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NOMBRE
JONATHAN GUALAVISI
ASIGNATURA
PSICOLOGIA APLICADA A LA CONDUCCION
PARALELO
E1
FECHA
28
Como afecta el alcohol en la conducción
El alcohol altera la capacidad de conducir cualquier vehículo, ya que limita la percepción visual,
el tiempo de reacción y la coordinación motriz, así altera la capacidad para juzgar la velocidad, la
distancia y la situación relativa del vehículo.
Por otra parte, y aunque no se conduzca, un consumo elevado de alcohol en la medida que
distorsiona la percepción de la realidad, puede provocar que una persona:
Conducir un vehículo con una tasa de alcoholemia superior a 0,5 g/l triplica el riesgo de sufrir o
provocar un accidente.
De hecho, la primera causa de muerte entre las personas jóvenes en los países desarrollados –en
la mayoría de casos asociada al consumo de alcohol– son los accidentes de tráfico.
A los riesgos de sufrir un accidente se les debe añadir los problemas administrativos y penales
por incumplimiento de la ley.
La cantidad permitida disminuye a 0,3 g/l (límite en sangre) o su equivalencia 0,15 mg/l (límite
en aire expirado) si se trata de un conductor o conductora novel –que hace menos de dos años que
tiene el permiso de conducir.
Fumar, además de ser perjudicial para la salud, afecta negativamente a la conducción, y es que al
contrario de lo que se pueda pensar, sobre todo los fumadores, fumar provoca distracciones al
volante.
Acciones tan típicas o comunes, aparentemente inofensivas, como buscar el paquete de tabaco,
sacar un cigarrillo y encenderlo inutiliza una de las manos momentáneamente, por lo que tus
capacidades se ven afectadas durante lo que dura el proceso, aunque sean pocos segundos, nunca
se sabe cuándo pueden hacer falta el 100% de las habilidades.
Otro de los hechos imprudentes relacionados con la práctica de fumar al volante está relacionado
con la producción y peligro de incendio en el caso de arrojar por la ventanilla del vehículo una
colilla encendida en la vía o sus alrededores.
TIPOS DE BEBEDORES
Este tipo de bebedor realiza un consumo exagerado y excesivo con el objetivo de mitigar los
efectos de una enfermedad mental o médica, en estos bebedores no hay una verdadera
dependencia, con lo que en realidad esta clasificación no entraría dentro del concepto de
alcoholismo.
En este tipo de bebedores no existe tampoco una verdadera dependencia alcohólica, se ven
incluidos en esta clasificación los bebedores sociales, que consumen excesivamente cosa que les
puede provocar una lesión somática.
Este tipo de individuos presentan una verdadera adicción, manifestando una clara pérdida de
control ante la bebida, desmesurado por acceder a ella, tolerancia al alcohol y adaptación a sus
metabolitos, dentro de este grupo se encontrarían los sujetos alcohólicos crónicos.
Los sujetos incluidos en esta categoría presentan también una adicción al alcohol, presentando
incapacidad para mantener la abstinencia pero sin presentar una pérdida de control ante la bebida,
dicho de otro modo, necesitan beber de forma asidua, pero sin llegar a estar ebrio.
5. Alcoholismo tipo Épsilon
El llamado alcoholismo periódico se da en los sujetos que presentan pérdida de control ante la
bebida y problemas conductuales, pero consumiendo de forma esporádica, pasando largos
periodos entre toma y toma.
Genera efectos sobre la coordinación y la atención, y aumenta el tiempo que una persona
tarda en decidir qué debe hacer o cuándo actuar.