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El proceso de producción literario es un hecho social complejo, entenderlo implica develar todos los

escenarios donde ella se produce, divulga, circula y consume, es decir, colocarla en perspectiva para que
se puedan comprender los elementos que intervienen en su creación y significación. Abstraer los
elementos que posibilitan la existencia de la obra literaria es, de hecho, describir las variables objetivas y
subjetivas que hacen posible su aparición, que facilitan la comprensión de su discurso, los agentes que
contribuyen a su posicionamiento en el imaginario colectivo, las instituciones que potencian la
universalización del discurso artístico y lo condicionan a eventos estéticos, las mediaciones
socioeconómicas, culturales e históricas que intervienen en la subjetividad creativa del artista para
condicionar su posición y posibilidades en el proceso creativo, qué y quiénes facilitan las condiciones
objetivas, materiales en última instancia, para invertir en la posibilidad de creación y finalmente
quienes colocan la obra en el mercado.
Ahora bien, no se pretende establecer el capitalismo en su desarrollo rentista petrolero como causa
principal de las condiciones de desarrollo del proceso literario venezolano. No está en la especificidad
económica del desarrollo rentístico petrolero las razones que derivaron en las características estéticas
específicas del desarrollo de la producción literaria. Sin embargo, se cree posible establecer qué
aspectos específicos del campo de producción del proceso literario venezolano- y su desarrollo: tonos,
función social, definición estética, política y cultural- se hicieron presentes debido a las condiciones
socioeconómicas, políticas y culturales derivadas del desarrollo del capitalismo rentista venezolano.
Así quedan perfilados los requisitos que se consideraran oportunos para entender la cuestión literaria:
primero, revisar y explicar las teorías de las ciencias sociales y humanas que se han abocado a la
comprensión del proceso literario, lo que implica desestimar la explicación carismática, y confrontar
teorías científicas con las condiciones sociales de producción, circulación- divulgación y consumo de las
obras literarias; segundo, analizar el funcionamiento del campo es determinar las relaciones políticas y
sociales entre los agentes y grupos de productores del proceso literario, que si bien depende en gran
medida de la lucha por la definición estética que se da a lo interno del campo de producción –que es
también una lucha política y social-, no deja de ser importante la condición-condicionante que establece
el rentismo petrolero, como consecuencia de su característica más importante, que el manejo de la
renta que dinamiza las relaciones sociales, políticas y económicas depende de la disposición y
disponibilidad del Estado.
En tercer lugar, definir los tipos de relatos literarios predominantes en el campo de producción
permitirá definir el grado de autonomía del campo de producción por el tipo de competencia literaria o
el capital específico exigida a los consumidores o receptores del bien simbólico literario. Por medio de la
relación entre estas dos variables se podrá medir el impacto, en cuanto a cantidad y calidad, de la
inversión del Estado, debido al papel histórico que se ha ido constituyendo como órgano rector en esta
materia, de la institucionalidad educativa -instancia de consagración de las obras y los productores- y
por ser el sector de la educación y el campo el intelectual el principal generador de futuros
consumidores de los bienes simbólicos literarios.
En cuarto lugar, la explicación de la función social de obra literaria. Si bien la significación y función del
bien simbólico literario se establece en la lucha entre los agentes y grupos de productores por la
definición de lo que es y no es literatura, y esas otras instancias que hacen parte en el juego de
definición y consagración de los productores y autores –concursos, premiaciones, institutos de
investigación y otras-, es necesario establecer el papel que juega el Estado en la significación y función
social de la obra, pues la lucha por el control de las instancias de distribución de la renta petrolera es
también una lucha por la definición de la función social de los bienes que se producen con los recursos
destinados para tal fin, apostar por un campo de producción es habilitar un puesto entre los agentes
que definen su significación y función en el proceso identitario de la sociedad.
Por último se considera importante analizar, comprender y aprehender las condiciones de divulgación,
circulación de las obras, la competencia entre las editoriales públicas y las editoriales privadas y la
consecuentemente dinámica de interacción entre la oferta de y demanda de bienes simbólicos literarios
en el capitalismo rentista petrolero; lo que significa que el Estado desarrolla campañas para la
divulgación y circulación de las obras en donde se conjugan visiones editoriales con intereses nacionales,
establece estrategias y apuestas para la producción y reproducción de bienes simbólicos literarios como
políticas públicas y culturales y afecta el mercado de bienes simbólicos literarios con inversiones; pero a
su vez permite la acción y apuesta privada como parte de las condiciones de las libertades económicas y
como parte de las dinámicas del mercado de bienes simbólicos literarios.
De manera específica, se trata de decir en qué condiciones económicas y políticas está inmerso el
campo de producción literario y cómo se constituye su funcionamiento según las condiciones sociales e
históricas específicas de la economía capitalista venezolana; establecer cómo opera el proceso de
producción de bienes simbólicos literarios en una economía que se ha configurado desde sus primeros
pasos hacia una estructura capitalista desde y por el rentismo petrolero.
Ante el discurso “real” legitimado-legitimador que busca situar la verdad literaria discursiva en la obra
misma, en el genio -artesano productor- intelectual, se destacan las mediaciones que intervienen en su
producción y que superan las posibilidades de centrar la comprensión del bien simbólico literario
únicamente en él mismo y su autor. Comprender las condiciones objetivas (políticas, económicas e
históricas) que intervienen en su producción, en simbiosis con las condiciones subjetivas que permiten
la construcción de ésta -condiciones centradas en el productor y relacionadas con la toma de posición y
las elecciones en la lucha que se da por definir la verdad literaria, en la definición de lo que es y no es
literatura, y finalmente en el lugar que ocupa en el campo de producción y la lucha por imponer su
visión “original”-, en ambas esferas de producción de lo social se debe investigar y estudiar para
establecer los fundamentos teóricos que permitan comprender el proceso literario venezolano.

Zeus Camino Pereira.


C.I: v- 16013488

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