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La naturaleza de los procesos metacognitivos

Desde que este concepto surgió en el ámbito académico, numerosas


investigaciones dan cuenta de su enorme impacto en el aprendizaje. Las
habilidades metacognitivas están estrechamente correlacionadas con
el éxito académico y, en ese sentido, se convierten en uno de los más
potentes predictores de aprendizaje. Desafortunadamente, este
concepto suele llegar al aula de clase distorsionado y reducido a un
conjunto de preguntas ritualizadas al final de la sesión de clase. Los
docentes muchas veces son formados de tal modo que se considera a
la metacognición un momento de la clase en que el docente formula
preguntas en relación a qué han aprendido, qué les gustó y cómo se
sintieron. Demás está decir que ello es una imagen bastante difusa de
la verdadera naturaleza de los procesos cognitivos. En esta sección
quisiéramos centrarnos en algunos aspectos claves que nos permitan
precisar el concepto y profundizarlo.

¿Qué es metacognición?

Antes de responder a la pregunta conviene distinguir entre procesos


cognitivos y procesos metacognitivos.

Por ejemplo, recordar el número de una tarjeta bancaria implica un


proceso cognitivo, pero ser conscientes de una estrategia para
recordar dicho número, es un proceso metacognitivo. Resolver una
ecuación implica procesos cognitivos, pero determinar si la solución
responde o no al problema implica un proceso metacognitivo.

Dicho esto podemos decir que la metacognición abarca DOS


ASPECTOS. Por un lado, el conocimiento y reflexión sobre nuestros
procesos cognitivos y, por otro lado, la habilidad para organizar,
monitorear y modificar dichos procesos así como evaluar sus
resultados.

Sobre el aspecto del conocimiento y reflexión sobre los procesos


cognitivos, se distinguen tres ámbitos:

El conocimiento y reflexión acerca de las


características de la tarea. Por ejemplo:
¿Es una tarea fácil o difícil?
¿Tengo toda la información que necesito?
¿La pregunta está claramente definida?
El conocimiento y reflexión sobre nuestras propias
características como entidades cognitivas.
Por ejemplo:

¿Estoy suficientemente motivado sobre esta tarea?


¿Soy competente para realizarla?
¿Qué estrategias se me dan mejor?

El conocimiento y reflexión sobre las


estrategias que empleamos. Por ejemplo:

¿Cuál es la estrategia más idónea para esta tarea?Sobre el aspecto del control sobre
nuestros procesos cognitivos, se distinguen otros tres:

• El planeamiento:
¿Qué se supone que debo aprender?
¿Qué debo hacer primero?
¿Cuánto tiempo me llevará aprender o realizar esta tarea?
¿Qué recursos necesito? ¿Qué resultados debo obtener?

• El monitoreo:
¿Me estoy acercando a la meta?
¿Es realmente la meta adecuada?

• La evaluación:
¿Cumplí con la tarea eficazmente?
¿Pude realizar la tarea de otra manera?

Principios básicos para su implementación

En principio, en el caso de la metacognición las investigaciones


demuestran que la enseñanza implícita de las habilidades metacognitivas
no tiene impacto en el aprendizaje de los estudiantes. Dicho de otro
modo, los docentes necesitan explícitamente enseñar mediante
estrategias --como el modelamiento-- seguidas de una práctica intensiva
a desarrollar en sus estudiantes dichas habilidades.

A partir de esos hallazgos se vienen diseñando una variedad de


intervenciones dirigidas a incrementar las habilidades metacognitivas de
los estudiantes. El común denominador de estas es:

1. La metacognición se inserta dentro de un dominio específico y no


como una habilidad general que luego se pueda aplicar
indistintamente a cualquier área. Es decir, se desarrollan
habilidades metacognitivas en matemáticas considerando la
especificidad del área y en conexión con ella. Del mismo modo en
las demás áreas.

2. Informar a los estudiantes de los beneficios de desarrollar


habilidades metacognitivas hace que estén dispuestos a
esforzarse más en el proceso.

3. Implica un esfuerzo continuo y prolongado. No actividades esporádicas.

4. Requiere una enseñanza explícita.

5. El desarrollo de dichas habilidades se favorece con las


interacciones entre los pares en contextos de aprendizaje
cooperativo.
6. Es un proceso continuo y no un momento especifico de la sesión de clase.

El papel de los problemas no rutinarios

En el dominio específico de la matemática se sugiere considerar los siguientes


principios:
Frente a tareas rutinarias los procesos metacognitivos no resultan
necesarios. Si deseamos entonces desarrollar la metacognición debemos
enfrentar a los estudiantes a situaciones no rutinarias.

1. Preguntas de comprensión:

Dime el problema en tus propias palabras. ¿Qué tipo de problema


es? (Sin hacer referencia a los datos numéricos.
2. Preguntas de conexión:

¿Es este problema similar a otro que hayas resuelto antes? ¿En qué forma?
3. Preguntas de estrategia:

¿Cuál de las estrategias te parece adecuada? Otra actividad


importante es el modelamiento de los procesos de resolución del
docente con voz audible. El docente se muestra ante los niños
como un aprendiz más, pero permite mediante sus verbalizaciones
conocer los procesos detrás de sus acciones y cómo superar las
dificultades.

4. Preguntas de reflexión:
¿Tiene esta solución sentido? ¿Es la única solución? ¿Cuántas más
podrías obtener? ¿Puedo resolverlo de forma diferente?

Extraído de Guía de Matemática Curso Acompañamiento 2.0 –Manuel Núñez


Chumpitazi-MINEDU 2015

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