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El convenio arbitral será nulo cuando esté incurso en cualquiera de las causales previstas en el artículo
219° del Código Civil sobre acto jurídico. En los demás supuestos se observa también lo previsto en el
citado código.
“Causales de nulidad Artículo 219º.- El acto jurídico es nulo: 1.- Cuando falta la manifestación de
voluntad del agente. 2.- Cuando se haya practicado por persona absolutamente incapaz, salvo lo
dispuesto en el Artículo 1358º. 3.- Cuando su objeto es física o jurídicamente imposible o cuando sea
indeterminable. 4.- Cuando su fin sea ilícito. 5.- Cuando adolezca de simulación absoluta. 6.- Cuando no
revista la forma prescrita bajo sanción de nulidad. 7.- Cuando la ley lo declara nulo. 8.- En el caso del
Artículo V del Título Preliminar, salvo que la ley establezca l sanción diversa
Esta causal está ligada a la voluntad de las partes; dado que en tanto éstas libremente han de someterse
al arbitraje, esta causal se refiere a la ausencia del acuerdo de las partes, por ende, el tribunal arbitral no
cuenta con aquella delegación y poder para conocer y resolver la controversia.
b) Indebida notificación a una de las partes del nombramiento de un árbitro o de las actuaciones
arbitrales, o que no ha podido por cualquier otra razón hacer valer sus derechos
Podemos encontrarla en el artículo 155 del código procesal civil es cual establece “El acto de
la notificación tiene por objeto poner en conocimiento de los interesados el
contenido de las resoluciones judiciales. El Juez, en decisión motivada, puede
ordenar que se notifique a persona ajena al proceso.”
Este también en un derecho constitucional mente protegido, establecido en la Constitución Política del
Perú el su artículo 139 numeral 14 de la siguiente forma “El principio de no ser privado del derecho de
defensa en ningún estado del proceso. Toda persona será informada inmediatamente y por escrito de la
causa o las razones de su detención. Tiene derecho a comunicarse personalmente con un defensor de su
elección y a ser asesorada por éste desde que es citada o detenida por cualquier autoridad.”
Esta es una de las causales y está relacionada íntimamente con la prevalencia y respeto de la voluntad de
las partes, como se establece en el artículo 101 y ss., de la precitada ley; y se encuentra orientada a
salvaguardar esa libertad; y a consecuencia de esta se anularía un laudo por no haberse respetado el
procedimiento previamente fijado por ellas o por las normas a las que se sometieron.
En este entender se reconoce el poder a las partes es decir “no sólo implica la capacidad de darlo por
terminado o de suspenderlo, a las cuales hace referencia la cita anterior, sino que, además, lleva consigo
la necesidad de reconocer a las partes la facultad dar forma y regular libremente el procedimiento
arbitral” Santistevan de Noriega. 2007: 5).
El tribunal arbitral solo deberá emitir pronunciamiento respecto de las controversias que las partes han
acordado poner bajo su competencia y jurisdicción; entonces, tienen restringido pronunciarse sobre
asuntos no puestos en su conocimiento (extra petita) o pronunciarse de forma excesiva o más allá de la
controversia planteada (ultra petita).
e) El tribunal arbitral ha resuelto sobre materias que, de acuerdo a ley, son manifiestamente no
susceptibles de arbitraje, tratándose de un arbitraje nacional
“Mediante arbitraje, las personas naturales o jurídicas pueden someter, previo convenio, a la decisión de
uno o más árbitros las cuestiones litigiosas, surgidas o que puedan surgir, en materias de su libre
disposición conforme a derecho”1(Mario Castillo Freyre)
Esta causal encierra dos supuestos: (i) que la materia decidida no sea sujeta a arbitraje dentro del
territorio de la República; y (ii) que el laudo contravenga el orden público internacional, si es arbitraje
internacional.
Por ejemplo, se atenta contra el orden público internacional cuando se convalida actos de corrupción, en
acciones lesivas a la justicia y la moralidad, cuando hay abuso del derecho, atentado a la buena fe,
infracción a la fuerza obligatoria de un contrato, no observancia de la prohibición de discriminación, etc.
g) La controversia ha sido decidida fuera del plazo pactado por las partes, previsto en el reglamento
arbitral aplicable o establecido por el tribunal arbitral