Está en la página 1de 6

1. ¿Cuáles son los circuitos de la memoria?

Los estudios con pacientes humanos y con animales de experimentación


sugieren que el conocimiento almacenado como memoria explícita se adquiere
primero a través del procesamiento en una o más de las tres áreas de asociación
polimodal de la corteza (las cortezas prefrontal, límbica y
parietooccipitotemporal) que sintetizan la información visual, auditiva y somática.
Desde allí la información es transportada en serie a las cortezas
parahipocámpica y perirrinal, luego a la corteza entorrinal, la circunvolución
dentada, el hipocampo, el subículo y finalmente de nuevo hacia la corteza
entorrinal. Desde aquí la información es devuelta hacia las cortezas del
parahipocampo y perirrinal y finalmente de nuevo a las áres de asociación
polimodal de la neurocorteza. (Fig.1). (1)

Por tanto, en el procesamiento de la información para el almacenamiento de la


memoria explícita de la corteza entorrinal tiene una función doble. Primero, es la
principal fuente de aferencias hacia el hipocampo. La corteza entorrinal se
proyecta a la circunvolución dentada a través de la vía perforante y de esta
manera proporciona la aferencia vital a través de la cual la información polimodal
de las cortezas de asociación alcanza el hipotálamo. (Fig.2)(1)
En segundo lugar, la corteza entorrinal es también la principal vía de salida del
hipocampo. La información que llega al hipocampo desde las cortezas de
asociación polimodal y la que va desde el hipocampo a las cortezas de
asociación convergen en la corteza entorrinal. Es por tanto comprensible que las
alteraciones de la memoria por lesiones de la corteza entorrinal son
particularmente graves.(1)

Memoria relacional dependiente del hipocampo

Para comprender el funcionamiento del proceso de memoria es necesario


poseer una visión global de la función de cada una de estas estructuras y las
relaciones que existen entre ellas (Fig.3). (2)

El proceso de adquisición y consolidación de la memoria comienza con el registro


y el procesamiento de los estímulos que nos llegan del exterior, en una o más de
las áreas de asociación heteromodal de la corteza cerebral, las cuales codifican
e integran información de todas las modalidades sensoriales. La información
aquí sintetizada se envía a la corteza parahipocampal y perirrinal, a través de
rutas descendentes córtico-hipocampales, llegando posteriormente a la corteza
entorrinal, la puerta de entrada al hipocampo más importante. Desde aquí se
proyecta, a través de la vía perforante, a la circunvolución dentada (o giro
dentado, GD), para llegar finalmente al hipocampo. Además, el hipocampo
también recibe información procedente de la amígdala, la cual posee un papel
modulador sobre el aprendizaje, potenciando los aprendizajes declarativos de
los estímulos y las situaciones con carga emocional. Una vez que el proceso de
codificación llevado a cabo por el hipocampo ha finalizado, la información es
enviada de nuevo a la corteza cerebral. Son el campo CA1 del hipocampo y el
subículo las principales estructuras encargadas de generar dichas aferencias.
Por un lado, envían la información a la corteza a través de la corteza entorrinal,
desde donde se dirige, en un viaje de vuelta, a la corteza parahipocampal y la
corteza perirrinal, y finaliza en las áreas de asociación polimodal de la corteza
cerebral en las que se originó el proceso. Además, desde la formación
hipocámpica también se envía información, a través del fórnix, a los cuerpos
mamilares del hipotálamo. Posteriormente, la información es remitida al tálamo
posterior, desde donde viaja a las áreas de asociación de la corteza cerebral,
para ser finalmente almacenada. Por lo tanto, es necesario hacer hincapié en la
función que cumplen las estructuras temporales mediales, puesto que aunque
resultan imprescindibles para la consolidación y el almacenamiento de la
información a largo plazo, es en las regiones de la corteza de asociación, en las
cuales la información se procesó por primera vez, en las que se almacenará de
forma definitiva. (2)
Todas las estructuras estudiadas hasta ahora son fundamentales para la
formación de nuevos conocimientos, pero el papel de cada una de ellas difiere
tanto a nivel funcional como en importancia. (2)

Aunque es en el lóbulo temporal medial donde se llevan a cabo los procesos


de transferencia de la información para su posterior almacenamiento a largo
plazo, es en la corteza cerebral donde se produce el almacenamiento
permanente. Esta transferencia de información se hace de manera
relativamente lenta, lo que permite que los datos nuevos se asimilen con la
información ya existente. (2)
Puesto que las áreas de asociación corticales constituyen los almacenes de la
memoria explícita a largo plazo, una lesión en estas áreas puede producir una
alteración del conocimiento explícito adquirido antes del daño. Por este motivo,
los pacientes con daño en las áreas de asociación suelen presentar dificultades
a la hora de reconocer objetos cotidianos, lugares familiares o rostros de
personas conocidas, entre otras alteraciones. (2)
En este punto, es importante señalar las diversas funciones en las que se
centran las diferentes regiones de la corteza cerebral y su relación con los
procesos mnémicos. La corteza posterior o postrolándica se halla
principalmente implicada en el procesamiento perceptivo, y juega un papel
determinante en el almacenamiento de los recuerdos que se adquieren por
cualquiera de nuestros sentidos. Por su parte, la corteza frontal o
prerolándica tiene entre otras funciones, como el procesamiento y la
representación de acciones motoras, el razonamiento y la producción del
lenguaje. La corteza temporal (excluyendo las regiones mediales estudiadas
anteriormente) parece ser determinante en el mantenimiento de la memoria
a largo plazo, puesto que las lesiones que la comprometen se manifiestan
con amnesia retrógrada. Asimismo, existe especialización hemisférica,
estando el hemisferio derecho más relacionado con material no verbal y el
izquierdo con material de carácter verbal. Además de su implicación en el
almacenamiento del conocimiento semántico, la corteza parietal, sobre todo
del hemisferio derecho, parece estar implicado en el recuerdo de la
disposición espacial de objetos y personas. (2)

Con respecto al lóbulo frontal, el área más estudiada y mejor conocida


funcionalmente es la corteza prefrontal, que está especializada en el
mantenimiento temporal de la información explícita a lo largo del proceso de
establecimiento y consolidación de la memoria, así como en la discriminación y
organización temporal de los recuerdos. (2)
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1. Kandel E, Schwartz J, Jessell T. Principios de Neurociencia. 4ta ed. Mc


Graw-Hill / Interamericana. España.

2. Muñoz E, Adrover D, Sánchez I, et al. Bases neuroanatómicas del


aprendizaje y la memoria. (En línea). 2014. Recuperado de
https://www.researchgate.net
2. ¿Qué tipos de memoria se conocen?
Existen varios tipos de memoria, según clasificaciones de diversos autores;
entre los cuales se presentan los siguientes: (1)
 Modelo de Atkinson y Shiffrin: Según este modelo la memoria se divide
en: Memoria sensorial, memoria a corto plazo y memoria a largo plazo.(1)

- Memoria Sensorial: esta estructura registra por fracciones de segundo


la información que procede de los estímulos del mundo exterior; es
una memoria temporal que para registrar los estímulos, se apoya en
los receptores de los órganos sensoriales.(1)

- Memoria a corto plazo: Es donde la información se codifica y almacena


temporalmente. Esta memoria es limita en espacio y tiempo; es breve,
la información dura aprox. 20s, luego se desvanece y se pierde. (1)

- Memoria a largo plazo: En ella se puede almacenar información de


manera permanente. Sin embargo, para que la memoria se almacene
en esta estructura, se requiere de tiempo y esfuerzo que dependen de
procesos de control (atención y selección). (1)

 Clasificación de Tulving

- Memoria episódica: Almacena eventos que están codificados en


términos del espacio y del tiempo de su ocurrencia. Son
acontecimientos o episodios localizados espacialmente y
experimentados personalmente. Es una memoria temporal, ligada a
las experiencias del sujeto; es autobiográfica. (1)

- Memoria semántica: Se refiere a hechos, información del lenguaje y


conocimientos del mundo físico y social. Es el conocimiento de
palabras y conceptos, sus propiedades y sus relaciones. Almacena
conocimientos permanentes, independientemente del momento
concreto en que se adquieran, y siempre se refiere a símbolos
verbales, su significado, sus propiedades y sus relaciones. Este tipo
de memoria está menos sujeta a interferencia y puede crear
información nueva mediante procesos de razonamiento. (1)

 Teoría ACT (Adaptative Control Thought)


Esta compleja teoría es un sistema de procesamiento en paralelo
compuesto por las siguientes memorias: (1)

- Memoria a largo plazo:


a. Memoria declarativa
b. Memoria procedimental
- Memoria de trabajo
Estas memorias se interrelacionan mediante diversos procesos:
almacenamiento, recuperación, codificación, emparejamiento, aplicación,
ejecución y actuación. Existe la posibilidad de que dos o más procesos actúen
de manera simultánea, por ello se trata de un procesamiento en paralelo. En este
sistema la memoria a largo plazo tiene dos tipos de memoria. (1)
a. Memoria declarativa: Contiene el conocimiento descriptivo del mundo.
Está organizada como una red jerárquica, que se compone de tres tipos
de nodos: cadenas temporales, imágenes espaciales y proposiciones. En
la medida que un nodo sea más frecuentemente utilizado, se vuelve más
fuerte y propaga mayor cantidad de activación. Los conocimientos
declarativos se refieren a objetos y eventos, además estos conocimientos
se pueden expresar fácilmente de forma verbal. (1)

b. Memoria procedimental: Contiene información referida a las destrezas. El


conocimiento se almacena en pares de condición-acción o producciones.
Las destrezas a las que se refiere esta memoria no solo contemplan
habilidades motoras sino también la solución de problemas y la toma de
decisiones. (1)

REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA
1. Varela M, Avila M, Fortoul T. La memoria. 1ra ed. Argentina. Ed. Med.
Panamericana. 2005.

También podría gustarte