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se usa en las fiestas de Cristo, en las fiestas de la Virgen y en los Santos. No en los
mártires Significa la luz, la gloria, la alegría.
es el color del amor fuerte, total, hasta derramar la sangre si es preciso. Se usa en la
fiesta del Espíritu Santo que derrama el amor sobre los fieles; también en las fiestas de mártires
que dieron la vida por el Señor.
es de luto o de muerte. Se usa el día de viernes santo en que murió Cristo; y en las
misas de los difuntos. Así se manifiesta la tristeza, muy humana, por la perdida del ser querido.
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Coro (Alabanza de Gozo o de dar Gracias) y saludo
Cuando el Padre Pide por el Papa, los Obispos͙
! Hace 5 cruces sobre la Hostia y el Cáliz es cuando toma en sus manos el cuerpo y
la sangre de y los eleva
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El rito de entrada es un encuentro con Cristo y sus hermanos. La entrada es una respuesta al
llamado de Dios. Es el sentido de la procesión guiada por el Padre, dirigiéndose hacia Dios que nos
convoca. El agua bendita nos recuerda la primera entrada que fue el bautismo. Hay que descubrir
su gran valor comunitario y penitencial. El Confiteor en el cual hay un intercambio de perdón en el
seno de la comunidad.
Para darse a conocer, Dios ha hablado. Heb 1,1-3. Por medio de la palabra, Dios ha revelado su
misterio, su plan de salvación. Nosotros debemos decir al mundo la buena nueva, la gran noticia el
Evangelio. Toda la misa es palabra de Dios. En la liturgia de la palabra que comprende: Lecturas,
homilía, credo y la oración, la palabra existe, no para ser leída en un libro, sino para ser
proclamada. La Homilía explica el contenido de la palabra de Dios, señala sus exigencias y actualiza
el (Hoy). Dios habla para comprometerse y comprometernos, para suscitar nuestro SI. Este el
sentido de las respuestas y de las aclamaciones como el AMEN.
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Cristo es la única victima perfecta agradable a Dios, es perfecto, porque ha obedecido
perfectamente la voluntad del Padre. Cristo hace feliz al Padre. Mt 17,5; Mc 9,7; Lc 9,35
Hay que tener conciencia de la presencia de Cristo en misa en actitud orante ante su Padre. El
silencio es signo de intimidad con Cristo.
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El AMEN se repite tan a menudo en la misa, que es muy importante conocer su sentido. Es un
término hebreo casi intraducible. Se deriva de una raíz etimológica que implica la idea de:
firmeza, solidez y realidad. Su traducción ASI SEA. Con ella ha perdido completamente la idea de
solidez, firmeza y fidelidad que son fuertes matices del original hebreo. El uso que hace la biblia
del AMEN, permite decir que su sentido es todavía mas rico. El AMEN equivale a una firma, a una
palabra, a un sello de alianza. El pueblo de Dios decía AMEN a los mandamientos de moisés. Neh
5,13; Núm. 5,22 y la historia santa se ponía en marcha. El AMEN paso a lenguaje puramente
litúrgico. Neh 8,6; Sal 41,14. El N. T. tomo el AMEN en su viejo sentido y uso. Era tanto el AMEN
litúrgico, que ese termino paso a ser como un nombre propio y personal de Cristo. Ap. 3,14 el
católico debe pronunciar ese AMEN con fuerza. El numero de AMEN en nuestra misa actual es
muy grande muchos de ellos se han introducido muy tardemente, debemos descubrir toda la
riqueza de sentido y de valor es esos múltiples AMEN. El AMEN en los labios de un católico, es un
acto de FE, un SI al amor de Cristo, y expresa la seguridad de su esperanza. Que el AMEN los
digamos en voz alta, con fuerza, con fe, con entusiasmo y con alegría.
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es la actitud de disponibilidad. Se sienta uno para escuchar, sin prisa, sin tensión, se
sienta uno para escuchar con atención. Esta es pues la actitud normal para escuchar la palabra, la
posición de pie para el Evangelio es un paréntesis gozoso ante la gran noticia, ante la buena
noticia; una posición introducida en el siglo XVIII. Normalmente estamos sentados en las 1 y 2
lecturas, en la homilía y ofertorio.