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Sebastián Frías Historias del Más Allá

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Sebastián Frías Historias del Más Allá

Sebastián Frías
Historias del Más Allá

Ediciones Freelive, Barcelona, España


Colección Ciencias ocultas
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Sebastián Frías Historias del Más Allá

Índice
Conversaciones reales con el otro mundo
La niña de la cuarta dimensión
Los misterios del sexto continente
El asesino vive nel siglo 22 ● cuento
Invasión mundial de extraterrenos

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OCR en agosto de 2015

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Conversaciones reales con el otro


mundo
Allí estaban todos. Seis personas alrededor de una
máquina grabadora ultra sensitiva supuesta a grabar
conversaciones con personas muy lejos no en otro continente
pero en otro mundo.
ólo recientemente se comenzó la investigación en ese campo abandonado por la
parapsicología. Teniendo en cuenta la serie de fenómenos que en la última década
cambiaron completamente la imagen de lo desconocido, la parapsicología se vio
activada por una enorme cantidad de corrientes distintas y todas dignas del más
profundo estudio.
Debido a eso, y quizá por la falta de experimentación, el fenómeno de la
comunicación con seres del más allá se abandonó completamente.
Pero las pruebas de que los espíritus hablan se acumularon durante décadas. Esas
conversaciones fueron y son por medio de los médium. Sin duda, las sesiones realizadas
por los médium alrededor del mundo en los últimos 100 años serían suficientes para
llenar una enciclopedia.
Pero el fenómeno de las conversaciones grabadas con espíritus es relativamente
reciente en método experimental.

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Podemos decir que además estamos abriendo una puerta que por casualidad fue
descubierta hace muy poco tiempo.
Proyección astral, astrología científica, esoterismo, telekinesis… son estudios diarios
y constantes en las escuelas parasicológicas.
Pero la comunicación grabada con los seres descarnados tiene origen en una fecha
tan reciente cuanto 1959 y se debió a una simple casualidad.
En 1959 doctor Karl Jurgenson estaba grabando su especialidad, zoología, en una
grabadora portátil nel jardín de su casa en Utá, recogiendo los llamados de distintas
especies de pájaro.
En un momento de descanso puso la grabadora en reversa para escuchar los diversos
tonos y entonces sintió un susurro, después otro, otro. Eran voces humanas.
Profesor Jurgenson quedó desconcertado. Miró alrededor, comprobando que todo el
tiempo estuvo solo en su jardín de considerable tamaño.
¿Sería posible que algún grupo de personas estaba en la cercanía y accidentalmente
la máquina recogió sus palabras? Altamente improbable.
La distancia del lugar donde estaba hasta el final de su propiedad era casi de 0,5km
de verde y despejado césped. Y como si eso fuese poco, no había brisa capaz de llevar
las misteriosas voces hasta la grabadora.
Doctor Jurgenson tuvo el sexto sentido de los científicos natos. Percibió que allí
había algo fuera de lo normal. Algo que merecía la pena estudiar con mayor amplitud.
En aquel momento profesor Jurgenson aún estaba muy lejos de imaginar que tocara la
frontera más cercana con lo desconocido: L de la comunicación directa con los espíritus.
Tomó la grabadora y fue hacia la sala en su casa. Allí, nel silencio de las paredes
vacías, colocó de nuevo la maquinaria. En esa vez hizo preguntas definidas.
Cuando colocó el sonido en reversa escuchó respuestas.
Mucha agua corrió desde cuando Jurgenson tropezó accidentalmente nel mundo de la
comunicación con los espíritus.
Hoy los científicos se dedican a tiempo completo sobre ese asunto. Esos científicos
transformaron un mundo de broma en estudio profundo, metódico y conservador,
respetado por la parasicología moderna en particular.
De todos los experimentos parasicológicos, las conversaciones con los espíritus
grabadas son las más auténticas. Sencillamente porque una cinta grabada puede ser
colocada y escuchada cientos de veces.
Es una prueba evidente y física de un mundo no físico y no visible.
Tenemos en nuestros días a varios científicos de reputada imagen trabajando en las
voces grabadas. Científicos tales como doctor Konstantin Raudive trabajando en
Alemania y Atila von Szalay, conocido mayormente por sus éxitos nel campo de la
proyección astral y la clarividencia.
Debemos decir, en honor a la verdad, que el pionero en ese campo fue von Szalay, ya
que proporcionó voces grabadas tres años antes del accidental descubrimiento de
profesor Jurgenson.
Walter Uphoff, los hermanos Lameaux en Francia… La lista parece interminable.
— Pero ¿qué son en realidad las voces. Qué razón tienen esas voces para se
comunicar con nosotros. Por qué las escuchamos?
Bart Ellis es un trabajador social licenciado de la universidad. Es un miembro del
consejo en la sociedad para el estudio psíquico (con base central en California).
Estuvo envuelto en descubrimientos psíquicos y estudios en la materia durante más
de 17 años consecutivos. Puede ser considerado uno de los pioneros en los estudios
serios y concentrados sobre fenómenos sobrenaturales. Tuvo primer contacto con el

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mundo de las voces espirituales hace cinco años, cuando estudiaba el fenómeno de las
casas embrujadas.

Mientras grababa los ruidos en la casa, descubrió ciertas voces que suspiraban y
hablaban de forma coherente.
— ¿Qué significa?
Desde entonces se convirtió en ferviente estudioso de las conversaciones con el Más
Allá. Sus investigaciones dieron pie al descubrimiento de nuevas técnicas y procesos
más estables para grabar las voces. Es el único del grupo de científicos estudiosos en la
materia con una teoría independiente.
Cree que 90% de las voces grabadas pertenecen a espíritus o almas desencarnadas.
Pero también afirma hay 10% restante puede ser atribuido a dos causas.
La primera es el espacio-tiempo.
Está convencido de que vivimos en un mundo espiral. Un mundo donde nada pasa
porque ya todo pasó. En otras palabras: Vivimos en un flujo y reflujo de pasado,
presente y futuro. De esa forma las voces (10%) grabadas son producto de voces
humanas que quedaron suspendidas en la dimensión intermedia entre los tiempos.
Es como si alguien profiriese una palabra o una sentencia nel año 1400 y esa
sentencia quedase colgando nel tiempo debido a una fisura en las leyes naturales. Esa
sentencia volverá cada vez que la máquina se coloque cerca de esa fisura, que según
Ellis nada tiene a ver con los espíritus.
La segunda se refiere a los extraterrenos. Los extraterrenos que circunvalan el
universo viajan en una dimensión carente de espacio-tiempo. Sus palabras pueden llegar
a nosotros mediante brechas en la energía cósmica que nos bombardea 24 horas al día.

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Sus estudios más recientes están directamente relacionados sobre la trasmisión de


esas voces mediante un sistema de contestación telefónica. Es un concepto nuevo y
distinto que amplifica aún más la incógnita de las voces.
Sucedió en una tarde, cuando volvía de una fiesta con un amigo. Se detuvieron un
instante nel apartamento de Bart para recoger algo. Desde la planta inferior el amigo lo
apuró, diciendo Te apures, Bart. Al volver a su apartamento descubrió, con asombro,
que el sistema de contestación y grabación telefónico recogiera claramente las palabras
del amigo.
Te apures, Bart era el único mensaje grabado nel teléfono.
Según Bart, la frase cae directamente dentro de la explicación de su teoría nel
segundo punto: Las fisuras nel espacio-tiempo. Bart dijo:
— La frase volverá una y otra vez de aquí a 100 mil años. Si aún existir la raza
humana alguien captará esas palabras mediante sofisticados equipos.
Sin embargo, aún le esperaba una sorpresa mayor referente a la frase.
Como tenía costumbre, Bart guardaba las cintas del sistema de grabación telefónico
diariamente. Transcurriera una semana desde el incidente con su amigo.
La cinta estaba en archivos especiales.
Como tenía costumbre, tomó asiento junto al teléfono, esperando los mensajes
grabados. No había. Pero la cinta recogiera nuevamente las palabras Te apures, Bart.
Sólo que en esa vez la voz era distinta. Eso sin contar con que la cinta grabada
original ya no estaba en la máquina. Bart decidió comprobar la diferencia de voces para
quedar seguro. Llevó las dos grabaciones al departamento de policía de Los Ángeles.
Uno o dos días más tarde tuvo la respuesta.
Ninguna de las dos voces coincidía con la otra, eran dos personas distintas.
— No tengo duda de que la segunda frase fue grabada por un espíritu en la casa, un
espíritu que de esa forma deseaba llamar mi atención. Lo que es más: Estoy convencido
de que mediante este sistema el espíritu trataba de demostrar que las voces tienen
diferentes orígenes. Sabía perfectamente que mi reacción sería analizar las dos cintas.
Comenzaban las objeciones al trabajo científico de Bart.

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Alguien sugería que las voces no eran más que el resultado de ondas de radio
captadas accidentalmente por el sensible recibidor-amplificador.
Pero el mismo grupo bajo las órdenes de Bart se encargaba de demostrar la falsedad
de la teoría. Bastó poner las cajas faradei sobre los aparatos grabadores, lo cual, por
supuesto, bloqueaba las ondas de radio. Allí estaban las voces con la claridad habitual.
El experimento faradei, eliminaba la posibilidad de ondas radiales de un plumazo.
El segundo paso en los experimentos era el más importante. Localizadas las voces,
delimitadas y fijadas en las cintas grabadoras, se lograría el triunfo. Sin embargo, las
voces recogidas eran de baja amplitud, en mayor parte confusas y en otras sin sentido.
¿Pode existir una fórmula para amplificar y codificar esas voces? Bart está convencido
de que es posible. Dice que es sólo una cuestión de tiempo y circunstancia específica.
Tiempo para descubrir el suministro de esas voces y las localizar en determinado
intervalo sonoro. Tiempo para las colocar bajo la codificación de ondas especiales y las
condensar:
— Cuando logremos las colocar en una onda específica lograremos las modular y
regular.
En principio utilizó las líneas telefónicas mediante el sistema de grabación, ya que
estimaba que el poderío condensado en ellas era el más correcto para amplificar las
voces.
Los resultados de sus estudios parecen le dar la razón. Aquí es curioso añadir que,
recientemente uno de los más renombrados psíquicos californianos dijo, en una sesión,
que recibiera un mensaje mediante el cual el mundo espiritual informó que muy pronto
tendrían libre acceso vía línea telefónica y que una persona estaba trabajando nel
proyecto.
Esas declaraciones del psiquiatra fueron leídas por Bart sin que se conociesen. Sin
ver u oír los trabajos del otro nel campo de parasicología.
Ellis considera ese mensaje la prueba más evidente de la existencia del mundo de los
espíritus. Bart dijo:
— Estoy convencido que de un momento al otro encontraré la forma de me
comunicar con ellos en forma directa vía teléfono.

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Las huellas ultrasónicas de las voces en la máquina especial eran distintas de las de los que las grabaron

— ¿Será posible?
Parece altamente probable.
La base de la teoría en Bart establece que los transformadores telefónicos pueden se
reorganizar para trabajar como gigantescos amplificadores. Cuando se lograr eso el
siguiente paso sería lograr que los amplificadores capten las voces en específicos
canales y horas.
Otra forma que puede ayudar en la percepción de las voces está en los cambios de
energía psíquica.
— No tengo duda que mediante la utilización de fuerzas psíquicas tales como la
meditación, la inducción a estados psíquicos mediante el hipnotismo, etc, se puede
lograr mejor condensación de las voces espirituales. Eso servirá como amplificador
hasta el momento en que la electrónica moderna nos enseñe el camino para la
comunicación directa.
Las voces existen. Esa es la realidad. Las mismas se trasmiten a nosotros mediante la
alta perceptividad de la electrónica moderna. Probablemente siempre estuvieron allí
pero la falta de material adecuado impedía su recepción.
— Pero ¿por qué existen. De dónde vienen? Y, lo que es más importante: Si son las
voces de los muertos, ¿por qué desean establecer comunicación con nuestro mundo?
Bill Welch. Un eminente psíquico y estudioso de la parasicología. También una
autoridad nel fenómeno de las voces espirituales nel tiempo que le dejan libres los
experimentos finaliza un libro sobre la materia, que pronto estará a venta.

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Cree que las voces vienen de otro nivel de existencia. Un mundo que existe paralelo
al nuestro y que nada tiene que ver con los espíritus de los fallecidos en este.
Una especie de cuarta dimensión particular.1
Bill se dedicó a analizar las voces.
— Es como si estuviésemos separados por una pantalla de cristal anti-reflexivo.
Ninguno de ambos mundos puede ver el otro, aún cuando corran a la par nel espacio-
tiempo.
Según Bill sus comunicaciones con ese mundo tetradrimensional fueron fructíferas,
aunque desconcertantes:
— Cómo hablan depende del grado de desarrollo intelectual y científico de la persona
con quien se establece el contacto. Muy raramente entablamos el contacto con personas
de poca capacidad, pero en algunas ocasiones tropezamos en personas que están como
perdidas y que piden ayuda.
Algo asombroso.
— Todos en general parecen buscar una salida hacia una zona de luz lejana. Los más
avanzados en la búsqueda dicen a los otros cómo avanzar. Dicen en términos técnicos
incomprensibles para nosotros.
Según Bill, eso le hace pensar que quizás lo que oye sean las conversaciones de
extraterrenos se guiando en la vastedad del universo, y no descarta la teoría.
— Dialogan entre sí. En muchas ocasiones esos diálogos nada tienen a ver con
nosotros ni son dirigidos para ser captados. Son conversaciones privadas en
terminología técnica. Constantemente usan el término repo, lo que para mí significa
posición de reporte. Es como si buscasen la salida o llegada a puntos específicos. No
descarto que vivan en un mundo de sombra y que se guíen solamente por las propias
ondulaciones vocales. Y eso quizá sea lo que nosotros recibimos como voces.
Bill afirmó que entre conversaciones técnicas de uno a otro los seres desconocidos
hablaron consigo. Específicamente le dijeron que poseen estaciones trasmisoras de radio
y que las usan constantemente.
Eso parece confirmar lo del mundo de sombra.
Pero no descarta completamente la teoría espiritual:
— Si son espíritus de seres humanos ya fallecidos es evidente que su mundo posee
una especie de materialización dimensional similar a la nuestra. Es un mundo sólido en
otra dimensión y tiene más o menos los mismos objetos que tenemos. Son reales,
sólidos y poseen existencia individual. Incluso juran y maldicen.
Según Bill y sus grabaciones, esos seres o espíritus, como desee los llamar, necesitan
de cosas prácticas para su mundo y las estaciones trasmisoras son una base
fundamental. Muchas veces esas estaciones sufren contratiempo que las pone fuera de
onda durante un tiempo. Entonces los seres juran y perjuran mientras que las arreglan
como haría un chofer de camión cuyo motor fallase en plena carretera.
— ¡Maldito sea. Algo anda mal nel sistema!
Esa aseveración cruda y tajante está registrada en las grabaciones de Bill poco antes
de se interrumpir la conexión.

1
Mismo autores de ciencia-ficción tienen idea vaga, confusa o estereotipada cuanto al vocablo cuarta dimensión, la confundiendo
con universo paralelo, y afirmando que el tiempo es la cuarta dimensión. Se propuso ecuacionar el espacio-tiempo considerando el
tiempo una cuarta dimensión del espacio, como comodidad, para facilitar el cálculo. Pero el tiempo es una grandeza, como el
espacio. No es la cuarta dimensión del espacio, lo que sería absurdo. Percibimos tres dimensiones espaciales (altura, largura,
anchura) y una de tiempo. Cuando se dice cuarta dimensión, se refiere a la cuarta dimensión espacial, que no conseguimos imaginar,
solamente ecuacionar. Aún no vi alguien postular las dimensiones temporales. Puede ser que para se llegar a un universo paralelo se
tenga que pasar en la cuarta dimensión espacial, pero ese universo sería tridimensional como el nuestro. Nel caso siguiente, si la
niña fuese de la cuarta dimensión no tendría apariencia tridimensional como nosotros y una parte suya nos sería invisible. Nota del
digitalizador

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Increíble pero cierto. Todo eso sugiere que la vida después de la muerte es tan real
cuanto la vida antes de morir. Que los problemas que aquejan a los mortales los
acompañan a la nueva dimensión, exactamente los mismos problemas que cargaban
sobre sus hombros en la Tierra.
Se escuchaban voz de suicida con las mismas quejas e idénticas palabras que los
llevaron a se quitar la vida. Reconocen que son suicidas y comprenden que nada
resolvieron en su nuevo estado.
Eso último no fue captado por Bill, pero está en los archivos de nuestro primer
entrevistado, Bart Ellis.
¿O será que dos mundos distintos están se comunicando con nosotros. Un mundo de
espíritus y un mundo totalizado por seres desconocidos en la cuarta dimensión?
También es posible.
Hasta se probar lo contrario se puede especular lo que se quiera sobre el origen de las
voces, que se encargan de confundir más la situación con informaciones diferentes a
cada grupo de estudio.
El misterio, lejos de se aclarar, se solidifica. Hay voces de furiosos, de personas que
hacen chiste, incluso voces que lucen de beodos consuetudinarios.
Sobre su estilo de vida, dijo Bill:
— Son tan reales cuanto nosotros, o quizá más, porque aparentemente no están
pendientes de las cosas que tomamos como indispensables. Tendemos a les dar
tremendos poderes que no tienen. Sencillamente viven en un mundo más espiritual que
el nuestro, con diferentes concepciones de lo que desean. Muchos se burlan de los
investigadores que desean obtener información sobre el futuro. Simplemente dicen las
cosas más disparatadas que luego resultan falsas. Es como si se burlasen de nuestro
sentido de la realidad y se complacieran en nos hacer pasar malos ratos con sus
mentidas. Los más avanzados y técnicamente más preparados sólo hablan del progreso.
Para ellos la palabra progreso parece estar relacionada con sus torres trasmisoras de
alguna forma, mediante las cuales dirigen a los atrasados nel camino.
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El tiempo, los estudios concentrados y las grabadoras más perfeccionadas son las únicas fuentes que
pueden nos llevar a la solución de la incógnita de las voces del otro mundo.
Bart tiene una teoría interesante:
Los espíritus viven en un mundo de energía pura del cual forman parte. La
utilización de esa energía está regulada por las torres de control en manos de entes
superiores, los cuales se encargan de los dirigir de la mejor forma nel flujo de esas
corrientes energéticas hacia el destino final.
¿Cuál es ése destino final?
No se sabe aún.
Los entes se refieren a ese destino final como progreso y nada más. Parece que los
que utilizan los medios de grabación para hacer pregunta fútil y sin importancia, lo que
hacen es bloquear los canales y poner en estado de no contestación a los espíritus. Bill
dijo:
Generalmente cuando se les hace preguntas que estiman tontas rompen la
comunicación durante un par de días.
Tanto uno cuanto otro investigador poseen una conclusión común: Los espíritus,
seres de otra dimensión, o como desee los llamar, parece que están haciendo la propia
investigación sobre nosotros. Sus preguntas sobre nuestro mundo son concisas y
directas y parecen responder a un plan determinado.
Bart está convencido de que mediante las torres trasmisoras (ambos científicos están
de acuerdo en la existencia de dichas torres) los espíritus intentan nos informar lo mejor
posible acerca del mundo que nos espera tras la muerte. Un mundo tan real cuanto el
nuestro, con limitación de todo tipo.
Por ese mantenimiento, se trabajan las torres a pesar de los fallos mecánicos de todo
tipo y la incompetencia de muchos que establecen contacto con ellos los abrumando con
preguntas tontas sobre el Más Allá y cosas nel estilo.
Para ellos el Más Allá sencillamente no existe, porque su mundo es tan real cuanto el
nuestro. Sus pensamientos siguen los mismos y sus caracteres idénticos. La única
diferencia parece estar en los objetos que se trazaron. Y que para ellos la palabra muerte

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carece de significado. La sustituyen por la palabra progreso, aún cuando no establecen a
ciencia cierta el significado de ese progreso.
También da la impresión de que esas entidades se dirigen a nosotros utilizando cierto
sistema de comunicación establecido anticipadamente. Es como si tuviesen guías y
métodos para hablar en términos comprensibles para nosotros.
¿Nos consideran mentalmente inferiores? Esa es la impresión que se obtiene.
Esa información está plasmada en una grabación hecha por Bill. Dijo una voz:
— Es una dictadura benevolente lo que tenemos aquí.
¿Qué significa eso? Sea lo que sea, es evidente que los seres que se comunican con
nosotros tienen la misión de nos informar limitadamente.
¿Por qué? Aún no sabemos.2

2
Mi concepción es de que son los intraterrenos, que se disfrazan de extraterrenos y dan vuelos de reconocimiento lanzando ufos,
manipuladores de la civilización humana, el origen de esas voces. Fingir reparo o colecta de material, a toda costa insinuar venir de
otro mundo, el disfraz en presentar el fenómeno conforme la cultura de la región y de la época y se reír de la imbecilidad humana
son fuertes características de las apariciones de ufo y de la actuación sionista. Jacques Vallée enumeró las contradicciones de la idea
de que los ufos sean de otro mundo. Tanto este caso cuanto el siguiente, de los niños verdes, se trata de intraterrenos. Nota del
digitalizador

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La niña de la cuarta dimensión


En agosto de 1887 dos pequeñas criaturas de forma y
rasgos humanos y con la piel verde brillante emergieron en la
proximidad de Barcelona. El testimonio de una, que sobrevivió,
y las investigaciones rudimentarias de los especialistas en la
época demostraron que venían de otra dimensión.
l caso fue conocido nel mundo entero como Los niños verdes de España. Pero
nel año en que sucedió, 1887, el oscurantismo que caracterizaba a la época
relegó el caso a los archivos rudimentarios de la Iglesia pueblerina y la
constancia obligatoria nel juzgado local. Podían haber pasado 1000 años sin que esos
importantísimos papeles volviesen a la luz de la ciencia y la verdad.
Pero la década de 1970 marcó el paso nel estudio de todos los fenómenos antes
prohibidos, los llamados fenómenos sobrenaturales. Definitivamente, Los niños verdes
de España entró en esa clasificación.
Carruajes de los dioses,3 libro tan polemizado que en la década de los 1960 tuvo el
mismo impacto que la teoría de la evolución de Darwin y dio pie a que el velo de la
ignorancia se fuese apartando lentamente a principio, y a velocidad vertiginosa después.

3
Carruajes de los dioses o Carrozas de los dioses (Chariots of the gods), de Erich von Däniken. Nota del digitalizador

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¿Qué sucedería si los niños verdes de España surgiesen en nuestra época de
sociedades parasicológicas, tests psíquicos y conferencias extraterrenas?
Muy simple: La humanidad descubriría el secreto de la cuarta dimensión.
Pero no todo fue perdido nel interesantísimo caso. Copias de testigos oculares, cartas
de archivo y descripciones de papeles legales concernientes al caso fueron almacenados
en los archivos por el gobierno español. Y aún están allí.
Leamos ahora los pormenores del caso. Demás está decir que teniendo en cuenta la
época y el primitivismo de la escena ocular, nos limitaremos a trasladar nel lenguaje
más sencillo lo sucedido, de acuerdo a los aldeanos, en los últimos días de agosto. Una
brillante y soleada tarde catalana, que calentaba la campiñas hasta las convertir en
chisporroteos de luz entre las agrestes piedras y montañas. Varios campesinos se
hallaban de lleno en su labor, recogiendo la cosecha a su granero y alimentar los
animales domésticos.
La región se caracteriza por innumerables cuevas y fisuras de regulares a medianas
dimensiones en la roca viva directamente en las montañas.
De repente los asombrados aldeanos vieron surgir de una cueva dos pequeñas y
extrañas figuritas. Se trataba de dos niños que miraban en derredor con los ojos muy
abiertos y se tomaban las manos como tratando de se dar valor mutuamente. Los
campesinos, atónitos, se reunieron en torno a los chicos, que no aparentaban más de
doce años de edad el niño, diez la niña. Nadie se atrevía a romper el silencio. Los
campesinos miraban a los recién llegados, que miraban a los campesinos nel más
absoluto desconcierto. En fin uno de los aldeanos habló mientras se persignaba:
— No quisiera creer, pero estos niños son verdes como la hierba.
Un murmullo de asentimiento corrió de boca a boca. Los chicos se acercaron más
entre sí, como tratando de se proteger de un mundo al cual no pertenecían.
Otro campesino intervino los señalando:
— Su ropa. Están vestidos de metal.
Otro comentario general. En esa vez se discutía abiertamente la posibilidad de llamar
el sacerdote.
A pesar de que no se conservan rastro o muestra (o al menos el gobierno español
niega los poseer) de los vestidos de metal es fácil deducir en nuestra época su
procedencia. Algún tipo de plástico o combinación de metal muy ligera cubrían a
aquellos chicos. Nuestros modernos laboratorios encontrarían muy interesante el estudio
de ese material.
Finalmente los chicos fueron transportados por la guardia civil hacia la capital
Barcelona. Allí los médicos y sacerdotes sometieron a los recién aparecidos a una serie
de interminables exámenes que nada tenían de científicos y sí mucho de inquisición al
estilo edad media.
Los medios de comunicación entre los investigadores y los niños eran prácticamente
nulos, ya que ellos no hablaban castellano. Varios especialistas en lenguas muertas y
lingüistas fueron llamados para establecer qué idioma hablaban, sin resultado. Una
especie de cloqueo articulado sin significado. Lo único que era obvio hasta aquel
instante era que los niños procedían de una cueva. Además, que la ropa era desconocida
y la piel verde. Una de las criaturas era varón y súbitamente falleció de la noche a la
mañana, cuando se le sometían a varios experimentos.
La interminable paciencia de los monjes españoles logró que, al cabo de unos meses,
la chica aprendiese la mayor parte del lenguaje castellano. Pero desde el principio
existió una serie de saltos entre lo que trataban de que ella dijese y lo que en realidad
decía. Esos saltos no se debían al lenguaje, sino a que la chica aparentemente ignoraba
el objeto al cual se referían. Cuando le preguntaron sobre su padre y madre, se limitó a

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abrir sus inmensos ojos de un color claro e indefinido sin comprender. Verdena (ya
fuera bautizada católicamente con ese nombre) carecía de ellos o no conocía su
ascendencia.
En nuestra época ese simple hecho daría pie a una interminable serie de estudios
sobre la materia. Se presta a innumerables conjeturas. Entre ellas la más aceptable es la
de nacimiento artificial, lo cual ya se practica en los laboratorios de Estados-Unidos y
Rusia. Niño nacido en circunstancia especial y artificial en probeta. Niño generado a
partir de un óvulo materno construido por la ciencia y mediante espermatozoides
congelados.
¿Sería el caso de Verdena?
De nuevo la época oscurantista trabaja contra la ciencia.4 A nadie ocurrió profundizar
el tema. La razón es obvia: La religión establecía como dogma de fe que cada infante
debía descender de un padre y una madre. Era inconcebible una idea distinta a la normal
de la fecundación sexual directa. Cuando le preguntaron cómo llegara a la entrada de la
caverna, la respuesta marcó la base para el título de este artículo. Verdena dijo que
procedía de un mundo donde la vida transcurría en un eterno claro oscuro o zona de
medianoche.5
Cada vez que tenía la oportunidad se acercaba a las ventanas del convento y se
quedaba largos minutos observando al astro rey. Un viento en forma de remolino los
extrajera de su mundo, los sumergiendo nel espacio. Cuando finalmente el viento se
calmó, ambos estaban en la entrada de la gruta. Ventana nel tiempo, cuarta dimensión,
etc. Esos serían los términos a estudiar en nuestros días para definir a este extraño
remolino de viento. Pero Verdena vivió hace cerca de cien años.
Otro punto descartado automáticamente por los interrogadores. Aquel viento o
remolino guardaba una relación demasiado afín con los fenómenos diabólicos para que
la puritana y retrógrada iglesia hiciese hincapié nel mismo. Dos años más tarde en los
expedientes del monasterio se encontraron estudios particulares de algunos científicos
que, obtuvieron el permiso para hablar con Verdena y comenzaron a se anticipar a su
tiempo. En algún lugar cercano a Barcelona surgieron los niños de la cuarta dimensión.
Se sugirió, en algunas conferencias de índole científica, la posibilidad de que la chica
viniese de otra dimensión y tiempo espacial. El escándalo fue tan grande que los
científicos prefirieron descontinuar el estudio.
De nuevo la chica verde fue relegada a los ámbitos oscuros y callados del
monasterio. Como una especie de fenómeno al cual hay que mantener lo más lejos
posible de los seres que le rodean.
Los records de la ciudad de Barcelona pertenecientes al año 1887 y al mes de
noviembre presentan los resúmenes de la efímera discusión entre los científicos rebeldes
y el todopoderoso claustro eclesiástico.
Un rumor comenzó a correr en la ciudad, de que los niños fueron abandonados en la
entrada de la cueva por padres desnaturalizados procedentes de otra nación, que,
asustados por la pigmentación, prefirieron los dejar a la propia suerte.
Era evidente que la explicación era muy terrena y muy lógica. Sobre todo muy de
acuerdo con la época. Con ella se eliminaban futuras embarazosas situaciones y
extrañas teorías.

4
El autor habla como si nuestra época no fuese obscurantista. Nota del digitalizador
5
Verdena dijo que procedía de un mundo donde la vida transcurría en un eterno claro oscuro o zona de medianoche.
Lo que sugiere que vinieron del lado de dentro de la Tierra hueca. Pero eso es un tabú para el cientificismo oficial. Es más cómodo
sugerir universos paralelos, etc. Nota del digitalizador

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¿De dónde venía la criatura. Quién era. Cómo cruzara toneladas de roca hasta la superficie?
Verdena hablaba ocasionalmente con extraños que lograban el permiso de la rígida
censura eclesiástica sobre el remolino de viento. Jamás se logró encontrar contradicción
en su historia. La misma era tan real que la persona sentía el viento lo elevando, lo
extrayendo de su ambiente natural y lo precipitando hacia lo desconocido de un mundo
extraño, el nuestro.
Quizás todo el suceso quedaría nel olvido, a no ser por un detalle en particular,
epistolar. Una de las criadas del convento hizo amistad con la desdichada niña en las
interminables horas de ocio en que ella miraba al vacío desde el asiento de su celda. Su
nombre era María Gris. La primera carta en la cual hacía referencia a Verdena fue
enviada a una amiga suya que emigrara a México cerca de 1888. La amiga se llamaba
CL Meléndez. La carta fue recibida en México nel mes de septiembre. Describía en
detalle la vida que llevaba la criatura y como reaccionaba a los estímulos exteriores.
Siendo mujer de edad y de reputación intachable, los monjes del convento le
permitieron, a principio con cierto recelo y más adelante con franco alivio, la amistad
con la infante.
La carta se refería directamente a una semana en la cual Verdena estuvo sometida a
intensos exámenes médicos para atestiguar posibles malformaciones orgánicas.
¿Un deseo ya específico de se librar de la problemática chiquilla?
La carta fue pasada de mano a mano durante generaciones en la familia Meléndez y
aún se conservan algunos párrafos completos en trozos de papel apergaminado ya a
punto de se convertir en polvo.
Varios de esos trozos están resguardados y protegidos en marcos de cristal para
evidencia futura. Cualquiera de la familia Meléndez que hizo eso, hizo un inmenso e
incomparable favor a la historia.
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En algún lugar cercano a Barcelona surgieron los niños de la cuarta dimensión


Quizás sin esos trocitos de papel apergaminado entre cristales jamás llegaríamos a
nos enterar de lo sucedido en aquella remota tarde de agosto en la entrada de la cueva
catalana. Pero continuemos con los detalles.
Hoy conocí a la criatura más extraña que puedas imaginar. La conocí
mediante el médico que vino al convento para la examinar. No sé realmente lo
que hay de malo en ella, ya que soy una simple sirvienta sin educación y no me
puedo enterar. Pero la chica está muy enferma. Su piel es de un sorprendente
color verde. Tiene ojos sin color nel centro y el cabello es muy corto y
enredado. Es una chica muy callada y pasa las horas mirando en la ventana de
su celda hacia el Sol. Mientras que limpio su habitación permanece inmóvil, no
importa el tiempo que tarde en lo hacer.
Esa carta es la primera descripción exacta que tenemos de las características físicas y
fisiognómicas de Verdena.
El doctor dejó a la niña al cuidado directo de señora Gris durante una semana. Ella
pasaba los días en compañía de la niña y sólo la abandonaba en la noche en que volvía a
su humilde casa de Barcelona.
Es significativo señalar que en aquella semana de exámenes continuados en la niña
no se guardó informe. Lo que es muy extraño en un convento donde todo debía quedar

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escrito como era costumbre de la época. Una segunda carta llegó poco después a
México.
Mientras más veo a esa pobre niña más asustada me siento. Por ella rezo a
Dios todos los días al me acostar. El doctor se niega a contestar cuando
pregunto sobre la enfermedad de ella. Sólo dice que no tengo que tener miedo
en estar cerca de ella la cuidando o acompañando. No es eso lo que me
asusta. Es el hecho de constantemente.
Señora Gris comenzó a hablar sobre el comportamiento de la chica en la tercera carta
a su amiga. Aquí tenemos un descubrimiento sorprendente acerca de los hábitos
alimenticios de Verdena.
La chica era muy selectiva en lo que comía. Nunca vi cosa igual en un niño
de su edad. Comía carne con apetito animal, casi cruda, y bebía sólo una gota
de agua. Al menos nunca la vi beber. Una vez le di una naranja. La contempló
largo rato, le dando vueltas entre sus verdes manos, y la rechazó. Traté de
demostrar como se pelaba la cáscara con los dedos y como comía, sin
resultado. No quería la comer. Pero jugaba con ella como si fuese una pelota y,
no me creerás, pero la naranja resbaló y ella simplemente extendió la mano
haciendo la fruta volver corriendo hacia atrás nel piso. Me apresuré y abandoné
la habitación. Pero los sacerdotes me dijeron que nada diabólico había en ella.
En esa carta tenemos la primera prueba exacta de la energía extraña que dominaba la
chica.
¿Psicokinesis?
Las cartas a señora Meléndez fueron quedando más espaciadas. A intervalos de
meses en algunas ocasiones. Para suerte de la historia la mayor parte de las cartas fue
conservada, ya que la española residente en México tenía costumbre de coleccionar las
estampillas de su país como distracción.
Una de las siguientes cartas es muy interesante.
Construí una muñeca de trapo porque Navidad estaba cerca y me daba
mucha lástima la chiquilla se quedar sin juguete. Cuando aún no la terminara,
Verdena apuntó hacia la muñeca, inquiriendo lo que era. Eso me dejó
asombrada porque la niña no conocía lo que era una muñeca. Pregunté si
jugara en su país con niños de su edad y no pareció entender lo que decía.
Guardó silencio con una mirada de confusión en sus ojos sin color. Cuando le
entregué la muñeca la volteó entre sus verdes manos y le arrancó un brazo.
Una vez le llevé su cena más temprano que de costumbre. Ya en la cocina
sabían de su desmesurado apetito por carne. Prácticamente lo único que le
atraía era carne.
Mientras la chica devoraba la comida percibí que algún cocinero se olvidara
de retirar el bote de sal. Verdena lo tomó, probó e inmediatamente devoró el
resto. Nunca vi cosa igual. Pensé que me pediría agua, pero no sucedió así.
Aunque no creas: La niña tomó un bote entero de sal sin muestra de asco o de
disgusto.
Tras esa carta sucedió un lapso de tiempo bastante largo antes de señora Gris escribir
a su amiga nuevamente. En la carta final el tono era de temor.
Tras esta carta no deseo escribir más sobre la extraña chiquilla. Sé que los
sacerdotes me dicen que nada tiene de diabólico, pero cuando sepas lo que
me sucedió también tendrás duda. En una tarde llevé un perrito para que
jugase con él. El animal se mostró asustado ante la chica y trató de escapar de
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Sebastián Frías Historias del Más Allá

sus brazos. Yo estaba fuera de la celda y volví a todo correr cuando sentí los
chillidos asustados del animal. Allí estaba Verdena con una expresión
concentrada en los ojos mientras sostenía el animalito nel rabo. La cabeza del
perro despedía humo como si algo lo quemase dentro, nel cerebro. Me acerqué
a la chica y quité el perro de los brazos. Entonces me agarró nel brazo y me
dejó una quemadura considerable.
Solamente dos años después señora Meléndez recibió noticia de su amiga. Fue una
simple carta para anunciar su boda. Sin referencia a Verdena.
El caso Los niños verdes de España fue traído a la publicidad hace un par de años
por algunos curiosos que trabajaban en los antiguos archivos de Barcelona.
Inmediatamente se interesaron y continuaron averiguando, buscando datos
espaciados aquí y allá, para reconstruir el final de Verdena.
La teoría menos aceptada es que Verdena, simplemente desapareció volviendo a su
dimensión mediante un paso nel tiempo.
Otros pensaron que Verdena fue entregada a uno de los circos ambulantes,
convertida en fenómeno y que terminó sus tristes y desgraciados días en una carpa
ambulante. Esa teoría es la más creíble si tenemos en cuenta de que coincidiendo con la
época en que la niña desapareció del convento los medios publicitarios causaron gran
estruendo acerca de la niña sapo y de la niña del espacio.
¿Coincidencia?
En 1897 un informe periodístico de Munique, Alemania, habló sobre una niña
coloreada de verde que aparecía en un espectáculo circense con otra niña cubierta de
pelo.
Que la niña verde llegó de una caverna de Barcelona y que vivió en un convento de
la ciudad en secreto durante algún tiempo está más que comprobado en los archivos
oficiales de la ciudad.
La cuestión es otra. ¿De dónde vino. Qué era? A la luz de los modernos estudios, con
la escasa información de que se dispone, se dice que Verdena no llegó del pasado pero
del futuro.
Su ropa, habilidad psíquica, complicado lenguaje, conformación social donde no hay
padres. Todo indica el futuro.
¿Nuestros hijos verán a sus hijos en esa condición?6

6
Lo más sospechoso acerca del relato es que parece copia del caso de los niños verdes de Woolpit, Inglaterra medieval: Un niño y
una niña verdes, surgiendo delante de campesinos, que no comen los alimentos habituales y hablan idioma desconocido. El niño
muere en seguida pero la niña se adapta y vive hasta avanzada edad. Nota del digitalizador

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La teoría de la cuarta dimensión no es descartable. Pero ¿y si la cuarta dimensión nada más es que el
futuro virando sobre nosotros?

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Los misterios del sexto continente


n grupo de científicos de diversos países estableció una estación antártica para
realizar un sondeo del terreno, contando con los más modernos elementos y
técnicas. Pero la empresa tomó rumbo imprevisto. Los radares detectaron algo
inusitado. El latido de un corazón. Sepultado bajo el hielo un corazón late. ¡Allí hay
vida! La excavación pidió grande esfuerzo. Toneladas de hielo esconden el secreto.
Finalmente encontraron: Un hombre y una mujer, únicos sobrevivientes de una
civilización que pobló la Tierra hace más de 12 millones de años y que permanecieron
inalterables, en estado de hibernación, esperando el mundo los descubrir. ¿Es real? No
os preocupéis. No es. Es el principio del argumento de la novela La noche de los
tiempos, escrita por el novelista francés René Barjavel. No contamos más, pues es muy
interesante y conviene que la lean. Es solo una novela de ciencia-ficción. Pero, como
todos los relatos fantásticos, no deja de tener puntos de realidad.
El continente helado, el sexto continente, es uno de los mayores misterios para el
hombre del siglo 20. Frío e impenetrable, rechaza la exploración del hombre. Pese a
esas dificultades hay actualmente en la Antártida 60 estaciones científicas establecidas

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por 11 países, ¿qué se espera hallar bajo el hielo? El esfuerzo, la cantidad de hombres,
elementos y dinero empleados en esa empresa hacen presuponer la existencia de algo
muy importante. Y, así es.
¿Qué se esconde bajo el hielo?
Hace poco la radiotelevisión española nos puso en contacto con una de las
importantes expediciones realizadas nel polo sur: Amundsen. En ella pudimos ver el
temple de esos expedicionarios que tratan de sondear el corazón del hielo y cuántas
dificultades deben soportar. Además de esa experiencia realizada por el sueco Roald
Amundsen, tenemos la del yanqui Evelyn Bings, la que realizaron en forma conjunta el
australiano Edmund Hillary y el inglés Vivian Fuchs. Entre los informes
proporcionados por esos científicos el que más movió la investigación de los distintos
países fue el que aseguraba que visitaron cerca del macizo de Reina Maud un fabuloso
yacimiento de carbón capaz de satisfacer las necesidades del mundo entero. Imagines la
importancia que ese descubrimiento tendría para el futuro del mundo.
Pero, a parte de la importancia económica que tendría el descubrimiento, si se
comprobase la existencia de carbón nel polo, el hecho sería también de incalculable
valor histórico y geográfico, pues probaría que el clima polar fue tropical.
Esa creencia tiene fervientes defensores. Sabido es que la Tierra está en proceso de
constante cambio. Los cambios en la actualidad se producen de manera casi
imperceptible, pero se producen. Mas si nos remontamos al principio de los tiempos
veremos que esos cambios eran bruscos, provocados por grandes cataclismos.7
Dos fuerzas naturales, la epirogénesis y la orogénesis hacen, en forma lenta la una,
en forma brusca la otra, que continentes que antes estaban bajo la luz solar, están bajo
agua, y viceversa. Que lo que antes eran montañas, son islas diseminadas nel Pacífico.
También es posible, según numerosas teorías, que lo que es un continente helado
situado nel polo terreno fuera, no sólo una zona tropical, sino que hasta pudo se situar
en otro lugar. Se piensa que nel principio hubo sobre la Tierra único y enorme
continente. Dos teorías tratan de explicar cómo ese único continente llegó a la actual
estructura geográfica que presenta nuestro mundo. Una es la sostenida por Alfred
Wegener que supone la existencia de continentes flotantes. Según Wegener, los
continentes se desplazan lentamente. Sostiene que hace 200 millones de años América,
Europa y África estaban unidas. Si hiciésemos coincidir las costas africanas y
americanas veríamos que esa teoría tiene más sustento de lo que se pensaría. Eso, al
margen de las coincidencias culturales que parecen unir ambos continentes. La otra
teoría sostiene que la separación de los continentes fue producto de un cambio brusco
que elevó unas tierras y sumergió otras. Ese cambio fue tan repentino y explosivo que
modificó el eje de la Tierra.
Otro misterio, aún sin descifrar y que aclararía mucho sobre el origen de los polos, es
el de la causa de las glaciaciones. Se sabe que nuestro mundo sufrió tres glaciaciones
sucesivas. La última hace 1 millón de años. Actualmente cerca de 10% de las tierras
emergentes están bajo hielo.
Por causa de los factores citados, grandes masas de tierra fueron desplazadas hacia
los polos y cubiertas por hielo. Se cree que inicialmente las tierras que hoy están nel
polo norte estarían cercanas a las islas Havaí y las del polo sur a Estados-Unidos.
La prehistoria convive con nosotros

7
No solo nel pasado remoto hubo cambios bruscos. Ocurren en media a cada 12 mil años. El más reciente
fue el diluvio relatado en la Biblia y otras tradiciones esparcidas nel mundo, hace cerca de 11 mil años.
Nota del digitalizador
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Según algunos hombres que sobrevolaron el polo sur, en medio del hielo hay zonas
caracterizadas por vegetación tropical. ¿Espacios verdes nel hielo? Sí. Eso decimos. En
esos valles no sólo crece la vegetación pero poseen temperatura más alta que la del
alrededor. ¿Cómo se explica eso? Probablemente sea producto de la radiactividad. Ese
hecho hace suponer que el continente antártico encierre también depósitos de uranio.
Un continente rico y misterioso. Pero esos no son sus únicos enigmas. Hay quienes
afirman haber visto en esos valles hombres en estado totalmente primitivo, semejante al
de los que habitaban la Tierra en la prehistoria. ¿Viven hombres en esos misteriosos
valles? Ese enigma no fue aun desvelado, pues pese a todo esfuerzo, el hombre no pudo
todavía poner los pies en los citados espacios verdes.
¿La piedra filosofal?
Otro hecho fantástico y curioso en relación con el sexto continente es que los
animales propios de aquella región parecen estar protegidos contra todo tipo de afección
bacteriana. Allí las bacterias no pueden se desarrollar. Se piensa que esos animales son
inmunes a las bacterias gracias a la acción de una sustancia que está nel plancton con el
cual se alimentan.
La individualización de esa sustancia revolucionaría el campo de la medicina.
El clima antártico es sumamente beneficioso para la conservación de los alimentos
(se encontraron alimentos abandonados hace años, conservados en perfecto estado y con
las mismas propiedades alimenticias) y la de los seres vivos (se encontraron animales
muertos hace milenios en perfecto estado de conservación). Eso debió influir
seguramente en la fundamentación de la hibernación artificial. Recordemos que, entre
otros, Walt Disney está conservado mediante ese procedimiento.8
Un peligro inminente
Si bien el continente helado encierra muchas sorpresas, también su existencia implica
un peligro latente para los hombres. El equilibrio de la Tierra podría quedar en peligro
por el peso que representa la cantidad de hielo depositado sobre la Antártida. Si ese
equilibrio se romper, un cataclismo similar a los ocurridos en los comienzos del mundo
arrasaría la Tierra.
La Antártida, según se comprobó, se desplaza lentamente hacia la India. El hielo no
sólo plantea el problema del desequilibrio producido por su peso, sino que cualquier
cambio, ocasionado por factores, naturales o no, produciría un deshielo que arrasaría
bajo el agua los otros continentes. Ese es uno de los problemas que provocaría el uso
indiscriminado de la energía atómica.
Se dice que la humanidad debió soportar no uno, sino varios diluvios. ¿Nos espera
aún otro?
Diluvio, plancton anti-bacteriano, yacimientos de carbón y uranio, vegetación
tropical, hombres primitivos son promesas e interrogantes que nos plantea el
desconocido continente blanco.

8
La criogenia de Walt Disney es falso, una leyenda urbana. Veamos http://cacadordemisterio.blogspot.com.br/2010/05/walt-disney-
congelado.html: La hija de Walt Disney, Diane, luego después de la muerte de él afirmó en público que él nunca manifestó deseo de
ser congelado después de la muerte. Mismo con esa afirmación de Diane, más el atestado de óbito comprobando la cremación, el
rumor continuó fuerte. Conforme el sitio Viajando a Orlando, después de la cremación de Disney la ceniza fue arrojada al parque
memorial Forest Lawn, em Glendale. Nota del digitalizador

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Sebastián Frías Historias del Más Allá

El asesino vive nel siglo 22


l rugido de las sirenas era insoportable mientras la nave se precipitaba a la
Tierra.
Provenía del pasado. Estaba seguro de su teoría. Era un criminal que se
escondía nel tiempo para destruir las naves del futuro. Entonces decidió jugar todo.
— Orión 8 llamando a Casa Tierra. — Gritó el megáfono con su tono metálico. —
Orión 8, contestad, por favor.
— Esta es Casa Tierra, bienvenido, amigo. — Contestó Arturo.
A pesar de la impersonalidad de la transmisión se escuchó la alegría en la voz del
comandante espacial allá en la estratosfera.
— ¿Eres tú?, Alfredo.
— Bienvenido a casa, Pedro. — Sonrió Alfredo al micrófono — ¿Tuviste buen viaje?
— Muy bueno. Demasiado bueno. Me recuerdes en esta noche, cuando terminares el
turno nel controlador, hablar a ti acerca de las muchachas de Venus.
— Ya sé todo acerca de ellas. Pero de todas formas te invitaré a un trago.

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Sebastián Frías Historias del Más Allá
Un sonido extraño de línea invisible en las extrañas de la nave espacial que penetraba
las capas de la estratosfera a increíble velocidad, usando el corredor horizontal para
evitar la fricción calorífica.
— Está bien, amigo,. Ahora me des instrucción de poso. Los instrumentos marcan
penetración en la atmósfera.
— ¿Todo bien en la nave?
— Perfecto, como las chicas de Venus.
— Tomes la pista 7, Alfredo. Encenderé las luces atómicas.
— Perfecto. — Dijo el comandante, arriba.
Arturo oyó la comunicación cuando se desconectaba. Después se apartó un poco del
micrófono presionando otro botón nel panel.
— Sven.
— Señor.
— Enciendas las luces atómicas en la 7 y prepares el descenso de Orión 8.
— Si, señor.
Arturo presionó otro botón y un chorro de luz atómica de insoportable luminosidad
bañó toda la pista de poso en la pantalla de la televisión.
— Tierra a Orión 8.
Mientras que las ondas sonoras cubrían la distancia hasta la imponente nave circular
que aceleraba nel descenso.
— Un segundo. Aquí estoy Arturo.
— ¿Ves las luces en la 7?
— Por supuesto. De aquí arriba parece como un arbolito de Na…
El Orión 8 brillaba como una luz de emergencia nel tope del arco voltaico. Se detuvo
nel aire un segundo eterno y se precipitó al suelo, despidiendo chorros de llama. El aire
aulló como un inmenso lobo rabioso, mientras era cortado por el fuselaje de la Orión 8
en llama. Finalmente Arturo se lanzó al suelo mientras el mundo estremecía y un
catastrófico estruendo derrumbaba a los hombres en derredor como minúsculos bolos.
Cuando Arturo se puso en pie de nuevo, la Orión 8 era sólo una nube de radiación
atómica que se elevaba en forma de hongo nel aire de la noche estrellada. Una nube que
los equipos de emergencia se apresuraban a cortar con los métodos de espuma anti-
radioactiva.
Los reporteros zumbaban en su oficina como avispa. Mientras que Arturo se sentaba,
muy derecho, con las manos unidas y los nudillos blancos por la presión. Hacía una
semana del accidente y aún llegaban en oleadas.
— ¿Es verdad comandante Arturo que el piloto de la Orión 8 era tu amigo personal?
— Sí. Es verdad
— ¿Su nombre? — Pedro Slade.
— ¿Por cuánto tiempo le conoció?
— Desde que estuvimos juntos en la aeronáutica espacial.
Los lápices escribían con rapidez. Todos lucían iguales. Pequeñas hormigas
chupadoras de sangre humana. Se derritiendo por los desastres y las malas noticias.
— ¿Crees, comandante que hay relación entre ese desastre y los cinco anteriores de
naves espaciales?
— No sé.
— ¿Pero crees que hay posibilidad?
— Cualquier cosa es posible.
— ¿Pero crees en posible conexión? — Sonrió el maldito reportero.
— Ya dije que no sé.
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Sebastián Frías Historias del Más Allá

— ¿No es tu trabajo saber?


Arturo respiró profundamente. Sus ojos azules recorrieron el compacto grupo de
vampiros sedientos de sangre. Recordó la últimas palabras de Pedro y su amistad desde
que eran estudiantes. Los ojos se humedecieron.
— En cinco segundos sacaré a todo el grupo fuera de aquí ¡a patada! — Exclamó con
los dientes apretados.
— No quieres que publiquemos eso. ¿Verdad?
Arturo se quedó contemplando el micrófono. Al cabo de segundo comenzó a ajustar
los diales en un esfuerzo para capturar la onda desaparecida
— ¿Pedro?
Una especie de ronquido llegó de la distancia. Como la tos de un tuberculoso en sus
momentos de agonía foral. — ¿Pedro. Qué te sucede?, Pedro.
Cuando la voz de Pedro llegó venía cargada de tensión y dureza.
— Arturo, no puedo controlar. Arturo, viejo amigo.

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Sebastián Frías Historias del Más Allá
El cuarto se llenó con el sonido de la estática. Mientras que Arturo hacia su máximo
esfuerzo por localizar la voz del comandante con problema porque estaba seguro de que
había problema y muy grave. Los dedos presionaron los botones de alarma y
emergencia simultáneamente.
El sonido persistente y ominoso de las sirenas comenzaron a llenar el espaciódromo,
mientras que en la pantalla gigante de radar se veía el frenético correr de los empleados
buscando protección, dedicados a los puntos del procedimiento de emergencia. Arturo
no esperó más tiempo.
Saltando de su silla giratoria se precipitó hacia la puerta magnética, que se abrió
silenciosa a su paso. La escalera se le hizo muy lenta y saltó de ella a mitad de camino
cayendo sobre sus rodillas en blanda espuma aislante de la pista. Allí el rugido de las
sirenas era casi insoportable. La luz atómica dio una horrible punzada en los ojos lo
dejando ciego durante un segundo. Arturo se maldijo por su falta de precaución
mientras que se colocaba las lentes refractarias. Inmediatamente miró hacia el cielo
estrellado. Allí estaba, como una estrella errática, descendiendo en un ángulo agudo
hacia el suelo. Se haciendo más y más visible a medida que pasaban los segundos.
Como un corneta rojo amarillento en la negrura del espacio. Una figura enfundada en un
traje de amianto azul se acercó. La voz llegó metálica tras la capucha.
— ¿Un problema grave?, señor.
— Encended todas las luces ¡rápido!
La figura desapareció derramando espuma sintética en la pista. Arturo cerró los
puños mientras miraba hacia lo alto, hacia su viejo compañero de estudio y amigo
personal. Hacia uno de los mejores pilotos galácticos que aparentemente venía con su
nave convertida en una antorcha ígnea por el roce con la densa atmósfera terrena.
— Pueden publicar lo que les dé su realísima…
La voz femenina llegó al ambiente caldeado de la oficina como una fresca brisa de
verano.
— Me excuses, comandante. Los ápices dejaron de trabajar. Los rostros sedientos de
noticia se volvieron hacia la frente de la interrupción.
— Buena amiga Bonnie. — Pensó el comandante.
La joven se detuvo nel interior de la caldeada oficina. El cabello platino y lacio caía
sobre la izquierda del perfecto rostro. Usaba una túnica azul que se hinchaba sobre los
senos firmes. Sonrió a los periodistas y se volvió hacia Arturo.
— Lamento interrumpir, pero tu cita con el almirante será en cinco minutos.
Arturo chasqueó los dedos, representando la pantomima y empujó la silla quedando
en pie.
— Es verdad. Perdonad, caballeros, pero tengo una cita de urgencia. Arturo la siguió,
la viendo mover las caderas y le abriendo paso en aquella multitud de bandoleros
asalariados. Cuando cerró la puerta suspiró con alivio.
— Gracias, Bonnie.
— Sabandijas, es lo que son. — Murmuró ella.
Arturo apretó los puños.
Tiene que haber una conexión Bonnie. Sé que hay. Seis naves espaciales en menos
de seis meses. Tiene que haber.
— Pero ¿cuál?
El comandante dejó caer los hombros, desalentado.
— No sé. Lo peor es que es difícil que me crean. No tengo prueba.
En aquella semana el Estrella estelar se destrozó en otra nube atómica sobre la pista
Nueva. Llegó de Venus. Una nave de pasajero cargada con esposas y hijos de los
militares de la unión mundial terrena, que pasaron tres años en su trabajo. Arturo se
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Sebastián Frías Historias del Más Allá
encerró en su oficina, estudiando los reportes del accidente durante dos días
consecutivos y viviendo a base de cigarrillo y de café. Enormes cantidades de ambos. El
accidente fuera sin igual. La nave se aproximó al pasadizo atmosférico de entrada. Hizo
su última radiación unos diez segundos antes de penetrar en la estratosfera. Después
nada.

Por supuesto que nada quedaba como prueba, hacía muchas horas que el Estrella
Estelar se convirtiera en una nube de detritus atómico. Bonnie fue destinada como su
ayudante particular en una misión especial. La chica lucía casi tan cansada cuanto, pero
una valerosa sonrisa iluminaba el semblante, le dando la fuerza para continuar.
— ¿Qué más podemos hacer? — Preguntó Arturo, desolado. Contemplando la
montaña de papel y examinando en centésima vez la grabación de los instantes finales
en la nave interplanetaria. — Contestó Bonnie:
— Nada realmente a analizar.
Desde la pérdida de su amigo Pedro, el comandante tenía colocada una red detectora
de rayos lumínicos las 24 horas del día. Miró en aquellos informes. Nada. Ni ligera
línea fuera del lugar debido. Nada nel luminar, nada nel sonar. Un contador gáiguer
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Sebastián Frías Historias del Más Allá
detectara una ligera turbulencia a varios kilómetros del espaciódromo, pero cuando se
investigó resultó ser una pequeña explosión en uno de los reactores atómicos de reserva
y la vigilancia de 24 horas aún se mantenía en plena capacidad. Arturo explicó:
— Tengo certeza, de que no fue un defecto mecánico. Los motores magnéticos y los
atómicos funcionaron perfectamente hasta el último instante.
— ¿Qué entonces?
— Creo que es algo que afectó a los pilotos desde fuera. Quizás a todos los pasajeros
de la nave espacial.
— ¿Algo así como aquel llamado Triángulo del Diablo nel siglo 20?
El rostro agradable del comandante se iluminó como un fósforo acabado de
encender. Los dedos chasquearon y dio una palmada sobre la mesa, que hizo volar los
reportes al aire.
— Por Plutón. tienes razón, Bonnie ¡Tienes razón!
— ¿Yo? ¿En qué?
— Lo que dijiste. Tengo que pedir permiso para colocar una cápsula del tiempo en
observación.
Bonnie no contestó. En realidad aquel era un tema prohibido. La cápsula del tiempo
era secreto máximo y sólo para ser utilizada en circunstancia de catástrofe internacional.
El comandante se excitaba con sus conclusiones.
— Algo está afectando esas naves, Bonnie. Nuestros aparatos no están funcionando,
lo que dudo mucho, o las naves reciben algún tipo de radiación espacio-tiempo.
— Creí que la cápsula era…
— ¿Fuera de la ley? Sé. Pero puede ser que consiga permiso.
Hizo una pausa para encender un nuevo cigarrillo.
— Alguien o algo está matando y destrozado. Encontraré la causa, aún tenga que ir
hasta el siglo 20.
— Supongamos que es nel futuro. — Opinó la chica.
Será igual, pero algo me dice que es nel pasado. La lógica dice que es nel pasado. Si
logramos hacer una alianza primero de todos los gobiernos en la Tierra y segundo nel
sistema solar, la lógica dice que nel futuro nadie sería capaz de semejante acto de
violencia.
— ¿Haré la orden confidencial al almirantazgo del gobierno mundial?
Arturo asintió lentamente mientras miraba en la ventana hacia el atardecer. Los
desastres cesaron. Era como si la cápsula del tiempo asustara a los que se dedicaban a
producir los accidentes. El comandante Arturo estaba contento hasta cierto punto. Sabía
que no podía continuar con la cápsula del tiempo conectada en muchas más. Existiendo
una emergencia podía usar una parte de su mecanismo. Aquella parte que detectaba el
exacto lugar nel tiempo del cual llegaba el peligro. Pero tres meses sin accidente era
sinónimo de que la emergencia terminara. Tal como lo esperaba, temía la orden que
llegó en manos de Bonnie. Almirante Davis al comandante Arturo Mallon.
Espaciódromo 9X-1118. Efectivo en 24 de junio cesar de usar la Cápsula: Código
defensa preventiva 345. Estatuto 12. Emergencia oficialmente terminó en 22 de junio.
Dijo Arturo:
— Diablos, el almirante se está cubriendo las espaldas. Sabe que la emergencia ya no
existe en archivos oficiales. Es una ley estúpida, que nunca pude encontrar el sentido.
Ella se mordió el labio inferior. Susurró:
— Quizás en alguna parte del pasado esté el motivo.
— ¿Decías algo?, Bonnie.
— No. Nada, comandante.

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Sebastián Frías Historias del Más Allá
Tres días después de desconectar la cápsula del tiempo, la nave lunar Prueba se
estrelló en la consecuente nube de radioactividad 30 segundos antes del poso. Arturo se
trancó a puertas cerradas con el almirante, explicando por cuenta minutos su teoría.
— Coincidencia. — Replicó el almirante — No hay prueba de que estés en lo cierto.
— Tampoco hay contra.
El almirante le observó detenidamente, su agotado rostro fue subiendo de color hasta
casi se convertir en púrpura.
— Comandante, ¿desde cuándo perteneces al departamento de espionaje y defensa
galáctico?
— Desde nunca, señor .
— Me alegro que lo reconozcas. Ahora puedes te retirar.
— ¿Señor?
El almirante levantó su cabeza, curiosamente similar a la de una foca, de los papeles
que fingía leer .
— ¿Puedo usar la cápsula un tiempo más?
— Permiso negado.
Cuando abandonó el salón de conferencia ya el plan tomaba forma en su mente. No
podía soportar que siguiesen los accidentes por la imbecilidad de sus superiores y el
burocratismo existente nel siglo 25. Tenía que continuar con la cápsula del tiempo. Pero
no podía lo hacer solo.
Necesitaba alguien. ¡Bonnie! La encontró en su oficina. Como siempre arreglando
los archivos. Le explicó lo que deseaba. Bonnie se mordió el labio inferior con aquel
gesto característico suyo.
— Está bien. Te ayudaré.
— Bien. He mi plan.
La cápsula del tiempo estaba situada en un edificio de acetileno al final de la pista
número 7. Había única entrada al edificio y las ventanas eran apenas simples rajaduras
nel material. Arturo hizo señas a Bonnie para que se acercara a él en la oscuridad, la
podía sentir respirando fuerte.
— ¿Estás segura de que deseas seguir?
— Sí.
Bonnie lo miró de forma extraña. Después se apartó de las sombras proyectadas por
las naves interplanetarias en reparación y caminó nel medio de la pista iluminada por la
Luna llena. Llegó hasta la puerta y la tocó. Arturo aguardaba en al oscuridad con el
corazón golpeando en los oídos. No llegaba sonido del edificio. Parecía estar
deshabitado. De nuevo la rubia tocó. En esa vez más fuerte.
— ¿Quién está ahí? — Preguntó una desconfiada voz desde adentro.
— Abras la puerta. — Ordenó Bonnie, con voz clara y firme.
La puerta se abrió 1cm y Arturo vio un par de ojos en la oscuridad interior. Bonnie
dijo:
— Hola.
— ¿Qué pasa? — Preguntó el guardián.
— Estoy perdida. — Contestó la chica.
— Tengo que abordar la nave de Venus a la medianoche, pero no puedo encontrar la
pista 6.
Una cabeza cautelosa se asomó, contemplando con extrañeza.
— Estás bastante lejos de la pista 6, compañera. — Contestó el guardián, ya más
calmado al notar la túnica uniforme de la unión galáctica.
— ¿Me puedes ayudar?, compañero.

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Sebastián Frías Historias del Más Allá
— Claro. La pista 6 está en algún lugar hacia el otro extremo del campo. — Contestó
con ambigüedad.
La chica persistió:
— ¿Por favor, no puedes indicar a mí. No puedes salir un segundo del edificio y
mostrar la dirección correcta?
La puerta se abrió completamente y el guardián salió a la luz de la Luna. Era el
momento que Arturo necesitaba. Se deslizara como un gato en la trasera del edificio
hasta quedar directamente tras de Bonnie. Unió las manos para un golpe de conejo sobre
la nuca del guardián, que se desplomó con un sordo quejido. El comandante susurró:
— Vamos.
Dentro, con Bonnie, se volvió pasando el seguro y se recostó en la puerta.
— Listo.
— ¿Qué pasará cuando lo sepan?
El rostro del comandante se oscureció un instante. Bonnie no sabía la respuesta, ya
que no tenía acceso a los archivos de emergencia. Pero él, como alto oficial sí. Y
decidió hacer.
— Nos volarán del edificio Bonnie, con cohetes concentrados.
Bonnie abrió los ojos azules pero nada dijo. Se movieron nel pequeño edificio con
rapidez hasta que en fin encontraron la máquina. Estaba recostada a lo largo nel final del
salón. Plana y alargada. El frente era una masa de agujas lumínicas y cuadrantes. En la
derecha de la máquina la pantalla de televisión se extendía cubriendo una gran parte de
la pared y estaba dividida en líneas que formaban pequeños y simétricos cuadrados.
Era una pantalla negra, empotrada en la pared. Ominosa y masiva. Arturo murmuró:
— Está en la pantalla. Cuando localizas lo que deseas, todo lo que tienes que hacer es
centrar los instrumentos y enfocar directamente.
— ¿Y después?
— No es exactamente una pantalla de televisión. Al menos en la televisión no se
puede penetrar a través de ella
— ¿Quieres decir que se puede penetrar en esa pantalla negra?
— Es como un puente. El presente está en este lado, el pasado y el futuro nel otro
lado.
— No entiendo por qué prohíben su uso.
— Deben tener motivo.
El comandante estudió los cuadrantes y los instrumentos un instante.
— Todo parece perfectamente normal. La encenderemos en unos segundos. Sólo que
en esta vez nuestro desconocido enemigo sabrá quien somos.
Arturo fue hacia otra máquina cercana conectando el conmutador. Un sostenido
rumor comenzó a brotar de ella.
— Necesita un tiempo para se calentar.
— ¿Es esa una edición más pequeña que la otra? — Bonnie preguntó, asombrada.
— Es un interruptor. Algo así como lo que usaban en los radares hace cientos de
años, para bloquear los radares enemigos en la cuarta guerra mundial. En otras palabras:
Podemos ver lo que el otro lado hace sin que nos detecte.
Arturo escuchó el sonido durante un rato. Gradualmente se concentró, se
estabilizando.
— Comencemos del siglo 24 hacia atrás.
Accionó el dial hasta que la figura 24 apareció claramente nel instrumento. Después
utilizó otro botón, llevando a la figura 2490. Terminó con una tercera palanca, que
ponía en funcionamiento todo el circuito. Comentó Arturo:

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Sebastián Frías Historias del Más Allá

— Ahora viene lo difícil. El proceso de cubrir casi cinco siglos lleva tiempo y es
tedioso.
Ella asintió lo viendo accionar los controles. Arturo asentó el año, el mes, la semana
y finalmente el día.
— ¡Dios mío! — Exclamó Bonnie — Podemos quedar en este proceso durante siglos.
— No tanto. Actualmente toma sólo unos segundos analizar un área en particular En
10 minutos podemos cubrir 10 años en un área de cientos de miles de kilómetros
cuadrados. En media hora podemos cubrir todo el planeta Tierra durante 50 años.
— Gracias al Cielo. — Susurró Bonnie, encendiendo un cigarrillo y dejando caer en
una silla.
— ¿Puedes mover el dial a tu lado? — Pidió Arturo.
— ¿Dónde?
— Al final del tablero a tu izquierda.
Bonnie le dio la vuelta hasta que el dial profirió un sonido de clic. La pantalla
pareció se desvanecer de negro a gris y finalmente se iluminó toda. Arturo se sentó ante
la pizarra de controles se ajustando un par de auriculares:
— Aquí vamos.
Sus manos se movieron con exactitud y rapidez en los controles y las ondas
comenzaron a se desplegar en la pantalla. Ante sus ojos una ciudad extraña tomó forma.
— 22 de diciembre de 2490. La ciudad es…
La voz sonó seca y metálica nel sistema interno de radio.
— Está bien, comandante Arturo, éste es el almirante, cortes esa máquina nel acto.
Bonnie saltó nel aire. Arturo permaneció impasible con sus manos accionando los
diales.
— Arturo, estamos perdidos. El guardia, seguramente.
— ¡Ssshht! Estoy conectado con la antigua capital de Paris. — Con entusiasmo. —
¿Me oyes?, comandante. ¡Este es el almirante!
Arturo se quitó los auriculares, indicando a Bonnie a se sentar a su lado.
— Todo lo que tienes que hacer es mover este conmutador lentamente y mantener los
ojos en la pantalla. Puedes te acercar a un objeto determinado mediante este pequeño
botón.
— No puedo, Arturo. Es demasiado complicado todo.
— Vamos, Bonnie. ¡Tienes que hacer!
Cuando vio que la chica comenzaba a accionar en la pizarra se dirigió hacia la pared,
tomando el intercomunicador.
— Aquí el comandante Arturo.
— ¿Arturo? — Ladró en almirante.
— ¿Señor?
— Me alegra que te vuelvas razonable, Arturo. Fue una estupidez el conectar esa
máquina sin permiso.
— Pienso seguir la teniendo conectada en cuanto me digas qué deseas, señor
— ¿Qué dices. Estás loco?
— No señor
— ¡Idiota! Eso te llevará a la muerte por fusilamiento. Pero prefiero tomar el placer
de te mandar a reventar con los cohetes concentrados.
— ¿Y destrozar la única probeta tiempo que existe en la Tierra?
— ¡Ordeno que salgas inmediatamente con tu ayudante!
— Siento, señor. No se oye bien en este aparato.
— Arturo, apretaré el botón de los cohetes.
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Sebastián Frías Historias del Más Allá

— Siento señor. Tengo que desconectar.


Bonnie lo contemplaba con los ojos muy abiertos. Unas gotas de sudor en su frente.
El frío del miedo hacía que la chica se contrajese espasmódicamente.
— ¿Crees que cumplirá lo que dice?
Arturo la miró con cansancio y piedad.
— Sí, querida Bonnie. Creo que cumplirá lo que dice.
Trabajaron durante horas. El espacio-tiempo cruzando ante los ojos. El panorama
fascinante de la historia pasada se desplegando como una película tridimensional.
Ciudades y naciones. Entonces en esplendor, después en ruina. Era asustador y
excitante. Pero la pantalla permanecía extremadamente clara, sin nube que mostrase la
esperada interferencia. Dijo Arturo:
— Quizás estemos equivocados.
Bonnie seguía con los ojos pegados a la pantalla.
— Quizás todo fue coincidencia. Quizás.
— ¡Arturo!
Arturo la miró, asombrado por el grito.
— ¡Arturo. La pantalla se oscurece!
Arturo comenzó a mover los diales de acercamiento. El sudor corriendo nel cuerpo
en arroyos de excitación contenida.
— Tienes razón, Bonnie.
La muchacha miraba a la pantalla, fascinada Era en cierta forma como una cámara de
televisión se acercando y se alejando de los objetos. Los edificios aumentaban de
tamaño. Las caras se hacían visibles. Entonces las paredes se esfumaron y la pantalla se
iluminó con un cuarto de construcción rudimentaria. Un hombre se inclinaba sobre los
controles de una cosa muy parecida a la máquinas en las cuales ellos trabajaban.
El hombre era moreno. Los hombros muy anchos. El enorme cuerpo llenaba la silla.
Era calvo y la cabeza picuda brillaba con la luz del cuarto. Había total concentración en
su trabajo. Las orejas terminaban en puntas alargadas. Usaba un uniforme rojo cruzado
por varias decoraciones. Susurró Bonnie:
— Su cabeza ¡tiene antena!
— Sí. — Contestó Arturo, que trabajaba con los instrumentos, un residuo de la
tercera guerra nuclear nel siglo 22. La edad de la tiniebla. Los ojos servían para nada.
Los mutantes desarrollaron antenas para caminar nel mundo cubierto de materia
refractante a la luz solar. Un mundo con atmósfera artificial producida por los detritus.
— ¿Y ahora?
Arturo presionó un botón distinto. Después sonrió, tenso.
— Ya está. Lo tengo rodeado por un campo gravitacional que no puede traspasar.
Ahora hablaré consigo.
— ¿Hablar consigo?
El mutante miró con asombro hacia la pantalla
— Hola. — Dijo Arturo.
— Hola. — Contestó el otro, con un gruñido.
— ¿Te divirtiendo con el juguete? — Dijo Arturo, apuntando hacia la máquina del
otro. El hombre sonrió estúpidamente. Arturo sintió un escalofrío le recorrer la columna
vertebral. Conocía aquella sonrisa La viera en la institución para enfermos mentales
situada en Marte. Era la sonrisa de un retrasado mental. Algo imposible nel siglo 25,
pero muy factible en aquella época del pasado.
— Sí. Mi juguete mata. Destruye platillos voladores.
— ¿Platillos voladores?

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— Sí, en ese siglo se llamaba así a las naves interplanetarias.


— Tienes que botar tu juguete. — Dijo Arturo, lentamente. Intentando colocar toda
convicción en la voz.
— ¡No quiero botar mi juguete!
El intercomunicador volvió a la vida. Aulló el almirante:
— Está bien, Arturo, escuchamos todo. Si no salieres en 1o segundos, daré orden de
disparar los cohetes.
Arturo ignoró el aviso. Todas sus facciones parecían de piedra. Permanecía con los
ojos clavados nel idiota que se veía confuso.
— Tienes que dar a mí el juguete. ¿Me oyes?[]
— No. Es mío. Muertes. Quiero ver. No. Ya verás.
Se volvió de espaldas a Arturo, quien palideció al lo ver se dedicando a mover los
propios controles. En cualquier momento una de las naves interplanetarias que se
acercaban al espaciódromo quedaría destruida con su pasaje de vidas humanas. Arturo
saltó de su puesto. Con la pistola en la mano apretó un botón marcado paso y caminó
hacia la pantalla. Ella gritó:
— ¿Qué harás?
— Ir hasta allí. Tengo que lo matar.
— Muy bien, Arturo. Lo quisiste. Allá va. — Aulló el Almirante.
El idiota del siglo 22 oyó la voz y miró sobre el hombro. La saliva colgando de los
purulentos labios. El zumbido del cohete atravesó las paredes, haciendo estremecer toda
la fortificada construcción. Arturo estaba ya a un pie de la pantalla al pasado cuando el
cohete explotó en la habitación. Fue una erupción en la pared, seguido del destello y el
caos. Explotó directamente junto al comandante, que sintió las esquilas del metal
penetrando en su carne, destrozando los huesos y músculos. Aún antes de sentir el dolor
supo que la herida era mortífera. Para eso era un militar y veterano de la guerra
galáctica. — ¡Bonieeee! — Se quejó mientras caía al suelo nel inmenso charco de
sangre, entre las paredes que se derrumbaban y los alambres que chisporroteaban a
doquier como fuegos artificiales.
— ¡Maldición. Tanto trabajo por nada! — Pensó Arturo, antes de cerrar los ojos a la
muerte cercana. Lo último que vio fue la figura femenina y decendida al pasado. Abrió
los ojos.
Miró alrededor asombrado. A principio costó enfocar la mirada sobre la figura
borrosa sobre sí. En fin logró la enfocar. Era Bonnie, sonriendo.
Se apoyó en la silla. Una idea le zumbaba nel cerebro. Pero no. Era demasiado
increíble para la aceptar. La voz de la chica continuó y ese idioma dio la extraordinaria
casualidad que era uno de los antecesores del almirante, que lo sabía y por eso los
bombardeó con los cohetes, intentando evitar el futuro. Arturo la abrazó estrechamente.
El corazón brincaba nel pecho. Sí. Aquello era cierto. La conjetura de Bonnie era cierta.
— Abrid la puerta. Somos las fuerza de seguridad. — Gritaba una voz por los
altoparlantes.
— Bonnie. Si estás en lo cierto eso significa que… que…
— Arturo, viejo zorro, abras la puerta y no sigas ahí con la chica. — Gritó la voz de
Pedro Slade, el comandante de la Orión 8.
— Pedro… pero…
— Abras la puerta. Hay una sorpresa para ti. — Replicó Pedro.
El espectáculo que le aguardaba allá afuera era único. Increíble. Amanecía cuando
Arturo finalmente abrió la puerta. Caminó, cogió de la mano de Bonnie y la llevó hacia
la pista. Las naves desaparecidas en los innumerables accidentes estaban allí. Cada uno

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nel lugar donde se chocara contra el suelo. Pero estaban completas y la multitud de
pasajeros y pilotos caminaba hacia ellos, sonrientes.
Arturo Mallon y Pedro Slade se dieron un fuerte abrazo mientras las fuerzas de
seguridad sellaban cuidadosamente las puertas del edificio donde se alojaba la peligrosa
cápsula del tiempo y mientras el viento disipaba la ceniza de quien fuera el almirante.

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Sebastián Frías Historias del Más Allá

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Invasión mundial de extraterrenos


Un panel de reputados y mundialmente conocidos expertos
en ciencias psíquicas fue recientemente reunido. El gobierno,
mediante contribuciones de entidades privadas, fue el
promotor del proyecto. Su objetivo no tenía anal nel campo de
la psíquica. Se trataba de establecer contacto con las
civilizaciones extraterrestres que, aparentemente, nos vigilan
desde hace miles de años. Los asombrosos resultados se
condensan en este sensacional artículo.
ra una noche fría, crispante y cubierta de cristalinas estrellas en principio del
otoño. Una gélida brisa flotaba etérea entre los árboles de las colinas
californianas.
¿El lugar? Uno de los puntos más conocidos por visiones de platillos volantes
durante los últimos años.
¿El motivo? Establecer contacto telepático con ellos y averiguar su plan con respecto
a nuestro contorsionado mundo.
Richard de Morelli estaba sentado con las piernas cruzadas al estilo yoga. En plena y
completa soledad con el mundo nocturno de la campiña. Un desolado y sombrío
desfiladero al norte de Los Ángeles era el punto de observación.
Pero Richard no es un hombre natural nel estricto sentido de la palabra. Durante más
de dos décadas se acostumbró a predecir los sucesos futuros con una exactitud terrible.
Dentro del campo conocido como sobrenatural posee fama similar a la de un artista de
primera categoría en las pantallas.
Richard no estaba solo. Poco a poco, nel mayor silencio y titiritando bajo sus
gabardinas y chalecos, comenzaba a se reunir una multitud de personas respetando su
silencio y mutismo. Los representantes de la media publicitaria.
Lentamente Richard fue perdiendo contacto con la realidad, la cabeza descendió al
pecho. Penetró en un profundo que todos los presentes aguardaban con expectativa.
En primera vez (científicamente) la raza humana intentaba establecer contacto con
las civilizaciones extraterrestres que constantemente circundan nuestro sistema solar en
desconocidas misiones.
Richard podía se considerar una especie de trasmisor receptor de fuerzas telepáticas.
Un emisor de energía inquisitiva hacia la vastedad infinita del universo a la pregunta
que todos nos hicimos alguna vez: ¿Existe alguien allí fuera nos mirando, vigilando?
Alguien depositó junto al psíquico una grabadora portátil de alto poder. El ronroneo
eléctrico de la cinta que corría captando el vacío llenaba la soledad.
8:30h de la noche. Nada aún. Una hora llevaba Richard en su trance solitario. Su
mente programaba y enviaba la pregunta al vacío, hacia el infinito que relucía con
puntitos luminosos. ¿Llegaría la respuesta?
Pero Richard no estaba solo en su experimento. En realidad era una conjunción
matemáticamente planeada y subvencionada con fondos gubernamentales.
A 65m, partiendo exactamente del punto nel cual Richard adoptaba su posición yoga,
sucedía algo similar.
Vicky Amesquita, reconocida como una de las mejores psiquiatras de Estados-
Unidos se concentraba también en la vastedad del universo. Buscando la minúscula
partícula que viajaba entre las estrellas y que nosotros conocemos como ufos o platillos
voladores. La cacería hacia lo desconocido comenzaba.
9:05h.

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Vicky, en idéntica posición y trance, habló con voz monótona a los espectadores que
la rodeaban en una casa del suburbio californiano. Dijo establecer contacto
extrasensorial con un platillo volador nel hemisferio norte.
Cinco psíquicos de diferentes ramificaciones y situados en distintos puntos de
observación acompañaron a Vicky y Richard en la cacería.
El ESP latía nel ambiente de California como la brisa entre los árboles del otoño. Los
mejores psíquicos del mundo concentran esfuerzo nel mensaje común:
— ¿Quién eres. Dónde estás?
Vicky fue la primera a recibir la respuesta débil y lejana. Pasaría una semana antes
de que los psiquiatras se decidiesen a revelar su conclusión sobre lo sucedido en aquella
noche de otoño.
Controles secretos fueron ejercidos para que los resultados de la percepciones
extrasensoriales y telepáticas se mantuviesen nel silencio, el mismo silencio que
caracterizara durante casi veinte años a los platillos voladores. La cortina de silencio
tendía a se cerrar sobre la verdad.
Tras aquella noche se distanció a los siete psíquicos en diferentes regiones del país
bajo el pretexto de contratos especiales. No se le permitió comprar notas, establecer
contacto entre sí o se ver físicamente.
Pero según pasaban las semanas. Era más difícil para el grupo guardar el secreto.
Los periodistas que cubrieron el experimento telepático de Richard desconocían la
existencia de los otros seis psiquiatras trabajando nel mismo sentido y en la misma
noche.
Con el tiempo se logró que el velo del misterio y del silencio descorriese lentamente.
Casi todo mediante la habilidad de determinados medios publicitarios que lograron
averiguar que Richard no era un individuo experimentado por su cuenta y riesgo, como
se tratara de hacer pensar, sino una pieza del mecanismo telepático en su totalidad.

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Sebastián Frías Historias del Más Allá
Atando cabos fueron localizados el resto de los psíquicos. Finalmente se logró
obtener facsímiles de las notas comunes sobre lo sucedido en aquella noche.
La similitudes y paralelismos eran increíbles. La explicación de casualidad o
imaginación quedaba descartada por el simple peso de la lógica y la probabilidad
matemática.
La conclusión obtenida de los estudios comunes eran idénticas. Los platillos volantes
(ufos) eran reales.
Como explicación se conocía que nuestra humanidad es vigilada por una civilización
muchísimo más antigua que nosotros, tan avanzada nel espacio-tiempo que rompió la
ley tridimensional, se desplazando contra el factor tiempo.
Claro que individualmente muchos videntes y psíquicos llegaron a las mismas
conclusiones tras de ocasionales contactos, pero en ese caso el experimento era común,
dirigido y orientado por un departamento estatal cuyo nombre aún permanece en
secreto. Durante cuatro años se planeó ese experimento en los círculos más secretos del
país.
Las opiniones entre los que mandan en la máquina del estado permanecían divididas
y alternas. Pero en fin se tomó la decisión de establecer el contacto, si era posible, para
la noche del 13 de noviembre.
El primer consultor e instigador del grupo fue Richard, autor de numerosos libros
sobre percepciones extrasensoriales, parapsicológicas y levitaciones astrales. Parecía el
hombre indicado para colocar en funcionamiento el plan. Y fue.
Richard escogió, tras riguroso estudio, al resto de sus colegas tres meses antes de la
operación. Lo hizo mediante archivos y descripción personales de sus éxitos nel campo
común, pero jamás estableció contacto personal con ellos antes del experimento.
Los encargados del mismo deseaban eliminar toda probabilidad de fraude o
interferencia de corrientes mentales.
Siendo Richard el más astrotelepático, fue colocado nel desierto desfiladero en las
afueras de Los Ángeles. El resto de sus compañeros se ubicaron en diferentes casas y a
muchos kilómetros de distancia, formando una estrella magnética para concentrar sus
energías con un denominador común.
Vicky estableció que aún a todos es difícil establecer una conversación franca y
directa sobre sus impresiones en aquella extraordinaria noche. Algo los aguanta. Una
fuerza que aún se mantiene latente en ellos.
Paralelamente y en circunstancia misteriosa una parte de la media publicitaria
comenzó a atacar el plan de comunicación con extraterrenos, calificándolo como
ridículo y insensato.
Si tenemos en cuenta que esos ataques surgían precisamente a cuatro semanas del
experimento, el hecho tomaba carácter de conspiración para desacreditar las futuras
revelaciones de los siete psíquicos en radio y televisión.
La doble mano de agencias como la CIA y el Pentágono se mostraban en apariencia
en aquellos ataques. Posiblemente la misma mano que alimentara la fuente económica
con la cual se llevó a efecto el contrato.
Pero aparentemente los investigadores de la conspiración se equivocaron en sus
deducciones, ya que aún ninguno de los psíquicos apareciera en los medios publicitarios
con la sensacional historia.
El público quedó desconcertado ante lo que oía:
— ¿Cómo era posible que semejante experimento se llevase a efecto sin el
conocimiento de nosotros?
— ¿Cómo se enteraban cuatro semanas después de lo sucedido? y lo que era aún más
extraño:

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Sebastián Frías Historias del Más Allá

— ¿Cómo los psiquiatras envueltos nel asunto no hablaron?


Por eso lo que parecía planeado para callar a los psíquicos se convirtió precisamente
en lo contrario: Un escándalo público.
Los medios publicitarios que no fueron afectados por aquella inexplicable fiebre de
ataque contra el experimento se lanzaron en masa sobre él, intentando obtener
declaración.
Pero todo marchaba lentamente. Vicky confesó que en aquellos momentos no era
muy difícil tratar sobre el asunto en público porque ni en privado lo dijéramos entre
nosotros y nos desagradaba la actitud asumida por la publicidad.
Pero lentamente fue surgiendo la historia. Una declaración conjunta de los
psiquiatras daba una vivida descripción sobre su contacto directo con los platillos
volantes. Ninguno clamaba revelaciones particulares de extraterrenos, y terminaban
estableciendo que si algún contacto telepático llegó a se establecer fue simple y
llanamente en forma de impresiones a fin de comparar similares experiencias entre los
miembros del grupo.
Eso, a todas luces, era con el fin de disminuir, sellar y guardar nel olvido lo
averiguado en la fría noche californiana.
Pasaron los meses y se calmó el ambiente. Entonces el psíquico Richard fue
persuadido a entregar una copia de sus transcripciones. Trozos y cortos de ese
documento aparecieron nel periódico The star.
De allí a adelante se precipitó el cúmulo de descubrimientos sobre lo que realmente
sucedió en aquella madrugada.
Claramente establecieron los siete psíquicos que no hay evidencia que sustente sus
aseveraciones. Se refieren a pruebas de tipo científico. Pero la casi imposible
similaridad entre sus percepciones claramente las sitúa fuera del campo de la
posibilidad.
La vida inteligente proveniente de otros sistemas solares existe, sin duda.
Esas son las afirmaciones de Ted Owens, residente en Cabo Carlos, Virginia, uno de
los escogidos para el experimento.
— Sentí perfectamente la presencia de tres platillos voladores en la proximidad de
nuestro planeta. Uno era un objeto largo en forma de cigarro. Los otros dos poseían
apariencia oval.
Continuó su descripción extrasensorial.
— Uno de los platillos emitía un radiante y complejo sistema de luces verdes,
amarillas, azules y rojas, y prácticamente se difuminaba por causa de la velocidad que
llevaba nel espacio exterior.
He la sensacional revelación:
— Era más que un objeto físico y sólido como los que conocemos en nuestro mundo
de tres dimensiones. Era otra cosa. A principio me costó trabajo lo ubicar. Hasta que
descubrí la palabra me fue sugerida por los seres que viajaban en esos vehículos
espaciales. La palabra es multidimensionales. Según lo que puede captar, los platillos
voladores son más bien energía pulsante y no un campo tangible en la forma que
nosotros conocemos la tangibilidad.
Esa posibilidad vuelve a corroborar la teoría de la relatividad, mediante la cual el
objeto, cuando atraviesa la velocidad de la luz y la supera, pierde su dimensión física se
convirtiendo en parte de energía cósmico-molecular del universo y viaja a la misma
velocidad del infinito.
Sigue el psiquiatra Ted Owens.
— Sentí inteligencia viva nel interior del aparato o lo que fuese. Pero en los otros dos
la energía que me llegaba era insensitiva y artificial. Algo como probeta de laboratorio

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controlada a larga distancia para analizar datos específicos. Me quedé con la
determinante impresión de que esos platillos voladores representaron una gran parte de
los sueños y visiones bíblicas profetizadas por Moisés, Ezequiel y otros. Son lo que en
esta época están mucho más sofisticados que nel tiempo de Moisés.

Aquí vale observar lo que Billy Graham recientemente dijo en uno de sus sermones:
Que estableciera contacto con los tripulantes de los platillos voladores y que son
ángeles.
— ¿Será el Cielo la cuarta dimensión. Nos elevamos en la espiral del universo nos
desprendiendo de nuestra materia carnal hasta nos convertir en ángeles. Existirá relación
entre nuestros espíritus en la reencarnaciones y un descenso en esa espiral?
Cada una de esas preguntas está relacionada con la otra y el sumo de todas, en total,
nos daría la respuesta final.
Las referencias a ufos dejando tras de sí estelas de energía multicolor y vibrante, y
careciendo de la solidez de materia física, son significantes, ya que generalmente son
captados por personas con evidentes cualidades psíquicas.
Un caso específico: Vicky estaba a 3200km del punto en que Owens obtuvo sus
percepciones. Los dos psiquiatras no se conocen y jamás hablaron entre sí.
Pero con Owens en la prueba ella también percibió el objeto alargado en forma de
cigarro y que mantenía en derredor una capa de energía desconocida que pulsaba
intermitente.
Vicky también estableció que sintió la presencia de los otros dos platillos voladores
ovales. Los describió como largos, ovalados y negros. Los dos objetos se balanceaban
como una masa de pura energía.

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— Tuve el presentimiento de que podían trascender a otras dimensiones en tiempo y


espacio de las cuales no tenemos idea.
Owens sintió que uno de los ufos era controlado por instrumentos a larga distancia o
control remoto y que era equipado con los más sofisticados instrumentos con apariencia
similar a los satélites terrenos.
Nel caso del otro ufo ella sintió que era piloteado por formas extrañas de vida. Una
especie de imagen nebulosa de tres criaturas vestidas con verde metálico y sin de rostro.
De acuerdo a las impresiones del jefe del grupo, Richard, también sintió un objeto
ovalado nel espacio viajando a terrorífica velocidad nel cielo de Texas. Los servicios de
noticia patrocinados por UPI (Unidad press international) anunciaron con diferencia de
solo unos minutos, lo siguiente: Dos diputados de la policía en Brownsville, Texas
cuentan que fueron perseguidos durante 20 minutos por un objeto ovalado, pulsante y
que despedía una inmensa fuente luminosa. Los diputados estaban en viaje nocturno,
trasladando tres presos hacia la prisión estatal, cuando ocurrió el suceso. Tras de la
persecución el ufo adquirió velocidad que lo convirtió en un simple trazo de luz
desapareciendo rumbo al infinito.
¿Coincidencia? Sucedió exactamente en la noche del experimento en California.
Richard explicó que el ufo que contactó telepáticamente tenía cerca de 16m de largo
por 10m de ancho. No tenía ventana ni puerta pero tenía tres hendiduras que corrían a lo
largo del fuselaje y las cuales estaban iluminadas. El aparato estaba rodeado por un halo
vaporoso compuesto por diferentes colores.
Dentro del aparato había un banco de destellantes radiaciones de color plateado y lo
pilotaban dos humanoides. Tenían aproximadamente 1,6m de alto y parecían autómatas.
También había una cámara parecida a la televisión que conocemos, pero servía para
trasmitir a los robots o humanoides las órdenes de la inteligencia que los movía.
Señor Kelly Arthur, amigo personal de Richard, que estaba junto a él cuando recibía
las impresiones, dijo que abruptamente Richard perdió el contacto con los humanoides,
se sintió enfermo del estómago y casi perdió el sentido, tal cual si aquellos seres
descubriesen de repente ser observados por telepatía y quisiesen evitar contacto.
La psiquiatra Jennifer de Marquis, que participó nel experimento desde San
Francisco, no encontró evidencia de contacto en esa noche y se retiró de la línea de
contacto.
Los psiquiatras que estaban en norte de California establecieron que vieron
telepáticamente un objeto negro en forma de óvalo, se balanceando sobre la Tierra.
— Era rodeado de una atmósfera tenue pero definida de energía en diversas
coloraciones. Dos o tres humanoides estaban a bordo del ufo. Estoy casi seguro de que
su misión era pacífica y que poseían contacto en alguna parte de nuestro mundo.
— Quizás una colonia de ellos.
Sus afirmaciones van más lejos.
— Nuestro planeta es observado por al menos dos diferentes civilizaciones de
extraterrenos. El caso reciente de dos hombres nel sur, capturados y llevados a bordo de
un ufo es cierto, aún cuando ese vehículo ya no está en nuestro sistema solar.
Jennifer dijo:
— Debido a un error de apreciación en su capacidad de fuerza magnética un ufo
desencadenó el terremoto de San Francisco en 1906. La Tierra será visitada
formalmente por visitantes del espacio hacia el año 2000, cuando ya nuestras divisiones
políticas estén relegadas a segundo plano.
Similarmente, Wayne Vicent, de Tulsa, Oclajoma, mentalmente estableció contacto
con varios ufos nel cielo de su estado.

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— Uno parecía un gigantesco dirigible de 65m de largo. Los otros eran de forma
ovalada, alrededor de 16m de largo, con un cono en la parte superior. Uno estaba
ocupado por un hombre y una mujer. Los dos tenían alrededor de 1,6m de altura.
Seremos visitados por esos seres entre 1990 y 2000.

Como se puede ver, existe una completa analogía entre los reportes del grupo a miles
de kilómetros en aquella noche específica.
Tenny Hale, de Oregón y Bill Garrett, de Canadá, participaron nel experimento como
observadores independientes y sin saber a cabalidad que existía una cadena de siete
colegas trabajando en esa noche en Estados-Unidos, para escudriñar el cielo. Ambos
fracasaron en contactar los platillos voladores.
En las siguientes semanas los psiquiatras que estuvieron nel sur de California
aseguraron haber recibido con mucha frecuencia en su sistema telepático dos palabras
que aparentemente no tenían relación entre sí ni con los acontecimientos que sucedieron
en aquella noche: Danub y signets. Pero profundizando nel tema se logró averiguar que
ambas palabras pertenecen a regiones definidas del sistema estelar. Específicamente en
la constelación del Cisne, situada a millones de años-luz de la nuestra. Los astrónomos
soviéticos pronunciaron, en reciente congreso científico, recibir extrañas señales de
radio procedentes de esa región del universo, sobre todo en recientes semanas
posteriores a ese experimento.
¿Sería que los platillos voladores informaron a sus cuarteles generales sobre la
información telepática y intentaban responder a ella?
Lo cierto es que se intentó minimizar el experimento llevado a cabo con perfecta
organización y propósitos definidos, una vez que los resultados fueron conocidos por
los que lo lanzaron.
Es evidente que las coincidencias en las descripciones de los psiquiatras dejaron
atónitos a los que las fomentaron. Quizá esperaban un fracaso total y se encontraron con
un éxito.

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Las puertas a la telepatía universal quedan abiertas. El primer contacto serio y
coordinado demostró superar las predicciones más óptimas.
Pongamos como ejemplo que en un futuro se repetirá el experimento con asiduidad y
premeditación. Que los seres psíquico-telepáticos trabajan sobre nuestros cielos en cada
noche buscando el contacto con el misterio de los ufos.
Y que ese contacto crece y se desarrolla.
¿No es motivo suficiente para asustar a los que lo promovieron?

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