Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Discriminación: he aquí el tema que como hecho existe mucho antes de que la palabra se
crease. Esquemáticamente, se puede decir que discriminación es
una conducta sistemáticamente injusta contra un grupo humano determinado.
Discriminar a un grupo social consiste en privarle de los mismos derechos que disfrutan otros
grupos sociales: si se prohíbe al negro utilizar el mismo autobús que un blanco, se tratará de
discriminación por raza; si se organiza la sociedad de modo que los cargos
de responsabilidad sean ocupados por varones, estaremos ante la discriminación por sexo; y si
los ciudadanos de determinados países viven en el lujo y la opulencia mientras los de otras
regiones lo hacen en la miseria y mueren de hambre, esto es resultado de la discriminación
económica internacional; existiendo un sinfín de diversas formas de discriminación: por
minusvalía, por pertenencia religiosa, por tendencia sexual, discriminación lingüística...
La discriminación es un fenómeno de relaciones intergrupales, de relaciones entre diversos
grupos sociales, y tienen sus raíces en la opinión que un grupo tiene sobre otro. Los grupos en
cuestión pueden ser parte interna de otra sociedad mayor (mujeres, ancianos, pobres,
homosexuales...), o pueden ser un elemento externo (extranjeros, emigrantes, etc.) Por lo
general, la mente humana prefiere pensar por medio de estereotipos, categorías y prejuicio,
conducentes al hecho discriminatorio cuando se aplican esas opiniones estereotipadas a otros
grupos. Es importante, por tanto, investigar los orígenes de las opiniones que un grupo tiene
sobre otro, la Imagen de Grupo, ya sea de organizaciones (iglesia, ejército), ya sobre colectivos
(seguidores de equipos), ya sobre categorías sociales (mujeres, varones, niños, ancianos), sin
olvidar la imagen que el propio grupo tiene de sí mismo, la autoimagen. Por lo tanto, sería
conveniente un estudio abstracto sobre las raíces de la discriminación en dos grupos, A y B,
dividiendo el estudio en:
1- teorías desde el punto de vista del grupo A, el grupo discriminador;
2- teorías desde el punto de vista del grupo B, el grupo discriminado;
3- teorías desde el punto de vista de las relaciones entre el grupo A y el grupo B.
El tema tiene que ver, en última instancia, con la convivencia. Quien se arroga el derecho a
discriminar, no sólo deteriora la convivencia, sino que se hace acreedor a ser víctima de
discriminación por parte de otros grupos, porque el hecho discriminatorio impregna la vida
cotidiana, como hemos visto ocasionalmente en tantos comentarios "de pasada", en que no se
deja en muy buen lugar a los que no comulgan con los planteamientos generalmente aceptados
por todos.
Ninguna sociedad está libre de discriminación. En efecto, la discriminación en el
empleo y la ocupación es un fenómeno universal y en permanente evolución. En todo
el mundo, se niega el acceso al trabajo y a la formación a millones de mujeres y de
hombres, perciben bajos salarios, o se ven limitados a determinadas ocupaciones,
simplemente por razones basadas en su sexo, color de piel, etnia o creencias, sin que
se tengan en cuenta sus capacidades y sus calificaciones. En algunos países
desarrollados, por ejemplo, las trabajadoras ganan hasta un 25% menos que sus
colegas de sexo masculino por la realización del mismo trabajo. (Nota 1 ) La no-
discriminación es un derecho humano fundamental y es esencial que los trabajadores
elijan su trabajo libremente, desarrollen plenamente su potencial y cosechen
recompensas económicas en base a los méritos. El que exista igualdad en el lugar de
trabajo también conlleva beneficios eco- nómicos significativos. Los empleadores que
practican la igualdad tienen acceso a una mano de obra más extensa y diversificada.
Los trabajadores que gozan de igualdad, tienen un mayor acceso a la formación, a
menudo perciben unos salarios más elevados y mejoran la calidad general de la mano
de obra. Los beneficios de una economía globalizada se distribuyen de manera más
justa en una sociedad igualitaria, lo que conduce a una mayor estabilidad social y a
que la gente apoye más ampliamente un mayor desarrollo económico.
IGUALDAD DE OPORTUNIDADES
CASOS
María es empleada desde hace años en una empresa moderna y dinámica. Su
trabajo ha sido siempre intachable y así se lo han hecho saber desde esta
empresa. Hace un año fue madre, disfrutó de su permiso de maternidad y se
incorporó inmediatamente después a trabajar. Hace unos días encontró en su
correo electrónico el siguiente mail:
"Hola María. Te escribo porque hemos pensado en darte de baja. Hay menos
trabajo. Así puedes pasar el verano con tu nena. Un saludo guapa".
Traducimos el eufemismo: "Estás despedida aunque trabajas bien... pero estás en
edad fértil... ¿No querías tiempo para disfrutar de tu hija? Ale, pues ahí lo
tienes".
Patricia es una amiga de la infancia. A punto de doctorarse, esta profesora de
Literatura es una firme activista, coherente, luchadora, inteligente y con mucho
valor. Es sindicalista desde hace años y hace unos días le propusieron ser liberada
desde su sindicato. "Necesitamos a alguien como tú, con tu empuje, talento y
dinamismo". Ella les contestó que estaba encantada con la propuesta y que se lo
iba a pensar. En la conversación telefónica que mantuvieron de forma distendida
tras la propuesta, Patricia (muy lista pero también muy inocente y confiada)
comentó que se planteaba tener un segundo hijo pronto. Eso lo cambió todo.
Un día después, recibió un mail del sindicato diciendo que habían pensado en
otra persona (un hombre) y que se olvidara de la oferta. Ni qué decir tiene que
ella no se ha quedado de brazos cruzados.
Rosa estaba embarazada de casi seis meses y su ginecólogo le recomendó no
viajar (las razones no vienen al caso). Su superior mandó entonces de viaje a
otro compañero. Este 'compañero' replicó: "Joder, que vaya ella. ¡Está
embarazada... no paralítica!". El jefe explotó en carcajadas haciendo gala de
un insultante compadreo de género.