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Enrique Mendoza Vargas


Profesora: Amarabit Rosales Barrón
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Filosofía hispanoamericana
03/06/2019

El problema de la originalidad del pensamiento latinoamericano en Leopoldo Zea

Introducción

Pensar en la Filosofía Americana, no es reducir el pensamiento a una región, mal

entendida como el norte de América. Este error debe ser corregido, pues el pensamiento

americano, no corresponde o coincide plenamente con el pensamiento consumista y

neoliberal de los Estados Unidos de América.

Aunque es cierto que, como continente, no hemos sabido armar un pensamiento en

conjunto, pues las condiciones territoriales, aunque parecen inofensivas, marcar la manera

de pensar. De esta manera debemos cambiar la perspectiva, pues el pensamiento americano,

más concretamente, el pensamiento latinoamericano, está conformado de muchas

perspectivas, no unificadas, pero he ahí la riqueza de nuestra manera de pensar.

Ahora bien, el pensamiento filosófico de Latinoamérica no surgió de la noche a la

mañana, ni tuvo un surgimiento uniforme, sino que, con el paso del tiempo, y cambio de

visión, se ha podido establecer una visión panorámica del pensamiento filosófico de

América latina. Sin embargo, hay que mencionar que, en sus orígenes, la Filosofía

Latinoamericana, se veía a sí misma, desde la perspectiva del pensamiento filosófico


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europeo, comparándose una y otra vez, en tanto que había establecido un sistema filosófico

complejo.

En este sentido abordamos el problema de la originalidad del pensamiento

latinoamericano, desde la perspectiva del Filosofo Leopoldo Zea, quien, inmerso en la

Filosofía desde sus problemas propios, nos da una perspectiva muy interesante en sus

obras.

Las pretensiones de la Filosofía latinoamericana

Durante muchos años, después de los movimientos de independencia en América

Latina, se intentó realizar un sistema filosófico original. Sin embargo, la mayoría de los

intentos fueron fallidos, pues “El arquetipo a realizar es Europa, la Europa que ha originado

la cultura llamada occidental” (Zea, La Filosofía Americana como Filosofía sin más1 19).

Es decir, que los proyectos filosóficos, intentaban hacer una copia del pensamiento

europeo, sin embargo, las condiciones sociales y territoriales no son las mismas, lo que

lleva a un fracaso de los intentos de adaptación de un modelo de Filosofía extranjera.

Empero, Juan Bautista Alberdi, es quien despunta en cuanto a la manera de

estructural el pensamiento latinoamericano, es quien “por primera vez (…) hablará de una

Filosofía americana por el origen, no solo de quien filosofa, sino de los problemas a

resolver que no tienen por qué ser los mismos problemas de la Filosofía europea, sino los

propios de una realidad, de nuestra realidad” (Ídem).

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A partir de este momento, en el texto nos referiremos a esta obra con la siguiente abreviatura LFA, para
distinguirla de otras obras del mismo autor.
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En este punto nos encontramos con una situación crucial ¿Cómo hacer un

pensamiento original latinoamericano? ¿Cómo encontrar una solución externa a nuestra

realidad? Pues bien, no se puede desde fuera, sino que “Hispanoamérica, había dicho

Simón Rodríguez, «debe ser original». Mucho había que aprender de Europa y

Norteamérica; pero también era mucho lo que de la América española tenían que aprender

los hispanoamericanos. Los problemas de Hispanoamérica sólo podrían, ser resueltos

atendiendo a la realidad. Esto es, conociéndola” (Zea, El Pensamiento Latinoamericano

164).

Ahor bien, el pensamiento original o Filosofía original no debe tomarse como una

amputación del pasado, no se deben romper relaciones con el pasado, con la Filosofía que

ha impulsado el desarrollo de la Filosofía latinoamericana, sino que se debe asimilar y a

partir de eso, ir resolviendo los problemas propios. En este sentido, se habla de una

Filosofía original “no porque cree una y otra vez nuevos y extraños sistemas, nuevas y

exóticas soluciones, sino porque trata de dar respuesta a los problemas que una determinada

realidad, y en un determinado tiempo, ha originado” (Zea, LFA 27).

De esta manera, debemos tener claro que la originalidad del pensamiento

latinoamericano, radica en la manera en que presenta las soluciones a sus propios

problemas. Leopoldo Zea se ha empeñado en demostrar el valor de la Filosofía propia de un

lugar en un determinado tiempo, que se eleva de lo regional a lo universal, en este sentido

hay que reconocer que “Las filosofías realizadas, las emanadas de una cierta circunstancia,

de los problemas de una cierta realidad, pueden de alguna forma servir a la solución de los

problemas de otra realidad, dar luces sobre misma, aunque las soluciones que ofrezcan no

sean necesariamente las mismas” (Zea, LFA 30).


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Apoyarse en otras las filosofías de otras regiones parecería no ser original, empero

no se trata de copiar modelos para aplicarlos a realidades distintas, ni de rechazar las otras

filosofías sino de adaptar, adecuar a la situación espacio-temporal. Leopoldo Zea nos

comenta que: “no se trata de eludir, como tampoco de imitar y copiar, a la Filosofía

occidental para dar origen a una Filosofía que sea propia de esta América. Se trata pura y

simplemente, de hacer lo que ya aconsejaba Alberdi, esto es, seleccionar, adaptar la

expresión de la Filosofía occidental que mejor convenga a nuestras necesidades, a nuestra

realidad” (Zea, LFA 39).

En este sentido, la Filosofía emanada de cada región de Latinoamérica y del mundo,

debe ocuparse pues, no abstractamente de los problemas universales, sino debe ocuparse de

los problemas que le circundan, que le ocupan. De esta manera, la Filosofía que no parte y

tiende a su propia realidad, está condenada a desaparecer en la historia. A final de cuentas,

la Filosofía, por su naturaleza tiende a la universalidad, por lo que no debe ser la

preocupación principal de los filósofos, la pretensión de universalidad, sino, hacer

Filosofía.

Conclusión

La Filosofía latinoamericana es original, en el sentido de que, como propone Leopoldo Zea,

adapta la Filosofía occidental a su propia realidad. Hay que destacar que no se trata

solamente de tomar los modelos y sistemas filosóficos y aplicarlo directamente a las

problemáticas propias de América Latina, sino de seleccionar de manera critica y reflexiva,

los elementos de otras filosofías que coadyuvaran a la solución de la problemática regional.


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La importancia del pensamiento de Zea para la Filosofía, no solo latinoamericana,

sino para la Filosofía universal, radica en la apertura, en la disponibilidad, en la flexibilidad

del pensamiento filosófico. Es una nueva perspectiva la injerencia de la Filosofía en el

diario vivir.

Lamentablemente, es muy poco el tiempo que se le dedica en la licenciatura a

estudiar el pensamiento de este autor, lo cual nos insta, como estudiantes de la Filosofía, a

profundizar por nuestra cuenta, esforzándonos por valorar, no solamente la Filosofía

europea, sino la riqueza que hay en los pensadores latinoamericanos.

Trabajos citados

Zea, Leopoldo. El pensamiento Latinoamericano. Barcelona: Ariel, 1976. PDF.


—. La Filosofía Americana como Filosofía sin más . México: Siglo XXI, 2007. Impreso.

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