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UNIVERSIDAD TÉCINA DE AMBATO

FACULTAD DE CIENCIA DE LA SALUD


CARREA DE MEDICINA
CÁTEDRA DE SEMIOLOGÍA II

DOCENTE:

DR. GALO VINUEZA

ESTUDIANTES:

SOLÍS MIRANDA ISAMAR JAZMIN

TERÁN ESCOBAR CRISTINA MAITE

FECHA:

14 DE MAYO 2019

CURSO:

SEXTO “B”
Síndrome Piramidal

Se denomina síndrome piramidal o simplemente piramidalismo, al ocasionado por toda


lesión que afecte el haz piramidal en cualquier punto de su recorrido.

Comúnmente a este síndrome se lo llama “síndrome de la motoneurona superior o de la


primera neurona”, aunque esta denominación no es correcta, ya que se incluirían en ella
no solo al haz piramidal, que efectivamente atraviesan la pirámide bulbar, sino también
a los haces rubroespinal, reticuloespinal, vestibuloespinal y tectoespinal, que no
atraviesan la pirámide bulbar (extrapiramidales).

Etiología

Causas orgánicas más frecuentes

 Congénitas

Hemiplejias cerebrales infantiles que determinan un menor desarrollo muscular

 Adquiridas

a) Traumatismos de cráneo

 Lesiones vasculares
- Hemorragias por ruptura arterial: hipertensión arterial, arterioescrerosis,
aneurismas cerebrales.

- Isquemias: trombosis, embolias, espasmo arterial, vasculitis

 Lesiones compresivas

- Tumores benignos o malignos primarios o secundarios del neuroeje

- Granulomas o quistes del sistema nervioso central

- Meningoencefalitis difusas

Manifestaciones clínicas

Trastornos neurológicos

1) De la motilidad voluntaria Parálisis

Paresias

2) Del tono muscular Hipotonía

Hipertonía (especialmente)

3) De la motilidad refleja: Hiperreflexia profunda u profundos,


superficiales, anormales osteotendinosa

Arreflexia superficial o
cutaneomucosa

Aparición de reflejos patológicos

4) De la motilidad involuntaria o Clonus

Asociada Sincinesias
Signos clínicos de la afectación del síndrome piramidal.

Signos Negativos Signos Positivos


- Debilidad o paresia - Espasticidad
- Arreflexia superficial o - Hiperreflexia osteotendinosa
cutaneomuscular profunda
- Perdida de la destreza - Clonus, sincinesias
- Atrofia leve por desuso - Signo de babinski

Según el sitio de lesión, los trastornos de la motilidad pueden ocasionar:

- Hemiplejía o Hemiparesia

- Paraplejía o Paraparesia

- Cuadriplejía o Cuadriparesia

- Monoplejía o Monoparesia

Hemiplejía y Hemiparesia

Hemiplejía o Hemiparesia consisten en la pérdida de la motilidad voluntaria, total o


parcial respectivamente, en una mitad del cuerpo. Se designa como hemiplejía o
Hemiparesia derecha o izquierda según el lado de la parálisis.

En su forma completa el trastorno motor comprende el territorio facial, miembro


superior y el miembro inferior del lado afectado, por lo que se llama
faciobraquiocrural. En ocasiones, el compromiso de la motilidad puede predominar a
nivel de un territorio sobre los otros, por lo común el miembro superior o inferior,
llamando así a un compromiso motriz de predominio braquial o crural.

La hemiplejía puede instalarse de manera súbita o gradual. En el primer caso puede


estar acompañada por coma, se produce el “ictus apoplético” (perdida de conciencia
por lesión cerebral). Si el inicio es gradual el cuadro es precedido por pródromos tales
como mareos, vértigo, cefalea, parestesias, trastornos del sueño o cambios de
conducta.

La hemiplejía está asociada a tres cuadros de características semiológicas distintas:

1. Hemiplejía en el paciente en coma


2. Hemiplejía flácida

3. Hemiplejía espástica

Hemiplejía en el paciente en coma

Cabeza
- Facies asimétrica por mayor amplitud del lado paralizado, con elevación de la
mejilla en cada espiración. Signo del fumador de pipa
- Desviación de la cabeza y los ojos hacia el lado de la lesión (en sentido
contrario a la parálisis)
- Al aplastar con energía el borde posterior de la rama ascendente de la mandíbula
para comprimir el nervio facial, solo se contrae la musculatura de la mitad sana
de la cara, mientras que la otra mitad queda inmóvil (maniobra de Foix).
- Frecuente ausencia del reflejo corneopalpebral del lado de la parálisis. (signo de
Afilian)
- Miosis del lado paralizado debido a síndrome de Claude Bernard - Horner

Tronco
- Los reflejos cutaneoabdominales y cremasteriano están abolidos del lado de la
parálisis
Extremidades
- Puede faltar reflejos profundos u osteotendinosos
- Al explorar el reflejo cutáneo plantar puede obtenerse un signo de Babinski
bilateral
- Reflejos de automatismo medular pueden ser positivos
- Al elevar los miembros sobre el plano de la cama y dejarlos caer , lo hacen
más abruptamente los del lado paralizado

Hemiplejía flácida

- Hemiplejía faciobraquiocrural completa con hipotonía muscular o flacidez


- Hemicara paralizada con compromiso del facial inferior
- El paciente ocluye el ojo del lado paralizado con fuerza mucho menor que en
lado sano
- El paciente no puede abrir u ocluir el ojo del lado paralizado de manera aislada
(Signo de Revilliod)
- En el lado paralizado están abolidos los reflejos cutaneoabdominales y
osteotendinosos
- En el lado paralizado existe signo de Babinski
Hemiplejía espástica

De manera lenta y gradual, la hemiplejía flácida se transforma en hemiplejía espástica

- Hemiplejía del lado paralizado con hipertonía muscular que puede llegar a la
contractura
- Contractura muscular del lado de la parálisis con desviación de la hemicara
comprometida en sentido contrario al inicial
- Actitud de flexión del miembro superior a raíz de la contractura, con leve
flexión del brazo, flexión del antebrazo sobre el brazo con ligera pronación y
dedos flexionados sobre la palma, aprisionando el pulgar
- Parálisis predominante en músculos de la mano
- Marcha: marcha de Tood, en guadaña, marcha de segador o helicópoda, ya
que la pierna paralizada realiza un movimiento de circunducción alrededor de
la sana.
- Hiperreflexia profunda
- Arreflexia superficial
- Ausencia de reflejos cutaneoabdominales y cremasteriano
- Clonus de pie y de rótula
- Reflejos de automatismo medular pueden estar presentes
- Sincinesias
Hemiplejía Directa

Son aquellas en las que todas las áreas paralizadas se encuentran en la misma mitad del
cuerpo; lo habitual es que en este caso la lesión se halla en uno de los hemisferios
cerebrales, comprometiendo los territorios facial, braquial y crural del lado opuesto.

La localización de la lesión puede ser:

1. Cortical
2. Subcortical
3. Capsular
4. Talámica
5. Espinal
 Hemiplajía Cortical

La lesión afecta la corteza cerebral en el área motora, si el daño es focal, puede existir
solo monoplejía braquial o crural.

El cuadro puede ser precedido por epilepsia jacksoniana y asociarse con déficit
intelectual o, si la lesión es en el hemisferio dominante, con afasia motriz, apraxia,
aterognosia y agrafestesia. A veces se encuentra reflejo de presión forzada o plantar
tónico

 Hemiplajía Subcortical
La lesión está ubicada en el centro oval, antes de que la vía piramidal alcance la
cápsula interna y acompañada por monoplejía o monoparesia, pero sin convulsiones.

 Hemiplajía Capsular

Es la más frecuente, y en ella la lesión comprende la vía piramidal cuando esta se


halla reunida en un pequeño territorio a nivel de la rodilla y brazo posterior de la
capsula interna, por lo cual la parálisis contralateral es completa y el cuadro responde
a la descripción típica realizada.

 Hemiplajía Talámica o síndrome de Dejerine Rousy

La lesión se halla en el tálamo, la hemiplejia puede ser transitoria, pero en el lado


paralizado se observan también signos extra piramidales como corea o atetosis; hay
también hemitemblor o hemitaxia, y signos sensitivos-dolorosos intensos de tipo
central, que pueden abarcar la cara y los miembros, suele aumentar con las emociones
y está acompañado de hemianestesia superficial táctil y profunda, y hemianopsia
homónima si la lesión se extiende dorsalmente hacia el pulvinar.

 Hemiplajía Medular

Se trata de una posibilidad difícilmente observable durante la práctica, ya que


requeriría un daño puntual de la vía piramidal a nivel medular inmediatamente
después de la decusación de la vía motora, por lo tanto la lesión se va a presentar al
mismo lado de la lesión.

Hemiplejías Alternas

Son aquellas en las que existen áreas paralizadas en ambos hemicuerpos, la lesión que
se encuentra a cierta altura del tallo cerebral, caudal a la capsula interna, genera el
compromiso homolateral de las fibras, ya decusadas de uno o más nervios craneales
después de su núcleo de origen y, además, de la vía piramidal antes de su decusación
bulbar; por lo tanto, en estos casos existe parálisis periférica de uno o más nervios
craneales del lado de la lesión, con hemiplejía del lado opuesto. Se dividen según su
altura de la lesión en: pedunculares, protuberanciales y bulbares.

Paraplejia o Paraparesia:

Se trata del compromiso de la motilidad de dos regiones simétricas del cuerpo, y se


sobreentiende que se refiere a la de ambos miembros inferiores. Cuando el compromiso
es de los miembros superiores, se le denomina diplejía braquial. En este caso la lesión
de la primera neurona motora en algún punto de su trayecto medular es bilateral y la
parálisis se designa como paraplejía espástica.
La causa de la paraplejia son las enfermedades de la médula espinal o estructuras
vecinas, con compromiso medular secundario, muchas veces de tipo compresivo. Con
frecuencia se trata de lesiones medulares lentas producidas por tumores medulares,
meníngeos o vertebrales, mal de Pott o aracnoiditis crónica. También pueden ser causa
los traumatismos vertebrales o medulares.

Las enfermedades desmielinizantes, como la esclerosis múltiple o la siringomielia, y los


trastornos circulatorios que generan isquemia medular permanente o intermitente, como
la claudicación intermitente medular de Dejerine por espasmo de las arterias medulares.

Los signos de compromiso piramidal en el examen del paciente se hallaran a distinta


altura de la región el sitio de la lesión y por debajo de ella son:

-Paraplejía o Paraparesia

-Hipertonía que puede ser precedida por una fase de flacidez

-Actitud de miembros inferiores en extensión, muslos y rodillas juntos y apretados, con


masas musculares duras que oponen resistencia a movimientos pasivos

-Marcha de tipo paretoespástico, cuando esta es posible

-Piramidismo bilateral por debajo de la lesión con hiperreflexia profunda, abolición de


reflejos cutaneoabdominales, signo de Babinski y reflejos de automatismo medular
exagerados

-Alteraciones esfinterianas, como retención e incontinencia urinaria y constipación.


Cuadriplejia o Cuadriparesia:

Consiste en la afección motora de los cuatro miembros por lesión bilateral de la vía
piramidal a nivel cervical. Sus causas son iguales a las descritas para la paraplejía. En
este nivel, y habitualmente con una causa vascular, que puede observarse en el llamado
“síndrome de cautiverio” por infarto isquémico ventral de la protuberancia.

El síndrome de cautiverio consiste en cuadriplejia, con conservación de la consciencia,


diplejía facial, y parálisis de los pares craneales inferiores, situación en la que el
paciente solo conserva la movilidad de los parpados. A la exploración el paciente tiene
comprometida la motilidad en los cuatro miembros descritos en el punto anterior como
expresión del piramidalismo. Es probable que, por la altura de la lesión, que en un
cuadro de paraplejia se den, trastornos de la mecánica respiratoria por afección
muscular, que implican gravedad y obligan la evaluación de este aspecto.

Monoplejías o monoparesias:

Es el trastorno de la motilidad de un solo miembro que puede ser braquial o crural. Las
monoplejías cerebrales son raras y, como se ha mencionado, pueden corresponder a
hemiplejías directas corticales en las que, por lo circunscripto de la lesión sólo esté
afectado un solo miembro. Las monoplejías medulares por compromiso piramidal son
espásticas; un ejemplo de estas es la hemisección medular transversal o de Brown-
Sequard.
Exámenes Complementarios

Se utilizan para confirmar el diagnóstico topográfico de la lesión y su probable


etiología. Los más frecuentemente utilizados son:

La radiografía simple de cráneo o de columna que puede tener un valor orientador en las
patologías traumáticas.

La TAC y la RMN y con mayor redito diagnóstico para la mayor parte de las
enfermedades causales en toda la extensión del neuroeje.

Las arteriografías contrastadas de los vasos cerebrales, indicadas ante la sospecha de


patología vascular, sobre todo para decidir en neurocirugía entre otras.

Los exámenes del líquido cerebroespinal, deben de efectuarse ante la presunción de


procesos infecciosos o inflamatorios a nivel meningoencefálico.

Los exámenes eléctricos. Como el electroencefalograma o el estudio de potenciales


evocados, que sirven para explorar enfermedades vinculadas con trastornos convulsivos
o afecciones difusas del sistema nervioso.

Las biopsias del tejido cerebral pueden ser necesarias, sobre todo en pacientes en
quienes los demás métodos no arrojen resultados concluyentes y se hace imprescindible
la confirmación etiológica del proceso.
BIBLIOGRAFÍA:
ARGENTE, H., ÁLVAREZ, M. (2013). SEMIOLOGÍA MÉDICA,
FISIOPATOLOGÍA, SEMIOTECNIA Y PROPÉDEUTICA: Enseñanza-Aprendizaje
centrada en la persona. Segunda Edición. Editorial Médica Panamericana. Buenos
Aires-Argentina.

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