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Psicoloxía da saúde- Prof. Luís Fernández Ríos.

INTRODUCCIÓN: Fuentes documentales en psicología de la salud

DIAPOSITIVA I:

¿Qué publicar, qué es un artículo científico?

¿Qué publicar, qué es un artículo "científico"?

La UNESCO ha sentenciado que "la finalidad esencial de un artículo científico es comunicar los
resultados de investigaciones, ideas y debates de una manera clara, concisa y fidedigna; la
publicación es uno de los métodos inherentes al trabajo científico. Es preciso establecer estrategias
de publicación bien elaboradas y seguir con conocimiento de causa una serie de normas adecuadas
para facilitar el intercambio entre científicos de todos los países y reducir a proporciones
razonables el incremento del volumen de publicaciones"

Un artículo científico es un conjunto organizado que debe ofrecerla suficiente información para
que los usuarios puedan conocer el modo como se realizó el trabajo, el interés del mismo, evaluar
las observaciones, repetir, en su caso, los experimentos o experiencias y validar los procesos
intelectuales. Por consiguiente, debe presentar una estructura que revele la existencia de
partes destacadas y claramente distintas, entre ellas, al menos: (I)ntroducción, (M)étodos,
(R)esultados y (D)iscusión: (IMRyD)

Estilo APA: Manual de publicaciones de la American Psychological Association (Tercera edición


traducida de la sexta en inglés) (Apartado .-"Estilo de redacción para las ciencias sociales y
conductuales) No supe resumir más este, sorry :(

Para empezar, deja claro que una investigación sólo está completa cuando los resultados se
comparten con la comunidad científica (de manera formal e informal), la más tradicional es la
revista científica. Según el tipo de artículo van a tomarse en cuenta ciertos requisitos:

- Estudios empíricos: son informes de investigaciones originales. Están formados por:


introducción, método, resultados y comentarios. Además de esto, van a incluir análisis
secundarios que pone a prueba la hipótesis.
- Reseñas de literatura: incluyen síntesis y meta-análisis de investigaciones de lo ya
publicado, son evaluaciones críticas. Al organizar, integrar y evaluar el material van a
diseñar una especie de tutorial donde se va a definir claramente el problema, se
sintetizarán investigaciones previas dejando claro el punto actual, se contrastarán
contraindicaciones y coincidencias y, en además, se sugiere un posible solución.
- Artículos teóricos: basándose en lo escrito en investigación se promueven avances en la
teoría. Son similares en estructura a las reseñas, sin embargo en estos se va a examinar la
consistencia interna y la validez externa de una teoría.
- Artículos metodológicos: van a presentar nuevas aproximaciones metodológicas,
modificaciones de métodos existentes o comentarios de aproximación cuantitativa y de
análisis de datos. Se realizan a un nivel accesible para los investigadores.
- Estudios de caso: van a ilustrar un problema (individuo, grupo, comunidad u organización),
los medios para resolverlo y aportan las investigaciones realizadas.
Además, hay que tener en cuenta los estándares éticos y legales de las publicaciones que tienen
tres objetivos:

- Asegurar la precisión del conocimiento científico que se lleva a cabo con:


o La ética de presentación de los resultados de la investigación, siendo el editor el
primer responsable de la presentación de un error
o La retención y aportación de datos, para precisar toda procedencia
o La publicación duplicada, la misma publicación en dos fuentes diferentes:
investigaciones anteriores, dar crédito a otros y citar trabajos previos; y publicación
parcial de datos, división innecesaria de los descubrimientos de un solo esfuerzo de
un investigador en varios artículos: reanálisis de datos publicados o notificaciones
al editor
o Plagio y autoplagio
- Proteger los derechos garantías de los participantes en la investigación
o Derechos y confidencialidad a los participantes
o Conflicto de intereses
- Proteger los derechos de propiedad intelectual
o Crédito en las publicaciones: definir autoría, cómo hacerlo y orden de la misma
o Revisores
o Autoría sobre un manuscrito no publicado
o Planeación para un cumplimiento ético

Bases de datos: ¿Qué son?

Es un conjunto de información relacionada que se encuentra agrupada o estructurada. Un archivo


por sí mismo no constituye una base de datos, sino más bien la forma en que está organizada la
información es la que da origen a la base de datos. Base de Datos se refiere a una colección de
datos organizada para dar servicio a muchas aplicaciones al mismo tiempo al combinar los datos de
manera que aparezcan estar en una sola ubicación.

Cómo buscar información

Cómo citar (Estilo APA)

Una cita es la expresión parcial de ideas o afirmaciones incluidas en un texto con referencia precisa
de su origen o fuente y la consignación dentro de la estructura del texto. En el estilo APA se utilizan
paréntesis dentro del texto en lugar de notas al pie de página o al final del texto, como en otros
estilos. La cita ofrece información sobre el autor y año de publicación, que conduce al lector a las
referencias que se deben consignar al final del documento. Básicamente hay dos formas de realizar
una cita dependiendo de lo que se quiera enfatizar con ella. En el primer caso, se hace un énfasis al
autor cuando lo que se quiere citar o resaltar es el pensamiento o la posición específica de alguien
sobre algún tema. Por otra parte, en las citas basadas en el texto, se quiere hacer referencia a una
frase o teoría específica en la que el autor tiene un papel secundario. De la misma manera, la cita se
puede realizar de manera de manera textual o parafraseada para lo cual es relevante el número de
palabras citadas para configurar la cita, como se verá a continuación.
Una cita es textual cuando se extraen fragmentos o ideas textuales de un texto. Las palabras o
frases omitidas se reemplazan con puntos suspensivos (…). Para este tipo de cita es necesario
incluir el apellido del autor, el año de la publicación y la página en la cual está el texto extraído. El
formato de la cita variará según el énfasis -en el autor o en el texto.

Qué son revistas con factor de impacto.

El factor impacto es un criterio propuesto por el Instituto de Información Científica (ISI) de


Filadelfia. Este es un centro privado creado en la década de los años cincuenta y recoge en sus
bases de datos unas 8000 revistas. Aunque este centro es el referente más utilizado para evaluar la
producción científica en la mayoría de los países del mundo, hay que tener presente que no es un
centro oficial que analice todas las revistas científicas publicadas en el mundo, sino, sólo las que
tiene en sus bases de datos y que recibe de forma gratuita.

Antes de nada hay que dejar claro que es el "factor de impacto". Éste es un índice que se aplica en
el Journal Citation Reports (JCR) para clasificar las revistas en función de su "impacto en la
comunidad científica internacional". El factor de impacto se publica anualmente en las revistas
incluidas en el JCR, este índice que se publica anualmente se obtiene al dividir el número de citas
que obtiene una revista en un año, pero de los artículos publicados en los 2 años anteriores, y ese
número se divide por el número de artículos publicados en ese mismo período (dos años), en esa
revista. De hecho, un error frecuente que se comete en algunos estudios bibliométricos es
considerar todos los trabajos publicados en esa revista con factor impacto, sin tener en cuenta el
período que esa revista permaneció en el JCR. A lo sumo se podría considerar con factor impacto
aquellos trabajos publicados en los dos años anteriores a su entrada en el JCR, pues en realidad, las
citas recibidas por esos trabajos sirvieron para conseguir el factor de impacto el primer año que se
incluye en el catálogo. Por último, el factor de impacto se refiere al impacto que una revista tiene
en la comunidad científica, pero esto en modo alguno es un "índice de calidad" de la profesión o de
la relevancia social, profesional o de la implementación que suponen las investigaciones publicadas
en esa revista, que en mi opinión debe ser la finalidad última de la investigación.

Críticas al favor de impacto (artículo)

El estilo de pensamiento que vamos a encontrar con respecto al índice de impacto serían:

- La perspectiva organizacional o institucional: aceptarlo como cierto, estableciendo una


jerarquización de rankings que, a su vez, crean élites. Además, el modelo que siguen va a
propiciar la legitimación de jerarquías y, a veces, el índice de impacto es el propio mensaje
que va a manifestar un estilo de pensamiento y socialización organizacional. Así, el
fetichismo que despierta va a obligar a llevar a cabo la investigación sobre ciertos cánones
dando prisa por publicar sin parar, priorizando frente a docencia.
- Mercado de la ciencia: en el que los saberes van a ser más o menos rentables, convertirse
en un bien de consumo con una economía basada en el conocimiento. De esta manera va a
crear el neocolonialismo académica con injusticia ideológica.
- Pensamiento unidimensional: ya que va a depender de este índice, cargando a los estilos de
pensamiento con un valor, vigilando la mente de los investigadores y creando un impacto
de pensamiento irreflexivo. Esto es debido a que estandariza la manera de construir el
conocimiento y promociona la comparación social y presión para ser iguales, dando a todos
un pensamiento conservador y consiguiendo la profecía autocumplida. El objetivo va
acondicionar el proceso de investigación y publicación, dificultando la creatividad y
diversidad, promoviendo el pensamiento ritualista y el condicionamiento a la hora de
buscar información. La cantidad de trabajos va a predominar sobre la calidad, además de la
mala práctica en la publicación de trabajo, con un estilo de pensamiento líquido y
narcisista; además, da lugar a un sentimiento de injusticia y narrativa minimalista.
- Artículo como género literario: donde va a ser más un discurso sobre la práctica
profesional, intentando por tanto comunicar el conocimiento a la sociedad a pesar de tener
su género literario y estilo de publicación condicionados.

Se concluye que puede tener efectos positivos, pero las repercusiones negativas también son muy
graves. La implicación de los investigadores por conseguir índice de impacto sólo es positiva para
los que se adhieren al estilo de pensar, actuar y planificar la carrera profesional en forma de lo
políticamente correcto y quien se salga, estará condenado a la marginación, ostracismo y falta de
reconocimiento. No hay que olvidar que lo de que el resultado publicado tenga índice de impacto,
es una cuestión de política universitaria.

¿Qué es el Estilo APA?

La American Psychological Association (APA) mantiene un manual de estilo de documentación y


publicación, uno de cuyos aspectos es las citas y referencias bibliográficas. Estas pautas son muy
seguidas en todo el mundo, más allá de las ciencias del comportamiento y de la educación. Según el
estilo APA, los documentos, ideas o fragmentos literales de otros autores se deben citar dentro del
texto (sin notas a pie de página o notas finales para este fin) y se ha de incluir una lista de las
referencias citadas con los detalles bibliográficos completos al final del trabajo.

CAPÍTULO I: Concepto de la psicología de la salud

DIAPOSITIVA II:

Aproximación histórica al concepto de salud/enfermedad.

Que es una cosmovisión: Weltanschauung?Perspectiva policéntrica de la psicología/psicologías


indígenas. Aproximación etic y emic a la historia de la psicología de la cultural de la salud

El término “cosmovisión” es una adaptación del alemán Weltanschauung (Welt, “mundo”, y


anschauen, “observar”), una expresión introducida por el filósofo Wilhelm Dilthey en su obra
Einleitung in die Geisteswissenschaften (“Introducción a las Ciencias Humanas)”, (1914). Dilthey, un
miembro de la escuela hermenéutica, sostenía que la experiencia vital estaba fundada (no sólo
intelectual, sino también emocional y moralmente), en el conjunto de principios de la sociedad y de
la cultura en la que se había formado. Las relaciones, sensaciones y emociones producidas por la
experiencia peculiar del mundo en el seno de un ambiente determinado contribuirían a conformar
una cosmovisión individual. Todos los productos culturales o artísticos serían a su vez expresiones
de la cosmovisión que los crease; la tarea hermenéutica consistiría en recrear el mundo del autor
en la mente del lector. El término fue rápidamente adoptado en las ciencias sociales y en la
filosofía, donde se emplea tanto traducido como en la forma alemana original
El enfoque etic o universalista plantea que es posible construir categorías aplicables en diversos
contextos. Dentro de esta concepción surgieron la CIE-10 (OMS, 1992) y el DSM IV (APA, 1994),
sistemas ambos de diagnóstico estandarizado que ofrecen una clasificación categorial y dividen los
trastornos mentales en diversos tipos basándose en series de pautas con rasgos definitorios. Los
investigadores que adhieren a la concepción emic o relativista desconfían de estos sistemas de
categorías diagnósticas generalizables a cualquier ámbito; Kleinman (1977) señala que las
categorías psiquiátricas están limitadas al contexto de las teorías y prácticas psiquiátricas
occidentales. Esta posición sitúa al fenómeno psicopatológico que se va a estudiar en un
determinado contexto cultural y busca comprenderlo en ese marco de referencia. Critica al
investigador que impone categorías de enfermedades de su propia cultura a patrones de
comportamiento desviados en otras culturas. Los investigadores emic están interesados en conocer
el significado que atribuye un determinado grupo cultural a un síntoma perturbador, el papel de la
cultura en el modelado de los factores de riesgo, las consecuencias que tendrá para el sujeto en su
contexto una enfermedad determinada, así como en obtener clasificaciones culturalmente
específicas de los trastornos psíquicos.(Marsella & Das-Scheur, 1988; Weiss & Kleinman, 1988).

Hipócrates: En la antigua Grecia se consideraba que la salud era resultante de un estado de


armonía del individuo consigo mismo y con el exterior; y la enfermedad sería la ruptura del
equilibrio por causas naturales (incluyendo las biológicas, el comportamiento y la personalidad del
individuo). En China, mucho antes, también se entendió la enfermedad a partir del concepto de
balance de fuerzas opuestas (también era por tanto, un fenómeno natural). Mente y cuerpo están
indisolublemente unidos.

Galeno: Nacido en el año 131 A.C., se preguntaba por la causa de las alteraciones de la salud y
cuestionaba la presencia de los dioses en la enfermedad. De esta forma, con el naturalismo
hipocrático y con el racionalismo de la minoría ilustrada a la que pertenecía, se rechazó
enérgicamente la doctrina de quienes querían introducir en la estructura de la enfermedad un
elemento sobrenatural. Sin embargo, en la Edad Media se recurre nuevamente al influjo religioso
en la presencia de la salud y de la enfermedad

Edad Media: Se giró desde esa concepción naturalista de la salud hacia una de tipo dualista,
espiritualista, debido al poder creciente de la Iglesia Católica. Los procedimientos curativos eran
prácticas religiosas.

Fue en el Renacimiento cuando apareció el hecho que cambió la historia de la medicina y significó
la primacía del modelo biomédico: la teoría de René Descartes (1596-1696). Desde esta
perspectiva, lo físico y lo espiritual (mental) son dos realidades separadas. El cuerpo es una
máquina entendida en términos de sus partes constituyentes, por lo que la enfermedad es una
cuestión puramente bioquímica. Esto fue admitido por la Iglesia Católica y quedó esta perspectiva
arraigada en nuestra cultura occidental.

Ilustración: El invento del microscopio, a finales del siglo XVII, permitió profundizar en los aspectos
biológicos de la enfermedad. Por otro lado, con el advenimiento de la Revolución Industrial y los
avances técnico-científicos de la época, se identificaron causas en el medio ambiente y se empezó a
tener en cuenta, no sólo los aspectos biológicos y físicos, sino los económicos, sociales y políticos
relacionados con la salud. Con el surgimiento de la teoría microbiana en 1876, se reforzó la idea
según la cual, la enfermedad estaba determinada por aspectos medioambientales y, en este caso,
por la acción de un agente externo de tipo biológico. Cuando el hombre descubrió la causa
microbiana de la enfermedad, con éste creyó haber encontrado el origen de todos los procesos
patológicos. Así adquirió un nuevo concepto con base en el cual, le atribuyó una causa a la
enfermedad. Esto le permitió hablar de la “unicausalidad”.

DIAPOSITIVA III:

Modelo biomédico

El modelo biomédico descansa sobre 2 supuestos: dualismo mente-cuerpo (en virtud del cual, el
cuerpo es una entidad física y la mente es parte del dominio espiritual), y el reduccionismo, según
este último se asume que la enfermedad se limita a una serie de cuestiones físicas y químicas (sin
tener en cuenta la reacción emocional, la adhesión al tratamiento…). Engel ha puesto de manifiesto
algunas insuficiencias: 1)El criterio fundamental es la presencia de anormalidades bioquímicas (que
son en realidad condiciones necesarias pero no suficientes para el establecimiento del diagnóstico);
2)El diagnóstico del estado físico depende mucho de la información que proporciona el paciente
(habilidad del médico); 3)Se ignora la influencia de problemáticas vitales en la salud; 4)Los factores
psicológicos y sociales son fundamentales para determinar cuando una persona llega a verse
enferma; 5) Este modelo puede fracasar a la hora de determinar la recuperación de la salud
después de la enfermedad; 6)El resultado del tratamiento se verá influido por la relación médico-
paciente (la cooperación del paciente).

Se pretendió superar estas dificultades y a la vez incorporar los aspectos positivos del modelo
biomédico, sus avances técnicos y farmacológicos, al modelo biopsicosocial sostiene que es el
conjunto de los factores biológicos, psicológicos y sociales los que determinan la salud y la
enfermedad. De este modo, tanto los que se podría calificar de macroprocesos (apoyo social,
trastornos de salud mental, etc.) como los microprocesos (alteraciones bioquímicas) que
interactúan con el proceso de salud enfermedad. Además, pone en el mismo ámbito de su interés
la salud y la enfermedad, mientras que el biomédico solo se centraba en la enfermedad. Para
entender el proceso de interacción de las variables biológicas, psicológica y sociales, se ha
adoptado mayoritariamente la teoría de sistemas.

El modelo biopsicosocial conlleva implicaciones clínicas, en primer lugar, se sostiene que el proceso
de diagnóstico debe ser siempre interactivo de los factores biológicos, psicológicos y sociales a la
hora de evaluar la salud o enfermedad de u individuo. Por ello, el mejor diagnóstico es el que se
hace desde una perspectiva multidisciplinar.

En segundo lugar, el modelo también sostiene que las recomendaciones para el tratamiento deben
tener en cuenta los tres tipos de variables antes mencionadas, se trata de ajustar la terapia a las
necesidades particulares de cada persona, considerando su estado de salud en conjunto y haciendo
aquellas recomendaciones de tratamiento que sirva para abordar el conjunto de problemas que esa
persona plantea.

En tercer lugar, el modelo biopsicosocial destaca explícitamente la importancia de la relación entre


el paciente y el clínico ya que una buena relación entre ambos puede mejorar de un modo
sustancial la adhesión del paciente al tratamiento, la propia efectividad del mismo y acortar el
tiempo de recuperación de la enfermedad.

DIAPOSITIVA IV:

Nacimiento de la Psicología de la salud y conceptos

Concepto de Psicología (J. Matarazzo) de la salud y conceptos directa o indirectamente


relacionados (medicina psicosomática/ psicología médica/ medicina conductual/ psicología
clínica)

En pleno desarrollo de este modelo holístico de salud, la APA creó en 1978, como una de sus
divisiones, la 38, la Health Psychology (psicología de salud), que publicó su primer manual un año
después, y más tarde también aparece la revista de esta división titulada de la misma forma. La
definición de Matarazzo describe las atribuciones y áreas de trabajo de la disciplina: “La psicología
de la salud es la suma de las aportaciones profesionales, científicas y educativas específicas de la
psicología como disciplina, para la promoción y mantenimiento de la salud (campañas
promocionando hábitos saludables), la prevención y tratamiento de la enfermedad (enfatiza la
modificación de hábitos insanos, ayudar a adaptarse a la gente enferma a su nueva situación), la
identificación de los correlatos etiológicos y diagnósticos de la salud, la enfermedad y la disfunción
asociada, además del mejoramiento del sistema sanitario y la formulación de una política de la
salud”.

Otras áreas de conocimiento con las que tiene puntos de encuentro son las siguientes: La medicina
psicosomática (acuñada por Heinroth en 1818) fue el primer intento dentro de la medicina de
investigar las relaciones entre las variables psicosociales y las alteraciones psicofisiológicas.
Históricamente hubo dos momentos evolutivos, de 1935 a 1960 estuvo muy influenciado por el
psicoanálisis, y a partir de ahí se abandonan las formulaciones psicoanalíticas y se busca una base
más sólida de conocimiento y de técnicas terapéuticas eficaces para tratar la enfermedad
psicosomática, quedando plasmados los objetivos por parte de Lipowski (estudio del papel de los
factores psicológicos, sociales y biológicos en la homeostasis del ser humano; una aproximación
holística a la práctica de la medicina; una relación con la práctica psiquiátrica de consulta-apoyo).
Sin embargo, las diferencias entre la medicina psicosomática y la psicología de la salud son
evidentes; mientras la primera enfatiza la enfermedad y el tratamiento, la segunda se interesa en la
salud y la prevención. Esto sin menoscabo del papel histórico de sensibilizar a médicos y psicólogos
de la interacción emociones-desórdenes físicos. La psicología médica definida por Asken (1979) de
forma muy amplia como el “estudio de los factores psicológicos relacionados con cualquier aspecto
de la salud física, la enfermedad y su tratamiento a nivel del individuo, el grupo y los sistemas. No
representa ninguna orientación teórica particular, y tiene como foco todas las áreas de interés
académico: investigación, intervención, aplicación y enseñanza”. La psicología médica englobaría
todo prácticamente pero no ha podido englobar todo el ámbito de trabajo de la psicología de la
salud: no pone en primer plano la salud como objeto de intervención y olvida el papel de otras
profesiones clínicas en el cuidado de la salud y subordina el campo psicológico al médico.

La medicina conductual es “un campo interdisciplinario ocupado en el desarrollo e integración de


la ciencia biomédica y conductual, conocimiento y técnicas relevantes para la salud y la enfermedad
y la aplicación de esas técnicas y ese conocimiento para la prevención, diagnóstico, tratamiento y
rehabilitación” (Schwartz y Weiss, 1978). Dos diferencias con la psicología de la salud: La medicina
conductual pone énfasis en su naturaleza interdisciplinaria, mientras que la segunda es una rama
de la psicología, y por otro lado, la medicina conductual parece centrarse en el tratamiento y
rehabilitación de la enfermedad, la segunda se ocupa del ámbito de promoción de la salud. En
cuanto a la delimitación de campos entre psicología clínica y psicología de la salud hay una
polémica en nuestro país. Finalmente, parece que la psicología de la salud no es reductible a la
psicología clínica, al menos en el mundo académico, aunque esa distinción no es tan clara en el
mundo profesional en nuestro país, sin que ello presuponga que la psicología de la salud no pueda
ser la matriz de la psicología clínica, al menos desde una perspectiva conceptual”. En nuestro país
muchos psicólogos clínicos se ocupan de estos temas (manejo de estrés, trastornos de
alimentación, dolor crónico), además de otros como el cáncer o la adhesión a los tratamientos.

Comentario crítico. Confusión en la terminología de la terminología ¿Psicólogo clínico o psicólogo


general sanitario? Lectura “voluntaria”

DIAPOSITIVA V:

Concepto de salud/enfermedad /salud mental positiva

Concepto de salud OMS (1948): La OMS definió la salud como un estado completo de bienestar
físico, mental y social y no solamente la ausencia de enfermedad o dolencia, es decir, un estado de
bienestar en el cual el individuo se da cuenta de sus propias aptitudes, puede afrontar las presiones
normales de la vida, puede trabar de forma productiva y fructíferamente y es capaz de hacer una
contribución a su comunidad. Ni la salud física ni la salud mental pueden existir solas, el
funcionamiento de las áreas mentales, físicas y sociales son independientes. Además, la salud y la
enfermedad pueden existir simultáneamente. Pueden ser simultáneamente exclusivas, solamente
si la salud se define en una forma restrictiva como la ausencia de enfermedad.

Las recomendaciones sobre lo que hay que hacer para llevar una vida saludable se determinan
fundamentalmente por el modo en que cada cultura entiende la relación mente-cuerpo. Ésta
relación ha variado a lo largo de la historia desde una visión holística a una dualista. La primera
supone que el ser humano es un todo indisociable mente-cuerpo diferente de la mera suma de
esos elementos (suele implicar un énfasis en lo que la persona puede hacer por mantener su salud,
como en Grecia y China antiguamente o como actualmente propone el modelo biopsicosocial de la
salud. Al contrario, en el dualismo, la salud es algo que viene dado, por lo que se pone menos
énfasis en la importancia de los comportamientos saludables que en los tratamientos de las
enfermedades (modelo biomédico).

Salud mental positiva Vaillant la salud mental positiva, puede conceptuarse como lo superior a lo
normal, según se recogió en una calificación de la Valoración Global de Funcionamiento del DSM IV;
es un estado de múltiples fortalezas humanas más que de debilidades; puede concebirse con
madurez; puede verse como la dominancia de las emociones positiva; puede equipararse a una
inteligencia socioemocional alta; implica bienestar subjetivo y puede definirse como resistencia a la
adversidad.

Su definición no es clara y debemos tener en cuenta precauciones:


 hay que tener en cuenta las diferencias interculturales

 El “promedio” no equivale a sano (en el caso de la función tiroidea, la mitad curva de la


campana es lo sano, en el caso de la vista solo el extremo superior de la curva de la
campana y en el caso del colesterol solo el extremo bajo)

 Aclarar si se está describiendo un rasgo o un estado (un sujeto con una lesión de pie,
estado, posiblemente este más sano que un diabético tipo I, rasgo).

 La salud mental debe verse en contexto

DIAPOSITIVA VI:

Conducta de salud y enfermedad.

Conducta de salud: patógenos-inmunógenos comportamentales: Una de las definiciones clásicas


de conducta de salud es la de Matarazzo (1980) de “patógenos comportamentales” y de
“inmunógenos comportamentales”. Los primeros son hábitos o acciones “insalubres” que dañan la
salud, y los segundos son las acciones o hábitos “saludables”, que previenen la enfermedad o
promueven la salud. Kasl y Cobb definieron “conducta de salud” incluyendo

a) conductas dirigidas a prevenir la enfermedad; las que se pueden considerar “conductas de salud”
Las conductas de salud deben incluir no sólo las conductas dirigidas a prevenir la enfermedad (no
fumar) sino también las dirigidas a mejorar la salud (hacer deporte).

b) conductas dirigidas a buscar un remedio; “conductas de enfermedad” (ir a la consulta de un


médico)

c)Y conductas dirigidas a recobrar la salud o bienestar. “conductas papel de enfermo” (cumplir el
tratamiento prescrito

Algunos de los modelos que analizan las conductas de salud son: Modelo de Creencias sobre la
Salud (MCS) y la Teoría de la Acción Razonada y la Teoría de la Acción Planeada. Según la MCS se
presupone que una persona no llevará a cabo un comportamiento de salud a menos que tenga
unos niveles mínimos de motivación e información relevantes sobre la salud, se vea como
potencialmente vulnerable, perciba la enfermedad como amenazante, esté convencida de la
eficacia de la intervención y vea pocas dificultades en la puesta en práctica. Según la Teoría de la
Acción Razonada (de Fishbein y Ajzen) y la de la Acción Planeada, la intención que la persona tiene
de realizar una conducta es su determinante inmediato. A la vez, la intención de una persona de
llevar a cabo un comportamiento es función de: la actitud hacia la conducta, el control
comportamental percibido (estos son de naturaleza personal), y la norma subjetiva (la influencia
social).

Conducta de enfermedad: Es un concepto que parte del modelo biopsicosocial y que es un marco
integrador de las dimensiones biológica, social y psicológica. La primera aproximación la hizo
Parson con la formulación del concepto “rol de enfermo” (expectativas de conducta que la sociedad
atribuye a un enfermo). Pero sólo las variables sociales no explican las diferencias individuales ante
la enfermedad. Mechanic es el primer autor que introduce la expresión “conducta de enfermedad”,
que hace referencia a cualquier conducta relevante respecto de cualquier condición que pueda
causar habitualmente que una persona se preocupe por sus síntomas y busque ayuda. Suchman
distingue varias fases en esta conducta: inicial (incluyendo percepción e interpretación de
síntomas); asunción del papel de enfermo; búsqueda de asistencia; asunción del papel de paciente
y recuperación. Mechanic completó éstos incluyendo: las necesidades personales, los tratamientos
disponibles y su coste. Además, se pueden considerar en dos niveles: el definido por otros y el
definido por uno mismo (incluyendo así la influencia cultural y del aprendizaje social). En cuanto a
la 1ª fase de percepción e interpretación de los síntomas, se trata de un proceso complejo que
depende de múltiples factores: La naturaleza o tipo de síntomas (factor fundamental para que las
personas los tomen en cuenta: una hemorragia o un dolor agudo no son iguales que una irritación
de piel o dolor de cabeza); Las diferencias individuales (debidas bien a factores biológicos, como
umbrales sensoriales, o a factores de la historia de aprendizaje o pautas comportamentales, como
las diferencias atencionales crónicas); Los factores situacionales (cuanto más prestamos atención a
estímulos externos menos sensaciones internas percibiremos); Influencias psicosociales (factores
cognitivos: el relieve de los síntomas para un estudiante de medicina, emocionales: ánimo
depresivo determina la retirada de atención del exterior, y sociales: cada grupo humano tiene su
percepción). La interpretación de los síntomas es un proceso psicológico que depende de: La
experiencia previa de la persona; Las creencias, expectativas, actitudes y opiniones referidas a la
enfermedad del grupo de pertenencia; El nivel de expectativas personales; La materialidad del
síntoma.

Conducta anormal de enfermedad (I.Pilowski, 1978):

Este autor definió la enfermedad como un estado del organismo que cumple los requisitos de un

grupo de referencia apropiado para la admisión en el rol de enfermo. El grupo de referencia es


cualquier grupo social que suscriba los costes sociales, y puede variar con los estadios de la
enfermedad. La conducta de enfermedad sería la forma en que la persona reacciona a aspectos de
su propio funcionamiento que evalúa en términos de salud/enfermedad. Si esta conducta de
enfermedad no sigue el rol de enfermo aceptado socialmente (e.g. no hay una aparente causa
orgánica), se le denomina “conducta anormal de enfermedad” o “enfermo funcional”. Pilowski
definió esta conducta anormal de enfermedad como “la persistencia de un modelo inapropiado o
desadaptativo de percibir, evaluar o actuar en relación al propio estado de salud, a despecho de
que un profesional clínico haya ofrecido una explicación precisa y razonable de la naturaleza de la
enfermedad y el curso apropiado de tratamiento que debe seguirse, basándose en un examen
exhaustivo de todos los parámetros, tomando en consideración la edad, los niveles educativo y
sociocultural del paciente”. El concepto implica que el paciente responde anormalmente a la
enfermedad o a la percepción ilusoria de ésta debido, muchas veces, a discrepancias entre el
paciente y el médico en el diagnóstico y tratamiento.

Rol social del enfermo: asunción del rol de paciente (T. Parsons, T.Scheff). El papel social de
enfermo fue formulado por Parsons y permite describir la conducta de enfermedad centrándose en
el rol: se parte de la premisa básica de que, aunque estar enfermo es una posición “social
desviante”, evoca un conjunto de expectativas pautadas que definen las normas y conductas
correspondientes a la nueva posición social. Se caracteriza por: Ausencia de responsabilidad (no
controla su incapacidad, sino que precisa de un proceso curativo antes de reincorporarse a su vida);
Su enfermedad es una causa legítima para no tener que cumplir con sus obligaciones habituales (se
mantiene sólo en la medida que estén presentes las conductas 3 y 4); La persona debe reconocer
que estar enfermo es una situación indeseable (debe buscar ayuda y cooperar); El enfermo debe
buscar asistencia técnica profesional competente y cumplir. Este modelo se basa más en unas
expectativas institucionalizadas, que, en la observación sistemática de la conducta humana, por lo
que el modelo se puede considerar más como uno de tipo ideal. No funcionaria para el contexto
geriátrico, para los discapacitados físicos o psíquicos, el de los enfermos terminales, el de las
embarazadas y el de los alcohólicos.

Una vez que la persona se puso en manos del personal sanitario espera que le confirmen o
rechacen cualquier tipo de enfermedad. Ante un diagnóstico positivo, pueden reaccionar de dos
maneras:

a) Acepta el diagnóstico y asume el rol de paciente;

b) b)Lo rechaza, niega la existencia de enfermedad (reacción lógica en los primeros momentos
de un diagnóstico desfavorable).

Ante un diagnóstico negativo, pueden reaccionar de dos maneras:

a) Acepta y se termina la conducta de enfermedad;

b) No acepta el diagnóstico (puede tratarse de personas hipocondríacas o con problemas


psicológicos, o también puede ser que los síntomas persisten y por tanto no están de
acuerdo con el diagnóstico, por lo que sigue la conducta de enfermedad).

El rol de paciente implica unos derechos y deberes. Dentro de los primeros están: el derecho a
recibir información completa y continuada sobre el diagnóstico, pronóstico y alternativas; y a la
libre elección entre las opciones. Entre los deberes están el de cumplir las prescripciones generales
o firmar el alto voluntario en caso de no aceptar el tratamiento. La asunción del rol de paciente
comporta 4 aspectos del sistema de expectativas institucionalizadas: exención de responsabilidades
en otros roles sociales normales, el sentirse responsable de su condición, el querer sanar, y la
obligación de cooperar con el médico.

Excesiva medicalización: Existe una excesiva medicalización de la vida humana (tal como dicen
autores tales como Foucault, Zola, etc.) a partir de análisis sociopolíticos y económicos del
fenómeno de la salud. Esto ha terminado por colocar en manos de los profesionales hasta los
aspectos más íntimos de la vida del paciente y de sus relaciones, de modo que no queda ningún
ámbito de la existencia humana que no haya sido profesionalizado en beneficio de la salud integral
o completa. Tal como ha sido denunciado durante la década pasada y la actual: la salud, con la
ayuda de los medios de comunicación es el tema central sobre todo en países desarrollados con las
necesidades básicas cubiertas para la casi totalidad de la población.
Distinción: illness, enfermedad (vivencia de la enfermedad) /disease, trastorno: Esta distinción
alude a la diferencia entre enfermedad y conducta de enfermedad. Mientras que enfermedad o
malestar es un fenómeno humano, no biológico, que consiste en una serie de incomodidades y
dislocamientos psicosociales resultantes de la interacción de una persona con su ambiente;
Trastorno o alteración es un evento biológico, caracterizado por cambios anatómicos, fisiológicos o
bioquímicos, o por una combinación. Esta distinción constituyó un concepto central en psicología
de la salud, pues supone un avance en la comprensión de la salud y la enfermedad (permite la
integración de las ciencias médicas y de la conducta, así como la intervención multidisciplinar, una
oportunidad para la desmedicalización al separar las cuestiones médicas de las que no lo son, un
marco para la comunicación efectiva). Es decir, el trastorno tiene una base fisiológica que es
provocado por influencias externas e internas, mientras que la enfermedad es la percepción que
tiene la persona del problema influida por su contexto étnico-cultural que influirá en su valoración
cognitiva (significado) y en su respuesta de afrontamiento (malestar). La enfermedad debe verse
como un comportamiento resultante de una compleja interacción entre variables, entre las cuales
están el trastorno o alteración, las variables ambientales o contexto (internas y externas-familiares,
sociales, culturales) y las variables que el individuo porta como tal (su experiencia, creencias,
valores, sensibilidad a ciertas contingencias, capacidad de discriminación, etc.)

Concepto de dolor psicógeno y de conducta de dolor: El dolor psicogénico se aplica a los casos en
los que las exploraciones diagnósticas no encuentran relaciones convincentes entre el dolor
informado y la presencia de daños corporales o condiciones estimulares nocivas. Es decir, la
conducta de dolor manifestada no concuerda con la que, a juicio del clínico, según las posibles
causas detectadas, deberían provocar. En otro sentido, se puede entender “dolor psicogénico” para
las veces en que una persona manifestó conducta de dolor que no está en consonancia con la
estimulación presente y esta discrepancia es achacada a algún tipo de personalidad subyacente,
problema motivacional o alteración psíquica. Según el modelo médico, si no hay patología física, la
patología que necesariamente debe estar provocando los síntomas debe ser mental. Por estos
motivos, se llegó a la formulación del concepto “conducta de dolor” (Fordyce, 1976) para referir a
un comportamiento cuyas variables de control pueden ser biológicas, psicológicas o una
combinación, pero que existen para el paciente, en cualquier caso.

Conducta de enfermedad crónica: Se refiere a casos en los que se presenta una incapacidad
desproporcionada para los déficit o alteraciones orgánicas presentes de modo que supone la
representación total o parcial de una persona gravemente enferma. Su estilo de vida sigue el rol de
enfermo y está buscando constantemente un nuevo y “mejor” cuidado médico y no se benefician
de los tratamientos médicos habituales. Este concepto comprende las diversas quejas, informes de
dolor, y conductas de enfermedad refractarias al tratamiento biomédico habitual para el trastorno.
El desarrollo y mantenimiento de esta conducta se ha teorizado en base a tres tipos de
interacciones: el modelado de la conducta de enfermedad durante la infancia; el reforzamiento
directo del patrón por la familia, profesionales, etc; el aprendizaje de evitación de la ansiedad por
ciertos tipos de evitación social o necesidades.

Conducta anormal de tratamiento: Es un tipo específico de conducta anormal de enfermedad se


conforma de actitudes anómalas respecto al estado de salud, tales como actitudes ilusorias o no
cooperantes con el tratamiento) . Singh y cols. propusieron el concepto que recoge la tendencia a
considerar como fingimiento de enfermedad los casos en los que hay discrepancia entre el
diagnóstico del médico y la conducta de enfermedad del paciente, estando implicados procesos de
compensación social por enfermedad.

Conducta de somatización: Es la tendencia a experimentar o expresar estados psicológicos como


síntomas somáticos o el uso de síntomas somáticos para propósitos psicológicos. La somatización
como atribución errónea se aplica a 2 situaciones: una para pacientes que rechazan las causas
psicológicas de sus síntomas/malestar y otra situación es la de quienes continúan buscando una
solución exclusivamente médica sabiendo del papel de las variables psicológicas en su
sintomatología. Los trastornos somatoformes como la hipocondría, los trastornos de conversión,
los de somatización y el dolor psicógeno, estarían incluidos dentro de estas conductas.

Conducta anormal como riesgo para la salud: Hay evidencias abundantes sobre la relación entre
enfermedad y trastornos de conducta. Se estima que un 30% de los pacientes médicos
hospitalizados padecen depresión. La presencia conjunta de alteraciones conductuales y orgánicas
se denomina comorbilidad. Hay estudios que muestran como pacientes de distintas patologías
informan de síntomas depresivos y ansiedad (hipertensión, diabetes, artritis, infarto de miocardio,
etc). El interés en la conexión salud física-salud mental se refleja en la aparición de secciones en las
revistas de psicología dedicadas a este tema. Este asunto también tiene trascendencia económica,
en tanto lo que se ha señalado de las complicaciones médicas provocadas por los trastornos de
conducta que dificultan los tratamientos y la atención médica, así como la reducción de los costes
cuando se proporciona la adecuada atención psicológica en conjunto con la médica. También se
han llegado a proponer modelos explicativos de la comorbilidad entre trastornos afectivos y
enfermedad física que tratan de explicar tanto la forma en que unos influyen en los otros y
viceversa. Diversas patologías han sido vistas como factor de riesgo para ciertos trastornos
orgánicos, entre ellas la depresión destaca especialmente. Han sido asociadas a ella el trastorno
arterial coronario, y otros cardiacos. También con la fibromialgia hasta el punto que se desconoce si
es un trastorno concomitante al físico o si es una forma de manifestación atípica de trastorno
afectivo. También se ha estudiado la relación de la depresión con enfermedades oncológicas.
También la diabetes y la alexitimia (incapacidad para expresar emociones y verbalizarlas) ha sido
relacionada con ciertos trastornos. Se ha comprobado, ya por Pennebaker (1988) que no compartir
los traumas dificulta la recuperación y superación del mismo, y genera un pensamiento obsesivo,
que aumenta la actividad fisiológica, mientras que confrontarlo conscientemente permite su
integración o reorganización facilita el olvido y reduce la actividad fisiológica.

DIAPOSITIVA VII:

Educación para la salud.

Conceptos (p. 77): Educación para la salud: cualquier combinación de experiencias de aprendizaje
diseñadas para predisponer, capacitar y reforzar adaptaciones voluntarias de la conducta individual
o colectiva que conduzcan a la salud. Educación para el paciente: Iniciada por los profesionales de
la salud con el objetivo de motivar y capacitar a los pacientes para cumplir el tratamiento, el
régimen de autocuidado, o prepararles para intervenciones quirúrgicas, períodos de hospitalización
o de rehabilitación. Educación para el autocuidado: Predisponer y capacitar a individuos o grupos
para tareas de detección, manejo y control de sus propias necesidades de cuidado de la salud
(tareas que tradicionalmente han desarrollado los profesionales). Educación para la salud en
contextos educativos: Actividades llevadas a cabo por profesores o educadores en contextos
educativos para desarrollar la motivación y habilidades para afrontar los desafíos contra la salud,
también puede desarrollarse en contexto laboral. Promoción de la salud: Cualquier combinación de
educación para la salud y ayudas o apoyos ambientales, económicos y organizacionales para lograr
la promoción de conductas que lleven a la salud. Se dirige a la población en general, y no sólo a los
grupos de riesgo.

DIAPOSTIVIA VIII:

Psicología de la salud crítica

Críticas a la psicología de la salud: Varios autores (Belloch, Echeburúa, entre otros) han expresado
sus críticas, coincidentes todas en expresar que la psicología clínica se basta para cubrir el actual
campo anunciado de la psicología de la salud. Podemos agrupar las críticas en 4 clases: La psicología
de la salud es un simple cambio de nombre, pues al igual que la medicina, una vez encauzado el
control de la enfermedad se preocupa de la prevención, pero esto no es un resultado de la
maduración disciplinar (sin embargo, no se trata de reemplazar ni tampoco se ha encauzado las
incógnitas sobre el tratamiento eficaz de la mayoría de trastornos); Otra crítica es que la Ps. De la
salud adolece de una correcta fundamentación conceptual pues están por definir objetivos y
operacionalizar lo que se entiende por salud, sin embargo, las psicologías de la educación,
comunitaria, del trabajo, etc. no parten de supuestos básicos distintos a los de la psicología, aunque
si tienen diferentes campos de actuación; Otra es que la institucionalización de la psicología de la
salud supone el fomento del dualismo cuerpo-psique si no en la teoría, en la práctica. Sin embargo,
la ps. De la salud lo que hace es aceptar las diferencias entre los componentes de una unidad
existencial, aunque recorte sus objetivos a uno de los componentes preferentemente; Finalmente,
se critica que la ps. De la salud se ocupa de la enfermedad en vez de la salud y eso lo puede hacer
mejor la psicología clínica (sin embargo, las disciplinas caen en sesgos particulares de atención a
ciertos objetivos y menor dedicación a otros pues la demanda de atención es mayor. Pero los
autores críticos dicen que si existiese la ps. De la salud debería ocuparse exclusivamente de la salud
y que en todo caso, debe considerarse un campo o subespecialidad de la ps. Clínica. Es importante
recordar que la ps. De la salud supone nuevos contenidos que la ps. Clínica no tiene por necesarios
para sus funciones habituales (conocimientos complementarios en biomedicina, organización
sanitaria, epidemiología y salud pública); El psicólogo de la salud no puede prescindir de toda la
formación de un clínico, pues las enfermedades mentales o trastornos de la conducta están
presentes como consecuencias psicológicas de las enfermedades y procesos de curación. Además el
psicólogo de la salud emplea todos y cada uno de los procedimientos de intervención usados en ps.
clínica y cuenta con pocos que le sean enteramente propios.

DIAPOSITIVA IX:

Al final, ¿qué es la psicología de la salud, y qué es la enfermedad?


Concepto de salud/enfermedad: Ya advertía Bayés que los conceptos salud y enfermedad varían
con los autores, sociedades y épocas. Hoy sigue sin existir una definición adecuada y útil de salud.
La medicina estuvo preocupada principalmente de la salud hasta bien entrado el S. XX y definió
enfermedad antes. Ésta se entendía como el estado del enfermo y como necesidad del acto médico
de curación. Después se trasladó el concepto de salud de lo físico a lo inmaterial. Sin embargo, el
concepto de enfermedad se elaboró a conciencia. Schwartz respondió que “ciertamente conozco lo
que es la enfermedad y cómo podría reconocerla y tratarla. Pero no tengo idea de qué es la salud, y
a veces me pregunto si existe realmente.” Culturalmente la definición de salud como “ausencia” de
enfermedad ha calado hondo y va a ser difícil de erradicar.

Definiciones “oficiales” de salud: Según la OMS (1946-60) es un “Estado de completo bienestar


físico, mental y social y no meramente la ausencia de enfermedad o dolencia. Según la OMS (1986)
la “Salud es el grado en el que un individuo o grupo es capaz, por una parte, de llevar a cabo sus
aspiraciones y satisfacer sus necesidades; Y por otra, de cambiar o enfrentarse con el ambiente. La
salud es un recurso para la vida diaria, no el objetivo de la vida; un concepto positivo que enfatiza
los recursos sociales y personales y las capacidades físicas.

Salud como continuo: Muchos autores han defendido la idea del continuo salud/enfermedad,
parando en lo que se llamó conceptos dinámicos de salud. Estas definiciones suponen un avance
respecto a las definiciones oficiales meramente protocolarias. Salleras (1985) entiende por salud
como el logro del más alto nivel de bienestar físico, mental y social y de capacidad de
funcionamiento que permitan los factores sociales en los que viven inmersos el individuo y la
colectividad. Estas definiciones cuentan con ciertas ventajas: Operativizan el constructo global de
salud (incluyendo bienestar físico, psíquico y social y capacidad de funcionamiento y el
reconocimiento de salud como asunto de niveles que se concretan en cada persona de forma
individualizada. Entre los problemas que persisten: inoperatividad, por no poder concretar cuando
se rompe el equilibrio armonía-bienestar (enfermedad). Entre los criterios valorables del estado de
salud de Davies están: la salud física asociada o no con síntomas; la presencia o no de síntomas; la
capacidad funcional; los estados emocional y mental; el estado subjetivo de bienestar. En resumen,
salud será aquello que los humanos convengamos que así sea, lo que no ocurre con el concepto
enfermedad. Con la definición de la OMS parece que ningún ser humano cumple el completo
bienestar físico, psíquico y social, y ¿qué podría haber hecho para enmendar esta ausencia de salud
la OMS?, parece que es más pragmático la continua salud/enfermedad. Sin embargo, la concepción
de la salud como un proceso dinámico que va más allá de la ausencia de enfermedad puede acabar
llevándonos a una posición de mística salutogénica. Es decir, no puede considerarse sano a nadie. Y
por otro lado no podemos confundir los determinantes de la salud con la salud, sino que la salud es
su resultado y el bienestar es también otro resultado, pero puede no depender de la salud.

DIAPOSITIVA X:

Salud y cultura

Antropología cultural: es la ciencia que estudia la cultura, ya que se dedica a comparar los distintos
modos de vida de los humanos. Los antropólogos distinguen entre cultura material y cultura
mental. Por eso, cuando los antropólogos describen las culturas de los diversos pueblos, se refieren
tanto a sus técnicas productivas, como a sus formas de organización social, a sus creencias, a sus
costumbres, etc. Desde una perspectiva antropológica no se puede hablar de un hombre sin
cultura. Existen muchas definiciones de cultura, cada una acentuando un rasgo u otro de la misma.

Concepto de cultura: se refiere a los sistemas de conocimientos, conceptos, normas y prácticas que
se aprenden y transmiten a través de las generaciones. La cultura incluye la lengua, la religión y la
espiritualidad, las estructuras familiares, las fases de los ciclos vitales, los ritos ceremoniales y las
costumbres, además de los sistemas morales y legales. Las culturas son sistemas abiertos y
dinámico que experimentan continuos cambios a lo largo del tiempo; en el mundo contemporáneo,
la mayoría de los individuos y grupos están expuestos a múltiples culturas, que utilizan para
conformar sus propias identidades y comprender sus experiencias. Estas características de la
cultura hacen que sea fundamental no generalizar en exceso la información cultural o estereotipar
a determinados grupos en base a rasgos culturales fijos.

Salud y cultura en el DSM-V: el DSM-5 no sólo incluye una versión actualizada de la guía para la
formulación cultural, sino que también presenta una aproximación a la evaluación, utilizando la
Entrevista de formulación cultural (EFC), que ha sido sometida a estudios de campo para
determinar su utilidad diagnóstica entre los clínicos y su aceptabilidad entre los pacientes. Se van a
tratar las siguientes categorías en la guía: identidad cultural del individuo, conceptualizaciones
culturales del malestar, factores de estrés y rasgos culturales de vulnerabilidad y resiliencia,
elementos culturales de la relación entre individuo y clínico y la evaluación cultural global. Mientras
que la EFC va a constar de una serie de 16 preguntas que pueden utilizar los clínicos durante el
transcurso de la valoración de la salud mental para obtener información sobre el impacto de la
cultura en aspectos clave de la presentación clínica y la asistencia a un individuo. Los conceptos
culturales tiene cuatro características clave en relación a la nosología del DSM-5:

 Raramente hay una correspondencia exacta de un concepto cultural con una entidad
diagnóstica del DSM-5; es más probable que la correspondencia sea desde uno hasta
muchos en cualquiera de las dos direcciones.

 Los conceptos culturales pueden aplicarse a un amplio rango de gravedad, incluyendo las
formas de presentación que no cumplen los criterios DSM para ningún trastorno mental.

 En su uso cotidiano, el mismo término cultural a menudo hace referencia a más de un tipo
de concepto cultural. Por ejemplo, el concepto de "depresión" puede ser aplicado para:
describir un síndrome, una expresión de malestar o una causa percibida.

Los conceptos culturales son importantes para el diagnóstico psiquiátrico por varios motivos:

 Para evitar diagnósticos erróneos

 Obtener información de utilidad clínica

 Mejorar el entendimiento clínico y la implicación

 Mejorar la eficacia terapéutica

 Guiar la investigación clínica


 Clarificar la epidemiología cultural

CAPÍTULO II: Estrés

DIAPOSITIVA XI:

Concepto de estrés, 3 enfoques (Lazarus y Folkman):

Estrés consiste en la tensión, malestar o síntomas físicos que aparecen cuando una situación,
estresante, pone a prueba nuestra capacidad para afrontarla eficazmente (Cooper y Dewe, 2004).
Los investigadores han abordado este tema desde 3 enfoques:

El estrés como estímulo: Se refiere a los tipos de acontecimientos vitales estresantes. Se han
definido categorías de sucesos que para la mayoría son dañinos e impredecibles, además de
identificar a las personas más sensibles. Se sugiere que el estrés tiene efectos acumulativos (primer
año de universida, rotura de una relación, etc.)

Estrés como respuesta: Los investigadores evalúan reacciones psicológicas y físicas manipulando
variables independientes y evaluando las dependientes: depresión, desesperanza, hostilidad,
frecuencia cardiaca, tensión arterial, nivel de corticoesteroides liberados.

Estrés como transacción: Es la teoria imperante. El estrés es una experiencia muy subjetiva que
depende de como interpreta y afronta una persona los acontecimientos estresantes. Lazarus y cols.
sostienen que el factor clave es la evaluación o valoración. Al ppio. La evaluación es primaria (se
decide si es perjudicial el hecho), después es una evaluación secundaria (posibilidad de afrontarlo).
Cuando la persona se muestra optimista y se ve capaz de afrontarlo, se suele adoptar una
estrategia de afrontamiento enfocada en el problema, en cambio, si la situación no se puede
controlar, es más probable que se adopte una estrategia de afrontamiento basado en la emoción,
en la que se trata de abordar de manera más positiva los sentimientos o situaciones difíciles con
conductas tendentes a reducir las emociones dolorosas.

DIAPOSITIVA XII:

Evaluación del estrés

Evaluación del estrés: La evaluación es complicada. Hay 2 escalas que miden la naturaleza e
impacto de distintos sucesos vitales: Sucesos vitales. Escala de Evaluación de reajuste social:
Basada en 43 sucesos vitales clasificados en función de lo estresante que los consideraron los
participantes. Asigna una puntuación de estrés a cada acontecimiento y luego obtiene una
puntuación total. No obstante el número de sucesos estresantes que la persona afronta puede o no
tener relación con los trastornos físicos y psíquicos. Este enfoque no tiene en cuenta factores
importantes como la interpretación personal, sus recursos de afrontamiento, y que algunos sucesos
vitales pueden ser consecuencias y no causas de problemas psicológicos.

Escala de Molestias: problemas de poca envergadura: El tráfico, los plazos de entrega, etc. Tanto
los grandes sucesos vitales como las molestias correlacionan con padecer problemas de salud, sin
embargo la frecuencia y gravedad subjetiva de las molestias son mejores indicadores de su
repercusión sobre la salud física, depresión y ansiedad.

Síndrome general de adaptación: H. Selye: En 1956 publicó The stress of Life en el que refleja los
efectos del estrés continuado en el cuerpo (enfermedades). Se denominó Sindrome General de
Adaptación a la pauta de respuesta frente al estrés. Esta es generada por todos los factores
estresantes continuados. Consta de 3 fases: Reacción de alarma (se da la respuesta lucha-huida);
Resistencia (tras el aumento brusco de adrenalina, se adapta a la situación y encuentra maneras de
afrontarla); y Agotamiento (si los recursos personales son limitados y faltan buenas estrategias
puede acabarse la resistencia y que desciendan los niveles de activación drásticamente.
Consecuencias posibles: depresión, colapso del sistema inmune, disfunción orgánica, etc.)

Diversidad de las respuestas frente al estrés: No todos reaccionamos igual frente al estrés, con la
respuesta de lucha-huida, sino que la reacción depende de los factores estresantes y del género:
Lucha/huida: respuesta descrita primeramente por Cannon y que consiste en una serie de
reacciones psicológicas o fisiológicas que movilizan a enfrentar o escapar de la situación de estrés.
Sin embargo, en las mujeres se observó que suelen fiarse más de sus contactos sociales y de sus
capacidades para cuidar (intentan cuidad a quienes las rodean y a ellas mismas), también suelen
entablar amistad o recurrir a otros para obtener apoyo. Evolutivamente ellas tenían más que
perder si luchaban o escapaban. Ansiedad/depresión: Algunas personas ante desgracias
desarrollan repercusiones duraderas. La ansiedad suele aparecer cuando nos vemos abrumados por
situaciones y problemas que parecen no tener solución, y los acontecimientos se interpretan como
amenazantes, peligrosos e incontrolables. Cuanto más tiempo se siente la falta de control de la
propia vida, más aumenta el sentimiento de impotencia o responsabilidad del fracaso y más
probable es que la ansiedad se transforme en depresión. Estrés postraumático: Tras sucesos vitales
extremadamente estresantes. Sus síntomas son recuerdos, sentimientos, imágenes nítidas de
experiencias traumáticas (flashbacks o recuerdos recurrentes). Otros síntomas son esfuerzos por
evitar recuerdos del trauma, sentimiento de aislamiento o alejamiento, aumento de vigilancia,
dificultades para dormir y facilidad para sobresaltarse. Bonanno y cols. probaron en sus estudios la
extraordinaria capacidad de resistencia de los sobrevivientes a sucesos extremadamente graves.
Unos 6 meses tras el 11-S el 65% de la muestra era resistente. También la mayoría de personas que
sufren la muerte de su pareja, o sobreviven a una agresión física o sexual presentan pocos síntomas
psicológicos a largo plazo. La resistencia es la regla y no la excepción. Quienes mejor reaccionan son
los que mostraban mejor rendimiento antes del acontecimiento.

Estrés y sistema inmunológico: El sistema inmunológico es la defensa del cuerpo frente a bacterias,
virus y otros organismos o sustancias agresoras. En circunstancias normales es muy eficaz pero no
es una barrera perfecta, pues hay células cancerígenas que inhiben la respuesta inmune, y hay
enfermedades de inmunodeficiencia adquirida como el SIDA en las que se daña el sistema
inmunológico. Cuanto el sistema inmunológico reacciona en exceso puede lanzar un ataque a
varios órganos y provocar enfermedades autoinmunes como la artritis, la esclerosis múltiple. La
psiconeuroinmunología estudia la relación del sistema nervioso con el inmunológico, si bien no
podemos afirmar que los pensamientos positivos curen enfermedades o al revés. Hay relaciones
interesantes: Estrés y resfriados (Sheldon y Cohen) demostraron que los acontecimientos
estresantes vitales previos predicen adecuadamente el desarrollo de resfriados (mejor predictor:
desempleo y malas relaciones interpersonales, el cuidado de un miembro de la familia con
enferedad incapacitante, como demencia, tb.) Por el contrario, las emociones positivas y el apoyo
social pueden fortalecer.

Estrés y enfermedad: modelo biopsicosocial: La mayoría de psicólogos adoptó esta postura según
la cual las enfermedades son condiciones que no tienen un carácter totalmente físico ni totalmente
psicológico, sino que muchas enfermedades físicas dependen de la interacción de genes, estilo de
vida, inmunidad, factores estresantes y la percepción que las personas tienen de sí mismas.
Psicofisiológico hace referencia a enfermedades como el asma y las úlceras en las que las
emociones y el estrés contribuyen a mantener o agravar. Estrés y enfermedades cardiovasculares:
Los científicos saben que el estrés y los rasgos de personalidad son variables de riesgo de padecer
enfermedades cardiovasculares (bloqueo total o parcial de las arterias que proporcionan oxígeno al
corazón). Éstas son la primera causa de muerte e incapacidad en EEUU. Los ppales factores de
riesgo son: adad avanzada, diabetes, tensión arterial alta e historial familiar. El estrés correlaciona
con estos factores. Personalidad tipo A, tipo B: Los investigadores indican que las pautas de
comportamiento estables o rasgos de personalidad contribuyen al riesgo de padecer enfermedades
cardiovasculares. La personalidad Tipo A es: perfeccionista, hostil, testaruda, obstinada, cinica y con
afán de control. Y aún a pesar de la dieta y el tabaquismo, correlaciona con el riesgo de enfermedad
coronaria. El mejor predictor es la hostilidad. En cambio la personalidad tipo B es más relajada y
llevadera (Friedman y Rosenman, 1974). Salud, experiencias cotidianas y factores
socioeconómicos: Las experiencias diarias, como la caída de ingresos, el estrés en el trabajo
(mujeres afroamericanas mayor riesgo de cardiopatía). La hostilidad, depresión y desesperanza
pueden ser causadas por las circunstancias de vida . La pobreza correlaciona con la mala salud
(Antonovsky). Esta situación reduce la habilidad para afrontar los factores estresantes y la
depresión, desesperanza y hostilidad, que incrementan el riesgo de tener mala salud. Además tb es
más probable que las emociones negativas fomenten los hábitos de vida poco saludables.
Enfermedades como provocadoras del estrés: El diagnóstico de una enfermedad grave con
pronóstico incierto, como el cáncer, resulta extremadamente estresante. No sólo estos enfermos,
no pueden soportar el dolor crónico, sino que es incierto si hay un retroceso en su enfermedad. La
irritabilidad, la ira, la frustración son a veces consecuencia de periodos prolongados de insomnio,
por el dolor y cansancio.

DIAPOSITIVA XIII:

Apoyo social: definicón, control y diferencias individuales en estrategias de afrontamiento.

Apoyo social: Engloba las relaciones con otras personas, otros grupos y la comunidad en sentido
más amplio. Puede proporcionar bienestar emocional, ayuda económica e información para la
toma de decisiones. Según algunos estudios se sabe que protege de los efectos perjudiciales del
estrés, pues se descubrió la relación entre el nº de contactos y la probabilidad de fallecimiento
(Berkman y Syme). Incluso teniendo en cuenta el estado de salud inicial se observaron esos
resultados. Además las relaciones afectivas y afectuosas ayudan a afrontar crisis a corto plazo y
transiciones en la vida. También se sabe que las personas solitarias y aisladas tienden a tener
mayores tasas de mortalidad y peores hábitos de vida.
El apoyo social podemos definirlo en cuanto a su estructura a la red de personas con las que cuenta
una persona (tamaño, tipo, frecuencia, proximidad física, etc.) y en cuanto a la función, se trata de
una transacción interpersonal que incluye una de estas cuatro categorías: apoyo emocional
(muestras d empatía, amor y confianza), apoyo instrumental (conductas directamente dirigidas a
solucionar el problema), apoyo informativo (recibir información útil para resolver el problema),
apoyo valorativo (información relevante para la autovaloración o las comparaciones sociales
excluyendo cualquier aspecto afectivo). El apoyo funcional se tendría que ver como valoración
subjetiva del individuo entre lo necesitado y lo disponible. Por tanto, es la obtención por parte de la
persona de recursos a partir de su interacción con las demás personas que permiten: aminorar la
percepción de amenaza, enfrentarse con más competencia a situaciones estresantes, tener menos
consecuencias negativas. Por lo tanto, puede tener cabida en 3 momentos del proceso: prevención,
afrontamiento y recuperación. En cuanto a los efectos sobre la salud, hay dos hipótesis: efecto
directo (efectos principales) y buffering. La diferencia es que en la primera siempre tendría un
efecto positivo para la salud, en la segunda es que sólo bajo condiciones de estrés. Hay evidencia
apoyando ambos modelos: el modelo buffering se encuentra al analizar calidad, percepción o
función, mientras que el modelo de efectos directos, cuando se analiza cantidad o disponibilidad.

Entre los mecanismos explicativos de la relación con la salud, encontramos que por un lado
disminuye las influencias negativas del estrés (reactividad fisiológica) y por otro, afecta a los
factores de riesgo asociados con enfermedad (hipertensión, dieta, menor ansiedad y depresión).

Control: Tomar el control permite reducir el estrés. Hay 5 tipos de control que se pueden usar en
distintas situaciones:

Control de conducta: habilidad de anticiparse y hacer algo para reducir el impacto de una
situación estresante.

Control cognitivo: habilidad para reestructurar o ver de otra manera las emociones
negativas.

Control de la toma de decisiones: habilidad para elegir entre líneas de actuación


alternativas.

Control informativo: habilidad para adquirir información sobre un suceso estresante.


Control emocional: habilidad para suprimir y expresar emociones (también a través de la
comunicación). Catarsis es una espada de doble filo y desahogo psicológico (debriefing) no
es efectivo frente a traumas e incluso puede aumentar el riesgo de TEPT.

Diferencias individuales en las estrategias de afrontamiento: Actitudes, personalidad y procesos


de socialización conforman las reacciones frente a estresores.

Resistencia: Conjunto de actitudes marcado por una sensación de control sobre los
acontecimientos, compromiso con la vida y el trabajo, y valor y motivación para hacer
frente a sucesos estresantes. Se mostró tb en un estudio longitudinal para determinar la
relación causal con respecto a la salud (tb entre personal sanitario con enfermos
terminales).
Optimismo: Las personas optimistas son más productivas, centradas, persistentes, con
menor tasa de mortalidad, y una respuesta inmune más activa.

Espiritualidad/religión: Se entiende que es la búsqueda de lo sagrado que puede o no


extenderse a la creencia en dios. Se conocer que las personas religiosas tienen tasas de
mortalidad inferiores, un mejor funcionamiento inmune, menor tensión arterial, mayor
capacidad de recuperación. Algunas posibles explicaciones son: muchas religiones prohíben
conductas de riesgo; suele fomentarse el apoyo social; la idea de sentido y finalidad, control
sobre la vida, las emociones positivas y valoraciones positivas.

DIAPOSITIVA XIV:

Estrés y salud.

Reducción del estrés y promoción de la salud: El estrés es un factor de riesgo para muchas
conductas excesivas (tabaquismo, alcoholismo) que son factores de riesgo para otras
enfermedades.

Hábitos saludables: Ejercicio y conseguir un peso saludable: Los riesgos de no respetarlo son
tensión arterial elevada, enfermedades cardiovasculares, diabetes, trastornos del estado de ánimo,
discriminación social, artritis y problemas respiratorios. Consumir alcohol sólo con moderación:
Los riesgos de no respetarlo son aumento de cáncer, enfermedades cardiovasculares, hepáticas,
complicaciones en el embarazo y problemas neurológicos. No fumar: El 25% de los fumadores
habituales muere por enfermedades relacionadas con el tabaco, como cardiopatías coronarias,
accidentes cerebrovasculares y cáncer. También se relaciona con complicaciones en el embarazo y
nacimiento de bebés con bajo peso. Algunos cosejos básicos: Hacer ejercicio regularmente,
controlar las calorías totales y peso corporal, consumir grasas buenas, conseguir ayuda de redes
sociales, controlar el tamaño de las raciones.

Consumo de drogas (drogas depresoras, drogas estimulantes, drogas narcóticas opiáceas, drogas
psicodélicas): En casi todas las culturas se han descubierto determinadas sustancias vegetales que
alteran las experiencias mentales, a menudo, de forma expectacular. Algunas drogas psicoactivas se
usan para tratar enfermedades físicas, otras casi exclusivamente con fines recreativso. Los efectos
dependen de otros factores además de las propiedades químicas o las dosis: el estado mental, el
entorno en que se consumen también explican las respuestas que generan en las personas, la
herencia cultural y la dotación genética. El uso indebido de drogas, tanto legales como ilegales, es
un grave problema social. El diagnóstico de abuso de sustancias consiste en experimentar
problemas recurrentes relacionados con la droga (con la familia, amigos, trabajo). La dependencia
de sustancias está relacionada con síntomas de tolerancia y síndrome de abstinencia. La mayoría
de personas no es fácilmente categorizable y existe gran variabilidad. ¿Existe una personalidad
adictiva? No sabemos, aunque ciertos constructos se han relacionado tales como la impulsividad,
sociabilidad, predisposición a emociones negativas. ¿Hay influencias genéticas? Parece que lo que
se hereda es la respuesta fisiológica al alcohol y los que tienen mayor respuesta tienen menos
probabilidades. Tipos de drogas:
 Depresoras: Alcohol, sedantes, hipnóticos: disminuyen la actividad del sistema nervioso
central (Provocan una subida inicial seguida de somnolencia, pensamientos más lentos y
trastorno de la concentración. Tienen ef. Sedantes e hipnóticos. En dosis relativamente
pequeñas es un estimulante emocional y fisiológico. En dosis mayores los efectos sedantes y
depresores son más visibles. Con dosis aún mayores, efectos estimulantes y sedantes. Otras
drogas depresoras son los barbitúricos, no barbitúricos y bezodiacepinas: valium. Los
barbitúricos tienen el mayor potencial de abuso).

 Estimulantes: tabaco, cocaína, anfetaminas: Aumento de la actividad del sistema nervioso


central (Estado de vigilancia, bienestar, energía. Aumentan la frecuencia cardiaca, la
respiración y la tensión. Los fumadores se sienten estimulados además de relajados y en
estado de alerta. La cocaína es el estimulante natural más potente. Sus efectos alcanzan el
máximo rápidamente y desaparecen en media hora. El uso de anfetaminas refleja que
distintas pautas de consumo pueden generar efectos subjetivos diferentes: consumo
ocasional oral en pequeñas dosis para posponer fatiga, se puede obtener mediante receta
médica y usar para fines distintos a los que fueron recetados, o tb están los consumidores
callejeros que se la inyectan para el subidón).

 Drogas narcóticas opiáceas: heroína, morfina, codeína: sensación de euforia, reducción del
dolor e inducen el sueño. (Todas provienen de la planta asiática adormidera. La morfina es el
ppal ingrediente del opio y la heroína tiene una acción casi idéntica pero 3 veces más potente
y supone un 90% del consumo excesivo de opiáceos. Sus efectos agradables se limitan a 3,4
horas. Se experimenta síndrome de abstinencia muy fuerte.

 Drogas psicodélicas (marihuana, LSD, éxtasis): percepción, estado de ánimo y pensamientos


notablemente alterados. (La marihuana cuyo ppal ingrediente es el THC provoca un colocón a
los pocos minutos y el punto álgido a la media hora. Tiene características sedantes o
hipnóticas y se considera un “alucinógeno suave”. El hachís tiene el mismo ingrediente pero
en mayor concentración por lo que los efectos son más potentes. Los efectos de la marihuana
a corto plazo son: ralentización del tiempo, potenciación sensaciones tactiles, y ópticas,
bienestar y tendencia a reír. Con dosis mayores hay cambios en la memora a corto plazo,
alteración de la propia identidad, emociones exageradas. Duración de efectos: 2,3 horas. A
largo plazo puede desencadenar esquizofrenia. Se considera droga de inciación. El LSD tiene
efectos psicodélicos, pensamientos lúcidos, cambios perceptivos, experiencias místicas.
Puede generar pánico, delirios paranoides, confusión, depresión y malestar corporal,
flashbacks, reacciones psicóticas pueden persistir después y en personas con historial. El
éxtasis tiene propiedades estimulantes y alucinógenas, tiene efectos secundarios su consumo:
tensión arterial alta, depresión, náuseas, posible pérdida de memoria, lesión en neuronas
serotonina.

DIAPOSITIVA XV:

Estrategias para un cambio positivo:

Resulta difícil cambiar el estilo de vida ¿por qué?.


Inercia personal: muchos hábitos autodestructivos alivian el estrés y no crean una amenaza
inminente.

Riesgo de subestimar: se infravaloran determinados riesgos y se sobrevaloran otros debido a los


medios de comunicación. Provocan más muertes al año los ACV que cualquier tipo de accidente.
Sentimiento de impotencia: cuando los hábitos están muy arraigados. En cualquier caso intentar
evitar los remedios de “moda” y seguir consejos médicos. Buscar apoyo social para hacer ejercicio,
moderar los hábitos en comida y bebida, o dejar de fumar. Es mejor prevenir que modificar
conductas, por lo que se deberia enfatizar la educación de los jóvenes sobre los beneficios de una
vida sana y el control del estrés, así como la exposición a modelos de conducta positivos. Los
programas que se centran en habilidades de afrontamiento y manejo del estrés tienen mejores
resultados que los que tratan de asustar (DARE en EEUU).

Psicología de la salud/medicina conductual: La psicología de la salud es el ámbito de la psicología


que integra las ciencias conductuales con la práctica de la medicina. Ha contribuído a comprender
la influencia del estrés y factores biológicos, sociales y de conducta en las enfermedades físicas y su
tratamiento. Combina intervenciones educativas, de investigación y psicológicas. Enseña al manejo
del estrés, reducción del dolor, moviliza el apoyo social, a cumplir con las dietas y estilos de vida
saludables. Se prevee su importancia para el tratamiento de enfermedades crónicas dada la
población envejecida actual.

Medicina alternativa y complementaria/paraprofesionales: La medicina alternativa hace


referencia a las prácticas y productos sanitarios utilizados en lugar de la medicina convencional. En
cambio la medicina complementaria hace referencia a los productos y prácticas que se utilizan
conjuntamente con la medicina convencional. Muchos métodos alternativos no son más eficaces
que un placebo, y algunos son peligrosos. Pues la legislación no supervisa la seguridad, pureza o
eficacia de las hierbas, vitaminas o suplementos dietéticos, y algunos productos interfieren las
acciones de los medicamentos convencionales.

Medicina energética/acupuntura: Se basa en la idea de que los campos de energía corporales se


pueden acotar y tratar. Los médicos chinos fueron los primeros que lo vieron hace al menos 2000
años. Estos profesionales canalizan una energía o qi y alivian bloqueos. Se ha demostrado que
puede aliviar las náuseas y tratar enfermedades relacionadas con el dolor, pero no hay motivos
para creer que se debe a cambios energéticos, pues esto no es falsable.

Meditación: Una medicina complementaria que tiene un papel fundamental en el manejo del
estrés. Hace referencia a diversas prácticas que entrenan la atención y la conciencia. En los países
orientales meditan para un crecimiento interior y espiritual. Desde los 60 se han empezado a tomar
sus efectos en serio y se han identificado varios beneficios: aumento de la creatividad, empatía,
estado de alerta y autoestima. Reducción de la ansiedad y problemas interpersonales y recurrencia
de la depresión. También mejora el flujo sanguíneo en el cerebro y la función inmunológica.
Muchas personas parecen beneficiarse de la meditación pero no están claros los motivos, quizás
sea la aceptación (Kabat-Zinn), la relajación, las actitudes y expectativas de quienes la practican.
Antes de probar cualquier método alternativo se debería contestar estas preguntas: ¿Carece de
base científica?; ¿Hay estudios realizados que muestren que el producto es menos eficaz que los
métodos convencionales?.
Personalidad y enfermedad: Mucha investigación hoy muestra la influencia de los factores
psicológicos en los procesos de enfermedad (estrés percibido, características de personalidad,
emociones, estrategias de afrontamiento, etc.) Vollrath (2006) edita un manual de personalidad y
salud para responder a: relaciones entre personalidad y salud, factores mediadores y papel de la
personalidad en prevención y tratamiento. Es necesario considerar la salud/enfermedad como el
producto de la interacción entre factores individuales y del entorno (situaciones estresantes).

Características de personalidad como estilos de vida: hábitos más o menos saludables


(fumar,beber, horas de sueño, etc) sobre los que también influyen en su elección o cambio las
propias características personales. Por lo que existen factores protectores asociados al
mantenimiento de la salud, factores de vulnerabilidad. También hay factores sociales en los que
se incluyen los grupos más próximos o el conjunto de sociedad en que vivimos (aqui se incluye
el apoyo social).

DIAPOSITIVA XVI:

Modelos de la relación entre características de personalidad y enfermedad

Hay 3 modelos:

A. Efecto directo: la relación entre una característica de personalidad y la enfermedad es


directa;

B. Efecto totalmente mediado por otra variable;

C. Efecto parcialmente mediado, en el que hay relaciones significativas tanto de la


característica de personalidad con la enfermedad como con la tercera variable. Ej:
hostilidad_estrés_enfermedad cardiovascular.

Hay datos que apoyan los 3 tipos de efectos, pero con mayor frecuencia los B) y C).

Mecanismos explicativos de la asociación entre personalidad y enfermedad: No es causal la


relación enfermedad-factor psicosocial, sino a través de mecanismos directos o indirectos. Entre
los directos: Excesiva reactividad fisiológica ante el estrés: la personalidad influyen en la duración,
intensidad del estrés; hay sistemas biológicos, como el neuroendocrino, el cardiovascular e
inmunológico sobre los que tiene efectos el estrés; estos cambios si se cronifican incrementan la
posibilidad de enfermedad. Además, la personalidad a través de su efecto en los hábitos y
conductas de salud. Otros aspectos relevantes en esta relación, serían la conducta de enfermedad o
percepción subjetiva del sujeto ante su enfermedad, y por otro lado, la predisposición
constitucional. En base a estos mecanismos se proponen distintos modelos con los que explicar los
procesos de esta relación.

Excesiva reactividad fisiológica ante el estrés (mecanismo directo): El estrés psicológico aumenta
la actividad simpática y adrenocortical, y a lo largo del tiempo las respuestas exageradas repetidas
contribuyen a la causa de la enfermedad. La personalidad actúa como mediador atenuando o
exacerbando la conexión. Puede afectar a la valoración de un acontecimiento, y a las estrategias de
afrontamiento (éstas pueden ser de aproximación o desenganchándose de la situación o
manejando inadecuadamente la emoción. Las consecuencias del estrés serán diferentes según el
afrontamiento. La personalidad tb afecta a la selección de situaciones dónde actuar. La mayor parte
de investigaciones psicosomáticas se han hecho sobre las enfermedades del corazón.

Las conductas de salud (mecanismo indirecto): Este modelo sugiere que la personalidad afecta a
las prácticas/conductas de salud que se relacionan directamente con la salud, por lo que la relación
personalidad-enfermedad es mediada o indirecta. Los dos modelos serían complementarios y
compatibles, pues las prácticas de salud producen cambios fisiológicos similares a los generados
por el estrés y el afrontamiento del estrés también influye en las conductas de salud.

Relaciones generales o especificas: existen estos dos tipos de relaciones a la hora de analizar las
relaciones entre personalidad y enfermedad. La que está basada en la especificidad asume que hay
rasgos o patrones de personalidad específicos asociados con enfermedades concretas, mientras
que la primera indica la posibilidad de hablar de susceptibilidad o vulnerabilidad general del
individuo hacia la enfermedad consecuencia de distintos factores o características de personalidad,
facilitando o inhibiendo el comienzo de una serie de enfermedades o un peor pronóstico de la
misma. Las características negativas se asocian con mayor percepción de amenaza ante situaciones
y una menor valoración de que se tienen recursos para hacerles frente, habiendo mayor exposición
a situaciones estresantes y menos adaptativas. Mientras que por el contrario, las variables
protectoras se asocian con una tendencia a percibir las situaciones difíciles más como retos que
como amenazas, pudiendo desarrollar recursos para hacerles frente. En general no hay evidencia
de poder asociar enfermedades con tipos específicos de personalidad, además de que existen más
factores que van a afectar.

Los cinco grandes: esta teoría proporciona un marco con el que comparar, contrastar y validar
muchos conceptos y escalas dirigidas a medir características de personalidad utilizadas en el
estudio de la salud física, es especialmente útil para clarificar qué aspectos de personalidad
confieren riesgo o resiliencia, aunque es menos útil para describir cómo la personalidad influye en
la salud. De los cinco, los más estudiados han sido neuroticismo y afabilidad, y los que menos,
extraversión, tesón y apertura. En cuanto a neuroticismo hay que decir que ha sido conceptualizado
como una dimensión de experiencia emocional, llamada afectividad negativa o tendencia a
informar malestar subjetivo; caracterizado por una autopercepción negativa, autofocalización y
sesgo de afrontamiento autocrítico, demostrándose en numerosos estudios que se va a tratar de
un factor de riesgo de enfermedad. Revisando la extraversión, tesón y apertura, se van a relacionar
con la percepción de las situaciones más en términos de reto que de amenaza, al tiempo que se
valoran positivamente sus recursos para hacer frente a las mismas. Tesón va a englobar las
diferencias en organización, orden, autodisciplina, competencia percibida y persistencia,
prediciendo un mejor afrontamiento al estrés al estar organizado. La extraversión se va a asociar
negativamente con síntomas de ansiedad y trastornos del estado de ánimo, y positivamente con
bienestar, ya que se percibe de mejor manera el apoyo social. Finalmente, la apertura, aunque no
se relaciona con síntomas de malestar o con bienestar subjetivo, sí se asocia con el afecto positivo.
En último lugar, la afabilidad, al igual que la extraversión, se asocia negativamente con síntomas de
ansiedad y trastornos del estado de ánimo, y positivamente con el bienestar. Sin embargo, cuando
se habla de afabilidad prediciendo la salud hay que tener en cuenta la baja afabilidad: hostilidad.
Hostilidad y enfermedad: La hostilidad se asocia a una mayor reactividad cardiovascular, a hábitos
que son factores de riesgo y a mayor vulnerabilidad psicosocial (falta de apoyo social, grandes
niveles de insatisfacción interpersonal y probabilidad de mayores sucesos vitales estresantes).
Además, el nivel de hostilidad y estrategias de afrontamiento poco efectivas podría llevar a
ansiedad y depresión.

Patrón tipo A: Los patrones de personalidad recogen la combinación de distintos factores a modo
de perfiles. El tipo A sería de riesgo. Se caracteriza por una tendencia a mostrar ambición,
competitividad, implicación laboral, impaciencia, urgencia temporal y actitudes hostiles
(observables solo en situaciones estresantes o de reto). lo que se relaciona con un mecanismo de
focalización atencional, gracias al cual consiguen su fin, rendir mejor, pero prolonga su exposición a
estresores y que no atiendan a sus síntomas. También tienen un gran deseo por controlar,
Friedman y Rosenman, cardiólogos, descubrieron este patrón a finales de los 50 al observar las
características conductuales de los pacientes con cardiopatía isquémica. La contraposición a este
tipo de personalidad seria el tipo-B. Para evaluar este patrón se usa la Entrevista Estructurada y el
inventario JAS (Jenkins Activity Survey).

Personalidad resistente o hardiness (dureza): Kobasa introdujo este constructo de personalidad,


cuando observó entre los ejecutivos, personas que sometidas al mismo nivel de estrés, unas
enfermaban y otras permanecían sanas. Los tres factores característicos son: Compromiso con lo
que uno hace (creer en su importancia); Control (tendencia a sentir y actuar como si uno tuviera
influencia sobre las cosas que ocurren en la vida); Desafío (creer que lo normal en la vida es el
cambio y que las situaciones se convierten en interesantes incentivos).Los sujetos con altas
puntuaciones en esto, perciben los sucesos como más positivos y controlables y actúan
convenientemente. Los estudios realizados han sido tanto retrospectivos como prospectivos. Sin
embargo el efecto de hardiness ha resultado unas veces principal (los sanos son más resistentes
que los enfermos), y otras buffering o amortiguador (Kobasa y cols. demostraron que las personas
tipoA estaban más enfermas sólo cuando eran bajas en resistencia y soportaban alto estrés). Cada
vez se usaron más estudios prospectivos en los que las variables independientes (personalidad
resistente y estrés) se miden antes que las dependientes (estado d salud físico y psicológico) y se
encontraron evidencias del carácter protector.

Bienestar subjetivo (ps. positiva): Se define a partir de 3 factores distintos pero correlacionados:
afecto positivo, ausencia de afecto negativo y la satisfacción con la vida. A nivel cognitivo habría
satisfacción en los diferentes dominios. A nivel afectivo, refleja el equilibrio entre emociones
placenteras y displacenteras. En personas con alto bienestar preponderan los pensamientos y
sentimientos positivos y con bajo bienestar parece que reflejan sus circunstancias como
indeseables, teniendo emociones negativas como ansiedad, depresión e ira. Además autores
predijeron una reducción en la mortalidad asociada a la satisfacción, afecto positivo y optimismo.
Se llego a hacer un metaanálisis en el que resultó: el bienestar positivo tiene un efecto favorable en
la supervivencia de sanos (mayor) y enfermos, y este efecto protector era independiente del afecto
negativo, además tanto el afecto positivo más temporal como el más estable se asocian con
mortalidad reducida. Por lo tanto, en personas sanas se trataría de incrementar la resistencia ante
el estrés y el bienestar positivo, en personas enfermas, se aumentaría los estados afectivos
positivos y se eliminarían los negativos.
DIAPOSITIVA XVII

Apoyo social:

Puede entenderse en términos de estructura, red de personas con las que cuenta un individuo,
atendiendo a aspectos como su tamaño, tipo, frecuencia de contacto, proximidad física entre los
miembros de la red... con esta concepción se van a considerar la estructura y no la naturaleza,
empleando índices como estado civil, número de amigos... Por otro lado, también se puede
entender en términos de función, sería apoyo proporcionado por la red con la que cuenta la
persona basándonos en la funcionabilidad de cada uno de los que lo rodean.

Apoyo emocional: muestras de empatía, amor, confianza

Apoyo instrumental: conductas dirigidas a solucionar el problema de la persona receptora,


incluyendo el apoyo financiero o económico. También denominado apoyo tangible, desde el
momento en que puede ser cuantificado.

Apoyo informativo: recibir información útil para afrontar el problema

Apoyo valorativo: información relevante para la autoevaluación o las comparaciones sociales,


excluyendo cualquier aspecto afectivo que pudiera acompañar a esta información, en cuyo caso se
trataría de apoyo emocional.

Modelos explicativos del apoyo social:

 Modelo del efecto directo: aquel en que se considera que el apoyo social es bueno
siempre, con independencia del nivel de estrés o problemas que experimente la persona.
Así, de manera directa, ejercería ayuda y consejo en todo momento. Este podría ocurrir
porque las redes sociales amplias proporcionan experiencias positivas de forma regular,
recompensas sociales, información adecuada, lo que da a la persona afecto positivo,
sentido de estabilidad, y reconocimiento de valía personal.

 Modelo del amortiguamiento: aquel en el que que ejerce el papel beneficioso en


condiciones de alto estrés o dificultad, mientras que en condiciones normales, no se
esperan especiales diferencias en salud entre personas con y sin apoyo social. Así, lograría
aminorar o amortiguar los efectos negativos del estrés. Hay diversas explicaciones que
enlazan el estrés con el apoyo social: en primer lugar, el apoyo puede intervenir en la
valoración que se hace del acontecimiento estresante, atenuado o previniendo la respuesta
de valoración del estrés; en segundo lugar, el apoyo puede intervenir entre la experiencia
de estrés y comienzo de la reacción de estrés, al proporcionar una solución al problema,
reduciendo la importancia del suceso, o tranquilizando al sujeto, de forma que su reacción
fisiológica sea menor.
CAPÍTULO III: Alimentación, Actividad física y salud.

DIPOSITIVA XVIII

Información general

Efecto suelo: Se refiere al continuo incremento de la restricción calórica que se requiere en la dieta
para seguir perdiendo peso. Además, una dieta que produce decremento rápido de peso irá
seguida por la recuperación aún más rápida de dicho peso incluso con un plus de peso adicional.
Las dietas hipocalóricas para prevenir el sobrepeso son el mejor camino para alcanzar algún grado
de obesidad en el futuro.

Efecto techo de la sobrealimentación: Igual que la restricción calórica a partir de un punto es


insuficiente para seguir perdiendo peso, la sobrealimentación continua y progresiva deja de servir
para ganar peso. Parece que el cuerpo tiende a autorregularse para dificultar una bajada excesiva
de peso y para obstaculizar un aumento excesivo del mismo. Base del concepto siguiente:

Concepto “setpoint” o teoría del punto de ajuste del peso: Formulado por Kesey. Consiste en que
cuando una persona se somete a una dieta severa y comienza a perder peso rápidamente su
metabolismo se desacelera con objeto de reducir la necesidad calórica, al tiempo que reduce la
actividad física para incrementar la conservación de la energía. En el otro polo, cuando se ingiere u
exceso de calorías incrementa la velocidad del metabolismo para mantener el peso. El setpoint no
es inamovible, si una persona desarrolla un continuo balance energético positivo (resultado de un
mayor ingreso que gasto energético) se desplazará el setpoint gradualmente hacia un peso mayor.
Esto explica pq muchos obesos tienen tantas dificultades para perder peso aun con dieta. El
ejercicio físico puede ayudar a controlar el peso de forma indirecta y situando el setpoint unos kilos
más abajo.

Obesidad como riesgo para la salud: El organismo del ser humano tiene más facilidad para ganar
que para perder peso. Una de las razones es su bajo consumo de energía. Gasto energético total:
gasto en reposo + actividad física + efecto termogénico de los alimentos. Para ilustrar este proceso
de reducción de la actividad física con el incremento del peso, está el modelo de un tren que pierde
los frenos cuesta abajo y va ganando cada vez mayor velocidad. Cuando se ha adquirido un cierto
grado de sobrepeso, se suelen ir rompiendo los mecanismos biológicos que sirven para la
estabilización del peso, hasta un punto en el que sin comer demasiado el cuerpo sigue ganando de
modo continuo. La obesidad se ha convertido en una de los problemas más importantes de salud
en EEUU y otros países. Lo que se observó en un estudio fue que los hombres que pesaban un 40%
por encima de su peso óptimo incrementaban su tasa de mortalidad en un 67%. Hace incrementar
el riesgo de padecer determinadas enfermedades que disminuyen la calidad de vida: hipertensión
arterial (4 veces más probable en obesos), la diabetes, la litiasis biliar. La obesidad no es la causa
última pero es un factor de riesgo de primer orden para su aparición. Además del problema del
mayor riesgo en intervenciones quirúrgicas, de la imagen corporal no deseada (que acarrea
problemas emocionales) y la alta tasa de invalidez por obesidad mórbida. La relación estadística
establecida entre obesidad y enfermedad es puramente correlacional. Deben concurrir diversos
factores moduladores del impacto de la obesidad (grado de obesidad, grado de sobrepeso,
distribución corporal de la grasa, historia individual de cambios de peso).
Índice de masa corporal: Peso en Kg/(altura en m)2 . Es un mejor predictor de los efectos de la
obesidad. A partir del cual se ha baremado la relación de los niveles y su riesgo. Se habla de un
rango de peso adecuado. Si supera el rango hay mayor riesgo de morbilidad y mortalidad. Sin
embargo la distribución de la grasa en el cuerpo es un predictor muy importante de las
consecuencias negativas para la salud. La grasa en la parte central o abdominal se asocia a
trastornos cardiocoronarios, hipertensión, diabetes tipo II.

Dietas: En España en 2006 el 15% y un 37% tenía obesidad y sobrepeso. La mayoria de dietas son
por estética cultural. La insatisfacción corporal entre los jóvenes suele aparecer en nuestra
cultura entre 12 y 16 años. La estrategia más común para reducir peso es iniciar una dieta
reduciendo el consumo de calorías. Esta práctica es paradójica cuando se sabe actualmente que el
mejor patrón de alimentación es uno en el que no se restringe ningún alimento y en el que priman
los hidratos de carbono complejos (que se asocia con un menor consumo de calorías a causa del
mayor consumo de fibra y agua). Dietas y sus problemas: En cuanto a efectividad todas las dietas
hipocalóricas funcionan a corto plazo y su eficacia es similar, sin embargo es inevitable que a medio
y largo plazo se recupere peso. Diversas dietas se han hecho populares, algunas reducen el
consumo de hidratos de carbono, otras el consumo de grasas y proteínas y otras evitan las
combinaciones de alimenos. La dieta Atkins se basa en una restricción muy severa de los hidratos
de carbono (pan o patatas) incrementando los alimentos grasos que se supone que inducen
saciedad (falso). En realidad es ineficaz y contraproducente, por sus efectos secundarios como
fatiga y depresión y porque las grasas elevan el colesterol. La dieta Ornish preconiza un consumo
elevado de hidratos de carbono y reducción de las grasas, pero la restricción de alimentos sabrosos
genera insatisfacción. La dieta vegetariana tiene problemas por la menor calidad de las proteínas
vegetales y la carencia de vitamina B12. Es recomendable hacerla ovo-lacto-vegetariana para suplir
esos déficits. Las dietas que consisten en un solo alimento son un absoluto desastre. Las dietas
disociadas no tienen fundamento científico o lógico. El mantenimiento a largo plazo del peso es el
reto más importante para cada vez más gente, sin embargo, antes de empezar una dieta se debe
comprobar si supone un problema para la salud. Un sobrepeso grado I (IMC mayor a 26) en una
persona activa sin grasa en el abdomen no supone un problema.

Dieta yo-yo: Las dietas hipocalóricas también son la principal causa del efecto yo-yo o cambio
cíclico de peso. Algunas personas tras fracasar con las dietas, no as abandonan y vuelven a ellas
recuperando y perdiendo peso. Esto no es beneficioso como muestra el estudio:

Estudio Framingham (1948) El Instituto Nacional del Corazón, Pulmones y Sangre (NHLBI)
comenzó un ambicioso proyecto de investigación en salud: que mostró que la gente que tenía
cambios cíclicos mostraba un incremento significativo en el riesgo de mortalidad atribuíble a todas
las causas, destacando la cardiopatía isquémica y el cáncer. Esta relación parece favorecida por
otras variables mediadoras: factores previos de riesgo asociados al estilo de vida y de
enfermedades preexistentes. El tamaño de la fluctuación es decisivo. No parecen aconsejables
(para la mayoria) dietas que reduzcan el peso más de un 5% del peso inicial.

Atracones y sobrepeso: Las dietas son un precursor necesario de los trastornos de la alimentación.
Las personas con algún grado de sobrepeso y las mujeres en general recurren con más probabilidad
a usar dietas o comer menos como conductas compensatorias de los atracones. Se encontró que las
mujeres que practicaban atracones tenían tendencia a practicar dietas hipocalóricas y actitudes
más extremas hacia el peso y la figura.

DIAPOSITIVA XIX

Trastornos de la conducta alimentaria

Trastornos de conducta alimentaria (criterios DSM5 voluntario, solo obligatorio para trabajos):

Anorexia nerviosa: Los síntomas habituales son: Perder al menos un 15% del peso respecto al peso
natural debido a una restricción alimenticia autoimpuesta, tener miedo a endorgar y a la obesidad,
distorsionar la propia imagen corporal y la pérdida de la menstruación.

Criterios para hospitalización: La prevalencia es de 0,7 a 2% de la población de mujeres jóvenes.


Tras cinco años de diagnóstico el 25% no ha superado la enfermedad. A ello se suman cuadros
psicopatologicos graves: depresión, TOC, trastornos de personalidad. La mortalidad es de un 10%.
Es una enfermedad social propia de las sociedades desarrolladas. Los factores de riesgo: tipo
demográfico, adolescentes de sexo femenino, en un ambiente social y familiar que estimula la
delgadez para mejorar la imagen, normalmente de raza blanca, complacientes cada al exterior y
con un excelente currículum académico. Suelen ser ambiciosas, perfeccionistas y proceden de
status social y económico medio o alto. Se someten a programas de ejercicio físico muy intensos
hasta que no pueden. Las madres suelen pensar lo mismo. El tratamiento es muy complicado, pues
se sienten orgullosas de su autodominio personal, y sólo cuando el deterioro es muy grande los
padres suelen decidir el inicio del tratamiento. Tratarlo supone la modificación de hábitos
alimentarios, el control de la actividad física, la modificación de una imagen corporal, el control del
miedo al incremento de peso. Las recaídas son bastantes frecuentes.

Bulimia: lógica de la bulimia: Suele tener su punto de partida en una dieta hipocalórica. El atracón
bulímico (reforzamiento positivo: saciedad) es consecuencia de la violación de una restricción
alimentaria autoimpuesta. Esto provoca ansiedad y preocupación y lleva a la purga. El vómito es un
alivio de la ansiedad, por lo que es reforzado negativamente y se incrementa la probabilidad de
recurrencia a él cayendo en un círculo vicioso. Las purgas son muy perjudiciales: corroen el esmalte
de los dientes y ralentizan el metabolismo conllevando una mayor facilidad para ganar peso. Para
intervenir se trata de romper la cadena de comportamiento: restricción alimentaria/episodio
voracidad/purga, a través de un programa de alimentación suficiente y regular que prevenga los
estados de hambre y voracidad. Las alteraciones emocionales tb tienen su papel: estados de ánimo
negativos y depresivos siempre ocurren antes de atracones. La terapia cognitivo-conductual con
exposición más prevención de respuesta reduce el número de atracones y purgas. La prevalencia es
de 1,2 a 4,6% de las jóvenes. Al contrario que la anorexia, su familia y amigos no se dan cuenta,
pues el peso se mantiene dentro de la normalidad y el comportamiento es aparentemente normal.
Las bulímicas son de mayor edad que las anorexicas, provienen de muy distintas capas sociales y
sus comportamientos sexuales oscilan entre extremos.

Trastorno por atracón (sobreingesta compulsiva): Es un trastorno muy reciente, ha ido en


aumento significativamente. Se caracteriza por episodios de voracidad irreprimible que lleva a
ingerir un gran número de alimentos en un corto período, siendo de gran contenido calórico.
Durante el episodio la persona no puede parar de comer y tiene sensación de pérdida de control.
Suelen ir precedidos de dietas hipocalóricas. Las personas suelen esconderse o esperar a quedarse
a solas. Posteriormente tienen mucha culpa o desagrado. A diferencia de la bulimia, no siente la
necesidad de purgar, no existe miedo exagerado a ganar peso y tampoco insatisfacción con la
imagen corporal. No es tan pernicioso como la bulimia. Dentro del bucle restricción-atracón, el
atracón resulta a la vez reforzante y penalizador. El juego de consecuencias positivas y negativas de
la restricción-atracón es el proceso de contrarregulación qu mantendría este trastorno.

DIPOSITIVA XX

Programas de prevención anorexia y bulimia.

Programa de prevención de la anorexia y la bulimia:

 Objetivos: reducir la práctica de dietas restrictivas y el nivel de preocupación de las jóvenes


sobre el peso. Se desarrolla con un estilo interactivo fomentando una cultura en la que no
se alienten unos a otros a ponerse a dieta, haciendo especial énfasis en las técnicas
cognitivo conductuales.

 Características: estilo interactivo estrictamente, discusión en grupo, juego de roles,


autorregistro. Técnicas cognitivo-conductuales importantes (distorsiones cognitivas), crear
una cultura de apoyo (contra presión). Incorporación dentro del currículum escolar.

 Sesiones:

o 1ª (Dieta e ideal de belleza en nuestra cultura)

o 2ª (Regulación del peso y efectos en la dieta)

o 3ª (Trastorno de la alimentación)

o 4ª (Intervención temprana en los trastornos de alimentación)

o 5ª (Alimentación y estilo de vida saludable)

o 6ª (Alimentación saludable: resistir las presiones para hacer dietas).

Trabajo de A. Stewart:

Revisión de programas de intervención preventiva: sólo se han publicado unos pocos estudios
sobre la evaluación del éxito de los programas escolares de prevención primaria. Los programas
anteriores se centraron: en impartir información sobre los trastornos alimentarios y los efectos
adversos de las dietas y otras conductas para controlar el peso y en desarrollar habilidades a fin de
resistir las presiones sociales para seguir dietas. Hasta la fecha ninguno pudo demostrar un cambio
en las conductas alimentarias después de la intervención, además, adolecen de limitaciones a nivel
de metodología y diseño. Luego se nombran 6 estudios pero ninguno dio resultados concluyentes.
Objetivos del programa de intervención:

Principal: prevenir el desarrollo de trastornos alimentarios, como la anorexia nerviosa y la bulimia


nerviosa, reduciendo la frecuencia de las restricciones en las comidas y el nivel de preocupación por
el peso y la silueta

Específicos:

- Resolver los desafíos evolutivos de los adolescentes (Mejorar los conocimientos sobre los cambios
biológicos en la pubertad, estimular el desarrollo de estrategias para superar las presiones
interpersonales, motivar a los alumnos para que se fijen objetivos realistas, aumentar la conciencia
de la influencia de las actitudes familiares y ayudar a los estudiantes a sentirse bien consigo
mismos)

- Atenuar las influencias socioculturales (Desarrollar una conciencia crítica de los factores culturales
que promueven las dietas, la preocupación por el peso y la inseguridad respecto de la apariencia e
incentivar a los alumnos para que resistan los mensajes mediáticos sobre la delgadez y las dietas)

- Estimular a los alumnos para que desarrollen estrategias sobre el peso y la silueta

- Motivar a los alumnos para que desarrollen estrategias para superar el estrés

- Incentivar a los alumnos para que resistan los pensamientos negativos

- Mejorar los hábitos alimentarios y el estilo de vida

Generales:

- Crear una cultura en la que los alumnos no se estimulen para seguir dietas

- Motivar a los alumnos para que procuren asistencia inmediata si desarrollan problemas
alimentarios

Presiones socioculturales: Muchos piensan que la exposición a los medios que muestran modelos
delgadas favorecen al desarrollo de una imagen corporal negativa, además de actitudes y
conductas alimentarias anormales. Hay diversos estudios que le dan cierto apoyo a esta idea, en
parte por la gran importancia que le dan las jóvenes a los prototipos mediáticos, así, quizá en un
subgrupo de adolescente sea la clave a tratar.

Descripción del programa: se trataría en 6 sesiones: Factores socioculturales; la imagen corporal, el


control del peso y los efectos de las dietas; los trastornos alimentarios; intervención temprana en
los trastornos alimentarios; la alimentación y la vida saludables: un enfoque sin dietas y la
alimentación saludable: resistir las presiones para seguir una dieta

Programa de intervención preventiva de L. Smolak se trata de un programa con también 6


objetivos: 1.Transmitir la importancia de una nutrición adecuada, incluyendo que la grasa es un
nutriente, y explicar cómo usar la Pirámide Alimentaria de la USDA para lograr una alimentación
saludable, 2. Estimular la práctica de ejercicios físicos moderados y saludables en forma regular, 3.
Instruir a los alumnos y padres sobre la diversidad natural de las formas y tamaños corporales, 4.
Incentivar el desarrollo de una imagen corporal positiva, 5. Incentivar la alimentación saludable en
lugar de dietas restringidas en calorías y 6. Estimular la evaluación crítica de los mensajes
mediáticos sobre la silueta y la nutrición.

DIAPOSITIVA XXI

Ejercicio físico

Efectos del ejercicio físico: Efectos cardiovasculares (tensión arterial, frecuencia cardiaca en
reposo, mejor balance volúmen O2 miocardial..), Efectos metabólicos (niveles de colesterol HDL,
sensibilidad a la insulina), Efectos de control de peso (reduce peso a expensas de las grasas, mejora
distribución grasa corporal), Efectos envejecimiento (menor capacidad física a partir de los 25
disminuye por década: 9% si vida sedentaria, 4% si ejercicio), Efectos psicológicos (menor estrés,
sensación bienestar y autoestima, perfil de conductas de salud). Son bien conocidos los efectos del
ejercicio aeróbico sistemático de alguno de los cuales se conocen los mecanismos de potenciación
de la salud y prevención de la enfermedad.

Ejercicio y trastornos cardiovasculares: The San Francisco Longshoremen Study: Un estudio clásico
muy citado realizado por Paffenbarger y cols. con 3000 y pico estribadores del puerto de San
Franciso, con un seguimiento superior a 20 años y que mostró una diferencia dramática del 80%
entre la tasa de trastornos coronarios entre los trabajadores con bajo y alto nivel de actividad.
¿Cuánto ejercicio físico? Gastos semanales superiores a 2000 Kcal no representan menor riesgo, no
hay mayores beneficios para la salud.

Efectos del ejercicio físico sobre la salud: Mecanismos a través de los cuales la actividad física
puede reducir el riesgo de trastorno cardiovascular: Modificación de la forma cardiovascular o
potencia aeróbica (tasa de oxígeno empleado en el máximo esfuerzo muscular: VO2 max.);
Actuación sobre el colesterol HDL que protege las arterias de la acumulación de LDL; Actuación
sobre la presión sanguínea; Actuación sobre la fibrinolisis o actividad de as fibrinas en la sangre
(formación de coágulos); Actuación sobre el metabolismo de la glucosa; Actuación sobre la grasa y
el peso corporal.

Consejos para la mejora de la salud de sujetos diabéticos: El ejercicio físico cobra especial
importancia en este caso, siendo fundamental para el tratamiento. Según sean D. insulino
dependientes o no se distinguirá el tipo recomendable. Si es DID el ejercicio es totalmente
recomendable en general pero se valorarán cuestiones como el tipo, el momento del dia, el control
metabólico puntual, los efectos a corto plazo sobre el anterior (suele ser lábil). Es recomendable
ejercicio físico de baja resistencia o aeróbico (footing, bicicleta, esquí,) mejorar la circulación
periférica y la oxigenación y nutrición de las células.

Ejercicio físico: obesidad (por sí solo no garantiza, pero sí tiene importancia central en el
mantenimiento de la pérdida de peso), cáncer (efecto protector de la actividad física, sobre todo en
cáncer de cólon, menor mortalidad tb), osteoporosis (factor de protección como prevención y
como enlentecimiento de la pérdida de densidad ósea), artritis (protección contra la cronificación
en la pérdida de funcionalidad física mediante el ejercicio físico programado especialmente para
estos pacientes), dolor crónico (igual, mejora la tolerancia al dolor siempre que esté diseñado para
estos pacientes), estrés ( hipótesis de la forma física: ; hipótesis de la distracción; hipótesis de la
maestría o del dominio).
CAPÍTULO IV: Hábito tabáquico y salud

DIAPOSITIVA XXII

El tabaco y sus efectos sobre la salud. El hábito de fumar: procesos de adquisición y eliminación.
Programas de intervención para la eliminación del hábito de fumar

Tabaco y enfermedad: Desde comienzos de siglo hasta 1964 el consumo matuvo una tendencia
creciente. Hoy es el nivel educativo el que mejor predice el consumo de tabaco, siendo los sectores
con niveles más bajos de estudios los que muestran niveles más altos. Se compone básicamente de
2 sustancias: nicotina y alquitrán. La nicotina crea y mantiene la adicción (mayor grado que la
cocaína, y comparable a la heroína, de hecho la mayoria de fumadores les resulta imposible
dejarlo). Actúa sobre el sistema nervioso central y su actividad se prolonga 30-40 minutos (tiempo
en volver a coger otro cigarrillo). En el cerebro la nicotina provoca la descarga de catecolaminas y
neurotransmisores que incrementan el arousal cortical. También estimula la producción de
betaendorfinas. Estos opiáceos son agradables. También incrementa el nivel de actividad
metabólica. El alquitrán tiene un enorme poder cancerígeno (morbi-mortalidad). Cobra fuerza la
hipótesis del benzopireno que tiene capacidad de mutar el gen P53 supresor de tumores.

Enfermedades cardiovasculares: La 5ª parte de las muertes por Enf. Cardiovascular son atribuíbles
a consumo de tabaco. Y el 40% de los fallecimientos son por ECV. Los hombres fumadores tienen
dos veces más probabilidades de morir por ECV que los no fumadores. No hay acuerdo sobre la
etiopatogénia que relaciona tabaco y ECV, pero la nicotina ayuda a incrementar la frecuencia
cardiaca, la presión arterial, y el gasto cardiaco al tiempo que constriñe las arteriolas, y el monóxido
de carbono limita la capacidad de transporte de oxígeno. Fumar supone someter a todo el sistema
cardiovascular a una presión elevada, innecesaria y no justificada por los requerimientos
metabólicos, esto eleva el riesgo de ECV.

Cáncer: El tabaco desempeña un importante papel en diversos tipos de cáncer: Cáncer de pulmón,
tráquea y bronquios, cáncer de labio, cavidad oral, faringe y esófago, cáncer de vejiga y riñón,
cáncer de páncreas, cáncer de cuello de útero. El 80% de los fallecimientos cancerígenos son de
cáncer de pulmón. Hay consenso sobre el papel del alquitrán inhalado y el cáncer, pero hay
desacuerdo respecto al tamaño del riesgo. Actualmente se considera que hay un riesgo de padecer
cáncer de pulmón a causa del tabaco de 8 y 9 (veces mas probabilidad para los fumadores respecto
a los no). Si una persona fuma tiene 2 veces más probabilidad de padecer enfermedad del corazón,
si es hipertensa además se eleva a 4 y si tiene alto el colesterol a 8. En cuanto a diferencias por
sexos, el riesgo de cáncer de pulmón es similar. La relación dosis-respuesta (la mortalidad se
incrementa con el número de cigarrillos fumados) es evidente en cáncer de pulmón. Sin embargo,
la etiología del cáncer es pluricausal, por lo que factores como la ocupación laboral, el nivel
socioeconómico, la alimentación, los hábitos de conducta, o los materiales de la vivienda, pueden
tener efecto acumulativo o multiplicativo.

Envejecimiento de la piel: Fumar se relaciona estrechamente con arrugas y envejecimiento


prematuro de la piel. La piel de cigarrillo es pálida, grisácea, arrugada y con engrosamiento entre
arrugas. El efecto sobre la microcirculación cutánea, y sobre el flujo sanguineo que funciona peor y
se recupera más lentamente que el de los no fumadores. Lo que deberia tenerse en cuenta en las
campañas de abandono.

Impotencia: Investigaciones confirman el efecto sobre la erección masculina, debido al efecto del
tabaco sobre la circulación y en particular sobre la erección. De hecho los daños del tabaco per se
en casos de disfunción eréctil pueden ser tan severos como los de otras enfermedades como
arterioesclerosis, diabetes o hipertensión.

Fumador pasivo: Los estudios tienden a mostrar una ligera aunque consistente tendencia de
incremento del riesgo para los fumadores pasivos. Las esposas de fumadores mayores de 65 años
mostraban un 30% más de riesgo de cáncer de pulmón. No es muy significativo. El riesgo relativo de
padecer accidente cardiaco entre esposos de fumadores fue significativamente muy superior al de
esposo de no fumadores. Recientemente se encontró relación con la trombosis cerebral (4 veces
mas riesgo). Los niños son los más sensibles, hijos de fumadores muestran incidencia mayor de
problemas respiratorios, bronquitis, neumonía, y en niños menores de 2 años la presencia de asma
es significativamente más alta.

Beneficios del abandono del tabaco: Estudios muestran que los fumadores que consumen menos
de una cajetilla al dia y abandonan el tabaco al menos durante 16 años tienen la misma tasa de
mortalidad que los que nunca habian fumado. Sin embargo no es igual para todos los trastornos, en
caso de enfermedad cardiovascular, dejarlo reduce el riesgo al mismo nivel, pero en caso de cáncer
de pulmón, sigue estando el riesgo 3 veces por encima de los no fumadores. Los tratamientos para
dejarlo tienen eficacia limitada. La terapia cognitivo-conductual alcanza al año de seguimiento un
30% de éxitos. El parche de nicotina no llega al 11%. Por esto es importante la prevención.

DIAPOSITIVA XXIII

Prevención del tabaquismo.

Programa de prevención: Es producto del aprendizaje social. Los jóvenes comienzan a desarrollar
dependencia bastante rápido. Un consumo superior a 15 al dia transforma a los iniciados en
dependientes. Los programas en los que jóvenes no fumadores de la comunidad actúan de modelos
han demostrado eficacia y los resultados se mantienen en 2, 4 años. El programa desarrollado por
Botvin, y cols. (1984) de prevención del consumo de tabaco, alcohol y otras sustancias entre
jóvenes (desarrollado luego por Luengo, Romero, Gómez, Guerra y Lence, 1999): Tiene como fin
prevenir y facilitar el desarrollo de habilidades generales del funcionamiento vital. Es un estilo
dinámico, con actividades prácticas para casa, aplicado en contexto escolar por profesores, en
alumnos de 12-14 años. Son 17 sesiones de 50 minutos: 1º Info acerca de tabaco, alcohol y otras
drogas: modificar falsas creencias, comprobar efectos perjudiciales del tabaco a través de
experimentos prácticos, contrastar la prevalencia real del consumo de alcohol con la percibida
enfatizando que la mayoria usa correctamente, Abordar el consumo de marihuana y otras drogas.
2º Autoestima. 3º Toma de decisiones. 4ºControl emocional. 5º Habilidades sociales. 6º Actividades
de ocio. 7º Tolerancia y cooperación.
CAPÍTULO V: Los aspectos psicológicos en el proceso de atención sanitaria

DIAPOSITIVA XXIV

Adhesión a los tratamientos terapéuticos.

Problemas de adhesión a los tratamientos terapéuticos: Se refiere al insuficiente o inadecuado


cumplimiento de las prescripciones del técnico sanitario para recuperar una patología, promocionar
la salud o prevenir una enfermedad. Se estima que en torno al 30% de los pacientes no sigue los
tratamientos curativos y un 70% los preventivos. Los niveles más altos de adhesión se observa en
los tratamientos con medicación directamente supervisada y en trastornos con inicio agudo, y los
niveles más bajos a pacientes crónicos y en los que se exige un cambio de vida. La repercusión más
grave del incumplimiento es el fracaso terapéutico y el incremento del coste económico, sanitario y
social por la repetición de pruebas o bajas laborales, así como el potencial malestar y desajuste
social, psicológico, además con el incumplimiento se compromete enormemente la evaluación
objetiva de la efectividad del tratamiento. La promoción de la adhesión por tanto tiene una gran
importancia. Implica una serie de taras que requieren no sólo saber qué, sino cómo o cuando
hacerlo, y el paciente ha de tener una serie de habilidades según la prescripción. Además, a veces
las prescripciones se establecen por toda la vida y con frecuencia se exige el cambio de estilos de
vida consolidados y gratificantes. Hay múltiples factores determinantes de la adherencia. El
cumplimiento no es meramente un asunto voluntarista, requiere una actuación eficaz, un control
ambiental y beneficios contingentes al cumplimiento.

Modelos biomédicos: Son aquellos a los que se ha recurrido generalmente para dar cuenta de la
adhesión terapéutica en tanto que conducta saludable.

Modelos conductuales: Se identifican dentro de estos los modelos operantes, los de comunicación
y los modelos cognitivos.

Modelos operantes: Han promovido el uso del moldeamiento de conductas, la planificación


ambiental y el manejo de las contingencias de reforzamiento como estrategias centrales en el
desarrollo de conductas de adhesión. Sin embargo, es insuficiente este planteamiento por sí sólo,
pues la complejidad del problema no se resuelve con el control ambiental y el refuerzo, sino que las
variables cognitivas quedan desatendidas. Esto es así aún cuando los resultados han apoyado su
idoneidad.

Modelos de comunicación: Buscan cómo mejorar los procesos de recepción, comprensión y


retención de mensajes como condición y estrategia para la promoción de la adhesión. Estos
modelos son los que han tenido mayor repercusión en las campañas informativas para promoción
de la salud.

Modelos cognitivos: Basados fundamentalmente en el modelo de Aprendizaje Social de Bandura y


en los modelos cognitivos de decisión aunque hay distintas propuestas adaptadas a problemas
concretos, como el Modelo de Adhesión a la medicación de Johnston, que sostiene que el
seguimiento depende de una decisión deliberada conforme a las expectativas del sujeto y a su
capacidad de actuación. Se basan en las teorias siguientes: Teoria de la Autoeficacia (creencia en
ser capaz determina esfuerzo y tiempo), Modelo de Creencias de salud (debe tener unos niveles
minimos de motivación e información para su salud, se vea como vulnerable o potencialmente
susceptible, vea la enfermedad amenazante, convencida de la eficacia de la intervención...Sin
embargo, las expectativas son importantes pero no suficientes para predecir la adhesión, debemos
centrarnos en las contingencias que las explican: estimación costos-bfos y expectativas de
resultado), Teoría de la Acción razonada (las personas antes de decidir una acción tienen en cuenta
sus implicaciones: primero es la intención, y esta depende de la actitud hacia la acción y de la
valoración de esa conducta. Enfatiza lo que la persona se dice a si misma sobre su conducta
manifiesta.

DIAPOSITIVA XXV

Evaluación de la adhesión.

Evaluación de la adhesión: Dos cuestiones fundamentales para mejorar la confiabilidad de los


resultados: lograr acuerdo sobre criterios definitorios de adhesión y asegurar la fiabilidad de los
sistemas de evaluación. Frecuentemente el criterio determinante del grado de adhesión fué el
“valor por debajo del cual no se pueden alcanzar los resultados esperados”. El análisis funcional de
las habilidades requeridas para el seguimiento correcto de un régimen permite establecer criterios
más objetivos que la cuantificación y más operativos. Las medidas empleadas son: El autoinforme
(las más empleada, su fiabilidad es baja, la deseabilidad social o el olvido son sesgos importantes, y
se precisa entrenar al interlocutor); La autoobservación y registro de las condiciones de tratamiento
(una veces mero recuento de pastillas, otras varibles fisiológicas medidas computerizadamente,
otras un registro escrito de conducta por el clínico, es complicada, es necesario convenir privilegios
contingentes a su cumplimiento mediante contratos de contingencias o sistemas de puntos, no
siempre permiten que los datos reflejen realmente la incidencia); Marcadores bioquímicos
incorporados a la medicación, (indican objetivamente la tasa de consumo pero no informan de
cómo o cuándo ni son ideales pues deben tener una vida larga y no ser metabolizados, costosos y
difíciles de interpretar); Resultados clínicos ( es un planteamiento inaceptable pues no ha relación
directa). No hay indicadores válidos, es problemático. Se sobreestiman las tasas de adhesión.

Factores asociados con la adhesión terapéutica: La mayoria de trabajos son de tipo correlacional y
han tenido escasa repercusión práctica. Las correlaciones son bajas cuanto más objetiva es la
técnica de evaluación. Los factores referidos se clasifican en 4:

Variables de la enfermedad: Cuando los síntomas tienen un inicio agudo, son reconocibles,
molestos y se alivian con el tratamiento, la probabilidad de adhesión es mayor. Es baja cuando no
son identificables, se mantienen constantes durante largo tiempo, o dificultan el cumplimento de la
prescripción.

Variables del tratamiento: Son las que mejor dan cuenta de la adhesión: cuanto más complejo el
tratamiento, más interfiriente con el estilo de vida, más duradero y escasa o inadecuadamente
supervisado menor será la adhesión.
Variables de la relación médico-paciente: La satisfacción del paciente con la relación terapéutica es
un factor que puede potenciar la adhesión. Y esta depende de una buena comunicación (con
frecuencia los médicos aportan menos info de la necesaria y los pacientes recuerdan solo un 50%,
no se buscan unas condiciones ideales para promover las destrezas para el cumplimiento, no se dan
instrucciones explícitas, no se emplean términos operativos, no se atiende al estilo de vida, no se da
feedback. Se hace necesario usar procedimientos conductuales para aumentar la información del
sujeto, es decir se podria recurrir a las autoinstrucciones a modo de estímulos antecedentes de
comportamientos verbales y no verbales del paciente, tb aumentaria la eficacia de ciertos
tratamientos como ansiolíticos instruyendo para que actúe en dirección del tratamiento aunque sin
olvidar que esto no ocurre al márgen de las contingencias), , una relación respetuosa y cordial para
mejorar la comprensión y colaboración.

Variables del paciente: Son las q menor valor han mostrado como predictores asociados a la
adhesión. No tienen peso las variables demográficas y las específicas de personalidad. En cualquier
caso la adhesión a una condición terapéutica no es predictor de la adhesión a otras condiciones
específicas. Las expectativas del paciente (creencias sobre causas, curso y tratamiento) se han
relacionado con la adhesión y mejora terapéutica (Hay correlaciones muy bajas aunque positivas)
pero con esto no siempre se neutraliza el efecto de ciertas condiciones ambientales y sociales
(evitar ejercicio a los niños asmáticos o diabéticos). Las expectativas se relacionan más con el
beneficio terapéutico, en concreto con el efecto placebo. Este se puede describir
conductualmente: al iniciar un proceso terapéutico potencialmente eficaz la atención que antes se
dirigía al síntoma ahora se reorienta hacia sus rutinas, y/o hacia las instrucciones del clínico
reduciendo o eliminando una condición estresante. Incluso con prescripciones inespecíficas el
paciente podría evocar respuestas de relajación que amortiguasen la tensión emocional inicial
facilitando la activación de los recursos adaptativos. (esto explica la mejora inicial que
experimentan muchos). El concepto de autoeficacia, como parámetro seguro de adhesión está
estrechamente relacionado con lo anterior. Sin embargo no se puede entender autoeficacia
separada de las conductas de ejecución y de las contingencias (comportamiento instrumental e
incentivo).

DIAPOSITIVA XXVI

Análisis funcional de la conducta de adhesión terapéutica:

Análisis funcional de la conducta de adhesión terapéutica: Definimos adhesión terapéutica como


la incorporación (puntual o definitiva) en las rutinas cotidianas de la persona (fortaleciendo la
práctica situándola bajo las mismas claves del contexto ambiental y social de otras conductas
habituales) de nuevos hábitos beneficiosos para el sujeto. Aquí tratamos de usar el análisis de la
conducta para descubrir la autonomía de cada una de las variables propuestas o condiciones de las
que dependen. Entre los antecedentes encontramos: factores motivacionales (manifestaciones de
la enfermedad, repercusiones en su vida, expectativas en relación a la enfermedad, estado físico
y/o biológico como Ed para admón. Tratamiento), condiciones de vida del paciente (ausencia de
competencia prescripciones, baja interdependencia social de prescripciones, atención social a la
enfermedad, control factroes de riesgo, presencia Ed para actuar conforme prescrito),
disponibilidad de recursos (económicos y sanitarios, tiempo), relativos a prescripciones (atención a
ellas, comprensión, formulación de reglas verbales), relación médico-paciente (habilidades del
clínico para informar, competencia clínico, actitud empática). En la adhesión se da influencia
directa de: repertorios y habilidades del paciente para incorporar las prescripciones en rutinas
cotidianas (desarrollo destrezas específicas, repertorio autoinstruccional, planificación ambiental,
manejo contingencias sociales), y compromiso público de cumplimiento. Entre los consecuentes
tenemos: reducción o eliminación progresiva de sintomatología, desarrollo de conductas
alternativas, ausencia/bajo coste económico y/o personal, expectativas de tratamiento, ausencia
de efectos secundarios, supervisión y adaptación del tratamiento por el clínico, supervisión y apoyo
social al cumplimiento, reducción de inconvenientes asociados, satisfacción del paciente y clínico.
Promoción de la adhesión como adquisición de hábitos saludables para cada caso concreto desde el
análisis de la conducta se atiene a las siguientes consideraciones: El programa o régimen
terapéutico será eficaz o el potencialmente más efectivo (las consecuencias derivadas del
tratamiento determinan el cumplimiento, el beneficio potencial, los costes del cumplimiento y
consecuencias positivas que se pueden establecer para cada paciente); Para cada tratamiento
específico se establecerán qué habilidades, conocimientos y destrezas se requieren para una
ejecución adecuada (facilitar el cumplimiento: describiendo conducta, condiciones en las que ha de
efectuarse y las consecuencias a esperar); Las prescripciones terapéuticas han de establecerse
conforme a la competencia del paciente; El contexto sanitario y la interacción médico-paciente son
determinantes para la adhesión terapéutica; La adhesión terapéutica depende de factores
motivacionales; La adhesión dependerá directamente de la eficacia del paciente en la ejecución de
las habilidades que el tratamiento precise y de su capacidad para generar autoinstrucciones
(coherentes con las del médico) que dirijan actuaciones ventajosas; La adhesión dependerá de las
consecuencias que se deriven para el paciente.

Análisis funcional del incumplimiento de la conducta de adhesión: Podemos señalar los siguientes
antecedentes: Del paciente (ausencia de síntomas reconocibles o molestos, habituación del estado
sintomático, deterioro físico/psicológico, experiencia previa de incumplimiento, información
errónea o insuficiente del tratamiento, insatisfacción con la actitud o atención médica, pobres
expectativas de beneficio o coste emocional social económico); Del entorno (exigencia de cambios
en rutinas con motivo del tratamiento, no modificabilidad de los factores de riesgo o
desencadenantes, rechazo social a la enfermedad o tratamiento, valores socioculturales
contradictorias al tratamiento, ausencia de recordatorios de las prescripciones, refuerzo social del
incumplimiento, demandas sociales/laborales/familiares/que compiten con la enfermedad y
tratamiento, escasez de recursos económicos); De las prescripciones (complejidad/novedad,
formulaciones no específicas ni operativas, ausencia de entrenamiento de habilidades); Del clínico
(comunicación insuficiente o inadecuada, empatía pobre, supervisión inadecuada de
comprensión/habilidades del sujeto, supervisión inadecuada del tratamiento, no reforzamiento del
cumplimiento); Del funcionamiento sanitario (inconvenientes con costes para el sujeto (tiempo de
espera, falta de continuidad o cambios no justificados en la terapia); De la terapéutica (baja
efectividad clínica). En cuanto al hecho del incumplimiento influyen directamente: Repertorios y
habilidades del paciente para seguir las prescripciones: ausentes, erróneas o insuficientes
verbalizaciones de las prescripciones, ineficacia en la ejecución de las habilidades requeridas,
inadecuación entre la ejecución y la descripción de la conducta, ineficacia para modificar las rutinas
cotidianas incompatibles). En cuanto a los consecuentes del incumplimiento tenemos: La reducción
o eliminación progresiva de la sintomatología y/o condiciones aversivas cotidianas; Desarrollo de
conductas alternativas con el estilo de vida del paciente y pautas terapéuticas; Ausencia/bajo coste
económico o personal del cumplimiento; Expectativas del tratamiento y enfermedad coherentes
con contingencias privadas y sociales; Ausencia efectos secundarios; Supervisión y adaptación por
parte del clínico a perculiaridades del paciente; Supervisión y apoyo social al cumplimiento, no
conflicto consecuencias para la familia y el paciente; Reducción inconvenientes asociados al
funcionamiento sanitario.

DIAPOSITIVA XXVII

Estrategias de intervención para la promoción de adherencia.

Métodos para mejorar la comunicación para favorecer la adherencia al tratamiento: estos


métodos estaría basados en 12 directrices generales:

- Relación cordial: aquí sería importante expresar interés por el paciente, conocimiento y seguridad
diagnóstica y terapéutica y confianza en el tratamiento.

- Anticipar la falta de adhesión: conociendo las variables implicadas en la adhesión y entrenando en


entrevista clínica la promoción de la adhesión.

- Conocer e incorporar como objetivos los propios del paciente (siempre que sea posible) en
relación a las siguientes condiciones: evolución de sintomatología, repercusiones en estilo de vida y
rutinas cotidianas y repercusiones emocionales.

- Descripción de la enfermedad. Proporcionar información y corregir errores y expectativas


empleando estrategias de comunicación eficaces.

- Simplificar el tratamiento y adaptarlo a las demandas e intereses del paciente, dentro de lo


clínicamente posible: dosis mínimas reduciendo el número de preparados, horarios flexibilizados...

- Establecer metas terapéuticas, jerarquizando de acuerdo a los criterios de beneficio clínico


probado, los intereses del paciente y su habilidad para seguir prescripciones de cualquier tipo.

- Negociar los cambios con el paciente, introduciendo gradualmente componentes, priorizando la


calidad de vida del paciente y ponderando la relación costes-beneficios por cumplimiento o no.

- Entrenamiento de las competencias requeridas al paciente: disponibilidad de información


correcta, suficiente y operativa, ejecución eficaz de habilidades específicas y desarrollar
competencias de autorregulación.

- Prever beneficios y manejar los inconvenientes en relación al estado del paciente y a su


repercusión en sus rutinas cotidianas y su interacción social, empleando tratamientos eficaces y
conociendo y modificando las contingencias a las que está expuesto.

- Reforzar seguimiento: la continuidad en la atención y la actitud empática, efectos del tratamiento


sobre la sintomatología y los secundarios y considerar las sanciones sociales a las que esté expuesto
por su condición.
- Asegurar la continuidad y accesibilidad. Adhesión citas, especificando forma de contacto segura y
atendiendo a las peculiaridades de la organización sanitaria.

DIAPOSITIVA XXVIII

Patrones y pautas de comportamiento con la salud

Patrones y pautas de comportamiento con la salud: La información llegó de estudios


epidemiológicos que mostraron asociaciones entre salud y prácticas de vida y entre salud y formas
de comportamiento agrupadas en constructos cognitivos (que tienen que ver más con cómo se
hacen las cosas y qué se piensa sobre las cosas).

Sentido de coherencia: Antonovsky planteó a partir de sus estudios que las persona con un alto
sentido de coherencia se considerarán capaces de manejar los problemas que surjan, siendo
también capaces de tratar con éxito las circunstancias que amenazan su salud, y lo contrario pasa
con un bajo sentido de coherencia. Es decir, están mejor preparadas para no verse afectadas por
los agentes patógenos psicológicos o microbiológicos. Este concepto puede interpretarse como un
concepto social, relacionado con el ambiente socioeconómico estable y normas y valores
claramente definidos.

Fortaleza: Son diversas características de personalidad entre las que se encuentran el concepto de
fortaleza de carácter, vigor o firmeza, optimismo y autoeficacia percibida. Este estilo de
personalidad (hardy personality) actuaría como un compuesto de 3 componentes: compromiso,
control y desafío. El primero implica una considerable curiosidad o interés por las cosas y la
tendencia a encontrar sus experiencias interesantes o significativas; El segundo se refiere a
mantener un sentido de perspectiva y a afrontar activamente. El último alude a hacer valoraciones
positivas de las situaciones amenazantes, percibiéndolas como retos a superar.

Control/sensación de control: Característica disposicional que se entiende como posibilidad de


elección y desempeño de responsabilidad y está positivamente relacionado con la salud. Varios
estudios concluyeron que las persona con un alto sentido de control parecen conocer más acerca
del mantenimiento de la salud, inician conductas preventivas y evitan la dependencia (en médicos).
Creen que pueden ejercer algún control sobre los eventos. Se ha relacionado con el conepto de
potenciación personal (individual empowerment) considerado como la tendencia a incrementar la
capacidad de control sobre sus propias vidas a través de la mejora en sus habilidades de
afrontamiento. También está relacionado e Locus de control como formulación psicológica más
elaborada. El locus de control interno (la salud está determinada por la propia conducta) se
equipara al control del que hablábamos, y se conoce que correlaciona con mejores hábitos de
salud, menos experiencias de enfermedad y mayor adherencia.

Disposición optimista: La disposición a valorar los hechos con expectativas positivas ha predicho
diferencialmente informes de escasos síntomas físicos en poblaciones sanas, el afrontamiento
activo y una más rápida recuperación y logro de una mejor calidad de vida. Una disposición
pesimista también ha sido informada de efectos negativos para la salud. Algunos autores
propusieron que esto se debe a diferencias en las estrategias de afrontamiento escogidas.
Autoestima/autoeficacia: La autoestima se refiere a un sentido positivo en la consideración de sí
mismo, de sentirse bien acerca de sí mismo. Varios estudios lo relacionan con un afrontamiento
más eficaz del estrés frente a la recuperación de una enfermedad, una mayor adherencia a
tratamientos de pérdida de peso (posiblemente por su papel modulaador de los patrones de
respuesta neuroendocrina). Un concepto más amplio sería el del concepto de sí mismo o identidad
personal, en base al cual, una alta autoestima funciona como escudo protector que evita la ruptura
del concepto de sí mismo cuando se ve amenazada. También existe bastante literatura que asocia
la autoeficacia y el éxito en el tratamiento de muchos problemas, y en la facilitación de conductas
preventivas y con efecto terapéutico, llegando a considerarse la “aspirina psicológica” en psicología
de la salud. También está relacionado con los procedimientos autoinstruccionales, pues el
entrenamiento en autoinstrucciones tiende a generar loci de control interno en los niños y a su vez,
verbalizaciones de autoeficacia (tras el éxito en la ejecución) y de autoestima. No debemos perder
de vista que como comportamientos que son, están ligados a contextos y son dinámicos.

CAPÍTULO VI: Factores psicológicos en trastornos cardiovasculares.

DIAPOSITIVA XXIX

Epidemiología de los trastornos cardiovasculares

Epidemiología de los trastornos cardiovasculares: Los trastornos cardiovasculares son la primera


causa de muerte en países occidentales, y la primera causa de morbilidad en forma de días de
hospitalización y jornadas laborales perdidas. El aumento epidemiológico empezó en el 1º cuarto
del siglo XX en los países con mayor nivel de vida. La enfermedad más frecuente es la cardiopatía
isquémica. La mortalidad de enfermedades cardiovasculares supera a la de todo tipo de cánceres
(supone 90.000 muertes al año) y es el 40% del total de fallecimientos anuales en los países
industrializados. España presenta el índice de mortalidad cardiovascular más baja después de
Francia. En los últimos 40 años del siglo XX se pusieron en marcha numerosos estudios
epidemiológicos que han corroborado importantes relaciones entre factores de riesgo y la
probabilidad de enfermedad cardiovascular. El primero fue el estudio en Framingham
(Massachusetts), a partir del cual salió la figura de individuo “pronocoronario” (con tendencia a
desarrollar enfermedad coronaria o ataques cerebrales), del cual salieron 3 grandes factores de
riesgo: elavada presión sanguínea, elevadas cifras de colesterol en sangre y tabaquismo. Se
utilizaron en programas preventivos. También se ha llegado a añadir el Patrón de conducta tipoA.
Por orden de importancia como factor de riesgo se establecieron: 1)sexo masculino, 2)edad
avanzada, 3)antecedentes familiares, 4)hipercolesterolemia, 5)valores bajos en colesterol (HDL),
6)fumar, 7)hipertensión arterial, 8)diabetes mellitus, 9)sedentarismo, 10)sobrepeso. De ahi, la
importancia del “estilo de vida”. Existe un importante efecto de sinergia entre varios de los factores
(como entre fumar, hipertensión e hipercolesterolemia), sin embargo todavía hay controversia
sobre cuál es el número exacto de factores realmente implicados, el peso de cada uno y sus
interacciones, en la etiología de los trastornos cardiovasculares, y de los coronarios en particular.
En resúmen podemos decir que predominan los factores de riesgo de tipo cultural o ambiental en
estos trastornos debido a los siguientes datos: creciente nº de muertes por trastorno coronario
durante el segundo cuarto del siglo XX; fuerte tendencia decreciente en paises que tomaron
medidas preventivas; diferencias entre países con igual nivel de desarrollo pero diferentes pautas
culturales; variaciones epidemiológicas intrapoblación en función de la clase socioeconómica, la
localización geográfica (pobres mayor riesgo, varones 2 veces mayor riesgo que mujeres).

Comportamiento y riesgo cardiovascular: Los factores de riesgo se han agrupado tradicionalmente


en 3 bloques: 1)Factores inherentes o fijos (edad, sexo masculino, diabetes, historia familiar),
2)Factores tradicionales o fisiológicos (hipercolesterolemia, hipertensión, obesidad, fibrinógeno:
pero con implicaciones de componentes comportamentales), 3)Factores comportamentales
(tabaquismo, dieta, patrón de conducta tipo A, binomio Ira-hostilidad, factores socioculturales:
pobreza, desempleo, inseguridad, sedentarismo, consumo de café o alcohol). En cuanto a la dieta,
se sabe que el exceso de proteínas, grasas animales y azúcares suponen un incremento en el riesgo
cardiovascular. El colesterol en exceso es un importante factor de riesgo cardiovascular. El
colesterol proveniente de la dieta contribuye entre10-30% a la concentración de colesterol en
plasma. Es importante consumir productos que contengan lipoproteínas HDL pues ayudan a
eliminar y metabolizar el colesterol. Por su parte el café tiene también un efecto
hipercolesterolémico, debido a los alcoholes diterpénicos, para que no tenga tanto efecto se puede
usar pues el café filtrado.

DIAPOSITIVA XXX

Patrones de conducta como riesgo cardiovascular:

Patrón tipo A: Friedman y Rosenman fueon los primeros en informar de la correlación entre este
patrón de comportamiento y el riesgo coronario. A base de entrevistas a pacientes y familiares o
amigos se llegó a la descripción de este patrón: personas comparativamente más hostiles, más
competitivas, altametne orientadas hacia su trabajo y constantemente controladas por la urgencia
y el tiempo en comparación con otros pacientes. Algunos estudios relacionaron los niveles de
colesterol con acontecimientos estresantes, aún sin variar la dieta. Se llegó a encontrar en el
Framingham Heart Study (1600 individuos de ambos sexos clasificados de tipo A o B y quienes no
tenian historial fueron seguidos por 8 años) que estas personas tenían el doble de riesgo de sufrir
trastorno coronario que las que tenían patrón de conducta tipoB. No obstante, el PCTA debe ser
tomado como una suma de disposiciones, conductas y hábitos de vida y no como un fenómeno
unidimensional o simple. A principios de los 80 incluso se llegó a proponer que este factor predecía
el trastorno coronario mejor que todos los demás factores combinados, proponiendo así la
personalidad procoronaria. Al ppio conceptuaron el PCTA como un estilo conductrual de reacción
en situaciones percibidas como un desafío para su autovaloración. En cambio, en la práctica ha
llegado a ser considerado un rasgo permanente de personalidad, que delimita un completo estilo
de vida. Más tarde, se desplazó el interés hacia el concepto hostilidad.

Patrón de hostilidad: La hostilidad implica aspectos afectivos, cognitivos y conductuales (Barefoot,


1992). En su vertiente afectiva implica ira, odio, enojo, resentimiento y desprecio. En lo cognitivo
implica creencias negativas generalizadas sobre la naturaleza humana y atribuciones hostiles hacia
los demás. El componente conductual incluye diversas formas de agresión, insulto, enemistad o
antagonismo y falta de cooperación. Diversos estudios han asociado la hostilidad a trastornos
cardiovasculares. Sin embargo, hay datos contradictorios, pero se debe a problemas de tipo
metodológico (distintas medidas de hostilidad: MMPI, autoinforme, entrevista estructurada).
Revisiones recientes confirman esta relación con los trastornos coronarios y confirman una relación
entre hostilidad y edad y sexo (hostilidad más relacionada con estos trastornos en población joven
y los hombres tienen mayores niveles de riesgo). Miller (1996) propuso además de estos (edad y
sexo) otros factores relacionados con la hostilidad: nivel social, consumo excesivo de alcohol,
fumar, consumo excesivo de cafeína dieta hipercalórica, actividad física reducida, problemas de
sueño, presión sanguínea elevada, falta de adherencia a los regímenes médicos, etc.

Patrón de conducta tipo D: La clasificación de personalidades realizada por Pelechano relacionadas


con la salud y la enfermedad destiladas, va camino de convertirse en realidad (TipoA: procoronario;
TipoB: grandesconocido; TipoC: pronocáncer; TipoD: supresión de angustia emocional). El tipoD se
ha señalado como predictor independiente de la mortalidad a largo plazo en pacientes con
cardiopatí isquémica. La supresión crónica de las emociones negativas se ha asociado a la
depresión, la alienación social y la mortalidad a los 2-5 años de varones de mediana edad
supervivientes a un infarto de miocardio. Los autores hipotetizan que puede actuar como factor de
riesgo a través de: mecanismos fisiopatológicos (espasmo coronario y activación de las plaquetas
potenciadas por el estrés); mecanismos conductuales relacionados con la salud (reducción apoyo
social); o variables de carácter genético.

DIAPOSITIVA XXXI

Riesgo cardiovascular y ansiedad y depresión

Ansiedad: Se ha postulado como posible factor de riesgo cardiovascular en general y para los
trastornos coronarios en particular. Partiendo de una serie de estudios epidemiológicos con
pacientes diagnosticados de trastornos de ansiedad, llegando a la conclusión de que la magnitud,
consistencia y efecto dosis-respuesta mostrada por la asociación confirmaba esto. Este
posicionamiento se vio favorecido por el estudio Framingham en q se siguio durante 20 años a 700
mujeres sanas que mostraron asociación de los síntomas de ansiedad con infarto de miocardio y
muerte por trastorno coronario. Sin embargo, la caracterización del tipo y niveles de ansiedad
permanece muy imprecisa.

Depresión: Un diagnóstico relacionado con un trastorno coronario o el haber sufrido un infarto de


miocardio o una angina de pecho suelen provocar en los pacientes una crisis depresiva, pues
representan un grave riesgo de morir. Estudios señalan que la depresión crónica clínicamente
significativa suele tener lugar durante el primer año postinfarto. A su vez, la depresión aumenta el
riesgo de sufrir nuevos episodios de infarto y de morir como consecuencia de un infarto. En cuanto
a los mecanismos que podrían estar implicados en estarelación: La severidad del trastorno
coronario (los pacientes con depresión son los que tienen formas más severas del trastorno), el
efecto cardiotóxico de los antidepresivos, alteraciones neuroendocrinas por la depresión, una
pobre adherencia al tratamiento cardíaco provocado por la depresión, y la asociación entre
depresión y los factores clásicos de riesgo cardiovascular (colesterol, hipertensión, tabaquismo).
Aun así no hay datos concluyentes.
DIAPOSITIVA XXXII

Hipertensión arterial.

Presión arterial: Es la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias. Lo normal está
alrededor de 80-120 mm Hg pero a medida que se incrementa aumenta el riesgo de sufrir
patologías graves (insuficiencia cardiaca, hemorragia cerebral, insuficiencia renal, hemorragias,
aneurisma, etc.) La hipertensión afecta a un 10-30% de los adultos en las sociedades
industrializadas y el 95% de los casos no tiene causa conocida. La clasificación entre normotensos e
hipertensos es arbitraria, simplemente se trata de determinar el punto de corte a partir del cual se
incrementa el riesgo de sufrir una alteración orgánica grave. La OMS considera dos estadios de
gravedad de la hipertensión: estadio1 (140,159-90,99) y estadio2 (>160->100). La hipertensión
multiplica por 2 el riesgo de sufrir cualquier trastorno orgánico mencionado, y mantiene una
relación multiplicativa con el colesterol y el tabaquismo (cada uno tb multiplica por 2).

Factores de riesgo de la hipertensión:

Obesidad: Ha evidencia de su relación con la hipertensión y la reducción del peso actúa al revés.
Estrategia buena: reducir 4 o 5 kg, además ayuda a incrementar la acción de los fármacos
antihipertensos y la diabetes.

Consumo de sal: Estudios transculturales muestran la relación. Los que más se benefician de la
reducción de sodio son los mayores de 45 años. La recomendación actual para los hipertensos es
reducir la ingesta de sodio en un 50% hasta 5 o 6 gr. Diarios.

Alcohol: Cantidades pequeñas puede ser muy beneficioso, pero cantidades importantes que son
socialmente aceptadas se asocian a un incremento de la tensión. La recomendación es limitar el
consumo a 2 copas de vino diarias para los hombres y 1 para las mujeres. Más de 60 ml de etanol
diarios es muy peligroso.

Sedentarismo: Estudios demostraron que el riesgo de hipertensión era 35% mayor entre los que
no practicaban algún deporte que entre los que sí lo hacían, aun controlando otras variables. Se
recomienda un paseo a paso vivo de 30 45 minutos un mínimo de 3 días a la semana.

Variables psicológicas: Hay que tener cuidado con los posibles efectos farmacológicos sobre el
estado psicológico en las personas ya diagnosticadas, que son objeto d estos estudios, lo que no
permite dilucidar si las variables son causa o consecuencia. Diversas investigaciones han
relacionado longitudinal y transversalmente la hipertensión y ciertos rasgos de personalidad como:
ansiedad rasgo, patron de conducta tipoA, ira rasgo u hostilidad. Pero hay falta de consistencia que
puede deberse también al uso de medidas exclusivamente en contextos clínicos (Hipertensión de
bata blanca). No obstante investigaciones prospectivas, se han encontrado que la inhibición de la
ira es un predictor independiente de hipertensión, y la personalidad hostil (con predominio del
resentimiento, incapacidad para plantear clara y abiertamente los conflictos, especialmente
interpersonales), puede ser un factor de riesgo importante de la enfermedad hipertensiva.
Estrés: La OMS ha reconocido el importante papel que puede desempeñar el estrés en la
hipertensión arterial, sin embargo tb es díficil de cuantificar la influencia. Por ejemplo: los trabajos
que requieren una responsabilidad extrema, el ruído, el vivir en barrios deprimidos con paro y
sobrepoblación, todos ellos parecen conllevar un alto nivel de estrés. Entre sujetos con
antecedentes familiares, los que presentaron una elevada reactividad cardiovascular en pruebas de
laboratorio fueron mejores predictores del desarrollo futuro de hipertensión. Sin embargo no se ha
conseguido hasta la fecha un amplio consenso sobre la patogénesis de la hipertensión. Para algunos
juega un papel decisivo, pata otros mas tangencial. Lo que queda claro es que la etiología es
pluricausal donde uno o varios factores de riesgo están presentes para elevar la presión arterial,
siendo estos principalmente conductas.

Tratamiento psicológico de la presión arterial: En general se han fundamentado en la práctica de


la relajación, la relajación muscular se ha combinado con técnicas de biofeedback o con técnicas
cognitivas. Los programas más efectivos tienen en común: el entrenamiento en relajación muscular
in vivo, la práctica diaria de dichas técnicas y la identificación de situaciones estresantes de la vida
diaria y el uso de habilidades adquiridas. En algunos estudios se han encontrado resultados eficaces
sobre la presión arterial: reducción de 8/6 mm Hg. Aunque tb los programas de manejo del estrés
han influido sobre otros parámetros: reducción de la medicación gasta en un 30%, alteración de
otros factores de riesgo cardiovascular, como el tabaco, y el PCTA. Por lo que se ha considerado
como terapia adyuvante en el tratamiento de la hipertensión arterial. La meditación trascendental
tb se ha asociado con reducciones significativas de la presión arterial sino tb con la reducción de la
mortalidad asociada en un 30%.

Fuentes de felicidad e infelicidad en el trabajo (Warr): las perspectivas sobre las fuentes de
felicidad e infelicidad (también conceptualizado como "bienestar"), se pueden distinguir en cuanto
a su enfoque principal, ya que algunas centran su atención en el ambiente y otras en los
pensamientos y sentimientos de los individuos. Con objeto de comprender y mejorar la felicidad de
los trabajadores, resulta esencial examinar tanto los aspectos de la persona como las características
ambientales. Otro aspecto importante tiene que ver con las pautas de acción aconsejable en las
organizaciones, siendo esencial distinguir conceptual y empíricamente las diferentes formas de
felicidad e infelicidad.

Concepto de capital psicológico (Luthans y Avolio): definen capital psicológico positivo como un
estado de desarrollo psicológico positivo individual que se caracteriza por: (1) tener confianza
(autoeficacia) para asumir y realizar el esfuerzo necesario para tener éxito en tareas difíciles; (2)
hacer atribuciones positivas (optimismo) sobre el éxito actual y futuro; (3) perseverar hacia las
metas y, cuando sea necesario, redireccionar los caminos hacia dichas metas (esperanza) para
tener éxito; y (4) cuando uno se vea acosado por los problemas ya adversidades, mantenerse y
recuperarse (resiliencia) para alcanzar el éxito.

CAPÍTULO VII: Aspectos psicológicos en el paciente oncológico.

DIAPOSITIVA XXXIII

Cáncer: factores conductuales de riesgo


Cáncer: factores conductuales de riesgo: Aquí se sitúan los que conforman el estilo de vida.
Sobresalen el consumo de tabaco y ciertos aspectos de la dieta. Sin embargo, lo de la dieta es
controvertido. Se han obtenido pruebas de que a todos los cánceres que aparecen en la mayoría de
órganos están influídos por la dieta alimentaria. Hay varias vías o mecanismos: por la
contaminación de los alimentos con sustancias carcinógenas; por la incorporación a los alimentos
de sustratos (nitratos, nitritos) que son transformados en carcinógenos por el organismo; por
consumo de abundantes componentes relacionados con la producción o facilitación del cáncer
(grasas animales saturadas o ahumados). Igual de controvertidos son los datos sobre alimentos
protectores de la dieta. La literatura dice que los alimentos ricos en fibra, vitaminas A,C,D y E, en
oligoelementos (calcio, selenio, zinc) y nutrientes (flavonas) son importantes en cuanto que es
probable que disminuyan el riesgo de cáncer. (La vitamina C inhibe la producción de nitrosaminas).

Características de personalidad: Se ha hablado del tipo de personalidad tipo C (1980) para referirse
a la marcada contención emocional que presentaban algunas pacientes aquejadas de cáncer de
mama. Temoshok encontró asociaciones importantes entre las características del Tipo C y la
presencia de melanomas cutáneos. Hay una gran controversia por distintas razones: El Tipo C es un
rasgo de personalidad premórbido, o un estilo de afrontamiento o un modo de afrontar el
diagnóstico? Todo indica que es un estilo de afrontamiento genérico que los individuos aprenden al
afrontar acontecimientos estresantes (Temoshok); La característica fundamental del constructo es
la supresión de emociones socialmente negativas (como la ira), es decir, un estilo de afrontamiento
represivo como mecanismo de defensa ante la ansiedad; Hay un comportamiento emocional
común que los diferencia de las personas sanas, y es que parecen aplicar la razón y la lógica como
un modo general de enfrentarse al mundo, tienden a velar por el equilibrio en sus relaciones
interpersonales y tratan de dominar sus emociones negativas. Sin embargo lo que no puede
afirmarse es que estas características consistentes en pacientes oncológicos formen parte de un
constructo unitario llamado Tipo C. Eysenck ya en los 70 hablaba de personalidad proclive al cáncer
(aunque para él vendria determinada genéticamente). Él la denominó personalidad Tipo 1 y se
caracteriza por la infraestimulación y la dependencia. Este patrón de personalidad correlaciona
positivamente con otros constructos: neuroticismo, ansiedad estado y rasgo, dogmatismo,
alienación, incapacidad para describir y comunicar sentimientos, alexitimia, afrontamiento por
evitación o distracción. Recientemente, Grossarth-Maticek han propuesto un mediador de la
relación entre personalidad y desarrollo de enfermedad: Self-regulation: sistema de detección de
signos internos (psicológicos o somáticos) indicativos de alteración, que permiten el inicio de
actuaciones a nivel conductual o cognitivo para reestablecer el equilibrio. El entrenamiento en
autonomía incrementaría este factor y se operarían cambios a través de la sensibilidad al estrés, en
los métodos de afrontamiento y en el modo de concebir la vida.

Depresión, estrés y cáncer: La relación entre depresión y cáncer (en uno u otro sentido) están
entre los temas que más atención ha recibido en ps. de la salud. Existe la posibilidad de que la
depresión sea una variable premórbida, es decir, una relación etiológica depresión-cáncer, o bién,
una reacción psicológica al diagnóstico y/o tratamiento en tanto pueda producir un efecto cruzado
de empeoramiento o repercutir en la calidad de vida del enfermo. Ya Galeno afirmó que las
mujeres con melancolía tenían mayor propensión a tener cáncer. LeShan (1959) postuló que la
ocurrencia de pérdidas afectivas se relacionan con la aparición posterior (entre 6 meses y 8 años)
de cáncer. Estudios posteriores confirmaron y otros arrojaron dudas al respecto. Murray estudió la
relación del sistema inmune y el comportamiento, sin embargo estudios posteriores de depresión-
cáncer encontraron relaciones positivas en pacientes diagnosticados, y otros no las encontraron. En
cuanto a la depresión como reacción, sería una respuesta depresiva postdiagnóstico o un efecto
conductual iatrogénico del tratamiento, numerosos estudios pusieron de manifiesto su práctica
generalidad y otros dicen q afecta a no más de 1/3 de la población. La ocurrencia de episodios
depresivos es harto frecuente en episodios posteriores al diagnóstico de enfermedad crónica o
grave. Y hay que tener en cuenta que algunos síntomas depresivos pueden ser ocasionados por la
enfermedad en sí o por el tratamiento (quimioterápico). Actualmente la relación depresión-
inmunocompentencia es una de las áreas con más futuro de ps. de la salud. El nódulo intermedio a
esta interacción psicología-biología se ve cada vez más claro: es el sistema inmune. Lo más
frecuente es ver que los pacientes depresivos tienen disminuída su capacidad de producir linfocitos.
Y por otro lado tb disminuye la actividad de las células natural killer. Estresores como la separación
o pérdida también han sido confirmados como disminuidores de la actividad inmune en estudios
con animales que ofrecen un control más riguroso. Además, la depresión tiene una serie de
síntomas (alteración sueño, alimentación y actividad física, ingesta de alcohol, consumo de tabaco
y/o otras sustancias adictivas) que se relacionan con aisladamente con alteraciones del sistema
inmune. El diagnóstico de cáncer puede ser considerado como uno de los eventos vitales más
estresantes (Barreto, Capafons) por varias causas: es una enfermedad que atenta contra la propia
supervivencia; la etiqueta supone un padecimiento vergonzoso; puede suponer una mutilación
para el sujeto; el curso y pronóstico son inciertos; los tratamientos aversivos y con efectos
colaterales; los tratamientos interrumpen la vida cotidiana; los habitos deben cambiarse (forma de
vestir) provocando cambios en la autoimágen. Por lo tanto, hay que tener en cuenta el Modelo
psicoinmunológico y el Modelo bidireccional sobre la influencia psicológica sobre el cáncer. El
primero propone que los individuos proclives al estrés segregan más hormonas al torrente
sanguíneo y estas influyen sobre el sistema inmune reduciendo sus funciones defensivas. El
segundo, defiende que existen interacciones entre las variables de personalidad y las neuro-
endocrino-inmunológicas, de modo que la influencia puede darse por 2 mecanismos: sistema
simpático-adrenomedular y actividad pituitaria-adrenocortical. Cuando ésta última esta alta y la
primera baja (evitación emocional) , el diagnóstico es peor. Eysenck propone el Modelo del efecto
de inoculación: hormonas y opiáceos endógenos influyen sobre la personalidad como sobre el
sistema inmunológico, además el estrés y los cambios en el patrón de personalidad influirán sobre
el sistema endocrino. Cuando la reacción frente al estrés es de desamparo/desesperanza se
produce una disminución de la actividad de las células natural killer. Y el estrés agudo produce
inmunosupresión y cáncer, mientras que el crónico produce inoculación (el individuo aprende a
convivir con el estrés).

DIAPOSITIVA XXXIV

Intervención psicológica en pacientes con cáncer

Intervención psicológica en pacientes con cáncer: La mayoría de terapias se dirigen a reducir los
efectos estresores, disminuyendo el nivel de incertidumbre mediante información, adaptándose o
aprender a vivir con la enfermedad, usando estrategias para las consecuencias aversivas, etc. Entre
las técnicas destacan:
Biofeedback: Para disminuír la activación fisiológica actuando de refuerzo de otras técnicas
(relajación o imaginación guiada), se comporbó que reduce la ansiedad y se usó como tratamiento
para los efectos secundarios de la quimioterapia, usando el EMG y el biofeedback de temperatura
periférica.

Técnicas de relajación: La relajación muscular progresiva, el entrenamiento autógeno, la


imaginación guiada o las técnicas de meditación, se vieron que incrementan las expectativas
postivas y el nivel de motivación así como el sistema inmunológico, incrementando la sensación de
control interno. También se usa la hipnosis y las estrategias cognitivas (control de pensamiento
negativo, expresión de sentimientos, la solución de problemas). Se comprobó que con los
tratamientos cognitivo-conductuales se incrementaba la expectativa de vida.

Terapia psicológica adyuvante: Se han desarrollado programas terapéuticos, dentro de los cuales,
éste es el más conocido. Es de Moorey y Greer (1989). Se encuadra dentro del modelo cognitivo-
conductual basado en la terapia para la depresión de Beck, y con el objetivo de aliviar el estrés y
trastornos psicológicos del paciente, siendo a la vez, una terapia breve, aceptable, fácil de realizar y
eficaz. Los autores se fundamentan en su Modelo cognitivo sobre el ajuste psicosocial al cáncer,
que asume que las consecuencias psicológicas del cáncer dependen: de la percepción de la
enfermedad por el paciente, y de las estrategias de afrontamiento (lo que piensa y hace). Proponen
5 tipos de respuesta de afrontamiento: Espíritu de lucha (reto), Desamparo/desesperanza (no
puede pensar en otra cosa más que en la posibilidad de morir); Preocupación ansiosa (buscan info
pero interpretación negativa y cualquier molestia la ven como empeoramiento); Fatalismo (aceptan
diagnóstico estoicamente y dejan decisiones en manos del médico sin buscar más info); Evitación
(minimizan la importancia del pronóstico, no mencionan la palabra cáncer y se comportan como si
no ocurriera nada). Las más apropiadas son los que suponen implicación activa de los sujetos en el
tratamiento y manejo de la enfermedad y la expresión de sentimientos. Éstos son los objetivos:
mejorar calidad de vida reduciendo ansiedad, mejorar ajuste mental y espíritu de lucha positivo;
sentido de control personal, expresar emociones, facilitar comunicación. En el tratamiento hay 3
fases: Inicial (alianza terapéutica, explicar modelo cognitivo de ajusta al cáncer), Intermedia
(implicar a familia, hablar abiertamente); Final (prevenir recaídas y planificar).

Información tras el diagnóstico: Ha pasado por diferentes momentos: desde posturas en defensa
de no informar a la obligación legar de informar sin sistematizar el modo más apropiado (quedando
a merced del médico). En Europa informar a los pacientes con cáncer sigue sin ser una práctica
común. Un modo de escapar de la interacción es dar información ambigua a no ser que el paciente
solicite expresamente más. La recomendación más extendida es proveer info positiva sobre el
trastorno para ejercer algún control, así como sobre tratamientos, efectos secundarios, etc. Esta
será dada por el médico especialista. Se recomienda insistir en la posibilidades de intervención
actuales y en las elevadas tasas de recuperación, además de acompañar la info con un resúmen por
escrito. Se conoce que conocer de forma clara los aspectos de la enfermedad produce reacciones
inmediatas de ansiedad, atribuciones causales... pero se mejoran las relaciones de pareja, la
sexualidad, las relaciones familiares, y a largo plazo hay una mejor adaptación social. Además, los
pacientes informados cooperan en la lucha contra la enfermedad significativamente más. Siempre
la cantidad de información ha de adecuarse a las demandas informativas de éstos. Produce mejores
resultados si la info se dirige hacia el funcionamiento hospitalario, trámites administrativos, o
derechos del paciente.

Intervenciones psicológicas: Se han adoptado varias estrategias:

Comunicación de información acerca del cáncer: Se trata de comunicar el diagnóstico, el proceso


de tratamiento y las consecuencias.Se consideraba un tema tabú hasta hace poco y se empleaban
eufemismos. El España los criterios sobre los que se toma la decisión son subjetivos y están
influídos por el entorno familiar y cultural de forma notable. Por un lado hay quienes quieren ser
informados lo más completamente posible y quienes no desean. La comunicación del diagnóstico
tendrá efecto más o menos positivo dependiendo del qué, cómo y cuándo. Qué: debería incluír el
diagnóstico, las características clínicas, tipo de sistema de diagnóstico, modalidades de tratamiento,
efectos secundarios y medidas paliativas. Cómo y Cuándo: 1)Información ha de darse gradualmente
en función de la fase en que esté la persona, 2)Debe ser congruente y darse a la vez a todas las
personas; 3)La info sobre la naturaleza, pronóstico, evolución la dará el médico y los aspectos
psicosociales (vómitos, imágen) han de ser tratados por el psicólogo; 4)Adecuarse al estilo personal
del paciente pues hay quienes no quieren saber nada. Insistir en posibilidad de tratamiento de
modo realista.

Intervención psicológica sobre los efectos negativos de la enfermedad y del tratamiento: Para
tratar el malestar psicológico y ayudar a aliviar el físico. Se ha probado la eficacia de un programa
cognitivo-conductual para reducir los síntomas depresivos en mujeres. Tambien se ha mostrado
muy útil la meditación a través de la atención plena con este objetivo. Además, el paciente
aprenderá a distanciarse del torrente de sentimientos y pensamientos que sobre la enfermedad le
abruman. También la práctica de ejercicio físico favorece el bienestar al reducir la ansiedad y
depresión. Las náuseas y vómitos anticipatorios pueden tratarse con entrenamiento en relajación
muscular con imaginación, con la desensibilización sistemática, y técnicas de control atencional.

Psicoterapia: Se trata de satisfacer las necesidades de comunicación y hacer frentes a los cambios
en la dinámica familiar. Se emplean intervenciones centradas en problemas específicos (temor a la
muerte, recaída, problemas laborales, comunicación con la pareja y la familia), la exposición a sus
emociones junto a una potencial desensibilización emocional facilita tomar distancia.

Terapia psicológica adyuvante: Adaptación de la terapia cognitiva de Beck a la situación particular


(Moorey y Greer, 1989): Se proponen 3 fases: Inicial (2 y 4 sesiones: objetivo: Alivio síntomas con
estrategias de afrontamiento; Recuperar actividad cotidiana con programación de actividades
placenteras; Enseñar el modelo cognitivo; Alentar la expresión de los sentimientos. Fase
Intermedia: enseñar a usar la monitorización de pensamientos y los ppios de la prueba de realidad
para enfrentar los problemas emocionales; Continuar con el proceso de solución de problemas;
Continuar con el proceso de lucha contra el cancer. Fase Final: Prevención de recaída; Planificar el
futuro; Identificar los supuestos subyacentes.

Terapia de grupo: Objetivo es facilitar la comunicación, el apoyo emocional y mejora del


afrontamiento. Los efectos positivos radican en la obtención de apoyo social. Permitirá a través de
la instrucción, moldeamiento y/o modelado desarrollar habilidades para manejar emociones y
otros efectos negativos. La composición del grupo repercute en el grado de participación y en la
capacidad del grupo para responder a las necesidades de cada uno. Por los procesos de modelado,
las recaídas o fallecimiento de alguno pueden dificultar su función. Formas de intervenir:
counselling, relafación, visualización, parada de pensamiento reestructuración cognitiva, modelado,
resolución de problemas, son técnicas que han reportado mejoras.

Para la prevención: terapias de desensibilización y habilidades sociales: tratamiento profiláctico a


través de la terapia conductual individual.

Aspectos específicos en la intervención en cáncer. Control de reacciones aversivas a la


quimioterapia: Suele haber reacciones de ansiedad y náuseas y vómitos condicionados. Y en
general debilitamiento, falta de apetito, pérdida de peso, etc. Algunos pueden llegar a evitar la
terapia, por lo que es importante intervenir reduciendo el malestar. Entre 20-65% de pacientes
sufren vómitos y nauseas antes de sesiones. Han sido probadas las siguientes técnicas: relajación
muscular, hipnosis (pero requiere entrenamiento fuera de sesiones), desensibilización sistemática
(efectiva aunque no se realice a la vez que la quimioterapia), biofeedback EMG (coste mucho
mayor), y técnicas control atencional (videojuegos, para jóvenes y niños), todas para evitar que se
produzca condicionamiento de las respuestas eméticas.

De nuevo: factores de riesgo del cáncer: Se estima que al menos 70% de los factores de riesgo
tienen que ver con el estilo de vida y comportamientos o bien causas ambientales. El estilo de vida
del hombre occidental es la necesarioa convivencia con los factores de riesgo. Por eso la necesidad
de mejorar la calidad y la cantidad de vida de los pacientes ha propiciado el nacimiento de la
Psicología Oncológica o Psicooncología. Los factores de riesgo actúan sinérgicamente para provocar
la aparición de enfermedades (no aislados), los más frecuentes son: Sustancias químicas
industriales cuyo efecto se manifiesta con el paso del tiempo (por ej. el amianto, el cloruro de
vinilo, o el azufre); El Tabaco (más de un 80% de estas neoplasias se pueden atribuír al tabaco, y los
fumadores tienen 10 veces más probabilidades de cancer de pulmón que los que no, además
incrementa prob. De cáncer de boca, laringe, pancreas y vejiga); Rayos UV (antes no se daba pero
hoy con la moda del bronceado, se ha incrementado en los últimos 50 años un 500%, personas que
abusan de los baños de sol o lámparas de cuarzo); Dieta (excesivas grasas y proteínas y poca fibra,
además de las nitrosaminas de los ahumados); Variables de personalidad (Personalidad tipoC en la
actualidad que se caracteriza por supresión y/o negación de reacciones emocionales fuertes y
imposibilidad de enfrentar adecuadamente al estrés con reacción de abandono y sentimientos de
desesperanza/desamparo. Eysenck recogió trabajos de Grossarth-Maticek con sorprendentes
resultados: en poblaciones grandes y con seguimiento de 10 años, 3 estudios mostraron que el 46%
con personalidad tipo1 o tipoC a los 10 años había muerto de cáncer. Sin embargo hay
discrepancias de resultados y el tamaño muestral puede ser la causa. Además es solo una relación
correlacional, no causal; El estrés puede favorecer el incremento y desarrollo de un tumor
(deterinados tipos de estrés: agudo incontrolable y de tipo físico sobre todo), pero esto no quiere
decir que sea el elemento desencadenante.

Consecuencias físicas y psicológicas del cáncer: Hoy en dia con las técnicas nuevas de diagnóstico y
tratamiento consiguen sobrevivir un 50%. Las limitaciones físicas se deben sobre todo al dolor y
malestar en etapas finales. Además los efectos sobre el sistema inmune puede facilitar otras
enfermedades o infecciones. Además de la fatiga asociada. La cirugía y el tratamiento deforman la
autoimágen corporal (cáncer de mama) junto a los efectos de la quimio (nauseas y vomitos
anticipatorios condicionados). Son más susceptibles de depresión por las limitaciones en la vida
diaria, por lo que es de gran importancia el apoyo social (pero la sobreprotección y ocultamiento de
la preocupación no son tan positivos).

DIAPOSITIVA XXXV

Estilos de afrontamiento de cáncer: Se han identificado 5: búsqueda de apoyo social, centrarse en


lo positivo, distanciamiento, escape y evitación cognitiva y escape y evitación conductual. Los que
mejor funcionan son la busqueda de apoyo social, el distanciamiento y centrarse en lo positivo que
puede servir para reducir la tensión y malestar emocional, así como modulan la percepción del
dolor. En cambio, la evitación o escape para olvidarse se asocia a mayor tensión emocional y distrés
psicológico. Y si la familia también adopta el mismo patrón aumenta el malestar. A pesar de ello
muchas personas se adaptan a la nueva situación e incluso pueden apreciar detalles de su vida:
mayor satisfacción en relaciones personales.

Afrontamiento a la muerte: no entra en examen

CAPÍTULO VIII: Los factores psicológicos en el asma bronquial

DIAPOSITIVA XXXVI

Caracterización del trastorno: asma bronquial: es una enfermedad crónica de origen desconocido
que cursa con ataques respiratorios intermitentes cuyas características definitorias son: dificultades
respiratorias por estrechamiento de bronquios y aumento de mucosa al contacto con el alérgeno;
episodios de tos, disnea y sibilancias y reversibilidad parcial o total de los síntomas de manera
instantánea. En función de la gravedad existe el asma leve, moderada y grave. Este problema
afectaría a 3-5% de la población y hasta un 10% entre los menores de 15 años, siendo más probable
en hombres.

Desencadenantes comunes de los ataques de asma: sobrecarga física o ejercicio físico, clima,
cambios de estación, frío, calor o humedad, asma nocturno, emociones positivas, negativas, llorar,
reírse, toser, resfriados u otras infecciones víricas, alérgenos, humo de tabaco u olores fuertes,
animales, ver a alguien con dificultades respiratorias o aspirinas.

Factores psicológicos del asma: Tanto las variables cognitivas como emocionales y
comportamentales desempeñan un papel importante:

- Variables cognitivas: son clave la información correcta y apropiado estado de alerta, ya que al
conocer los síntomas y lo que los agrave pueden minimizar el ataque, además de ser capaces de
evitar el pánico innecesario durante la crisis asmática, sintiéndose menos indefensos.

- Variables emocionales: tanto las positivas como las negativas son descritas muchas veces como
desencadenantes del ataque, así, para muchos pacientes la excitación emocional es un
desencadenante. Nos encontramos con 4 patrones de relación emoción-ataque asmático: emoción-
asma; emoción-conducta-asma; emoción-conducta-estímulo fisiológico-asma y asma<->reacción
emocional
-Variables conductuales: de las más destacadas es el ejercicio físico arduo o hobbies como la
pintura o talla de madera, además de fumar. También se incluyen aquí déficits de habilidades como
la incapacidad de usar recursos terapéuticos o medicamentos, incluso la hiperventilación.

Evaluación de las variables psicológicas relevantes en el asma: aquellas de mayor utilidad clínica
serían:

1. Entrevista en el asma: ayuda a obtener información detallada de cómo se desencadena y


agravan las crisis, en ella es útil recordar al entrevistado que trate de recordar lo que ha
experimentado él mismo y no lo que le dicen, puede incluso relatarlo; más tarde, se llegaría incluso
a ayudar a manejarlas y ver los efectos en el estilo de vida.

2. Listado de problemas conductuales: consta de 76 ítems en los que va a describir la frecuencia de


ocurrencia. Se examinan áreas de signos tempranos de asma, conducta del paciente y otros
durante la crisis, además de los efectos del asma en el desarrollo social, escolarización o familia.

3. Encuesta de actitud sobre el asma: con dos escalas, en la primera examina los conocimientos de
niño y padres sobre la enfermedad y la segunda, relaciones del niño con el mundo exterior a la
familia.

4. Autorregistro del asma: con una buena cooperación es muy útil mientras incluya síntomas,
posible causa, duración y grado de severidad, medicación o estrategias. En el caso de que tengan
dificultades, una llamada telefónica puede ser positiva para ayudarle y reforzar cooperación

Manejo de factores que contribuyen al asma: el tratamiento de los factores psicológicos antes
indicados es una parte clave. Mientras que la parte médica debe ser llevada por un neumólogo,
también sería bueno trabajarlo en los psicológico. Este segundo tratamiento comenzaría con una
formulación diagnóstica del problema y el análisis funcional del comportamiento que se quiere
mejorar. Por ejemplo resultaría útil corregir creencias erróneas sobre el tratamiento del asma,
conocer condiciones que desencadenan y agravan el asma, reconocer los signos tempranos de la
crisis y saber responder a ellos o aprender técnicas de relajación y respiración abdominal.

Programas de automanejo: además de las ya nombradas estrategias para el manejo de las crisis
asmáticas y de las técnicas de relajación que se han mostrado eficaces, estos programas
constituyen una aportación muy importante para el tratamiento del asma. Básicamente se trata de
una estrategia de intervención global sobre la enfermedad que pretende informar al paciente sobre
su enfermedad y dotarle de las habilidades necesarias para regular y controlar aquellos
comportamiento que directa o indirectamente inciden en el asma y cuya eficacia ha sido bien
establecida. Un programa relevante sería en del Living with asthma, que constaría de 7 sesiones,
pensado para aplicar a grupos de entre 6 y 12 miembros con versión adulta e infantil y tareas para
casa.

DIAPOSITIVA XXXVII

Ejercicio físico
1) Introducción general: la actividad física ha sido un elemento decisivo en el proceso de
adaptación del organismo del homo sapiens al medio, era impuesta por el mismo y provenían de la
necesidad de recolectar alimentos o escapar de depredadores, condicionando la supervivencia. Por
este motivo nuestros sistemas fisiológicos sólo alcanzan nivel óptimo cuando llevamos a cabo
actividad física regular. Debido a nuestra vida actual mayormente sedentaria, el llevar a cabo
ejercicio no sólo es saludable, sino que conlleva una mejor calidad de vida y mayor sensación de
bienestar.

Cuánto de ejercicio físico: El tiempo estimado es durante mínimo 12 min, aunque


preferiblemente entre 15/30 min durante 3 y 5 días de la semana. Sin embargo, es necesario tener
en cuenta la necesidad de llevar a cabo un pequeño calentamiento de manera previa.

Qué ejercicio físico: se han postulado dos tipos básicos, el ejercicio aeróbico (en el que se
incrementa el consumo de oxígeno y es el más saludable por su notable beneficio
cardiorrespiratorio) como el jogging y el anaeróbico (estallidos cortos e intensos de energía) como
el squash.

Cómo: para que el ejercicio aeróbico sea beneficioso hay que tener en cuenta tres
parámetros, intensidad, frecuencia y duración de práctica. Ha de ser lo suficientemente intenso
para elevar la frecuencia cardiaca (existe una fórmula que tiene en cuenta edad y FC de la persona).

Mecanismos positivos de acción: El ejercicio físico se relaciona con la salud mental tanto en
sentido biológico como psicológico. Así, en el primer sentido, podremos ver que el incremento de la
temperatura provoca un efecto tranquilizante; incrementa la actividad adrenal, lo que va a ayudar
en situaciones futuras de estrés; ayuda a descargar tensión; facilita la actividad de transmisión
neuronal y por tanto el estado de ánimo y libera sustancias que favorecen sensación de bienestar.
Por el lado psicológico, provoca sensación de control, un estado de conciencia más relajado,
biofeedback que regula el estado autonómico, ayuda a distraer de preocupaciones, es una ocasión
de reforzamiento social y puede actuar de amortiguador de sucesos vitales estresantes.

2) Ejercicio físico

Enfermedades cardiovasculares: Diversos estudios han puesto de manifiesto el efecto


positivo del ejercicio físico sobre la salud cardiovascular. Se ha demostrado sistemáticamente que
el ejercicio físico reduce la presión arterial en los pacientes hipertensos. Sin embargo, la presión
arterial vuelve a niveles similares a los anteriores después del abandono. También se ha observado
que la reducción de la mortalidad se encuentra asociada más a la actividad física reciente que a la
actividad física pasada. El efecto preventivo del ejercicio físico también se ha revelado en el caso
del accidente cerebrovascular y relacionado con el aumento de HDL (colesterol bueno) y reducir el
LDL (colesterol malo). Desgraciadamente, este ejercicio físico sólo puede corregir en parte lo que
una dieta inadecuada distorsiona gravemente.

Cáncer: Algunos estudios indican que la actividad física puede reducir algunos tipos de
cáncer, como: el cáncer de colon, de próstata, de pulmón y de mama (a pesar de que los resultados
en este último no son del todo concluyentes, si que apuntan en esta dirección).

Ansiedad: La inactividad física también está presente como una causa específica del
malestar emocional, relacionando que un 12% de casos de ansiedad y depresión se explican en gran
medida por el estilo de vida sedentario, debido al "efecto sedante" que se le atribuye al mismo.
Esta relación de bienestar y reducción de la tensión inducida por el ejercicio físico se pueden
explicar por procesos biológicos que de forma inmediata van a producir un efecto tranquilizante
(dura de hecho alrededor de 4 horas antes de volver a alcanzar los niveles precios de activación).
También es muy útil para reducir tanto el estrés cognitivo mental y el estrés físico.

Depresión: Hace ya dos décadas de la existencia de estudios experimentales que muestran


el posible efecto terapéutico de la práctica de ejercicio físico en la depresión, concluyendo los
últimos la relación que tiene el ejercicio físico regular y la reducción de síntomas depresivos en
personas con diagnóstico de depresión mayor.

Control de peso: Si que existe relación, pero no es tan sencilla como a veces se supone,
nuestro cuerpo está dotado de un motor ecológico de bajo consumo, con lo que puede resultar
muy frustrante someterse a costosos rituales de actividad física para tratar de perder peso si ésta
es la única estrategia que utilizamos con tal fin. A pesar de esto, sigue siendo recomendado hacer
ejercicio, ya que las personas que llevan una vida sedentaria tienen más probabilidades de sufrir
obesidad, concluyendo que si bien el ejercicio per se no es suficiente para perder peso, resulta
fundamental para prevenir su ganancia.

3) Riesgos del ejercicio físico:

La adicción al ejercicio físico fue un fenómeno que comenzó a observarse ya en los 70,
además también se observó que el abandono de la actividad física de manera repentina provoca
una especie de síndrome de abstinencia, produciendo un elenco de reacciones psicológicas
(ansiedad, culpa, intranquilidad...).

Incremento de la morbi-mortalidad asociada al ejercicio físico, ya que las lesiones músculo-


esqueléticas son muy frecuentes en los deportistas de competición. La arteriosclerosis es la
principal causa de muerte asociada al ejercicio físico en mayores de 35 años. No se debe olvidar
que el ejercicio regular con intensidad regular tiene buenos beneficios, sin embargo, el ejercicio
irregular e intensivo proporciona escasos dividendo e implica un elevado riesgo.

Muerte súbita, no es muy habitual, pero le ocurre a algunos deportistas profesionales en la


primera hora de participación en una práctica deportiva debido a síntomas cardíacos como una
arritmia fatal.

Se ha notado que existe una correlación alta en la participación de actividades recreativas


extenuantes durante la adolescencia y el cáncer testicular, no obstante, no está del todo
comprobado.

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