arqueó hacia
su mano, colgando justo en el borde—. Maldita sea, Idess. Estás
empapada, tan húmeda, y todo para mí.
—Mía —gruñó.
—Tuya.
—Te quiero tanto que la voy a romper. —Le pellizcó la garganta antes
de girarla y darle una palmada juguetona en el trasero.—Cama. Necesito
tu cama.
Ella sonrió. —Me siento de la misma forma. —Su mano vagó hacia su
cintura, y luego más abajo, hasta que él estaba jadeando de placer.—Para
nosotros, el fin es sólo el comienzo.
Fin
Agradecimientos
Quiero Agradecer especialmente a Mir por su compromiso, disponibilidad y
excelente voluntad, por su apoyo para llevar a buen término este proyecto.
A Estivali y Marie Eline, nuestros verdaderos salvavidas, por su excelente disposición
en las emergencias.
Gracias a Marie Eline por los maravillosos diseños que hacen que leer sea un
verdadero placer a la vista.
En fin, gracias a todo el equipo de Dark Sensation, por su compromiso y
responsabilidad.
Kitty