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El Largo Brazo de La Segunda Ley PDF
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L
a ciencia ha proporcionado a la humanidad alguna que otra decep-
J. Miguel Rubí ción. Ha impuesto límites a nuestro desarrollo tecnológico; es el caso
de la imposibilidad de alcanzar la velocidad de la luz. No ha acertado a
superar definitivamente nuestra vulnerabilidad al cáncer y a otras enfermedades.
La naturaleza Nos ha puesto delante de los ojos hechos fatídicos, como el cambio climático.
Pero de todas las contrariedades, la existencia de la segunda ley de la termo-
nos muestra dinámica podría, quizá, ser la más importante. Nos revela que vivimos en un
universo que se torna cada vez más desordenado y que no hay nada que podamos
numerosos hacer para cambiar esa tendencia. El mero acto de vivir contribuye a la inexo-
rable degradación del mundo. No importa cuán avanzadas puedan llegar a ser
ejemplos de nuestras máquinas, no se librarán jamás de la pérdida paulatina de energía; por
consiguiente, al final dejarán de funcionar. La segunda ley no solamente acaba
orden surgiendo con el sueño del móvil perpetuo, sino que indica que el cosmos agotará un día
del caos, como su energía y caerá en un eterno letargo, en una muerte térmica.
Irónicamente, la ciencia de la termodinámica, a la que la segunda ley per-
si desafiaran tenece, proviene de una época, mediados del siglo xix, de enorme optimismo
tecnológico. La invención de la máquina de vapor, que comenzaba a transformar
a la segunda el mundo, hizo que Rudolf Clausius, Nicolas Sadi Carnot, James Joule y Lord
Kelvin desarrollaran una teoría sobre la energía y el calor que explicara su fun-
ley de la cionamiento y mostrase por qué su eficiencia era limitada. A partir de entonces,
la termodinámica se ha convertido en una de las ramas más importantes de la
termodinámica. física y de la ingeniería. Es una disciplina general que trata de las propiedades
Una nueva colectivas de los sistemas complejos, y no sólo de las máquinas térmicas, sino
también de las colonias de bacterias, las memorias de los ordenadores e incluso
teoría resuelve
MICHAEL MORGENSTERN
de los agujeros negros del cosmos. Todos estos sistemas evolucionan de un modo
similar, bajo el dictado de la segunda ley.
la aparente Mas, a pesar de su éxito empírico, la segunda ley da a menudo la impresión
de ser paradójica. Que los sistemas tiendan paulatinamente a su degradación
paradoja parece extraño. Existen en la naturaleza numerosos ejemplos donde, en vez
VELOCIDADES MOLECULARES
Algunos libros relacionan la temperatura con
la velocidad promedio de las moléculas. En Fracción
realidad, la temperatura puede interpretarse de moléculas
como una medida de toda una distribución de
velocidades moleculares. En el caso de un
ligero desequilibrio, la curva de la distribución
se desplaza con respecto a la correspondiente
al equilibrio, pero conserva su forma. Cuando
el desequilibrio es extremo, la curva cambia
Velocidad molecular (uds. arbitrarias)
incluso de forma: la idea de temperatura
pierde su sentido estricto.
el concepto preciso de temperatura tiene un La segunda ley describe cómo una sucesión
sentido riguroso cuando el sistema se halla de estados de equilibrio puede dar lugar a
estrictamente en equilibrio o en un estado
LA SEGUNDA LEY un proceso irreversible, en el que el sistema
muy cercano al mismo. La segunda ley es quizá la ley de la no regresará a su estado original, a no ser
La termodinámica trata sólo de situaciones termodinámica más conocida. que el entorno sufra cambios. Un cubito de
Mientras que la primera ley esta-
de reposo en las que el tiempo no desem- hielo fundido no vuelve espontáneamente a
blece que es imposible obtener
peña ninguna función. No obstante, a menudo algo de la nada, la segunda indica
su forma original; tendremos que ponerlo de
observamos justamente lo contrario: que la que a veces ni siquiera podemos nuevo en el frigorífico, con el consabido cos-
naturaleza nunca permanece quieta y que el obtener algo de algo. En casi to energético. Para cuantificar la irreversibili-
tiempo realmente importa. Todo se encuentra todos los procesos se pierde ener- dad, la segunda ley introduce una magnitud
en constante estado de flujo. Que la termodi- gía en forma de calor, de ahí que clave: la entropía. Esta puede definirse como
námica clásica esté limitada a situaciones de para obtener algo se deba partir el grado de desorden que posee un sistema.
de “algo más” en lugar de sólo
equilibrio puede llevar a resultados imprecisos. Como analizaré más adelante, la definición
algo. Tales procesos son irreversi-
En los cursos de introducción a la física, los bles; para invertir su dirección hay podría pecar de imprecisa. Cuantitativamente,
estudiantes aplican la termodinámica a siste- que pagar un precio energético. la entropía se relaciona con la cantidad de calor
mas en movimiento, por ejemplo el motor de Por consiguiente: que se intercambia en un proceso dividida
un coche, cuyo rendimiento calculan. Para ello por la temperatura. En un sistema aislado, la
hay que suponer tácitamente que podemos Q La eficiencia energética de las entropía permanece inalterada o aumenta.
aproximar un proceso dinámico por una su- máquinas es limitada. Por ejemplo, una máquina ordinaria fun-
cesión idealizada de estados de equilibrio. Esto ciona gracias al calor que fluye de una fuente
es, imaginamos que el sistema se encuentra Q Las bombas térmicas suelen ser térmica caliente a otra fría. Se entiende que
siempre en un estado de equilibrio y que evo- más eficientes que los hornos, esas fuentes son dos grandes sistemas, exterio-
porque no sólo generan calor, sino
luciona yendo sucesivamente de uno de esos res a la máquina, cuya temperatura se mantiene
que también impulsan el aire
DANIELA NAOMI MOLNAR
estados a otro. Tal aproximación nos conduce caliente. constante; si no hay fricción entre las piezas de
a que el rendimiento que calculamos es sólo la máquina, ésta efectuará un ciclo, de manera
un límite superior. En los casos reales, cuando Q Borrar la memoria de un ordenador completamente reversible, en el que la entropía
el motor opera bajo condiciones alejadas del es un proceso irreversible que permanecerá constante. En una máquina real,
equilibrio, el rendimiento es siempre menor. produce calor. tal idealización no existe, el ciclo es siempre
unas pocas veces, podría salir por causalidad, ción y Ciencia, julio de 2007]. La energía
una serie de caras. Pero si lo hiciéramos mu- química puede impulsar los iones a través del
chas veces, tendríamos con toda seguridad un canal de una membrana celular desde una re-
número de caras parecido al de cruces. gión de concentración baja hasta otra donde
La naturaleza lanza la moneda muchas veces. sea más alta: la dirección opuesta a aquella por
Unas pocas partículas en un recipiente chocan donde se moverían en ausencia de semejante
sólo ocasionalmente; pueden, pues, mantener mecanismo de transporte activo.
grandes diferencias entre sus velocidades. Pero La analogía entre las máquinas grandes y las
incluso en sistemas “pequeños” hay suficientes pequeñas es muy directa. Las fluctuaciones de
partículas para que las colisiones resulten muy la energía química afectan a los motores mo-
frecuentes y sus velocidades se aproximen a un leculares del mismo modo que una cantidad
valor medio común, con ligeras fluctuaciones. aleatoria de combustible afectaría al pistón
Aunque unos pocos eventos aislados sean im- de un motor. Por consiguiente, la tradición
predecibles, una multitud de eventos mostrará de aplicar la termodinámica a los motores
cierta regularidad. Por consiguiente, aunque grandes puede extenderse al estudio de los pe- Bibliografía
una magnitud del estilo de la densidad fluctúe, queños. Aunque se poseen otras herramientas complementaria
no dejará de exhibir cierta predictibilidad. Por matemáticas para analizar tales sistemas, puede
NON-EQUILIBRIUM THERMODYNA-
ese motivo, la segunda ley sigue gobernando resultar complicado aplicarlas. Las ecuaciones MICS. S. R. de Groot y P. Mazur.
el mundo de lo pequeño. que describen el movimiento de un fluido, Dover, 1984.
por ejemplo, requieren la especificación pre-
De las máquinas térmicas cisa de las condiciones de contorno, tarea THERMODYNAMICS “BEYOND”
a los motores moleculares hercúlea cuando éstas son muy irregulares. La LOCAL EQUILIBRIUM. José M.
G. Vilar y J. Miguel Rubí en
El desarrollo de la termodinámica se inspiró termodinámica conduce a maneras nuevas de Proceedings of the National
inicialmente en las máquinas térmicas. Hoy en abordar dichos problemas. Signe Kjelstrup y Academy of Sciences USA, vol.
día, la motivación proviene de los diminutos Dick Bedeaux, de la Universidad Noruega de 98, n.o 20, págs. 11.081-11.084;
motores moleculares presentes en las células. Ciencia y Tecnología, y el autor han demostra- 25 de septiembre, 2001.
Aunque a una escala muy diferente, comparten do que el calor liberado desempeña un papel
ACTIVE TRANSPORT: A KINETIC
con las máquinas térmicas clásicas una función importante en los canales iónicos. DESCRIPTION BASED ON THER-
básica: transformar energía en movimiento. Así, En resumen, mis colegas y yo hemos mos- MODYNAMIC GROUNDS. Signe
las moléculas de ATP proporcionan el com- trado que la transición del orden al caos, lejos Kjelstrup, J. Miguel Rubí y Dick
bustible para que las moléculas de miosina de contradecir la segunda ley, se ajusta a una Bedeaux en Journal of Theo-
retical Biology, vol. 234, n.o 1,
presentes en el tejido muscular puedan moverse concepción más amplia de la termodinámica.
págs. 7-12; 7 de mayo, 2005.
a lo largo de filamentos de actina y estirar las Nos encontramos al principio de la aplica-
fibras musculares a las que están ancladas. Otros ción práctica del nuevo punto de vista. Ni THE MESOSCOPIC DYNAMICS
motores se mueven por luz, por diferencias en crearemos móviles perpetuos ni ganaremos la OF THERMODYNAMIC SYSTEMS.
DANIELA NAOMI MOLNAR
la concentración de protones o por diferencias batalla contra el tiempo. Pero la segunda ley David Reguera, J. Miguel Rubí
y José M. G. Vilar en Journal of
de temperatura [véanse “Motores moleculares”, no predice, de manera necesaria, una constante
Physical Chemistry B, vol. 109,
por R. Dear Astumian, Investigación y Cien- degradación. Muy al contrario, puede coexistir n.o 46, págs. 21.502-21.515; 24
cia, septiembre de 2001; y “Nanomecánica de con el espontáneo desarrollo del orden y la de noviembre, 2005.
proteínas”, por Mariano Carrión, Investiga- complejidad.