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Hola, ¿qué tal?

Bienvenidos al módulo dos de este curso en donde estamos


aprendiendo sobre reacciones adversas a medicamentos, eventos temporalmente
asociados a vacunas y algunas condiciones de tecnovigilancia. En este módulo le
dedicaremos tiempo a entender cómo es que responden los tejidos oculares a la
presencia de los fármacos. ¡Bienvenido! Antes de iniciar, recordemos que el ojo es
un tejido inmunológicamente privilegiado, conformado por una serie de barreras
biológicas y que por su estructura anatómica tienen la capacidad de contener
fármaco en algunos espacios físicos, produciendo reservorios o estancamientos del
fármaco aplicado de forma tópica o sistémica, y que pueden producir alteraciones
visuales en el paciente. También, vale la pena que tengamos presente algunos
conceptos de farmacología pero, ¿qué es la farmacología? Estudia la relación
existente entre un fármaco y su receptor. Dicha relación puede ser vista desde
diversas perspectivas; desde el origen de los fármacos (farmacognosia), desde la
aplicación clínica para mejorar una condición patológica (terapéutica), desde el
análisis de las vías de administración, la formulación farmacéutica y el costo de
los medicamentos (farmacotécnia y farmacia), desde la distribución de los mismos
(fármacoeconomía), o desde la presencia de fenómenos no deseados por aumentos en la
dosis (toxicología), etc. Pero existen dos ramas de estudio de la farmacología que
pueden explicar la relación entre el fármaco y el receptor, por un lado la
farmacocinética, que es la capacidad de respuesta del sistema y por otro lado la
farmacodinamia que es la capacidad de estimulación del fármaco sobre el tejido. Si
la farmacología estudia la relación entre un fármaco y un receptor, vale la pena
que definamos a los componentes de esta relación. Un fármaco es una sustancia
química inestable que tiene la posibilidad de aumentar o disminuir funciones
celulares normales y que puede utilizarse de forma diagnóstica, terapéutica o
preventiva a la presencia de alteraciones patológicas. Tiene el mismo
funcionamiento que cualquier droga, fármacos con carga social negativa que generan
adicción y una vez que se combinan con más fármacos y se presentan como un producto
para venta, pueden denominarse medicamentos. Profundizando un poco, una sustancia
química es un conjunto de elementos idénticos o distintos, que en conjunto tienen
la capacidad de interactuar con otras sustancias, según condiciones de temperatura,
humedad o la presencia de otras sustancias. Son inestables debido a que sus átomos
pueden no tener todos los electrones en el último orbital, lo que permite que cedan
o acepten electrones cuando se encuentren cerca de otras sustancias, permitiendo
que estas relaciones, ionización, sean temporales o duraderas. En ese sentido, los
fármacos tienen la capacidad de fijarse o desprenderse de cualquier espacio o
elemento físico, promoviendo un aumento o disminución de funciones celulares
normales. Ésto es, pueden hacer que una célula trabaje más rápido, si es que la
condición patológica aletarga el metabolismo o pueden hacer que una célula trabaje
más lento, si es que el proceso patológico produce lo contrario, condición que nos
haría pensar que en esencia, los medicamentos no curan. Lo único que hacen es
modular los efectos celulares, con lo cual los fármacos funcionan para etapas
tempranas de cualquier tipo de enfermedad. Por otro lado, el receptor farmacológico
es un espacio físico tridimensional con capacidad de acoplamiento de sustancias,
pueden encontrarse en cualquier parte de la célula y que una vez estimulado, puede
promover la producción de cambios conformacionales celulares como apertura o cierre
de canales, promoción o inhibición enzimática, promoción o inhibición de transporte
a través de la membrana, aumento o disminución en el flujo de sustancias, etc...
Estos receptores están clasificados según su capacidad de respuesta y el tipo de
estimulaciones que los activan directa o indirectamente. Tenemos receptores que son
estimulados uno a uno por los fármacos produciendo respuestas rápidas y cortas,
ionotrópicos. O aquellos en los que la estimulación de un receptor puede producir
activación de varios de ellos, trascendiendo en respuestas largas y duraderas,
metabotrópicos. Debido a su estructura tridimensional, el receptor puede permitir
que muchas sustancias puedan entrar en él, pero no todas pueden estimularlo, de
modo que, esta capacidad que tiene el receptor para permitir proximidad y
acoplamiento se llama afinidad; mientras que la capacidad de proximidad,
acoplamiento y estimulación se llama especificidad. Esto permite comprender que la
respuesta celular depende de la afinidad y la especificidad que tiene el receptor
por el fármaco, lo que ha demostrado que el receptor es un nicho en el que hay
condiciones específicas de temperatura y humedad que favorecen las reacciones
químicas entre sustancias, permitiendo la presencia de cambios conformacionales y
la consecuente modificación de funciones celulares. Para mejorar una condición
patológica independientemente de la vía de administración y la formulación
farmacéutica que ocupes, el fármaco deberá de llegar en velocidad y cantidad
suficientes para poder producir una mejora en el tejido, de otra manera, el tejido
seguirá degenerando. Por tal motivo, es muy importante conocer la cantidad y
velocidad con la que las sustancias pueden atravesar membranas celulares para
producir su efecto. De hecho, este tema es tan sustancial que las proyecciones
matemáticas en farmacología dependen de conocer la diferencia que existe entre la
constante de la velocidad de entrada (Kabs) comparada con la constante de la
velocidad de salida (Kel), colisión que indica cuánto fármaco puede estar
disponible en el cuerpo. Biodisponibilidad; esto permite clasificar a los tejidos
según su respuesta a la presencia de fármacos en tres tipos de compartimento: a)
cuando Kabs se parece a Kel, entonces podemos decir que el fármaco entra en la
cantidad y velocidad de manera idéntica a la que sale, por lo que el fármaco hace
su trabajo y no se estanca en el organismo, b) cuando Kabs es mayor que Kel,
indicando que la cantidad y la velocidad de entrada del fármaco al tejido es más
alta que la de salida, produciendo reservorios o estancamientos, c) cuando Kabs es
menor que Kel, indicando que la cantidad y velocidad de entrada del fármaco es
menor que la de salida, condición que presenta una eliminación constante y poca
cantidad de fármaco en el tejido, produciendo un fenómeno denominado "flip flop".
Por esta razón, es necesario revisar la capacidad que tienen los tejidos oculares
ante la presencia de fármacos, farmacocinética, ya que explica cómo responden
dichos tejidos en términos de biodisponibilidad, que no es otra cosa sino la
velocidad y la cantidad de fármaco entrante, comparados con los propios de salida.
Te espero en el siguiente video, donde hablaremos de los cuatro procesos que
componen a la farmacocinética: absorción, distribución, biotransformación y
eliminación. Nos vemos pronto.

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