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Bienvenido a este video.

En videos anteriores revisamos la vulnerabilidad de los


tejidos oculares a fármacos desde los anexos oculares y su segmento anterior. En
este valoraremos la vulnerabilidad del segmento posterior. Comencemos. El segmento
posterior del ojo es un compartimento anatómico que se encuentra limitado entre la
cara posterior del cristalino y hasta la retina. Se encuentra compuesto por el
humor vítreo, la retina y la coroides. Revisemos estos elementos: el humor vítreo
es un gel que contiene un volumen cercano a los 4 mililitros, comprende
prácticamente dos tercios del ojo y su función fundamental es otorgar la forma
esférica del ojo así como la refringencia. Es decir que permite el paso de la luz
hacia la retina. Está constituido por agua y colágeno, componentes altamente
iónicos que pueden generar reservorios farmacológicos. La densidad del colágeno
varía según la zona de que se trate siendo mayor en la periferia que en el centro.
Debido a que la consistencia es similar a la de un gel, no tiene un flujo
importante como el humor acuoso. De hecho las sustancias se mueven por dos procesos
principales. El primero es la difusión que se lleva a cabo en todas direcciones y
es particular de sustancias pequeñas y el segundo es el abultamiento o bulk común
en la periferia el cual es específico de moléculas de alto peso molecular de modo
que las sustancias como los fármacos habitualmente se distribuyen en la periferia
del vitreo a menos que tengan pesos moleculares pequeños como los fármacos
extremadamente liposolubles. Es el turno de la retina, una membrana transparente
que tiene conexión directa hacia el cerebro. Es la responsable de convertir los
estímulos luminosos en impulsos eléctricos que promoverán la formación de imágenes
en el cerebro. Anatómicamente está compuesta por diez capas de las cuales el
epitelio pigmentado de la retina y la capa de fotorreceptores son las que
normalmente se afectan por el uso de fármacos. El epitelio pigmentado de la retina
es una monocapa epitelial que recubre la porción posterior del ojo. Tiene como
funciones secreción de sustancias, encargadas del ciclo visual, fagocitosis,
barrera de defensa, transporte epitelial, absorción de la luz entre otros. La
importancia farmacológica de este componente retiniano deriva de la presencia de la
melanina, proteína con capacidad iónica importante así como sus funciones de
barrera y fagocitosis que al verse alteradas pueden permitir la filtración de
fármacos hacia el interior o el exterior del ojo promoviendo reservorios o
modificaciones de la visión. Por otro lado la coroides es una red vascular que
tiene como funciones nutrir a la retina y mantener el flujo sanguíneo del ojo. Su
flujo se encuentra relacionado con un control nervioso autónomo de modo que su
vulnerabilidad depende de que los fármacos alteren el flujo nervioso con la
consecuente modificación del flujo coloideo que en consecuencia producirá
alteraciones en la actividad sensorial de la retina promoviendo visión borrosa. En
conclusión la vulnerabilidad de los tejidos oculares depende de dos factores: la
posibilidad de generar reservorios o la modificación de la función nerviosa. En el
primer caso la consecuencia habitual es la disminución de la visión principalmente
por la formación de opacidades en medios refringentes como son córnea, cristalino y
humor vítreo mientras que en la segunda la consecuencia directa se observa en el
tiempo de aparición y la duración del efecto. Recuerda, los iris de color oscuros
tienen efectos mucho más duraderos comparados con aquellos que son claros mientras
que en los últimos los efectos son más rápidos. Por otro lado cuando la
vulnerabilidad depende de la modificación de su control nervioso podemos observar
modificaciones directas en la función de los componentes oculares. Modificaciones
en la cantidad lagrimal, modificaciones en el control de la entrada de la luz,
percepción de imágenes y visión borrosa. Date cuenta, la vulnerabilidad por
fármacos puede producir desde sensibilidad a la luz hasta ceguera así que es
importante que vigiles a los ojos de tus pacientes y al paciente mismo para que
determine si el fármaco está funcionando bien. En el siguiente vídeo veremos la
implicación del sistema inmunológico sobre los tejidos oculares. Hasta pronto.

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