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Fallo: 826-07.

SENTENCIA DE LA CORTE SUPREMA:

Santiago, tres de julio de dos mil ocho.

VISTO:

En estos autos rol 808-1999, del 18º Juzgado Civil de Santiago, juicio en
procedimiento ejecutivo, cuaderno de tercería de posesión, caratulados "Bravo
Silva, Alicia c/ Bankboston National Association y Lavín Jerez, Jaime Nelson",
doña Alicia Nelly Bravo Silva y doña Ximena De La Luz Larraín Bravo dedujeron
demanda en contra del ejecutante, Bankboston Nacional Association,
representado por don Andrés Peñafiel Ekdal y de los ejecutados, don Jaime
Nelson Lavín Jerez y doña María Alicia Eugenia Larraín Bravo, solicitando se
decrete el alzamiento del embargo trabado sobre un inmueble de su propiedad,
en el curso del juicio ejecutivo principal.

Fundan su pretensión, sosteniendo que el embargo fue practicado a fojas 2


del cuaderno de apremio sobre eventuales derechos hereditarios de la aval y
codeudora solidaria María Alicia Eugenia Larraín Bravo, respecto del inmueble
de posesión de las terceristas, ubicado en calle Mosqueto Nº 428,
departamento 607, de la comuna de Santiago. Exponen que el embargo fue
inscrito a fojas 14.522 Nº 14.886 del Registro de Interdicciones y Prohibiciones
de Enajenar del año 1999 del Conservador de Bienes Raíces de Santiago y
solicitan que se declare que dicho inmueble es de su exclusiva propiedad, de
conformidad a lo previsto en el artículo 582 del Código Civil, toda vez que por
escritura pública de liquidación de comunidad y adjudicación otorgada con
fecha 30 de noviembre de 2000 se declaró que el dominio de aquél pertenecía
exclusivamente a las terceristas, y que, en consecuencia, se ordene el
alzamiento del embargo, con costas.

El ejecutante y los ejecutados no evacuaron el traslado respectivo.

Por sentencia de veintitrés de noviembre de dos mil uno, escrita a fojas 24,
el juez titular del tribunal de primera instancia rechazó, sin costas, la tercería de
posesión interpuesta.

Apelado este fallo por las terceristas, una de las Salas de la Corte de
Apelaciones de Santiago, por sentencia con voto de mayoría, de dieciséis de
noviembre de dos mil seis, que se lee a fojas 50, lo confirmó.

En contra de esta última decisión las terceristas han deducido recurso de


casación en el fondo.
Se ordenó traer los autos en relación.

CONSIDERANDO:

PRIMERO: Que el recurrente sostiene que la sentencia de segundo grado


que confirmó el fallo de primera instancia, rechazando en definitiva la tercería
de posesión interpuesta en estos autos, ha sido dictada con infracción a los
artículos 718, 1344 y 2313 del Código Civil, según pasa a explicar:

Alega que el sentenciador no consideró el hecho que las terceristas son en


estricto derecho las únicas propietarias y poseedoras del inmueble antes
indicado, posesión exclusiva que se inició con mucha anticipación al embargo.

Señala que el artículo 718 del Código Civil previene que "cada uno de los
partícipes de una cosa que se poseía pro indiviso, se entenderá haber poseído
exclusivamente la parte que por la división le cupiere, durante todo el tiempo
que duró la indivisión". Luego, afirma, no es efectiva la errada conclusión que se
sostiene en los razonamientos Tercero, Séptimo y Octavo del fallo de primer
grado, hechos suyos por los sentenciadores de mayoría del tribunal de alzada.

Sostiene que se trata de una equivocada conclusión, puesto que no se


consideró que la posesión de las terceristas comenzó legalmente con
anterioridad a la traba del embargo. Al efecto, señala, debe recordarse que
existe una retroactividad legal en la adquisición de la posesión, una suerte de
ficción legal que no puede ser ignorada por la sentencia sin incurrir en un grave
error de derecho.

Expone que esto se encuentra refrendado por el artículo 1344 del Código
Civil que señala que "cada asignatario se reputará haber sucedido inmediata y
exclusivamente al difunto en todos los efectos que le hubieren cabido y no
haber tenido jamás parte alguna en los otros efectos de la sucesión". Luego de
lo anterior, asevera, las terceristas son las únicas titulares del bien -respecto del
cual se embargaron derechos a su respecto-, desde antes de la traba del
embargo de autos. Por su parte, la ejecutada, por expresa disposición legal, no
ha tenido jamás parte alguna en el mismo, siendo, en consecuencia, la decisión
del tribunal ad quem contradictoria con las disposiciones legales citadas.

Agrega que el profesor Manuel Somarriva sostiene en su tratado sobre la


Indivisión y Partición que "...el efecto declarativo supone que los adjudicatarios
han sido dueños de los bienes adjudicados desde el fallecimiento del causante;
él trae como consecuencia borrar el estado de indivisión, por cuanto obra
retroactivamente. La partición no sólo pone fin a la indivisión, sino que la borra
en el pasado";

SEGUNDO: Que para una adecuada inteligencia del recurso en estudio,


deben tenerse presente las siguientes circunstancias que dicen relación con el
proceso:

1.- El 5 de septiembre de 1993 falleció intestado don Jorge Larraín Ríos,


formándose respecto de sus bienes una comunidad hereditaria integrada por su
cónyuge doña Alicia Nelly Bravo Silva y por sus hijas Ximena de la Luz y María
Alicia Eugenia ambas de apellidos Larraín Bravo.

2.- La posesión efectiva de los bienes quedados al fallecimiento del


causante fue concedida a sus herederas por resolución del Sexto Juzgado Civil
de Santiago, inscribiéndose dicha sentencia a fojas 819 Nº 712 del Registro de
Propiedad del año 1994 del Conservador de Bienes Raíces de Santiago.

3.- Con fecha 20 de mayo de 1999 en el cuaderno de apremio del juicio


ejecutivo rol Nº 808-99, caratulado "Bankboston National c/ Lavín Jerez, Jaime y
otra", se trabó embargo "sobre los derechos hereditarios que le corresponden" a
doña María Alicia Eugenia Larraín Bravo en el departamento 607 de calle
Mosqueto Nº 428, de la comuna de Santiago, el cual fue inscrito a fojas 14.522
Nº 14.886 del Registro de Interdicciones y Prohibiciones de Enajenar del año
1999 del Conservador de Bienes Raíces de Santiago.

4.- Por escritura pública de 30 de noviembre de 2000, las comuneras


acordaron la liquidación de la comunidad hereditaria, adjudicándose doña Alicia
Nelly Bravo Silva y doña Ximena de la Luz Larraín Bravo, en partes iguales, la
propiedad del departamento Nº 607 de calle Mosqueto Nº 428.

5.- Dicha adjudicación fue inscrita a fojas 1.475 Nº 1.872 del Registro de
Propiedad del año 2001, del Conservador de Bienes Raíces de Santiago;

TERCERO: Que, en lo inmediato, cabe consignar que el artículo 700 del


Código Civil, en su inciso segundo, establece "El poseedor es reputado dueño,
mientras otra persona no justifique serlo".

Esta norma contempla una presunción simplemente legal, que en el caso en


particular determina que la carga del onus probandi corresponderá al tercerista
de posesión, quien deberá acreditar los hechos en que funda su reclamación.

"En la tercería de posesión el hecho que debe probarse es el siguiente:


efectividad de encontrarse los bienes muebles o inmuebles objeto del embargo,
al momento de la traba, en posesión del tercero opositor. Las reglas generales
sobre peso de la prueba sufren excepción cuando la parte que debería acreditar
los hechos controvertidos se encuentra amparada por una presunción legal; no
recae sobre ella el peso de la prueba, sino sobre el opositor" (Sergio Rodríguez
Garcés, "Tratado De Las Tercerías", Tomo III, Ediciones Vitacura Limitada, 1987,
página 716);

CUARTO: Que el artículo 718 del Código Civil establece que "cada uno de los
partícipes de una cosa que se poseía proindiviso, se entenderá haber poseído
exclusivamente la parte que por la división le cupiere, durante todo el tiempo
que duró la indivisión".

Por su parte el artículo 1344 del mismo código señala que "cada asignatario
se reputará haber sucedido inmediata y exclusivamente al difunto en todos los
efectos que le hubieren cabido, y no haber tenido jamás parte alguna en los
otros efectos de la sucesión".

En el mismo sentido el artículo 2313 del mismo cuerpo normativo previene


que "la división de las cosas comunes y las obligaciones y derechos que de ella
resulten se sujetarán a las mismas reglas que en la partición de la herencia".

QUINTO: Que el efecto declarativo de la partición o adjudicación consiste en


considerar que el adjudicatario ha sucedido inmediata y directamente al
causante en los bienes que se le adjudicaron y que no ha tenido parte alguna en
aquellos que se han adjudicado a los otros asignatarios.

"Viene a ser entonces el efecto declarativo de la partición un verdadero


efecto retroactivo de la misma, pues una vez efectuada la partición o
adjudicación se borra el estado de indivisión y la ley supone que el adjudicatario
ha sucedido directa y exclusivamente al difunto en los bienes que le
corresponden" (Manuel Somarriva Undurraga, "Derecho Sucesorio", Editorial
Jurídica de Chile, 1981, Nº 52.256, página 488).

En contraposición con este efecto los acreedores tiene el derecho de poner


término incluso al pacto de indivisión por medio del ejercicio de la acción
pauliana y, en todo caso, "en tutela o protección de sus intereses, pueden pedir
la división" (Butera, citado por Victorio Pescio Vargas, Manual de Derecho Civil,
Editorial Jurídica de Chile, tomo IV, página 32, nota 3).

SEXTO: Que en razón del efecto declarativo y retroactivo de la partición, al


efectuarse la liquidación de la comunidad hereditaria se singularizan los
derechos de cada uno de los herederos, los cuales se radican en bienes
determinados que se entienden forman parte de sus patrimonios desde la
época de la delación de la herencia, por lo que a la luz de las disposiciones
legales citadas, al haberse efectuado la adjudicación de los bienes quedados al
fallecimiento de don Jorge Larraín Ríos a sus herederas con fecha 30 de
noviembre de 2000, debió considerárselas únicas dueñas de los bienes que les
fueron adjudicados a contar de la fecha de la muerte del causante, esto es,
desde el 5 de septiembre de 1993, debiendo concluirse, en consecuencia, que la
posesión exclusiva de las terceristas sobre el inmueble sub lite se remonta
precisamente a esa fecha.

En el caso de autos, habiéndose trabado embargo el 20 de mayo de 1999


sobre derechos hereditarios de la ejecutada María Alicia Eugenia Larraín Bravo
en el departamento 607 de calle Mosqueto Nº 428, de la comuna de Santiago, lo
que fue debidamente certificado por un ministro de fe, sin que se haya
promovido controversia a ese respecto, era menester aplicar en principio la
presunción del artículo 700 inciso segundo del Código Civil, a favor del
ejecutante, ya que establecida la existencia de una comunidad hereditaria de la
que la ejecutada formaba parte en relación al inmueble, según inscripción del
respectivo auto de posesión efectiva, efectuada el año 1994, debía reputársela
dueña en comunidad del referido bien raíz, mientras otra persona no justificara
serlo.

Sin perjuicio de lo dicho, las terceristas aportaron prueba para acreditar el


hecho de haberse efectuado la correspondiente liquidación de la comunidad
hereditaria y la adjudicación de la masa partible con fecha 30 de noviembre de
2000.

Atendido lo expresado y teniendo en consideración especialmente lo


razonado precedentemente en el párrafo primero, es menester reflexionar que
una acertada interpretación de los artículos 718, 1344 y 2313 del Código Civil
debió llevar a los sentenciadores a concluir que las terceristas lograron
desvirtuar, mediante prueba en contrario, la presunción simplemente legal que
perjudicaba sus pretensiones;

SÉPTIMO: Que el derecho de prenda general establecido en el artículo 2465


del Código Civil, da derecho al acreedor de perseguir su crédito sobre todos los
bienes del deudor, sean éstos presentes o futuros pero no extiende en caso
alguno este derecho a bienes de otras personas ajenas a la obligación.

OCTAVO: Que sin perjuicio de lo razonado y sólo a mayor abundamiento, se


debe tener presente que las adjudicaciones efectuadas a favor de las terceristas
y de las demás comuneras, no constituyen enajenaciones conforme a lo
dispuesto en los artículos 718 y 1344 del Código Civil, puesto que mediante ellas
sólo se radicó el derecho del comunero que se mantenía en la indivisión, en
bienes determinados, luego por ello, no se incurre en la situación prevista en el
artículo 1464 Nº 3 del mismo código, ya que la finalidad de esta última norma
es evitar -en ciertos casos que se especifican- la sustracción de bienes desde un
patrimonio, en circunstancias que en la adjudicación entre comuneros el efecto
es meramente declarativo.

NOVENO: Que, conforme a lo razonado, al resolver la sentencia recurrida


que procede en definitiva rechazar íntegramente la tercería de posesión
interpuesta, en base al razonamiento previo de "que se encuentra acreditado en
la incidencia de autos que al momento de trabarse el embargo no se había
efectuado la liquidación de la comunidad hereditaria", agregando "...que según
lo dispuesto en los artículos 686, 687 y 764 del Código de Procedimiento Civil
(sic), la tradición de derechos reales deberá efectuarse a través de la inscripción
en el respectivo registro conservatorio, no pudiendo adquirirse la posesión de
ellos si no es por este medio...", se han infringido los artículos 718, 1344 y 2313
del Código Civil, pues la correcta interpretación y aplicación de las citadas
normas debió llevar a los sentenciadores a concluir que las terceristas -
adjudicatarias- del departamento 607 de calle Mosqueto Nº 428, de la comuna
de Santiago, han estado en posesión exclusiva de él desde el 5 de septiembre de
1993, fecha de la muerte del causante.

De no haberse cometido los errores explicitados y habiendo justificado las


actoras su posesión exclusiva respecto del inmueble embargado desde antes de
la fecha del embargo, en lugar de rechazarse íntegramente la tercería de
prelación, se la debió acoger, de modo que tales errores han influido
substancialmente en lo dispositivo del fallo.

Por estas razones y de conformidad con lo previsto en los artículos 764, 767,
772 y 785 del Código de Procedimiento Civil, se acoge el recurso de casación en
el fondo, interpuesto en el primer otrosí de la presentación de fojas 52, por el
abogado don Diego Munita Luco, en representación de las terceristas, en contra
de la sentencia de dieciséis de noviembre de dos mil seis, escrita a fojas 50, la
que se invalida y reemplaza por la que se dicta, separadamente, a continuación
y sin nueva vista.

Acordada con el voto en contra del Ministro Sr. Juica y del Abogado
Integrante Sr. Álvarez, quienes estuvieron por rechazar el recurso de casación en
estudio, en virtud de las siguientes consideraciones:

1º. Que de acuerdo a lo establecido en la sentencia recurrida, al tiempo de


trabarse el embargo por el ejecutante, las terceristas no tenían título inscrito a
su nombre respecto del inmueble sub lite, practicándose dicha inscripción sólo
con posterioridad al mismo, es decir cuando ya figuraba debidamente inscrito
en el Registro de Propiedad a cargo del Conservador de Bienes Raíces
respectivo, el embargo practicado por el Banco acreedor de doña María Alicia
Eugenia Larraín Bravo.

2º. Que asimismo, a la fecha en que se practicó el embargo, 20 de mayo de


1999, el Registro de Propiedad del Conservador de Bienes Raíces de Santiago
consignaba para efectos, entre otros, de publicidad, la sentencia que concedió
la posesión efectiva de los bienes quedados al fallecimiento de don Jorge
Larraín Ríos, a su cónyuge doña Alicia Nelly Bravo Silva y a sus hijas Ximena de la
Luz y María Alicia Eugenia ambas de apellidos Larraín Bravo, de lo que se
desprende que la ejecutada se encontraba a esa fecha efectivamente en
posesión de derechos hereditarios respecto del inmueble, no siendo suficiente
la alegación de las incidentistas, de haberse practicado la liquidación de la
comunidad hereditaria y la adjudicación del bien raíz en dos personas distintas
de la ejecutada de autos, para desvirtuar el hecho de que a la época en que se
trabó el embargo "sobre los derechos hereditarios que le corresponden a doña
María Alicia Eugenia Larraín Bravo" respecto del inmueble sub lite, ella se
encontraba indiscutidamente en posesión de aquellos.

3º. Que en razón de lo señalado, estos sentenciadores estiman que no se


configuran las causales de nulidad que se denuncian, ya que la interpretación y
aplicación de las disposiciones legales que el recurrente estima vulneradas, no
han tenido influencia substancial en lo dispositivo del fallo.

Regístrese.

Redacción a cargo del Ministro Sr. Sergio Muñoz Gajardo.


Rol Nº 826-07.-

Pronunciado por la Primera Sala de la Corte Suprema por los Ministros Sres.
Milton Juica A., Sergio Muñoz G. Sra. Margarita Herreros M. y Sr. Juan Araya E. y
Abogado Integrante Sr. Hernán Álvarez G.

SENTENCIA DE REEMPLAZO:

Santiago, tres de julio de dos mil ocho.

En cumplimiento a lo previsto en el artículo 785 del Código de


Procedimiento Civil, se dicta la siguiente sentencia de reemplazo.

VISTO:

Se reproduce la sentencia en alzada, previa eliminación de sus


razonamientos 6º, 7º y 8º.

Y TENIENDO EN SU LUGAR Y ADEMÁS PRESENTE:

1º. Que en virtud de la prueba documental acompañada a estos autos,


apreciada de conformidad a la ley, es posible tener por acreditados los
siguientes hechos:

a).- El 5 de septiembre de 1993 falleció intestado don Jorge Larraín Ríos,


formándose respecto de sus bienes una comunidad hereditaria integrada por su
cónyuge doña Alicia Nelly Bravo Silva y por sus hijas Ximena de la Luz y María
Alicia Eugenia, ambas de apellidos Larraín Bravo.

b).- La posesión efectiva de los bienes quedados al fallecimiento del


causante fue concedida a sus herederas por resolución del Sexto Juzgado Civil
de Santiago, inscribiéndose dicha sentencia a fojas 819 Nº 712 del Registro de
Propiedad del año 1994 del Conservador de Bienes Raíces de Santiago.

c).- Con fecha 20 de mayo de 1999 en el cuaderno de apremio del juicio


ejecutivo rol Nº 808-99, caratulado "Bankboston National c/ Lavín Jerez, Jaime y
otra", se trabó embargo "sobre los derechos hereditarios que le corresponden" a
doña María Alicia Eugenia Larraín Bravo en el departamento 607 de calle
Mosqueto Nº 428, de la comuna de Santiago, el cual fue inscrito a fojas 14.522
Nº 14.886 del Registro de Interdicciones y Prohibiciones de Enajenar del año
1999 del Conservador de Bienes Raíces de Santiago.

d).- Por escritura pública de 30 de noviembre de 2000, las comuneras


acordaron la liquidación de la comunidad hereditaria, adjudicándose doña Alicia
Nelly Bravo Silva y doña Ximena de la Luz Larraín Bravo, en partes iguales, la
propiedad del departamento Nº 607 de calle Mosqueto Nº 428.

e).- Dicha adjudicación fue inscrita a fojas 1.475 Nº 1.872 del Registro de
Propiedad del año 2001, del Conservador de Bienes Raíces de Santiago;
2º. Que en razón de lo prevenido en los artículos 718, 1344 y 2313 del
Código Civil, al haberse efectuado la adjudicación de los bienes quedados al
fallecimiento de don Jorge Larraín Ríos a sus herederas con fecha 30 de
noviembre de 2000, debe entenderse que en virtud del efecto declarativo y
retroactivo de la partición, se singularizaron los derechos de cada una de las
herederas, debiendo considerárselas únicas dueñas de los bienes que les fueron
adjudicados a contar de la fecha de la muerte del causante, esto es, desde el 5
de septiembre de 1993, debiendo concluirse, en consecuencia, que su posesión
exclusiva sobre el inmueble sub lite se remonta precisamente a esa fecha,
circunstancia por la cual deberá acogerse su pretensión respecto de dicho bien.

3º. Que corresponde tener en consideración, además, lo expuesto en los


fundamentos Tercero al Séptimo del fallo de casación.

Por estas consideraciones y con arreglo, además, a lo prescrito en las citas


legales invocadas en el fundamento Octavo del fallo de casación que antecede,
se declara:

I. Que se revoca la sentencia de veintitrés de noviembre de dos mil uno,


escrita de fojas 24 a 26, en cuanto rechaza la tercería de posesión interpuesta a
fojas 7; y en su lugar se declara, que se acoge la citada tercería, en relación al
inmueble de calle Mosqueto Nº 428, departamento 607, de la comuna de
Santiago, respecto del cual se ordena alzar el embargo que fue trabado en el
cuaderno de apremio, de los autos principales del juicio ejecutivo rol Nº 808-99,
caratulado "Bankboston National c/ Lavín Jerez, Jaime y otra", y que se
encuentra inscrito a fojas 14.522 Nº 14.886 del Registro de Interdicciones y
Prohibiciones de Enajenar del año 1999, del Conservador de Bienes Raíces de
Santiago.

II. Que no se condena en costas a las partes, por estimar que tuvieron
motivos plausibles para litigar.

Acordada con el voto en contra del Ministro Sr. Juica y del Abogado
Integrante Sr. Álvarez, quienes estuvieron por confirmar la sentencia de primera
instancia en virtud de sus propios fundamentos y de lo reflexionado en el voto
disidente del fallo de casación que antecede.

Regístrese y devuélvase con su agregado.

Redacción a cargo del Ministro Sr. Sergio Muñoz Gajardo.

Rol Nº 826-07.-

Pronunciado por la Primera Sala de la Corte Suprema por los Ministros Sres.
Milton Juica A., Sergio Muñoz G. Sra. Margarita Herreros M. y Sr. Juan Araya E. y
Abogado Integrante Sr. Hernán Álvarez G.

Sentencia de la corte de apelaciones: 9024-2002

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