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LUIS RAMÍREZ BOSCO

PARA UNA
INTRODUCCIÓN
AL DERECHO
DEL TRABAJO

93861

EDITORIAL
e UNIVERSIDAD,
BUENOS AIRES
2000
Para Marcela

Creo que es tiempo de reconocer que las


ideas básicas con que trabajé todos estos
arios las tomé de Werner Goldschmidt y de
Justo López. Y el ejemplo constante que recibí,
y que propongo, de Jorge Rodríguez Mancini
FÓTOCOPIAR LIBROS ES DELITO y de Germán Bidart Campos.

ISBN 950-679-278-X

Ó Copyright by EDITORIAL UNIVERSIDAD S.R.L.


Rivadavia 1225 - Ciudad de Buenos Aires
Hecho el depósito de la ley 11723. Derechos reservados.
impreso en el mes de agosto del 2000,
en los Talleres Gráficos Edigraf SS.,
Delgado 834, Ciudad de Buenos Aires, Argentina.
PRÓLOGO

La elección del título que debía llevar este libro ha sido una
cuestión un poco problemática, que es preferible explicar, porque
no es seguro que haya quedado bien resuelta, en el único sentido
útil en que puede quedar resuelta una cuestión como ésta, que es
el de que el nombre de una obra indique, lo más clara y sincera-
mente que se pueda, cuál es el 'contenido que el lector puede
contar con encontrar allí.
. Desde mi punto de vista, se trata de unos elementos
introductorios al derecho del trabajo, pero no puedo pasar por
alto que un nombre así podría resultar equívoco en el ámbito de
la Facultad dé Derecho de la Universidad de Buenos Aires, en el
que se enseña una materia llamada "Elementos de Derecho del
75-abajo (y de la Seguridad Social)» con la cual podría confun.
- dirse. Sobre todo que la confundiesen los 'estudiantes de nivel
elemental, que a veces no tienen suficiente información, o forma.
ción, que los habilite para diferenciar unos elementos sin califi-
cativo de. unos introductorios.
Otra alternativa hubiera sido la de presentar la obra comc
una teoría general del derecho del trabajo, que es el nombre de
una asignatura que se dicta en los . cursos superiores de la
mencionada Facultad de Derecho y con cuyo contenido, en gran.
medida, coincide el de esta obra. Pero lo que pasa es que no
coincide con todos los contenidos que pueden o que suelen darse
a esa materia, sobre todo porque carece de una presentación o
preliminar filosófico, o de una exposición del punto de partida,
filosófico, con que es frecuente que se comience el material que,se
sistematiza bajo ese título de teoría. Y, por otro lado, no estoy
seguro de que fuera de la Universidad de Buenos Aires, o aun
más, de su Facultad de Derecho, este título de teoría general se
explique por sí mismo o sea inequívocamente significativo.
Por eso preferí seguir caminos más conocidos, que por serio
son también más seguros, y recurrir al título tradicional de
8 PRóLoGo PRÓLOGO 9

introducción al derecho del trabajo. Hubiera preferido, tornando mente, antes o después, por entrar en contradicción con las
un ejemplo que me parece digno de seguir (el de Borrajo Dacruz), libertades —económicas y en general— de otros.
calificar a esta introducción como una al derecho "argentino" del Es en ene punto del Proceso de pensamiento en el que suele
trabajo. Pero esto debió ser pospuesto por entendibles necesida- aparecer la reivindicación de la naturaleza humana, o de la
des editoriales.
particular dignidad que se le atribuye, como frontera natural
De todas maneras, ocurre que con el material que general- que el sistema no puede pasar en el proceso de admisión de las
mente puede esperarse encontrar en una obra sobre introduc- libertadeS de unos a expensas de las de los otros. Pero no creo que
ción, puede pasar un poco lo mismo que con lo de la teoría los hechos demuestren que éste es un elemento de juicio operativo
general, porque las introducciones suelen contener una parte o consistente; la naturaleza humana parece tal que es tan capaz
importante dedicada a ideas filosóficas o de fundamento, de la —o más— de conductas equivocadas y negativas, como .de otras
que este libro carece. Y carece también de algunas cuestiones que acertadas y altruistas, y la suerte de las personas parece mejor
sistemáticamente podrían completar una introducción, en parti- librada al reconocimiento de esta realidad y al ejercicio de la
cular la de las garantías constitucionales y la de una temática inteligencia normal para operar los sistemas sociales y económi-
general . del contrato fíe trabajo, agregados que preferí dejar de cos, que a su defensa sobre la base de ideas categóricas que, por
lado porque habrían dado una dimensión a la obra que no estoy sí mismas, no consiguen ni pueden evitar ser pospuestas.
seguro que fuese en este momento la más útil o conveniente. De Sea como fuere, aun sin poder resolver esa contradicción
modo que, para que el título no corra el riesgo de ser engañoso, que necesariamente incluye el reconocimiento de las libertades
terminé por preferir el que lleva el libro de "Para una introduc- económicas, me parece necesario admitir y tener en cuenta que
ción al derecho del trabajo". las poblaciones, grupos humanos o "culturas" que alcanzaron
De cualquier modo, con un contenido u otro:o con cualquier desempeños más llamativos han estado siempre entre las que
título, es posible que, por lo que se acaba de decir, pueda acusar- ejercieron el comercio con más alcance o extensión, hecho que
se qué en el. Material .de este libro falta, al comienzo, una expo- hace de la libertad de comercio algo ineludiblemente preferible.
sición de ideas fundamentales o .de la filosofía o ideología con- De cualquier modo, creo que las libertades económicas deri-
ductora. Y una observación así me resultaría dificil de atender, van en lo que se suele llamar mercado libre, o, como decía Karl
porque no creo en la utilidad Propedéutica, ni en la sistemática, Polanyi, en el "meráado autorreguladam. Y creo firmemente en
de esa clase de planteos, menos si es que quedan a mi cargo, en que no se puede alterar ("intervenir") el funcionamiento espontá-
cuanto no me parece estar habilitado para encararlos con una neo de los mercados, o que esto no es posible, sin que lo que se
consistencia equivalente a la que aspiro tenga el tratamiento del haga termine en alguna disfunción económica y social impor-
material incluido, 'o, en todo caso, con un mínimo de idoneidad tante, a veces previsible, a veces no.
suficiente. Siendo así, lo, que puedo •hacer es, siguiendo otro Y uno de estos mercados, cuyo funcionamiento es preciso
ejemplo lue me parece que resolvió bien esta clase de problema respetar, es el de la mano de obra, lo cual plantea una segunda
(Evelyn Waugh, "Robbery under the law", 1939), resumir las contradicción en esta materia más seria, específica y directa
pocas ideas fundamentale s de las que parto en general, y que esta vez, porque el derecho del trabajo, por definición o por
inevitablemente estarán como trasfondo de esta ,obra. esencia, es un sistema dispuesto para alterar o intervenir el
• Estas ideas son: la de la libertad, porque creo que éste es un , funcionamiento espontáneo del mercado de mano de obra, apa-
medio imprescindible para el desarrollo, el desempeño y hasta rentemente imprescindible si se trata de evitar los peores defec-
para el bienestar de las personas; y dentro de la libertad en tos o los resultados más inaceptables a que éste daría lugar, en
general, las económicas, en Particular las de comerciar y produ- concreto, si se lo liberase por completo. Pero, en definitiva, por
cir,, por más que en este punto ya la cuestión deja de ser tan más que sea imprescindible, no por ello deja de ser inhibitorio de
simple o tan lineal, por lo corriente de que las libertades econó- una libertad de mercado y por lo tanto necesariamente contra-
micas' de unos, ejercidas sin limitaciones, terminen inevitable- dictorio, si no asistemático, e inestable.
10 PRÓLOGO

Creo que esta contradicción que incluye la esencia de la


materia no tiene remedio, y no creo que lo aporten las propuestas
o las ideas "eclécticas", porque las soluciones eclécticas, lo que a
mi juicio hacen, la mayor parte de las veces, es librar la defini-
ción del punto de equilibrio teórico a la opinión predominante, lo
cual es algo prácticamente posible (se diría que inevitable) pero
intelectualmente incorrecto, porque la opinión predominante suele ÍNDICE
serio por cuestiones de poder y no de razón, y ése no es un
mecanismo válido en el trabajo intelectual. Por lo menos no en
el jurídico. PRÓLOGO
De modo que no creo superable el punto en que se admite
que el derecho del trabajo convive en contradicción con la liber- CAPITULO I
tad de mercado y' de allí que la idea sea .tanto la de que esta
interferencia es socialmente necesaria, como la de que no se EL SISTEMA DE PROTECCIÓN LABORAL
debería disponer un 'derecho del trabajo tal que, más allá de lo
socialmente imprescindible para el equilibrio de la organización Los hechos y el derecho originarios 15
social, arriesgue de verdad entorpecer el desempeño óptimo del La protección al trabajador 20
mercado de trabajo. a) Las vías de protección 22
Esto no dice exactamente cuál es el punto óptimo de formu- El principio protectorio 24
Los límites de la protección 30
lación del sistema, porque eso varía con las costumbres, las 34
historias, los sistemas de relaciones, las disponibilidades finan- Las transformaciones contemporáneas
cieras nacionales y el nivel de productividad alcanzado por la
economía, entre otras muchas causas conocidas y otras que CAPITULO II
seguramente pasan inadvertidas. Pero, en suma, creo que, como
fundamento esencial del sistema jurídico laboral, esto es todo. MATERIA Y CARACTERÍSTICAS GENERALES
DEL DERECHO DEL TRABAJO
EL AUTOR
1. Contenido 43
Desarrollo sistemático 43
Desarrollo histórico 49
2. Naturaleza jurídica 53
3. Autonomía y fronteras del derecho del trabajo 57
4. El orden público laboral 60

CAPITULO III

LOS PRINCIPIOS DEL DERECHO DEL TRABAJO

67
Introducción 72
El principio de irrenunciabilidad
a) La renuncia al derecho de aplicación impera va 74
INDICE 13
12 írnmci

1. Las leyes 169


En general, sobre la renuncia a los derechos contrac- 169
77 1 a) La L.C.T. y las leyes propiamente dichas
tuales La legislación civil 174
En particular, sobre la renuncia anticipada a derechos 177
81 La aplicación analógica de las leyes
contractuales 181
La renuncia anticipada a condiciones de trabajo 85 6. Los estatutos-profesionales
7. Los convenios colectivos 188
La renuncia a derechos contractuales ya devengados 86 188
88 1 a) En general
O La renuncia tácita b) La jerarquía normativa y la preferencia axila aplicación
3. Principio de igualdad (obligación de no discriminar) 91 190
4. Los principios sobre cuestiones de concurrencia de normas 100 de los convenios colectivos• .
101 1) La coexistencia con normas legales, de contrato indi-
a) El principio de la norma más favorable 190
b) El principio de la condición más beneficiosa 109 vidual o de otras fuentes
110 2) La coexistencia de unas convenciones colectivas con
La derogación de leyes laborales 193
La derogación de convenios colectivos por ley 112 otras
c) La derogación de convenios colectivos por ley 196
3) La derogación de contratos individuales por ley 113 201
La derogación de convenios colectivos entre sí 114 8. Los contratos individuales
9. Los usos y costumbres 204
La derogación de convenios colectivos de distintos 204
niveles 116 I. a) Noción y caracteres
Importancia de la costumbre Como fuente 07
La derogación de contratos individuales entre sí 119 ' 210
119 Jerarquía normativa y preferencia en la aplicación
c) El principio "in dubio pro operario" 215
122 La prueba de la costumbre
La duda de derecho . . 216
La duda sobre los hechos 124 i0. La jurisprudencia
127 ' a) Problemática y reconocimiento de la jurisprudencia como
5. El principio de conservación del contrato 216
Planteo general 127 fuente
La posición de los tribunales nacionales 219
Aplicaciones concretas del principio de conservación 129 221
• Fuerza vinculatoria de la jurisprudencia
La jurisprudencia en materia laboral 223
. 1. Las fuentes auxiliares 225
Capinio IV 228
a) La justicia social
LAS FUENTES DEL DERECHO DEL TRABAJO I b) Los principios generales del derecho del trabajo 232
c) La equidad y la buena fe 235
.1 Planteo 133
a) Las clases de relaciones entre normas jurídicas 134
b) Las fuentes como criterios de decisión judicial 136
c) En sintesia 138
2 La enumeración de las fuentes 138
3 La Constitución Nacional 139
4 Los tratados internacionales 144
a) Conformación del tratado 144
b) La vigencia y operatividad de los tratados 149
c) Los tratados de la O.I.T. ¿Qué es un tratado? . 150
d) Los tratados internacionales como derecho interno 152
e) La jerarquía normativa de los tratados 155
f) La operatividad directa de las normas convencionales . 159
g) La responsabilidad por incumplimiento de los tratados 167
CAPÍTULO

EL SISTEMA DE PROTECCIÓN LABORAL

I. • Los hechos y el derecho originarios.



La existencia del derecho del trabajo como una rama
diferenciada del ordenamiento jurídico se hizo necesaria por
algunos hechos que, en el actual estado de evolución de los
conocimientos y de la misma realidad, no pueden considerarse
ni muchos ni muy complejos ni difíciles de explicar. No fue así
en el pasado, pero más. bien parece haberse debido a que se
estaba frente a hechos diffciles de modificar y bastante graves,
los que, además, llevaban una fuerte carga ideológica y emocio-
nal. Y todavía hoy puede haber dificultades nada fáciles de
superar, si lo que se intenta es profundizar en otros hechos que
*hayan servido 'de causa, antecedente o, aunque sea, sólo de
oportunidad para estos originarios del derecho del trabajo. Pero
, esta última sería tarea más del historiador que del jurista; al
jurista le basta con partir de aquellos hechos simples que ya
pueden sintáizarse sin pérdida esencial-de comprensión.
Hace mái o menos doscientos años, las. relaciones de'
producción se alteraron, para dejar de ser -la actividad
. :á.dttipécu'a:iia la esencial —casi la única— generadora de bienes
para la subsistencia. También se alteró el sistema de los merca-
dos, dejándose la producción artesanal que • atendía pedidos
concretos, para:pasar al abastecimiento de mercados masivo
de personas no identificadas, 'en los que sólo puede conocerse la
cantidad global de demanda. '
El dato esencial que lo hizo posible fue un cambio tecnoló-
gico: aparecieron máquinas capaces de-potenciar la actividad
, humana casi indeterminadamente, sin ningún líipite. _nátural
inherente a la cantidad de trabajo hiiiTáñ6tjür5epud1e5e
aplicar sobre ellas (tales conio la jornada dé luz solar y los ciclos
EL SISTEMA DE PROTECCIÓN LJWORAL 17
16 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO

de cosecha, en el campo) y sin mayor experiencia de los opera- • ; 4, Este nuevo sistema de relaciones incluía una marcada y
dores sobre las posibilidades y dificultades de esta:situación. diStinta tendencia a la explotación del trabajo humano, en
cuanto esta explotación se hizo a la vez posible y rentable. De
3. El nuevo trabajo en la industria parece haber absorbido, hecho, dio lugar aque los propietarios de medios de producción
en aquel momento, digamos así, originario, gran parte de la ;
mano de obra disponible y aun la de sectores de población que
—sobre todo por razones de poca edad— hoy no se considerarían consciente de los datos con los que trabajó Marx, apunta que éste, alrededor
mano de obra disponible ni desde el punto de vista económico, de »60, se fundó, para describir la situación de los proletarios, en un trabajo
ni del social general, ni siquiera del moral. de Engels 20 años anterior, que a su vez se fundaba en informes que databan
'Y este proceso, por la razón que fuere, terminó en un de 'entre 10 y 20 años. Además:
que en Inglaterra, a partir klel informó de 1833 de la Factories
desequilibrio entre la oferta y demanda de mano de obra, de modo Er;quiry Commission, la situación fue mejorando, habiéndose dictado en ese
tal que los postulantes para trabajar excedían extensamente a los' min. una Ley de Fábricas (Factory Act) con ese propósito;
necesarios. Visto esto como un mercado en funcionamiento, lo que una Comisión Real creada al efecto informó en 1842 que las
que así se dio fue un exceso de oferta de mano de obra. condiciones laborales en los pequeños talleres y chozas eran peores que en
Además, eStos trabajos o posiciones laborales originarias las nuevas hilanderías;
e) que, en fin, esta descripción de las cosas "proviene casi toda de
deben haber requerido muy poca calificación o capacitación, con empresas pequeñas, ineficientes, con poca inversión de capital... que en su
lo 'cual por un lado se dio que cada candidato a trabajar era mayor parte eran precapitalistas. De hecho, a lo que Marx se refiere el a un
-realmente competidor de cualquier otro' y, por otro, que las estado de cosas precapitalistas".
'posiciones laborales fuesen todas notablemente uniformes. De este breve relevamiento parece que pudieran surgir más dudas y
contradicciones que certezas y, por eso, entre otras razones, es que dije en
' Lo que-creo que cualquiera podría plantearse es cómo fue posible que el texto que el fenómeno básico, el de la explotación humana en las fábricas,
grandes cantidades de mano de obra se trasladasen a la industria, sin que es len sí simple, pero no lo es ir más atrás, para averiguar los elementos
así se - despoblase el sector agrícola y/o -se redujese su préducción hasta mIteriales que lo condicionaron. A falta de una dedicación siquiera insufi-
generar escasez de alimentos. O, complementariamente; por qué esas ciente a la historia, tengo que exponer el tema en este estado, o sea, apenas
grandes masas de población prefirieron ir a trabajar en tan-malas condicio- reluelto hasta donde lo necesita el derecho del trabajo. Pero•creo natural
nes de trabajo industrial, si éstas eran peores que otraa•Antonio Vázquez albergar un cierto grado de Suspicacia respecto de un hecho que necesitaría
Vialard (Tratad o' de Derecho del Trabajo, dirigido por él, Ed. Astrea, 1982, cuantificación y para el que, en tiempos en que todo se mide, parece haber
't. 1, 'p." 128, y Sindicalismo en el Derecho argentino, Ed. Astrea, 1982, p. 8) más descripciones literarias 'contradictorias que datos.
menciona un éxodo del campo a las ciudades, atraído por "mejores salarios", f La impresión es que se acerca más a una verdad aceptable Vázquez
pero posterior a la absorción de los trabajadores artesanos por la industria. Vialard cuando describe una secuencia bastante compleja de hechos, interre-
Néstor P. Sagilés (en el mismo Tratado..., t. 2, p. 674) habla de una crisis lacionados, por más que lo hace muy brevemente (Tratado... cit., t. 1 p.129).
de la agrieultura, desplazada por la cría de ovejas. Efrén Borrajo Dacruz Pereciera-que las condiciones de trabajo capitalistas no tuvieron, respecto de
informa sobre un crecimiento demográfico muy importante en España, sus antecedentes,defectos específicos, salvo los de la monotonía y el encierro,
Francia, Italia, Alemania, Inglaterra, etc., a principios del siglo XIX (Intro- .y sí algunas ventajas, entre ellas la de una mejor remuneración; que las
ducción al:Derecho Español . del Trabajo, Ed. Tecnos, 1968, p. 115). Alejandro primeras fábricas se crearon absorbiendo a los trabajadores industriales de
Gallart Fcilch (El sindicalismo, Zavalf a Editor, 1957, p32) dice que la mano talleres artesanales, y que sólo después, con la espectacular acumulación de
de obra dala nueva industria se formó "en mucha mejor proporción por las calystal instalado a que dio lugar la producción fabril moderna, se absorbió '
migraciones campesinas", producidas a su vez por el "pauperismo" y por una parte de la población rural y de los excedentes generados por un crecimiento-
práctica de los gobiernos llamada "desamortización de los bienes comuna- demográfico muy importante. Parece la perspectiva de lo posible, la mejora
les", que parece haber separado a los trabajadores agrícolas pobres de sus dé unas condiciones laborales históricamente malas y equivalentes; con lo
tierras (práctica .que también refiere Borrajo • Dacruz, ob. cit., p. 115). ctial, el problema específico sólo lo sería en algunos aspectos, porque el planteo
Mientras que Manuel Alonso García (Curso de Derecho del-Trabajo, 1957, gdneral sería el de las antiguas cuestiones de la adaptación al cambio y al
p. 26) se limita, a enunciar como la primera de las consecuencias de la pilogreso y de la distribución de la riqueza.
Revolución Industrial "el desplazamiento-de la mano de obra desde el campo Queda sin contestar cómo se atendió la producción de alimentos en ese
ala ciudad". Paul Johnson (Intelectuales,- Javier Vergara Editor, 1991, ps. período, incógnita que, de todos modos, parece tener más de una respuesta
75 yss.), ál procurar la demostración sobre la inwnsistencia sospechadamente pósible.
2 HamIrcz Bosco.
EL SISTEMA DE PROTECCIÓN LABORAL 19
18 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO

te en negociaciones en que el 'trabajador no tenía verdadera


requiriesen de los trabajadores que contrataban condiciones de capacidad de aceptar o rechazar ofertas, según un juicio libre de
trabajo extraordinariamente exigentes. conveniencia, el resultado fue que las normas generales sobre
Al presente, no creo que se pueda aportar nada con la contratos no consiguieron regular la situación de una manera
descripción de estas condiciones de trabajo inhumanas, ya socialmente sálisfactoria, o sea, de modo que no hubiese una
tan difundidamente sintetizadas precisamente como condi- gran parte de la población con opinión agresivamente contraria •
ciones de explotación. Esta descripción, por otro lado y de
al estado de la organización social.
nuevo, me parece más trabajo histórico que jurídico, y por
ello también suele aparecer con defectos riesgosos en las §. Visto desde otro punto, esto quiere decir que faltaba un
obras de derecho 2. elemento básico del derecho contractual, como lo es el de que las
partes estén en ,posición de igualdad prenegocial. Y no faltaba
5. Sea como fuere, en la medida en que estas nuevas
un poco, como sucede tantas veces en su Pi-oP-iiir ampo de apli-
relaciones industriales eran parte de las relaciones patrimo- cación, sino que faltaba masivamente y en un grado incompati-
niales de intercambio, en el momento en que aparecieron los ble con que los perjudicados aceptasen realmente la situación,
ordenamientos jurídicos tradicionales sólo tenían dispuestas por más que formalmente la hubiesen consentido. Es lo que,
para regularlas sus previsiones sobre el tratamiento de las generalmente, se nombra como la desigualdad del trabajador,
obligaciones en general, y en especial, sobre los(Ontratos;' y su inferioridad negocial o prenegocial, o con un non-ibre un poco
éstas, además, interpretadas de un modo que parece haber forzado en castellano, pero muy expresivo y de gran difusión,
sido rígido y formal, probablemente adecuado a la evolución de
como la hiposuficiencia del trabajador.
la cultura jurídica o quizás a otras necesidades, como la de
afianzar la seguridad de los negocios para los que esas normas 7. El estado de cosas relatado requería modificación y de
estaban pensadas. hedho fue modificado, porque no existe una organización social
Lo cierto es que la historia jurídica da cuenta, por esa capaz de estabilizarse, pacíficamente, con una importante can-
época, de muchas dificultades para probar la existencia de los - tidad de personas en semejante grado de contradicción. En
contratos, fáciles y formales impugnaciones a su validez (nuli- rigor, el grupo de trabajadores industriales, que es el caso
dades) y dificultades también serias para tratar contratos de prototípico del derecho del trabajo, porque es el que éste tuvo en
cumplimiento prolongado o para probar la aistencia ola cuan- cuenta en su origen, parece haber estado siempre rondando
tía de los daños causados con el incumplimiento contractual. entre una tercera y una cuarta parte de la población total s.
Todo lo cual, naturalmente, debía derivar en una desprotección Desde el punto de vista de la ciencia jurídica, lo que había
práctica de los trabajadores, desde su postura de eventuales que hacer era suprimir esta desigualdad prenegocial, que daba
acreedores de créditos de necesidad urgente, pero con enormes oportunidad no sólo a la explotación, sino a que ésta apareciese
dificultades para sostener los presupuestos jurídicos de sus formalmente aceptada por los propios interesados. Por esa vía,
acreencias.
Sumado esto a que el mencionado desequilibrio entre la
oferta y la demanda de la mano de obra derivaba necesariamen- Eric Hobsbawm, en Historia del siglo XX, Ed. Crítica, Barcelona,
1997, pe. 304, 305 y 307, dice que "al final de los años dorados había...
probablemente una proporción de trabajadores industriales dentro aria
población mundial más alta que nunca. Con muy pocas excepciones... en
2 Johnson, ob. y loc. cits. en nota anterior, afirma que en Inglaterra,
1970 los obreros constituyeron una proporción del total de la población
país líder del sistema industrial, las peores condiciones estaban revirtiéndose activa ocupada mayor que en la década de 1890..." y que "a fines de los años
después de la mitad del siglo XIX, bastante antes de fines de ese siglo, y que ochenta, con. el desgaste sufrido por la clase obrera de los antiguos países
en ello no tuvieron poca influencia los gobiernos y la sensibilidad del público, industrializados y el auge de los nuevos, la población laboral empleada en
lo que, de ser cierto y si se lo toma como enseñanza histórica o aun sólo como la industria manufacturera se estabilizó en torno de la cuarta parte de la
algo posible o parcial, abre un considerable margen a la esperanza sobre la población activa civil del conjunto de las áreas más desarrollada?.
condición humana.
20 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO
EL SISTEMA DE PROTECCIÓN LABORAL 21
el ordenamiento jurídico volvería a cumplir su función, que es la
de contribuir al mantenimiento del orden social, por acatamien- Esto fue una operación de adaptación, que será lógicamen-
to espontáneo de sus normas y apelando lo menos posible a la te sencilla de explicar, pero que fue y es muy difícil de realizar,
fuerza. debido a razones de toda clase, y no hay forma de asegurar que
' en todas partes se haya logrado con éxito parejo, sin defectos y
; sin excesos. De todas maneras, es una forma de ver las cosas
2. La protección al trabajador. ; que, por una parte, elimina la alternativa de concebir al derecho
del trabajo como algo científicamente nuevo —desprendido del
8. En todo caso, el esquema original del derecho del trabajo !derecho histórico— y de potencialidad revolucionaria, hipótesis
fue algo bastante simple: se trató de una serie de normas !de mucha difusión en una primera etapa, por necesidad de
referidas a pocas cosas y a éstas en un nivel elemental, igual . contradicción con el derecho común; pero lo cierto, al fin, es que
para todos los trabajadores, o, mejor dicho, para todos los nece- 'lo dejaba librado a un transcurso asistemático, más propio de la
sitados dé una protección especial, que ni siquiera llegaban a ;política y de las disputas de poder que del derecho propiamente
ser todos los trabajadores, sino sólo, preferiblemente y como se
señaló, los industriales. 'dichoPor otra parte, señala que, siendo ésta la adaptación del
Como eran normas que contradecían las tendencias espon- .derecho a unos hechos determinados e indeseables, en la misma
táneas del mercado, tuvieron que tener no sólo carácter impera- !medida en que esos hechos desaparezcan o se modifiquen sería ;
tivo, sino también un refuerzo a través del uso intensivo de la innecesaria la adaptación. Quiere decir, por poner las cosas en
vi 'lanc. a • de la connulsión estatal el derecho •e ra ajo km extremo irreal pero más fácilmente comprensible, que si
nom. como un conjunto • e normas imperativas elementales e desapareciesen de los hechos la desigualdad prenegocial del
igualitarias, reforzadas por el uso intensivo de Ja policía del trabajador y la utilidad de su explotación, para regir estas
tráSajo4 el • •I- ee- relaciones posiblemente bastaría con el derecho común.
posteriores a la Segunda Guerra Mundial, fue alejándose 10. Desde otro punto de vista, parece que, sin recomponer
de esta base originaria, todo el mecanismo fue quedando en un la igualdad prenegocial, se habría perdido la posibilidad de
estad6 ¿recientemente problemático 5.
:regular extensas áreas de las relaciones humanas a través de la
9. De todas maneras, como se ve, la explicación sintética de !autonomía de las partes, lo que hubiese significado un daño de
. lo que se debía e intentó hacer originariamente sobre el ordena- 'trascendencia imprevisible al sistema jurídico, porque este
miento jurídico es también muy simple: se trataba,de reforzar la ;mecanismo; por lo menos en la civilización occidental, ha sido y
posición de una de las partes, para recomponer la situación de os, posiblemente, el más eficaz, pacífico y barato de los métodds
igualdad prenegocial, y posibilitar así que las normas conocidas de control social conocidos.
funcionasen más o menos del modo en que estaban concebidas, : 11. Al refuerzo de laposición del trabajado/ se lo llama
sin alteraciones sustanciales.
generalmente "protección'. El derecho del trabajo ea un derecho
tfrotectorio' y sólo puede ser eso, porque su función especial, la
" Antonio Baylos Grau, en Igualdad, uniformidad y'diferencia en el ;que justifica su existencia diferenciada, es precisamente la de .
Derecho del Trabajo "Revista de Derecho Social", n°1, 1998, p. 16, dice que ;Contribuir al orden público, preservando a la organización social
"...la esencinde la actuación estatal la constituyen los mandatos imperati- del masivo descontento que sufrirían los trabajadores desprote-
. Vos y prohibitivos de la norma estatal, conipletadOs a través de la creación gidos en caso contrario. •
de un aparato administrativo de control y de sanción ante las infracciones ; Esto no significa necesariamente que el desarrollo del dere-
de aquélla y, en paralelo, mediante la generación de Una jurisdicción
especializada...". 'cho del.trabajo deba ser siempre hacia mayores grados de pro-
Humberto Podetti, Un destino para el Derecho del Trabajo, en 1 tección ni dice nada sobre cuál es él grado de protección adecua-
1997-B, ps. 1715 y ss., en especial ps. 1717 y 1718. do o ideal. Pero sí quiere decir que_une.rechauanndies2.alOa
trabajadores una protección diatin a v mavo . - la del derecho
EL SISTEMA DE PROTECCIÓN LABORAL
22 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECII0 DEL TRABAJO

mún no Lería dersçho delk'o sino otra cosa con otra . 14. El otro medio de protección Vonsiste en habilitar
unci n. • jurídicamente las negociaciones. colectivas,. o sea, en que los
trabajadores negocien éSliaTila y no indfiridualménte con su
12. A veces, esta cuestión se incluye, más bien disimulada- o sus emplead...Pres, de modo de eliminar así la competencia
mente, en el tratamiento de la definición de la materia, afir- entre ellos mismos y presentar un frente de negociación que
mando que es más moderno, en momentos en que ya se han suprima la hiposuficiencia individual. Para el empleador o el
superado los graves conflictos sociales originales, definir al grupo de empleadbres, cada trabajador es más o menos pres-
derecho del trabajo como el de regulación de una actividad cindible e •intercambiable; pero la totalidad de la mano de
económica en particular (el trabajo dependiente) y no como el obra contratada o de la disponible para contratar no lo es,'y
. derecho del trabajador o como un derecho unilateral o protectorio. 'cuanto más grande sea la colectividad de trabajadores admi-
En realidad, parecieráque estas posiciones intentan poner lími- tida, menor será la posibilidad de que se dé este fenómeno de
tes, por vía de definición, a lo que juzgan como —o son— excesos . fungibilidad.
en las regulaciones laborales. Lo que en esencia se hace al reconocer a los trabajadores la
Pero como casi todo intento de solucionar un problema posibilidad de negociar colectivainente es habilitar un monopo-
eliminándolo por definición, éste es un error que inhibe el lio de la mano de obra para reforzar su posición negociadora; lo
progreso del pensamiento: el derecho del trabajo regula el con- que es un medio frecuentemente eficiente, pero sobre el que,
trato de trabajo, pero lo hace para proteger poco o mucho al más que nada para entender su problemática, es preciso Señalar
trabajador. Si no, sería otra cosa, útil para otros propósitos; e que se trata de un elemento asistemático incorporado en una
incluso sería cuestión de pensar si las relaciones laborales, á
falta de una protección especial al trabajador, tendrían materia
estructura económico-Pukcirc7974-a—C , laéár téórico, Pastula
que requiriese normas específicas .y no pudiera regirse por el la mayor eliminación posible de toolliltiPO O grado de monopolio
derecho común. ei sea que se trata de algo realmente.excepcional.
Pero, en todo caso, cualquiera que sea el éxito o éxceso con
a) Las vías de protección. que se lo logre, el objetivo del derecho colectivo del trabajo es
to-be-Crai
- —y no es más que eso— reponer la igualdad de las partes
• 13. Las vías o mecanismos para establecer normas de negociadoras para que las relaciones se puedan regular
autónomamente.
protección son dos: una: directa,, que consiste en dar a los
contratos de trabajo, por niadiO-de normas públicas de aplica- j.5. La preferencia que se le dé al derecho individual del
ción imperativa, un contenido distinto del que tendrían si se trabajo o al colectivo depende de circunstancias muy variables.
dejasen las cosas librádaaila itit-iiñdinia de la voluntad. O sea En general, se puede decir que el derecho individual sólo permi-
que, en ésta, pese a ser materia patrimonial, que incluye por te una reglamentación poco adaptada a los detalles, por lo
tanto como regla la .de la. disponibilidad de los derechos, se mismo que se da por medio de normas públicas generales y que
establece la indisponibilidad de los más frecuentemente conte- corresponde a una etapa política y económicamente más primi-
nidos en un contrato de trabajo, en una porción variable pero tiva, en la que el Estado procuraba ser administrador exclusivo
siempre importante. Conforme a un esquema tradicional, es- del bien común y los sindicatos eran perseguidos, prohibidos_o,
tos derechos son los referidos a las tres instituciones o temas cuando menos, mirados con desconfianza.
-básicos del derecho del trabajo: remuneración, limitación del La regulación de las relaciones laborares a través de nego-
tjempolle trabajo ("jornada") y -1 76.E1C-OT6i—Oóntrael, despido ciaciones colectivas es, de hecho, más flexible, y tiende a tomar
("estabilidad"). Esta vía es la que conforma el llaitiaao derecho mayor importancia material y aun científica en economías de
individual del trabajo, que en los países con tradición de dere- mayor desarrollo. Por otro lado, es visiblemente menos vulnera-
chó preferentemente escrito aparece en .los códigos, compila- ble a la demagogia gubernamental, que suele ejercerse emiti en-
ciones o leyes laborales. , •
24 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO EL SISTEMA DE PROTECCIÓN LABORAL 25

do normas protectorias, aun con rango constitucional, de difícil diversas formas, gozará de la protección de las leyes...", lo cual
o imposible aplicación. es suficiente para alcanzar al trabajo dependiente, que es, sin
De todos modos, puede haber preferencias que depen- duda, una forma de trabajo.
dan sólo de razones culturales o históricas, del tipo del marcado En realidad, da la impresión de que la referencia a "sus
privilegio que suele atribuirse a la normativa pública, escrita y diversas forres", que podría diluir el carácter especial de la
a veces detallada, en por lo menos algunos países herederos de protección garantizada al trabajo dependiente, se debe más bien
la tradición jurídica romano-francesa. 0,10 que es más general, al tantas veces fallido intento de acotar, ideológica o política-
superposición en el uso de los dos mecanismos. mente, textos normativos; pero, sea como fuere, el texto repro-
En este último caso, el de superposición del derecho indivi- ducido se entiende desde siempre dedicado a los trabajadores
dual del trabajo con el colectivo, lo problemático puede ser un 'dependientes, por el contexto general de su concepción y pro-
desarrollo asincrónico de ambos, que acumule protección hasta mulgración, y porque lo que sigue del art. 14 bis detalla las
superar el nivel útil y necesario. Para este supuesto, sirve como 'materias a que debe referirse la protección, y lo que hace es, casi
categoría analítica la general vista al principio, o sea que si se íntegramente, un listado de los temas o instituciones del dere-
repone la igualdad de posición negocial de las partes —por ej., cho laboral y de la seguridad social.
a través de un adecuado derecho colectivo del trabajo—, luego se En la jurisprudencia, la cuestión fundamental origina-
podría librar el funcionamiento de las regulaciones al mero riamente se planteó sobre cómo o en qué medida el derecho del
ejercicio de las autonomías privadas (colectivas y no individua- trabajo interfiere o no con otras garantías constitucionales a
les), sin que se advierta utilidad social en la acumulación masi- favor de derechos del empleador, al que sele imponen obligacio-
va de ambos métodos, que lo más probable es que deriven en nes que limitan su libertad de contratar o, si son lo suficiente-
una intrincada sobreprotección. mente gravosas, su derecho de propiedad L4.S.J.Ñ3 desde
19372 dijo que las leyes laborales, que crean para los empleadores
obligaciones diatifitáS- de las que resultarían` de tina libre nego-
3. El principio protectorio. ciación individual, no interfieren ilegítimamente el derecho cons-
titucional de propiedad, ni. el de contratar libreinente, ni la
Dado que, como se explicó, el derecho del trabajo nace llenad de actividad privada.
para atender la necesidad especial de protección de los traba- - Esta doctrina se sostuvo con relación a "la obligación que la
jadores dependientes, su principio básico fundamental es el ley (11.729) impone a los patrones de indemnizar al obrero en
principio protectorio. No se trata de a quién se protege, o sólo determinadas condiciones" 7, y se reiternIffé-s-P-ecto a la de dar
de eso, porque al fin y al cabo cualquier norma de derecho yacaciones pagas (Me pagar el breve reposo anual que establece
procura proteger a alguna parte de las relacioneajurídicas y es él art. 156 del Cód. de- Comercio modificado por la ley 11.729")
frecuente que tenga señalada a una de ellas como la que
resultará favorecida en situaciones dudosas o ambiguas, que
son las más frecuentes (a favor del reo en el derecho penal, a
€ El análisis jurisprudencial de la colisión entre las normas imperati-
favor del deudor en el común). En el caso del derecho del vas del derecho del trabajo y los derechos de los empresarios se refirió
trabajo, de lo que se trata es de una protección especial, lo que Preferiblemente a esas dos garantías a favor de la libre contratación y fel
quiere decir diferenciada, mayor que la que saldría del derecho derecho de la propiedad. La C.S.J.N. reconoce también garantía constitucio-
común.
„. ii,v)% 42.21 2 nal a la libertad de empresa, pero ésta no entró a aquel panorama Original,
salvo como libertad de actividad privada.
En la Argentina, este principio protectorio aparece en ' Autos "Quinteros c./Tranvías Anglo Argentina", 22/10/37, "Fallos",
la Constitución Nacional, a partir de la reforma de 1957. El art. 79:113.
14 bis de la C.N. comienza diciendo que "el trabajo en sus 8 Autos "Russich c/Introductoria de Buenos Aires", 20/7/38, "Fallos",
181:209.
26 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO
EL SISTEMA DE PROTECCIÓN LABORAL 27
o las de pagar un salario mínimo vital 9 o asignaciones fami-
liares 19 . laboral; lo cierto es que así se afirmó casi categóricamente la
Los fundamentos que se dieron fueron el ejercicio del poder Mposuficiencia ael trabajador como elemento propio del derecho
nacional l2 Ettlineajurisprudencia' no tuvo luego un desarro-
de policía del Estado, que no se trataba de obligaciones fiscales
(esto más bien contestando a la impugnación considerada y no llo continuado,- por lo menos en fallos publicados, e incluso
porque sea un argumento específico de fondo), la doctrina social raramente es recordada, con lo cual, si no perdió fuerza, tampo-
de la Iglesia, el privilegio constitucional de la "libertad contra la co la ganó de una manera proporcional al carácter esencial de la
opresión del empleado" respecto de la libertad de contratación afirmación que hizo.
del empleador (casos "Práttico" y "Roldán"), el textcael'art:14 Un poco, incluso, pudo parecer que se la limitó, al afirmar la
bis de la C.N. (ídem) y la justicia social (caso "Roldán"). Corte, en 1986, que la sola invocación de la inferioridad del traba-
jador no esfandamento constitucionalmente suficiente para una
20. Desde otro punto de vista, más directo, en 1962 la Corte sentencia argentina, sino que se la deriva o acompaña con normas
. Suprema sostuvo que "los obreros" son "la parte más débil" del concretas del ordenamiento positivo.13. Aunque, bien vistas fas
contrato de trabajo y por lo tanto requieren protección 11. En este Cosas, por más que la Corte no relacionó por sí misma ambos fallos,
caso .lo hizo para matizar su doctrina, relativa al valor no hay por qué pensar que dejó sin efecto su posición anterior; ésta
cancelatorio de los 'pagos laborales hechos después de termina- permanece sosteniendo la necesidad de protección especial como
do el contrato, señalando que no eran igualmente cancelatorios elemento de interpretación, de fundamento y aun de integración
los pagos incompletos cuando se reclamaba pendiente el vínculo del ordenamiento jurídico-laboral, por más que no autosuficiente o
susceptible de deducciones libres por parte de los tribunales ordi-
Autos "PrlIttI90,e/Basso", 20/5/60, "Fallos" 246:345. En este fallo se
narios, lo cual cumple con el objetivo de mantener vigentes y
adoptó la fuerte doctrina norteamericana sobre la «libertad contra la compatibilizar ambas doctrinas a la^ vez..
opresión", de la que deben gozar los trabajadores, del fallo de la Suprema 21. Otras aplicaciones del principio protectorio pueden en-
Corte de ese país del 29/3/37 en ."West Coast Hotel c/Parrish" ("JA.", t. 57, .
contrarse en la afirmación de que, en los litigios laborales, se
sec. Jurisprudencia Extranjera, ps. 23 y ss.). Este fallo, que convalidó una
ley sobre salario mínimo en el Estado de Washington dictada veintitrés años
debe actuar con suma cautela, antes de llegar ala denegación de
antes, revocó la doctrina de este tribunal dada a partir del caso "Adkins c/ beneficios reconocidos—Por las leyes en la materia" o, en la
C.hildrens Hospital". El juez Hir=td_e
i 6, que llevó la voz mayoritaria, sostuvo
,r que "libertad implica ausencia de restricción<arLitrarik no inmunidad de " Incluso parece haber habido la decisión de establecer esta doctrina,
regulaciones y prohibiciones razonables imptrestas en el interés de la porque la decisión a que se llegó no lo hacía necesario, ya que sólo se
comunidad", basándose a su vez en antecedentes anteriores al siglo Y P-árá. necesitaba explicar que los cuatro meses que pretoriamente venía recono-
áfirrnár categorías tales como las de posición desigual, necesidad de protec- ciendo la Corte a los trabajadores para impugnar con éxito liquidaciones de
ción o aun de protección del trabajador contra sí mismo o contra su posición baja no limitaban también los reclamos que se hiciesen durante la vigencia
desigual. Entre éstas aparece la de libertad contra la opresión. del contrato. Más aún, por la misma época en que se dictó este fallo, la Corte
En el fallo "Ratto", la C.S.J.N. cita como antecedente el caso "Inchauspe" dio un gran número de definiciones básicas en materia de derecho del
del 1/9/44, "Fallos", 199:483, pero éste se refirió a la legitimidad de las trabajo, por ej., la mayoría de las que en nuestro país constituyen la real
limitaciones a la libertad de contratar, siguiendo a la jurisprudencia reglamentación del derecho de huelga.
norteamericana yen especial al fallo de "West Coast Hotel", pero no aludió 13 Autos "Bariain c/Mercedes Den?, 7/10/86, "T. y S.S.", 987-120;
a cuestiones laborales. "E.D.", 122-220. Esta sentencia no está publicada en la colección de "Fa/la"
'° Autos "Roldán c/Borrás", 16/6/61, "Fallos", 250:46. de la C.S.J.N:ni en su jurisprudencia sistematizada, lo cual es posible que
" Autos "Iglesias cfintela", 11/6/62, "Fallos", 253:47; "D.T.", 1962, p. exteriorice una opinión relativa sobre su trascendencia.
411. En ese fallo se citó como antecedente "Arias ¿Cía. Sudamericana de " C.S.J.N., 27/12/88, "Bolardi c/E MG E." "Fallos", 311:2799, en el que
Servicios Públicos", del 28/5/86, "Fallos", 234:753, sentencia en la que es rechazó la posibilidad de privar a un dependiente del derecho de estabilidad,
cierto que se mencionó ese criterio, pero en realidad no se lo utilizó para la contra la alegación de que durante 21 años había sido eventual. Cita como
decisión, porque la C.S.J.N. lo que decidió fue no volver sobre un pago que antecedente el caso 'Cerda c/Y.P.F." del 3/12/85 (que no está publicado en
fue cancelatorio en vigencia de y según una jurisprudencia anterior. "Fallos") y dice "entre otros". La doctrina está más difundida en materia
previsional.
28 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO EL SISTEMA DE PROTECCIÓN LABORAL 29

postura de la C.S.J.N., tuando sostuvo, en 1962, que el cumpli-, : 23. Pero la manifestación más llamativa o más utilizable
.miento de las leyes de trabajo es prioritario o no se condiciona del principio protectorio no es esta traslación a normas positi-
al éxito 'mismo de la empresa ". yas, que se agotaría en una descripción sintética del contenido
Esta última formulación, que parece muy fuerte en una del derecho del 'trabajo. Lo que ocurre es que, como ya se señaló,
sociedad liberal capitalista cuyo rendimiento y cuya subsisten- `dado que el derecho laboral sólo existe y se justifica por la
cia económica dependeh del éxito de las empresas, podría muy necesidad de proteger al trabajador, es tan cierto que todas sus
bien releetse de este modo: una sociedad liberal capitalista que normas son o debieran ser protectorias, como que una norma sin
no consigue hacer llegar• a sus ciudadanos trabajadores depen- 'sentido protectorio, aunque sea Meramente neutra o dedicada a
dientes el tipo detlerecho que describen las leyes laborales, no regir mecánicamente un tema laboral, carece esencialmente de
tiene condiciones de viabilidad sobre las bases de‘ organización 'utilidad y posiblemente tienda a la ineficacia.
social en que está establecida y sería necesario—si el fenómeno : La protección que se dé a los trabajadores dependientes
se • masificara— pensar en otras. Así, la fórmula•no hace sino • puede ser poca o mucha, lo cual es una cuestión inherénte a sus
explicar por otra vía la función adaptadora del derecho del límites, a la que se hará referencia enseguida. Pero la protección
trabajo.:• 'escueta se puede reflejar en una legislación parca, no en una
legislación laboral que se extienda sobre temas o en los que no
22: El principio protectorio debe servir para dare —irre.-\
t
ment para inter retar par procure dar protección especial.
en caso de laguna,
tods las normas de ereCho del tra ajo. •e hecho, lo hace en las ; 24. Un paso más, en línea con lo anterior, es el del. supues-
normas sobre jornada máxima y descansos y feriados obligato- to de normas que se refieren a temas laborales, pero lo hacen
rios; niveles mínimos de remuneración y en los 'cuales existe 'con un sentido, no ya neutro o sólo mecánico, sino directamente
igualdad obligatoria, de la remuneración; •garantías de cobro a: ntiprotectorio, porque derivan en soluciones peores a las del
íntegro; y sobre garantía jurídica de la estabilidad, todas las derecho común. En este caso, la lógica básica del ordenamiento
cuales llevan a preguntarse cuánto o desde cuándo regirían si jurídico-laboral suele funcionar desbaratando, inhibiendo o ex-
no estuviesen impuestas por florines heterónomas'para las par- Pulsando en mayor o menor medida la norma asistemática, sea
tes del contrato de trabajo, no disponibles para su voluntad. 'a través de la jurisprudencia o del puro incumplimiento de los
También se fundamentan en la necesidad de protección, interesados. Este fenómeno, que no es muy común que se ad-
por ej., la exigencia de formas como condición absoluta de vali- Vierta, debería alertar a quien proyecta legislación, o a quien
dez de ciertos actos, sistema que el derecho común va descartan- tiene que hacer una previsión sobre la aplicación futura de una
do cada vez más y que el derecho laboral• retoma sobre todo porma, sobre la ineficacia de las normas antiprotectorias inclui-
cuando se trata•de actos de extinción del vínculo Contractual, a das en un ordenamiento laboral ".
los que se exige forma escrita y muchas veces fecha cierta; o en
la severidad con que se regulan las presunciones sobrelabando-
" Un ejemplo de descarte de una norma asistemática lo dio la C.N.A.T.,
ndide la relación laboral, que se exige que sean concluyentes e
Sala VIII, el 21/8/84 (cf.T.", 1985, p. 239) cuando declaró solidariamente
inequívocas (art. 241 L.C.T.). responsables a todas las empresas de un grupo económico respecto de un
trabajador que había prestado servicios en una de ellas, aplicando el art. 26
L.C.T., según el cual el empleador también puede ser un conjunto'ire
personas, para descartar el art. 31, que después de la reforma de 1977 sólo
II
C.á.d.N., 28/3/62, "Mata e/Ferretería Francesa", "DL", l962;. 317; admite la extensión dé reaponsabilidad . cuando el grupo se manejó
"Fallos" 252:160. La Corte declara que tiene en vista cargos legales dolosamente y lo hace contra por lo menos una variante del derecho común,
razonatiles, y cita la sentencia que dictó el 21/4/41 en autos "Dordal d que acepta levantapel "velo corporativo" como un acto de realidad y no como
Calderón y Ropero" ("Fallos", 189:235, mal citado como 234), sin aclarar que una sanción a conductas dolosas.
en aquella oportunidad dijo también que Si la carga fuera excesiva había 'que Otro ejemplo lo dio el plenario 206 de la C.N.A.T. (22/7/75, "D.T.", 1975,
poner en juego el art. 17 de la C.N. (ver texto más adelante). P . 1563), que frente a la obligación del trabajador que renuncia sin preaviso
30 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO
EL SISTEMA DE PROTECCIÓN LABORAL 31

4. Los límites de la protección.


• 'Es claro que esta fórmula sería de manejo sencillo si los
términos o "variables" de la economía permaneciesen inmóviles,
Una vez aceptado que el derecho del trabajo sólo tiene
—y sólo se justifica por tener— el objeto de proteger especial- de modo qué se pudiese cuantificar el creciniiento comparativo
mente a los trabajadores dependientes, se sigue casi de manera de uno contra los demás.
necesaria el problema de encontrar un límite para esta protec- Pero las, cosas suelen no suceder así, y las variaciones
ción, que es económicamente costosa y jurídicamente más o relativas sólo parecen observables en plazos por lo menos me-
menos asistemática. dianos y muchas veces con errores importantes, derivados, más
En el fondo, éste es, globalizado, el mismo problema que que nada, de la limitación en la cantidad o variedad de los
reaparece con dificultades muy parecidas en casi cualquier ca- hechos que se observan y comparan.
pítulo del derecho del trabajo; también es dificil encontrar un Para reducir el planteo a términos en que sea más fácil
límite a los supuestos que deban quedar incluidos en la defini- analizarlo, se puede ver al costo laboral POMO parte del costo de
ción de contrato de trabajo, o al ámbito personal de comprensión producción o del precio de venta
de los convenios colectivos, o al alcance personal útil de las Desde este punto de vista, y. si los demás elementos del
normas que limitan el tiempo de trabajo, o que garantizan la costo y del precio permaneciesen fijos, el aumento del costo
estabilidad, o a las que aseguran niveles mínimos de remunera- laboral sólo sería posible en detrimento de algún otro factor,
ción. normalmente de la ganancia o del patrimonio de la empresa.
En cualquiera de estas manifestaciones, pero peor aún en Éste parece haber sido el punto de vista desde el que la C.S.J.N.
la general sobre el principio protectorio, pareciera ser ésta una analizó las cosas, cuando en 1941, en el caso "Dordal" 19, dijo
cuestión que, dado el tiempo que lleva siendo tratada sin una que, si bien sostenía ¿u afirmación de que la ley 11.729, al
solución satisfactoria —y ni siquiera aproximada—, debería establecer la obligación de dar vacaciones pagas, no era incons-
crear la suspicacia de que o está mal planteada o no tiene titucional, era necesario agregar que si tal carga legal se
respuesta posible. Sin embargo, al día de hoy sigue siendo un expandiese hasta gravitar "sobre el patrimonio de un comer-
problema importante, cuya descripción no es posible omitir. ciante, en forma tal que importara aniquilarla" [sic) destruyen-
En tren' de buscar una respuesta, Hueck y Nipperdey ao.la posibilidad de continuar el giro del negocio, habría llegado
dieron una concisa, cuya eficacia sintetizadora no creo que el caso de hacer efectiva la garantía del art: 17 C.N.
'haya sido, hasta el momento, superada: los límites del derecho Sin embargo, justamente los hechos posteriores a la
del trabajo se encuentran en los factores de resistencia de la fecha de ese fallo han terminado de demostrar que ni los costos
economía ".
mi los precios son tan inflexibles y que la competencia en los
• Sin embargo, pareciera que así sólo se deriva la pre- mercados (o cualquier otro medio conocido para contener los'
gunta a otro campo, el de la economía, en donde no es mucho precios) suele no ser tan perfecta como para que el aumento en
más fácil encontrar una respuesta concreta. un elemento del costo no pueda ser trasladado, por lo menos en

de indemnizar a su empleador con el valor de un mes de remuneración (lo


cual crea una indemnización tarifada a favor del empleador, relevando lafeco nu cfsz- ta En la terminología del materialismo histórico, creo que el supue§h5
del crecimiento excesivo de los derechos laborales sería lo que se llama
exigencia del derecho común de probar los daños), le agregó pretoriamente /te4a-Can a¿cl,
la necesidad de que se pruebe la mala fe del trabajador o propósito explícito crecimiento de las relaciones sociales por encima de las relaciones de
evadir riCáita letal de- preavisar; prueba visiblemente muy dificultosa, at 14, tann"« 0, producción. Este fenómeno, desde esa perspectiva, se suele señalar corno
'ji no imposible. causa del decaimiento de las sociedades, la cual me parece una observación
" Alfred Hueck y 11.0. Nipperdey, Compendio de Derecho del Trabajo, bastante útil y acertada.
en castellano, Ed. Revista de Derecho Privado, Mádrid, 1963, p. 46. " C.S.J.N., 21/4/41, Tordal, José c/Calderón y Ropero", Tallos",
161:237,
33
32 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO ' EL SISTEMA DE PROTECCIÓN LABORAL

I ^ .94 •
lo mediato, a los consumidores por vía del precio 20. La cosa se De modo que los límites dé resistencia de la economía
complica más todavía con la posibilidad de cambios en la impar- deben reconocerse como algo .muy difícil de cuantificar exacta-
.tancia relativa de los distintos componentes del costo o del mente y, -por lo tanto,:sujeto a lá opinión. Y no puede dejarse
precio. de alertar acerea,de que la ciencia jurídica, por larga experien-
En las economías abiertas al comercio internacional, el ciá, debería enseriar a desconfiar de las prernisas categóricas
control espontáneo sobre los precios y sus distintos componen- generales, cuya aplicación concreta queda sujeta a márgenes
tes —entre ellos el costo laboral— tiende a realizarse de una muy- grandes dé opinión, porque éstos suelen ser casos en
manera más rápida y más nítida, porque la competencia exter- dónde lo que prevalece no es realmente el dato jurídico, sino el
na exterioriza el problema cbn la evidencia de un precio inferior. peder de quien lo tenga para imponer su opinión como la
Aun así, éste no es un proceso automático ni inmediato, por más prevaleciente.
que posiblemente fue el que presuponían el citado antecedente Así, lo que queda es 'Plantee .ornal sea que el
"Dordal" de la C.S.J.N., o Hueck y Nipperdey, Sra que en ese derecho del trabajo es una forma n asistemática
. .de
contexto los límites de resistencia de la economía son exhibidos socieMenberales,reieildican un extenso reconopmpento
por una concurrencia comercial en la que se pierde. ala- propiedad priVada y a la AUtotosnía. individual, tendiente á
30. No obstante, el sisteniá de economía abierta no es el -Mantener-tipo de e-beieda'eléá eón su propio sistema de orga-
único, aparte de no ser casi nunca, como se dijo, perfecto. nización. Por eso, •su iptervención debe limitarse a lo necesario
Durante largos períodos y en muchos lugares, el cierre del para conseguir ese mantenimlea'am -áiiiiiilifib-e-áfaliredia6710
mercado interno ha sido una política premeditada y pestulada que no quiere decir que no sean posiblirótiWderechos mayo-
como preferible, y en estos 'supuestos (los más comunes en résisino sólo que éstos no deberían quedar amparados por un
Latinoamérica, después de la Segunda Guerra Mundial) la mecanismo de protección excepcional o no sin riesgo de crear, a
posibilidad de recargar cada elemento del costo (en lo que nos vez, un desequilibrio distribucionista inorgánico y aportar
ocupa, los derechos laborales) puede parecer infinita, en la Más• al desorden' que al orden social. • ••
medida en que es posible pasar el engrosamiento al precio, La ciencia jurídica debe reconocer al presente su incapaci-
salvo que el aumento sea tan deácomunal, cómparado con dad de estableder un concepto límite cuantificable para el dere-
otros de la misma economía, que termine derivando la deman- cho del trabajo. Sólo puede afirmar que así como no son técnica-
da a productos de otra naturaleza. O salvo cuando el aumento mente correctas ni útiles las normas laborales que resten dere-
simultáneo de todos los precios toma tal velocidad que hace chos de los trabajadores. que reconocería el derecho común, o
imposible el funcionamiento mismo de la economía; pero este siquiera las, neutras, por el contrario, cualquier norma que —en
proceso puede ser larguísimo y, en plazos cortos, medianos y el grado que fuere— mejore al derecho común, es de por sí una,
hasta un poco largos, admite que se vean las cosas como si la nerma protectoria.
economía no tuviera límites de resistencia, por lo menos no Por más que, sea, entonces, tan relativa la posibilidad
relacionables con el costo laboral. de establecer en concreto los límites de la protección que mate-
rializa el derecho del trabajo, de todos modos la afirmación
misma de que tales límites existen tiene la utilidad de enfrenty_
20 La posibilidad de una transferencia masiva de ganancias o patrimo- aluna •posición difusa :y generalmente no explícita, nada homo-
nios de empresarios a derechos laborales cuenta también con alguna génea en sus presentaciones, pero que básicamente parece con-
objeción asentada de la ciencia jurídica: Bodenheimer (Te4ría del Derecho, sistir en la postulación de que el derecho del trabajo tiene una
Ed. Fondo de Cultura Económica, MéXico: 1964, p. 29) dice que "...donde frontera indeterminada, que su expansión es en todo caso de-
impera el derecho se realiza un intento de mantener un :requilibrio social
concediendo y asegurando —dentro del sistema social— ciertos derechos a seable b prefenbie, rque, por lo tantó,'suPpicAlimitleo e.?.11:14
los individuos y grupos: se niega generalmente un aumento o disminución _de.protección:vigente,destinado a un crecimiento coniinuoy sin
considerable de esos derechos". regresos.

3, Ramirez Bosco. , p',, r::
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esiBUL.4.
1$
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34 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO EL SISTEMA DE PROTECCIÓN LABORAL' 35

No es fácil rastrear todas las presentaciones de esta idea, temáticamente con ésta, .salvo en la parte referida a los límites
porque, como se dijo, no son homogéneas. Pero tanto puede de la protección, cuestión que no es común que se incorpore
aparecer como criterio de política legislativa o como criterio de orgánicamente a este tratamiento introdudtorio.
interpretación de las leyes 2. También sería el fundamento El planteo sigue siendo válido como explicación del derecho
común para .afirmar que los convenios colectivos no pueden del trabajo, dé su razón de ser y de la esencia de su funciona-
derogar mejores condiciones de un convenio anterior, o que esa miento. Pero en el presente toda la cuestión ha quedado en
condición mejor permanece de todos modos como derecho indi- estado de revisión, debido, sobre todo, a importantes modifica-
vidual del trabajador. O bien que los derechos fundados en ciones en la realidad general y en las relaciones productivas,
contratos individuales, cualquiera sea el nivel en 'que estén, que hacen necesario o conveniente volver a analizar la adapta-
tampoco pueden ser desmejorados. ción.: de_este ordenamiento,normativo, tal como está formulido,
34. Este tipo de ideas sobre la expansión indeterminada, el respecto de est:a circunstancia modificada.
crecimiento necesario y la irregresividad del derecho del trabajo, 36. Ha cambiado, p'or un lado, el estado de la economía, o
puede haberse 'fundado, sobre todo después de la Segunda Gue- su pauta de pro-grege, de modo tal que ya no resulta 'tan accesi-
rra Mundial, en el aspecto de la realidad material, que parecía ble el aumento de los derechos laborales. Por otro lado, y esto
siempre creciente y que fue bastante duradero. Y motorizado por más circunscripto a la problemática del trabajo propiamente
interés, por sincera incomprensión, o porque no había otra forma dicha, ha variado la composición interna de los trabajadores
de enfrentar a la única alternativa de organización social dispo- considerados como grupo, en el sentido de que sus Posiciones
nible, que fue, hasta no hace mucho', alguna forma de comunismo, laborales y sus intereses consiguientes han perdido parte de la
con netas ventajas a su favor en cuanto a la preferencia de los homogeneidad que antes permitía tratarlos de manera colecti-
intelectuales, de modo tal que no parecía posible otra respuesta va, uniforme e igualitaria.
aparte de la exhibición de mejores realidades materiales.
Ncee,v5,044) 37. En la revisión de la situación actual comparándola con
También es posible que esta forma de pensar, por sus oi,e jézv • -la anterior, se suele poner ahora el acento sobre aquella
excesos, haya contribuido de modo considerable a agravar la e e: •*. i...ana
a ' •e as areasj más que nada de las
crisis en la que posteriormente entró el derecho del trabajo. Y, 295-44-977/rectlg
como toda prepuesta de inadaptación, de hecho lo que significa febriles, y sobre su regulacion normativa. No es, en realidad,
es renunciar- al trío de la inteligencia como característica huma- algo que antes se. ignorase, pero se describía con un alcance
na distintiva. menos decisivo, como si fuera parte de una realidad dada y
permanente, o como una característica necesaria de esa reali-
dad. Mientras que ahora se la observa como un elemento que
5. Las transformaciones contemporáneas. fue sustancial en una conformación especial de las relaciones
laborales, cuya modificación contemporánea tiene, por lo tanto,
-35. Lo expuesto hasta aquí es, por decirlo de algún modo, una importancia proporcional a aquel carácter sustancial.
la explicación tradicional o clásica o, por lo menos, coincide 38. Lo que se observa, en síntesis, parte de lo ya señala-
do en el sentido de que en el panorama industrial originario
21 Un ejemplo de esto lo dio la C.N.A.T., Sala V, 16/3/77, cuando los trabajos eran todos más o menos equivalentes, requerían
resolvió, contra lo que se leía en el art.. 245 L.C.T., que el mínimo de sólo una capacitación muy relativa y la utilización de la mano
indemnización por despido no podía tener un tope, porque esto hubiera de obra era preferiblemente intensiva; todo lo cual dio lugar
implicado disminuir la protección que antes daba la ley 11.729. La solución a la aparición de unidades de producción de gran magnitud,
era correcta, porque ése texto del art. 245, según aceptación general, en donde se concentraron cantidades de trabajadores que
contenía un error producto de una corrección poco cuidadosa del proyecto en hacían tareas parecidas y tenían condiciones de trabajo se-
su trámite legislativo. Pero lo llamativo fue el argumento en que este fallo
fundó esa decisión. mejantes.
36 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO. DEL TRABAJO
-EL SISTEMA DE PROTECCIÓN LABORAL 37

Esto, que sin duda fue una consecuencia del estado de


desarrolló de la tecnología, dio lugar a un fenómeno laboral y 40. Ese tiempo de crecimiento del sistema jurídico laboral
social diferenciado: se generaron intereses naturalmente comu- lo fue también de un crecimiento económico sólo alterado por
nes en esos trabajadores tratados masivamente de un modo baches transitorios y menores. La economía creció, durante ese
igual e igualmente elemental, y se hizo posible una considera- período, a pautas o ritmos importantes, que lo fueron en la
ción conjunta de esos intereses. medida en que se los compara con los bastante más modestos
Láfuniformidad de intereses la basa de lo colectivo,.que que les siguieron, y que son los propios de la crisis presente.
fue y es tan—ffraPiirdel-de-élie d'el trabajo: "La identidad colec- ¡ En el período 1966-1973, por ejemplo, el PBI mundial cre-
tiva... debe mucho a la realidad de la fábrica y a las posibilida- ció a un promedio del 5,1% y el de los países de la OCDE a uno
des de homogeneización que ofrecía' el trabajo industrial.., se escasamente inferior 24. Este crecimiento sostenido fue la oca-
puede documentar la centralidad de la gran fábrica y la organi- sión, si no la causa, de la tendencia siempre ascendente en que
zación del trabajo que allí se aplicaba en la percepción de la Se consolidó el derecho del trabajo.
'unidad de intereses de los trabajadores, al punto de generar En ese período fue también común el pleno-empleo, pero a
cierta unidad psicológica de la clase obrera, sinónimo de solida- este ya se lo tomó más explícitamente por un logro definitivo o,
ridad de clase" 22. Más bien, que debía ser definitivo, casi como cuestión esencial
para el mantenimiento de la organicidad social. A ese entonces
39. El origen del cambio se ubica convencionalmente en correspondería la concepción o la consolidación de la concepción
1974, á partir de la llamada crisis de los precios del petróleo de tradicional del desempleo, según la cual se admitía como funcio-
ese año, por más que ese suceso no parece haber sido necesaria- nal una tasa de hasta el 3%, pensada .como de desempleo
mente la causa de otros posteriores, ni siquiera el más impor- "'friccionar, por encima de la cual sejuzgaba a la situación como
tante o' uno de - los más importantes en la serie de causas del defectuosa o anormal.
cambio sobreviniente.
Pero, de un modo - u otro, al tomar a 1974 como hito de la 41. A continuación de aquél, a partir 'de 1974 cómienza
quiebra de un proceso hasta ese momento homogéneo y unidi- Atro período que ya va durando algo parecido al anterior,
reccional, quedan separados o marcados dos períodos: uno de caracterizado como de crisis, por más que -la economía y el
auge, que duró más o menos treinta años, entre el final de la comercio mundial durante los años que siguieron a 1974 no
Guerra Mundial y la crisis de 1974, al cual ahora -se identifica han dejado de crecer, aunque lo hayan hecho más lentamente.
como los 'treinta gloriosos", casi como una edad de oro o en todo Lo que parece darse, de hecho, es una detención del proceso de
caso corno un pasado ideal. Durante este tiempo los derechos auge económico y, en consecuencia, del crecimiento de los
laborales y sociales no dejaron de aumentar de una manera derechos laborales y sociales; lo cual, a veces, viene también
notable y, según parecía entonces, indeterminada. acompañado, o llega a un cierto cuestionamiento, de la viabi--
Edad misma de esos derechos.
Como es frecuente que ocurra, la madurez .del sistema
conllevó excesos , en su formulación o. abusos en su utilización,. Las causas de la crisis no se pueden presentar con claridad.
que en últirfro cááo fueron una de las razones de la crisis en la Es ufrhecho que a partir de la fecha convencional de inicio —y
que al fin derivó. Estos excesos son las razones a las que Podetti Sto sí, en gran parte, como consecuencia del aumento de los
califica como endegenas o intrínsecas del mismo derecho del precios del petróleo—hubo un traslado de los medios naces erice.
trabajo, por ditéréni--a-con. la exógenas, derivadas, estas últi- para la inversión h,ácia el sector financiero propiamente dicho y,
mas, del contexto económico general 23 al fin, aun dentro de éste, hacia agentes con una muy escasa
tendencia a la inversión productiva o de riesgo; por lo menos, de
riesgo industrial o de producción. Esto debe tener una relación
22 Antonio Baylos Grau, Igualdad, uniformidad... cit., ps. 11 y ss., en eón cierta escasez de la inversión, escasez que se afirma por
especial p. 14.
23 Humberto Podetti, Un destino... cit. en nota 5.
' O.I.T., El empleo en el mzindo, 1996/97, p. 3.
2
38 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO EL SISTEMA DE PROTECCIÓN LABORAL 39

comparación con la inversión que se piensa posible. Pero estas o las crisis financieras, no parecen pasar de ser causas
razones, digamos así, financieras, no pueden ser todo. coadyuvantes u ocasiones propicias, si no meras coincidencias.
En general, se listan como los motivos que han puesto Así, en principio, podrían- diferenciarae los cambios en el
en problemas a los mercados y a las relaciones de trabajo, en mercado de trabajo o en las relaciones laborales debidos a
primer lugar, esa marcada lentifícación del crecimiento econó- innovaciones tecnológicas —los que serían irreversibles— de los
mico en casi todas partes; la mundialización o globalización de imputables o otras cosas, sobre los que no puede asegurarse lo
la economía, ésta con por lo menos dos presentaciones mismo. Quiere decir, por ej., que una cosa es que se necesiten
destacables en particular: el aumento del comercio mundial trabajadores cada vez más capacitados —y menos trabajado-
por sobre la producción (y es posible que por sobre la demanda) res—, sobre todo en la industria, y otra que las condiciones de
y la transnacionalización de la oferta de mano de obra; luego, competencia en los mercados vayan a seguir siempre siendo
la hipercompetencia en los mercados universalizados, fenóme- tales que hagan necesario utilizar cualquier medio disponible y,
no que no queda claro si es una consecuencia de la globaliza- entre ellos, cualquier método útil para bajar el costo de la mano
de obra.
ción, de la aceleración desequilibrada del comercio, de la esca-
sez del crecimiento, de todo ello a la vez o de otras cosas, pero De todas maneras, si con respecto al ordenamiento de
que en todo caso requiere la utilización de cualquier recurso las causas se pasa por este estado de cierta perplejidad, no
disponible para mantenerse en un medio así; el ya citado ocurre lo mismo con las consecuencias que estos fenómenos
predominio del capital financiero y la derivación de las inver- derivan sobre los mercados y las relaciones de trabajo: los
siones hacia propósitos no directamente productivos; el desem- efectos más notables de la crisis en este ámbito han sido, sin
pleo y la actitud de los trabajadores y de los gobiernos frente duda, en este orden: un crecimiento exponencial deidesempleo,
a éste; el cambio estructural de las categorías profesionales; la la Ilamada_segmentación de los mercados (que a su vez com-
terciarización de la economía; la externalización o tercerización prende el tema de los desocupados) y una cierta individualiza-
de las operaciones productivas; 1iinformatización, la digitali- ción de las condiciones de trabajo.
zación, la robotización o, en síntesis, un cambio tecnológico El desempleo parece derivar más que nada, como ya se
acentuadísimo; en fin, el crecimiento de las actitudes indivi- dijo, de una muy acelerada innovación tecnológica, que elimina
dualistas o de las condiciones para su desarrollo. Y como necesidades de mano de obra más- rápido de lo que están yendo
derivado o consecuencia de todo esto, un notable debilitamien- el resto de las variables, las que podrían influir en el sentido
to de los sindicatos, que deben vérselas con un retraimiento contrario (por ej., las inversiones, el consumo).
espontáneo tanto de su representatividad como del alcance El hecho es que a partir de los años ochenta en el mundo
personal de su representación. más desarrollado y en nuestro país sobre todo en los arios
Hasta el presente ni siquiera se ha tratado de poner noventa, los índices de desempleo llegaron a triplicarse, hasta
a este listado de causas o de fenómenos en algún orden de alcanzar, en algunos lugares, la quinta parte de la mano de obra
importancia o siquiera de ubicación relativa en la secuencia disponible. Tan importante es el cambio de este dato que, sobre
causal. Tampoco se ha tratado de distinguir lo supuestamente la base de su realidad, no se habla ahora de un mercado dual
permanente de lo pasajero, pese a que ambas cosas —el orden (dos categorías, de ofertantes de mano de obra con posiciones,
de importancia y la previsión de permanencia-- tendrían el tratamientos, intereses y actitudes distintas), sino de una socie-
mayor interés. dad dual, en crisis, porque el trabajo asalariado ya no puede
En este sentido, pareciera en todo caso que el dato lograr la inserción social ni, por esa vía, asegurarse la cohesión
tecnológico, de nuevo, como lo fue en ocasión de la Revolución social espontánea.
Industrial, es el esencial, y que los demás fenómenos, tanto la El hecho de que esta modificación del mundo laboral
mundialización como la lentificación del crecimiento económico, sea pasajera o permanente dependerá de la evolución de los
40 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO EL SISTEMA DE PROTECCIÓN LABORAL 41

índices de desempleo, cuestión que, en este momento, no puede 50. La otra tendencia importante ' os_merca- .
predecirse con certeza. 1 os de trabajo esia ane va 'baria la individualización de los)
Lo que sí puede advertirse es que, en términos más o menos (tratamientos o de_los antenidos contractuales/
largos, para que el desempleo bajase debería subir el consumo . Esto se advierte sobre todo en relación con las tareas a
más rápidamente que la disponibilidad de la mano de obra, realizar —creCientemente distintas unas de' otras— y con 'la
multiplicada ésta por los aumentos de la productividad, lo cual, posibilidad de adaptar de modo personal los horarios o tiempos
a simple 'vista, no parece ser la hipótesis más 'plausible. La de trabajo, novedad derivada precisamente de la especificación
experiencia reciente, o aun la pretérita trasladada sin datos de las tareas y del hecho —distinto— de que lo que hace cada
adicionales hacia el futuro, señalarían preferiblemente que los trabajador sea, cada vez más, una tarea relativamente termina-
avances tecnológicos tienden a acelerarse y a retroalimentarse, da o que por sí misma llega aun resultado productivo termina-
y que, por lo tanto, la productividad seguirá creciendo y el do, aunque sea parcial. •
volumen de empleo continuará en problemas. L Esta última tendencia o posibilidad funcional de un trata-
48 La Segmentación.'de los mercados consiste precisamen- 4" realececall miento individualizado conspira, naturalmente, tanto contra
que a las diferentes posiciones laborales se les pueda dar un
e en que dentro de lo que antes era un colectivo de trabajadores
con intereses y posiciones uniformes, áhoi•a deben diferenciarse tratamiento igualitario y generalizado, como contra que los
algunos grupos, empezando por el de los propios desocupados. trabajadores en estas posiciones crecientemente diferenciadas
Los otros fragmentos en los que se advierte cómo se segmentó tengan un interés común.
el mercado de trabajo son: el de los trabajadores calificados con nenvi e-Q.401e-, ' 51jEn definitiva, lo que sucede es que esta problemática')
mejores remuneraciones ("técnicos y especialistas"); los de los <Contemporánea de los mercados de trabajo entra en contradic- '
jóvenes aún no empleados, o de los mayores, que sufren de
maneras distintas la agresión del desempleo y el desafio de la
A ción
ción con algunas de las principales bases o presupuestos de los
¿pie partió el derecho del trabajo originario, presupuestos que '
tecnología; el de los trabajadores a tiempo parcial; el de las eran tales en la medida en que se los daba por descontados, sin
mujeres consideradas como grupo diferenciado;. o, en fin, los dedicar 'mayor atención a su posible inestabilidad o tendencia a.
más tradicionales de obreros y empleados, en la Medida en que .La variacióDf
vayan aumentando su distancia recíproca. Tal como ya se mencionó, sólo después de que la conmoción
49. Entre éstos, el grupo de lose.,rahaladores iifira-Zhs se produjo, la observación ha venido a destacar reiteradamente
el que tiene ahora las razones objetivamente más fuertes para V de una manera relevante cómo las regulaciones laborales
fundar una actitud diferenciada. No es un tema estrictamente clásicas fueron particularmente homogéneas e igualitarias, por-
nuevo, porque siempre hubo trabajadores jerarquizados con que se referían a relaciones laborales que eran a su vez notoria;
una posición distinta a la uniforme del grupo general; pero lo mente uniformes, tanto como para producir en los trabajadores
que ahora cambia es que estos trabajadores calificados son un interés común o-colectivo —que se llamó interés profesio-
proporcionalmente más (frente a los menos que son los trabaja- nal— susceptible de ser tratado y representado colectivamente
dores no especializados), su distancia con los no calificados es con provecho y cierta facilidad.
mayor (sobre todo la salarial) y el carácter imprescindible de su r . Unida esta quiebra de la uniformidad, que dificulta el
trabajo crece (al lado de la radical prescindibilidad del trabajo tratamiento colectivo, a la señalada lentificación del crecimien-
común). to económicci, que hace más dificil el crecimiento o aun el man-
Todo lo cual hace que su posición sea muy difícil de abarcar tenimiento de los derechos sociales, el panorama de la crisis
en una protección uniforme y colectiva. Son trabajadores que parece estar bastante completo.
rechazan espontáneamente su adhesión a un colectivo, porque 52. Cuál va a ser el futuro resultante de estas modificacio-
efectivamente tienen poco que ganar con éste. nes en curso, es algo sobre lo que no parece que estén disponi-
bles elementos -como para hacer un juicio confiable. Según una
42 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO

postulación teóricamente "pura", las regulaciones laborales de-


berían tender a desapareceten la medida en que no hacen sino
entorpecer el libre funcionamiento de un mercado 25. Según una
posibilidad menos extrema, se podría decir que lo que ha queda-
do en cuestión no es la idea de que sea necesaria alguna protec-
ción para los trabajadores dependientes, sino más bien la con- CAPÍTULO II
cepción de los medios posibles y útiles para ello, tanto en lo que
concierne a su. intensidad como a su variedad/uniformidad 26 . ' MATERIA Y CARACTERÍSTICAS GENERALES
" No parece probable, en cambio, la remoCión más o menos
global del sistemajurídico específicamente dedicado a la protec- DEL DERECHO DEL TRABAJO
ción de los trabajadores en relación de dependencia, en la medi-
da en que ,permanezcan algtmos de los datos esenciales de
origen, como I& gran_catitidad de trabajadores expuestos a su 1. Contenido.
éscasa capacidad de negociación individual, y ello por más que
otros datos vayan variando. a) Desarrollo sistemático.
Pero, sobre todo, no parece probable esta remoción. en cuan-
to configurada una fuerte contradicción con la tendencia histó- El derecho del trabajo, según una clasificación ya tra-
rica hacia el progreso de la igualdad entre los hombres, tenden- dicional, se divide en derecho indiyiduaPy derecho Colectivo, lo
cia que, de hecho, parece ser una de las pocas constantes histó- cual coincide con las dos vfarfufidamentales de- ji'otección
ricas no discutibles. laboral vistas 'en el Capítulo anterior, porque el derecho indivi-
dual está en su mayor parte constituido por normas públicas.
El derecho individual es el que trata directamente sobre el
25 Esta postura, en su esencia, no es tanto neoliberal o novedosa como -contenido del contrato de trabajo y sus normas configuran una
tradicional. Relata Karl Polanyi, en La gran transformación (Ed. Fondo de intervención estatal directa para lograr el propósito protectorio;
Cultura Económica, México, 1992, ps. 90 y ss.), cómo las "leyes de pobres" mientras que el derecho colectivo regula el funcionamiento de
fueron percibidas en Inglaterra, en 1834, como un obstáculo al desarrollo de las organizaciones de trabajadores (sindicatos) y su actividad,
la Revolución Industrial, con razón en la medida en que esas leyes habían refiriéndose al contenido del contrato de trabajo sólo en forma
virtualmente hecho innecesario trabajar para ganarse la vida y por esa vía
detenido la productividad de la mano de obra. Dice Polanyi que el funciona- indirecta o derivada, tina vez que la actividad sindical se mate-
miento del fenómeno "escapaba a la comprensión de los observadores más rializa en una norma convencional (de convenio colectivo).
expertos de la-época; pero se afirmaba la conclusión de que el auxilio salarial En cuanto al contenido del derecho.individual del tra-
debía ser inherentemente vicioso, ya que milagrosamente perjudicaba a
quienes lo recibían", términos bastante parecidos a los que en el presente se bajo, puesto que este derecho rige las relaciones incluidas en un
plantean y discuten como nuevos. Agrega este autor que una vez liberados contrato de trabajo, su contenido sustancial coincide pon_ el de
los mercados de mano de obra por la supresión de las leyes de pobres, poco los elementos .las cláusulas de este contrate, que pueden ser
después, "en el decenio de 1870, se estableció la autoprotección de la variables, pero que no suelen serlo tanto. En los hechos se puede
sociedad", con las leyes laborales de estilo, digamos así, moderno, y con el verificar cuáles son las situaciones más comunes dentro de un
"reconocimiento de los sindicatos". contrato de trabajo, respecto de las que generalmente se acepta
25 Tanto es así que una de las postulaciones con bastante difusión es la
de que se mantenga la protección, pero diferenciándola según el tipo de que no pueden librarse enteramente a la libre disposición de las
trabajo o de contrato, de modo que, particularmente en nuestro país, se partes, sin que aparezca y produzca consecuencias la posición
cumpliría con el mandato constitucional de proteger al trabajo en todas sus vulnerable, la "hiposuficiencia" del trabajador. A estos grandes
formas y no sólo al dependiente. Desde esta perspectiva, el contrato de grupos de situaciones se los llam u.o2.2390del derecho del
trabajo sería el tipo legal para el que se establecería la totalidad o la máxima trabajó); las principales Son la remunera—Cían, la jornada de
hipótesis de protección jurídica que diese el ordenamiento.
44 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO CARACTE
. RISTICAS GENERALES DEL DERECHO DEL TRABAJO
45
trabajo (su extensión o el régimen de trabajo y descanso) y la que la legislación específica alcanza un punto de elaboración
estabilidad o garantía jurídica de permanencia en el empleo. . que supone cierta pretensión de iritegridad suele incorporar
Sobre la base de estos tres grandes temas nació .históricamente expresamente estos temas, corno lo hizo eh 1974 la L.C.T., que
el derecho laboral'. trata de los sujetos del contrato en los arts. 25 a 31, del consen-
Esas tres instituciones fundamentales, en el presente, son timiento en los arta. 45 a 47,.de la forma y prueba en los arts.
tratadas en los Wítulos IV, IX y XII de la L.C.19, en ese orden, 48 a 51,j, del objetó en los arts. 37. a 44.
aunque para la suestión_de los horarios de trabajo subsiste el En realidad, lo que hace la legislación laboral con este
régimen de la ley 11.544, que no fue derogado ni absorbido por material no es redefinirlo de un modo distinto al del derecho
la LTD:f.,' y fue apenas modificado por ésta, dando así cuenta común, sino apenas tratarlo, para así poder puntualizar las
práctica de las grandes dificultades que se enfrentan al intentar diferencias que necesita incorporar en protección del trabaja-
tratar este tema con detalle, cosa que hubiera debido hacer la dor, pero Manteniéndose siempre dentro de las categorías de
L.C.T. si hubiese encarado el reemplazo del régimen anterior. pensamiento o cuadros generales del derecho común.
Aparte de las tres instituciones principales, actual- Como parte del comienzo o de la parte general, la normativa
mente podría agregarse como contenido de gran importancia en laboral a veces se refiere a las fuentes del derecho del trabajo y.
el contrato de trabajo el capítulo sobre las "condiciones , de a sus principios. Puede hacerlo o no sin mayores diferencias
trabajo". Este tema, mencionado incluso en la Constitución prácticas, porque lo que es realmente opinable es con qué utilidad
Nacional, al comienzo del listado de los derechos laborales que laá normas positivas pueden tratar estos temas, sin que por el
las leyes deben garantizar, es de todas maneras un poco plástico momento sea ésta una cuestión sobre la que se advierta cualquier
y hasta arlibiguo, porque tanto puede referirse, en su presenta- posibilidad eficaz de demostración eh uno u otro sentido.
ción más desarrollada, a la eátructura misma de ocupación del Sobre los principios, si se les quiere dar, como se les da
tiempo de trabajo y a la calidad o características de las tareas a entre nosotros, la función de llenar las lagunas del derecho
realizar, como, en presentaciones más elementales, a las se- especial, en un sistema jurídico. como el ñacional tan apegado a
cuencias de trabajos repetitivos, o coincidir con lo que se conoce, las normas escritas, es preciso mencionarlo, como lo hace el art.
más bien; como condiciones de higiene y seguridad en el trabajo. i 11 de la L.C.T.; pero bastaría hacerlo genéricamente; tal como
En realidad, las condiciones de trabajo en el primer sentido, el len las normas del derecho común, sin entrar a detallar cuáles
más amplio, parecen materia preferible de normas convenciona- 1-son estos principios, punto sobre el que parece existir un des-
les -1-individuales o colectivas— antes que de las leyes, porque acuerdo tal que ni siquiera se lo alcanza a reconocer como un
no resultan susceptibles de una generalización' útil. La L.C.T. I problema. La descripción concreta de algunos principios, inclu-
'les dedica únicamente su art. 66, referido a los límites de la so coh el propósito de poner un límite a su definición, suele no
"facultad del empleador para modificar unilateralmente las , tener ninguna eficacia para'inipedifcjue lajurisprudencia le dé
formas y modalidades del trabajo". ese carácter a otras ideas no específicamente legisladas, ni
En cuanto a que él derecho del trabajo és la regulación siquiera para que limite realmente los legislados al alcance que
autónoma de un contrato en especial, casi necesariamente debe les quiera dar la ley, restricción que, de todas maneras, es dificil
contener, al comienzo, una parte general, sistemáticamente pensar en cómo podría ser clara en una norma, a merios que se
anterior al tratamiento de sus contenidos, en la que se haga la formulase con sentido total o parcialmente negativo ("é-ite
referencia a los sujetos del contrato, al consentimiento para principio no alcanza a"), cosa que no suele hacerse y que segu-
formarlo,, a su forma y prueba, y a. su objeto. En la medida en ramente plantearía un problema técnico distinto, porque se
estaría frente a una norma laboral concebida al revés de la
dirección general —protectoria— del sistema.
Mario de la Cueva, Derecho Mexicano del Trabajo, México, 1943, t. . Desde ya que lo contrario, o sea que la jurisprudencia haya
1, p. 32. ;dejado de aplicar un principio, por no estar éste concretamente
46 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO CARACTERÍSTICAS GENERALES DEL DERECHO DEL TRABAJO 47

tratado en un texto de derecho positivo, tampoco es algo que se .73 sobre prohibición de pedir opiniones políticas, o art. 77 sobre
pueda afirmar o demostrar. el deber de protección de la vida del trabajador).
La cuestión de las fuentes/ interfiere en un tema jurí- Luego, el llamado derecho individual del trabajo se
dico general no del todo acordado (fuentes normativas, fuentes ocupa de una serie de temas cuya separación responde antes a
de las obligaciones), y así es que su tratamiento sufre críticas su importancia práctica que a la posibilidad de ser distinguidos
en nuestra legislación o en otras similares 2 . La L.C.T., en su lógicamente de las instituciones principales o de los deberes
art. 1, enumera fuentes que asigna no al derecho del trabajo genéricos, como, por ej., las "modalidades" (Título III de la
sino^ al contrato de trabajo, posición comúnmente elogiada, L.C.T.), que no son sino especificaciones sobre la estabilidad, en
pero 'cuyo alcalice práctico sería cosa de ver. Esta enumeración el caso de contratos por tiempo determinado 3; las vacaciones,
cumple con un propósito más bien docente, porque aparte de licencias y feriados, que contienen tanto la cuestión de la remu-
ello sólo sería necesaria para habilitar a los usos y costumbres • neración como, sobre todo, la del tiempo de trabajo y descanso
como fuente del derecho especial, cosa requerida por la posi- (Títulos V y VI de la L.C.T.); la regulación de las suspensiones
ción que, en este aspecto, tiene el derecho nacional en general, por razones disciplinarias y económicas (parte del Título X de la
que no acepta las normas de costumbre a falta de un reconoci- ley), ya regladas genéricamente en los arte. 67 y 68 de la L.C.T.,
miento legal específico. y que constituyen cuestiones íntimamente ligadas a la estabili-
O bien para habilitar como normas "oficiales" a los produc- dad y a la remuneración; y la obligación de pagar la remunera-
tos de negociaciones colectivas, las que, a falta de un reconoci- ción del trabajador enfermo durante ciertos períodos, cuestión
miento expreáo; tendrían un funcionamiento más dudoso o con- que actualmente se considera preferiblemente incluida en la
flictivo o, en fin, para disponer la prevalencia de las normas más seguridad social.
favorables del contrato individual sobre las del convenio colec-
tivo y las de éste sobre las de la legislación estatal, aunque de 11. La otra gran rama del derecho del trabajo es el llamado
ambas cosas, o sea, tanto del reconocimiento genérico como de derecho colectivo del trabajo, que se ocupa de las asociaciones
la relación con las normas de las demás fuentes, ya se ocupan, profesionales, de las convenciones colectivas y de los conflictos
por separado y sin tanta aspiración sistemática, las normas colectivos, tema éste que, a su vez, comprende los medios de
sobre convenios colectivos; en la Argentina, la ley 14.250, desde conciliación y. arbitraje y las medidas de fuerza (la huelga y el
lock out). En nuestro país, estos temas son materia de leyes
1954.
separadas, con una relativa coherencia y, en algunos aspectos,
Una vez tratados los aspectos generales y los presu- bastante poca estabilidad.
puestos de validez de todo contrato, antes de entrar a los conte- El derecho colectivo del trabajo, como se dijo, no dispone
nidos específicos ya enumerados (que son los que hacen necesa- directamente sobre las relaciones entre trabajadores y empleas
rio un derecho especial), la L.C.T. se ocupa también de los dores, sino que rige los mecanismos para que éstos, colectiva-
contenidos genéricos de estos contratos, bajo el título de "dere- mente, subsanen sus diferencias y establezcan las normas que
chos y deberes de las partes", coincidiendo en gran medida con darán contenido a su relación; es por ello que alguna vez se
lo ya establecido por las normas del derecho civil (por ej., sobre
el deber de buena fe de los contratantes o sobre las facultades de
dirigir y organizar que contienen el derecho de propiedad Y la a El Título lE de la L.C.T. incluye también como Capítulo V^ la
titularidad de un contrato de obras o servicios), aunque a veces regulación del contrato de trabajo de grupo, que clificilmente respete la
acotadas o adaptadas especialmente a esta materia (por ej., art. unidad temática de los otros capítulos de ese Título, porque no se refiere a
una modalidad temporal del contrato, sino a una que excepciona al principio
según el cual el trabajador debe ser una persona individual (art. 25 dela ley),
Ver la crítica de Alonso Olea, Introducción al Derecho del Trabajo,
2 con lo cual su ubicación sería preferible en el capítulo sobre los sujetos del
p. al derecho español que, en este aspecto, es fuente muy próxima de
296, contrato. Esta misma cuestión también aparece en la ley, en el capítulo sobre
nuestra L.C.T. formación del contrato, en el art. 47. •
48 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRADAJC
CARAGTERIST1CAS GENERALES pa DERECHO DEL TRABMO 49

afirmó que se trata de un derecho sólo instrumental. Sin embar- En tiempos relativamente recientes, en el derecho del
gó, esta observación no tiene, en realidad, Más contenido que el trabajo han aparecido normas dedicadas al tema del desempleo,.
de una curiosidad, porque —como también ha señalado alguna o por lo menos a la situación de los desempleados, con una
doctrina extranjera 4 — a partir de que fue en sus comienzos una
extensión y organicidad tales que, si esto se va a considerar
legislación precaria y accesoria, el derecho colectivo tiende, por como una parte del derecho del trabajo y no como una del de la
lo menos en los países más desarrollados, a ocupar un espacio seguridad social, que es lo que preferiblemente son, constituyen
creciente de la realidad laboral, y por lo tanto una dedicación un capítulo separado.
proporcional por parte de los estudios especializados, hasta el Estos temas fueron tomados, más o menos orgánicamente,
punto de que, a veces, su tratamiento supera en extensión al del en la Argentina, por la ley 24.013, de 1991 (llamada Ley de
derecho individual, Empleo), en la cual, entre otras, aparecieron normas sobre un
- 62. Como capítulos especiales, el derecho del trabajo com- seguro de desempleo y sobre contratos diseñados para la promo-
prende los llamados estatutos particulares, que son cuerpos ción de la contratación laboral, esto último sobre la base de
normativos dispuestos para regnlar especialmente alguna pro- disminuir las exigencias legales para algunos contratos en espe-
fesión o actividad (viajantes de comercio, personal de la cons- cial 5. Estos contratos especiales fueron finalmente derogados
trucción, rurales, domésticos, etc.). por la ley 25.103 en octubre de 1998.
El considerable número de estos estatutos particulares (se
pueden contar cerca de 20 según el criterio:con que se lo haga), b) Desarrolló histórica
que cumplen la mayoría de las veces con funciones más bien
propias de las convenciones colectivas, responde en pocas oca- En principio, pareciera que las normas laborales debe-
siones a necesidades de técnica jurídica (por ej., los trabajadores rían haber aparecido en • la- historia conforme al orden de la
a domicilio) yen muchas a lanapacidad de presión que un grupo urgencia del tema al que procurasen dar protección. Así, en
determinado pudo tener en . un Momento sobre el legislador, líneas generales, da la impresión de que el tema más apremian-
dado lo cual le resultó preferible estatuir sus derechos por una teca el del•salario, luego el de la extensión del tiempo de trabajo
ley pública antes que por una convención colectiva, ya que en y de la regulación de los descansos obligatorios, y por último,
nuestro país, como ya se señaló repetidamente, las normas sólo después de asegurados los anteriores, el tema de la estabi-
publicas gozan de un prestigio prevalente, en todo caso mayor lidad y el de las condiciones de trabajo, aunque cori ese orden,
que las de convención colectiva, prestigio no del todo explicable, porque no se advierte que, ni aun hoy, los trabajadores, salvo
pero que posiblemente pueda fundarse, al menos parcialmente, casos muy extremos, -den preferencia. al mejoramiento de las
exila menor estabilidad que, de hecho, debería ser característica condiciones de trabajo por encima de la estabilidad en el em-
dejas normas convencionales. pleo. • •
63. Un capítulo especial inevitablemente se refiere a los Esta secuencia, que más que histórica es lógica y 4ue
accidentes y enfermedades profesionales, tema que parece re- sólo en grandes líneas serviría como directiva general, de todos
sistir a• cualquier intento de ubicarlo sistemáticamente en el modos requiere algunas aclaraciones. Primero, porque lo más
derecho del trabajo y al que de modo creciente —y con una razón acuciante en materia de salarios debe haber sido, en su momen-
despareja— se le adjudica una preferible ubicación en la segu-._ to, -su escasez, cuestión en la que la legislación pública nb—es
ridad social, En la Argentina, desde 1915, el tema está regulado mucho lo que• puede hacer directamente si con sinceridad se
por una ley especial, actualmente la 24.557, de "riesgos del propone dar normas eficientes; segundo, porque la jornada real
trabajo". de trabajo no suele disminuir. por acotamientos legales, que en

4 Miguel Rodríguez-Piñero y Luis E. de la Villa,' en la presentación del


5 Los contratos promovidos fueron .eliminados en 1998 por la ley
Compendio... de Hueck y Nipperdey cit., p. 7. 21.013.
4 - Ramírez Bosco.
50 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO CARAC1'ERISTICAS GENERALES DEL DERECHO DEL TRABAJO • 51

la realidad sólo operan como un medio indirecto de subir el salarios y, más que nada, con la ,9688, sobre accidentes de
salario, ya que se sigue trabajando tanto como antes de las trabájo 8 .
normas que reducen la jornada, pero con más horas pagas a En materia de higiene y seguridad, a veces se mencionan
salarios recargados, por tratarse de horas que exceden el máxi- como antecedentes las leyes 11.127 de 1921, que prohibió la
mo legal normal. Finalmente, pero sobre todo, por el tema de los utilización de algunos tipos de fósforos, y 11.388 de 1926, que
accidentes de trabajo; que sale de orden no sólo por su natura- prohibió el trabajo nocturno en panaderías, pero creo que esto
leza asistemática (derivada de una muy poco convencida ubica- no puede ser parte de una consideración objetiva. La legislación
ción dentro del derecho del trabajo), sino porque, en los hechos, en esta materia, que en nuestro país llegó a ser tan extensa y
los accidentes se presentan como algo urgente y aun con una detallista como suele serlo en todas partes, recién pudo tenerse
fuerte carga emocional. por existente mucho después 9.
Alonso Olea da cuenta de que en España, siguiendo un 70. Lo que verdaderamente siguió, en el ámbito del dere-
proceso parecido al de Europa en general, las primeras normas cho individual del trabajo, fueron la ley 11.278 de 1924, sobre
laborales se refirieron al trabajo de mujeres y menores (antes de protección del pago del salarie; la 11.317 de 1924, sobre muje-
fines del siglo XIX), a los tiempos de trabajo y, luego, a la res y menores 10; la 11.544.de .1929,, sobre ilirnadas de trabajo i
seguridad e higiene en el trabajo. Sólo después se trató el tema y descansos (todavía vigente); la 11.649 de 1932, que estable-
de los accidentes laborales, para seguir con la regulación de los ció el sábado inglés, y, sobretodo, la 11.729 de 1934, que regló,
salarios y la solución de los conflictos de trabajo 6. entre otros temas, las vacaciones y la estabilidad, con lo cual
el cuadro de protección quedó virtualmente completo, con muy
En la Argentina, el desarrollo progresivo de la legisla- tpaotciavsa.alteraciones posteriores de índole meramente cuanti-
ción laboral no se atuvo estrictamente al patrón señalado, ni en
cuanto al orden de los temas ni, sobre todo, respecto de la En el tema salarial, puede computarse el establecimiento
secuencia temporal que, al empezar más tarde, prácticamente de un régimen de salario mínimo .vital,por,decreto 33.302/452_
se concentró en un período relativamente breve 7. Es probable por más que en los hechos este instituto fue, como suele ocurrir,
que esto se haya debido a que la industrialización en nuestro más impresionante que eficiente.
país, o fue tardía o maduró tardíamente, de modo que cuando
llegó el momento de legislar estas cuestiones las alternativas 71. En ,1.974.só sancionó la vigente ,,,,,,,,,,,, lo cual cul-
disponibles ya estaban planteadas y probadas en otros países. minó un proceso de concentración de la. legislación laboral,
De todos modos, en líneas generales puede advertirse cierta siendo esto lo más cercano que se llegó a estar del mandato del
coincidencia.
La primera ley laboral, que se registra con el n° 4661, a Por la época —en 1913—se promulgó también la ley 9148, reglamen-
se sancionó en 1905•sobre descanso en días domingos, seguida tando las agencias de colocaciones, pero no creo que a ésta se le pueda
poco después, en 1907,por la 5291, sobre elségimen de trabajo asignar una importancia comparable a la de las otras.
La legislación sobre higiene y seguridad industriales, aparte de sus
de mujeres y menores. problemas intrínsecos, tuvo en nuestro país dificultades referidas a si era .
Sin embargo, la verdadera secuencia áe protección parece de competencia nacional o provincial. Recién en 1972 se sancionó la ley
iniciarse en 1915 con las leyes 9511, sobre límite al embargo de nacional 19.587, yen 1979 su extensísima reglamentación, por decreto 3511
79. La aplicación real de este régimen es sólo relativarlo que se podría cotejar
con la opinión de Alonso Olea, en el sentido de que es precisamente la
eficiencia de las normas sobre higiene y seguridad lo que da la pauta de la
6Manuel Alonso Olea, Introducción... cit., ps. 295 a 317. sinceridad de un ordenamiento positivo laboral. En este régimen se comple-
7 Una reseña de estos orígenes de la legislación laboral nacional puede menta con la Ley de -Riesgos del Trabajo 24.557.
encontrarse en Elementos del Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social '° En, 1934 se completó este aspecto con la ley 11.933, que se ocupó
de Julio J. Martínez Vivot, Ed. Astrea, Bs. As., 1987, ps. 11 y as. específicamente de la maternidad.
52 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO
CARACTERISTICAS GENERALES DEL DERECHO DEL TRABAJO 53
entonces art.._ inc. 11, de la C.N., según el cual el Congreso 73. En 1957, los derechos laborales, tanto individuales
Nacional debería dictar un código unificado sobre esta materia. como colectivos, recibieron una garantía constitucional específi-
En la L.C.T. se consolidó la mencionada legislación antece- ca, con la reforma de ese año que incorporó el art. 14 bis a la
dente (salvo señaladas excepciones como la subsistente ley 11.544 Constitución. Previamente, la mayor parte de estos derechos ya
sobre jornada de trabajo) así como la jurisprudencia volcada había sido garantizada por la Constitución que rigió entre 1949
sobre ella a lo largo de los años, de modo qUe, acorde con la y1955.
solidez del método, ésta fue una pieza legislatiVa con razonables
expectativas• de estabilidad. También se la pudo tener, en su
momento, por; pieza central del sistema labOral, pero no sólo con• (Naturaleza jurídica)
un alcance, teórico o académico, sino con el sentido de que, de
algún modo, predominase en principio sobre las demás normas La cuestión sobre la naturaleza jurídica del derecho del
del sistema. trabajo no debe confundirse, como ocurre con bastante frecuen-
Sin embargo, la L.C.T. no alcanzó ni la estabilidad ni la cia, con la de sus características más salientes o con la de su
preeminencia esperadas o, por lo menos, lo hizo por poco tiempo, función económico-social, o aun con la de su especialidad, planteos
debido principalmente a las fuertes variaciones de la situación a los que 'corresponde otra respuesta, muchas veces ajena a la
económica general en el mundo entero, sobrevenidas más o ; ciencia jurídica propiamente dicha. La respuesta a cuál es la
menos a partir de la época de su dictado. De hecho, desde 1991, ; naturaleza jurídica de una rama íntegra del derecho necesaria-
coexiste con la extensa y ya mencionada Ley de Empleo que mente debe consistir en si se trata de derecho público o privado,'
cuestiona francamente la posición prioritaria de la anterior. lo cual supone definir si le convienen más los principios genera-
Sobre esta cuestión se volverá al tratar el tema de las leyes y de les de una u otra de esas grandes áreas en que se divide el ,
la L.C.T. como fuentes de derecho, en el Capítulo IV. derecho, y si unaá u otras normas aplicadas analógicamente
72. El derecho colectivo se comenzó a legislar en 1945, servirán, junto con aquellos principios, para completar las in-
cuando por decreto 23.852 se estableció un régimen de asocia- evitables lagunas de la materia por cuya naturaleza se inquiere.
ciones profesionales ", tema que actualmente se rige por la ley De modo tal que la dificultad relativa a la naturaleza
23.551 de 1988 y que, de hecho, ha sido desde entonces la parte jurídica del derecho, una vez planteada debidamente, resulta en
Central del sistema de derecho colectivo, en la medida en que realidad externa a éste, ya que más bien retoma la antiquísima
creó o fomentó una estructura sindical caracterizada por gran- polémica —nunca resuelta de una manera que goce de acepta-
des organizaciones sindicales, únicas por actividad, que inevita- ción generalizada— sobre con qué criterio se pueden diferenciar
blemente subordinó a su conformación la de las negociaciones el derecho público y el privado. Sin duda que esta delimitación
colectivas. tiende en alguna medida, o en ciertos planos de superposición,
Dichas negociaciones colectivas fueron legisladas desde que, ; a ser más ardua que útil, no sólo porque conceptualmente las
en 1953, se dictó la ley 14.250 sobre convenciones colectivas, ideas jurídicas fundamentales son siempre más ;o menos las
todavía vigente en lo esencial, aunque modificada en 1988 por mismas, sino porque, por razones históricas, los cuerpos legisla-
la ley 23.545, y en el 2000 por la 25.250. En 1958 se sancionó la tivos de derecho privado —al menos los de raíz . latina— suelen
ley 14.786, sobre conciliación obligatoria de conflictos colectivos. contener•normas de derecho público, cualquiera sea el criterio
De 1966 hasta el 2000 rigió la .ley 16.936, cine establecía el , que se use para su categorización.
arbitraje obligatorio, aplicable prácticamente a discreción de la Sin embargo, en la medida en que los principios del derecho
autoridad laboral. público o del derecho privado, que son bastante diferenciables
: entre sí, puedan aportar a la integración del derecho del trabajo
" Hubo un antecedente, el decreto 2669/43, pero nunca alcanzó aplica. i dentro de un sistema más amplio, más elaborado y por tanto
ción práctica. ! más autosuficiente, la dilucidación de su naturaleza jurídica

' 54 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL >TRABAJO CARACTERISTICAS GENERALES DEL DERECHO DEL TRABAJO . 55

siempre tendrá utilidad, no sólo como pauta del razonamiento ción, queda librado a sus propios principios, condeptos y nor-
que se siga al aplicar la ley, sino también desde un punto de mas, sin posibilidad de integrar las lagunas normativas o cien-
vista quizá más importante, como lo es el de fijar un límite tíficas en cuanto aquéllos resulten insuficientes. De modo que,
conceptual Para el legislador, que de algún modo acote su posi- en la práctica,.este punto de vista se concreta en la propuesta de
bilidad de dictar bajo el título del derecho del trabajo, o inclui- resolver cada vez, y sobre la marcha, la naturaleza jurídica de
das en sus conceptos normativos, disposiciones que en realidad 1c) norma qué se esté aplicando o proyectando.
po di bada tienen que ver con sus principios lógicos generales.
tinpr 0$, _._ El punto de vista d eCile
78. h TirM•irbligo3 en cambio, tiene
6. En los hechos hay una importante cantidad de datos- considerable fuerza argumentad, en tanto presenta una de
V/ S7-4 I que indican la naturaleza privada del derecho del txabajdben las alternativas puras, posiblemente la más tradicional desde el
primer lugar, el contrato de trabajo, alrededor del cual se arma derecho romano para la defiriición del 'derecho público; es, como
toda la materia de estudio, es sin discusión un contrato entre se sabe, la alternativa opuesta a) criterio subjetivo que hace
sujetos privados (el trabajador en todo caso y el empleador coincidir lo Público con lo estatal.
prácticamente también, aun cuando sea un ente estatal que Sin embargo, este criterio del interés público es excesiva-
asume la "figura privada") y el mismo contrato es, igualmente mente ambiguo, desde que interés público o comunitario existe
sin discusión, un tipo evolucionado a pártir de otros contratos de sobre muchas cosas y relaciones netamente privadas, hasta el
derecho común —más que nada la locación de servicios— de los punto de cine, en definitiva, el solo hecho de que se dicte una
que se diferenció específicamente en atención a un dato como la norma, aunque sea como derecho supletorio de la falta de acuer-
relación de dependencia, que en nada altera la naturaleza jurí- do privado, está demostrado que el legislador entendió que el
dica privada de la cuestión'. tema era de suficiente interés (público) como para dedicarle su
Aparte de esto, el derecho laboral, hasta tanto la reforma actividad. En definitiva, parece una pauta más clara y segura la
del art. 67, inc. 11, de la Constitución Nacional lo hizo objeto de de considerar privado al derecho que regula y limita la actividad
un código especial, se dictó como parte de los códigos de derecho .• de los particulares, y público al que hace lo mismo con la
privado, y hasta que no se crearon los tribunales especiales, actividad estatal 12.
fueron los ordinarios locales los encargados de aplicarlo. En
otros países de tradición jurídica similar a la nuestra, por ej., en
Italia, se da el caso de que el derecho del trabajo, en gran parte,
Z 79. En cuanto a0a mireratividad como regleDque señalaría
rácter público o próximo al público del derecho del trabajo,
también es una idea que goza de importante apoyo doctrinal.
está todavía contenido en el Código Civil. Por fin, de acuerdo con Tanto es así que hasta se.formula como planteo jurídico
el art.- 1 de la L.C.T., entre las fuentes del derecho del trabajo se general que frente a la imposibilidad de distinguir netamente
c3
considera la voluntad de las partes, lo cual es absolutamente
* 6 al derecho público. .
.
con los criterios tradicionales el derecho público del privado,
debe abandonárselos y tomar como regla de diferenciación el
77. Pese a esto, existe una fuerte corriente doctrinal según carácter imperativo o no de las normas; las de coordinación o
la cual el derecho laboral no sería derecho público, por lo menos producto de la autonomía privada constituirían el derecho pri- .
en arte, sino un (t tercer géneroldistinto de los dos conocidos. vado, mientras-que las de subordinación o el derecho heternomn
Esta posición pone el acento en el interés público, que casi darían contenido al público
siempre está comprometido en las normas laborales y en la . 0al-0'64 Esta postura, según aparece a simple vista, difícilmente
imperatividad de la mayoría de ellas, al contrario de las civiles aporte a la solución concreta de la cuestión que aquí se trata,
o comerciales, que suelen ser supletorias de la voluntad de las
partes. El recurso de la definición como un "tercer género", que " Bagar Bodenheimer, Teoría del Derecho, versión en castellano del
no es original de esta materia especial, no tiene valor analítico Fondo de Cultura Económica, México, 1964, p. 26.
alguno, porque no es otra cosa .que una forma de dejar la " Werner Goldschmidt, Introducción al Derecho, Ed. Depalma, Bs. As.,
pregunta sin respuesta, ya que 'un "tercer género", por defini- ps.•302 a 304, en especial punto 346. •
56 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO CARACTERISTICAS GENERALES DEL, DERECHO DEL TRABAJO 57

por,e1 hecho evidente de que en el derecho considerado, sin presunción de legitimidad a favor dé los actos estatales, la
discusión,, privado, existe gran número y a veces hasta una 'limitación de la actividad pública por normas prestablecidas y
mayoría de normas imperativasi(por ej., en el derecho de fami- la posibilidad de que en las relaciónes jurídicas públicas aparez-
lia), aparte de que la mayor o menor proporción de normas can cláusulas exorbitantes "—Oca o ninguna aplicación tienen
imperativas y los temas de que se ocupan varían continuamen- en el derecho del trabajo.)Únicamente podría encontrarse algu-
te, en función de la mayor o menor observancia por el público de na analogía en el derecho colectivo, en ciertos aspectos de las
las condiciones de organización social y, también, según la relaciones entre las asociaciones profesionales y sus afiliados,
tradición legislativa de cada país, ya que, como es conocido, en pero ello sólo por lo que tienen en común las profesionales, como
los países de raíz anglosajona el derecho imperativo es menos todas las asociaciones, con el Estado, que es el hecho de ser
frecuente que en los de origen latino. El carácter imperativo de todas organizaciones- jurídicas, entre las cuales la estatal se
una norma más•bien puede referirse a la idea de orden público, diferencia probablemente sólo por su mayor complejidad o, so-
que no tiene por qué coincidir con la de derecho' público. bre todo,: por ser la única que históricamente se da como nece-
80. Al fin, lo que conviene hacer es un relevamiento sinté- saria.
tico Zlé las ideas generales del derecho público 'y del privado,
para analizar en concreto cómo se compatibilizan con las nor- 3 Autonomía y fronteras del derecho del trabajo.
mas y los conceptos del derecho del trabajo.
En este sentido, es claro queja idea de que las sanciones 32. La cuestión .de. la autonomía del derecho del trabajo
jurídicas deben corresponder a una acción no sólo voluntaria e también conlleva la posibilidad de convertirse en un discurso
ilícita • Sino también dañosa, la 'relativa a la igualdad de las sin utilidad. Puede ser que en el, pasado' haya encubierto la
partes y, aun, la deja autonomía de la voluntad, que son básicas dialéctica sustancial-entre el apoyo o la oposición a una rama
en el derecho de las obligaciones y de los contratos, todas estas, 1.61 ordenamiento jurídico que protegiese diferenciadamente a
digo, están en el eaquema general del derecho del trabajo, los trabajadores; pero al presente esa ya no es una presenta,
aunque de un Modo contradictorio, precisamente porque éste se ción aceptable para la polémica, que, en esencia y como tal,
dedica a reformarlas a través, sobre todo, del sistema de tarifas subsiste.
y presunciones.
Con todo, se reconoce entre los• propósitos 'esenciales del 83. 'Si la consideración es puramente académica, sin más
derecho laboral el de reponer a las partes contractuales en una propósito que el de ordenar 'el' pensamiento, es claro que el
situacjón de,igualdad.reál, lo que naturalmente significa gene- .derecho del trabajo regulá una parte considerable de las rela-
.. -condiciones Para. que este tipo de relación jurídica funcio,— ciones. jurídicas, lo hace siguiendo. principios niási 'o menos
. propios, se. concreta' en una legislación:separada (que según'
ne.corno las de derecho privado. •
nuestra Constitución debe ser un Código), tiene fuentes. que
81. Por lo demás, también es •característico del derecho - siSlo existen en esta materia (convenios colectivos) ye enseña
privado usar.sólo las sanciones indemnizatorias o, cuanto más, Usualmente como materia separada, aunque como una unidad
la de nulidad, cuando a ésta se la considera una sanción. Es muy con el derecho de la seguridad social, que cada vez tiene menos
dificil encontrar en el derecho privado sanciones que se diferen- --
cien del medio necesario, para reparar el resultado dañoso (como Sobre la- base de estos datos, no resulta discutible su auto-
lo hacen las penas criminales); lo mismo ocurre en el derecho nomía, por más que, como parece ser inevitable, esa autonomía
laboral, salvo en el derecho que rige la policía de la aplicación de lleve también a afirmar la dependencia 'de un ordenamiento y
las normas de trabajo. .
En cambio, los principios básicos del derecho público —si
entre ellos se incluye la superioridad del Estado frente a los " Rodolfo Carlos Barra, Principios de Derecho Administrativo, Ed.
administrados, la igualdad de éstos frente pero no con aquél, la Ábaco, Bs. AS., 1980, sobre todo Cap. V.
,
PARA UNA INTRODUCCIÓN Al DERECHO DEL TRABAJO CARACTER1STICAS GENERALES DEL.DERECHO DEL TRABAJO
58

sistema mayor, lo que es lógico en la medida en que, como se vio, trabajo, se refiere al criterio general con que se debe aplicar: las
participa de la naturaleza jurídica del derecho privado. normas de un derecho especial qne, sin emb.argo, se mantiene
en el sistema de otro más general o "común", son normas contra
14. El derecho del trabajo se ubica entre dos disciplinas
tenorem rationent y, por lo tanto, deberían ser aplicadas restric-
con las que comparte normas, definiciones y hasta sectores de tivamente, y no desarrolladas en la aplicación.
realidad a regular: el derechoprivado (ciVil Y comercial) y el de No obgtante, por su propósito protectorio o de mayor bene-
la seguridad social, sobre todo con este último, con el cual, si ficio, a veces cuesta aceptar esta restricción e incluso existe una
ffén ya- existe una distinción conceptual suficientemente ela-. fuerte tendencia a su aplicación con una analogía francamente
borada, todavía se dan una cierta confusión legislativa y un extensiva, como, sobre todo, la que ha incorporado al ámbito de
cierto desorden en cuanto a la separación de los temas de uno protección del derecho del trabajo a sujetos que trabajan en
y otro. condiciones que poco o nada tienen que ver con las que origina-
Del derecho privado, el laboral heredó en especial la nor- riamente hicieron necesaria esta protección especial y que en
mativa sobre la locación de servicios, la de obra y algo del muchos casos no son para nada hiposuficientes.
contrato di mandato; también, como se dijo, algunos principios Sobre este tema, Borrajo Dacruz intenta explicar que, si
o ideas que, aunque reformados, aún mantiene. Pero al centrar bien es especial frente al común, el derecho del trabajo básico o
su perspectiva sobre las situaciones en que la prestación de
general actúa conao—der-echo común con lación a las leyes -
servicios por cuenta ajena se realiza, además, en relación de laboralei eéneeiales (que lo más común es que sean las qué •
dependencia, determinó con nitidez su nota distintiva. El dato rigen 'actividades u oficios en particular), y que, por lo tanto,
específicamente diferenciadnque toma el derecho del trabájYa dentro de este ámbito debe tener una_aplicación extensiva 15.
ignoran el derecho civil y el' eomercial es la relación dé depen- Esto es cierto en líneas generales, aunque puede no serlo RIel
dencia a partir de la cual se plantea la necesidad "de una todo si la legislación en concreto dice Id contrario, como en el
norinativa específica (especialmente pr:otectoria) que natural- caso del art. 2 de nuestra L.C.T. 16. Pero, de todos modos, ésta no
mente tiende a generar y a ser regida por los principios propios es una reaPtiestri a la problemática global planteada: en reali-
que, como vimos, permiten afirmar su autonomía. dad, el derecho del trabajo está concebido para atender a una
De la seguridad social, en cambio, el derecho del tra- situación especial (de hiposuficiencia) y por ello sólo puede ser
bajo se distingue porque es ésta la que determina notas espe- útilmente aplicado dentro de este límite, fuera del cual lo más
cíficamente diferenciadas. La seguridad social no sólo se ocupa probable es que dé lugar a alguna disfunción del tipo de la que
del hombre desde un punto de vista que en algún sentido es se asume al concebir o querer tratar. como "huelgas" los ceses
'menos limitado (no toma sólo al hombre trabajador sino tam- concertados de actividad de trabajadores autónomos, profesio-
bién ál desocupado, al jubilado, al fallecido, al enfermo, etc.), nales o, aun, empresarios. En este sentido, parece que la recol.._
sino que mientras el derecho del trabajo, por conservarse en la mendación general válida sería la de procurar misla normas
esfera del derecho Privado, reconoce exclusivamente títulos laborales se apliquen restringidas al ámbito de la situación que
jurídicos de algún modo referibles a una acción ajena, el de la .-deben atender.
eeguridad social se ocupa de las necesidades como tales, con
prescindencia de que sean imputables o no a un tercero. Como
título suficiente para la seguridad social basta la necesidad (de
prestaciones para cubrir carencias determinadas), con lo cual
este derecho no puede sino exceder los límites del derecho 16 Efrén Borrajo Dacruz, Introducción
a/ Derecho español del Trabajo,
privado. Ed. Ternos, Madrid, 1968, ps. 49 y 50.
Una perspectiva especial, desde la que puede conside- '6 Sobre la aplicación de las leyes laborales generales en el ámbito de
los estatutos particulares o aun desbordando sobre el derecho civil, ver en
rarse con utilidad esta cuestión de la autonomía del derecho del esta misma obra el Capítulo IV, 5, 'Las leyes".
60 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO CARACTERÍSTICAS GENERALES DEL DERECHO DEL TRABAJO 61

4. El orden público laboral. reforzada (no previsto, por lo demás, en nuestro sistema legis-
lativo) apeló a la "declaración" de orden público, como si, relacio-
87. Al orden público laboral, como cuestión relacionada nada al orden público, ludiese eltar cualquier materia con la
jj con la ciencia jurídica, se lo puede ver de dos mañeras: como una única condición de que el legislador así lo dispongéPs.
situación social de hecho, en la cual el público se mantiene Por otra parte, puesta la idea del orden público en ese
espontáneamente en orden, sin apelar a la fuerza, situación que estado, que es el más conocido, sucede que si no es —como creo
el ordenaiiiiento jurídico positivo puede —y debería— ayudar a que es— por lo menos tiende a ser una idea autoritaria, con una
crear y a sostener; o cómo el . carácter imperativo que pueden antigua presentación del autoritarismo, consistente en postular
tener algunas normas (esto es, no sólo supletorio déla voluntad ideas cuyo contenido no es definible en concreto, con lo cual
privada que no se exprese), sin mucho agregado conceptual, por queda librado a la opinión, opinión que, naturalmente. será la
más que al añadir "orden público" se evoca de alguna manera el " qiie imponga como predominante quien, en cada momento, ten-
fundamento que habría para que:esas normas fueran imperati- ga -el poder suficiente para hacer valer la propia como si fuera
vas, aunque normalmente no sé lo exprese ni salo explique así. verdadera ".
.88. En realidad, la segunda presentación .del tema es la 90. Así es que, de un modo u otro, el concepto de orden
,más común, casi 'diría que la única, de modo que el orden público público se volvió algo ambiguo y casi sin precisión posible, y por
'se limitaría a ser. una característica de ciertas normas o una lo tanto sin rendimiento científico.
consecuencia. La primera forma de ver las cosas; que en rigor es
la única que puede tener algún rendimiento analíticó, es muy
difícil de encontrar en la literatura jurídica. , '8 Quiero decir que, por ej., la ley 23.928, llamada de "convertibilidad",
por la cual se ejerció la facultad estatal de fijar el valor de la moneda y se
Puede ser que este estado de las ideas se :haya visto facili- procuró devolverle a éste Su función en una sociedad organizada, dijo ser de
tado por el hecho de que el Código Civil suele mencionar al «orden público", procurando lograr su indisponibilidad por un medio que no
orden público sin decir de qué se trata, para disponer, por ej., necesitaba, pero declarando para ello algo nada insensato, como es que una
que no puede haber convenciones particulares . válidas contra correcta adniinistración rie la moneda es imprescindible para que se man-
leyes en cuya observancia haya interés público o del orden tenga el orden social espontáneo. Pero también la ley 14.786, sobre la
público. O bien que, como decía el derogado art. 5 de dicho relación de trabajo de los viajantes de comercio, se autodeclaró de orden
público, procurando también así la indisponibilidad de sus normas por un
Código, "no hay derechos irrevocablemente adquiridos contra Medio innecesario,•pero declararidoimplícitamente, a la vez, para ello, cosas
una ley de orden público", cosa que nunca fue cierta, pero que tan dudosas como que la falta de observancia del temario de las zonas de los
parecía abrir para este concepto de orden público un espectró de viajantes o del pago' de sus comisiones indirectas tiene un•carácter social-
posibilidades con escasos límites ". mente tan disolvente come para poner en cuestión el orden público espon-.
89. De bielas maneras, es posible que el carácter genérico táneo.
" Prefiero dejar expuesto,que comprendo cuánto lo que expongo en el
de algunas normas del derecho común justifique;que ellas men- texto se aparta de la postura general de la doctrina.. También que hay
cionen. al orden público. Pero no ocurre lo mismo con toda la autores, cuya jerarquía y honestidad intelectual no resulta cómodo tener que
legislación posterior, que para logra: un efecto de vigencia destacar, qua, más que defender, aceptan naturalmente esta categoría
conceptual del. orden público: Creo que, en lo esencial, confunden esa idet
con•la vieja del bien público o común, que de por sí no era un concepto de
" Al derogarse ese art. 5 del Código Civil en 1967, en el art. 3 se dispuso nianejo fácil, ni privado de posibilidades autoritarias.
que las leyes sólo pueden volver sobre el pasado si así lo disponen, sean 'o . De todos modos, corno exposiciones claras de esta postura puede verse
no de orden público, ya condición de que no afecten derechos adquiridos con cló Jorge Rodríguez Mancini, La negociación colectiva, Ed. Astrea, Bs. As.,
amparo' constitucional. De todas maneras, la situación' de la legislación 1990, Cap. II; de Rafael Caldera,Derecho del Trabajo, Ed. ElAteneo, Bs. As.,
común en la Argentina no parece sustancialmente distinta de la de muchos 1960, p. 180, y últimamente, de Mario E. Zuretti, Fundamentos, en Curso
otros países; sobre todo de aquellos cuya legislación sirvió de fuente a la d,e Derecho del Trabajo y, de la Seguridad Social, dirigido por Jorge
nuestra. Rodríguez Mancini,,Ed. Astrea, Bs. As., 1993, ps. 88 y ss.
62 Bana UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO CARACTERÍSTICAS GENERALES DEL DERECHO DEL TRABAJO 63

En ese estado la cuestión pasó del derecho común al del res dependientes, que forman muchas veces una proporción
trabajo, con lo cual se ha hecho una tarea ardua concretar lo que importante de la población, tuviesen del orden vigente la opi-
pueda ser el orden público laboral. nión que correspondería a la faltá de goce efectivo de los dere-
De todas maneras —por más que sin resolverse teórica- chos que, como mínimo, garantizan las leyes del trabajo. Ello,
mente—, la cuestión se simplifica en la medida en que resulta sin considerar, en este lugar, la prudencia del punto en que las
bastante evidente que el derecho del trabajo, o por lo menos su leyes hayan fijado ese mínimo, lo que se refiere precisamente a
base común a todo trabajador, ,compromete en su totalidad al una cuestión de, prudencia política y no de ciencia jurídica.
orden público. Precisamente, si no fuera porque se piensa que es Siendo así, es claro que lp_que_compromete al orden público
difícil mantener el orden público, a falta de una protección (laboral) es que los trabajadores se vean priva-dos de sus dere-
especial, no habría derecho del trabajo, sino la regla general de choé rñq que.disfruten de otros superiores. Esa es la explicación
la autonomía privada. de su "relatividad".
Lo que se discute, entonces, es cómo funciona esta catego-
ría del orden público con relación al derecho del trabajo, tanto 92. En cuanto a los lírnites_del orden, público_laboral, en
que parece que el tema ni existiría si no fuese por la particula- general se acepta que debe quedar sometido al orden público en
ridad, en este ámbito, de que su relación con el orden público no general y a veces, también, a lo que se llama "orden público_ ,
hace a las normas laborales indisponibles absolutamente, sino económico".
sólo en cuanto su disposición por la autonomía privada perjudi- Sin embargo, lo cierto es que pu, j.lay. moe. que un orden
que al trabajador 2° público, porque sólo hay unas condiciones vigentes de equilibrio-
social para cada comunidad en cada momento, y de estas condi-
91. De modo que el orden público laboral 'hace de aplica- ciones tanto lo "laboral" como lo "económico" son partes diferen-
ción necesaria a las normas públicas, pero sólo en cuanto no ciadas Sólo intelectualmente, con propósitos analíticos.
sean superadas por otras de convenio colectivo, y a éstas, a su Lo que ocurre es que, con bastante frecuencia, se invoca el
vez, en tanto no sean mejoradas por convenios privados. A este orden público general o el económico (este último como el que da
mecanismo que sólo establece la obligatoriedad en un sentido prioridad a las condiciones de un funcionamiento eficaz de la
(como mínimos no derogables pero sí superables) se lo suele economía) para poner limites o términos a las normas laborales,
llamar sr. en pu. ico re ativo afirmándose que la relatividad es pero sin explicar de' qué modo se hace la relación.
una característica del orden público laboral. Esta invocación a• un orden .público todavía superior al
En realidad, esta observación sobre la relatividad del orden laboral reproduce, agravada, la problemática general que se da
público laboral no es errónea; pero más explicativo es señalar respecto del concepto de orden público: el orden público econó-
que el orden público (en general) sólo se relaciona con lo laboral mico ha sido, frecuentemente, un instrumento de uso autorita- ,
(y se convierte en "orden público laboral") en el único sentido rio,, porque, sin explicar 'Cómo ni de qué se trata, es invocado
que da contenido útil a este concepto tan equívoco, o sea, en para poner límite a derechos particulares, en función de la
cuanto las normas laborales tienden a mantener el orden social opinióii que, sobre la cuestión, tenga quien en ese momento
establecido, que sería muy dificil de conservar si los trabajado- pueda imponerla como un valor absoluto.
20
93. Al fin, no es que teóricamente la protección laboral no
Ludovico Barassi, que puede considerarse, cronológicamente, un tenga un límite, por más que,•como se vio en el Capítulo I, éste
autor casi fundacional, ubicaba el tema con precisión técnica bajo el titulo
de "Leyes categóricas y dispositivas", y se debía plantear el tema novedoso no sea fácil de determinar. Pero, en último caso, en materia
de si las normas categóricas igual podrían ser derogadas en beneficio del jurídica y en vista de la necesidad de solucionar cuestiones
trabajador. Ver Tratado de Derecho del Trabajo, Ed. Alfa, Bs. As., 1953, p. concretas, los límites a las normas laborales deben buscarse_en
110. El texto originario es de 1949 y, a su vez, es una modificación —para la Constitución Nacional, donde seguramente está lo queel \---
dar cuenta de la desaparición del corporativismo— de textos que el autor ordenamiento jurídico considera, con o sin acierto, relativo al
escribió desde inicios del siglo.
orden público.
64 PARA UNA INTRODUCCIÓN Ah DERECHO DEL TRABAJO CARACTIIRISTICAS GENERALES DEL DERECHO DEL TRABAJO 65

94. La cuestión con más alcance práctico, con respecto a excepción de los supuestos en que lo que quede anticonstitucio-•
este tema del orden público laboral, posiblemente consista en nalmente limitado sea la competencia misma del tribunal inter-
dilucidar hasta qué punto las declaraciones o autodeclaraciones viniente. •
legislativas de ser una norma de orden público pueden o no ser 96. Sobre este punto —que sea posible o no la revisión de
revisadas por los jueces.
oficio de una declaración legal sobre el carácter de orden público
Lo cual, en concreto, la mayor parte de las veces significa de una norina—, no existen antecedentes júrisprudenciales la-
decidir sobre la validez, ola eficacia, de un contrato individual bórales con los cuales cotejar la certeza de lo que se afirme o
o de un convenio colectivo que se opongan a una ley que se
calificó a sí misma como de orden público. piense, fuera de que• en cualquier.sentido hay muy pocos ele-
nientos de juicio, porque el citado de Vázquez Vialard es de los
Al respecto, y con carácter general, Borda sostiene que la pecas textos recientes sobre la cuestión, si no el único. Sin
declaración legislativa de orden público no es judicialmente einbargo,, de todas maneras pareciera que puede aceptarse,
revisable "puesto que la potestad del Poder Legislativo de redu- cenia regla general, lo indicado, o sea que la revisión judicial de
cir el campo de la autonomía de la voluntad en materia contrac- lá declaración de orden público procede _pero sólo a pedido di
tual, es indiscutible, salvo en cuanto puede afectar alguna ga- esto último por razones conocidas, vinculadas más qué
rantía constitucional" 21. Pero que puede ocurrir que en leyes
nada al derecho de defensa de quien se quería apoyar en una ley
complejas haya que revisar si la declaración se refiere a todas o declarada imperativa, al privilegio formal o presunción que
sólo a algunas de sus normas y "si resulta claro que los fines de
existe a favor de las declaraciones legislativas, 'y a la debida
la ley no se perjudican en lo mas mínima con la derogación relación que siempre debe existir entre los temas:discutidos en
contractual de aquellas disposiciones, si es patente que lo que se un juicio y la sentencia que le pone fin. '• y• ; - • • •
ha, querido asegurar es el carácter imperativo de otros precep-
tos, el juez no debe considerarse obligado Por la declaración de
que la ley es de orden público, y debe admitir, por consiguiente,
la validez de los contratos que deroguen esas normas, evidente-
mente supletorias".
95. Vázquez Vialard, por su lado, va más lejos y sostiene
que el parliaérde—Sizden público de una norma surge de la
materia de laque ésta se ocupa y no de lo que declare al
respecto: "....no basta la manifestación que formule la norma,
Sin.° que es facultad del juez determinar en dada caso si se da o
'no ese carácter" 22.
; Y aclara todavía este autor, aunque de paso, que el tribunal
Sólo puede revisar la declaración legislativa "en caso que se
cuestione el tema", o sea que no podría hacerlo de oficio, tal
como ocurre con la revisión de constitucionalidad de las leyes,
que por antigua e invariada jurisprudencia de la C.S.J.N. no
- puede ser encarada si no lo es a petición de parte, con la única

" Guillermo Borda, Tratado de Derecho Civil, Ect:Perrot, Bs. As., 1987,
Parte General, t. 1, ps. 72 y ss.
22 Antonio Vázquez Vialard,
Tratado de. Derecho; del Trabajó, dirigido
por ál,Sd. Azteca, Bs. As., 1982, t. 2, ps. 314 y 315...

5 - Ramírez Bosco.
CAPÍTULO III

LOS PRINCIPIOS DEL DERECHO DEL TRABAJO

1. Introducción.

El tema de los principios del• derecho del trabajo ha


llegado; por el momento, a un punto de acumulación de datos y
elementos bastante complejo y sin suficiente síntesis 1, que
obliga al trabajo suplementario de preguntarse si su análisis y
exposición sistemáticos sirven más de lo que dificultan para":,
pensar, comprender, interpretar, aplicar y enseñar el derecho?
del trabajo. O, en todo caso y por lo menos, qué tipo de exposi-
ción necesitan, y qué grado de profundización y detalle le con- •
viene a este tema, en su actual estado.
En esencia, esto de los principios es, sistemáticamente,
una parte del tema de las . fuentes del derecho del trabajo y es
posible que es-a-fildicaéióh sistemática preferible auxilie, ade-
más, a resolver o a quitarle grandilocuencia al tema 2.
Sin embargo, por el carácter de ideas fundamentales que
tienen los principios —aparte de Si- normas, cuando lo son— a
veces se separa la caestión en un capítulo especial. Para esto
concurren también razones prácticas, que en este caso han sido
determinantes, ya que si al tratamiento de las fuentes se suma


Jorge Rodríguez Maricini„Realismo y principios jurídicos end
Derecho del . Trabajo, 'D.T,";1988-13, p. 1919, dice que en la materia se
registra unttenómeno de inflación"; que refiere a la cantidad de proposicio-
nes con que se va agrandando el listado de principios. Creo que tiene razón
y sobre esto se volverá en el texto. Pero creo también que la inflación no es
sólo del listado de principios, sino de las conclusionea o consecuencias que
se derivan de los principios que se acepten como tales. •
2 Así lo ubican, por ej., Alonso Olea, Introducción al Derecho del
Trabajo cit., y Alonso García, Curso... cit.
^

68 PARA UNA
INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO Los PRINCIPIOS DEL DERECHO DEL TRABAJO 69

el de los principios, el tema así cornpuestoSerfa de-una dimen- qi.ie ya se hizo alguna referencia en el Capítulo I, como a una
sión excesiva. propuesta categórica de inadaptación.
99,.. En la doctrina, hay obras importantes que no se ocupan ; 100. Parece así que es con esta acumulación casi asistemá-
del tema de los principios como algo 'especial', lo cual es, entonces, tica que se complica un tema que, de todos modos, tenía ya una
una actitud posible. Pero no es la de los estudios más recientes 4. definición dificil dentro de su propio ámbito. 1-ley proposicion91
Entre quienes tratan el tema, una mayoría importante de qüe no 9s que no sean importantes o siquiera qué itnéin
los 'autores coincide en adjudicar el carácter de principios al 'Ciertas.; Sitia qiie ñó Son principios con cualquier alean% útil que (..ls"
protectorio, al in dubio pro operario, —.49 quien:dar-a este. elemento del pensamiento Da justiCia'abeiál
ble,al,de la condia6n . ináShenerciosaalyde la norma más favora-
al de irrenunciabilkdadi oña equidad, qla buena &Son fuentes del derecho; distiritas'dél
'también Tiñen Una aceptación bastante difundida el principio les principios, y esto es claro cuando así lo dispone el derecho'
de continuidad o conservación del contrato, ye! deigualdad, no positivo, pomo, por ej., el art. 11 de la L.C.T. L ifidemnidadller
dls.-di:a-ir-J.06no. trato igual. trabajador frente al riesgo empresario requiere tantas enfalda-
'Pero luego, a veces sin mayores explicaciones de por qué a c¡ones que en realidad es difícil aceptar que como proposición
la idea o proposición se le adjudica carácter de principio, se sintética sea útil; la Cajenidaceparece ser, mita que nada, una
'agregan los de primacía de la realidad, razonabilidad, actuación característica del con&ato de trabajo o de la relación laboral; y'
colectiva, buena fe, gratuidad dé procedimientos, o, ya de mane- laictuacién colectivo laTgratuidadjie procedimientos no pasan
a más bien 'aislada; los de inplernnidad y/o ajertidad del traba- ciéser mecanismos: el segundo, al que casi basta con mencionar,
jador respecto del riesgo empresario, de facilitación...de Inprue- g: el primero, que requiere toda la extensa explicación contenida'
ba!, o d9 equidnd.y.justicia social. Incluso hay alguna mención al en el derecho colectivo del trabajo. •
iiiincipio de "Irregrei.iyiplad" de.los.derechos laborales 6,
idea a la ; 101. Frente a tanta dificultad para definir teóricamente
cuáles son los principios del ;derecho del trabajo, se da una
3 Ver, por ejemplo,
Compendio de Derecho del Trabajo de A. Hueek y
11. Nipperdey; Derecho Mexicano i;osición

o posibilidad de tratar, bajo este título, lo que las
del Trabajo de Mario de la Cueva; __normas constitucionales establecen como garantías mínimas en
Práctico de Derecho del Trabajo de Ernesto Krotoschin Tratado
la cuestión' en sus Instituciones); Derecho del Trabajo (aunque éste trató ."--arerir— •
la .m
Litteamientos de Derecho del Trabajo a cargo de .MariodeL.Rafael Caldera, o
Deveali, aunque
; En la medida en-que el principio esencial del derecho del
éste se ocupa de los principios de la "Ciencia Laboral" que son otra cosa. trabajo —el pr:Otectorio--es tanto reconocido como tal como
4 Ver, por ej., Introducción al Derecho del Trabajo l'atado por la Constitución Nacional, este mecanismo no es
Olek, ed. 1981; Curso de Derecho del Trabajo de Manuel Alonso errado. Pero luego, en tanto la Constitución se refiere a temas
L.C.T. comentada, por Justo López, J. C. Fernández de Manuel Alonso García;
Madrid y N. Centeno; concretos y no a ideas generales que les sirvan a todos de
Tratado de Derecho del Trabajo, dirigido por A. Vázquez Vialard; fundamento, esta postura no auxilia, en realidad, para resolver•
Práctico de Derecho- del Trabajo de Tratado
J. C. Fernández Madrid; Elementos de
Derecho • del Trabajo de Julio J. Martínez Vivot; é) tema de los principios. De hecho, lo que hace es evitarlo.
Trabajo, Curso de Derecho del
dirigido por Jorge Rodríguez Mancini, con este capítulo de Mario : 101. Justo López explica que para que una remisa ue
Zuretti; o la difundida obra específica de Araérico Pla Rodríguez, Los • Ser considerada un principio debe cumplir co tres funciones
principias del Derecho del Trabajo.
8 Ver las obras citadas de M. Alonso García; Justo López, J. C. la de dar fundamento al ordenamiento jurídico especilóP r,
Fernández fc-t--> menos a grálfliatfé-digill normas; la de servir parankterpS_
111. Zuretti,Madrid, M. Alonso Olea, J. J. Martínez ViVot, A. Ple Rodríguez,
y Derecho del Trabajo de Alfredo Montoya Melgar, Ed. Tecnos, estas nermai, lo qué es un añadido o consecuencia necesaria de
Madrid, 1986. l,o anterior; y la de servir para integrar el ordenamiento posi ti-
,UUV olla yo, cuando éste tenga lagunas,rmairésta prevista en el art.
Este principio de "irregresividad" lo menciona Borrajo Dacruz en su
Introducción al Derecho Español del Trabajo, ed. 1998.
hace para explicar qué es lo que se dejó -de lado, y tal s Pero en realidad lo •
principiono aparece
en la misma obra, ed. 1988,
cuando no había -sido dejado todavía dejado. Justo López, L.C.T. contentada, por él y otros, ed. 1977, ps. 117 y ss.
••
70 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO
Los PRINCIPIOS DEL DERECHO DEL TRABAJO 71
11 de la L.C.T., cuando dice que la cuestión que "...no pueda
resolverse por aplicación de las normas.., se decidirá conforme situación serían, también, derecho positivo (y. de.máxim.a jerar:..
a los principios... generales del derecho del trabajo...". quia), en la medida en que lo es el principio protectorio, precisa-
Esta última función es, en la práctica, la•más trascendente mente por estar en la C.N.
y la menos discutible, aunque senalacVázquez Vialard, Con-bsta idea, cornnehe empezarrepor reiterar, con
con
acierto, que en la medida en que la legisiacion iaboral es más toda claricl)ad, que-Irincipio de derecho del trabajo sólo lo es,e1 u,
completa, la aplicacióndirecta de los principios se hiel mar- protectorio— Es el único que realmente fundailtettrtódó"él Idité.: -:-
restringida. De hecho, en el ya citado antecedente "Pariain" de ----
rálijienio positivo especial, cumple con las funciones de los
la C.S.J.N. a, se dijo que la mera invocación de la desigualdad del principios, no es discutido por ninguna doctrina y está específi-
trabajador no es un fundamento suficiente para una sentencia camente previsto en la Constitución. Y que, sobre los demás, no
argentina, si esto no deriva ose agrega a argumentos de derecho es sólo que no puede afirmarse que necesariamente sean prin-
positivo, y ello pese a que los principios -son derecho positivo cipios, sino que tampoco puede sostenerse categóricamente,
conforme al art. 11 de la L.C.T. ya que el protectorio (contra:ara domo cosa teórica, que sean derivados necesarios del protectorio.
de la desigualdad o inferioridad del trabajador) us_el único .Silifuesen,. tendrían, como se acaba de señalar, una cober- • •
principie indiscutible como tal (que, aparte, es de derecho posi- tura constitucionil derivada, que virtualmente nunca ha sido
tivo explícito por la C.N.)/De modo que el espacio para los afirmada por ningún tribunal l.0114.: ti): '771- ' ) - .... A,Je e -,L,:r.J .;;.,:. ;
principios corno fuente de integración, en la --
Argentina, debe Los demás principios, fuera del protectbrio, desde el 1
considerarse como un poco ambiguo, acorde con nuestra tradi-
ción de fuerte preferencia por el derecho escrito y detallado. punto de vista de su utilidad teórica, se portan como si fueran
una entre varias respuestas disponibles, para los problemas
103. De todas maneras, hay algunas razones que parecen especiales planteados en el ámbito de las relaciones de trabajo
decisivas a favor de que el tema de los principios del derecho del dependiente. Las cuestiones que se procuran resolver, por ej.,'
trabajo sea tratado con bastante extensión: una, y para la lógica con el principio de irrenunciabilidad o con los de la norma más
la principal, porque sin estos principios no podría afirmarse que ' favorable o de la condición más beneficiosa, tienen_ también
el derecho del trabajo es una rama autónoma del ordenamiento respuesta en las_normas o ideas sitie el derecho de-chca al análi-
positivo, lo cual tendría uná 'cantidad imprevisible de conse- Sis-de-la validez, eficacia y.efectos .de loe actos. humanos o a la
cuencias prácticas, entre ellas la de que nunca se sabría bien cuestión de las fuentes del derecho; probablemente, tenga ma-
cómo y cuándo aplicar con preferencia estas normas o las del
derecho común.
Otra, porque concretamente, y como ya se dijo, el ordena- 19- En el caso "Padín Capella", del 12/3/82,1a C.S.J.N. ("L.T.", XXXV-B-
miento jurídico les da a los principios él carácter, más que de 698) afirmó el cacterlinechsáHo7del principio de irrenunciabilidad y del
fuentes, de normas positivas, y no es posible pensar en una criterio de interpretación de normas más favorables al trabajador. Pero no
norma aplicable cuyo contenido se desconozca o no se conozca afirmando que estén provistos en la Constitución, sino como derivados
bien n, por lo menos, no se procure determinar. necesarios, el primero del ordenamiento positivo en general, y el segundo de
la lógica'interpretatiVa. Es positile.que así seLiáyátrado a estos princiPlos
Finalmente, porque es preciso saber si algunas, y cuáles, reconocimiento, algo así como supraconstitucional en la medida en que su
ideas propuestas como principios son derivados necesarios de la existencia es mecánica, aunque la Constitución no lo diga. Pero tamkién
protección ordenada por la C.N. ya que las que estén en esta pueden verse las cosas como que, más qiie afirmar que estos principios estén
en la Constitución Nacional, lo que parece haber querido decir la C.S.J.N.
es que es absurdo no entenderlos incorporados a la ley positiva, no siendo
8-En el Tratado...,
dirigido por él mismo, t. 2, p. 192, cita, coincidiendo esa, entonces, una interpretación siquiera posible.
con él, a Alonso García. En realidad, Vázquez Vialard refiere esta idea al En el caso "Lichieri ¿Banco Alas" ("L.L.", 12/6/89; p. 8, fallo 2449), la
principio protectorio, pero pienso que puede extenderse a cualquier otro. C.S.J.N„ el 28/11/88, también afirmó que se debe excluir toda renunda
9 Del 7/10/86, "T. y S.S.", 1987-120; "E.D.", 122-220.. tácita a derechos laborales, extrayendo esto directamente, ya contrario, de
• los principios de la legislación laboral.
72 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO Los PRINCIPIOS DEL DERECHO DEL TRABAJO 73
f;z A ,1
garantía de éxito el análisis desde estos puntos de vista, Así es que, por ejemplo, el régimen patrimonial de la fami-
porque se trata de temas Mucho más antiguos, ya conocidos, lia suele contener grados variables de normas imperativas, que
tratados y experimentados, y por lo tanto sobre los que se establecen derechos indisponibles para los interesados, que lo
conocen máá elementos de juicio y sobre los que es posible son sin importas cuánta sea la aptitud subjetiva del acto con el
prever con más certeza el resultado al que se llegará. que se quieran declinar esos derechos. Así es el caso del derecho
106. Teniendo en cuenta este panorama, los que en este del trabajo,- en el que la reglá de la disponibilidad patrimonial
Capítulo se tratarán como principios del derecho-del trabajo son se altera —en todo caso con el propósito dé proteger al -trabaja-
los 'de in•enunciabilidad, de igualdad, de la norma más favora- dor— contra la posible pérdida de ciertos derechos, que se
ble, de la condición más beneficiosa, in dubio pio opérario y de entienden tan elementales como para que, si éstós entran en
conservación del contrato. duestión, también entren en cuestión las tendencias a que se
mantenga el orden social espontáneo.
2 El principio de irrenunciabilidad. Y tanto se altera la regla de disponibilidad en el
derecho' del trabajo que a veces se termina por afirmar que en
107. La regla general, de acuerdo con eLderecho común, es ésta materia está invertida, o sea que todos los derechos labora-
que los derechos de contenido patrimonial, o1 sólo patrimonial, Ves son irrenunciables.
son. derechos dispo.nibles, a los que se puede renunciar sin más Sin embargo, la última razón que en materia jurídica Siem-
requisito que lasformalidades requeridas, bre dan los tribunales no coincide con una idea tan categórica.
su caso, y la El grado de irrehunciabilidad Cíe los derechos laborales es algo
aptitud jurídica den-acto 'dispositivo.
que varía según las legislaciones y las. prácticas de cada país, y
. 108. Esta regla de disponibilidad se-altera cuando el titu- también con el paso del tiempo, con lo cual la afirmación correó-
lar del derecho a disponer no está en condiciones de decidir con ta es la de que la irrenunéiabilidad llega sólo hasta el punto que
"discernimiento, intención y libertad" (menores, incapaces, per- dada ordenamiento jurídico defina como suficiente o como pre-
sonas forzadas, etc.), o sea, por razones que se pueden agrupar ferible, y -la cuestión práctica consiste en averiguar cuál es, en
o clasificar como "subjetivas". Pero también en otros supuestos, Concreto, ese_gradoite iiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii
en los cuales lo que prevalece es un interés social acerca de que,
en Ciertos casos, o ciertas personas;n-áiTdáSbFendan de deter- Ésta averiguación, tradicionalmente, se ha encarado
minados derechos o no lo hagan con las facilidades Propias del áiguiendo un esquema, según el cual la renuncia, cuyo valor se
derecho común. Estos últimos supuestos pueden clasificarse analiza especialmente en el derecho del trabajo, puede ser a
como de razones objetivas, porque lo que se tiene en cuenta para derechos protegidos por normas de aplicación imperativa (dere-
Cho necesario) o a derechbreffiltgentei Setiérdó indivit
'limitar la disponibilidad es el objeto mismo del negocio y no,
como en el caso de las causas subjetivas, Un defecto en la dual (9ontractuales), y?: en.. clds. .9aso, puede, a su vez, ser a
voluntad del transmitente. derechos ya devengados o 4clq_iiiridos (los que ya forman parte
de una relación jurídica exigible5, o a derechos futures 9 aún no
'De lo qué se trata en la hipótesis de la indisponibilidad por
razones objetivas es de que determinados derechos, por motivos devengados.
que, como se dijo, se relacionan generalmente con lo que él A esto último se lo suele llamar, también, -renuncia a»
legislador entiende como 'necesidades dela organicidad social,' aplicación de normas 12 .
se sustraigan del ámbito posible de los negocios de intercambio
patrimonial 11 . ...impédir que determinadas cuestiones cuya conservación se considera
indispensable a la organización de la vida social, puedan ser materia de
" Vázquez:Vialard, Tratado de Derecho del Trabajo cit., t. 2, p. 307, acuerdos, por lo cual:se sustrae del ámbito de la negociación privada".
12 El 'esquema de análisis y gran parte de la terminología son de Justo
citando a Bevilaqua dice, refiriéndose al orden público, que se trata de López, L.C.T. comentada, ps. 134 y ss.
74 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO Los PRINCIPIOS DEL DERECHO DEL TRABAJO 75
el dendky .4 1,frY2
111. Así se mezclan cuestiones distintas bajo el título de Pero lo que no es común es que la imperatividad llegue..
irrenunciabilidad, sobre nido con la renuncia 'a la aplicación de hasta después de "devengado" el derecho cuya aplicación se
normas, porque una cosa es resignar gratuitamente derechos procura reforzar: por ej., un cónyuge no puede, en la Argentina,
cuya satisfacción ya era exigible (renunciar) y otra derogar nor- contratar con el otro la pérdida anticipada de sus derechos sobre
mas para el futuro, sea que se trate de normas de fuente pública, la futura corrí-unidad patrimonial, o un acreedor no puede dis-
privada colectiva o privada individual. Las dos cosas se pueden pensar, por anticipado, el incumplimiento doloso de su deudor.
confundir en el punto de la derogación a futuro de normas con- Pero nada impide al acreedor remitir su crédito en mora
tractuales, sólo porque en este caso, al igual que en el de la dolosa, o al cónyuge divorciado repartir, hasta cierto punto, la
renuncia de derechos propiamente dicha, el agente activo de la comunidad patrimonial de un modo que no sea estrictamente
modificación es una voluntad privada individual. Ese dato en adecuado a las proporciones legales.
común parece ser la razón para que tan generalizadamente se 115. En derecho del trabajo, la aplicación de normas impe-
acumule el tratamiento de dos temas en realidad distintos. rativas no pe puede imped,ir, pqr_antlapah. Pero, además, los
112. De esta manera es que, siguiendo el esquema antedi- derechos adqu - fridoS, y que Jo fueron bajo laprotección de estas
fue 5 fb5 cho, los supuestos de renuncia a analizar por separado son: normas, tampoco son. renuiciables. •
A renuncia a la ley. .al convenio colectivo (normas impe- 'En et Pasado sé discutió si la inhibición de renunciar a
a 'vas), sea anticipada o posterior; derechos laborales de ley o convenio colectivo subsistía después
— renuncia anticipada, a derechos de base. contractual; de ponerse término al contrato de trabajo o si allí terminaba. Se
renuncia posterior, a derechos de base contractual. lo hizo sobre la base argumental de que la hiposuficiencia del
trabajador dejaba de ser tal una vez disuelto el contrato, atento
r'tt) La renuncia al derecho de aplicación imperativa. lo cual no habría razón para •mantener la irrenunciabilidad ".
Esta discusión, en el derecho argentino st) como se verá
En derecho del trabajo, la fuente pública y la autonomía enseguida, quedó expresamente resuelta a favor del manteni-
privada colectiva emiten normas de más jerarquía que las que son miento de la irrenunciabilidad, porque el art. 12 de la L.C.T.
producto de la autonomía individual (o, por lo menos, de aplicación dispone que los derechos laborales nacidos al amparo de normas
preferente). Y estas normas de más jerarquía (leyes y convenios imperativas son irrenunciables antes .o después de terminado
. el
colectivos), salvo raras excepciones, se establecen como de aplica- contrato de trabajo.
ción imperativa, no disponible para los contratos_individuales. En el árábito teórico, de todos modos, éste parece ser un
Ésta es la parte simple de un problema más extenso, sobre tema que perdió actualidad, posiblemente debido a que el argu-
la jerarquía dedal fuentes normativas en este ámbito, y respon- mento de base no era bueno: en el momento de disolverse el
de franca y -n-etirriéntézala afirmación originaria, en el sentido contrato, el trabajador está en uno de sus períodos de mayor
de que el derecho del trabajo necesita asegurar ciertos derechos hiposuficiencia.
mínimos, sin los cuales podría ponerse en cuestión la estabili- 116. La imposibilidad de la renuncia anticipada a la apli-
dad de la organización social.
cación de normas públicas laborales o convenios colectivos, o la
Lo que tiene alguna diferencia con otras ramas del de la derogación de éstos por acuerdos individuales, está dis-
derecho es el alcance de .1.á imp-e-FitiVidadide estas normas. La puesta por los arts. 7_y 13 de láL.C.T.
legislación imperativa existe en todas las ramas del derecho y No sólo es que-n-cr,rebedan.l.pactar-condiciones menos
aun en. el civil, en el que.la regla es el derecho supletorio, y hay favorables para el trabajador que las dispuestas en las normas
muchas normas imperativas que lo son por su naturaleza, sin
que en alguna parte así se lo disponga ".
'4. Mario L. Deveali, Renuncia, transacción y conciliación en el Derecho
13 Ver, por ej., arts. 507, 953, 1652 6 1917 del Código Civil del Trabajo, "D.T.", 1951-385,. en especial p. 388.
.•
76 PARA DNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO Los PRINCIPIOS DEL DERECHO DEL TRABAJO 77

legales. o de convenciones colectivas de trabajo, o que resulten , Pero no es que esto sea, falso, sino que es empezar una
contrarias a las mismas", porque tales pactos serán nulos, sino cuestión por. el lado inadecuado: este problema consiste en que
que la nulidad de dichas cláusulas no sigmffica su mera supre- las normas imperativas deben definirse.. con prudencia y con
sión, ni arrastra a la totalidad del contrato así desarticulado. cencieliCia de los límites posibles de la protección laboral, te-
Ocurre que, en lugar de las cláusulas nulas, entran automática- niendo presente, entre otras Cosas, precisamente el hecho de
niente las:disposiciones del derecho imperativo, que_la—s .:is—ifáti: que son imperativas. Y no.definirlas sin cuidado y luego, para
tuve% "de pleno..derecho".. arreglar las cosas, cuestionar o matizar su imperatividad.
" • Estas disposiciones legales tienen una aplicación pacífica,
de modo que no hay jurisprudencia importable al respecto. b) r• ft- genera , sábre la renuncia a las derechos)
El panorama de tratamiento legislativo de la renun- ( ''contractuctles.
. ....
cia se .completa generalmente con la mención dekart. 15 L.C.t) ,
en la medida en que, desde antiguo, el tema de la renuncia viene . 119. La cuestión esencial en esta materia de la irrenuncia-
junto con el de la transacción, porque en las transacciones bilidad es si tb-cloS los derechos laborales, son. irrenunciables, o
puede y suele haber derechos ciertos o inciertos que se declinan. Sólo' los productos de-normas imperativas. O' sea, dicho de etre-
Dice el art. 15 que "los acuerdos transaccionales, concilia- - Mido,- si los derechos contractuales,' producto de la autonomía
torios, o liberatorios sólo serán válidos cuando se realicen con Privada: también son irrenunciables.
intervención de la autoridad judicial o administrativa, y mediare : Esta cuestión se puede plantear en general, tanto respecto
resolución fundada "de cuálquiéfé-deAstas que acredite' que de la renuncia anticipada como de la posterior, aunque, cómo se
mediante tales actos se ha•alcanzado una justa composición de Verá enseguida, las razones y las respuestas en ambos casos
los derechos e intereses de las partes". . tienden a ser distintas. .
Es claro que en cualquier transacción puede haber una ' 120. La solución de este planteo depende, antes que nada,
declinación de derechos, y que esto se acentúa al hablar de de lo que diga él derecho positivo: el art. 2113 del Código Civil
acuerdos "liberatorios". Pero creo que el de las transacciones es italiano quita validez a "las renuncias y a las transacciones que
un tema por separado, que tiene en la necesaria intervención tengan por objeto derechos del trabajador, derivados de disposi-
pública su propio mecanismo de protección al trabajador, y que ciones inderogables .de la ley o del convenio colectivo" 65; y el art.
no es hoy en día útil mezclarlos, porque no es posible tratar 3, inc. 5, del Estatuto de los Trabajadores de España establece
igual a una mera renuncia que a la declinación de derechos que . la indisponibilidad de los derechos reconocidos "por disposicio-
se haga en medio de un intercambio, supervisado por la autori- nes legales de derecho necesario" o declarados indisponibles por
dad de control. convenio colectivo 16. . . . ,
En realidad, conviene recordar, desde ya, que en los arts. Por el contrario, se cita frecuentemente el art. 468 de la
869 y 871 del Código Civil están diferenciadas la renuncia a Consolidación de leyes de trabajo brasileña, como ejemplo de
título. oneroso o la renuncia sobre derechos dudosos que sean I
parte de una negociación, de la propiamente dicha, que es
15 Benet° Scognamiglio; Codice di Diritto del Lavar°,
Ed. Zanichelli,
aquella en la que sólo hay una declinación gratuita de derechos.
Los actos onerosos o los que sean parte de un intercambio no son Bologna, 1979, ps. 491, 1047 y 1060. La nulidad estipulada por la ley no.se
aplica a las transacciones visadas por autoridades autorizadas, ni, al parecer,
en realidad renuncias y no deberían ser analizados como taleá. por extensión jurisprudencia', a aquellas en que medie intervención sindical.
16 Manuel,. Alelen .01ea, El Estatuto de los Trabajadores,
texto y
Por fin, teóricamente y con carácter general, podría :
plantearse el problema de si todas las normas laborales, públi- comentario breve, Ed. eivitis, Madrid, 1987, p. 31, explica que, al contrario,
Ion disponibles por contrato o pacto individual, aun antes de su adquisición,
cas y de convenio colectivo, debieran ser .igualmente imperati- los derechos derivados de norma S no necesarias. A lo que se agrega que los
vas, o si ello no hace demasiado rígido al contrato de trabajo. derechos de convenio colectivo Sedo' Ion irrenunciables si existe "un pacto
expreso prohibitorio".
LOS PRINCIPIOS DEL DERECHO DEL TRABAJO 79
78 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO

prohibición absoluta de renuncia a los derechos laborales, de encubre (siempre) un abuso de lijutoriom . ía de la vol iintid y, én
cualquier origen (quiere decir, también los contractuales), aun- último caso, en que lo que requiere_protección no es cada "obje-
que no es fácil saber, cuál es el alcance real de esta norma. to" respecto del cual se prohiba la renuncia, sino la relación de
dependencia como-posición biposuficiente.
121. El .att., 12. de la L.C.T. argentina, bajo el. título de Creo que esta hipótesis tiene el defecto de toda propuesta
irrenunciabilidad, dice que "será nula y sin valor toda conven- extensivamente categórica: inhibe al legislador y a los demás
ción de partes que suprima o reduzca los derechos previstos en operadores para distinguir situaciones distintas, y, de tan cate-
esta ley.,,los estatutos profesionales o las convenciones górica, provoca una rigidez que, de hecho, está convocando a la
vas, ya sea al tiempo de su celebración o de iii.éjééliciób, o del contraria.
kre-reicio de derechos provenientes de su extinción".
Así, es claro, el .art, ,12 se.refiere sójaa los derechos deriva- Por empezar con lo esencial, el hecho de que la situa-
dos de normas imperativas, y, como ya se adelanté, hace irre- ción. de dependencia laboral requiera protección —lo que es
nunciablealos dérechbs en cualquier momento, antes o después cierto— no dice mucho, ni lo dice muy exactamente, sobre la
,de la extinción del contrato, anticipadamente (al tiempo de su intensidad o límites de esa protección (como se vio en el Capítu-
celebración) o con posterioridad (al tiempo de su ejecución). lo I), fuera de que en la protección se puedan distinguir grados
Pese a la claridad de los límites de esta norma, De y fuera de situaciones de hecho nada despreciables, comolai
!Menté ensayó una interpretación extensiva, sosteniendo que; alcance que, en cada lugar, se haya reconocido para el tipo legal
al referirse el art. 12 a los derechos previstos en esta ley, por • "trabajo dependiente" (contrato de trabajo). Esto último porque
reenvío al art. 1 de la L.Ç.T. (que enumera lipa. fuentes .de los si al tipo legal se le ha dado gran extensión, ello generalmente
derechos laborales) qtiedabii dispuesta:la jyrenunciabilidad de requiere grados distintos de protección <gradaciones dentro del
los derechos derivados de cualquier fuente""T-Dice que si bien tipo), según le esté más lejos o más cerca de la situación de
esta interpretación fuerza bastante el. fiXbi legal, lo hace com- hiposuficiencitpura, Ese es el caso de lo que ocurre en la
patible con el sistema global de la indisponibilidad de los dere- titéritina, porque en la práctica la extensión reconocida al tipo
chos laborales, establecido por la L.C.T., y en último caso que, legal es tan grande que muchas veces arriesga dedicar protec-
en lo sustancial, de lo que se trata es de evitar. abusos de la ción a personas que en cualquier ponderación estadística ten-
autonomía de la voluntad. drían que considerarse, más bien, como con una capacidad para
negociar y defender sus intereses comparativamente superior a
122. En general, la propuesta de extender la interpreta- la normal 19 .
ción del art. 12 L.C.T. hasta que alcance a la irrenunciabilidad
de cualquier derecho laboral (también los contractuales) parte En cuanto a que el derecho del trabajo contenga una
de la base de que esa irrenunciabilidad "absoluta" es la posición regla general de indisponibilidad, incompatible con cualquier
preferible, si no necesaria, del derecho del trabajo ". Se funda, grado- de admisión de la renuncia, esto ni siquiera es algo en lo
en lo esencial, en la afirmación de que el derecho laboral crea un que, teóricamente, puedan relacionarse bien la invocada regla
sistema general de indisponibilidad, con el cual no sería compa- general con esa consecuencia: el derecho del trabajo parte del
tible la admisión de algunas renuncias, cuando éstas son, justa-
mente, actos de disposición gratuita; en que la renuncia laboral
'9 La referencia es a empleados de muy alto rango, capacitación y
remuneraciones, que conforme a la ley ya la jurisprudencia nacionales son
" 'Horario De la Fuente, Renuncia-de derechos y modificaciones del trabajadores dependientes, pero a los que la ley dedica una protección sobre
contrato de trabajo, <1.T.", XXXIV-A, 1986. el nivel salarial obligatorio, sobre lajornada de trabajo o sobre la estabilidad,
18Es destacable, y se diría ejemplar, cómo De la Fuente, en su ob. cit. que transcurre virtualmente, cerca de lo inexistente. Para éstos estaría
—quien defiende con solvencia poco común la postura de la irrenunciabili- proponiendo la tesis de la irrenunciabilidad absoluta, la protección de sus
dad total—, reconoce francamente que la interpretación que está proponien- derechos contractuales, refuerzo que, en esos casos, resulta dificil de no ver
do para el art. 12 L.C.T. es poco sincera:. como un privilegio socialmente antifimcional.
80 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO Los PRINCIPIOS DEL DERECNO DEL TRABAJO . 81

civil, lo modifica y, por más que algunas ideas generales puedan lo) cual todavía se puede extender, conforme a una idea muy
sacarse 'del criterio o fundamento con que lo modifica, una difundida en nuestra doctrina, que ve en la yenúncia (o en el
"gQperaiizacióndc tal grado esteóricarnenteincomprobable y, en_ déspido) un acto recepticio, o sea, uno con una especie menor de
0571) la_práctiáá, peligrosa: El derecho dertrabajó no establece uná bilateralidad.
inchiriiiiiibilidád ni:la mayor parte de las veces, una irrenuncia- Sin embargo, creo que la explicación es más bien histórica,
PVL bilidad absoluta. • porque el art. 12 de la L.C.T. -transcrige -effrifcriidaarr. 15811é1
Ok 'Prohibe y admite el grado de disponibilidad —y de cada Cpd. de Comercio, reformado por la ley 11.729, que ya 'decía
clase o forma de disposición, incluyendo la renuncia— que en "convención de partes". La necesidad llevó a extender estos
cOncreto elige el ordenamiento positivo, teniendo en cuenta la términos para comprender la renuncia (de ello dan-cuenta, por
experiencia sobre los problemas que tiene en- vista y que se ejemplo,b1 fallo y el comeritariá de Deveali citados), y al día de
propone resolver. hoy ya se puede considerar establecida una de esas curiosas
De allí que es posible, como ocurre de hecho con muchos sipuaciones, en las cuales la ley dice una cosa (acuerdos) que
ordenamientos jurídicos y con la posición tradicional de la doc- unánime y pacíficamente le lee como otra (renuncia).
trina, que se prohiba un grado delisián`plistinto y hasta mayor
que el de renuncia, porque el legislador haya apreciado o ven- c) . En particular, sobre la renuncia anticipaild a
libado un mayor grado de problema con créditos laborales :que . derechos contractuales.
no se efectivizap por cesión, que los que fracasan por renuncia.
: Pero, en todo caso, no parece que en este tema sea un • ; 126. La renuncia anticipada de derechos contractuales,
procedimiento teóricamente apto el de trasladar los limites pila- lo que se vio, debe considerarse válida de acuerdo con la
establecidos para una clase de actos dispositivos, a otros. legislación nacional y hasta el cueáuonamientrproducido a
Con-lo cual se vuelve a que la respuesta sobre si los dere- partir: delajurisprudéncia a la que enseguida se hará referen-
chos contractuales son o.no renunciables debe buscarse priori- da, la doctrina aceptó esto pacíficamente. sft L4 ti
tariamente en la definición del plerecho.sksitivo. Ir_elart:_ 12 127. En 1985, un fallo de la C.N.A.T. sostuvo la irrenun-
LIC.T. jirolifbe_esta_rénuncia... cilabilidad de tridfrarecho laboral, comprendiendo a los de ori-
125. En cuanto a que el art. 12 L.C.T. se refiere, no a la gen contractual, con fundainento genérico en la hiposuficiencia
frubi." rénunciá, sino a laeconvención de parteswjesta terminología no del trabajador 21. Este fallo, posteriormente anulado por la
ha impedido. que el texto-letal se entienda , como referido a los C.S.J.N. y contradichb por el de la Sala VII de la C.N.A.T. que
actos de renuncia, pese a lo visible de que los términos que usa no finalmente 'reaolvió el caso, fue el que puso en movimiento la
coinciden con el significado vulgar de esá palabra,, porque renun-
cia,- vulgarmente, significa actuaciones que son en gran medida,
si:no completamente, unilaterales, y no convenciones de partes. Eluardo O. Álvarez, Autonomía individual e irrenunciabilidad de derechos,
.Deveali defendió la cuestión, explicando que la renuncia, .1:).T.", 1988-A-891, explicó con detalle cómo se trata de un acto unilateral,
de acuerdo con el art. 868 del C6d. Civil, es:un actubiláteraf2°, k que, por lo demás, se atiene a los m'Irritados de la ebservación común.
. II C.N.A.T., Sala VI,14/5/85, "'I'. y S.S."; 1985-746:Este fallo, que hizo
16gar a los derechos' económicos de un actof izeiitífitihiite, desde un nivel—
20 Mario L. Deveali; Transacciones y renuncias, "D.T.", 1946-569, jerárquico a otro menor, fue declarado nulo por la C.S.J.N., 7/10/86, y
coinent6 muy críticamente un fallo de la Cámara de Apelaciones de Rosario, 1S.", 1987-120 (caso "Bariain c/Mercedes Benz"), en razón de entenderse
-del 5/4/46, por el cual se sostuvo que lo prohibido (entonces por el art. 158 Mi e la Mera afirmacióiiTe- ra.hiposuficjepcia del trabajador=sin derivación
del CM. de Comercio) eran las convenciones de partas, pero no las renuncias aitravés de normas positivas aplicables,— n6 es.liMiamento suficiente para
no' estipul adas con el empleador. Justo López, en L.C:T. comentada, sostiene *una sentencia argentina'. domo-ii.adviei-té; nada dijo sobre el
la misma posición que Deveali. fcihdo de la cuestión, que fue en definitiva resuelta por la C.N.A.T., Sala Va
Creo que aquella situación, ¡no otra cosa,' es la causa-de que se haya 30/11/88, "T. y S.S."; 1989-1126, rechazando la demanda, o sea, aceptando
eMpezado a afirmar el carácter bilateral de la renuncia. Más recientemente, como válida la renuncia.
6 landre* Rosco. "
:1
7
"if
82 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO •
Los PRINCIPIOS DEL DERECHO DEL TRABAJO 83

polémica sobre el tema de la irrenunciabilidad, que hasta ese __ .


Aparte de esto, se advierte que la imposibilidad diíriodirj-
momento no registraba alteraciones desde hacía muchos arios. car un contrato laboral para establecer condiciones peores que
1¿ Lo hizo con un alcance e intensidad poco frecuentes y, en reali- las vigentes, aunque superiores a las de las normas imperati-
dad, teniendo en cuenta lo relativamente reciente de los hechos, vas, haría de éste un contrato dejnasiedpaggido, con las desven-
no puede al presente darse la cuestión por asentada, elaborada tajas ¿fue -ello acarrea, sobre iodo si se tiene en cuenta que se
o reelaborada, de manera estable. trata generalmente de contratos de larga duración. Más que
128. El fallo citado fue acompañado por otros 22, pero un nada, se anota le resistencia a tomar nuevos empleados que esto
poco más numerosa fue la jurisprudencia aceptando la renuncia puede Causar en empleadores previsores, o el hecho de que si el
anticipada de derechos contractuales, o sea, la modificación de ajuste o la adaptación del contrato se declaran antijurídicos, la
los contratos hacia el futuro; y, -si se pudieran sintetizar las rescisión pasa a ser la ónice alternativa disponible. En suma,
razones, se diría que lo hace por entender que esa es la solución parece que esta postulación de la irrenunciabilidad anticipada
que establece el ordenamiento positivo nacional, de modo que de las condiciones contractuales es sólo una presentación parti-
esta renuncia es un acto no prohibido, o sin efectos diferencia- cular de la idea, más general, que propone la necesaria inadap-
dos con relación a los que le reconoce el derecho común". tabilidad del derecho del trabajo.
129. Los ar-giírnedtos teóricos, a favor de la posibilidad de En doctrina se procuró una(solución alternativAal
'renunciar anticipadamente a los derechos contractuales, vistos proponer que los actos de renuncia anticipada a derechos con-
más específicamente, consisten en qué en esto no hay ningún tractuales (modificación peyorativa de los contratos) se conside-
interés social comprometido que justifique una mejor protección rasen no por definición inválidos, pero, en-principio, ViCiábloa por
o una diferenciación respecto del derecho común. la lesión enorme que describe elc.IGt. 954,.ségundo párrafo, del
Cód. Civil, o sea que se viese invekálilfitilente a la modificación
para peor como una ventaja patrimonial "desproporcionada y
" C.N.A.T., Sala IV, 30/12/88, "D.T.", 1989-A-983. La solución, más que ' sin justificación" a favor del empleador, salvp_proeba en contra-
del art. 12 L.C.T., dependió, conforme a esa sentencia, de la aplicación del rio. que éste apor.te. 24,
estateto especial de viajantes de comercio (ley 14.546); sin embargo, la Esta -jioátura puede parecer más ecléctica o equilibrada,
afirmación de ser irrenunciable todo derecho laboral tuvo carácter general pero sólo lo es en apariencia, porque .al descargar. sobre el
por referencia a la posición del trabajador, definida como un "status
inderogable". _empleador la obligación de probar algo tan difícil com6 la
A veces se cita como antecedente el fallo plenario 161 de la C.N.A.T. del jiittifidáEibirde urird-girerifija patrimonial ireilitadd,- dé hedió
5/8/71 C7....T.", XIX-B-1103), pero éste se refería más bien a las alternativas Pone la cueátifiri, no a diedio camino, sino jifa. inversa de como
del trabajador en caso de rebaja unilateral del salario, y sólo colateralmente la trata l derecho ciVil, y termina por coincidir pon el funda-
ata renuncia de salarios ya devengados. mento teórico de la irrenunciabilidad generalizada, ese que veía
Posteriormente se pronunciaron en contra de la posible modificación a toda renuncia laboral como el producto de un consentimiento
peyorativa de los contratos laborales (C.N.A.T., Sala VI, 14/10/98, "T. y S.S.",
1999-385, y Sala VIII, 11/8/98, "T. y S.S.", 1999-395. defectuoso.
" S.C.B.A., 20/11/84, M.T.", 1985-497 (dos dependientes de mucha En último caso, y si se da una prueba tan dificil, esta
jerarquía y remuneración, que aceptaron y cobraron varios años un sueldo posición requiere resolver conforme a una valoración de qug-e
menor).
C.N.A.T., Sala III, 30/8/85, Thit,", XXXIII-B-926; `T. y S.S.", 1985-1210.
C.N.A.T., Sala V, 31/7/85, "L.T.",10CCEI-13-716; y el fallo de la C.N.A.T., Sala 24 Esta posición fue sostenida por Atirián oldí en Acuerdo modifica-
VII, del 30/11/88, citado poco más arriba. Además, varios de los fallos que torio del contrato de trabajo en perjuicio dat re ajado;; injusta amenaza y
se citarán enseguida, referidos a la cuestión de la modificación contractual lesión subjetiva, "L.T.", Tambiéb se atribuyó a otros autores
que sebonsidera consentida por comportamiento inequívoco del trabajador, el estar enrolados en ella (ver Tratado practico... cit. de Pergóndeólladrid.
que, aunqueno la trate expresamente, incluye la cuestión de si los derechos • ps. 212 yss.), pero creo que es el caso de reconocerla au tb-Ha a delaill7parqu e -
contractuales son renunciables o derogables. fue él quien desarrolló un verdadero y claro esfuerzo en este sentido-

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84 PARA UNA INTRODUCCION AL DERECHO DEI. TRABAJO LOS PRINCIPIOS DEL DERECHO DEL 'TRABAJO 85

lo que justifica la modificación de un contrato laboral, y sobre cía normal, porque quien consiente, sin causa aparente o cono-
este juicio tampoco hay un acuerdo pacífico. Como ejeniplo, en Cida, la pérdida de algo, puede sospecharse que ha actuado con
el casol3ariain"25, sédio la situación de qué el trabajador quedó error o coaccionado. Pero esto nó debería exceder de la suspica-
frente a la -• alternativa de ser despedido e indemnizado, o de Cía o cuidado con que los tribunales consideren los hechos; no
aceptar una •disminución de sus derechos contractuales. Como alcanza, en todo caso, para invertir la carga de la prueba, en el
aceptó la disminución y luego la impugnó, calificándola de re- sentido en que lo hace técnicamente una presunción pretarifada,
nuncia inválida, la Sala VI de la C.N.A.T. trató la disyuntiva porque esta operación, como se dijo, implicaría establecer, de
conio necesariamente ilegítima, mientras. la Sala VII, al resol- hecho, una irrenunciabilidad bastante rígida 27 .
ver en definitiva, después de que la C.S.J.N. iiintálé•ef primer
fallo, sostuvo_que la de_ un despido con indemnización no es una En último caso, los supuestos de modificación total o
amenaza injusta 26. parcialmente peyorativa de contratos laborales, que con tanto
ahínco se han analizado como casos de renuncia anticipada, lo
132. En realidad, si el contrato, en .sus Condiciones vigen- son en realidad, la mayor parte de las veces, de negociaciones 0,
tes: se ha vuelto inútil o antieconómico (lo que ocurre con Más propiamente dicho, de transacciones 28, y es posible que su
relativa frecuencia), la propuesta de bajar su costo o de disolver- tratamiento en este encuadre o desde esta perspectiva auxilie a
lo con indemnizaciones no suele depender de nada que el em- lograr una solución más estable y conveniente; subsistiría la
pleador, pueda evitar: se trata sólo de una exposición de las cuestión de qué es algo equivalente a la desmejora contractual
posibilidades que ofrece la realidad y no se ve qué resultado más que se proponga y, en especial, si es legítimo poner en esa
valioso tiene el adjudicar a esta verificación el carácter de una posición de elemento de intercambio al mantenimiento mismo
amenaza injusta. Se dice que los riesgos de la evolución de los del contrato. Pero si todo esto se plantease como parte del tema
contratos y de los mercados son del empleador, pero no se de los acuerdos transaccionales, la autoridad administrativa o
explica qué . consecuencia puede tener esta afirmación en el judicial encargada de expedirse en está CáSoS, sobre si se está
supuesto de que se trata, porque, de hecho, nunca se ha llegado -o no ante una justa composición de los intereses de las partes,
a la única conclusión que Serié apropiada a esté razonamiento, tendría seguramente mejores posibilidades de desarrollar una
como es•la de obligar a la continuación del contrato. °drilla detallada y adaptada a los casos concretos,
• 133. En tales condiciones, para cumplir con la función
protéctoria del derecho del trabajo y por respeto a la experiencia d) La renuncia anticipada a condiciones de trabajo.
común, lo más que se le puede dedicar al acto de modificación
para; peor de un contrato laboral será una presunción o suspica- • Un supuesto especial, que en realidad si se lo tiene
presente para tratarlo por separado es por su relativa frecuen-
cia, es el del trabajador que tiene derecho a una condición de
C.N.A.T., Sala VI, 14/5/85, citado más arriba. trabajo determinada, pero consiente por anticipado en que, en
26.51 voto del Dr. Boutiguean el fallo de la Sala VII dice que el
despido ,un futuro indeterminado, Csa I4idiótéá Modificada.
con indemnización es un acto lícito. Sin necesidad de coincidir con este
enaiátlae,Tiartjtié.iiii-áfo—al.q0e-didile una sanción. (indemnizatoria) lo más
probable ea que no pueda 'considerarse lícito, de todos modos se llega a igual
conclusión, porque sería un acto antijurídico, pero sin otra consecuencia que 27 Creo que la diferencia entre el cuidado o la suspicacia y la presunan
la de heder obligatoria la indemnización. Su antijuridicidad no tiene el en sentido jurídico-técnico es necesaria, porque a raíz de que en el artf culo
alcance de convertir en injusta la amenaza de realizarlo, si ésta asume, La derogación convencional de cláusulas contractuales más favorables ("T.
además, la consecuencia indemnizatoria. y S.S.", 1985-740) sostuve lo mismo que en el texto, pero hablando de
C.N.A.T., lala.11-28/12/82, sentencia 50.929, sostuVo que el temor a la "presunción", advierto que confundí a otros autores, que tornaron eso como
prescindibilidad no configura intimidación como vicio de la voluntad en íos una adhesión a la tesis de la "lesión enorme".
términos del art. 937 del C6d. Civil.:En contra, sciteniendo que eso es un " señalamiento de que en estos casos hay más de transacción que
caso de leaión enorme, SalaVI, 14/8/85, en autos Meggiar'do cíFerrocarriles de renuncia lo hizo Eduardo O: Álvarez en su ob. cit.
».
86 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO LOS PRINCIPIOS DEL DERECHO DEL TRABAJO

Suele ocurrir con trabajadores ingresantes, que al comien- mente afirmó la irrenunciabilidad de los derechos centractuales
zo de su contrato son notificados y/o prestan conformidad sobre ya devengados E°. 2>, cDc..»'í ,
que, en un momento futuro, se modificarán, en el supuesto más Esta postura no coincide corí el texto del art. 12 L.C.T., en
conocido, o bien el lugar de trabajo (al mudarse el estableci- tanto que éste,como ya se vio, sólo inhibe la renuncia de 9 6
miento) o bien el régimen horario (se cambie el horario o se pase derechos protegidos por normas imperativas, sin diferenciar, en '
de fijo a rotativo o viceversa). lo que concierne al resto, si son derechos actuales o futuros,
Este supuesto tiene en común con el anterior sólo el devengados o no". lt
adjetivo "anticipada" que se agrega a la renuncia. Porque el otro No hay jurisprudencia que se' refiera a este tema de la
era una modificación del contrato desde hoy en adelante, mien- oposición entre el texto legal y la doctrina, pero, si esto tiene una
tras que éste es una mera conformidad para que en el futuro se explicación, parece ser porque, por el momento, la afirmación de
puedan cambiar especificaciones del contrato. la doctrina tiende a ser respetada en la realidad.
Lo que en este supuesto se procura, dicho esto en líneas Las razones específicas para sostener la irrenunciabi-
generales, es sacar la hipotética futura modificación unilateral lidad absoluta de los derechos devengados, fuera de las genéri-
del contrato del cuadro qua tc>caría, como ejercicio excesivo del cas que son inherentes a cualquier Clase de renuncia, se refieren
pus uariandi patronal) en cuanto lo modificado sean elementos a lo ya adelantado en cuanto a que no tendría sentido aceptar
esenciales de la relación. Y dentro de este contexto debería como válida la declinación unilateral de derechos laborales (re-
encontrar su mejor posibilidad de análisis. nuncia) cuando la legislación prohíbe excusar. la satisfacción
Así parece que si la aceptación anticipada es una efectiva de estos derechos (cuan& — sea- . salariales) por vía de
previsión sin más propósito concreto que el de proveer al °in- reteriCiones, compenaáaiones o multas (art. 131 L.C.T.), o cesio-
pleador de una discrecionalidad que la ley rió le reConoce, rió ne.s (art. 149 L.C.T.). O, incluso, se afirma que la admisión de la
será Válida-2- renuncia no se relacionaría bien con la disposición del art. 1.5
. Pero si lo que existe es una previsión fundada ya realizarse . L.C.T., que para la declinación onerosa por transacción re—e-fijare
en un tiempo más o menos cierto y. razonable, la fija- Can antici- supervisión estatal °E.
pada de nuevas condiciones- futuras es casi un actorle buena fe Sobre esta cuestión, como ya se adelantó, no parece
hacia el trabajador, que puede querer no tomar un trabajo que que a la legislación laboral se le deba adjudicar tal homogeneidad
para él sería precario, si es que no puede o no quiere cumplir con
otras condiciones contractuales que ya están a la vista. En todo Ver, por ej., Justo López., L.C.T. comentada cit., p. 135; Antonio
caso, en estas condiciones, sería una previsión válida 29. Vázquez Vialard, Tratado de Derecho del Trabajo, t. 2, Cap. 6, p. 237; Jorge
Rodríguez Mancini, en Remuneraciones, como parte del Tratado de Derecho,
e) La renuncia a derechos contractuales ya del Trabajo dirigido por Vázquez Vialard, t. 4, p. 740.
31 Horacio De la Fuente, en su Renuncia... cit., explica que la interpre-
devengados.
tación textual del art. 12 L.C.T. es incompatible con la postura tradicional
que descalifica la renuncia a derechos laborales ya devengados, porque el
Del mismo modo que la doctrina mayoritaria (y hasta art. 12, textualmente, no establece tal prohibición. Aunque este autor,
no hace mucho tiempo unánime) sostiene la posibilidad de re- conforme a su posición, concluye en que la solución consiste en estirar la
nunciar a derechos contractuales futuros, también tradicional- interpretación del art. 12 y no en limitarse a lo que dice.
32 En ese sentido, ver sobre todo De la Fuente, ob. cit., y Álvarez, quien
en su ob. cit. dice que ese argumento no ha sido contestado, pese a que,
también, explica que en realidad todo el régimen de protección al salario
20 Juan Carlos Fernández Madrid, tiene como presupuesto la vigencia de éste, o sea, entre otras cosas, que no
Tratado Práctico de Derecho del
Trabajo, Feyde, Bs. As., 1989, p. 192, dice que la aceptación anticipada de se lo haya renunciado; pero que esas disposiciones no están dirigidas a
futuras condiciones de trabajo sólo ppm valor si responde a una exigencia limitar la capacidad del trabajador para renunciar, sino a asegurar el pago
contemporánea a la celebración del contrato. íntegro y oportuno de aquello a lo que se renuncie.
"-
lt
88 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO LOS PRINCIPIOS DEL DERECHO DEL TRABAJO 89

intrínseca, como para que a partir de las ideas que fundan hechos (por ej., una voluntad) pero no "conocerlos", en el sentido
algunas normas (arts. 131 y concs.) se contraríe lo que.expresa- de tomar un conocimiento cierto y directo.
r mente dicen otras (art. 12). Más bien, como también se adelan- 1 La L.C.T. también diferencia ambas cosas, porque si bien
tó, parece que el legislador verificó • más problemas con las eh el ant,48 exfjuye la admisibilidad_de toda presunción que
cesiones, las retenciones, las compensaciones; los embargos y cenduzca a sostener la renuncia del trabajador, al -empleo o a
las transacciones, que con las renuncias (lo cual en líneas gene- Cualquier otro derecho, aclara que esto no se refiere a cuando
rales sería cierto), y por eso dio a los primeros casos uktratte- medie un "...comportainiente'inequiyoco.en aquel sentido". Y
miento distinto que al último. ratifica en el art. 241, al prever la'extinción del contrato de
También se ha afirmado, en teoría, que la prohibición trabajo, 'por voluntad concurrente de las partes, "...si ello resul-
de la renuncia a los derechos laborales ya devengados se puede tase del comportamiento concluyente y reciproco de las mismas,
fundar en que esta renuncia tiene una mayor potencialidad de que traduzca inequívocamente el abandono de la helación".
disgregación social, porque no sería posible imaginar una socie- El caso, en la realidad laboral, es que con bastante
dad en que los trabajadores, como cosa común, renunciasen a frecuencia hay derechos, sobre todo de contrato, que se renun-
sus derechos ganados, p_ormée que,lp_hicieseri.sólo por el tramo cian pata el futuro tácitamente. O, dicho de un modo más claro,
que queda por encima de las normas -de orden público 3.3. hay modificaciones contractuales' sólo reconocibles o exteriori-
Esto 'debe ser tan cierto que, en realidad, no aparecen casos zadas por un comportamiento reiterado y pacífico de las partes,
de renuncia a remuneraciones devengadas. Pero no es una distinto del que tenían antes.
diferencia que el legislador haya aceptado. .
145. La jurisprudencia ordinaria, y aun la provincial ex-
traordinaria, tendió a aceptar esta forma de expresión de "re-
1) La renuncia tácita.
nuncia" a través de comportamientos inequívocos reiterados. Se
-'Una cuestión especial es la de si la renuncia a los aceptó, invocando el art. 12 L.C.T., la renuncia tácita a un nivel
derechos laborales, además de mantenerse dentro de los límites remuneratorio superior y a un mecanismo de ajuste preferible,
sustanciales recién tratados, debe también atenerse a algún Siempre que no se baje de los niveles establecidos en la ley o en
requisito. de forma. l'os convenios colectivos 34 .
- De acuerdo con el Código Civil, la voluntad que autorice un También se aceptó una rebaja de categoría, practicada en
acto (en el caso, la renuncia) puede expresarse verbalmente, por les hechos, aun cuando conllevase disminución salarial, siem-
escrito, por otros signos inequívocos, o por "...actos, por los Pre y cuando no fuese arbitraria ni hubiese sido impugnada
cuales se puede conocer con certidumbre la árktencia de jla inequíVocamer435:-97 4ne un cambio de t'enrío se consienta
voluqtad..."..(arts.. 917 y.918 del Cód. tácitamenteáé. i;,r) 'sá 1*/
No son en realidad requisitos de forma, sino mera descrip- Con una expresión sintéticar la jurisprudencia clasifi-
ción de los medios corrientes, por los cuales tina voluntad se có a este caso. como "noyación . objetiva», sosteniendo que debe
puede considerar expresada. presumirsé su existencia cuando, luego de la modificación, en
Al segundo supuesto, el de los "..;actos por los cuales los hechos las partes han mantenido sin objeciones la vigencia
se puede- conocer....., el propio Código Civil lo tidentifica como del vínculo durante un lapso prolongado, pues ello constituye.el
expresión tácita de voluntad, lo cual, según se 'admite pacífica-
mente, es diferente de la presunción, que se da- cuando a partir
de ciertos hechos o actos se puede inferir la existencia de otros " S.C.B.A., 20/11/84, "Cappa c/Creal", cit. en nota 23.
" S.C.B.A., 24/9/68, "UF.", XVII-B-668.
36 C.N.A.T., Sala II, 28/7/81, "D.T.", 1981-B-1773. Se trató de un horario

33 ' Luis Ramírez Bosco, Los principios de derecho del trabajo, "D.T.", huevo, comunicado y no impugnado, durante seis meses, aunque tampoco
1983-A-884. Cumplido, por licencias de la trabajadora.

90 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO Los PRINCIPIOS DEL DERECHO DEL TRABAJO 91

comportamiento inequívoco a que hace referencia el art. 58 3. Principio de igualdad (obligación de no discriminar).
L.C.T. ".
La .C.S.J.N., al contrario, estableció en forma categórica La igualdad de los_tribájadores_p:uede serffil i 1-17.—
. ley)
j'Al:nue no se puede válidamente modificar un contrato de trabajo o frente a tratamiento que les dé el empleador")Sólo la geguffda
Ift,A.P" por la vía de guardar siJengio (el trabajador), porque eso condu- , que acen necesario un trata-
presenta aspe os eren
ciría a "admitir la presünciófi de renuncias a derechos derivados miento particular por parte del derecho del trabajo.
10° del contrato de trabajo, en abierta contradicción del principio de
irrenultiabilidad, que emana de los arts. 12, 58 y conos. de la Sobre la igualdad ante la ley, que es, conforme al art.
16 C.N., un derecho de todo ciudadano (fuera de ser un principio
Con la doctrina así sentada, prácticamente se ha estableci- universal, propio de los regímenes constitucionales), la juris-
do' do una exigencia de forma, en sentido estricto, para las renun- prudencia de la C.S.J.N. se ha limitado a trasladar, al ámbito
del derecho del trabajo, su antigua doctrina general, según la
bow cias laborales; de no estar escritas, se las tiene por inexistentes. dual la garantía de igualdad no inhibe al legislador para tratar
Podría todaj'ía intentarse una discriminación sobre la base
de que lo que excluye la C.S.J.N. son las presunciones y no la de manera distinta a situaciones distintas, en tanto que la
expresión tácita —por signos inequívocos—, porque los signos diferenciación no sea arbitrarig,.o configure persecución ilegíti-
que tuvo en ese caso a la vista no le hayan parecido inequívocos. ma, hostilidad a persona o grupos determinados, o privilegio
Pero lo cierto es que sus argumentos más bien apuntan en indebido. Sólo se agregó en especial que esta distinción posible
sen,tido contrario y, cualquiera sea la disquisición que se haga, es irrevisable, aun si se basa en un fundamento opinable, mien-
una renuncia laboral tácita, en la Argentina, es, frente a la tras no concurran las mencionadas causas de descalificación 49.
doctrina judicial de máximo nivel, un acto sin seguridad ningu- 148. La obligación del empleador de dar trato igual a sus -
na y, lo más probablemente, inválido 39. dependientes, en cambio, es un tema propio del derechirdel
-
trabajo, importante y complejo, porque, por un lado, la posibili-
dad de ser discriminado, como método de hostigamiento, es un
C.N.A.T., Sala III, 11/6/85, “L.T.", XXXV-B-699„eri donde se trató el
no cumplimiento reiterado de un acuerdo de indexación salarial. Hizo punto permanentemente vulnerable para el trabajador depen-
.mayoría el voto del Dr. Guibourg, citando antecedentes; y disidencia el Dr. diente; pero, por otro lado, esta discriminación normalmente se
Lasarte, también citando antecedentes. C.N.A.T., Sala III, 30/8/85, "L.T.", realiza en ejercicio de los poderes patronales de organización y
XXXIII-B-926, también sobre una cláusula de reajuste salarial. ffireccidif 6 denninádo:Wis-tidf.:ijn-gri—jrno es posible pensar en
Puede observarse en estos fallos que se utilizaron, a la vez, los términos supriiiiii.diniíiera absoluta o siquiera extensa estas faculta-
"presunción" y "comportamiento inequívoco" (expresión tácita), aunque del
contexto general resultatía que lo que se estimó existir fue lo último, y no
sólo primero. jurisprudencia de la C.S.J.N. tiene muchas veces dificultades para diferen-
38 C.S.J.N., 2/3/87, .Capella:',- t.T.", XXXV-B-698. Este fallo ciar las normas públicas de las de convenio colectivo.
resolvió la apelación contra el primero de los de C.N.A.T., Sala III, cit. en El 18/10/85, en el caso "Dardanelli de Cowper", la C.S.J.N. estableció
la nota anterior. La doctrina se repitió el 28/11/88 en el caso "Lichieri", que un régimen de accidentes de trabajo dado en un momento como más
"Fallos", 311:2438, solare una demanda por tiempo extraordinario de trabajo. beneficioso, pero luego superado por mayores beneficios del régimen gene:
Posteriormente la C.S.J.N. la flexibilizó un poco, al tratar el caso de los ral, no podía aplicarse sin menoscabo del art. 16 C.N. ("Dl'.", 1984-B4986).
dependientes de mucha jerarquía, el 11/6/98, en "Zorzín c/Y.P.F.", "T. y S.S.", Solución acertada, pero cuyo fundamento ni lo era tanto, ni parece haber"Sido
1998-974:"'
necesario.
39 C.S.J.N., 27/5/86, "Badana y Perazzo "L.T.", XXXIV-l3-854; "T. 40 Germán Bidart Campos, Principios constitucionales de Derecho del
y S.S.", 1986-604. En este fallo, que cita gran número de antecedentes, se Trabajo (individual y colectivo) y de la Seguridad Social en el art. 14 bis, "T.
descartó el eventual carácter discriminatorio del descanso de los días y S.S.", 1981-497. Dice que se trata de impedir discriminaciones arbitrarias
domingos, establecido como obligatorio para las panaderías. Dicha norma en el pago de salarios, "sobre todo.., por razón de sexo o edad". "Después,
era parte del convenio colectivo 62/75 (que no podía referirse a otras además, por religión, raza, etc.", aunque no da una razón para este orden
actividades) y no de una ley estatal, pero es un hecho constante que la de prelación.
92 PARA UNA INTRODUCCION AL DERECHO DEL TRABAJO
LOS PRINCIPIOS DEL DERECHO DEL TRABAJO 93 -

des del empleador, dentro del esquerna aceptado para el contra-


pesar sobre una u otra parte la presunción contraria, en casq de
to de trabajo y del sistema más general de relaciones sociales
que no se pruebe alguno de estos tres elementos.
del: que éste forma parte.
- De modo que el derecho o garantía de trato igual transcurre
invariablemente como un concepto en equilibrio inestable, res-
152. En general, se acepta explícita o implícitamente un
esquema simple, según el cual al trabajador le corresponde
e
pecto de las citadas facultades del empleador. 'probar la identidad de situaciones y el trato desigual, y al
empleador las razones para dicha desigualdad. Este esquema es
150. El aspecto más importante de esta obligación de no
discriminar, o por lo menos el más ur ente se da en materia más atractivo que útil, o siquiera sincero, porque depende casi
salarial. Sobre este punto, el por entero de qué alcance se le dé a por los menos dos de los tres
dispone que las términos: una cosa es que la igualdad que deba probar el traba-
leyes "asegurarán- al trabajador.., igual nmuaeración por igua-
les tareas". • jador sea la mera formal, por ej., la de que revista en 11 misma
Apunta Bidart Campos que ésta es a única igualdad ote categoría de convenio colectivo que otro u. otros, para lo cual
en el ámhilo_cle las Del aciones_privadas_hactobligatoriala_fl basta con mirar sus recibos. Y otra es que deba probar que su
. La L.C.T. extiende a más temas la Obligación de los trabajo en calidad, cantidad y aun en características más suti-
empleadores de no discriminar: el(art. .172) dispone que las les, es igual al de los demáa,
.Y, asimismo, una cosa es que el empleador deba estricta-
convenciones colectivas deben fijar remuneraciones iguales para
mente probar que el o los trabajadores beneficiados tienen
las mujeres que hagan trabajos de igual valoi: que los varones,
ventajas, a veces muy sutiles, sobre los discriminados, y otra,
inhibiendo las discriminaciones por sexo o por estado civil.
El por ej., es que ésa evaluación de ventajas se admita como algo
prohibe con carácter general laS diaOriiliiháCiones
fundadas en motivos de sexo; raenacionalidad, religión, polí- de decisión discrecional para el empleador, en ejercicio de sus
ticos, gremiales o de edad 41; yel lista, entre las obligaciones poderes de organización y dirección.
Esta contraposición suele expresarse diciendo, por una parte,
genéricas del empleador, la de darigual trato a sus dependien-
tes,- en identidad de situaciones; excluyend6,-(16- iiireVóTltiá ' fii-S- que la distinción de situaciones debe responder a causas."obje-
Oriminaciones por sexo, religión o raza. tivas" (lo que quiere decir comprobadas, pero incluye y requiere
El rár.rde la ley 25.019 agrava las indemnizaciones una valoración subjetiva de cuándo son, además„ suficientes), o,
por la otra, queda valoración es "discrecional" (lo cual sigritfica,
correspondientes a despidos cnYa ca-u-Sa sea la discriminación
por :raza, sexo o religión. )también, subjetiva).
153. En materia salarial —que, como se dijo, suele ser la
- 151. De•lo que se trata; entonces, en esta cuestión de la
Imás álgida—, al interp.retar eart. 14 bis C.N., la C.S.J.N., a
¡igualdad laboral, es de saber cuándo dos situaciones pueden
conaiderarse idénticas: en ese caso cuándo eLtrato_que_ se les da
.partir del casct "Ratto" ári 1966)estableció como' doctrina 42:
es. distinto y, al fin, cuándo la razón para. ese trato distinto es
siilc-InEo no. 1 " C.S.J.N.; 26/8/66, "Ratto, Sixto c/Productos Sten?, "Fallos", 265:248;
Así es que, en gran medida, se trata de un problema que se "D.T.", '1966-449. Importa señalar que en este fallo, que revocó uno de la
resuelve con el mecanismo 'de cargL,. C.N.A.T., Sala V, "D.T.", 1966-132, se trató de que se estaba equiparando a
.: .1a.T.nrueba,. haciendo 1todos o a muchos trabajadores en el nivel superior reconocido a sólo 3-de
;ellos, estructura de los hechos -que, naturalmente, facilita una respuesta
:11 Es notable cómo la discriminación por edad, qüe opera bastante en ;categórica. Además, la C.S.J.N. consideró expresamente que esta garantía
la práctica y que es objeto de muy fuerte protección en otros países, tiene se dirige en primer lugar al Estado y no al empleador.
apenas una declaración, que en general se ignora, en este art. 17 L.C.T., 1 Esta doctrina fue ratificada en el caso "Daniel Segundo c/Siemens", del
126/6/86, "Fallos", 308:1032, en el que la e:á-JIM: il-Iiiilifral-lahWir al
fuera de la citada afirmación de Bidart Campos sobre la C.N. y alguna
mención, como una presunción y sin ulterioridad decisiva, •en un fallo ;dictamen del procurador general. 'Este dictamen' citó el antecedente de
judicial (C.N.A.T., Sala VIII, 31/8/82, "T- .y S.S.", 1982-1269). l"Ratto" cómo el argumento decisivo, pero, además, reprodujo la doctrina del
; :fallo apelado (Salal, C.A.T. Rosario), en la que se expresaba de una manera
PARAJINAJIIRODUCCICIN AL DERECHO DEL TRABAJO Los PRINCIPIOS DEL DERECHO DEL TRABAJO 95
CranfrOl- A-
Cr-n-
9D
-o) que la garantía sobre igualdad de remuneración es un La doctrina del caso. "Ratto" plsé ... ahora Alexi, 81
derivado o, por lo menos, una garantía complementaria, de la L.C.T., que reproduce la prohibiciórgearal de discriminar Por
c. sobre retribución_justaL_ Sao, religión o raza, pero no por razones de "bien común", tales
que dial. i'etribución justa se satisface con los. niveles como "eficacia, laboriosidad o contracción a sus tareas...".
salariales de convenio colectivo, por estar éstos "elaborados con La C.S.J.N. ha dicho que se trata de la reglamentación del
-Intervención de la parte laboral", y que, parlo tanto, la garantía art. 14 bis; por más que —se puede observar— ese artículo no
delgualdad se cumple respetando, para todos los trabajadores, exinía cuando se resolvió el caso "Ratto" 43.
esoS niveles salariales de convenio colectivo, con lo que quedan " 1. Antes de la reformoje la ley 21.297, que dejó el texto legal
sólo excluidas las discriminaciones fundadas en razones "arbi- como se lo indica, en: la versión original del anterior art. 89
trarias", como serían las de "sexo, religión o raza"; L.C.T. se consideraban ilegítaas las (1.1scriniinaciones no-fun-
por encima de ese nivel obligatorio de igualdad, se pue- dadas en "causas objetivas"; lo Cual, en la ferina 'equíVoba enMie
den dar mayores beneficios a alguno o algunos trabajadores, por se• plantean los términos de esta discusión, posiblemente signi-
razones de "bien común", como, por ej., "méritos suficientes", ficase derivar la carga de la prueba sobre la legitimidad de la
"eficacia y lealtad" o "mayor eficacia, laboriosidad y coaraceión discriminación a la empleadora 44 . Arri-e"1'
al trabajo". De no admitirse este tipo de distinción:no habría
manera de estimular el trabajo, con gravo detrimento para la En el más reciente fallelTernandez„Estrella.c/Sanan
justicia; torio Güemes" 45, se hizo lugar a la pretensión. de una trabajado-
• que el derecho del empleador a premilara algunos de sus t.-- ralltárojtaada, lb-6W lá-b-iárde -que si cobré:be mentís- tia loS
trabajadores por las razones indicadara puede sujetarse a la - trábájádores a su cargo se estaba frente a una discriminación
I t. prueba, len la práctica muy sutil y difícil", de que esos motivos injustificada, contraria al art. 14 bis C.N. y al art. 81 L.C.T.
eXistaii . O sea que la valoración de su exist elida qnedalibrada ....--ri-doc-frina general de este fallo no ha sido entendida ni
ala "prudente discrecionalidad del empleador". difundida de manera uniforme. Aveces se ha dicho que se entró
á evaluar la discriminación porque, al ser la trabajadora
jerarquizada, no había forma de cumplir con la igualdad pagan-
do los niveles de convenio coleCtiV6 46.'Y a Vecel, directa:Mente,
que así se corregía o se iniciaba le corrección de la doctrina
inusualmente clara y ordenada la forma en que más comúnmente se
entiende expresa y conoce la doctrina de la C.S.J.N., así como sus fundamen- establecida con el caso "Ratton 4l.
tos implícitos. Decía que: Más todavía, en el fallo "Fernández" hubo una disidencia
. a) luego de abonada a los dependientes la retribución justa y legal, la (de los jueces Petracchi y Bacqué) según la cual el avance eil las
retribución especial por calidad o cantidad de trabajo es un derecho técnicas de "evaluación de tareas o del desempeño" en el trabajo
reconocido a los empleadores, como facultad emanada del poder de dirección,
que sólo condiciona la evidencia de arbitrariedad";
b) "lo que interesa a fin de determinar si se configura trato discrimina- " Del citado caso "Daniel Segundo c/Siemens".
torio.., es si un dependiente resultó discriminado respecto de la generalidad"; " Este texto originario de la L.C.T. demostraba casi académicamente
"no hay desigual tratamiento cuando se responde a principios de bien la extraordinaria virtualidad que en el país se atribuye a la ley escrita,
común;- como los sustentados en mayor eficacia, laboriosidad o contracción porque es dificil ignorar que la C.S.J.N. sostenía que con su doctrina (cale
por parte del trabajador"; se procuraba contrariar con este texto, apenas disimuladamente) se evitaba
d) ese "derecho del empleador [no] está sujeto a la demostración de que un "grave detrimento para la justicia". Opinión que dificilmente cambiase
estos méritos existen". porque la ley escrita dijese lo contrario, y que posiblemente se acentuase en
A veces se menciona este fallo como modificando la doctrina de la ese caso.
C.S.J.N., porque en un punto llama "causas objetivas" a las que figuran en " C.S.J.N., 23/8/88, "DI'.", 1989-A-580. Un caso bastante semejante a
la enumeración del caso "Ratto" y en el art. 81 L.C.T. Pero, como se dijo, éste lo resolvió la C.N.A.T., Sala 111, 17/2/81, wL.T.", )0M-A-177.
ratifica claramente la doctrina general de la C.S.J.N. y, en especial, que esas Así parece resumir la idea del fallo la publicación citada en
causas son de apreciación discrecional. " J. C. Fernández Madrid, Tratado... cit., t. 1, .p. 247.
Los PRINCIPIOS DEL DERECHO DEI. TRABAJO 97
96 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO

de prueba al respecto y con el solo límite de la "evidente


haría inadecuado reservar ese juicio enteramente al empleador;
arbitrariecladr que se da en los supueatoenipiffdadól. par el
disidencia que sin una razón discernible se tuvo a veces como
art. -81 L.C.T." 49 .
parte del fallo de la C.S.J.N., si no como parte prevaleciente de
su doctrina n . Otraeveces tomó un camino más bien distinto, por-
que virtualmente invirtió....... la carga de la prueba al afirmar que,
156. Sin embargo, parece que conforme a una correcta
eh iguales -circunstancias, la remuneración debe ser la misma si
lectura del antecedente "Fernández", éste no se opone a la ea que no existen elementos de prueba sobre la carencia de
doctrina .anterior de la C.S.J.N, ni la modifica, sino que la
cualidades del trabajador".
complementa. Así, de paso, se cumple con la premisa de lograr
una \interpretación que en vez de oponer a los dos términos de En lo que, sí se alcanzó lo que parece una doctrina
lecomparación (en este caso dos doctrinas judiciales) y destruir pacífica y difundida no necesariamente opuesta a la de la
uno, deje subsistentes a los dos. C.S.J.N. y hasta en alguna
' medida complementaria de ésta, es
Desde este punto de vista, se entiende todavía vigente la en descalificar la situación en que unos, o pocos, queden exclui-
idea de que, par encima del-nivel salarial obligatorio, no puede das de una posición salarial generalizada ". En este caso, se
pedirse al empred-o-r-jir-nebe de que las distincienes qu'e haga invierte la carga de la prueba, y es. el empleador quien debe
respon-den-efectivamente a razones de "bien coinún" ("Retto"). demostrar la causa de exclusión de un trabajador respecto de un
Pero si esa prueba- exiate, debe computársela eFeriia-n-aez").— ámbito o tratamiento general 52 .
En'cuanta a la- disidencia de los jueces Petracciii , 160. Otras situaciones que de algún modo han dado lugar
bien entendidas las cosas, ésta es precisamente eso, una disi- al tratamiento de la igualdad laboral fueron las de los despidos
dencia, o sea, una idea que cuenta con una inusual calificación discriminatorios con motivo de una huelga ilegal, y la de los
de desacierto, porque no es de aquellas• de las que se puede aumentos retroactivas de convenio colectivo, de los que quedan
pensar que son acertadas o erróneas, sino úna que la C.S.J.N. eXcluidos los trabajadores cesantes al firmarse el convenio.
tuvo concretamente planteada como alternativa de decisión y, Sobre los despidos selectivos —de sólo algunos huelguis-
teniéndola a la vista, la rechazó. O sea, una que es decididamen- tls— o masivos seguidos por reincorporaciones selectivas —que
te errónea en cuanto criterio de decisión jurisprudencia'. ea lo mismo— la jurisprudencia de la C.N.A.T. sostuvo inicial-
157. La jurisprudencia ordinaria ni se mantuvo por com- Mente que se trataba de una discriminación injustificada 63 .
pleto dentro de los dauces fijados por la C.S.J.N., ni se separó
siempre de ésta. C.N.A.T., Sala IV, 19/6/81, "Dl'.", 1981-B-1384. La doctrina de la
; 49
, A veces, como én •el caso del fallo del tribunal provincial en el caso "Ratto" fue seguida puntualmente por la C.N.A.T., Sala
revisado por la C.S.J.N. en el citado antecedente "Daniel Se- 111, 22/9/80, "L.T.", XXX-A-471, fallo 52. C.N.A.T., Sala VIII, 18/8/86, "D.T.",
gundo", los tribunales ordinarios desarrollaron la posición de li986-B-1463; "L.T.", XXXV-A-378.
la C.S.J.N. casi con más claridad y extensión que ésta. O como 63 C.N.A.T., Sala VIII, 3118/82, "T. y S.S.", 1982-1126. Pero este es el
cuando se especificó que el empleador goza de libre discrecio- caso ya mencionado como único en este sentido, en que el tribunal insinuó
la existenCia de una discriminación por edad, lo cual lo hace no estrictamente
nalidad para distinguir entre sus dependientes, sin exigencia comparable. En el fallo citado en la nota anterior, la misma Sala VIII, el 18/
8/86, afirmó que es el trabajador quien tiene la carga de•probar que esta
en igual situación que los que recibieron mejores salarios. C.N.A.T., Sala VI,
42 La idea de esta disidencia no quedó bien definida ni fundada. Los 28/11/80, "L.T:", XXX-A-471, fallo 51, afirmó que la prueba de que un
métodos de evaluación de personal, por muy modernos que sean, no dejan aumento selectivo es discriminatorio carga sobre el trabajador.
por elle de requerir la aplicación y valoración por una persona, con toda su A.T., Sala II, 19/
41 C.N.A.T., Sala VI, 22/9/80, "T. y S.S.", 1980-680;
posible subjetividad, sólo sujeta, a su vez yen todo caso, al control por otra 2/85, "D.T.",1985-A-646; C.N:A.T., Sala VIII, 30/6/83, sentencia 4793.
persona. La alternativa jurídica, no bien definida, era la de hacer obligato- 52 C.N.A.T., Sala I, 15/2/82, "L.T.", XXX-A-470, fallo 49.
rios estos métodos y eliminar gran parte de la libertad de contratar del " C.N.A.T., plenario 63, 14/7/60, "Dl'.", 1960-469.
empleador.
7- Ramírez Bosco.
98 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO Los PRINCIPIOS DEL DERECHO DEL TRABAJO 99

Pero la C.S.J.N. estableció que esto no sólo no era una práctica empleados dentro del período de vigencia retroactiva, pero ya no
descalificada por discriminatoria, sino que "puede... ser .un im- al momento de la firma.
pedimento grave para la continuación de la actividad y la nor- O sea que se discriminaba un aumento salarial retroactivo,
malización del trabajo, que interesan a la comunidad". Por lo sobre la base . cle la diferencia entre quienes siguiesen o no
tanto, se debe entender que la descalificación de las reincorpo: empleados al momento de firmarse el convenio colectivo.
, raciones selectivas se opone, a los arts. 14.3/1/ C.N.
La C.S.J.N. no se expidió sobre este tema estando
Con el art. 243 del texto original de la L.C.T., todavía se
vigente el art. 14 bis C.N. El 23/ 9/59, en el caso "Reinhardt c/
procuró resistir esta posición de la jurisprudencia, al tipificar
Shell"", sostuvo que la igualdad frente a la ley no se vulnera por
como "trato ilegal y discriminatorio, la no reincorporación de
esta vía, porque "no son arbitrarias las discriminaciones cuando
parte del personal involucrado en una huelga...", pero este texto
fue•suprimido en 1977 por la reforma de la ley 21.297. se establecen con fundamento en las distintas actividades con-
templadas, en tanto el réglinen fijado •para cada especie_ sea
En realidad, parece que las cosas pudieron plantearse uniforme".
desde otro punto de vista, porque un empleador que despide a En otro fallo anterior había llegado a un resultado distinto,
un trabajador, por la misma causa que a otro no lo despide, lo también antes deja vigencia del art. 14 bis C.N., pero invocando
que está haciendo es aportar una prueba casi irrefutable de que, esta vez, no una cuestión de igualdad, sino la necesaria justicia
o bien la causa expresada del despido no es la verdadera (por lo de la contraprestación salarial, que estimó hacía necesario que
menos no es toda la causa), o bien subjetivamente no le produce los salarios pactados colectivamente se pagasen también a los
un agravio tal que haga imposible la prosecución del contrato. cesantes 56.
De modo que, más que un problema de igualdad, pudo plantear- 7, la C.S.J.N.
se una cuestión de evidencia sobre la insuficiencia_deJa_causa r. 164. Por fin, en el difundido caso
del despido. . sostuvo que la exigencia.de contar con un carnet que acredite
la afiliación sindical como condición necesaria para acceder a
Pero se planteó en los términos descriptos y quedó estable-
cida la doctrina de que, en este supuesto en e$pq0,g1, ja_libertad 11.4 un empleo', es catrtrarik.a _le _libertad_de trabajar. y a la de
de_ contratar y el •derecto---de propiedad prevalecen-sobre, el. libre agremiación. En realidad, así parece haberse tratado la
cuestión desde la perspectiva más adecuada; pero también
derecho del trabajador a no ser discriminado. n41° puede vérsela con relación a la obligación de no discriminar,
Sobre los aumentos retroactivos en los convenios co- no ya entre trabajadores ocupados sino entre postulantes a
lectivos, como las negociaciones suelen extenderse bastante en un empleo.
el tiempo, es frecuente que cuando se los firma se lo haga con Óte
vigencia desde que se iniciaron las negociaciones. Como tam-
bién es frecuente que, durante el tiempo que va del inicio de las "D.T.", 1980-31. En igual sentido, C.N.A.T., plenario 20, 19/12/5/,
negociaciones hasta su conclusión, haya habido trabajadores "D.T.", 1953-98. En contra, C.N.A.T., plenario 44, 11/9/58, "D.T.", 1959-39,
que cesaron, en ocasiones los convenios establecieron que los aunque referido a una situación específica y transitoria.
5' 6 C.S.J.N., 26/3/53, "Diz c/Instituto Biológico", "D.T.", 1953-667. Se
aumentos salariales dispuestos para regir desde el inicio de su advierte que en este fallo la C.S.J.N. ya empezó a prefigurar lo que
vigencia beneficiaban a los trabajadores que seguían empleados finalmente fue su posterior doctrina sobre el art. 14 bis C.N., que privilegia
a la época de la firma, pero no a los que hubiesen estado la obligación sobre retribución justa como pieza central de un sistema en—el
que la igualdad salarial es menos importante.
54 C.S.J.N., 7/6/63, "Salido c/Artes Gráficas", "D.T.", 1963-295,
El 18/9/52, en "Pérez c/Carelli", "D.T.", 1953-161, la C.S.J.N. convalidó
expresa- un fallo que declaraba la obligatoriedad de pagar los salarios retroactivos a
mente acogido en el plenario 83 de la C.N.A.T., 29/11/63, "D.T.", 1964, fallo los cesantes, pero por entender que, a falta de cláusula expresa, interpretar
29. En la provincia de Buenos Aires la doctrina judicial ya antes era más
próxima a la de la C.S.J.N.: así, S.C.B.A., 27/10/59, "D.T.", 1960-34; 24/11/ el convenio para saber si los cesantes quedaban o no excluidos es cuestion
59, "D.T.", 1960-83; 1/2/60, "D.T.", 1960-303.
ajena al recurso extraordinario.
C.S.J.N., 29/3/67, "D.T.", 1967-231.
100 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO
Los PRINCIPIOS DEL DERECHO DEL TRABAJO 101

Esto porque, por un lado, se puede sostener que el postulante, Iconvicción íntima del juez sobre qué es lo individualmente más
todavía no empleado, no tiene derecho alguno frente al emplea- correcto y lo socialmente más adaptado, sin sujetarse mecánica-
dor, justamente porque entre ellos no hay una relación contrac- mente a directivas rígidas, y cualquiera sea la vía que al fin elija
tual y el empleador puede decidir contratar o no con el criterio
Ipara explicar-y dar fundamento a su convicción.
que elija. Pero, por otro más posiblemente exacto, puede afirmar-
se ue una ersona ue irocura emplearse debería estar libre de 168. De tal modo que estas cuestiones serían, la mayor
la a ternativa de ser descalificada por circunstancias ajenas a su parte de ellas, de tratamiento preferible (por más comprensible)
aptitud persona y especialmente MEomputables, tales como el en el tema o capítulo sobre las fuentes de las normas laborales.
hecho de estar o no atifi-a-aa a un sindicato. Sin embargo, dado el arraigo sistemático de estos principios en
la materia, es preciso darles algún tratamiento por separado,
' destinado más que nada a señalar las particularidades del
4. Los principios sobre cuestiones de concurrencia de derecho del trabajo cuando enfrenta las cuestiones de concu-
normas. rrencia o interpretación de normas, desde su específica perspec-
tiva protectoria.
165. En derecho del trabajo, igual que en otras ramas del
derecho, puede darse que normas de la misma fuente (en este a) El principio de la norma más favorable.
caso, generalmente estatales) o de distinta fuente, se superpon-
gan como aplicables a una situación determinada. Y es posible 04,2 7,
104C, 169. La regla general consiste-en que, contra lo que ocurre
que este fenómeno ocurra en el derecho del trabajo más que en en cualquier rama del derecho, en el del trabajo, el orden de
otras ramas, tanto por la proliferación y acumulación de nor- keinufi prelaciln mi la aplicación de las normas de distintastueaes no
mas, como por el hecho de existir en este casa fuentes normati- 0,261,1;" 'OSi-gue necesariamente el orden de jerarquia.dtéstas,
vas diferenciadas (los convenios colectivos). Eñ éste caso, una norma dé menor jerarquía puede despla-
r 166. 'La situación puede darse respondiendo exactamente zar la aplicación de una de mayór jerarquía, siempre y cuando
al planteo simple de concurrencia de una norma vigente con la primera sea más favorable para el trabajador.
otra; pero puede ocurrir que-la concurrencia Sea de una norma Hasta que punto este sistema diferenciado se aplica a
vigente y otra derogada (o, más bien, contra los derechos adqui- los distintos:problemas de concurrencia es una realidad más
ridos al amparo de la norma derogada); o incluso entre dos bien contingente en cada lugar.
interpretaciones distintas de una misma norma, cuestión que, La regla propia del derecho del trabajo, como tal, existe; pero
desde el punto de vista analítico, se parece bastante a la exis- es un error corriente, o por lo menos una expresión corrientemen-
tencia de dos normas superpuestas. te confusa, sostener que en todos los casos, y sin distinción, se
Esta problemática es el ámbito en que se desenvuelven los , aplicará la norma laboral más favorable. El trabajo, en concreto,
principios de la norma más favorable, de la condición más ; consiste en determinar qué alcance de aplicación reconoce a este
beneficiosa y el in clubia pro operario. Por ese es que tienen en ; principio el ordenamiento jurídico que se tenga en vista 58 .
común el hecho de ser mecanismos o criterios para resolver El principio de la norma más faverable está expresa-
problemas de concurrencia de normas. mente establecido, en la. Argentina, como método para resolver
167. Estos problemas de concurrencia de normas, en gene- ; la interferencia entre leyee.Ysenvenios;colectivos59. .
se resuelven o bien conforme al criterio de jerarquía de las
fuentes, o bien por el de prioridad de-lis leyes segun sean 58 Sobre la relación jerárquica recíproca de las leyes y los convenios
posteriores Y/o—especiales, y, en -último caso, quedan libra-Eras a colectivos, ver el Capítulo IV de esta obra, sobre fuentes.
la interpretación judicial, que —se lo diga así o no, o aun si lo 59 'Manuel Alonso García, Curso de Derecho del Trabajo cit., p. 248,
autoriza el ordenamiento positivo o rico— va a atenerse a la trata al principio .de la norma más favorable en dos sentidos: uno "propio",
referido a la situación en que colisionan dos normas efectivamente vigentes,
102 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO est. TRABAJO Los PRINCIPIOS DEL DERECHO DEL TRABAJO 103.

Así lo dispone ahora el art. 8 L.C.T„, que bajo el título de todas las de una fuente sean más favorables que las de la otra
"condiciones más favorables provenientesde convenciones co- siempre tratando un mismo tema.
lectivas de trabajo" establece que "las convenciones colectivas... ' De modo que lo que es preciso resolver es el criterio de
' o laudos con fuerza de tales, que contengan normas más favora- comparación a.-utilizar entre leyes y convenios Colectivos; objeto
bles a los trabajadores, serán válidas y de aplicación...". Se más bien modesto, que, en realidad, es gran parte, si no todo, del :1•.*
entiende, válidas y de aplicación con preferencia sobre normas contenido cierto y concreto de este principio de la norma más
legales que prevean derechos inferiores, porque si no la frase favorable.
carecería de sentido lógico o histórico y porque, desde 1954, así
En: principio existen clos sistemas para determinar
lo dispone el ahora art. 7 de la ley 14.250.
qué norma es más favorable al jrabajaaor .uni:tpor el cual se
. 174. El art. 9 L.C.T.; al que se suele citar como expresión toman para la comparación Oáusulas aisladas dé5los cuerpos
legal de este principio y que lleva por título "el principio de la normativos o aun partes de ellaTY' sa-Compbne así un nuevo
norma más favorable para el trabajador", dice que "en caso de cuerpo que acumula•todas las disposiciones más favorables. A
l iuda sobre la aplicación.;de normas legale1/4oiconvencionales
prevalecerá la más favorableal trabajador..." w. Así, se refiere a
éste se lo llama criterio d acumulaciAn fue en alguna oportu-
nidad aceptado-por la jurisprudencia nacional. El otro criterio
un supuesto de duda que no es el que la doctrina analiza en el es el delemrigindamleitsegún el cual la comparación debe
ámbito de este principio, porque aquí la duda, como se verá hacerse entrflos cüe.rpo ormativos íntegros, lo que puede dar
enseguida, se podrá referir a cómo comparar las normas para lugar a una compi-fiCiffh- o-fáriTo-falliáaora como parece, en la
ver cuál es más favorable, pero no a cuál será la aplicable, medida en que las disposiciones de derecho del trabajo suelen
precisamente porque la ley lo resuelve categóricamente: se apli- estar dispersas en leyes separadas.
ca la más favorable. El criterio de acumulación logra la máxima protección po-
173. Lo que ocurre es que tanto las leyes como los conve- sible; a veces demasiada, porque puede producir la división
nios colectivos contlenen.m4s.de .una norma sobre un mismo (para acumular) de partes de un todo protectorio concebido
teria (156f .eji,'SEibi.e jornada o estabilidad o remuneración), lo como inescindible.
que dificulta la comparación, porque puede resultar que no El criterio de conglobamiento asegura la lógica de la opera-
ción, pero puede hacerlo a costa de una protección concebida
como extensible también al caso que se tenga én vista.
Es así ..que edenamiento jurídico .argentino itanto
como potencialmente aplicables al caso, y otro "impropio", sobre cuál será la en la ley 14.250 domo ahora en la L.C.T., optó, para comparar
interpretación posible más favorable al trabajador (osen que no colisionan las normas legales con las de convenio . - -ctivos •or la vía' o 41
dos normas sino dos interpretaciones). Esta doctrina, seguida durante f (At

muchos años por muchos autores latinoamericanos, ha perdido difusión por criterio intermedio del
lo notorio de que el supuesto "impropio" se confunde con el principio in dubio • apila la norma aislada m e, sino e conjun • de
y no hace sino acumular problemas diferenciables bajo un mismo nombre. normas más favorables, que -rijan un mismo instituto del dere- •
54 Es posible una comprensión literal del art: 9 L.C5.,negún la cual su cho del trabajo ".
texto se refiera no sólo al caso de concurrencia ah—normas de convención El problema.; en este punto, se traslada a la dificultad „que
colectiva con otras legales, sino también al de concurrencia de normas existe para determinar qué es un instituto del 'derecho del
convencionales entre sí,-o de disposiciones iegaleilentre sí; Sin embargo, esa
no ha sido la interpretación que, a lo largo de muchos años, se ha dado al
texto ahora vigente o a otros semejantes, de modo que creo que la cuestión
gana en claridad limitándola a la única hipótesis para la que está concebida. " Sobre estos criterios de comparación se puede ver Derecho Sindical
Por eso hago esta aclaración en una nota, fuera del texto, para advertir que y de la P.reuisión Social de Devealí(Bs. As., 1957, Zavalía Editor, pa. 188 Y
esa posible interpretación literal más .amplicieleLart., 9 L,E.T. está,- en este.. 189), cuyas explicaciones al respecto fueron, en nuestro país, prácticamente
trabajo, fuera de casii6h..-- originarias.
104 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO LOS PRINCIPIOS DEL DERECHO DEL TRABAJO 105

trabajo, problema que casi no ha sido tratado en la doctrina o En principio, no rige para la comparación de normas pú-
jurisprudencia ". blicas de diatintajerarqulaJleyes y decretos) porque esta rela-
.17 . oelin
t edicó un destacable esfuerzo a esta cuestión:,6 don. -está regida por la C.N.;true es derecho de aplicación nece-
.. y defini • nstituciones como un "conjunto funcional y orgá- ,r,v5"07/1C. saria 65; ni para' la de leyes generales con leyes especiale.s 66 ; ni
nico mínimo inescindible" o "un grupo homogéneo de nornia?..- es seguro que lo haga en el caso de leyes anteriores compara-
. •Pero, a mi juicio, lo hizo sin adelantar ñaiichciináltnie-en la das con otras posteriores 61. Lo cierto es qué, fuera del supuesto
explicación lógica de por qué se elige esta unidad intermedia de Para el o los que está especialmente prevista, esta hipótesis se
comparación y no cualquiera de los dos extremos. No en lo que aplica muy poco U.
atañe a qué debe considerarse en concreto un instituto, idea que
sigue sin ser un producto conceptual elaborado o semiterminado
que se provea al juez, y se mantiene, al parecer sin remedio, en '. 65 J. López, L.C.T. contentada cit., p. 5. Álonso °lea; Estatuto... cit., p.
el ámbito de las indicaciones genéricas, que requieren un exten- 30, señala que el principio de la norma i /ás favorable rige "con graves
so trabajo judicial de definición para poder ser aplicadas en los dificultades, cuando la comparación se ha entre normas estatales, habida
supuestos concretos. 'mentar:lel principio de legalidad estrict , i_ e los reglamentos del número 2".
De tal definición jurisprudencial, en general, se carece, " En el caso más frecuente,.se trata S—Comparar la L.C.T. con estatutos
porque no ha habido casi planteos de la cuestión ante los tribu- especiales, para lo cual, en su- árt. 2,1a L.C.T. ebtablece prioritariamente un
'criterio distinto,, el de conmatibilidadraunque con esto no exCluye la
nales. Como excepción, se anota un fallo de la C.N.A.T., en el aplicación sucesiva del criteriPdrfatibt"(Ver el Capítulo W, sobre fuentes).
que se consideró a las vacaciones como instituto o unidad de . " J. López, L.C.T. comentada... cit., p. 126, dice que "si la L.C.T.
comparación". lcolisionase con otra ley general, como [fue] la 9688, se debería aplicar la más
De todas maneras, en cuanto se trate de aplicar el sistema favorable". Sin embargo, lo que parece problemático es que, en derecho del
de comparación por institutos a la práctica, es posible que este trabajo, pueda considerarse general a cualquier ley fuera de la L.C.T., o que,
tenga serias dificultades de operación, porque al ser gran parte 'len particular, pueda haberse dado ese carácter a la ley 9688 (que sólo se
'refería a accidentes y enfermedades profesionales), a la 11.544 (sólo sobre
de las leyes laborales de aplicación imperativa, es dificil pensar jornada de trabajo) o ahora a la 24.103 (llamada Ley de Empleo).
en alguna que pueda ser desplazada por un convenio colectivo, 1 66 En la recopilación Sistematizada de jurisprudencia de la C.S.J.N., so
aun- como parte de un tratamiento que, considerando por insti- registran, en los fallos de entre 1932 y 1998, sólo tres vinculados a la voz
tuto; sea globalmente Más favorable. "norma más favorable" en materia laboral. En dos de ellos ("Dellutti, Carlos
o A. c/Banco de la Provincia de Buenos Aires", de 1984, "Fallos"-3Q:1799, y;
177. Fuera del caso de la comparación de normas legales 113olaño, Miguel A. c/Benito Roggio", de116/5/95, "Fallos":818:10inifféte
con convenios colectivos, para el que está expresamente legisla- una definición correcta del principio y su ámbito de aplicación, porque
do, el criterio de la norma más favorable no rige con tanta "empieza por decir que :el de la norma más favorable es un dsrivado del
claridad. De hecho, muchas veces da la impresión de que el 'principio protectorio (en Dellutti), para luego explicar que eje- iiriiiSijihTii
principio íntegro no es otra cosa que una extenaión, dudosamen- idea es una pauta para elegir entre vanas propuestas. Pero no
te coi-recta, de lo que el ordenamiento positivo establece para el 'utiliza la idea como Criterio de decisión, sino, al revés, para aclarar que lo
que no hace es inhibir al legislador para derogar, modificar o. reemplazar ,
caso de concurrencia entre normas públicas y de convenio colec- leyes con lo' cual loque en. realidad hace el fallo es desautorizar en.grarf.yl
tivo o, en todo caso, de contrato individual. • medida.una aplicación Pósible del principio de la condición másbenefimesa.
62
El tercer caso registrado es "Caccia, Jdrge D. dEstado nacional", del 2/
Como excepción, Antonio Vázquez Vialard, Derecho del Trabajo y de 12/93, "Fallos", 316:2624, en el cual lidió 'preferencia a otro criterio, como
la Seguridad Social, Ed. Astrea, Be. As., 1978, p. 110, menciona la cuestión, es el de favor a la validez de la norma, criterio que, aunque en el saso_no se,
aunque sólo para listar, como institutos, los grandes títulos o capítulos de lo dijo, MS era Si más jai/Malle al trabajador. Desde ya que unirésulrido tan
la L.C.T. escueto de la jurisprudencia de la C.S.J.N. en esta materia puede depender,
63 Adrián O. Goldín, El congo blamiento por instituciones, la unidad de Xun poco por lo menos, de la nomenclatura con que se hizo el registro, del
comparación y el despido del encargado de casa de renta, "L.T.", XXX-B-879. criterio que usó quien cargaba el sistema o hasta de errores personales. Aun
64 C.N.A.T., Sala II, 16/11/93, "D.T.", 1994-A-339.. !así, creo que es señaladamente significativo. .
106 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO Los PRINCIPIOS DEL DERECHO DEL TRABAJO • 107

En general, parece que este sistema de selección de norinas Sin embargo, una práctica más hien espontánea, pero uná-
aplicables, según sean o no más favorables al trabajador, se nime, demuestra que la comparación en estos casos se hace con
adapta mal al supuesto de vigencia superpuesta de dos normas el criterio de acumulación absoluta.'
públicas, aun de igual jerarquía, porque las leyes se deben Con toda légiiCa7ane-atiend-e-a. que los contratos laborales
suponer dadas reflexivamente, previo estudio de antecedentes y suelen referirse exclusivamente a las cosas que es imprescindi-
teniendo en vista el panorama jurídico en que se insertan. O ble tratar y no a temas completos, porque todo lo demás está
sea, en condiciones tales que el cumplimiento de la decisión o regido por las normas públicas olas de convenio colectivo.
voluntad legislativa (sea la del legislador o la incluida en la -180. Respecto de la -Cdstumbra>sta es ahora fnentp_sle
norma) se asegura mejor a través de los medios tradicionales de normas laborales, por disposiCrn—ciel art. 1, inc. e, LTO.T.
interpretación y aplicación de las leyes, sobre todo de los más La cuestión será tratada más extensamente en el capítulo
comunes, referidos a la preferencia de leyes posteriores y cspe- sobre las fuentes; pero aquí, con específica referencia a cómo
dales, sobre las anteriores o generales ". . rige el criterio de la norma más favorable, es preciso señalar lo
En cambio, sí rige el; criterio de la norma más favora- diferenciado de que este art. 1,- inc. e, L.C.T., admita a la
/bid para la aplicacidn'dehontrátos individuales, cuando éstos se costumbre como fuente normativa, sin establecer condiciones o
: superpongan con leyes o con convenios colectiVos:"Mi lo dispone límites para su funcionamiento, contriitrq-a-áríti-adición de
el art. 7 L.C.T.„ interpretado a contrario, porque prohibe a "las nuestro derecho nacional y prácticamente la de cualquier dere-
partes" pactar condiciones Menos favorables al trabajador que cho escrito ".
las dispuestas en las normas legales d convenciones colectivas, En efecto, en nuestro país, como criterio general, la costum-
lo quo debe entenderse comci habilitando estos pactos, si es que bre sólo rige en defecto o por admisión expresa de la ley (art. 17,
son más favorables al trabajador. Cód. Civil), o, en materia comercial, donde se la afirma de uso
También interpretando a contrario, se pronuncia el art. 8 más difundido, como método para interpretar contratos o la
de la ley 14.250, cuando dice que las convenciones colectivas "no Voluntad de los contratantes (Cód. de Comercio, Tít. Preliminar,
podrán ser modificadas por los contratos individuales, en per- Ll Y V).
juicio de los trabajadores" y que "la aplicación de las convencio- 181. Como, en realidad, la costumbre es una fuente de uso
nes colectivas no podrá afectar las condiciones más favorables... francamente infrecuente, esta cuestión debe, en gran medida,
estipuladas en los contratos individuales...". analizarse casi sólo teóricamente, sin apoyo en elementos .o
No existe norma legal ni antecedentes jurismuclen- antecedentes de hecho.
ciales que indiquen con qué unidad, o cómo, comparar contratos De todos modos, en este punto el planteo que se, debe
individuales con coM7Itiioa Colectivos" o leyes. resolver es el de si, pese a que en ningún lado esté específica:
mente así establecido, las normas de Costumbre prevalecen
sobre las legales, de convenio colectivo o de contrato individual,
en caso de que sean más favorables para el trabajador. Se trata
" Un caso de análisis desde este punto ¿aviste es el del art. 248 L.C.T., de una verdadera prueba de fuerza para cotejar la extensión y.
que manda acumular la indemnización por muerte (en principio, inculpable) extensibilidad de este principio como tal, y desde ya que parecie-
con la del accidente -de trabajo que haya producido la muerte. Criterio que ra una prueba en que pierde.
la jurisprudencia extendió, al habilitar la acumulación de la indemnización
del art. 212 L.C.T., por inhabilidad física (en principio, inculpable), con la
de la enfermedad profesional o accidente que produjeron la incapacidad
(S.C.B.A., 10/5/83, "L.T.", Ma11-A-1984, p. 239; 9'. y S.S.", 1984-346). Como 7° El art. 32 del Estatuto de los Trabajadores de España dispone que
se ve, la misma ley en este caso descartó la comparación-de tratamientos y los usos y costumbres sólo se aplicarán en defecto de disposiciones legales,
dispuso la acumulación absoluta de derechos, para un mismo hecho y un convencionales o contractuales, p no ser que cuenten con una recepción o
mismo daño. remisión expresa"..

108. PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO LOS PRINCIPIOS DEL DERECHO DEL TRABAJO 109

El resultado sería que este criterio de la norma más favo- E,, .„ El prtnetpzo. e a condicion más beneficiosa.
rable rige con mucha dificultad, si no es que no rige, en todos los
casos ajenos a aquellos para los que la ley escrita lo admitió I 184. La regla de la condición más beneficiosa, es una de las
expresamente. afirmadas con más frecuencia como principio de derecho del
trabajo .
182. En caso de colisión entre la ley y la costumbre, parece A veces se la confunde con el criterio de la norma más
que la previsión más plausible sobre lo que resolvería un tribu- favorable, como cuando se la menciona como establecida en el
nal sería favorable a la norma pública, por más que la costum- (-017-1.9, ap. 8, de la Uonstitiran djla 01.-Tt) cláusula que dice
bre diese los mejores befrefléios al trabajador.. que las normas nacionales publicas o prlvaás prevalecen sobre
A este resultado llevan la mencionada tradición y la cultu- élla, en caso de que establezcan mejores derechos para el traba-
ra jurídica nacional, tan apegada, esta última, al derecho escrito jador (o sea, la regla de la. norma más favorable). A veces,
y detallado y tan compenetrada de la superioridad de las nor- incluso, • se afirma que son prácticamente lo mismo 72 .
mas Públicas. Y, de hecho, ha habido normas legales dictadas
teniendo en vista la necesidad o la opinada conveniencia de 185. Es así que, si se quiere determinar un ámbito concep-
contrariar una costumbre, a veces sin añadidos, a veces consa- tual separado para este principio, será preciso referirlo sólo al
grada en leyes o normas locales o en convenios colectivos. supuesto de sucesión de normas. "El principio de la condición
Más beneficiosa supone la existencia de una situación concreta
183: Sobre la interferencia de la costumbre con normas de Anteriormente reconocida" 74, que lo estaba por una -ri orina qiie
convenio colectivo, puede repetirse lo anterior, prácticamente actualmente quedó sin efecto.
por razones similares. Poi* tanto, lo 'que tiene en común con el principio de la
Y sobre la colisión de normas de costumbre con otras de horma más favorable es sólo el mencionado hecho de que, desde
contrato individual, tampoco parece una previsión plausible de el punto de vista lógico, la colisión entre dos normas vigentes o
lo que sería una decisión judicial la de pensar en que se vaya a
descartar una voluntad bilateral expresada sin:oponerse a nin-
guna norma de orden público.
' 12 Alonso Olea, Introducción al Derecho del Trabajo cit., p. 550, la llama
En algún caso jurisprudencial aislado, se resolvió que la "Condición más beneficiosa adquirida"; Alonso García, Curso... cit., p. 249;
falta de pacto 'expreso da lugar a que la cuestión se resuelva Rla.Rodríguez, Los principios del Derecho del Trabajo, p. 60, reproduciendo
por aplicación de la costumbre, pero conviene ser cuidadoso el texto de Alonso García; Mario Zuretti, en Curso... cit., dirigido por
con el tratamiento de esta doctrina porque, en el caso, la Rodríguez Mancini, p. 52; Fernández Madrid, Tratado... cit., t. 2, p. 207;
costumbre daba peores derechos al trabajador que una posible Justo López, L.C.T. comentada cit., p. 78, aunque refiriéndose al título del
interpretación de la. ley, de modo que prácticamente se la usó art. 8 L.C.T., que dice condición más beneficiosa.
' " Así, Pla• Rodríguez, prácticamente transcribiendo a Alonso García,
Sólo como medio de interpretación y, de hecho,-en perjuicio del dice que las reglas están muy entrelazadas pero se distinguen (ob. cit., p. 61);
trabajador 71 . y mi artículo Los principios... cit., en donde sostuve que esto es un
afinamiento del criterio de la norma más favorable, si es que son diferenciables,
afirmación que ahora entiendo más errónea que acertada. De todos modos,
el art. 7 L.C.T., bajo el título de "condición más beneficiosa...", regla lo me
se vio como el único contenido cierto del principio de la norma más favorable,
le cual indica que la confusión, al menos de palabras, es posible y hasta
Usual.
71 C.N.A.T., Sala V, 4/9/86, "T. y S.S.", 1987.151. Lo que se resolvió es Alonso García, ob cit., p. 249, con quien coincide Alonso Olea, ob. cit.,
que no debe entenderse el art. 76 L.C.T. como dando al trabajador viajante que -por eso habla de condición más beneficiosa, "adquirida"; Fernández
de coxa ercio derecho a la compensación de gastos pór viajes ordinarios a su Madrid, ab. cit., p. 235; Zuretti, ob. cit., aunque circunscribe el caso a que
domicilio, porque en el régimen de este tipo de trabajadores es costumbre San condiciones más beneficiosas adquiridas por contrato individual; Pla
que -sise reconocen gastos de movilidad, sea por. pacto expreso. Rodríguez, ob. cit., siempre transcribiendo a Alonso García.

110 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO LOS PRINCIPIOS DEL DERECHO DEL TRABAJO 111

entre .una vigente y otra derogada tienen aspectos similares. trataba de un derecho a la estabilidad .. que...sólo sería tal (un
Pero son cosas distintas, precisamente porque el criterio de la derecho en sentido estricto, exigible como parte le-tina-relación
norma más favorable se aplica a la colisión entre dos normas jurídica) en caso. de inedierdespjdo.anterior ala ley derogatoria,
vigentes, Mientras que el de la condición más beneficiosa se o sea, en caso de_haberse configurado con anterioridad todos los
aplica a la colisión de una norma ;vigente con derechos previstos hechos que debían servir de presupuesto para el neciiniento..del rfir 6/0.
en una norma derogada. derecho (entre ellos, el cese). De lo contrario, sólo había una
Los supuestos posibles son los de derogación de normas ,expectativa de derechos; no había derechos adquiridos, ni retro-' Wnit
por otras de igyedjerarquía,9 sea, de leyes, c6r
`w5-mo-s'colectiVoío actividad que volviese sobre éstos ".
contratos iúdividualis entre sí. O los de derogación de contratos Distinto, de hecho, sería el caso de que una ley quita-
bien individuales o convenios celeptiv-eSia:nc7finasjiúblitás." ' se efectivamente a un trabajadhr beneficios que ya venía usan-
No puede- haber, por razones relativas al orden jerárquico do, adquiridos por operación de una ley que ahora se derogue o
de las fuentes normativas o por existir disposiciones legales que modifique. O sea que lo modificado no sea un derecho en expec-
expresamente lo desautorizan, derogación de leyes por conve- tativa, . sino el contenido concreto y actualmente exigible del
nios colectivos o por contratos individuales, ni de convenios contrató' de trabajo. Dee;
colectivos por contratos individuales. No se registran planteos como éste, posiblemente, por una PrISOMit05-
parte, perOué -no- es :fácil- imaginar cómo sería una ley que
1) La derogación de leyes laborales. L'Eyes x directamente diera al contrato un contenido peor al que antes
La derogación de unas leyes por otras es posible y cy preveía otra. Puede darse, y se ha dado, el caso de que la ley, por
hasta es un episodio normal en la vidajurídica. Nadie tiene un', . ej., aumente.la extensión de la jornada legal máxima", pero no
derecho Adquirido al mantenimiento de normaslegales "- — el de una ley que aumente las horas obligatorias de trabajo, o
Esta afirmaan general pása- sin mayaérdifidültildes al una que reduzca el salario.
derecho del trabajo", pese a lo cual alguna vez se discutió la Por otra parte, es posible que la tendencia espontánea
subsistencia de derechos fundados en normas legales derogadas del pensamiento laboral condujese a una respuesta negativa
como condición laboral más beneficiosa. con relación a esta posibilidad de derogación efectiva. Pero creo
.En concreto, ,se trató de la estabilidad reforzada para los que esto se debería más a una realista consideración sobre las
trabajadores bancarios, que establecía la ley 18.598 y que fue posibilidades de modificar sin conflictos las relaciones persona-
derogada por W22:525.
Al plantearse la inconstitucionalidad de esta ley 22.425 • •
sosteniendo que violaba derechos adquiridos (mejores benefi- 78 Coincidiendo con el citado fallo de la Sala IV, la C.N.A.T., Sala VI, ;
cios); la C.N.A.T. entendió que, por el contrario, la sucesión de 28/12/82, "D.T.", 1983-B-1308; C.N.A.T., Sala III, 28/6/82, "D.T.", 1982-B-
leyes era legítima, y así también lo era la consecuente pérdida 1155; C.N.A.T., Sala IV, 31/12/82, "D.T.", 1983-A-686, que a su vez citan
de un mejor derecho, porque las normas heterónomas no se antecedentes de esas y otras Salas, no publicados.
Mario Ackerm_ ans_en "L.C.T.", XXIX-685, procuró argumentar la paha- Ait./CM/t70
_incorporan
. . al contrato de trabajo".
- Y, sobre todo, porque se ra contraria, sosteniendo que por el solo iia-cWo. permanecido 41)05/2/44A
fiabajoadakon la ley-anterior, los trabajadores tenían antigüedad protegida_ . „
por la estabilidad reforzada de las leyes derogadas. Pero su postura no tufo fn
15
C.S.J.N., "Fallos", 256:641, 259:434, 260:228, 264:247, etc. acogida tribunalicia.
Vázquez Vialard, Tratado... cit., t. 2, p. 213, dice que "no hay
15 '9 Lo hizo la reforma de la ley 21.297 al modificar el texto original de
retención de derechos fundados en la norma estatal derogada, según opinión la L.C.T., para 'prohibir que las provincias estableciesen jornadas inferiores
generar. En la jurisprudencia de la C1S.J.N., afirmando que las leyes a las 48 horas semanales. Anteriormente hubo un supuesto similar cuando
laborales pueden derogar otras anteriores más favorables, ver los fallos la ley 18.204 hizo lo mismo, aunque esta ley trajo una norma de adaptación
"Delltitti" y "Solario", citados en la nota 68 de este Capítulo. particular, según la cual a los trabajadores con derecho anterior en menos
11 C.N.A.T., Sala IV, 30/12/83, "D.T.", 1984-A-467. de 48 horas semanales no se les podía reducir la remuneración.
'

112 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL 1RAI3AJO LOS PRINCIPIOS DEL DERECHO DEL TRABAJO 113

les que a un razonamiento jurídico. Jurídicamente, y por moti- No se trató específicamente, ni en estos antecedentes ni en
vos muy parecidos a los que se verán. enseguida, con relación a Sus comentarios por la doctrina, si los beneficios antes sosteni-
la derogación de convenios colectivos, nó hay razón para pensar dos por los convenios colectivo& derogados subsistían para los
que una-norma heterónoMa, por haber sido aplicada, mudó de trabajadores que en el pasado habían tenidb 'aérea-id a ellos.
naturaleza y se convirtió en norma de otra fuente e indisponible. Pero, más bien, pareciera que esto se debe a una aceptación sin
Ni hay razón para modificar. el criterio expresado en el fallo de resistencias de que la derogación del convenio, si se la juzga
la C.N.A.T. citado recién, en el sentido :de que. las normas posible, significa la supresión del beneficio, que es lo que se
heterónomas no se incorporan al contrato de trabajo 8°. Proponía y sin lo cual todo el planteo carecería de sentido. Esto
es congruente con la solución de otras hipótesis, porque, como se
2) La derogación de convenios colectivos por lby. CC 7- LZY verá, lo mismo ocurre cuando el convenio colectivo desaparece
190. • El supuesto fue tratado con relación a la. ley 21.476, Por operación de un convenio colectivo posterior;
que derogó varios convenios •colectivos del sector público. Ce átr I M t>( U.•
La cuestión incluye necesariamente un análisis de la 3) La derogación de contratos individuales por ley.
interferencia y. recíproca jerarquía de las normas de fuente 09 191. No son los casos, ya vistos, de la derogación de una ley
pública, con relación a las de convenio colectivo (ambas garan- 6 de un convenio colectivo, que daban al contrato individual un
tizadas por la C.N.), pero esto, con ese alcance, será tema del contenido actual o potencial, que se suprima. Se trata de la
Capítulo siguiente. hipótesis en que la leyfie propusiera dejar sin efectoal resultado „
En este Capítulo, basta señalar que la jurisprudencia de la del ejercicio concreto de la autonomía privada individual, prote-
C.S.J.N. estableció, respecto de la derogación de convenios co- gida. linplícitárhente per el art714-C,N, 12 .
lectivos por ley, lo mismo que desde hace puchos años sostenía Es un supuesto que no se ha dado en materia laboral, pero
con relación a la derogación de contratos individuales: la ley parece qué en el caso sería directamente aplicable la recién
puede disponer del,contenido.cleistos. en.easos de emergencia, . nencionada elaboración jurisprudenciál de la C.S.J.N., según la
siempre y cuando la derogación total o parcial tenga una rela- dual los contratos privados quedan disponibles para el legisla:
ción y -una proporción.: razonables con - la. eniergencia que se
tenga 'en- stá ".
• los supuestos de los centratos hipotecarios y de las locaciones urbanas (leyes
, 11.741 y 11.157, respectivamente; la última, convalidada en el fallo "Ercolani
8° Vázquez Vialard, Tratado.- cit., p. 214, nota 810, dice que si la nueva e/Lanteri" de 1922, "Fallos", 136:170).
normaTu-ére-d6-5fiTorriiiíblico, las nuevas condiciones, por ej., urja jornada . Con posterioridad al caso "Soengas", la C.S.J.N., el 2/12/93, en autos
mirlima mayor, serían de exigencia válida al trabajadoi. "Cocchia ciEstado nacional", se expidió sobre la inconstitucionalidad del
un primOr filio dei31/ 7/79; en autos "Romano c/Usina Popular", decreto '817/92 que derogó convenios colectivos portuarios. A veces se
"T. y s.s.", 1979-469, la C.S.J.N. aceptó la constitucionalidad de la deroga- átribuye a este antecedente el ser una innovación de la doctrina de la
ción, argumentando la supremacía de la ley que establece el art. 31 C.N. y C.S.J.N.; pero, bien vistas laseosas, la doctrina general sobre facultades de
que la garantía que 'el art. 14 bis da a la negociación colectiva no es absoluta. emergencia se ratificó. Y, en realidad, se trató de la posibilidad de delegar
Posteriormente, el 2/4/85, en autoreÑordensthó_pcfflubterráneos", "D.T.", facultades legislativas en - el Ejecutivo y se declaró inconstitizeititárbt
I 1985-B-951, y en "ralloá",.3-07:326; :E Seria:c./D.N V.", afirmó la inconstitucio- decreto, porque prohibía renegociar convenios colectivol con derechos supe:
._
nalidad,' pero fijando la doctrina de que en casos de 'emergencia procedía la rieres a la L.C.T. y no porque derogase convenios colectivos. Anteriormente,
derogación, si bien, en concreto, se _estaba ante un Supuesto de despropor- la C.N.A.T., Sala 11, 16/11/72, "D.T.", 1973-284, sí había dicho que un decreto_
ción. Y finalmente, el 4/12/90, en el casosnSoengaSffluerrocarriles..árgenW no puede modificar, un convenio colectivo.
no's", "D.T.;', 1990-B-2305, se declaró la constitudenelidad de lajzarte de la 1. 81 La garantía de la libertad de contratar no está explícita en el art. 14
ley que esa vez se juzgó, por encontrar su derogación bien adecuada a la C.N., que se refiere, en todo caso, a la de comerciar o' usar y disponer de la
eniergencia. propiedad. Pero la C.S.J.N. da como un hecho su garantía constitucional,
-r-Deitlo se dijo en el texto, la doctrina es similar a la establecida sobre la como aquella a favor de la libertad de empresa, de lo cual son ejemplos varios
derogación o modificación de contratos privados, principalmente conocida en de los fallos citados en el Capítulo I.

. 8- Ramlrez Bosco.
64 Po ry,s /s. P2_. 1A-1WCo,220 U4s.2fu
114 • PArti, UNA INTRODUCCIÓN Al. DERECHO DEL TRABAJO „1 be Cifrv SAILA CC rAt CISo
LOS PRINCIPIOS DEL DERECHO DEL TRABAJO. 115
dor público sólo en casos de excepción, en los que el bienestar . Dfleit r. (4'Az>
(4'
. .general as fo requiera. difundida por la S.C.B.A. ", fue la llamada "incorporación a
los contratos individuales" de las
. previsiones
__ 41 coava¡ii6-65j.: : 0
..En este supuesto no podría siquiera plantearse la.subsis-
tenciii del .clerecho previsto en la norma contractual derogada,
yá que si se reconociera eficacia a la derogación, esto no tendría —Según esta explicación, una vez aplicadas al trabajador
más propósito que el de cancelar el derecho al beneficio de que individual las cláusulas del convenio colectivo, éstas, automáti-
se trate. camente, se Volvían propias del contrato individual, de donde, y
CCT X CO por consecuencia, no podrían quitarse por otro convenio colecti-
4) La derogación de convenios colectivos entre sí. . vo posterior.
Como regla, puede aceptarse que ,una norma poste- 195. Estal_kipótesis de la incorporación )eSpondía a una
rior siempre es hábil para.derogar.u_na anterior, de iguaberar- antigua posiciónXdoctrinal alemana,\ que pasó - a Italia " y que 9
quía, y las convenciones colectivas no son una excepción a esto. seguramente allá, con otro contexto, en otra -época y con otras
No hay nada en el derecho positivo argentino que impida que normas, tendría un fundamento mejor.
unos convenios deroguen a Otros; no lo había antes, cuando.en el Pero en nuestro país siempre careció de un apoyo argumen-
régimen origina] de la ley 14.250 no se distinguía entre diferen- ta] discernible. Como dice con precisión Alonso_glea, las cláusu-
tes niveles de convenio, ni lo hay ahora que la normativa dife- las dé convenio colectivo (o de cualquier—arMa no establecida
rencia convenios de actividad, de rama y de empresa, por más por las partes individuales del contrato, sino por encima de
que a partir de la reforma del año 2000 el régimen legal condi- ellas) no son objeto de inclusión o incorporación.a ]cis ralaciones
ciona —aunque no impide— la derogación o modificación de un individUálaS:aino— dé observancia". Vázquez Vialarii árgumen-
convenio colectivo de ámbito menor por otro de ámbito mayor. téridrfa-aantiatradiiiitir que las leyes -aidáuen dere-
chos mejores y no que lo hagan los convenios colectivos 87; y es '
Sin embargo, en el pasado se discutió la eficacia de inocultable la contradicción de concebir al convenio colectivo
esta derogación, para sostener que los mejores derechos del - como un negocio limitado en el tiempo, si las obligaciones que
convenio derogado se mantenían a favor del trabajador, como crea fuesen efectivamente de duración indeterminada, porque
condición más beneficiosa. no se las puede derogar.
Posiblemente, éste haya sidp el supuesto práctico de_mayor_ Para que las normas de autonomía privada colectiva no
tratamiento de la regla en nuestro_país, pero desde el inicio se fuesen derogables por la misma vía por la que fueron estableci-
adverad Wri-baafilte claridad que se estaba frente a esa clase
das, se debería justificar que esas normas cambiaron de especie, .
de argumentaciones voluntaristas que se proponen mantener
los derechos laborales a toda costa, pár aprecio al resultado que
procuran, pero casi sin fundamentos, o, peor aún, presentando s' S.C.B.A., 18/8/64, "D.T.", 1965-202; S.C.B.A., 11/11/64, 93.T.", 1965-
razones que obligan a un trabajo de refutación inútil, porque 294. En estos autos se habló de "derechos adquiridos", lo que a veces se
parecen serio pero no lo son en realidad. Una expresión franca ora. a la. cuestión pero no concierne a ella, porque los derechos
de esta hipótesis la dio un fallo sosteniendo, sin razón alguna y adquiridos, sobre todo los fundados en normas autónomas, pueden muchas
como afirmación virtualmente categórica r _que_los tonvanios__ veces
colectivos sólo pueden establecer mejores.derechos que los ante. skei,ypDerse,
ea Derecho del Trabajo, ps. 112 y 170; Deveali, Derecho
flores .
• Manuel Alonso Olea, Naturaleza jurídica, partes, elaboración y
194. La razón para sostener esta ineficacia práctica de la contenido de las convenciones colectivas de trabajo, en Derecho Colectivo
derogación de un convenio colectivo por otro, principalmente Laboral, Bs. As., 1973, Ed. Depalma, p. 206. En donde, además, da cuenta
de cierta doctrina alemana que no acepta la idea de la "inclusión", Por
sostener que las normas de convenio colectivo, en los contratos privados,
S.C.B.A., 15/12/66, "D.T.", 1966:123. obligan externamente, cppaileye.s-
con nota crítica de Beveali... 87 Vázquez Vialard, Tratado... cit., t. 2, p. 213.
116 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO
Los PRINCIPIOS DEL DERECHO DEI, TRABAJO 117
y esto es lo que hacía la teoría de la inserción automática, al
cambiar las cláusulas colectivas en propias del contrato indivi- de emprésa (al que se llamó de "derecho común") "; mientras
dual; pero esta ficción, no tiene _apoyo..en .el..derecho nacional, que otra sostuvo que, siempre que los convenios de empresa no
vale en consecuencia sé-lo—come- hipótesis. abstracta, y en abs- contuviesen cláusulas intuitu personae, podrían ser derogados
tracto resulta que la permanencia de las. convenciones colecti- ;per los de actividad 81.
vas más allá de su derogación por los mismos contratantes no ¡ En realidad, lo llamativo es la falta de más planteos judi-
sólo les daría una indeseable rigidez, sino que tampoco es nece- !Males Sobre este tema, lo cual se podría deber a la falta de
saria como mecanismo protectorio del trabajador, a cuyo efecto reconocimiento jurídico o legislativo que, durante muchos años,
basta la participación de su agrupación en el negocio modifica- fue la regla respecto de los convenios colectivos de ámbito o
torio o derogatorio. nivel inferior a los de actividad.
' 'Luego, la S.C.B.A. abandonó esta posición, sin que antes 198. En la revista "Derecho del Trabajo", en 1969 82 , se
fuera compartida por otros tribunales 88. Y la C.S.J.N., si bien no registró un fallo italiano sobre este tema, cuya doctrina llama la
se expidió en sentido positivo, sostuvo qu¡e_no...es. arbitraria la • • latención • por su claridad y acierto: cbávenio colectivo es todo
-decisión
- - judicial
. admitiendo la revocación de beneficios labora- ¡aquel que concierne a una Pluralidad abierta de trabajadores,
les delM convenio colectivo por otro posterior". Finalmente, en no identificados subjetivamente, y que tiene, por lo tanto, la
la reforma de junio del 2000, leeStableciktoino art. 26 de la ley ¡ eficaciá normativa generalizada que es típica de la convención
14.250, que un convenio colectivo de igual ámbito y nivel puede ¡colectiva. No lo son sólo aquellos a los que la ley se refiera en
derogar eficazmente a uno anterior; y también pueden hacerlo ¡especial como tales.
entre sí convenios de distinto nivel, aunque con ciertas limita- Siendo así, cualquier convenio colectivo puede derogar a
ciones. otro, salvo en las partes- dtan.Wriót:Tifiieiéktuviesen..concebl-
7i1Wpará-ser aplicadas a-individuos no. identificados, sino pre-
¡) La derogación de convenios colectivos de distintos liéendo su aplicación á personas determinadas (infi.14.personae).
niveles. ¡En este último caso, porque estas previsiones no serían, en
Puede plantearse como supuesto especial el de la ¡realidad, sino cláusulas'. de contrato individual, indisponibles
derogación entre sí de convenios colectivos de ¡distintos niveles ¡pira ¡tí-autonomía colectiva. •
o ámbitos personales de aplicación, caso que no es a lo que se 199. Esta explicación acierta mejor con la razón de ser del
refirieron en particular la jurisprudencia y la doctrina citadas ¡mecanismo del derecho colectivo, porque, tal como se explicó en
en los párrafos inmediatamente anteriores. lel capítulo inicial, la protección del trabajador por esta vía se
Con anterioridad a las más recientes reformas del régimen ¡procura habilitando su negociación en grupo para suprimir la
nacional de negociaciones colectivas, esta hipótesis se daba, o hiposuficiencia individual. Pero no supone ni requiere inderogá-
sólo se daba, entre convenios- homologados conforme a la ley bilidades específicas ni acumulaciones de normas; basta la ad-
14.250, y otros, de nivel inferior o ámbito más chico, no homo- misión del actuar colectivo, de modo que, una yez habilitado
logados ni tratados por el régimen legal. ¡éste, el grupo de trabajadores puede convenir como le parezca
Sobre aquella situación, alguna jurisprudencia sostu-
vo que el convenio colectivo mayor o de actividad no puede dejar
sin efecto mejores derechos acordados en un convenio informal, " C.N.A.T., en pleno, 15/7/71, "Borghello e/Standard Electric", "D.T.",
1971-510: C.N.A.T., Sala II, 28/2/67, "Rebufial &Standard Electric', "D.T.",
1967-271.
91 S.C.B.A., 28/12/67, "Rebulla] e/Standard Electric", "D.T.", 1968-
S.C.B.A., 28/2/67, "D.T.", 1967-105; S.C.B.A., 5/2/67, "D.T.", 1968-21. ' 131. Este tribunal, el 6/5/71, llegó a sostener que el convenio colectivo
Ver Vázquez Vialard, Tratado... cit., t. 2, p. 220. puede incluso derogar mejores derechos concedidos unilateralmente por el
" 19/7/68, "Rodríg-uez c/La Hidrófila", "D.T.", 1968-467. empleador.
92 "D.T.", 1969-198.
118 PARA UNA 'INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO . LOS PRINCIPIOS DEL DEREOHO DEL TRABAJO 119

más beneficioso, o Más adaptado al tiempo y circunstancias que La solución teórica.preferible sería la señalada más
tenga a la vista. arriba, en el sentido de que el propósito de proteger —que es de
200. A partir de 1988, se modificó el régimen nacional de lo que se trata— no requiere hacer indisponible el producto de
convenciones colectivas, hasta entonces notablemente estable y unos acuerdos colectivos, para otros también colectivos.
bastante rígido. Se dictaron los decretos 2284/91 y 470/93, reto- , por o nto, si bien sobra eftema por el momento no hay
cando la reglamentación de las leyes de fondo, para prever la práctica, pareciera que el resultado de aplicar estas ideas, sobre
existencia de distintos niveles de negociación y de normas dife- la operación del principio de la condición más beneficiosa, sería
renciadas en esos distintos niveles. También se agregaron nor- que éste no pueda seiiimecaKpara.quelos trabajadores 1. 1.ep:
mas especiales para las convenciones colectivas de PyMEs por gan las _Condiciones .más-beneficiosas; ropias de-un convenio
la ley 24.467, y, finalmente, después de una fallida reforma de colectivo derogado por otro poSterior 9
octubre de 1998, por la ley 25.013, el tema está tratado ahora en C •
6) La derogación de contratos individuales entre sí.
la ley.14.250, reformada en junio del 2000 por 11{25.250; que se
refiere a la relación entre convenios de distintos-niveles. La derogación de un contrato individual por otro (que
De tal manera queda planteada la posibilidad de que sería modificación en términos corrientes; salvo el caso de res-
convenciones colectivas de distinto nivel se modifiquen o dero- cisión) es sienap_re posible de acuerdo con la idea general de
guen entre sí y, por consiguiente, la cuestión sobre si las disponibilidad dé ras normas para otras de la misma fuente.
normas de la convención de distinto nivel, derogada o modifi- Los límites para este supuesto de derogación son los que se
cada por otra posterior, subsisten como condición más benefi: han visto bajo el título de irrenunciabilidad. .••
ciosa para el trabajador en caso de que lo sean. Pero, en los - -t-T- •
hechos, el problema no se plantea así, sino respecto de si unas e) El principio "in dubio pro operario".
convenciones posteriores, de mayor o menor nivel, pueden
posponer la aplicación de otras anteriores, de mayor o menor 204. El principio in dubio pro operario es, dejando aparte
nivel, lo cual, en todo caso, parece implicar inadvertidamente el protectorio, uno de los que más reconocimiento, si no el que
que si se acepta la posibilidad de prevalencia de una conven- más, obtiene en los medios jurídicos laborales.
ción posterior sobre una anterior, ello significa también que
cada trabajador pierda el derecho que le daban las normas de
la convención derogada.
93 Es preciso señalar que, a partir de la reforma de la ley 25.250, la ley
201. De acuerdo con la regla ahora establecida en los arts. 14.250 contiene una excepción transitoria al régimen general, excepción
24 y 25 de la ley 14.250, el convenio de ámbito menor prevalece, según la cual se establece la retención de condiciones más beneficiosa
o no puede ser afectado, por otro de ámbito mayor, sea éste pactadas en convenios colectivos anteriores.
anterior o posterior, salvo que las partes dispongan expresa- Este sistema transitorio es para los convenios que están actualmente
vigentes, no dentro de su plazo pactado, sino por prórroga legal, para los
mente la prevalencia del de ámbito mayor, o cuando el de menor cuales se establece que, si se trata de convenios anteriores a 1988, hasta que
nivel es el anterior, también implícitamente, esto último por no sean reemplazados por otros de igual nivel o agoten su prórrega de
estar las partes del convenio menor anterior incluidas o repre- vigencia, seguirán rigiendo las condiciones salariales de los trabajadoreé-a
sentadas en las que negocien el mayor posterior. los que se venían aplicando esos convenios, sin importar lo que diga un
O sea que el sistema argentino ha optado, como régimen posterior convenio de menor nivel; o respecto de los Convenios posteriores a ,
estable, por la regla de la prevalencia del convenio de menor 1988, que las mejores condiciones salariales seguirán vigentes por más que
se agote su prórroga, hasta que efectivamente se reemplace el convenio que
nivel, con ciertas concesiones a la disponibilidad de las partes o las estableció, por otro.
a la autonomía de la voluntad colectiva. No ha optado, esto con - Creó que sólo el primer caso —el de los convenios anteriores a 1988--
claridad, por la regla de la condición más beneficiosa. es un supuesto claro de retención de condiciones más beneficiosas pese a una
norma posterior que las elimina. •
120 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEI, raosmia Los PRINCIPIOS DEL DERECHO DEL TRABAJO 121

De la doctrina ni es preciso hacer un relevamiento, porque la si bien es preciso advertir como uno de sus limites el de que no
admisión; es virtualmente unánime 94. En la legislación es fre- parece haber sido utilizada nuncecomo único criterio-de solución,
cuente - una previsión eXpinn
l_raity
C)95 tal como la ' contenida en el de modo que, en el fondo,. no es posible saber si con este solo
negundo,,Oárr. afo del art.11:19.1- IT::- `...si la duda recayese _hn .1a apoyo, y; si ;se careciese de otros argumentos decisivos, normal-
interpretación 'o alcance e , los jueces..., se -decidirán en el mente más pesantes,la solución hubiese sido la misma.
.sentid-drifárfaVorable`altrabajador"TE incluso ha alcanzado este También es preciso Considerar como limitado el valor que
princiRoTaii -alpflálégialición, á tener rango constitucionaPG. puede signarse a esta doctrina judicial, por el hecho de que la
;Argumentalmente, en principio, la idea -Se apoya en la C.S.J.N. la ha definido con cierta imprecisión: en el mencionado
simple verificación de que, en cualquier rama del derecho, las caso "Padín Capella", citó como antecedente lo resuelto en "Fa-
situaciones dudosas se resuelven a favor de alguna de las par- llos", 306:1236 ("Deutsch c/M.C.B.A." del 4/9/84), y en ese fallo
tes, predeterminada en función del valor que Se elija jerarqui- resolvió aplicar la L.C.T. y no normas- administrativas, lo cual
zar: en el derecho penal, a favor del acusado ("reo"); en derecho era cuestión de comparación de noririas para ver cuál era más
privado patrimonial, del deudor. Y en-derecho del trabajo, cuyo favorable, no de interpretación. Yen el allí también citado caso
propósito es proteger a los trabajadores, parece natural que sea .Gallardo!' ("Fallos", 308:639) dijo que "ha de buscarse siempre
a favor de éstos. -dna interpretación valiosa", pero nada de si más o menos favo-
. • 205. En la jurisprudencia nacional, la C.S.J.N. ha sido cate-¿----- rable.'Ello;' para resolver que en época de inflación no se podrá
góricá, y dice ella misma que reiterada, edén-era-lo de que "en süspender la indexación durante el último ario de contrato,
caso de duda, en materia laboral, debe prevalecer aquel criterio ,jlurante el cual el actor sin haberes, en reserva de
que sea favorable al trabajador". Más aún, es la:misma C.S.J.N. puesto. En el cas `Gassino' (17/9/92, "D.T.", 1993-B-1233), en
la que calificó a esa doctrina suya como de conocida e invariable 97; JA) cambio, aplicó expre e el principio in,,dubio! para resolver
aria cuestión procesal, como es la de—que si el imgár..411.,trnkajo__
Té-S-iiiúltifilatrábajodor pirede demandar en cualquiera de los
°4.- Vázquez Vialard, Tratado... cit., t. 1, p. 195, dice :que no hay reparo
varios lugares' en donde trabajó'.
para este principio en la doctrina nacional o internacional, y cita a Krotoschin,
Deveali, Alonso García, Allocatti, Pla Rodríguez y Justo López. 206. De todas maneras, las declaraciones de esta doctrina
95 Ha Rodríguez, Los principios...
cit., p. 52, nota 99, transcribe de judicial 'han elevado el principio in dubio a un rango algo así
Cavazos Flores una serie de ejemplos de derecho hispanoamericano compa- cOmo, por lo menos, supralegal, porque así rige desde antes y
rado.
con independencia de que lo impongan las leyes (o aun la misma
" Ver art. 57 de la Constitución del Perú de 1979.
57 'El texto entrecomillado está tomado del citado caso "Padín Capella", Constitución).
12/3/87, "L.T.", XXXV-B-698. Allí mismo cita como :antecedente "Fallos", Sin 'embargo, como se verá enseguida, los límites que se'
306:1236, y más recientemente G-485-7CC del 24/4/86, en autos "Gallardo e/ han puesto a su funcionamiento en la doctrina y en los hechos
Y.P.F.". río coinciden con el alcance que se le podría atribuir, si se
En cuanto se 'recuerde que lo que hizo la C.S.J.N. en ese fallo fue considerase la ;doctrina de la C.S:J.N. sólo teóricamente y fuera
eliminar la validez de cualquier renuncia laboral tácita, y que lo hizo contra de contexto. En realidad, loa límites indirectos que se han
jurisprudencia ordinaria mayoritaria y bien fundada, se puede advertir que.
en el caso había dos alternativas de solución con valor francamente equiva-
lente (Si no es que la contraria tenía mejor valor .argtimental) y que la
C.S.J.N. se limitó a elegir una por razón aili-EfülliENiiláirébiél del caso la de que la solución debe ser favorable a la vigencia de las normas y la de
un-supuesto estricto de duda. . . citie el legislador no queda inhibido para modificar normas anteriores más
" En el registro sistemático de jurisprudencia de la C.S.J.N, de los años favorables (ver nota 68). Aun con la ya mencionada relatividad que puede
1932/1998, sólo aparece el criterio de favor para resolver dudas en el citado adjudicarse á la consultarle este tipo de registros, esta comprobación es tan
antecedente "Ratiin .Capella", y se lo cita en los antecedentes "Solaño", extrema que pondría en cuestión la misma afirmación de que la C.S.J.N.
"Dellutti" y "Goccia",- pero con un sentido nada' categóriCo, sino más bien reiteradamente ha utilizado el criterio de favor para interpretar las leyes
Contrario a asta idea, porque en estos ti-es fallos se da preferencia a otras: laborales.
122 PARA UNA /NTRODUCCION AL DERECHO DEL TRABAJO Los PRINCIPIOS DEL DERECHO DEL TRABAJO • 123

marcado al principio in dubio son de tal magnitud que virtual- exhiban al público como algo imposible de resolver para perso-
mente lo han neutralizado; y si se lo ha hecho así, indirectamen- nas con conocimientos técnicos específicos y dotadas de autori-
te y no descalificándolo francamente, parece haber sido por su dad estatal, en vez de que se expliquen las alternativas de
antiguo prestigio ideológico, proveniente de las épocas solución y las razones para disponer una preferencia. Esto no
fundacionales del derecho del trabajo, cuando el derecho común podría concurrir sino al desprestigio y la degradación de la
y, sobre todo, su interpretación, eran de tal rigidez que pareció función judicial y a vulnerar la opinión del público sobre la
necesario enfrentarlo con ideas categóricas francamente opues- justicia con que se tratan sus litigios.
tas y jurídicamente bastante poco ortodoxas.
209. Desde otro punto de vista, Deveali señaló hace mu-
En estas condiciones, la extensa posición de la C.S.J.N. en
chos años que si bien el principio inairPro operario debe
la materia más bien parece haber sido o bien facilitada o bien
admitirse como un dato específico, propio del derecho del traba-
provocada, o ambas cosas a la vez, por el contexto limitativo que
formaron los demás operadores jurídicos, ya que este contexto, n; éstarsólo-debe °parar en casos de duda insalvable y siempre
huela solución a que así se llegue no sea contrana a la voluntad1
por un lado, podría hacer pensar en una necesidad de enfrentarlo
" el legislador 1.
o, por otro, creaba un ambiente al que se podía incorporar, con
-- -LaVyfu'iTtlád del legislador, no siempre discernible y en todo
escaso riesgo, una doctrina que, en otro contexto, sería suscep-
tible de abusos extensivos. caso independienté-aél-PF5Pato objetivamente contenido en
las normas, ha venido desde entonces perdiendo espacio como
El análisis tradicional divide la cuestión en dos su- criterio preferente_para interpretar las leyes ...99 . Pero, aun sin
puestos: la interpretación preferible del derecho cuando hay , considerar esto, ya la postulación de d- -ar preferencia a la inter-
Más de una interpretación posible para una misma normadi (SL pretación atenida a la voluntad del legislador, por encima de la
de derecho), y la apreciación debida de la prueba producida en que resolviese las dudas a favor del trabajador, me parece claro
juicio (duda sobre la prueba o duda de hecho). que dejaba sin operación real al principio in dubio y, en todo
1)
La duda de derecho es el supuesto o alcance mejor " Mario L. Deveali, La interpretación de las leyes del trabajo, "D.T.",
aceptado, de lejos, como el propio de este principio. Es el conte- 1948-161. Da como ejemplo el de las indemnizaciones tarifadas, sobre el cual
nido en las legislaciones quP16- niendionail exPresamente, tal entiende que tina interpretación que permitiese, por favorecer al trabajador,
que se indemnizase el daño por valor mayor que el de la tarifa, vulnerarla
como en el pretranscripto párrafo del art. 9..L.C.T, la voluntad legislativa de facilitar la reparación de los daños laborales, pero, •
Sin embargo, es fácil advertir que este planteo sufre una a la vez, ponerle un límite.
contradicción teórica severa, porque técnicamente la duda de " Manuel Alonso Olea, Las fuentes del Derecho, Ed. Civitas, Madrid,
derecho no existe, como algo que pueda padeéérurrjuezTque 1982, p. 15, recuerda 'que la.ley dice lo que. dice y no lo que quisieron sus
precisamente por estar. encargado de la jurisdicción estatal autores", sobre la base del democráticlraigUrnenhaele—qüe—érlitiaTóiidrerano
tiene la facultad de decir lo que quiera decir el derecho. La suya lo que aprobó fue un texto y no lo que pensaran sobre él sus representantes.
es una versión necesariamente cierta y no una opinión, y, por Geoffrey Marshall, Teoría constitucional, Ed. Espesa Calpe, Madrid,
1982, p. 108, dice que "en la práctica, la forma en que los proyectos se
eso mismo, el art. 15 del Cód... Civil argentino, tal como es común ctinvierten en leyel no deriva de las sesiones en pleno de unos parlamenta-
en la legislación caifiarada, establece que "los jueces no pueden rios que han considerado detenidamente lo que pretenden conseguir... los
dejar de juzgar bajo pretexto de Silencio, oscuridad o insuficien- proyectos los redactan los funcionarios públicos y les aprueba una mayoría
cia de las leyes". partidista que,. por lo general, ni ha leído la norma en cuestión, ni se
Lo que puede darse es que el juez, como individuo (no como encontraba presente durante los debates". Y recuerda el fallo "Hilder cf
Neter»: "...El legielador es la última persona a la qu'e consultar acerca del
órgano estatal), tenga dudas sobre lo que significan las nermas. sentido de una ley, desde el momento en que tiene una inclinación evidente
En realidad, esto es lo más" Común, pero no por ello puede a confundir sus intenciones con el resultado del lenguaje que de hecho se
pensarse que sea socialmente constructivo, que esas dudas se haya empleado en la ley".
124 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRA13AJO Los PRINCIPIOS DEL DERECHO DEL TRABAJO 125

caso yen el fondo, Planteaba indirectamente la idea de que si el eso no sea lo más común); pero, en derecho penal, se ve más
'derecho:deltrabajo funciona, en gran medida, como un derecho claro que la propuesta de principios no llega a resolver dudas de
contra tenorem rationem, no es por lo tanto susceptible de interpretación a favor del imptitado; sólo 'dudas sobre cómo
interpretaciones extensivas. fueron los hechos.
' Por otro lado, del mismo modo que, como se dijo, la duda
En tales condiciones lo cierto es que no es fácil,. más sobre el derecho es una situación teóricamente imposible, la
bien, excepcional, hallar en los fallos más o menos. recientes, duda sobre los hechos es un estado de cosas permanente y hasta
recopilados en el país, decisiones que expresamente hayan-re ze puede decir que necesario. Lo raro sería que, al cabo de un
suelto dudas de derecho. a favor del trabajador. proceso judicial, la prueba sobre hechos pasados alcanzase a
Como ejemplo que en esencia confirma este panorama ge- ilustrar exactamente sobre cómo fueron esos hechos. En el
neral, un fallo obligado á resolver cómo se cuenta medio mes de fondo, y ya casi se diría que inadvertidamente, losplocesos se
los de treinta y un días, a los efectos de saber cuándo vence la iiesuelven en gran medida en función de cómo estaba distribui-
protección especial post-parto de siete meses y medio, sostuvo da la carga de probar 'y 'rara vez con fundamento en prueba
que, a falta de previsión expresa en la ley 3i siendo un tema positiva y categórica.
dudoso, correspondía, por aplicación del criterio in dubio, resol-
ver que medio mes de los de treinta y un días son dieciséis días Sin embargo, los medios jurídicos han opuesto serias
completos l°'). resistencias a la admisión de este principio en materia de prue-
ba y se diría que hasta ahora con bastante éxito.
.2)' (La duda sobre los heehosD', Justo López, 'que se anota entre los que aceptan este crite-
rio de interpretación, de todos modos señala que no debe tratar-
Así como la apliCaCión del principio in dubio a la se de falta lisa y'llaria dé prueba ni de insuficiencia indudable;
interpretación de normas incluye contrasentidos y dificulta- ¿pié el principio. sólo puede resolver casos de dudas, reales o
des, pero es aceptada, con su aplicación a la prueba ocurre lo serias, sobre la suficiencia de la prueba favorable al trabajador,
contrario.
Cuando la carga de la prueba era de éste 101.
Si, como se dijo, este principio in dubio es una adaptación
específica que hace el derecho del trabajo del criterio por el : 213. En la legislación, el texto originario del art. 9 L.C.T.
que, en cualquier rama del derecho, las cuestiones dudosas se ée refería' a cuando "la duda recayese en la interpretación o
resuelven a favor de alguien, parece que, en general, esto es alcance de la ley"; pero también a cuando lo hiciera "en la
más aplicable a cuestiones de hecho que a la interpretación de Apreciación de lá prueba' en los casos concretos".
Este último párrafo fue suprimido por la reforma de la ley
Puede ser que en derecho privado se admitiese resolver una 91.297; con lo que el texto quedó como está ahora, o sea, mando.
interpretación de normas, por ej., a favor del deudor (aunque nando sólo a la duda de derecho.
214. Esa reforma legislativa no fue algo sin antecedentes.
Sobre todo, la jurisprudencia de la S.C.B.A. fue contraria a
102
'1" C.N.A.T., Sala N, 15/2/83, T.T.", 1984-A-330. El voto del vocal resolver con el criterio de favor las dudas sobre los hechos ; y.
preopinante —decisivo— dio expresamente cuenta de "...varios intentos de en doctrina se extendió sobre esta posición negativa un artículo
voto guayaren arrugados en el cesto de papeles", demostrativos de que "...un
caso de duda sería de los contemplados en el art. 9 de, la .
Creo que así se traducía, sinceramente, el estado de ánimo del magis-
101
L.C.T. comentada cit., t. 1,p. 93; Vázquez Vialard, Tratado... cit., t.
trado, pero que aun siendo este un caso más o menos límite, encuadra en lo 2, p. 197, dice que con este criterio no se pueden suplir deficiencias
dicho en el texto en el sentido de' que este tipo de argumentos no son probatorias. •
socialmente satisfactorios. Así, parece que cualquiera,. incluyendo. a quien 102 S,C.B.A., 15/5/73, "Ferrari c/Gran Hotel", "D.J.B.A.", 99-256, sum.
perdió el pleito, "pudo quedarse con la impresión de que perdió por poco" o 96; ídem, 29/5/73,"Alberti c/Explotación" "D.J.B.A.", 99-256, sum. 97; ídem.
por un albur, porque una razón concluyente, en su contra, no la había. 20/7/71, "Disanto c/Ciudadela", "D.J.B.A." , 94-6.
126 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO Los PRWICIPIOS DEL DERECHO DEL TRABAJO 127

de_Benito Pérez 103 cuya síntesis argumental consiste en .que 5. El principio de conservación del contrato.
suplir la prueba omitida por una de las partes resultaría
vi
Holatorio de la garantía constitucional de defensa enjuicio. No a) . Planteo general.
es posible saber si una reacción tan fuerte, aparentemente tan
desproporcionada y que a la vista daba una solución categórica La preservación de la existencia inicial del contrato
a una cuestión de por sí bastante relativa, se justificó para de trabajo, o de su continuación, debe resultar, se diría que sin
contrariar alguna jurisprudencia (no registrada) que masiva- excepciones, en una mayor protección para el trabajador, o, en
mente haya abusado del criterio de duda Sobre hechos para todo caso, en. su favor.
resolver los pleitos
En esto consiste, o alrededor de esta idea es que gira, el
Pero lo cierto es que, por un lado, por más que la ley no lo principio de conservación, a veces llamado también principio de
prevea expresamente, este criterio in dubio en materia de he-
continuidad.
chos_deriva necesariamente de la lógica del derecho del trabajo.
Por otro lado, no parece ésta una discusión importante, porque Las situaciones en las que es preciso reforzar la
en los litigios laborales, como en todos, ya existe un mecanismo existencia ola permanencia del contrató son, justamente, aque-
de distribución de la carga de la,prueba, cuya operación es muy llas en las que se las pone o quedan en cuestión.. Se trata,
parecida, aunque mucho Más precisa, a la de este principio in esquemáticamente, de las hipótesis de dudosa existencia del -
dubio. contrato por ser dudoso que haya mediado intercanto de
215. Para 'el final queda una observación de Martins consentimientos; de dudosa validez original del contrato (nuli-
Catharino 'cm según la cual la aplicación del principio in dubio no dad); y de cuestión sobre su,sublistencia, cuando ésta es_dudo-
puede ser igual para altos empleados. "casi .empleadores";• sa, no_ guerida .por alguna de las partes, en un m --o-raento
debiéndosela graduar conforme a la jerarquía del trabajador. posterior a la celebración.
Aunque, en realidad; ésto no es Más que'iina derivación parti- Este principio de conservación no es para nada una
cular de un criterio general, que debería matizar la necesidad creación original del derecho del trabajo, sobre todo en la parte
misma de protección para el trabajador dependiente. que se refiere al reforzamiento de la existencia o validez inicial
del contrato. Por ejemplo, el art. 218, inc. 3, del Cód. de Comer-
cio establece como criterio general de interpretación de los
contratos el de dar a sus cláusulas el sentido del que resulte su
-- validez y no su nulidad, y el art. 1181 del CM. Civil dispone que
las formas de los contratos entre ausentes deben regirse por la,
legislación más favorable a su validez.
Benito Pérez, El principio "in dubio pro operario" es inaplicable en Y es que se trata de ideas jurídicas muy elementales, como
materia de prueba, "T. y S.S.", 1973/4, p. 56, comentando una sentencia de 'son la de que se debe suponer que las acciones humanas (los
la C.N.A.T., Sala W. 25/7/72, en que se hizo una exposición nada desatinada contratos entre ellas) tienden a algo útil y no a lo ineficaz, y la
de cómo los hechos surgían dudosos de lo actuado.. de que las acciones son por principio lícitas, mientras no se
'° Si fuese así, esto parece haberse dado en la provincia de Buenos demuestre lo contrario.
Aires, y por eso haber sido necesaria la citada jurisprudencia de su Suprema En último caso, se trata de preservar la norma producto de
Corte. En el citado antecedente “YegouX" del 19/11/74, la C.S.J.N. aplicó el
criterio para resolver dudas. sobre hechos en materia de accidentes de la autonomía de la voluntad, o, si se quiere, la operatividad de
trabajo, y Fernández Madrid, Tratado... cit., t. 1, p. 177, dice que es en "esos la autonomía de la voluntad como fuente de derecho-.
casos de accidentes en los que se ha aplicado preferentemente". La diferencia que se suele señalar para el derecho del
"5 José Martins Catherine,
Compéndio Unlversitdrio do Diré ito do trabajo es que en esta rama lo que se pone en juego no es sólo,
Trabalho, So Paulo, 1972, t. 1, p. 119.
128 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO LOS PRINCIPIOS DEL DERECHO DEL TRABAJO 129

como en el derecho común, la preservación de la norma 'es. En De hecho, pareciera que, a falta de estabilidad, la protección del
esta rama del derecho, de acuerdo con su pronia razón de ser, de trabajador debería ser, preferiblemente; beterónoma.
lo que se trata, más que nada, es de proteger la posición del , Y en lo que interesa al principio de 'Conservación, dicha
trabajador dependiente, y para esto se procura el refuerzo o la función indirecta se da también en su caso, porque siendo que lo
conservación del contrato, protegiéndolo cuanto sea posible de que éste agrega es un_reforzarniento de la .validez y eficacia
las causas de inexistencia, de invalidez original o de disolución iniciales del contrato, esto determina también la posibilidad de
posterior. autotutela. .del trabajador, por más que no lo haga en igual
220. En último caso, esta idea de proteger la conservación Medida que la protección contra el despido injusto.
del contrato o su continuidad coincide en gran medida con la : 222. En definitiva, el principio de conservación aparece
noción de la estabilidad laboral, pero la estabilidad se refiere como una idea trascendente dentro del -sistema de protección
sólo a la resistendia del contrato Contra la rescisión —más que laboral, que cumple de sobra con la función de dar fundamento
nada la unilateral e infundada— cuando ya se está en el tramo a• una parte importante de las normas del ordenamiento espe-
de la ejecución contractual, mientras que el principio de conser- cial. Lo que no hace es intedar lagunas del ordenamiento ni
vación, como se señaló, agrega a esto la. resistencia contra la servir para interpretar sus normas, de modo que, en su opera-
ineficacia inicial del contrato, cuando se está todavía en la etapa ción real, es más tina fuente de inspiración legislativa que una
-de la concertación. En este sentido, se podría decir que el tema de decisiones judiciales.
del; principio de conservación es algo así como el mismo tema
que el de la estabilidad, aunque un poco ampliado, para alcan- b) Aplicaciones concretas del principio de
zar a otras hipótesis más bien accesorias. conservación.
La estabilidad, en todo caso, es el capítulo del principio de
conservación en el que aparecen la mayor parte de las diferen- El árt. 10 de lic/I.C.T. dice, en general, que "en -caso de
cias prácticas que, en esta materia de preservación de los con- duda las situadonerdeben resolverse en favor de la continuidad
tratos, el derecho del trabajo tiene con respecto al derecho ó subsistencia del contrato", con lo cual da carácter de derecho
común. Positivó al principio de conservación, pero no agota su conteni-
221. Sobre la estabilidad, se ha observado con insistencia do, porque así se refiere sólo al caso dé duda y no a la resistencia
que además de cumplir su propia función directa de proteger Contra la rescisión, en los casos en que lo que hay no es una
al trabajador contra el despido sin causa, ocupa un papel situación de duda, sino de falta de voluntad del continuar por
t arte del empleador.
central o nuclear dentro del sistema de protección laboral,
porque el trabajador con estabilidad está en:posición o en con- Cuando de lo que se trata es de que sea dudosa la
diciones de asumir por sí mismo, o autónomamente, un primer existencia inicial del contrato o su existencia como tal, o sea, en
tramo de defenotde sus derechos, o de sus intereses; mientras
que el trabajador expuesto al despido sin causa no lo está 07 . ia acabada vigencia de sus derechos subjetivos y actuó como real compen-
sación de desigualdades (p. 471). Alfred Elueck, La protección contra' el
despido: su evolución en el derecho alemán, "L.L.", LIII-893, dice: «donde no
"6 Justo López, L.C.T. comentada cit., t. 1, p. 105, cita a Valente, en existe estabilidad el patrón podría privar al trabajador de su empleo y
Vázquez Vialard, Tratado... cit., t. 2, p. 253. Coaccionado para que, en los hechos, no hiciera uso de los derechos que las
187 Justo López, El derecho a la estabilidad y la estructura empresaria, leyes laborales le acordaban". Por su parte, y a contrario, Pinto Antunes,
"L.T.", XV-657, califica a la estabilidad de ".. institución esencial básica y Citado por Ludovico Barassi en su Tratado de Derecho del Trabajo cit., t. 2,
clave del derecho individual del trabajo". Eduardo Álvarez, Algunas preci- p. 235, nota 98, dijo que la estabilidad en América Latina "es contraprodu-
siones en torno a la estabilidad propia y su dimensión axiológica, "D.T.", Cente, porque elimina aquel eficaz estímulo a una colaboración útil y fecunda
1985-4469, dice que es "una de las máximas concreciones del' principio que se deriva de la posibilidad de despido sin necesidad de aducir una justa
protectorio, porque dio origen a la autotutela de los trabajadores, permitió causa". •
á • Ramírez Bosco.
130 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO
Los PRINCIPIOS DEL DERECHO DEL TRABAJO 131

este último supuesto, cuando se discute si se trata de un contra- privado de contenido a causa de la nulidad de lo que las partes
to laboral o de uno extralaboral, el art. 23 L.C.T.,; establece que convinieron "°.
"el hecho de la prestación de servicios hace presumir la existen- •
cia de un contrato de trabajo, salvo que... se demostrase lo 227. Cuando la nulidad se deba a la inobservancia de
contrario...". formas..exigielas por las leyes o las convenciones colectivas, el
defecto no pWi:lé ser invocado contra el trabajador u "opuesto"
225. Cuando el supuesto es el de nulidad del contrato, la a éste (art. 49 L.C.T.), de modo que, en los hechos, el contrato
diferencia que el derecho del trabajo aporta con relación al dere- rige como un contrato válido salvo que el mismo trabajador
cho común es que el contrato laboral tiene más efectos que los que interponga la. nulidad formal.
tendría si fuera un contrato civil. El contrato de trabajo nulo, que
lo es por algún defecto en su objeto (principalmente por Sr un Ya en el tramo de cumplimiento del contrato, la L.C.T.
objeto prohibido por las leyes), tiene, según el art. 42 L.C.T., establece como Criteriageneral que los contratos de trabajo son
prácticamente los mismos efectos que un contrato válidol", salvo cle tiempo indeterminade2salvo excepciones._que la ley sólo
que el defecto en el objeto contractual consista en que éste sea admite Cuando en layealiaiidstan, por anticipado y expresa--
contrario no sólo a las leyes, sino también a la moral y a las dos al contratar, elementos ebjetiyos que hagan de la prestación
buenas costumbres, en cuyo caso la legislación laboral también lo de trabajo algo sólo utilizable, o sólo necesario, durante un
priva de Consecuencias (art. 41 L.C.T.). tiempo determinado (art. 90 L.C.T.).
También establece la ley que la extinción de los contratos
126. Si la nulidad es. parcial, el art. 43 L.C.T. se ocupa de es un acto formal (escrito), sobre todo cuando se trata de resci-
disponer expresamente que la supresión de la parte defectuosa sión con causa-(art-.'243.L.C.T.), no siendo admisibles de acuerdo
(prohibida) del contrato no perjudicará lo que del mismo resulte con el art. 58 L.C.Tr "...presunciones en contra del trabajador...
válido, siempre que ello sea compatible con la prosecución de la que conduzcan a sostener la renuncia al empleo... sea que las
vinculación. Y, en todo caso, en la mayor parte de las hipótesis mismas deriven de su silencio o de cualquier otro modo que no
concretas de nulidad parcial de un contrato de trabajo en que se implique una forma de comportamiento inequívoco en aquel
puede pensar más categórico resulta el art. 13 L.C.T..,' según sentido".
el cual las cláusulas contractuales nulas, o simplemente menos
favorables, son automáticamente sustituidas por las disposicio- Este art. 58 se completa o complementa con el último
nes imperativas de las leyes o los convenios colectivos, con lo párrafo del 241, según el cual se considera que "la relación
cual es muy dificil que un contrato de trabajo llegue a ser laboral ha quedado extinguida por voluntad concurrente de las
partes, si ello resultase del comportamiento concluyente y recí-
proco de las mismas, que traduzca inequívocamente el abando-
1°8 Lo principal de esta posible discusión sobre los efectos del contrato no de la relación".
laboral nulo, en la práctica, se dio con relación al derecho del trabajador, en En realidad, lo que hacen estos dos artículos de la L.C.T.,
estos casos, a cobrar las indemnizaciones por despido injusto. El fallo o hasta donde ellos llegan, es sólo suprimir un posible medio de
plenario 193 de la C.N.A.T., 7/9/73, en el caso "Naurpth c/D'Onofrio", había
sostenido-tfue el trabajador inmigrante clande-átino, cuyo trabajo no autori- prueba, el de presunciones, sobre.-1J'Irctiaére—a del contrato de
zado en el país era por ello iin objeto contractual nulo, tenía derecho a cobrar trabajo por • voluntad (aislada o concurrente) del trabajador.
remuneraciones por el trabajo, pero no indemnizaciones por la rescisión. Pero no excluyen la validez dé la manifestación de la voluntad
El art. 42 L.C.T. tuvo esto en cuenta, pero para establecer lo contrario, de renunciar por medios no verbales o no escritos, tal como los
con lo cual dio preferencia a la protección del trabajador por sobre la defensa
de las fronteras inmigratórias, privilegiada por el anterior criterio jurispru-
dencial.
mg Justo López ejemplifica la nulidad parcial del contrato de trabajo con Ell En la línea del ejemplo de Justo López citado en la nota anterior,
el caso de un menor de 17 anos, al que se contrató para trabajar uña jornada puede pensarse en el contrato de un menor para trabajar en horario
de la cual, la mitad, fuese nocturna (L.C.T. comentada cit., t. 1, p. 301). nocturno, por parte de una empresa que no tiene ningún trabajo diurno con
el cual sustituir el horario prohibido que contrató.
132 • PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO

preavisos en el art.• 918 del Cód. Civil, según el cual "la expre-
sión tácita de la voluntad resulta de aquellos: actos, por los
cuales se puede conocer con certidumbre la existencia de la
voluhtad".
De este. modo, el texto de la ley queda detrás de la jurispru-
dencia, en la medida en que la: C.S.J.N., en el caso "Padín Capella
c/Lithó Formas" 111, sostuvo que- eli-el-derecho re- CAPITULO 1V
nuncias laborales tácitas no son nunca admisible‘por razones de
Paección al trabajador, si bien aquello se refería a renuncias a LAS FUENTES DEL DERECHO DEL TRABAJO
derechos durante la ejecución del contrato y no ala dimisión, que
es el:: supuesto que se trata al revisar el principio de.conservación.
Y no, es posible afirmar, ni previsible que lo hagan los tribunales, 1. Planteo.
que la dimisión por abandono inequívoco deba ser descartada
come medio válido de extinción del contrato, pese a la claridad de La cuestión de las fuentes del derecho puede plan-
los textos legales transcriptos, que la admiten. tearse' sobre la base de dos preguntas; una sobre quién está
230. Del :refuerzo del contrato contra la rescisión incensada habilitado para dictar reglas que obliguen al público en general
se ocupa el Título XII de la D.C.T., que al tratar la extiúdilifi'del normas jurídicas), y si la respuesta a la anterior admite más de
contrato de trabajo contiene la parte más importante de la cues- una posibilidad (más de una "fuente"); otra sobre qué orden de
tión,i y posiblemente también aquella con más trascendencia, en preferencia se seguirá o deberá seguir en la aplicación de reglas
la práctica de aplicación del ordenamiento jurídico laboral. :de distinto origen, cuando todas o varias se refieran a una I I '/ 1 •
Desde que en 1934 la ley 11.729 estableció en el país un !misma situación
sistema de estabilidad imperfecta o relativa; él mecanismo que O, si se quiere, cuál será el criterio que se usará para
utiliza la ley es el de penalizar la rescisión incausada del contra- ; decidir sobre este ordeno preferencia en. la aplicación.
to, con lb cual, pese a que existan algunas discusiones sobre este El tema, puestas las cosas de este modo, es qué hacer
particular, lo que hace la ley es establecer la antijuridicidad de I en el caso de pluralidad, concurrencia o superposición de nor-
la rescisión en estas condiciones. • i mas, en el supuesto de que todas, en principio, estén dispuestas
'para regular un mismo asunto o unos mismos hechos.
A veces se resume esta cuestión en la de la colisión de
normas, pero este planteo es sólo parcialmente o sólo ocasional-

Este planteo es el que propone o elige Justo López, L.C.T. comentada


por él, Centeno y Fernández Madrid, Ed. Contabilidad Moderna, Bs. As.,
1977, t. 1, p. 3, diciendo que lo toma de De Castro y Bravo. No puedo asegurar
que esa misma sea la idea de Justo López, pero la que sigo en el texto consiste
en que esta cuestión de las fuentes, si se la plantea así, es útil, tanto como
no suele serlo con el planteo más' tradicional, que prefiere esquematizar o
clasificar las fuentes desde los varios puntos de vista o significados con que
esta palabra puede ser usada (por ej., el mismo Justo López menciona cómo
Legaz y Lacambra, en su Filosofía del Derecho, distingue siete significados
con que puede ser usado el término fuente). Ver también Vázquez Vialard,
que parte de la clasificación de las fuentes en formales y materiales,
ID Ver en este Capítulo el texto del párrafo 146 y la nota 38. clasificación a la que atribuye, con toda razón, carácter de tradicionál.
. „ .•
134 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO
LAS PUENTES DEL DERECHO DEL TRABAJO • 135

mente cierto, porque, vistas las cosas con suficiente detenimiento, Lakcomplementariedad es, sobre todo, el tipo de rela-
en estos casos de concurrencia o superposición, la hipótesis de ción que privre-nifé- una norma, de rango superior y su regla-
que una norma termine por aplicarse a expensas del desplaza- mentación, o entre una norma que, para definir una parte ae su
miento total de la otra no es la única alternativa.
contenido, reenvía a otra. A veces a este supuesto o mecanismo
se lo llama ^también articulación.
a) Las clases de relaciones entre normas jurídicas.
La' suplementariedad, por último, se da cuando una
23$. De acuerdo con un esquema que, presentado por de las normas., 'generalmente la de rango superior, fija un míni-
Valverde, tuvo luego una difusión y una aceptación considerables, mo de regulación que es de aplicación imperativa, pero se admi-
las normas concurrentes pueden relacionarse de varios modos 2. te que es& mínimo sea mejorado en algún aspecto por otra
Las que, en general, son incompatibles entre sí, o sea que norma, cuyas disposiciones, así, terminan por Sumarse a las de
colisionan en sentido estricto y por lo tanto Se relacionan despla- la anterior. Lo que hace, en este supuesto, la norma inferior, no
zando una a la otra, spn las normas de una misma fuente (y se es suplir, modalizar o especificar a la de más jerarquía, sino
Iría, de igual nivel),/Las de;diferentes fuentes pueden awlirse cumplirla, aunque cumplirla "con creces"4.
unas a otras por admisión que ellas mismas hagan de ese La preferencia que se da a una o a otra de estas
mecanismo; pueden complementarse. entre sí, de modo que se hipótesis no puede depender mayormente de la teoría, sino del
apliquen ambas a la vez (se completen); o pueden suplementar- estado real de las cosas, de los antecedentes y de las tradiciones
se, en el sentido de que sus disposiciones se apliquen sumándo- en cada lugar, y, sobre todo, dedo que diga concretamente el
se unas a otras.
derecho positivo. Esto, que sin duda obliga a tomar con mucho
234. La supletoriedad es la forma de vincularse que gene- cuidado las posibles comparaciones entre casos de distintoa
ralmente adopta el derecho común respecto de los contratos países, además hace que el trabajo, en la materia, consista más
, individuales, frente a los cuales se autopospone a una posición que nada en determinar cómo es el sistema de relaciones nor-
1 4 "suplente", para llenar las lagunas que éstos puedan haber mativas y preferencias que efectivamente contiene el derecho
dejado sin una regulación específica 3. laboral nacional. "
Como criterios generales parece que sólo se puede o
2 Antonio Martín Valverde, Concurrencia y articulación de normas
que sólo es útil destacar, en primer lugar, que a falta de una
laborales, "Revista de Política Social",julio-septiembre 1978, Madrid, ps. 5 a 31.
disposición o de algo que haga claro lo contrario (por ejemplo, la
En realidad, de acuerdo con la práctica jurídica nacional, aun es evidencia o la tradición), la regla general es que cuando las
posible que, conforme alas normas escritas, la "supletoriedad" de las normas
del Código Civil sobre céntralos sea en buena medida un mito, dudosamente normas colisionau entre sí irelinfirairdnas a otras.
apoyado en el texto del art. 1197 de ese Código, texto que no dice para nada Y, en segundo lugar, que una 'deTáSUartiéularidades más
que la ley deba postergarse frente a las cláusulas convencionales. difundidas del derecho del trabajo ha sido, desde sus comien-
Hay, esto sí, una cuestión general relativa a la lógica del Código, que zos, un uso del inecanismo de suPlementación de las normas
puede relacionarse con la falta de imperatividad de sus normas sobre más intenso que en otras ramas del derecho, por lo de que en
contratos, pero no creo que nunca se haya cuantificado ni hecho una
proporción de la cantidad de veces que las cuestiones contractuales son esta materia los, mínimos elementales aparecieron garantiza-
resueltas por los tribunales nacionales aplicando esas normas públicas, ni dos por normas públicas imperativas, pero a ellos podrían
menos de cuántas veces las cláusulas co'ntractuales han conseguido pospo- sumarse los mejores derechos contenidos en convenios colecti-
ner realmente a la legislación. Como texto legal propiamente dicho, con lo vos o en contratos individuales. Pero a esto no puede atribuirse
mejor que cuenta esta afirmación respecto de la supletoriedad por regla de el carácter de un estado de cosas-tara-edil:ente-necesario, en el"
las normas del_Códjgo Civil sobre contratos es con el art. 21 entendido a -sentido de que 16 dentrario, o, sobre todo, lo distinto, no tienen
contrario: allí dice que las convenciones particulares pu—Ida—posponer las
disposiciones legales, siempre y cuando en estaS últimas no estén compro-
metidos el orden público o las buenas costumbres. ° La expresión es de Va.lve.rde, ob. cit., p. 13.
136 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO LAS FUENTES DEL DERECHO DEL TRABAJO ' 137
/
el,21';1 /4/(1%( 7C”•
por qué ser considerad& con hecesidad errores o estados pato- obligarían a los jueces a comportarse de una manera u otra. Más
lógicos de las cosas. bien, se trata de describir cómo se comportan en los hechos.
239. Dehecho, una de las mutaciones características de la Es cierto que en sistemas donde prevalece el derecho
corriente "crisis" por la que pasa el derecho del trabajo consiste escrito y, como en nuestro país, una fuerte y no siempre realista
con frecuencia en que lo que antes eran relaciones suplementa- opinión sobre su superioridad categórica sobre el de otras fuen-
rias ahora tornan a ser otra cosa, las más de las veces supleto- tes, la Constitución Nacional debería proveernos de gran parte
rias (como cuando el derecho estatal pasa a regir sólo a falta de de la información necesaria para analizar esta cuestión, ya que
acuerdos privados, sobre todo colectivos). . S ésta la que, por principio, habilita a las demás fuentes y las
Pero contra esto, corno digo, no parece que.se pueda levan- pone en un orden jerárquico cualquiera G. Sin embargo, aun así,
tar una observación sistemática: como se trató :de señalar en el él trabajo consiste en averiguar cuánto y cómo en los hechos se
Capítulo . I, al hacer referencia a las vías de protección, al dere- matiza esta afirmación, porque será más o menos cierta sólo en
cho del trabajo, en teoría, le basta la garantía de que sus normas la medida en que "...los jueces se sientan obligados.:). por las
se den a través de alguna de 'aquellas vías o ,mecanismos de declaraciones de la legislátüre.... [por más qué)._ en la práctica,
protección diferenciada. Luego, una vez que es 'así, la forma en en forma abierta o subrepticia se apartan a veces de aquellas
que se• relacionen las normas de distintas o ;iguales fuentes reglas legislativas que no concuerdan con la conciencia jurídica
entre sí es por completo contingente y depende mucho, como se material predominante" 7 .
señaló, de los antecedentes locales y, también; del punto más Un aspecto parcial del estudio de las fuentes desde
alto o más bajo de protección en que se hayan definido las este punto de vista, si se quiere menor en medio del planteo
normas de cada fuente. general, pero no por ello poco importante, consiste en averiguar
cuál es el grado de elaboración con que cada poder jurígeno
b) Las fuentes como criterios de decisión judicial. Provee su criterio para fundar las decisiones judiciales; porque
240.. Desde otro punto de vista, pero todavía como parte cuanto menor sea el grado de definición, más será que la fuente
del caso no lo es realmente en sí misma, o no lo es sino como
del planteo general, lo que en realidad es útil y operativo
hacer, bajo este título de doctrina y teoría de , las fuentes del complementaria de la fuente jurisprudencial.
En general, el precedente judicial suele proveer un criterio
derecho (o de una rama del derecho), es investigar, lo más Más concreto y lo más aproximado posible al caso que se tenga
sistemáticamente que sea posible, de dónde sacan los tribuna- que resolver, dejando poco trabajo para la elaboración del tribu-
les, y probablemente seguirán sacando en casos futuros, los
nal. La legislación, por su parte, provee en general formulado;
criterios que utilicen para resolver las cuestiones sometidas a nes terminadas, por más que requieran siempre algún grado de
su decisión. Desde este punto de vista, el estudio de las fuentes ajuste al caso concreto, con lo cual es difícil que operen
se parece a un ejercicio de adivinación (de cómo resolverán los aisladamente tomo fuente (o, dicho de otro modo, es dificil e
tribunales los casos en que deban conocer). "Es la doctrina que inseguro averiguar lo que dice un ordenamiento jurídico limi-
se refiere a. la manera en que los jueces efectivamente se
comportan" S. eándose a leer las leyes).
La costumbre y, más aún, los principios específicos desta
No tiene mayor provecho analizar la cuestión de las fuentes Materia o los generales de justicia sólo entregan al juez la
Smo si ésta fuera a ilustrarnos sobre cuáles son las normas que materia prima de un eventual criterio de decisión, sin elaborar-

:AlfRoss, Sobre el Derecho y la Justicia, Eudeba, 5 ed., Bs. As., 1994,


p. 74, agregaque "...cualquier doctrina normativa de las fuentes del derecho Manuel Alonso Olea, Las fuentes del Derecho, en especial del Derecho
que fose ordene a los hechos, carece de sentido si pretende ser algo más que del Trabajo, Ed. Civitas, Madrid, 1982, p. 19.
un proyecto de un nuevo y mejor derecho". Alf Ross, ob. cit.,.p. 76.
138 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO LAS FUENTES DEL DERECHO DEL TRABAJO 139

lo, de modo tal que obligan al tribunal a convertirse en fuente nes colectivas o laudos con fuerza de tales; la voluntad de las
complementaria. partes, y los usos y costumbres.8.
246 Esa enumeración es incompleta, aparte de que lo sea
e) En síntesis. por mero desoúido o con el propósito de destacar, listándolas
expresamente, las fuentes que en el derecho del trabajo tienen
Para sintetizar esta cuestión del planteo se puede
decir que, si al tema de las fuentes se le dedica tanta atención aspectos 'particulares. Propósito, este último, que se lograría
en el derecho del trabajo es principalmente por dos motivos: sólo relativamente (los tratados y la misma Constitución Nacio-
uno, porque en esta materia existen fuentes distintas. Alguna nal no están en esa lista y tienen comportamientos diferencia-
por completo diferenciada, como lo son convenios colectivos, u dos en esta materia) y en todo caso sin una utilidad di,zernible.
otras con fuertes matices diferenciales, como lo son los conve- Faltan: la Constitución Nacional; los tratados internacionales;
nios internacionales en la materia, porque éstos en general no las fuentes enumeradas en el art. 11 de la misma L.C.T., o sea,
son acuerdos bi o multilaterales, como es lo más frecuente de los principios de la justicia social, los del dereeho del trabajo, la
ver en otras ramas del derecho, sino convenios adoptados dentro equidad y la buena fe, y la jurisprudencia,
de una organización internacional (principalmente la O.I.T.). Con éstas, el listado queda completo.
El otro motivo es que en derecho del trabajo existe esa
regla o. principio de la "norma más favorable", en función de la 3. La Constitución Nacional.
cual el orden de prelación en la aplicación de las normas puede
desordenarse, respecto del orden de jerarquía de las fuentes. 247. La C,N..funciona, en principio, como "fuente de ten-
En realidad, uno de los trabajos más arduos en esta mate- tes% porque "de ella emana y ella asigna el poder -de normar y
ria ha sido siempre el de determinar los límites dentro de los a sus formas y procedimientos ha de ajustarse el ejercicio de
que funciona o debiera funCiéritifeitiregla Tearticulai. Fu•e este poder" ".
todavía unun error extensamente difundido el de pensar que la Como se verá enseguida, esta afirmación debe reconocer,
prevalencia de la norma más favorable se impone en todos los en todo caso, alguna flexibilidad, porque la jurisprudencia, par-
casos en que se superpongan normas de diatintia - fuenteg.-1 -5 ticularmente la de la C.S.J.N., ha reconocido o, en realidad,
qiié hace falta es averiguar cuándo es cierto que rige y, en todo incorporado a la C.N., en un nivel que es por lo menos supralegal
caso, cuándo se puede pensar que . es conveniente que rija, si no también supraconstitucional ", algunos elementos que
cuestión para la que no parece haber una respuesta permanen-
te, ni una válida para todo lugar y con prescindencia del orde-
9 Se suele atribuir alguna virtud particular al hecho de que la L.C.t.
namiento positivo.
diga que ese listado es de fuentes de regulación del contrato de trabajo y no
de fuentes del derecho, porque no todas las que allí se mencionan son fuentes
2. La enumeración de las fuentes. de normas (algunas, como las leyes, no son un poder normativo o fuente, sino
el producto de un poder normativo, legislativo). Menciono el tema por su
relativa difusión o aceptación, porque tiene una trascendencia que se me
El art. 1 de la L.C.T. dice que el contrato de trabajo se escapa. A mi juicio, es sólo una demostración de lo que pesan los esquemas
rige por las normas de distintas fuentes que allí lista. Éstas son: y las definiciones contra una exposición que es de por sí claramente
la misma L.C.T.; otras leyes, incluyendo las "estatutarias", o comprensible.
sea, las que rigen alguna actividad en especial 8; las convencio- i° Manuel Alonso Olea, ob. y loc. cits, en nota 6,
" Un ejemplo de admisión por parte de la G.S.J,N., de algo así como la
supraconstítucionalidad de un mandato, posiblemente sea el del caso
Ya en el Capítulo II, al describir el contenido de la materia; se hizo "Cabrera c/Salto Grande" con referencia al derecho a la jurisdicción, al que
mención a que en el país existen «estatutos especiales" para distintas se hizo prevalecer por relación con el derecho internacional general y no con
actividades laborales. la C.N. (C.S.J.N.,. 5/12/83, "rallos", 305:2150).
LAS FUENTES DEL DERECHO DEL TRABAJO 141
140 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO

2) Derechos colectivos, garantizados a favor de "los


textualmente no están allí. Pero son muy pocos, de modo que no gremios':
llegan a invalidar la afirmación general, y como tal debe acep-
tarseque la C.N. no sólo prevalece sobre las demás fuentes, sino Concertar convenios coléctivos de trabajo.
que todas ellas le deben tanto su mecanismo defuncionamiento Recurrie a la conciliación y al arbitraje.
como' su jerarquía y aun el hecho mismo de eatar reconocidas Derecho de huelga.
como. tales. Garantías a favor de representantes gremiales, para el
umplimiento de su gestión sindical, relacionadas con la estabi-
Las normas específicas de la C.N. en materia laboral lidad de su empleo.
están contenidas en su art. 14 nuevo o bis. El análisis exhaus-
tivo de esta norma es materia propia del derecho constitucional 3) Derechos de la seguridad social:
del trabajo. En este lugar, me limitaré a enunciar esquemática- -- Seguro social obligatorio, a cargo de entidades naciona-
mente los contenidos de ese art. 14 bis, para luego explicar les o provinciales autónomas.
brevemente cómo es que esto ha funcionado. en su papel de — Participación de los interesados en la administración de
fuente del derecho del trabajo. esas entidades.
El art. 1416is comienza por comprometer la garantía -- Jubilaciones y pensiones móviles.
del ordenamiento jurídico a favor de la protección del trabajo Protección integral de la familia.
(principio protectorio) y luego divide la reglamentación o el —La defensa del bien de familia.
desarrollo de esta idea en tres bloques: uno sobre los derechos — Compensación económica familiar.
individuales del trabajador, otro sobre los derechos colectivos de - Acceso a una vivienda digna.
las agrupaciones de trabajadores y un terceroaobre los derechos 251. A este listado la jurisprudencia agregó, en el antes
de 1aseguridad social, incluyendo en este últinio tramo algunos citado nivel —que si no es constitucional es, por lo menos,
que sólo entrarían en esta definición si se la aceptara con un supralegal—, algunas premisas que no están en el texto de la
criterio muy lato.
tos derechos garantizados son: Así, en primer lugar, la regla o indicación según la cual, en
-- Condiciones dignas y equitativas de labor. caso de duda, se deben interpretar las normas de la forma más
• — Jornada limitada. favorable- al-trabajador, idea que, pese a su tan mala calidad
oiñóéeñalóó en el Capítulo III— el principio más
i) Derechos individuales: incorporado por la C.S.J.N., con cierta constancia, a sus crite-
-- Descanso y vacaciones pagadas. rios de decisión 12 .
Retribución justa. •
Salario mínimo vital móvil.
Igual remuneración por igual tarea. . 12 Ver, entre muchos otros: C.S.J.N. 12/3/87, "Padín Capella cíLitho
— Participación en las ganancias de las empresas, con 1Formas", "Fallos", 310:558, y "L.T.", XXXV-B-698; 4/9/84, "Deutsch, Noeml
"Fallos", 306:1236, pero éste no sobre la interpretación más
control de la producción y colaboración en la dirección. ' favorable sino sobre el gr_clenamiento favorable, comparando el de trabaja-
— Protección contra el despido arbitrario. j dores públicos con el de privados:
Estabilidad del empleado público. A veces, la C.S.J.N. parece identificar la "interpretación más favorable"
Fundar y participar en una organización sindical libre y con la más valiosa, por ejemplo en el citado caso 1:Padín Capella" o en
democrática, reconocida por la•simple inscripción en un registro "Gallardo c/Y.P.F." del 24/4/86, "Fallos", 308:639: "Ha de buscarse siempre
una interpretación valiosa de lo que las normas han querido mandar" (cita
interpre-
especial.. "Fallos", 300:417 y 303:245), para, por esa vía, desautorizar una
tación literal que desvirtuaría la indemnización de la ley 9688, por ignorar
142 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO LAS PUENTES DEL DERECHO DEL TRABAJO 143

252. También por esta vía pretoriana se han agregado a la En realidad, ésta parece ser una cuestión teóricamen-
C.N. la libertad de los trabajadores "contra la opresión" econó- te insoluble, por su intrínseca falta de sinceridad: no se puede
mica ", libertad que incluso debe prevalecer sobre la (también) sostener que a partir de una preinisa cualquiera con contenido
garantizada constitucionalmente, libertad de contratar del em- jurídico, por inlefinida que esté, un profesional del derecho
pleador, y la facultad gubernamental de intervenir en los con- (como lo son quienes integran los tribunales) no pueda sacar
flictos colectivos para asegurar el orden y la paz social, facultad una conclusión adecuada. Ninguna cláusula constitucional, ni
que la C.S.J.N. afirmó que existe aun cuando ninguna ley la siquiera una tan genérica como la que hace obligatorio el "sala-
establezca 14. rio justo", podría en realidad considerarse, frente al caso concre-
- 253. Una última cuestión, que parece inevitable, respecto to, como si estuviese privada de todo contenido práctico o como
de las cláusulas constitucionales, es la de si se bastan a sí si la directiva que surge de ella tuviera tanto valor como la
mismas para tener aplicación, o sea, si son lo que se llama afirmación contraria. Si una cosa como esta fuese cierta, es
operativas o autoaplicativas o, por el contrario, son sólo defini- posible que el art. 1109 del Cód. Civil, por ejemplo, no hubiese
ciones de principios o cláusulas sólo "programáticas", que nece- podido ser aplicado nunca, en la medida en que dispone sólo
sitan una reglamentación para poder ser -á-Plica-da genéricamente el deber de no dañar.
La cuestión no tiene una respuesta necesaria ni uniforme. En todo caso, la jurisprudencia de la C.S.J.N. le ha
Menos una que haya sido aceptada general y/o categóricamente, de reconocido a algunas cláusulas constitucionales bastante opera-
modo que es casi imposible explicar con cuál criterio los tribunales tividad, a veces incluso de manera expresa.
han dispuesto que una norma constitucional, resulta o no ejecutiva Principalmente lo ha hecho con el derecho de_huelga a
por sí sola, sin el complemento de una ley reglamentaria. Sólo la partir de que quedó reconocido en el art. 14 bis. Varioárfallbs de
mera observación de fallos, que en el mejor de los casos pueden ser la C.S.J.N. se ocuparon de establecer que se trata de un derecho
más o menos reiterados, sirve de auxilio para formarse una idea de por sí operativo, loque quiere decir que puede ser ejercido
sobre cómo funciona la práctica a este respecto con independencia de su falta de reglamentación por ley 16 .
También se sostuvo la Qperatimidad..ñe. la .garantía
1-3 Es la doctrina del fallo "Práttico c/Basso", de la C.S.J.N., 20/5/60,
sobresalariajusto.y, aún más que eso, a esta cláusula algunos
-fallos de la C.S.J.N. le han reconocido desarrollos conceptuales
"Fallos", 246:345; "D.T.", 1960-355, expresamente tomada del antecedente
norteamericano "West Coast Hotel v. Parrish", del 29/3/37. Esta doctrina se que a veces excedieron incluso el tema de la remuneración
repitió en "Roldán c/Borrás", 16/6/61, "Fallos", 250:46; "D.T.", 1962-319. propiamente dicho, para darle una especie de posición central o
" Esta afirmación se hizo en los mismos fallos- én que se estableció la preferible dentro de la C.N. Por ejemplo, cuando en el caso
oportunidad del derecho constitucional de huelga (ver nota 17), por cuanto "Ratto c/Stani" 17 se refirió, o se limitó, la igualdad constitucio-'
la C.S.J.N. se interesó en hacer de ambas afirmaciones, sobre oportunidad nalmente debida, a la que respeta por igual para todos los
del derecho de huelga y sobre este derecho de la administración para trabajadores el nivel salarial fijado en los convenios colectivos
intervenir en ellas, una pareja necesaria.
" Justv López, L.C.T. comentada cit., t. 1, p. 24, nota 95, dice que se de trabajo, por entender que de esta forma se "asegura una
trata sin duda de cláusulas programáticas porla_remiliOn klfts leyes e" el remuneración justa".
principio del art. 14 bis, cuando dice que son éstas las encargadas depri5fEger O al decir en ese mismo fallo que "...el principio... qqe,
al trabajo, y "por la insuficiente determinación operativa de las disposiciones asegura igual remuneración por igual tarea, aun admitiendo su
constitucionales".
Néstor P. Sagiiés, en Tratado de Derecho del Trabajo, dirigido por
Vázquez Vialard, t. 2, p. 799, transcribiendo a Vanossi, dice que "la
determinación en concreto acerca de si una norma constitucional es 16 15/10/62, "Fent c/Estancias Galli", "Fallos", 254:56, "D.T.", 1962-583;
autoaplicativa o no, depende de la decisión que al respecto adoptan las 15/10/62, "Raveschino ¿Banco Avellaneda", "Fallos", 254:62, "D.T.", 1962-
autoridades de aplicación". Del misrSrdés -puede verse Las cláusulas 574; 7/11/62, "Gatti ¿Sistemas El Globo", "D.T.", 1963-24.
programáticas sociales de la aN. y su ificacia jurídica, "E.D.", 108-948. 17 "Ratto c/Stani", C.S.J.N., 26/8/66, "Fallos", 265:242; "D.T.", 1966-449.
144 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO LAS FUENTES DEL DERECHO DEL TRABAJO 145

inmediata operatividad, resulta obvio que no es sino una expre- .mación de tratados (arts. 27.y 46); y, por otro lado, de hecho hay
sión de la regla más general de que la remuneración debe ser convenios internacionales sobre cuestiones menores o entre
justa'.. departamentos de gobierno (no jefes de gobierno) que pacífica-
mente entran-en vigencia sin intervención del Ejecutivo (ni del
4. Los tratados internacionales. Legislativo).
Como en principio, y como se verá, la,CLU..N...entiende
a) • Conformación del tratado. que la C.N. prevalece sobre los tratados internacionales (caso
."Fibraca'') —cosa qué ahora- dice I-dmisma C.N. respecto-de^loa
257. Los tratados internacionales son los que firma o cele- , no constitucionalizados—, en nuestro país, un convenio al que
bra el Poder Ejecutivo, aprueba el Legislativo, y ratifica luego el le faltase el consentimiento 'del P.E.N. (por sí o por un repre-
Ejecutivo. Dados estos pasos, queda conformado uno de los sentante específicamente facultado) carecería de ese requisito
tratados con "las potencias extranjeras" a que se refieren los 'esencial.
.arts. 27 y 31 de la C.N., o, conforme a los textos reformados en . De hecho, lo más común es que los tratados internacionales
1994, uno de los tratados, concordatos y otras negociaciones con sean firmados por el Ministro de Relaciones Exteriores o por un
las organizaciones internacionales y las naciones extranjeras Iplenipotenciario.
(arts. 99, inc. 11, y 75, inc. 22, C.N.). 260. La aprobación de los tratados firmados por el Ejecu-
La celebración...de acuerdos internacionales es facul- itivo corresponde al 'Congreso (art. 75, inc. 22, de la C.N.; antes
tad del Presidente dela- Nación, de acuerdo con el actual texto 'art. 67, inc. 19)..• Esta aprobación no debe ser confundida con la
de la C.N., tal como lo era.en el anterior y lo es en los anteceden- j posterior ratificación por el Ejecutivo, confusión que es relativa-
tes internacionales (art. 99, inc. 11, C.N.; antes 86, inc. 14). mente frecuente y al parecer, y según trataré de explicar
Según el art. 7, inc. 2,.de la Convención de Viena de 1972 eriseguida, bastante fundada 19.
sobre derecho de los tratados 19, la representación de un país Por una "práctica inveterada" esta facultad de aprobar
para . intervenir en la adopción de un tratado o para darle tratados la ejerce el Congreso dictando una ley", pero según la
consentimiento se atribuye, sin necesidad 'de acreditar repre- :opinión prevaleciente —se diría que unánime—, ello no signifi-
sentación, al Jefe de Estado, al Jefe di Gobierno, al Ministro de ca nada sobre el rango o naturaleza del acto. Lo que se dice ea
Rélaciones Exteriores o al Embajador ante el país u organismo que las leyes se dan en ejercicio de la facultad de legislar,
de que se trate; si no, puede ser también un representante mientras que esta facultad de aprobar tratados es una cosa
especial, especialmente facultado ("plenipotenciario"). Los actos distinta, prevista por separado en el listado de competencias del
ejecutados por personas que no estén en esá lista no se conside- Congreso; no es una ley. Por eso mismo se califica a esta prát-
ran válidos, a menos que luego sean confirmados por el Estado tica inveterada de indeseable, porque podría inducir a la confu-
que quede obligado por ese acto (art. 8). sión de las funciones estatales.
Es claro que estos textos, si noi es que se oponen,
porque la lista internacional excede la de la C.N., necesitan is El caso "Frites", C.S.J.N., 4/12/95, "Fallol". -214-..26 da cuenta de la
alguna interpretación que los combine: en principio, la misma actual subsistenda de esa confusión, porque si bien e. fallo se limitó— a
Convención de Viena excluye ..qu. e..el.. derecho nacional--pueda afirmar la improcedencia, por materia, de la vía extraordinaria, una
invocarse contra la vigencia de un tratado (lo que comprende a explicativa disidencia de Boggiano relata que lo que le demandante procuró
fue que se le fijase judicialmente al PE-N. un plazo _Kira depositar. la
iiórisiáS Sobre su formación), salvo que se trate de la omisión Ratificación del convenio 169 d1XID'lL77- rpliilibis indígenas y tribales),
de un requisito fundamental del derecho nacional para la for- Ratificación- que entendía dada mediante el acto de aprobación por el
Congreso, que fue la ley 24.071.
28 Aprobada por la ley 19.865, publicada en "A.D.L.A.", XXXII-D-6412. " Germán J. Bidart Campos, La incorporación del Derecho Internacio-
¡nal al Derecho Interno, "L.L.", t. 118, ps. 1048y se., en especial p. 1061.
?lo • Ramírez Bosco
146 PARA UNA INTRODUCCIÓN Al, DERECHO DEL TRABAJO LAS PUENTES DEL DERECHO DEI, TRABAJO 147

Creo, sin embargo, que hay otra forma posible de ver aparte de considerar a la ratificación virtualmente sinónimo de
esta cuestión: la mayor parte de las veces, si no siempre, los la aprobación (de ahí que la difundida confusión nacional al
tratados internacionales contienen material que en términos respecto resulta ser más acertada que confusa).
locales sería propio —sólo propio— de una ley.
Contienen ese material cuyo tratamiento le está reservado En l Argentina se practica y se sostiene que esta es
al Congreso y específicamente, vedado, salvo supuestos excep- una facultad discrecional del_Ejecutivo, el quo no queda obliga-
cioneles, al Ejecutivo (arts. 75 y 99, inc. 3, C.N.), distribución de do per la aprobación del Congreso- 1;.-37, --inás todavía, sé admite
competencias que no es sólo, digamos así, de orden o funcional, como una práctica no antijurídica, que dicha discreaaáltdad
sino que tiene un antiguo y arraigado sentido de control de las del Ejecutivo alcance para retener la...comunicación de la ratifi-
actividades del Ejecutivo, para la protección de las libertades cacióri (interea:mbio o depósito, según que. el tratado sea bilate-..
del individuo particular (en su origen y en especial, la de no ral o de una organización internacional) para así demorar o
sufrir una carga impositiva indebida). evitar la entrada en vigencia 22.
Y no parece que este esquema de distribución de poderes, Este estado de cosas debe, antes que nada, ser recono-
con un fundamento que no es distinto en ningún país civilizado, cido como una .realidadr-Su fundamento, cuando se lo hace
pueda saltearse cuando las normes que obligan a los particula- explícito, suele derivarse a las facultades del Ejecutivo para
res aparezcan por la vía de tratados internacionales, en cuyo llevarndelanfe las relaciones exterioresuque se infieren, según
caso las facultades del Legislativo quedarían reducidas a un está opinión, de los arta. 27 inc. 11, de la C.N., pero que,
mero control global de lo que concibió y detalló el Ejecutivo y en materia de conformación de tratados internacionales, no
que, para peor, luego éste ratificará o no a su discreción. Es existen como tales ni en esas ni en otras formas, o no por lo
claro que en la práctica nacional la pieza que tiende a malformar menos con una extensión de semejante trascendencia, que lle-
el sistema, como se verá enseguida, es la ratificación y no esta gue a exorbitar la competencia interna del P.E.N. hasta dislocar.
aprobación que debiese o no darse por ley; pero el hecho de la esencia de la distribución de poderes prevista en la C.N.
aceptar que la ley de aprobación realmente es una ley con todo "Según el sistema constitucional, la conformacáM del trata-
su rango y características quizás ayudase a poner las ideas do debería acabar con la aprobación del Congreso, que así ejer-
sobre la cuestión en un orden más adaptado a los fundamentos cería su prevista facilitad, como último dirimente, cuando se
de nuestro derecho constitucional. Y, de paso y desde ya, servi- trate de imponer conductas al público. La aprobación legislati-
ría para eliminar de inicio las peores o más extensas alternati- va, y no la ratificación, es la última pieza del proceso de confor-
vas delirdualismo) esas que requieren una nueva ley interna mación de un tratado; la retificaci.onitiena.un. carácter. neceser
(después de la aprobación y ratificación del tratado) para poner rio, como lo tiene la publicación..de las-leyes, pero no es parte del
en-vigencia un convenio en el país, aun cuando este convenio sea proceso de formación del. acuerdo.
.
detallado y operativo por sí mismo. La ratificación, si no se la desmesura para ensanchar
La facultad de ratificar los tratados una vez que el las facultades del P.E.N., no puede tener otro sentido que el de
Congreso los aprobó la ejer-c-e—eTP6der Ejecutivo por medio de un verificar o constatar que el Congreso, con su aprobación, comple-
"acta" que invariablemente firma e---EN. Ni la facultad ni su
.-
forma están Previstas en la C.N. y, según la Convención de 21Ver voto en disidencia de Boggiano, cit. en nota 19. Ver también
Viena, la facultad pueden ejercerla los mismos a quienes se Derecho Internacional.", Derecho Interrio argentino, de Werner Goldschmidt,
reconocen capacidades suficientes para celebrar o firmar trata- en "E.D.", t. 7, ps. 784 y as., en especial p. 791: "La aprobación de un tratado
dos (ver más arriba § 258). por el Congreso autoriza al presidente a ratificarlo; pero no le obliga a hacer
Además, esa Convención no hace dependerla vigencia de tal cosa".
los tratados internacionales d&su ratificación,. sino que más " Susana Corradetti, en su conferencia en FAES, en marzo de 1996,
sostuvo cfue en este último aspecto se podría estar frente a un caso de derecho
bien trata a este requerimiento como algo 'ekcepcional (art. 14), constitucional establecido por los usos.
148 Pana UNA INTRODUCCIÓN Al, DERECHO DEL TRABAJO LAS FUENTES DEL DERECHO DEL TRABAJO 149

tó el tratado; y ello, más que nada, para así hacer saber a la o las De hecho, siguen sin difundirse casos en que se publique
contrapartes que el proceso requerido por el derecho interno para !una ratificación, pese a que la ley 24.980,vigente desde 1992,
la formación del tratado quedó completo y cumplido. obliga_a_pubh,pat en el B.O. el "texto del instrumento de ratifi-
266. Por otro lado, se advierte que la nueva posición que la cación... con sus reservas y declaraciones interpretativas" y la
jurisprudencia constitucional y la misma C.N. han tomado res- "fecha del depósito o canje de los instrumentos de ratificación o
pecto de la prevalencia e indisponibilidad de los convenios inter- de adhesión".
nacionales frente al derecho interno, obligaría a revisar la pos- Esta disposición, bien entendida, es posible que volviese no
tura tradicional, si es que para ello no hubiera otro argumento: sólo ilegítima, sino formalmente antinormativa la citada prácti-
una cosa era que en materia de acuerdos internacionales se ca de que el P.E.N. retenga la comunicación de una ratificación
sobredimensionaran las facultades del Ejecutivo, cuando, al fin !formalizada.
y al cabo, la C.S.J.N. sostenía que esos acuerdos podían ser 269. Después de conformado un tratado con su ratificación
luego derogados o modificados por la ley, con lo cual en todo caso 'por el Ejecútivo, en la Argentina, para que entre en vigencia
se salvaban las competencias legislativas regulares. real, se requieren aún dos pasos más: la comunicación de la
• 267. Otra cosa es ahora, cuando los convenios internacio- ratificación a la o las contrapartes y que el convenio sea consi-
nales, una vez conformados, no quedan disponibles para el derado autooperativo, o sea, dado con suficiente detalle como
legislador interno. diera que sus normas sean aplicables sin necesidad de una
Así es que en la Convención de Viena, la ratificación parece mueva:
in ley reglamentaria.
más bien prevista para los cases en que el firmante rib tenga , La cuestión de la operatividad necesita y merece una aten-
facultades suficientes para obligar a su país, o para cuando se ción particular, que se le dedicará poco más adelante.
requiera interna— Mate aprobación legislativa, cosa, esta última, . La comunicación de la ratificación es competencia del Eje-
frecuente, por respeto a la distribución tripartita de los poderes a cutivo, de la que, como se dijo, se admite que abuse reteniéndo-
la que se acaba de hacer referencia. En el primer caso, la ratifica- -! la; y de hecho puede realizarse a través de cualquier persona
ción sería la-intervención que la C.N. estipula debe tener el P.E.N., !razonablemente titulada al efecto, en principio -las mismas con-
porque en realidad no había intervención suVa anterior; en el tenidas en el ya visto listado de representantes previsto en la
segundo, la ratificación no pasa de ser la noticia .cle que se cumplió ; Convención de Viena.
con todól los pasos que el • derecho interno requiere para la forma-
ción del tratado. Pero lo que no parece previsto ni compatible con b) La vigencia y operatividad de los tratados.
la Convención de Viena es que el Ejecutivo, después de prestar
consentimiento y después de la aprobación del Congreso, se reser- 270. Una vez conformado el tratado, se da una problemá-
ve la facultad de confirmar ese mismo consentimiento como si la tica diferenciada de esta fuente, que ni sería imaginable respec-
primera vez fuera siempre precario o provisorio. to, sobre todo, de las leyes, pero que además es o fue particular-
mente aguda en el derecho del trabajo, porque tampoco se da
268. Es claro que, por razones de seguridad y publicidad, con igual alcance respecto de los tratados internacionales sobre
sería conveniente que se publiquen los actos de 'ratificación. Pero materias distintas de la laboral, en razón de que en esta mate-
en la Argentina, esto nunca fue usual, lo cual dio lugar a antiguas ria, cómo se dijo, se ha llegado a negar que algunos trata-os
observaciones y a que no se sepa ni oficial, ni pública, ni fácilmen- internacionales lo fuesen, por el hecho de estar firmados en el
te, cuál es la fecha de la entrada' en vigencia de un tratado 23 . ámbito de organizaciones internacionales y no directamente con
otro u otros países.
En el caso "Ferreyra, Pedro P. c/Nación Argentina", "Fallos", 202:353, Lo que, con carácter general, se pone en 'cuestión, es cuándo
la C.S.J.N. dijo que, a falta de aclaración, los tratados rigen a partir del - ! las normas de esos tratados constituyen realmente derecho
intercambio de las ratificaciones. ! positivo, aplicable y eficaz. Esta problemática, con distintos
150 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEI, TRABAJO LAS FUENTES DEL DERECHO DEL TRABAJO 151

niveles de intensidad, se da en todas partes del mundo, y parece Parece inocultable que este planteo era uno de los tantos
deberse, más que nada, a la resistencia que existió y aún existe destinados a bloquear el ingreso del derecho internacional al
en todos lados, para deponer parcialmente lalsoberanía7nacio- país, lo que en esta materia tiene importancia particular, por-
nál, en el grado o proporción necesarios para—que se admitan que la Argentina lleva concertados 68 convenios de la O.I.T., en
internamente normas obligatorias no dispuestas por el legisla- los que se establece una normativa bastante extensa.
dor interno, sino acordadas con poderes extranjeros, lo que
273.. Unsain decía que en las convenciones de la O.I.T.
quiere decir formalmente dispuestas por un poder fuera de la
competencia nacional. "una de las partes no es una nación sino un organismo particu-
lar... cuya creación no era presentida en la época... en que
Estas normas, además, y por lo mismo de ser bilaterales,
nuestra Constitución fue sancionada" 25. Tissembaum, del mis-
en principio no son disponibles para la discrecionalidad del
legislador local 24 . mo modo, sostenía que "los tratados a qué se refiere el art. 31 de
la C.N... [son los] que se concertan con. potencias extránjérns y
Las cuestiones que, en estos términos, plantean la la..O.I.T.,no tiene ese carácter". 26 .
doctrina y la jurisprudencia sobre los tratados, pueden resumirse In el caso "Alonso c/Haras Los Cardos" (15/3/40, "Fallos",
II
en las siguientes preguntas: ¿qué es un tratado?, ¿cuándo éste 168:258), la C tuvo-expresamente en vista la cuestión,
es derecho vigente en el país?, ¿Culi es su jerarquía nhimativa?, pero también expresamente desechó tratarla (dijo que era "in-
¿cuándo es derecho operativo y aplicable? A continuación se las necesario") por entender que el Convenio n.° 3 de la O.I.T. de
contesta en ese orden. 1921 no era por sí mismo operativo, con lo cual; de todos modos,
no era derecho aplicable.
e) Los tratados de la 0.1.71. ¿Qué es un tratado? 274. Es posible que en ese fallo de la C.S.J.N. se haya
• exteriorizado de esta manera, indirectamente, una opinión so-
Como se señaló, en el pasado se ha discutido sobre si
los convenios multi o bilaterales firmados con o en el ámbito de bre la débil eficacia argumental de esta negativa a reconocer
, organizaciones internacionales eran o no un tratado, o sea, uno " como tratados a esas convenciones internacionales, porque el
de los tratados con láa . potenciás extranjeras a que se refería la orden lógico de las cuestiones pareciera ser inverso al que
C.N. y por lo tanto parte del ordenamiento jurídico interno. La utilizó la C.S.J.N., que no volvió a considerar esta de la natura-
respuesta negativa privaría a estos convenios de un encuadra-
miento prestablecido y, por lo tanto, los privaría también, más
25 Cit. por Juan D. Ramírez Gronda, Validez y vigencia de los convenios
o menos, de vigencia cierta, al no haber un marco normativo de
referencia que reglase su entrada en vigor y su funcionamiento internacionales del trabajo ratificados, "D.T.", t. 17, ps. 5 y ss. Ya entonces
Remire?: Granda apuntó, sobre esta cuestión, que los convenios de la O.I.T.
como -derecho positivo aplicable. De aceptarse esta respuesta no se firman en-realidad con-la 0.I.T„.que Sólo actúo como 5:TclYectilta" o
negativa, el único modo cierto de poner en vigencia un tratado coordinador; se firman con los demás países cocontratantes. Ésa línea de
sería a través de una ley nacional. pensamientoM5-tavo desarrollo ulterior, pero lambiérfge debe señalar que
la postura de Unsain mezclaba sin mucha claridad el tema de la naturaleza
de los convenios de la O.I.T. con el de su operatividad, al que se hará
24 En líneas generales, Goldschmidt, ob. cit., al comentar críticamente el
referencia poco más adelante en el texto. Con lo cual es posible que laya
fallo de la C.S.J.N. de 1963 en el caso "Martín" (en el que la C.S.J.N. sostuvo distraído la atención del tema de la naturaleza, porque el dele operatividad
que las normas internacionales podrían modificarse por leyes internas) tuvo mucho más desarrollo o eficacia real.
explicó que el derecho internacional público ha pasado por dos etapas: una 26 Mariano Tissembaum, La constitucionalización y codificación del
más inorgánica y primitiva que va del siglo XVI hasta 1920, en que los tratados Derecho del Trabajo. Sus fuentes e interpretación, en Tratado de Derecho del
se equiparaban en jerarquía a las normas internas, porque se concebía a la Trabajo, dirigido por Deveali, Ed. La Ley, Bs. As., 1964, t. 1, ps. 123 y So,
soberanía nacional como ilimitada. Otra, después de la Primera Guerra en especial p. 351. Este autor, a su vez, atribuye esa postura a Despontín
Mundial y con la creación de los organismos internacionales, en que se impone y Romero del Prado, Derecho del Trabajo Internacional Público, Internacio-
el imperio del derecho internacional sobre el derecho interno. nal Privado, .Córdoba, 1947, p.'40.

152 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO LAS FUENTES DEL DERECHO DEL TRABAJO 153

leza de las convenciones de la O.I.T.; pero así dio por presupues- El monismo:, digamos así, puro, sostiene la existencia de un
to que efectivamente eran los tratados internacionales a los que ;único ordenamiento jurídico; dentro del que están tanto el dere-
se, refiere la C.N., lo que parece haber sido su posición más
cho interno como el internaciorral, aunque, en principio, no dice
constante. 'nada con relación a cuál de ambos tenga preferencia o jerarquía
En el presente, después de la reforma de la C.N. de 'sobre el otro. Lo que sostiene el monismo es que el derecho
1994, ePtema quedó en nuestro país fuera de discusión o por lo internacional está vigente_ yes directamente aplicable en el
-menos. hay elementos suficientes para que así sea. orden interno (siempre que tenga condiciones de aplicabilidad).
El art. 31 de la C.N. sigue, sin modificación, mencionando El dualismo, que sólo existe en su posición pura,
sólo !a los "tratados con las potencias extranjeras". sostiene, en cambio, que una cosa es el ordenamiento interno y
Pero el art. 99, inc. 11, se refiere a los "...tratados... con... otra cosa el internacional, con el resultado de que si se quiere
,organizaciones internacionales y las naciones atfaii.jétás"r él , incorporar una norma internacional al ordenamiento interno no
75, inc. 22, dice lo mismo, sin que --antre estás textos pueda :hay otro mecanismo posible fuera de hacerlo a través de una
sostenerse una contradicción tal que llevase a entender a los ;fuente de derecho interno (normalmente una ley) en lo que se
nuevos de una manera distinta a lo que literalmente dicen. La llama una recepción novadora. Obsérvese que esta posición
doctrina también se afirma en este sentido 27. plantea una cuestión de validez de las normas y no una de
Lo que sí puede ocurrir con más frecuencia en el caso operatividad de los textos, con la que no debe' ser confundida,
de estos convenios de la O.I.T. es que neresitemlazatificación_ aunque las dos llegan a resultados iguales o muy .parecidos;
del P.E.N., aun en los términos de la Convención de Viena, aquí no se trata de que las normas del convenio sean o no más
porque no hayan sido aceptados o celebrados por alguno de los o menos aplicables' tal como están dadas, sino lisa y llanamente
representantes listados como tales en esa Convención. No es de negar su posibilidad de regir como derecho interno, a menos
frecuente que estos conveniás sean "celebrados': por erPresiden z, que una ley las convierta en tal.
te, el Jefe de Gobierno o elIllinistro de Relaciones Ulteriores; Desde ya que el dualismo, aunque no plantee las cosas
pero si lo hubieran sido por el Embajador ante la O.I.T. o un'; desde este punto de vista,.conlleva un pronunciamiento categóri-
plenipotenciario, la colisión entre la Convención de Viena (que co sobre la jerarquía de las fuentes: las fuentes nacionales preva-
tendría al tratado por firmado) y el derecho nacional, que toda- lecen siempre. En realidad, es un método sincero —hasta un Poco
vía requeriría la participación del P.E.N., sería bien difícil de :í brutal— de negar eficacia al derecho de los tratados internacio-
resolver (como se dijo, internamente por lo menos, prevalecería nales.
la C.N., conforme a la jurisprudencia de la C.S.J.N.).
Pero si sé avanza un poco con el análisis del monism,o,
d) Los tratados internacionales como derecho se advierte que no es cierto que éste no se pronuncie sobre la
inter-no. .jerarquía recíproca del derecho internacional y del interno. En
:realidad, una vez superada la posición dualista, este es el tema
Esta es la cuestión que, conforme a una clasificación por resolver, que queda por lo tanto espontánea y necesaria-
ya tradicional y por ello ineludible, se procura plantear con la mente planteado: las distintas variantes delinápismóÁo que
alternativa entre el monismo y el dualismo. : hacen es presentar diferéntes alternativas para . esta relaciótale
ljerarquías.'
El monismo absoluto afirma la prevalencia irrestriáta
n Von Potobsky;_Geraldo, Los convenios de la ;de los tratados internacionales, aun por sobre la Constitución
una nueva
dimensión en el orden jurldico interno, ."D.T.", 1997:A:457; Sagités; Néstor llocal - (pbi,- ej.," Holanda). El monismo moderado afirma la supe:
Pedro, Los tratados internacionales de Id Reforma constitucional argentina rioridad de los tratados, pero deja a -Salro, en elorden interno,.
de 1994, "L.L.", t. 1994-E, seé. Doctrina, Øs. 1036 y es.' la supremacía en todo caso de la C.N. Una última alternativa,
154 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO LAS EUENTES DEL DERECHO DEL TRABAJO 155

a la que en general no se pone nombre,pero podríamos clasificar 284. La consecuencia más directa y evidente de la admi-
como monismo limit.a9le,. afirma la igualdad jerárquica de los sión del derecho de los tratados internacionales .como derecho
tratados con láS. leyes internas. interno es que, cualquiera sea 'la jerarquía que se les atribuya,
También podría pensarse, como hipótesis, en un monismo d- -ábbn- bér aplicados por los tribunales. Ello puede cuestionarse
con predominio absoluto del derecho interno, pero esto no pare- envista de las - facultadeá preeminentes que se atribuyan al
ce coincidir con ningún caso real. Ejecutivo para llevar las relaciones internacionales, facultades
La jurisprudencia de la C.S.J.N., en el caso "S. A. que, en otros países, se entienden extendidas hasta reservarle
Merck" de 1948 ("Fallos", 211:161), sostuvo que nuestro país es la interpretación de los tratados, con exclusión de los tribuna-
. dualíStá como regla general y monista en tiempo de guerra, pero les. Sin embargo, "en materia de interpretación de tratados
dándole a estos términos un significado distinto al que después nadie discute en Argentina la facultad de los tribunales de
tuvieron, porque en aquel fallo dualismo quiso expresamente llevarla a efecto"".
decir, solamente, la preeminencia interna de la C.N. (que hoy Más aún, en el caso "Ekmekdjfan c/Sofovich" (7/7/92, "Fa-
puede ser lo que se llama monismo moderado), y monismo llos", 315:1492), la C.S.J,N. dijo que "...cuandliTáSfálCióh ratifica
significó la prevalencia del derecho internacional por sobre la un tratado que firmó con otro Estado,, se obliga internacional- '
C.N. ", o sea, lo que hoy se clasifica como monismo absoluto. mente a que sus órganos administrativos y jurisdiccionales le
El 6 de noviembre de 1963, en el caso "S. A. Martín" apliquen...".
("Fallos", 257:99), la C.S.J.N. definió una posición que fue la
vigente durante largo tiempo en el país y que en este aspecto de e) La jerarquía normativa de los tratados.
la admisión del derecho internacional como interno no sólo no se En el citado caso "S. A, Martín" de 1963, la C.S.J.N.,
modificó sino que fue reforzada. Dijo que los tratados interna• - aparte de afirmar que los tratados internacionales formaban
cionales, igual que las leyes, "integran el ordenamiento norma- parte del ordenamiento jurídico nacional, porque así lo estable-
tivo interno...' porque así lo establece el art. 31 de la C.N., para ce el art. 31 de la C.N., dijo también que no había entre ellos y
pasar luego a tratar el problema -de la jerarquía recíproca de las leyes del Congreso ninguna relación de jerarquía, porque no
ambas clases de normas 29, tema que se tratará en el punto que la establecía ni ese árt-.--31-ni el 100 de la C.N., con lo cual "no
sigue.
existe fundamento normativo para acordar prioridad de rango a
ninguno" (sea a los tratados o a las leyes) 31 .
28 Es probable que la doctrina del fallo haya quedado influida por el
resultado al que se quería llegar: se trató de convalidar la disolución y En el también citado caso "Elcinekcillan c/Sofovich",
desapropiamiento de una compañía alemana, en eventual violación al art. de 1992, la C.S.J.N. alteró aquella posición, para establecer la
17 de la C.N., pero en cumplimiento de los tratados con los demás países que, superioridad jerárquica de las normas de los tratados interna-
como al fin la Argentina, estaban en estado de guerra con Alemania. Como cionales por sobre las de las leyes nacionales. Lo hizo SoStenien:
curiosidad, se anota que esta doctrina judicial se dio sin mención del do que la Convención de Viena, que es derecho interno, otorga
antecedente "Delfino c/Ferrando" del 26/1/1867 ("Fallos", 4:50), en el que la esta primacía al derecho internacional, con lo cual, desde la
C.S.J.N. afirmó que "—la neutralidad de las personas, efectos de comercio
y bienes muebles de los extranjeros (en caso de guerra con su país) ha sido .-
elevada a principio con anterioridad a las últimas modificaciones que en 3° Goldschmidt, ob. cit., mei-lejana a Francia como un caso en el que la
favor de la humanidad, se han introducido en el derecho moderno...". interpretación de los tratados se reserva al Ejecutivo.
29 Este fallo es el criticado por Goldschmidt, ob. cit., quien calificó su En igual sentido, Bidart Campos, ob. cit., agrega que la interpretación)
posición de anacrónica. La parte sustancial de ese fallo no fue tanto la por los tribunales procede aun cuando medie interpretación gubernamental('
admisión del derecho internacional como interno, recién en 1968, sino la " En el caso "Alonso c/Haras Los Cardos" (C.S.J.N., 15/3/40, "Fallos",
definición de la jerarquía de leyes y tratados. En ese fallo la C.S.J.N. adoptó 158:258), el procurador general, Juan Alvarez, ya había dicho que "nada
una posición monista limitada, siguiendo expresamente la previamente obsta a que una ley aprobatoria de tratados modifique la legislación anterior,
definida por la Suprema Corte de los Estados Unidos. o a que leyes comunes comporten la denuncia de tratados existentes...".
LAS FUENTES DEI., DERECHO DEL TRABAJO 157
156 PARA UNA INTRODUCCIÓN Al., DERECHO DEL TRABAJO

vigencia ei el país de esa Convención (1980), ha dejado de ser „ 289. Filialmente, y como se acaba de mencionar, en el caso
a FihracaptSalto Grande", la C.S.J.N. limitó su posición monista,
exacto que no exista fundamento normativo para acordar priori-
Oirá disponer que los tratados internacionales deben ser aplica-
dad. Esto porque el art. 27 de la Convención de Viena establece dos en el país, asignándoles primacía solije el derecho interno,
que <tuna parte-no podrá invocar las disposiciones de su derecho
interno como justificación del incumplimiento de un tratado. per') "una, vez asegurados los principios -de derecho público
conititucionafe's'
287. Esta declaración de la C.S.J.N. sobre la jerarquía de 290. La reforma constitucional de 1994 estableció en defi-
las convenciones internacionales fue en realidad innecesaria, y nitlia un monismo moderado, en la línea de los últimos casos
hasta un poco abstracta, porque en el caso no se trataba de la jurisprudenciales citadoá: de acuerdo con el art. 75, inc, 22,24
colisión entre un convenio internacional y una ley interna, sino la D.N., "loa tratados y concordatos tienen jerarquía srperior a
de la aplicación o no de la Convención Americana sobre Dere- las leyes", pero, si entiende, inferior ala C.N., que predomina
chos Humanos de 1969 ("Pacto de San José de Costa Rica"),
aprobada en el país en 1984 por la ley 23.054. La cláusula en conforme a su propio art. 27.
Esta es la regla general: la excepción son 11 acuerdos o
cuestión era el derecho réplica (por la prensa), que no estaba declaraciones internacionales, a los' que la misiiii C.N. les da"
previsto en ninguna ley nacional, sino, en todo caso; en eventual
pugna con la C.N. (tema que no se trató) 32 rango constitucional 34..Son, en general, convenios sobre dere-
chós humanos, aunque no todos los que existen sobre este tema,
Por lo demás, es visible que otorgarle a la Convención de
Viena la posibilidad de imponerse por su propia definición sobre ya que, por lo menos, se advierte que no están allí los convenios
dela-02a. que esta organización clasifica comoformando parte X(
las leyes locales, y de hacerlo de manera rígida; con el solo de 'aquellos sobre .Werechosiliumanos";•éstos son sobre _libertad,
argumento de que forma parte del derecho interno, fue una sindical y'negociación bolectiva; sobre trabajo_forzosostrabajo
decisión en sí misma razonable y civilizada, peto a la cual le . •
hubiera costado enfrentar la cuestión sobre por quIpodría tener
una parte del derecho interno semejante virtualidad. En reali-
" En el antecedente "Cabrera c/Salto Grande' del 5/12/83, la C.S.J.N.
dad, el pronunciamiento de la C.S.J.N. fue tan extenso en este ("Fallos", 305:2150) ya Se había explicado Más sobre esto, al decir que "los
caso quellegó, aunque es posible que inadvertidamente, a sos- tratados internacionales no prevalecen en nuestro derecho constitucional
tener urynonismo absoluto (preeminencia del derecho interna- sobre la Constitución, porque la rigidez de ésta no tolera que normas
cional aun sobre la C.Ñ.),,que
. poco después,
. • en 1993; conigi6 en emanadas de los órganos del poder constituido la alteren o violen, pues ello
el caso tibraca'i('Fallos" 433:23). equivale a reformarla, y porque el art. 27 es terminante en exigir que los
ellP tratados estén en conformidad con los principios del derecho público de la
268: Pero, precisamente, estas condiciones' en que fue Conlstitución".
emitido él pronunciamiento de la C.S.J.N. subrayan o eviden- ! 34 Éstes son: la Declaración de los Derechos y Deberet del Hombre,
cian la Voluntad y hasta una cierta urgencia por expedirse en Bolota, 1948; la Declaración Universal de los Derechos Humanos, O.N.U.,
ese sentido, por parte de un tribunal cuyos fallos' sean lógica- 1948; la Convención Americana sobreDerechos Humanos (Pacto de San José
mente acertados o desacertados, son un todo caso irrevisables y de i Costa 'Rica), 1969; el Tacto Internacional de Derechos Económicos,
SoCiales y Culturales, O.N.U., 1966; el Pacto Internacional de Derechos
—éstos sí— ineludiblemente preeminentes. Civiles y Políticos y su Protocolo Facultativo, O.N.U., 1966; la Convención
sobre la PrevexicIón y la Sanción del Delito de Genocidio, O.N.U., 1948; la —
Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de
32 En 1988, en el caso "Ekmekdjian c/Neustadt", "Fallos», 311:2497, la Discriminación Racial, O.N.U., 1965; la Convención sobre la Eliminación de
C.S.J.N. había descartado la aplicación del derecho de réplica, por no todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, O.N.U., 1979; la
considerar operativo al texto internacional, posición en la que insistió, en el Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o
segundo caso "Ekmekdjian", un juez, en disidencia. Otra disidencia señaló Degradantes, O.N.U., 1984; la Convención sobre los Derechos del Niño,
lo dicho en el sentido de que, en el caso, no había oposición 'entre una ley y O.N.U., 1989, y la Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada
un tratado, Por lo que no habla materia para resolver una relación de de Personas, OEA., incorporada a la Constitución por ley 24.820.
jerarquía:entre ambas clases de normas. .
158 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO LAS PUENTES DEL DEREDHO DEL TRABAJO . 159

infantil; sobre igualdad de oportunidades y de trato, y sobre antiguo criterio jurisprudencial de la C.S.J.N., que proscribe la
176ad mínima 35. • aplicación oficiosa, sin invocación oportuna de parte, de una
De acuerdo con el régimen constitucional, estos y otros norma constitucional que deje sin efecto a una ley 36.
convenios sobre derechos humanos podrán adquirir rango cons-
titucional en el futuro, si así lo dispone el Congreso con el voto fi La operatividad directa de las normas
de los dos tercios del total de los miembros de cada Cámara. con`tiéliaionales.
291. Una visible y novedosa consecuencia de esta declara-
ción de la supralegalidad de los convenios internacionales es la La última cuestión que se plantea respecto de la
posible ilegitimidad sobreviniente de las leyes .riacionales que eficacia de las cláusulas de convenios internacionales se refiere
entren eh colisión, ya sea con los tratados constitucionalizados a si estas cláusulas tienen o no condiciones suficientes para ser
o con los ordinarios. aplicadas sin otro agregado, o str el -contrario, necesitan el
En realidad, algo similar podía ya de alguna manera darse auxilio o suplemento de otra norma, que las viabilice, habilite "o
con el estado de cosas anterior, cuándo leyes y tratados se regleinehte; para así hacebtas efectivamente aplicables 37 .
consideraban en igualdad de rango, porque pudo haber un tra- Es un tipo de cuestionamiento que raramente se plantea,
tado posterior que dejase, por ser posterior, en situación de hace años, con relación a normas nacionales, salvo, como se
invalidez sobreviniente a una ley anterior. hará mención enseguida, a las de rango constitucional.
Pero esto no fue un supuesto planteado, y es posible que El origen del tema parece poder retrotraerse a un
ello se haya debido, en parte, a la corriente indiferencia sobre el voto del juez Marshall, miembro de la Suprema Corte de los
derecho de los tratados, indiferencia que el nuevo texto consti- EstadoS Unidos, en 1829, en el cual se sostuvo que los jueces
tucional da por superada. deben considerar a un tratado equivalente a una ley interna,
Y no es poco lo que esto supone, por lo dicho de que los 68 pero sólo en caso de que aquél "...opere por sí mismo sin la ayuda
convenios de la O.I.T. firmados, 64 hoy vigentes en la Argenti- de una disposición legislativa"".
na, contienen una normativa extensa y a veces pormenorizada.
Por ej., puede pensarse que el predominio de los tratados invier- 38 Esta jurisprudencia deja C.S.J.N., antigua, permanente y aceptada
ta los términos tradicionales en que se han considerado los pacíficamente por los tribunales de grado, prácticamente sólo admite excep-
límites de la jornada laboral diaria y semanal en el país, que ción cuando un tribunal declara la inconstitucionalidad de una norma que
hasta ahora favorecían la fórmula de "8 6 48 horas", contenida limite su propia competencia o jurisdicción. Sus fundamentos no son siempre
en la ley 11.544 (que así admitía hasta 9 horas diarias), predo- explícitos, por más que generalmente se los relaciona con el derecho de defensa
minando sobre la expresión "lz48. horas" del Convenio n° 1 de de quien aspirase a la aplicación de la norma a declarar inconstitucional, a
la O.I.T. (la que no admitiría más de ocho horas diarias). quien se puede privar de la posibilidad de argumentar, si es que n.o se le
advierte por anticipado que la cuestión está en juego (argumento en principio
O también, por ej., alguna conclusión se podría sacar de trasladable a la aplicación oficiosa de cualquier norma). En realidad,
que el Convenio n° 182 establece un lapso mínimo de vacacio- inocultablemente ha por lo menos concurrido a fundar esta posición de la
nes, de tres Semanas anuales para cualquier trabajador. C.S.J.N. el propósito de limitar los casos que lleguen a su conocimiento, razón
que no es fácil extender al supuesto de los tratados internacionales.
292. También será cosa de ver si estas normas supralegales 37 Se plantea si son autoaplicativos o autoejecutivos, términos que,se
de los tratados se aplican de oficio, conforme al principio general, vienen difundiendo y parecen de hecho comprensibles, y que son la traduc-
según el cual los tribunales proveen el derecho con prescindencia ción literal del "self-executive", en inglés, que tiene más sentido en aquel
de la invocación u opinión de las partes. O, de lo contrario, se les idioma que prjp-ildtict étiliVe: en castellano.
aplicará, como normas supralegales que han venido a ser, el 38 El fallo mencionado en el texto se dio en el caso 'Foster and Elan! v.
Neilson" y está parcialmente transcripto enInternationcd Labour Conuentions
AA;! . ciad National Lato: the Effectiueness of the Automatic Incorporation of
as Son los Convenios 87 y 98, 29 y 105, 100 y 111, y 138. Treaties ih National Legal Systems, de Virginia A. Leary, Martinus Nishoff
Publishers, 1982, ps. 55 y 56.
LAS FUENTES DEL DERECFIO DEL TRABAJO 161
160 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO

296. Las razones que en nuestro país se traen o trajeron en


Sin embargo, es preciso tener en cuenta que las ideas apoyo de la inoperatividad de los tratados, esquemáticamente,
contenidas en y que fundaban aquella decisión no parecen ha-
son de tres clases:
ber sido necesariamente las que hoy implicaría ésta: la explica- por referencia a la Constitución o a los documentos
ción del juez Marshall partió de que los tratados internaciona- básicos de la ofganización internacional en cuyo sistema se
les, por principio o por naturaleza, son contratos, lo cual no era
abordó el tratado";
una mera especulación sobre la naturaleza jurídica de los con- por referencia a lo que establecen las mismas cláusulas
venios' , sino que significaba que no podían regir relaciones per- del convenio de que se trate;
sonales, como si fueran leyes, a menos que una ley los habilitase
porque el texto mismo dé la-cláusula en cuestión no
para ello. La idea, sin embargo, debía alterarse (forzadamente tenga una definición suficiente,como para que un tribunal pue-
podríamos decir) en razón de que la Constitución estadouniden-
se da carácter de derecho interno a los tratados (como nuestro da aplicarlo.
art. 31); pero esta conversión (excepción) sólo tendría efecto 297. La jurisprudencia de ja hásta hace poco, se
pleno cuando los contratos-tratados se conciben o redactan como lindó preferiblemente en la;segun-cla de las clases de argumen-
leyes (autooperativos) .y no cuando dicen —sólo como contra- tes mencionados.
tos-- obligar a que las partes hagan algo para cumplirlos, en En 'principio, Iceptó la_operátividad delos convenios labo-
cuyo caso "el tratado se dirige al poder político y no al judicial". rales, en el caso "Quebrachales Fusionados" (12/12/27, "Fallos",
295. Como se verá, esta misma posibilidad de concebir a •
los tratados sólo como un compromiso de dictar en el futuro 1 40 En este sentidó, por ej., se menciona el art...L9,5,1,.de I &Constitución
de la O.I.T. (texto con la enmienda de 1953), el que dispone que una vez
normas legislativas tuvo luego mucho desarrollo en el mundo aprobadqpn convenio por in Conferencia, ."Cada uno de los miembros" se
entero y en particular en nuestro país. En este punto, basta con obliga a someterlo ala autoridad nacional que pueda convertirlo en norma
apuntar que su base argumental no• coincide con desarrollos vinculante, por más que este texto, antes que depender de una definición
posteriores de la teoría jurídica y que la misma jurisprudencia . general sobre la inoperatiyidad de los convenios internacionales, lo que está
americana relativizó y hasta abandonó, poco después, esta posi- ea condicionado por las particularidades de la forma en que se celebran los
convenios en las organizaciones internacionales: la Conferencia, según la ya
ción como definición rígida 39 citada :explicación de Ramírez Granda,. no hace más que 'conformar un
proyecto de convenio, o, por lo menos, un prbyecto de norma operativa; las
. normas nacen con la celebración del convenio por cada país, lo que quiere
39 La distinción de las normas contractuales o legales respecto de su
decir, entre ellos y no con la organización. El art. 19.5, b, dispone que si el
miembro obtiene el "consentimiento" de la autoridad legal competente, debe
modo deaperación no sería tal de acuerdo con, por ej., la concepción de Luigi ccimuriicar la ratificacióriformal.
Ferri, según la cual "...no se puede negar que existe diferencia entre ley... Sin embargor Von Potobsky; Db. cit. da cuenta' de que la Comisión de
y el contrato, pero esta diferencia se refiere más bien a la técnica de Expertos en Aplicación de Convenios y Recomendaciones de la O.I.T. parte
formación del mandato.., que no al mandato en sí" (La, autonomía privada, do la base de que "la mayoría de los convenios no contiene disposiciones que
Ed. Revista de Derecho Privado, Madrid, 1969, p. 157). En realidad, esta fiteegibfirislirectamente a loe háfiltefitee de un país una obligaciÓn, de hacer
distinción efectiva entre leyes y tratados y los efectos lque se sacan de ella o:49 aplacer, sino que se dirigen a los Estados nrieiries a firi dé obligarlos
recuerda inevitablemente la extensísima discusión 'sobre la naturaleza o'Jeglamentar una cuestión en un sentido deterreinado", non lo cual, de un
jurídica de las convenciones colectivas y su igualación o distinción con las Modo u otro, las convicciones y prácticas del organismo internacional clariliiT,
leyeS públicas. cierta Tazón a los que atribuyen :alguna indicación dé inoperatividad a sus
V. Leary, ob. cit. en nota anterior, a inmediata continuación, da cuenta
clOcumentos constitutivos.
de caie la Suprema Corte americana deja de lado esta 'posición cuatro años
; El "art. 405 de la O.I.T.", que a veces se mencionó en el sentido de que
después, "implícitamente", en el caso "U.S. v. Pecherrían", con un voto del sé trata, es el del texto constitucional de la organización en el Tratado de
mismo Marshall, sosteniendo que aunque el texto del tratado sea el de un Versaillea, y corresponde a la numeración de ese Tratado. Los párrafos 40
contrato, "las palabras ‹debe ser ratificado y confirmado» pueden significar y5° de ese art. 405 están literalmente transcriptos en el citado art. 19.5, b
que lo sea apor la fuerza del mismo instrumento», idea cayo alcance no parece
fácil de definir". Vd, de la Constitución de la 0.I.1'., texto al presente más fácil de consultar.

ií. • Ramírez Bosco.


162 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO
LAS FUENTES DEL DERECHO DEL TRABAJO 163

150:84), en el cual estimó que las Convenciones de Bruselas Más recientemente, y con relación a la operatividad
sobre abordaje, salvamento y asistencia en el mar, aprobadas .
de los acuerdes internacionales en general, en los casos "Costa
por ley 11.132, eran operativas sin más, tanto que se incorpora- c/M.C.B.A." (12/3/87, "Fallos", 310:508) y "Eltmelaián c/
ban al Código de Comercio automáticamente".
Neustadt" (1/12/88, "Fallos", 311:2497), la C.S.J.N. descartó la
Pero luego negó operatividad a la convención_de , _ aplicabilidad del derecho de réplica previsto en el art. 14.1 del
n° 12, de 1921;aprobáda Por ley 12.232, sobre la base de que su Pacto de San José de Costa Rica, por entender que'el art. 2 del
texto sólo comprometía al país a tomar las medidas necesarias
mismo Pacto condicionaba la vigencia de sus cláusulas al dicta-
para hacer efectivas sus disposiciones y no a aplic—arlas directa-
do de una norma nacional que las posiese en operación. Este
mente, y que este hacerlas efectivas sólo podía lograrse median-
art. 2 dice que si los derechos establecidos en el Convenio no
te una nueva ley". Y también a la Convención n° 8 de 1920,
estuvieren ya garantizados dentro de un país firmante al mo-
relativa a indemnización por desocupación en caso de pérdida mento de su celebración, éste se compromete "...a adoptar... las
por naufragio, aprobada por ley 11.727, con argumentos prácti-
camente similares 43. • ..,• • , medidas legislativas o de otro carácter que fueren necesarias
para hacer efectivos tales derechos y libertades".
En 1963, en el caso -"Domingo c/Ducilo",(°Fallos", 256:156,
dei 8/7/63), la C.S.J.N. v-oh-r13-a— sciát '''
'''''' -cfué la cláusula en el A la tercera clase de argumentos, los basados en una
Convenio n° 1, "de Washington", de 1919, por la cual cada eventual insuficiente definición de las normas internacionales,
miembro qué lo ratifiqué se obliga "...a adoptar las medidas no se le dio prioridad en la jurisprudencia en el sentido de que
necesarias para hacer efectivas sus disposiciones", condiciona la haya sido utilizada masivamente como argumento obstativo.
incorporación de la norma del tratado 8. una.ley que lo haga En realidad, sólo aparece y poco, en el último de los casos
efectivo, no considerando que la ley 11.544 (que volcó en una ley "Ekmekdjian", al que se hace referencia a inmediata continua-
el tema del Convenio de 1919) cumpliera ese 'papel porque se la ción, porque éste, en algún sentido, argumentó a favor de que
dictó antes de la que ratificó el Convenio 44. las cláusulas que tenía a la vista estaban suficientemente defi-
nidas como para poder ser aplicadas (lo cual implicaba su con-
traria, para el caso de insuficiente definición).
La ley 11.132 no se publicó en el B.O., sino que está en "A.D.L.A.",
41
En esencia, esta cuestión de la eventual inoperancia por
1920-1940, p. 68. Sus dos artículos se limitan a aprobar las Convenciones indefinición de cláusulas internacionales es lógicamente igual a
de Bruselas y no dicen incorporarlas al Código de Comercio. Las ediciones la que versa sobre el(carácter ejecutivo o sólo programáticcbde
del Código de Qomercio más difundidas no incluyen ni la ley ni las las normas constitucioñiles-y- pádébeyen consecuencia,- depro-
Convenciones. El servicio de información parlamentario del Congreso Na- blemas muy parecidos a esa: no es casi posible saber por antici-
cional informa que la ley sigue vigente. pado con un mínimo de precisión cuál es el criterio con que los
42 El fallo es el del caso 'Alonso e/liaras Los Cardos", del 15/3/40,
'Palles", 168:258; la Convención ny 12—áltiWtaba a extender a los tribunales dispondrán que una cláusula es o no autoaplicable".
trabajadores rurales los beneficios legales que, en materia de accidentes Es posible y preferible que este tipo de argumento se
de trabajo, tuvieran en cada país los demás trabajadores. Lo cual, si se haya usado poco o nada, porque en esencia parece ser una
considera que ya entonces regía en la Argentina la ley 9688, era una cuestión teóribamente insoluble por su intrínseca falta de since-
operación global (no de detalle) que difícilmente requiriese una norma ridad: no se puede sostener que a partir de una premisa cual-
reglamentaria. De todos modos, dado el fallo de la C.S.J.N., el Congreso
dictó la ley 12.631. quiera con contenido jurídico, por indefinida que esté, un profe-
C.S.J.N., 19/5/61, "Roa c/Moschos", "Fallos", 249:677, con expresa
remisión argumental al anterior. 45 Néstor P. Sagtés, Tratado de Derecho del Trabajo cit., dirigido por
0 En este fallo, la C.S.J.N. citó como antecedente específico "Fallos",
216:395, y como análogos los recién mencionados "Alonso" y "Roa". Repitió Vázquez Vialard, t. 2, p. '799, transcribiendo a Vanossi; dice que "la
la doctrina en "Aramburu c./La Papelera Argentina", el 15/10/65, tallos", determinación en concreto acerca de si una norma constitucional es
263:63, con expresa remisión al anterior. autoaplicativa o no, depende de la decisión que al respecto adoptan las
autoridades de aplicación". "
164 PARA UNA INTRODUCCIÓN Al DERECHO DEL TRABAJO LAS FUENTES DEL DERECHO DEL TRABAJO 165

sional del derecho (como lo son quienes integran los tribunales) 303. Las definiciones de la C.S.J.N. sobre ejecutoriedad de
no pueda.sacar una conclusión adecuada: ni aun cláusulas como los tratados, en el fallo :"Ekmekdjian c/Sofovich", pueden
las que diponen la obligación de un "salario justo" o "condiciones sintetizarse así:
dignas de labor" podrían en realidad considerarse, frente a un a) que los-tratados internacionales obligan a que los órga-
caso concreto, como si estuviesen privadas de todo contenido nos administrátIV6S-y-turisdiceionales n'ea-hales los apliquen,
práctico o como si la directiva que surge de ellas tuviera tanto , "siempre que contenga .descripciones lo suficientemente concre-
valor corno la afirmación contraria. tasIde los] supuestos de hecho que ese tratado contemple, que
Ni siquiera en el caso de que sea el propio texto de una hagan posible Su aplicación inmediata". "Una norma es opera-
norma el que requiere su reglamentación, es posible pensar que tiva cuando está dirigida a Una situación de la realidad en la
un tribunal no pueda obtener de ella un criterio .decisorio, sea que puede operar inmediatainente, sin necesidad de institucio-
para aplicarlo por analogía, sea para integrar alguna laguna del nes que deba establecer el Congreso";
ordenamiento. que, en concreto, la .cláusula 14.1 del Pacto de San José,
Casi como una curiosidad, pero evidenciando a su vez cuando dice que toda persona %enerderecho" significa que ya lo
la falacia de este requerimiento p1.1 hiperdpfinicicíp, para que las tiene y no que ello esté pendiente de una reglamentación 47;
normas hiternacionales sean ejecutorias, viene al caso el unáni- que la violación de un tratado internacional que requie-
me reconocimiento de incorporación automática:al derecho na- ra reglamentación puede también deberse a la omisión de esta-
cional y de ejecutividad inmediata, que se dedica al derecho blecer. disposiciones nacionales que hagan posible el cumpli-
internacional consuetudinario, el que, naturahriente, en gene- miento del acuerdo internacional. Y que es función de la Corte
ral no es derecho escrito. Así lo sostiene la doctrina 46 y así se "velar, porque las relaciones exteriores de la Nación, no resulten
afirma que surge del art. 53 de la Convención de Viena. En afectadas..." por ésas omisiones 48;
alguna medida, lo afirmó la C.S.J.N. con relación al deredho a la que las garantías individuales existen ysleben ser apli.,:,,
'jurisdicción, en el caso "Cabrera" (5/12/83, "FalloS", 305:2150, 9° cedas con independencia de las leyes reglamentarias (más bien,
considerando). 1 -de la omisión de su reglamentación por. déSi):: al:rugirá:afirmación
Y es claro que el derecho consuetudinario, como derecho no referida a la vía procesal de amparo, que la Corte toma del
escrito; está menos definido o menos expreso que el de cualquier conocido caso "Sin" ("Fallos", 239:459), pero que puede exten-
tratado. t derse una concepción sensiblemente más flexible sobre la
operatividad de las, normas internacionales.
Finalmente, la :posición de da..-.C.S.J.N. cambió por
completo en el casó "Elcmekdjian c/Sofovicli'i (71/ 7/92, "Fallos'', 304. Una última cuestión que puede plantearse con rela-
315:1492). ción a la autoejecutoriedad de los convenios internacionales es
En este fallo, como ya se mencionó, se resolvió más que aquella sobre qué poder u organismo nacional tiene la facultad
nada una cuestión —no planteada en el caso—sobre la jerar- ide declarar que un tratado está o no en condiciones de ser
quía normativa de los tratados y más bien, de paso o indirecta- aplicado sin que un:nuevo acto normativo lo habilite, reglamen-
mente, la de su suficiencia operativa. Pero, en el fondo, lo que se te o de algún modo:lo haga efectivo.
tradujo así fue una decidida y diferente voluntad de observar y
aplicar el derecho internacional en el país, postura que se refle-
jó, y aun se reforzó, en las reformas constitucionales de 1994 — 17 Es claro que así la C.S.J.N, dio preferencia de aplicación a este art.
sobre éste tema. 14.1, sobre el art. 2 del mismo Pacto, en el que se fundaron los antecedentes
anteriores, que habían elegido dar a las normas en cuestión una prioridad
exactamente inversa.
" Con esta afirmación, la C.S.J.N. contradice de plano y casi explíci-
" Bidart.Campos, ob. cit., ps. 1049 y ss.; Goldschmidt, ob. cit., p. 792; tamente, aunque sin mencionarla, la contraria contenida en el 9° conside-
Boggianb, Antonio, ob. cit., p. 60. rando del citado antecedente "Martín".
166 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO LAS FUENTES DEL DERECHO DEL TRABAJO 167

En principio y contra lo que ocurre en otros países, tal g) La responsabilidad pbr incumplimiento de los
como ya se mencionó en el § 284, en el nuestro se acepta tratado-s. --
teóricamente y se practica que la interpretación de los conve-
nios internacionales, incluida esta cuestión de su autoejecuto- - 307. En tanto que los convenios internacionales son actos
riedad, corresponde a los tribunales de justicia, por aplicación bi o multilaterales, su incumplimiento puede dar lugar al recla-
de lo que expresamente disponía el art. 100 de la C.N., ahora a mo por parte de los otros firmantes. Pero como, a veces, también
partir de la reforma de 1994, art. 116°9. crean obligaciones de los gobiernos con sus ciudadanos (general-
La materia y los tribunales competentes según jurispru- mente es así en el Caso de aqiírelles áobre Materia laboral), puede
dencia uniforme de la C.S.J.N., son federales, Conforme al art. pensarse en el supuesto de un reclamo individual.
14 de la ley 48 5°. El incumplimiento puede ser por la simple y directa omi-
Sin embargo, a título de hipótesis, puede plantearse sión de cumplir. Pero también puede darse como parte dfla
la posibilidad de un convenio que esté vigente, pero que, por expuesta problemática de los tratados, o sea, por medio de una
falta de definición operativa, pueda ser o haya sido tenido por no ley que contraríe el texto internacional, o, como sostuvo la
operativo en los tribunales; o que prevea el Poder Ejecutivo que C.S.J.N. en el último de los casos "Ekmekdjian", por medio de la
así sería lo más probable, o que, en todo caso, el tratado no ..,eml,sión ya sea de convertir al tratado en derecho interno (por
alcanzará una aplicación real sin previa reglamentación. ej., retención de la ratificación) o la de reglamentarlo para
En este supuesto, también es posible plantearse que el hacerlo operativo; o, se podría agregar, porque los tribunales
Poder Ejecylve pueda directamente reglamentar el convenio locales no lo apliquen.
internacional, para hacerlo aplicable, en uso de annormal facul- 308. En el pasado y posiblemente todavía, la opinión o,
tad reglamentaria, y dado que, conforme se explicó antes, es más que eso, el presupuesto del que se partía como algo necesa-
preferible aceptar que la ratificación del Congreso hace partici- rio, es el de que la falta de cumplimiento de un acuerdo interna-
par a los tratados de la naturaleza legal (por más que con mayor cional daría lugar a la responsabilidad del Estado frente a las
jerarquía según la C.N.). partes de ese acuerdo no cumplido. Según Ramírez Gronda, "un
De todos modos, esta hipótesis ha estado hasta ahora fuera convenio ratificado, incumplido, puede acarrear hasta sancio-
de las prácticas de la realidad y por lo tanto no es constatable nes, según los textos originarios de los tratados internacionales
contra una experiencia efectiva y detallada. que ha suscripto la República", y si bien no es fácil que eso
ocurra, de todas maneras "...en nuestro quehacer permanente
4" Como también ya se mencionó en el lugar indicado en el texto, la debemos intentar cada vez más sólido nuestro prestigio nacio-
alternativa opuesta a la interpretación de los tratados por los tribunales es nal, demostrando a los demás pueblos que sabemciá-énTrinlir con
la de que, como parte que son de las relaciones internacionales, se derive su los compromisos contraídos más allá de las fronteras" 51.
tratamiento a la autoridad encargada de llevar estas relaciones (Poder
Ejecutivo o Ministerio de Relaciones Exteriores). Este es o fue el caso de 309. La C.S.J.N., cuando se ocupó de esta cuestión, lo hizo
Francia, pero no parece ser lo más común, ni tiene una compatibilización muy breve e indirectamente, pero más bien en línea con el grado
fácil con otras instituciones jurídicas universalmente difundidas, en princi- tradicional de reticencia con que trató al derecho de los conve-
pio con el derecho a la jurisdicción judicial.
" En el caso "Domingo, Angel Abraham c/Ducilo" del 8/7/63, "Fallos", nios internacionales, hasta que modificó su postura en el cale
256:156, la C.S.J.N'. puede haber sentado la base de una línea de interpre- "Elanekdjian c/Sofovich". En el caso c..Cabrera,. el procurador
tación distinta a la que se menciona en el texto, porque sostuvo que el tema general se refirió a la posible responsabilidad del país por in-
de la jornada de trabajo es de derecho común (no federal) aunque shWÑüe cumplimiento del acuerdo dé sede del ente binacional Yacyrefá,
lfley 11.726 aprobatoria de látonvención- n° 1- de 1919 en Washington, como a "esa eventual y nada fácil reclamación", y en el caso
Convención que se ocupa de ese tema de la jorriiida. En este fallo-la
cita antecedentes específicos: "Fallos", 216:395 y análogos 186 y 249:67.7. En "Martín" (9° considerando) se fue más lejos, al afirmar la C.S.J.N.
el caso "Arámburu c/Papelera" del 5/10/65, "Fallos", 263:63 (resumido), se
remite al anterior. . SI Juan D. Ramírez Granda, ob. cit., p. 12.
168 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJÓ ' LAS FUENTES DEL DERECHO DEL TRABAJO 169

que•la posible cuestión de orden internacional subsistente (por por mera omisión de aplicarlo, y esto conlleva que el damnifica-
haberse derogado o modificado un convenio por ley interna) es do pueda reclamar al Estado, la realidad de esta operación
ajena a la jurisdicción de los tribunales internos" y "depende de implica pasar a la comunidad el cargo de lo que, según el orden
la conducción de las relaciones exteriores de la Nación" 52 . normativo elegido por esa comunidad (aunque incumplido), co-
En el caso "Elunekdjian c/Sofovich", como:se vio, la C.S.J.N. rrespondía a un particular.
se atribuyó la competencia de cuidar las relaciones exteriores
del país en cuanto al cumplimiento de tratados se refiere, con lo
cual se mostró más respetuosa del elemento extranjero, pero en : 5. Las leyes.
todo caso niantuvo la cuestión como una referida a la responsa-
bilidad gubernamental o del Estado frente al derecho simétrico En el título de "leyes", se comprenden, genéricamente
de otro gobierno o Estado. y conforme al sentido vulgar y lato de la palabra, todas las
normas públicas: leyes de las emitidas regularmente por el
310. Una posibilidad nov.edosa,. en esta materia, se viene Congreso, decretos del P.E.N. y hasta resoluciones administra-
desarrollando en lá Unión Europeámobre la base de que el tivas en los casos en que, poralgún motivo especial, alcanzan a
Tratado de Roma oberados'Estados miembros a tomar todas tener capacidad constitutiva de derechos y obligaciones.
las medidas que hagan falta-haráitiniiplir Conldá-'directivas Sin embargo, la cuestión problemática, en este tema, no
coiriliiiitáriáa,-TermulaCiÓn;¡)6? lirdernás,•na muy distiliWde consiste en determinar cuáles normas constituyen leyes, en
aquellas en que se fundó la jurisprudencia nacional para soste- sentido lato (tema sobre el que no hay discusiones), sino, más
ner la inoperatividad de algunos convenios. bien, en resolver la concurrencia —generalmente colisión— entre
El incumplimiento de los tratados en cada país, conforme lo las distintas leyes propiamente dichas (quiere decir, no decretos
vienen aceptando los tribunales europeos, Cuando se trata de ni resoluciones administrativas).
convenios que reconozcan derechos o beneficios a individuos,
genera no sólo una responsabilidad internacional; sino también a) La L.C.T. y las leyes propiamente dichas.
una del.Estado a favor del partiCtilat perjudicado 53.
. 311. Lo que no se admite es que, con fundamento en el Las leyes propiamente dichas —cualesquiera de
-convenio incumplida, un..particular réelaine . a otro, o 'sea, se ellas— son fuente. de derecho (del trabajo o de cualquier otro)
actúe como si el convenio se cumpliera. porque así lo dispone el art. 31 de la C.N.
Sin duda que está nueva posibilidad adelanta respecto de Más aún, conforme a una realidad de hecho, que es, antes
,. lo hasta ahora admitido, aunque, en todo caso, pardee que que nada, eso mismo, las leyes son fuente preferible en el país,
todavía quedan para el futuro sus desarrollos más concretes y ya que nuestra cultura jurídica está francamente inclinada a
detallados. Pero lo que se puede advertir desde ya es que esta favor de las normas no sólo escritas sino también detalladas, de
negativa a que un particular reclame a otro lo que al segundo le modo que es lo más previsible que, si existen normas de este
impone un convenio incumplido, necesitaría más análisis, por- tipo, allí, en principio, busquen los tribunales los criterios de
que si el caso es el de un tratado que esté vigente y no se cumple decisión que vayan a utilizar 5.4.
Las principales leyes en principio aplicables solí? la
L.C.T.; la ley 24.013, llamada Ley de Empleo; algunas leyes
52 La transcripción es del 9" considerando del caso 'Martín". Este
párrafo es el que quedó contrariado por la declaración de la C.S.J.N. en el
caso "Ekmekdjian c/Sofovich", en el sentido de que también es función de los 54 En la terminología de A. Ross vista al principio de este Capítulo, esto
tribunales cuidar las relaciones exteriores del país, en cuanto se refiera al significa que, por lo menos a este nivel legal, los jueces tienen una abierta
cumplimiento de tratados con otras naciones u organismos. preferencia por recibir normas tan elaboradas como para que puedan
Geraldo Von Potobsky, ob. cit., ps, 470 y 471, y la jurisprudencia que considerarse un producto terminado o casi terminado, y no unas que
allí cita. - necesiten reelaboración o elaboración añadida.
170 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO LAS FUENTES DEL DERECHO DEL TRABAJO 171

preexistentes no derogadas por la L.C.T. y relativamente gene- Una cosa parecida ocurre con algunos artículos de la L.C.T.,
rales en su materia específica, como son la 11.544 (sobre jorna- en función de cuyo texto literal se deriva, a veces, que existe una
da de trabajo) o la 18.204 (sobre descanso hebdomadario); el aceptación general de la prevalencia de la L.C.T., porque es ésta
dec,-ley 19.587, sobre seguridad e higiene del trabajo; las leyes la que decide el rango normativo de las demás: los arts. 7, 8 y 9,
14.250, 14.186 y 23.551, que son las básicas en derecho colectivo que efectivamente posponen, frente a la legislación, los acuer-
del trabajo (asociaciones profesionales, convenciones colectivas, dos individuales o colectivos. O, sobre todo, el art. 11, cuando
y conflictos y huelga), materia que quedó fuera de la L.C.T.; los dispone la aplicación de las leyes análogas y habilita fuentes
"estatutos profesionales", y las leyes en general, principalmente normativas que de otro modo no existirían, como los principios
las civiles (el Código Civil), en cuanto sean aplicables en esta del derecho del trabajo o la justicia social. Sin embargo, por lo
materia 55. menos algunas de esas disposiciones (sobre normas: de otras
30.
_ - Entre todas esas leyes, sólo la L.C.T v los llamados fuentes) ya preexistían y subsistirían aun si la L.C.T. no dijese
cigstattltos - especiales —a los que se hará una mención especial
nada, como parte de leyes que no tienen ninguna pretensión de
Más adelante— tienen un régimen de convivencia previsto en generalidad (v.gr., ley 14.250); y, de nuevo, no se ve cómo
esa misma L.C.T. - conseguiría la L.C.T. imponer sus normas a leyes posteriores o
_En .todos..los. demás -casos no existen disposiciones genera- especiales, ni siquiera cómo podría, en los hechos, alcanzar un
les para el supuesto de concurrencia de. normas, ni criterios propósito tan ambicioso como el de desplazar con el listado del
para solucionarlos, aparte de los generales según los cuales la art. 11 a la aplicación del Código Civil, que es una ley nacional.
ley especial o posterior predomina sobre la general o anterior, a Un aspecto especial y de posible trascendencia prác-
inenditiiie la -general posterior haga expresa mención derogato- tica de esta cuestión sobre el predominio sistemático de la
ria de la especial, o sea, claramente incompatible con ella. L.C.T. es el que se ,refiere a si las normas de concurrencia que
316. La L.C.T. ocupa una posición destacada en este cua- ésta contiene pueden o no usarse como si fueran un criterio
dro de normas que rigen el derecho del trabajo, sobre todo en lo general, o supranormativo, o, dicho de otro modo, si lo dispuesto
que se refiere al derecho individual. Justo López la califica de en esas normas puede extenderse por analogía. En este sentido,
cuerpo legal principal, y dice que las demás leyes sólo se aplican es lo más frecuente que se mencionen los arts. 7 Y 13 L.C.T., que
"en las condiciones y con los alcances que el mismo (el sistema subordinan las normas contractuales a las públicas o de conve-
de la L.C.T.) dispone (arts. 2, 196, 198, etc.)". nio Colectivo, salvo que sean más favorables al trabajador; o el
La misma L.C.T., en su art. 1, parece partir de esa idea, 9, 2° párrafo, que establece que entre la ley y el convenio
cuando, al listar las fuentes, nombra en primer lugar "está ley" colectivo se elija lo más favorable, para concluir, sobre estas
y sólo. después otras leyes; pero es claro que esta autojerarqui- bases, que el criterio de la cláusula más favorable debe trasla-
zación dispuesta por una ley, sin más aval, no podría imponerse darse de la L.C.T. a cualquier comparación entre normas de
a otras leyes, salvo conforme al criterio general de ser ésta cualesquiera fuentes, o, por lo menos, ser éste el criterio rector
especial y/o posterior 56. para resolver los casos de superposición de normas.
Lo que parece es que esa conclusión resulta demasia-
do extensa con relación a las premisas, las que, por lo demás,
son sólo parte de los elementos de juicio a considerar.
SS En el Capítulo II se hizo una reseña de las leyes laborales vigentes
No es cuestión de resolver si la L.C.T. contiene derecho
en la Argentina.
36 Se suele atribuir a esa ubicación de la L.C.T. como primera fuente,
excepcional o sólo especial, porque lo cierto es que este criterio
en su propio art. 1, la intención de subrayar la Autonomía del derecho del de la cláusula más favorable es lo suficientemente extraño al
trabajo. Pero esa autonomía posiblemente no necesitaba ya ser subrayada funcionamiento normal de un orden jurídico y del pensamiento
en 1974 y, por otro lado, si no fuese cierta, tampoco parece que se la fuera legislativo como para que se lo considere limitado a aquellos
a lograr por un medio tan poco explícito, casi solapado. casos para los que la legislación lo estableció expresamente. Así,
172 PARA UNA INTRODUCCIÓN Al...DERECHO DEL TRABAJO LAS FUENTES DEL DERECHO DEL TRABAJO 173

se procuró explicarlo desde otro punto de vista, en el Capítulo :mas precisas, encajadas en un ordenamiento lo más hermético
III, al tratar la cuestión de los principios. , 'que sea posible. Como, además, coincidió con el estado en que
Di este lugar sólo se puede destacar, como criterio general 'estaban la enseñanza y el conocimiento del derecho del trabajo
para soluciohar los problemas de concurrencia de normas públi- en el momento en que se la dictó, su aceptación, no sólo ya como
cas en derecho del trabajo, lo ya señalado en el sentido de que :una norma aplicable, sino como una norma, prevalente, es cosa
rigen les criterios jurídicos generales, salvo para aquellos casos :que se explica con relativa facilidad.
. en que la legislación establece otro u otros 57 . No obstante lo dicho, lo más probable es que justo por
:319. Sin embargo, esta consideración destacada de la L.C.T. hl momento en que se dictó la L.C.T. —poco más o menos— la
pudo deberse a otros motivos, atendibles desde un punto de realidad del país haya dejado de ser compatible con una norma-
vista más bien extranormativo: en primer lugar, si bien la 'Iva de ese tipo, porque pasó a ser una realidad con gran canti-
L.C.T. no llegó a ser un código, ello sólo fue porque no se • dad de elementos móviles o discutidos, a la cual dificilmente se
extendió sobre algunas materias (derecho colectivo sobre todo), la pudiese atender con un sistema de normas más o menos fijo.
ya sea que esta omisión se debiese al' apuro, a la prudencia o a Esto puso en cuestión, en primer lugar, su carácter de
entender que lo omitido no estaba en igual grado de madurez (o sistema cerrado y relativamente rígido, y, secundariamente, la
sea; de posible codificación). Pero lo legislado tenía el alcance o posibilidad de que la L.C.T. se considere, tan categóricamente,
las características y la aparente estabilidad de un código, fior- como el centro prevaleciente de la normativa laboral nacional.
que contenía una "totalidad normativa", o un "sistema norma- Desde 1991 coexiste con la ley 24.013, de Empleo, que toma
tivo", cuyo principal recurso en caso de laguna sería aspectos parciales de la regulación del contrato de trabajo, pero
autointegración, hódálliagración judicial o .analógica, como lo suficientemente extensos y trascendentes como para cuestio-
ocurfIir'éFiuppesto. del. mero orden normativo nar la prevalencia sistemática de la L.C.T. Esta le_y 24.013 no
Eh la práctica, el dictado de la L.C.T., superó a una recopi- contiene ninguna norma que rija su eventual caisión con la
lación de leyes dispersas y a veces superpuestas, y satisfizo en L.C.T;'—ni viceversa—, con lo cual, en ese caso, sólo son aplica-
gran medida la mencionada preferencia nacional Por las nor- bles los criterios que dan preferencia a la ley posterior y a la
:especial.
Como otras leyes laborales sobre derecho individual
" Un ejemplo de esto lo da la ley 23.041, que dispone desde 1984 cómo
liquidar el sueldo anual complementario. Dice esta ley que ese treceavo del trabajo, de cierta extensión, importancia o alcance, queda la
sueldo anual (bianual porque se divide en dos cuotas) debe ser igual (cada mencionada 11.544„ sobre jornada de trabajo, expresamente
cuota) ala mitad de la mejor remuneración mensual del periodo considerado. ;preservada por la L.C.T. en su actual art. 196. En todo caso, su
Esta •disposición tuvo el objeto, digamos así, circunstancial de evitar los 'complementaria 18.204, sobre descanso hebdomadario, y el men-
efectos de la inflación sobre el cálculo del' aguinaldo, pero ya en época de cionado decreto-ley 19.587, sobre higiene y seguridad.
estabilidad monetaria puede tener un efecto menos beneficioso para el ' Tampoco en estos casos se cuenta con normas de colisión.
trabajador, porque remuneraciones de pago anual y no mensual no entran
en el Cálculo, precisamente por no ser mensuales. Y no'entran en el cálculo Pero hay un matiz en el caso de la ley 11.544, porque el sistema
contra lo que ocurriría si se aplicara el art. 121 de la L.C.T., conforme a cuyo ,que utilizó en este capítulo el autor de la L.C.T. consistió en
texto el aguinaldo es la doceava parte del total de las ?remuneraciones del :dejar vigente esa ley para referirse sólo a aquellas cuestiopes
año:Pese a todo lo cual, no eiciste en la práctica ningún planteo que ponga .que se querían modificar o, sobre todo, aclarar, consagrando
en duda la prevalencia de la ley 23.041 como ley posterior, sobre el citado ;como válida una de sus varias interpretaciones posibles y co-
art. 121 L.C.T., que no ha sido explícitamente' derogado. rrientes. Con lo cual, por más que la L.C.T. sea una ley general,
WernerGoldschmidt, Introduccióh al Derecho cit., pa. 312 y 313. Dice
Goldschmidt que "la forma literaria correspondiente al sistema de normas Isi sus normas colisionasen con las de la ley 11.544, deberían
es la codificación. La codificación no contiene, como la recopilación, una - prevalecer, ya que la intención implícita fue la de alterar lo que
enumeración de leyes... sino que comprende una exposición científico- 'la 11.544 decía (por texto o interpretación).
sistemática de la disciplina».
174 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO ' LAS PUENTES DEL DERECHO DEL TRABAJO 175

b) La legislación civil. laboral, pero porque sus normas se ven como demasiado
concesivas para los trabajadores 5.?.
- El Código 'Civil, o las leyes no laborales en general,
son el tipo de normas aplicables en el ámbito laboral que más Dado este contexto, en el que parece tan difícil formu-
problemas teóricos plantean en cuanto a su convivencia con la lar un criterio gerferal para la coexistencia de la L.C.T. y de las
L.C.T., aunque, vale la pena destacarlo, estos problemas teóri- leyes laborales con el Código Civil, lo que se puede decir es que
cos son Más ideológicos que otra cosa, porque tienen muy poco no hay razón teórica que justifique la no aplicación de las
reflejo en la práctica. normas comunes en el ámbito laboral y que, desde el punto de
En su origen esta relación tan conflictiva se debió al hecho vista normativo, tal como ya se señaló, las normas civiles rigen
de haber aparecido el derecho del trabajo como un sistema en o en este campo por operación del art._ 31 deja C.N.. y porque la
de contradicción al ordenainiento civil, por lo visto acerca de materia en cuestión, diferenciada o no, es propia del derecho
privado.
cómo la aplicación de este último maltrataba o contribuía al
maltrato de las cuestiones laborales. - Lo que pasa es que el Código Civil tiene con las leyes
Con el propósito de desembarazarse de las exigentes for- laborales la rcelaciómpropia de la ley general. con las especiales,
malidades y de las dificultades de prueba del derecho común, el o sea que queda postergado por todo lo que aquéllas disponen y
derecho del trabajo se propuso directamente eliminarlo de este rige en los temas de los que las leyes especiales no se ocupan
ámbito, medio que, aunque entonces no se lo podía advertir, Tiene una relación supletpriazon las leyes laborales, en lo que
excedía el fin al que se quería llegar, porque bastaba y bastó con posiblemente es uno de los más claros ejemplos de este tipo de
que el derecho civil siguiese su propio camino de flexibilización, relación entre normas.
sin necesidad de suprimir para una parte de la realidad la Avanzar más allá de esto, para postular que la L.C.T. se
aplicación de la legislación común. autointegre sistemáticamente a costa del Código Civil, o lo haga
Al fin se vio esto de que el derecho civil modernizado (o integrándose preferiblemente con otras normas laborales; es
modernizada su aplicación) no planteaba graves problemas en
el ámbito laboral y sí considerables ventajas, por más que ese 69 El principal ejemplo de esto en la Argentina es la reiterada postulación
reconocimiento fue un proceso largo y trabajoso. de que a los accidentes y enfermedades profesionales no se apliquen las
Pero, sea como fuere, en este momento de la evolución normas civiles, cuestión que no tiene un planteo, ni menos una solución
de las ideas, esa postura histórica que proponía hacer hermético jurisprudencial, consolidados a la fecha. En los casos en que una norma civil
excluye la aplicación del derecho común, para impedir que un derecho
el derecho del trabajo y excluir categóricamente al común, se general llegue a los trabajadores, se plantea un problema novedoso, más que
debe considerar teórica y prácticamente insostenible, fuera de riada constitucional, porque así se pone ensuestión laigueldad ante_ la ley, 2
ineficaz y perjudicial, porque empobrecería, sin necesidad ni con una distinción de sentido inverso al mandato constitucional de proteger
compensación, el patrimonio jurídico-cultural aprovechable en a los trabajadores (que rige por lo menos en los casos en que se decida
este ámbito determinado, restándole lo que posiblemente sea la separarse de la legislación generalmente aplicable).
69 Justo López, L.C.T. comentada cit., señala con acierto que la sepa-
mejor acumulación de ciencia e instituciones jurídicas cón que ración de diversas ramas del derecho privado en derechos especiales
se cuente en cualquier materia. procedió legislativamente por vía de ocuparse sólo de las situaciones no.—
De todos modos, al día de hoy, el problema no es previstas en la ley.común o de aquellas previstas, en las cuales algo se quería
modificar, pero sin que esto, naturalmente, significase eliminar todo el resto
aquel, o no sólo aquel, de los comienzos; no es que haya cambia- del que no se hacía ni mención. Un ejemplo práctico bien claro, en este
do completamente, pero sí que se ha - vuelto equívoco, debido a sentido, es lo que hizo el legislador laboral argentino con el tema del objeto
un cierto grado de inversión: ahora no sólo quedan rémoras del y de la nulidad del contrato del trabajo, al que reguló sólo para darle (a fin
exclusivismo histórico, por las razones históricas, sino que, ade- de mejorar la protección del trabajador) los mismos efectos que los de un
más, se propone a veces excluir el derecho civil del ámbito contrato válido a ciertos contratos que, según la legislación civil, serían nulos
y, por lo tanto, carecerían de ellos:
176 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO
LAS FUENTES DEL DERECHO DEL TRABAJO • 177
una formulación sobre la que hay poca experiencia concreta y Los estudios civilistas sobre la autonomía de la volun-
aparentemente demasiado extensa, aparte de; bastante rígida, tad, y sobre qué es lo que ésta significa o para qué sirve, sin
porque la correcta solución de estas hipotéticas colisiones depen-
duda tendrían especial aplicación para inhibir -la inevitable
dería más que nada de un juicio particular, sobre cuál norma tendencia a que-los convenios colectivos de trabajo se conviertan
previó mejor la realidad y sobre cuál la trata con más justicia. en actos de autoridad.
32.7. Si se deja el planteo de estas hipotéticas colisiones, La idea (civil y. penal) de causa de justificación, como géne-
que, como se adelantó, contiene una cuestión más ideológica que ro del cual el derecho de huelga es una especie, señalaría posi-
otra cosa, el problema no es tan complicado, pese a que en bles límites de proporción a este derecho, que, a falta de esta
nueStro país no se cuenta con una norma expresa que disponga directiva, no parece que se puedan fijar de una manera sistemá-
claramente, como - lo hace el art. 4.3 del Cód. Civil español, que tica y racional.
"las disposiciones de este Código se aplicarán 'como supletorias ; La misma noción de.dependencia en el derecho civil, noto-
en las materias regidas por otras leyes". riamente más amplia que en el derecho del trabajo (porque en
Sin perjuicio de ello, come se señaló ya, en la práctica se dquél tiende a otro propósito), debería servir, por comparación,
admite de manera -unánime que hay ciertas normas civiles de para mostrar cómo la idea de dependencia laboral sólo es útil y
cuya aplicación en materia laboral no puede prescindirse: aque- justificable dentro de los, límites de la necesidad de protección.
llas. sobre la forma de contar_los intervalos de tiempo en dere- Fuera de esto, aveces es la misma L.C.T. la que reenvM
cho, sobre loá-áfédés del incumplimiento contractual, incluyen- al derecho común, por ejemPliden los -arts. 24y 95,- en los que dispone
-do en esto la excepción de incumplimiento reflejo, el concepto de Pagar las indemnizaciones que correspondan según el Código Civil,
culpa, el de fuerza mayor, la definición de actos o hechos jurídi-
aunque lo hace más por una necesidad de orden expositivo que por
cos o la noción de solidaridad (de responsabilidad solidaria). una necesidad de normatizar, ya que, a falta de su reemplazo o de
328. En realidad, aun la doctrina civilista es de provecho tina exclusión expresa y justificada, esas normas generales se apli-
práctico para el derecho del trabajó": sin ella la:jurisprudencia no darían de todos modos. Lo mismo con relación a las normas civiles
podría haber llegado a ciertas definiciones bastante difundidas, Sobre prescripción, a las que remite el art. 275 de la L.C.T.
como la de que la rescisión tiene sus efectos el día en que la •
comunicación llega a destino y no el que se la despacha, porque e) La aplicación analógica de las leyes.
esta- decisión es 'recepticia"; o la de que no puede condenarse al
empleador "principal" si ' no ha sido demandado y se condena al 331. La ley, así como en definitiva cualquier norma, puede
"intermediario", porque la solidaridad que la ley laboral dispone en ser aplicada, a veces, a hechos distintos de aquellos para los que
estoá casos es la que la doctrina laboral califica como imperfecta 62. fue prevista °.

" Un ejemplo, entre muchos, de lo que puede pasar cuando se pierde nota 77, y la posición de muchos tribunales, sobre todo, de la Capital Federal
de vista la esencia simple del negocio de que se trata (coriuMmente estudiada (ver; por ejemplo, "L.T.", XXXII1-A-389, fallos 7,8 y 9). Borda, Tratado... cit.,
y descripta por el derecho común) lo dio un fallo de la C.N.A.T., Sala III, el Obligaciones, t. I, ps. 423 y ss., dice, en cambio, que la solidaridad imperfecta
31/7/84, "Javier ¿Resero", "T. y S.S.", 1984-1223. Allí se decidió que un no existe como distinta de la única prevista en el Código Civil.
empleador, que naturalmente firma para su trabajador, con éste o con su 63 Como se-sabe, sólo en materia penal los tipos legales son cerrados o
representante, un solo contrato, puede no hacer lo mismo cuando el convenio herméticos, de modo que su aplicación es estrictamente restrictiva, y ello es
es colectivo, en cuyo caso se le pueden "aplicar", a la vez y acumulativamente, así por tazones de liberalismo (protección • al individuo contra la posible
los convenios firmados con dos representantes distintos, uno un sindicato p:ersecución estatal) y en cumplimiento de disposiciones constitucionales.
horizontal y el otro uno vertical. En materia de derecho privado, en cambio, y sobre todo cuando se trata de
, 2 En el sentido de que el empleador principal no Puede ser condenado
6
derechos económicos,. las cosas se consideran con menos estrictez y la
si no se demandó, también, al contratista, por ser este tía caso de solidaridad aplicación de las normas se extiende con variables, grados de flexibilidad y
imperfecta, ver J. C. FernándeiMadrid, Tratado... cit.; t. I, ps. 939 y 940;y por distintos procedimientos.
12 • Ramírez Bosco.
173 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO
LAS FUENTES DEL DERECHO DEL TRABAJO 179

Una posibilidad es que a la descripción de los hechos pre- condiciones: que el caso no esté especialmenteirprevisto, 'que
vistos se le dé una comprensión laxa, de modo que lleguen a haya afinidad de hecho y relación precisa entre el' caso contem-
abarcar conceptualmente a otros hechos, distintos de los que en plado'Por Tá lenrel- conflicto llevado ante los tribunales; que
realidad fueron tenidos en vista al dictar la norma. A esto se lo haya identidad de razones para resolver el conflicto en la misma
llama interpretación extensiva.
forma en que lo hace la ley análoga; que la diversidad de
Otra posibilidad es la de llevar la consecuencia jurídica hipótesis afecte sólo a aspectos ndesenciales y, finalmente, que
prevista para ciertos hechos a otros que conforman o configuran el resultado sea racional. Procede la interpretación analógica
un tipo legal que se reconoce corno distinto, sea que estos hechos cuando, aun tratánasi -de situaciones excepcionales, éstas son
estén descriptos en el ordenamiento y configuren, entonces, favorables a la libertad individual o a sus derechos, y también
efectivamente, otro tipo legal (con otra o sin ninguna consecuen- cuando, como en el caso a autos [se]... consulta el espíritu
cia jurídica), o sea que no lo estén. general del ordenamiento jurídico y se vincula a aspectos que
332. En el primer caso lo que se hace es estirar conceptual- tocan el orden público y las buenas costumbres...".
mente el tipo, pero sin admitir que se está alterando la norma En definitiva, resulta que el objeto, tanto de la inter-
originaria. En el segundo (el de la analogía)ç'se reconoce franca- pretación extensiva como de la aplicación analógica de las leyes,
mente la incorporación al panorama de un tipo legal extraño (ya es el de proveer al juez un criterio de decisión del que el ordena-
sea nuévo o traído de otra parte del ordenamiento) y, sobre todo, miento jurídico, en principio, carece, para solucionar un caso
la atribución a éste de una consecuencia legal que no estaba que, de otro modo, tendría que resolverse con fuentes supleto-
prevista para ese caso. De modo que cuando se aplica la ley rias. De modo que la utilidad de estos mecanismos no es la de
analógicamente lo que se hace no es extender el tipo legal, sino integrar lagunas del ordenamiento, sino, más bien, la de evitar
trasladar la consecuencia jurídica a otro tipo. O, como dice Justo que éstas se produzcan y, cuando no, la de evitar el reconoci-
López, se aplica una norma que ya estaba en el ordenamiento, miento de que las haya.
pero que estaba para otra cosa ". De algún modo, estos casos de aplicación de las normas
333 El fundamento lógico de ambos procedimientos radica fuera de su propio quicio lo que hacen es exhibir una marcada
en aceptar que la razón que tuvo en cuenta el legislador para preferencia por las normas legales, a las que se prefiere aplicar,
dar una norma sea le irania que existe para atribuir ese trata- aun forzadas, antes que a los criterios generales de las fuentes
miento a los hechos distintos, lo cual, naturalmente, no es una supletorias, a los cuales, notablemente en nuestro país, se les
situación que se dé casi nunca con claridad indiscutible, sino dedica una señalada reticencia.
algo en todo caso apreciable u opinable. La aplicación analógica de las leyes está expresamen-
334. Y es posiblemente por esa potencial ambigüedad del te prevista en el art. 11 de la L.C.T., donde dice que a las fuentes
fundamento que justifica la aplicación analógica de las leyes supletorias solo podrá recurrirse "cuando una cuestión no pueda
que la jurisprudencia necesitó señalar a veces directivas bas- resolverse por las normas que rigen el contrato de trabajo o por
tante cuidadosas sobre las características o los límites que las-je-Vea dññlógás...":
deben respetarse cuando de esto se trata.- Lo de.""lha'írormás que rigen el contrato de trabajo" es una
Especialmente ilustrativa es una sentencia de la C.N.Civ. descripción fácil de definir, per6 debe entenderse preferihle-
que Goldschmidt reproduce extensamente ": "La analogía debe mehte referido a la misma L.C.T., o en todo caso a la Ley de
aplicarse con prudencia y exige que concurran las siguientes Empleo. Las leyes "análogas" serían todas las demás en materia
laboral, no las ciVileahitie no son-análogas,-aunque la: aplicación
de éstas a las lagunas del ordenamiento positivo laboral, como
L.C.T. comentada cit., t. 1, p. 111. ya se explicó, es ineludible o inevitable.
65
W. Goldschmidt, Introducción... cit., p. 271. La sentencia es de
C.N.Civ., Sala D, 22/8/ 60, "L.L.", 99-534, 0 sea que, en suma, no es que si se produce una laguna
se la deba o pueda integrar por otros medios, entre ellos la exten-
180 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO LAS FUENTES DEL DERECHO DEL TRABAJO 181

sión analógica de las normas laborales. Según el texto del art. 11, :mensual en función de la cual se calculo el valor de la indemni-
la laguna recién se producirá después de agotadas las posibilida- zación Por falta de preaviso debe ser la mejor habitual y normal,
des de las normas positivas, aun la de aplicarlas analógicamente, , por aplicación de lo que el art. 245 L.C.T. dispone para la
y -sólo entonces será válido recurrir a fuentes supletorias. indemnización,,por despido 67 .
De conformidad con las prácticas de la jurisprudencia y con En cambio, no fueron aceptadas traslaciones más audaces,
el alcance con que se entiende vulgarmente el término analogía, que hubieran modificado sustancialmente la solución de un
dentro del contexto del art. 11 L.C.T., a éste se lo debería 'tema o que hubieran significado en la práctica la creación de
entender preferiblemente como comprendiendo. también a la una norma. Por ejemplo, la jurisprudencia, cuando 'debió resol-
interpretación • extensiva.2- ver en concreto el ejemplo de aplicación extensiva dado más
En cambio, está expresamente,desautorrzada por el art. 16 arriba, antes de que la L.C.T. así lo estableciera, se resistió a
de la L.C.T. la aplicación analógicrtdOTos convenios colectivos'C: 'aplicar al despido por maternidad las indemnizaciones reforza-
das que la ley 12.383 establecía para el caso de despido por
Un ejemplo de aplicación analógica sería el de llevar :matrimonio '68.
las indemnizaciones especiales previstas en la ley para el despi-
do por Sausa de matrimonio, al despidopor,causa de nacimiento,
si es que para este último no se previeran esas indemnizaciones, 6. Los estatutos profesionales.
como ocurrió durante muchos años en nuestro país.
Uo ejemplo de interpretación extensiva ha sido el de apli- En la Argentina, como se dijo, existe una considerable
car a los varones la prohibición del despido pm- matrimonio, cantidad de "estatutos profesionales". Son leyes que rigen la
cuando, aunque la norma no lo diga, lo que se tuvo en vista para materia laboral de determinados profesionales, oficios o activi-
disponer esa prohibición fue la especial vulnerabilidad de las dades. Se trata de leyes especiales, en su mayor parte anterio-
mujeres en esta clase de situación. res a la L.C.T. 69 .
En la jurisprudencia laboral no se ha hecho un uso La materia de los estatutos, o gran parte de ella, sería
extensivo de este criterio de decisión. Pero hay casos de analo- preferiblemente regulable por convenios colectivos. Pero sea por
gía, algunos de relativa importancia. la necesidad de crear una diferencia que sólo se pueda estable-
Más que nada se trata de casos de autointegración de la cer por ley (de lo que hay pocos casos: v.gr., el de los trabajado-
misma L.C.T., ya que, por más que el art. 11 lo que autoriza es res de la construcción); sea debido a la fuerte preferencia nacio-
la analogía con otras leyes laborales, lo cierto es que fuera de la nal por las normas legales sobre las convencionales, preferencia
L.C.T. hay pocas leyes laborales y menos todavía que se super- que llevase a pensar, con error, que las normas de fuente legal
pongan, temáticamente con ella, salvo los estatutos profesiona- tengan a este efecto más fuerza que las de convenio colectivo; 'o
les, respecto de los cuales, si bien no se excluye categóricamente sea porque, como dijo Krotoschin, algunos estatutos vienen de
la analogía, ésta queda dificultada tanto porque entre la L.C.T. épocas en las que' no había una legislación sobre convenios
y los estatutos rige un sistema de coexistencia especial, como 'colectivos", el hecho es que al fin existen estas leyes especiales,
por el hecho de ser los estatutos leyes eápedales. que presentan sus propios problemas de concurrencia y de
Así es como algunos fallos han resuelto cosas tales eventual colisión con la L.C.T.
como que, para determinar el valor de las horas suplementa-
rias, el haber mensual debe dividirse en 25 días,:por aplicación 67 S.C.B.A., 16/11/82, "L.T.", 311931; ídem, 24/6/80, "L.T.", 29-177.

analógica del criterio que el art. 155 L.C.T. utiliza, para el " S.C.B.A., 24/9/63, "D.T.", 1964-78.
cálculo del valor de las vacaciones 66. O que la 'remuneración " De los veinticinco estatutos que en los repertorios legislativos más
usuales se publican como tales, diecisiete son anterioresra laJey 20.744. De
, esos diecisiete, diez son anteriores a la ley de convenciones colectivas.
" d.N.A.T., Salli I, 25/9/85, "T. y S.S.", 1986-320. '° Veinota anterior.
182 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO LAS FUENTES DEL DERECHO DEL TRABAJO 183

343. Los problemas de superposición entre la L.C.T. y los Lo mismo, con respecto al estatuto de los peones de campo,
estatutos pueden presentarse básicamente de dos formas: la decisión esta última que se podría tomar, o a veces se toma, como
más simple, cuando .el estatuto disciplina una realidad bien antecedente del vigente criterio 'de necesaria comparación previa
diferenciada. de la L.C.T. (v.gr., el contrato de los obreros de la o de compatibilidad, para que luego se pueda elegir la norma más
POristrucción, que por su naturaleza misma es temporario), u favorable. Ello, porque a veces se entendió esa jurisprudencia
otras más complejas, cuando el estatuto, sin una necesidad desde el .punto de vista de que el mejor preaviso del decreto
material de ese tipo, contiene normas diferenciadas de las de la 33.302/45 no podía en realidad ser considerado mejor o peor,
L.C.T., en cuyo caso pueden ser más favorables o algunas más porque el estatuto del peón no preveía este instituto del preaviso
favorables y otras menos favorables; e incluso puede ocurrir que y por lo tanto no había de hecho nada que comparar o mejorar".
el estatuto no haya tratado algún tema cine la L.C.T. regula, en Deveali sostuvo sobre este tema que "...por el hecho de
cuyo caso es de ver si, para mayor favor del trabajador, se puede haber omitido.el estatuto del peón cualquier referencia al prea-
hacer de cuenta que la L.C.T. llenó una laguna del estatuto o, lo viso, a pesar de estar previsto por la generalidad de los estatu-
que es lo mismo, que éste recibió un añadido legislativo. tos... parece demostrar que el legislador ha considerado que.tal
En realidad, pomo ocurre en general con la cuestión de las institución no era conveniente en el trabajo rural debido a las
fuentes en el derecho del trabajo, el tema a analizar ola materia caractérístijas muy eaPeciales de la actividad". Y esta idea, que
problemática se da por la posible aplicación de las normas más se constituyó en opinión prevaleciente, puede, a la luz de como
favorables, por-el solo hecho de serlo. luego transcurrieron las cosas, ser vista de dos maneras: como
344. El problema, originariamente, se planteó respecto de la fundación del original criterio de "compatibilidad" que ahora
la colisión entre los estatutos y algunas leyes anteriores a la contiene la L.C.T., al que se hará referencia a continuación
L.C.T., que tenían una cierta pretensión de generalidad o, por lo (porque el preaviso fuese "incompatible" con el estatuto del
menos, un alcance no estrictamente limitado a una profesión u peón), o, de una manera más simple, como una aplicación razo-
oficio. Más que nada se planteó en relación al decreto 33.302/45 nable del conocido criterio, según el cual una norma general
(sobre despido, S.A.C., etc.) y a la ley 11.729 (la más general de posterior no debe entendersanec sariamente COMO corrigiendo
las anteriores a la L.C.T.) 71, sobre todo respecto del decreto una espnciaT
33.302/45, en razón de que éste fue posterior a los estatutos con 346. En el presente, algunas leyes estatutarias resuelven
los que se tuvo que analizar su colisión, mientras que la ley el problema directamente, es probable que teniendo en cuenta
11.729 era anterior (lo que parece haber hecho su caso más fácil, que dejarlo librado a la interpretación ha demostrado ser algo
en todo sentido). conflictivo. •
345. Esta jurisprudencia anterior a la L.C.T. dispuso que
las normas más favorables, sobre despido, contenidas en el de-
creto 33.302/4 5, no eran aplicables a la llamada "gente de mar"". En cambio, los trabajadores de remolcadores fueron considerados como
incluidos en la ley 11.729 por la C.N.A.T., en pleno, 19/4/68, "Farber c/Plota
Argentina", "D.T.", 1968-369.
También para los empleados de seguros, la C.N.A.T., Sala II, 10/5/60,
71 En este punto, y por más que sea un hecho sobradamente conocido, "Díaz Melián c/Sud Americana", "D.T.", 1960-527, resolvió que no pueden
prefiero reiterar que la ley 11.729 nació como el estatuto de los empleados reclamar las indemnizaciones de la ley 11.729, ya que la estabilidad de" esa
de comercio (siempre llevó ese nombre) pero no mucho después fue clase de empleados está reglada en un régimen especial, en forma distinta
extendido, por los tribunales, a casi cualquier supuesto de relación de al sistema de dicha ley.
dependencia. " S.C.B.A., 18/8/48, "Galán c/González", "D.T.", 1948-543; S.C.B.A., 12/
72 C.N.A.T., en pleno, 6/11/52, 6/56; S.C.B.A., '6/5/52; Trab. San Nicolás, 28/3/49, "Acevedo cfKehoe",
"Pisani c/Cía. Argentina de Pesca",
"D.T.", 1952-6926. El procurador general Sureda Graells hizo mención, para "D.T.", 1949-266, con nota de Deveali; Cám. 2' Apel. Civ. y Com. Sta. Pe, 9/
fundar este criterio, a las "características propias y... esencialmente distin- 6/50, "Comoldi c/Boero", "D.T.", 1951-317. En contra: Tr. Sup. Córdoba, 31/
tas" del trabajo en embarcaciones de alta mar. 7/59, "Romagnoli c/Limur", "D.T.", 1960-185.
184 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO LAS FUENTES DEL DERECHO DEL TRABAJO 185

Así, sobre todo; la ley 22.248 de 1980, que aprobó el Ida por la luz solar, es poco compatible con el régimen de jornada
régimen nacional del trabajo agrario, y optó directamente por :limitada de la L.C.T., más propio del comercio o, sobre todo, de
agregar un inciso c al art. 2 de la L.C.T.!, por el cual es esta la industria, actividades en las que se necesita poner tope a una
misma la que dispone su no aplicación en el ámbito de aquel Jornada laboral potencialmente indeterminada, precisamente
estatuto 74. por la falta de limitacionesnaturales.
Otras, como la_ley:22.205.sobre trabajadores de la construc- 348. Sin embargo, en cuanto se ven las cosas con más
ción, optan!por la solución contraria, ya que ésta, en su art. 35, detenimiento, termina por no ser fácil explicar o ubicar qué es
excluye la aplicación de las normas de la L.C.T. en cuanto se lo que tiene de realmente original este criterio de compatibili-
refieran a aspectos de la relación laboral regulados por el esta- dad. Como se sabe, las leyes generales, sobre todo si son poste-
tuto, pero las admite "en lo demás", a condición de que resulten riores, sólo rigen en ámbitos 'regulados por leyes especiales, en
"compatibles" y "n6 Se!cípunga-á Iniaturaleza y modalidades de :la, medida en que así lo dispongan expresamente o si derogan
este régimen jurídico específico". O sea, por una solución piáé-. !implícitamente, pero con claridad, todas o algunas normas de la
ticamente idéntica a la de la L.C.T. ley especial.
347. La L.C.T., en su art. 2, dispone su propia inaplicabi- ! Según lo explica Goldschmidt, "la última ley deroga la
lidad a ciertos contratos laborales en particular: los trabajado- !anterior, a no ser que la última fuese general Y la anterior
res del Estado, los domésticos y el citado caso de los especial, en cuyo -caso se mantiene, aliado dé rifiiitité Póltétior
agropecuarios. Fuera de esto, sobre su convivencia con los esta- . geñiFl, la anterionespecial, a menos que la ley general conten-
tutos dice que sus normas "...serán aplicables a relaciones regi- ga alguna expresa referencia a la ley especial . o que exista
das por leyes especiales", siempre y cuando resultasen compati- !manifiesta repugnancia entre las dos en la hipótesis de subsis-
bles "con la naturaleza y modalidades ,de la actividad)de que se tir ambas""
trate y con el específico: régimen jurídiee's qué se halle sujeta". Ahora bien: decir "repugnancia" o "incompatibilidad", en el
... Esta es la norma que eetablece-er criterio de "compatibili- ; caso, es decir lo mismo, y lo esencial es que, no habiendo una
,dad" como sistema para resolver la convivencia entrelefliefin- :derogación expresa de la ley especial, la general sólo puede
t-ai-leyes laborales (general y especiales). Criterio, sobre el que idesplazarla si es que el contexto de la decisión legislativa,
tiende a afirmarse que se trata de una novedad o de algo !íntegro, es claro en el sentido de esta sustitución. En la duda, la
original, que el derecho del trabajo arbitra para resolver estos Iley general no desplaza a la especial.
problemas de concurrencia que existen en cualquier rama del De modo que lo de compatibilidad no parece ser sino un
derecho. nombre distinto del mismo criterio tradicional de siempre. Lo
Algunos ejemplos simples ilustran sobre lo que, en esencia, que pasa, o parece pasar, es que el pensamiento laborista acepa
esta norma tiene en vista: el contrato de trabajo en la industria : con dificultad, con perplejidad o con mala conciencia, el hecho de
de la construcción es de por sí, por su naturaleza (y por el que una ley (sobre todo posterior) más beneficiosa, por más
régimen jurídico quejo regula en especial), bastante incompati- !general que sea, no se aplique a un grupo de trabajadores
ble con el sistema de protección contra el despido arbitrario determinados (por ej., que el preaviso no rigiese para los peones
contenido en la L.C.T. Y el trabajo agrario; por su naturaleza ! rurales);--y entonces se necesita, o se necesitó, revisar esta
estacional y cuya jornada de trabajo está naturalmente limita- lcuestión -piara Ver, concretamente, si una ley general, por Más
llepÚgnente-.. oincompatible !con jái éé-léiár q e figraztoc
aplicarfa.igmM. en su ánibito, a sola condición d,e_ seri1- )4e bene.-
" La situación, en principio, es la misma que la de los trabajadores !ficiosa o más favorable.........
..
(domésticos y los de la administración pública, que son las otras dos
'exclusiones previstas en el art. 2 de la L.C.T. Con todo, el de los trabajadores /77 r
tiüblicoa .bb un ejemplo cabal de actividad sin características pero sujeta a
un régimen jurídico específico. 75 Goldschrnidt, Introducción al Derecho cit., p. 223.

(
186 PARA UNA INTRODUCCION AL DERECHO DEL TRABAJO LAS FUENTES DEL DEREONO DEL TRABAJO 187

349. Pozzo, en su momento, explicó el problema con clari- aceptada la compatibihdad (o la no repugnancia en las palabras
dad y simpleza: "...,Se pretende que en caso de disparidad entre Ríe Cold-s-
ch-m-idt), fa norma de la L.C.T. se trasladaba:
la reglamentación general de un instituto y las disposiciones a situaciones no regladas por el estatuto, o
profesionales, 'debe privar la norma más favorable al empleado padipiazar norínas menos. favorables del estatuto,
[pero] por el contrario, deben regir las disposiciones del esta- que no sólo quedaban desplazadas sino, así, de hecho cletogIdal.
tuto particular, por estar destinadas a regir en un núcleo profe- Como la primera hipótesis (la de laguna en las normas
sional determinado, debiendo darse preeminencia a lo especial estatuarias), por una cuestión de lógica, se mantiene vigente
sobre lo general... No cabe la aplicación del principio de la pese a la reforma, resulta que toda la diferencia entre el texto
norma más favorable.., porque esa interpretación nos llevaría a anterior y- el vigente consiste en que el derogado limitaba la
deformar la regulación particular de una profosión.:. sobre todo posibilidad de que la ley general derogase implícitamente la
cuando^ la ley Cine regula la institución' en general no establece especial al supuesto en que aquélla fuese más favorable; mien-
cláusulas derogativas" 76. tras que el vigente ^ aceptaría, literalmente, la posibilidad de
350. Un elemento de dificultad en este tema se agregó con que, si ambos son "compatibles", el texto general posterior des-
el texto original de la L.C.T. o por el hecho de cómo éste fue plazase a uno anterior. especial, por más que el nuevo fuera^
reformado por la ley 2L297, para llegar a su redacción actual. menos favorable-.
Aquel texto originario decía que "...las disposiciones de esta Sin embargo, esto no parece pasar de lo hipotético, porque
ley serán aplicables cuando contemplen situaciones no previs- no parece que una posibilidad como esa fuera a tener aceptación
tas en aquéllos Ros estatutos] o consagren beneficios superiores por los tribunales, al menos aplicada categóricamente a cual-
a los establecidos por los mismos", pero siempre a condición de quier caso; por lo menos, no sería de esperar que tuviese un
que resultasen "compatibles con la naturaleza y modalidades de transcurso jurisprudencial fácil y pacífico.
la actividad de que se trate y con el específico régimen jurídico Más bien, es de pensar que, teniendo precisamente eso en
a que se halle sujeta". cuenta, cualquier ley general que se propusiese poner término
'a un derecho laboral vigente conforme a una ley especial lo
351. De modo que la reforma consistió en sacar la primera haría expresamente.
parte del texto, o sea, la previsión de que los estatutos debían
tener "lagunas" o normas menos favorables para que las normas 352. Los casos de aplicación concreta de este criterio de
generales pasasen a su ámbito. Por lo demás, el segundo párrafo compatibilidad contenido en el art. 2 de la L.C.T. no han sido
coincidía con la redacción subsistente, de manera que la compa- muchos. El fallo plenario 233 de la C.N.A.T. " dispuso que para
tibilidad ya entonces era requisito para la traslación de la los encargada-áal-Casas de renta resulta inexigible el preaviso
L.C.T. al ámbito reglado por un estatuto profesional, aunque de la L.C.T. durante los dos primeros meses de relación, porque
sus normas —las de•las L.C.T.— fuesen más favorables. ^^-erestátutó especial reglaba esos dos pruneros meses como un
En realidad, antes y ahora el proceso de análisis o de período, de prueba, durante el cual. no . hay ^ estabilidad. Y el
decisión necesitaba comenzar por este juicio de compatibilidad, plenario 255 78 decidió que los criterios contenidos, por entonces, — -
como ocurre siempre que hay una ley anterior y una posterior, en el ^ árU50 L.C.T., para trasladar olid-a-firrifataTa---res—
po—
nsa- -
y lo que se analiza es si hubo derogación implícita. Una vez bilidád -de 16s .contratistas a los empleadores .principales, no
eran aplicables a los trabajadores dé la.construcción, porqueta .
ley_ 22.250 establecía al respecto otros criterios.
76 Juan D. Pozzo, Derecho del Trabajo, Ediar, Bs, As.,
1948, t. II, p. 521.
Agrega todavía el autor que "este criterio no se modifica por las circunstan- " 18/5/82, "Romero a/Consorcio% "L.T.", 10C1C-650. Es el comentado Por
cias de que la ley de carácter general sea posterior a las de carácter Goldín, que se citó en el Capítulo III al tratar los sistemas de comparación
específico, a menos que, repetimos, se establezca la derogación de -estas entre normas legales y de convenio colectivo.
últimas a forma expresa". 78 C.N.A.T., plenario 265, 27/12/88.
188 PAHA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO . LAS FUENTES DEL DERECHO DEL TRABAJO 189

En algún caso se analizó, también, si la duplicación de trabajo, o, dicho al revés, esta fuente sólo existe en esta rama
licencias por enfermedad a que tiene derecho el trabajador con del derecho. Y existe de una manera que . es, sin discusión,
cargas de familia, conforme al art. 208 L.C.T., se aplica a los operativa o relevante, ya que no sólo sería raro encontrar en la
trabajadores do la construcción, que no tienen ese derecho se- realidad un contrato individual que no tenga gran parte de sus
gún loa arta 21 y 22 de la ley 22.250. Pero las soluciones no contenidos definidos por mi convenio colectivo, sino que las
fueron uniformes ". normas públicas, sea que lo hagan explícitamente o no, legislan
En síntesis, de acuerdo con el sistema vigente, las partiendo de la base de que esto es así.
normas laborales estatutarias.(éspeciales) prevalecen por regla Como se vio en el Capítulo I, este de las negociaciones
sobre las generales—(piltiéuilarmente de la L.C.T.) salyo que la Colectivas es uno de los dos medios por los cuales el derecho
L.C.T. contenga normas (sobretodo, posteriores)que, con clari- l'aboral procura hacer llegar a los trabajadores una protección
tráa-,--11 hayan- propuesto desplazar alas de los estatutdárNo_ especial.
importa, para el juicio de prelación, que unas u otras sean más
.. En este caso, es una vía sólo instrumental, porque de lo que
favárables. se trata es de admitir que los trabajadores negocien los conteni-
dos de sus contratos individuales en grupo y no aisladamente,
7. Los convenios colectivos. con lo cual adquieren en cierto grado, mayor o menor según el
alcance del grupo, una posición monopolice de la oferta de mano
a). En general.. de obra, tal que elimina la parte más importante de los factores
que hacen particularmente débil su posición negociadora indivi-
dual. Así, lo que se logra es reponer las condiciones de igualdad
El art. 14 lija garantiza a las agrupaciones de trabaja- prenegocial, o de cierta equivalencia, para luego librar el conte-
dores o, como se quiera ver, a cada trabajador pero actuando nido de los contratos a lo que se acuerde (colectivamente). Es
agrupado con otros, la concertación de convenciones colectivas". úna forma de volver a la posibilidad de reconocer a la autonomía
Lainisma garantía aparece en los convenios internaciona- privada como fuente del derecho, que para ello se admite colec-
les de la O.I.T. n°98, en general, y n°151, para el sector público. tiva en vez de individual. Pero no se da así directamente conte-
A nivel legislativo, las negociaciones colectivas están regla- nido a los contratos: solamente se habilita o rehabilita un méto-
mentadas por la ley nacional 14,250, reformada en 1987 por las do para dárselo, y por eso es que se trata de un_procedimiento
leyes 23.545 y 23.546, en 1995 por la 24.467 y en 1998 por la sólo instrumental.
25.103.
Sumado todo esto a la mención del art. 1, inc. c, de la En teoría, los convenios colectivos se definen por dos
L.C.T., que lista las convenciones colectivas como fuente de características principales. Una de ellas es la aplicación genera;
regulación de los contratos de trabajo, no cabe duda de que éstas lizada o aplicación erga omites, o sea, la aplicación a todas las
lo sean. De hecho, son la única fuente específica del derecho del personas que están en el ámbito de comprensión del convenio,
estén o_DO.afiliadas a las organizaciones firmantes_y aún_si-en
el momento de la firma ni siquiera eran ya parte de la actividad
" En el sentido de que no se aplica (sería de incompatibilidad), u oficio, o todavía - no lo eran, siempre que estuvieran en éstos-
C.N.A.T., Sala VI, 23/10/92, "Paricollo c/Antártida», "T. y S.S.", 1993-174. En durante la vigencia pactada para la convención.
contra: Trib. Trab. Lomas de Zamora n° 3, 3/11/91, °Benítez c/Hidro
Construcción», "D.T.", 1992-B-1671. La otra es la inderegabilidad de .sus cláusulas, o sea, la
8° Dice la C.N.: "...Queda garantizado a los gremios: concertar conve- imposibilidad de que éstas sean derogadas, modificadas o dispues-
nios colectivos de trabajo...". Es conocida, extensa y crecientemente tan tas en cualquier sentido, por medio de contratos individuales.
inútil como estéril, la polémica sobre si "gremios" significa, en este texto, 357. Las dos características están previstas en la ley 14.250
"sindicatos" o meras agrupaciones informales, en el sentido que tiene el .
término para los estudios sociológicos. Sr tienen que ver con el propósito de admitirse la autonomía
190 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO LAS FUENTES DEL DERECHO DEL TRABAJO 191

colectiva como fuentede derecho, porque sin aplicación genera- Puesto que el planteo de la situación, o sea que una
lizada no habría posición negociadora monopólica, y sin posición norma pueda ser más favorable que otra, es más sencillo que
monopolioa no habría protección eficaz. Y, sin inderogabilidad, como suelen ocurrir las cosas en la realidad, en cuanto se trata
carecería de sentido que se protegiera la adquisición de dere- de aplicar este .oriterio, se admite la necesidad de establecer
chos por vía negocial reforzada, para admitir luego su declina- algún método uniforme de comparación para evitar la diversi-
ción por vía negocial individual, en inferioridad de condiciones. dad de resultados. Y así, las mismas normas citadas dicen que
Lo dicho debería significar que a todo convenio labo- el cotejo debe hacerse entre las cláusulas del convenio y las de
ral plural, dotado de inderogabilidad y de aplicación generaliza- la ley, pero no considerando cada cláusula por separado, sino
da, se le reconocieran los efectos de un convenio colectivo, en la todas las que se refieran a cada institución, juntas. Este es el
medida en que cumpla las funciones de tal. procedimiento llamado "conglebamiento por instituciones", dis-
En el fondo, esta es una idea teórica que tiende a imponer- tinto o intermedio entre la "atomización" (comparación de cláu-
se, aun sobre textos legales que no la reconocen claramente o sulas aisladas) y el "conglobamiento absoluto" (textos de la ley
hasta la contrarían, tal como ocurre en el caso de la ley 14.250, y del convenio, completos).
al menos según es normalmente entendida. El hecho de que la legislación autorice o, más bien,
Pero esto requeriría un extenso análisis, cuyo lugar no es haga obligatorio, que se comparen las normas legales con las
éste. A efectos del estudio general de las fuentes en el derecho de convenio colectivo, para aplicar la más favorable a una de
del trabajo nacional, conviene partir de la base de que sólo se las partes, fue una novedad absoluta del derecho del trabajo.
reconocen en el país, inequívocamente como convenciones colec- Quizá por eso es que, haciendo base en disposiciones más bien
tivas, las reglamentadas por la ley 14.250. Éstas deben ser específicas, se pudo generalizar el fundamento del mecanismo,
firmadas por un sindicato con personería gremial y, por lo hasta dar lugar al principio general llamado de la norma más
regular, requieren homologación por parte del Ministerid de favorable.
Trabajo. ' Este principio fue tratado en el Capítulo III y allí se señaló
Sobre éstas, no cabe dudar de su carácter de fuentes de que, al fin, todo o gran parte de su contenido concreto queda
derecho y de su importancia. Lo que es preciso analizar, enton- limitado a esta forma particular en que, porque así lo disponen
ces, no es eso, sino su funcionamiento dentro. del medio de las las leyes, deben compararse suanormas con las de los convenios
fuentes de derecho en materia laboral. colectivos. Fuera de este supuesto, sólo Justo López propone
extenderlo por analogía o para llenar un vacío legal, a los casos
b) La jerarquía normativa y la preferencia en la en que sea necesario comparar normas de costumbre con nor-
aplicación de los convenios colectivos. mas legales (o de convenio colectivo, se puede agregar), pero su
propuesta no tiene una aceptación generalizada y, al contrario,
1) La coexistencia con normas legales, _de contrato parecería más que, llegado el caso, se daría prevalencia a las
individual o de otras fuentes. normas de las leyes o de los convenios, sobre las de costumbre. '
De acuerdo con la ya citada disposición de los arts. 6 Respecto del sistema de comparación, de nuevo pare-
de la ley 14.250 y 8 L.C.T., en caso de mediar qppktión_entre ce que es más sencillo plantearlo que aplicarlo. Ello, porque en
normas legales y_ de convenio colectivo, prevalecen las de fuente el fondo el carácter de orden público de las normas laborales
pública. Pero prevalecen siempre y cuando.las convencionales legales se interfiere, cuando no choca directamente, con este
. no "i-:esultaren Móafavorables n los trabajadores", porque, de sistema de la comparación por instituciones. Ello es así en la
Ser tieCeilas últimas tienen preferencia en la aplicación. A esto medida en que cada norma legal más favorable, individualmen-
es a lo que con bastante difusión se suele llamar orden público _ te considerada, tiene vocación por entrar regir en lugar de la_
relativo. Relativo porque bloquea los acuerdos inferiores á las convencional que trate. de postergarla, por más que ello ocuri.a
leyes, pero no los distintos si establecen derechos superiores. como parte de un contexto en que otras cosas sean más favora-
LAS FUENTES DEL DERECHO DEL TRABAJO 193
192 PARA UNA 1NTRODUCCION AL DERECHO DEL TRABAJO

aspectos fundamentales: el tiempo de duración y la forma de


bles. Quiere decir que si se estableciera un régimen convencio- pago..." 83 . •
nal de vacaciones de 10 días por ario pero que se pagaran doble ; Sería necesaria una mejor de-scripción de los hechos, que la
cada uno, no. es seguro que ello fuese a ser aceptado por los sentencia no. contiene, para efectivamente determinar el alcan-
tribunales y que no debiera resultar en que, después de gozadas ceL de lo que se resolvió. Pero, en principio, si el trabajador era
y cobrados los 10 días, al trabajador no se ,le deban los 4 Mensualizado, pareciera que el tribunal aceptó compensar una
restantes hasta el mínimo de 14 que establece la L.C.T. Menor remuneración por un mayor descanso, ya que el período
363. Puede pensarse que, con carácter general, el mecanis- de vacaciones- pagado a-razón de Lgo por día (30/25) acumulado
mo de la cláusula más favorable rige con mejor aptitud en al resto del mes pagado a razón de 1 (30/30) da necesariamente
cuestiones de contenido sólo económico, por el hecho de que las más 'que si cada día, de vacaciones, de trabajo o de descanso
cantidades de dinero son más fácilmente compensables entre sí. semanal, se paga a la tas.a de 1.-, ,
Pero, aun así, convendría ser cuidadoso en la postulación gené- 366. En -cuanto a la concurrencia de normas de convenio ---
rica de una idea como ésta. colectivo con_ contratos individuales,-en este baso; como en el de
Quizá por eso se registran pocos casos de aplicación de la ley conlos convenios, se da una relación deauplementariedad,
este criterio de comparación que sigue el mejor favor del tra- en la medida én que las leyes establecen expresamente que los
bajador. contratos individuales prevalecen sobre los convenios colecti-
364'. Por otro lado, es posible que también dé lugar a vos, pero a condición de que Sus cláusulas sean más favorables
dificultades lo señalado en el Capítulo III en el sentido de que, para el trabajador. Esto es lo que, si bien a contrario, dicen el
ni la legislación específica, ni la doctrina, se ocupan mayormen- art. 7 de la L.C.T. y el art. 8 de la ley 14.250.
te de definir qué es un instituto o institución, con lo cual este No está establecido, ni en general se cuestiona, cuál es el
criterio de comparación carece de bases realmente ciertas. Re- sistema de comparación entre las normas de contrato individual
cuerdo en este lugar, para mayor facilidad, que sólo Vázquez y las de convenici colectivo. Es posible que sea así, porque
Vialard menciona un listado de "institutos", que aproximada- náturalmente se tienda a la aplicación atomizadas) acumulando
mente coincide con los títulos o capítulos de la: L.C.T. 8', mien- cáda cosa que en el contrato individual sea mejor, y no a la
tras que Goldín los define como "un conjunto funcional y orgá- comparación "conglobando" por instituciones, debido a que los
nico mínimo inescindible" o como "un grupo homogéneo de contratos laborales, en general, sólo contienen las muy pocas
normas" 82 . cosas en que se proponen diferenciarse de las normas legales o
365. En la jurisprudencia, un fallo aisladolaportó un ejem- de los convenios colectivos y, por lo tanto, en estos casos, la
plo sobre cómo se puede considerar esta cuestión: se resolvió cpie comparación por instituciones sería,, en la práctica, imposible.
la empresa que pagó las vacaciones calculando cada día como la La coexistencia de unas convenciones colectivas con
2)
treintava parte del sueldo mensual y no como la veinticincoava otras.
tal como dispone la L.C.T., de todos modos no quedó en deuda
con los trabajadores, porque, globalmente considerado, el siste- 367. La superposición (o, mejor dicho, sucesión) de dos
ma que aplicó (que sería el del convenio colectivo) era más cOnvencioaes colectivas de un mismo .nivel, pacta-Cías en la mis:
favorable, ya que computaba como días de vacaciones sólo los
hábiles y no los corridos como dispone.la ley.
Pijo expresamente el fallo que "...la unidad' de comparación s' El fallo es dela C.N.A.T., Sala II, 16/11/93,1qicolao c/ENTel.",
1994-A-339. Explícitamente se agregó, para considerar al régimen conven-
son las vacaciones que como institución laboralcontemplan dos cional más favorable, "la serie de prerrogativas que goza el dependiente
telefónico", prerrogativas que, al no estar descriptas en el fallo, formaron
81. Ver Capítulo III, nota 62. parte de- uno de los términos de comparación, sin que se lo pueda juzgar en
82 Ver Capítulo III, nota 63. concreto.
13 - Ramírez Bosco.
194 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEI, TRABAJO
LAS FUENTES DEL DERECHO DEL TRABAJO 195

ma unidad de negociación, se resuelve con los criterios genera-


En la Argentina, las normas sobre la relación entre distin-
les para la interferencia de normas, o sea que la posterior
tos niveles de convenios no estaban en el texto original de la
prevalece sobre la anterior (art. 26, ley 14,250).
ley 14.250. Aparecieron recientemente, en los últimos años
368. La hipótesis de la vigencia simultánea de dos conven- noventa, y actualmente rigen las que estableció I(ley 25.250:).
ciones colectivas de igual nivel, como aplicables a iguales rela- como arts. 24 y 25 de la ley 14.250. Según éstos, y como ya se'
ciones laborales, de modo tal que dé lugar a la acumulación de vio (n° 201) la regla es la prevalencia del convenio de menor
los derechos y obligaciones establecidos en las dos, es una situa- ámbito o nivel, salvo que el mismo convenio menor disponga lo
ción, en principio, imposible". El convenio colectivo, en último contrario.
caso, es un convenio que firma el trabajador titular de la rela- Si el convenio de menor nivel es antecedente, su decisión de
ción individual, por más que lo hace en grupo y a través de un dar prevalencia al mayor puede tener la forma de una expresa
representante legal; siendo así, el convenio, de entre los dos que adhesión a éste, o bien ser implícita, si es que los negociadores
resulte ahora aplicable, o el último a falta de un criterio más del convenio menor quedan comprendidos en la representación
adecuado, desplazará-al anterior 85 del mayor posterior.
. 369. El sistema de coexistencia de convenciones colectivas Si el convenio de menor nivel es posterior al mayor, la
de distintos niveles, cuyos ámbitos de aplicación se superpon- decisión del menor sobre la prevalencia del otro sólo puede ser
gan, se llama articulación, aunque a veces ese nombre se reser- expresa. A esta decisión, el art. 25 de la ley 14.250 la describe
va sólo para la coexistencia complementaria de los convenios, como el caso de que "aquél (el de menor nivel) hubiere sido
posiblemente en razón de que así se lo usó en Italia, donde se concertado para articularse con este último" (el de mayor
desarrolló el más difundido de los casos de este tipo de nivel).
relacionamiento entre convenios colectivos. 370. En la jurisprudencia, hace ya un tiempo largo que no
Los mecanismos de articulación, o si se quiere de relación, se plantean casos de interferencia de convenios colectivos de
pueden estar establecidos en las Jayes,_pactados en las mismas -distintos niveles. En el pasado Se dieron varios, que son los que
convenciones colectivas o pueden no estar previstos, en cuyo en realidad formaron la doctrina judicial conocida en el país, sin
caso, la solución de las interferencias queda a cargo de los que se haya llegado a un resultado estable y seguro: los tribuna-
tribunales. les de la provincia de Buenos Aires sostuvieron que los conve-
nios de empresa eran verdaderos convenios colectivos y por lo
84 En el ordenamiento jurídico argentino se da la particularidad o tanto susceptibles de derogación por un posterior convenio co-
excepción de que la ley 14.576, que es un estatuto especial para Viajantes lectivo de actividad; mientras que los de la ciudad de Buenos
de comercio, dispone que sólo el sindicato específico de viajantes puede Aires dispusieron que los de empresa eran sólo convenios indi'-
firmar convenios colectivos aplicables a trabajadores de este oficio, con lo
cual se propone alterar la regla general, porque así el convenio horizontal
viduales —aunque plurales— y por lo tanto no estaban disponi-
tendría que prevalecer sobre el vertical; no importa si el vertical es posterior bles para los posteriores convenios colectivos de actividad, con
no al otro. Pero en la realidad a veces se ha resuelto la aplicación el resultado de terminar acumulando las previsiones de uno u
simultánea y acumulativa del convenio de viajantes con uno de actividad, otro, aun las dispuestas para reemplazarse unas a otras 86 .
si bien la vigencia de esta norma es, en general, claudicante.
85 En alguna decisión judicial se sostuvo que debía acumularse el
convenio de viajantes al de la actividad vitivinícola, con un criterio análogo
u El convenio colectivo 308/75, para los viajaiiteS de comercio, dispo-
próximo al de mayor favor (C.N.A.T., 31/7/84, "T. y S.S.", 1984-1223), cosa ne la acumulación— dr-SüS"neirmáásein las de totro convenio _colectivo de_
que así establece que debe hacerse el convenio de viajantes, Pero ese criterio actividad que" doráPferide á los mismos viejaptes. Los convenios de rama
no se repitió, y, en cambio, el convenio de viajantes fue reiteradamente Suelen dejar a salvo la aplicación prioritaria del Convenio «principal",
postergado frente a la aplicación de otros de actividad, aunque más lo fue
cuando no están concebidos como una mera especificación de éste. Los
por el defectuoso alcance de su agente de negociación patronal que por haber convenios"internos de empresa también suelen poner expresamente a salvo
sido celebrado antes que el de actividad.
el convenio de actividad.
LAS FUENTES DEL DERECHO DEL 'TRABAJO 197
196 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO

Y en los convenios colectivos fue infrecuente que se estable- pública tiene más jerarquía normativa que los convenios co-
cieran normas para regir sus relaciones con otros convenios lectivos 87 .
colectivos, hasta tal punto que, si bien hay algunos casos, no En 'este caso estaba en juego una bonificación que hubiera
parece posible sacar de ellos ninguna regla o tendencia. debido recibir e1 trabajador, con motivo de su jubilación, por
aplicación del convenio colectivo derogado, en esta oportunidad
371. En el presente se advierte una creciente presión y por el art: 2, inc: a, de la ley 21.476.
una tendencia cierta a bajar el nivel de las negociaciones colec- Lo que dijo la Corte fue que "la garantía constitucional de
tivas al ámbito de la empresa, lo cual da particular interés al concertar convenios-colectivos no excluye la posibilidad de que
tema de las articulaciones, porque de tal manera es lo más 'algunas de las disposiciones. contenidas en tales convenios sean
posible que sea creciente la superposición de convenios de dis- dejadas sin efecto por una ley posterior", porque dicha garantía
tintos niveles. Éste parece ser el sentido de la reforma del año no es absoluta ni, por otra parte; importa alterar la prelación
2000, en cuanto distingue niveles de convenios y establece sis- normativa que resulta • de la propia ley fundamental (art. 31),
temas de relación entre ellos. • 'cuando no se ha demostrado que el legiáládor ".::haya. excedido
En general, puede afirmarse que la presión para reducir la 1 límite de lo razonable".
colectividad de trabajadores con que se negocie —desde la de la De modo que aquella decisión se fundó en un reconocimien-
actividad a la de la empresa— procura, entre otras cosas por lo o casi absoluto de la superioridad de las normas de fuente
menos; disminuir la capacidad.negocial de esa parte. Pero lo que pública, solo limitada-por-la exigencia de razonabilidad.
realmente está en cuestión es si esa disminución de la capaci-
dad negocial, que debería conllevar una disminución de la pro- 374. En 1985,.la C.S.J.N. volvió a tratar la cuestión en el
tección, se ha hecho por el momento funcionalmente imprescin- aso "Nordensthol"88? esta vez a la vista de unas indemnizado-
dible o inevitable, ya sea porque los mecanismoS vigentes hayan es por despido mayores que las de la L.C.T., indemnizaciones
dado lugar a un exceso absoluto de protección que no se sepa a las que daba derecho un convenio colectivo, derogado, también
cómo resolver, sea porque estos mecanismos. legales fueron ob- en este caso por el art. 2, inc. a, de la ley 21.476.
jeto, en la• realidad, de un uso excesivo o abusivo, caso este De allí en adelante, la Corte varió su doctrina originaria,
último que, por lo menos en alguna medida, coincide con lo para pasar a sostener que, en síntesis, la ley sólo puede disponer
ocurrido entre nosotros. del contenido de los convenios colectivos en casos de > emergen-
cia, porque, de hacerlo fuera de esos supuestos,-áiiiiblaTítrá
e). La derogación de convenios colectivos por 10. garantía del art. 14 bis C.N. ,sobre negociaciones coleCtiVaS.
044.
372. En la Argentina, la legislación públida dispuso con 14- • t, r., ,
frecuencia del derecho a negociar colectivamente pero en gene- " C.S.J.N., 31/7/79, "Romano, Adolfo y otros e/Usina Popular y Muni-
ral sólo— por vía de inhibirlo temporalmente, tanto que en sus cipal de Tandil", 'Tallos", 301:608; "T. y S.S.", 1979-469, con nota crítica de
Jorge Rodríguez Mancini. La C.S.J.N. volvió a ocuparse de la misma
primeros 35 arios de vigencia la ley 14.250 sólo estuvo teórica- derogación —quiere decir que del mismo convenio— en el caso "Almirón
mente operativa durante la mitad. Bismarck y otro dCooperativa Eléctrica Ltda. de Pergamino", 12/2/87, "T:
Pero hasta la ley. 21.476 de 1976, la legislación no había y S.S.'', 1990-1078, con nota de Hugo R. Corcavallo. En esta oportunidad-el
encarado la franca derogación dé cláusulas convencionales. Esta ¡ tribunal llegó a igual decisión, pero variando parcialmente, por lo menos, los
ley dejo sin efecto, sobre todo, parte del contenido en las conven- fundamentos, ya que si bien volvió a decir que la garantía para concretar
ciones ,doleetivas del sector público a de empresas de servicios convenios colectivos no es absoluta, en esencia se remitió a lo resuelto en el
Públicos, aunque también algunos aspectos parciales de conven- caso '`Nordensthol", al que se hará referencia enseguida.
88 C.S.J.N., 2/4/85, "Nordensthol, Gustavo J. dSubterráneos de Buenos
ciones del sector privado. Aires", "Fallos", 307326; "T. y S.S.", 1990-1098; "D.T.", 1985-B-951, con nota
373: En un primer momento, la C.S.J.N. afirmó la vali- de Julio J. Martínez Vivot; también comentó este fallo Germán Bidart
dez de esa ley, . sobre la base simple de 41M :la legislación Campos en "E.D.", 113-300.
LAS FUENTES DEL DERECHO DEL TRABAJO 199
198 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO

Agregó la Corte que, en estos casos de emergencia, las faculta- al En a igual resultado de declarar inconstitucional la ley
des legislativas quedan limitadas por la exigencia de razonabi- 21.476. '19, 4,

Edad; lo que, en concreto, significó exigir que la norma ;rue Lo que se sostuvo en estas disidencias es lo que se llama
dispone de los convenios colectivos debe tener una razonable "teoría del pargelisino de las fuentes". En resumen, lo que
proporción, de medio a fin, con la necesidad de atender la afirmaban es que"lás conveheiones—aectivas garantizadas por
einifgen- cía de que se trate. ". el art. 14 bis de la C.N. conforman una fuente de derecho que no
se puede interferir con las leyes, porque ambas son cosas distin-
El razonamiento de la Corte volvió en esta oportuni- tas e independientes sin que haya entre ellas ninguna relación
dad sobre la posición, por entonces largamente asentada, que de 6erarquía.i Y que, Por lo tanto, una vez completadas las
había sostenido en el pasado, cuando debió juzgar la Suspensión contenciones colectivas, las leyes no pueden disponer sobre
por norrnas legales de obligaciones fundadas en contratos indi- ellas o de ellas en ningún sentido.
viduales. Recordó —entre otros— el antecedente "Avico c/De la Si alguna virtud tuvieron estas disidencias fue la de com-
Pesa" 89 , en el que en el ario 1933 se aceptó la validez de la ley pletar el panorama explícito, porque con ellas quedaron a con-
11.741, por la cual se había dispuesto un congelamiento y mo- sideración de la Corte las tres posiciones posibles: la de la
ratoria de los intereses de créditos hipotecarios vigentes. prevalencia absoluta de la ley, del caso "Romano"; la de inde-
La idea fue que se "...reconoce la limitación válida de los pénBeheia-abSolíita a las fuentes, de estas disidencias;. Lla de
derechos individuales, y de las obligaciones nacidas de los con- predominio excepcional y relativo de la fuente legal, que es la
tratos, en situaciones de excepción o de emergencia, siempre que. la Corte eligió, y eligió teniendo claramente a la-Vista
que las restricciones aludidas dejen a salvo la sustancia del también las otras dos. Con lo cual, la doctrina del caso
derecho que se limita"; esa idea sá -tirailárdálchüsponsión "Nordensthol" tiene una solidez de la que argumentalmente
legal de contratos individuales a la de los convenios colectivos. carecería, si no fuera que se hubiesen planteado todas las alter-
No se afirmó ya más una superioridad irrestricta de las nativas disponibles con tanta claridad.
leyes, sino una que sólo existe en casos de emergencia y, de
todos modos, limitada por la razonabilidad y por el respeto de Desde el punto de vista teórico, la posición de la Corte
las normas constitucionales reglamentadas, exigido por el art. parece también acertada. Es cierto que la garantía del art. 14
28 C.N. bis sobre negociaciones colectivas tendría poco sentido, si como
cosa regular se admitiese que las leyes inhibieran la concerta-
Al aplicar estas razones de fundamento a los hechos ción de convenios colectivos, tanto como si los vaciasen de con-
concretos, la Corte hizo además un juicio de proporción. Lo que tenido, prohibiendo la negociación de determinados temas, o les
hizo fue declarar la inconstitucionalidad del art. 2, inc. a, de la pusiesen determinados límites por anticipado, o derogasen par-
ley 21.476, pero no porque en condiciones excepcionales la ley no te de ellos una vez firmados.
pudiese disponer del contenido de los convenios colectivos, sino También es cierto que la hipótesis de considerar al art. 14
por entender que no había entre lo que la ley disponía y la bis C.N. como independiente del 31 es lógicamente atractiva,
emergencia económica invocada una razonable relación de me- porque si se tienen en cuenta el momento, las condiciones y los
dio a fin; sobre todo, p_orque la ley no suspendía ni limitaba los procedimientos con que se dio ese art. 14 bis C.N., probablemen-
derechos del convenio col-salvo, sino que directamente los supri- te sea más exacto pensar que cuando se lo aprobó no se tuvo
mía
_ . o derogaba. para nada eh cuenta la relación entre las dos cláusulas consti-
En el caso "Nordensthol" hubo, además, una disiden- tucionales.
cia de fundamentos, aunque los dos jueces disidentes llegaron Sin embargo, incluidos como están los arts. 31 y 14 bis
en la C.N. vigente, es preciso buscar para jira una interpreta -
" C.S.J.N., 22/12/33, "Aviso c/Di la Pesa", Tallos", 172:121. Antes de ción que.parta, como base, de la coexistencia de ambos, y, siendo
esto, en "Ercolani c/Lanteri Renshaw", 23/11/21, 'Tallos", 136:161. . así, esto de la superioridad conlioihíradaTrelativa de las leyes
PARA UNA 'INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO LAS FUENTES DEL DERECHO DEL TRABAJO 201
200

que adopta la Corte tiene la virtud de ser en el país una posición tiene en cuenta que hasta la década del noventa el país se
conocida y tradicional, aparte de la mejor adaptada a nuestra Consideró recurrentemente, y a lo largo de muchos años, en
culturaiurídica que, como se dijo varias veces, reconoce a favor 'picos de emergencia, con lo cual al fin lo que se consiguió fue
de las normas públicas un fuerte privilegio, por más que no iioner en cuestión tanto 'que esta declarada emergencia fuera
necesariamente justificado. una situación excepcional y no algo malo pero permanente,
Por otra parte, es notorio que si se fuese a aceptar que las como la necesidad de que las limitaciones que por esa razón se
normas públicas no pueden interferir con las convenciones co- quisiesen imponer al público tuvieran una relación previsible
lectivas- garantizadas por la C.N., sería muy difícil de entender ton la solución del problema.
el hecho de que las negociaciones colectivas estén regidas o La Cáinara del Trabajo, al resolver en instancia ordi-
reglamentadas por una ley, si no se reconoce a ésta, implícita- naria el caso"Soengas", había declarado la inconstitucionalidad
mente, lo suficientemente superior como para hacer esto que de la ley 21.476, siguiendo expresamente lo dispuesto en el
hace, sobre todo en algunos aspectos particulares de nuestro antecedente "Nordensthol". Así, se reforzó el valor por compara-
régimen (v.gr., la personería gremial o la homologación estatal) ción de este nuevo fallo: a la supresión de bonificaciones por
que no:so-h.:0.ra nada, descripciones intrascendentes, necesa- jubilación o de indemnizaciones privilegiadas por despido no se
rias u obvias en la materia. De hecho, es notable' que la coexis- la juzgó bien relacionada 'con la necesidad de ordenar la econo-
tencia entre las leyes y los convenios colectivos, en los demás . mía; a la supresión temporaria de indexaciones salariales auto-
casos que ' no son el de derogación de unos por - otras, está
pacíficamente regido por. las .normas públicas, sin: que nunca máticas, sí.
esto se haya discutido. •
En 1990 se presentó a la C.S.J.N. un nuevo caso, esta Los ~tratos' individualek.
vez sobre una cláusula de(indexación)automática de las remune- •
raciones, derogada por e art. 2, inc. d, de la ley .21.476. : 383.. La en el inciso ¿del art. 1, lista expresamente
Fue el caso "Soengas",..St en éste la Corte declaró la validez de :a la "...voluntad de las partes" como una de las fuentes del
la ley.derogatoria; Si bien no varió su doctrina fundalriti.19°. contrato de trabájé (yde la relación de trabajo), de una manera
Volvió á decir que, dadas situaciones de excepción, la garantía a 'que en algún sentido resulta redundante, porque en este Mo-
favor de la concertación de convenciones colectivas no era absolu- mento, para la ciencia jurídica —y en particular para los cono-
ta, ya cjue en éstas la facultad de regular los derechos personales cimientos jurídico-laborales—, los de "voluntad de las partes" y
"puede ser más enérgicamente 'ejéTEidá que en los períodos de `contrato" son términos con significados o 'sentidos, si no sinóni-
sosiego y normalidad"; con la diferencia de que, en este caso, mos, por lo menos confluentes o coincidentes entre sí, y ambos
sostuvo que la suspensión del ajuste automático de las remune- con la noción de autonomía de la voluntad.
raciones pactadas en el convenio era sólo transitoria y estaba Se trata, en todo caso, de reconocer la aptitud de la volun-
bien proporcionada con el objetivo de contener la _ inflación
... y tad individual de los interesadoss, mejor dicho, de los obligados,
poner én orden la economía. para participar significativamente en el establecimiento de las
De manera que el aporte original en el caso "Soengas" 'normas por las .que regirá su conducta, tanto en el momeuto
no fue el de su doctrina general, sino el de una pauta concreta !inicial en el que se puede o no establecer la relación entre
de cómo debe entenderse lo de la emergencia y lo de los medios partes, como en el por lo menos lógicamente posterior, en el que
proporcionados o no para enfrentarla. Esto es importante si se se le da contenido a esa relación, por medio de fijar las normas
;concretas que la regirán.
384. Este aspecto redundante del inciso d se acentúa toda-
C.S.J.N., 7/8/90, "Soengas, Héetor elEFA", "Fallos", 313:664; "T. y vía más, en cuanto se considere el hecho, ya señalado al princi-
S.S.", 1990-1081; "D.T.", 1990-B-2305,
202 PARA UNA INTRODUCCION AL DERECHO DEL TRABAJO LAS PUENTES DEL DERECHO DEL TRABAJO 203

pío de este Capítulo, dé que la lista de fuentes, en la L.C.T., no lo cierto es que cuando en 1974 se sancionó la L.C.T., esta
es completa, de modo que cualquier mención concreta de una polémica y estas explicaciones alternativas ya estaban supera-
fuente en principio se debe entender como respondiendo a algún das y hasta se diría que el tema sé había agotado en la doctrina.
propósito específico, por lo menos parcialmente distinto del de De todos modos., en la L.C.T., con un propósito visiblemente
la mera enunciación. práctico y ecléctico, aparecen todavía algunas rémoras de la
En el caso, la idea debe haber sido, según el supuesto más discusión, sobre todo en cuanto se_conserva_la ........ de _la
probable, la de poner énfasis en el carácter real o sustancial- relación de trabajo al lado de la. del contrato_ (arts. 21 y 22
mente contractual —"voluntario"— de la relación entre trabaja- L.C.T.), y también en esta cuestión de las fuentes, al sostener el
dores y empleadores, para enfrentar o para dilucidar definitiva- inciso d del art. 1 que la voluntad de las partes es tanto fuente
mente las tan fuertes impugnaciones a este carácter que se del contrato como, e la relación de trabajo..
registran en la historia del derecho del trabajo, más que nada De todos modos, como se señaló al comienzo de este
. fundadas en las dificultades que la figura tradicional del contra- Capítulo, para que el tema de las fuentes tenga el mejor rendi-
to presentó, en el origen, al progreso de la protección laboral, y miento posible es preciso plantearse las preguntas sobre qué
en la inusualmente limitada participación que, en la definición jerarquía tienen dentro del cuadro general las normas de la
de esta relación, dejaban a la voluntad individual primero las fuente en cuestión (en el Caso, las contractuales) y, luego, sobre
leyes imperativas y luego éstas con o más las convenciones qué preferencia deben tener o se les da en la aplicación. O, si se
colectivas. quiere, hasta qué punto o con qué preferencia es previsible que
385. Se deben dar acá por conocidos o presupuestos los los tribunales acudirán a estas normas para solucionar los
variados intentos de reemplazar, en materia laboral, la idea de conflictos en la materia.
contrato j5bTotraS-9I-con-éxito y .alcance bastante Váfird6: Pero Estas preguntas ya han sido o serán contestadas en
este Capítulo, en cada lugar, al analizar la jerarquía y preferen-
91 La naturaleza contractual de los vínculos laborales fue impugnada
Cia de las normas de cada fuente contractual.
en sí misma, fuera de que se la intentó reemplazar por la noción de estatuto, En síntesis; resulta que, sin lugar a dudas, la Constitución
la de institución, cosas tales como el "contrato realidad" o particularmente Nacional, los tratados internacionales —sean los incluidos en la
la "relación de trabajo", de la que todavía hay restos en nuestra L.C.T. Constitución o los que no lo están—, las leyes y las convenciones
Sobre la cuestión, entre otros, pueden verse, Compendio de Derecho del colectivas, tienen 'más jerarquía que los contratos, según el
Trabajo cit., de Hueck y Nipperdey, pa. '83 a 91; Derecho Mexicano del derecho nacional, de' modo que por regla general las normas
Trabajo, de De la Cueva, Ed. Porrúa, México, 1943, ps. 373 a 393, en
particular p. 393, donde afirma resumidamente la conveniencia de reempla- contractuales „no.. pueden contradecir a aquellas otras,._salvo
zar la noción de contrato por la de enrolamiento o enganche y por la de cuando éstas sadeclaiiiirliSponil5TaWa. la autonomía privada
contrato realidad; Justo López, L.C.T. comentada cit., t. 1, p. 17; Contrato de la voluntad.
de trabajo y relación de trabajo, de Horacio De La Fuente, "D.T.", 1980-1445 Como planteo general también puede aceptarse que las
y ss.; Contrato de trabajo, de Luis Ramírez Bosco, "D.T.", 1984-A-417 y SS., normas contractuales tienen aptitud para establecer mayores
en especial ps. 426 a 429. Y, sobre todo, Relación de trabajo y nulidad del derechos para lb-á-trabajad-ores que los previstos en las de fuente
contrato, de Ricardo Guibourg, "L.T.", XX-B-1041 y ss;, quien explicó, a mi
juicio de un modo definitivo, que "la pregunta no es si existe una relación de mayor nivel, pero ello también con la excepción del caso en .
de trabajo independiente del contrato o aun en reemplazo de éste, ya que tal que/las normas disponibles se declaren, o sean por su naturale-
cuestión, como cualquier otra que' verse sobre la verdad intrínseca de las za, jAdisponibles. en el:443.14r. sentidá:17.)::;',4
clasificaciones, carece de respuesta. La cuestión es si para estudiar y 388. La comparación entre las normas contractuales y las
clasificar las relaciones jurídicas entre trabajadores y empleadores nos
conviene mantener el viejo esquema contractual o es preferible crear una de mayor jerarquítiTrefectos de saber cuál es la más beneficio-,
nueva interpretación que lo acompañe o reemplace". Y la respuesta a esta sa, no está sujeta por las leyes u otras normas (ningún criterio)
cuestión es negativa, dadas, aunque más no sea, la experiencia y la eficacia determinado.
con las que cuenta la noción de contrato y no las demás.
204 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO LAS FUENTES DEL DERECHO DEL TRABAJO 205.

Como idea básica; puede aceptarse que las normas contrac- En la teoría, para que a los usos y costumbres se lel
tuales. se deban comparar con las otras punto por punto, sacando reconozca carácter de norma obligatoria deben reunir algunas
de cada una lo mejor, o sea, utilizando el criterio de comparación características: por lo menos —y es lomas probable que con esto
1/atomizador o dé acumulación y no alguna forma de conglobamiento. , sea suficiente-- deben ser conductas repetidas con generalidad
Ello, por respeto a como se presentan en general las cosas, entre las personas que forman la comunidad, o el grupo menor
ya que los contratos de trabajo están, la mayor parte de las , (por ej.,.profesional) que se tenga en vista, y debe darse a su
veces, concebidos como textos que sólo se refieren a aquello que respecto la convicción, igualmente generalizada, sobre la nece-
puntualmente es preciso especificar o a lo que se proponen ; sidad u obligatoriedad de repetir esas conductas (opinio
mejorar las previsiones legales o de los convenios colectivos. , necessitatis) 93. También deben ser conductas ejemplares o jus-
Un tema no dilucidado es el de la eventual colisión de tas, 'Pero este requerimiento, como señala Goldschmidt, vale
las normas contractuales con normas de costumbre. En el § 413, para las normas de Cualquier fuente y no sólo para las de
se explica con un poco más de extensión, o mejor ubicada la costumbre ".
cuestión en un contexto más extenso, por qué la previsión más 392. Sobre la generalidad en el acatamiento de la costum-
plausible. es la de que los tribunales aceptarían la prevalencia bre, lo que sé sostiene es que debe tratarse de actitudes acepta-
de las normas contractuales, aun cuando las de Costumbre sean das en un medio amplio, en todo caso mayor que el limitado a las
más beneficiosas para el trabajador. ; partes de la cuestión en vista.
, Quiere decir que puede ser una costumbre generalizada en
9. Los usos y costumbres. la región o en el mercado comercial o laboral de que se trate, o,
aunque sea, para la profesión o actividad de todos los que se
ocupan en eso mismo. Pero no es costumbre la repetición de una
a) Noción y caracteres.
determinada clase de conducta entre las partes de un contrato
La costumbre forma el llamado derecho ,elpontáneo, ' laboral; no se la plebe confundir con el eso .contractua'l'.
porque sus normas no se establecen con una sola:decisión habi- Esa distinción importa, justamente, porque laConfusión es
litada para ese propósito, sinoS a través de la reiteración de muy frecuente, tanto que en el lenguaje usual se habla de
situaciones o conductas, de manera paulatina; , y, sobre todo, ; norma de costumbre para referirse a la que pueden haber
porque su establecimiento se atribuye a las actitudes-o activida- establecido las partes de un contrato por repetición de ciertas
des de los mismos; que quedan_obligados. per esas normas 92. conductas entre ellas. Y no es una confusión irrelevante, porque
una fuente, la costumbre, provee normas heterónomas sobre las
que habrá que analizar su nriperatiVidaci o supletoriedad (en
92 Sobre el derecho espontáneo, ver Introducción al Derecho cit., de
Werner Goldschmidt, p. 85, quien clasifica al derecho espontáneo en
repentino (revolucionario) o paulatino (costumbre y jurisprudencia). 93 Sobre kis requisitos que se exigen a la costumbre para reconocer su

Sobre que el derecho espontáneo, o por lo menos el de costumbre, tenga carácter normativo en el derecho inglés, para el que tiene mayor importan-
una base esencialmente democrática (sea un caso práctico de democracia cia, ver A. Ross, ob. cit., p. 94: se exige que sea inmemorial; no posterior al
directa), anota Bodenheimer que esto es relativo: los estudios sobre comu- ' año 1189; haber sido acatada continuamente; haber sido ejercida pactflea-
nidades primitivas muestran cómo en ellas predominaba el modelo patriarcal ' mente; estar sustentada en la opinio necessitatis; ser cierta, razonable y
sobre el democrático y esto era el comienzode las costumbres (ob. cit., p. 105). ' compatible con los principios generales' del Cominon Law y del derecha
Sobre que la costumbre y la jurisprudencia deban o puedan con utilidad legislado. Sobre la convicción generalizada de obligatoriedad, ver Borda, ob•
clasificarse en una misma categoría de derecho espontáneo, Guillermo cit., ps. 74 y 75; Justo López, L.C.T. comentada cit., p. 18.
Borda, Tratado de Derecho Civil cit., Parte General, t. I, p. 89, señala. la 94 Ob. cit., p. 86.
relatividad de esta idea, puntualizando que mientras la costumbre es 95 Ernesto Krotoschin, ob. cit., t. I, p. 54; Justo López, ob. cit., p. 20, texto
producida por el público, la jurisprudencia la produce no sólo un órgane del y nota 77; Fernández Madrid, Tratado.., cit., la refiere como una "conducta
Estado, sino uno especialmente capacitado en materia jurídica. repetida de las partes".
206 Pa UNA INTRODUCCIÓN Al, DERECHO DEL TRABAJO LAS FUENTES DEL DERECHO DEL TRABAJO 207

especial frente a la autonomía individual), su rango o su preemi- Sobre la convicción. pública de obligatoriedad, Justo
nencia, o, sobre todo, su eventual retroactividad; mientras que López distingue que.solo la -costu‘mbre, para ser tal, debe cum-
la otra, el mero. intercambio de voluntades personales, es de plir con esa exigencia.-No los usos, que sólo son la parte material
hecho una mapiréatición -táeita de consentimiento o voluntad, de la norma (la--rne.ra repetición de hechos o actitudes sin el
conocida para y regida por la legislación común, y sobre la que elemento espiritual de convicción), de modo que si, como ocurre
corresponde, más que nada, analizar sus condiciones de emisión en el art. 1 de la L.C.T., se equipararan, o se listaran a la vez,
(si constituye consentimiento y si es uno válido). los usos y las costumbres, dándole a. ambos el carácter de fuente
De todas maneras, hay un plano en el que la costum- normativa, ello querría decir que en nuestro país no se exige la
bre y el uso contractual tienden a superponerse, que es el de los opinio necessitatis para que el derecho cons etudinario alcance
llamados usos de empresa, o sea, el de la repetición que un rango normativo.
empleador haga de ciertas actitudes respecto de sus trabajado- Esto, según Justo López, al parecer querría también
'res en general, con lo cual puede terminar generando un dere- decir que la costumbre no alcanza el carácter de' norma por sí
cho á favor de otros trabajadores, a los que no' hUbiera -qiieridc; misma, ya que las normas, para serio, deben ser de aplicación
tratar de la misma manera o, por lo menos, no decidió expresa- necesaria y obligatoria, por poco o mucho que lo sean. Si la
mente hacerlo así. obligatoriedad no deviene, entonces, de una convicción social
Esta cuestión, relativamente frecuente, no parece que se que se les requiera como condición, estas normas sólo lo serían
resuelva bien procurando verificar si en el caso hay o no una porque así lo establece otra. O sea que serían, en esencia,
norma de costumbre; preferiblemente .debería tratarse sobre la normas públicas, pero con un tipo abierto a su definición por la
base de la obligación de no discriminar y de sus límites. Pero si costumbre.
se la quiere mantener planteada en este ámbito —repito que Vistas así las cosas, no parece que se pueda dar en este
con un acierto y una utilidad improbables—, la pregunta se punto una formulación categórica y general. Es posible que
trasladaría a si la autonomía de la voluntad, cuando esté expre- para hablar sólo del efecto concreto que señala Justo Ló-
sada conjuntamente, puede o no posponer la norma de costum- pez— la ley argentina haya querido convertir en norma a los
bre, cuestión sobre la que se volverá más adelante pero que usos sin exigir que el público esté convencido sobre su obliga-
tiene una contestación afirmativa. toriedad; pero no es claro que una cosa así pueda asegurarse,
Un ejemplo de ésto lo toma Justo López del plenario 35 ni menos que pueda asegurarse que los tribunales la acepta-
de la C.N.A:T. en el caso "Pifiol c/Genoyesi.'_',.en el que se decidió rían en el supuesto de producirse un caso real: más bien parece
la obligatoriedad para el e'lidlYdáárioCle mantener las gratificacio- que un hipotético caso real sería previsiblemente uno comple-
nes a favor de los trabajadores, con una secuenda determinada, jo, aislado y dudoso, porque, respecto de un uso sin convicción
si es que éstas se habían dado antes con habitualidad 96. social de obligatoriedad, lo primero que probablemente pase es
Pero esto, más que un uso, parece un caso de manifestación que éste sea uno más o menos ignorado por el público y/o poco
tácita de la voluntad, por más que sea de los que, en el lenguaje generalizado, con lo cual su carácter normativo quedaría en
de uso común, se mencionan como una costumbre. Y la posibi- cuestión por otros motivos, más bien relacionados a si real-
lidad de excluir por acuerdo expreso a uno ovarios trabajadores mente se trata de un uso social.
de ese tratamiento debería resolverse, como se dijo, teniendo
más que nada en cuenta los límites dé la facultad del empleador b) Importancia de la costumbre como fuente.
para dar tratamientos distintos a su personal.
Las normas de costumbre están siempre en el punto
de partida de la evolución jurídica 97, es posible que debido a la
" El fallo plenario se dio el 13/9156, "D.T.", 1956-647. Justo López hace
la mención citada en L.C.T. comentada cit., p. 20, texto y nota 77. .97 Alf Ross, ob. cit., p. 90.
208 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO LAS FUENTES DEL DERECHO DEL TRABAJO 209

permanente necesidad de quienes cumplen la función arbitral trabajo, porque así lo dispone, expresamente, el art. 1, inc. e, de
de los tribunales de contar con algunas reglas para la solución la L.C.T. Sin embargo, antes y después de la.L.C.T. se registran
de los conflictos interpersonales; reglas que se busca que sean pocos casos en que se haya invocado la costumbre como fuente
1 universahnente satisfactorias, de modo que aseguren a la vez la de derecho: como ejemplo -extremo se cita el de un antiguo
terminación pacífica del diferendo presente y una cierta "laudo gastronómico", contra-el que la costumbre habría desem-
previsibilidad sobre el resultado que dará su aplicación en el beñado su función normativa con la mayor extensión posible,
futuro'. que es la de derogar una norma pública. Aquel laudo, que tuvo
En la evolución posterior de los sistemas jurídicos, la rango legal (dee. 4148/46; ley 12.931), prohibió a los trabajado-
costumbre va perdiendo importancia, originariamente en la res gastronómicos recibir propinas, bajo apercibimiento de des-
medida en que se difundió el uso de la escritura ". Sobre todo Pido, pero nunca EQ registró áu 'aplicación en los 35 años que
quedó postergada en los países en los que, como en el nuestro, estuvo formalmente vigente 1".
el ordenamiento jurídico se formuló siguiendo los lineamientos' • En todo caso, parece preferible formular claramente que,
de los derechos romano y francés, o sea, derecho preponderan- én la Argentina, el sistema positivo impide que la costumbre
temente escrito, pero aquí, además, aplicado a una sociedad derogue - leyes y que es altamente probable —casi diría que
reciente, sin mayores usos antecedentes. ineludible— que los tribunales acepten esta relación de jerar-
En la actualidad, en la Argentina, la costumbre tiene poca quías normativasm.
importancia como fuente"; como dijo Bodenheimer con carácter 401. En casos más corrientes, M jurisprudencia mencionó
- general, a la costumbre sólo le queda, para reglar, aquello que Fa capacidad normativa de la costumbre, aunque de un modo
el Estado no considera de suficiente importancia como para negativo, para sostener que si un viajante de comercio no acordó
dictar una norma pública 100 . que fueran 'pagos los traslados hasta su casa, debe entenderse
En concreto, y respecto particularmente del derecho que no lo son, porque en este tipo de relación la costumbre es
del trabajo, no parece lo más previsible que, dada una laguna que los gastos de movilidad séáflzprésurnente pactádós- lc". O '
del ordenamiento laboral escrito, los tribunales argentinos va- para sostener que el reconocimiento de la antigüedad adquirida
yan a preferir llenarla con alguna norma de costumbre antes
que con la de otra fuente auxiliar.
Es que cuando se trata sobre la costumbre como fuente del '°' Esta norma fue finalmente-derogada-en 1980 por la ley 22.310. Si se
derecho del trabajo nacional, hay que tener en cuenta que las trata de ser estricto, no es posible asegurar que los usos la han derogado,
'relaciones de trabajo propiamente dichas apareciéron en el país precisamente porque su falta de aplicación real impidió saber qué hubiesen
poco antes de las normas laborales específicas, de modo que no hecho los tribunales ante un caso de despido por recibir propinas.
hubo mucho tiempo para que se formaran, antes, costumbres 192 La C.S.J.N., el 21/11/89, en el caso "Casuso cfSadaic", "E.D.", 139-
353, se expidió en un sentido que a veces se menciona como admitiendo la
industriales.- derogación de cláusulas de convenio colectivo por desuso. Así, aunque de
En la Argentina, en materia laboral, no puede poner- Manera poco categórica, lo hacen las dos notas con que se publicó ese fallo,
se en duda que la costumbre sea una fuente del derecho del una de G. Bidart Campos y Daniel E. Herrendorf, y la otta de Mario Vivino
(ambas en el lugar cit.). Lo dispuesto por el fallo se limitó a sostener que fue-
arbitrario no considerar el argumento del apelante, en el sentido de que
pudiera haber desuetudo, lo cual, a lo más, significa no descontar dogmática
" Bodenheimer, ob. cit., p. 108. Alf Ross, ob. cit., p. 90, dice "a medida o categóricamente dicha hipótesis. Pero la misma C.S.J.N. tuvo en cuenta
que el derecho fue haciéndose progresivamente más fijo mediante la que se trataba da un "uso empresario" referido a un convenio colectivo de
legislación y la práctica de los tribunales, la costumbre fue perdiendo empresa, por lo que el. posible desuetudo, más que Ml, hubiera sido una
importancia como fuente de derecho". derogación por voluntad concurrente, manifestada a través de hechos y no
99 Ernesto Krotoschin, ob. cit., t. I, p. 54. de palabreé.
1°' Ob. cit., p. 103. : 1" CN.A.T., Sala V, 4/9/86, "Glovinázzo c/Olycon", "T. y S.S.", 1987-151. .
14 ..Rainírez Bosco,
210 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO • LAS PUENTES DEL DERECHO DEL TRABAJO 211

en otras empresas del Estado, a los efectos de la antigüedad inhibir por completo su capacidad normativa. Este último es el
indemnizable, es norma de costumbre 104 caso de la costumbre, que en la pirámide jurídica nacional
queda a disposición de las normas públicas, por más que las
c) Jerarquía normativa y preferencia en la leyes, en los hechos, ni la supriman ni la eliminen.
aplicación.
404. La cuestión, entonces, en nuestro derecho laboral, y
402; En todo caso, la cuestión sobre los usos y costumbres casi en nuestro derecho común en general, no es tanto, como se
no es, en el derecho nacional, la de si pueden o no dar lugar a dijo, la de si la costumbre es o no fuente de derecho, sino ésta de
normas obligatorias, cosa que no es discutible, sino qué ubica- la relación de jerarquía y de preferencia en la aplicación que
ción tienen estas normas en el ordenamiento jurídico. Se trata tengan las normas de costumbre con las de las demás fuentes.
de determinar cuál es su jerarquía y cuál es su orden de prela- Más que nada se trata de saber:
ción en la aplicación. si las normas más favorables de la costumbre deben
La Constitución Nacional, por una parte, no menciona a la aplicarse con preferencia sobre las legales, y
costumbre como fuente normativa y, por otra, fija en el art. 31 si las normas de costumbre postergan o pueden ser
un orden de jerarquía que privilegia a las normas públicas. pospuestas por las contractuales.
Como, además, a otras fuentes no públicas les garantiza su Con las normas de otras fuentes supletorias (principalmen-
operatividad (a la autonomía individual en general y a la auto- te los principios' y la equidad) nii:Pairece láber un_problema de
nomía colectiva en materia laboral), esta falta de mención pare- colisión o uno que pase de la pura teoría, porque To—s ,usos
ce señalar algo más que la exclusión de la costumbre del orden opiles-E6S a esta clase de mandamientos genéricos serían, o bien
jerárquico de las fuentes; parece indicar también la poca impor- asisfeffiáticos, o bien directamente insatisfactorios desde el punto
tancia que el ordenamiento nacional dedica a esta clase de de vista de la conciencia media de justicia, y por lo tanto sería
normas. muy improbable su aplicación por los tribunales, por razones
- distintas a su grado de preferencia frente a normas de otras
403. Con todo, lo que hace la Constitución al jerarquizar a fuentes.
las normas legales por encima de las demás no es quitarle el
carácter de normas a todas las que no sean legales o no estén 405. En cuanto a las relaciones de los usos y costumbres
previstas en la Constitución, sino sólo facultar al Poder Legisla- con las jeyel, nuestro sistema tradicional, descripto por el art.
tivo para que dé normas preeminentes. Hasta tal punto preemi- 17 del- Cód: Civil sólo admitió la vigencia de las normas de
nentes que las normas de las demás fuentes quedan a disposi- costumbre por la remisión a ellas que hagan las legales, o,
ción de las leyes, algunas veces con ciertas limitaciones que ahora, desde 1967, cuando se ocupen de materias no tratadas
impiden borrarlas más allá de cierto límite (como ocurre con las por las leyes 105.
negociaciones colectivas o con la autonomía individual); otras Quiere decir que, en materia civil, de acuerdo con el ya
sin esas limitaciones, de modo que la ley podría legítimamente citado orden constitucional de las fuentes (que ni siquiera men-

"5 El Código de Comercio, al que también se hace frecuente men,pión


1" C.N.A.T., Sala VII, 11/7/96, "Ilyser c/Y.P.F.",13.T.", 1996-2398. El cuando se trata de este tema, se ocupa de él en el Título Preliminar,
fallo se apoya, además, en la obligación empresarial de actuar con buena fe cláusulas II y V, para darle a la costumbre valor sólo como elemento de
y en la de respetar la igualdad de trato en situaciones idénticas. De hecho, interpretación de los contratos, cosa que luego ratifica en el art. 218, inc. 6.
era uno de esos casos límite de uso empresario, aparentemente dirigido, de Dado que el Código. de Comercio se ocupa de una clase de relaciones en la
manera indeterminada, también a cualquier futuro ingresante. En contra, que, según se afirma, la costumbre cumple un papel relevante, esta escueta
aunque por razones no relativas al carácter normativo de la costumbre o mención concreta resulta, de hecho; una pura remisión al derecho civil, sin
siquiera al carácter obligatorio de la manifestación tácita de voluntad: el cual la costumbre no tendría casi papel previsto como fuente en nuestro
C.N.A.T., Sala VIII, 24/5/91, "González c/Y.P.F.", "D.T.", 1996-2400. derecho comercial.
212 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO
LAS FUENTES DEL DERECHO DEL TRABAJO 213
ciona a las normas de costumbre), éstas sólo pueden regir por y
en la medida de una específica habilitación legal. ; para posponerlas ni para derogarlas, .por más que a veces se
1 citan los casos de
desuetudo ya mencionados, que no alcanzan a
406.. En derecho del trabajo, esto podría parecer alterado,
en cuanto el art. 1, inc. e, lista entre las fuentes a "los usos y contrariar o a relativizar esta regla general tan clara, porque
costumbres",; a la par de la ley y de otras fuentes. son pocos, extraordinarios y hasta dudosos en cuanto tales.
Como ya se señaló, ese artículo ni fija ni dala entender un Lo que se agrega, como tema propio del derecho del
orden de jerarquía o uno de preferencia en la aplicación, que rija trabajo, es la cuestión de si la costumbre contra legem puede
las ;relaciones entre las normas de las distintas' fuentes que aplicarse con preferencia sobre lá ley, en los casos en que aqué-
enumera ID', con lo cual, si se lo considera ;literalmente, es lla sea más favorable al trabajador. La cuestión se plantea a
posible.que este.texto sea el más amplio de los que, en el derecho ; partir de una propuesta de aplicación extensiva del criterio o
positiva argentino, disponen - la habilitación norrnativa de la -1
principio de la norma Más favorable, de modo que éste no sirva
costumbre para una rama completa del derecho. sólo en los casos para los que legalmente está previsto (Coexis-
407. Sin embargo, no parece que sobre esta base pueda tencia de leyes, convenios colectivos y Contratos), sino, por ana-
logía; también a otros, como el de las normas de costumbre, que
afirmarse con alguna posibilidad de acierto que las normas así pueden llegar a prevalecer sobre las legales un.
laborales de costumbre tienen, respecto de las legales, una
relación distinta de la que existe en todo el derecho nacional. Sobre este asunto, ya al tratar este principio en el
Más bien, el mismo hecho de que la L.C.T. no 'establezca un Capítulo III se señaló que la alternativa Más prudente y más
sistema especial para regir la coexistencia entre las normas probable para acertar con su contenido consiste en considerarlo
legales :y las de costumbre hace necesario procurarse alguno como una regla de .excepción y, por lo tanto, sólo vigente en
para resolver el problema, y, siendo así, el único_predis_puesto es aquellos casos en qué la ley lo establece. Dicho de otro modo, que
el del Código Civil, aplicable al caso, en cuanto la legislación aY.a juzgado funcional y conveniente establecer el crite-
'civil es también fuente del derecho del trabajo. Por otra parte, rio de favor para resólver el interjuego de ti-1:nm — al- dé" Ciertas
el SiSterná nunel Código Civil dispone para regir las relaciones fue es (Partícularrnenie las de convenio- CelectivoCalretrasbz_
entre las normas legales y; las de costumbre 16 que hace es _significa ni que lo haya querido hacer también en otros casos, -ni
adaptarse a la jerarquía establecida por el art. 31 de la C.N., . que 'en esos afros casos (Como ocurría 'en eSPICiárcon las
que da franca preferencia a las normas públicas, hormas de costumbre) eso también sea funcional o útil.
408. De tal manera que la mención, comoluente, de la - 411. Males de esta manera, en la medida en que la propia
costumbre en el art. 1 L.C.T. debería preferfblemente entender- L.C.T. ha usado diatirito criterio para resolver las relaciones
_ se como referida; no a cualquier costumbre, sino a aquella que entre otra clase de. normas, dando cuenta así de que el de la
rige por remisión de la ley (secundara legem) o, en todo caso, a horma más favorable no es el único; y, sobre todo, porque el
falta de disposic-ibria-gTékáles--cjirdétéFifrkérri). criterio de la norma más favorable rigió con relación a las
En el cláreare del trabajo; etirniféii ;el' derecho nacional en . normal de costumbre, según el art. 17 del texto original de la
general; las costumbres no rigen contra las normas positivas, ni L.C.T., del cual fue quitado por la reforma de 1977. Con lo que .
no es posible ignorar que la posición del ordenamiento positivo.,
al presente, es contraria a esa alternativa que contuvo y expre-
106 De todas maneras, la misma L.C.T., si no se considera aisladamente Samente desechó. • .
áu art. 1, contiene la posibilidad de una interpretación más funcional o más
acorde con la realidad: por ej., el art. 11 remite a otras fuentes en caso de 1. 412. Una cuestión sobre la costumbre, que puede plantear-
que un asunto no pueda ser resuelto por las reyes, con lo cual, y aceptando se como propia-del derecho laboral, es la de si las normas de uso,
que las leyes tienen sin duda el primer lugar, pope_a la cobtumbre en uno
todavía posterior, respecto de las fuentes subsidiarias (aqUidid:intraállyes;-
gaiCipios; buena fe, etc.). 101 Justo López; L.C.T. comet:ttada cit., ps. 21 y 22 En igual. sentido,
Úernández Madrid, Tratado...lcit., t. I, p. 427.
214 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO LAS FUENTES DEL DERECHO DEL TRABAJO 215

más favorables, prevalecen sobre la legislación disponible o Respecto de las relaciones que tengan entre sí las
dispositiva. Esto parece ser una variante menor de la propuesta normas de costumbre con las contractuales, no es este un tema
de aplicar siempre el criterio de la norma más favorable, pero en que se haya planteado.
este caso favorecida por el carácter no imperativo de la norma La cuestión puede producirse si, mediante un acuerdo ex-
de que se trate ". preso, se prodira dejar sin efecto una costumbre ose lo hace aun
El caso se plantea como un extremo hipotético, ya que la inadvertidamente; si se da este caso, la solución correcta parece
mayoría de las normas de derecho del trabajo son imperativas, ser la que haga prevalecer al contrato sobre el uso contrario.
tanto que, por eso mismo, son particularmente descriptivas y En este sentido, se advierte que los usos y costumbres, por
detalladas, con lo cual logran dejar tan poco espacio para las más que sean normas, no. tienen imperatividad, y que siendo la
normas de costumbre "9. autonomía individual una fuente mejor reconocida por el orde-
Pero aun como caso hipotético, no se advierte una . razón namiento positivo (aun 'Por. le C.N.), sus normas tendríari qué
considerable para que la costumbre 'Do-spot:1ga las normas legales, prevalecer sobre las de costumbre.
aun ráa-dispoSitivas, cosa que ni siquiera es así en el derecho de Por otra parte, esto es lo que implícitamente se resuelve
las obligaciones y los contratos, por más que en éste la mayoría aun en los casos en que se da lugar a una norma de costumbre,
de las normas son supletorias de la autonomía individual. En argumentando que se lo hace a falta de pacto expreso
realidad, parece que al proponerse que la costumbre desplace a la
legislación supletoria lo que se hace es equipararla inadvertida- d) La prueba de la costumbre.
mente con la voluntad individual, equiparación que no coincide ni
COn la legislación ni- con las ideas- jurídicas generales. Respecto de la prueba de la costumbre, tanto se ha
La legislación lo que hace es declararse disponible para las sostenido que se la debe probar porque se trata de hechos como
normas de la autonomía individual; no para otras, y particular- que no debe hacérselo porque se trata de normas
mente no para las de costumbre. Pero aun los sostenedores de-la primera postura admitie-
ron, en general, que la costumbre se debe aplicar, sin necesidad
de probarla, cuando se trate de costumbre notoria, Y aun los que
argumentan su naturaleza normativa, y por consiguiente la
Fernández Madrid, Tratado... cit., p. 427, afirma categóricamente necesidad de aplicarla siguiendo la máxima jura curia nouit,
\que las normas de costumbre más favorables prevalecen sobre el derecho
dispositivo. admiten, de todos modos, que el tribunal pueda exigir o procu-
usto 'López, a partir de que as_bnite la prevalencia de la costumbre más rar de oficio su prueba.
favorable sobre la ley, se plantea la neo-ella-id-de determinar un sistema para Estas bases argumentaleá tradicionales no parecen
comparar las nóriñas de una y otra fuente, problema que resuelve proponien- satisfactorias: las normas de costumbre son normas y no he-
do la comparación con el mecanismo del conglobamiento por instituciones.
Lo hace sosteniendo que esa es la norma análoga de la ley y que la ley prevé chos, porque así lo admite o dispone el ordenamiento jurídico.
ese sistema siempre que se deban comparar normas de fuentes que exceden
la autonomía individual.
En el texto de este libro no figura este segundo problema, porque al ser "° En el fallo de la C.N.A.T. "Giovinazzo c/Olycon", cit. en nota 104, la
negativa mi respuesta al primero, éste deja de ser posible. Pero, de todas costumbre se hizo valer invocando, expresamente, una laguna de norma
maneras, me parece conveniente tener en cuenta que, corno se trató con los contractual: o sea que, de haber habido norma contractual, no se hágila
principios en el Capítulo M y al referirse en éste a la convención colectiva, aplicado la de costumbre.
UI
-este mecanismo del conglobamiento por instituciones es desconfiable, ya que Borda, Tratado... cit., t. 1, ps. 79 y 80; Jorge J. Llambías, Tratado de
tiene sus propios problemas, sobre todo causados porque en cuanto se va a Derecho Civil, Parte General, Ed. Perrot, 4ed., Bs. As., 1970, t. 1, p. 68. La
lo concreto, dentro de cualquier "institución" laboral, normalmente deben posición que requería prueba de la costumbre por considerarla un hecho
contenerse normas cuya aplicación imperativa individual no puede parece haber sido sostenida originariamente por los glosadores del derecho
posponerse, aunque se compense su falta de aplicación con otros beneficios. romano, para oponerse al progreso de la aplicación de las costumbres
1°9 Manuel Alonso Olea, Introducción al Derecho del Trabajo cit., p. 296. germánicas.
4

216 PARA UNA INTRODUCCIÓN Ab DERECHO DEI, TRABAJO


LAS FUENTES DEL DERECHO DEL TRABAJO 217

Pero no son normas de las que se presuma el conocimiento, digo, es innegable. De lo que se trata es de saber hasta qué
como 'ocurre con las leyes después de publicadas, porque así lo punto o en qué medida es admitida y utilizada por los jueces
dispone el Código Civil. A las normas de costurribre nada manda como fuente, de modo que és-tos puedan considerarse autoriza-
publicitarias, rii se las supone conocidas, o sea que puede que dos a fundarsus decisiones exclusivamente en su propio sentido
sean conocidas públicamente o que no lo sean. de la justicia o en su propia opinión o en la de otros anteceden-
Lo que pasa; sin embargo, es que la costumbre sin difusión tes, o bien sentirse obligados a obtener el criterio decisorio por
no es tanto que necesite ser probada como que dificilmente alguna otra vía: principalmente de la ley escrita o de los produc-
alcance a ser normativa, porque sin conocimiento general es tos de la autonomía privada (individual o colectiva), pero tam-
casi imposible que goce del convencimiento generalizado sobre bién de otras fuentes reconocidas, tales como la costumbre o aun
su obligatoriedad (o siquiera del carácter de uso generalizado). los principios generales.
Pero si no se quiere llegar a una descalificación categórica de la
costumbre requerida de prueba, porque la falta de experiencia Como ya se señaló al tratar la costumbre, a la juris-
haga -imprudente una formulación así, la doctrina más difundi- prudencia se la encuadra también dentro del llamado derecho
da sostiene que los usos se pueden probar por :cualquier medio espontáneo, lo cual, en gran medida, significa derecho de forma-
serio que consideré el tribunal, lo cuál, normalmente, incluye ción paulatina. En este sentido, se habla de la costumbre de los
los informes de instituciones y excluye la prueba de testigos. tribunales.
La costumbre notoria, como se dijo, debe ser aplicada sin Sin embargo, apunta Borda con acierto que la asimilación
prueba, sin pid-ó produzca 'el juez que no la entre costumbre y jurisprudencia es demasiado extensa, por-
conozca. que, al revés de la costumbre, la jurisprudencia es emitida o
formada por órganos estatales que, además, son órganos técni-
cos y no siempre por repetición paulatina "2. Y porque, a la
10. La jurisprudencia. inversa —se puede agregar—, la costumbre se forma por actos
de los mismos obligados por sus normas.
a) Problemática y reconocimiento de la juris- Y es que la jurisprudencia como fuente tiene su pro-
prudencia como fuente. pia problemática, distinta de la de la costumbre, referida en lo
Es casi imposible y, a la vez, bastante inútil, negar la fundamental, no a su reconocimiento como fuente o a la natura-
virtualidad de los fallos antecedentes como criterio de decisión leza de sus mandatos, sino a una permanente tensión a través
que usan los jueces. En realidad, hasta tal punto este es un de la historia entre la competencia de los tribunales y la de los
criterio preferido que en los hechos no es posible ni prudente órganos legislativos del gobierno.
averiguar lo que dice un ordenamiento jurídico sin consultar la El carácter predominante de los criterios de decisión ofre-
opinión que tienen los tribunales sobre las normas y la aplica- cidos por la jurisprudencia lo señala, por ej., Borda 03, cuando
ción que hacen de ellas. dice que "lo saben muy bien los abogados, que suelen acudir,
Más todavía, parece evidente que si se trata de dilucidar la antes que al propio Código Civil, a los repertorios de jurispru-
virtualidad que en los hechos tiene la jurisprudencia como dencia".
fuente normativa, no hay otra forma de hacerle que leer lo que Pero, en realidad, pareciera que la alternancia entre el
sobre el 'punto dicen los fallos judiciales. En este sentido, es predominio de la ley o el de los jueces no ha respondido ni
expresiva la ya tradicional cita del juez norteamericano Hughes: responde tanto a una preferencia teórica por una u otra posibi-
"La Constitución es lo que los jueces dicen que es". lidad, como al rechazo o desconfianza por las ideas o por la
Pero, por eso mismo, la cuestión sobre la jurispruden-
cia como fuente no se puede presentar de modo simple, como si "2 Borda, Tratado... cit., t. 1, p. 89.
se tratase de saber únicamente si opera como tal, cosa que, como "3 Borda, Tratado... cit., t. 1, p. 80.
218
PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO
LAS PUENTES DEL tiznen() Dm, TRABAJO 219
"cultura jurídica" en que de hecho se han formado los jueces a
cargo. Cuando esa formación no se corresponde con las necesi-
en realidad son modificaciones o francas tergiversaciones del
dades u opinicines de otros grupos predominantes, suele propo- derecho escrito. Pero, aun así, la definición general sobre el
nerse o bien la remoción de los jueces presentes y su cambio por carácter sólo coadyuvante de la jurisprudencia como fuente
otros que piensen distinto (lo que nunca parece haber sido tan
señala la tendencia a que esos casos de verdadera función
fácil en ninguno de los dos aspectos), o bien su rígida sujeción a creadora sean los menos.
la ley escrita, que ésta sí queda normalmente en manos de los
intereses o grupos predominantes. . b) La posición de los tribunales nacionales.
420. El ordenamiento jurídico positivo no se refiere a la
jurisprudencia como fuente de 'derecho, ni en la C.N.; ni en el 422. En la Argentina se registran casos de verdadera modi-
ordenamiento laboral, ni en el del derecho común. Esto tanto ficación de las leyes por los tribunales, si no de derogación. Posible-
puede entenderse como una definición (negativa), como con el mente el más conocido sea el que se operó respecto del texto
alcance de un silencio no determinante, que remita la Cuestión original del art. 43 del Cód. Civil, el cual, siguiendo una posición
a ser resuelta en otro ámbito o con otros elementos de juicio. doctrinal antecedente —buena o mala que ésta fuese—, disponía
Sin embargo, teniendo'en cuenta la genérica preeminencia la irresponsabilidad de las personas jurídicas por los daños
que en nuestro país se atribuye al derecho escrito —incluyendo
. el constitucional- causados por sus administradores, "aunque" éstos hubiesen
7- el hecho de que éste no reconozca a la juris- "cometido delitos que redunden en beneficio de ellas".
prudencia como fuente normativa debería ser considerado como Y como esta solución siempre se consideró inconveniente o
un indicio importante sobre el estado real de las cosas. injusta, la jurisprudencia terminó diciendo que esta palabra
Luego, si en el plano teórico o de las ideas se reconoce o no "aunque" respondía a una mala traducción que hizo Vélez
a la jurisprudencia como fuente de derecho, ose lo hace con más Sarsfield del Bebop de Freitas (que en portugués decía "sendo
o menos alcance, esto normalmente depende, más que de otra que") y que, por lo tanto, en vez de ella debía leerse "cuando",
cosa, de las convicciones o concepciones personales de quien con lo cual se invertía por completo el sentido de ese art. 43,
formula el juicio "4 porque así las personas jurídicas sólo dejarían de responder en
. No es una cuestión que, para la aplicación
concreta, tenga una posible respuesta categórica, desprendida caso de delitos de sus órganos o administradores 115 .
de lo que digan las normas, a su vez aceptadas como tales. 423. La definición general de la jurisprudencia sobre el
421. Una respuesta muy difundida a este problema teórico tema quedó contenida en algunos antiguos fallos de la C.S.J.N.;
y práctico —y que, como se verá, es también la que predomina son los casos: "Guarducci" del 20/8/48, "Luis Pesci" del 7/2/49 y,
en nuestro país— consiste en que los jueces limiten la defini ción sobre todo, "Arrazcaeta" del 15/12/49 116 .
de su propia competencia a la de interpretar las normas de otras
fuentes, de 'las expresamente autorizadas como tales por el "5 Borda relata esta cuestión bajo el título de "un curioso ejemplo de
derecho positivo, sin aceptar para sí mismos la función de jurisprudencia derogatoria de la ley" (Tratado.., cit., t. 1, ps. 633 y ss.). Dice
posibles creadores de normas. que si bien comparte la solución a que se llega sin reservas, "la argumen-
Sin duda que para atenerse a esta definición limitativa sin tación es evidentemente especiosa, yen verdad, no resiste el menor análisis
infringir su propio sentido de la justicia y sus convicciones sobre crítico", porque no es posible enfrentar a los textos legales con sus fuentes,
para darle preeminencia a éstas, y porque es evidente que Vélez Sarsfield
las necesidades de la conservación del orden social, los tribuna- eligió conscientemente la solución que contenía el art. 43. Este artículo fue
les a veces terminan por presentar como interpretaciones lo que modificado en 1967 por la ley 17.711, para ampliar la responsabilidad de las
personas jurídicas, en línea con lo que de hecho resolvía la jurisprudencia.
1" C.S.J.N., "Guarducci o/Instituto",
20/8/48, Tallos", 211:1278, 'Dr,
"° Vázquez Vialard, Tratado... cit., t. 2, 1948:540; ídem, "Luis Pesci c/The Patent Knitting Co,", 7/2/49, "Fallos",
Brutau, p. 442, quien a su vez cita a Puig 213:34, "D.T.", 1949-193; ídem, "Arrazcaeta c/Cía. Primitiva de Gas de
Buenos Aires"; 15/12/49, "Fallos", 215:442, "D.T." 195049, con nota de
Deveali.
220 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO
LAS FUENTES DEL DERECHO.DEL TRABAJO 221

En éstos sostuvo la Corte que las relaciones finiquitadas de


acuerdo con una interpretación jurisprudencial corriente crean 425. En todo caso,, y por más que no quedó expuesto al
un derecho definitivo a favor del deudor liberado, por más que momento de darse aquella jurisprudencia de la C.S.J.N., pare-
éste no resultaría igualmente liberado conforme a una posterior ciera que el límite que Ya entonces se tuvo implícitamente en
interpretación distinta de la misma ley. clienta consiste en. que las decisiones judiciales pueden fundar-
Por ejemplo, se dijo esto respecto de relaciones que hubiesen seien interpretaciones de la ley y, mientras lo hagan, tienen un
terminado antes de que la jurisprudencia entendiese aplicable la valor constitutivo casi igual al de la ley; pero no pueden fundar-
ley 11.729 (y sus mayores derechos) a todos los trabajadores, aun selen otracosa o, particularmente, no en la convicción subjetiva
industriales, o sea que es irreversible el cumplimiento:de una ley de los tribunales o en sus criterios genéricos de justicia.
"tal como entonces la interpretaban y aplicaban los tribunales". Es posible que un ejemplo operativo de esto lo haya dado
Aclaró todavía más la Corte que "la interpretación judicial años después la misma 'Corte, cuando al resolver el caso
tiene fuerza obligatoria por ser un acto legítimo de autoridad y "Bariain" fulminó la posibilidad de que los fallos judiciales "se
no por ser indiscutiblemente acertada", pero agregó, al fin, que funden en razonamientos generales sin derivar a través del
derecho vigente"
no se trata de una equiparación lisa yllana de la jurisprudencia
y dala ley, sino del reconocimiento de su equivalencia en orden
a la misión reguladora de relaciones jurídicas que se finiquita-
i e) Fuerza vineulatoria de la jurisprudencia.
rán: "La obligatoriedad de la jurisprudencia es sólo análoga, no
igual a la de la ley..."117 . , 42G. En general, la jurisprudencia, para ser considerada
tal y no sólo un antecedente con el valor técnico o moral que se
424. Parece claro que lo que se propuso hacer esta juris- le adjudique, debería -permitir prever con un alto grado de
prudencia de la Q.S.J.N. fue privilegiar la seguridad jurídica certeza qué es lo que decidirán los tribunales que tengan com-
por encima de los otros valores en juego, antes que , tratar de petencia para intervenir. Previsión que, en general, se consigue
resolver un problema teórico sobre la jerarquía relativa de las consultando las decisiones de los tribunales de apelación y
decisiones de distintas fuentes. Pero al darle a los fallos de los necesita la sucesiva:confrontación de las decisiones de un núme-
tribunales este valor•análogo al de la ley vigente en:cada mo- ro, significativo de tribunales.
mento, y no sólo declarativo, dependiente de.su acierto, le reco- , O sea que, de ordinario, para constituir jurisprudencia
noció a esta fuente una forma de regir muy parecida, si no igual, 'hace falta un número considerable dé fallos judiciales. Nb obs-
a la de las leyes. tante, la C.S.J.N. dijo alguna vez que 'un único fallo puede por
Por eso; precisarnente,•y quizá también por la dificultad sí_ ...,
solo formar jurisprudenci a "°, afirmación que debería limitar-
para poner un límite a esa definición potencialmente tan exten-
sa, es que la Corte se debió sentir obligada a aclarar que no se
estaban equiparando ambas fuentes en sentido estricto 118 . con da urgencia de hacerse de una solución práctica inmediata para los
problemas, error que atribuyó al apresuramiento propio de. los países
. recientes, contra la tendencia europea que consideraría al derecho como
" En estos fallos (aun en "Arrazcaeta", que se explica mas extensamen- parto de una cultura en constante evolución. Sin duda que la crítica es
te); puede haber habido, o parecer que hubo, cierta confusión, por la forma conálderable, aunque más no sea por la enorme autoridad del autor, en
en que la C.S.J.N. citaba antecedentes. Citó: "Fallos", 209:193 ("Manuel materia de cultura jurídica. Pero.en tren de optar por una u otra postura '-
Sendín"); 209:213 ("Rosa Curioni de Demarchi")¡ 210:153 concreta, me parece.del caso tener en cuenta que los tribunales estadouni-
210:611 ("Gerónímo Quirno"), al lado de ("S.A. Chiesa"); denses resolvieron, al respecto, lo contrario .de los argentinos y que la
211:1278 ("Guarducci") y 213:34 solución de , la C.S.J.N. pareciera más adecuada a las necesidades de
("Luis Pesci"), _cuando los tres primeros se refieren a la irretroaCtividad de mantener la organización social,
las leyes impoSitivas, o al valor cancelatorio del pago adecuado a una 1" C.S.J.N., 7/10/86, "Bailan) c/Mercedes Benz", "T. y S.S.", 1987-120.
liquidación practicada por la Administración Pública.
"8 Deveáli; al conientar el falleArrazcaeta", en su ob. cit., "D.T.", C.S.J.N., 14/2/49, "S.A.Tigueroa c/Dodero", 41:).T.", 1949-243. El fallo
1950- se refería a una interpretación, modificada, sobre el alcance de la competen-
lo criticó con rigor, imputando a 'ésta doctrina judicial el sir ótinceSiva cia federal.

222 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO
LAS FUENTES DEL DERECHO DEL TRABAJO
223
se a los fallos de la Corte y, aun así, valdría sólo según fueran
los hechos y las circunstancias tenidos en vista. nos tribunales superiores la ley les da carácter obligatorio para
ellos mismos o para los tribunales inferiores.
427. En nuestro país, dejando de lado alguna excepción a
la que se hará referencia enseguida, los fallos judiciales no En la Capital Federal, esta vinculatoriedad se reconoce a
producen obligación formal. o normatiTía—K-SigrufinTeUto-iiiire favor de los fallos dictados por las Cámaras Nacionales de
viii-cule en el futuro a otros tribunales, ni aun cuando los ante- Apelaciones actuando eh pleno, ó sea, cuando todas las salas del
-coi:lentes seah fallos de la C.S.J.N. ElliIesPele ala obServacióri de tribunal intervienen a la vé, en una misma decisión. Y en las
lós antecedentes judiciales, sin embargo, se da en los hechos y normas provinciales de procedimientos, suele encontrarse algu-
respondiendo a razones _prácticas y de respeto. por la autoridad, . na vía que llega a producir este mismo efecto 124 .
razones que de'liedia'resultan de gran eficacia vinculatoria. Esta vía de unificación ha tenido bastante eficacia si se
Más aún, es tanta la convicción sobre estas razones prácticas considera el pacífico y generalizado acatamiento que de hecho
que existen para atenerse a los fallos de tribunales superiores, tienen los fallos plenarios de la C.N.A.T., algunos de los cuales
que en algún caso la C.S.J.N. se sintió autorizada para apercibir se han incorporado como verdaderas normas al ordenamiento
a dos miembros de un tribunal federal de apelación por apartarse positivo, aunque, en esos casos, lo más frecuente es que su
de su jurisprudencia, mencionándola peno sin controvertir sus doctrina termine por ser formalmente incorporada en un texto
legal 125.
fundamentos,. con lo cual, según entendió la C.S.J.N.,
se estaba
desconociendo deliberadamente su. autoridad . In. Sin embargo, no es posible dejar de alertar sobre la
Como criterio general se sostiene, entonces, que los potencial vulnerabilidad de este mecanismo de unificación
jueces inferiores tienen un deberrnorak de conformar .sus deci- forzada, porque es "claro que un magistrado perspicaz podrá
siones a los fallos de la C.S.J.N., justamente por la mencionada siempre sacar partido de que los -e-aSós juaióiales no sorrnunca
cuestión de autoridad y 'porque de lo contrario se perturba el o casi nunca exactamente iguales unos a otros", diferencia en
esquema institucional judiciario 122. la que "podrá con frecuencia hallarse fundamento para consi-
Pero ese deber no es ciego ni absoluto, y se lo debe entender derar126.
inaplicable al caso la jurisprudencia que se repute erró-
nea"
atenuado o modalizado cuando se propongan o consideren nue-
vos argumentos o cuando haya una variación computable de los d)
hechos a tener en cuenta 123. La jurisprudencia en materia laboral
Con carácter excepcional, y-para lograr la unificación La jurisprudencia laboral tuvo un período originario
de la jurisprudencia con mayor certeza, a ciertos fallos de algu- de mayor desarrollo en momentos en que la legislación en la
materia era escasa e incipiente.
121 C.S.J.N., 6/10/48,
"JA.", 1949-1, p. 191. "Santín dImpuestos Internos", "Fallos", 212:51;
522 124 Durante la vigencia de la Constitución Nacional de
C.N.A.T., Sala VI; 29/5/85, "Zauder c/ENTel.",1).T.", a su art. 95, los fallos de la C.S.J.N. eran vinculatorios para1949, conforme
5" Ver, por ej., C.N.A.T., Sala III, 31/ 1985-8-1481. los tribunales
1986-8-1436.
7/86, "Frías dCometarsa", "D.T.", inferiores, cuando se hubiesen dado entendiendo en los recursos de casación
y extraordinario.
Un ejemplo de variación de criterio en razón de ser parcialmente 525 . Un ejemplo de esto es el del fallo plenario
35 de C.N.A.T. del 13/9/
distintos los hechos considerados lo dio la misma C.S.J.N, en los casos 56, en autos "Pifio] c/Genovesi", en el que se estableció que las gratificaciones
"Nordensthol"
21.476 y "Soengas", ya que mientras en el primero sostuvo que la ley habituales dan derecho a su reiteración mientras se repitan y cumplan las
era desproporcionada con relación a la derogación de unas cláusulas bases de su otorgamiento. Esta definición no sólo fue respetada con genera-
de convenio colectivo, en el segundo entendió que otra parte de esa ley tenía lidad, sino que pasó luego al texto de las leyes laborales y previsionales,
una razonable
convenio proporcionalidad al derogar otras cláusulas del mismo
colectivo. posiblemente con un grado de rigidez o inflexibilidad bastante mayor que el
previsto en la definición original.
126 Borda, Tratado... cit., Parte General, t. I, p.
89.
224 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO LAS FUENTES DEL DERECHO DEL TRABAJO
. 225

Posteriormente se fue acomodando al lugar, que a esta 11. Las fuentes auxiliares.
fuente se le•asigna de ordinario eh el país, o sea, a:actuar como
una fuente complementaria de las habilitadas para dar normas 433. El art. 11 de la L.C.T. convierte en derecho positivo
de derecho positivo, de modo que la norma vigente termina por os principios dela justicia social, a los generales del derecho del
estar formada, don igual valor, por el texto normativo y por la trabajo, a la equidad y a la buena fe.
interpretación que de éste hacen los tribunales. Pero lo hace dándoles expresamente carácter de derecho
Con todo, como criterio general, se deberá tener en cuenta, ólo, supletorio o auxiliar de las normas legales (si no de cuales-
como ya se señaló, que no es prudente, ni siquiera posible, en la quiera otras normas), con lo cual parece expresar preocupación
Argentina, averiguar el contenido del sistema normativo labo- or dejar claro que estas normas tienen posición secundaria,
- ral a través del conocimiento de las leyes, si a éstas no se les tanto en la jerarquía misma de las fuentes como en lo que atañe
añade un considerable agregado de jurisprudencia. su preferencia en la aplicación. Lo que dice el art. 11 es que las
432. Los casos .más notorios en que los tribunales ejercie- orinas o criterios que aporten estas fuentes auxiliares sólo
ron su función de modo que, en realidad, estaban creando más erán de aplicación, en caso de que "...una cuestión no pueda
que aplicando normas en materia laboral, se dieronlcon relación resolverse por aplicación de las normas que rigen ercontrato de
a: la reglamentación del derecho de huelga, que, como ya se trabajo o por las leyes análogas...''.
señaló al tratar sobre la C.N. como fuente, fue definida en gran 434. Más todavía que lo anterior, es materia de discusión.
medida por la jurisprudencia de la C.S.J.N., al fijar los límites posible si estos principios o categorías generales son verdade-
y modalidades de este derecho constitucional; el desarrollo del ras normas o fuentes normativas o sólo criterios para la inter-
concepto de injuria laboral que justifique el despido, entera- pretación de otras normas, de modo tal que en realidad no -
mente desarrollado por la jurisprudencia a partir de la sintética podrían :aplicarse independientemente de ellas. A esta discu-
mención de la ley 11.729 (ahora art. 242 L.C.T.), que funcionó sión aporta sin duda lo que parece ser un defecto dé la L.C.T.,
prácticamente como una norma no terminada, que necesitaba Ya que mientras el texto del art. 11 les da ,carácter de normas
complemento jurisprudencial para poder ser aplicada; y, con positivas, por más que subsidiarias, el título o sumario que
sentido negativo o derogatorio, al virtualmente eliminar 'del lleva ese artículo dice "principios de interpretación y aplica-
ordenamiento positivo las figuras de la falta de trabajo o fuerza ción de la ley".
mayor como justificativas de la rescisión contractual, figuras Como criterio general, esta alternativa parece que se debe-
que durante muchos años, los tribunales, se negaron a tener por ría resolver a favor del carácter de fuentes normativas —y no
configuradas en ningún caso concreto 121 . sólo de auxiliares de la interpretación— que tienen éstas lista-
das por el art: 11, porque el texto del artículo (que es la.paPte
dispositiva del precepto) prevalece sobre su sumario (que está
allí sólo por razones de orden o para 'facilitar la lectura). Ade-
más, el texto del artículo, cuando se refiere a la ausenbia de
normas directa o analógicamente aplicables, obliga a descartar
lue se esté tratando una hipótesis de interpretación de esas
1" Esta eliminación de las figuras de falta de trabajo y fuerza mayor se hormas (faltanteS), ya que ello conllevaría una considerablb-
realizó, más que nadm agregando ala ley exigencias que ésta no contenía. contradicción entre el texto literal y el significado' que se le
Por ej., en el fallo plenario 25 de la C.N.A.T. del 23/3/56, en autos "Hennse atribuya.
c/Landrock", ."D.T.", 1955-239, cuando se agregó la exigencia de qüiel
empleador pruebe "fehacientemente" que la falta de trabajo se produjo por ' 435. De modo que lo que hace el art. 11 L.C.T. es poner a
razones ajenas a su voluntad. Sobre este proceso puede verse Breve historia estos conceptos o principios genéricos de justicia en la misma
critica de-la falta de trabajo y de la fuerza mayor laboral, de Luis Ramírez posición en que el art. 16 del Cód. Civil coloca a los principios
Bosco, "T. y S.S.", 1989-598. generales del derecho: son verdaderas fuentes normativas, aun-
15 • Ramírez Bosco.
226 PARA UNA INTRODUCCION AL DERECHO DEL TRABAJO
Les PUENTES DEI. DERECHO DEL TRABAJO
que sólo habilitadas para llenar las lagunas que tenga el orde- 227
namiento positivo. Con lo cual se evita el cierre hermético del 438. Así se da una alternativa ardua —si posible— de resol-
ordenamiento, y se inhibe la posibilidad de asumir que todo lo ver, en cuanto se la plantee sobre esa base de que estos criterios
no prohibido por la legislación esté permitido 128.
generales de justicia (de equidad, de buena fe, etc.) deban füncio-
436. Lo que pasa es que, dado el desarrollo actual del nar en la vida.,,práctica del derecho sólo para evitar el cierre
ordenamiento jurídico positivo laboral, las posibilidades de que hermético del ordenamiento positivo (para llenar lagunas) o, si,
éste tenga lagunas no son muchas o, al menos, no es frecuente además, se admitirá que funcionan como criterios subjetivos con
que apareican cuestiones con esta presentación. Justo López, los que los jueces controlan los resultados a que llegarían sus
que plantea el tema precisamente señalando que el problema decisiones judiciales, por aplicación estricta de la ley.
del que se ocupa el art. 11 L.C.T. es el de las lagunas 129, Esto último, o sea que los jueces se crean habilitados para
cuando
se trata de ejemplificar lo hace con la carencia de un criterio apelar en último caso a su propio criterio de justicia, es algo
legal para resolver la colisión entre las normas de costumbre y ineludible, sea que reconozcan o no lo que están haciendo (lo
/as de otras fuentes. Y propone solucionar esto aplicando el cual depende de una variedad muy grande de factores); y ello
criterio de la norma más favorable, porque éste rige en la ley debería aceptarse como un estado promedio real de las cosas,
para otros casos de colisión. cualesquiera sean las virtudes, defectos o características que
Sin embargo, se advierte dudoso que esto sea un caso de tengan los jueces a cargo.
laguna, si lo que se está haciendo es trasladar, por analogía, la Seguramente estos criterios generales de justicia tenderán
"solución que un texto legal prevé, aunque la prevea para otra a coincidir con la opinión media sobre lo que es justo, prevale-
cosa. En el fondo, aun la misma propuesta de trasladar a este ciente en el ámbito cultural en que los jueces se desempeñan;
caso el principio de favor no es, según opinión generalmente formada por algunas ideas difusas y poco
se expuso en su lugar, una
solución correcta, porque, analizadas las cosas desde el punto de definidas, tanto que sería trabajoso.—si no imposible— sistema-
vista en que en este tenia se las ve, parece que al limitar la ley tizar su contenido. Pero eso, como digo, no hace menos inevita-
la vigencia del criterio de la norma más favorable a ciertos ble que los tribunales se sirvan de ellas como último resorte de
casos, lo que hace es descartarla para los demás y no omitir Control.
inadvertidamente su tratamiento.
439. Desde este punto de vista, las fuentes alternativas del
437. Vázquez Vialard matiza esta observación sobre que el art. 11 L.C.T. se confunden, en gran medida, con la jurispruden-
art. 11 está destinado a suplir lagunas '3 cia como fuente, porque en esencia no son sino argumentos
°, al decir que las
lagunas a suplir debe entenderse preferiblemente que son lagu- hipersintetizados que la ley pone al juez, como recurso de última
nas de justicia, más que lagunas normativas, o carencia de instancia, para poder ajustar las sentencias a sus convicciones.
normas expresas o positivas; ello porque, de lo contrario, se Sin embargo, no es esto algo que convenga convertir en '
plantearían problemas dificiles, como, por ej., el de que si la regla incuestionablemente aceptada, porque si se lo admitiera
equidad se entiende como una atenuación o rectificación del irrestrictamente, se correría el riesgo de que gran parte de los
resultado indeseable que•diese la aplicación literal de una nor- fallos acaben por fundarse en opiniones puramente discreciona-
ma, este criterio expresamente previsto en el. art. 11 no se les de los jueces, de esas que sirven para justificar otras decisio-
podría utilizar en caso de laguna normativa (o sólo normativa), nes posteriores tan discrecionales como las anteriores con igual-
dado que, si hay laguna, no hay norma para rectificar. u otro sentido, pero en todo • caso sólo discrecionales. Y, por
consiguiente, para convencer al público de que se trata de una
'" López,
Esta síntesis explicativa, que sigo porque entiendo acertada, es de cuestión de poder y no de una solución basada en razonamientos
Justo L.C.T. comentada cit., t. I, p. 107. generalmente aceptados.
Ob. y loc. cite. en nota anterior.
13° Tratado... cit.,
t. 2, ps. 159 y 162. 440. De modo que resulta siempre preferible que los tribu-
nales funden sus decisiones en las explicaciones más claras y
aceptables que estén disponibles y, con relación al art. 11 L.C.T,,
228 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO
LAS FUENTES DEL DERECHO DEL TRABAJO 229
no parece así necesario tratar de meter en su contenido esta
función de los criterios generales como control de justicia de las En la doctrina hay importantes 'trabajos sobre esta
decisiones concretas. El art. 11 se refiere a las lagunas norma- idea, se diría que mayormente derivados del pensamiento
tivas, y los criterios de justicia serán de todotmodos usados por iusnaturalista o, por lo menos, que de esta escuela son las
los jueces, aunque el art. 11, u otro, no lo habilite'. principales obras disponibles. Es particularmente completa la
De lo que se trata, con relación a estas fuentes auxiliares 'de Vázquez Vialard 132, quien hace coincidir a la justicia con el
del art. 11, es de investigar qué contenido se les atribuye y, en IderéClicTriátiiral Y, siguiendo las enseñanzas papales, refiere la
concreto, cómo han sido objeto de aplicación. justicia Sedal a las obligaciones que cada individuo tiene para
con la 'sociedad, a fin de alcanzar el bien común.
No plantea, en cambio, demasiado problema, la cues- Esta concepción —en-Sí misma comprensible— pareciera,
tión de la preferencia en la aplicación que deban, tener las
normas de estas fuentes auxiliares. sin embargo, separar a la justicia social de ese significado que
No la plantea porque éstas, según la jurisprudencia, funcio- tiene para el lenguaje corriente, porque una cosa son las conce-
nan 'sólo Como fuentes coadyuvantes, de modo que ni siquiera siones que deba hacer cada individuo al bien común y otra lo que
sería posible aplicarlas con prescindencia de su apoyo en normas se entienda justo acreditar a los trabajadores dependientes por
del derecho positivo. Esto es explícito,. en algunos :fallos, sobre el hecho de ser tales. Estas dos cuestiones sólo coincidirían en
todo cuando se trata de aplicar los principios del:derecho del cuanto, como se explicó al comienzo, la sociedad necesite garan-
trabajo, pero también en el caso de la justicia social. Enseguida tizar esos derechos a los trabajadores, para preservar por ese
se hará una referencia más específica a dicha jurisprudencia. medio su orden y su organicidad, con lo cual los trabajadores
Con relación a la posible interferencia de estas fuentes vendrían a ser acreedores de algo debido por los demás, según
1.11 aspecto de la justicia social..
supletorias con otras de las previstas en el ordenamiento, si
bien este :no es un terna que se haya planteado, en principio Sobre este punto, es posible que, como dice Guibourg (aun-
pareciera que, respecto de las fuentes del art. 11 L.C.T., las que él lo dice sobre la equidad), la justicia social "...como todo
convenciones colectivas y los contratos privados ocupan el mis- 'valor susceptible de ser ensalzado por personas de disímiles
mo lugar que las leyes (naturalmente que tambiénlo hacen los convicciones, posee la dosis de oquedad suficiente para que cada
estatutos). O sea que estas fuentes supletorias lo Son también 'uno lo llene con sus deseos concretos, llamando a éstos con un
de los convenios colectivos o de los 'contratos individuales., nombre prestigioso". Lo que hace el art. .11 L.C.T: estaducir el
Así, sería conforme un juicio de alta probabilidad sobre .art. 16 del Cód. Civil "a un lenguaje
. socialmente más emotivo"1".
cuál fuese a ser la solución que al tema darían lostribunales. . En todo caso, es improbable la utilidad que pudiese
tener una extensa elaboración. doctrinal sobre esta cuestión, y
af La justicia social. hasta es posible que con ella se corriera el riesgo de producir '
algún grado de confusión sobre la importancia que tiene la
La justicia social parecería ser, entre estos criterios justicia social en la realidad operativa del ordenamiento jurídi-
auxiliares que lista el art. 11 L.C.T. y si se dejan' de lado los co. Ello, sobre todo, porque el panorama que muestra la juris-
principios propios del derecho del trabajo, el más.esPecíficamen- prudencia al respecto es más modesto que otra cosa.
te referido a esta materia. Dice Justo López qué, en el uso Por ejemplo, una consulta a la jurisprudencia de la C.S.J.11—
común, la calificación como social:de la justicia busca significar egistrada sistemáticamente da cuenta de que, en los 04 años
las exigencias, de ésta con respecto a la posición del trabajador corridos entre 1932 y 1996, la voz justicia social aparece sólo
subordinado, en la Ilamada.sociedad industrial 131 .
132 Vázquez Vialard, Tratado... cit., t. 2, p. 156, punto en el que coincide
con y cita a Justo López, L.C.T. comentada., p. 113..
131' L.C.T. comentada cit., t. 1, p. 113. In Ricardo Guibourg, La equidad en el derecho del trabajo, "L.T.",
B-620, en especial ps. 623 y 626.
230
• PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO
LAS >TIENTES DEL DERECHO DEL TRABAJO , 231
.
veinticinco veces, de las cuales trece son fallos sobre cuestiones
previsionales '21, cinco sobre temas impositivos 135 chos jubilatorios son socialmente más sensibles —más próximos
, cinco sobre
temas variados (tales como ciudadanía y naturalización, dere- a la justicia social— que los laborales'''.
chos y garantías en general o derecho a la jurisdicción) "6 y sólo La reiteración de la materia impositiva, por su parte, pare-
dos en materia laboral 137 . ciera coincidir con el antes enunciado significado que a la justi-
Estos dos fallos sobre derecho del trabajo se refieren a la cia social asigna Vázquez Vialard, porque los impuestos son, por
validez de leyes, de modo que en ellos el criterio "justicia social" definición, una concesión que los particulares deben hacer al
no actuó como fuente autónoma, ni tampoco para cubrir lagu- bien común.
nas, sino como refuerzo de la fuente legal. 446. De entre los fallos de la C.S.J.N. citados en el Capítu-
445. Parece, sin duda, que debería considerarse con algu- lo I, que son los que dieron arraigo y posición al derecho del
na relatividad este archivo jurisprudencial, sobre todo por la trabajo dentro de nuestro sistema jurídico-constitucional, en el
estrictez o falta de ella con que se hayan cargado o seleccionado caso "Roldán c/Borrás" 139 se dijo que las normas sobre salarios
los fallos según las voces contenidas o por los criterios de deci- "...suponen ejercicio válido del poder de policía», que son con-
sión usados: por lo menos uno importante, como es el caso gruentes con las cláusulas constitucionales sobre salarie vital
"Roldán cfBorrás", al que se volverá a hacer referencia enseguida, mínimo, protección integral de la familia y compensación econó-
no figura en ese registro. mica familiar y que sirven a la libertad del "empleado u obrero
Pero, de todos modos, si se lo toma a título de ejemplo, sería contra la opresión... porque así lo requieren los principios que
expresivo ya no sólo de lo poco que aparece la justicia social en fundan un orden social justo".
la jurisprudencia de la C.S.J.N., sino, también, de cómo no se la Sólo delfiliés se agregó que "por lo demás, el fundamento
considera un objeto de atención preferible en los repertorios valorativo de la solución reposa en inexcusables principios de
júrisprudenciales. justicia social («Fallos», 181:210; 246:345, y otros) 140 y en la
Y, aun dentro de este panorama escueto, la distribución de
los fallos de la C.S.J.N. algo podría estar indicando: la preponde- 138 La consulta sobre una muestra de jurisprudencia de tribunales
rancia Cuantitativa de las decisiones en materia previsional po- ordinarios da 'un resultado semejante, posiblemente aún más indicativo
dría deberse al menor desarrollo del derecho positivo jubilatorio porque se trata de tribunales especializados en materia laboral: en los
respecto del laboral, tal que haga necesario apelar más frectien- repertorios de la revista "Derecho del Trabajo", que es la que más tiempo
temente a los fundamentos de la institurión sin poder pasar por lleva publicándose en el país, entre 1941 y 1993 se registra un solo fallo
sus realizaciones o concreciones normativas, que la legislación fundado en la justicia social, a la que menciona transcribiendo el art. 11 de •
la L.C.T., para validar un despido indirecto por causa de embarazo (C.N.A.T.,
previsional no contenga (y la laboral sí). Pero también podría Sala IV, 30/12/76, "D.T.", 1977-558). Sin duda que este resultado también ,
deberse a que la C.S.J.N. ha juzgado establemente que los dere- debe tomarse con cierta relatividad, sobre todo después de que, a partir del
repertorio de 1978-1982, esa publicación dejó de contener un índice de voces, "
" "Fallos", 190:159, 227:406, 293:26, 293:94, 293:235,293:336, 293:551, ,lo que dificulta este tipo de búsqueda. Pero creo, también de nuevo, que como
ejemplo es bien expresivo.
294:83, 294:140, 300:836, 306:838, 311:1937 y 316:787, 138 C.S.J.N., 18/6/61, "Fallos", 250:46; "D.T.", 1962-319.
"5 "Palios", 190:159, 210:172, 210:284, 210:500
1 y 220:689. "° También puede observarse que de los fallos previsionales sólo dos son
" Sobre ciudadanía, "Fallos", 221:335 y 221:338; sobre derechos y anteriores a 1975. Con anterioridad, según se ve en el repertorio de "D.T.'",
garantías en general, "Fallos", 264:416; sobre interpretación de la ley, para los años 1941-1955, bajo la voz "interpretación", la posición más
"Fallos", 286:257; sobre derecho a la difundida en los tribunales era que las leyes jubilatorias debían interpretar-
jurisdicción, "Fallos", 319:2805, una
disidencia en el caso "Marone c/D'Allois", del .26/11/96, se con estrictez, habiéndose argumentado incluso que ello era así porque lo
137
"Fallos", 291:587 y 264:165. Uno sobre la validez de los salarios de que daban era, de algún modo, privilegios. La jurisprudencia previsional de
continuidad de la ley 17.258 y otro sosteniendo que la disposición normativa la C.S.J.N., tratando la cuestión de la necesaria proporcionalidad entre el
sobre los efectos liberatorios del pago en materia laboral está basada en la haber de actiVidad y el de pasividad ("Fallos", 293:26, 293:94, 293:235 y
justicia social.
294:83), dijo se debe procurar "—lograr el bienestar: general, es decir, la
justicia en su más alta expresión, que es la ja. Illcla social".
232 PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO
LA-S FUENTES DEL DERECHO DEL TRABAJO 233 •

ponderada estimación de las exigencias éticas Y condiciones


económico-sociales de la colectividad", de modo que -se ve así con añora, establecido en los fallos de la C.S.J.N. en los -casos
"Iglesias c/Intela" y "Bariain" 1": los principios laborales como
bastante claridad que la C.S.J.N. nunca aceptó el fundamento talea-eifiltén Y deben ser reconocidos con alcance normativo (en
en la idea de justicia social como algo preferente, ni menos como el Cas7:71-gleSiaa'•'-; el protectorio). Pero no es válido que una :
un argumento que se pueda hacer valer por sí mismo o aislado
de otros preferidos. Tal como en el texto del fallo transcripto, la sentencia
., nacional se funde sólo o directamente en los princi-
justicia social nunca aportó sino un argumento de apoyo; auxi- pipa, sin pasar por su derivación a :través del derecho
. .. positivo.

liar o coadyuvante. Es claro que queda sin resolver por la jurisprudencia
el supuesto de que los principios se debiesen aplicar en una
b) Los principios generales del derecho del trabajo. situación que la ley no resuelva ni directa ni analógicamente,
que es precisamente la hipótesis prevista en el art. 11.
447. El tema de los principios del derecho del trabajo, en lo Esa situación puede entenderse que fue la que se dio en el
que se refiere a su contenido y alcance, ya fue tratado por caso "Bariain", si se. consideran las cosas desde una de las dos
separado en el Capítulo III. Allí se señaló que una de las perspectivas posibles. En ese antecedente los hechos consistie-
funciones 'de estos principios, aparte de la de fundar las normas ron en que el trabajador había renunciado, para el futuro, a una
del Ordenaniiénto laboral y de servir para su interpretación, es parte de su remuneración contratada, parte que quedaba por
precisamente-la- de 'aduar como fuente supletoria, integrando encima de los salarios garantizados por la ley y por las conven-
las lagunas que pueda tener ese ordenamiento. A eatatincian ci,ones colectivas. Y como el derecho escrito sólo inhibe expresa-
es que el art. 11 L.C.T. le da carácter de derecho positivo. niente la resignación de los salarios garantizados por ley o por
448. En este Capítulo sobre las fuentes, basta recordar convenio colectivo, pudo verse el caso o bien como el de una
esquemáticamente que: laguna del ordenamiento que no se refiere a esta renuncia a
existe una cierta dificultad para aplicar esta norma, o niveles superiores de remuneración, o bien como una solución
para usar esta fuente, porque no hay una noción generalmente per exclusión, o por la contraria, entendiendo en este caso que
aceptada sobre cuáles son los principios del derecho del trabajo la legislación sólo quiso proteger en especial lo que de hecho
y algunos de los propuestos como tales arriesgan llegar a resul- Kotege y, por lo tanto, dejar las remuneraciones superiores
tados no bien previsibles (por ej., las ideas de gratuidad de los fuera del esquema de protección reforzada.
procesos laborales o dé primacía de la realidad); La decisión de la C.S.J.N. en aquella oportunidad, al
el principio protectorio, que es el fundamental de todo el exigir que los principios se apliquen a través de su derivación en
sistema, está reconocido como tal por la jurisprudencia de la el derecho positivo, se acerca más.a la segunda solución que a la ,
C.S.J.N. Pero el principio in: ctufilo, en su variante de dar a las primera. En todo caso, la jurisprudencia ordinaria posterior se
leyes la interpretación más favorable al trabajador, es el más inclinó más claramente per la postura según la cual la cuestión
aplicado por ese tribunal 141, Sin perjuicio de la notable contra- estaba resuelta en el derecho positivo, cuyas normas se propo-
dicción que esa idea contiene; nen dar protección sólo a ciertos niveles remuneratorios míni-
e) que, como idea general, la aplicación directa de los prin- mos y no a cualquier nivel salarial. O sea, dicho al revés, que no
cipios.va perdiendo lugar y utilidad en la medida en que éstos había laguna del ordenamiento.
van siendo objeto de un mayor desarrollo legislativb 142 . 1 452. Sea como fuere, este estado de la cuestión parece
449. El estado de la admisión jurisprudencial del carácter pésibilitar un poco más de análisis teórico, porque así se ve
normativo y operativo de los principios quedó, al menos hasta bastante claro algo que no siempre se advierte, como es que
para considerar que haya una laguna normativa es preciso
'" Ver Capítulo III, nota 97.
"2 Ver Capítulo III, parágrafo 102 y nota 8. "2 Ver Capítulo I, notas 11 y 13.
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PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO
LAS FUENTES DEL DERECHO DEL TRABAJO
235
aceptar por anticipado, como un prerrequisito, que el tema no
tratado por las normas debería ineludiblemente ser tratado por tienen en este momento una relevancia como fuente un poco
éstas. Si no, como parece ser lo aceptado por la jurisprudencia menor que la prevista en la L.C.T.:,sólo sirven de fuente auxiliar
referida, no hay laguna sino simplemente un límite de las o supletoria porque no se pueden aplicar Cbrilitákiridericia del
disposiciones legales que pone el propio derecho positivo. Am- derecho positivcr.
bas cosas no sólo no son lo mismo, sino que hasta pueden ser lo
contrario, en la medida en que un tema tratado, hasta un límite, e) La equidad y la buena fe.
como tema está tratado y no omitido, de modo que vale tanto
considerar que en ese caso una parte de la cuestión no está La de la equidad es una idea clásica, que parece haber
reglamentada, como valdría pensar que hay una laguna norma- sido siempre bastante resistente a la definición o siquiera a que
tiva porque el ordenamiento no da, en alguna cuestión, una se trate de precisarla, lo cual es posible que se deba a que se la
solución preferible, distinta de la que provee en los hechos. usa ambiguamente y en varios sentidos.
Vázquez Vialard explica precisamente que la palabra "equi-
453. Si se trata de encuadrar este supuesto en los términos dad" tiene varias acepciones: "Una de ellas, la menos usada, es
generales que propone Justo López, cuando dice que la utilidad semejante a la de justicia", mientras que el sentido más usual se
de positivizar los principios consiste en evitar el cierre del refiere a la "interpretación de la norma en el caso individual"144 .
ordenamiento y la consiguiente posibilidad de afirmar que todo Goldschmidt dice algo casi idéntico: "Hoy en día el vocablo equi-
lo no prohibido está permitido, los hechos del caso "Bariain", y dad se emplea a veces en el sentido de.iusticia, a veces en el
sobre todo la solución de la jurisprudencia, lo que hacen es sentido aristotélico" 145. El sentido aristotélico consiste, según
conformar un nuevo ejemplo de un problema tan antiguo como este autor, en que la equidad debe atemperar el. rigor excesivo
universal: existe una ineludible dificultad cuando se trata de que la ley general produzca al ser aplicada en los casos concretos.
aplicar categorías de pensamiento, aun en sí mismas acertadas
(como es ésta) a los hechos concretos; y esta dificultad se acen- En efecto, parece ser que la comprensión espontánea
túa cuando las categorías generales potencialmente aplicables más generalizada atribuye a la palabra equidad este alcance de
son visiblemente más de una. La renuncia e niveles de remune- atenuación o moderación del resultado injusto que a veces daría
ración no específicamente protegidos. puede considerarse como el derecho, tal como está escrito, si se lo aplicase con estrictez.
algo no prohibido pero no por ello necesariamente permitido; La síntesis de esta idea es la que se expresa con el clásico dicho;
summum ius summa injuria.
pero también puede verse como algo que quedó más allá del
límite que la ley estableció para la prohibición. Sin embargo, Kant que compartía en lo esencial este
De todas maneras, dado el desarrollo corriente de la tipo de explicaciones, las matizó hasta el punto de, en realidad,
legislación - contradecirlas. Según él, la ce-Mi- ad crea o releva obligaciones
laboral, puede considerarse como poco previsible la de un modo que nqes. el que ,corrjd-,Spoiide. por. derecho. En algún
hipótesis a que se refiere el art. 11 L.C.T., o sea, la de que los
principios deban aplicarse a una situación no resuelta ni directa sentido sería lo opuesto al derecho: "El derecho estricto es una
ni ánalógicamente por las leyes. Y, si se diera, parece que injusticia muy grande, pero este mal no puede corregirse por
debería ser en un supuesto de trascendencia suficiente como medio del derecho, por más que se refiere a una cuestión de
para que una solución fuese imprescindible, supuesto en el que derecho, porque la reclamación que se funda en la equidad no—
seguramente la aplicación directa de los principios se viabilizaría tiene fuerza más que en el tribunal de la conciencia, al paso que
con más naturalidad en una jurisprudencia que, al respecto, es la cuestión de derecho se discute en el tribunal civil"146.
más bien reticente.
Como conclusión entonces, resulta que de acuerdo "° Vázquez Vialard, ob. cit., p. 157.
con la jurisprudencia los principios del derecho del trabajo "5 Goldschmidt, Introducción._ cit., p.
443.
Sis Kant, Principios metafísicos del Derecho, p. 44.
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PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECHO DEL TRABAJO
LAS PUENTES DEL DERECHO DEL TRABAJO
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459. Ahora bien: el problema con esta alternativa entre
dos posibles concepciones contradictorias de la equidad, pila En estas decisiones se invocó la cláusula del preámbulo de
como. poSible_modera.ción_cle. la ley y otra como una perspectlYa— la C.N., que manda afianzar la justicia (caso "Valdez"), o simple-
sülo moral extrajurídica y legalmente indebida, parece no tener :Mente se mencionaron razones de justicia, junto con 'una expli-
soliicÓri dentro de.su propio plantee: no es tanto que uno de los éación razonable,sobre la naturaleza del dinero (caso Wieytes").
términos de la alternativa sea mejoro peor que el otro, como que Lo notable es que esa explicación sosteniendo que en esos
para que se pueda plantear una alternativa como esa es preciso • casos, para hacer justicia, se debió hacer algo que regularmente
partir de cine estén dadas, sean posibles o hasta de que sean no correspondía por, derecho, coincide con lo que decía Kant
necesarias, tanto una definición muy detallada de las normas, sobre el mismo tema hace cerca de doscientos arios: "...A quien
tal que corresponda a todo hecho posible, como una aplicación se paga su salario en moneda que ha perdido parte de su valor.:.
muy rígida de esas definiciones normativas. y que ya no sirve para comprar lo que con la misma suma
A falta de esta rigidez antecedente, la flexibilidad o la hubiera podido adquirir en la época en que celebró su contrato,
moderación en la aplicación de las normas parece hoy en día • no puede apelar a su derecho, para obtener, en lugar de la
algo natural, que no necesita ser justificado en especial o como igualdad numérica y material, la igualdad de valor..., no puede
excepción. recurrir más que a la equidad"118. Este razonamiento ni siquie-
O sea que, en el fondo, actualmente la alternativa entre dos ra parece partir (no: lo hace explícitamente) de una norma
concepciones posibles de equidad es una falsa contradicción que cualquiera, sino sólo de un pLepprieepto sobre lo que corresponde
per.elerech.oi y. su relación con el tema que se está tratando
no responde al estado real de las cosas. En los tiempos corrientes, consiste
se admite que la posibilidad de que las normas Se definan a un e,•c_u,ando se precisa un ejemplo sobre decisiones -
nivel de detalle omnicomprensivo es, más que nada, una ilusión, judiciales de equidad, la doctrina, a veces, lo que cita son estos
aparte de que constituiría, en todo caso, un error desde el punto casos, por más que también se los califica como fallos adecuados
de vista de la técnica jurídica; y el resultado de la aplicación de las a la "razonabilidad y justicia" 149 .
normas, como se señaló en más de una oportunidad, está inelu- . 461. Ahora bien: es claro que para pensar que el texto del
diblemente sujeto al control de conciencia por los jueces, se lo diga art. 619 del Cód. Civil necesitaba un forzamiento por vía de
o no y se nombre a esto como :la equidad o de otra manera. equidad o de la aplicación directa ele la jiliStitid era necesario
460. Un ejemplo en la jurisprudencia y en la doctrina atribuirle previamente' ese alcancerígido, a partir del Cuál áe
nacionales sirve para ilustrar lo que pasa con este tema. prodtitía el probleina. Y siende estáláeüestión, otra posibilidad
Frente al fenómeno de la inflación y al consiguiente dete- la aportaban las enseñanzas de Goldschmidt, a quien desde ya
rioro del valor de los créditos monetarios expresados en valores que no se le pasaba por alto la idea de la equidad, pese a lo Cual,
nominales, la C.S.J.N., en varios casos, decidió apartarse del de todas maneras, mucho antes de que la inflación se volviera '
"nominalismo" vigente, que se fundaba —con dudosárazón pero hiperinflación, señaló, tomo cosa natural y necesaria (y no como
casi unánimeinente— en el art. 619 del Cód. Civil, para aceptar excepción, de equidad o con cualquier otro fundamento excep-
el ajuste de esos créditos siguiendo índices de depreciación cidnal), que el verdadero objeto de las deudas monetarias "no es
un: número determinado de unidades monetarias sino una po-
monetaria (indexación), de modo que el crédito. pasase a ser
expresado con un nuevo valor nominal, apto para niantener el tencia, o sea, un determinado valor adquisitivo; por consiguien-
poder de compra originario 147. te, la inflación no debería alterar el objeto principal de este tipo
de 'repartos" "°. •
147
"Fallos","Vieytes de Fernández, Juana e/Provincia de Buenos Aires", 3/9/76,
295:975, "T. y S.S.", 1976-691; 2 !"' Ob. 'y loc. cita: en 'nota 146. Agrega, refiriéndose n la equidad:
Nacional", "Fallos", 2 95939, "L.L.", 1 3/9/76, Waldez, José R. c/Gobierno "Divinidad muda, que no puede ser escuchada".
validez de una ley indexatoria, 21/5/76,976-D-241. Antes, admitiendo la ?»' Néstor P. Sagiiés,
"Fallos", 294:434, "T. y S.S.", 1976-506. "Camusso de Marino c/Perkins", Tratado... cit., .t. 2, p. 787.Constitucionalismo social, en Vázquez Vialard,
Goldschmidt, Introducción... cit., ps. 50 y 51.

eme
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PARA UNA INTRODUCCIÓN AL DERECII0 DEL TRABAJO
LAS FUENTES DEL DERECHO DEL TRABAJO
239
462, Resulta así que lo que parece haber estado en cues-
tión en aquella oportunidad es una comprensión innecesaria del característica de las conductas, antes que un valor del cual se
texto legal, y no la conveniencia de corregirlo a él o a sus deriven soluciones o un contenido necesario de las relaciones
resultados. Pero, en todo caso, lo que el ejemplo muestra son dos jurídicas,
cosas: una, que a igual resultado de proteger los créditos contra La. •
buena fe,implica veracidad en las conductas o manifes-
la inflación se pudo llegar a través de una explicación clara y taciones o, sobre todo, coincidencia' entre lo que se pretende y lo
poco discutible, o bien invocando la equidad, con. que se procura. En este último sentido, que es 'probablemente
lo cual, si
existen las dos posibilidades, parece que la primera' fuese fran- uno de los que más rendimiento jurídico podría tener, se parece
camente más sólida y constructiva. Y la segunda, que si a esta más a una norma antifraude que a una fuente de derecho.
decisión se le pudo atribuir tanto fundamento en la equidad
como en la justicia misma, debe ser porque tienen razón quienes En todo caso, la buena fe no se registra corno un
afirman que ambos términos se usan como equivalentes argumento de uso difundido por la jurisprudencia y menos con
151. carácter de criterio decisivo. Como más ha aparecido ha sido en
En lo concreto, o sea, en cuanto a la aceptación de la la valoración de la injuria que constituya causa suficiente de
'equidad Corno criterio de decisión en cuestiones laborales, ésta, despido 154,
o sea, como contenido exigible a una actitud o acti-
igual que la justicia social, tiene más tratamiento en la doctrina vidad personal. En este sentido, los tribunales han dicho cosas
que aplicación en la jurisprudencia 152
. Con las ya señaladas tales como que es justificada el despido del trabajador que, con
limitaciones que se dan para hacer una revisión de este tipo de mala fe, 'ocultó al ingresar procesos penales en su contra
repertorios jurisprudenciales, de todos modos, en los de la revis- 155; O
que el hecho de que se le deban haberes no autoriza al trabaja-
ta "D.T.", desde 1956 hasta 1993, sólo aparece un caso en el que, dor a retener dinero de la empresa violando la buena fe
a falta de las registraciones formalmente obligatorias para los 156 .
viajantes de comercio, un tribunal decidió fijar "en forma equi-
tativa" la suma adeudada 153 •
.
Por fin, en lo que se refiere a la buena fe, aparte de
que en general resultan válidas a su respecto las limitaciones
explicadas sobre las demás fuentes alternativas del art. 11
L.e.T., en este caso ocurre, además, que hasta es dificil encua-
drar a la buena fe como fuente normativa. La buena fe es más
bien una actividad personal, o un patrón con el cual comparar
las actitudes personales; es una disposición psicológica o una
ISI
Ernesto Krotoschin, Tratado... cit„ t. 1, p. 57,
dice sobre la equidad
justicia. la jurisprudencia equivale a las exigencias éticas o al espíritu de
que para
152
Vialard,Eno laL.C.T.
doctrina pueden verse el varias veées citado trabajo de Vázquez
comentada
Guibourg, de Justo López, o en particular Ricardo
La equidad en el derecho del trabajo, "L.T.",
XXIII-B-620.
descripción
C.N.A.T., Salageneral de la función de la equidad cuino fuente puede verseUnaen
I, 13/9/82, en Rey. "E.D.', del
28/3/83, por más que ese fallo
se dio en materia de seguridad social. Dijo la C.N.A.T.: '" En el fallo de 2° instancia antecedente al de la C.S.J.N.,
"La equidad es 8/6/76,
creadora, individualizadora
elaboración de la sentencia".e integradora de la norma legal en el trance de "Fontal c/CAP", "Fallos", 295:801, "D.T.", 1976-319, se dijo que la buena fe
C.N.A.T., Sala II, 6/7/60, "D.T.", es una
" carga constante que se hizo obligatoria para valorar la injuria laboral.
55 C.N.A.T., Sala
196147. V, 21/9/68, "D.T.", 1968-612.
'55 C.N.A.T., Sala I, 17/1
1/66, "D.T.", 1967-198.
,

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