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CLASIFICACIÓN:
La forma de manifestarse la isquemia miocárdica en la práctica clínica nos da la base
para realizar su principal clasificación. Basándonos en ello, hay una forma clínica
crónica y estable de presentación de la enfermedad, y otra forma aguda (SCA) que tiene
mecanismos fisiopatogénicos diferentes a la forma crónica y que precisa un manejo
clínico y tratamiento específicos.
En este caso, la trombosis coronaria sobre una placa aterosclerótica que se rompe es el
mecanismo fisiopatológico dominante. El riesgo de rotura depende más de su
composición y vulnerabilidad que del grado de estenosis. Se sabe que más de un 75%
de los SCA ocurren en áreas donde las arterias coronarias presentan estenosis no severas
y que su riesgo de rotura está relacionado con su composición; así, las más inestables
contienen un importante núcleo lipídico pobre en colágeno, un reducido número de
células musculares lisas y signos de inflamación en su cápsula.
Cuando ocurre una fisura o fractura en la placa que alcanza al endotelio, se expone el
material subendotelial al torrente sanguíneo, lo que induce un estímulo para la adhesión
y agregación plaquetarias y la consiguiente activación de la cascada de la coagulación
con formación de un trombo que puede originar la oclusión total o subtotal de la luz
arterial de forma brusca.(1)
SÍNTOMAS:
Náuseas y vómitos
Sudoración
Fatiga
CAUSAS:
La isquemia miocárdica ocurre cuando se reduce el flujo sanguíneo por una o más de las
arterias coronarias. El menor flujo sanguíneo disminuye la cantidad de oxígeno que
recibe el músculo del corazón.
La isquemia miocárdica puede surgir de forma lenta a medida que las arterias se
bloquean con el tiempo. También puede ocurrir rápidamente cuando una arteria se
bloquea de forma repentina.
Estrés emocional
Bajas temperaturas
Consumo de cocaína
FACTORES DE RIESGO:
Algunos de los factores que pueden aumentar el riesgo de padecer isquemia miocárdica
son los siguientes:
Presión arterial alta. Con el tiempo, la presión arterial alta puede hacer que la
ateroesclerosis avance más rápido y, en consecuencia, provocar el daño de las
arterias coronarias.
El mismo estilo de vida que puede ayudar a tratar la isquemia miocárdica también puede
ayudar a evitar que se presente en primer lugar. Las arterias pueden conservarse fuertes,
elásticas y uniformes y permitir un flujo sanguíneo máximo si llevas un estilo de vida
saludable para el corazón.
DIAGNÓSTICO:
El médico comenzará con tu historia clínica y una exploración física. Después de eso, el
médico podría recomendarte lo siguiente:
Prueba de esfuerzo. Esta prueba consiste en caminar sobre una cinta o pedalear
en una bicicleta fija mientras te controlan el ritmo cardíaco, la presión arterial y la
respiración. Debido a que el ejercicio hace que el corazón bombee con más fuerza
y más rápido de lo habitual, una prueba de esfuerzo puede detectar problemas
cardíacos que, de otra forma, no se podrían advertir.
TRATAMIENTO:
Medicamentos
OBJETIVO I
Describir el origen y la importancia del tercer ruido.
PREGUNTA I
9. ¿Cuál es la importancia del tercer ruido?
El tercer ruido, débil y retumbante, se produce por la entrada de sangre a los ventrículos
durante la diástole ventricular (al comienzo del tercio medio de la diástole). Al representar
movimiento de sangre dentro de los ventrículos, solo pueden auscultarse en el foco mitral
y tricuspideo.
Es efecto del choque de sangre que proviene de la aurícula durante el llenado ventricular
rápido, con sangre residual ventricular (por aumento del volumen telediastolico). Puede
ser fisiológico en niños, atletas de alto rendimiento y en situaciones de gasto cardiaco
elevado (como el embarazo o la fiebre), pero en adultos es casi siempre patológico; suele
aparecer en casos de ventrículos dilatados y poco distensibles (insuficiencia cardiaca
congestiva, grandes cortocircuitos, etc.). Su presencia suele producir el llamado “ritmo
de galope”.
La razón de que el tercer tono cardíaco no aparezca hasta el tercio medio de la diástole
parece ser que en la parte inicial de la diástole los ventrículos no están suficientemente
llenos como para crear una cantidad ni siquiera pequeña de la tensión elástica necesaria
para la reverberación. La frecuencia de este tono es habitualmente tan baja que el oído no
puede percibirla, aunque a menudo se puede registrar en el fonocardiograma.
El tercer ruido (R3) es producido por vibraciones que se generan al comienzo del llene
ventricular, cuando la sangre entra desde las aurículas; se ausculta después del segundo
ruido, al comenzar la diástole.
La regulación circulatoria de los pacientes con IMEST es anormal. El proceso comienza
por una obstrucción anatómica o funcional del lecho vascular coronario, que produce
isquemia miocárdica y, si se mantiene la isquemia, un infarto.
Cuando el segmento con contracción anormal supera el 15% es posible una reducción
de la fracción de eyección y un aumento del volumen y la presión telediastólica VI. El
riesgo de presentar signos y síntomas físicos de insuficiencia VI aumenta también de
forma proporcional al incremento de las zonas de movimiento anormal de la pared
ventricular izquierda.
La insuficiencia cardíaca clínica aparece cuando la superficie de contracción anormal es
mayor del 25% y, si afecta a más del 40% del miocardio ventricular izquierdo, se
produce shock cardiógeno, con frecuencia mortal.
Si el infarto alcanza un tamaño suficiente, deprime la función VI (ventrículo izquierdo)
global de forma que el volumen sistólico VI baja y suben las presiones de llenado. Una
reducción pronunciada del volumen sistólico VI acaba por reducir la presión aortica y la
presión de perfusión coronaria. Esto puede intensificar la isquemia miocárdica e iniciar
un círculo vicioso. La inflamación sistémica origina una liberación de citosinas que
contribuyen a la vasodilatación y a la disminución de la resistencia vascular sistémica.
La incapacidad del ventrículo izquierdo para vaciarse con normalidad conduce también
a un aumento de la precarga. Es decir, se dilata la porción bien perfundida y
normofuncionante del ventrículo izquierdo.
Este mecanismo compensador tiende a restablecer el volumen sistólico a cifras
normales, pero a costa de una reducción de la fracción de eyección.
Es por la dilatación y el mecanismo compensador que escuchamos el tercer ruido; su
importancia en este caso radica en que un S3 que se ausculta después de los 40 años de
edad se debería considerar un signo probable de enfermedad cardíaca. (1)
CONCLUSION I
El tercer ruido cardiaco se basa en estados de gasto cardiaco elevado (defectos del septum
interventricular, persistencia del conducto arterioso, anemia y tirotoxicosis), llenado
ventricular excesivamente rápido (insuficiencia mitral tricuspídea o aórtica), reducción
en el llenado diastólico ventricular por presencia de volumen residual. El ruido aumenta
de intensidad en de decúbito lateral izquierdo o con maniobras que aumenten el retorno
venoso. Durante la inspiración un S3 de origen ventricular derecho aumenta de intensidad
y el ventricular izquierdo aumenta durante la espiración.
BIBLIOGRAFIA
1. Alexánderson Rosas, Gamba Ayala. Fisiología cardiovascular, renal y respiratoria.
Primera edición. El manual moderno. México, 2015. p59.
OBJETIVO II
Describir las diferentes complicaciones que presenta el paciente con infarto cardiaco
PREGUNTA II
10. ¿Qué complicación está presentando este paciente con infarto cardiaco?
Palpitaciones cardíacas
Son sensaciones de latidos cardíacos que se perciben como si el corazón estuviera
latiendo con violencia o acelerado. Pueden sentirse en el pecho, la garganta o el cuello.
Hipertensión
La presión arterial es una medición de la fuerza ejercida contra las paredes de las arterias
a medida que el corazón bombea sangre a su cuerpo. Valores obtenidos del paciente:
150/85 mmHg. Valores normales: 120/80 mm Hg. La presencia de malos hábitos
alimenticios, fumador, antecedentes familiares con infarto cardiaco, colesterol elevado,
madre diabética.
CONCLUSION II
BIBLIOGRAFIA
2. Rev Panam Salud Publica/Pan Am J Public Health 2(1), 2015.pag 1