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OBJETIVO
INTRODUCCIÓN
CONCLUSIÓN
BIBLIOGRAFÍA
OBJETIVO
Sin lugar a dudas, el tema de la felicidad es hoy en día muy confuso para
entender. Esto probablemente sea así porque es algo eminentemente humano, y
por ello, implica única y exclusivamente al hombre entenderla y llevarla a la
práctica.
Hay mucha confusión para saber qué es o dónde está la felicidad, ya que para
algunas personas puede estar en el exterior, para otras en el interior, y para otras
tal vez ni siquiera la conozcan, ¿qué podríamos responder ante los siguientes
cuestionamientos? ¿Conozco qué es la felicidad? ¿Sé dónde encontrarla? ¿Qué
hago para ser feliz? Creo que para algunos este concepto es, a veces, “tan
cercano y tan lejano.”
Aunque los autores modernos hayan tratado de la felicidad en forma distinta que
los filósofos antiguos y medievales, hay algo de común en todos ellos: el que la
felicidad no es presentada nunca como un bien en sí mismo, ya que para saber lo
que es la felicidad hay que conocer el bien o bienes que la producen.
1
[Voz “Felicidad”] en FERRATER, Mora. José. Diccionario de filosofía. Editorial Ariel, Barcelona, 1994, pp.
1230 ss.
2
[Voz “Felicidad”] en ABBAGNANO, Nicola. Diccionario de filosofía. Editorial Fondo de Cultura Económica,
México, 1974, pp. 527 ss.
CAPITULO II
QUE ES LA FELICIDAD PARA ARISTÓTELES
La felicidad en Aristóteles desde el punto de vista de Tomás de Aquino
principalmente es el bien del hombre que consiste más en lo que es
escencialmente racional que en lo que es racional. Por lo tanto, puede decirse que
la felicidad consiste principalmente en la vida contemplativa más que en la activa,
consistiendo en el acto de la razón o del intelecto. Y se le agrega a la operación lo
que pertenece a la virtud. Como la obra del citarista es tocar la cítara. Pero la obra
del buen citarista es tocarla bien. A la razón de virtud pertenece que quien la
posee obre bien de acuerdo a ella por lo tanto si la operación del hombre bueno o
feliz es obrar bien y del mejor modo, de acuerdo a la razón, se sigue que el bien
humano, la felicidad, es la operación según la virtud.
“La felicidad es algo óptimo, a lo cual pertenece que la felicidad sea fin último,
bien perfecto y suficiente por sí. Es una operación propia del hombre ya que es
algo que le compete según su forma y la forma del hombre es el alma la cuál
realiza actividades vitales como entender, sentir etc. Pues el hombre toma su
especie de esto que es lo racional”3.
3
AQUINO, Tomás, Comentario a la Ética a Nicómaco de Aristóteles. Editorial EUNSA, Navarra, 2001, pp. 91
ss.
4
Ibíd., pp. 93 ss.
La felicidad en Aristóteles desde el punto de vista de Fraile, consistirá en saber
cuales son el bien, la perfección y la Felicidad que corresponden al hombre, con el
fin de ajustar a ellos la orientación práctica de su conducta, de esta manera el
propio bien de cada ser, y del hombre en particular está determinado por las
habilidades de su naturaleza.
“El mayor bien a que puede el hombre aspirar en esta vida requiere de 6
condiciones:
1. Debe ser perfecto, definitivo, suficiente por sí mismo para hacer feliz al
hombre con su posesión, sin necesidad de que se le sobreañada ninguna
otra cosa.
2. Debe buscarse por sí mismo y no en orden a conseguir otro bien
cualquiera.
3. Debe ser una cosa presente.
4. No debe ser una cosa puramente pasiva, sino que consiste en la actividad
propia y más elevada del hombre en cuanto tal.
5. Debe hacer al hombre bueno.
6. Su posesión debe tener fijeza, estabilidad y continuidad a lo largo de una
vida completa y suficientemente larga.”5
5
FRAILE, Guillermo, Historia de la filosofía I Grecia y Roma. Editorial Católica, Madrid, 1976, pp. 518 ss.
6
Ibíd., pp. 519 ss.
El autor Julián Marías hace referencia al concepto de felicidad en Aristóteles,
comentando que la multitud como los refinados externan su punto de vista al
respecto diciendo que vivir bien y obrar bien es lo mismo que ser feliz.
Pues unos creen que es alguna de las cosas visibles y manifiestas, como el placer
o la riqueza o los honores; otros, otra cosa, a menudo, incluso la misma persona
opina cosas distintas: Si está enfermo, la salud; si es pobre, la riqueza; los que
tienen conciencia de su ignorancia admiran a los que dicen algo grande y que está
por encima de su alcance. Pero algunos creen que, aparte de toda esta multitud
de bienes, hay algún otro que es bueno por sí mismo y que es la causa de que
todos aquéllos sean bienes.
El bien es algo propio y difícil de arrebatar. ¿Qué es el bien para cada uno? ¿No
es aquello por lo que se hacen las demás cosas?
“La felicidad es algo perfecto y suficiente, ya que es el fin de nuestros actos. Una
golondrina no hace verano, ni un solo día, y así tampoco hace al hombre dichoso
y feliz un solo día ni un tiempo breve.”9
7
JULIÁN, Marías, La filosofía en sus textos. Editorial Labor, Barcelona, 1963, pp.114 ss.
8
Ibíd., pp. 116 ss.
9
Ibíd., pp. 117 ss.
La Biblioteca Clásica Gredos en su libro Ética nicomaquea Ética Eudemia, en la
cual Aristóteles analiza de una manera muy general la estructura del
comportamiento humano. Y la habilidad de estagirita consiste en describir el
complejo mecanismo que rige nuestra intimidad en donde por supuesto
encontramos la felicidad.
“El bien del hombre es un fin en sí mismo, perfecto y suficiente. Al que se busca
por sí mismo le llamamos más perfecto que al que se busca por otra cosa, y al que
nunca se elige por causa de otra, lo consideramos más perfecto. Llamamos
perfecto lo que siempre se elige por sí mismo y nunca por otra cosa.”10
Para Aristóteles toda arte y toda investigación e, igualmente, toda acción y libre
elección parecen tender a algún bien; que el bien es aquello hacia lo que todas las
cosas tienden. De esta forma también lo relaciona con la política mencionando
que: la felicidad es una actividad del alma de acuerdo con la virtud perfecta, y por
lo tanto hay que ocuparnos de la virtud. Y parece también que el verdadero
político se esfuerza en ocuparse, sobre todo, de la virtud, pues quiere hacer a los
ciudadanos buenos y sumisos a las leyes.
10
LLEDÓ, Emilio. Ética nicomaquea Ética Eudemia. Editorial Gredos, Madrid, 1988, pp. 139 ss.
11
[Voz “Autarquía”] en FERRATER, Mora. José., Op. Cit., pp.274. Una de las condiciones para conseguir el
estado de eudemonia -felicidad, tranquilidad o paz del espíritu- era, según algunas escuelas socráticas y
helenísticas, la liberación de toda inquietud. Como se suponía que ésta era producida por el deseo de las
cosas externas que no pueden alcanzarse sin esfuerzo y sin sabor, se recomendaba, en la medida de lo
posible, el desasimiento de los bienes externos. De este modo se conseguía el gobierno de sí mismo o
autosuficiencia. La autarquía fue, pues, identificada con la felicidad y con la virtud.
12
LLEDÓ, Emilio, Op. Cit., pp. 397 ss.
Para Aristóteles con Tomás de Aquino distingue tres clases de vida; en las cuales
se puede analizar si esta la felicidad o no: La voluptuosa, (pone la felicidad en los
placeres) la política y la contemplativa.
Por lo tanto considerando que cada quien en su vida, es aquello a lo cual es más
afecto, tenemos que, para el filósofo es el filosofar, para el cazador el cazar, etc.
El fin tiene razón de bien. Y el bien se divide en tres:
1. En útil.
2. En deleitable.
3. En honesto.
Más la razón no solo es especulativa, sino también práctica. “Por tanto se llama
vida voluptuosa a la que hace del placer sensible el fin, la vida política a la que
coloca el fin en el bien de la razón práctica, como el ejercicio de acciones
virtuosas. Y vida contemplativa se llama a la que coloca el fin en el bien de la
razón especulativa, ejemplo: en la contemplación de la verdad.”13
“Si en la vida voluptuosa consistiera la felicidad, las bestias también serían felices
disfrutando del placer de la comida y del coito. Por tanto, si la felicidad es un bien
propio del hombre es imposible que consista en esos placeres.”14 El fin de toda
vida política parece ser el honor que se otorga como premio a los que obran bien,
sin embargo ve al honor como algo más extrínseco y superficial.
13
AQUINO, Tomas., Op. Cit., pp. 75 ss.
14
Ibíd., pp. 76 ss.
15
Ibíd., pp.77 ss.
CAPITULO III
DEFINIENDO LA ÉTICA
Por parte de la ética, desde Sócrates encontramos referencias de ésta desde
Giovanni Reale y Darío Antíseri, y para este filosofo el alma es la conciencia y la
personalidad intelectual y moral, y sobre todo, es razón y conocimiento. De esta
manera, el gran filósofo de Atenas enaltece el valor del alma, y de la parte
espiritual del hombre, reduciendo un poco la importancia del cuerpo, al que
considera como un instrumento del alma. Ahora bien, dado que el alma es la
personalidad moral, es la que plenamente va a desarrollar los conceptos de
bondad y maldad (claves en la ética), con base en lo que es la virtud (clave para la
felicidad) y el vicio. La virtud vendría a ser la ciencia y el conocimiento que
residen en el alma y la perfeccionan; por otro lado, el vicio sería completamente
ignorancia. Así pues, de esta manera, tenemos que para Sócrates lo bueno es
todo lo que va encauzado al conocimiento, y lo malo es aquello que conduce o
reside en la ignorancia.16
16
REALE, Giovanni, ANTÍSERI, Darío, Historia de la Filosofía tomo 1 Filosofía pagana antigua. Editorial
Sociedad de San Pablo, Bogotá, 2007, pp. 152 ss.
17
Ibíd., pp.332 ss.
18
Ibíd., pp. 334-341.
CAPITULO IV
DIFERENTES VIRTUDES PARA SER FELIZ
Aristóteles propone que en la medida que el ser humano se adhiera a las
diferentes virtudes como el Valor, la Templanza, (moderación) la Verdad, la
Justicia, la Prudencia, la Amistad, etc. Será feliz, pues al que persigue lo
contrario le acompaña el dolor y sufrimiento.
Las virtudes están relacionadas con las acciones y pasiones, así el placer y el
dolor acompañan a toda pasión, entonces por esta razón también la virtud estará
relacionada con los placeres y dolores. De tal modo que el alma tiene una
naturaleza que está implicada con aquellas cosas por las cuales se hace peor o
mejor; y los hombres se hacen malos a causa de los placeres y los dolores, ya sea
por perseguirlos, evitarlos o pagando consecuencias. Por ello algunos definen las
virtudes como un estado de impasibilidad y serenidad. “Queda pues establecido
que tal virtud tiende a hacer lo que es mejor con respecto al placer y al dolor, y el
vicio hace lo contrario”19
“El coraje también se toma por valentía, pues parecen, asimismo, valientes los
que arrebatadamente se lanzan como las fieras contra los que han herido, porque
es un hecho que los valientes son fogosos, ya que el coraje es lo más audaz
frente a los peligros.”21
19
LLEDO, Emilio, Op. Cit., pp.163 ss.
20
Ibíd., pp. 195 ss.
21
Ibíd., pp. 199 ss.
Después de esto, vamos a hablar de la moderación (templanza), dado que éstas
parecen ser las virtudes de las partes irracionales, entonces la moderación es un
término medio respecto de los placeres, y en los placeres se muestra también la
intemperancia.
La intemperancia se puede aplicar a las faltas de los niños por cierta semejanza,
hay que contener al que tiende a cosas feas, y tal apetito se da en los niños;
porque los niños viven según el apetito y en ellos se da sobre todo, el deseo de lo
agradable. Así, si ese deseo no se encauza y somete a la autoridad irá muy lejos,
porque el deseo de lo placentero es insaciable. “Por ello los apetitos del hombre
moderado deben estar en armonía con la razón, pues el fin de ambos es lo bueno,
y el hombre moderado apetece lo que debe y cuando debe, y esa es la manera de
ordenarlo a la razón”24
22
Ibíd., pp.201-204
23
Ibíd., pp. 205 ss.
24
Ibíd., pp. 206 ss.
La felicidad de acuerdo a la mejor virtud es una operación que consiste en la
consideración de la verdad, ya que es lo que le proporciona al hombre el
entendimiento de la comunicación entre sus semejantes y le permite vivir en paz y
armonía. Hablemos ahora de los que, en las relaciones sociales, son veraces o
mentirosos, ya sea en sus palabras, o en sus actos, y en el tono que ellos se dan.
El necio vanidoso, el fanfarrón, es aquel que quiere hacer creer que en las cosas
destinadas a ilustrar al hombre, posee cualidades que realmente no tiene, o que
supone que las tiene y que son mayores que lo que realmente son. El hombre
humilde, por el contrario, oculta las cualidades que posee, o las rebaja. “El que
ocupa el término medio entre estos dos extremos se presenta tal cual es, tan
sincero en su vida como en su lenguaje; al hablar de sí mismo, se atribuye las
cualidades que tiene; pero no las hace ni más grandes ni más pequeñas que lo
que son” 25
Todo hombre habla, obra y se conduce en la vida según su carácter propio, sin
embargo la veracidad o la mentira con la que se conduce, le impacta tanto a él
como a los que están a su alrededor. La mentira en sí es reprensible y mala, y la
verdad, por el contrario, es bella y digna de alabanza, por lo que el hombre
verídico, que se mantiene en el justo medio, es laudable, y que los que mienten en
un sentido o en otro, son reprensibles, pero el necio, vanidoso y fanfarrón lo sean
más.
25
AZCÁRATE, Patricio. Tratados de Ética nicomaquea. Editorial Losada, Buenos Aires, 2003, pp. 153. Ss.
26
Ibíd., pp.154 ss.
Aristóteles ahora trata la virtud de la justicia que se refiere a las acciones. Ahora
bien, lo que se obre exteriormente no se considera sino como una consecuencia,
en cuanto a que las operaciones exteriores provienen de las pasiones interiores.
Pero en la justicia y la injusticia se atiende, sobre todo, a lo que el hombre obra
exteriormente, pero ¿y cual medida media es la justicia, y lo justo? Lo justo que es
el objeto de la justicia. En las virtudes estudiadas hasta aquí, se toma el medio de
la razón y no el de las cosas. Pero en la justicia, se toma el medio de las cosas,
como se dirá.
CONCLUSIÓN
En todos los momentos del ser humano se tiene la oportunidad de aplicar y vivir
todas las virtudes, valores y ética puesto que es el carácter en su integridad el que
queda implicado. Y si es cierto que en todas las situaciones se debe encontrar el
bien supremo y la perfección, me daré la oportunidad de vivirlo, gozarlo y
compartirlo, momento a momento.