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Estudios Internacionales 167 (2010) - ISSN 0716-0240 • 143-172

Instituto de Estudios Internacionales - Universidad de Chile

El pensamiento internacionalista en la era Lula

Raúl Bernal - Meza*

Introducción período 2003-2010, la política exterior,


junto a la formulación de un nuevo
No hay dudas acerca del ascenso del regionalismo como estrategia de inser-
Brasil en las estructuras de poder ción global y un nuevo modelo ideal de
mundial. Actualmente el país integra el Estado, ha sido un factor clave.
reducido grupo de países que pasaron Como otros gobiernos, el presi-
de una inicial inserción periférica y dente Lula da Silva formó parte de la
subordinada en el siglo XIX a formar renovación gubernamental de modelos
parte del segmento más dinámico de económicos, políticas exteriores y de es-
la semiperiferia1. En ese camino, en el trategias de inserción internacional que
caracterizaron la transición de la mayo-
*
Profesor Titular de Relaciones Internacio- ría de los países latinoamericanos entre
nales de la Universidad Nacional del el fin del siglo XX y principios del XXI.
Centro de la Provincia de Buenos Aires y Los recambios de alianzas de gobierno y
profesor de la Universidad de Buenos Aires. tendencias políticas fueron la respuesta
1
Utilizamos aquí la categoría formulada
por Immanuel WALLERSTEIN (1979) y de las sociedades nacionales a la crisis
Giovanni Arrighi, que este último aplica generada por el modelo neoliberal y la
a países como Brasil «que, a pesar de haber implementación de políticas públicas de
experimentado transformaciones sociales acuerdo a una visión ideológica y fun-
y económicas de largo alcance, frecuente-
mente asociadas a convulsiones políticas, damentalista de la globalización2, que
en aspectos importantes no consiguieron incluyeron la transferencia de activos
alcanzar al selecto grupo de Estados que,
en algún momento, establecieron los pa- 2
Para una visión sobre esta interpretación de
trones de status y riqueza del sistema la «globalización», cfr. Ferrer (1998), Rapo-
mundial» (Arrigui,1998:137-138). port (1997) y Bernal-Meza (1996; 2000).

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nacionales (públicos y privados) al capi- con Estados Unidos y reducir el perfil


tal transnacional, la apertura unilateral tercermundista (Hirst y Pinheiro,1995).
de las economías, la desregulación de La crisis política interna —renuncia
los mercados (financiero, comercial y y destitución de Collor y su reemplazo
laboral) y, en general, una política de por Itamar Franco— modificó sustan-
sumisión y, en casos, de «servilismo», cialmente las expectativas. Surgieron en
respecto de Estados Unidos y el capi- ese contexto dos posiciones dentro de
talismo central. La diferencia con el Itamaraty: una que veía el acercamiento
resto de países es que Brasil cuenta con a Estados Unidos como el camino para
los atributos geográficos, económicos, recuperar la «credibilidad internacio-
demográficos y culturales para aplicarse nal», siguiendo el modelo de política
a ese desafío de formar parte del grupo exterior del presidente argentino Carlos
de actores centrales del sistema interna- Menem, y otro que proponía la bús-
cional contemporáneo. queda de mayor autonomía y el distan-
Durante las administraciones de ciamiento de Washington, explotando
Lula da Silva la política exterior en- también la condición de Brasil como
contraría un rumbo definido, que la potencia media3. Mientras la segunda
enlazaría con la etapa de reformula- comenzaría a advertirse con Itamar
ción y cambio que había caracterizado Franco, la primera caracterizaría a las
la década de 1970, durante la cual la dos administraciones de F.H. Cardoso.
gran política fue asociada a objetivos La política exterior de Franco busca-
comerciales y económicos. ría posicionar a su país en el liderazgo
Después de un período de gran sudamericano del regionalismo, con su
dinamismo en política exterior (aper- propuesta del Acuerdo de Libre Comer-
tura a África; participación activa en cio Sudamericano (ALCSA), vis-à-vis los
las agendas del mundo en desarrollo) Estados Unidos y su proyecto de inte-
y de un fuerte crecimiento económico, gración hemisférica fue seguido por la
cambios internos y externos llevaron a política exterior neo-idealista de las dos
una sensación de agotamiento de estas administraciones de F.H. Cardoso, polí-
estrategias. El modelo de política exterior tica cercana al pensamiento dominante
de la década de 1980, de las presidencias en el centro del capitalismo mundial y
Figueiredo y Sarney, asociado al «desa- que sería marcada por los cuestiona-
rrollo nacional», había evolucionado mientos y críticas (Cervo, 2002; 2008a;
hacia una fase de crisis y contradicciones Bernal-Meza, 2002; 2009a).
(Cervo y Bueno, 1992; Cervo, 1994). Es
en este contexto que Collor de Mello lan-
za su plataforma de política exterior que 3
Las interpretaciones de este concepto en la
modificaría el rumbo en tres aspectos: ac- política exterior latinoamericana pueden
tualizar la agenda externa; construir una verse en Bernal-Meza, R (2000:337-338);
también en Bernal-Meza, R. (2005:225-
nueva agenda prioritaria y no conflictiva 234) y del mismo autor en (2009ª).

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El presidente Luiz Inácio Lula da y el auge de la «regionalización» y el


Silva no solo representa un cambio «regionalismo»5.
significativo respecto del pensamiento El contexto internacional, transitan-
en política internacional predominante do más de una década de post guerra
en el período anterior (F.H. Cardoso), fría, vivía el proceso de construcción de
sino en el modelo ideal de Estado ne- un nuevo orden mundial, bajo la pre-
cesario para la inserción en el contexto eminencia de los Estados Unidos como
sistémico marcado por la transición la única superpotencia. Las condiciones
del orden y la globalización de la que habían caracterizado al sistema
economía-mundo capitalista. Ambos internacional durante los doce años
aspectos marcarán lo que su gobierno anteriores, frente a las cuales la políti-
haría respecto de la integración, la co- ca exterior norteamericana respondió
operación sudamericana y los sistemas con tendencias contrapuestas entre el
político y económico mundiales. unipolarismo y el multipolarismo6, se
Lula llega al gobierno brasileño reforzaron fuertemente hacia el unipo-
al comenzar un nuevo siglo, en un larismo, luego de los atentados del 11
sistema mundial caracterizado por de septiembre de 2001. Los Estados
dos procesos: uno en el ámbito del Unidos, bajo la presidencia de George
subsistema político, que corresponde
a la transición hacia un nuevo orden poránea de la economía capitalista mun-
que sustituirá al mundo bipolar y otro dial, como el sistema de ideas y concepción
en la economía política, identificado del mundo que acompañan a la mundia-
con la globalización/mundialización4 lización capitalista. Cfr. Bernal-Meza
(1996;1997;2000).
5
La experiencia señala que actualmente se
Utilizamos el concepto de mundialización
4
usan de manera indistinta los términos
como categoría analítica para identificar «regionalismo» y «regionalización» como
el proceso económico global que da cuen- sinónimos de integración económica, a
ta de las nuevas formas asumidas por la nivel de regiones o subregiones de países,
acumulación capitalista (producción, co- en el marco de la economía política mun-
mercio, desarrollos científico-tecnológicos, dial. Sin embargo, si bien la integración
inversiones) generados a partir de la crisis económica es un ejemplo de regionalismo,
de los años setenta, caracterizada por la este expresa dimensiones más amplias y
cartelización, la concentración oligopólica, no necesariamente vinculadas a la integra-
la monopolización, etc.; con un predomi- ción económica. En este caso cabe su
nio del capital financiero sobre el capital formulación como sustento de una políti-
industrial y productivo; mientras que de- ca exterior o la aspiración de un grupo de
jamos el concepto de globalización para Estados a configurar un subsistema inter-
comprender tanto a este como al comple- nacional y, por esta vía, transformarse en
jo de ideas que se integran en una parti- un actor con identidad propia y distinta,
cular concepción del mundo y que no más allá de la que representan cada una
existía en etapas anteriores del capitalismo de sus partes integrantes. Cfr. Bernal-
histórico. Desde esta perspectiva, la glo- Meza (2009).
balización integra tanto el proceso econó- 6
Para nuestra interpretación al respecto,
mico que caracteriza la evolución contem- cfr. Bernal-Meza (2004; 2005ª).

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Bush Jr. abandonaron la visión del in- que sería confrontada por la realidad de
ternacionalismo liberal neo-kantiano, los hechos: un mundo fragmentado por
que había predominado en la política las diferencias. Estas fueron advertidas
internacional de la administración de por otros ideólogos de las relaciones
Bill Clinton. En ese contexto, América internacionales, entre los cuales destacó
Latina perdió interés en la política Huntington (1993;1996), que fundamen-
exterior norteamericana, cuya preocu- taría las nuevas interpretaciones para el
pación se centró en la guerra contra el conflicto internacional y la lucha por el
terrorismo islámico. poder, basadas en las diferencias cultura-
La política exterior norteamericana, les y religiosas.
en sus fundamentos epistemo-teóricos, Así, Fukuyama y Huntington expresa-
pasó del soft power propuesto por ron la imagen de un mundo fragmentado
Joseph Nye (2004) y adoptado por y conflictivo, que reflejaba la existencia de
Clinton como mecanismo de seducción multipolaridades. Un contexto sistémico
y atracción hacia su renovada visión del que los pensadores de la política exterior
multilateralismo en condiciones de he- brasileña supieron captar para sustentar
gemonía, al hard power que la derecha los fundamentos sustentadores de la
republicana rescató de la tradición más nueva visión de su política exterior. Este
dura del realismo norteamericano. sería el escenario en el cual se formula-
Como señaló un gran historiador, el ría el pensamiento teórico de la política
corto siglo XX había terminado en 1991. exterior de Lula da Silva.
En los años finales de la década de 1980
y en los primeros de la de 1990 terminó
una época de la historia del mundo para Los cambios en el abordaje
comenzar otra nueva (HOBSBAWM,2007), teórico de la hegemonía8
que se cerraba con el fin de la guerra fría
y se abría a un nuevo ciclo de utopía neo- A pesar del cambio de época, que se
liberal. Fue esta transición la que justificó identificaba con el fin del orden bipo-
a un difundido autor afirmar «el fin de la marcaría el fin de la historia. Es decir que
historia», que diferenciaba entre aquellos mientras las anteriores formas de gobierno
Estados en que se impuso la democracia se caracterizaron por graves defectos e
irracionalidades que condujeron a su po-
y el libre mercado y aquellos que seguían sible colapso, la democracia liberal estaba
anclados en la historia. Fukuyama (1992) libre de estas contradicciones internas
representaría el símbolo de la visión fundamentales» (Fukuyama,1992:11).
liberal, simplista y monocausal de las
8
Las referencias a los distintos autores que
se hacen a continuación tienen el objetivo
relaciones internacionales7; cosmovisión de identificar trazos fundamentales de los
debates, en relación con la influencia o
7
Como dijo este autor, «la democracia li- reacción que pudieron tener o provocar
beral podía constituir el punto final de la sobre líneas de pensamiento teórico y
evolución ideológica de la humanidad, la político en Brasil y no reflejan la diversidad
forma final de gobierno y que como tal teórica existente en el período.

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lar, los cambios en el abordaje teórico inserción en el nuevo contexto global


acerca de la interpretación del mundo y sería el estado comercial (Rosecran-
sus procesos habían comenzado antes, ce,1986), al que ya se había identificado
hacia finales de la década de 1970 y la como fuente de importante influencia
siguiente. La academia norteamericana en la política exterior chilena (Bernal-
dominó los debates, entre los formula- Meza,2004) y la argentina del período
dores de la interdependencia (Keohane de gobierno de Carlos Menem (1989-
y Nye,1977) y la respuesta del neorrea- 1999). En este último caso, en el realis-
lismo estructural (Waltz,1979; y Gilpin, mo periférico, la formulación teórica de
1981); mientras como alternativas Escudé que influyó decisivamente en la
aparecían la teoría crítica (Cox, 1981)) política exterior argentina entre 1989
y una renovada visión de la economía y 2003 (Escudé,1992;1995), había
política de las relaciones internacio- una fuerte influencia de Rosecrance,
nales que hacía parte de una tradición cuestión que el propio Escudé había
sistémico-estructural (Wallerstein,1974; reconocido expresamente9.
Arrighi,1994;1996). Toda esa producción de lo que
Por otro lado, reafirmando la in- muchos identificaron como la «escue-
fluencia del liberalismo kantiano —ya la norteamericana», en la que seguía
presente en el pensamiento de la inter- predominando la tradición realista,
dependencia— el papel de las institu- enfrentó el desafío de interpretar la
ciones y la cooperación en el ordena- naturaleza de los cambios que comen-
miento sistémico (Keohane,1988,1993; zaban a insinuarse en el sistema inter-
Krasner,1986; Hurrell,1992), parecía nacional. Pero las teorías dominantes
influir predominantemente en las pro- provenientes de los Estados Unidos no
puestas de política exterior de lo que supieron prever el fin de la guerra fría
años después sería el período de la (Smouts,1998) lo que abrió espacios
administración Clinton. a las renovadoras ideas representadas
Una visión que contribuyó fuer- por las escuelas europeas: la inglesa
temente a fragmentar el mundo que (Watson; Wight; Calvocoressi; Bull)
—supuestamente— estaba uniendo el y la francesa (Renouvin; Duroselle;
«nuevo orden» y la «globalización» Zorgbibe; Paillard), que abordaban en
fue el paradigma civilizatorio, propues- sus estudios la «sociedad internacional»
to por Huntington (1993;1996). La desde la década de 1970, y que influi-
diplomacia brasileña respondió a este rían en el pensamiento de los autores y
clivage cultural fortaleciendo la idea de académicos de lo que he denominado la
un «Brasil multicultural y multirracial». «Escuela de Brasilia»10 (Cervo; Moniz
Por último, un elemento teórico im- Bandeira; Saraiva; Lessa), una comuni-
portante por su influencia en el modelo
brasileño ideal de Estado que debería 9
Ver Bernal-Meza (1994:192-193).
servir como el instrumento para la 10
Bernal-Meza (2005); Cap. IX.

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dad epistémica cercanamente vinculada una profunda crisis económica, social


a Itamaraty. y política como consecuencia de la
De todos los debates que se produje- aplicación de políticas de apertura
ron en esos años, un punto central para económica y desregulación durante la
entender lo que el presidente Lula haría década precedente; mientras que en
en política exterior serían los debates otros, sus gobiernos enfrentarían fuer-
entre unipolaristas y multipolaristas y tes oposiciones a las mismas políticas,
las discusiones con aquellos que busca- que conducirían a cambios drásticos en
ban imponer determinadas visiones so- las alianzas gubernamentales. Bolivia,
bre la globalización; debate este último Argentina, Brasil, Ecuador, Uruguay y
en el cual ingresarían también algunas mucho más tarde Paraguay, se agrega-
líneas de la tradición estructuralista rían a Venezuela y Chile en el número
latinoamericana, como antiguos «de- de países en que alianzas de centro-iz-
pendentistas» (Dos Santos) los que la quierda, aunque con distintas políticas
abordaban desde la perspectiva cultural económicas, accederían al gobierno.
(Ortíz) y algunos «neoestructuralistas» En síntesis, los escenarios eran muy
(Ferrer; Ianni). Entre estos últimos se diferentes a comienzos del siglo XXI
encontrarían los nuevos aportes desde de lo que habían sido durante la dé-
la periferia a las discusiones sobre la cada de 1990. A una década de fuerte
etapa contemporánea del capitalismo homogeneidad, de predominio del
histórico, con autores como Tomassini, modelo normal o neoliberal como tipo
Ferrer, Rapoport, Bernal-Meza, autores ideal de Estado11; de políticas econó-
de la academia chilena y predominan- micas adhesión a la agenda de valores
temente argentina, la mayoría de los hegemónicos universales o internacio-
cuales tendría una fuerte repercusión nalmente reconocidos12, tales como
positiva en Brasil. las normas democráticas a través del
mundo, propias del discurso del inter-
nacionalismo liberal norteamericano,
Contexto internacional y que justificaría las nuevas formas de
regional del período Lula intervención internacional y la reforma
del principio de no intervención en la
Carta de las Naciones Unidas; la pro-
1. El escenario latinoamericano moción del liberalismo económico; la
protección del medio ambiente y otros
El contexto regional, en el cual asu- 11
Para explicar e interpretar la política ex-
me la presidencia Luiz Inácio Lula Da terior brasileña y latinoamericana segui-
Silva, particularmente en América del mos aquí los tipos ideales de Estado, de-
Sur, está marcado por el fracaso de la sarrollados por Amado Luiz Cervo Cfr.
Cervo (2000;2001;2008;2008ª).
experiencia neoliberal. Un importante 12
Según la definición de Vigevani et.al.
número de países están envueltos en (1999).

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que contribuyeron a promover las visio- cada en la cual habían predominado el


nes liberales sobre la globalización y la neoidealismo kantiano, el globalismo
interdependencia (Bernal-Meza,2000), subordinado, el neoliberalismo y el re-
políticas exteriores muy coincidentes y gionalismo abierto (Bernal-Meza,2009ª).
fuerte inclinación hacia Estados Unidos Paralelamente al abandono del para-
así como una visión de la integración digma de «potencia media» (México),
sostenida en el «regionalismo abierto», la mayoría de los países sudamericanos
seguida de una década de profunda (Venezuela, Bolivia, Ecuador, Argentina,
heterogeneidad: con el modelo ideal Paraguay), se volcaron hacia políticas
de Estado (con presencia de modelos económicas más nacionalistas y estati-
desarrollista, normal y logístico), po- zadoras, retornando visiones neoprotec-
líticas económicas; visiones sobre la cionistas sobre la integración económica
integración y el regionalismo y vínculos que, sin ser dominantes, comenzaron a
con Estados Unidos. Temas como ma- confrontar con la anterior visión pre-
yor o menor apertura económica, más dominante de «regionalismo abierto»
o menos globalización, adhesión o re- y que sería también la predominante en
chazo al ALCA, cercanía u oposición a la la visión política brasileña, aun cuando
política internacional norteamericana esta sería matizada por el pragmatismo.
y modelo de regionalismo, pasaron a Así, la visión semiproteccionista del
diferenciar profundamente a los países modelo MERCOSUR sería sustituida por
latinoamericanos. la perspectiva más pragmática y flexible
Estos cambios implicarían también de la UNASUR.
una profunda revisión de las respectivas Simultáneamente y coincidente con lo
políticas exteriores y, en especial, de la anterior, las dos administraciones de Lula
visión de mundo, paradigma o doctrina da Silva se encontraron con dificultades
que las sustentaban y también una refor- derivadas de cambios radicales en las
mulación de los modelos de regionalismo relaciones económicas internacionales
(Bernal-Meza, 2009). «Bolivarismo y de tres países —Bolivia, Ecuador y Pa-
socialismo del siglo XXI» (en Venezuela, raguay— cuyos gobiernos adoptaron
Ecuador, Bolivia y Nicaragua); bilatera- paradigmas de política exterior que impli-
lismo y alineamiento con Estados Unidos caron o fueron consecuencia de cambios
(Colombia, México); «multilateralismo» sustantivos en la concepción del tipo de
y «regionalismo abierto» (Chile); «na- Estado anteriormente vigente y su sus-
cionalismo de economía abierta o nacio- tento bajo la tradición del pensamiento
nalismo económico de libre mercado» realista clásico.
(Argentina); «período especial en época La crisis del modelo neoliberal, que
de paz» (Cuba); «realismo y regionalis- se extendió por gran parte de los países
mo sudamericano» (Brasil), pasaron a de la región condujo en la mayoría de
sustituir, como formulaciones, pre-teorías ellos a una reformulación del tipo ideal
y doctrinas, el pensamiento de una dé- de Estado, asociado a una reestruc-

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turación de la inserción en el sistema como la formación de grandes grupos


económico mundial. En la mayoría económico-financieros nacionales, la
de los casos —Argentina, Venezuela, internacionalización de las empresas pri-
Ecuador— y en otros cuyos Estados vadas, la captación de inversión extran-
no habían alcanzado aún la plenitud jera directa, la exportación de capitales,
de su proceso de construcción nacional la constitución de organismos estatales
—como Bolivia y Paraguay— las nue- para apoyar la internacionalización de
vas alianzas gobernantes procedieron las empresas y la proyección externa de
a una refundación, en el primer caso, sus negocios y operaciones y el desarrollo
o a una fundación, en el segundo, de una sólida infraestructura aeroportua-
del modelo desarrollista. Así, bajo ria, de carreteras, telecomunicaciones e
el criterio de recuperar o formar un informática. Asociado a esto, la nego-
capitalismo nacional, principalmente ciación internacional de una amplia red
público (Venezuela, Bolivia, Ecuador), de tratados y acuerdos comerciales que
aunque también privado (Argentina, facilitaran el acceso de la producción na-
particularmente), surgió una variante cional a los grandes mercados mundiales
neodesarrollista, con fuerte interven- (Estados Unidos, Unión Europea, Japón,
ción estatal, que implicó la nacionaliza- China, etc.).
ción de grandes empresas (gas, petróleo, Sin embargo, a diferencia del modelo
energía eléctrica, aéreas y de servicios) brasileño, el proto-Estado logístico chi-
y la creación de nuevas empresas es- leno no impulsó la creación de nuevas
tatales. Este modelo se caracterizaría empresas estatales ni tampoco mixtas.
por una política de «nacionalismo de
economía abierta» o «nacionalismo
económico de libre mercado», como a) La revisión de las estrategias
sería el modelo argentino, o de formas post-neoliberales: el modelo ideal
más radicalizadas de nacionalismo eco- del Estado logístico
nómico, con influencias neomarxista
Este modelo de inserción post-
como ha sido el caso de Venezuela y
desarrollista, formulado teóricamente
Bolivia (BernalMeza,2009a).
por Amado Cervo, tiene como objetivo
Solamente dos países avanzaron por el
superar las asimetrías entre las naciones
camino de la construcción del tipo ideal
elevando la situación nacional al nivel
de Estado logístico: Chile y Brasil (Cervo,
de los países avanzados, transfiriendo
2008). En la práctica y por el hecho de
a las sociedades las responsabilidades
haberse lanzado por ese camino desde
del anterior «Estado empresario» y
la época del neoliberalismo autoritario
ocupándose ahora de secundar a la
de Pinochet, el modelo chileno sería
sociedad en la realización de sus inte-
pionero, asumiendo las principales ini-
reses. El Estado logístico imita el com-
ciativas y medidas de políticas públicas
portamiento de las naciones avanzadas,
que caracterizarían al modelo logístico,

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particularmente de Estados Unidos, profundamente el contexto de las rela-


país que se considera el prototipo del ciones bilaterales con Brasil y Argentina
modelo. Su componente de política y también el contexto de las relaciones
exterior en el campo de las relaciones intrarregionales. Si bien la lógica de
económicas internacionales apunta a toma de decisiones y de conducción
reducir la dependencia tecnológica y política diferenciaría rápidamente a
financiera, promover la innovación Evo del resto de prácticas guberna-
productiva y otras iniciativas que mentales sudamericanas sostenidas en
disminuyan la vulnerabilidad externa. la visión hegeliano-realista del poder,
Internamente, busca reforzar el núcleo sería su política de nacionalización de
económico estructural nacional para hidrocarburos lo que marcaría el eje de
poder impulsar su internacionalización las primeras disputas con Brasil desde
(Cervo, 2008a:82-90). el conflicto por Acre.
La refundación del Estado llevada
«A ideología subyacente ao para- adelante por Evo implicó la adopción
digma logístico associa um elemento de una toma de decisiones de carácter
externo, o liberalismo, a outro interno, o
colectivo y bajo el criterio de la «re-
desenvolvimentismo. Funde a doutrina
clássica do capitalismo como o estru- presentatividad», que beneficiara a la
turalismo latino-americano. Admite, gran mayoría de la población, de origen
portanto, operar na ordem do sistema indígena, históricamente excluida de
ocidental, recentemente globalizado las estructuras de poder. Uno de los
(Cervo, 2008a:85). O comportamento
instrumentos para proveer de recursos
do Estado logístico descola, se da teo-
ria realista das relações internacionais.
al proyecto del nuevo Estado fue la po-
Supõe concluída a fase desenvolvimen- lítica de nacionalizaciones (fundamen-
tista, centrada no interno, e projeta a talmente en el área de los hidrocarburos
internacionalização econômica. Põe em y energéticos), recuperando el control
marcha dois componentes de conduta estatal sobre yacimientos y refinerías
advogados pelos realistas: a construção
y afectando con ello los intereses de
de meios de poder e sua utilização para
fazer valer vantagens comparativas, capitales brasileños (Petrobras).
não mais naturais, mas intangíveis, Particularmente en el caso boliviano
como ciência, tecnologia e capacidade —que es el ejemplo más avanzado—,
empresarial» (Cervo, 2008a:87). pero también presente, con diversos
niveles, en los casos de Ecuador y
Paraguay, la reformulación de la vi-
b) Evo Morales: la reformulación
sión del Estado que llevaría adelante
del Estado boliviano y su
el nuevo gobierno de base popular-
impacto en la política brasileña
indígena confrontaría abiertamente con
la concepción realista de raíz hegeliana
La llegada al gobierno de Evo
dominante en Brasil, como también en
Morales en enero de 2006 modificó
otros países de la región.

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El impacto que produjo la naciona- PETROAMÉRICA, la iniciativa venezolana,


lización de los hidrocarburos abarcó no que impulsaba una mayor intervención
solo el sistema de relaciones bilaterales estatal.
con Brasil sino también las característi- Durante el período 2000-2005 no
cas de la integración regional, vis-à-vis hubo grandes diferencias y el gobierno
la inserción globalizada. Implicó la venezolano aceptó y apoyó las inicia-
inclusión del tema energético como tivas energéticas brasileñas propuestas
prioridad de la agenda sudamericana; en el marco de la IIRSA. Fue a partir de
lo que llevó a la diplomacia de Lula las nacionalizaciones de Evo Morales
a adecuar la cancillería a las nuevas que ambos proyectos comenzarían a
realidades derivadas de este escenario. distanciarse, evidenciando diferencias
Así, en abril de 2007, el Ministerio das en la concepción de la economía política
Relações Exteriores creó la Secretaría de la energía.
de Energía y la llevó al segundo lugar de Mientras la iniciativa brasileña man-
importancia en la estructura jerárquica tenía la propuesta IIRSA, con presencia
de las dependencias de Itamaraty. empresaria excluyente de Petrobras por
El tema energético modificó las parte del país, la propuesta venezolana
prioridades temáticas regionales, in- apuntaba a la creación de una empresa
fluyendo también en las relaciones de multinacional latinoamericana y cari-
otros países —como fue el caso del beña, conformada por el conjunto de
gas, entre Argentina y Chile— debido empresas estatales de la región dispues-
a que otros factores externos, como el tas a participar. Sería así el gobierno
aumento de los precios internacionales de Venezuela, enfrentando a Brasil, el
y la caída de la producción de petróleo que plantearía la integración regional
y gas en la Argentina, pusieron a los energética, y en general toda integración,
países productores (Bolivia, Venezuela, como un asunto de los Estados y no de
Ecuador) en el centro de la atención de los privados.
la diplomacia de integración. El gobierno de Lula respondió for-
taleciendo Petrobras y diversificando la
c) La nueva política energética búsqueda de fuentes de provisión ener-
sudamericana y su impacto en gética, internas e internacionales. Pero
Brasil una de las iniciativas que profundizaría
las diferencias respecto de la economía
Desde el año 2000 y hasta mayo de política energética sería el fortalecimien-
2006 —fecha de las nacionalizaciones to brasileño del desarrollo de biocom-
bolivianas de los hidrocarburos— bustibles, firmando con Estados Unidos
existieron dos modelos de integración un memorando de entendimiento para
energética, el liderado por Brasil, vía la cooperación en dicha área. El tema de
la IIRSA, en la cual los principales pro- los biocombustibles terminaría por opo-
tagonistas eran los sectores privados, y ner a Brasil a importantes o potenciales

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Raúl Bernal Meza • El pensamiento internacionalista...

productores regionales, como Argentina y Lula da Silva fueron enfrentadas y


y Venezuela. opuestas. El primero había adherido
La perspectiva estratégica brasileña al neoliberalismo heredero de la tradi-
de los biocombustibles tuvo por objeto ción liberal, en tanto Lula y sus cola-
diluir o desplazar el eje de la impor- boradores adherirían al neorrealismo,
tancia que tienen el petróleo y el gas proveniente de la tradición realista. Así,
para el proceso de integración y de sus mientras Cardoso confió en la confi-
países proveedores en la infraestructura guración idealista de un nuevo orden
regional. Pretende impulsar los biocom- multipolar, con el desarrollo progresivo
bustibles como eje de una estrategia de unas relaciones internacionales más
energética de inserción de la región en justas y armónicas, Lula no se separó de
el mundo, mediante un modelo de espe- la visión jerárquica del poder mundial
cialización complementaria, pero ahora y fue escéptico frente a la visión idea-
con Estados Unidos. La estrategia nor- lista de un mundo global más pacífico,
teamericana comenzó a aprovechar el cooperativo y armonioso.
interés nacional brasileño para evitar la La oposición entre ambas visiones
convergencia regional, particularmente sobre la política internacional ya se
de Venezuela, Bolivia, Ecuador y Argen- había reflejado en el debate entre dos
tina, frente a los intereses de sus empre- tendencias: la «hemisférica bilateral» y
sas transnacionales y de los organismos la «globalmultilateral» (Cervo y Bueno,
multilaterales como la OMC. Al desarro- 2002). La primera, que promovía la
llarse el área de los biocombustibles bajo alianza con Estados Unidos, fue predo-
esta perspectiva se apoyaba una opción minante en los gobiernos de Cardoso.
de mercado desregulado que tiende a La segunda sería dominante en los go-
separarse de la planificación necesaria biernos de Lula y con ella Brasil retornó
para toda la matriz energética regional. al universalismo selectivo retomando
De esta forma, la política energética de sus alianzas y vínculos con India, China,
Lula generó una línea de diferenciación Sudáfrica y Rusia.
respecto de lo que se interpretó como un Bajo la tendencia «hemisférica-
«eje sudamericano», que excluía a Brasil bilateral» Brasil adhirió, como otros
(Quintanar, 2009). países con gobiernos neoliberales de la
región, a la agenda de valores hegemó-
nicos universales o internacionalmente
2. El universo paradigmático reconocidos, agenda que sin rechazar
de la política exterior brasileña de plano Lula subordinó a los temas
y el gobierno Lula: realismo, tradicionales del desarrollo económico
regionalismo y Estado logístico y la seguridad.
Sin embargo, ambas líneas de pen-
Las visiones sobre la política mun-
samiento se acercaron en un punto
dial y la globalización de F.H. Cardoso
de confluencia: en la necesidad de

153
Estudios Internacionales 167 (2010) • Universidad de Chile

promover la cooperación internacio- bierno aspiraban a hacer en la política


nal para avanzar en objetivos de paz, mundial. Para ambos, el multipolaris-
desarrollo y justicia o equidad, interna mo del nuevo orden emergente permitía
e internacional. Este aspecto ha sido un espacio de acción para un poder
importante porque marca la coinci- intermedio como Brasil.
dencia en el papel que le correspondía La visión de Celso Lafer, pensador
jugar a Brasil —dados sus recursos y liberal y canciller de Cardoso, fue reto-
capacidades— en el management del mada por los formuladores de política
ordenamiento mundial y su aporte a la exterior de Lula. Su pensamiento teóri-
«gobernabilidad internacional» (inter- co es identificable en dos etapas. En la
national governance); aunque diferirían primera (1996), cuando acompaña con
profundamente sobre la viabilidad de sus ideas a F.H. Cardoso fundamenta
la «interdependencia económica». Al la visión del nuevo contexto sistémico
final de su gobierno, Cardoso expresó comparando las esencias 15 entre los
su frustración respecto del concepto de órdenes de la guerra fría y el posterior
globalización asimétrica13 poniendo a la y en la segunda, al final del gobierno
integración sudamericana como base de Cardoso (2002), intenta sostener
para enfrentarla y favorecer el diálogo la continuidad de la política exterior
con la Unión Europea mientras que los brasileña mediante la apelación a las
realistas brasileños siempre vieron la in- «identidades» que caracterizarían al
tegración, a partir del MERCOSUR, como Brasil (Bernal-Meza,2005).
una base de poder para contrarrestar el Celso Lafer buscó recuperar y ag-
dominio y la influencia norteamerica- giornar principios tradicionales de la
nos en Sudamérica14. política exterior para fundamentar el
El grupo formulador de política cambio para adecuarla a lo que consi-
exterior de Lula adhirió a la visión de deró como el «nuevo contexto sistémi-
Joseph Nye sobre el mundo multipo- co» que se daba en los años noventa y
lar, una interpretación del orden en la en el cual debía insertarse el país. Lo
que coincidirían tanto el pensamiento novedoso resultó ser la apelación a la
liberal (Lafer) como el realismo nacio- «credibilidad y la confiabilidad exter-
nalista brasileños (entre ellos, Moniz na» —en coincidencia con la comuni-
Bandeira y Pinheiro Guimarães). En el dad epistémica argentina que apoyó el
primer caso, porque compartían una realismo periférico— como condiciones
matriz neo-kantiana y en el segundo, de acceso al mundo, en los tres campos
porque el multipolarismo era funcional
a la concepción de lo que como go- 15
Aun cuando no era nueva la idea del cam-
bio de esencias o la identidad ontológica
13
Cfr. La Nación y Clarín, Buenos Aires, 5 de los cambios. Este autor habló de los
de enero de 1999. mismos en sus libros Clave del Nuevo
14
Cfr. Al respecto, Moniz Bandeira (1996); Orden Mundial (1991) y América Latina
Bernal-Meza (2000). en la Economía Política Mundial (1994).

154
Raúl Bernal Meza • El pensamiento internacionalista...

integrados de la vida internacional: el a las parcerías internacionales (La-


estratégico, el económico y el de los fer,1992) y una adhesión a la «agenda
valores (Lafer,1996:72). La idea fun- de valores universalmente aceptados»,
damental era que un país de caracterís- bajo las lógicas de la globalización (en
ticas continentales, como Brasil, debía su visión liberal) y la fragmentación
revisar y adecuar su visión del mundo (de las identidades, de la secesión de
precedente y que fuera dominante bajo los Estados, de los fundamentalismos,
el modelo desenvolvimentista, entre de la exclusión social, etc.) que diluía
1930 y 1990. las lógicas del viejo y clásico orden
En su trabajo de 2001, Lafer (2002)16 westfaliano.
fundamentó su visión respecto del nue- Es evidente que en la visión de un
vo contexto sistémico comparando las mundo de «polaridades indefinidas»
esencias entre el orden de la guerra había un espacio para la inserción en
fría, caracterizado por las «polaridades ascenso del Brasil en la estructura de
definidas» y el actual en transición, de poder mundial. Esta visión congraciaba
«polaridades indefinidas»; para luego las ideas más liberales, que representa-
señalar las continuidades de la política ba la política del gobierno de Cardoso
exterior brasileña, mediante la apela- y que él integró como ministro de
ción a las identidades que caracteriza- relaciones exteriores, con la tradición
rían a este país.17 realista de Itamaraty. Sosteniéndose
El tema de las esencias señalaba para en los modelos de análisis histórico de
él que el sistema internacional había Renouvin y Duroselle18 que ponen de
pasado de «un período de polaridades relieve la existencia de «fuerzas profun-
definidas» a otro de «polaridades inde- das» entre los factores de persistencia
finidas». Mientras el primero reflejaba de la inserción internacional de un
la existencia de un sistema bipolar, en país, Lafer apeló al concepto central
el segundo las antinomias se presenta- de identidad nacional para explicar las
ban en cada uno de los componentes continuidades y cambios en la política
esenciales del orden sistémico anterior, exterior brasileña.
dando lugar a un escenario multipolar Esa identidad nacional es la fuen-
en el cual había un espacio de acción te de la diferenciación, también del
para una potencia emergente como Bra- nacionalismo. Sus componentes —la
sil. Un contexto donde había que dar un herencia histórica y el significado de la
sentido predominantemente económico identidad internacional en un mundo
globalizado, Brasil como un país de
16
Versión original en portugués: A identida-
de internacional do Brasil e a política escala continental, el contexto de la
externa brasileira: passado, presente e
futuro, Ed. Perspectiva S.A.. 18
Cfr. Renouvin Pierre y Jean-Baptiste Duro-
17
Un análisis más extenso de las ideas de selle (1991), Introduction à l’histoire des
este autor puede verse en Bernal-Meza relations internacionales, Paris, Colin; 4ª
(2005). ed.

155
Estudios Internacionales 167 (2010) • Universidad de Chile

vecindad, Brasil en el eje asimétrico del La percepción de flaqueza y debili-


sistema internacional y la visión nacio- dad fue sustituida por una re-evalua-
nalista de la búsqueda del desarrollo, ción del papel de Brasil como potencia
constituyen los elementos que justifican media y nación emergente que precisa-
la necesidad de diferenciar al Brasil del ba de una diplomacia de alto perfil, ade-
resto de países como los de América del cuada a sus capacidades y necesidades
Sur— permiten justificar las rupturas (Pecequilo, 2008:143). La diplomacia
y las tendencias de largo plazo de la «presidencialista y personalista» sería
política exterior y disocian el régimen sustituida por la «diplomacia de la
político de la formación y formulación nación» (Cervo,2002), fortaleciéndose
de la política exterior. la visión de Brasil como gran país. En
La paradoja es que la visión de la palabras de su canciller: «o Brasil não
política internacional de Lula ha sido é um país pequeño. Não tem e nem
cercana al neoliberalismo cuando creyó pode ter uma política externa de país
que la cooperación, a través de las insti- pequeño» (Amorim,2007:7).
tuciones y los acuerdos internacionales Un elemento muy importante en la
(Naciones Unidas, OMC, G20, etc.), evolución del pensamiento sustentador
podía morigerar los efectos de la anar- de política exterior sería la «formación
quía y la imposición del poder imperial, de conceptos en relaciones internacio-
pero también ha sido puramente realis- nales», desarrollada por el profesor
ta cuando persiguió la construcción de Amado Cervo.
alianzas para enfrentar el desafío que al Los conceptos —brasileños— re-
ascenso de nuevas potencias le impone emplazarían las macro teorías de (su-
la hegemonía. Así puede comprenderse puesto) alcance universal, elaboradas
su preocupación por integrar e impulsar por el pensamiento académico de los
el grupo BRIC —o la construcción de «centros», fundamentalmente Estados
un contrapoder de emergentes— que Unidos.
desafía el poder institucionalizado19. Desde una perspectiva metodológica
Con esta cooperación se buscó mejo- —que ha tenido una clara aplicación en
rar la posición relativa del Brasil en la la política exterior de Lula— es inter-
estructura de poder mundial mientras pretada como una elaboración concep-
a través de la integración sudamericana tual que sustituye la elaboración teórica
aspiraba a mantener la posición de su- ajena, porque se está en un período
perioridad frente al resto de los países sistémico de «polaridades indefinidas».
sudamericanos (Moniz Bandeira,1996; El principal concepto formulado al
Bernal-Meza,1999;2000;2008; Souto respecto fue el de «Estado logístico».
Maior,2006; Soares de Lima,2008). Este sistema de ideas brinda una orien-
tación estratégica para la dinámica de
19
Respecto de la aplicación del concepto de Brasil en las arenas internacionales y
«contrapoder», cfr. Dupas (2005) y Cervo
(2008). fundamenta su expansión en términos

156
Raúl Bernal Meza • El pensamiento internacionalista...

de influencia. Además, involucra un participarían de la toma de decisiones


conjunto de concepciones compartidas en una suerte de gobernanza global, o
por los sectores dirigentes sobre los global governance20 (Masera, 2010).
roles de la estructura estatal. En este El concepto de Estado logístico
sentido, el Estado «ejerce la función de permite, desde el punto de vista de las
apoyo y legitimación de las iniciativas concepciones sobre el desarrollo econó-
de los otros actores económicos y so- mico, desligar a Brasil de la visión que
ciales» (Cervo, 2008; 2008ª) y supone los teóricos de la dependencia tienen
para este una serie de tareas que le sobre el «centro» y la «periferia». Brasil
permitan transformarse en una pla- no es periferia. Está en una posición
taforma de despegue, principalmente intermedia, transicional, en condiciones
económico, pero también político, de de alcanzar al selecto grupo de Estados
los agentes públicos y privados del país. que comandan los patrones de status,
Es posible identificar dos dimen- riqueza y poder del sistema mundial21.
siones de este enfoque: a) como una La élite que conduce ahora al Estado
serie de percepciones sobre las trans- brasileño busca mejorar la posición
formaciones recientes del sistema relativa del país aceptando la compe-
internacional y sobre el rol de Brasil tencia y, al mismo tiempo, buscando
en los escenarios mundiales y b) como 20
Se menciona como clave el documento
un grupo de políticas que orientan la
«Common Responsibility in the 1990s.:
estrategia de desarrollo interno y de the Stockholm Initiative on Global Secu-
relaciones internacionales. rity and Governance» de 1990. De otra
Las imágenes del orden internacio- parte, el término gobernanza se encuentra
ya aceptado por la comunidad académica,
nal se relacionan con el reconocimiento
particularmente después de la publicación
de la mundialización, la interdepen- del documento de la Unión Europea (Cfr.
dencia global y el regionalismo, como Comisión de las Comunidades Europeas,
los procesos dinámicos que marcan op. cit., 2001). En los estudios internacio-
nales ha sido importante el surgimiento
al mundo contemporáneo (Sombra
del «International Risk Governance Coun-
Saraiva y Cervo, 2005). Otro factor cil» (IRGC, Ginebra, Suiza desde 2003).
significativo es la convicción de la Otro de los think tanks reconocidos es el
pérdida de la estabilidad hegemónica «Instituto de Investigación y Debate sobre
la Gobernanza», con sede en París <www.
unilateral por parte de los Estados
institut—gouvernance.org>, el cual actúa,
Unidos de América y, por consiguiente, además, como red sobre el tema. En el
el nacimiento de un orden mundial con ámbito regional es el Instituto de «Estudos
base en el multilateralismo, que impli- Econômicos e Internacionais» (IEEI) de
Brasil, uno de los centros multidisciplina-
caría una estructura histórica distinta
rios de reflexión y análisis de cuestiones
de la anterior. Con este nuevo orden económicas e internacionales que más han
internacional surgirían, asimismo, res- desarrollado las implicaciones del concep-
ponsabilidades para los países, y otros to de gobernanza global.
21
Cfr. Al respecto, Arrigui (1998), Aymard
actores, de la aristocracia ejecutiva que
(1985).

157
Estudios Internacionales 167 (2010) • Universidad de Chile

una política de equiparación, tal como idea de hegemonía había evolucionado


se explicaría en la participación y las desde la «aspiración al liderazgo», con-
posiciones políticas frente al FMI y en solidada desde mediados de la década
el G20. de 1990 (Bernal-Meza,2000), hacia
El Estado logístico propende a la un convencimiento sobre el liderazgo
acumulación de atributos de poder mismo, que comenzó a proyectarse
para reforzar lo que Cervo denomina sobre la concepción del papel que le
el «núcleo económico nacional duro» correspondía desempeñar a Brasil en la
(Cervo, 2008a: 87). Esta estrategia se escena regional. Es un hecho compro-
constata en la búsqueda de diversos bado que en los años de Lula Brasil se
objetivos de política externa: consoli- involucró internacionalmente de modo
dación de prestigio, de liderazgo en los mucho más activo y multilateral de lo
ámbitos de concertación regionales y de que había ocurrido durante la década
presencia clave en foros internacionales de los años noventa, tanto en las re-
como el G20, etc. laciones económicas internacionales
como en los asuntos de seguridad, que
demostraron una nueva actuación in-
3. Realismo y acumulación de poder ternacional, asumiendo cada vez más
dimensiones globales. Interpretado en
Brasil se transformó en el único
términos neo-realistas: para obtener
país latinoamericano22 en re-adoptar
más poder, a Brasil le interesaba mo-
el realismo como teoría o paradigma
dificar su propia posición en el sistema
de política exterior. Bajo esa visión, los
internacional (Schirm,2007).
formuladores de política, tomadores
Dos agrupaciones de potencias
de decisión e influyentes miembros
emergentes pasaron a dominar las
de la comunidad epistémica que les
preferencias como mecanismos para la
acompañan, consideraron a Brasil
reformulación del orden global a través
como el único actor que podía competir
del multilateralismo: los BRIC (Brasil,
con Estados Unidos por la «influencia
Rusia, India y China) e IBAS (India,
hegemónica» en América del Sur23. La
Brasil y África del Sur). Mientras el
segundo reafirmaba el retorno a África
22
Para una visión general de los paradigmas
dominantes de política exterior en Améri- desde una perspectiva estratégica del
ca Latina, cfr. Bernal-Meza (2009a).
23
Ver al respecto, por ejemplo, Samuel Pin- reequipar e modernizar suas Forças Arma-
heiro Guimarães y L. A. Moniz Bandeira. das, particularmente a Marinha de Guerra,
Mientras el primero señala que Brasil es com a construção do submarino nuclear,
el «único rival possível à influência hege- e adquirir mais e mais autonomia e auto—
mônica dos Estados Unidos» (Pinheiro suficiência na produção de material bélico,
Guimaräes,1999:121); el segundo señala condição essencial para alcançar o status
que, frente a la expansión de intereses de grande potência, integrando toda a
estratégicos de Estados Unidos en Améri- América do Sul» (Moniz Bandeira,
ca del Sur, «o Brasil não pode deixar de 2009:75).

158
Raúl Bernal Meza • El pensamiento internacionalista...

hemisferio austral, el primero repre- Sur—Sur internacional—multilateral,


sentaba el grupo de poder emergente asume un comportamiento de liderazgo
global. La presencia en ambos grupos colectivo, en asociación con otros países
se comprende porque Brasil quiere igualmente system-affecting24, como
estar presente en todas las mesas de India y China (Saraiva, 2007).
negociación del mundo, como lo está en
la OMC y el G20 y quiere estarlo en el
Consejo de Seguridad, donde se deciden Los cambios en la concepción
las reglas, muchas de las cuales pueden del regionalismo y la
serle perjudiciales. integración
Para Brasil, los BRIC son muy im-
portantes, porque en la nueva visión La línea, aparentemente lógica de
sobre el orden y el poder globales, esa acumulación de poder por vía de la re-
agrupación le transfiere importancia gionalización, ha sido significativamen-
(jerarquía) en la política internacional y te cambiante en los últimos veinte años
coinciden en su deseo de ser influyentes tanto en la visión sobre su actor —el
en ella, aumentando su valor jerárquico tipo de Estado— como de su sustento,
relativo. la política exterior y su fundamento
Liderazgo, aspiración a un reco- teórico e ideológico.
nocimiento como potencia mundial, Lula encontró una gran dispersión
acumulación de recursos de poder, de modelos de regionalismo y estrate-
ponían en evidencia objetivos e in- gias de inserción económica en el con-
tereses globales de la nueva política tinente, la que enfrentó impulsando una
exterior. Como señaló un embajador propuesta pragmática y flexible —la
«simplificadamente, pode—se dizer Comunidad Sudamericana de Nacio-
que a idéia—chave suibjacente à nossa nes, hoy UNASUR—, con la cual buscó
atual política regional é a construção la inclusión de los cinco esquemas
de uma base subcontinental tão ampla arancelarios existentes en América del
e sólida quanto possível, de modo a Sur (ALBA, MERCOSUR, CARICOM, Chile,
firmar a liderança brasileira na Amé- Comunidad Andina de Naciones).
rica do Sul, o que deveria facilitar, no Brasil contó para esta estrategia con
âmbito mundial, o exercício de uma el decidido apoyo del gobierno chileno
política de potência emergente» (Souto de Michelle Bachelet, también lanzado
Maior,2006:54). a una estrategia multilateralista y flexi-
Sin embargo, la lógica de su estra- ble, con el cual compartían —aunque
tegia global no ha sido homogénea:
en el caso de la cooperación sur—sur 24
Es decir, que disponen de recursos suficien-
con los países sudamericanos, Brasil tes para —junto a la intervención interna-
asume una estrategia cercana al patrón cional activa— afectar el encaminamiento
de ciertos temas de política internacional
de hegemonía, mientras que en aquella (Soares de Lima, 2005).

159
Estudios Internacionales 167 (2010) • Universidad de Chile

bajo políticas económicas distintas— el El retorno de la visión


modelo del «Estado logístico». «latinoamericana y caribeña»
Un elemento clave del nuevo rea- en la política exterior
lismo brasileño ha sido la adhesión de
las presidencias de Lula al concepto Como han señalado diversos au-
de «esferas de influencia», dividiendo tores, la política exterior brasileña
América Latina en una zona caribeña, abandonó la idea de una América La-
centroamericana y sureña del norte tina como expresión de una «unidad
(México), toda ella dentro de la es- regional» y subsistema a mediados de
fera de influencia norteamericana, y la década de 199026.
otra zona, la sudamericana, bajo la Hacia el final de su gobierno, F.H.
influencia de un MERCOSUR en expan- Cardoso ya había puesto a Brasil en
sión, cuyo eje dinámico de poder es oposición a Estados Unidos, en relación
el Brasil. No es necesario profundizar con la negociación de un acuerdo he-
sobre esta reflexión: baste señalar que misférico de libre comercio y separado
los documentos de política exterior de a Sudamérica del resto de América
Itamaraty dejaron de hablar de «Amé- Latina. En ese esfuerzo por hacer de
rica Latina» como región hace ya más Sudamérica el entorno natural del Bra-
de un lustro (Bernal-Meza,2008). Al sil, impulsó en el año 2000 la creación
respecto, la percepción argentina, según de una «Comunidad Sudamericana de
la cual el entonces presidente Kirchner Naciones» (CSN, hoy UNASUR), que era
rechazaba la Comunidad Sudamerica- una forma más cooperativa del viejo
na de Naciones, era que esta «podría proyecto del ex presidente Itamar Fran-
limitar al MERCOSUR y resulta perfecto co de crear un acuerdo de libre comer-
para la estrategia brasileña de crear una cio sudamericano, el ALCSA, de 1993.
América Latina sin México».25 Brasil estableció con el MERCOSUR una
El regionalismo brasileño, bajo Lula, línea divisoria en el hemisferio ame-
está en relación estrecha con la con- ricano: mientras consideró a América
cepción logística del Estado. Impulsa Central y Caribe una zona de influencia
la integración productiva a través de norteamericana, puso a América del
la infraestructura, la energía y las in- Sur como zona de influencia del MER-
versiones brasileñas; mientras que, en COSUR. Esta visión sobre la existencia
el plano global ha forjado coaliciones
que reforzaran el papel del Brasil como 26
En la última edición (en prensa) del
actor «global». libro Relações Internacionais da
América Latina: velhos e novos
paradigmas. São Paulo: Saraiva (3ª ed),
Capítulo 8 —AMÉRICA DO SUL NO SÉCULO
XXI: CONSTRUÇÃO E DISPERSÃO — Amado
25
Morales Solá, Joaquín, «Los desafiantes Cervo argumenta justamente sobre las
objetivos de Brasil», en La Nación, Buenos razones de este retorno (originales
Aires, 5 de mayo de 2005, p. 1. cedidos por el autor).

160
Raúl Bernal Meza • El pensamiento internacionalista...

de una división entre una América bajo homogénea y que justificaba la dife-
la hegemonía norteamericana y otra renciación respecto de Sudamérica,
más independiente, cuyo eje debía ser fue defendida fuertemente por diplo-
el MERCOSUR fue profundizada por el máticos y académicos brasileños de las
gobierno de Lula da Silva, porque en relaciones internacionales. El desinterés
ella estaban implícitos elementos clási- por lo que ocurría con México en las
cos del realismo, que nunca estuvieron relaciones intrarregionales enfrentó a
del todo abandonados por la dirigencia Lula y a algunos de sus asesores con los
y el establishment de política exterior gobiernos de Lagos (Chile) y Néstor y
del país27 (Bernal-Meza,2008:31-32). Cristina Kirchner (Argentina), para los
Durante su primer gobierno, el Presi- cuales no podía dejarse de lado al país
dente brasileño definió a América del azteca de cualquier estrategia subhe-
Sur como el punto de partida para misférica y que siempre consideraron
una nueva inserción de Brasil en el a México como parte natural de una
sistema internacional (Soares de Lima, América hispano—lusitana en busca
2008:99). de la unidad.
Lula da Silva iría aún más allá. Sin embargo, Brasil retornó a Amé-
Para ello —y sin la aprobación de rica Latina y Caribe durante la segunda
Argentina— puso al MERCOSUR como presidencia de Lula. Ese retorno se
núcleo de una integración más amplia, ejemplificó en las visitas que el presi-
atrayendo a la Comunidad Andina de dente brasileño hizo a México y en los
Naciones y a aquellos otros que se ha- encuentros que convocaron a Brasil y
bían mantenido fuera de los esquemas a países de la CARICOM, proceso que
sudamericanos, como Chile28, Suriname había comenzado en 2007, cuando
y Guyana. Este es el origen de la actual su gobierno comenzó a desplegar su
Unión de Naciones Sudamericanas influencia en América Central a través
(UNASUR); un acuerdo de cooperación e del tema de los biocombustibles.
integración más flexible, centrado en el El avance sobre ambas subregiones
desarrollo de la infraestructura a través comenzaría a formar parte de la estra-
del proyecto IIRSA29. tegia de Lula por expandir la presencia
La visión de una América Latina e influencia del país en todo el mundo.
que no constituía una región única y El interés reforzaba la idea de que Brasil
estaba comenzando a disputar a Esta-
27
C f r. S e n n e s ( 1 9 9 9 ) ; B e r n a l - M e z a dos Unidos y a México la influencia en
(2000;2002); dichas áreas. Sin embargo, la relación
28
Nos referimos a una condición de «socio
pleno», la cual Chile solo ha mantenido con este último país es ambivalente,
con la Asociación Latinoamericana de pero no contradictoria: primero había
Integración (ALADI). dejado a México, la América Central y
29
Integración de la Infraestructura Sudame- el Caribe; ahora compite con este, pero
ricana; proyecto impulsado al final de su
mandato por Fernando H. Cardoso. también se asocia comercialmente, a

161
Estudios Internacionales 167 (2010) • Universidad de Chile

través de los acuerdos en el sector de • La utilización de conceptos y cate-


la industria automotriz. gorías propios de esta corriente teórica
La razón del retorno estaría, no en el discurso y los análisis de política
obstante, en la modificación de la vi- exterior. El ejemplo más evidente está
sión sobre el futuro de una Sudamérica en la aplicación de conceptos como «zo-
escindida y bajo el liderazgo brasileño. nas de influencia» y «geopolítica», en
Lula da Silva fue a América Central las argumentaciones de diplomáticos y
y Caribe porque América del Sur se académicos más cercanos al gobierno30.
complicó demasiado con la llegada al • La preocupación por delimitar
gobierno de presidentes como Morales, «esferas de influencia» condujo a aban-
Correa y Lugo. Así, su política exterior donar el concepto de «América Latina»
modificó la visión «sudamericanista» como región homogénea y su sustitu-
anterior y ahora ampliaba su interés ción por dos regiones muy definidas:
hacia América Central, América del América del Norte y Central, junto a
Norte (México) y Caribe. Caribe, de una parte, y «Sudamérica»,
La nueva visión es que fracasó la de otra.
integración económica, política y de • El desarrollo de su propio modelo
seguridad, a pesar de los acuerdos al- de «regionalismo», la Comunidad Sud-
canzados en la UNASUR, porque en estos americana de Naciones, luego UNASUR
temas hay muchos desentendimientos, (Bernal-Meza, 2009), que excluyera a
que se agregan a los ya existentes con otras potencias hemisféricas (Estados
Venezuela y Argentina y porque los go- Unidos) o regionales (México) de un
biernos de Bolivia, Ecuador y Paraguay, liderazgo sudamericano.
además de las políticas de nacionalismo • El esfuerzo por crear, integrar y
económico de otros países, frenaron la fortalecer alianzas contra-hegemónicas:
expansión de las empresas brasileñas. BRIC (Brasil, Rusia, India, China); Ibas
En definitiva, Brasil regresa a «Améri- G3 (India, Brasil, África del Sur); G20,
ca Latina» porque fracasó el proyecto en el marco de la OMC; y el impulso
«América del Sur». al G20, que sustituye al G8, pero que
implican a su vez un reconocimiento
de las estructuras jerárquicas del po-
Realismo, liderazgo y der económico mundial, al aceptarse
acumulación de poder la continuidad del monitoreo del FMI

Entre los aspectos que refuerzan


la fuerte influencia (neo) realista y la
30
Ver, por ejemplo, uno de los últimos libros
acumulación de recursos de poder en el
de Luiz Alberto Moniz Bandeira, editado
pensamiento del gobierno Lula pueden por la Fundação Alexandre de Gusmão,
señalarse los siguientes: del Ministerio de Relaciones Exteriores
del Brasil: Geopolítica e Política Exterior
(ensayos), Brasilia, 2009.

162
Raúl Bernal Meza • El pensamiento internacionalista...

y contribuir a su fortalecimiento, me- MERCOSUR, ni aceptar asignar poder a


diante aportes y préstamos.31 actores nacionales no estatales (como
• La decisión de convocar a la India por ejemplo, los que integran el foro
y Sudáfrica a conformar el Grupo IBSA, económico-social).
con el fin de promover una intensiva Paralelamente y en relación con
cooperación tricontinental que funcio- la sociedad nacional (vínculo Estado-
ne como contrapeso a la política unila­ sociedad civil), desde el punto de vista
teral de Estados Unidos (GABENDORFF, estructural e institucional, este para-
2010). digma pone en entredicho el intento
• El énfasis en la seguridad; que se por democratizar la formulación de
ha expresado tanto en el fortalecimien- la política exterior y el favorecer una
to del aparato militar (compras mili- creciente participación de otros po-
tares por 14.000 millones de dólares), deres y sectores de la sociedad, en el
la oposición a la presencia de Estados esfuerzo por incorporar en la política
Unidos en bases militares colombianas, exterior la expresión de otros intereses
el cuestionamiento a la reactivación de sectoriales más allá del Estado. Como
la IV Flota de los Estados Unidos. han señalado dos autores, en Brasil
• El impulso a la creación del Con- persiste un modelo anacrónico de rela-
sejo de Defensa Sudamericano (CDS), en ciones Estado-sociedad civil en general
el seno de la UNASUR, para establecer (Oliveira y Pfelfer,2006:422); aspecto
las bases de una nueva arquitectura de que el realismo tiende a mantener, por
seguridad regional, por primera vez su concepción centrada en el ambiguo
sin la tutela de Estados Unidos; indicio principio del interés nacional.
claro de la vocación de liderazgo sur-sur
(GABENDORFF, 2010).
• El rechazo a otorgar autorización 2. La evolución del modelo
al Organismo Internacional de Energía brasileño de Estado: el Estado
Atómica para inspeccionar la planta de logístico bajo el gobierno Lula
enriquecimiento de uranio de Resende.
Mientras Cardoso buscó sustituir
• La persistencia en no desarrollar
el «Estado desarrollista» por el Estado
instituciones supranacionales en el
normal, Lula avanzaría en la implemen-
tación del tipo ideal de Estado logístico.
31
Por ejemplo, «a pesar del Acta de Copaca-
bana (2004), respecto de las políticas a
Con el fin de impulsar este modelo
seguir frente al endeudamiento y los orga- de inserción internacional para condu-
nismos multilaterales de crédito, las estra- cir al desarrollo, el gobierno de Lula
tegias de Argentina y Brasil fueron antagó- formuló una estrategia política y eco-
nicas. Mientras Argentina exploró una
variante heterodoxa de negociación, Brasil
nómica cuyos aspectos centrales serían
lo hizo de acuerdo con las más ortodoxas la búsqueda de un nuevo rol en el orden
normas de los organismos financieros in- internacional —generando confianza
ternacionales»; cfr. SIMONOFF (2010:420).

163
Estudios Internacionales 167 (2010) • Universidad de Chile

entre las principales potencias mundia- pos económicos, industriales y de ser-


les acerca de la fiabilidad y mesura de vicios, y fortaleciendo el desarrollo de
su política multilateralista; buscando otros nuevos. Bajo las directrices de este
generar acuerdos con estas para forta- modelo, la expansión hacia fuera de la
lecer el sistema de las Naciones Unidas; economía brasileña —condición nece-
promoviendo la idea de la importan- saria para alcanzar la interdependencia
cia política de integrar a Brasil como real en el mundo de la globalización,
miembro permanente del Consejo de según el ideario «logístico»— opera
Seguridad y su papel mediador y estabi- de dos maneras: por la agregación de
lizador respecto del «tercer mundo»— los emprendimientos nacionales a las
y, en el marco de la economía política cadenas productivas internacionales y
internacional, intentando salvar las por la inversión directa en el exterior,
negociaciones de la OMC, separándose comenzando por la dirigida hacia los
de sus anteriores alianzas (Argentina, países vecinos (Cervo, 2008).
India, China) que mantenían posiciones Para esta estrategia el gobierno de
más duras acerca de las exigencias hacia Lula realizó un estudio, creó un grupo
los países desarrollados; fortaleciendo de trabajo ad hoc y formuló una pro-
el G20, por vía de un acercamiento puesta para la elaboración de políticas
a la «gobernabilidad global» de los públicas32. Asimismo, el gobierno de
grandes (Estados Unidos, UE, Japón); Lula da Silva impulsa la formación de
fortaleciendo el papel del FMI y desli- megaempresas, con capacidad de com-
gándose de las anteriores posiciones petir en el mercado mundial. Mediante
críticas, por vía del pago de su deuda el financiamiento del Banco Nacional
con el organismo y luego ayudando a de Desarrollo Económico y Social (BN-
su financiamiento para que este pudiera DES) y con un fondo de 58 mil millones
fortalecer su papel de prestamista y fis- de dólares, se promueve la formación de
calizador; tomando distancia del regio- «colosos nacionales», mediante fusio-
nalismo «neoproteccionista» como el nes y adquisiciones en industrias como
MERCOSUR y optando por uno nuevo: el los alimentos, la celulosa, la telefonía
«regionalismo brasileño», más flexible y el etanol33, visión que se proyecta en
y pragmático (UNASUR)— además de un las propuestas de la candidata del PT a
conjunto de estrategias nacionales que las próximas elecciones presidenciales34.
buscaban mejorar el posicionamiento
internacional de la economía brasileña 32
Ver, Governo Federal, Termo de referência:
y de sus principales actores, privados Internacionalização de empresas brasilei-
ras, Brasília (DF), diciembre de 2009.
y públicos. 33
«Brasil impulsa las megaempresas», en
En esta perspectiva, un papel clave CLARÍN, Suplemento 1ECO Economía y
lo constituyó la estrategia de interna- Negocios, 17 de mayo de 2009; p. 21.
cionalización de las empresas de capital
34
En definiciones sobre su eventual futuro
gobierno, la candidata Dilma Rousseff
nacional, ayudando a los grandes gru- señaló: «En Brasil (para nosotros), el Es-

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Raúl Bernal Meza • El pensamiento internacionalista...

Conclusiones país. Cambiaron sustancialmente las


visiones, las estrategias y las alianzas.
Al comenzar el siglo XXI existía una Lula da Silva implicaría la transición
gran dispersión en torno a las ideas desde el neoidealismo del multilatera-
que intentaban dar una interpretación lismo utópico de Cardoso al realismo
sobre las causas y consecuencias de la clásico dominante en las relaciones
transición del orden mundial, con el internacionales (Cervo,2002; Bernal-
fin de la guerra fría y de las doctrinas Meza,2002). La política exterior brasi-
y teorías en que debían fundamentarse leña reencontraba así, al inicio del siglo
las políticas exteriores en un sistema XXI, el pensamiento con que Rio Branco
mundial en rápido cambio. había sustentado la política exterior un
Después de una etapa en que la po- siglo antes. Brasil se transformó en el
lítica exterior brasileña pareció perder único país sudamericano (y latinoame-
el rumbo, con contradicciones, cambios ricano) en readoptar el realismo como
drásticos y abiertos enfrentamientos teoría o paradigma de política exterior,
internos, que caracterizaría el período desde que este fue abandonado, por el
1980-1992 (Hirst y Pinheiro, 1995); mismo Brasil, además de Argentina y
(Bernal-Meza, 2000) y de un lapso en Chile, entre mediados y fin de los años
que la coherencia de la política externa 1980. Leído bajo esta concepción, la
de F.H. Cardoso no significó la ausen- delimitación de «esferas de influencia»
cia de profundos cuestionamientos resultaría un hecho absolutamente evi-
por su visión neoidealista que la alejó dente de este aggiornamiento realista.
de las tradiciones más autonómicas y Bajo la recuperación de esta clásica
tercermundistas, Lula da Silva recupe- concepción de la política mundial, la
raría para el país la idea de un Brasil nueva política exterior brasileña con-
potencia, que la emparentó con aquella cibió el sistema internacional como un
política exterior de los años 1974-1979: juego de poder, de lucha entre los más
autonomía, búsqueda de poder, aspira- poderosos actores del sistema. Ante el
ción a competir por espacios de hege- ascenso de la agenda de la «baja po-
monía regional, hemisférica y sistémica. lítica» y la renovación metodológica
La llegada al gobierno del presiden- y conceptual de la nueva diplomacia
te Lula significó un cambio drástico económica (Bayne & Woolcock, 2007),
respecto del período de Cardoso, en el multilateralismo fue despojado de
la concepción que los formuladores y la utopía y se transformó en el juego
tomadores de decisión tenían sobre la de intereses, con ganancias y pérdidas
política mundial, no así respecto de los a distribuir según el resultado de las
objetivos de inserción internacional del negociaciones comerciales para lo cual
resultaba fundamental recuperar la im-
tado es socio de los empresarios»; cfr. portancia de las coaliciones y alianzas
Diario Clarín, Buenos Aires, 26 de sep-
tiembre de 2009, p. 52. entre países similares.

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Estudios Internacionales 167 (2010) • Universidad de Chile

Sin embargo, este no es un realismo ha ocupado progresivamente un lugar


puro sino que se combina con la visión preponderante en los diversos dominios
grociana35 del sistema internacional al de las relaciones internacionales, desde
respetar las normas y las instituciones la seguridad regional al plano de las
del orden multilateral aunque impul- finanzas.
sando simultáneamente un rediseño La preocupación por poner el
de las mismas en todas las agendas y acento en Sudamérica como región
buscando su propia participación activa diferenciada del resto del hemisferio, y
en los mecanismos de la gobernanza particularmente de América Central y
global. México, provino de la visión que la po-
Retomando el pensamiento de Celso lítica exterior brasileña había adoptado
Lafer, el futuro de los escenarios glo- hacia mediados de la década de 1990 y
bales se ajusta a la visión de un orden que se mantuvo latente hasta que fuera
mundial en que se percibe una pérdida proyectada con fuerte dinamismo por la
de la estabilidad hegemónica unilateral, política exterior brasileña del gobierno
que permite a Brasil un espacio de ac- de Lula da Silva (Bernal-Meza 2006;
ción para su reposicionamiento como 2008; 2008a).La síntesis de esa visión
actor global, a partir del reconocimien- ponía de manifiesto que, al sur del
to de su condición de potencia mundial río Bravo (o río Grande) existían dos
emergente. áreas bien definidas de influencia: una
El instrumento clave de ese posi- que comprende a México, el Caribe y
cionamiento, a través de la reinserción América Central, percibida como de-
internacional, sería la aplicación del pendiente económica y políticamente de
modelo ideal del «Estado logístico». los Estados Unidos y otra, Sudamérica,
De esta forma, Brasil ha combinado que comenzó a integrarse como región,
en los últimos años una activa partici- más independiente y autónoma a partir
pación en los foros multilaterales con de los proyectos de integración econó-
la promoción de sus intereses nacio- mica —el MERCOSUR y la CAN— y que,
nales desde una perspectiva realista. bajo el liderazgo del primero, estaría
El elemento novedoso es que en la configurando un proyecto de coopera-
actualidad, paralelamente a la búsque- ción política, la UNASUR, sostenida por
da de poder medido en términos de un programa de integración en infra-
acumulación de capacidades militares, estructura, que sería la IIRSA36. Lula se
apunta a una estrategia fundamentada ha preocupado permanentemente por
en un «multilateralismo de la recipro- asegurar el futuro de la UNASUR, una
cidad» (Cervo y Bueno, 2008). Esta de las mayores apuestas de Brasilia en
concepción deja entrever que Brasil política exterior37.
35
Gustavo Masera denomina esta conjun- 36
Cfr. M. (2006) y O. (2006).
ción de ideas «neogrocianismo ampliado»; 37
Según lo señaló <www.lanación.com>, el
cfr. MASERA (2010). 29 de agosto.

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Raúl Bernal Meza • El pensamiento internacionalista...

Sin embargo, las reacciones nega- El pragmatismo de la política ex-


tivas que tanto el gobierno brasileño terior realista de Lula ha llevado a la
como sus empresas internacionalizadas paradoja de que los países desarrolla-
encontraron en la mayoría de los países dos hayan conferido a Lula el título de
sudamericanos debido a la aplicación «estadista global» (en el Foro Econó-
en estos de políticas nacionalistas y mico Mundial, Davos, enero de 2010),
reactivas contra el libre mercado vincu- mientras, simultáneamente, su país es la
lado a la apertura unilateral propia del sede y ejerce el liderazgo del Foro Social
período neoliberal anterior, llevarían Mundial, que representa justamente
al convencimiento de que el escenario el ejemplo contestatario del orden
sudamericano era ahora muy complejo económico mundial representado por
para las estrategias políticas brasileñas Davos. Una contradicción que muchos
frente a lo cual la diplomacia brasileña sectores sociopolíticos sudamericanos
comenzaría el retorno hacia América no comprenden.
Central, México y el Caribe. El instrumento para el nuevo destino
Lula utilizó el multilateralismo e inserción global del Brasil es ahora
internacional como instrumento para el «Estado logístico». Este paradigma,
moderar el poder de la única superpo- en palabras de Amado Cervo, «no
tencia y también como camino para asiste pasivamente a las fuerzas del
un reconocimiento global a los nuevos mercado y del poder hegemónico»,
polos de poder emergentes, entre los sino que implica un conjunto integral
cuales se encuentra Brasil. de políticas públicas en los ámbitos
La convergencia de intereses de la científico-tecnológicos, industriales,
política exterior de Lula con áreas de comerciales, educativos, así como en
países desarrollados, en particular la el plano externo. Implica una coordi-
Unión Europea y algunos de sus prin- nación del desarrollo interno y de la
cipales miembros, les ha permitido, en actuación internacional basada en una
conjunto, fortalecer el multilateralismo. estrategia-país y en una amplia visión
Esta convergencia se ha sostenido en de los escenarios internacionales, y del
que ambos segmentos de este mundo rol de Brasil en ellos. Es así que Brasil
global comparten la misma visión busca su lugar en el escenario del siglo
«multipolarista y multilateralista» que XXI a partir de su participación activa
ha sido la base para la creación del en el diseño y administración del orden
G20 (en sustitución del viejo G7), el mundial.
fortalecimiento de la estructura de las Sin embargo, los grandes objetivos
Naciones Unidas, el salvataje de las ne- globales del Brasil le presentarán enor-
gociaciones multilaterales de comercio mes desafíos. Entre ellos, formar parte
(Doha) y de la Cumbre de Copenhague de los BRIC —el contrapoder que aspira
sobre cambio climático (2009). a asumir parte del nuevo management
internacional— como única potencia

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Estudios Internacionales 167 (2010) • Universidad de Chile

no nuclear del grupo. Al respecto, ya tanto cuestión de tiempo que sus socios
existen debates internos entre aquellos sudamericanos —y particularmente la
que consideran necesario mantener a Argentina— perciban que los intereses
un Brasil libre de armas nucleares y de su gran vecino ya no son coinciden-
aquellos más cercanos a las posiciones tes con los de ellos.
duras del realismo, que piensan que no La última reflexión tiene que ver con
puede haber rango de potencia mundial la lectura desde la cual hemos abordado
sin desarrollo nuclear estratégico. De el texto. Obviamente, la visión ha sido
aceptarse esta última posición, Brasil Estado-céntrica, porque esa es la que los
debería no solo renunciar al Tratado de formuladores de decisión, sus élites y
Tlatelolco, sino también a los Acuerdos grupos de poder brasileños han impues-
«Compromiso» de Mendoza de 1991, to predominantemente a las lógicas de
de prohibición de armas químicas y la política exterior y la perspectiva con
bacteriológicas, firmados entre Brasil, la cual observan la política mundial. Al
Argentina y Chile, lo que daría, lógica y incorporar la crítica sobre las debilida-
naturalmente, justificación a la Argenti- des que enfrenta en Brasil el esfuerzo
na para retomar la senda del desarrollo por democratizar la formulación de la
nuclear militar-estratégico. Una disputa política exterior; donde la participación
que acabaría definitivamente con los de otros actores sociales que puedan ex-
proyectos de integración y cooperación presar sus intereses en dicha política es
sudamericana, que tienen como base la limitada justamente por la misma visión
relación cordial y de entente entre Brasil realista, ponemos también de relevancia
y Argentina. que las desigualdades sociales internas
Brasil comienza a abandonar la po- condicionan a futuro las perspectivas
sición unificada del MERCOSUR respecto y opciones del `país por convertirse
de un acuerdo de libre comercio con la en líder regional y global, a pesar del
Unión Europea. Ese viejo propósito, fir- enorme crecimiento económico y de su
mado en Madrid en 1995, ya no forma progreso en el camino de transformarse
parte de los intereses brasileños, porque en una potencia mundial; con un au-
sus formuladores de política consideran mento significativa de su relevancia e
que ahora coartaría las posibilidades influencia internacional. Como señaló
nacionales de inserción en la economía un especialista sobre este país, «aun-
mundial y en los acuerdos regionales y que la economía brasileña es grande y
multilaterales de comercio38. Será por vibrante, la distribución del ingreso en
38
Dice A. Cervo al respecto: «Al proyecto
brasileño le repugna la integración hemis- tran a fondo en el ordenamiento interno
férica (ALCA), los tratados bilaterales de y en la inserción internacional, de manera
libre comercio e incluso el acuerdo Mer- que comprometen la vocación industrial
cosur-Unión Europea para la creación de del país, bien supremo de la representación
un área de libre comercio. En la óptica política y del interés nacional»
brasileña, todas estas posibilidades pene- (CERVO,2009a:85).

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Raúl Bernal Meza • El pensamiento internacionalista...

el país está entre las peores del mundo. Bayne, Nicholas y Stephen Woolcock, (ed.),
Los frutos de esa gran economía no han The New Economic Diplomacy. Decision-
Making and Negotiation in International
sido distribuidos ni se han expandido Economic Relations, Aldershot, Ashgate
hacia abajo /…/ Es difícil imaginar que Publishing Limited.
un Estado-nación que fracasa en abor- Bernal-Meza, Raúl (1994), América Latina
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