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Como Afecta El Alcohol Y Drogas A Nuestro Cuerpo,

Cuando Conducimos
Conducir bajo el efecto de las drogas significa
conducir un vehículo cuando las capacidades
del conductor se encuentran disminuidas por
los efectos embriagadores causados por el
consumo reciente de drogas. Esto hace que
sea peligroso conducir un automóvil, tal como
ocurre cuando se conduce después de haber
bebido alcohol. Conducir drogado pone en
grave riesgo al conductor, los pasajeros y las demás personas que comparten la
carretera.
¿Por qué es peligroso conducir bajo el efecto de las drogas?
Los efectos que cada droga tiene sobre la capacidad para conducir son diferentes
y dependen de la manera en que la droga actúa en el cerebro. Por ejemplo, la
marihuana puede disminuir la coordinación, el tiempo de reacción y la capacidad
para evaluar tiempo y distancia. Los conductores que han consumido cocaína o
metanfetamina pueden conducir en forma agresiva o imprudente. Ciertos tipos de
medicamentos recetados —incluidos los opioides y las benzodiacepinas— pueden
causar mareos y aletargamiento y disminuir el funcionamiento de las capacidades
cognitivas (capacidad de juicio y capacidad de pensar). Todas estas deficiencias
pueden causar accidentes de tránsito.
Los estudios de investigación han demostrado que la marihuana tiene efectos
negativos en los conductores, entre ellos poca velocidad de reacción, un mayor
zigzagueo entre carriles y falta de atención en la carretera. La combinación de
alcohol con marihuana hace que la capacidad del conductor disminuya aún más y
se aparte de su carril con mayor frecuencia. Algunos estudios indican que los
opioides pueden causar aletargamiento o somnolencia y disminuir la capacidad de
juicio y la habilidad para pensar. Otros estudios revelaron que conducir bajo el
efecto de opioides puede duplicar las probabilidades de sufrir un accidente.
Es difícil determinar la forma en que cada droga afecta la conducción de un vehículo
porque las personas tienden a mezclar varias sustancias, entre ellas el alcohol. Pero
sí sabemos que incluso pequeñas
cantidades de algunas drogas pueden
tener un efecto cuantificable. En
consecuencia, algunos estados tienen
leyes de "tolerancia cero" para la
conducción bajo el efecto de drogas. Esto
significa que una persona puede enfrentar
cargos legales por DUI (driving under the
influence) si se encuentra cualquier cantidad de droga en su sangre u orina. Muchos
estados están esperando que las investigaciones definan mejor cuáles son los
niveles de droga en la sangre que indican que una persona tiene capacidades
reducidas para conducir —tal como se hace con el alcohol— antes de promulgar
leyes al respecto.
¿Cuántas personas toman drogas y conducen?
Según la Encuesta Nacional sobre
Consumo de Drogas y la Salud de 2017
(NSDUH, National Survey on Drug Use and
Health), 21.4 millones de personas de 16
años o más condujeron bajo el efecto del
alcohol el año anterior a la encuesta, y 12.8
millones condujeron bajo el efecto de drogas
ilegales.
La encuesta también indicó que los hombres son más propensos que las mujeres a
conducir bajo el efecto de drogas o alcohol. El porcentaje de personas que
conducen después de consumir drogas o alcohol es mayor entre los adultos de 21
a 25 que entre los adultos jóvenes de 16 a 20 años y entre los adultos de 26 años
o más.
Se calcula que 1 de cada 20 adultos, es decir, alrededor de 250 millones de
personas de entre 15 y 64 años, consumieron por lo menos una droga en 2014.
Aunque considerable, esa cifra −que equivale aproximadamente a la suma de la
población de Alemania, Francia, Italia y el Reino Unido− no parece haber
aumentado en los últimos cuatro años de manera proporcional a la población
mundial. Sin embargo, dado que se calcula que más de 29 millones de personas
que consumen drogas sufren trastornos relacionados con ellas, y que 12 millones
de esas personas son consumidores de drogas por inyección, de los cuales el 14%
viven con el VIH, el impacto del consumo de drogas en lo que respecta a sus
consecuencias para la salud sigue siendo devastador.
¿Cuáles son las drogas que se encuentran en
las personas que conducen drogadas?
Después del alcohol, la marihuana es la droga que
se encuentra con mayor frecuencia en la sangre de
conductores que han sufrido un accidente. Las
pruebas que se usan para detectar la marihuana
miden los niveles de delta-9-tetrahidrocannabinol
—THC, el ingrediente en la marihuana que altera la mente— en la sangre del
conductor. Pero el rol de la marihuana en los accidentes con frecuencia es incierto.
El THC se puede detectar en los líquidos corporales días y hasta semanas después
de su consumo, y a menudo se combina con alcohol. El riesgo de un accidente de
auto asociado con la combinación de marihuana con alcohol, cocaína o
benzodiacepinas parece ser mayor que el riesgo de cada droga por separado.
Varios estudios han demostrado que los conductores con THC en la sangre tenían
aproximadamente el doble de probabilidades de causar un accidente fatal o morir
en un accidente de auto que quienes no habían consumido drogas ni alcohol. Sin
embargo, después de controlar los datos según la presencia de alcohol y la edad,
el sexo y la raza del conductor, un amplio estudio de la NHTSA no halló ningún
aumento significativo en el riesgo de accidentes atribuible a la marihuana. Es
necesario realizar más investigaciones en esta área.
Junto con la marihuana, los medicamentos recetados también están comúnmente
asociados con accidentes causados por conductores drogados. En 2016, el 19.7 %
de los conductores que condujeron un vehiculo bajo el efecto de drogas arrojaron
resultado positivo para la presencia de algún tipo de opioide en las pruebas de
detección.
¿Con qué frecuencia ocurren accidentes debido a que el conductor está drogado?
Es difícil medir cuántos accidentes se producen a causa de un conductor drogado.
Esto se debe a que:
 todavía no existe una buena prueba que permita medir en la carretera los
niveles de drogas en el organismo del conductor;
 algunas drogas pueden permanecer en el organismo durante días o semanas
después del consumo, lo que hace difícil determinar en qué momento se
realizó el consumo y, por lo tanto, cómo y en qué medida el consumo
disminuyó la capacidad de conducir;
 por lo general, si el conductor presenta un nivel ilegal de alcohol en la sangre,
la policía no busca la presencia de drogas en el organismo porque ya tiene
suficientes pruebas para presentar un cargo por DUI;
 muchos conductores que causan accidentes tienen drogas y alcohol en el
organismo, o tienen más de una droga, lo que hace difícil determinar qué
sustancia ha tenido mayor efecto.
Sin embargo, según la Governors Highway Safety Association, el 43.6 % de los
conductores que fallecieron en 2016 arrojaron resultados positivos de drogas; más
de la mitad de esos conductores tenían dos o más drogas en el organismo.
¿Qué grupos de la población son los más afectados por la conducción bajo el
efecto de drogas?
Los grupos más afectados son los adolescentes y los adultos mayores. Los
adolescentes tienen menos experiencia y son más propensos que otros
conductores a subestimar o no reconocer las
situaciones de peligro. También es más probable
que conduzcan a velocidad excesiva y
mantengan menos distancia con los otros
vehículos. Cuando la falta de experiencia para
conducir se combina con el consumo de drogas,
los resultados pueden ser trágicos. Los
accidentes de auto son la principal causa de
muerte entre los jóvenes de 16 a 19 años.
Una encuesta de estudiantes universitarios que tenían acceso a un automóvil reveló
que uno de cada seis había conducido bajo los efectos de alguna droga (distinta del
alcohol) al menos una vez el año anterior a la encuesta. La marihuana fue la droga
más común, seguida por la cocaína y los analgésicos recetados.
El deterioro mental en los adultos mayores puede llevar a que tomen medicamentos
recetados con mayor o menor frecuencia de lo necesario o en la cantidad incorrecta.
También es posible que los adultos mayores no metabolicen el medicamento con
tanta rapidez como las personas más jóvenes. Estos factores pueden causar un
embriagamiento involuntario mientras conducen un vehículo.
Efectos de las drogas de consumo habitual en la conducción de vehículos
Marihuana: afecta las habilidades psicomotrices y las funciones cognitivas que son
esenciales para conducir, entre ellas el estado de alerta, la percepción de tiempo y
distancia, el tiempo de reacción, el nivel de aletargamiento, la atención dividida, la
capacidad de permanecer en un mismo carril, la coordinación y el equilibrio.
Opioides: pueden causar aletargamiento o somnolencia y reducir la función
cognitiva.
Alcohol: puede reducir la coordinación, la concentración, la capacidad de seguir
objetos en movimiento y la respuesta a situaciones de emergencia; también puede
crear dificultad para mantener la dirección y no salirse del carril de circulación,
además de causar aletargamiento o somnolencia.
Metabolismo Del Alcohol Y Su Influencia En La Conducción
El alcohol etílico se distribuye de forma uniforme por todos los tejidos y fluidos del
organismo, excepto en la grasa. El hígado es el encargado fundamentalmente de
eliminar el alcohol. Pero el proceso de desintoxicación etílica es mucho más largo
que el de intoxicación. Así, por ejemplo, un varón sano de 70 kilogramos de peso
que haya rebasado el límite de 0,5 g/l de alcohol en sangre necesitará cerca de 5
horas para eliminar el alcohol en su totalidad, pues la velocidad de eliminación es
de 0,15 a 0,20 g/l por hora. Para 1,2 g/l, llevaría unas 8 horas eliminarlo totalmente.
Determinados consumos de alcohol, que en circunstancias normales podrían ser
catalogados como carentes de riesgo, pueden ser muy peligrosos en situaciones en
que la persona tenga que conducir, pilotar o manejar maquinaria. Las pócimas
“antirresaca” enmascaran peligrosamente los efectos, pero no los eliminan.
¿Qué medidas se pueden tomar para evitar que las personas conduzcan
drogadas?
Dado que al conducir drogado crece el riesgo
de accidentes, los expertos en salud pública
urgen a quienes consumen drogas y alcohol a
crear estrategias sociales que les impidan
conducir cuando estén bajo el efecto de las
drogas. Algunas de las medidas que se pueden
tomar son:
 ofrecerse a ser el conductor designado;
 hacer que el conductor designado tenga las llaves de todos los autos;
 ir y volver de fiestas donde haya drogas o alcohol en vehículos conducidos
por otros;
 hablar anticipadamente con los amigos sobre los riesgos de conducir bajo el
efecto de las drogas.
Puntos para recordar
 El consumo de drogas ilícitas o el uso indebido de drogas recetadas pueden
hacer que sea peligroso conducir un automóvil, tal como ocurre cuando se
conduce después de beber alcohol.
 En 2017, 21.4 millones de personas de 16 años o más condujeron bajo el
efecto del alcohol el año anterior a la encuesta, y 12.8 millones condujeron
bajo el efecto de drogas ilegales.
 Es difícil medir cuántos accidentes se producen a causa de un conductor
drogado, pero las estimaciones indican que casi el 44 % de los conductores
en accidentes fatales arrojaron resultados positivos en las pruebas de
detección de drogas.
 Conducir bajo los efectos de la marihuana, los opioides y el alcohol puede
tener un fuerte efecto en la conducción del vehículo.
 Las personas que consumen drogas y alcohol deben crear estrategias
sociales que les impidan conducir cuando están bajo el efecto de esas
sustancias.

Escuela normal de maestras para parvulos
Alfredo Carrillo Ramírez

Sucely Saraí Enríquez

Talleres (Alcoholismo, Autoestima)

Sexto Magisterio
Seccion “B”
Clave 16
LA AUTOESTIMA.
¿QUÉ ES LA AUTOESTIMA?
La autoestima es el conjunto de percepciones, imágenes,
pensamientos, juicios y afectos sobre nosotros mismos. Es
lo que yo pienso y siento sobre mí. La satisfacción de cada
uno respecto de sí mismo.

CARACTERÍSTICAS:

1. No es innata 3. Podemos modificarla


2. Se desarrolla a lo largo de la 4. Está influenciada por el
vida contexto

COMPONENTES

Cognitivo: La descripción que tiene cada uno de sí mismo en las diferentes


dimensiones de su vida. Incluye la opinión que se tiene de la propia personalidad y
conducta, así como las ideas, creencias, etc. sobre sí mismo.
"Lo que pienso" :
Afectivo: Es el resultado de la valoración que realizamos de la percepción de
nosotros mismos. Supone un juicio de valor sobre nuestras cualidades personales,
la respuesta afectiva ante la percepción de uno mismo.
"Lo que siento"
Conductual: Es el proceso final de la valoración anterior, que se plasma en la
decisión e intención de actuar. Lógicamente, nuestras acciones vendrán muy
determinadas por la opinión que tengamos de nosotros mismos.
“Lo que hago"
ÁREAS:
 Autoconcepto laboral: Abarca la concepción de uno mismo como trabajador,
formado a partir de todas sus experiencias, éxitos, fracasos, etc.
 Autoconcepto social: incluye sentimientos de uno mismo en cuanto a la
amistad, y es consecuencia de las relaciones sociales, de su habilidad para
solucionar problemas y de la adaptación y aceptación social.
 Autoconcepto personal y emocional: el equilibrio emocional, la aceptación de
sí mismo y la seguridad y confianza en sus posibilidades.
 Autoconcepto familiar: sentimientos como miembro de la familia.
 Autoconcepto global: es la valoración general de uno mismo y se basa en la
evaluación de todas las áreas.
La autovaloración que hacemos del propio comportamiento puede hacer referencia
a:
1. Las competencias de nuestro comportamiento, es decir, que uno perciba que
sabe hacer las cosas
2. Nuestra competencia y control sobre el medio para obtener buenos resultados.
3. La aceptación, afecto, cambios, éxito social. Que producimos cuando realizamos
una tarea, nos relacionamos con los demás...
4. En la familia, en el trabajo, en las relaciones, en las actividades…
5. Si tenemos una buena autoestima nos sentiremos capaces, valiosos y con
confianza.

LOS ENEMIGOS DE LA AUTOESTIMA


CREENCIAS Y VALORES
¿Por qué son tan poderosos las creencias y valores?
¿Cuál es la naturaleza de las creencias que hace que
los hombres estén tan a menudo dispuestos a entregar
su comodidad, seguridad e incluso su vida por no
sentirse culpables de obrar mal?

Se ha dicho que a lo largo de nuestra historia vital hemos aprendido un conjunto de


valores dañinos, irracionales, imposibles de llevar a la práctica. Si generamos
expectativas desmesuradas, si nos comparamos continuamente con otros, si nos
planteamos las cosas de la vida en términos rígidos y absolutos donde no existen
excepciones y matices siempre nos sentiremos frutados, e insignificantes .

Por ejemplo: Un cuidador podría torturarse continuamente con pensamientos del


tipo ¿por qué a mí, por qué me tiene que haber tocado a mí esta desgracia con lo
bien que viven los demás, hacen su vida , tiene sus aficiones y no tiene esta carga.
Muchas veces, evitaremos el reto que supone cumplir determinados objetivos
porque nos sentiremos demasiado inseguros y ansioso, otras veces nos
castigaremos por no cumplir el deber o ni siquiera intentarlo por considerar que
nuestra vida es insípida, que no hay nada importante en ella. Respondemos de una
manera más o menos estable ante determinadas situaciones con el fin de satisfacer
una necesidad.

Ejemplo: “Me hacen una crítica. Esto supone enfrentarme a lo que para mí es una
realidad, no soy válida porque no soy perfecta.”
Ante esto respondo: poniéndome tensa, reaccionando a la defensiva, atacando a la
persona que me hace una crítica, o puedo callarme porque realmente no sé qué
decir para derrotar a la evidencia de la realidad.

1. Todo esto tiene que ver con:


Las normas básicas de nuestra conducta: a veces
son inadecuadas o excesivas. Los errores y los
fracasos echan por tierra una norma fundamental
en nuestra vida y esto no podemos tolerarlo.
Ejemplo: “Debería ser perfecto, No puedo
equivocarme, Qué pensarán los demás...”
El control que hemos aprendido a ejercer sobre nuestra conducta. Cometer un error
supone castigarme con la crítica. Nunca supone reforzar un avance o destacar las
cosas positivas: no atendemos a las cosas positivas que tenemos. Ejemplo: “Otra
vez me he vuelto a equivocar, soy un negado, no valgo para nada..”

2. Las normas dependen de:

a. La cultura c. Las propias ideas.


b. El grupo social de d. Las situaciones
referencia.

Parte de las creencias que hemos adquirido de


nuestros padres están cargadas de compromiso,
honestidad, generosidad…

Otro grupo de creencias está generado por la


necesidad de sentir pertenencia y aprobación de los
amigos. Para asegurarse la aceptación de los
amigos, uno aprende a vivir de acuerdo con las
reglas y creencias que rigen áreas como la forma de
relacionarse con el otro sexo. La aprobación de los amigos depende a menudo de
sus disposiciones a aceptar las creencias del grupo. Hay otra tercera fuerza que
ayuda a configurar sus creencias. Es la necesidad de bienestar emocional y físico.
Se trata de la necesidad de autoestima, la necesidad de protegerse de las
emociones dolorosas como el daño o la pérdida...

Un ejemplo. “Es el de una mujer que cree en el compromiso pleno a todas las tareas
y odia le menor signo de pereza. Trabaja muchas horas intentando cumplir citas
imposibles. Pero su regla de trabajo intenso ésta protegiendo en realidad su frágil
autoestima. Su necesidad de considerarse competente y de sentirse útil.

LOS “DEBERÍAS”
- Debería ser el perfecto amante, amigo, padre, cónyuge...
- Debería ser capaz de encontrar una rápida solución a cualquier problema.
- No debería ser capaz de sentirme dolido. Siempre debería estar feliz y sereno.
- Debería ser totalmente competente.
- Debería saber, comprender y preverlo todo.
- Siempre debería estar ocupado descansar es perder el tiempo.
- Nunca debería sentir emociones como celos, ira, angustia...
- Nunca debería de cometer errores.
- Debería de proteger a mis hijos de toda pena.
La tiranía de los deberes
Es la naturaleza absoluta del bien y el mal. Si uno no vive de acuerdo con sus
deberes, debe considerarse malvado e indigno. Esta es la razón por la que la gente
se tortura con los sentimientos de culpa, ésta es la razón por la que la gente se
siente paralizada cuando se ve forzada a elegir entre unas reglas y un deseo.

Ejemplo: La crítica de una cuidadora de con una hija con discapacidad . Su crítica
utilizaba los deberes contradictorios para mantenerla en conflicto permanente. Por
una parte es pintora y goza de una buena reputación. Por una parte, la crítica le dice
que debe de dedicar todo su tiempo a su hija. Por otro, la crítica le exige que dedique
algunas horas a pintar, no con la misma dedicación que antes, pero sí, dedicar
algunas horas a la semana.

Los deberes lesionan su autoestima de dos maneras.

- La regla de dar todo por mí hija.


- Por otra, cuando pasa el tiempo y no había dedicado ningún tiempo a pintar, se
criticaba por no ponerse delante de un lienzo, despreciando su talento

LA VALÍA

Se basa en criterios culturales y personales por lo que varía en función del momento
histórico, del contexto en que nos encontremos y las características de cada
persona.

Por ejemplo: Algo valioso para una familia puede ser que los hijos continúen la
tradición familiar y estudien lo mismo que el padre.
Tenemos que partir de la idea de que nadie vale más que nadie. Todos nos hemos
sentido valiosos en alguna situación aunque esta haya sido pequeña aunque haga
mucho tiempo que se realizó.

Por ejemplo: Un cuidador muy exigente que busca la perfección en todo lo que
realiza se siente valioso si realiza una labor de cuidados perfecta si comete errores
se castiga por ello. La baja estima ataca aquello que más valoramos. Si valoramos
la inteligencia, la baja estima pondrá en tela de juicio nuestra capacidad intelectual,
si apreciamos la belleza no podremos mirarnos al espejo sin ver nuestras
imperfecciones…
Sin autoestima los refuerzos que recibimos de los demás pierden fuerza porque no
encuentran en nuestro interior “la caja de resonancia” Es frecuente, que las
personas con baja autoestima estén rodeadas de gente que las valora
positivamente pero esto no les sirve.
Por ejemplo: Aquellas persona que rechazan los halagos es porque esconden un
cierto miedo a “despertar la caja de la vanidad que todos tenemos”.

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