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¿Cualquiera puede ser Maestro?

Publicado por: Manuel Navarro Weckmann.


En las universidades se enseña para hacer, no para enseñar, y el maestro no debe tener todo el
conocimiento sino tiene que tener el dominio pedagógico del contenido que va a enseñar…
Manuel Gil Antón
Me apena la expresión de la autoridad federal en torno a que «cualquiera con una licenciatura
podrá ser maestro». Por supuesto que he revisado en varias ocasiones mi veredicto desde que él
tuvo la desdicha de expresarlo de manera pública y con un lamentable dejo de orgullo.

Lo más valioso que un pueblo tiene, son sus


nuevas generaciones, no se trata de una
multiplicación, un verbo o una fecha
histórica, la educación va más allá de la
prueba PISA que tanto le interesa, entre
suma y resta, entre la geografía natural y la
social, se encuentra un niño o una niña en
desarrollo, está una situación pedagógica, un
trauma i infantil, un encuentro de una futura
personalidad con el ser social al que
aspiramos.

Creo que si de algo estoy seguro es de tener el suficiente respeto por el resto de las profesiones,
los cuales con profunda dedicación se preparan para construir puentes, salvar vidas, el cuidado
del adulto mayor, mantener la salud bucal, desarrollar políticas públicas o llevar la contabilidad
de una empresa. Si algo les caracteriza es que se preparan con ahínco para sopesar las
vicisitudes del trabajo que desempeñarán a lo largo de su vida productiva.

Hablo con conocimiento, no sólo por haber trabajado en tres secundarias, haber dirigido el
sistema de formación docente en la entidad, sino además, haber dirigido por 12 años de mi
servicio profesional dos Escuelas Normales y por ende, conocido a profundidad la formación
docente de las Maestras y los Maestros de Educación Especial, Primaria, Preescolar, así como
de Secundaria en todas sus especialidades, así como haber sido invitado por la UNESCO a
conocer diversos sistemas educativos de muchos países tanto latinoamericanos como europeos
y aunque existen diferencias sobre si las y los docentes son formados desde el sistema
universitario o normalista, todos tienen en común que son específicamente preparados para
educar durante al menos ocho semestres y no sólo con un examen.
En todos los sistemas de formación docente se aprende de manera detallada el desarrollo físico,
psicológico y biológico de las y los estudiantes de los grados que atenderán, de igual manera,
revisan todos los planes y programas que Usted desde la Secretaria de Educación Pública (SEP)
desarrollan, con lo cual, a lo largo de toda su carrera aprenden, planean y desarrollan en teoría y
práctica por más de tres años en diversos grados, contextos y situaciones didácticas que les
brindan un importante bagaje cultural y PROFESIONAL que permite garantizar que el trabajo
será desarrollado con profundo respeto al desarrollo integral de los niños, niñas y adolescentes.

http://www.educacionfutura.org/wp-content/uploads/2014/02/Propuestas-de-mejora-al-modelo-
educativo-de-las-escuelas-normales-.pdfEstamos hablando del plan de estudios que desarrolló
la propia SEP, que tiene apenas un par de años de haber sido rediseñado y al cual están atadas
las Escuelas Normales, no así el resto de las Instituciones que pueden mover el Plan de acuerdo
a las necesidades. ¿No será entonces momento de que las Escuelas Normales puedan ajustar sus
planes de acuerdo con las necesidades que en la realidad puedan detectar?¿No sería bueno que
quienes tienen la experiencia participen directamente en el proceso que recién se inicia?

Por esto y por muchas cosas más me permito poner en duda el que con solo un examen,
cualquier profesionista que hizo estudios y me estoy refiriendo por supuesto, para una profesión
diametralmente distinta a la docencia que vaya a desarrollar un trabajo que no pase de enseñar
español y matemáticas para pasar solo una prueba, aseverando como lo estoy haciendo que la
educación va mucho más allá de una calificación.

Estamos hablando del futuro de nuestros hijos; espero, deseo y aspiro a que cuando se den las
consecuencias de la acción que se está emprendiendo se pueda aspirar en ellas a mejorar la
situación de la educación, no así a menospreciar una profesión como lo es el magisterio ni a
tratar de ofrecer solamente empleos en un tiempo en el que es una de las graves carencias en
nuestro país…

Director de la Escuela de Trabajo Social del Estado de Chihuahua

Correo: manuelnavarrow@gmail.com
¿CUALQUIERA PUEDE SER MAESTRO?

Frases como: «que bueno ha de ser eso de la educación, los docentes ganan un dineral por un
trabajo que puede hacer cualquiera», «esos profesores descansan los fines de semana y de ñapa
tienen un montón de vacaciones al año», » no madrugan ni trasnochan, se ven todos rosaditos
de solo estar sentados». la respuesta que cualquier docente haría a estos comentarios sería: «si
es tan fácil por que no me reemplazan por una semana para ver que tal les va» pero no, los
docentes tienen moral y ética y se acostumbran a recibir estos comentarios como el pan de cada
día.

Las comparaciones son hirientes, se escucha en las calles decir que cualquiera puede ser
docente, es como decir que cualquiera puede ser bombero, pero le tienen miedo al fuego, o que
pueden ser médicos y le temen a las inyecciones, así concurre el diario de los docentes en
muchos lugares del mundo. No todos los seres humanos están preparados para salvar la vida de
las personas, así mismo no todos los seres humanos están hechos con madera para ser docente,
no todos cuentan con las capacidades para dictar clases y educar las nuevas generaciones.

Es el momento de defender a los docentes por su nivel de responsabilidad elevado. hablemos de


los docentes de pre-escolar que trabajan con niños menores de 6 años y su trabajo consiste en
formar ambientes seguros y tranquilos, para que aprendan nuevas experiencias y se relacionen
con sus compañeros, tiene la responsabilidad de fomentar la autonomía, la creatividad y el
interés por el aprendizaje y en ocasiones cumple el rol de medico cuando un niño en su primera
infancia se siente enfermo. entonces, ¿tienen todos los seres humanos, ese nivel especifico de
responsabilidad?

Teniendo en cuenta el nivel poblacional de América Latina, un docente de escuela primaria


tiene en sus aulas un promedio entre 30 y 35 estudiantes y todos son diferente, diferentes en la
razón que todos tienen capacidades alternas, algunos están desmotivados, otros tienen
problemas que traen desde su casa y otros estudiantes tienen dificultades de aprendizaje,
entonces 30 estudiantes para un solo docente, es un gran reto. El estrés que recae sobre el
docente hace que no cualquiera se enfrente a estas condiciones sociales de un aula de clase.

Entonces los docentes no ganan un dineral como dicen muchos, adicional a dictar clases, un
docente debe preparar su clase, preparar exámenes y corregirlos, revisar los trabajos de los
estudiantes y llevar un control detallado de resultados, sin mencionar que frecuentemente tienen
reuniones con los demás docentes y personal educativo. La oficina del docente no es más que
un rincón donde abundan folios de evaluaciones, recuperaciones y trabajos para revisar, un caos
completo a comparación de la oficina de los que critican la labor de la educación.

Es muy fácil criticar siempre a los demás, pero son los docentes, los que tienen la llave para
que las nuevas generaciones se conviertan en mejores personas, con capacidades, con valores y
con habilidades para desarrollar cualquier actividad. «Cualquiera puede ser maestro» si oyes a
alguien decir eso, invítelo a asistir a una clase para que sean ellos los que resuelvan las dudas
de los estudiantes, que sean mediadores cuando se presenten conflictos, que preparen
actividades para despertar el interés, que gestionen las emociones cuando los estudiantes se
sientan tristes, y que respondan a los padres de familia cuando pregunten por el
comportamiento y el rendimiento de su hijos en la escuela y por supuesto que sean ellos los que
preparen los materiales que hagan falta para estar seguros que el estudiante haya aprendido.
solo hasta ese momento se dará por entendido que cualquiera puede ser docente.

Fuente: http://arquetipoeducativo.blogspot.mx/2016/04/cualquiera-puede-ser-docente.html

Fotografía: radio.uchile

TAGGED DOCENCIADOCENTES
(No) Cualquiera puede ser docente
Lunes, Marzo 28, 2016 - 07:33 · Martín López Calva

. “La educación inicial de los maestros ya no es únicamente responsabilidad de las Normales. Lo es


también, a partir de la Reforma (Educativa), de las universidades.

Hoy ya cualquiera que tenga un título de licenciatura se puede presentar al examen para ser
maestro y si obtiene el puntaje adecuado puede ser maestro.

No es ya el monopolio de quienes estudian en una Normal”.

Aurelio Nuño. Secretario de Educación Pública.

(http://www.excelsior.com.mx/nacional/2016/03/22/1082282)

Con el gusto de retomar el contacto con mis cuatro lectores, regreso a este espacio que
generosamente me brinda E-Consulta después del receso de la Semana Santa. Lo hago retomando
esta declaración del Secretario de Educación Pública que ha causado una intensa ola de críticas y
descalificaciones en los medios y en las redes sociales por parte de la comentocracia educativa y
de los docentes.

Me parece relevante seguir impulsando entre quienes nos ocupamos del tema educativo desde las
distintas trincheras –investigadores, docentes, estudiantes, padres de familia, sociedad civil- la
necesidad de pensar críticamente, entendiendo el pensamiento crítico no como el que cuestiona y
destruye todo lo que viene de los distintos estratos del poder público sino como el que busca
combatir los prejuicios y llegar a juicios razonables a partir de información suficiente y relevante y
de una adecuada comprensión y contrastación de las distintas interpretaciones y ángulos posibles.

Inicio señalando por una parte que soy consciente del riesgo de ser tachado de gobiernista,
oficialista o cómplice del “complot perverso para privatizar la educación” al tratar de analizar esta
declaración de manera desprejuiciada y viendo las dos caras de la moneda y por otro lado, que
escribo desde la perspectiva de un docente, formador de docentes e investigador con treinta años
de experiencia en distintos niveles educativos sin tener formación normalista y ni siquiera una
licenciatura en Pedagogía (situación muy similar a la de la mayoría de los comentócratas
educativos y académicos de reconocido prestigio que se rasgan las vestiduras ante esta
declaración y se erigen en defensores del normalismo sin ser tampoco normalistas).
En primer lugar, es indispensable para entender y analizar esta afirmación, señalar la lectura
sesgada que se ha hecho de lo dicho por el titular de la SEP. Mientras el secretario dijo
textualmente: “cualquiera que tenga un título de licenciatura se puede presentar al examen para
ser maestro y si obtiene el puntaje adecuado puede ser maestro…” las críticas que han inundado
las redes sociales parten de la lectura sesgada que dice que Nuño afirmó que “cualquiera puede
ser maestro” en un tono despectivo y de claro menosprecio a la exigencia que requiere la
profesión docente.

Una lectura desprejuiciada deja claro que para ser maestro se tendrá que tener una licenciatura en
cualquier campo, presentar los exámenes necesarios para ingresar al Servicio Profesional Docente
–es decir, someterse a una evaluación sobre los conocimientos y competencias indispensables
para ejercer la docencia- y obtener el puntaje adecuado que certifique que se tienen estos
conocimientos y competencias.

Esta apertura de la normatividad oficial que como afirma el mismo Nuño “rompe con el monopolio
de las normales” como únicas responsables de la formación inicial de los profesores para el
Sistema Educativo Nacional (SNE) e incluye ahora también a las universidades tiene dos posibles
lecturas.

Por una parte puede ser una señal negativa respecto al compromiso que debe tener la SEP para
emprender una reforma profunda del sistema de escuelas normales en la que se apoye con toda la
voluntad política, el talento y los recursos necesarios, el fortalecimiento indispensable para que el
país pueda contar con una formación normalista que esté a la altura de los desafíos de nuestros
tiempos.

Si es el caso y la SEP está planteando esta apertura para seguir evadiendo la responsabilidad de
renovación de las normales del país, todos los que nos dedicamos al estudio de la Educación y
creemos en la relevancia que tienen los docentes como un factor esencial –aunque no el único-
para la mejora de la calidad de la formación de nuestros niños y jóvenes, tenemos que estar
atentos y alzar la voz para exigir que la autoridad educativa federal asuma su responsabilidad en
este campo.

Pero hay otra lectura posible para entender esta apertura y esta lectura tiene que ver con la
urgente necesidad de ensanchar el campo de la docencia para permitir la aportación de las
visiones multidisciplinarias de los universitarios y enriquecer la cultura escolar en el diálogo entre
profesores universitarios y normalistas con lo que ambas perspectivas se verían fortalecidas.
En mis tres décadas como profesor universitario he tenido contacto con muchos profesionistas de
todas las carreras –y especialmente de carreras de Educación o Pedagogía- que a pesar de tener
una clara vocación para la docencia y mostrar competencias que podrían hacerlos unos profesores
excelentes tenían cerrado el acceso al trabajo docente por no ser egresados de alguna normal.

De la misma forma, he trabajado con estudiantes y egresados normalistas de gran calidad y


vocación, pero también con otros que no mostraban ni el compromiso, ni la vocación, ni las
capacidades para ser buenos profesores y que tenían una plaza docente solamente por haber
egresado de una normal.

De manera que parafraseando la famosa frase de la Universidad de Salamanca: “Quod natura non
dat Salmantica non praestat” (lo que la naturaleza no da, Salamanca no lo otorga), también puedo
afirmar que “lo que la persona no tiene, la normal no lo garantiza” y por ello es de celebrarse que
tanto universitarios como normalistas puedan acceder al trabajo docente siempre y cuando
demuestren en la evaluación que son capaces para formar a las nuevas generaciones con la
calidad que se requiere en un país como el nuestro con enormes rezagos cada vez más urhentes
de resolver.

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