Obligaciones y responsabilidad de la empresa principal
en materia de riesgos laborales
Claudio Palavecino Cáceres.
Abogado. Profesor Asistente del Departamento
de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social.
Facultad de Derecho. Universidad de Chile.
1. Introducción
El fenómeno del trabajo en régimen de subcontratación
da lugar a un complejo de relaciones jurídicas que, en
un esquema simplificado, supone la coparticipación de
una empresa principal, un contratista y los trabajado-
res de éste. El contratista se encarga de ejecutar, con
trabajadores bajo su dependencia, obras o servicios
70 para la empresa principal, en cumplimiento de un
acuerdo contractual con ésta. En un esquema de mayor
complejidad puede añadirse también la participación
de un subcontratista con sus propios trabajadores. La
aparición de la figura del subcontratista supone que el
contratista delegue parcialmente la obligación asumida
con la empresa principal mediante un nuevo acuerdo
contractual conexo y derivado del anterior (subcontrato
en sentido estricto).
La legislación chilena generará dos modalidades de
intervención sobre este complejo de relaciones jurídicas
que obedecen a sendos principios técnicos: a) de un
lado la tutela del crédito laboral y previsional y, de otro,
b) la tutela de la vida y la salud en el trabajo.
La satisfacción del primero de esos principios se ma-
terializó a través de un conjunto de normas contenidas
en el párrafo 1°, del Título VII del Libro I del Código del
Trabajo, específicamente en los artículos 183-A; 183-B;
183-C y 183-D, que expanden los efectos patrimoniales
del contrato de trabajo hacia terceros. En efecto, la
legislación rompió el principio del efecto relativo del
contrato de trabajo mediante el expediente técnico de
colocar a la empresa principal en posición de codeu-
dora de las obligaciones laborales y previsionales de
dar (en rigor, dinerarias) que afectan a los contratistas
y subcontratistas en favor de los trabajadores de éstos.
Eventualmente, el contratista quedará también en la
Revista Laboral Chilena, Junio 2018
posición de codeudor de esa clase de obligaciones que
afecten a sus subcontratistas.
En el mismo párrafo, la legislación laboral buscó tam-
bién satisfacer el otro principio enunciado, esto es, el
de tutela de la vida y la salud en el trabajo en régimen
de subcontratación. A tal efecto, destinó una norma
específica: la contenida en el artículo 183-E. Esta norma
reenvía a la empresa principal al régimen obligacional
del art. 66 bis de la Ley Nº 16.744 y su reglamento (De-
creto Supremo N°76 de 2006 del Ministerio del Trabajo
y Previsión Social) y a las obligaciones del art. 3° del
DS N°594 de 1999.
Dado que los trabajadores de las empresas contratistas
y subcontratistas prestan normalmente sus servicios
dentro de espacios físicos de (o controlados por) la
empresa principal y, por ende, bajo riesgos creados
por ésta, parece razonable desde un punto de vista
político-legislativo la atribución a ésta de obligaciones
en materia de prevención de riesgos laborales en favor
de trabajadores ajenos y de la consiguiente responsa-
bilidad por las consecuencias dañosas que deriven de
eventuales incumplimientos. Todo ello, sin perjuicio de
las obligaciones y responsabilidades del contratista (o
subcontratista) en cuanto empleador directo y de las
obligaciones y responsabilidades de la empresa principal
respecto de sus propios trabajadores.
La legislación chilena sobre trabajo en régimen de
subcontratación mantiene la obligación de protección
del empleador directo, pero establece para la empresa
principal la obligación de “vigilar el cumplimiento por parte
de [...] contratistas o subcontratistas de la normativa
relativa a higiene y seguridad”1.
1
En el Uruguay la legislación establece para la empresa
principal el deber de colaborar en la aplicación de las medidas
de prevención de riesgos laborales y de seguridad e higiene en
el lugar de trabajo (Vid. Rosembaum, Jorge y Castello, Alejandro:
Subcontratación e intermediación laboral. Estudio de las leyes
18.099 y 18.251, Fundación de Cultura Universitaria, Montevideo,
2008, pp. 170-171).
A NALISIS
En la subcontratación el principio de protección de la
vida y la salud del trabajador se estructura y opera,
pues, en dos estratos bien definidos: en la base está la
obligación del contratista o subcontratista empleador;
por sobre ellos, la obligación de supervigilancia de la
empresa principal.
A diferencia de lo que acontece con las obligaciones
pecuniarias, aquí la empresa mandante no es codeudora
de obligaciones del contratista o subcontratista emplea-
dor, sino deudora de obligaciones propias y específicas,
por cuyo incumplimiento responderá directamente y no
como una consecuencia automática del incumplimiento
de la obligación general de prevención que el art. 184 del
Código del Trabajo impone al empleador directo. Como
apuntó Corral, no es una responsabilidad derivada, sino
una responsabilidad por culpa propia2.
Pese a que la legislación distingue nítidamente entre es-
tos dos regímenes (obligaciones pecuniarias v/s obliga-
ción de prevención) y, dentro del régimen de prevención,
las obligaciones frente a trabajadores propios y ajenos,
la sentencia de unificación de jurisprudencia de la Corte
Suprema de 10 de junio de 2014, Rol 10.139-2013, ha
dado lugar a una lamentable confusión, siendo que el
mismo tribunal había manifestado una muy correcta
comprensión del asunto en fallos anteriores3. También
alguna doctrina ha procedido a confundir los regímenes4.
Por otra parte, la profesora María Cristina Gajardo,
tras analizar la jurisprudencia sobre el art. 183-E del
Código del Trabajo ha desglosado cuatro problemas
interpretativos5, a saber:
1°) Si, por aplicación del art. 183-B del Código del Tra-
bajo, la empresa principal es responsable solidaria de
la indemnización a que resulte condenado el empleador
por incumplimiento de su deber de seguridad;
2°) Si la responsabilidad directa de la empresa principal
que surge del art. 183-E es compatible con la respon-
sabilidad solidaria del art. 183-B;
2
Corral, Hernán: “Concurrencia de acciones de responsabilidad
civil contractual y extracontractual en los daños causados por
accidente del trabajo”, en Revista Chilena de Derecho Privado,
N°14, Julio 2010, p. 17.
3
Vid. Sentencia de 27 de marzo de 2013, Rol N° 5.620-2012;
y sentencia de 25 de febrero de 2014, Rol N°9858-2013.
4
Así en Núñez, Cayetano: Prevención de riesgos laborales
en Chile, Librotecnia, Santiago, 2014, pp. 165 y ss.
5
Gajardo, María Cristina: Accidentes del trabajo y enfermeda-
des profesionales, Thomson Reuters, Santiago, 2015, pp. 191-193.
Revista Laboral Chilena, Junio 2018
3°) Si el deber de prevención de la empresa principal
respecto de trabajadores ajenos se circunscribe a las
obligaciones que establece el art. 66 bis de la Ley
Nº16.744 o son las mismas que derivan del art. 184
del Código del Trabajo; y
4°) Si el deber de seguridad que asiste a la empresa
principal respecto de los trabajadores de contratistas y
subcontratistas se replica en la relación entre contratistas
y subcontratistas.
En las líneas siguientes intentaré dar respuesta a estos
problemas. También me haré cargo de la cuestión rela-
tiva a la naturaleza de la responsabilidad de la empresa
principal y de la judicatura ante la cual debe perseguirse.
1. Respuesta al primer problema: La responsabilidad
solidaria que el art. 183-B del Código del Trabajo
impone a la empresa principal sólo alcanza a las
obligaciones dinerarias que incumpla el contratista.
Tal como observó el profesor Hernán Corral, “el legisla-
dor dividió […] la responsabilidad del dueño de la obra
respecto de las obligaciones laborales y previsionales 71
de aquellas que puede serle imputable por accidentes
del trabajo”6.
En efecto, las obligaciones de la empresa principal
en materia de prevención de riesgos son distintas de
las comprendidas en los artículos 183-B, 183-D y 209
del Código del Trabajo, no solo por su especie, puesto
que aquellas son obligaciones de hacer y mientras
que éstas son de dar (en rigor dinerarias), sino, sobre
todo, por la diferente naturaleza de los bienes jurídicos
protegidos por cada una de ellas, a saber, la garantía
de la obligación retributiva de un lado y la prevención
de riesgos laborales (o protección de la vida y salud de
los trabajadores), por otro.
Pero estos dos regímenes obligacionales no solo son
distintos, sino que, además, incompatibles, pues las
obligaciones de hacer quedaron expresamente excluidas
del régimen de responsabilidad solidaria/subsidiaria
6
Corral, Hernán: “Subcontratación y responsabilidad civil por
accidentes del trabajo” en El Mercurio Legal, columna publicada
el 13 de agosto de 2014. En igual sentido, Tapia, Francisco y
Domínguez, Carmen: “La externalización productiva a través de
la subcontratación empresarial en la experiencia chilena”, en
Monereo, José Luis y Perán, Salvador (dirs.): La externalización
productiva a través de la subcontratación empresarial, Editorial
Comares, Granada, España, 2018, p. 428 y ss.
 de la empresa principal que emana del art. 183-B. No
solo porque el propio art. 183-B circunscribe la respon-
sabilidad de la empresa principal expresamente a las
obligaciones de dar, sino también porque así se dejó
asentado en la historia fidedigna del establecimiento
de la ley Nº 20.123.
En efecto, de acuerdo con el mensaje del último veto
presidencial que afectó al proyecto -veto que fue ínte-
gramente aprobado por ambas cámaras-, se ha querido
excluir del ámbito objetivo de la responsabilidad del
empresario principal las obligaciones de hacer y las de
dar derivadas del cumplimiento por equivalencia de las
obligaciones de hacer, como asimismo aquéllas obliga-
ciones de origen contractual que gravan el patrimonio
del empleador. Al respecto, el citado mensaje señala:
“Otra inquietud que se formuló durante la discusión del
proyecto, fue precisar la responsabilidad del mandan-
te, en atención a que las normas aprobadas por el H.
Congreso podían suponer una extensión en el ámbito
de las obligaciones de responsabilidad de la empresa
principal a las obligaciones de hacer o a las obligaciones
72 de dar derivadas del cumplimiento por equivalencia
de las obligaciones de hacer. Lo anterior obedece
a la amplitud de lo que constituyen las obligaciones
laborales y previsionales, sea que emanen de la ley o
el contrato”. Agrega el mensaje que “con el objeto de
zanjar cualquier duda en la aplicación jurisprudencial,
entonces, se precisa, en el art. 183-B, que la empresa
principal que no hace efectivo su derecho de información
y de retención respecto a las obligaciones laborales y
previsionales que afectan a los contratistas y subcon-
tratistas, será solidariamente responsable únicamente
respecto de las obligaciones laborales y previsionales
“de dar” a favor de los trabajadores de éstos, incluidas
solamente las indemnizaciones legales. Se excluyen,
en consecuencia, las de naturaleza contractual”7.
La responsabilidad de la empresa principal respecto de
las obligaciones laborales y previsionales de dar del con-
tratista, surge ante el incumplimiento de éste y deriva de
la posición de codeudora que ocupa la empresa principal
en virtud de la ley. Las obligaciones y eventuales respon-
sabilidad por incumplimiento relativas a la prevención
de riesgos laborales, se someten a un régimen legal y
reglamentario distinto. Esto lo comprendió muy bien la
Corte Suprema en su momento: “…no obstante, que
los textos de los artículos 183-B y 183-D del Código del
Trabajo establecen respecto del dueño de la obra una
7
Oficio N°89-345 de 5 de junio de 2010.
Revista Laboral Chilena, Junio 2018
responsabilidad por garantía en relación a las obligacio-
nes laborales y previsionales de dar que debe satisfacer
el empleador respecto de sus trabajadores, erigiendo a
aquél en responsable solidario o subsidiario según se
hubiere cumplido o no con las exigencias previstas por
la última norma citada, -y acotadas estas obligaciones
en la forma que explicitan estos textos-, lo cierto es que
tratándose de un accidente del trabajo la ley reguló la
situación imponiendo a la empresa principal (dueña de
la obra) un deber de protección especial en el artículo
183-E del Código del ramo, deber que se expresa en
similares términos a aquél que el artículo 184 impone
al empleador contratista o subcontratista”8.
La fuente de las obligaciones de la empresa principal
en materia de prevención de riesgos se halla en normas
contenidas en otros artículos del Código del Trabajo,
distintos del art. 183-B, principiando por el 183-E de
ese cuerpo legal y continuando por las demás disposi-
ciones legales y reglamentarias a las que este precepto
remite. Se trata de obligaciones que la ley le impone
directamente a la empresa principal y su responsabilidad
deriva de incumplimiento propio. En consecuencia, “…la
responsabilidad solidaria o subsidiaria de la dueña de
la obra, empresa o faena, no alcanza al incumplimiento
de la obligación de seguridad de la empresa contratista,
toda vez que la ley N° 20.123 creó un sistema regulatorio
diferenciado sobre la obligación de seguridad, como se
aprecia en el artículo 183-E…”9.
La Corte Suprema señaló en su momento respecto del
art. 183-E: “Se establece en él una obligación particular y
especial para el dueño de la obra en materia de higiene y
seguridad [y] responsabilidad directa que recae sobre la
empresa principal para el evento que incumpla el deber
de cuidado que el mismo texto le impone, de modo tal
que perseguir su responsabilidad por un accidente del
trabajo supone determinar claramente la conducta que
por acción u omisión de su parte configuró un incum-
plimiento de ese deber personal y directo, así como la
relación entre esa conducta y los daños reclamados”10.
8
CS, Sentencia de 27 de marzo de 2013, Rol N° 5.620-2012
(considerando segundo).
9
Prado, Pamela: La subcontratación y el suministro en el
Derecho Civil, Legal Publishing, Santiago, 2009, p. 96.
10
CS, Sentencia de 27 de marzo de 2013, Rol N° 5.620-2012
(considerando cuarto).
A NALISIS
Comentando este fallo, el profesor Marcelo Barrientos
señala que “…la responsabilidad de la empresa principal
en un accidente del trabajo sólo puede ser declarada en
virtud de un incumplimiento de las obligaciones propias
y particulares que la ley le ha impuesto sobre la materia,
y no como garante de las obligaciones que ha debido
cumplir el empleador, es decir, el contratista”11.
Así las cosas, respecto del primer problema interpre-
tativo planteado por la profesora Gajardo, acerca de
si la empresa principal responde solidariamente de la
indemnización a que resulte condenado el empleador
directo por incumplimiento de su deber de seguridad, la
respuesta es no. Para que se haga efectiva la responsa-
bilidad civil de la empresa principal “va a ser necesario
demandar a la empresa principal por su hecho propio”12,
resultando improcedente demandarla en calidad de co-
deudora solidaria/subsidiaria del contratista en virtud del
art. 183-B. “La responsabilidad de la empresa principal
sería subjetiva, por tanto si acredita haber cumplido su
obligación de seguridad no le cabe responsabilidad”13.
2. Respuesta al segundo problema: Frente a un
mismo hecho dañoso en que concurre culpa de la
empresa principal y del contratista la responsabi-
lidad es solidaria por aplicación del artículo 2317
del Código Civil.
La profesora Gajardo ha planteado un segundo problema
conexo con el anterior: “…algunos tribunales sostienen
que este tratamiento diferenciado que hace el legislador
impide calificar esta responsabilidad como solidaria o
subsidiaria […] de manera que solo cabe la responsa-
bilidad simplemente conjunta […] ; otros tribunales, en
cambio, vienen resolviendo que esta responsabilidad
directa no elimina la solidaridad pasiva que la ley esta-
bleció para la empresa principal…”14.
La cuestión es compleja. El problema surge por la
concurrencia de incumplimiento de ambas empresas
-principal y contratista- que operan como concausas del
daño sufrido por el trabajador. “En este caso estamos
Barrientos, Marcelo: “Sentencia de unificación sobre res-
11
ponsabilidad de la empresa principal en accidentes del trabajo
subcontratado”, en Revista Chilena de Derecho, vol. 40 Nº 3, pp.
1001 - 1016 [2013], p. 1007.
12
Prado, Pamela: Op cit. p. 97.
13
Matus, Laura: “Responsabilidad de la empresa principal
por accidentes del trabajo de los dependientes del contratista”,
en VVAA: Temas de derecho del trabajo, Librotecnia, Santiago,
2014, p. 75.
14
Gajardo, María Cristina: Op cit. p. 192.
Revista Laboral Chilena, Junio 2018
ante el clásico problema de la pluralidad de causas o
concausas, por lo que debemos cuestionarnos de qué
manera responderán ambas empresas por el daño
sufrido por el trabajador”15. Se trata del problema de la
obligación a la deuda.
Por los razonamientos ya expuestos queda claro que la
responsabilidad por accidente laboral escapa del objeto
de la responsabilidad solidaria del art. 183-B del Códi-
go del Trabajo que solo alcanza al incumplimiento de
obligaciones pecuniarias del contratista. Sin embargo,
lo dicho no descarta de plano la solidaridad entre la
empresa principal y la contratista en razón, no ya des-
de el art. 183-B del Código del Trabajo, sino desde lo
dispuesto en el art. 2317 del Código Civil, conforme al
cual “si un delito o cuasidelito ha sido cometido por dos
o más personas, cada una de ellas será solidariamente
responsable de todo perjuicio procedente del mismo
delito o cuasidelito…”.
Como advierte el profesor Barros16, para decidir si
resulta aplicable esta norma debe determinarse si las
negligencias múltiples generan hechos múltiples o si se
trata de un solo hecho que causa daño en que participan 73
dos o más personas conjuntamente, pues el 2317 solo
se refiere a esta última hipótesis. bvEl profesor Barros
señala que puede darse por configurado un mismo
hecho, entre otros casos, “…porque la producción del
daño se debe a la participación simultánea de varias
culpas (como cuando un atropello es consecuencia de
un choque entre quien conduce a exceso de velocidad
y quien ha ignorado una señal de preferencia)”17.
Si el daño sufrido por el trabajador no puede atribuirse
a un solo hecho, no habrá solidaridad legal entre la
empresa principal y el contratista. “Sin embargo, des-
de el punto de vista de la obligación para la víctima,
cada uno de quienes han intervenido causalmente en
la producción del daño es responsable por el total de
los perjuicios, porque […] la concurrencia de culpas no
excluye ni disminuye la responsabilidad”18.
La profesora Prado discute la aplicabilidad de esta
norma puesto que su tesis es que la responsabilidad
15
Prado, Pamela: Op cit. p. 99.
16
Barros, Enrique: Tratado de responsabilidad extracontrac-
tual, Editorial Jurídica de Chile, Santiago, 2006 (reimp. 2007),
pp. 420-424.
17
Barros, Enrique: Op. cit. p. 423,
18
Barros, Enrique: Op. cit. p.423.
 empresarial que surge de la infracción del deber de
seguridad laboral tiene naturaleza contractual, mientas
que la regla del art. 2317 del Código Civil se refiere a
la responsabilidad extracontractual19. Sin embargo, el
deber de conducta, cuyo incumplimiento genera el daño,
está establecido directamente en la ley tanto para la
empresa principal como para el contratista, lo que en
mi opinión -y en la de otros- sitúa esta responsabilidad
en el ámbito de la responsabilidad extracontractual20.
3. Respuesta al tercer problema: Alcance del deber
de protección de la empresa principal. La necesaria
distinción entre protección de trabajadores propios
y protección de trabajadores ajenos.
La profesora María Cristina Gajardo señala que “el tercer
dilema interpretativo se vincula con las dimensiones del
deber de seguridad de la empresa principal, ya que por
una parte se ha resuelto a partir del tenor expreso del
artículo 183-E del Código del Trabajo que de él emanan
deberes muy concretos, que son los establecidos en el
artículo 66 bis de la ley N° 16.744 […]; en un sentido
74 contrario, otras sentencias atribuyen al deber de protec-
ción de la empresa principal una dimensión análoga a
la que le asiste al empleador en virtud del artículo 184
del Código del Trabajo”21.
El profesor Cayetano Núñez desarrolla también esta
cuestión y se pregunta: “…qué quiere decir el artículo
183-E del CT cuando señala que el empresario principal
adoptará las medidas necesarias ‘de conformidad’ con
el 66 bis LAT. De un lado, cabe interpretar que todos
tienen la obligación de proteger eficazmente con todos
los medios a su alcance, con la condición de que dicha
obligación operará cuando la relación mercantil se
dé entre empresas del mismo giro; y, además, que la
principal tiene una obligación accesoria, la ya histórica
de vigilar el cumplimiento efectivo de dicha obligación
a las empresas que contrató. Aunque, de otro lado,
podría entenderse que la expresión de conformidad
con el artículo 66 bis LAT, además de la condición del
propio giro, está limitando la medida a la exclusiva
obligación de vigilar que los empleadores contratados
cumplan con sus obligaciones preventivas y a imponer
una gestión preventiva conjunta, únicas que contempla
el 66 bis LAT”22.
19
Prado, Pamela: Op. cit. p. 100.
20
Vid. Rodríguez, Pablo: Responsabilidad extracontractual,
Editorial Jurídica de Chile, Santiago, 1999 (reimp. 2002) p.12.
21
Gajardo, María Cristina: Op. cit. p. 192.
22
Núñez, Cayetano: Op. cit. pp. 169-170
Revista Laboral Chilena, Junio 2018
Núñez descarta la segunda interpretación por cuanto
vaciaría de contenido la norma del art. 183-E que “…tan
solo reiteraría lo que ya estaba contemplado en la LAT”
y, además, se alejaría de los fines de la legislación sobre
subcontratación en orden a “...dotar de más protección
y garantías al trabajador ante la presencia de diferentes
empresarios”23. En igual sentido, la profesora Irene Rojas
parece entender que, tanto respecto de trabajadores
propios como ajenos, la empresa principal estaría sujeta
a la obligación general de seguridad en el trabajo del
art. 184 CT y que el art. 183-E remitiría a unas “normas
de desarrollo” de esa obligación general24.
En mi opinión Nuñez incurre en un error, puesto que
piensa que la norma del art. 183-E del Código del Tra-
bajo es posterior a la del art. 66 bis de la Ley Nº16.744,
siendo que ambos artículos fueron introducidos simul-
táneamente por la Ley Nº 20.123/2006.
En conclusión, en cuanto al alcance del deber de pro-
tección de la empresa principal, es preciso comprender
que el art. 183-E CT distingue dos situaciones:
1ª) “[L]as obligaciones de la empresa principal, contratis-
ta y subcontratista respecto de sus propios trabajadores”.
Estas obligaciones se rigen por el art. 184 del Código
del Trabajo, conforme al cual:
“El empleador estará obligado a tomar todas las me-
didas necesarias para proteger eficazmente la vida y
salud de los trabajadores, informando de los posibles
riesgos y manteniendo las condiciones adecuadas de
higiene y seguridad en las faenas, como también los
implementos necesarios para prevenir accidentes y
enfermedades profesionales.
“Deberá asimismo prestar o garantizar los elementos
necesarios para que los trabajadores en caso de acci-
dente o emergencia puedan acceder a una oportuna y
adecuada atención médica, hospitalaria y farmacéutica”.
2ª) Las “medidas necesarias” exigibles a la empresa
principal para “proteger eficazmente la vida y la salud”
de los trabajadores en régimen de subcontratación.Tales
“medidas necesarias” son estrictamente las previstas en
Op. cit. p. 171.
23
Rojas, Irene: Subcontratación laboral, suministro de trabajo
24
y cesión ilegal de trabajadores, Thomson Reuters, Santiago,
2011, pp. 79-80.
A NALISIS
art. 66 bis de la Ley 16.74425 y su reglamento (Decreto
Supremo N° 76 de 2006 del Ministerio del Trabajo y
Previsión Social) y las del art. 3° del DS N°594 de 1999.
Las obligaciones son las siguientes:
1) La principal es obligación de “vigilar el cumplimiento
por parte de [...] contratistas o subcontratistas de la
normativa relativa a higiene y seguridad”.
2) Cuando la obra, faena o servicio involucra más de 50
trabajadores, englobando propios y ajenos, la obligación
de vigilancia se especifica en la de implementar un “sis-
tema de gestión de la seguridad y salud en el trabajo”.
A esta materia se refiere el Decreto Supremo N° 76 de
2006 del Ministerio del Trabajo y Previsión Social, que
es el Reglamento del art. 66 bis de la Ley Nº 16.744.
3) La empresa principal debe “velar por la constitución
y funcionamiento de un Comité Paritario de Higiene y
Seguridad y un Departamento de Prevención de Riesgos
para tales faenas”.
4) La empresa principal debe “mantener en los lugares
de trabajo las condiciones sanitarias y ambientales
necesarias para proteger la vida y la salud de los tra-
bajadores” con arreglo a las disposiciones del Decreto
Supremo Nº 594, de 1999, del Ministerio de Salud.
25
Art. 66 bis.“Los empleadores que contraten o subcontraten
con otros la realización de una obra, faena o servicios propios
de su giro, deberán vigilar el cumplimiento por parte de dichos
contratistas o subcontratistas de la normativa relativa a higiene y
seguridad, debiendo para ello implementar un sistema de gestión
de la seguridad y salud en el trabajo para todos los trabajadores
involucrados, cualquiera que sea su dependencia, cuando en su
conjunto agrupen a más de 50 trabajadores.
“Para la implementación de este sistema de gestión, la em-
presa principal deberá confeccionar un reglamento especial para
empresas contratistas y subcontratistas, en el que se establezca
como mínimo las acciones de coordinación entre los distintos em-
pleadores de las actividades preventivas, a fin de garantizar a todos
los trabajadores condiciones de higiene y seguridad adecuadas.
Asimismo, se contemplarán en dicho reglamento los mecanismos
para verificar su cumplimiento por parte de la empresa mandante
y las sanciones aplicables.
“Asimismo, corresponderá al mandante, velar por la constitución
y funcionamiento de un Comité Paritario de Higiene y Seguridad
y un Departamento de Prevención de Riesgos para tales faenas,
aplicándose a su respecto para calcular el número de trabajadores
exigidos por los incisos primero y cuarto, del artículo 66, respecti-
vamente, la totalidad de los trabajadores que prestan servicios en
un mismo lugar de trabajo, cualquiera sea su dependencia. Los
requisitos para la constitución y funcionamiento de los mismos
serán determinados por el reglamento que dictará el Ministerio
del Trabajo y Previsión Social”.
Revista Laboral Chilena, Junio 2018
3.1. Subcontratación fuera del giro
La situación de aplicación de la norma contenida en
citado art. 66 bis de la Ley Nº 16.744 determina que
las obligaciones allí previstas solo son exigibles a
aquella empresa principal que contrata o subcontrata
con otros la realización de una obra, faena o servicio
propios de su giro. Por consiguiente, para que surja
la obligación de vigilancia de la empresa principal en
materia de seguridad será necesario que exista una
estrecha conexión funcional entre ella y los contratistas.
Las actividades subcontratadas relevantes a la hora
de generar la obligación de vigilancia son únicamente
aquellas vinculadas directamente al ciclo productivo de
la empresa principal, esto es, al conjunto de operacio-
nes básicas, ordinaria y directamente encaminadas a
la obtención del fin productivo26.
Corolario de lo anterior es que cierto tipo de contratos
entre empresa principal y contratistas o subcontratistas
no dará lugar a las obligaciones del artículo 66 bis de la
Ley Nº 16.744. Me refiero a los contratos y subcontratos
extravagantes, esto es, aquellos que tienen por objeto
obras o servicios ajenos al ciclo productivo de la empresa 75
principal, conectadas solo de modo indirecto con el fin
productivo y las actividades regulares de la misma. A
modo de ejemplo, no surgirán para la empresa princi-
pal las obligaciones del artículo 66 bis respecto de las
empresas contratistas de aseo, vigilancia; alimentación;
control de plagas; mantenimiento, etc., salvo, claro está,
que cualquiera de esos sea precisamente el giro de la
empresa principal.
Con todo, lo dicho no importa que la empresa principal
vaya siempre a resultar irresponsable en caso del acci-
dente laboral o enfermedad profesional del trabajador
de un contratista extravagante. Solo queda excluida de
la culpa infraccional por incumplimiento de las obligacio-
nes emanadas del artículo 66 bis de la Ley Nº 16.744,
puesto que, como quedó dicho, tales obligaciones no
alcanzan a la empresa principal en estas hipótesis de
subcontratación fuera de su giro.
26
Sobre este tema, véase: Fernández, Raúl: “Responsabilidad
de la empresa principal en prevención de riesgos laborales: ámbito
de aplicación y significado del requisito contratas y subcontratas
propias del giro de la empresa principal”, en Revista Chilena de
Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social N°10 , vol. 5, 2014,
pp. 69-84
 Sin embargo, en caso de que el accidente o la enferme-
dad se deban a culpa o dolo de la empresa principal,
esto es ante un delito o cuasidelito civil, la víctima y las
demás personas a quienes el accidente o enfermedad
cause daño podrán de todos modos reclamar su res-
ponsabilidad conforme a las reglas del derecho común,
según lo dispone el art. 69 letra b) de la Ley Nº 16.744,
puesto que según la norma citada tal responsabilidad
opera no solo contra el empleador sino contra cualquier
tercero causante del daño.
3.2. Subcontratación bajo el mínimo legal del art. 66
bis de la Ley Nº 16.744
Cuando la obra, faena o servicio no involucre más de 50
trabajadores, englobando propios y ajenos, la obligación
de la empresa principal de vigilar el cumplimiento por
parte de contratistas o subcontratistas de la normativa
relativa a higiene y seguridad, subiste, pero no conlleva
la de implementar el “sistema de gestión de la seguridad
y salud en el trabajo”. Resulta evidente que en tales
casos, el contenido de tal obligación no será tan prolijo
76 como en faenas de mayor envergadura, lo que confiere
a los jueces cierta discrecionalidad para determinar
ese contenido y decidir sobre la culpa infraccional de
la empresa principal y su responsabilidad.
4. Respuesta al cuarto problema: La ley no establece
una obligación especial de seguridad del contratista
respecto de los trabajadores del subcontratista.
Finalmente, la profesora Gajardo plantea la cuestión re-
lativa al “…deber de seguridad de la empresa contratista
respecto de los trabajadores de su subcontratista, ya
que se ha resuelto que a la contratista no le corresponde
velar por la vida y seguridad de los trabajadores del
subcontratista, puesto que ello es una obligación de este
último y de la empresa principal dueña de la obra”27.
En contra de esta solución jurisprudencial podría afir-
marse que el contratista debería asumir frente a los
subcontratistas el papel de empresa principal en lo que
atañe a la obligación de seguridad. Pero tal predica-
mento supone sobrepasar la tipicidad de la extensión
subjetiva de dicha obligación por vía analógica. En mi
opinión tal cosa no se justifica.
Para resolver esta interrogante es importante consignar
que no se puede entender la responsabilidad directa
27
Gajardo, María Cristina: Op. cit. p. 193.
Revista Laboral Chilena, Junio 2018
que el art. 183-E del Código del Trabajo hace recaer
sobre la empresa principal respecto de las condiciones
de seguridad e higiene en el trabajo, sin considerar el
elemento locativo. Esta responsabilidad se extiende a
"todos los trabajadores que laboran en su obra, empresa
o faena, cualquiera sea su dependencia", lo cual sólo
resulta razonable cuando dichos trabajadores prestan
servicios en un espacio físico de (o controlado por)
la empresa principal ¿Quién sino el propio titular del
espacio físico donde convergen trabajadores propios
y ajenos está en condiciones de adoptar las medidas
necesarias para proteger eficazmente la vida y la salud
de los mismos y coordinar con los distintos empleado-
res de las actividades preventivas? El contratista no es
titular del espacio físico donde se ejecutan las faenas,
de modo que no tiene sentido duplicar a su respecto las
obligaciones de la empresa principal. Su interposición
entre la empresa principal y el subcontratista-empleador
solo podría perturbar la necesaria coordinación de las
acciones preventivas a que está obligada aquella.
5. Responsabilidad extracontractual perseguible
en sede laboral
La responsabilidad de la empresa principal es extracon-
tractual puesto que para que haya trabajo en régimen de
subcontratación el trabajador debe estar subordinado
exclusivamente al contratista y no a la empresa princi-
pal. Dicho de otro modo, si hay subcontratación no hay
contrato laboral entre la víctima y la empresa principal.
Según Corral “el que el dueño de la faena ‘no sea total-
mente ajeno a la relación laboral’ es una cuestión de la
organización del trabajo, pero no un vínculo jurídico, ni
menos de carácter contractual entre la empresa principal
y los trabajadores de sus contratistas”28.
Ahora bien, se ha producido una confusión entre los
civilistas al considerar determinante el estatuto jurídico
aplicable a la responsabilidad civil de la empresa principal
a efectos de determinar la judicatura competente para
conocer de la demanda. Así Corral -que se inclina por
la responsabilidad aquiliana- considera que los juzga-
dos del trabajo deben declarase incompetentes; que la
acción debe interponerse ante los jueces civiles y que,
por ende, “…no parece posible acumular la acción contra
el empleador responsable y contra la empresa principal
28
Corral, Hernán: “Concurrencia de acciones de responsabili-
dad civil contractual y extracontractual en los daños causados por
accidente del trabajo”, en Revista Chilena de Derecho Privado,
N°14, Julio 2010, p. 16.
en un solo juicio ante el juez laboral”29. Por su parte,
Pamela Prado parece esforzarse por fundamentar el
carácter contractual de la responsabilidad de la empresa
principal, puesto que lo considera indispensable para
que la demanda pueda entablarse en sede laboral30.
Los autores citados no repararon en que el art. 183-
B, inc. cuarto, del Código del Trabajo establece que
el trabajador, al entablar la demanda en contra de su
empleador directo, podrá hacerlo en contra de todos
aquellos que puedan responder de sus derechos, en
conformidad a las normas de este Párrafo. La norma
del art. 183-E pertenece también al Párrafo 1° del Título
VII, del Libro I del Código del Trabajo, de manera que
la responsabilidad a que dé lugar su infracción -sea
contractual o extracontractual- puede ser conocida por
el tribunal del trabajo si el actor cumple los términos del
citado art. 183-B31. Vale decir: El tribunal del trabajo será
competente para conocer de la demanda para hacer
efectiva la responsabilidad de la empresa principal
por incumplimiento de sus obligaciones de seguridad,
en litisconsorcio pasivo necesario con el contratista o
subcontratista empleador.
6. Conclusiones
1ª) El artículo 183-E del Código del Trabajo establece
obligaciones directas de la empresa principal en materia
de seguridad respecto de trabajadores ajenos. Tales
obligaciones son estrictamente las previstas en art.
66 bis de la Ley Nº 16.744 y su reglamento (Decreto
Supremo N° 76 de 2006 del Ministerio del Trabajo y
Previsión Social) y las del art. 3° del DS N°594 de 1999.
2ª) En caso de accidente del trabajo o enfermedad
profesional de trabajadores de contratistas o subcon-
tratistas surgirá responsabilidad para la empresa prin-
cipal en caso de incumplimiento de sus obligaciones
de seguridad.
29
Corral, Hernán: “Concurrencia de acciones de responsabili-
dad civil contractual y extracontractual en los daños causados por
accidente del trabajo”, en Revista Chilena de Derecho Privado,
N°14, Julio 2010, p. 18.
30
Op. cit. pp. 97-98.
31
En España, la consideración triangular (empresa principal,
empresa auxiliar y empleados de ésta) se esgrime para justificar
la competencia del orden jurisdiccional social en estos casos, si
bien se reconoce que la reclamación del trabajador frente a la
empresa principal (que no es su empleadora) deriva de culpa
extracontractual (Sempere, Antonio y San Martin, Carolina: La
indemnización por Daños y Perjuicios en el Contrato de Trabajo,
Thomson Aranzadi, Navarra, 2003, p.119).
Revista Laboral Chilena, Junio 2018
3ª) Las responsabilidades del art. 183-B del Código
del Trabajo solo alcanzarán a la empresa principal en
caso de incumplimiento de obligaciones dinerarias del
contratista o subcontratista con sus trabajadores, pero
no en caso de accidente o enfermedad profesional
causado exclusivamente por éstos a sus trabajadores.
4ª) La empresa principal puede llegar a ser solidaria-
mente responsable con el contratista o subcontratista
empleador si un mismo accidente o enfermedad profe-
sional ha sido causado por todos ellos, por aplicación
del artículo 2317 del Código Civil.
5ª) La ley no establece una obligación especial de
seguridad del contratista respecto de los trabajadores
del subcontratista ni autoriza al juez para establecerla
por analogía.
6ª) La responsabilidad de la empresa principal por in-
cumplimiento de sus obligaciones de seguridad respecto
de trabajadores ajenos es extracontractual, aunque per-
seguible en sede laboral mediante litisconsorcio pasivo
necesario con el contratista o subcontratista empleador.
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