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DIFERNECIA QUE SE MANIFIESTA EN LAS CLASES SOCIALES GUATEMALTECAS

La estructura social guatemalteca se erige sobre una amplia base


integrada por la clase trabajadora (o clase baja, como algunos la
identifican), en su mayoría pobre. En la cúspide se ubica una reducida
élite social y económica que posee y administra la mayoría de recursos
económicos. Entre ambos extremos se ubica una emergente clase media,
caracterizada por su dotación de capital humano.
Para aproximarse a construir la estructura social guatemalteca existen dos
enfoques metodológicos desde la sociología: estratificar conforme a algunos
criterios socioeconómicos y consultar a cada quien sobre su posición social o
autoadscripción de clase, este último muy debatido en círculos académicos,
pero utilizado en la práctica.
Con base en el primer enfoque y los primeros datos de la Encuesta Nacional
de Condiciones de Vida 2011 se puede elaborar un bosquejo de la
estratificación social guatemalteca. Para el efecto se utilizan las variables
ingreso y ocupación laboral. Ambas son relevantes en la determinación del
modo y en las oportunidades de vida de las personas. En cuanto a la
ocupación, se divide a la población en propietaria y asalariada o no
propietaria. La segunda, a su vez, se clasifica según el tipo de trabajo y las
capacidades cognitivas que este requiera (trabajador manual y no manual,
calificado y no calificado). Utilizando una muestra de 5 329 personas adultas,
se estima que el 9% de la población pertenece a la clase alta (propietarios y
trabajadores directivos); el 30%, a la clase media, consistente en profesionales
y técnicos; y el 61%, a la clase trabajadora o clase baja, integrada por
agricultores, trabajadores de la construcción, vendedores ambulantes y
trabajadores de servicios, entre otros. La clase alta tenía en 2011 ingresos
mayores de Q12 000 al mes. La clase media percibía ingresos entre Q2 000 y
menos de Q12 000 mensuales. La clase trabajadora o baja devengaba menos
de Q2 000 al mes.
Conforme a la autoadscripción de clase (imaginario social), según datos de la
encuesta Latinobarómetro de 2011 realizada a 562 guatemaltecos adultos, el
6% de los entrevistados se ubicaron a sí mismos en las clases alta y media
alta; el 32%, en la clase media; el 26%, en la clase media baja; y el 36%, en la
clase baja. En este último caso, la mayoría de las personas trabajaban como
agricultores y vendedores ambulantes, con educación primaria no concluida.
En el caso de la clase media, se trataba de personas que trabajaban como
profesionales o propietarios de negocios, en su mayoría con diploma de nivel
medio y estudios universitarios.
En Guatemala, ya sea que se estratifique o se les pregunte a las personas, se
obtiene una estructura social de forma piramidal pronunciada, distinta a la de
forma romboidal, con una amplia clase media, que caracteriza a las sociedades
con mayor desarrollo. Solo el 32% se consideran miembros de esta clase.

CLASE SOCIAL PREDOMINANTE EN GUATEMALA

En el artículo “Estratificación y movilidad social en Guatemala”,


Guillermo Díaz, doctor en sociología e investigador del Instituto de
Investigaciones Económicas (IDIES) de la Universidad Rafael
Landívar, señala que la estructura social del país se erige sobre una
amplia base constituida por la clase trabajadora y está aún lejos de
tener una clase media amplia que caracteriza a las sociedades más
avanzadas.

El trabajo de Díaz, forma parte junto a otros nueve artículos que tratan
distintas realidades económicas y sociales de la región, elaborados por
destacados expertos, que integran la edición 107 de la Revista CEPAL
(Comisión Económica para América Latina y el Caribe), principal
publicación académica de este organismo regional de las Naciones
Unidas.

“Se trata de un esfuerzo por dibujar la pirámide social guatemalteca


donde, más que clases, se esbozan estratos sobre la base de datos de
ocupación laboral. El análisis estadístico de la información proveniente
de una encuesta sobre las condiciones de vida aporta antecedentes
acerca del tema de la movilidad social, a fin de ilustrar la movilidad
educacional y ocupacional en el país”, se lee en resumen introductorio
del documento.

Jerarquización social
En su trabajo, Díaz estima que a élite social del país, conformada por la
clase dominante, es reducida y constituye solo un 5% de la población.
La fracción de clase “patrones”, que comprende a quienes emplean a
uno o más trabajadores, es mayoritaria en la clase dominante,
representando un 3.1% del total de la población.

La fracción de clase “directivos”, integrada por administradores,


gerentes y personal directivo en empresas privadas e instituciones
públicas, representa un 1.8% de la sociedad guatemalteca, mientras
que la clase media es incipiente en el país y representa solo un 9.2%, lo
que indica que casi 1 de cada 10 guatemaltecos es miembro de esta
clase social, la que se compone prácticamente en igual proporción de
profesionales universitarios, tanto independientes como asalariados,
técnicos y personal de oficina con educación media.

La clase trabajadora, llamada clase baja en el enfoque funcionalista,


constituye la amplia base de la pirámide social guatemalteca, que
comprende poco más de cuatro quintas partes de la población, es decir
el 85.9%.

La fracción de clase “trabajadores calificados” es minoritaria en la


conformación de la clase trabajadora y representa la cuarta parte de
ella, lo que equivale al 19.3% de la población. Este bloque social está
integrado en su mayoría por artesanos y obreros con algún grado de
calificación.

La fracción de clase “trabajadores no calificados” corresponde a la gran


mayoría de la población un (66.5%) y representa a seis de cada 10
guatemaltecos. “Al respecto, conviene indicar que la mitad de la
población del país vive en condiciones de pobreza, según datos de la
Encuesta Nacional de Vida 2006, del Instituto Nacional de Estadística”,
se explica en el documento.
Relación entre educación y ocupación
Otro hallazgo de Días es que en Guatemala la educación de los hijos
está determinada en un considerable porcentaje por la educación de los
padres, existiendo baja movilidad educativa.

Los hombres presentan mayor movilidad educativa que las mujeres.


De igual manera, la movilidad educativa del grupo étnico no indígena
es mayor que la del indígena.

La probabilidad de un hijo hombre de padres sin educación de realizar


estudios universitarios es baja. Un hijo hombre de padres con
educación primaria tiene ocho veces más probabilidades de estudiar
en la universidad que un hijo de padres sin educación.

La movilidad ocupacional en Guatemala es escasa. Las mujeres tienen


mayor movilidad ocupacional que los hombres, lo mismo puede
decirse del grupo étnico indígena con respecto al no indígena, así como
de las personas menores de 41 años en relación con las mayores de esa
edad.

El análisis de incidencia indica que la educación y la ocupación de los


padres tienen un efecto relevante en la educación de los hijos, lo que
evidencia la herencia de capital cultural de padres a hijos. El efecto de
la educación en la ocupación es mayor en el caso del hijo que en el del
padre, lo que revela un importante cambio con respecto a la función de
la educación en la determinación de oportunidades de trabajo.

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