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Erick Roncal Salazar

LOS ESPONSALES

I. Introdución:
Los esponsales, constituyen un
Breve Índice:
contrato y como tal, deben llenar todos
I. INTRODUCCIÓN: (PAOLA AMARILLO)
los elementos esenciales, como el II. Etimología
consentimiento y el objeto; y como III. Definición de Esponsales (Doctrina)
IV. Antecedes y Evolución Histórica (ERICK BLANCO)
elemento de validez, la capacidad, la V. Esponsales en el derecho moderno
ausencia de vicios de la voluntad y VI. Esponsales en el derecho Peruano VERDE
CATHERINE)
finalmente debe tener la forma VII. Resarcimiento
prescrita por la ley y los fines lícitos de VIII. Restitución de donaciones (CELESTE JORGE)
IX. Distinción entre presentes de uso y bienes
ese acto contractual. donados
X. Casacón (MORADO MARJHIORY)
De otro lado, se sostiene que los XI. Conclusiones
esponsales, representan gravísimos XII. Bibliografía

inconvenientes de coaccionar ya sea


directa o mediante sanciones contractuales la ejecución de la promesa matrimonial.

Los esponsales, podrían ser considerados como contratos preparatorios y obligan a la


celebración del matrimonio, sin embargo la doctrina, la ley y la jurisprudencia, han
considerado que los esponsales, no pueden obligar a la celebración del matrimonio, porque
este acto, debe ser enteramente libre, entonces la celebración de los esponsales, no
siempre puede concluir en matrimonio, ya que se funda en la concurrencia de plena
libertad con la que deben proceder los contrayentes, de lo contrario imperaría la coacción,
que deriva de las sanciones estipuladas por los promitentes en el documento de
esponsales.
I. ETIMOLOGÍA:

Etimológicamente, la palabra esponsales proviene de la voz latina sponsus (esponsales),


que quiere decir esposo, hay quienes afirman que su origen se encuentra en las acepciones
spes (spei), que significa esperanza; otros se remontan al vocablo latino sponderes, que
equivale a prometer1

II. DEFINICION DE ESPONSALES

Se denomina esponsales, al compromiso moral que asume los novios en el sentido de


prometerse que celebrarán el matrimonio en un futuro determinado o a determinarse.

A) DOCTRINA

- Según Kipp y Wolf, se entiende por esponsales, “tanto al convenio de futuro


matrimonio entre un varón y una mujer, como la relación producida por este
convenio”. El concepto es amplio porque tiene doble significación, en primer lugar,
como convenio de futuro enlace matrimonial y luego, como una relación seria
existente entre los promitentes, que generalmente se conoce como noviazgo. (citado
por el Dr. Peralta Andía, Pág. 113. Derecho de Familia).
- Para Repert y Bolulanger indican que “se llama esponsales al compromiso que contraen
dos personas entre sí para casarse más adelante”.

1
Suarez Franco, Roberto. Derecho de Familia. Tomo I. Editorial Temis S.A. Santa Fe de Bogotá, 1998. Pág.,
42.
- Para Lehmann y Heinrich, sostiene que tienen “lugar los esponsales en virtud de una
declaración de voluntad emitida por dos personas de sexo distinto en el sentido de
desear concluir matrimonio, entre ellas, iniciando la situación de prometidos que
justifique socialmente sus relaciones más íntimas”.
- Para Edgar Baqueiro Rojas, dice que esta institución maneja dos acepciones:
a) Los esponsales de presente, como sinónimo de matrimonio (llamado así por la
tradición canónica) Por ejemplo: Se dice que “A” y “B” celebran sus esponsales en tal o
cual iglesia.
b) Los esponsales de futuro entendidos como promesa de un matrimonio (no producen
obligaciones de contraer matrimonio; por lo tanto no puede estipularse pena por la no
celebración formal del acto).
- Dice el tratadista mexicano Baqueiro, “en la actualidad, los esponsales como promesa
futura de matrimonio hecha formalmente ha caído en desuso, aunque todo
matrimonio, supone un acuerdo previo de celebración”.
- El convenio de futuro matrimonio, vale decir la promesa de matrimonio mutuamente
aceptada para contraer el acto matrimonial, se denomina esponsales2.

NATURALEZA JURIDICA

A. Doctrina Tradicional.- Según esta doctrina el matrimonio es un proceso que se


inicia con los esponsales y concluye con el casamiento. Asi lo entendieron en los
pueblos de historia milenaria como los caldeo asirios, los griegos y en el primitivo
Derecho romano, donde los esponsales fueron considerados como el elemento
consensual del matrimonio que empezaba con los desposorios y se completaban
con la union carnal.

Los esponsales en el Derecho Romano escribe Juan Iglesias producían los efectos
siguientes:

2
Vásquez García, Yolanda. Derecho de Familia. Teórico – Práctico. Tomo I. Editorial Huallaga. Lima, 1998.
Pág. 142-144.
a) Una qua adfinitas entre los parientes de ambos prometidos, que sirvió de
impedimento para el matrimonio.
b) El no poder contraer otra promesa de futuro matrimonio, pena de incurrir infamia,
antes de disolver el vínculo precedente.
c) El derecho del novio a ejercitar la acción de injurias por las ofensas inferidas a la
novia.
d) El deber de fidelidad de la novia

En la fase histórica del antiguo Derecho germánico los esponsales obligaban a la entrega
de la novia, por cuanto la traditio no era sino la ejecución del contrato. El matrimonio se
constituía en dos etapas: el contrato de compra llamado esponsales y la entrega de la
novia o tradición.

También en el Derecho canónico existió este criterio, por eso, distinguieron entre los
esponsales del presente y los esponsales del futuro. Los primeros, implicaban el
consentimiento matrimonial, los segundos, solo producían la obligación de contraerlo en el
futuro pero si los pretendientes mantenían relaciones sexuales, se juzgaba perfeccionado
el matrimonio.

Según esa doctrina, aunque no suficientemente esclarecida, los esponsales se disolvían


por sobrevenir un impedimento opuesto al matrimonio de uno de los novios, pero
actualmente la consideración de que los esponsales constituyen parte integrante del acto
de conclusión del casamiento, ya no es admisible.

B. Doctrina Moderna.- Esta posición doctrinaria distingue con meridiana claridad


entre la simple promesa de matrimonio y el matrimonio mismo, considerando a
ambos como de instituciones absolutamente diferentes aunque vinculados en
forma muy estrecha. Por esta razón se admite la posibilidad de un matrimonio
valido en cumplimiento de una promesa de esponsales, y también un casamiento
sin necesidad de convenio esponsalicio previo.

Sobre su naturaleza destacan la teoría del hecho, la del contrato, la del avant contract y la
teoría de la figura sui generis.

Según la teoría del hecho las nupcias concertadas constituyen una relación fáctica
semejante al vínculo de la amistad y sin ninguna consecuencia jurídica, porque se trata
solamente de un compromiso moral, de un idilio sin trascendencia alguna en el campo del
derecho.

Se apoya básicamente en dos razonamientos, por un lado, el de la imposibilidad de exigir


judicialmente el cumplimiento de la promesa, porque contraria el libre consentimiento que
es la esencia misma del matrimonio y, por otro, el que los esponsales pueden ser
libremente resueltos en cualquier momento.

En cambio, la teoría del contrato sostiene que los esponsales constituyen una promesa
mutuamente aceptada para celebrar matrimonio, por tanto, se trata de un verdadero
contrato no solo por su formación, elementos esenciales y efectos, sino también porque
es posible aplicar al convenio esponsalicio toda la teoría del acto jurídico, particularmente,
del contrato.

En efecto, en la formación de los esponsales concurren: la oferta, que es la propuesta de


matrimonio que hace una parte a la otra y, la aceptación, o declaración de conformidad
con la oferta del contrato nupcial. Tambien, en los esponsales están presentes los
elementos esenciales como el consentimiento (de los promitentes), el objeto(matrimonio)
y la causa (sus motivos). Inclusive, es posible aplicar a los esponsales la teoría de la
nulidad del contrato y de los vicios de voluntad.

Esta teoría ha sido objetada acremente con el solo fundamento de que no se podría exigir
ni constreñir judicialmente a su cumplimiento.

Por otro lado, la teoría del avant contract explica no pueden ser considerados sino como
un antecontrato (que no es lo mismo que contrato preliminar o previo), ya que no es
posible obligar a las partes a efectuar el objeto de la promesa debido a que nadie puede
encadenar definitivamente su libertad de contraer matrimonio. Esta es una teoría todavía
insuficientemente desarrollada.

Por ultimo surge la tesis de los esponsales como figura sui generis. Se sostiene que los
esponsales no son un contrato sino una figura sui generis, dado que su cumplimiento no
es exigible. En efecto no cabe conminar a los novios para que celebren el matrimonio y lo
único que admite es la reparación de daños y perjuicios causados por quien
injustificadamente determina la ruptura del noviazgo”3.

3
Ibídem p. 115.
En suma, concluye los esponsales no son un contrato, ni un antecontrato ni un acto
preliminar contractual, pues no son vinculatorios y por lo tanto no están destinados a la
celebración del matrimonio forzoso, inadmisible en la medida de que la libertad de
contraerlo es de su propia naturaleza y esencia.

REQUISITOS.-

“1.- Capacidad.- Cada uno de los promitentes tiene que ser mayor de edad, sus padres
pueden representarlos.

2.- Promesa reciproca de matrimonio.- El contrato esponsalicio debe de contener la


expresión de cada uno de los promitentes, esto significa que dicho contrato no tendrá
validez si solamente es producto de la manifestación de voluntad de uno solo de los
promitentes.

3.- Que conste de manera indubitable.- En algunos países se requiere el contrato de


esponsales se celebra mediante escritura pública como en el caso de Alemania, en
cambio en otros países como el nuestro este contrato consta de manera indubitable, de
manera que dicho contrato consta por escrito público o privado.

EL CONTENIDO DEL CONTRATO ESPONSALICIO.- Puede contener:

1.- Los nombres de los promitentes.

2.- La forma como se conocieron.

3.- La promesa de contraer futuro matrimonio.

4.- En su caso el nombre de los padres.

5.- En su caso señalar el estado de embarazo en que se encuentra la promitente.

6.- El compromiso de resarcir los daños y perjuicios que se causare si se cumple con los
términos del contrato.

III. ANTECEDENTES Y EVOLUCIÓN HISTÓRICA


En el estudio de los antecedentes de los esponsales, deben reconocerse tres vertientes
fundamentales: La romana, germánica y canónica.

1. La tradición del derecho romano

En Roma, los esponsales derivan de una convención llamada sponsalia, de spondeo o


prometo.

a) Se produjeron las siguientes etapas:

- Originalmente celebraban no directamente los futuros contrayentes sí no los


respectivos “pater familias”4.
- Luego el acuerdo se realizaba entre el novicio y el pater familia de la novia,
prometiendo aquél que se casaría con su hija.
- Finalmente, el acuerdo se produjo directamente entre los novios, quienes entre sí,
acordaban su futuro matrimonio.

Pero siempre, con el consentimiento de los padres, que también era requerido para la
celebración del matrimonio.

b) Sin embargo, el derecho romano, no dio a los esponsales el carácter de convención


obligatoria:

- Por un lado podían ser rescindidos por la sola voluntad o mediante el repudium.
- Con la Lex Iulia se acordó por fin la actio exponsu para reclamar, de quien sin justa
causa rompía el compromiso, una indemnización.

4
Ciudadano independiente, bajo cuyo control estaban todos los bienes y personas que pertenecían a la
casa; la persona física que tenía atribuida la plena capacidad jurídica para obrar según su voluntad y ejercer
la patria potestad sobre respectivamente los hijos y resto de personas que estaban sujetos a su voluntad.
c) Los esponsales producían efectos limitados:
- mientras subsistieran ninguno de los prometidos podía contraer matrimonio con otra
persona,
- ni celebrar nuevos esponsales, y sí lo hacía, estaba sujeto a pena de infamia;
- la mujer estaba obligada a guardar fidelidad a su prometido y expuesta a la acción de
adulterio,
- daba origen al llamado parentesco de cuasiafinidad5.

d) En lo patrimonial:
- Sí los esponsales habían seguido la entrega de bienes en calidad de dote al prometido,
éste estaba obligado a restituirlo a la novia en caso de ruptura o rescisión de los
esponsales. Es decir, toda estipulación de dote, estaba sujeto a una condición tácita, la
celebración de nupcias.
- Distinto es el caso en que los prometidos se hubiesen hecho mutuamente regalos o
presentes con ocasión de los esponsales, estos en el derecho clásico, se consideraban
definitivamente adquiridos por los principios de las donaciones ordinarias.
- Constantino, otorgó a los prometidos una actio in rem útil para exigir la repetición de
los reglaos o presentes en caso de ruptura de los esponsales.

2. La tradición del derecho germánico

Los esponsales se remontan a la fase del matrimonio por compra de la mujer. Según la
doctrina, el matrimonio se concluía en dos etapas:

a) El contrato de compra (esponsales o Verlobung)


b) La entrega de la novia (traditio o Trauung)

Es lógico, que en esta fase, los esponsales obligasen a la entrega de la novia por cuanto la
traditio no era sino la ejecución del contrato.

5
Constituye impedimento matrimonial dirimente entre un prometido y los padres o hijos del otro, etc.
La acción debía dirigirse contra la novia, pero los obligados a la tradición de la novia era el
padre o los parientes que ejercían la potestad familiar sobre ella.

El novio a su vez, estaba obligado a recibir a la novia tomándola como muer y a hacerle
entrega de los bienes que constituían la donación nupcial (Morgengabe6)

3. La tradición del derecho canónico:


Distinguía a los esponsales entre:
a) Esponsales de presente (sponsalia per verba de praesenti).
- Implicaba el consentimiento matrimonial.
b) Esponsales de futuro (esponsalia per verba de futuro).
- Sólo producía la obligación de contraerlo en el futuro; pero si los prometidos tenían
relaciones sexuales con posterioridad a los esponsales de futuro se juzgaba
perfeccionado el matrimonio.
- La obligación jurídica de contraer nupcias, daba origen a una acción judicial la actio
matrimonialis, pero como si el obligado no presentaba libremente su consentimiento
era imposible la celebración del matrimonio se recurrió a sanciones eclesiásticas
(excomunión) e incluso la prisión.
- No estaban sujetos a forma especial, en lo relativo a su celebración, aunque se aconsejó
realizarlos en presencia de los fieles, públicamente. Con el derecho Ne Temere de 1907,
que es fuente directa del Código de Derecho Canónico de 1917, se exigía la forma
escrita ante el párroco u ordinario del lugar y en presencia por lo menos de dos testigos.

IV. LOS ESPONSALES EN EL DERECHO MODERNO.

En los sistemas jurídicos de tradición germánica, como ocurre en el Código Civil alemán y
en el Código Civil Suizo de 1907 se ha conservado la institución de los espósales.

En el Código Civil Alemán, los esponsales no confieren acción para compeler a la


celebración del matrimonio. Pero si uno de los prometidos desiste unilateralmente de los

6
Donación de la mañana, debida a que se realizaba a la mañana siguiente de la entrega de la novia).
esponsales, está obligado a indemnizar al otro, e incluso a sus padres y a terceros, en razón
de los gastos u obligaciones contraídas en la esperanza del futuro matrimonio. También
debe indemnizar al otro prometido que, en la expectativa matrimonial futura, hubiese
tomado medidas que afecten su patrimonio o su situación profesional. En cuanto a la
indemnización de daño mora, sólo se otorga a la novia que, en razón del futuro
matrimonio, permitió a su prometido cohabitación.

En el Código Suizo, la reparación del daño moral se concede, con más amplitud, en todos
los supuestos en que la ruptura de los esponsales, sin justa causa, ocasione grave lesión a
los intereses personales del otro prometido que no es culpable de la ruptura.

Desde este punto de vista, los esponsales son reputados por la doctrina como un contrato,
al cual se le aplicaban las normas generales sobre capacidad para la celebración de actos
jurídicos, sobre vicios de la voluntad, etc.

lV.LOS ESPONSALES EN EL PERU

La institución de los Esponsales tiene antecedentes en el Derecho Romano, el


“Digesto” los definía como “una promesa que ambas partes se dan recíprocamente de
futuro matrimonio.

La voz esponsales deriva del latín sponsalia ésta a su vez de spondere


significando “promesa recíproca de contraer futuro matrimonio”.

A. Antecedentes:
a) Grecia. Aquí los esponsales se formalizaban mediante un beso, o con la unión de las
manos.
b) Roma. El vocablo tiene su origen en Roma, se contraía por estipulaciones mutuas entre
las partes, o sponsiones, de allí el nombre sponsalia para la promesa matrimonial.

B. Efectos:
En la época clásica del derecho romano, fue un fenómeno social y no jurídico en
consecuencia no había obligación para cumplir con los daños y perjuicios.
Posteriormente adquirió relevancia jurídica, no se admitía la exigencia de celebrar
el matrimonio, pero si el resarcimiento

El término esponsales, indica de un lado, el convenio de futuro matrimonio; y se


refiere, a la relación producida por dicho convenio. Los esponsales son sinónimo de
noviazgo. Han tenido casi siempre un papel de relativa importancia, en la preparación del
casamiento. Se ha ido perdiendo esta formalidad, siendo en la actualidad que casi ya no
existe.

C. EN EL PERU.
Se recoge esta institución en nuestro país en el Código Civil de 1852, 1936 y el
vigente de 1984.
El legislador, al formular los artículos 239 y 240º tuvo en cuenta “la costumbre” en
su verdadera concepción social

D. El Código Civil Peruano en su artículo 239° señala.-


Que la promesa recíproca de matrimonio no genera obligación legal de contraerlo,
ni de ajustarse a lo estipulado para el caso de incumplimiento de la misma.

Con ello el legislador excluye la exigibilidad de la celebración del mismo ya que de


otra manera estaría atentando contra la libertad de la que gozan los prometientes de
contraer matrimonio, ya que dicho acto es voluntario entre el hombre y la mujer.

Artículo 240.- Efectos de la ruptura de promesa matrimonial


Si la promesa de matrimonio se deja de cumplir por culpa exclusiva de uno de los
promitentes, ocasionando con ello daños y perjuicios al otro o a terceros, estará obligado
a indemnizarlos.
La acción debe de interponerse dentro del plazo de un año a partir de su ruptura.
Podemos decir entonces que para pedir la indemnización por daños y perjuicios
debemos probar primero esta formalización del matrimonio, es decir debemos crear
certeza en la decisión del Juez.

El plazo es de un año a partir de la ruptural de la promesa, dentro de este plazo


ambas partes pueden revocar las donaciones que haya hecho a favor del otro por razón
del matrimonio proyectado.
La indemnización no deriva del incumplimiento sino del hecho que el prometiente
culpable debió haber actuado con dolo y malicia y si causó daño psicológico.

Un año para interponer la demanda de Indemnización


El plazo para interponerla demanda de Indemnización por ruptura de promesa de
matrimonio es de un año.

Revocar las donaciones


Dentro del mismo plazo, cada uno de los prometidos pueden revocar las
donaciones que haya hecho a favor del otro por razón del matrimonio proyectado.

Restitución sólo en caso de subordinación al matrimonio


Si la donación se realizó, como un acto de liberalidad (voluntad propia) y no se
puso como condición el matrimonio, entonces no hay obligación de restituir la donación.

V. EXTENSIÓN DEL RESARCIMIENTO

Los textos que muestra el derecho comparado suelen limitarse al resarcimiento de los
daños causados por la ruptura del compromiso matrimonial. En algunas legislaciones, el
resarcimiento es devino no sólo al otro prometido, sino también a sus padres o terceros
que hayan actuado en su lugar, como sucede en derecho alemán. La responsabilidad
suelen abarcar la obligación de restituir los regalos, para el caso que la prometida de
conducta intachable hubiese permitido la cohabitación, etc.

En punto al daño emergente, no cabe duda la resarcibilidad de los gastos realizados,


teniendo en mira la celebración del matrimonio.

En cuanto a las obligaciones contraídas, también en consideración al matrimonio futuro, si


esta consideración no quedó causalizada en ocasión de contraerse y debiesen cumplirse o,
en su caso, resarcir por el incumplimiento a un tercero, importarán un daño que, a todo
evento, se genera como consecuencia mediata pero previsible de la ruptura del
compromiso matrimonial.
En cambio, no se podrá alegar, al menos en principio y con criterio general, lucro cesante
derivado del incumplimiento de la promesa de matrimonio. Esto así, porque la celebración
del matrimonio no puede ser considerada como un lucro esperado ni fuente de ganancias
frustradas.

En cuanto al daño moral, siendo de naturaleza resarcitoria y no punitoria7, cabrá la


indemnización de acuerdo con los principios generales.

VI. RESTITUCIÓN DE DONACIONES


Las legislaciones que contemplan los efectos de la ruptura intempestiva o injustificada de la
promesa de matrimonio suelen incluir, entre ellos, la obligación de restituir uno de los
prometidos al otro, o ambos recíprocamente, en su caso, los bienes donados o entregados
en vista al futuro matrimonio para su uso personal durante el noviazgo.
El problema con mayor o menor rigor, ha sido analizado por la doctrina, desde Segovia
quien juzgo que la restitución de regalos hechos entre los prometidos por causa de su
futuro matrimonio, en caso de que este llegar a celebrarse, podía exigirse como pago
indebido aunque con anterioridad sostuvo que se estaría en presencia de una obligación
natural. Luego Llerena se limitó a afirmar que “no permitir la acción por devolución sería…
contrario al principio que nadie debe enriquecerse a costa de otro” y Machado entendió
que “si alguna cosa hubiera entregado en razón del matrimonio convenido en los
esponsales, corresponde a la acción civil para reclamarla.
VII. DISTINCIÓN ENTRE PRESENTES DE USO Y BIENES DONADOS POR CAUSA DE MATRIMONIO
FUTURO
- Fassi, reconoce, que no es posible hacer una distinción puramente conceptual entre
regalos o presentes e uso y donaciones por causa de futuro matrimonio: “depende de la
circunstancia de hecho, afirma, de la situación económica del que las hace, de la
oportunidad de la entrega, etc.

7
Belluscio, Derecho de familia. Tomo I. Pág, 265, “quien por considerar que la reparación tiene un carácter
más bien ejemplar que resarcitorio, se abrirán las puertas al peligro de coacción sobre la voluntad de los
novios para obtener la celebración del matrimonio con amenaza de sanciones penales”.
- Belluscio quien argumenta que “en nuestro derecho, la pretendida distinción no es
admisible, pues los llamados presentes de uso no tienen ninguna diferencia esencial con las
donaciones, que si son bienes muebles, puede ser manuales: toda donación, sin distinguir,
efectuada por los prometidos teniendo por causa el matrimonio futuro, da lugar a la
restitución de la cosa donada en caso de ruptura de la promesa de matrimonio.
Independientemente, sostiene que, aun exclusivamente esa aplicación analógica, las
referidas donaciones estaría sujetas a declaración de nulidad por falta de causa o error
sobre la causa, ya que la causa final de la donación era la celebración del futuro
matrimonio.
- Para Zannoni, no puede aceptarse la tesis del depósito, tal como plantean Guastavino,
porque parece claro que si el novio “entrega” a la novia en calidad de “regalo” alguno de
esos bienes “como útiles del hogar, aspiradora, lavarropas, heladera, etc., incluso si las
donara, en este caso necesariamente por escritura pública: un inmueble que es propósito
de los novios utilizar algún día como residencia del hogar conyugal, no lo hace con la
intención de que tales bienes le sean restituidos, ni de transformar en guardadora a la
novia que los recibe. Que ellos deban ser restituidos si el noviazgo se frustra, no significa
que, en el acto de la donación no se le perciba claramente el animus donandi.

EXTINCIÓN DE LOS ESPONSALES.- Los esponsales se extinguen normalmente a


través del matrimonio, pero los esponsales también pueden extinguirse por:

1.- Acuerdo de las partes.

2.- Por incumplimiento sin culpa, como por ejemplo la muerte de uno de, los promitentes,
o que uno de los promitentes haya quedado invalido.

3.- Por decisión unilateral de uno de los promitentes.

EFECTOS JURÍDICOS.-

En algunas legislaciones no se reconoce efecto jurídico alguno a los esponsales, porque


se les considera la mera relación de hechos es decir, un simple amorío.
En cambio hay otras legislaciones como la nuestra, que le reconoce a los esponsales
algunos efectos jurídicos, al respecto el artículo 240 del C.C. los señala que concede
Acción Indemnizatoria por daños y perjuicios (bien materia de contenido patrimonial) o
por Daño Moral (sufrimiento).

ACCIONES JUDICIALES.-

Como Consecuencia dela extinción pueden darse varias acciones judiciales como las
siguientes:

1.- Indemnización de daños y perjuicios que se tramitara de acuerdo a la vía que aconseje
la cuantía y por ante el juez de familia o mixto.

2.- Indemnización de Daño Moral que generalmente debe tramitarse en la vía del proceso
de conocimiento o también ante el juez de familia.

3.- En ciertos casos procederá la acción de declaración judicial de paternidad


extramatrimonial, pretensión que se sigue en la vía del proceso de conocimiento o ante el
juez de familia o mixto.

4.- Devolución de donaciones es por y cuando esta pretensión procederá cuando el monto
de las donaciones es considerable o naturalmente invalorable, también es importante para
escoger la vía.

5.- Acción de alimento en los casos que corresponda por el, en el de embarazo, así como
gastos de alumbramiento”8.

Los elementos de la responsabilidad contractual serían, los siguientes:

1. Que haya dolo o culpa en el ex prometido que ha roto la promesa o ha


dado lugar a que el otro la retire.

Los sujetos entre quienes juega la responsabilidad, como acreedor y


deudor, no pueden ser Otros que los mismos que prometidos, por el principio de
que los contratos sólo producen efecto entre las partes y eventualmente entre sus
herederos. .Atenta la circunstancia de que quienes se prometieron matrimonio son
personas capaces, no es posible que una de ellas.

8
Extraído de internet de la página web siguiente: [[http://educativo.cuscomania.com/capitulo-vii-los-
esponsales/]] Con fecha 01/09/2017.
dañadas por la ruptura, pretenda recaer sobre un terce.ro al que considere, con
razón o sin ella, como el verdadero responsable directo o indirecto, oculto o
desembozado) dc la conducta asumida por el prometido. No sería, pues
admisible que la ex-novia accionada judicialmente contra los padres o hermanos
de su prometido o contra la nueva y actual novia de éste, todo lo cual sería posible
dentro de la teoría dc la responsabilidad por culpa delictual.

Este requisito ha sido, sin embargo, objeto de dura crítica, por parte de
algunos tratadistas, como Sánchez Román, Consideran estos autores que ninguno de
los motivos que tenga uno de los esposos para romper su promesa puede ni debe ser
objeto de deliberación judicial ; que tal controversia es de todo punto inconveniente
al decoro de la familia y al buen nombre de la mujer ; que en todo caso es
causa bastante justa para incumplir la promesa el hecho de no persistir en los
sentimientos que determinaron a una persona a formularla ; y que estos
sentimientos pueden cambiar aún contra la voluntad o el sujeto y sin culpa alguna de
este. Empero, tales argumentos, aparte de que marcan excesivamente el acento sobre
la nota efectiva de la promesa, conducirían, en realidad, a suprimir toda responsabilidad
esponsalicia, aunque exista perversidad y malicia, y han sido re- batidos más arriba

2. Que haya daño o perjuicio en el demandante.


Este elemento puede referirse al detrimento material (representado, por
ejemplo, por los gastos efectuados en vista del futuro casamiento, la dejación de un
empleo o cargo, el abandono de una profesión o negocio, etc. ) o en el desmedro
moral ; pero, tratándose del primero, es preciso tener presente que los gastos sólo
pueden ser los habituales según las costumbres imperantes y la condición económico
social de los esposos, es decir aquellos en que no se hubiera incurrido de haberse
podido prever la ruptura, pues si fueran excesivos no se presumiría la buena fe en
el novio que los realizó calvo que el otro los hubiera aconsejado o aprobado. En
cuanto al daño mora), puede consistir en el simple hecho de provocar la
malignidad pública en torno a la prometida haciéndole más difícil contraer matrimonio con
distinta persona o en el ridículo que recae sobre e} novio burla-

En todo caso, el interés perjudicado que se indemniza es solamente el negativo o


de la confianza, tales como los gastos efectuados, y no el positivo (representad o por las
ventajas que el matrimonio hubiera reportado al esposo abandonado), sin que se admita
convención previa capaz de soslayar esta norma.
Estrictamente, no debería admitirse la posibilidad de que un tercero accione
contra el prometido culpa6le, por el principio ya aludido de que los efectos de los
contratos se circunscriben a las partes; pero si se tiene en cuenta que los
esponsales son más un contrato de Derecho Familiar que Obligacional x suscitan la
intervención de próximos parientes y aún de extraños (los cuales pueden incurrir por
ello en gastos), se explica que se suela otorgarse a éstos la acción indemnizatoria.
3. Que exista relación de causalidad entre la culpa y el daño.

Aparte de las anteriores diferencias que separan a la teoría de la responsabilidad


por culpa aquiliana de la que se basa en la culpa contractual, puede señalarse otra de
orden procesal: la de saber a quién incumbe la prueba de la culpa.
Se ha dicho sobre este particular que el fardo de la prueba recae so6re el
demandante si se trata de culpa aquiliana, y que en cambio corresponde al demandado
acreditar su inculpabilidad si se trata de inejecución ü e obligaciones convencionales;
pero este problema no existe en cl presen- te caso, porque si se admite la teoría de la
responsabilidad delictual la ruptura de los esponsales constituiría un acto ilícito por
omisión (negativa a c‹ darse) y no por comisión, en cuyo supuesto, como lo hace notar
acertartadamente el doctor León Barandiarán ,el peso de la prueba incumbiría al
demandado, lo mismo que si se admite la teoría de la responsabilidad contractual.
En realidad, la diferencia en cuanto la prueba no proviene de la teoría que se
acepte, sino de quien sea el demandante. Si lo es el esposo que no tomó la
iniciativa de la ruptura, corresponderá al que cortó el compromiso probar que obró con
causa justificada. Si, por el contrario, quien demanda es el esposo, que invocando la
conducta irregular del otro, retiró la promesa, es al actor al que incumbe el fardo
de la prueba.

VII CASACIÓN

VIII. CONCLUSIONES

- Los esponsales, durante la etapa del derecho romano, las partes que realizaban
originalmente eran los pater familia de ambos contrayentes quienes realizaban
el acuerdo, luego esto cambio y los contrayentes acordaban directamente los
esponsales, pero con el consentimiento de los pater familia.
- En algunos códigos extranjeros, el resarcimiento del incumplimiento de los
esponsales, no es sólo para el otro contrayente, también para los padres y
terceros que hayan cumplidos obligaciones.
- En el derecho canónico, sí los esponsales de futuro, mantenían relaciones
sexuales, se juzgaba perfeccionado el matrimonio.
- No procede la tesis del depósito, en caso de donación de bienes por causa de
matrimonio futuro, pues un inmueble que es propósito de los novios utilizar
algún día como residencia del hogar conyugal no lo hace con la intención de que
tales bienes le sean restituidos, ni de transformar en guardadora a la novia que
los recibe.

IX. BIBLOGRAFÍA

- Carbonell Lazo, Lanzón Pérez, Mosquera López. Código Civil, Concordado –


Comentado – Anotado. EDICIONES JURIDICAS. Lima – Perú. 1996.
- Vásquez García, Yolanda. Derecho de Familia. Teórico – Práctico. Tomo I.
Editorial Huallaga. Lima, 1998.

- Suarez Franco, Roberto. Derecho de Familia. Tomo I. Editorial Temis S.A. Santa
Fe de Bogotá, 1998.

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