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Derechos fundamentales

INTRODUCCIÓN
Si entendemos que los derechos fundamentales son además de derechos subjetivos
públicos al servicio del ciudadano dirigidos a garantizar tanto un espacio de libertad como
la existencia de prestaciones por parte del Estado la representación de un conjunto de
valores que trasciende a todo el ordenamiento jurídico, su tutela efectiva se convierte en
una cuestión de importancia esencial para el Estado de derecho. En otras palabras, la
búsqueda de los medios que permitan hacer posible una auténtica tutela efectiva de los
derechos fundamentales se convierte en una de las preocupaciones centrales del Estado
constitucional al considerar que los derechos fundamentales, al mismo tiempo que son
límites al ejercicio del poder público, se constituyen en origen de la legitimidad del mismo
Estado. Están importante función de proteger los derechos, en nuestra opinión, debe estar
encomendada, en un primer paso, a los jueces y tribunales que integran la jurisdicción
ordinaria. Las razones a favor de esta afirmación son evidentes, pero adquieren más
solidez cuando nos planteamos cuál habría de ser la mejor forma de hacer efectiva la
protección de los derechos fundamentales de naturaleza procesal, es decir, cuando se
busca la manera de tutelar efectivamente el derecho a la tutela judicial. La Constitución
española de 1978 comparte esta perspectiva, y en su artículo 53.2 dirige al legislador el
mandato de establecer un procedimiento preferente y sumario para la protección de estos
derechos.

1. Investigue tres conceptos de derechos fundamentales, transcríbalos indicando


las fuentes, luego formule su propio concepto.

 Se entiende por derechos fundamentales los atributos de toda persona inherentes a


su dignidad, que el estado debe garantizar, respetar y satisfacer.
 Son derechos fundamentales todos aquellos derechos subjetivos que corresponden
universalmente a todos los seres humanos en cuanto dotados de status de
personas, de ciudadanos o personas con capacidad de obra; entendiendo por
“derecho subjetivo” cualquier expectativa positiva (de prestaciones ) negativas (de
no sufrir lesiones) adscrita a un sujeto por una norma jurídica, y por “status” la
condición de un sujeto , prevista así mismo por una norma jurídica positiva, como
presupuesto de su idoneidad para ser titular de situaciones jurídicas y/o autor de los
actos que son ejercicio de estas .
 son todos aquellos que tienen la persona por el simple hecho de serlo.
Según la teoría positivista: son un conjunto de normas jurídicas que imponen
deberes al Estado y conceden facultades a las personas, provistas de sanciones
para asegurar su efectividad.

2. Establezca la diferencia entre derechos humanos y derechos fundamentales.

Se dice que todo individuo tiene derecho a participar en elecciones populares, esto sería
un derecho humano ya que se establece de manera global; sin embargo, como derecho
fundamental se establece que se debe cumplir una edad y nacionalidad en específico para
poder emitir un voto en elecciones populares, se expresa que esa mayoría de edad
dependerá del territorio en donde se encuentre el individuo, ya que puede variar según la
patria en donde se encuentre.

Se habla que la principal diferencia entre ambos derechos estriba en el territorio, ya que
en un derecho humano, su aplicación no se ve delimitada territorialmente, es así que una
de sus características principales es que son universales, sin limitación alguna.
Por el contrario, un derecho fundamental son aquellos que se encuentran plasmados en
un ordenamiento jurídico de un Estado en específico, con las limitaciones que la misma ley
otorga.

3. Realice un análisis de los derechos fundamentales contenidos en la


Constitución dominicana a la luz de las diferentes teorías reconocidas por la
doctrina jurídica.

En el caso dominicano, los derechos fundamentales son producto de la comunidad política


y, por tanto, no pueden ser considerados como previos a ella.

Una de las discusiones más importantes en el Derecho Constitucional es el origen y


naturaleza de los derechos fundamentales. La concepción liberal tradicional que es la que
se ve reflejada en las constituciones tiende a asumir que los derechos fundamentales son
previos a la comunidad política y que, por lo tanto, ésta gira en torno a ellos y no hace más
que actuar sobre la base de lo que ya existe.

La diferencia es importante porque va al quid del problema constitucional. Si prevalece la


concepción iusnaturalista, entonces los derechos son el origen y fin último de la
comunidad política (el alfa y el omega, por usar otro término). Esto implica que la
capacidad de los seres humanos para decidir sobre la forma y contenido de los derechos
es limitada y que la progresiva democratización de las sociedades humanas es un proceso
de descubrimiento y no de creación. Bajo este supuesto, lo que gobierna la sociedad
humana es el conjunto de derechos decididos por un legislador supremo del universo.
La posición contraria tiene consecuencias completamente distintas. Implica que el camino
de la política no tiene un fin cierto, que el camino lo trazan las sociedades y que cada uno
de los derechos ha sido construido sobre la base de la interacción social. Descarta un
camino preconcebido para los derechos y su desarrollo, convirtiendo así el ámbito político
(y el jurídico a través de la Constitución) en el elemento determinante de su desarrollo.

En el caso de la Constitución de la República Dominicana (CRD), independientemente del


énfasis que ésta hace en la concepción liberal de los derechos, es innegable que al
declarar el desarrollo de la “persona humana” como su fin último ha establecido un punto
de referencia axiológico sumamente importante. Jorge Prats ve en ello una declaración
implícita del principio de la dignidad humana como principio estructural de la CRD y punto
de partida de su concepción de los derechos. En sentido general, esto es correcto. La
Declaración Universal de los Derechos Humanos, fuente de inspiración de la nueva
redacción de la declaración de derechos en la CRD, tiene la función de afirmar “el valor de
la persona humana y de su protección como fundamento de todo orden jurídico-político”
.No quiere esto decir que la CRD asume una posición iusnaturalista en lo relativo a los
derechos fundamentales.

En principio, la “dignidad humana” es un concepto -o valor- con un contenido axiológico


que existe independientemente del ordenamiento jurídico positivo, por lo que son extra
constitucionales en la medida en que no se encuentren previstos dentro del ordenamiento
Sin embargo, en el caso dominicano, tiene validez o fuerza normativa sólo en la medida en
que sus elementos constitutivos han sido adoptados por la CRD misma o por los
mecanismos que ésta prevé.

Tal como afirma Pérez Luño para el caso español, los derechos fundamentales sólo son
jurídicos cuando han sido adoptados de acuerdo con la CRD. Sólo entonces puede
afirmarse que son una manifestación de la voluntad soberana del pueblo dominicano. No
hay que olvidar que el contenido de estos valores no es estático, cambia con el tiempo.
Así que no puede afirmarse que dentro del sistema constitucional dominicano ese
concepto tiene fuerza jurídica. Lo que sí la tiene son los derechos fundamentales. Lo
contrario implicaría volver tan voluble el contenido de los derechos fundamentales que
terminaríamos no sabiendo cuáles son, con la consiguiente devaluación normativa.

Incluso el artículo 10 de la CRD limita la posible expansión de los derechos a aquellos que
sean de la misma naturaleza que los ya proclamados. Esto es, en todo caso una licencia
para la interpretación abierta de la aplicación de los derechos fundamentales reconocidos
por el Estado dominicano. Ahora bien, la doctrina dominicana está conteste en que este
problema ha sido superado en buena medida por el proceso de positivización en el plano
interno e internacional de los derechos fundamentales que sirven de garantía a los valores
democráticos modernos.

4. ¿Explique las características que según el neo constitucionalismo deben


existir para que se produzcan conflictos o choques entre principios
constitucionales y cual es la alternativa para la solución?
En el contexto del neo constitucionalismo, el uso del principio de proporcionalidad (el
"PP") se ha convertido en la herramienta de adjudicación más dominante. Si bien el PP
ha demostrado su utilidad debido, principalmente, a su flexibilidad y a su capacidad para
incrementar la transparencia de las decisiones jurisdiccionales, también ha contribuido a
generar una imagen de neutralidad que oscurece por el hecho de que los jueces, al
resolver casos, toman decisiones políticas y no sólo aplican el derecho sino que también
lo crean. El ejemplo de esta tensión se puede encontrar en diversos casos que la
Suprema Corte de Justicia de la Nación (la "Corte") ha resuelto. Este trabajo busca
analizar la manera en que la Corte utiliza el PP y sus implicaciones en nuestra vida
constitucional.

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