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* Universidad de Évora.
** Universidad Nacional de General Sarmiento.
168 Paulo Jaime Lampreia Costa
todo los otros productores, en este caso, los otros escritores. Los principios de
jerarquización externa serían, en cambio, de naturaleza heterónoma.
Así, el campo tendería a estar organizado en función de intereses análogos
a los de los campos político y/o económico, y vigentes en el campo del poder,
en sentido más amplio. Cuando estos principios actúan en el campo literario,
las posiciones se jerarquizan según factores como el éxito comercial y/o la
notoriedad pública. Estaríamos aquí en presencia del polo de la gran produc-
ción, asentado en una lógica de reconocimiento público mensurable a través
de índices comerciales u otros que puedan conferir la notoriedad social o pú-
blica. Las posiciones innovadoras, vanguardistas, heterodoxas, emergen en
el campo literario de forma desinteresada, en el sentido de desvinculada de
cualquier interés o expectativa de ganancia económica. El grado de condicio-
namiento que los campos políticos y económicos ejercen sobre la generalidad
de los campos culturales y, en este caso, sobre el artístico, es lo que determina
el grado de autonomía de este último. La autonomía del campo literario fluc-
túa así en función del dominio que el principio de jerarquización interna tie-
ne sobre el principio de jerarquización externa. En el campo de la producción
cultural podemos considerar que las ganancias económicas crecerán a medida
que se pasa del polo autónomo (arte puro) al heterónomo (arte comercial).
Para Bourdieu (1991), la lucha por el monopolio del modo de producción
legítima asume indefectiblemente la forma de un conflicto de definición de
los límites del campo en el que cada uno intenta imponer aquellos más favo-
rables a sus intereses, o sea, se trata de la definición de las condiciones para
la verdadera pertenencia al campo. La mediación será el proceso por el cual
son afectadas las relaciones de fuerza en el seno del campo. Por ejemplo, el
crecimiento del número de productores (escritores) puede ser considerado
como una mediación: el simple aumento del número de los recién llegados,
así como su calidad social, provoca grandes alteraciones en el campo por la
introducción de innovaciones en diversos planos, como los propios productos
y las técnicas de producción.
Puesta en análisis
puestos por agentes de origen muy dispares; o esta reducción se da por medio
de la elaboración de listas extensas de autores / textos que pasan a tener un
sello oficial del programa, o de la instancia que sea, en las ediciones realiza-
das a partir de allí. El reconocimiento de un texto por una estructura como un
plan nacional de lectura o, en escala planetaria, el reconocimiento por parte de
instituciones como la Academia Nobel es una cara visible del polo de la gran
producción, asentada en una lógica de reconocimiento público, medible a tra-
vés de índices de éxito comercial que puedan conferir la notoriedad social o
pública. Por ejemplo, la atribución del Premio Nobel de Literatura al escritor
portugués José Saramago reforzó su posición en el canon literario escolar y,
simultáneamente, tuvo un impacto directo en las ventas de las ediciones re-
cientes y en las reediciones de las obras del autor.
Estos movimientos ajenos al campo literario restringen severamente su au-
tonomía, dado que los principios de jerarquización interna, autónoma, de las
posiciones tienden a ser dominados, de forma violenta, por los principios de
jerarquización externa, heterónomos; o, dicho de otra forma: el arte comercial
tenderá a imponerse sobre el arte puro. Una nota final para clarificar cómo la
misma Academia sueca se coloca explícitamente fuera del campo literario: en
la ceremonia de atribución del premio de 2016, el orador, Horace Engdahl,
miembro de esa Academia, aludiendo a las reacciones menos consensuales
al reconocimiento de la obra de Bob Dylan, declara: “If people in the literary
world groan, one must remind them that the gods don’t write, they dance
and they sing. The good wishes of the Swedish Academy follow Mr. Dylan on
his way to coming bandstands” (“Si la gente en el mundo literario se queja,
hay que recordarles que los dioses no escriben sino que bailan y cantan. Los
buenos deseos de la Academia Sueca acompañan al Sr. Dylan en su camino a
los próximos escenarios”).