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Dialnet TeoriaDeLaAtribucionYAnalisisDeLasExplicaciones 65857 PDF
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Mansur Lalljee
FUENTE: Ch. Antaki (ed.), The Psychology of Ordinary Explanations of Social Behaviour.
Academic Press, 1981, pp. 119-138.
En este trabajo se pretende situar las distingue entre causalidad personal e im-
ideas actuales sobre los procesos de atri- personal. Sin embargo, en el análisis de
bución en el contexto más amplio de la la causalidad personal distingue una serie
psicología de las explicaciones. Una serie de factores diferentes. El concepto de
de presupuestos centrales a la teoría de «poder» (si una persona tiene o no la ca-
la atribución se pone en cuestión y la pacidad de realizar un acto particular) se
orientación, fundamentalmente intrapsí- distingue de un factor motivacional, que
quica, de la teoría de la atribución se si- incluye tanto el esfuerzo personal como
túa dentro de un análisis de los procesos la intención. En el mismo análisis, Hei-
interpersonales y societales. der distingue también entre diferentes
clases de factores ambientales. En este
contexto, menciona en especial los con-
DOS NOCIONES CENTRALES DE ceptos de suerte y de dificultad, recono-
LA TEORIA DE LA ATRIBUCION ciendo así la heterogeneidad de las expli-
caciones ambientales.
Centrales a las ideas actuales sobre los Las explicaciones en términos causales
procesos de atribución son las nociones se han considerado tradicionalmente
de (1) explicaciones en términos de cau- como centrales a la tarea científica. Sin
salidad, y (II) la distinción entre atribu- embargo, no son el único tipo de expli-
ciones a causas internas o externas. Estas" cación que se ha tenido en cuenta. En
dos nociones aparecen de forma clara en un reciente trabajo de Buss (1978) se in-
el trabajo de Heider (Heider, 1958). En dica que las explicaciones teleológicas,
su versión del análisis ingenuo de la ac- con frecuencia, se han considerado vita-
ción, Heider parece concebir las explica- les, especialmente en relación con la ex-
ciones causales como el caso paradigmá- plicación de la acción humana. Las expli-
tico de las explicaciones ordinarias, y caciones en términos de causa no deben
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confundirse con las explicaciones en II. Le hablé porque se encontraba
términos de razones. Buss dice que el ex- solo.
plicar la propia conducta en términos Le hablé para que se sintiese en
causales, a no ser que sea casual o inin- su casa.
tencional, supone un error categorial.
Aunque algunos filósofos de la ciencia Si las dos primeras deben concebirse
social mantienen que cualquier explica- como explicaciones de causa o de razón,
ción de la conducta social en términos y si la tercera se ve como una explica-
de causas resulta inadecuada, Buss acepta ción implícitamente causal (tal vez basa-
que los observadores puedan dar explica- da en la idea de estar obligado por senti-
ciones causales de la conducta ajena. Uti- mientos de deber y responsabilidad), son
liza este argumento, con buenos resulta- ciertamente cuestiones empíricas que no
dos, en el análisis de las diferencias entre pueden decidirse en base a un análisis
actor y observador. Pero el argumento conceptual. Las cuestiones generales son
de Buss de que no es permisible el que de dos tipos. Una, relativa a la interpre-
una persona explique su propia conducta tación del hombre común de las explica-
en términos causales, no parece adecua- ciones de causa y de razón. ¿Se perciben
do. Señala que una serie de filósofos han éstas como fundamentalmente iguales o
tratado de analizar las intenciones como diferentes?, y en este último caso ¿en qué
un tipo particular de causa, pero es que, sentido? La segunda cuestión se refiere a
aun cuando estuviese unánimemente la presentación de una u otra de las for-
aceptado que las intenciones deben tra- mulaciones en la explicación de un suce-
tarse de diferente manera, ya que cons- so. Esta última cuestión ha constituido
tituyen un tipo conceptualmente diferen- un tema permanente en el estudio de los
te de explicación, no sería adecuado jus- procesos de atribución y se puede resol-
tificar el punto de vista de Buss. Aun ver de forma satisfactoria incluyendo
cuando sea un tipo de error conceptual una dimensión interpersonal en lo que
el tratar las razones como causas, podría hasta ahora ha sido una teoría intrapsí-
ser muy bien que la persona ordinaria quica.
cometiese este tipo de errores en sus ex- Debemós señalar, por último, que las
plicaciones. La cuestión para los psicólo- explicaciones en términos de razones y
gos debería ser comprender cómo el de causas no agotan los tipos de explica-
hombre común interpreta las explicacio- ción que los filósofos han distinguido.
nes en términos de razones y en térmi- Bunge (1959), por ejemplo, tras dis-
nos de causas. tinguir cuatro tipos de explicación cau-
Este argumento puede clarificarse si sal, enumera ocho tipos de explicaciones
consideramos los ejemplos presentados no causales. Estas incluyen las explica-
por Buss. Dice que, precisamente porque ciones estadísticas, las explicaciones dia-
una explicación se expresa en términos lécticas y las explicaciones basadas en la
causales, no debería aceptarse en su sig- afirmación de que un suceso particular
nificado literal como explicación causal. es un ejemplo de una clase general. Estas
Cuando una persona dice «La causa de distinciones pueden ser de valor para los
que me saliese del aula fue que la clase psicólogos en la medida en que puedan
era aburrida», la idea, dice Buss, puede relacionarse con procesos cognitivos o
expresarse de forma más adecuada con la interpersonales.
fórmula «La razón de que me saliese del Un segundo principio fundamental de
aula fue que encontraba aburrida la cla- la teoría de la atribución se refiere a la
se». Consideremos las siguientes explica- distinción entre causas que son internas
ciones plausibles en respuesta a la pre- a una persona particular y aquellas que
gunta «¿Por qué fuiste a hablar con él?»: le son externas. Tratar tal distinción
1. Hablé con él porque me daba como fundamental es minimizar la im-
lástima. portancia de la heterogeneidad de expli-
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caciones que caen dentro de cada catego- medio de los cuales deben ofrecer su ex-
ría. Así, las explicaciones «personales» plicación de lo que está pasando. Heider,
incluyen otras en términos de estado de sin embargo, pone de manifiesto que el
ánimo de la persona, su estado fisiológi- perceptor logra predictibilidad sobre los
co, sus rasgos de personalidad, su con- diversos sucesos de su entorno refirien-
ducta pasada, su rol, objetivos y catego- do los fenómenos a condiciones estables
ría social. Es posible que sean muy dife- subyacentes. Entre estas invariantes sub-
rentes en su valor predictivo, en la medi- yacentes están, en primer lugar, los mo-
da en que se consideren bajo el control tivos de los otros. Tal vez el hombre se
del actor, y en términos de las atribucio- vea a sí mismo con mayor control sobre
nes de responsabilidad y culpa. Han sido los motivos ajenos que sobre otros as-
estas características las que, con frecuen- pectos de su entorno. Heider plantea
cia, se han considerado como el presu- que, por lo general, sólo hacemos atribu-
puesto subyacente en la construcción de ciones a factores personales o ambienta-
explicaciones. les, en lugar de recurrir a explicaciones
Las explicaciones situacionales inclu- que impliquen tanto factores personales
yen, asimismo, una diversidad de posi- como ambientales. Esto ocurre así, según
bles factores. El mismo Heider distingue él, porque el último tipo de explicaciones
entre los casos en que la causa externa es tiene poco valor predictivo.
el ambiente físico y los casos en que la El punto de vista de Heider de que las
causa externa es otra persona. Cuando la invariantes subyacentes del mundo son
causa externa es otra persona hay tam- disposiciones ambientales o personales, y
bién que hacer distinciones importantes. que la gente por lo general explica los
Brown y Lalljee (en prensa) señalan que sucesos en términos de factores persona-
en el caso de los actos criminales, se da les o ambientales, pero rara vez incluyen
una distinción entre aquellos casos en ambos elementos en una explicación, no
que la persona que produce el suceso es puede dejar de ser puesto en cuestión.
también la víctima del delito (como a Este es un problema empírico que no
menudo se cita en los casos de viola- puede resolverse fácilmente con experi-
ción), o una tercera persona cuyas accio- mentos que utilizan como variable de-
nes influyeron en el autor. Las leyes cri- pendiente índices de atribuciones de cau-
minales distinguen, además, las situacio- salidad a factores personales o situacio-
nes que razonablemente se podrían haber nales, basados en puntuaciones en una
previsto, y de las que una persona es res- escala. Los datos recogidos por el autor
ponsable, aun cuando no tuviera inten- (Lalljee, 1979), que permitía que los su-
ción de cometer una determinada acción jetos explicaran los sucesos con sus pro-
(Cross y Jones, 1964). Atribuimos res- pias palabras en lugar de hacerlo a través
ponsabilidad por meterse en una situa- de escalas, muestran que, con frecuencia,
ción particular o permitir que ocurra, la gente utiliza explicaciones que recu-
aun cuando los factores ambientales sean rren a elementos personales y situaciona-
la causa inmediata de la conducta. les, y que las explicaciones en términos
Hay que poner de relieve la falta de de factores personales, situacionales, o
homogeneidad de las causas personales y de ambos a la vez, se relacionan de for-
ambientales. Aunque Heider introdujo ma sistemática con los sucesos a explicar.
una serie de distinciones relevantes, con La invarianza subyacente, cuya adscrip-
frecuencia no se han tenido en cuenta en ción constituye sólo una de las funciones
otros influyentes trabajos sobre los pro- de una explicación, puede que no esté en
cesos de atribución (p. ej., Kelley, 1967; términos de disposiciones ambientales o
Jones y Davis, 1965; Nisbett y otros, personales sino que, como más adelante
1973). Van der Pligt (1981) cuestiona se planteará, puede que resida en unos
asimismo el acierto de dar a la gente mo- esquemas o estructuras socialmente acep-
dos de respuesta predeterminados, por tados.
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