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CLUB Y GRUPOS POLÍTICOS EN LOS ORÍGENES DE LA UNIÓN CÍVICA

RADICAL DE SALTA (1876-1891)

Hacia el interior de los grupos políticos dominantes de Salta, durante la


segunda mitad la década del 70 y principios de la de los 90, se conformaron dos
tendencias políticas antagónicas que si bien no llegaron a conformar grupos
políticos estables, eclosionaron en momentos de elecciones, formaron alianzas,
enfrentándose hasta terminar por disolverse a causa de conflictos de índole
personal o familiar.

Las dos tendencias que tuvieron lugar fueron, por un lado, el grupo de
los Constitucionalistas, partidarios de Urquiza, y, por otro lado, el grupo de los
Liberales seguidores de Mitre que terminaran por dividirse a su vez entre los
partidarios de la familia de los Uriburu y sus opositores.

Antes de continuar el desarrollo de los contenidos creemos pertinente


subrayar un aspecto que es necesario tener en cuenta para comprender el
desarrollo de los acontecimientos en la conformación de los orígenes de la
Unión Cívica Radical en Salta. Este corresponde al hecho de que los
enfrentamientos locales entre los grupos políticos dominantes llevan en su seno
las discrepancias que se manifiestan a partir de las relaciones entre estos y el
poder central. Y es teniendo en cuenta este aspecto que Esther María Torino,
Azucena del Valle Michel junto a Rubén Emilio Correa presentan a la elección
de Juárez Celman como el “nudo histórico” a partir de cual nos es posible
encontrar algunos elementos que contribuyeron a dar nacimiento a la Unión
Cívica Radical en Salta.

Para una mejor y más completa comprensión de la conformación de la


Unión Cívica Radical en Salta es necesario hacer referencia al grupo de la
oligarquía. Al respecto Bazán postula que el este grupo se presentaba como un
“… bloque sólido, sin fisuras ni contradicciones en su acción política…” Por lo que la
provincia se presentaba con un alto grado de estabilidad. Por su parte Botana
en su texto sobre “El orden Conservador” expone que la provincia de Salta
junto con otras provincias entre las cuales se encuentra Córdoba, Jujuy y San
Juan, no solamente fue la más “protegida” sino que además no fue intervenida
por el poder nacional, presentándose como un caso excepcional por la ausencia
de conflictos intraoligárquicos. Sin embargo, los autores antes mencionados,
difieren sustancialmente de esta consideración. Y entonces abogan por un
análisis mucho más complejo del caso de salteño, donde si bien aquí como en
las demás provincias, el gobierno nacional busco imponer un candidato adicto,
lo cierto es que aquí los cargos “se cocinaron” hacia el interior de los grupos
dominantes del momento sin intervención nacional. Incluso llegaron a oponerse
a él o frenar su avance como sucedió en 1885 en la candidatura por la
renovación de las bancas nacionales e incluso en la elección presidencial de
Celman.

Es así como del grupo de los Constitucionalistas nacerá el Club de la


Libertad de orientación mitristra y el Club de la Juventud, donde se nuclearon
algunos constitucionalistas, federales, autonomistas y opositores a Uriburu.

Del predominio Liberal- Uriburista al predominio Liberal-


Autonomista y del Club de la Juventud (1874)

Con la década del 70 se abre un periodo de cambios políticos. Las luchas


electorales a partir de la presidencia de Avellaneda vino a provocar una
reestructuración de las fuerzas políticas en Salta donde la renovación de la
bancas de Diputados Nacionales introdujo nuevos elementos políticos y los
autonomistas y los antiguos federales fundan el Club de la Juventud con el
objetivo de lograr un acercamiento al Partido Nacional Autonomista de
Avellaneda.

A partir de este momento tendrá lugar un enfrentamiento entre la


propuesta de la dirigencia más joven que adhirió a la propuesta del Comité
Nacional el cual propicio la candidatura del Procurador General del Tesoro Dr.
Victorino de La Plaza y el Inspector de Armas y Tenientes General de Guardias
Nacionales Don Juan Sola; y la propuesta del circulo uribirista con la
candidatura de Don Segundo Díaz de Bedoya y David Saravia.

Dos puntos se han de destacar de esta contienda. Por un lado, los


uriburista que siempre habían adheridos a las tendencias nacionalistas y
centralistas, adoptaron una postura autonomista, lo cual es signo de su
debilidad y una forma de defender sus intereses ahora amenazados; y por otro
lado, los jóvenes autonomistas mediante un paso estratégico logro convertirse
en el referente popular del poder central al sostener la candidatura de La Plaza.

El resultado de todo ello fue la realización de un proceso de depuración


y consolidación del Club de la Juventud el cual a partir de entonces se
presentara como el poder hegemónico del periodo.

1877: Los gobernadores del Club de la Juventud

Hacia 1876 se produce la renuncia del gobernador de la provincia


Francisco Aráoz. En su lugar asume Benedicto Fresco como gobernador interino
y convoca a elecciones para electores de gobernador para el 14 de enero de 1877.
A la contienda se lanzaron Andrés de Ugarriza apoyado por el Club de la
Libertad y El teniente coronel Juan Solá, que obtuvieron 22 y 21 electores
respectivamente.

Con un resultado ajustado ambos se acusaron mutuamente de movilizar


gente armada. El Club de la Libertad pidió la intervención Nacional de la
provincia, cuestión que primero se trató en el senado y obtuvo apoyo mientras
que en la segunda instancia, en diputados, fue rechazado. Mientras la cuestión
se dirimía en el parlamento, el gobernador Fresco había convocado a una nueva
elección anulando las anteriores.

En las elecciones del 6 de junio de 1877 Juan Solá fue electo. El papel de
Fresco fue fundamental para que el Club de la Juventud gobernara la provincia.
Pues el gobernador interino declaró totalmente nulas las elecciones donde el
Club de la Libertad había ganado, pero que solamente debería haber convocado
elecciones en algunos distritos de la provincia y no en todos. Esta jugada de
Fresco permitió que el Club de la Juventud se haya insertado a la cabeza del
poder provincial.

Los gobernadores del club de la juventud fueron Sola (1877-1879), Oliva


(1879-1881), Ortiz (1881-1883) y nuevamente Juan Solá (1883-1886). El
mecanismo de control político de los resortes de poder de la provincia radico en
obtener representaciones nacionales (diputados y senadores), insertar gente leal
en las instituciones y organismos nacionales y provinciales – entre ellos en el
Colegio Nacional) y el control de las milicias. Las principales familias que se
beneficiaron fueron los Ortiz, los Tedín y los Güemes. Los nuevos integrantes
de la administración eran jóvenes y graduados en las universidades con
profesiones liberales.

Las relaciones de Solá y Oliva con Avellaneda fueron tensas por estos
motivos: por la presencia de Napoleón Uriburu, por la intervención en Jujuy de
Sarmiento como Ministro del Interior. El Club de la Juventud en 1879 prefirió
apoyar la candidatura de Julio Argentino Roca. Ante los acontecimientos de
1880 el gobernador Oliva reconoce al gobierno nacional y al congreso de
Belgrano. Sin embargo, las relaciones con roca se deterioraron.

Las esperanzas que Salta había puesto en Roca era que se esperaba, a
través de la extensión del FFCC, la integración comercial de Salta con Bolivia.
Otro fue el problema de las fronteras con el chaco. En cuanto a lo económico se
esperaba una reestructuración financiera y presupuestaria, pues Salta contaba
con pocos recursos para sostener una abultada burocracia.
La división hacia el interior del Club se hizo sentir en la contienda
electoral para diputados: en primer lugar Roca apoyaba la candidatura de
Rafael Ruiz de los Llanos; segundo, los autonomistas y algunos miembros del
club de la juventud apoyaron a Aniceto Latorre; y tercero, el candidato Manuel
Solá fue apoyado por el PAN y el Club de la Juventud, resultado electo.

También resulto un hecho importante la renuncia de Domingo Güemes a


su cargo de diputado Nacional porque no se quería someter a la disciplina del
partido. Este hombre había sido bien visto por Alem para que sea su
vicepresidente en su candidatura. Al interior del gobierno provincial, a su vez,
ocurrieron dimisiones. Entre ellas cabe destacar la de Martin Gabriel Güemes
que renuncio a su cargo como Ministro de Gobernación de Solá. Para la
contienda interna del PAN, la fractura del poder del club de la Juventud a nivel
provincia se sentía: por un lado Aniceto Latorre apoyaba la candidatura
presidencial de Bernardo de Irigoyen, por otro Martin Gabriel Güemes apoyaba
la candidatura del senador Juárez Celman; y en el otro extremo, Dardo Rocha
era apoyado por el gobernador Solá. Güemes y Celmán habían conspirado para
invalidar las elecciones, incluso llegaron a movilizar armas. El resultado fue que
las elecciones fueron nulas en la provincia, de manera tal que Salta no participó
en la elección de Celman.

Del Club de la Juventud a la UCR

Fue con Martín Gabriel Güemes que se desestructuró por completo el


Club de la Juventud y el 31 de marzo de 1887, se realizó una asamblea para
aprobar las bases de la creación del partido Nacional en Salta con orientación a
Juárez Celman. Según el diario “La Situación”, fueron más de ochenta personas
las que participaron de la “numerosísima reunión de lo más selecto de nuestra
sociedad”1 con el objetivo de hacer olvido completo de sus divisiones y luchas
políticas, aunque fue en esta misma fuente citada anteriormente, en que se
admitía la existencia de un grupo de opositores organizada en torno a los
doctores Domingo Güemes, Aniceto Latorre, Abel Ortiz, Indalecio Gómez y
Francisco Ortíz. Es importante destacar esta oposición, pues es este mismo
grupo quien después se organizará en torno a la Unión Cívica. Güemes
disolvió también el Partido Nacional y se apoyó en una sociedad política y
económica denominada el Edén, mientras que en toda la provincia se
reconstituyeron los clubes sociales.

Un grupo de antiguos militantes del club de la juventud sin embargo


siguieron manteniendo contacto con algunos dirigentes del interior. Los

1
Cita de A. y M.S.T. Diario La Situación
miembros de la oposición, sobre todo D Güemes y A. Latorre intercambiaban
información con algunos residentes en Buenos Aires que participaban de la
convocatoria de la juventud en la reunión del Jardín Florida (Septiembre de
1889) y en la creación de la Unión Cívica (13 de Abril de 1890).

La llamada Revolución del 90’ no tuvo mucha repercusión en la


provincia en un principio, fue luego de la detención de D. Leguizamón, J.J.
Leguizamón y José R. Villa en que se convocaron nuevamente los antiguos
clubes políticos. Éstos, luego también serían adherentes de la Unión Cívica.
Mientras tanto, el gobernador Pedro José Frías les ofreció los cargos del
ministerio de Hacienda y el de Gobierno, pero Domingo Güemes no aceptó, sin
embargo si aceptaron D. Leguizamón y José Chavarría. Serían ellos dos quienes
siguiendo las directivas de Bs As. fueron los primeros en organizar la
conciliación del partido. Se llamó a una reunión para el 23 de Octubre con el fin
de reorganizar el comité central de la Unión Cívica siguiendo las directivas de
un telegrama enviado por Leandro Alem.

Una elección importante que se debe tener en cuenta también es la que se


convocó para cubrir nueve cargos del consejo municipal llevadas a cabo el 7 de
diciembre de 1890. Se presentaron tres listas: Cívicos puros y clericales, Lista de
la conciliación, y Cívicos depurados o cívicos del Norte, (Manuel Solá) éstos
dos últimos salieron victoriosos. Desde allí los cívicos se dividieron en dos
grupos, por un lado se encontraban los de la conciliación con Don M. Solá a la
cabeza y por el otro encontramos a Dr. D. Güemes y Aniceto Latorre vinculados
a la corriente alemnista, quienes junto al club de artesanos serían los que
conformarían en 1891 la Unión Cívica Radical en Salta.

BIBLIOGRAFÍA:

- Torino, E.M., Michel, A., Correa, R.E., “Grupos y Clubes políticos en los
orígenes de la Unión Cívica Radical de Salta (1876-1891)”, en Cuaderno de
Humanidades, N°8, 1997.
- Lobato, M. Z., “Estado, gobierno y política en el régimen conservador”,
en Nueva Historia Argentina. El progreso, la modernización y sus límites
(1880-1916), Buenos Aires, Sudamericana, 2000, pp. 280-208.
- Botana, N., El orden conservador. La política argentina entre 1880 y 1916,
Buenos Aires, Sudamericana, 1979.

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