Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
10
ecientemente, las oficinas
_ gubernamentale s se h 11
R PREFACIO
ado por el censo del ano 2000. , . Se
f preguntan:
., .d
l ebe e
an Preo cu,
Podo el mundo, o se ob ten d na m ormac1on igu norma o estructura de lo que la gente dice (en general después de
t . , . a1Ihent ontars
b ea
meJ·or mediante el muestreo y las estad1sticas? N haberlo escrito). Los gramáticos descubren normas o reglas. Y las
.. , o hay d llena o
e
e c;e lleo-ará a una d ec1s10n, pero en la física de 1aspa tí Uda de reglas, dicen algunos de ellos, determinan toda la estructura del
qu - o
lenguaje, con la total fuerza de la necesidad, mundo sin final,
uede haber conteo exacto. . r culas no
P Supongamos que se d es1gna a un empadron d amén. Y sin embargo, lo que cualquiera dice o dirá es difícilmente
- . a or pa más predecible que el clima o la posición y la velocidad de un
comunidad muy extrana; sus extran1eros se vuelv . ra una
, . d A , .1 en reside electrón. Demócrito habló de "casualidad y necesidad". Es posi-
¡05 residentes estan parhen o. un s1 o saben, no ct· , ntes y
ble que no tengamos mucho que decir sobre la casualidad en el
· , C 1 . d iran de d,
vienen ru adonde van. ua qmera e ellos puede q ue d arse onde lenguaje, y es menos lo que podemos hacer respecto de ella, pero
dos días, o una semana o h asta menos de una hora O . , uno o la necesidad es sólo parte de la historia.
, " 1 . ' qu12a nun
irse ' y aun cuan d o estan en a comumdad" pued en o n ca Hace mucho que dejé atrás el tercer grado y la física de prepa-
contrarse en casa , t· pasa el empadronador. No pretend
, cuando ° en-
0
ratoria, por lo que ya no soy infalible, pero considero que se han
entender 1a teona cuan 1ca, pero me parece que lo que su escrito y creído muchas necedades acerca del lenguaje porque los
. . . d 1 .d cede en gramáticos se confundieron acerca de la necesidad. Confunden lo
el
. espaCio
. mtenor pue e parecerse a a v1 a en esta co mun1dad .
que es suficiente con lo que es necesario. La prueba de esta afir-
imagmada.
mación no requiere de la teoría cuántica, sólo de una lógica básica
El libro de León Lederman es . .tan fascinante y de fácil 1ectura y de un_ hecho: el habla es suficiente para el lenguaje, pero no es
que se lo estoy regalando a m1 meto adolescente. Puede que sea
necesana.
un poco joven para leerlo, pero es bueno en matemáticas, y a su Aceptado: 99.9% de nosotros utilizamos el habla para el lenguaje,
edad un poco de tensión mental no lo dañará. Lederman centra Ymuchos no pueden concebir el lenguaje de otro modo; sin embar-
su atención en cada uno de los genios que hizo avanzar la física f
go os millones de pe~sonas que no pueden oír constituyen el otro
pero sorprendentemente no deja de volver a la verdad de lo qu~ 0.11/o. Emplean l~nguaJes por señales visibles, no audibles. Debido a
dijo Demócrito hace 2 400 años: "Todo lo que existe en el universo que los sor~os tienen y utilizan lenguajes basados en señas, debe-
es fruto de la casualidad y de la necesidad" (59). ~os conc~mr que el habla o las señas son suficientes para el lengua-
Je y que runguno de ellos es, por sí mismo, necesario.
Entonces, _¿qué rige la necesidad en el lenguaje y en qué intervie-
ne la casualidad? No podemos recurrir a los físicos para dar una
¿QUÉ HAY DEL LENGUAJE?
;~~puesta; e~ta, pregunta. O tal vez podemos. De las leyes y teorías
is1cas se envo la base del conocimiento que los uímicos f
Si Demócrito tenía razón, el lenguaje, que existe en el univ_erso, acerca de_ la composición de las cosas. Los hallazg~s de los :~e~
también tiene que ser fruto de la casualidad y de la necesi~ad. ~os pe~Iten a los biólogos comprender la anatomía la fi · ( ~ l -
. d • d be tener cierta
¿Necesidad? Sí, cualquier cosa que a 1gmen a genetica. Los biólogos guiados por Darw· b , s10 ogia y
, iga ea sola palabra. que vinieron después de él pueden d . m y uena parte de los
regularidad intrínseca. Si no ' no entend enamosp un· · casi. a1nus• _ dad y de la necesidad. ec1mos mucho de la casuali-
No ha de sorprender que un erudito llamado anmi, d. descu-
mo tiempo que Demócrito pero muy al Este, en la In, ia~rito. Es
La evolución
bría la necesidad, o la regularidad necesaria, en el sans e estaba
. d al hacer1o, s
posible que no se haya dado cuenta e que,
transformando en el primer gramático del m~do. :rnáticos se
Desde Panini, durante dos milenios y medIO, los grasaria de la
Hace unos cinco millon
árboles y vivieron de ot::
d - 1 . .
m:;:~:. :r~~;/~:~~~o:á:~:: !:~~:
han concentrado en la necesidad: la regularidad nece
-
~=
;~-se- . - - ,, . -:;,,-,,:.- . ;
Pc."O
.:as~f:":º
o&5en-~
.o_~·~~- r-~ C.x .-:.,L:.:: ;;;e 6 . •
,~~?'~2_ : ~ ~:,.. ~:-~: : ~:: -
~ - - ....:::
huma.oo.
Sin Ím?<), G=I S:1 ~ conr ..t:."i.!C~ ,OS t.2n l:,:en CU::::-.0 ce::rer~
con rruescos h:jos, L:. com?L.~ E:=- ta... ~ c a ~<::...a ~ :r,-w
'50áaJ como ei o'rigeno p.a:ra !a ~.-w
ask~ \ riesci,e e .re rnfr-o~
~ soo.ales, la rasuali<fari ru,·o mucho c:arr;?O seie._~ ci F
apode romu:nkaáón ~l!IE' c.e::ESi...:,m 1.as ~ so:i:a·es En~~
~ ~-peoes se producen e interpretan ser.ates quinucas. E ~
sigue_peniütiend o que se identifiquen y se ~ c:ruchos
mamtleros sociales. Prá:tiramaire- codos- los aru:.-r..aies cue \-v.·en
en g rupo, ind ~'O .aqueíl~ que pueden ser pres.a O p¡-ec:udm-.
mterpretan sorudos y lo que n :n han:r d o rros.. Sobw todo, füc.r..J--
mente,. tenemos los cantos ~- Uam.ad05 que Las a.H:s emi~. es...--u-
chan e Interpretan.
Y luego está el ~engua¡e, el s:srerna e-\.rrao~dlJl.:l~tr humai-
no, del que algunos d irán que e s ~ , 1 \ . o.:::~°'""""' • 1 _
·d · . . ~ r ~ . ~""''--'"-''ro ae Id lk..->c·e -
s, ª,ª~ la casualidad que ngen aJ resto de la \·ida. S, cn:en eso
:qUJ tengo un pequeño im·ento que me gustaricl n:nderle:;~ ~
~ ~ rua~t.as gotas de lenguaje en el tanque de su aut:omó,·il
~ Jamas tendran q ue \ 'Oker a c.ugar!e gasolina.
PREFACIO
\.1 :-intn ..i~. ¿Put"ie hacer:-e esto a tra\·és del h b l 'K ll:.,, CI( ) l do ~uc k·
:-d\.fo 72 73 ,1110s desde que vo estaba en t ~ la? Coin 0 i..
l1
• , el lcn ~ u ,lJl
.. i, ..,b ,1
inn·r-
, ercer g- llqn
. - •· · 11 rn cd i.1nh . . . . , ,1h in.t r J,1 .
q ue no puedo esperar a que alguien res ponda a __racto, me ~-
1
e:-a p~gunta . firn1at¡'°<ltn ~ _.\ l p.intccr. 1,: n)tnt11~:~,~,~~~ct,1 , ·isib k -_E_~ nf,11: ~i:~,tc ltn le n ~ u ..11:l~J·:
- • · • ul' un, · - 1cHJfl .i -:on l l . ' ·
Los seis primeros capítulos de este libro abord _ ente 1n)n1p,ir1-11::-.l ba l,1 co r11ut11 L,
. ·•St" LlC h JuO " - -- -· ,
~,1 : ct1<1ndl1 prl'lhl,n~1nl· ~~cía n h,1bri,1n J, e c hll1 { ~nformac ión. ~ 1_, 1~ 1
t(,:- con mayor detalle, poniendo en evidenc· ara~ estos n . . . . •ne ~ ,l'.'>
l, . i i t,1111 ,1c n . utd.11/,.1-
1ª cuanct ' llJ\- 1 :ibrí,111 (L1t1tt.:•ntl l 1lc••<1do ..1
a rse que l a evo 1uoon· · paso· (por casual'd
-1 :-,;L't1<l:- quit.: _ - . . , ,, s er
uemostr o Pu _ ,. ,· c ~to::- 1 • • J -: J,ub1c~t: - n . · - J rnP l!.fl
1
ad v ynr,1lt:- , . . 1, no~ ::;ontuO- :1, - -•ri,JS, ,1s 1 <..l
:i l aueman
le -1 •
a l 1enguaJe
. . El capitulo
- VII rnuest · necesidad et1t
er,1 . ( l'll l:' l ltl'lll Pº ,1 -~u ,..;
dt• cn1i S illllCS Le ~ t. J •rnane::; tx: ur r e n
. - d h
que e l 1engua¡e por senas pu o aber derivad h . <lnera e
ra la rn ) • · nlHl fl)flt.: . .J · •rtos ., e ¡
lh1,c co n ,_- t1.•r 1,1::-. r lt•n,•u.1jl' h,1bl,11..ll) LIL L-..J. J :i..; ( p o r cjcn i p o ,
Una \·ez afianzado el lenguaje (una casualidadº f acia el h<lb!n • i :lt:"~ (llll un . -:, . · s ¡, 1 v tlU< . .
. . . a ortun ª· 1..·1.,n1unt1. <1L . l ' n1s exnrcs1lH11.. . ' . 1 s tréln~rn1kn ,
nosotros, s1 alguna vez lo tue), las formas de las rn acta pa_ra , t •ClHl , l h l l , . r ' i .· -1d e nt,1 e . d
rq;til,Hfllt.:ll ~- ,. 1 . ,· " ) Lo~ son1l o~ in_L ' 1 actual1da
., .. ; " " lll) ' t.1 \ l z . .J lSI ct1n1 0 en i1 . . -
taron personas , animales y cosas (los contenid~nos rep~ _ 11 L1 :,1.: , . -111 Ül' e ,tc 11101..11..), ' · d · ) swntft<..il -
- . · ,iorn1,1\.·tl · • t . J , ,1o r n"le H. , · r
ns1. "bl e ), v l os movimientos
. . . d 1caron
m . acciones v s del mundo nul':; , n1,1 s 11
r ,::t ,11 cxpll'S, . --1r, ·,in h.1 .., d u c r 1
- . pu e d p. n .h ,1b"f ""
- . . camb·
servados o reflexionados) . Juntos, no representaban fra ios (ob. los ,1~e111~~~1: ~:iL~~\,~_ ·em~'llP, lns sonidos llie ::1111~ª:~l:· eían l~s se f, a:,;
frases . La clave para este desarrollo es que sólo el ses, eran do:- u1llll . . . .. . . . n c..i no se ,acr. - .• -
••XF-,res.ido los s 1g rnttc,H.i os ,,u ·:1 i '-' C<J'-' ''IS (l1ue s ir ve a lil n 1n\_t r
señas puede haber iniciado la sintaxis, un rasgo ne uso ~e las ~, 1 . 11 E
::la'- c1..,n e os. :5 t.:.. ,
1 • " S t:1 l.. l l l '- ..,, "
d . d e senas c'<I S. t l.,.
- )
JS de re""''º
na e> , esa jorrnidable forma de S que n 1· s1qu·
• colina en d' .
el Dodo-e
º coupé 1925 de rn1
. 1d padre Pº ia ascender en
pnm.. lera
Aquí, algunas ideas s?n ,gua e extravagantes y molesta ?•!
muchos, par lo que rnas vale que asuma yo mismo la res ran a
iidad. Y desde luego, al igual que en el caso de León L ponsabi- I. UNA IDEA QUE NO SE DESVANECERÁ
en su momento daré el crédito correspondiente a tod ederrnan
en cuyas palabras e ideas rne estaré apoyando. os aquello;
~A IDEA d~ que las señas de los sordos podían constituir un lengua-
Je provoco una mordaz oposición cuando la propuse por primera
vez, en 1960, pero no quedaría en el olvido. Aproximadamente
una década después la idea no sólo era un hecho consumado,
sino que daba origen a signos muy positivos en el desarrollo del
lenguaje de los sordos. Aun hoy, que se encuentra muy extendida
y aceptada, podría ofrecer mayores beneficios si se realizaran más
investigaciones y pruebas en tal dirección.
La convicción de que las señas pueden constituir un lenguaje
es nueva en algunos sentidos, si bien es una extensión natural de
una vieja idea, pues parte de la teoría de la gesticulación en los
orígenes del lenguaje. Sin embargo, cuando se me ocurrió por
primera vez, la idea era sólo mía y estaba relacionada con mi his-
toria personal. Al principio, mis colegas del Gallaudet College no
la tocaban. En realidad, los educadores de alumnos sordos en
todos los Estados Unidos me atacaron, a Veces con virulencia, por
pensar y escribir que, en su conversación cotidiana, los sordos
podían estar empleando un lenguaje que obviamente no era
inglés, pero que no por ello dejaba de ser un lenguaje.
La atmósfera intelectual ha cambiado en los últimos 40 años,
al igual que la idea. Al principio, tenía la corazonada de que las
señas que veía utilizar a los sordos cuando interactuaban podían
constituir un lenguaje, pero carecía de evidencias para respaldar
mi sospecha. Hoy día los especialistas estudian, describen y
comparan los lenguajes por señas de los _sordos e~ rnuc~as ~ar-
tes del mundo. Los propios sordos rnaneJan las senas mas abier-
tamente y son admirados por ello. Y a nadie le Pª:ece ext~añ~
ver intérpretes del lenguaje por señas en acontec1rn1entos pubh-
cos y en la televisión. .
Me da gusto ver la atención que se presta a los lengua1es ~or
señas. Aparte de ser bueno para los usuarios de dichos lengua1es,
. yo no estaba tan loco corno lo pensaron los expertos
sugiere que bl' , . .
. , de sordos en 1960, cuando se pu ico rn1 primera
en e d ucac10n
19
PREFACIO
D
Aft¡. /
5eJJrÍ ez
1 é)
¡
~ al habla / William C Stokoe ; trad . de Ehane Cazenave
Tapie Isoard. - México : FCE, 2004
263 p. : ilus.; 21 x 14 cm - ( Colee. Educación y Peda-
ÍNDICE GENERAL
gogía) .
Título original Language m Hand. Why Sign Carne Prefacio .. . . . . . . . . . .
Befare Speech 9
ISBN 968-16-7301-8 I. Una idea que no se desvanecerá
j II. Persiguiendo la mariposa del leng~aje · 19
l. Lenguaje L Cazenave Tapie Isoard, Eliane, tr. II. Ser
7
III. De la seña al lenguaje al habla . . . 37
IIl.t
fV. Los lenguajes por señas y las bases del len~~ª-~ 53
LC HV2474 .569 Dewey 419 S8651 V. Las señas del lenguaje . . . 1 77
VI. Descartes se equivocaba . . 95
VII. La metamorfosis del lenguaje 107
VIII. El lenguaje en una crisálida 136
IX. Saliendo del capullo . . . . 154
X. Familias de lenguajes por señas 168
XI. Lenguajes en paralelo . . . . . . 187
XII. Los verbos visibles se vuelven hablados 204
XIII. Una diferencia que hace la diferencia 220
240
Bibliografía
Índice analítico 251
259
Comentarios y sugerencias: editor@fce.com.mx
www.fondodeculturaeconomica.com
Título original D. R. © 2001, Language in Hand. Why Sígn Came Before Speech
Publicado por acuerdo con Gallaudet University Press, Washington, D. C , EUA
ISBN 968-16-7301-8
Impreso en México • Printed in Mexico
7
ESVANECERÁ UNA IDEA QUE NO SE DESVANECERÁ 21
NosED
1: 1, QUE 965, cuando dos cole-
uNA 10 - y en 1 . d 1A
. or senas, d·ccionano e menean
. nos de ellos me dijeron una y otra vez que los alumnos sordos
sólo podían entender el lenguaje más simple. Explicaban que en
20 -le un ]engttaJe pos el primer - ª1 s Norteamericano]. Sin
' . ·] L •naJl'l sen . realidad una persona sorda no poseía ningún lenguaje, por lo
g1.·a111atd.1L•. v yo ter 1111L nguaje por . .dad actual no es simple. que no lograba tener un desarrollo mental completo. En cierta
s ~or o~. ( sd [ e la act1v1 1 .
g~- - L'nªuage A I cencia con e estudian los engua1es por ocasión debí haber manifestado tristeza cuando escuché esto por
51 crn ,, o 1f1 a 1 s qu
ºt a1·ao ini con ,choS de o t ·a vez pero un paso no nos enésima vez, porque la enfermera de la universidad que lo dijo
e1111, o ·' fd Jl1l yor ' ..
E ·ierta mee 1 ª.' r paso una tapa de la idea ongmal para
s;~~s dan ese pr~mta:os la segunda e
. . Neces1
intentó tranquilizarme. Añadió que de todas maneras yo iba a
disfrutar enseñando a alumnos sordos, pues éstos se esmeraban
lleva ]e¡o~. mucho en complacer al maestro; "como los perros y los negros",
avanzar. concluyó.
EL PRIMER PASO
No toda mi orientación fue tan negativa. Richard Phillips, el
. . d clases en las jornadas finales de director sordo de los estudiantes, complementó las clases forma-
un día cualquiera de in.:ci:eeencontraba en Kendall Hall, un les de señas para maestros durante aquellas dos semanas iniciales,
Era to de 1955. Aquel ot~lnlo on un medallón en su fachada: la permitiéndonos practicar la comunicación como un descanso de
acros · d ladn c ° · 1 1d 1 ·
~queño edificio e . In uien firmó el permiso ega e a ms- la lucha por la corrección que nuestro maestro asignado esperaba
pabeza de Abraharn Lm:º, 'q el Gallaudet College y luego en la pero que no lograba definir. Y Bobby, de cinco años de edad, hijo
e vertina en . 1 sordo de Don y Agnes Padden, sus padres sordos, que a veces
titución que se con hora empezaba la pnmera e ase que
. sity A esa _ , esperaba conmigo para que lo llevara a casa, me permitió conver-
Gallaudet Univer · h a sido en la manana, pero yo tema
impartiría. Puede qu~e r:~ordar. Estaba menos que preparado. sar con él por medio de señas. Se trataba de una verdadera comu-
muchas otras cosas q mundo extraño. Me encontraba frente nicación y era una excelente práctica.
Entra ab d'rectamente
1
d' z especialistas en ingl'es, ninguno
a un . d e 1os No obstante, yo estaba a punto de entrar en pánico aquel día
o de ocho o ie , de agosto de 1955 cuando entré al salón, pero entonces observé
a un gruP nos practicaban un habla que no podrn
les oía aunque a1gu - d . l' 1 algo que me dio esperanza: todos los alumnos me veían con
cua ' h b' duado en la ensenanza e mg es a os es-
descifrar Me a ia gra 11 d suma atención. No sólo miraban momentáneamente distraídos
· · - en la Universidad de Come , y urante
tudiantes de pnmer an 0 . ., • 1 de sus preocupaciones normales para ver con qué clase de maes-
_ . t' 1 s materias de compos1c1on y literatura a os tro se las iban a ver. Centraban en mí una verdadera curiosidad.
ocho anos impar 1 a b
llege Ahora debía dictar un curso so re
alumnos de1Wells Co · Incapaces de escuchar, parecían tranquilos y deseaban saber lo
Chaucer en inglés medio a alumnos sordos. . que podían ver, lo que podía estar a punto de decirles. De alguna
Al igual que otros nuevos maestros, la academia_ de aqu:!la manera, creían entenderme, y así salvamos aquel primer día.
época me había enseñado el modo predominante de mstrucc1on. Aprendí tanto de aquel primer grupo de alumnos que resulté
Se esperaba de nosotros que habláramos normalmente, mientras sorprendido. Uno de ellos, una niña totalmente sorda de Alaba-
hacíamos con las manos algunas señas que represen t anan ' las ma, hablaba con un acento inconfundible; pero, desde luego, in-
palabras en inglés. Cuando desconociéramos la seña para una pa- capaz de escuchar su propia voz, tuvo que perseverar emitiendo
labra, nuestro profesor nos había dicho que la "¡deletreá~am: s~nid~s hasta que su m~est~o de voz -criado en Alabama- que-
con los dedos!" Para lograrlo, debíamos crear una forma difere do satisfecho. Y aprend1 mas: descubrí más estudiantes brillantes
. 1 s tan en mis grupos de Gallaudet que en las clases que había impartido
te con la mano para cada letra de la palabra e intentar l1gar ª
antes. Una vez más, la explicación era simple: los alumnos más
suavemente como las notas cadenciosas de un violín.
· tos brillantes, que además tenían la posibilidad de oír, podían elegir
Es peor estar mal preparado que no estar preparado. A cier
entre muchas facultades y universidades, pero en 1955 sólo una
veteranos, quienes se consideraban "dedicados maestros de los
sordos", les encantaba recordarnos lo poco que sabíamos. Algu-
oESV ANECERÁ
UNA IDEA QUE NO SE DESVANECERÁ 23
EA QUE No SE
uNA ID ¿·antes sordos. La crema y
,7 t a est u i 1 f 1 d Las señas que vi utilizar a los sordos eran igualmente ajenas a
-- . . b' ertamen e d d ingresar a a acu ta ' tanto
cocTla a l
fac uJtaL-¡ ,1 0 ·ón sorda en
eda
.,
e L .
Gallaudet. a mteracción la actividad manual mezclada con el lenguaje que se nos había
¡1 poblaCl parecio en _, enseñado a los nuevos maestros que podíamos oír. El medio ofi-
nata de ' extranjera, a . olegas rne enseno esas y mu-
. ¡ como n mis c cial de instrucción en la facultad, las señas de los maestros con
naoona os sordos Yco do la absoluta falsedad de la
· alunU1 . . obre to , , oído, eran una traducción manual más o menos (en general, me-
con 1111 5 sas positivas, s s vieJ· as manos habian estado
chas otras co con la que a 1 nos) completa de las frases en inglés que pronunciábamos. Por el
. • adversa d contrario, los estudiantes sordos unían las señas con fluidez y
¡11for111aoon . t faculta · .
. ntando a la nacien e les se adecuaban bien a la antro-
prontitud, pero las construcciones resultantes no parecían frases
alune
Eso S
descubrim1en °~, .
. t persona
r instica qu
e había estado leyendo antes de
, en inglés.
pología cultural Y mg studios sugenan que las personas El trabajo de los lingüistas antropológicos sugería que las dife-
11
llegar a Gallaudet. Aq_ue os e su propia valía. Así, desde esta
, ser re conocidas por rencias como las que observé entre el inglés y las señas de los
mereoan d eran personas con un 01'd o d efectuo- alumnos no hacen que una forma de lenguaje sea correcta y las
. , los sor os no d ·'
interpretac10n, , reído la vieja guardia en e ucac1on para sor- demás incorrectas o defectuosas; las variaciones reflejan circuns-
so, como lo habla c te que debía ser respetada por sus tancias sociales y culturales. El lenguaje que cualquier grupo uti-
· · plemente gen .
dos, sino sim . El speto a la integridad mtelectual de mis liza es su lenguaje. Así, la idea maduró. Las personas sordas del
,f úmcas. re . .
caractens icas rdos el reconocimiento en cierta medida campus de Gallaudet estaban empleando un lenguaje diferente,
d'
eStu ian_d dtes y co 1
egas so ,
diferencias culturales y mi reacción visceral no una versión inferior del inglés. Pero, ¿era real, era cierto, o
de la vah ez e susersonas negativas requenan , un componente
estaba yo alucinando?
en, contra d e 1asder P la idea de que la sena - po d'ia ser 1enguaie. · No podía recurrir a los veteranos de Gallaudet para responder
mas para encen , . , a esta pregunta o prestarle una seria consideración. Ellos, y sus
Mientras gozaba de un descanso sabati~o'. me acerque en las
bibliotecas de Edimburgo al tema del relat1v1smo cultural y ello clones de las escuelas para sordos de todo el país, ya habían
también me ayudó a desarrollar rni pensamiento acerca del len- expresado, y puesto por escrito, su opinión de que la mayoría de
guaje, así como el vivir en la región ~udeste rural esco,cesa en es~ los sordos carecía por completo de un lenguaje. En el mejor de los
trecho contacto social con preparatonanos de aquel pa1s. Aprend1 casos, algunos admitían que tenían un "lenguaje quebrado", es
como participante-observador en una sociedad con lazos muy decir, un inglés hablado mal adquirido. Y lo decían a pesar del
estrechos que la manera en que otras culturas clasifican y valoran tiempo que se les había pagado por impartir a sus alumnos una
los componentes de la vida, incluso el lenguaje, pueden ser dife- costosa instrucción para hablar y leer los labios en inglés. En las
antiguas escuelas más estrictas para sordos se pospuso la instruc-
rentes, curiosos, y muy interesantes.
El dialecto escocés, o de las tierras bajas, que había tratado de ción para leer y escribir el inglés hasta que se lograra un éxito
suficiente en la producción del habla y se obtuvieran algunos pro-
aprender en 1953-1954 para poder interactuar en forma natural con
gresos en el descifrado de lo que las personas decían al mirarles
amigos de East Lothian, era muy diferente del inglés "yanqui". Los
las caras.
miembros del Rifle Club de East Lothian a quienes me uní podían
Y sin embargo, descubrí que los desertores de las escuelas para
mantener una conversación que para mi oído parecía ser una len-
sordos (" deficientes orales", se les llamaba) a menudo obtenían
gua extranjera. Tenía que aprender su dialecto si deseaba saber lo
mejores resultados en mis clases universitarias que los estudian-
que e;taban diciendo y participar en su conversación; dependía
tes (muy probablemente con alguna audición en la frecuencia del
de mi que me adaptara. Un año después en Gallaudet debo habla) cuyas habilidades de habla y lectura de labios eran supe-
haber percibido que las señas que hacían l~s sordos era t:mbién riores. En aquellos años, esos desertores eran aceptados por
su lengua ' y <lepe n d'ia d e m1, d escubnrla. . Sin duda alguna, era Gallaudet cuando su motivación y aptitud en los exámenes para
una lengua extranjera para mí.
. •¡: 1)i•SV ,'\NliC FR /\
. 1u1• Nl 1 ~ ·
tJN i\ ll)i::\ l1 . UN/\ 11 >E/\ (_)lJI•: NO SI•: 1)1:SV /\NliCEI{/\ 2'i
,.1 . b· n nl1 depender de su fluidl'/
- . l i rt've1,1 ,, . . . en
. , ., univcrstt ,,t ,· tr,,s ,1i1os de lt1 qu e ddx'n h'1b ·
inl?;res,11 •11' . . h 1esccnc1.1, . . .. ·. • . .·. . .' l'r
. , . . Al ¡¡ , 1de \,1 ,1L 1 . . .., 01 uy 1ns,1l1stact011c1s, qu,e EL SECUNDO PASO
11 1 , . ,d uc,1Cll111•1 1l "
. •➔ .. , . eran bnll,1ntcs y cstab,n, ansiones
tnh\t'!:i, · .
, ,ncnenc1,1::, e
, ., . ., . ., . .
. .
Sil O l Xr , e 11•-'S ()1 ,1 1(:::, · SOS
· ¡ • ,xat11 · -- · · En ese punto mi iden cm simplemente que bs sei'ías que los sor-
fo\lab,1t1 en ,,::- e,
. render. ·C , 1110 desarrollaron aquellos estudi, 11 dos norteamericanos hncen constituyen un lenguaje. Luego, esta
po •CónW
l 'r111
suce d'10' t.•sto? l ·do.O • ·
de la cunos1d.id, cuando no se 1" • idea evolucionú ¡:¡ una segunda ctZ1pa en la qu e empezó a péircccr-
l t , su sent1 d . 1u- mc patente reconocer que b diferencia entre las señns y el hnbb
tes su intelec O ) . ~f. . i() 7 Des pués de to o, esas activid"' :\
. · :l 1 re 1nc1L · .. . "e es es muy importante. Aun cuando todos los lenguajes se parecen
bían sociahzaL O 11 . , . 111 y del uso del len~ttaJc. La rcspue ,
, d la co111p1ens1c , . stu en lo fundnmental (todos satisfacen la s necesidades de sus usua-
requenan e < ializados y hnb1an aprendido no por .
.
era sllnp 1e. · ,. estaban soc :i .
e :lependía e e 1a capac1uac de lnbla su.J :i rios), cuando los materiales de los lenguajes son tan distintos
. . en clase, qt1 l . e er y como los sonidos y los movimientos visibles, y cunndo los cnna-
expenenc 1~ · . • rque sus semejantes empleaban señas L
° .,
. l s labios, sino Pº . . 1
1·ee1t ·acoon estud'1an ti' l en los donmtonos, os ,campos deportiv os,
· a les para recibirlos son tan disímiles como el oído y la vis ta, las
diferencias claman por ser observadas y tienen algo que enseiiar-
tn er, d demás se había dado en algun lenguaje. y era 1
los. come ores y bservaba en los pas1·¡¡ os, cuan d o 1os alumn ' e nos. Después de todo, la uniformidad nos dice muy poco; son las
diferencias las que cuentan.
mismo que yo·e osí y frente a un maestro que los escuchaba os
ha a an en tl 110 . , ,. Se suponía que, a pesar de las variaciones en el habla entre dife-
bl b rentes personas, nada podía separar al habla del lenguaje. Cual-
Yo deseaba saber más de ese lenguaJ:· .
Por fortuna, George Detm?ld, el direct~r ~ue p_r~mero me había quier cosa no verbalizada sino dicha por medio de ademanes
invitado a Gallaudet, acogio con benepl~cito m1 idea de que las tenía que ser "no verbal", no lenguaje. La mayoría de los gramáti-
señas podían ser un le~guaje y me alento a pr~fun?izarla. Debe cos, los lingüistas y demás especialistas del lenguaje aceptaban
de haberla compartido el mismo, pero es una h1stona que merece esa falacia. Los demográficos y la opresión cultural facilitaron el
capítulo aparte. Con su respaldo, las su?erencias de varios lin- concepto. Los usuarios de un lenguaje hablado son más numero-
güistas interesados y el apoyo del ConseJO Norteamericano para sos que los de los lenguajes por señas en una proporción de casi
Sociedades Eruditas concluí la primera gramática descriptiva del mil a uno. Las personas suelen encontrar lenguajes hablados sin
1 esperar que sean exactamente iguales al suyo. Sin embargo, es
American Sign Language en 1960. Luego, con los fondos de
Gallaudet que Detmold puso a nuestra disposición, dos colegas diferente con las señas de los sordos. Hasta hace poco, por el tra-
sordos, Carl Croneberg y Dorothy Sueoka Casterline, y yo, compi- tamiento social que habían recibido los sordos y su lenguaje por
2 medio de señas a lo largo de los siglos, ellos preferían abstenerse
lamos un diccionario de American Sign Language. Una subven-
de hacerlas en público, o hacerlas lo más breves y discretas que
ción y el subsidio de una Fundación Nacional de Ciencia hicieron
fuera posible. Esa opresión cultural hizo que resultara aún más
posible su preparación y publicación en 1965. Así terminó la pri-
raro observar las señas de los sordos de lo que su pequeño núme-
mera etapa de la idea. ro merecía. Virtualmente, la primera impresión de todo el mundo
("¡Estas personas no están hablando!") llevó a la falsa conclusión
de que no estaban empleando un lenguaje. En lugar de ver el len-
guaje en un canal diferente, el observador ingenuo, al no escu-
1 Williarn C. Stokoe, Sign Language Structure: An Out/ine of the Visual Co1111111111i-
catio11 Systems of /he American Deaf, Buffalo, University of Buffalo Department of char habla, concluía que no había lenguaje.
Anthropology and Linguistics, Occasional Papers 8, 1960; reimpreso, Burtons- Por desgracia, la erudición más reciente sobre los lenguajes por
ville, Md., Linstok Press, 1993. señas ha ignorado las diferencias y, en su lugar, ha intentado de-
. 2 WiHiam C. Stokoe, Dorothy Casterline y Carl Croneberg, A Dictionary of Ame-
mostrar que no es posible distinguir las gramáticas de los lengua-
rican Sign Language on Linguistic Principies, Washington, D. C., Gallaudet College,
1965; reimpreso, Burtonsville, Md., Linstok Press, 1976.
ESVANECERÁ
UE NOSE D UNA IDEA QUE NO SE DESVANECERÁ 27
uNA 10EA Q Esto debe parecer extra-
:c, -¡ ! lenguaje hablado: nes han luchado con las dos de los lingüistas antropológicos cuyas publicaciones más me
las L e os qu1e 1 1
. ,._ ¡.xw :,;e11as d~--' - , a los aluJ111: ' tudiados en a escue a o habían impresionado, hicieron de ese instituto una etapa funda-
Jt - . guistas) ¡eros es , d
- il tos no 1 1
111 mental en mi educación. El curso de Smith -lingüística para
no, · -le los 1.d.10rnas extranhay gram a'ticas • ademas e agra-
,,ran1áticas t p O actualmente r güistas que creen, a pesar maestros de inglés- fue la clase mejor impartida y más informa-
; 11 ta facultad._ ~ay una escuela de m declinaciones y conjuga- tiva a la que jamás asistí. Un poco después, como miembro del
. . Es deor, . as y casos Y t, ·d Washington Linguistics Club (wLc), tuve la fortuna de interac-
111at1ca. . entre id10rn d los idiomas es an reg1 os
de Ias diferencias . que to os . l" tuar con lingüistas, psicolingüistas y psicólogos de universida-
. específicos, "gramática universa .
. , dernas 1 s de 1a des de la zona, y con sociolingüistas del Centro para Lingüística
oones ) . 5 reglas, las reg ª un lenguaje, y su corolario
orla<; m1srna - pueden ser "f . b Aplicada en Washington, D. C. Estas experiencias e interacciones
P .- d que las senas . d n-as pueden di enr nota le-
La idea e edIO e se . d personales, este intercambio con líderes de varias disciplinas y la
los lenguajes por rn d desafía la creencia e que las
de que . habla os, • 1 absorbente tarea de editar y publicar algunas de sus presentacio-
de los lengua¡es . s Lo que es universa es que
rnen te .. universa1e · h D . nes como Proceedings of the wLc, me dieron una perspectiva y una
las de gramatica son arios necesitan que aga. ebi-
reg 1O ue sus usu d d . educación interdisciplinarias.
ca da lenguaje hace . q por rne d.10 de señas son en ver a y. as1- El wLc también me puso en contacto con Thomas A. Sebeok,
do a que los lengua¡es t i·dos de modo diferente, tienen un erudito y maestro reconocido mundialmente, y a través de él
. nque cons ru 1 f
mismo lengua¡es au d l lengua¡·e cosas que as ormas pude avistar una rama fascinante de la filosofía, la semiótica y
- s acerca e '
mucho que ensenarno d el estudio de las señas de todo tipo. Su guía principal, Charles
·ten apren er.
habladas no nos perrni fueron en lenguaje por señas o en Sanders Peirce (1839-1914), identificó unos 66 diferentes tipos de
1
Mis e~tudios doctor\:s ~~rnell no tenía un departamento de símbolos e introdujo la idea simple pero profunda de que la
19
lingüística. Antes de ' búsqueda para cubrir la cátedra serniosis, la manera en que funcionan los símbolos, es triple y no
. .. , • Pero durante una .
lmgu1shca. d m·glés uno de los estimulantes can- doble, como lo pensaba la mayoría. Más que una seña y lo que
l departamento e ' . .
vacante de ,. Robert A. Hall, quien acababa de escribir significa, su función es un proceso que abarca tres puntos cardi-
didatos-cated:a~~c~s;;:ne (Ithaca, Nueva York, Lingüística, 1950). nales: la seña misma, lo que ésta simboliza y, sobre todo, un inter-
Leave Your La ? gd H 11 cerca del trabajo de la escuela norte- pretador: alguien o algo que interprete la seña. (Al emplear la
Los comentanos e ª ª , · d palabra intérprete, Peirce habría dado la impresión errónea de que
. d 1· .. ·stas descriptivos o antropo 1og1cos, se a e-
amencana e mgm ' · 11 · sólo los seres humanos interpretan los símbolos.)
tamente a lo que yo había aprendido de eng~a¡e y
cua ban perfec , • d al También fue Sebeok quien propuso publicar una revista sobre
de sus usuarios en mis estudios de ingles antig~o y me iev . '
lenguaje por señas si yo la editaba. Así nació Sign Language Stu -
latín y griego. Un año sabático en 1953-1954 °;e dio la oportuni-
dies (sLs) [Estudios del lenguaje por señas]: primero de periodicidad
dad de leer más sobre lingüística y antropologia cultural. . semestral, publicada conjuntamente por Mouton y la Universi-
Aquel año seleccioné los escritos de lingüistas que considera- dad de Indiana (1972-1975), y después trimestral (1975-1996), por
ban cada idioma como parte (una parte central e importante, pero Linstok Press, una corporación que formamos mi esposa Ruth y
finalmente un subsistema) de un sistema más grande, una cul- yo, y en la actualidad por Gallaudet University Press.
tura. Así, la idea original de que "las señas de los sordos son un
lenguaje" parte de comprender un principio clave: cuando los
miembros de cualquier comunidad interactúan entre sí, emplean PERCIBIR LAS SEÑAS COMO LENGUAJE
el sistema interactivo central de su cultura, su lenguaje.
Entendí todo esto mucho mejor tras asistir al instituto de ve~a- Los sLs ayudaron materialmente a difundir y a hacer respetable la
no de la Linguistic Society of America [Sociedad Ling~íShCa idea de que existen los lenguajes por sei"ías. Las fuentes proceden-
Norteamericana] en 1957. George L. Trager y Henry Lee Smith Jr.,
-. ot:.:v
.) o..,E ,,.., ANECERÁ
. )üE Nl ·
t '\ .-, ior~.-, l! , la biología, la lingüística l
29
>ologia, 1 , ,a UNA IDEA QUE NO SE DESVANECERÁ
> •1 \,1 ,,rque . ía y la zoo ogia ayudaron
.. 1ptlh1gi. , 1 ·ooo1og . I , a guaje es arbitraria y que no tiene una relación necesaria con lo
't' -; de 1.1 ,1n t1_1 1 ftil1sofía , a t. ·d ro que la semio ogia tuvo un
•
. :l "1 F,ero cons1 e .<ri·nal de que 1as senas
1 i,'1<1 , ,1 .
kon tn l.--
11r .1 .
- pueden que significa. Pero muchos escritores emplean el término símbolo
J Id ll t< , 'ón Orlo . para referirse a cualquier cosa que representa algo más. (Todo
dar tt1n11 ,1 , ·t en la concepCI brimientos de Peirce y la intro.
¡111 p.iL o . Los Jescu . t esto requiere una aclaración, y la tiene en el capítul o v.)
rn,1rN le uat• . me parecieron exac amente las
· ·t ·r un 110 o 'ót1ca .
ct1n:-t1. u1 i 5ebeok a la semi lorar diferentes tipos de seña
ducoon Le :i uadas para exp s
. t e; ac ec (ÓMO FUNClONAN LAS SEÑAS
herra n11en ,1. .
de lenguaje.:; das las señas implican u~ lenguaJe. Hasta los
de lueoo, no to d tener la capacidad de responder a Una seña puede ser un icono, un indicio o un símbolo . Un icono
Des o s pue en . , es una seña que posee el carácter que lo hace significativo, aún
1imales unícelu 1are - I· . rta bacteria nada hacia moleculas de cuando su objeto es inexistente; por ejemplo, una raya hecha
a1 . o sena . ere d
estímulo de tip ueve en círculos cuan o no está pre- con un lápiz de grafito representa una línea geométrica . Un
l 111 ., pero se m
az úcar en soluoon, . s siguen un rastro de feromona una indicio es una seña que, de inmediato, perderá el carácter que
, . ¡ s hormiga . ' hace de él una seña si se retirara su objeto, pero que no perde-
sente el azucar, ª t da por las hormigas que pasaron antes
. , · a secre a . · ría ese carácter si no hubiera un interpretador. Por ejemplo, un
sustancia quimic _ son instintivas. Los animales con siste- pedazo de molde con el agujero de una bala en él como indicio
d tas por senas .
Estas con uc ' y sistemas sensoriales centrados en el de un disparo; porque sin el disparo no habría agujero; pero
, osos centra 1es -
mas nen 1 .b·, . terpretan y responden a las senas que pueden hay un agujero, sin importar si a alguien se le ocurre, o no, atri-
h 1en mtir oler O gustar. Sm . emb argo, a 1gunas de sus buirlo a un disparo. Un símbolo es una seña que perderá el
ce rebro tam carácter de tal si no hay un interpretador. Por ejemplo, cual-
ver escuc ar, sen , . . E h
' . ·mplícan más que el mstmto. n mue os casos quier expresión que tiene un significado sólo en virtud de ser
interpretaoones 1 . , , '
• l superiores eligen como y cuando responder y pro- entendida con ese significado.
los arnma es
ducir señales a su vez. , . , . . Just Buchler (comp.), Philosophical Writings of Pierce, Nueva
Pero he empezado a emplear el termino szmbolo con un significa- York, Dover Publications, 1955, p. 104.
do diferente. Antes, en el contexto de los lenguajes por medio de
señas, utilizaba la palabra para hacer referencia a los movimientos
La ciencia de las señas centró mi atención en la diferencia entre
visibles que las personas hacen con sus manos, brazos, caras y de-
las señas visibles y audibles y los contrastes fisiológicos implica-
más. Sin embargo, en el sentido más general, como lo emplean los
dos en su interpretación, sobre todo cuando son las señas de un
semióticos como Sebeok, la palabra seña se refiere a todo aquello
lenguaje. Las señas visibles, como señalar algo o representar una
que una criatura puede interpretar como equivalente a algo más.
acción, pueden tener un significado directo. Por ello, la interpre-
Así, una sustancia química aromática es una señal para las hor-
tación de dichas señas puede ser llamada natural, aunque lo que
migas, que suelen interpretarla como "sigue esta senda". es natural, las dimensiones de la naturaleza, cambia conforme a
En las discusiones acerca del lenguaje hablado y del lenguaje la especie implicada. Cuando un rebaño de animales salvajes o
por señas se suele emplear mucho el término símbolo. El significa- domésticos que están pastando ve a uno de sus miembros con la
do preciso de este término depende de quién lo utiliza y en qué cabeza levantada, las orejas hacia delante y todo el cuerpo en
contexto. Aquí basta con señalar que algunos escritores emplean posición rígida, a su vez, naturalmente, se mantienen a la expec-
el término símbolo para realzar la diferencia a menudo sorpren- tativa, listos para huir. Parecen interpretar la señal que observan
dent~ en_t~e la seña del lenguaje (ya sea vista o escuchada) y lo como el indicio de que se espera un peligro. Todo esto es tan natu-
gue sigmfica; en otras palabras, para enfatizar que la seña del len- ral como los propios animales.
3
Thom/ 5 A. Sebeok, Signs: An lntroduction to Semiotics Toronto University of Sin embargo, cuando los espectadores de un teatro aplauden la
Toronto 1ress, 1994. ' ' actuación de un mimo en escena, la semejanza de lo que ven con
. : 01:SV ANECE RÁ UNA IDEA QUE NO SE DESVANECEIV\ JI
-itJF NO SE .
,-,; ., 1nF l.! ·
les na tt 11-al, pero m el . arte del
0
'
L. . . . <lucidos al mismo tiempo que las señas manual es . Estc1 faceta de
s' , ic nnrecer audiencia son mnatos ·
. , 1ta t1t1l l r . ., de 1a . , la idea sugiere una manera de unir la venerabl e teoría de los ges-
, ,JI(, n'rre:,tI_ ·o'n m)r pn1 te -ar de ello, algunos de los
ltl ,1\ll l > ·1,1(1 r . i . A pe:,, l tos en el origen del lenguaje con todos los tratados gramaticJles Y
· . ni ~ll .iprtl i uint os . , parecen natura mente y
1111111\1 · i )S () é'l l l1 10s :,€ ' lingüísticos acerca de los lenguajes hablados que datan de l ~lS
111 11
. , . ,n .1prenda l - . seres ht1 ' . -. portar si nos percatamos
!ll l 1l l' ]11 1():, . ·ti stn 1111 realizados por el primer gramático conocido, Panini, e n la Ind1c1
i ·tl,~ ,1t1c rea iz, t ~ cosa ris1, ~' -. . s1·t11nos tiempo para descu-
• l . i ir o r,, ·1 nece- ' . 1 hace 2 400 años .
111 ·l•n rL'Cº'i l ' pnn1-- . ., 1. 1 rista O :i ,,isibles tienen a capaci-
' . ¡ - cosa. ·
, l
,kl
1,nrll). L. t
.
1 :,
:ª
·en 1epr:it ,1
1 1
0
.tr:\osa visible..
5
math", l11tem atio1Íal Jo11mal of A111erica11 Li11g11i,tic,: . 63, n tím. 1, 1999. FP· 56-&3.
Adam Kendon Si,,¡ 1 L . - . . ·d Scott DeLancey mantiene un sitio en la 1,·eb acerca de su im ·estigac ión sobre el
Lni1·ersity Press,~ aiiguag6 ~f Abongma/ Australia . Cambridge, Cambn ge
1988 klama th y otras len guas indias. La in formación está di sponible en http://4iark-
'. Brenda Farnell, Dv Yo11 S , ; . . . , E11¡- ¡¡•i11g.11orego11.ed11/dela11ce1¡/k/a111atlr.l1t111/.
lvdmrt',;/ oíAction Au . . , _te l-\ (mt l _Mean? Pla111s llldm 11 S1g11 Talk a11d tln
· ·· st m, LnJ1·ersi ty ot Texas Press, 1995.
_ r:c;VAN ECERÁ
- ·os1:.D1>
. _,QU !:.N
L;;-..: .-, ¡Dr. d klamath que constan de
. 1 abla os .d
.•t' 1 <; verbos 1, d ciones en som os vocales
·e que O- tra uc . . d
._('i\, :,; , su~1t 1 . . aron con10
T . •,
del 111 ovu111ento e las for-
.d,b 1pil rtes:,-e ong1n d rnanes
. señas, ]os a e . . tegraban a un lenguaje por
de los yerboSpoi . importar si se u1 II. PERSIGUIENDO LA MARIPOSA DEL LENGUAJE
- 1anos sin
n11s,__ de 1a:, 11leto o no- • ·· ' t·
·t··caciones hngu1s ·,
icas, sem1oticas
1
senas
- . comP ala u1as e ª . de una 1dea a guna vez impensa-'
d 1 s ran11 . 1 ·
A PRINCIPIOS de la década de los sesenta afirmar que un sistema
Estas so1 1 o1
·ti·vas y paleonto lógicas n-as y sospecho que todas J"tmtas de símbolos sin sonidos constituía un lenguaje genuino era bus-
cognosrca Cl de los lengua¡·es por . , se•entífica
, tanto como llevar a cabo
'l le aCe . roluoon Cl . . . . carse problemas, pero de cualquier manera me pareció una buena
Jodrían inioar una re, d los días . Virg1rna Volterra y Jana idea. Una vez que mi idea salió al aire libre, le siguieron otras pre-
F
beneficios en a vi 1 .. da de. to os
lo que todos los nmos, .- 1os que escu-
guntas interesantes . Una de ellas era si los primeros lenguajes
Iverson sena - ar on, por e¡emP •can , mediante senas - d urante meses
1 podían haberse parecido a los lenguajes que las personas em-
se comun1 -
chan y los que no, ua¡·e (hablado o por senas) de quienes plean en la actualidad.
antes de emplear e11eng No creo que sea así. Considero que el lenguaje debe haberse
10
cuida_n de ellos- cerse que el lenguaje, el pensamiento y la iniciado de una forma y cambió a otra . Es una idea radical, tal
Asi ' 51 llega a recono mente deben haberse m1oa. . . d o, como siguen
vez, pero pienso que puede explicarse. Todos empleamos un len-
cultura 1
. , dhumanos,;,..,fante
a , el gesto y la v1s1on,
con . . , h emos de dar a guaje (o más de uno) en la vida cotidiana y lo consideramos un
hao en o1o, en e1.u• ' ,
·n- os sordos y con 01do, un meJOr . . . .
m1c10 en la proceso bastante directo . Hacemos señas que nosotros y otros
to d os nues trOs nl , _ , . . .
vida. La comunicación eficaz por senas podna m1c1arse antes de pueden escuchar o ver, o ambas cosas. Sin importar si hacemos
que los infantes que escuc~~n empiecen a ei_nplear e~ lenguaje las señas sólo con nuestras voces o con los movimientos de la
hablado. El cuidado de los ninos en los tres pnmeros anos podría parte superior de nuestros cuerpos o con la ayuda de plumas o
transformarse en la parte más efectiva de su desarrollo. Ya sabe- golpes en el teclado o micrófonos, y aquellos con los que interac-
mos que durante esos años el cerebro crece más rápido de lo que tuamos asumen que las señas que estamos haciendo significan
aproximadamente lo mismo para ellos que para nosotros.
jamás volverá a hacerlo.
Más allá de esto, la condición de la gente sorda, su educación Cuando hablamos acerca de las señas de esos lenguajes, las lla-
sus oportunidades en la vida y la utilización de su potenciaÍ mamos palabras y frases; y para la mayoría de los adultos presen-
podrían incrementarse mucho si entendiéramos que la manera en tan pocos problemas. Esas palabras y frases se forman a partir de
que los sordos siguen haciendo el lenguaje puede marcar el los sonidos que emitimos y escuchamos todos los días. Tamb ién
momento en que nuestra raza se volvió humana. están representadas por las marcas que vemos en el papel, en los
carteles, en las pantallas de televisión, etc. Raras veces nos dete-
nemos a pensar cómo y por qué las palabras y las frases signifi-
can aquello que quieren decir. Mientras funcionen , no es necesa-
rio que nos preocupemos. La mayoría de nosotros ni siquiera
piensa en el aspecto que deben tener las palabras y las fra ses de
los sordos.
Sin embargo, de vez en cuando sucede algo que nos hace p en-
sar en la manera en que se relacionan las palabras y los significa-
rn Virginia Volterra y Jana lverson, "When do modality factors affect the course dos. La lectura de Alicia e11 el país de las ninmvillas de Lewis Carroll
(~f langua~e acquisition?", en Language, Gesture, and Space, Karen Emmorey YJudy sacude de golpe nuestra cómoda creencia de que las p alabras y
Snitzer Re1lly (comps.), Hillsdale, N. J., Lawrence Erlbaum, 1995, pp. 371-390-
37