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DERECHO
PROF: PERDOMO HERNANDEZ
JOSE GUADALUPE
GRUPO: C-14
Por otra parte es importante señalar que el derecho, no es más que el lenguaje de
las leyes, es decir la forma de comunicación que tiene una sociedad para
mantener el orden dentro de la misma.
Esta obra del autor complementa otra sugerente monografía suya, La enseñanza
del derecho, dirigida en este caso a los profesores. Uno de los grandes méritos de
este y de otros trabajos de Miguel Carbonell es su rigor expositivo y la precisión de
su prosa. Miguel Carbonell es uno de los más prolíficos y versátiles juristas en
lengua española. Especializado en derecho y en teoría constitucional, es también
una autoridad en filosofía del derecho, derechos humanos y derecho de la
información. En este manifiesto Miguel Carbonell, nos adentra en el camino a
seguir, para ser un buen estudiante de derecho, a través de su experiencia como
estudiante y maestro e investigador en la Universidad Nacional Autónoma de
México, en su transitar desde que piso por primera vez la universidad, hasta su
etapa como investigador y maestro de la UNAM.
Con estos medios de comunicación se puede encontrar prácticamente todo, sin
embargo es importante que como estudiante de derecho se logre comprender las
leyes, para poder darles una interpretación con el fin de poderlas presentar como
apoyo del caso y a favor de su cliente o, si bien no se pueden memorizar todas
estas leyes, pues se encuentran en constante cambio, si se debe saber dónde
poder encontrarlas de acuerdo al proceso que se esté llevando a cabo, pues la
principal característica de un buen abogado es la de saber interpretar las normas
jurídicas, ya que de esto dependerá el poder construir buenos argumentos, que
sean funcionales para poder resolver cualquier problema que se presente, durante
el proceso.
Nos menciona que desde el primer día de clases, los profesores se expresan de
una manera que nos es poco comprensible, pero es sumamente importante
familiarizarse con las palabras jurídicas, ya que es una herramienta indispensable
para el abogado.
Cuando se logra dominar ese lenguaje tan característico del jurista, el abogado se
vuelve rebuscado en su manera de hablar, sin embargo es justo esto lo que se
debe evitar, pues este defensor deberá darse a entender de una manera
clara, segura y sobre todo comunicar con eficacia lo que quiere transmitir, ya que
en un juicio éste le deberá exponer al juez sus puntos por los cuales su señoría
debería dictar la sentencia a favor de su cliente, es decir el abogado durante el
juicio, sobre todo si es oral, deberá dirigirse, cara a cara, al juez o tribunal
respetuosamente y de acuerdo a las formalidades aplicadas durante la
audiencia, esto de una forma clara y concisa, para no confundirlo con la idea que
se pretende transmitir.
Algo que sin duda marcará la diferencia entre un buen legista y uno malo, será la
habilidad para escuchar, esto es de suma importancia, ya que en la declaración de
la contraparte se puede encontrar los puntos débiles, en los cuales se podrá
apoyar para la defensa de su cliente, mientras que si sólo oye las palabras sin
prestarles importancia, se le ira de las manos el caso, pues es justamente en este
momento donde podrá encontrar las preguntas con las que refutara a su oponente
y logrará la victoria para su cliente.