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El ¿haiku?

de ciencia ficción
Por Pura Pravda

Ilustración de Sofía Ramírez.


El SciFaiku fue fundado en
1995 por Tom Brinck, a
través de un manifiesto en
el que toma elementos de
la ciencia ficción y del
haiku para formar una
nueva forma de expresión.
Sin embar-go, a diferencia
de sus predecesores
provenientes de
vanguardias artísticas
como el dadaísmo o el
surrealismo, el Manifiesto
SciFaiku no parece tanto
el texto basal de un
movimiento estético-
político como una simple
exposición de principios
estéticos que guiarán la
creación del SciFaiku.

A pesar del carácter


individual de la fundación
del SciFaiku, su desarrollo
posterior puede rastrearse
en foros y webs de la época
como un proceso bastante
colectivo, en el que una
cierta cantidad de
personas, muchas de ellas
bajo la firma de nicks (acá
hay otra semejanza con el haiku: sus autores tienden a usar seudónimos), publicaban
sus scifaikus, los que a veces eran reseñados, criticados y seleccionados por Brick y
otros autores.
Esta situación fue bastante análoga a la de la escuela de Matsuo Basho: el maestro
pone las reglas de un género tomando uno directamente anterior (el hokku popular
en Basho, el haiku en Brick), y una serie de entusiastas dejan sus versiones en manos
del pionero para que las juzgue. Pero, como los códigos estéticos y morales del
SciFaiku son mucho más libres que los de su predecesor nipón, sus aprendices nunca
llegan a ser discípulos.

Al igual que el haiku, la simplicidad del SciFaiku persigue la expresión directa y la


belleza, le huye a los concep-tos abstractos y a las metáforas y describe en lugar de
especular. Deja que la imaginación del lector saque sus propias conclusiones
(Manifiesto SciFai-ku, Tom Brinck). La brevedad y la elegancia son sus sellos
distintivos. Pero el SciFaiku no habla necesariamente de la naturaleza sino de que
elabora una profunda reflexión sobre el ser humano a partir de las temáticas de la
ciencia ficción. Ese es su tema. En lugar de tener la 季語 kigo, o “palabra de estación”
del haiku tradicional, que refiera a la época del año en la que se sitúa el momento
manifestado en el poema, el haikú de ciencia ficción incluye una “palabra de ciencia”
que evoca un escenario de la tecnología o la ciencia ficción: palabras como espacio,
genética, robot o láser. Todos los poemas deben hacer alusión a una idea de ciencia
ficción así como la expresión de los propios comentarios a dicha idea, el cual
constituye tal vez el aspecto más desafiante de la escritura de haikus de ciencia ficción
(Manifiesto SciFaiku, Tom Brinck).

A continuación, les ofrecemos ejemplos de scifaikus y haikus para mostrar sus


parecidos y diferencias. Los poemas están organizados alrededor de distintos temas,
como el camino, la niñez, la guerra, entre otros.

El camino

A este camino
ya nada lo recorre
salvo el crepúsculo.

Matsuo Basho.

Los asteroides se estrellan


sin producir sonido
esquivamos los fragmentos.

Tom Brinck.
Los fenómenos naturales

Se escucha allá
en la noche cuando viene la lluvia
la voz de la campana

Takarai Kikaku.

Lluvias de mayo,
mi mejor amigo
se oxida.

Greg Pass.

¡Ah! ¡Qué belleza!


por un hueco del shoji
la vía láctea.

Kobayashi Issa.

Preciosas, las estrellas


a través de
estos ojos prestados.

Graham Huesmann

Hasta los cerdos vuelan


con las últimas ráfagas
del otoño.

Matsuo Basho

Oye el estruendo
de las hojas en el otoño. La colisión
de las hojas de cristal.

Terry Pratchett, en su novela The Dark Side of The Sun.


La separación

No lloren, insectos!
Igual que las estrellas
los amantes se separan.

Kobayashi Issa.

En un estereoreactor: pienso en ti con nostalgia

Tom Brinck.

Te vas…
¡Qué largo el camino!
¡Qué verdes los sauces!

Yosa Buson.

La compuerta de la cámara de hivernación se cierra


Mi sueño se llena
de tu recuerdo.

James Palmer

Poemas de despedida

El agua se cristaliza
las luciérnagas se apagan
nada existe.

Chiyo-ni, poco antes de su muerte.

Más allá de los protectores muros de acero, el vacío y la gélida muerte me


aguardan.

Jennifer D’Agostino
Renovadora
después de la violenta tormenta
sube la luna radiante

Takijiro Onishi, creador del regimiento kamikaze japonés en la Segunda Guerra


Mundial. Escribió este poema a un amigo en la nota que dejó antes de suicidarse
cometiendo seppuku, luego de la rendición incondicional de Japón.

El sonido más solitario del universo


lo produce
el último latido de corazón

Brenda Lee Eccles

Recuérdame
como alguien que amaba el haiku
y los nísperos.

Masaoka Shiki.

La niñez

Vienen los niños


me sacan de la cama
y los años se van.

Hawai Chigetsu.

Doy a luz
y el bebé me toma en sus brazos
con delicadeza.

Darren Greer
El niño que cargo
En la espalda juega con mi cabello
¡Qué calidez!

Sono-jo.

La guerra

Los veo llegar


el cielo matinal se llena de naves negras
el terror atenaza el alma

Jill Becker.

El avión enemigo
Dispersa las hojas de ginkgo
Por el cielo azul

Katsue Kitasono. Japón, 1944. Del diario del autor. El día anterior Estados Unidos
bombardeó Tokyo.

El paso del tiempo

final de año…
dentro de mí
estos huevos sin reventar

Yuri

mil millones de rompecabezas armados…


la inmortalidad
comienza a aburrirme

Armando Ibarra
La vieja mano
sigue trazando versos
para el olvido.

Jorge Luis Borges.

Fuentes:
-Versería

-Traducciones de Felipe Castagnet. (en el hashtag #traduccionpropia).

-Los Siete Poetas del Haiku, de Juan Manuel Cuartas.

-La mujer en el haiku japonés.

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