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Universidad de los Andes

Seminario politeísmo contemporáneo

Sergio Estiben Poveda Parra

Critica al estado-nación democrático como concepto derivado de un monoteísmo


representado teológicamente.

El presente ensayo explora una area de discusión que no se trató explícitamente en clase de
Politeísmo contemporáneo, me refiero a la equiparación de las fuerzas monoteístas y
politeístas en sistemas teológicos específicos y que finalmente se convierten en
manifestaciones gubernamentales, de ley o instituciones específicas. Primero, se estudiará
el paso de las fuerzas monoteístas y politeístas que se traducen en una forma específica de
teología. Con respecto a esta parte se resumirá la propuesta de Maurizio Bettini con
respecto al texto elogio del politeísmo (2014), evidenciando la traductibilidad de los dioses
como una razón contundente a favor del politeísmo (como forma no teológica de ordenas
las fuerzas de la antigüedad llamadas dioses). Segundo, se tratará la discusión del
politeísmo y el monoteísmo en relación a la teología, evidenciando que la teología nace
precisamente del monoteísmo, llegando así a la visión unificadora, racional y omnipotente
de ver el mundo que utiliza la ciencia y, por ende, al ser este el paradigma actual de
progreso, se ha impregnado otras ciencias como las sociales y las jurídicas. Para esto se
tratará el texto polytheism as Methodology de Edward Butler y otros textos. Tercero, se
expondrá la tesis de Carl Schmitt donde se evidencia que los conceptos de gubernamentales
y jurídicos son en su mayoría conceptos de corte teológico, además de exponer la
concepción del Estado como resultado (entidad) de los conceptos teológicos y en especial
la fuerza monoteísta del dios Judeo/Cristiano como representación de sus potencialidades
(omnipotencia etc.). a la vez se criticará la idea de estado nación, de la mano con el
concepto generalizado de democracia y como desde el politeísmo se puede criticar esta
única forma del Estado, contemplando la cultura y la forma de hacer política en otros países
no Occidentales, donde no es propio el concepto de monoteísmo, teología, estado nación y
democracia.

I. Una traductibilidad de los dioses como forma constitutiva de la cultura por


medio del lenguaje

El primer paso argumental que hemos planeado hacer es el de estudiar el paso del
politeísmo y el monoteísmo a una estructura teológica. Para esto usaremos el texto El
elogio del politeísmo, ya que en este Bettini hace una reflexión del lenguaje por medio del
cual los politeísmos de culturas antiguas desarrollaron la interpretatio como medio de
traducción y aprendizaje mutuos (entre diversas culturas aledañas). A la vez que contempla
la unicidad del dios judeo/cristiano en una especie de intercambio gramatical, dejando
abierta la posibilidad de discordia entre los distintos dioses monoteístas y politeístas.

Por una parte, se puede evidenciar un problema en la traductibilidad de carácter lingüístico


y cultural. Bettini encuentra una imposibilidad de traducción de los dioses politeístas, en el
caso de Jan Assmann en sus estudios de egiptología, y el monoteísmo, pues el dios único
monoteísta no puede ser remplazado en ningún tipo de politeísmo (Bettini, 2014, p.60). en
un contexto politeísta, dice Bettini que antiguamente las divinidades eran tan poco
singulares y únicas que se traducían como una especie de instituciones públicas, capaz de
integrar unas cualidades de la cultura a otra de una manera flexible entre las religiones
(2014, p. 63). La traductibilidad en este sentido juega un papel de ubicación en la
cosmogonía de una cultura a la otra, creando sistemas de intercambio de dioses de una
manera mediadora (Bettini, p. 64)

Con respecto al monoteísmo, Bettini dice que tienen criterios de verdad, unicidad,
autenticidad los cuales son propios de una forma única y absoluta de ver el fenómeno de los
dioses y de la religión. De esta manera el autor encuentra que el monoteísmo es intraducible
gracias a esta unicidad y absolutismo en su definición, una especie de “exclusión mosaica”
de su divinidad (Bettini, p. 66). De esta manera Bettini encuentra un problema lingüístico y
cultural desde el monoteísmo como sistema, a causa de su principio de unicidad. Ha
utilizado el concepto de “Dios” como nombre propio de un credo, cuando lingüísticamente
es el concepto genérico que se le da a un dios (Bettini, p. 72).

De esta manera Bettini critica el monoteísmo y explora el politeísmo como traductibilidad.


Recurre al concepto de interpretatio que designa la mediación interpretativa, es decir el
trabajo -acto desarrollado por un interprete en un acto de intercambio, de negociación y
compromiso. Es decir la tarea de negociación entre dos o mas culturas en el esfuerzo de
traducir sus dioses y a la vez comprometerse en la resolución de sus dificultades (Bettini,
2014, p. 78). El hecho de que las divinidades sean múltiples y de que cada cultura sea
autónoma en su construcción devocional genera una comprensión de todo el espectro, de
esta manera no habría una razón para luchar entre los designios de un dios frente a otro, a la
vez que cierta especie curiosidad y análisis del otro, genera una actitud reflexiva y abierta
(2014, p. 85)

En oposición, la tolerancia del monoteísmo es de otra naturaleza. Bettini dice que la


estructura que se genera a partir de monoteísmo, como ángeles demonios y otras deidades,
hace que se genere un tipo de politeísmo disfrazado (2014, p. 91). Pero el autor de da
cuenta de que hay diferencias más profundas. Por una parte, en el monoteísmo la categoría
de dios la abarca solo uno, en cambio en el politeísmo son varios los que hacen parte de
esta categoría. Por otra parte, dice que el monoteísmo atiende a la necesidad de dialogo
interreligioso por medio del concepto de tolerancia (2014, p. 95). por definición dice que la
tolerancia es en teoría y práctica una actitud de respeto frente a otras inclinaciones
religiosas, políticas éticas etc. Sin embargo, dice Bettini que la definición de tolerancia es
una cierta actitud de mantener paciencia y calma frente a la adversidad, es decir una actitud
de respeto pero no de aceptación, de cierta manera una actitud condenatoria. También, crea
una actitud de no compromiso, de soportar, en ultimas de ver a los otros como herejes
(2014, p. 96).

II. Visión teológica del monoteísmo como concepto de ciencia y progreso


actual de las ciencias sociales y jurídicas.

Ahora se abordará el paso del monoteísmo a la teología, de la cual se desprenderán


conceptos como teología y ciencia, teología y progreso y teología política. Dice Edgar
Weber en su ensayo interculturalidad y monoteísmo, que el monoteísmo se desarrollo en
oriente medio y que los distintos tipos de monoteísmo actual llegan a ser casi la tercera
parte de la tierra. Todas estas religiones; judaísmo, cristianismo y el islam tienen como base
el libro rebelado llamado la biblia, del cual se desprende la teología de estas religiones
(p.81). sin embargo, estos tres tipos de monoteísmo son excluyentes entre sí, a la vez que se
legitima un sistema por sobre los demás condenándolos; en este sentido surgen teologías
opuestas; la trinitaria cristiana, la de revelación y profética del islam y el judaísmo como
pueblo único y elegido por yavhe (p.89). De esta manera se ve como en general, la teología
tiende a principios únicos y excluyentes, siguiendo la naturaleza del monoteísmo.

Luego de abstraer el concepto de unicidad de la teología de los distintos monoteísmos,


ahora se trabajará sobre el concepto de teología y ciencia (progreso). Jhon Polkinghorne en
su texto ciencia y teología, una introducción, nos habla de una perspectiva distinta a como
se entiende la ciencia actual en la mayoría de los casos, como opuesta a la teología. Dice
que el concepto judeo cristiano e islámico del mundo como creación, fue el que permitió a
la ciencia florecerán la Europa del siglo XVII, pues esto supone que: primero; puesto que
dios es racional, el mundo debe presentar un orden. De aquí se deriva el principio de la
ciencia de crear un principio que se aplique a todos los casos en condiciones iguales (p.24).
segundo, los regímenes de la ciencia quedan cuestionados cuando aparecen nuevas
posibilidades de interpretación, por ejemplo, cuando surge una nueva teoría física que
deslegitima o pone en cuestión las teorías anteriores. De esta manera, en teología se
equipararía a un nuevo método de revisión de los principios teológicos, de interpretaciones
de los textos etc. (p.25) Tercero, el ambiente de ciencia crea un cierto tipo de sociedad en
su entorno que hablan el mismo lenguaje y crean sus propias normas de legitimidad, como
lo hacen los teólogos al crear concilios y decretos (p.26). el autor dice que, de la misma
manera como el mundo físico es el objeto de estudio de la ciencia, para la teología el objeto
de estudio es Dios. Sin embargo, aunque son dos naturalezas distintas, parecen
corresponder a principios abstractos y leyes objetivas, también a metodologías parecidas de
estos campos de estudio (p. 34)
De esta manera se ve como las ciencias naturales se han visto, de cierta manera,
influenciado de principios teológicos. Ahora veremos el mismo caso para las ciencias
sociales y jurídicas. Con respecto a esta visión cientificista en las ciencias sociales, M.J.
Mardones en su texto filosofía de las ciencias humanas y sociales, dice que varios autores
hasta Compte llegaron al concepto del positivismo científico y social, el cual se describiría
en los siguientes ítems: 1) el monismo metodológico, donde los objetos de estudio pueden
ser distintos entre sí, sin embargo, los métodos tienden a ser los mismos (ej. física y
estadística social utilizan métodos matemáticos). 2) el modelo o canos de las ciencias
exactas, todo estudio tiene un canon de referencia el cual es el de las ciencias sociales, al
cual las demás ciencias deberían aspirar a realizar. 3) la explicación causal como
característica de la explicación científica, donde se responde a la pregunta del por que de un
hecho particular. Posterior a esto surgirían leyes generales y universales. 4) el interés
dominador del conocimiento positivista, es decir, el control y dominio de la naturaleza
constituye el objetivo de dicho interés (p.29). los anteriores ítems aplican para los estudios
investigativos de las ciencias sociales y la estructura jurídica del derecho, sin embargo, en
estas áreas se hablan de métodos cualitativos y cuantitativos, los cuales cambiarían un poco
el espectro de estudio entre las ciencias sociales y exactas.

El problema de esta forma de estudio de las ciencias sociales, en general se encontraría


como un tipo de monoteísmo metodológico. Esta misma estructura es la que cuestiona
Edward Butler en su ensayo El politeísmo como metodología en el estudio de las
religiones, nos dice que asi como en biología hay un cierto bios como objeto de estudio, a
la vez en teología hay una especie de Teos como objeto. Sin embargo, el concepto theos
solo se enfoca al estudio de los monoteísmos y en especial del cristianismo, la pregunta que
plantea Butler es ¿puede haber un estudio de Teos con respecto a todas las religiones
canónicas y las vertientes no canónicas, es decir, los estudios paganos? (p.1)

De esta manera no solo se extiende al estudio actual del fenómeno de las religiones, sino de
la metodología de las ciencias sociales mismas. Pues, como ocurre con la materia Teos en
los estudios religiosos, al ser ambigua en cuanto a que se puede considerar un objeto en si
mismo y a la vez una convergencia de prácticas sociales y culturales, cuestionando asi en
general el objeto de las ciencias sociales, ¿se pueden equiparar los objetos de la ciencia
física a los de la ciencia social? (p.3). Dice Butler que en el ejemplo del estudio de las
religiones, si se toma una metodología politeísta, se aduciría al estudio equitativo de las
religiones, sin primacía de unas sobre otras, además de que se podría incluir otras formas de
creencias como los estudios paganos (p.4). de esta manera, lo que en general criticaría el
politeísmo al monoteísmo metodológico es que no se pueden reducir los objetos de estudio
bajo los mismos parámetros, sino que debe haber una regla de delimitación conceptual y
equiparación que lleve a un tipo de compromiso entre las materias de estudio y no
simplemente una discriminación cientificista del mismo.
III. Critica al concepto de teología política de Carl Schmitt y su concepto de
estado nación.

En su texto Teología política, Carl Schmitt nos habla de la estructuración del Estado como
resultado de fuerzas teológicas anteriores. Primero nos empieza hablando de la soberanía
que cada Estado debe tener para representar al pueblo o que la mayoría se sienta
identificada con este. Dice que en un principio Dios regia sobre los hombres y que luego
esta fuerza tomo otras formas como principados, monarquías etc., sin embargo, siempre
habia una fuerza que regia un pueblo (p.16). también dice que para sustentar esta soberanía
surge una ley, la cual se convierte en reflejo y régimen del poder de la soberanía (p.19).

Asi la definición de estado siguiente estos preceptos lo define como;

El Estado, es decir, el orden jurídico, es un sistema de imputaciones con referencia a un punto final
de imputación y a una última norma fundamental. La relación de jerarquía y de subordinación que
existe dentro del Estado estriba en el hecho de nacer de aquel punto central unitario una red de
autorizaciones y competencias que se extiende hasta los últimos grados. La competencia suprema no
la asume una persona o un complejo sociológico-psicológico de poder, la asume solamente el orden
soberano en la unidad del sistema normativo (Schmitt, p. 23)

Es decir, pareciera que esta hablando de una fuerza universal que se despliega en forma de
ley desde un sistema abstracto a un concreto, el cual no corresponde a una persona que
dictamina, sino que el representante soberano de esa ley es el que la ejecuta o está en
representación de esa ley. No puede ser la ley misma, ahí esta el poder de la constitución
como alma de un país.

Dice asi Schmitt que los conceptos de estado moderno son conceptos derivados de la
teología, pues a la par que las creencias monoteístas anteriores se cayeron, de igual modo se
empezaba a consolidar el Estado. Concepto de dios es suplantado por el de estado, y el de
estado de excepción tiene la misma connotación que el de milagro (p.37). de esta manera el
estado adquiere las cualidades de dios; ovni presente, omnipotente, etc., los cuales a nivel
de las leyes se extiende sobre todo el territorio que le concierne (p.38). A la vez aduce a la
trinidad como forma en que se reparte dios en las distintas formas de poder, es decir, a nivel
de estado sería los tres pesos de poder; el legislativo, ejecutivo y judicial. De esta manera
vemos que poco a poco se empieza a describir la democracia como orden natural del
monoteísmo teológico.

El concepto teísta y el concepto deísta de Dios se vuelven entonces incomprensibles para la


metafísica política. Cierto que durante algún tiempo todavía se percibe la influencia de esa
concepción de Dios. En América toma la figura de creencia racional pragmática en que la
voz del pueblo es la voz de Dios (p. 46). Luego, esta concepción de Dios se vuelve más
metafísica y cientificista con Kelsen, en lo que seria una especie de teología política y
metafísica del siglo XIX (p.46). De esta manera se oculta la imagen e dios en otros
conceptos metafísicos, los cuales producirían esas fuerzas teologales abstractas.
La critica a Schmitt reside en que solo concibe el estado nación como una estructura
derivada del monoteísmo, es decir una especie de abstracción que representa las fuerzas de
Teos cristiano, de su singularidad teológica (trinidad) y sus leyes. A la vez, con lo antes
dicho, esa visión ovni abarcadora termina en una especie de totalitarismo y de reducción de
la cultura del país sonde se instala esta institución estatal, a la vez que, por su actitud
cerrada y única, evitaría otros tipos de jurisdicción. Un ejemplo seria la jurisdicción
indígena bajo la dirección de la constitución colombiana, pues, aunque es reconocida su ley
no se da total autonomía de su soberanía. Por otra parte, contraponiéndolo al politeísmo
metodológico y un posible politeísmo estatal, el monoteísmo representado teológicamente
en estado democrático, no podría entrar en dialogo de una manera comprensiva, reflexiva e
inclusiva de otras jurisdicciones o estados nación distintos, el caso mas evidente es el del
medio oriente, donde aún los estados nación tienen connotaciones netamente religiosas, lo
cual seria una forma no racionalizante de manejar la política y es por esto mismo que hay
un conflicto internacional con su autonomía legal, de imposición de leyes y de legislar
según su gente sienta la necesidad. Es por esto que actualmente donde no vemos una
democracia nos asombra y nos parece una especie de herejía política ya que estamos
acostumbrados al monismo metodológico, a la teología ovni abarcadora de toda la realidad
política, a la visión monoteísta del mundo y la visión progresista, cientifisista y positiva de
la ciencia, el conocimiento y por ende de la sociedad y su jurisdicción.
Bibliografía

Bettini. M. (2014). Elogio del politeísmo. Madrid, España: Alianza editorial.

Carl Schmitt. (2009). Teología política. Madrid: Editorial Trotta.

Edgard Weber. (1997). interculturalismo y monoteísmo. En Afers Internacionals(79-87).


Francia: Fundacion CIDOB.

Edward P. Butler. (2016). Polytheism as Methodology in the Study of Religions. SAGP and
SSIPS, 34, 10. 20/05/2019, De Fordham University, NYC Base de datos.

Jhon Polikinghorne. (1998). Ciencia y teologia, una introduccion. Gran Bretaña: Editorial
SAL TERRAE.

J.M. Mardones. (2001). filosofía de las ciencias humanas y sociales. Barcelona: anthropos
editorial.

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